Legislatura XLIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19731016 - Número de Diario 28

(L49A1P1oN028F19731016.xml)Núm. Diario:28

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS XLIX LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO I México, D.F., Martes 16 de Octubre de 1973 TOMO I.- NUM. 28

SUMARIO

Orden del día

Se abre la sesión. Lectura del orden del día.

Acta

Lectura y aprobación del acta de la sesión anterior.

Comisiones

La Presidencia designa una comisión para que, en su oportunidad, reciba e introduzca al salón al C. Secretario de Gobernación, que comparecerá ante esta Cámara, y a los distinguidos invitados de honor.

Delegación Parlamentaria Mexicana ante la Unión Interparlamentaria Mundial

Oficio de la H. Colegisladora por el que se participa la designación de los CC. Alejandro Carrillo M., Víctor Manzanilla S., Enrique González Pedrero, Luis M. Farías y Pascual Bellizia Castañeda, como integrantes que, conjuntamente con la que designe esta Cámara, formen parte de la Delegación Parlamentaria Mexicana, ante la Unión Interparlamentaria Mundial. De enterado.

Proposición de la Gran Comisión para que los CC. diputados Luis Dantón Rodríguez, Rodolfo Echeverría Ruiz, Belisario Aguilar Olvera, Alejandro Mújica Montoya y Juan José Hinojosa Hinojosa que integran, conjuntamente con los ciudadanos senadores nombrados, la Delegación Mexicana ante la Unión Interparlametaria Mundial. Se aprueban los puntos de Acuerdo. Comuníquese a la Colegisladora.

Comunicaciones

De los Congresos de los Estados de Colima, Guanajuato, Guerrero y Oaxaca, relativos a aperturas de períodos de sesiones y designación de sus directivas. De enterado.

Comparecencia del C. Secretario de Gobernación

El C. licenciado Mario Moya Palencia hace acto de presencia en esta Cámara. El C. Presidente informa del motivo de la presencia del Secretario de Gobernación y le da la bienvenida. A continuación, el señor licenciado Moya Palencia expone los objetivos y motivaciones de la iniciativa de Ley General de Población, enviada por el C. Presidente de la República. Los CC. diputados Píndaro Urióstegui Miranda, Margarita García Flores, Humberto Lira Mora, Salvador Robles Quintero, Gerardo Medina Valdez, Belisario Aguilar Olvera, Alejandro Mújica Montoya, Ma. Edwigis Vega Padilla, Matilde del Mar Hidalgo, Fedro Guillén Castañon, Diódoro Carrasco Palacios, Salvador Castañeda O'connor, Juan C. Peña Ochoa, Héctor Castellanos Torres, Ignacio Carrillo Carrillo, Héctor González García, Eugenio Ortiz Walls, Pedro Bonilla Díaz de la Vega, Mario Ruiz de Chávez y Carlos Madrazo Pintado, formulan preguntas al C. licenciado Mario Moya Palencia, a las que da respuesta. La Presidencia manifiesta el reconocimiento al Jefe del Ejecutivo por haber autorizado la comparecencia del licenciado Moya Palencia, a quien manifiesta la complacencia de esta Cámara por su intervención en esta Asamblea. Concluye agradeciendo la presencia en esta sesión de los asistentes de diversos sectores sociales que asistieron a la sesión. Se retira el C. licenciado Moya Palencia acompañado de la comisión que lo introdujo.

OFICIOS DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

Condecoraciones

La Secretaría de Relaciones Exteriores solicita el permiso necesario para que los CC. Luis H. Ducoing G., Luis M. Bravo Carrera, Manuel Tello Macías y Federico Amaya Rodríguez Puedan

aceptar y usar condecoraciones conferidas por gobiernos extranjeros. Se turnan a comisión.

SOLICITUD DE PARTICULARES

IX.- Condecoraciones

Los CC. Javier O. Aragón Martínez, Raúl Niembro Godínez y Gustavo González Terán, solicitan la autorización necesaria para aceptar y usar condecoraciones que les otorgaron gobiernos extranjeros. Se turnan a comisión.

X.- Sesión Solemne en memoria del general Lázaro Cárdenas

El C. Fedro Guillén Castañón da lectura a una proposición que suscribe con otros ciudadanos diputados, concerniente a la celebración de una sesión solemne el 19 del actual, con motivo del aniversario del fallecimiento del general Lázaro Cárdenas, y solicita se dispensen los trámites. Se dispensan los trámites. Se aprueban los puntos de acuerdo de la proposición. Celébrese la sesión solemne. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. ARNOLDO VILLARREAL ZERTUCHE

(Asistencia de 185 ciudadanos diputados.)

- El C. Presidente (a las 10:40 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. Secretario José Luis Escobar Herrera:

"Primer período ordinario de sesiones.

XLIX legislatura.

Orden del día

16 de octubre de 1973.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Oficio de la Cámara de Senadores por el que informa de los integrantes de esa Cámara para formular la Delegación Parlamentaria Mexicana ante la Unión Interparlamentaria.

Proposición de la Gran Comisión para designar a los integrantes de esta Cámara de la Delegación Parlamentaria Mexicana ante la Unión Interparlamentaria Mundial.

Comunicaciones de los Congresos de los Estados de Colima, Guanajuato, Guerrero y Oaxaca.

Oficios de la Secretaría de Gobernación

Cuatro por los que se solicita el permiso constitucional necesario para que los CC. licenciado Luis H. Ducoing Gamba, el almirante Luis M. Bravo Carrera, Manuel Tello Macías y el general de división Federico Amaya Rodríguez, puedan aceptar y usar las condecoraciones que les fueron conferidas por gobiernos extranjeros.

Solicitudes de particulares

El C. Javier Othón Aragón Martínez solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración que le confirió el gobierno de la Gran Bretaña.

El C. Raúl Niembro Godínez solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración Cruz Peruana al Mérito Naval, que en el grado de Gran Oficial -distintivo blanco-, le confirió el gobierno de la República del Perú.

El C. Gustavo González Terán, vice-cónsul del gobierno de Finlandia en Tampico, Tamps., solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración de la Orden del León de Finlandia, que en el grado de Primera Clase de Caballero, le confirió dicho gobierno.

11:00 horas. Comparecencia del C. licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación."

ACTA

- El mismo C. Secretario:

"Acta de la sesión efectuada por la Cámara de Diputados de la XLIX Legislatura del H. Congreso de la Unión, el día diez de octubre de mil novecientos setenta y tres.

Presidencia del C. Arnoldo Villarreal Zertuche:

En la ciudad de México, a las doce horas y veinticinco minutos del miércoles diez de octubre de mil novecientos setenta y tres, se abre la sesión una vez que la Secretaría declara una asistencia de ciento setenta ciudadanos diputados.

Lectura del orden del día.

Sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior llevada a cabo el día nueve de los corrientes.

Se da cuenta con el asunto a tratarse en esta sesión:

Dictamen de la Comisión de Relaciones Exteriores que concluye con puntos de Acuerdo que aprueban la participación del H. Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, ante el organismo denominado Unión Interparlamentaria Mundial, y faculta asimismo a la Gran Comisión de esta Cámara para proponer los cinco diputados que integrarán la Delegación que represente a México en la Organización mencionada.

El ciudadano diputado José Murat da lectura al dictamen respectivo y, en seguida, externa su opinión acerca de la participación y tesis presentadas por México ante los foros internacionales, haciendo mención también a la Carta de los Deberes y Derechos Humanos, que presenta el Presidente Echeverría en la Tercera UNCTAD y el recorrido tricontinental que realizó en solicitud de apoyo a la misma, de los países visitados.

A discusión los puntos de Acuerdo, sin que motiven debate, en votación económica, se aprueban. Comuníquese al H. Senado de la República y al Ejecutivo Federal.

A las once horas y cuarenta y cinco minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el próximo martes dieciséis del actual, a las once horas, en la que comparecerá el C. licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación. Se pasa a sesión solemne."

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada.

COMISIONES

El C. Presidente: En cumplimiento del acuerdo que esta H. Cámara de Diputados tomó en sesión del día 20 del mes de septiembre, habrá de comparecer el C. licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación. Por lo tanto, conforme a lo dispuesto por el artículo 196 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso, se designa en Comisión para esperar e introducir a este recinto al C. Secretario de Gobernación, a los siguientes señores diputados: Carlos Sansores Pérez, Rodolfo Echeverría Ruiz, Juan José Hinojosa Hinojosa, Alejandro Mújica Montoya, Lázaro Rubio Félix, Rosa Ma. Martínez Denegri y Fidel Herrera Beltrán.

Para recibir e introducir a este recinto a las distinguidas personalidades que nos acompañan, y a los señores senadores de la República que estarán con nosotros, se designa en comisión a los siguientes diputados: Luis Dantón Rodríguez, Estela Rojas de Soto, Humberto Martínez, Julio Cortázar Terrazas y Julio Camelo Martínez.

Continúe la Secretaría con los documentos de la orden del día.

El C. Secretario José Luis Escobar Herrera: Se encuentra en este recinto parlamentario, el C. licenciado Antonio Carrillo Flores, ex-Secretario de Estado y actual Presidente de la Asamblea Mundial de Población. (Aplausos.)

También nos acompañan representantes del Senado de la República: El Senador Oscar Flores Tapia, senador Miguel Angel Barberena, senador Enrique González Pedrero, y el senador y profesor Enrique Olivares Santana. (Aplausos.)

La Comisión designada para recibir al C. Secretario de Gobernación, sírvase esperarlo en el pórtico de este salón.

DELEGACIÓN PARLAMENTARIA MEXICANA ANTE LA UNIÓN INTERPARLAMENTARIA MUNDIAL

- El C. Secretario Jesús Elías Piña:

"Escudo Nacional.- Cámara de Senadores. CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Por instrucciones de los CC. Secretarios, me permito informar a ustedes, para los efectos correspondientes y en relación con el probable ingreso del Parlamento Mexicano a la Unión Interparlamentaria, que, en sesión celebrada el día de hoy, se aprobaron los siguientes puntos de Acuerdo:

'Primero. Se designa a los ciudadanos senadores Alejandro Carrillo Marcor, Víctor Manzanilla Schaffer, Enrique González Pedrero, Luis M. Farías y Pascual Bellizia Castañeda, como integrantes de la representación senatorial que conjuntamente con los señores diputados que proponga la H. Cámara de Diputados, formen parte de la Delegación Parlamentaria Mexicana ante la Unión Interparlamentaria.

Segundo. Se faculta a la Gran Comisión del Senado de la República para que, en caso de que alguno o algunos de los senadores propuestos no pudieren asistir, por causas de fuerza mayor, a las reuniones de la Unión Interparlamentaria, pueda designar en su lugar, a quienes deban substituirlos.

Tercero. Dése cuenta a la Cámara de Diputados de los dos puntos anteriores, para los efectos correspondientes.'

Atentamente.

México, D.F., 11 de octubre de 1973.

El Oficial Mayor, licenciado Eliseo Rodríguez Ramírez."

-Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario:

Honorable Asamblea:

En los términos aprobados por esa H. asamblea, en la sesión del día 10 del mes en curso, y con base en las facultades concedidas por el Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso de la Unión, nos permitimos proponer a su consideración los siguientes

PUNTOS DE ACUERDO

Primero: Se designa a los CC. diputados Luis Dantón Rodríguez, Rodolfo Echeverría Ruiz, Belisario Aguilar Olvera, Alejandro Mújica Montoya y Juan José Hinojosa, como integrantes de la representación de esta Cámara que, con los señores senadores propuestos por el H. Senado de la República, forman parte de la Delegación Parlamentaria Mexicana ante la Unión Interparlamentaria Mundial.

Segundo. Se faculta a la Gran Comisión de la Cámara de Diputados para que, en caso de ausencia de alguno o algunos de los diputados propuestos no pudieren asistir, por causas de fuerza mayor, a las reuniones de la Unión Interparlamentaria, pueda designar en su lugar a quienes deban sustituirlos.

Tercero. Dése cuenta a la H. Cámara de Senadores de los dos puntos anteriores para los efectos correspondientes.

Atentamente.

México. D.F., a 16 de octubre de 1973.- El Presidente de la Gran Comisión, licenciado

Carlos Sansores Pérez. El Secretario, diputado Luis Dantón Rodríguez."

- El mismo C. Secretario: En votación económica, se pregunta si se aprueban los puntos de Acuerdo. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobados. Comuníquese a la Colegisladora.

COMUNICACIONES

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.-Gobierno del Estado Libre y Soberano de Colima.- XLIV Legislatura.

H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión.- Donceles y Allende.- México,

D.F.

La H. XLIV Legislatura Constitucional del Estado Libre y Soberano de Colima, con fundamento en el artículo 28 de la Constitución Política Local, en Sesión Solemne efectuada el 1o. de los corrientes, quedó legítimamente instalada, habiendo nombrado la Mesa Directiva que funcionará durante el Primer Período Ordinario de Sesiones, correspondiente al Primer Año de su ejercicio legal, la cual quedó integrada en la forma siguiente:

Presidente: diputado licenciado Ismael Aguayo Figueroa; Vicepresidente: diputado Agustín González Villalobos; Primer Secretario: diputado Ramón Castañeda Bazavilvazo; Segundo Secretario: diputada profesora Mercedes García Silva; Primer Prosecretario: diputado profesor Pedro Polanco Montero; Segundo Prosecretario: diputado Jorge Salazar Rodríguez.

Lo que comunicamos a usted(es) para conocimiento y efectos legales consiguientes.

Protestamos a usted(es) las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Colima, Col., a 1o. de octubre de 1973.- Ramón Castañeda Bazavilvazo, D. S.- Profesora Mercedes García Silva, D.S."

-Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.- Congreso del Estado de Guanajuato.-XLIX Legislatura.

H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.-México,D.F.

Para su conocimiento y efectos consiguientes, tenemos el honor de comunicar a ustedes que la H. XLIX Legislatura Constitucional del Estado, en sesión solemne celebrada hoy, tuvo a bien declarar inaugurado, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 40 de la Constitución Política local y 10 y 11 del Reglamento para el Gobierno Interior del Honorable Congreso del Estado, el primer período ordinario de sesiones correspondientes al primer año de su ejercicio, eligiendo previamente la Mesa Directiva que funcionará durante el primer mes de ejercicio, la cual quedó integrada como sigue:

Presidente: diputado licenciado J. Guadalupe Enríquez Magaña; Vicepresidente: diputado Roberto Suárez Nieto; Primer Secretario: diputado licenciado Amador Rodríguez Leyaristi; Segundo Secretario: diputado ingeniero Sebastián

Martínez Castro; Prosecretario: diputado Efrén Pérez Guajardo.

Reiteramos a ustedes, con este motivo, nuestra atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Guanajuato, Gto., 15 de septiembre de 1973.-Licenciado Amador Rodríguez Leyaristi, D.S.- Ingeniero Sebastián Martínez Castro, D.S."

-Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.-Gobierno del Estado Libre y Soberano de Guerrero.-Poder Legislativo.

Chilpancingo, Gro. 1o. de octubre de 1973. C. Presidente de la H. Cámara de Diputados. México D.F.

Nos complace informar a ustedes que esta H. Cuadragésima Séptima Legislatura del Estado, previas las formalidades de Ley, inauguró con esta fecha su segundo Período Ordinario de Sesiones, correspondiente al Segundo Año de su Ejercicio Constitucional, habiendo quedado integrada su Mesa Directiva en la forma siguiente:

Presidente: diputado licenciado Efraín Zúñiga Galeana; Vicepresidente: diputada profesora Beatriz Hernández García; Secretario Propietario: diputado profesor Emilio García Vélez; Secretario Propietario: diputado Ignacio Nogueda Reyes; Secretario Suplente: diputado Evaristo Sotelo Brito; Secretario Suplente: diputado ingeniero Ricardo Figueroa Rodríguez.

Aprovechamos la oportunidad para reiterarle las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Profesor Emilio García Vélez, D.S.-Ignacio Nogueda Reyes, D.S."

-Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.-Poder Legislativo del Estado de Oaxaca.

CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión.-México D.F.

En cumplimiento de preceptos legales, comunicamos a usted(es) que, la XLVIII Legislatura Constitucional del Estado, con esta fecha inauguró el Primer Período Ordinario de Sesiones correspondiente al Tercer Año de su Ejercicio Legal, habiendo resultado electos por mayoría de votos para funcionar durante el presente mes, los CC. diputados:

Felipe Rodríguez Baños, Presidente; profesor Elías Gracida Sarmiento, Vicepresidente, y para funcionar durante el actual año legislativo, los CC. diputados:

Candelario Luis Jiménez Sosa, Primer Secretario; profesor Evaristo Cruz Mendoza, Segundo Secretario; licenciado Máximo Toledo Jiménez Tercer Secretario; Ezequiel Meixueiro Velásquez, Cuarto Secretario.

Reiteramos a usted(es) las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz.

Oaxaca de Juárez, a 16 de septiembre de 1973.-Licenciado Máximo Toledo Jiménez, D. S.- Ezequiel Meixueiro Velásquez, D. S."

-Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario:

COMPARECENCIA DEL C. SECRETARIO DE GOBERNACIÓN

El C. Presidente: Se nos informa que se encuentra a las puertas del Recinto el C. licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación, quien comparece ante esta Representación Nacional de conformidad con el artículo 93 constitucional. Se ruega a la comisión designada se sirva introducirlo al Salón.

(La comisión cumple con su cometido.)

El C. Presidente: Señor licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación, en sesión efectuada por esta Cámara el pasado 20 de septiembre con motivo de la iniciativa de la Ley General de Población que presentó el C. Presidente de la República a esta Cámara, se conoció una proposición suscrita por los miembros de las Comisiones Unidas Primera y Segunda de Gobernación y de Estudios Legislativos para que compareciera usted ante esta Cámara de Diputados, previa la autorización del Primer Magisteriado del País . La presencia de ustedes ante nosotros nos satisface porque conocemos ampliamente los méritos que como ciudadano y los servicios que como funcionario público presta al pueblo mexicano. Sea usted bienvenido, señor Secretario de Gobernación a esta Cámara de Diputados.

Señor licenciado Mario Moya Palencia, varios ciudadanos diputados han manifestado su deseo de formularle algunas preguntas. A continuación voy a dar lectura a sus nombres: Píndaro Urióstegui Miranda, Margarita García Flores, Humberto Lira Mora, Salvador Robles Quintero, Gerardo Medina Valdéz, Belisario Aguilar Olvera, Alejandro Mújica Montoya, María Edwigis Vega Padilla, Matilde del Mar Hidalgo, Fedro Guillén Castañón, Diódoro Carrasco Palacios, Lorenzo Reynoso Ramírez, Salvador Castañeda O'Connor, Juan C. Peña Ochoa, Hector Castellanos Torres, Luis Adolfo Santibáñez Belmont, Ignacio Carrillo Carrillo, Guillermo Gómez Reyes, Héctor González García, Eugenio Ortiz Walls, Pedro Bonilla Díaz de la Vega, Mario Ruiz de Chávez y Carlos A. Madrazo Pintado.

Señor Secretario de Gobernación, tiene usted la palabra y si desea usar la tribuna de esta Cámara puede hacerlo.

- El C. licenciado Mario Moya Palencia:

"Ciudadano Presidente de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión.

Ciudadanos diputados.

Señoras y señores:

Conducir al país hacia el pleno desarrollo económico y social e impulsar la transformación de la sociedad en el marco de la justicia y con respeto absoluto a la libertad y dignidad del ser humano, es decisión fundamental del Gobierno del ciudadano Presidente Luis Echeverría.

Con ese propósito el Ejecutivo Federal ha generado un movimiento de renovación que, con acertada visión global, se proyecta a todos los factores de la estructura social, apegado estrictamente a la filosofía que está inscrita en nuestra Constitución, empapado en la axiología que contiene su texto y enderezado con acierto hacia las metas que define esa Carta, que es programa, instrumento y guía.

Se han revisado los mecanismos que conducen la Revolución Mexicana para darle nuevo impulso a su propia y genuina trayectoria. De conformidad con el señalamiento constitucional, se perfecionó el funcionamiento de las esferas política, económica y social; y ahora, formando parte de la misma estrategia,

como quedó anunciado en el Tercer Informe de Gobierno, con la Iniciativa de Ley General de Población, a consideración de vuestra soberanía, se promueve un nuevo elemento primordial para continuar operando el desenvolvimiento integral de la nación.

La acción gubernativa descansa en un pensamiento humanista, nacionalista y revolucionario. Es humanista, porque coloca en el centro de sus intereses al hombre como valor supremo y porque su moral consiste en procurar a cada individuo las posibilidades para su cabal expresión y a toda la comunidad condiciones de vida verdaderamente humanas. Es nacionalista porque se apoya en la plena independencia del país. Es revolucionario, porque se empeña en crear desde su base una sociedad conforme a las aspiraciones populares.

Por eso el desarrollo que se busca implica mayor productividad y a la vez mejor distribución del ingreso; más cultura, al alcance de todos: mayor bienestar generalizado. En esa problemática están íntimamente entrelazadas las características de la población nacional. Su dimensión, ritmo de crecimiento, composición y distribución son causa y efecto de la dinámica social, son elementos de base de la economía, del aprovechamiento de los recursos, del urbanismo, de la educación, del nivel de vida general.

Si el hombre como ente superior está avocado al control y dominio de la naturaleza, el conocimiento y orientación de los cambios y movimientos de su propio cuerpo social forman parte de esa misma obra de la razón y de la praxis.

La Iniciativa de Ley General de Población sometida por el Ejecutivo a la Soberanía del Poder Legislativo, es un instrumento más para continuar el mejoramiento de la vida

comunitaria. Constituye el marco jurídico necesario para racionalizar nuestro proceso demográfico, de acuerdo a nuestros propios valores y metas y conforme al momento histórico por el que transitamos.

Por instrucciones del Presidente de la República comparezco ante esta Representación Popular para ampliar las motivaciones y objetivos de esta Iniciativa, considerando esta oportunidad como una elevada distinción. Reciban ustedes, señores diputados, mi respeto y reconocimiento.

México tiene una de las más altas tasas de crecimiento demográfico del mundo. Dos y medio millones de mexicanos nacen al año: el equivalente a todos los habitantes de los Estados de Nuevo León, Morelos y Colima juntos.

Al ritmo actual, nuestra población se duplicará cada 20 años. Cuando los niños nacidos hoy, en un país de 56 millones, cumplan 10 años, vivirán en uno de 80 millones. En el ya cercano año 2 000 seremos 135 millones en caso de operarse una disminución de la natalidad y si mantenemos la presente tasa de crecimiento seremos 155 millones.

Al estallar la Revolución, el país tenía poco más de 15 millones de habitantes con un incremento anual de 1.5%. En 1920, después de la conflagración y más de un millón de muertos, el crecimiento se redujo al medio por ciento. Nuestra población era casi estacionaria.

Había entonces que reconquistar nuestra geografía. Poblar nuestra superficie, llevar brazos a todo el territorio para sembrar el progreso y voluntades para preservar la soberanía. Una política natalista era indispensable para el crecimiento de nuestra fuerza vital. En los años cuarentas alcanzamos los 20 millones de habitantes, con un crecimiento de 1.7%. En 1950 éramos ya cerca de 26 millones los mexicanos. Llegamos a 35 en 1960 y a más de 48 en la siguiente década. Hoy somos, lo repito, 56 millones de mexicanos.

El incremento no ha sido producto de una medida de abandono a la simple reproducción, sino de una política que, definida como humanista, tenía que acompañarse de esfuerzos crecientes para proteger la nueva vida. Paralelamente al camino, a la presa, al agua potable y al drenaje, se construyó el dispensario y la clínica. Más aún, la técnica para asegurar la salud llegó antes que la más compleja y costosa para incrementar la producción. Se venció a la gran mortalidad social, se abatió la mortalidad materno infantil y se aumentó considerablemente la esperanza de vida. Creamos mejores condiciones de existencia.

Lo anterior explica la concepción de la Ley General de Población en vigor, cuya parte relativa a los problemas demográficos se mantiene igual desde el año de 1947 en que se expidió. Si bien es cierto que el artículo primero de la ley vigente dice que "Corresponde al Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Gobernación, dictar o promover en su caso, las medidas adecuadas para resolver los problemas demográficos nacionales", el artículo segundo incluye entre los problemas demográficos el "aumento de la población", y el artículo cuarto establece que "El aumento de la población debe procurarse: I. Por el crecimiento natural y II. Por la inmigración". Por su parte el artículo quinto establece:

"Para activar el crecimiento natural, se dictarán o promoverán, de acuerdo con las resoluciones del Consejo Consultivo de Población, las medidas adecuadas al fomento de los matrimonios, y al aumento de la natalidad..."

Hoy, los efectos de los cambios cualitativos operados indican que hemos llegado a un punto de nuestro desenvolvimiento en el que se hace necesario revisar esa política de población dentro del marco del propio desarrollo.

En materia económica se han tomado profundas y acertadas medidas para incrementar nuestra capacidad productiva. De un modelo orientado únicamente al interior, que ya rindió sus frutos, pasamos a un modelo orientado también hacia el exterior. Se impulsa la creación de tecnología propia, se redobla la cruzada por hacer producir los desiertos, se fortalece la economía agrícola, se promueve la descentralización industrial, se acelera el paso en la ampliación de la infraestructura, todo ello con el objetivo preciso de generar más riqueza y distribuirla mejor.

Pero la empresa de transformación no se agota en este aspecto. Es preciso complementar esos esfuerzos con una política demográfica actualizada.

Mantener el nivel de vida de cualquier población requiere de una constante inversión económica. Únicamente la reposición del aparato productivo y el mantenimiento del sistema de capacitación de los jóvenes para incorporarlos al trabajo, demandan de una importante y permanente reinversión del producto nacional. Pero en una sociedad con crecimiento demográfico la simple conservación del nivel de vida prevaleciente exige una inversión suplementaria. El solo crecimiento de la población activa no basta a generar los recursos necesarios para las nuevas generaciones. Es menester prepararlas primero y dotarlas después de medios de producción adicionales, de empleos con salarios remunerativos; satisfacer sus requerimientos de alimentos, agua potable, transportes, energéticos. Es menester, en suma, de una inversión proporcional el crecimiento.

Ahora bien, si consideramos que nuestro imperativo no es mantener el nivel de vida, sino incrementarlo, rescatar a una considerable porción de la nación aun en el nivel de subsistencia, generalizar un bienestar desigualmente repartido y además realizar una cuantiosa inversión adicional para hacer frente al crecimiento más elevado del mundo, la tarea se revela en su inmensa magnitud. Por eso para proteger la vida y conferirle plenitud en todos los estratos, es ineludible englobar en la política de desarrollo una política demográfica racional y auténticamente humana. Ese es el contenido esencial de la Iniciativa de nueva Ley General de Población.

Pocos países como México se han enfrentado a una problemática semejante. Las naciones hoy industrializadas jamás conocieron un ritmo de crecimiento demográfico como el nuestro. La

llamada revolución industrial se llevó a cabo dentro de una disminución de la mortalidad y un incremento de la fecundidad paulatinos. Las técnicas de producción avanzaron paralelamente a las de protección de la salud. La acumulación de capital se logró en detrimento de las masas urbanas y rurales desprovistas de garantías. Quienes por coyunturas favorables iniciaron la industrialización la consolidaron mediante el colonialismo que les permitió contar con vastos territorios para colocar sus excedentes poblacionales y amplios mercados cautivos de los que extrajeron recursos sin ninguna limitación o compromiso.

Nuestra lucha es mucha más ardua. Debemos crecer con justicia, con seguridad social, con educación universal, con espíritu democrático y solidario. Debemos abrirnos paso en mercados controlados por intereses egoístas y excluyentes, superar barreras proteccionistas en el mundo casi cerrado para las nuevas naciones, generar ahorro y a la vez efectuar cuantiosos gastos sociales y hacer frente económicamente a un crecimiento demográfico inusitado.

Es preciso pues, considerar las características del incremento de nuestra población y situar las relaciones entre condiciones demográficas y condiciones socioeconómicas, en un contexto dinámico, para adecuarlas recíprocamente.

Además, no solamente debemos encarar el incremento cuantitativo de nuestros connacionales, sino la extrema rapidez con que se produce y sus efectos acelerados en la pirámide de edades.

El rejuvenecimiento ha dado como resultado que la mitad de los habitantes de México sean menores de 15 años. Esto significa una necesidad creciente de atención materno infantil, una gran demanda de servicios educativos en todos los niveles y una importante reducción de la capacidad de ahorro debido a la disminución de la población económicamente activa y al aumento de la dependencia de los más gravitando sobre los menos.

Para continuar la tarea de engrandecer cualitativamente a la nación mexicana es preciso regular el crecimiento, forma y asentamiento de nuestra población. Triunfamos sobre la muerte, poblamos nuestro territorio, fundamos polos de desarrollo. Ahora, para garantizar una vida plena a nuestros hijos y a los hijos de éstos, debemos planear el crecimiento demográfico de tal manera que no actúe como diluyente de nuestro esfuerzo transformador.

De ahí el objetivo central de la Iniciativa de la Ley General de Población, definido en su artículo primero: "...regular los fenómenos que afectan al volumen de la población, su estructura, dinámica y distribución en el territorio nacional con el fin de lograr que participe justa y equitativamente de los beneficios del desarrollo económico y social".

Esta es la razón de que el ordenamiento se proponga instituir programas de planeación familiar por medio de los servicios de educación, de salud pública y de seguridad social para que, en absoluto respeto a la libertad e intimidad de la pareja, y a la autonomía de la familia, se regule racionalmente y estabilice el crecimiento de la población a fin de lograr el mejor aprovechamiento de los recursos humanos y naturales del país. De ahí que este proyecto inscriba de manera definitiva a la población dentro de los programas de desarrollo económico y social con el objetivo de que éstos se vinculen a las necesidades demográficas.

Este planteamiento expone claramente que el Ejecutivo no ve en la baja de la tasa del crecimiento demográfico la solución para el desarrollo. Es en el esfuerzo, la capacidad y la conciencia social de los mexicanos en donde se ubica la fórmula para el progreso. Es dentro de la noción amplia de responsabilidad que se inscribe la racionalidad demográfica. Y la pareja mexicana formada por ciudadanos libres, la única capacitada para regular su propia fecundidad.

Por eso el instrumento por excelencia es la intensificación de la educación popular, el asesoramiento a las mujeres mexicanas que por miles demandan ya información para estar en posibilidad de tener solamente en número de hijos que deseen, de acuerdo con sus propios anhelos y circunstancias sociales.

Los intereses de la comunidad y los de la familia coinciden claramente en materia demográfica. Así como el mejoramiento del nivel de vida general requiere de acopio de recursos para conferirle a los recién llegados los medios para sumarse a la producción y consumo, y por tanto, el ritmo de crecimiento y la dimensión poblacional no deben hacer naufragar ese propósito, de la misma manera, la rapidez del crecimiento y la dimensión de la familia no deben ser tales que diluyan su capacidad para otorgar a todos sus miembros el máximo de posibilidades de preparación y expresión.

Los programas de planeación familiar están orientados a dicha finalidad. Persiguen el bienestar de ese núcleo social básico. Persiguen su auténtica autodeterminación. Persiguen capacitar, para que la pareja mexicana ejerza su libertad con responsabilidad hacia ella misma, hacia su descendencia y hacia su colectividad.

La Iniciativa de Ley General de Población es un instrumento para proteger la calidad de la vida, para enriquecer la existencia de todos los mexicanos. Ninguno está de más. Todos son valiosos recursos de energía y talento. Bajo esta perspectiva, revalorando al individuo, se hace más patente la obligación de los padres de engendrar la vida, con mayor conciencia de su singular trascendencia y valor.

La Iniciativa contempla de manera integral al fenómeno demográfico. En siete capítulos, 123 artículos establecen la filosofía, los órganos y funciones necesarios para atender todos los aspectos de la materia. En su conjunto, el ordenamiento, de merecer la aprobación del honorable Congreso de la Unión, perfeccionará tanto los aspectos administrativos, como un buen número de procedimientos, de acuerdo con nuevas necesidades y la experiencia práctica, después de veintiséis años de vigencia de la ley actual.

Destaca la importancia de las atribuciones que a la Administración confiere la Iniciativa, destinadas a inducir una conveniente

distribución geográfica de la población nacional. Es ésta una condición ineludible para el mejor aprovechamiento de nuestra potencialidades. Una política adecuada de migración interna es indispensable para evitar concentraciones disfunsionales, poblar las zonas de escasa densidad, agrupar lo disperso para proveer capacidad humana a diversas regiones, multiplicar los polos de crecimiento de conformidad con los recursos naturales y los medios económicos.

La inmigración recibe en la Iniciativa un tratamiento de mayor precisión. Se regula a partir de los intereses nacionales, estableciendo con toda claridad las calidades con las que los extranjeros pueden ingresar al país y los mecanismos para operar el movimiento. Dentro de este contexto, los extranjeros que deseen convivir y compartir nuestras experiencias, nuestros propósitos y nuestras instituciones, podrán ser admitidos siempre que sean capaces de contribuir al desarrollo y que aspiren a integrarse a nuestra comunidad en lo económico, social, y cultural.

Las disposiciones en materia de inmigración, concuerdan con la Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular la Inversión Extranjera y la Ley Sobre el Registro de Transferencia de Tecnología y el Uso y Explotación de Patentes y Marcas, que el Gobierno Federal promovió recientemente. Ejemplo de esta identidad es la disposición que permite la autorización a los no inmigrantes inversionistas para internarse al país e invertir en un ramo determinado de la industria, apegándose a las leyes de la materia. Igualmente, conforme a estos principios, a los inmigrantes, investigadores cintíficos y técnicos, se les otorga un trato preferente para obtener su entrada al país y condiciones que faciliten su estancia.

Con respecto a la calidad de no inmigrante, se define con toda precisión al visitante rentista, y se autoriza la redocumentación de los visitantes que presten servicios técnicos o científicos a la Federación o a empresas cuya actividad sea de interés nacional, sin necesidad de que abandonen el país.

Dentro de la misma calidad de no inmigrante, se establece la característica de Consejero, para aquellas personas que presten funciones de asesoría a empresas, asistan a sesiones de consejos de administración o asambleas de sociedades.

Otras disposiciones perfeccionan las vigentes y le confieren a la actividad administrativa en esta materia un sentido más orgánico y acorde con los fines que persigue el país en su conjunto.

Ciudadanos Diputados:

El señor Presidente de la República les envía por mi conducto un cálido saludo. La práctica del artículo 93 constitucional, que produce la presencia en este recinto de Secretarios de Estado, demuestra que nuestro sistema permite una muy fructífera colaboración de Poderes. La ampliación verbal de las motivaciones de una Iniciativa de Ley, las respuestas a interrogantes de los legisladores -vale decir, de la Nación misma- originan un diálogo que al esclarecer o acendar conceptos, ensancha las posibilidades para la creación de mejores y más funcionales normas de derecho.

México precisa de un inmenso esfuerzo perseverante para superar carencias ancestrales y generar los recursos que satisfagan necesidades siempre crecientes. Junto con la empresa de expansión económica, debemos llevar a cabo una verdadera revolución demográfica, aquella que nos lleve hacia un crecimiento poblacional voluntario, autorregulado, orientado según nuestros designios generales e individuales, de acuerdo con los valores de cada uno y la idiosincrasia de nuestro pueblo. Una revolución en la libertad; una revolución que se realice a partir de la conciencia de cada pareja, una revolución que haga de nuestro cuerpo social un organismo equilibrado, sano y vigoroso, productivo y justo.

La iniciativa de Ley que hoy analizamos juntos, ofrece los medios y plantea un esquema que sólo cobrará forma tangible en las actitudes responsables de cada padre y de cada madre de familia de la Nación Mexicana, y con el apoyo solidario de todos los sectores. El Gobierno de la República cumplirá su parte. Así lo ha manifestado el Presidente Luis Echeverría. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Píndaro Urióstegui

Miranda.

El C. Píndaro Urióstegui Miranda: Señor licenciado Moya Palencia, la diputación priísta se siente profundamente honrada con su presencia en esta Cámara. Hemos escuchado de usted, en esta ocasión, una exposición objetiva, precisa y detallada sobre la iniciativa de una nueva Ley General de Población. En lo personal y creo que es el sentir de todos mis compañeros de Partido, le felicitamos entusiastamente.

Ahora bien, esta iniciativa de Ley sobre la que usted nos ha ilustrado, adopta un nuevo criterio sobre el crecimiento de la población. Tomando en cuenta el papel que ésta desempeña dentro de nuestro desarrollo, señala sin embargo el peligro de una explosión limitada. Cuida de no afectar la intimidad del hogar ni la dignidad de la familia, pero también incorpora una nueva interpretación del fenómeno demográfico.

¿Considera usted señor Secretario, que el Gobierno de la República estima que nuestro crecimiento poblacional ha llegado a límites alarmantes, que en alguna forma puedan repercutir en algunos de los múltiples aspectos de ese desarrollo?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Urióstegui. El problema del crecimiento demográfico, no sólo es un problema grave para México, sino está siendo considerado con mucho interés por todas las naciones del mundo. La población mundial que hasta el Siglo XVII no pasó de 500 millones de habitantes llegó a 1,000 en 1830, después de miles de años, y se duplicó en sólo un siglo: para 1930 ya había 2,000 millones de habitantes en el planeta. Pero en 1970 ya existían 3,600 millones de habitantes y la perspectiva para el año 2,000 es francamente aterradora.

Actualmente los cálculos demográficos indican que la humanidad asciende a cerca de 4,000 millones y que los albores del Siglo XXI la encontrarán en número quizá duplicado.

En México, la dimensión del problema es especialmente angustiosa, pues si la población mundial crece aproximadamente al 2% anual, la cifra de crecimiento mexicana es de 3.5% aproximadamente.

En México, la población se duplicará como hemos dicho a partir de hoy, cada 20 años, y seremos 135 o 155 millones en el año dos mil.

De otra parte, el ritmo de crecimiento de la población urbana es aún mayor que la medida nacional. Las ciudades crecen a una velocidad de 5.4% mientras el campo al 1.5%, especialmente por razones de tipo migratorio hacia las urbes.

Nacen 2 millones 500 mil mexicanos al año; nacen diariamente 6,850 niños; mientras hemos estado conversando han nacido 500 mexicanos más 3,000 cuando termine esta sesión.

¡Cómo no vamos a considerar este fenómeno dramático dentro de nuestro proceso de desarrollo! ¡Cómo permanecer al margen de esta problemática si queremos seguir creciendo con libertad y sobre todo con justicia, si seguimos aspirando a una vida digna para todos los mexicanos; plena de las satisfacciones a las necesidades culturales, sociales y económicas a que todo hombre tiene derecho! Y decía, que este no es sólo un fenómeno privativo de México, sino un fenómeno mundial. Así como el mundo se ha reunido para explorar los problemas creados por la contaminación ambiental, el año próximo se reunirá en una Conferencia Mundial de Población organizada por las Naciones Unidas, para hacer frente al problema del incremento demográfico. Y estarán ahí, tanto los pueblos desarrollados como los países en desarrollo, porque de distintas maneras, pero a todos les afecta este crecimiento poblacional. Por cierto que presidirá esta Conferencia y la está organizando, un distinguido mexicano, Secretario General de esta Conferencia de la Organización de Naciones Unidas-y que ha venido hoy expresamente a acompañarnos - el señor licenciado Antonio Carrillo Flores. (Aplausos.)

¿Por qué se ha producido en México este crecimiento demográfico tan expansivo? Se ha producido como un triunfo de la vida; como un triunfo de la filosofía y de la praxis del sistema de vida mexicano, de la Revolución Mexicana.

En primer lugar, porque la paz social y el espíritu productivo de los mexicanos en estos últimos 40 años lo han hecho posible; porque la medicina preventiva, los programas sociales, sanitarios, de salud pública y de seguridad social, han hecho descender notablemente las tasas de mortalidad y de morbilidad.

Por cada mil mexicanos nacen 44 y mueren 9, en números aproximados. Hubo época en que morían 23 mexicanos por cada mil. La esperanza de vida que en 1940 era de 41 años, por obra de la medicina preventiva, del desarrollo social, ha aumentado a casi 63 años. Al mismo tiempo, la natalidad, la fecundidad, ha crecido hasta los límites que ahora contemplamos.

Podríamos decir en una frase muy gráfica que tenemos mortalidad de país rico y natalidad de país pobre.

Tenemos que encontrar, pues, un equilibrio justo que dentro de nuestra filosofía humanista, creativa y transformadora permita encauzar mejor el desarrollo y la vida de los mexicanos.

No creemos que la planificación de la familia sea un substituto para el desarrollo económico. No creemos ni siquiera que el crecimiento sea un freno para el desarrollo, pero sí pensamos que el exagerado crecimiento poblacional es un diluyente para los esfuerzos productivos y transformadores del pueblo mexicano.

Nuestra filosofía es optimista y no pesimista a ese respecto. Creemos que la estrategia primordial, la estrategia prioritaria que el país debe aplicar es la aceleración del desarrollo, la ampliación del aparato productivo y social de la nación; pero dentro de ese plan de desarrollo, dentro de ese programa de transformación y de esfuerzo de los mexicanos, tiene que englobarse, tiene que insertarse como un instrumento complementario, una política demográfica que oriente al país hacia la estabilización de su crecimiento poblacional. Decía yo que nuestra filosofía no es pesimista, porque se suele vincular cualquier expresión, cualquier programa, cualquier idea de planeación familiar con viejas tesis catastrofistas o con nuevas tesis neocolonialistas que la Iniciativa de Ley General de Población y el pensamiento del Presidente Echeverría rechazan en forma categórica.

Sabido es que los últimos años del siglo XVIII y principios del XIX Malthus escribió su famoso "Ensayo sobre la población" y basó sus ideas en una ley que él mismo expresó diciendo que la población del mundo crecía en proporción geométrica; como 2, 4, 8, 16, 32, etc., mientras que la subsistencia del hombre, especialmente los alimentos, lo hacían en una proporción aritmética como 1, 2, 3, 4, y que en consecuencia, llegaría un momento, que él presentía muy cercano, en que sería imposible para el hombre si seguía creciendo, continuar viviendo sobre la tierra.

Pero arropaba estas ideas en un principio evidentemente clasista de concepción del crecimiento. Decía que un hombre no tenía derecho a nacer, un hombre que ya estaba de más en el mundo no tenía derecho a participar en el festín de la naturaleza que estaba destinado a los que ya habían nacido. Y especialmente dirigía sus propósitos de reducción del crecimiento natal, a los sectores pobres, como una mezcla de compasión y de espíritu clasista, diciendo que los pobres ya no debían seguir teniendo hijos, porque no tenían capacidad para mantenerlos y porque incluso debían abolirse las Leyes de Pobres que entonces se iniciaban en Inglaterra, ya que eso fomentaba que hubiera más miseria y que se hiciera más patente ese desequilibrio mundial entre subsistencia y población.

A esto respondieron los optimistas, especialmente los socialistas utópicos y basaron su crítica a Malthus en la concepción opuesta: en la medida que nazcan más hombres, en que haya más fuerza de trabajo, el propio crecimiento va a ir encontrando sus leyes de regulación, sus leyes de susbsistencia, y el solo crecimiento va a ir produciendo prosperidad, amén que, decían, la falta de equilibrio en las relaciones que hace notar Malthus, se debe a la deficiencia en la estructura social y económica del sistema al que él se refería que era el naciente capitalismo industrial de la Gran Bretaña.

La verdad es que el tiempo ha demostrado que estas dos posturas conjugadas, deben balancearse porque si bien a Mathus no le dio la razón la historia en el sentido de que en los años o en las décadas subsiguientes a que él escribió, se diera el fenómeno de agotamiento de los recursos naturales, sino por el contrario se inició entonces la revolución industrial, se empezaron a generar nuevas fuentes de producción, nuevas posibilidades de captar y transformar los recursos, nuevas formas de sustitución de los satisfactores económicos, y al mismo tiempo empezó a declinar la creciente fecundidad de la Europa de aquellos años, y poco a poco se fue estabilizando el crecimiento poblacional en relación con el crecimiento económico; pero, por otra parte, tampoco tuvieron la razón quienes pensaron que el crecimiento expansivo, anárquico, sin la menor regulación fuera capaz de producir sus propios satisfactores. Aun dentro de los sistemas socialistas, desde hace varias décadas se han tenido que aplicar ya políticas de regulación de la natalidad. En la Unión Soviética se liberalizó el aborto; en China, asimismo, se han dado leyes para evitar los matrimonios a edad joven. Aunque encuadradas en una filosofía de aparente protección a la mujer, la realidad es que el crecimiento demográfico exacerbado ha producido también en esos países serias condiciones de desequilibrio que han hecho muy bien en buscar conjurar.

La filosofía de la Revolución Mexicana, pues, se sitúa dentro de una visión optimista pero racional del fenómeno. Rechaza las tesis neocolonialistas de que el control natal sea sustituto del desarrollo. No cree que cinco dólares aplicados a la planeación familiar sean más productivos que cien dólares aplicados a la empresa del desarrollo, como se ha dicho. Pero no piensa tampoco que deba dejarse abandonado el crecimiento poblacional a su propia y explosiva dinámica. Está convencida la Revolución Mexicana de que dentro de una filosofía, humanista que tiene al hombre como centro de toda la concepción histórica y política, es imprescindible que tomemos conciencia del fenómeno de dilución de nuestros esfuerzos del desarrollo en el mar del crecimiento de la población.

Y por eso, con auténtico respeto a la libertad del ser humano, a la dignidad y a la intimidad de la familia, no desde un punto de vista compulsivo sino indicativo, propone este reexamen de la política demográfica nacional, esta reorientación de la política demográfica nacional, a través de la iniciativa de Ley General de Población que comentamos, encauzándola hacia la estabilización de ese crecimiento dentro del marco de desarrollo, como un esfuerzo subsidiario, complementario a los esfuerzos de transformación y producción del país, y mediante el establecimiento, entre otras muchas medidas, de programas de planeación familiar, para que el hombre y la mujer mexicanos, la pareja mexicana, pueda decidir, ella sola, libremente, sin obligación ni presión externa, el número de hijos que desea, en función de las posibilidades familiares y sociales, dentro de un marco global de estrategia de desarrollo y no fuera de él.

Porque ningún pueblo de la tierra mayor de 50 millones de habitantes tiene un crecimiento de 3.5% anual como el mexicano. Nos encontramos en la cúspide del desarrollo poblacional. Pero la Ley General de Población, cuya iniciativa se presenta hoy ante vuestra soberanía, no solamente capta este fenómeno con un gran sentido de objetividad, sino ratifica que el objetivo fundamental de los esfuerzos de los mexicanos, será lograr mayor desarrollo y asegurar una mejor y más amplia y digna vida, cultural, económica y social para las nuevas generaciones. (Aplausos.)

El C. Presidente: Nos acompañan en esta sesión dos distinguidos diputados constituyentes: los señores Cándido Avilés y Julián Adame Alatorre. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la C. diputada Margarita García Flores.

-La C. Margarita García Flores: Ciudadano Secretario: de su exposición y de la Iniciativa de Ley General de Población se desprende la suma importancia que tiene para la planeación social del país. En la Iniciativa, en los términos en que lo anunció el Presidente Echeverría en su Tercer Informe, ofreció a la Nación un marco jurídico, el establecimiento de un marco jurídico, para la realización de programas de planeación familiar. Específicamente la fracción II del artículo tercero de la iniciativa faculta a la Secretaría a su cargo para la promoción de los mismos. ¿Cuáles serían, licenciado, los medios que se utilizarían para llevar a cabo los aludidos programas, y queremos saber si éstos quedarían encuadrados dentro del concepto de control de la natalidad?

El C. Secretario de Gobernación: Con todo gusto, a diputado García Flores. En primer lugar, es oportuno hacer mención a la última parte de su pregunta, por incluso conveniencias de léxico.

La Ley General de Población, cuya Iniciativa hoy se presenta, habla de programas de planeación familiar, pero nunca de control de la natalidad, porque independientemente de la imprecisión del término, porque control puede ser también sinónimo de registro o de indagación. Los programas de control natal dan una idea compulsiva y autoritaria de la cual está muy lejana tanto en su espíritu como en su texto esta Iniciativa. No aspira el Gobierno de la República a que esta Ley o cualquier otra sean una panacea social, o que por su sola expedición se vayan a transformar las condiciones económicas sociales y el índice demográfico del pueblo mexicano. Pero sí aspira, como

dijo el señor Presidente Echeverría y lo propone este Cuerpo Jurídico, a establecer un marco legal dentro del cual pueda promover programas y no campañas, fundamentalmente enlazadas en procedimientos educativos y de salud pública para la planeación familiar; dar orientación dar información, dar educación en sí a todos los mexicanos y especialmente a las mujeres, sobre la conveniencia de planificar, de regular su crecimiento y la forma para hacerlo dentro de la Ley.

Incluso, el Gobierno de la República -a petición de las mujeres de México- ha tomado ya, ha avanzado ya en este camino. Se han empezado a mover a través de las instituciones de salud pública y de seguridad social, con un gran éxito y una gran demanda, los primeros pasos del programa de planeación familiar. Se expone a las mujeres del problema demográfico en forma comprensible para ellas, se les hace ver las vinculaciones de su familia con el contexto general del desarrollo y luego se les instruye sobre los medios para lograr la reducción del crecimiento de su propia familia.

Esto es muy importante de ratificar: que las tesis de planeación familiar que abre a la consideración de ustedes esta Iniciativa, viene a cambiar el aspecto jurídico de nuestra legislación vigente. De acuerdo con la Ley actual, el Gobierno de la República tendría que seguir fomentando incluso el crecimiento natural; hace falta transformar ese marco jurídico que fue bueno, que fue aceptable, que fue conveniente en otras momentos de nuestro desarrollo, para darle posibilidad legal al Estado de poner cerca de las mujeres mexicanas, al alcance de las familias de México, no sólo la orientación sino los consejos y los medios para planear la familia.

Pero insistimos en que la planeación familiar, nosotros la entendemos como un derecho individual; como un ejercicio de la libertad y de la autonomía y con el propósito de asegurar el desarrollo y la vida plena de los mexicanos del futuro. No para mantener privilegios de clase ni de origen, sino para incrementar el saldo positivo del desarrollo en favor de los muchos mexicanos de hoy y de los que todavía nacerán mañana. (Aplausos.)

El C. Presidente: También se encuentra con nosotros en este recinto parlamentario el Diputado Constituyente e historiador Jesús Romero Flores. (Aplausos.)

Tiene la palabra el diputado Humberto Lira Mora.

El C. diputado Humberto Lira Mora: Señor licenciado Moya Palencia: Las cifras que usted ha proporcionado ciertamente justifican su expresión sobre las aterradoras perspectivas poblacionales para el año 2,000, en el caso de que no se regulara el crecimiento de esa población mediante una política racional y auténticamente humanitaria como usted lo expresó.

Yo tengo una pregunta que sería la siguiente: ¿Existe a su juicio una tasa óptima de crecimiento demográfico para México?

El C. licenciado Mario Moya Palencia: Muy interesante pregunta, señor diputado Lira Mora, cuya respuesta podríamos encontrarla en la naturaleza misma de las relaciones entre desarrollo y población, que son el eje, el gozne sobre el que gira toda la estructura de la Iniciativa.

Desde la antigüedad, Aristóteles decía que una ciudad demasiado poblada es muy difícil de gobernar, y se empezó a hablar de cuál sería la población ideal para un Estado. El economista Julius Wolf hace ya varias décadas empezó a emplear el término de "población óptima", con relación precisa a este tipo de fenómenos, y otros demógrafos como Fairchild hablan de "sobrepoblación" y de "subpoblación" en las naciones. Pero el determinar a priori una cifra ideal o un índice de crecimiento ideal para un país, una cifra óptima de crecimiento, no es propósito de esta Ley, ni es un método juiciosos porque en realidad la concepción de una cifra óptima es una concepción estática. Es difícil predecir qué será lo óptimo no digamos para hoy, pero sí para diez, quince o veinte años.

La población es dinámica por excelencia, la multiplicación de los recursos, sobre todo por obra de la tecnología, también tiene su propio y especial dinamismo.

Así que la Ley ha eludido y nuestros esfuerzos eluden también, hablar de una cifra de control, o de un índice óptimo. Los esfuerzos de los programas de planeación familiar se encaminarán obviamente a reducir el índice de crecimiento poblacional, pero al mismo tiempo como estos esfuerzos se dan dentro del contexto de una política de desarrollo, todo el demás aparato productivo y social de la nación está encaminado a producir los elementos de vida para la población, de tal manera que lo que buscamos nosotros en el equilibrio entre ese crecimiento y esa mejor distribución de los bienes y recursos naturales y la reducción paulatina del crecimiento demográfico, para que se encuentre un punto armónico, conjugable, que inicie lo que en el mundo se conoce como transición demográfica, esto es, que después del colapso que ha sufrido la humanidad, por el brusco descenso de la mortalidad general e infantil, gracias a los programas de salud pública, y el aumento consecuente de la natalidad, sin subir por supuesto los índices de mortalidad sino buscando descenderlos aún más, ir reduciendo paulatinamente los índices de fecundidad.

Por otra parte, la relación entre crecimiento de la población y desarrollo, cuya resultante sería esa especie de cifra óptima de que usted habla, es necesario observarla a la luz de la economía.

Los demógrafos, los demógrafos contemporáneos han elaborado una tesis de la inversión demográfica que es muy interesante. Parte de la configuración de lo que produce el capital social de un país, de cuál es la tasa del interés nacional. Y hablan que en términos generales, por un capital de cien unidades, se producen 25, o sea la cuarta parte de interés social al año. Que, en consecuencia, para poder simplemente reponer las fuerzas productivas de la

población en crecimiento, por cada uno por ciento de crecimiento poblacional, se requerirá 4 por ciento más de la inversión social, de la inversión económica y social.

Esto es, que para conservar el mismo nivel de vida de una sociedad en un momento dado, que creciera al uno por ciento al año, habrá que invertir 4 por ciento más. De ahí que por ejemplo, en este momento para conservar el mismo nivel de vida de los mexicanos actualmente que crecemos al 3.5 por ciento, se requerirá un 14 por ciento anual de sobreinversión o de mayor inversión sobre el monto total de la inversión pública y privada, que es en nuestro país entre el 16 y el 20 por ciento del producto nacional bruto, simplemente para conservar las posibilidades económicas y la misma igualdad social existente en nuestra población.

De ahí que no se pueda desvincular la política demográfica de la política de desarrollo.

Que el crecimiento poblacional tenga que ser analizado, estudiado con mucha profundidad y reorientado dentro de planes más amplios de desarrollo económico y social. Algunos hablan de que la cifra óptima puede ser 1.5% otros que 2, otros que 2.5%. De cualquier manera es evidente que la reducción de la natalidad en un país de ritmo tan explosivo en esa materia como el nuestro, no podrá hacerse a corto plazo.

Pasarán por lo menos una o dos generaciones, si es que tienen buen éxito los programas públicos y privados de planeación familiar, para que se empiecen a ver los efectos de dichos programas, en la dimensión, estructura, dinámica y distribución de la población en nuestro país.

Por eso es que la ley no contempla una cifra óptima y por eso es que el Consejo Nacional de Población que estructura la ley será integrado no sólo por funcionarios públicos, sino como asesores, por organismos, entidades, unidades interdisciplinarias de expertos en desarrollo y en demografía, para que contribuyan a situar el problema demográfico en todas sus variantes dentro del contexto de los programas de desarrollo económico y social.

Nosotros seguimos pensando, diputado, que ningún hombre sobra. Que lo que falta es desarrollo y tenemos pues que implementar una política humanista, una filosofía positiva de la vida dentro de un crecimiento destinado a dar mayores satisfactores a nosotros y a nuestros hijos. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Salvador Robles Quintero.

El C. Salvador Robles Quintero: Ciudadano Secretario de Gobernación: el tema de las relaciones entre el desarrollo económico y el crecimiento demográfico es fundamental, múltiple y complejo, por lo tanto permite varios enfoques. En nombre de la mayoría parlamentaria me gustaría escuchar algunas ampliaciones a los efectos que tendrá el crecimiento demográfico sobre las tasas de desempleo y subempleo urbano y rural, la capacidad de ahorro de los mexicanos, la distribución equitativa del ingreso, los planes de industrialización y de modernización agropecuaria y la dotación de servicios públicos, tales como educación, salud pública, urbanización, vivienda, etc.

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Robles Quintero: Hemos dicho que desarrollo y demografía son conceptos íntima y recíprocamente interrelacionados, profundamente vinculados entre sí, prácticamente inseparables. El tamaño de la población, su volumen, el número de habitantes, por una parte, la estructura de la población, es decir, la distribución por edades de la población, que en México es amplia en las bases jóvenes; su dinámica, esto es, el índice de crecimiento, la velocidad con que crece la población y su distribución física dentro del territorio nacional están influidas por las condiciones del desarrollo y a la vez son causa de estas condiciones, dentro del medio social. Todos estos indicadores, todos estos temas que usted ha mencionado, el empleo, el ahorro, la vivienda, la educación, están de una manera u otra inmersos en el problema del crecimiento demográfico o tiene éste notorias influencias dentro de ellas. En la política de empleo y en el posibilidad misma del empleo para los mexicanos es evidente la influencia del incremento demográfico. Ya hemos dicho que prácticamente la mitad de la nación es menor de 15 años, esto quiere decir que también prácticamente es población económicamente inactiva, y que crece gracias al rejuvenecimiento y al aceleramiento del crecimiento demográfico de los últimos años, a lo que se llama efectos diferidos del incremento poblacional, crece y se rejuvenece constante y aceleradamente nuestra población.

Cifras aproximadas pero muy claras, nos hacen ver que solo para mantener el llamado nivel de reposición del empleo, es necesario crear aproximadamente medio millón de empleos más cada año. Y ¿cuál es la distribución de la población económicamente activa actual, que es del orden de 15 millones más o menos, lo que ya hace ver que poco más o menos 40 millones dependen de los otros 15?

Pues que de estos 15 millones de población económicamente activa, en realidad sólo tienen trabajo, ocupación o subocupación alrededor de 10. Quiere decir que hay un 33% de hombres desocupados o con una subocupación que prácticamente es una desocupación disfrazada. ¿Cómo se divide la población, esos 10 millones de población económicamente activa que tienen trabajo? 44% más o menos en las áreas rurales, es decir, la producción agropecuaria. 33% más o menos en el área de servicios. Veintitantos por ciento en el área industrial. Y 5 millones de los empleados creciendo constantemente sobre al aparato productivo y sobre el área de servicios para que ésta absorba a este gran número de mexicanos y todos los que siguen adviniendo a la población económicamente activa, con objeto de que puedan sumarse también al esfuerzo productivo.

El desarrollo por su parte, la creación de nuevas fuentes de trabajo, la ampliación del crédito, de la inversión, todos los factores positivos del incremento económico y de la mejor distribución del ingreso, por su parte, influyen

en la población; en primer lugar absorbiendo a esa población e incorporándola al desarrollo nacional; en segundo lugar, produciendo condiciones de vida que por una parte tienen efectos primarios de incremento poblacional, porque donde mejoran las condiciones de vida, disminuye la mortalidad y la natalidad aflora aún más, pero tienen un segundo efecto de elevación de niveles económicos y culturales que empiezan a apuntar hacia un descenso de la natalidad, de ahí que sea claro ver la interrelación entre países altamente industrializados y desarrollados y bajos índices de natalidad, en términos generales.

De los 7 y medio millones de campesinos, sabemos que por lo menos dos y medio millones no tienen empleo o están subempleados, y esto ha producido como lo hemos ya apuntado, el fenómeno de crecimiento migratorio, es decir, la migración interna de los campesinos hacia las ciudades y el aglomeramiento y el hacinamiento urbano que tienen un alto índice de problemática en cuanto a prestación de servicios asistenciales, educativos, sanitarios, municipales.

El ahorro nacional está vinculado íntimamente al problema demográfico. En la medida en que una familia tiene más hijos, su ahorro familiar también se diluye y se tiene que subdividir entre los miembros de la familia.

La tesis de que cada niño trae su torta es una conseja muy ampliamente difundida, pero por desgracia cada niño que nace se come un pedazo de la torta de los demás y es necesario ampliar la torta para que puedan crecer más niños y al mismo tiempo que haya menos bocas para la torta. (Risas.)

El ahorro público de otra manera sufre visiblemente por los efectos del incremento demográfico porque, en la medida en que existen más mexicanos dependientes, son mayores los esfuerzos del Estado y tienen que multiplicarse sobre todo en los aspectos de desarrollo social. Y ¿qué sucede entonces?, que se tiene forzosamente que descuidar o al menos no se puede tener un volumen tan amplio como se quisiera de inversión en los aspectos productivos, y de esta manera ese desequilibrio o esa imposibilidad de hacer frente simultáneamente a los aspectos de crecimiento productivo y de crecimiento social como producto del incremento demográfico, implican una dilución de los esfuerzos de la nación, como consecuencia de la multiplicación poblacional.

¿Qué decir de los servicios educativos? Todos los años leemos que a pesar de los esfuerzos de la nación, muchos niños, sobre todo los que están en lugares apartados, quedan sin escuelas y que el ritmo de construcción de aulas y de formación de maestros es rebasado constantemente por la avalancha, sobre todo a niveles primarios, de nuevos educandos en potencia. Los déficits de vivienda en el país producidos por el crecimiento demográfico son impresionantes. Ha tenido este Gobierno que hacer frente, por cierto con una visión histórica, al problema de la vivienda de las clases trabajadoras; de tal manera de destinar un 5% del pago total de salarios para construir y ampliar el plantel habitacional del país.

Todo eso nos lleva de la mano al asentamiento de la conclusión de que no puede darse una política demográfica sino dentro del contexto del desarrollo, que el desarrollo y la demografía son partes del todo social; que la incorporación de la población a la fuerza de trabajo, va creando nuevas posibilidades de vida, pero al mismo tiempo nuevas cargas sociales que la planeación familiar, por consecuencia, debe constituirse en una política encaminada no sólo a la reducción de la natalidad, sino a la responsabilidad total de la familia para la conveniente nutrición, educación y capacitación de los hijos.

Esta es la gravedad, este es es el aspecto fundamental de la gravedad del problema que estudia, que analiza, y que busca resolver en el contexto de su marco jurídico, la iniciativa de nueva Ley General de Población que ha puesto a consideración de ustedes el señor Presidente Echeverría. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Gerardo Medina Valdés.

El C. diputado Gerardo Medina Valdés: Señor Secretario de Gobernación: Uno de los primeros requisitos que debe cumplir una ley, es el de la precisión entre sus objetivos, porque si va a normal en determinado aspecto la vida de una comunidad humana, ellos tienen derecho a reclamar la máxima claridad para evitar transgredirla.

A la luz de ese principio, la iniciativa de Ley General de Población enviada por el Ejecutivo, significa a nuestro juicio un retroceso en relación con la vigente Ley General de Población promulgada en diciembre 27 de 1947, porque al contrario de ésta, no precisa objetivos ni define una política.

En efecto, la Ley de 1947 establece en su artículo 2o. que los problemas demográficos cuya resolución se ocupa, comprenden: el aumento de la población, su racional distribución dentro del territorio, la fusión étnica de los grupos nacionales entre sí, la asimilación de los extranjeros al medio nacional, la preparación de los núcleos indígenas para incorporarlos a la vida nacional en mejores condiciones físicas, económicas y sociales, desde el punto de vista demográfico.

En su artículo 4o. dice que el aumento de la población debe procurarse por el crecimiento natural y por la inmigración.

En el artículo 5o. esa misma Ley General de Población de 1947, dispone que para activar el crecimiento natural, se dictarán, entre otras, las medidas adecuadas al fomento de los matrimonios, y al aumento de la natalidad.

Y si no fuera bastante en su artículo 7o. ordena que se facilite la inmigración colectiva de los extranjeros sanos, de buen comportamiento y que sean fácilmente asimilables a nuestro medio, con beneficio para la especie y para la economía del país.

En contraste con esta precisión de la antigua ley, en la iniciativa que nos ocupa se establece como fin en su artículo primero, regular los

fenómenos que afectan al volumen de la población, su estructura, dinámica y distribución en el territorio nacional, con el fin de lograr que participe justa y equitativamente en los beneficios del desarrollo económico y social.

Regular los fenómenos que afectan volumen, estructura, dinámica y distribución de la población, señor Secretario de Gobernación, es una expresión cuando menos ambivalente. Se regula aumentando, y se puede regular disminuyendo. Y la ley no lo precisa, a pesar de que en esta materia los resultados de una disposición de fondo sólo se pueden observar en un plazo mínimo de 15 años. Y para un fin tan vago como es el de regular los fenómenos, que son muchos y muy variados, los artículos 2o. y 3o. de la iniciativa, disponen una serie de medidas tan generales como ajustar los programas de desarrollo a la necesidades que plantee en el volumen, estructura dinámica. etc., de la población; programas de planeación familiar para regular racionalmente y estabilizar el crecimiento de la población e influir en la dinámica de la población y obtener la participación de la colectividad en la solución de los problemas que la afectan; planificar centros urbanos en función de la prestación de servicios, movilizar a nacionales hacia las regiones despobladas, etc.

Señor Secretario de Gobernación: si la política demográfica era todavía hace 26 años, en 1947, como con toda claridad quedó establecido en la ley el aumento de la población, ¿nos podría precisar cuál es o pretende ser ahora la política demográfica de la actual administración y explicar por qué la iniciativa que estudiamos no la define con la precisión de la ley que está en vigor desde 1947?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Medina Valdés: Yo creo que usted parcialmente por lo menos ha dado ya respuesta a su propia pregunta. Sin embargo, deseo ratificarle cuáles son los propósitos y los fines de esta ley, que por otra parte no sólo no están muy precisos en su texto, muy claro en su exposición de motivos y en el espíritu que la animan, sino que yo siento que han sido muy bien captados por la conciencia nacional.

La ley vigente, como usted ha afirmado y hace pocos minutos comentábamos, estuvo orientada hacia incrementar el crecimiento poblacional, hacia hacer más amplia la población, tanto por el criterio del crecimiento natural como por el criterio de inmigración. Eran los momentos en que el país aún necesitaba, como trasunto de la pérdida de vidas que sufrió en la Revolución Mexicana, como consecuencia de los esfuerzos de reconstrucción nacional, cuando todavía se oía por allí la tesis del cuerno de la abundancia y todavía también estaban de moda en algunos países de Latinoamérica las tesis alberdianas de "gobernar es poblar".

Esta ley, digo, se orientó y en esos momentos estuvo bien que así fuera, hacia incrementar la población dentro de nuestro país. Pero en la ley, cuya política demográfica estaba fuera del contexto del desarrollo, por lo menos usted la leerá detenidamente, sólo tocaba por los márgenes los problemas profundos de la población. ¿Hacia dónde iba el crecimiento poblacional? ¿Cuál era el fin de que creciera la población? El artículo 1o. de la nueva iniciativa define con precisión sus objetivos e incorpora ya el aspecto teleológico de la política demográfica, es decir, la inserta dentro del cuadro general del desarrollo nacional. Su objeto dice: Es regular los fenómenos que afectan el volumen de la población, esto es su tamaño, señor diputado; su estructura, esto es su composición interna, señor diputado; su dinámica. esto es su índice de crecimiento; y su distribución en el Territorio Nacional, con el fin de lograr que participe la población justa y equitativamente de los beneficios del desarrollo económico y social. Yo creo que este sólo artículo precisa sin lugar a dudas cuál es el objetivo de la ley y de ninguna manera, esta iniciativa significa un retroceso sino todo lo contrario un notorio avance legislativo tanto en objetivos como en técnica, respecto de la Ley de Población de 1947.

Ahora bien, ¿cómo deben realizarse estos amplios objetivos de la ley? Para los fines de esta ley, dice su artículo segundo: "La Secretaría de Gobernación dictará y ejecutará o en su caso promoverá ante las dependencias competentes, porque esto es una obra no sólo de una dependencia, no sólo de una Secretaría, es una obra, respecto del Sector Público, de todas las dependencias de la nación; y respecto del Sector Privado de todos los componentes de la sociedad nacional, dictará las medidas dice: tendientes a: Primero. Ajustar los programas de desarrollo económico y social a las necesidades que plantea el volumen, estructura, dinámica y distribución de la población. Segundo. Realizar programas de planeación familiar a través de los servicios educativos y de salud pública de que disponga el sector público y vigilar que dichos programas y los que realicen organismos privados, se lleven a cabo con absoluto respeto a las libertades individuales y preserven la dignidad de las familias con el objeto de regular racionalmente, y estabilizar el crecimiento de la población, así como lograr el mejor aprovechamiento de los recursos humanos y culturales del país. Regular y estabilizar el crecimiento. La regulación como usted bien lo indica, tanto puede tener aspectos de crecimiento, como de decrecimiento. Pero la estabilización de un desarrollo demográfico que está desestabilizado, e inestabilizado por producto de su gran dinámica, no puede tener otra consecuencia inmediata más que la reducción de la natalidad y a eso obviamente están encaminados los programas de planeación familiar. Precisamente porque la ley tiene que contemplar todos los aspectos de una regulación demográfica, es que no cae como la ley antigua que sólo se proponía una finalidad de crecimiento, en la limitación de sus objetivos al decrecimiento de la población. Porque por otra parte, hay que considerar el fenómeno demográfico también, regionalmente, habrá regiones del país -señor diputado en que quizá se tengan que poner en marcha, no programas de descenso de la fecundidad, sino alentar al

crecimiento demográfico en algunas regiones especialmente lesionadas por la insuficiencia de recursos humanos para establecer el equilibrio entre el espacio físico y sus pobladores. Aunque la gran divisa nacional en este momento, de acuerdo con la iniciativa de la ley que nos ocupa, sea regular el crecimiento con enfoque hacia la reducción natal, para lograr la estabilización de ese crecimiento y entrar en lo que hemos llamado la etapa de transición demográfica, que permita al país, como lo dice claramente el artículo primero, garantizar a todos los mexicanos una vida más digna, una participación más equitativa y más justa en el desarrollo nacional.

Los cinco objetivos, las cinco fracciones del artículo segundo de la ley vigente, de la ley de 1947, se han vuelto 13 en la nueva ley. Se han ampliado todos ellos, se han detallado aún más y con buena técnica no se han precisado en inútiles mecánicas que no son objeto ni de la ley, y en algunos casos ni siguiera de su Reglamento, sino que son objeto tanto de disposiciones y actividades administrativas como de ejercicios técnicos, como se infiere del hecho de que el Consejo Nacional de Población tenga necesidad de hacer estudios y análisis constantes, permanentes, del fenómeno demográfico para contribuir a insertarlo cabalmente dentro de la concepción de un desarrollo independiente, justo, al mismo tiempo, acelerado.

Yo le ruego señor diputado, que usted y sus compañeros de partido, que por otra parte sé que durante las discusiones del Código Sanitario en esta misma tribuna apoyaron el hecho de que se incorporaran a dicho Código los programas de planeación familiar, mediten sobre la importancia que tiene este re- Examen de la problemática demográfica nacional y no la entiendan en los términos de la ley actual, que fue buena para su época, solamente encaminada a uno de los aspectos demográficos y desvinculada de toda la política de desarrollo.

Es cierto aquello que decía Alberdi: "Gobernar es poblar", frase que, sacada de su contexto, parece implicar un simple enfoque natalista para el desarrollo. Pero si vamos a las condiciones en que esa frase fue escrita dentro de la Argentina del Siglo XIX y profundizamos más en la política que preconizaba Alberdi, nos encontramos que él hablaba que gobernar era poblar, pero decía: pero gobernar no es poblar con indígenas o con gente inferior, gobernar es poblar con inmigrantes, pero ni siquiera españoles, con inmigrantes anglosajones que son los que vendrán a darnos a nosotros los americanos la razón de ser de su eficiencia y de su capacidad para producir. Ese criterio no lo queremos en la iniciativa de Ley General de Población, señor diputado, ese es un criterio superado y por eso la nueva Ley General de Población inscrita dentro de la visión progresista, dinámica y constructiva de la Revolución Mexicana es un paso adelante para la superación del país. (Aplausos.)

El C. Presidente: Nos acompaña también en esta sesión el Presidente de la Asociación de Diputados Constituyentes, licenciado Ignacio Ramos Praslow. (Aplausos.)

- El mismo C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Belisario Aguilar Olvera.

El C. diputado Belisario Aguilar Olvera: Ciudadano Secretario de Gobernación: México siempre se ha distinguido por la aplicación de una política humanista en relación con la protección de las víctimas de persecuciones políticas en su país de origen. En el caso de la República de Chile, esa política ha sido reafirmada sin vacilaciones, salvando la vida de numerosas víctimas de la persecución fascista de la Junta Militar, que brutalmente está asesinando a los mejores hijos de aquel pueblo hermano.

En la Exposición de Motivos que antecede el articulado de la Iniciativa de Ley que hoy comentamos, se expresa que los beneficios del asilo territorial a los perseguidos políticos, limitado actualmente a las naciones o países latinoamericanos, de aprobarse la Iniciativa se extenderá a los perseguidos de cualquier nación.

El Partido Popular Socialista, que hasta hoy ha considerado positiva la política de protección a los perseguidos políticos, desea que usted, señor Secretario, amplíe el sentido que tiene esta reforma contenida en el artículo 42 de la Iniciativa que motiva su comparecencia.

El C. Secretario de Gobernación, licenciado Mario Moya Palencia: Señor diputado Aguilar Olvera: Ha tocado usted en efecto uno de los puntos sobresalientes de la política exterior mexicana íntimamente vinculada también al aspecto demográfico nacional y contemplada tradicionalmente por la Ley General de Población.

México ha sostenido y sostiene, invariablemente, la alta jerarquía y el respeto a la institución del asilo. Es una institución de gran valor humanitario, que desprendida de prácticas de la antigüedad, no ligadas precisamente al ejercicio público, ha cobrado carta de naturalización y ha logrado perfil en el área latinoamericana.

La Iniciativa de Ley General de Población que ustedes están estudiando, amplía aún más, si se puede, los marcos legales para que el gobierno mexicano, tanto a través de sus embajadores y representantes diplomáticos en el extranjero, como de sus autoridades migratorias en el interior, puedan conceder el asilo y la protección de la bandera y de las leyes mexicanas a los perseguidos políticos de todo el mundo, cualquiera que sea su nacionalidad, cualquiera que sea su ideología.

El asilo diplomático fue configurado por tres grandes convenciones internacionales dentro de nuestro continente: La Convención de La Habana, de 1928, la de Montevideo, en 1933, y la de Caracas, en 1954. Pero las prácticas mexicanas son aún más amplias que el conjunto de derechos y deberes para los Estados signantes que se desprenden de esas convenciones.

Por lo pronto, la política mexicana dice que aun en el caso en que el Estado de origen de la persona que solicita asilo, no haya firmado ninguna de las convenciones, por razones de que esas convenciones no son sino la

codificación de un derecho internacional consuetudinario y que el derecho de asilo también debe considerarse como ejercicio de la soberanía del Estado asilante, se les brinde asilo y protección a esos perseguidos políticos.

En concreto, esta iniciativa no sólo mantiene como calidad migratoria la de asilado político, y le da a quien ingresa al país con esa calidad, la posibilidad de trabajar, de atender a su subsistencia dentro del conglomerado nacional, sino que la ley vigente prevenía que cuando se presentara a una de nuestras oficinas migratorias un perseguido político, en algún puerto o en alguna frontera solicitando esa protección, sólo se le diera provisionalmente a los provenientes de países americanos. Esto es con el criterio de los países signantes de las convenciones de asilo diplomático.

Pero la iniciativa de nueva ley aplicando y haciendo, convirtiendo normas jurídicas de derecho interior, esa inveterada práctica de nuestra política exterior ha suprimido esa frase: "proveniente de países americanos", para establecer que en todo caso que se solicite asilos territoriales, que solicite la protección y la internación al país de acuerdo con esta norma, cualquier individuo que sufra persecuciones políticas en su país de origen o en el país de que procede, las autoridades migratorias inmediatamente lo pongan bajo la protección de las leyes mexicanas.

De esta manera, sin importar la nacionalidad o el origen del asilado, ni si el país del cual proviene es o no parte de las convenciones, por esta Ley se otorgan más amplias facultades a las autoridades migratorias para extender y conceder el asilo político a quienes así lo soliciten y lo ameriten, quedando la calificación del carácter de perseguido político precisamente en la competencia de las autoridades mexicanas.

Como en el caso de los inmigrantes españoles que vinieron a enriquecer la cultura y el modo de vida mexicanos, como en el caso de muchos otros asilados de distintos países latinoamericanos o extra continentales, el Presidente Echeverría en el caso chileno, por razones de profunda humanidad, ofreció el asilo político a quienes fueron perseguidos en ese país.

Creo que ese acto y la promoción de esta Ley que amplía aún más la institución del asilo territorial, son actos congruentes, positivos, nacionalistas, que vinculan la política del Jefe de las instituciones nacionales con los más altos propósitos que el país persigue en su desarrollo histórico y con el ejercicio de su limpia soberanía frente a la humanidad. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Alejandro Mújica Montoya.

El C. Alejandro Mújica Montoya: Señor Secretario: Hay tratadistas del fenómeno del hambre muy calificados, como por ejemplo el recientemente fallecido Josué de Castro, que ha logrado establecer con exactitud una correlación inversa -así la llaman los que se dedican a la estadística- entre el consumo de proteínas y el índice de natalidad. Y han concluido que a menor consumo de proteínas mayor es el índice de natalidad. De allí que los pueblos que tradicionalmente padezcan hambre y los sectores sociales que padecen hambre, sean paradójicamente los más poblados de la tierra. En referencia a la fracción II del artículo 3o. de la Iniciativa que hoy ocupa nuestra atención, señor Secretario, yo quisiera preguntarle si hay un especial enfoque para los sectores de menores ingresos en la República, en lo que toca obviamente a la planeación familiar.

El C. Secretario de Gobernación: Interesante su pregunta diputado Mújica Montoya. Antes que nada quiero advertir que los programas de planeación familiar, tal como los concibe esta iniciativa, que es un marco para que estos programas se realicen, como se están realizado ya a través de las instituciones de Seguridad Social y de salubridad general, y de las instituciones educativas, no va enfocada o no van enfocados a ningún estrato o nivel de la población.

Sería verdaderamente caer en el maltusianismo tratar de enfocar la planeación familiar exclusivamente a los sectores más desposeídos. Por eso lo que tratamos es incorporar los programas demográficos dentro de una estrategia general de desarrollo, que vaya ampliando las posibilidades para todos los mexicanos, y que también para todos ellos les vaya señalando los cauces de autoregular su fecundidad en un acto, incluso, de auténtica, de profunda y a veces no advertida pero muy clara solidaridad social.

Es cierto que ha cobrado mucha preeminencia la observación del sociólogo brasileño Josué Castro, de que hay una relación entre el índice de proteínas y el desarrollo y la baja fecundidad por una parte, o el descenso o baja alimentación a base de proteínas, el bajo desarrollo y la alta fecundidad.

Algunos demógrafos como Alfred Sauvy, por ejemplo, no están de acuerdo con este punto de vista y dice que lo que sucede es que el alto índice de alimentación a base de proteínas coincide con los altos niveles culturales de ciertas naciones o de ciertos estratos de la diversas naciones, en donde se dan al mismo tiempo convergentes los fenómenos de mayor nivel económico y por tanto nutricional y de mayor nivel cultural, y de este último es de donde Sauvy hace partir la relación inversa hacia la baja de la fecundidad.

Pero como quiera que sea, es evidente que las proteínas juegan un papel capital en el desarrollo de los pueblos. Sólo un pueblo bien nutrido es un pueblo sano y sólo un pueblo sano es capaz de grandes destinos.

Las proteínas, especialmente las de origen animal, contienen los 8 aminoácidos básicos para el crecimiento; algunos médicos y estudiosos del tema, hablan que incluso cuando el niño no está bien alimentado, durante los primeros años de su vida, el crecimiento de sus órganos cerebrales es inferior, es menor en su desarrollo, que cuando está convenientemente alimentado con alimentos que contienen proteínas especialmente de origen animal.

Lo que sí es evidente, es que existe una mayor mortalidad infantil, a veces hasta 50 veces más grande en aquellas regiones de escaso nivel proteínico que en aquellas que están bien alimentadas, de ahí que nos interesen, dentro de este cuadro de simbiosis profunda entre política demográfica y política de desarrollo, contribuir por todos los medios a nuestro alcance a elevar las condiciones de alimentación del pueblo mexicano. Tenemos que romper el circulo vicioso entre hambre-población-subdesarrollo-hombre, y lo tenemos que hacer tanto por una parte, profundizando con todos nuestros esfuerzos para incrementar y ampliar la producción y la distribución de la riqueza en México, ¿cómo? Buscando una reducción racional y consciente de la natalidad que impida la dilución de esos esfuerzos.

Por otra parte la tecnólogía nos empieza a proveer ya de elementos para enriquecer ciertos alimentos que tienen bajo nivel proteínico o solamente proteínas obviamente vegetales, de tal manera que sustituyan a las proteínas de origen animal. Se está ya investigando sobre las proteínas sintéticas a base del crecimiento de organismos monocelulares en medios provenientes de origen hidrocarbúrico, a través de procedimientos físico-químicos muy complicados pero que pueden dar por consecuencia la producción y quizá en un momento la costeabilidad de las proteínas sintéticas que podrían enriquecer la alimentación.

Es obvio que uno de los retos de nuestra época es el reto del hambre. Que las predicciones catastrofistas dicen que 1975 en adelante el mundo entero va a padecer de crisis de hambre que, por otra parte, los esfuerzos de los pueblos y de las naciones por ampliar las áreas cultivadas, por mejorar los métodos de produccción agrícola, por ampliar el riego, los fertilizantes, los insecticidas, por mejorar la organización del campo y por aplicar mayor tecnología a la producción y a la conservación de alimentos, que es otro fenómeno muy importante, están en pleno auge, y nosotros que somos optimistas, que creemos en una filosofía vital, estamos convencidos de que podremos dar a nuestro pueblo robusteciendo nuestros esfuerzos en todos los campos, incluyendo en el de la reforma agrícola y agraria, una mejor alimentación que ayude, junto con la planeación familiar, a romper este círculo vicioso. En lo que sí estamos completamente de acuerdo con Josué de Castro, es que sólo hay dos clases de países: los que tienen hambre y los que no tienen sueño; los que tienen hambre, porque no pueden comer, porque están saliendo apenas del subdesarrollo y los que no tienen sueño, los que no duermen pensando en la explosión que puede partir de los países que tienen hambre. Nosotros abogamos por un mundo que no tenga hambre y que pueda dormir. (Aplausos.)

El C. Presidente: Hace uso de la palabra la diputada María Eduviges Vega Padilla.

-La C. diputada Ma. Eduviges Vega: Ciudadano Secretario de Gobernación:

La mujer mexicana ha conquistado su condición de igualdad no sin serios tropiezos, pero sí a costa de una lucha tenaz, valiente e incansable. La iniciativa constituye un avance importante y confirma dichas conquistas.

¿En qué medida cree usted que los programas de planeación familiar a que alude la Iniciativa, podrían funcionar como un ingrediente más en el proceso de la liberación femenina?

El C. Secretario de Gobernación, licenciado Mario Moya Palencia: Diputada Vega Padilla: Pocos aspectos de la vida social, y como consecuencia pocas Leyes, pocas Iniciativas Legislativas, como ésta, interesan más vivamente, más realmente, a la mujer mexicana.

Ella sí capta el sentido progresista de la Iniciativa del Presidente Echeverría.

Si en el siglo XIX los movimientos feministas se orientaron hacia la obtención del sufragio, esto es, hacia el reconocimiento de la capacidad política y de la participación de la mujer en la vida de todas las naciones, en el siglo el gran movimiento feminista de liberación, el gran movimiento para transformar las condiciones sociales y económicas de vida de la mujer, tiene como uno de sus objetivos y al mismo tiempo de sus instrumentos principales, la planeación familiar, la paternidad responsable.

No han pasado todavía muchos años desde que Annie Besant o Margaret Sanget, las precursoras de la planeación familiar en Inglaterra y en los Estados Unidos, libraron sus primeras batallas, incomprendidas entonces, pero muy productivas después, en favor de que la pareja y en especial la mujer, pudieran espaciar los nacimientos de sus hijos, y pudieran regular libre y conscientemente el crecimiento de su familia.

Ante las estrecheses de ciertas políticas ortodoxas, las mujeres social- demócratas, de Alemania, por ejemplo, declararon la huelga de los vientres. Y hubo otras formas más sutiles que esa por las que la mujer de todo el mundo y la mujer mexicana también, se siente vinculada en el propósito de lograr que las condiciones jurídicas y sociales de los pueblos, les permitan una vida más rica, más plena en lo social, en lo cultural y en lo económico, a base del correcto tamaño de su familia.

Si algún programa dentro de la estrategia del desarrollo se hace en favor de la mujer mexicana, ese será el programa de la planeación familiar.

Volvemos a los dichos: "La mujer mexicana, o la mujer en general, como las escopetas -dicen- cargada y en un rincón". Este criterio debe terminar, señores diputados. Este criterio no puede ser el que rija las relaciones de los cónyuges ni el que precipite a la sociedad a una avalancha incotrolada de crecimiento.

Este criterio es producto de lo que el Presidente Echeverría, cuando era candidato, en su célebre discurso de Morelia, llamó "el funesto machismo". Contra ésto también se pronuncia la Iniciativa de Ley General de Población. (Aplausos.)

Cuando decimos que la reorientación del problema demográfico y la reducción y estabilización de su crecimiento, son

fundamentalmente un problema educativo, nos referimos precisamente a la necesidad de que se opere un cambio en las estructuras mentales para conseguir la absoluta igualdad social, el respeto que a la sociedad y al hombre nos deben merecer la mujer mexicana como compañera, como participante en todas sus luchas.

El incorporar a la mujer a los beneficios de la educación y del desarrollo empieza a ser uno de los instrumentos, no sólo para su liberación total sino, incluso en este tema que nos ocupa, para la reducción de la natalidad.

Está probado que hay una relación entre cultura de la mujer y escolaridad de la mujer, y fecundidad. Falta muchas estadísticas aún en México, pero desde este punto de vista, pero de las que existen, se pueden seguir que en promedio las mujeres que no han terminado la enseñanza primaria tienen más de cuatro hijos; que las que terminan la enseñanza secundaria, tienen menos de cuatro; que las que terminan la enseñanza superior tienen incluso menos de dos; que las mujeres que no tienen ninguna educación formal tienen cinco o más hijos. También está probado por una relación estadística que nace de la realidad, que las mujeres ocupadas, las mujeres con trabajo, las mujeres que se han incorporado al desarrollo en forma plena tienen menores índices de natalidad, una fecundidad menor que aquellas mujeres que no están incorporadas al proceso productivo.

Esto quiere decir que la mujer es beneficiaria y al mismo tiempo debe ser instrumento básico de los programas de planeación familiar, de los programas de paternidad responsable, que es en realidad más que nada una maternidad responsable. Son programas que deben estar enfocados no sólo a la orientación y a la capacitación de la mujer sino a la disposición por ella de los medios necesarios para regular el tamaño de su familia, para educar mejor a sus hijos, para nutrirlos mejor, para darles más expectativas de trabajo y de progreso.

En este aspecto, permítaseme en esta tribuna reconocer el excepcional trabajo social que para incorporar a las mujeres mexicanas, no sólo a las vías de desarrollo económico sino a los beneficios del bienestar social, realiza incansablemente todos los días en este país, la Primera Trabajadora Social de México, María Esther Zuno de Echeverría. (Aplausos.)

Lo que hagamos porque continúe este proceso y se acelere el proceso de incorporación de la mujer en igualdad plena de derechos y obligaciones a la vida económica y social del país redundará en forma positiva en la estabilidad del crecimiento demográfico.

En 1930 el 40% de los niños eran nacidos fuera de matrimonio. En 1973 solo el 20% de los niños nacen fuera de matrimonio; pero de todas maneras estas cifras nos indican la magnitud del esfuerzo que se requiere verdaderamente para luchar en contra de este funesto machismo al que nos referíamos y en favor de una genuina paternidad responsable.

Si la mujer mexicana participó en la Revolución de 1910, tenemos que invitarla también en su propio beneficio a que participe en la Revolución demográfica de la década de los 70s. Uno de los objetivos de la planeación familiar es también la salud y el bienestar de la mujer. El espaciamiento de los nacimientos es fuente de salud para las mujeres; las mujeres entre 20 y 40 años suelen padecer déficit alimentario por los frecuentes alumbramientos y por la lactancia, y esto en muchos casos produce lo que se llama la depleción materna. Están también relacionadas la presencia de ciertas graves enfermedades como el cáncer y la frecuencia de los alumbramientos en las mujeres.

Por eso el alcance de los programas de planeación familiar dependerá en gran parte, en una parte mayoritaria, de las mujeres mexicanas; y de la comprensión que los hombres de México tengan para el papel, para la elevada misión de la mujer en el hogar y en la sociedad.

Esta ley es en cierta medida una respuesta a las solicitudes que todos los días hacen las mujeres mexicanas, que se agolpan en las clínicas de salud, en los dispensarios, en las clínicas de seguridad social demandando orientación para regir y poder regular en forma legal y sin peligro para su salud el tamaño de su familia.

En la Colonia penal de las Islas Marías, por ejemplo, en donde, como ustedes saben, viven más de 400 mujeres acompañando a los colonos, ya hemos puesto en marcha como experimento, un plan piloto de planeación familiar. Los hombres han sido llamado junto con sus esposas al Hospital de la Colonia y se les ha explicado con todo detalle, en palabras sencillas, la perspectiva de la planeación familiar y los medios más efectivos y sencillos para lograrla y el 95% de los hombres han aceptado plenamente que su pareja, que su compañera acepte, elija libremente la obtención de medios para lograr la planeación familiar. Por cierto que quiero agradecer el trabajo que en esa materia realiza en la Colonia Penal de las Islas Marías, en las Escuelas de Orientación dependientes de la Secretaría de Gobernación, un grupo de distinguidas damas, de admirables voluntarias sociales que conducen mi respetuosa y respetable compañera y amiga de siempre, mi esposa la licenciada Marcela Ibáñez de Moya Palencia. (Aplausos.)

Cuando se habla de Programas de Planeación Familiar en países que tienen la estructura social de México, se suele decir que la mujer se verá restringida o frenada por concepciones religiosas para incorporarse a esta planeación familiar. Quiero decir a ustedes que la planeación familiar en estos momentos, está en pleno desarrollo en muchos países considerados tradicionalmente dentro de esta órbita y que empieza a tener buenos y amplios resultados.

En México, se han hecho ya estudios estadísticos sobre la conducta y la respuesta de las mujeres mexicanas que se han autodeclarado creyentes de una religión, de la religión mayoritaria, respecto de la planeación familiar, y en un altísimo porcentaje sus creencias religiosas no han sido obstáculo, han sabido combinarlas con su concepción del medio social y

de las conveniencias de reducir el tamaño de su familia y se han incorporado voluntaria y libremente a la planeación familiar. Incluso después de la publicación de la Encíclica Humanae Vitae en 1968 y antes de que la interpretación de esta Encíclica hubiese sido hecha extensiva por el Consejo de Obispos en 1972, las mujeres mexicanas que se declaraban religiosas, que se declaraban creyentes, estaban practicando, dentro del universo estudiado en su gran mayoría, sin ningún cargo de conciencia, con una actitud de progreso social, de objetividad ante la vida, la planeación familiar. Y es que la familia es un laboratorio social. Dentro de él se dan, ahí nacen las mejores esencias de la comunidad. La mujer no debe ser esclava de su propia fecundidad La Ley General de Población cuya Iniciativa ha mandado a este Congreso el señor Presidente Echeverría intenta crear el marco jurídico y las condiciones para que la mujer mexicana se libere plenamente desde este punto de vista; estamos seguros que la maternidad no es un hecho cuantitativo, sino cualitativo. Como dice el gran poeta Andrés Eloy Blanco: "Quien ha tenido un hijo ha tenido todos los hijos del mundo". (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la diputada Matilde del Mar Hidalgo.

-La C. diputada Matilde del Mar Hidalgo: Ciudadano Secretario Moya Palencia: en otros países como en Bélgica, por razones histórico-políticas, en Japón, Inglaterra y Rusia, por razones demográficas, se ha realizado el aborto como un medio más para lograr la planeación demográfica.

Quisiera saber ¿cuál es su opinión respecto a la posibilidad de que en México se legalizara el aborto?

El C. Secretario de Gobernación, licenciado Mario Moya Palencia: Diputada Matilde del Mar Hidalgo: Esa pregunta también interesa profundamente a la conciencia de las mujeres mexicanas.

El aborto como fenómeno social, desgraciadamente se presenta ya en México, y en una forma considerable. Alrededor de la reciente Convención Nacional de la Salud, que fue un evento por tantos motivos trascendente, se reveló que sin poder existir registros sobre el particular, por razones de la ilegitimidad del aborto provocado, se dan en nuestro país, no menos de 500,000 abortos al año. Esto es, que entre el 15 y el 20% de las concepciones, terminan en aborto en la República Mexicana.

Esto también es un producto de la insuficiencia del desarrollo cultural y

económico de vastos sectores en la población mexicana. Esta Ley busca precisamente evitar que la mujer tenga que recurrir al aborto para controlar su familia. Busca ampliar los medios no cruentos de planeación familiar, con objeto de que nunca tenga que dar la mujer ese difícil paso que en muchas ocasiones la coloca al borde de la muerte y que de cualquier manera tiene consecuencias muy negativas para su salud.

Es cierto que algunos países, específicamente el Japón, lograron reducir a la mitad su crecimiento demográfico liberalizando el aborto. Es cierto también que esta es una tendencia que se muestra en varios países, y que recientemente, en 1972, sentencias de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de Norteamérica, permitieron la liberalización del aborto voluntario dentro del primer trimestre del embarazo, sobre la base de considerar que el producto no viable, en tenía calidad de persona y que, por tanto, no era protegible dentro de las garantías constitucionales que tutelan la vida humana.

Pero nosotros pensamos que si los programas de planeación familiar llegan ampliamente a la población nacional, y especialmente a las mujeres; si les damos los instrumentos educativos y si les presentamos y les ofrecemos una selección de lo medios adecuados, además, para cada mujer, con objeto de ejercer su derecho a espaciar los nacimientos de sus hijos y a reducir su familia, se irán reduciendo también altos índices de aborto en México.

Creemos que sería el último paso, un paso realmente desesperado para un país joven como nosotros, el legalizar el feticidio como medida para planear la familia. Existen, desde luego, en nuestros códigos penales, ciertas tendencias ya hacia la disponibilización de algunos tipos de aborto. El Código del Distrito y Territorios Federales, en términos generales prohíbe el aborto provocado, pero, por ejemplo, lo permite en el caso de que la concepción sea producto de una violación. Esto es, el bien tutelado ya no es la vida del producto, sino la voluntad de quien concibió el producto, y si la mujer ha sido objeto de una violación, es evidente que no ha prestado su consentimiento al nacimiento de esa vida.

Otros códigos, como el de Chiapas, el de Chihuahua, el de Yucatán, el de Puebla, o liberalizan, bajan la pena o de plano declaran impune el aborto eugenésico, que también es muy importante cuando el médico detecta que el producto nacerá en condiciones completamente contrarias a su viabilidad, si no fisiológica, sí social. Incluso hay parte de esos códigos, también el de Chiapas, el de Yucatán, el de Chihuahua, que ya hablan del aborto por causas económicas y lo declaran impunible cuando la mujer demuestra la angustia de sus estrecheces para vivir y mantener a una familia ya existente que uno de esos Códigos dice por lo menos debe de ser de tres hijos.

Pero, ¿qué sucede con esta tendencia? Esta tendencia que nació en otros países y que se empezó a expresar en la legislación local mexicana creció o se generó cuando aún no se habían descubierto métodos modernos y efectivos de planeación familiar, que no tuvieran ese final cruento como lo tiene el aborto.

Creemos que es, que si ponemos a la mujer en la disyuntiva de tomar ese camino falso o de adoptar libremente métodos médicos, ya sean de origen mecánico o químico, ya sean dispositivos o pastillas anticonceptivas para regular el crecimiento de su familia, escogerá por estos últimos y no tocará a esa puerta falsa.

Por eso es, señores diputados que esta Ley, que es una Ley de fines y no de medios, que

es una Ley que sitúa la planeación familiar desde el marco de la política demográfica y a su vez la política demográfica dentro de la estrategia general de desarrollo, decimos que es una Ley humanista, que es una Ley para la vida.

Estamos seguros que en la medida en que los programas educativos y de salud pública y de seguridad social, producto de la aceptación por parte de la nación que representa este Congreso de esta Ley, se pongan en marcha, se irán viendo los efectos de disminución de los altos índices de aborto en nuestro país.

Creemos que en nuestra idiosincracia, dentro de nuestro modo de vivir, la mujer mexicana distinguida no sólo por su abnegación, sino por su sensibilidad y por su inteligencia, sabe muy bien qué camino tiene que recorrer y estoy seguro que en este momento ya lo ha decidido. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede la palabra al C. diputado Fedro Guillén Castañón.

El C. diputado Fedro Guillén Castañón: Mi pregunta está relacionada con la catástrofes de la naturaleza. En estos países, en que un ilustre ensayista chileno calificó de "países de loca geografía". Ya que menciono al adolorido pueblo de Chile, no sólo por su geografía, ya que hace unos instantes se ha rendido justo homenaje a la mujer mexicana, yo quisiera y creo que no me aparto del tema, recordar cómo en la última catástrofe sufrida por la tierra chilena, catástrofe de terremoto, la señora de Echeverría llevó el mensaje de fraternidad de México al noble pueblo chileno, y quisiera recordar como un acto de fraternidad femenina latinoamericano, hoy más que nunca, cómo la digna señora de Salvador Allende días antes de la gran conspiración trajo a México la ayuda del pueblo chileno al pueblo mexicano, con una nota de especial ternura, una carta escrita por los niños chilenos a los niños mexicanos en desgracia. Ya que México recientemente como todos recordamos, con dolor, sufrió estas veleidades de la naturaleza en el Bajío y en nuestro Sureste, ya que conocemos la colaboración ejemplar de sectores sociales como el Ejército, yo deseo preguntarle a usted, señor licenciado Moya Palencia, dentro del humanismo que ha dejado traslucir no sólo en el texto de la Ley, sino las exégesis suyas. ¿Dentro de ese humanismo, cómo contempla la Iniciativa de la Nueva Ley de Población la coordinación a los sectores públicos y privados para ayudar a las poblaciones que son víctimas de estos golpes de la naturaleza contra las cuales, como ustedes recuerda muy bien Simón Bolívar alguna vez en un gran rato de delirio dijo: "que había que pelear contra eso"?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado don Fedro Guillén: Por primera vez en un instrumento legislativo de este rango, el que hoy propone el Ejecutivo de la Nación a la Representación Nacional, se contempla la necesidad de coordinar las actividades de las dependencias del Sector Público a nivel Federal, Estatal y Municipal y las actividades del sector privado para el auxilio de la población en casos de desastres naturales.

Ha llamado usted la atención, sin duda, en una de las normas de mayor contenido moral de esa Iniciativa. Está motivada, y es también plenamente congruente, con el espíritu y el llamado a la solidaridad nacional -que el Presidente Echeverría dirigió al país en su Tercer Informe, cuando analizó el efecto de las inundaciones, de los sismos, de los ciclones y de otras calamidades atmosféricas, en el desarrollo del proceso de superación de nuestro país-. "La adversidad -dijo entonces- pone a prueba el temple de los pueblos fuertes." Pero a la adversidad le tenemos que hacer frente con medidas prácticas, con una actitud coordinada que en estos casos permita conjugar efectivamente los esfuerzos del gobierno y del pueblo para auxiliar a nuestros hermanos en desgracia. Es una filosofía, sí, pero es también una praxis, y tiene su origen en el Plan SDN-3 para el auxilio a la población civil en caso de desastre, que en forma certera elaboró hace unos años y en forma abnegada ha venido poniendo en práctica cada vez que existe uno de estos desastres, esa gran institución nacional vinculada por origen y por destino al pueblo de México que es el Ejército Mexicano. (Aplausos.)

Creo que es evidente la conveniencia de que sea el órgano administrativo encargado de manejar los problemas de población, el que coordine también las labores públicas y privadas cuando la población entra en períodos de anormalidad como son los producidos por estas calamidades. Pero creo también que eso revela los propósitos omnicomprensivos de una ley de esta naturaleza que no sólo se hace pensando en el desarrollo como marco general y en el porvenir como objetivo, sino que recorre las diversas instancias del acontecer nacional con un espíritu profundamente humanista.

La solidaridad con quienes sufren desgracias físicas es una obligación de todos los mexicanos, pero cuando se la lleva al nivel a la que la ha conducido, a la que la ha elevado al Presidente Luis Echeverría, quien en estos casos ha recorrido personalmente las regiones devastadas y personalmente ha dado también sus instrucciones para la reconstrucción física y moral de esas zonas, que ha llevado no sólo la alimentación y los materiales de construcción, sino el aliento moral, sino el estímulo del Jefe de las Instituciones Nacionales a esas regiones, esa solidaridad, ese ejercicio de esa obligación común adquiere perspectivas de paradigma, perspectivas de ejemplo que son muy caras a todos los mexicanos.

Creo, señor diputado Guillén, que la medida de incorporar estos aspectos de coordinación en la Ley General de Población, es también otro de sus avances, como lo fue el Acuerdo Presidencial que determinó que se creara en el Banco de México, un fideicomiso para que se incorporaran a su fondo fiduciario todas las aportaciones de los sectores públicos y privados, que debieran canalizarse a la reconstrucción de las zonas de los recientes desastres, e ir creando y generando un fondo mayor para

venir a futuras calamidades de esa índole. Eso también está escrito dentro de la visión de estadista del Presidente Echeverría.

Usted nos refería hace poco, diputado Guillén, en una magnífica improvisación en el Senado de la República representando a esta honorable Cámara, las vicisitudes de aquel modesto médico de Comitán, Belisario Domínguez, que a caballo, con su maletín de facultativo, recorría los pueblos chiapanecos, llevando la medicina, el consuelo, la solidaridad a sus compatriotas. No cabe duda que una misma línea, un mismo vínculo, vértebra los esfuerzos de quien se dedica a ejercer su profesión con pasión social y el hombre que es capaz, como él lo fue, de llegar a una tribuna y denunciar las arbitrariedades de un poder despótico.

Hay, sin solución de continuidad, una gran armonía entre las disposiciones de un Presidente que transforma, por vía legislativa, la convivencia política de la Nación, que abre nuevas vías para la participación democrática, que fomenta la economía y el beneficio social, y el que dispone en una Iniciativa que también manda al Congreso, que sea posible coordinar todos los esfuerzos públicos y privados para ayudar a nuestros hermanos en casos de desastre.

Yo les pido, pues, que cuando estudien esta iniciativa, tengan muy presente su contenido moral, y ese rico espíritu de solidaridad nacional que promueve, tan bien caracterizado por la palabra y por la acción del Primer Magistrado de México. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede la palabra al diputado Diódoro Carrasco Palacios.

El C. diputado Diódoro Carrasco Palacios: Ciudadano Secretario de Gobernación: Los países de gran desarrollo ante las deterioradas economías del Tercer Mundo, captan mayor número de trabajadores migratorios. Esto en México lo conocemos como el problema de los braceros. Estamos conscientes de que el Gobierno de la República establece políticas para proteger a los trabajadores mexicanos que se ven precisados a laborar en el territorio de los Estados Unidos de Norteamérica.

¿Cuál cree usted, señor Secretario, que sea la principal innovación que sobre los problemas de los braceros mexicanos plantea el texto de la iniciativa?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Diódoro Carrasco: El problema de los trabajadores migratorios, como usted bien lo afirma, ni es nuevo, ni es exclusivo de México. Ya don Francisco I. Madero en su libro "La Sucesión Presidencial en 1910", se dolía de que un gran número de mexicanos emigraban al país vecino del norte, en donde sus condiciones de trabajo eran generalmente menos halagüeñas que lo que ellos habían creído cuando emigraron. De otra parte, esa brecha que existe entre países altamente desarrollados y países en desarrollo, a la que usted ha hecho también referencia, y que nuestro ilustre acompañante, el licenciado Antonio Carrillo Flores, dice que no sólo es una brecha económica y social, sino también una brecha emocional, implica disparidades, desigualdades regionales y nacionales que fomentan el fenómeno de la emigración masiva de trabajadores.

En muchos países de Europa, trabajadores que proceden del mismo continente, de países no de tan bajo nivel de desarrollo, ocupan puestos en actividades primarias y secundarias y aun terciarias, dentro del fenómeno económico de esos países más desarrollados.

Y todos conocen que no menos de medio millón de mexicanos son atraídos, año con año, al sur de los Estados Unidos y cada vez ascienden más en su ruta migratoria laboral, por el poder de demostración de la economía del país vecino, que suele prometerles mejores condiciones de vida.

Este es un problema que inquieta a la conciencia nacional. El Presidente Echeverría en varias ocasiones se ha referido a él. Y una vez que ha sido resuelto el problema causado por la salinización del Valle de Mexicali, las autoridades diplomáticas mexicanas, la cancillería de México, se han avocado poniendo en marcha las conclusiones de una comisión intersecretarial, creada ad-hoc, para este caso, a negociar mejores condiciones de vida de trabajo, de defensa y tutela en el país del norte, para nuestros compatriotas los trabajadores migratorios.

Aunque el fenómeno de la emigración y de la exportación de mano de obra no sea en sí un fenómeno inconveniente, aunque esté muy emparentado a la promoción, por ejemplo, de las maquiladoras en la frontera, que precisamente exportan mano de obra incorporada como insumo a productos que no se venden dentro del país, sino que son armados y producidos parcialmente sólo en el país; de todas maneras la emigración de braceros es un problema muy serio, y a que, como he dicho, nos abocamos con especial interés. La iniciativa de Ley General de Población avanza también en esta materia respecto de la Ley vigente, expresando no sólo el conjunto de trámites, el conjunto de requisitos que debe llenar un mexicano que desea emigrar al exterior para trabajar.

No sólo las formas de control de la emigración, sino en su artículo 76 habla de que se dota a la autoridad administrativa de la facultad y de la obligación de investigar las causas que den o puedan dar origen a la emigración de nacionales y dictar medidas para regularla, y también dictar medidas en colaboración con la Secretaría de Relaciones Exteriores, tendientes a la protección de los emigrantes mexicanos.

Nos preocupa mucho que aunque oficialmente en el sur de los Estados Unidos de Norteamérica no exista necesidad de trabajadores migratorios mexicanos y las asociaciones sindicales norteamericanas presionen para que no se concedan, como no se han concedido, declaraciones o declarativas de necesidad de mano de obra externa, cada vez que se presenta el tiempo de la cosecha del algodón o de otros productos, las grandes corrientes migratorias de trabajadores mexicanos crucen una frontera tan bien protegida y tan bien guardada como la norteamericana y encuentren siempre acomodo en las granjas y en los lugares de producción y de recolecta de esos productos; y que

cada vez que termina la cosecha y que termina la recolecta, esa miopía cíclica de los vigilantes migratorios norteamericanos se transforme y entonces descubran que hay medio millón de mexicanos trabajando para las granjas y para las zonas agrícolas. (Aplausos.)

Lo que sucede es que hay una realidad económica en ambos países. El poder de demostración de la economía norteamericana presiona sobre los sectores desocupados o subocupados del campo mexicano; y aquí también encontramos la gran vinculación entre el crecimiento y el volumen de la población de México y otros fenómenos imbíbitos en el desarrollo como este de la emigración colectiva. Y sucede que a pesar de haber 5 o 6 millones de desempleados en Estados Unidos no existen brazos suficientes para hacerse cargo de esas labores. Entonces es un hecho, es un fenómeno real económico y social que los trabajadores mexicanos son útiles en esas zonas ¿por qué pues, no reconocerlo jurídicamente?, ¿no establecer por medio de leyes nacionales o de convenios internacionales las condiciones debidas para que ese trabajo se regularice? ¿Por qué no reconocer la necesidad que se reconoció en 1951, de firmar un convenio con las autoridades mexicanas para regular en cuanto a volumen, en cuanto a ritmo, en cuanto a condiciones de trabajo, salario, seguridad social, transporte y otros fenómenos, y en cuanto a intervención y tutela de las autoridades consulares mexicanas con respecto a las autoridades y a las leyes norteamericanas, en la vigilancia de esas condiciones de vida para los braceros o trabajadores migratorios mexicanos? Esta es la pregunta que nos hacemos y ésta es la pregunta que buscamos contestar juntos las autoridades de los Estados Unidos de Norteamérica y las autoridades mexicanas que estamos estudiando este problema. Hemos hablado ya, y se está negociando, o se está propalando la posibilidad de realizar nuevamente un convenio; un convenio que no solamente, no forzosamente tendría que hacerse a nivel de autoridades, un convenio en que también podrían participar las organizaciones campesinas y obreras de México, y las organizaciones sindicales de los Estados Unidos; un convenio en que realmente se examinaran todos los aspectos económicos y sociales del intercambio, de la exportación de mano de obra mexicana a los Estados Unidos y en que se resolvieran en una forma equitativa, equilibrada, justa y jurídica, todas las perspectivas de este empleo exterior que, dentro de sus desventajas tiene algunas otras ventajas, como es la importación al país de cierto grado de capacitación y tecnología y de cierto grado de divisas.

La solución de forma está pues afuera, en la conveniencia de regular las condiciones del trabajo de estos mexicanos en el exterior, pero la condición de fondo está dentro; está en la aceleración del desarrollo nacional, en la ampliación de la producción mexicana, en la distribución más justa del ingreso; en la reducción de los índices de natalidad que indican que hay una gran sobrepoblación en las áreas rurales como también la hay en las áreas urbanas.

De ahí que ninguno de los fenómenos que contempla esta Ley, así sean los fenómenos más mecánicos del movimiento migratorio, puedan verse desvinculados del concepto de la política demográfica y de la estrategia del desarrollo nacional.

Cuando en alguna ocasión contestamos algunas preguntas de periodistas interesados en la resolución de este fenómeno y en la evolución de las conversaciones entre nuestro país y entre los Estados Unidos de Norteamérica que está llevando a cabo la Secretaría de Relaciones Exteriores, decíamos que en cuanto a la forma el problema era más de los Estados Unidos que de México, porque ellos son los que tienen las necesidades de trabajo, la capacidad de absorción de empleo que hace que medio millón o más de mexicanos emigren a veces bajo un falso espejismo a trabajar en las granjas de la frontera, y aunque ellos no quieran, y aunque sus leyes migratorias sean cerradas y digan que no pueden entrar medio millón de trabajadores mexicanos, la realidad es que todos los años entran.

En cuanto a la forma, repito, es un problema fundamentalmente de comprensión de la legislación interna norteamericana y de las asociaciones sindicales de ese país, porque ya México está planeando abiertamente, con el viejo criterio juarista de que los problemas comunes y los conflictos que surjan entre las naciones, deben resolverse por la vía del derecho de la negociación, la conveniencia de hacer nuevamente por cualquier vía uno o varios convenios para la regularización del trabajo de los emigrantes mexicanos. Pero en cuanto a la forma, en cuanto al fondo, en cuanto al sustratum, en cuanto a la causa última, es evidente que el crecimiento demográfico acelerado del país ha diluido en gran parte los esfuerzos de nuestro desarrollo y que por eso existen esas masas de desempleados o subempleados que tienen necesidad de emigrar en busca de mejores horizontes. Por eso esta ley es una ley omnicomprensiva y por eso el esfuerzo patriótico del gobierno del Presidente Echeverría, dentro de este marco jurídico, se encaminará a resolver con un sentido integral, con una estrategia global, los fenómenos del crecimiento entre los que se encuentra muy señaladamente, muy lacerantemente éste de los braceros nacionales. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Salvador Castañeda O'Connor.

El C. Salvador Castañeda O'Connor: Señor Secretario, pienso que al triunfo de nuestra Revolución se puso en práctica una política de incremento demográfico, porque se consideró con justeza que nuestro país estaba prácticamente deshabitado, y porque se tenía el criterio revolucionario de multiplicar las fuerzas productivas, entre las que forma parte importante el hombre, trabadas por la dictadura, porque esas fuerzas productivas son el elemento más dinámico de la sociedad, son los motores del desarrollo y del cambio.

Hoy se levantan opiniones en el sentido de que debe de frenarse sin más, la natalidad de

nuestro país. Es criterio casi oficial de los Estados Unidos de América, que la miseria de los pueblos de nuestro continente se debe a sus crecientes índices de desarrollo demográfico, tratando de ocultar la causa verdadera, que no es otra que el saqueo y la explotación imperialista que los propios Estados Unidos realizan sobre nuestros pueblos.

En la Iniciativa se hace frente a estas posiciones negativas, cuando se afirma en la Exposición de Motivos que una política de población no es un sustituto para el desarrollo económico, cuando se rechaza la idea de que un puro criterio demográfico orientado hacia la reducción de la natalidad pueda substituir la compleja empresa del desarrollo y cuando se afirma categóricamente, que en ningún caso se establecerán soluciones informadas por la presión del exterior.

La política demográfica debe encuadrarse, según lo expresa la Iniciativa, dentro de una estrategia general del desarrollo.

Quisiera ser tan amable, señor Secretario, aunque de una manera esquemática, informarnos ¿cómo concibe el gobierno esta estrategia del desarrollo, para que nosotros tengamos en consecuencia una idea más precisa de la política demográfica que se quiere impulsar con la Iniciativa de Ley que hoy nos ocupa?

Y por otro lado, señor Secretario, el Partido Popular Socialista reconoce que se han venido realizando esfuerzos plausibles para planear y programar coordinadamente el desarrollo económico y social de nuestro país, tratando de eliminar al máximo la duplicidad de funciones, comprendiendo que corresponde a la Secretaría de Gobernación regular los fenómenos que afectan al volumen de la población y su propia dinámica de crecimiento, nos preocupa el planteamiento que se hace en el artículo 3o., fracción primera, que establece que corresponde a esa propia Secretaría dictar, ejecutar o en su caso promover ante las dependencias competentes, el ajuste de los programas de desarrollo económico y social a las necesidades que plantea el volumen, estructura, dinámica y distribución de la población. ¿No considera usted, señor Secretario, que esta labor, la de planear el desarrollo debiera realizarse coordinadamente con las demás Secretarías en una adecuada comisión intersecretarial de planeación y estudio, y contemple todos estos fenómenos, entre ellos, naturalmente, el fenómeno demográfico?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Castañeda O'Connor. Ratifico a usted que el espíritu y las motivaciones de la iniciativa de Ley General de Población presentada a este honorable Congreso, por el Presidente Echeverría, están desvinculados de todo origen externo, de toda presión del exterior, de toda concepción que no esté íntima, profunda, sincera y patrióticamente vinculada con las necesidades y con las perspectivas de desarrollo autónomo del pueblo mexicano; que surge de su historia, de esa concepción evolutiva, de lo que era un pueblo que había surgido de su Revolución con millón y medio de muertos a sus espaldas, y que se iniciaba en la tarea de conquistar su propio territorio, sus regiones desérticas, sus altiplanos y sus costas, para lo cual tenía que aplicarse entonces, como lo hizo, una política de expansión demográfica, una política natalista, que ahora se reexamina a la luz de los resultados de ese desarrollo independiente, de ese desarrollo buscando la integración de los núcleos marginados, de ese desarrollo que buscó la creación, la formación, la revitalización de la fuerza de trabajo de los recursos humanos del país -como así lo dice precisamente la exposición de motivos- como "el núcleo dinámico de todo cambio trascendente".

Ya hemos dicho también y usted así lo reconoce y me place sobremanera, que el Presidente Echeverría dentro de esta iniciativa de ninguna manera concibe que la planeación familiar o la política demográfica o las soluciones tendientes a reducir o estabilizar el crecimiento poblacional sean un sustituto para el desarrollo.

Por lo contrario, esta ley está encaminada a englobar la política demográfica dentro del concepto general y dinámico u desarrollo. Y ese desarrollo no podrá, no deberá hacerse sino dentro del marco, dentro del modelo, dentro de la perspectiva que para nuestro desarrollo supone, ejemplifica y determina la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Es cierto también que se han hecho muchos avances en la planeación del desarrollo en nuestro país, pero que dentro de ese programa, dentro de ese panorama, el Consejo Nacional de Población que se crea, para establecer con un criterio interdisciplinario los propósitos de una política demográfica e incorporarlos a los programas de planeación económica y social, no es, no puede ser, ni aspira a ser, un órgano superior de planeación en nuestro país.

Que otras son las dependencias y otros serían los mecanismos para esta programación global. Pero ¡qué avance más importante para la programación del desarrollo independiente y justo de México, que uno de sus principales fenómenos, el fenómeno del crecimiento demográfico, empiece a ser considerado por el Estado, empiece a abandonarse una actitud de "laissez faire, laissez passer" a este respecto y sea también el gobierno de la República, como representante de los intereses populares quien se avoque a estudiar a fondo, a analizar y a programar en materia de crecimiento demográfico!

Como usted ve, el Consejo Nacional de Población que la ley establece está formado por representantes no sólo de la Secretaría de Gobernación, sino por representantes de las Secretarías de Educación Pública y de Salubridad y Asistencia, en cuanto a vías de la planeación familiar son fundamentalmente las vías educativas, de sanidad pública y de seguridad social.

Por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en cuanto no pueden desvincularse los programas demográficos de los programas de financiamiento y de captación y distribución de recursos oficiales. Ya hoy se informaba en

todos los diarios del país de que el próximo presupuesto de 1974 será un presupuesto de austeridad, orientado fundamentalmente a incrementar la producción, a incrementar las formas de satisfacción de necesidades económicas de los mexicanos, para contrarrestar el fenómeno inflacionario mundial que también ha azotado a nuestro país. Por eso es importante que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como organismo financiero, esté en contacto con las realidades demográficas de México.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social que involucra la concepción de las estrategias para el desarrollo social del país, de los niveles de empleo y subempleo, de los problemas de equilibrio entre salarios y precios, de la capacidad adquisitiva de las grandes masas populares de asalariados, está también en íntima proyección y contacto con el fenómeno demográfico, como lo hemos visto, y por eso también tiene con toda razón, un lugar en el Consejo Nacional de Población. Y por último tenemos a la Secretaría de la Presidencia, que es precisamente la encargada de instrumentar al mayor nivel, los programas de planeación económica y social con una perspectiva hacia el futuro que implique la toma de posiciones y la prevención de los actos de la Administración Pública y, no en forma compulsiva, pero sí en forma indicativa, de los sectores privado y social, para establecer la estrategia global e independiente del desenvolvimiento nacional. Y el Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización por lo que respecta a la necesidad de ubicar en forma equilibrada el papel del campesino mexicano y el papel cada vez más importante de la producción de alimentos con base en la tierra, en los programas demográficos y por tanto en la estrategia global de desarrollo.

Así pues, es la creación de este Consejo y esperamos que eso sea su funcionamiento práctico un paso más adelante, un paso más ágil a la creación de órganos y de instrumentos de alto nivel para la programación del desarrollo independiente deliberado y justo de nuestro país con base en los enunciados y en las normas de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Y ya que hablamos del Consejo Nacional de Población, es justo que hagamos ver que en la parte final del artículo 6o., se habla de que el Consejo podrá contar con el auxilio de consultorías técnicas e integrar las unidades interdisciplinarias de asesoramiento que estime pertinentes con especialistas en problemas de desarrollo y de demografía. Es justo -digo- que en este acto se rinda un homenaje a los demógrafos mexicanos; se rinda un homenaje a esa especialidad de la Economía, antes tan poco usual en nuestro medio y que de unos 20 años para acá empezó a desarrollarse y a enfocar con un criterio científico los problemas que ya creaba entonces, que creó después y que creará en el futuro, el crecimiento demográfico nacional, y que en gran parte han sido el resorte y desde luego la fuente de información de las preocupaciones del Ejecutivo Nacional que informan y motivan esta Ley General de Población. Tenemos estupendos demógrafos mexicanos, hay una pléyade de especialistas que con una concepción general de las estrategias del desarrollo y de las variantes de la población están -yo lo se- íntimamente, dispuestos a colaborar con el Gobierno de la República, como lo vienen haciendo ahora con distintas dependencias oficiales y con Instituciones Académicas para que los programas de planeación familiar y la política demográfica se inserten con un sentido progresista y dinámico a la política de desarrollo del país.

En este acto, pues, rindo homenaje a esa importante pléyade de científicos y de técnicos mexicanos que a partir de esta Iniciativa tienen abiertas las puertas para poner lo mejor de sí mismos, la parte más valiosa de sus conocimientos y de su entusiasmo para contribuir al desenvolvimiento de las capacidades de la Nación. (Aplausos.)

El C. Presidente: Hace uso de la palabra el ciudadano diputado Juan C. Peña Ochoa.

El C. Juan C. Peña Ochoa: Señor licenciado Moya Palencia: Impresionado por las importantes y constructivas palabras de usted en esta asamblea, disertando sobre la Iniciativa, profundamente social y patriótica del señor Presidente Echeverría, en donde usted ha expuesto con toda hombría y con todo sentido social, me permito en esta ocasión hacerle la siguiente interrogación: ¿Señor, qué efectos tendrá la Ley General de Población sobre la mala distribución de la población en el territorio nacional?

El C. licenciado Mario Moya Palencia: Señor diputado Peña Ochoa: La distribución de los mexicanos dentro de su propio territorio es una de las variables más importantes de la población. Hay, como en todas las otras, una íntima relación entre la distribución de la población dentro del territorio y los niveles de vida y el desarrollo nacional. En ningún país del mundo la población está igualitaria o perfectamente repartida, pero lo está menos en los países en vías de desarrollo en donde, por distintas causas históricas, económicas y sociales, se han venido creando polos de desarrollo y zonas deprimidas, en donde las estructuras feudales de la economía especialmente en materia agropecuaria se han venido desfeudalizando poco a poco, en donde los fenómenos contemporáneos de la industrialización y de la urbanización han venido incidiendo con mayor fuerza, con mayor vigor, a aquel con el que se modernizan las estructuras rurales. Ya hemos dicho que la población crece en las zonas urbanas, al 5.4 y en las zonas rurales al 1.5, y que esto, entre otras causas, se debe fundamentalmente a la migración de las zonas rurales a las zonas urbanas. Por otra parte, los niveles de desarrollo de distintas zonas y regiones del país son diferentes, no sólo por la disparidad de recursos, no sólo por el origen de los núcleos prístinos de la población y su nivel de desarrollo o crecimiento, sino por causas sociales más profundas.

La Ley General de Población intenta que dentro del ajuste de la política demográfica a la política general de desarrollo, se tome en cuenta la conveniencia de estimular todas las

medidas, de crear todas las políticas tendientes a revitalizar las zonas deprimidas del país, a distribuir más equitativamente la población dentro de su contexto geográfico, a impedir, dentro de lo posible, las migraciones del medio rural hacia las zonas urbanas, a arraigar más al campesino y al hombre productor del campo dentro de su habitat, creando condiciones de vida económicas y sociales más positivas para ese arraigo, y estableciendo también principios como el de la descentralización industrial, como el de la reforma y descentralización administrativas, que propendan a evitar la concentración macrocefálica de la población en los grandes centros urbanos, que, como usted sabe, es uno de los fenómenos que más inciden en la dilución del desarrollo dentro del mar de la población.

Otra cosa que es necesario contribuir a hacer, es a conjugar miles de pequeños poblados con menos de cien o doscientos habitantes que existen en toda la República. Resulta totalmente incosteable desde un punto de vista económico, aunque no lo sea desde un punto de vista político-social, llevar servicios educativos, municipales y sociales a esos rincones apartados. La fragmentación de la población dentro de nuestro territorio, es uno de los problemas más serios y también el hacinamiento de grandes núcleos urbanos de desocupados o subocupados, dentro y alrededor de las grandes ciudades.

Según el censo de 1970, de las 97,000 localidades del país -aquí tengo datos, 81,000 tenían una población de menos de 1,000 habitantes y concentraban cerca del 30% de la población total de México.

Varias medidas se han dictado y podrán seguirse dictando para desestimular esta fragmentación y, por lo contrario, estimular que la industria y las fuentes productivas no se concentren en las grandes ciudades y sigan actuando como polos de atracción, para las masas rurales campesinas que, por otra parte, al salir de su propio medio productivo, dejan de lado sus ocupaciones naturales y han promovido -y esto es un índice no solamente de México, sino de toda Latinoamérica- un descenso o un crecimiento menos rápido de la producción de alimentos y, en general, del incremento en las actividades agropecuarias.

El decreto que establece estímulos, exenciones de impuestos, a las industrias para que se establezcan en las zonas B y C del país, esto es, en aquellas regiones que no forman polos de desarrollo, caracterizadas por su atracción y que fundamentalmente son las zonas del Valle de México, de Monterrey y de Guadalajara, es un instrumento ya puesto en vigor por el Gobierno del Presidente Echeverría y rodeado de una serie de atractivos de crédito y de exención fiscal, con objeto de lograr que estas fuentes de trabajo que vienen a ser, a su vez, posibilidades de arraigo en zonas despobladas de nuestra población campesina o de nuestra población de pequeñas y medianas ciudades, continúe y se extienda

Este es el tipo de medidas a las que se refiere la iniciativa cuando contempla la necesidad de promover una distribución más racional de la población dentro del territorio nacional. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Héctor Castellanos Torres.

El C. diputado Héctor Castellanos Torres: Ciudadano Secretario: El llamado a la revolución demográfica inmerso en la iniciativa que nos ocupa, nos hace pensar en que este cuerpo legal incorpora una nueva categoría al desarrollo económico y social, al ser y buscar ser un instrumento que nos integre en mejor forma. Hace un momento señalaba usted la importancia que tiene el equilibrio poblacional dentro del territorio de la República.

Deseamos preguntarle, señor licenciado Moya Palencia, ¿qué relaciones se advierten entre la baja producción agropecuaria y la presión creada por el desplazamiento de los habitantes de las zonas rurales hacia las ciudades?

El C. Secretario de Gobernación: Toca usted uno de los grandes fenómenos de nuestro tiempo, señor diputado Castellanos, uno de los cinco fenómenos que preocupan más a los especialistas de desarrollo en estos momentos en todo el mundo.

Junto con el crecimiento demográfico, junto con el agotamiento de ciertos recursos naturales, sobre todo los energéticos, junto a la contaminación del medio ambiente, junto a la contaminación ambiental, junto a la necesidad de reciclar, de recanalizar los procesos industriales, el tema de la producción de alimentos, de la producción agropecuaria y sus íntimas vinculaciones con el desarrollo y con el crecimiento demográfico, son uno de los indicadores y de los motivos de mayor preocupación en estos momentos del mundo.

No podría ser de otra manera, porque un cuarto de la población de la tierra que usa una tercera parte del espacio produce el 57% de los alimentos del planeta; en consecuencia, las tres cuartas partes de la población de la tierra, que están en los dos tercios del espacio sólo producen el 43% de los alimentos. Y esta disparidad tiende a agravarse, porque mientras el índice de población de los países desarrollados es de 30 y de 70, el de los países en vías de desarrollo, es decir el volumen de población, se percibe que para los próximos años ese 70 de los países en vías de desarrollo se convertirá en un 80 y se reducirá a un 20, en términos relativos, la población de los países altamente industrializados.

Así pues, que parece evidente que uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo, junto con el que nos plantea la necesidad de regular y estabilizar el crecimiento demográfico, es el acelerar la producción agropecuaria, la producción de productos alimenticios

Ya Tocqueville decía que la agricultura se perfecciona más despacio que cualquiera otra de las actividades del hombre.

Y así es. En México, con un índice de crecimiento de su producto nacional bruto de 6 y medio o 7% anual, mientras el sector industrial y el de servicios crecen a ritmos del 9, del 8, hasta del 10%, el índice de crecimiento de la producción agropecuaria es sólo del 4%, y

cíclicamente, cuando existen problemas de sequía o de exceso de agua en distintas regiones del país; cuando las zonas temporaleras no tienen su mejor acopio de agua, entonces hay todavía una tendencia de descenso mayor de los índices de producción de alimentos en México.

Ya hablábamos de que es necesario romper el círculo vicioso entre el hambre, la población, el subdesarrollo y el hambre, y que uno de los instrumentos, una de las vías que más necesitamos profundizar a este respecto es precisamente la producción de alimentos. Yo creo que pocas actitudes merecen más atención de la conciencia nacional, que la conveniencia de profundizar la reforma agraria integral en México; entendiendo por ella no sólo el justo reparto de la tierra, sino la adecuación de todos los instrumentos productivos para hacer lograr que la tierra le dé al hombre sus frutos y le asegure su subsistencia para él y para sus hijos.

Decía el Presidente de la República en su Segundo Informe de Gobierno, que la Revolución Mexicana nunca había contemplado la reforma agraria exclusivamente como reparto de la tierra; y que ahora, fundamentalmente, la reforma agraria era un reparto de ocupación, esto es, que en el medio rural hubiera posibilidad que la fuerza de trabajo se volcara dentro del campo, acopiara los elementos necesarios para organizarse adecuadamente y produjera los alimentos indispensables para el nivel actual de población y para su previsible y amplio crecimiento. Y estimo también, que así como se ha anunciado en materia financiera, no sólo debemos volcar el mayor número de recursos materiales, económicos, posibles a la producción de alimentos en este momento trascendental de nuestra vida y de nuestro desarrollo, sino tenemos que contar lo mejor de nuestras capacidades humanas y el mayor nivel posible de tecnología para desarrollar e incrementar la producción agropecuaria.

Sólo 1,400 millones de hectáreas están cultivadas o son motivo de explotación agropecuaria en el mundo; las previsiones indican que podemos llegar al doble en cuanto a extensión cultivada, pero la proporción de los alimentos que podemos extraer de esa proporción de tierra que se aumenta al cultivo, es mucho mayor en función de los adelantos tecnológicos. Un eminente científico norteamericano, incorporado a nuestro desarrollo, el doctor Norman Borlaug, Premio Nobel, como ustedes saben, autor de la famosa "Revolución Verde" ha dicho que el dilema fundamental del mundo es resolver la disparidad entre población y alimentación, y que si no lo hacemos oportunamente, y creo que tiene razón, podemos encontrarnos con mayores problemas en la vida de nuestro desenvolvimiento.

Por eso si cada año mueren de hambre más de dos millones de seres humanos, pero literalmente de hambre y 10 o 20 por las condiciones de morbilidad que propicia la falta de nutrición, y si el crecimiento demográfico diluye los esfuerzos de nuestro desarrollo, no sólo tenemos que estabilizar ese crecimiento, sino tenemos que poner un énfasis muy especial en la producción y debida distribución, buen mercadeo y bajo precio, buena conservación -como he dicho- de los alimentos indispensables para subvenir a las necesidades del pueblo mexicano. Algunas de las relaciones más importantes entre el excesivo crecimiento demográfico y la producción de alimentos, lo tiene usted en este hecho: en la medida en que crecen más los campesinos, la población rural, el tamaño medio de la parcela se viene haciendo más pequeño. Si la Ley habla de parcelas de 10 y 20 hectáreas como mínimo, la realidad estadística nos indica que el promedio de la parcela es 6.5 hectáreas, y como usted bien sabe, tenemos zonas de minifundio en que la generalidad de las parcelas están muy por abajo de esa extensión.

Bien se dijo en la magna concentración popular del domingo pasado por el líder de los campesinos nacionales: "Contra el latifundio, la aplicación estricta de la ley, contra el minifundio la organización de los campesinos". Son dos de las grandes tareas a las que se enfrenta nuestro desarrollo agropecuario en esta hora. Si el exceso de población ha creado el minifundio, tenemos que llevar en la organización del campo el antídoto para esas circunstancias, y en los programas de orientación y de información, educativas y de capacitación de las mujeres de las áreas rurales, la posibilidad de ir reduciendo paulatinamente el crecimiento demográfico.

Creo que si la ciudad no lleva prosperidad al campo, el campo seguirá trayendo miseria a la ciudad. Que es un acto, una obligación de solidaridad nacional, y un imperativo del desarrollo independiente de nuestro país el acelerar por todos los medios a nuestro alcance la producción agropecuaria, canalizando recursos, llevando seguridad al campo, estableciendo un alto grado de tecnificación en las áreas rurales, proveyendo al campesino de créditos más oportunos y más accesibles, dándole mejores insecticidas y fertilizantes, proveyéndole de mejores medios de comercialización de sus productos, realizando en suma, la gran reforma agraria, la mejor reforma agraria de Latinoamérica en que seguimos empeñados y que consiste no sólo en transformar al campo, sino en transformar al hombre que vive del campo. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Luis Adolfo Santibáñez Belmont.

El C. Luis Adolfo Santibáñez Belmont: Señor Presidente, la pregunta que iba a cuestionar ha sido respondida por el señor Secretario de Gobernación; por lo tanto me abstengo.

El C. licenciado Mario Moyo Palencia: Gracias, señor diputado Santibáñez, muy amable.

El C. Presidente: Tiene el uso de la palabra el diputado Ignacio Carrillo Carrillo.

-Diputado Ignacio Carrillo Carrillo: Señor Secretario de Gobernación, licenciado Mario Moya Palencia. Existen en casi todos los países del mundo, una serie de mecanismos para la identificación de sus habitantes. En México la Ley General de Población vigente y esta Iniciativa de Ley que ahora comentamos, señalan la institución del Registro General de Población e Identificación Personal.

Han querido algunos con criterio simplista, ver en este instrumento un vulnerador eficaz de las garantías individuales que nuestra Constitución consagra, e inclusive han pretendido señalar que la Ley persigue finalidades distintas a las que originalmente tiene.

Por otra parte, para el eficaz desarrollo de un Registro General de Población e Identidad Personal, sabemos que se requiere, primero, de vencer serios obstáculos de carácter técnico y presupuestario. Acerca de estas consideraciones, nuestras reflexiones han bordado, pero quisiéramos saber, sobre todo los diputados de la mayoría parlamentaria, cuál es su opinión en torno de estas cuestiones que juzgamos de fundamental trascendencia en la presente Iniciativa que hoy comentamos.

El C. Secretario de Gobernación, licenciado Mario Moyo Palencia: Señor diputado Carrillo. Ha sido una vieja y persistente aspiración de la legislación poblacional mexicana, el lograr el registro completo de la población y la cédula de identidad personal.

En este propósito, insiste la Iniciativa presentada a ustedes por el señor Presidente de la República, licenciado Luis Echeverría, pero sin otra finalidad que las que específicamente se expresan en su artículo 89 del Proyecto de Ley.

Esto es, establecer ese registro para recabar todos los datos relativos a la identificación de los habitantes de la República, mexicanos o extranjeros; clasificar los datos de los habitantes del país de acuerdo con su nacionalidad, edad, sexo, ocupación, estado civil y lugar de residencia; llevar al padrón de los mexicanos residentes en el extranjero; coordinar los métodos de identificación y registro, actualmente en uso en distintas dependencias de la Administración Pública, con el propósito de constituir uno solo y crear un documento, la Cédula de Identificación Personal, que tendrá un carácter de instrumento público probatorio de los datos que contenga en relación con el titular. Esto es, no hay un propósito de control o de autoritarismo ni en el establecimiento del registro, ni en la expedición de la cédula de identidad.

Por otra parte, el artículo 11 de nuestra Constitución dice claramente que no se necesitará ninguna carta ni ningún documento para el libre tránsito y para las actividades normales de los habitantes de la República Mexicana, y esta ley, como todas las iniciativas del Presidente de la República es profundamente respetuosa del espíritu y del texto de nuestra Constitución.

Por otra parte, es evidente que para captar en su integridad una de las variables de la población que es su estructura, es su composición interna, cómo está formada la población, que es uno de los variables demográficos más importantes, es necesario tener al día un registro de esta naturaleza. El Registro Nacional de Población sería como un censo cotidiano. Sería un archivo que manteniendo con eficiencia, daría día por día el estado general de los recursos humanos del país, y permitiría aprovecharlos mejor. Pero, por otra parte, no se hace con el criterio de que este registro sirva solamente a los fines superiores del país, sea un registro útil para el Gobierno, digámoslo en términos sencillos, sino que provea con el documento o cédula de identidad, de un documento útil a la población que muchas veces necesita identificarse, que requiere de una forma de probar su calidad, su nombre, su ocupación y otros datos que le permitan tramitar ante autoridades públicas y ante organizaciones privadas una serie de actos relativos a su desarrollo económico y social, a sus actividades y trabajos productivos o a cualquiera otra incidencia de la vida normal.

Estos son los objetivos de esta cédula de integridad. Efectivamente, la instalación del registro y la expedición de la cédula han tropezado y seguirán tropezando con obstáculos muy serios en cuanto a financiamiento del registro y de la expedición de las cédulas, y a otros problemas técnicos de los cuales no es el menor el problema de las claves, el problema de la absorción de los datos, el problema de la entrega de las credenciales, el problema de la conversión del dato estadístico, en un elemento vivo. Pero el Consejo Nacional de Población y los técnicos que tenga a su disposición en lo futuro estudiarán profundamente este aspecto para ponerlo en vigor, en caso de que ustedes aprueben esta iniciativa y la conviertan en Ley, con objeto de que en ningún caso la instalación del registro y la expedición del documento, cédula de identidad, se conviertan en un pretexto para vulnerar las garantías y los derechos esenciales del mexicano. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Guillermo Gómez Reyes.

El C. Guillermo Gómez Reyes: C. Secretario de Gobernación, en virtud de que la pregunta que tenía interés en formularle ha quedado brillantemente contestada a través de la presente comparecencia, le pido con todo respeto al no hacerla, acepte mis excusas.

El C. Secretario de Gobernación: Gracias, licenciado Gómez Reyes, muy amable.

El C. Presidente: Continúa en el uso de la palabra el diputado Héctor González García.

El C. Héctor González García: Señor Secretario de Gobernación, en la Iniciativa de Ley que nos ocupa destacan dos aspectos de particular trascendencia. Primero, la planeación demográfica que se trata en el articulado del capítulo I y, segundo, el registro de población e identificación personal tratado en el articulado del capítulo VIII. En ambos casos, por el contenido de los artículos números 2, 3, 5, 6, 88 y 90 se deja al Reglamento correspondiente, tanto la orientación y criterios como posibles disposiciones concretas.

En torno a esta presentación y reconociendo la amplitud de sus explicaciones anteriores, en solicitud de aclaración me permito formular a usted la siguiente doble pregunta: ¿Considera usted conveniente que en materias tan importantes deba intervenir el Congreso de la Unión mediante leyes particulares o de no ser así, conozca y discuta al mismo tiempo que esta iniciativa el Reglamento correspondiente para conocer así sus metas concretas y mediatas?

Y, segundo: sucede a veces que las disposiciones sustantivas de las leyes, necesariamente generales, pudieran ser desvirtuadas por las respectivas reglamentaciones o hasta por alguna circular administrativa en un caso accidental. ¿Cómo evitaremos, señor Secretario de Gobernación, que esto suceda respecto a la Iniciativa que nos ocupa?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado González García: Yo pienso que la función de un instrumento legislativo, como es en este caso la Ley General de Población, como es la Ley vigente también, es la de fijar los criterios, las líneas generales, los objetivos de la política y establecer los presupuestos y los instrumentos necesarios para aplicarla con respecto a las garantías constitucionales y en apego a la trayectoria democrática, social, de desarrollo del país. Yo pienso que la Iniciativa que hoy nos ocupa, a mayor nivel que la Ley vigente, se preocupa por establecer y definir con mucha precisión estos objetivos de política, las funciones de las dependencias que habrán de aplicarlos y los instrumentos necesarios para realizarla. Y creo que como en todas las leyes, como en todos los instrumentos legislativos de este nivel, debe dejarse al reglamento que por su naturaleza es más flexible y que tiene por objetivo, precisamente detallar y establecer en la órbita práctica de la vigencia la operación de la ley, todos aquellos elementos de segundo rango que hayan de pertenecer también al ámbito normativo y que sean simplemente instrumentos de aplicación del texto fundamental.

Usted hablaba de que fuera el Congreso de la Unión el que conociera del Reglamento de esta Ley; pienso que el Congreso de la Unión tiene todo el derecho a introducir, si así lo considera pertinente en esta ley, todas las adiciones o modificaciones que así juzgue, según su alto criterio. Esto está dentro de la naturaleza misma de nuestra cooperación de poderes, pero los reglamentos de las leyes en este país, señor diputado, son competencia del Ejecutivo de la Unión y el Ejecutivo de la Unión asume plena y responsablemente su competencia. (Aplausos.)

Por otra parte, dentro de una concepción doctrinal, se han dividido los reglamentos, por su naturaleza, en reglamentos de tres clases; perdone usted que emplee algunas locuciones latinas que algunos de ustedes manejan con tanta propiedad. (Aplausos.) Existen los reglamentos Praeter Legen, o sea aquellos reglamentos que van más allá de la Ley, o que pretenden darle al administrador al cual la ley le otorga competencia, más facultades de las que la misma ley le confiere; existen los reglamentos Contra Legen, o sea aquellos que contrarían el espíritu y el texto de la ley y desdicen o desdibujan el sentido de su normatividad; pero existen también los reglamentos Secundum Legen que precisamente sin contrariar el espíritu ni el texto de la ley, sin ir ni más allá ni más acá que el texto fundamental, encuadran la ley dentro de su vigencia operativa e instrumentan la capacidad de que esa ley se convierta en una realidad por la observancia de los ciudadanos y por la aplicación responsable que de ella hagan las autoridades.

Esté usted seguro, señor diputado, que si ustedes aprueban esta Ley General de Población, el Reglamento que expida el Presidente de la República, será de estos últimos, un Reglamento respetuoso de sus propias facultades dentro del marco legal y que contribuya a operar eficientemente la ley de la materia; pero por lo que hace a su observación que si podría haber otras leyes que dentro de la gran materia demográfica profundizaran en ciertos aspectos ligados a la misma, es obvio que esta ley que está dentro de una concepción global de la estrategia del desenvolvimiento nacional y que hay, existen y existirán muchas otras normas, muchos otros artículos, o muchos otros cuerpos legales que se referirán a este gran problema general del desarrollo demográfico y del desarrollo económico y social del país que es el objetivo central de la iniciativa que hoy nos ocupa.

Hace rato referíamos que precisamente al reformarse el Código Sanitario ya se insertaba entre las facultades de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, que antes no la tenía, la posibilidad de ejecutar programas de planeación familiar que están contemplados a otro nivel aquí, a nivel de planeación, con objeto de influir en el crecimiento demográfico. Y tampoco ninguna circular ni ninguna actividad administrativa de aplicación de la ley que en su caso aprobará este Congreso, implicaría o tendría el propósito de desvirtuar sus altos fines porque el Ejecutivo de la Nación es consecuente al promover estos instrumentos con la necesidad de aplicarlos en forma racional y, como dice nuestra ley, mirando en todo al bien y prosperidad de la nación, o como decía Morelos, señor diputado, "Moderando la opulencia y la indigencia". (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Eugenio Ortiz Walls.

El C. diputado Eugenio Ortiz Walls: Señor Secretario de Gobernación: independientemente de que se esté o no de acuerdo con algunos de los postulados sostenidos por las diferentes teorías y políticas demográficas en boga, a todos nos preocupa el desequilibrio que existe entre la producción y distribución de bienes y servicios por una parte, y el crecimiento de la población mundial por la otra. Nuestra preocupación va más allá del hecho del crecimiento natural de la población, pues éste no se presenta con las mismas características y mucho menos determina problemáticas idénticas; es más, en ciertos casos el crecimiento de la población no llega a reconocerse problemático, como ocurre en los países altamente desarrollados y aun en algunos en vías de desarrollo. Cabe señalar, señor Secretario, que son las regiones geográficamente y las naciones que acusan bajos índices de desarrollo en tanto se registra mayor incremento de la población y más altas tasas de natalidad y de fecundidad.

Por lo expuesto y con objeto de que esta Cámara pueda valorar correctamente como pretende instrumentar la iniciativa enviada por el Ejecutivo Federal, la política demográfica

en relación al desarrollo integral del país, le agradeceremos, señor Secretario de Gobernación, que se sirva informarnos: Primero. Si considera que de mantenerse en México la actual tasa de crecimiento de la población por veinte años más, enfrentaremos un grave problema de sobrepoblación con todas sus consecuencias inherentes. Segundo. Si considera usted que en los programas de desarrollo económico, político y social de los últimos 30 años se ha aplicado una estrategia idónea, previsora y eficaz que contemple como objetivo primordial el mejoramiento de las condiciones de vida, es decir, de elevación de niveles de educación, de ocupación y de ingreso de la población rural. Y finalmente, ¿quisiera subrayar usted si el gobierno cuenta con un inventario básico nacional de los recursos naturales y humanos y si se está realizando la investigación necesaria sobre la estructura, dinámica y distribución de la población, para instrumentar la política demográfica propuesta?

El C. Secretario de Gobernación, licenciado Mario Moya Palencia: Señor diputado Ortiz Walls: Su escopeta de dos cañones tira simultáneamente, procuraré hacerle frente a su pregunta que tiene tantas vertientes interesantes.

Ya hemos dicho que el crecimiento de la población, que en México es de 3.5% anual en términos generales, es motivo de una gran preocupación, no sólo para el gobierno de la República, sino debe serlo para todos los sectores sociales, porque lo que está en juego cuando un desarrollo demográfico se acelera y sale fuera del control o de la regulación en un país, no es el destino de una institución, sino el destino de todos los habitantes de ese pueblo.

Precisamente, al gobierno del Presidente Echeverría le hubiera sido fácil, hubiera sido sencillo discurrir por el camino del menor esfuerzo, el continuar ignorando desde un punto de vista institucional, el problema de la demografía.

Ni en los tres siguientes años de gobierno, ni en los 10 o 20 restantes, podría modificarse trascendentalmente el crecimiento demográfico. Pero es que como ya lo hemos dicho en otras ocasiones, la mente de un estadista no actúa con una vinculación de inmediatez, sino que tiende la vista y prolonga su perspectiva hacia el porvenir, porque un país está hecho no sólo de los hombres y de las generaciones que actúan en un momento determinado, sino de la concatenación responsable, dinámica, fecunda de las generaciones sucesivas.

Somos, señores diputados, un pueblo constructor de pirámides. Observe usted Teotihuacán o Uxmal, y vea usted cómo cada uno de los estratos de las pirámides va cediendo lugar a otro más corto y ascendente, y así en una sucesión que pasma por su estética y por su funcionabilidad, se va logrando el cuerpo generoso del edificio y nunca termina, como las pirámides de otros pueblos, en una punta o en un punto hacia el infinito. Así es el desarrollo del pueblo mexicano en su aspecto social y económico; como una de esas grandes pirámides que va prestando en cada uno de sus estratos, en cada uno de sus pisos, en cada uno de sus momentos históricos, sustento al siguiente esfuerzo nacional, y perspectiva no para llegar a un punto infinito, sino para realizar siempre como un objetivo humano y racional, la construcción de una plataforma de la cual nuestros descendientes tengan a su vez otro estrato, otro piso, otro momento histórico que construir.

Así, pues, que la concepción del fenómeno demográfico en este momento histórico, parte se inspira, se motiva y se proyecta dentro de una perspectiva general, global del desarrollo histórico de la nación.

Al valorizar que el 3.5 por ciento del crecimiento demográfico que implica el nacimiento de dos millones y medio de nuevos mexicanos cada año, con toda su carga de servicios sociales, educativos, municipales, y la necesidad de ampliar el aparato productivo para realizar, crear, los frutos y los alimentos y las subsistencias necesarias para subvenir a la vida de esos mexicanos; al darse cuenta que el rejuvenecimiento de la población, que hemos dicho que tiene una estructura, afecta también a una composición piramidal amplia en sus bases, pues la mitad de la población es menor de 15 años; al darse cuenta de que ese ritmo, esa velocidad, esa dinámica del crecimiento, va multiplicando los fenómenos y que la distribución de esa población en el territorio nacional no está equilibrada, como no es tampoco desgraciadamente igual la percepción que de los frutos del desarrollo hacemos y nos distribuimos los mexicanos; el Presidente Echeverría ha creído llegado el momento de encarar, con una gran responsabilidad de gobernante, el fenómeno demográfico e insertarlo dentro de nuestra estrategia general de desarrollo. Me dice usted, que si tenemos esa estrategia o que si la tuvimos en el pasado, es evidente que las generaciones se concatenan, como he dicho, y que de nuestra historia fluyen los elementos constitutivos de nuestra nacionalidad, de nuestras instituciones y los derroteros y las líneas de nuestro desarrollo.

Ya hacíamos mención que después del momento armado de la Revolución Mexicana, la estrategia de nuestro desarrollo tuvo que ser encaminada no sólo a crear los satisfactores a las necesidades, sino los recursos humanos, para poblar el país y para movilizar en las zonas rurales y urbanas la vida económica de la nación.

Pero que llega un momento que sin abdicar a ese compromiso, sin dar marcha atrás, ni desviar ese proceso de desarrollo, sino por lo contrario acelerándolo, profundizándolo, es necesario compensar también el efecto diluyente de la población, regulando, estabilizando racionalmente la multiplicación, la reproducción de los mexicanos.

El mejoramiento de los niveles rurales y urbanos de vida a los que usted se refería, y la baja de la natalidad y de la morbilidad que han sido causas eficientes, que han creado las condiciones para que este terrible, tremenda explosivo crecimiento demográfico se realice, son

precisamente la mejor respuesta a la pregunta de usted, en el sentido de qué tan exitosa ha sido la estrategia del desarrollo mexicano en el pasado. Si hubiera fracasado la Revolución Mexicana no se hubieran dado las condiciones de vida para el desarrollo demográfico, para el incremento de la población que tenemos; no se hubieran dado las condiciones de sociabilidad; las mejores condiciones educativas; el descenso de los niveles de mortalidad y de morbilidad que han hecho posible el crecimiento acelerado de la población. Pero por eso también, por este exceso poblacional que vivimos en los últimos años, muchos de los efectos positivos de nuestro desarrollo, muchas de las grandes conquistas logradas en el terreno económico, en el terreno educativo, en el terreno político, en el terreno social por la Revolución Mexicana, se han visto disminuidas, como decíamos diluidas, por esa avalancha humana que es el crecimiento demográfico. Los planes que hemos realizado en muchas materias, se han visto pronto rebasados por la realidad demográfica. Ustedes tienen, señores diputados, todos, experiencias personales en sus distritos de la obra constructiva del gobierno y del pueblo de México que se ha venido acumulando y se ha ido desarrollando y ha ido creciendo aparentemente al doble del crecimiento demográfico, 7% crece el producto nacional bruto y 3.5% crece la población; pero la realidad implícita en la estructura de la población y en la desigualdad social nos está indicando hasta qué punto ese proceso de desarrollo se ve diluido, como cuando un líquido rojo se vierte en una tina de agua y se hace color de rosa, en esa planicie llena de aristas del crecimiento poblacional. Por eso, sin abdicar de los propósitos y de los fines de nuestra estrategia, que es llevar cada vez a mayor número de mexicanos a la participación libre, consciente de los bienes de la cultura, de la economía y del bienestar social; profundizando todas las estrategias para llegar a ese desiderátum. El gobierno del Presidente de la República incorpora dentro de la estrategia global de desarrollo en esta ley, un propósito complementario, un elemento complementador, estabilizador del proceso de desarrollo, que es la reducción consciente, racional dentro de un campo de libertad y respeto a la dignidad humana del crecimiento de las familias. Y lo hace convencido que si no hubiera sido esa línea de desarrollo, que si no fuera nuestra filosofía humanista y revolucionaria la conveniente para el cuadro de transformación de la sociedad mexicana, no se hubieran dado precisamente los resultados que ahora nos hacen reexaminar el problema demográfico.

Los inventarios de los recursos naturales y humanos, son como todos los inventarios, producto de un proceso dinámico; yo podría mencionarle una serie de estudios y una serie de instituciones que se dedican a recabar los inventarios físicos y humanos del país. De reciente creación es la CETANAL, la Comisión de Estudios del Territorio Nacional, que está haciendo levantamiento aerofotogramétrico de toda la nación; y la medición edatológica de las posibilidades del suelo. Se ha creado una Subsecretaría y se expidió una ley para prevenir la contaminación del medio ambiente, porque uno de los propósitos de la humanidad en este momento, es preservar la ecología, el equilibrio del hombre respecto de su medio físico, y también en esa materia se está actuando. Aquí mismo en esta ley, se abre la puerta para crear el registro de los recursos humanos, con el registro de identidad de población, y recientemente cuando el Presidente Echeverría con una actitud visionaria concedió la semana de 5 días a los trabajadores al Servicio del Estado, creó también la Comisión de Recursos Humanos para planear las actividades del sector público en esa materia. Por otra parte, como lo decíamos al contestar la pregunta del señor diputado del Partido Popular Socialista, crecen los esfuerzos del país para la planeación del desarrollo económico y social y la coordinación de las distintas dependencias que acopian no sólo datos, sino las experiencias reales de su trabajo y de su actividad, con objeto de conjugarlos dentro de la perspectiva general de crecimiento de este país.

Entonces, señor diputado, yo pienso que nuestra estrategia del desarrollo hasta ahora ha sido idónea, que incluso, de su éxito, de su éxito contra la muerte y en favor de la vida; de su éxito en favor de las clases populares que han visto elevados sus niveles de desarrollo y que por eso se han multiplicado y han crecido más; de su éxito en cuanto a la estructuración de la población que no se ha convertido en una población decrépita, sino se ha ido rejuveneciendo y revitalizando; de todos esos resultados positivos de la Revolución Mexicana se desprende el momento de reencauzar ese desarrollo con un sentido más profundamente revolucionario, más solidario, más independiente y apoyándolo con una política demográfica que sea congruente, que no sea paralela, sino que esté inmersa en los propósitos de desarrollo para llevar a esta nación como todos lo deseamos, como estoy seguro yo, que ustedes también lo desean, hacia su plenitud: la revalorización completa del hombre como ser humano y como parte de un grupo para obtener justa y equitativamente los frutos de ese desarrollo, los frutos de la cultura y del bienestar social. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Pedro Bonilla Díaz de la Vega.

El C. diputado Pedro Bonilla Díaz de la Vega: Señor Secretario de Gobernación: En el artículo tercero, fracción V, de la Iniciativa de Ley que nos ocupa, se establece que es facultad de la Secretaría de Gobernación promover la plena integración de los grupos marginados al desarrollo nacional. Mi partido, el Partido Popular Socialista, interpreta, aunque no comparte, las tesis que en estos grupos llamados marginados se incluyan a los núcleos indígenas que viven en el territorio nacional. Partiendo de este supuesto, nuestro partido considera que la integración de los grupos que tienen características de marginados y las de los núcleos

indígenas siguen vías diferentes, ya que las razones de su marginación son distintas. Sin caer en el egocentrismo, nosotros siempre hemos opinado que los grupos indígenas entran en un auténtico proceso de integración nacional cuando el Estado impulsa el desarrollo de sus fuerzas productivas tales como el desarrollo de sus artesanías manteniendo la pureza de su estilo, ya asegurándoles mercados para sus productos, cuando, se crean ejidos forestales en las zonas madereras, cuando se eliminan de la economía indígena a los comerciantes e intermediados, cuando se valora su acervo cultural, y se respeta su lengua nativa y se les estimula a despojarse del complejo de inferioridad que desde la Conquista se ha alimentado por quienes los explotan.

¿No considera usted, señor Secretario, que quedaría mejor la ley agregando un inciso que precise la condición social de los grupos indígenas y la vía de su auténtica incorporación?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Bonilla Díaz de la Vega.

Es absolutamente deliberado el término de integración de los grupos marginados al desarrollo nacional que emplea la Iniciativa de la Ley, señalándolo como uno de los objetivos de la política demográfica.

Nosotros creemos, sustentamos ese criterio, que el concepto de incorporación de los grupos indígenas a la vida nacional a que usted se ha referido, obedece a un punto de vista europeizante y etnológico, exclusivamente etnológico, de la aculturación de los grupos de origen indígena.

El término incorporación a la civilización, implicaba una actitud clasista, pro imperialista incluso, implicaba la noción de que la cultura indígena era una subcultura, inferior que no era la cultura nacional, que no tenía nada que ver con ese modelo que se había formado después de la Conquista, ciertamente con aportación nacional pero que al decir de los que sustentaban esta tesis, era predominantemente europeo, y en consecuencia la mejor forma que podía tener este país de hacer progresar a los grupos indígenas, sería rescatarlos de esa cultura inferior a la que pertenecían y acto seguido incorporarlos a ese modelo extraño, digo yo, de desarrollo.

En el Congreso de Pátzcuaro, el Congreso Interamericano Indigenista de Pátzcuaro, que se realizó en 1940 siendo Presidente de la República el señor general Lázaro Cárdenas, se impugnó el término incorporación y quedó aceptado por todos los representantes del indigenismo latinoamericano, en México, que se usara en sustitución de este término el de integración con todas sus consecuencias, como usted ha señalado, entre otras las de respeto a la identidad, a los hábitos de vida, a los patrones culturales de los núcleos indígenas.

Integrarlos al desarrollo nacional no es quitarles su forma de vida, no es castellanizarlos directamente sin un intermedio bilingüe; no es decirles que ya no sigan viviendo como estaban viviendo antes en el aspecto emotivo y social; quitarles sus creencias religiosas, incluso; despojarlos de ciertos hábitos endógenos y exógenos que los vinculaban o los separaban del contexto nacional, sino integrarlos con todo y su civilización, buscando que su civilización enriqueciera a la cultura nacional, considerada en términos amplios.

Por eso es que hablar de incorporar a núcleos indígenas, como exposición de esa vieja tesis que no queremos recordar, ha sido superado en la terminología de la iniciativa de Ley General de Población y el término ha sido sustituido por el término de integración que responde con más fidelidad, tanto a las perspectivas demográficas de la verdadera integración de lo núcleos indígenas, cualquiera que sea su origen, y de cualquier otro núcleo, aunque no sea indígena, pero que se encuentre marginado de los beneficios de la cultura, de la economía y del bienestar social, a ese proceso de desarrollo social y económico de la nación.

Para nosotros, no debe guiar a nuestro criterio, la acción de la autoridad administrativa en materia demográfica para integrar un grupo marginado, el hecho que sea o no sea indígena. Si es indígena, hablamos de integrarlo con su cultura y respetando sus costumbres y su identidad, cultura y su sensibilidad humana. Si no lo es, lo integraremos también porque en el fondo la integración no es más que proporcionarles las condiciones para que goce de los beneficios de la producción y de la distribución equitativa de los bienes.

Para nosotros, repito, señor diputado, un ser marginado tiene derecho a desmarginarse, sea o no sea indígena. Es por eso que la Ley acoge ese término de integración y no acepta el señalar con un criterio exclusivamente étnico, el viejo concepto de incorporación o fusión étnica a la civilización mestiza, digámoslo así, de los grupos indígenas, por considerarlo absolutamente superado y rebasado por nuestra experiencia histórica. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Mario Ruiz de Chávez.

El C. Mario Ruiz de Chávez: La iniciativa que hoy comentamos, plantea, ciudadano Secretario de Gobernación, uno de los temas centrales para asegurar el desarrollo autónomo de nuestro país. Creemos los diputados que de alguna manera debe limitarse desde luego la emigración de profesionales, técnicos y científicos. formados al amparo del sistema educativo nacional. Sin embargo, surge un interrogante, ¿de qué manera podría la autoridad administrativa limitar la emigración de nacionales de estas características , sin violar las garantías individuales que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Ruiz de Chávez, es un tema muy importante, muy digno de considerar también este al que usted se refiere, el de la llamada "fuga de cerebros". Es evidente que el impulso constructivo y de transformación de una sociedad, la proyección histórica de un país, requiere del esfuerzo de todos sus hijos pero señaladamente de aquellos más capacitados por la educación, por la investigación, por la ciencia aplicada que

es la tecnología, para sumar ese esfuerzo y esas capacidades al esfuerzo común.

La iniciativa contempla en forma general y confiere por lo consecuente facultades al órgano administrativo para regular y, en su caso, limitar la emigración de mexicanos al exterior. Desde luego esta posibilidad está contemplada en la Constitución General de la República y de manera alguna los preceptos de la iniciativa pueden resultar inconstitucionales.

El artículo 11 de nuestra Constitución dice que: "Todo hombre tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes". Y agrega: "El ejercicio de este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial en los casos de responsabilidad criminal y aun a las de la autoridad administrativa por lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre emigración y salubridad general de la República o sobre extranjeros perniciosos residentes en el país". O sea que la propia Constitución ya pensó que en un momento dado de la vida del país podría limitarse por causas de interés social, tanto la inmigración que es la recepción de extranjeros dentro de nuestro territorio, como la emigración o sea la salida de mexicanos, e incluso de ciertos extranjeros residentes en el país, fuera de sus fronteras. Esto vale tanto para regular las corrientes migratorias masivas, por ejemplo la de los trabajadores migratorios en un momento dado, como la emigración individual de ciertos elementos, de ciertas personas que tengan un valor definitivo para el desarrollo del país.

Ahora bien, concebida nuestra ley, dentro del marco general del desarrollo nacional tiene que interpretarse también, haciendo uso de todas las medidas y de toda la normatividad que informa el cuerpo jurídico que instrumenta ese desarrollo. Yo no creo que ninguna disposición administrativa pueda ser profundamente eficaz para contener la emigración de científicos y tecnólogos si no existen en nuestro país las condiciones necesarias para ser evolutivo, para desarrollar por medio de instituciones académicas, por medio de instituciones de investigación, por medio de incorporación de los científicos y de los técnicos a las empresas públicas y privadas que están gastando el desarrollo económico y social del país, a efecto de que esas condiciones actúen como arraigantes de estos cerebros, de estos hombres más preparados que la media de la comunidad nacional y que puedan y deben seguir prestando sus servicios al desarrollo colectivo.

Precisamente estoy pensando en la necesidad de profundizar en esta materia , de arraigar a los mexicanos, de crear condiciones mejores para el desarrollo de la ciencia y de la tecnología, que el Presidente de la República promovió hace tres años casi, una ley como ustedes saben, que crea el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que tiene entre otras de sus facultades, la de estimular que existan esas condiciones viables y favorables para la investigación y para el desarrollo de la tecnología en nuestro país; y establecer convenios de cooperación internacional, para evitar ese desbalance de esa balanza de pagos cultural y tecnológica, que se establece cuando hay fuga de cerebros.

Aunque en esta materia existen pocas estadísticas, sí le puedo asegurar a usted, señor diputado, que está tan interesado en este tema capital de nuestro desarrollo, que cada vez desciende el número de técnicos y científicos, investigadores mexicanos de alto nivel que salen de las fronteras nacionales. En primer lugar, porque se ha promovido un alza en las remuneraciones y en los estímulos para estos técnicos y para estos científicos. En segundo lugar, porque se está instrumentando a través de todo el proceso educativo una posibilidad de mayor captación dentro de esta instituciones académicas y educativas de científicos y técnicos de alto nivel; en tercero, porque está en marcha un programa de instalación y equipamiento de laboratorios de prueba y de experimento y ensayo, y de investigación, con objeto de que muchos técnicos y muchos científicos que no podían continuar sus investigaciones y desarrollando sus ideas en el medio nacional por carencia de esas instalaciones, puedan hacerlo aquí, puedan continuarlas aquí de hoy en adelante.

Del programa de becas del CONACYT que asciende a 5,800 becarios, sólo 3 han emigrado fuera del país a prestar sus servicios en otra nación, y creemos que esta emigración es temporal, porque también tiene efectos de capacitación para muchos de ellos.

El resto está trabajando dentro de las instituciones públicas y privadas nacionales.

En otras épocas, a partir de 1951 era frecuente registrar por lo menos 150 técnicos, científicos o por lo menos profesionales de alto nivel, especialmente médicos, que emigraban al extranjero, hacia los Estados Unidos en forma fundamental, cada año. Esta curva ha ido descendiendo y de 250 que eran en 1957, el año antepasado se registraron sólo 92. Esto unido, como decía, a los convenios de cooperación científica y técnica con otras naciones que permitan regular este intercambio migratorio porque al mismo tiempo que salen algunos cerebros o algunos hombres preparados del país, están llegando a México técnicos extranjeros capacitados que vienen contratados para hacer investigaciones y trabajos técnicos a largo plazo que verdaderamente contribuyan al desarrollo de la tecnología y de la ciencia nacionales, que compensan esa salida y que le dan un sentido universal al desarrollo científico y tecnológico nacional. Debemos procurarlos, porque no sólo a través de las leyes migratorias, sino fundamentalmente a través de las condiciones y los estímulos al trabajo de los técnicos y de los científicos; del auge de las organizaciones y de las instituciones de alta cultura, de las universidades, de los tecnológicos, de los institutos de investigación, se vayan creando cada vez mejores condiciones para el arraigo de nuestros mejores y más destacados hombres, porque, al fin y al cabo, como ha dicho en alguna ocasión el señor Presidente Echeverría, lo que verdaderamente importa no es tanto tener una ciencia o una técnica independientes, sino ser independientes por la ciencia y la tecnología.

(Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Carlos Madrazo Pintado.

El C. diputado Carlos Madrazo Pintado: C. Secretario de Gobernación: dado el momento histórico por el que atraviesa nuestra sociedad, surge una pregunta cuya respuesta sería sumamente ilustrativa para esta representación popular.

¿En qué medida la explosión demográfica produce tensiones que originan conductas antisociales?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Madrazo: No se ha descubierto una relación inmediata entre alto crecimiento demográfico y tensiones sociales que precipiten conductas antisociales. Se podría decir que tanto en muchos países de amplio volumen de población y de altos niveles de crecimiento, existen esas tensiones y se provocan esos conflictos, como existen también que países muy desarrollados con bajos niveles de crecimiento natal y con población relativamente reducida.

El principio podría enunciarse también así: Ningún país tiene seguro contra las tensiones sociales o contra los hechos antisociales. Pero lo que sí pienso yo que está íntimamente relacionado, es la existencia de esas tensiones sociales que llegan a producir en algunos casos conducta francamente antisocial, con los bajos niveles de desarrollo. Mientras no logre un pueblo ampliar su capacidad productiva, sobre todo igualar en términos racionales, dentro de su proceso de desarrollo, el acceso de las grandes mayorías populares a los beneficios de la economía, de la cultura, del crecimiento social, es fácil, es evidente, que se producen y seguirán produciendo tensiones sociales.

Creo que si alguna clave existe para la tranquilidad social, para la estabilidad política de un país, es que como lo afirman algunos politólogos, el desarrollo político no sólo se basa en la modernización y en la operancia de sus instituciones, que es uno de los elementos constitutivos, del desarrollo político; no sólo, con ser esto muy importante, que esa operancia institucional, que esa eficacia de las instituciones para modernizarse, para ir respondiendo a las necesidades del tiempo futuro que se hace tan rápidamente tiempo presente, sino que aparte la institución política se apoye en un cada vez más basto consenso popular que identifique desde su base hasta la cúspide, en un solo haz de esfuerzos, la comunidad de intereses de la nación, mediante la participación política y democrática de sus distintos sectores, de sus distintas formas de opinión. Pero que ese país dotado de esa institucionalidad y de esa eficacia y de un creciente ritmo de consenso popular, de una ampliación de las bases de sustentamiento del poder político, vaya ganando terreno en la capacidad para orientar el desarrollo económico y social. En la medida en que en un país, en la medida que en nuestro país, no sólo modernice sus instituciones, no sólo amplíe, como lo ha ampliado, las vías de participación democrática y política, lo que quiere decir las bases legítimas de sustentamiento del poder público, sino perfeccione su capacidad intrínseca para orientar el desarrollo económico y social, para incorporar a cada vez mayor número de mexicanos a los beneficios de ese desarrollo, para ampliar la planta productiva y para realizar todo eso con fidelidad a nuestra tradición histórica, a nuestra normatividad jurídica, a nuestra Constitución Política, a nuestra realidad económica y social, a nuestra idiosincrasia y a nuestra perspectiva de desenvolvimiento para crear cada vez más una sociedad más justa, vinculada por relaciones más equitativas, de la cual surja un mexicano más capaz para enfrentarse a los retos del desarrollo, más armado para imponerse a los desafíos de la transformación, en esa medida cederán los conflictos sociales, y en esa medida descenderán también las por fortuna aisladas actitudes antisociales como las que últimamente hemos padecido. (Aplausos.)

Es vinculando los esfuerzos colectivos, es asimilando y conjugando las potencialidades creadoras de todos los sectores de la nación; es consolidando las bases de una alianza popular revolucionaria, basada en los propósitos de transformación independiente del país, como se irán superando paulatinamente, menos de prisa de lo que nosotros queremos pero más de prisa de quienes no lo quieren, los conflictos y las contradicciones de una sociedad joven, de un país en desarrollo que tiene además la explosión demográfica que hoy ha ocupado fundamentalmente esta sesión.

Yo pienso que uno de los medios para robustecer esa alianza, esa solidaridad, es ampliar cada vez más este diálogo permanente en que el Presidente Echeverría se ha empeñado, que vincula, que une, a todos los sectores y a todas las entidades del país. Un diálogo que vaya desde la Presidencia de la República hasta el más modesto de los hogares mexicanos, desde la voz del jefe de las instituciones nacionales hasta la voz de la más modesta mujer mexicana, del joven, del niño, del trabajador, del campesino, del empleado, del componente de esas clases medias populares, que son las clases medias emergentes, producto del desarrollo nacional; en que de consuno acabemos de planear; orientemos, corrijamos cuando sea necesario, afirmemos y profundicemos la estrategia de desenvolvimiento de nuestra nación. En la medida en que cada vez más mexicanos quepan, en el sentido más práctico de la palabra, en la obra de transformar el país; en la medida en que las instituciones arbitren por los medios de derecho los conflictos; en la medida en que nuestra producción nacional sea eficaz para realizar los bienes físicos y de capital para el consumo nacional; y en la medida que el aparato productivo corresponda un aparato distributivo, eficiente para hacer llegar esos frutos de la economía a los grandes sectores populares, en esa medida se intensifica la solidaridad de los mexicanos, dentro de un proceso de desarrollo, basado en una economía mixta, en la cual el Gobierno de la República, el sector público como orientador del proceso, tiene grandes responsabilidades que comparte con el sector privado y con el sector social, formado

por la gran mayoría de los mexicanos, por la fuerza del trabajo, orientándolo fundamentalmente hacia la superación de los niveles de vida de la comunidad.

Por eso, esta iniciativa de Ley General de Población que hoy contemplamos se inscribe en esos propósitos, respeta esa estrategia, y es un instrumento para la liberación del mexicano, para la transformación de la mujer, para la adecuación de todos los elementos de desarrollo y su vinculación al fenómeno de crecimiento poblacional.

Si ustedes aprueban esta ley como el Congreso de la República ha aprobado otras leyes transformadoras y revolucionarias del Presidente Echeverría, habremos logrado todos los mexicanos una más de una larga serie de conquistas irreversibles que formarán a partir de ahora, patrimonio indeclinable de nuestro pueblo.

El enfoque de esta ley, repito, no lleva como objetivo sustituir al desarrollo con la reducción de la población. Lleva por lo contrario implícito un alto índice de conjugación de todos los esfuerzos de los mexicanos y al mismo tiempo una alta reducción de la natalidad, simplemente para no diluir los esfuerzos de ese desarrollo en el mar de la población. El poder triunfador, el poder transformador de la voluntad de los mexicanos hará el resto. Yo estoy convencido de que una ley no es sino un marco para transformar la realidad, pero que sólo son las fuerzas sociales, los hechos económicos, la capacidad cultural, científica y tecnológica del pueblo, su vitalidad creadora, la que transforma las instituciones y los sistemas de vida. Y si ustedes lo hacen habrá un día, dentro de muchos años en que la historia recuerde a un Presidente visionario, a un estadista revolucionario que contempló con seriedad, con profundo interés su momento histórico, como hombre de su tiempo hizo frente a los desafíos que la hora le presentaba y mandó a un Congreso formado por los hombres libres y responsables un Proyecto de Ley en que se avizoraba el principio de una nueva estrategia de desarrollo combinada por el aceleramiento de la producción y la mejor distribución de los bienes y la reducción del crecimiento demográfico, para entrar en ese período de transición que es el preludio para que este país se convierta en lo que los demógrafos de hoy llaman una potencia media; estable en sus perspectivas políticas, profunda en sus realizaciones económicas justa en la distribución de sus beneficios sociales. Y entonces quien lea las constancias que ustedes habrán de producir en el debate de esta ley, estará seguro que Luis Echeverría y el Congreso de la República en esta Legislatura entraron juntos a la historia. (Aplausos nutridos.)

El C. Presidente: Ciudadano Secretario de Gobernación: en nombre de la Cámara de Diputados de la XLIX Legislatura del Congreso de la Unión, me permito expresar el reconocimiento de este Cuerpo Legislativo al C. Presidente de la República, por haber autorizado la comparecencia de usted, ante la Representación Nacional, para informar a esta asamblea sobre los motivos y propósitos que originaron la Iniciativa de Ley General de Población.

A usted, señor licenciado Mario Moya Palencia, le pedimos aceptar nuestra complacencia por las amplias consideraciones que ha tenido a bien hacernos relacionadas con esta ley, misma que han satisfecho plenamente a esta asamblea legislativa, y que habrán de ser para esta Cámara de Diputados de suma utilidad en el proceso legislativo en el que habremos de poner el mejor de nuestros esfuerzos y convicciones. Ruego a usted, licenciado Mario Moya Palencia, hacer llegar un cordial saludo al C. Presidente de la República, Luis Echeverría Alvarez. (Aplausos.)

Esta Cámara de Diputados agradece también la presencia en esta sesión de la Comisión del Senado de la República, de los diputados constituyentes, del señor licenciado Antonio Carrillo Flores, del señor Subsecretario de Gobernación, licenciado Sergio García Ramírez, de los representantes de los distintos partidos políticos a los representantes de organizaciones campesinas, obreras y populares y a todos los distinguidos visitantes que nos hicieron el honor de acompañarnos.

El C. Presidente: Rogamos a la comisión designada para recibir al señor Secretario de Gobernación, lo invite a acompañarle cuando él lo considere prudente.

La Comisión cumple su contenido. (Aplausos.)

Continúe la Secretaría con los documentos del Orden del Día.

OFICIOS DE LA SECRETARIA

DE GOBERNACIÓN

Condecoraciones

- El C. Secretario Jesús Elías Piña:

"Escudo Nacional.- Secretaría de Gobernación.

CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- Presentes.

La Secretaría de Relaciones Exteriores se ha dirigido a ésta de Gobernación, con fecha 10 del actual, manifestando lo siguiente:

'Ruego a usted atentamente que tenga a bien solicitar del H. Congreso de la Unión el permiso a que se refiere la fracción III, apartado B, del artículo 37 de nuestra Constitución Política para que el C. licenciado Luis H. Ducoing Gamba, ex- Presidente de la Gran Comisión de la H. Cámara de Diputados y Gobernador electo del Estado de Guanajuato, pueda aceptar y usar la Condecoración de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania que, en el grado de Gran Cruz de Segunda Clase, le confirió el citado Gobierno. Con el presente remito a usted dos copias fotostáticas de la nota en que la Embajada de la República Federal de Alemania solicita se inicien los trámites pertinentes. Agradeceré a usted envíe una copia de la comunicación al H. Congreso de la Unión al solicitar el permiso correspondiente.'

Lo que transcribo a ustedes, para su conocimiento y fines legales procedentes , enviándoles con el presente copia del anexo a que se hace referencia. Reitero a ustedes en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

México, D. F., a 24 de septiembre de 1973.- Por acuerdo del C. Secretario, el Director General de Gobierno, licenciado Manuel Bartlett."

- Trámite: Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.- Secretaría de Gobernación.

CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- Presentes.

A continuación transcribo a ustedes, para su conocimiento y fines legales procedentes, oficio que la Secretaría de Relaciones Exteriores dirigió a ésta de Gobernación, con fecha 19 del actual:

`Ruego a usted atentamente que tenga a bien solicitar del H. Congreso de la Unión el permiso a que se refiere la fracción III, apartado B, del artículo 37 de nuestra Constitución Política para que el C. almirante Luis M. Bravo Carrera, Secretario de Marina, pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden del Mérito Naval que, en el grado de Gran Oficial, le confirió el Gobierno de Brasil. Con el presente remito a usted dos copias fotostáticas de la nota en que la Embajada de Brasil solicita se inicien los trámites pertinentes. Agradeceré a usted envíe una copia de la comunicación antes citada al H. Congreso de la Unión al solicitar el permiso correspondiente.'

Al comunicar a ustedes lo anterior les envío con el presente copia del anexo relativo, reiterándoles en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

México, D. F., a 24 de septiembre de 1973.

- Por Ac. del C. Secretario, el Director General, licenciado Manuel Bartlett." - Trámite: Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.- Secretaría de Gobernación.

CC. secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- Presentes.

La Secretaría de Relaciones Exteriores se ha dirigido a ésta de Gobernación , con fecha 19 del actual, manifestando lo siguiente:

`Ruego a usted atentamente tenga a bien solicitar del H. Congreso de la Unión el permiso a que se refiere la fracción III, Apartado B, del artículo 37 de nuestra Constitución Política, para que el C. Manuel Tello Macías, Director en Jefe en esta Secretaría, pueda aceptar y usar la Condecoración de la Orden de Vasco Nuñez de Balboa que, en el grado de Gran Cruz, le confirió el Gobierno de Panamá. Con el presente remito a usted dos copias fotostáticas de la comunicación que la Embajada de Panamá dirigió al citado señor Tello Macías, comunicándole el otorgamiento de la presea arriba mencionada, en la inteligencia de que en el expediente que del C. Tello Macías se lleva en la Dirección General del Servicio Diplomático, obra copia certificada de su acta de nacimiento. Agradeceré a usted envíe al H. Congreso de la Unión una de las fotostáticas de la comunicación arriba mencionada".

Lo que transcribo a ustedes, para su conocimiento y fines legales procedentes , enviándoles con el presente copia del anexo a que se hace referencia.

Les reitero mi atenta consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

México, D. F., a 24 de septiembre de 1973.- Por acuerdo del C. Secretario , el Director General, licenciado Manuel Bartlett."

- Trámite: Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

- El C. secretario José Luis Escobar Herrera:

"Escudo Nacional.- Secretaría de Gobernación.

CC. secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- Presentes.

A continuación transcribo a ustedes, para su conocimiento y fines legales procedentes, oficio que la Secretaría de Relaciones Exteriores dirigió a ésta de Gobernación, con fecha 8 del actual:

`Ruego a usted que tenga a bien solicitar del H. Congreso de la Unión el permiso a que se refiere la fracción III, Apartado B, del artículo 37 de nuestra Constitución Política para que el C. general de división Federico Amaya Rodríguez pueda aceptar y usar la Placa de Oficial de Estado Mayor `Honoris Causa' de las Fuerzas Armadas de la República del Paraguay, que le confirió el citado gobierno. Con el presente remito a usted dos copias fotostáticas del diploma que se le otorgó con la mencionada presea, así como dos copias fotostáticas de su acta de nacimiento. Agradeceré a usted envíe una copia de cada uno de los documentos arriba mencionados al H. Congreso de la Unión al solicitar el permiso correspondiente'.

Al comunicar a ustedes lo anterior les envío con el presente copias de los anexos a que se hace referencia, reiterándoles en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

México, D. F., a 10 de octubre de 1973.- Por acuerdo del C. Secretario, el Director General, licenciado Manuel Bartlett."

- Trámite: Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

SOLICITUDES DE PARTICULARES

Condecoraciones

- El C. Secretario José Luis Escobar Herrera:

"Honorable Congreso de la Unión:

Javier Ohtón Aragón Martínez, por mi propio derecho, ante ese Congreso, respetuosamente expongo:

Soy mexicano por nacimiento e hijo de padres mexicanos.

Su Majestad, la Reyna Isabel II del Reino Unido de la Gran Bretaña me ha concedido la condecoración como Funcionario Honorario de la Muy Excelente Orden del Imperio Británico (Badge of an Honorary Officer of Her Majesty's Most Excellent Order of the British Empire), de acuerdo con la fracción III del inciso b, del artículo 37 de la Constitución Mexicana, vengo a solicitar permiso para aceptar y usar la condecoración a que más arriba me he referido, sin perder la ciudadanía mexicana.

El diploma en que se confiere la condecoración, aún no me ha sido entregado, por lo que el único documento oficial que puedo exhibir en prueba de la exactitud de mis afirmaciones, es una copia de la carta que se Excelencia el señor Embajador de la Gran Bretaña, John E. Galsworthy, me envió al anunciarme que la condecoración se me había concedido.

Acompaño asimismo, una traducción al español de dicha carta.

Por lo expuesto a ese H. Congreso, pido:

Primero. Concederme la autorización para aceptar y usar la condecoración a que más arriba me he referido.

Segundo. Tener por autorizados indistintamente para tramitar esta solicitud , recibir la autorización que se me otorgue y toda clase de documentos y notificaciones, al señor licenciado Gastón Villegas, y a los señores pasantes en Derecho Roberto Cassis, Armando Lerch, José Sánchez Navarro y Carlos Bernal.

Tercero. Tener por señalado como domicilio para recibir notificaciones, el 7o. piso del edificio número 14 de la Avenida Juárez, de esta ciudad. México, D. F., a 8 de octubre de 1973.- Rúbrica."

- Trámite: Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

- El mismo C. Secretario

México, D. F., a 11 de octubre de 1973.

A los CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Ciudad.

Me es grato dirigirme a ustedes para hacer de su conocimiento lo siguiente:

1. El día 16 de enero del presente año me fue otorgada, por Resolución Suprema número 0035- 73- MA/DP del Gobierno de la República del Perú, la condecoración Cruz Peruana al Mérito Naval, en el Grado de Gran Oficial, al finalizar mi gestión como Agregado Naval a la Embajada de México en ese país.

2. Consecuentemente con lo anterior, solicito se tramite lo necesario para que el H. Congreso de la Unión me conceda el permiso correspondiente para el uso de la condecoración citada, de conformidad con la fracción III, apartado B, del artículo 37 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

3. Se adjuntan los siguientes documentos:

a) copia fotostática certificada por la oficina del Detall de la Comandancia General de la Armada, del acta de nacimiento del suscrito.

b) Copia fotostática de la Propuesta del Consejo de la condecoración Cruz Peruana, al Mérito Naval al señor Presidente de la República del Perú.

c) Copia fotostática de la Resolución Suprema número 0035- 73- MA/DP.

d) Copia fotostática del diploma de otorgamiento de la tantas veces citada condecoración.

Atentamente.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

El vicealmirante CG (Ret.) Raúl Niembro Godínez."

- Trámite: Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

- El mismo C. Secretario

"Embajada de Finlandia.

La Embajada de Finlandia saluda atentamente a la H. Cámara de Diputados del Congreso de Diputados de la Unión y tiene el honor de someter a su debida consideración, la solicitud original formulada y firmada por el Vicecónsul de Finlandia en Tampico, señor Gustavo González Terán, para obtener permiso de recibir el grado y la insignia de primera clase de Caballero de la Orden de León de Finlandia. Esta solicitud va acompañada de la copia de la carta número 605 del 16 de julio de 1973 por la que se comunicó en su día al interesado, el otorgamiento de la mencionada condecoración así como un ejemplar del acta de nacimiento del interesado.

Está Misión ruega encarecidamente a esa Comisión, tenga a bien conceder al interesado el permiso que está solicitando e informarle sobre su decisión , directamente o por medio de esta Embajada.

La Embajada de Finlandia aprovecha esta ocasión para reiterar a la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión el testimonio de su más alta consideración.

México, D. F., a 27 de septiembre de 1973."

- Trámite: Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

- El mismo C. Secretario: Señor Presidente, se han agotado los asuntos del orden del día.

SESIÓN SOLEMNE EN MEMORIA

DE LÁZARO CÁRDENAS

El C. Presidente: Suplicamos a los señores diputados sentarse en sus curules.

El C. Fedro Guillén: Pido la palabra señor Presidente.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Fedro Guillén: Para leer una iniciativa para que se celebre una sesión solemne en honor del general Lázaro Cárdenas.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

"Iniciativa para que se haga una sesión solemne a Lázaro Cárdenas en la Cámara de Diputados.

Señor doctor y diputado Arnoldo Villarreal Zertuche, Presidente de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

De conformidad con el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, por medio del presente, solicitamos a esa Presidencia que, con dispensa de trámite sea leída y en su caso aprobada la proposición para que se haga una sesión solemne en homenaje a Lázaro Cárdenas. Esta proposición se funda en los méritos sobresalientes del ex Presidente general Lázaro Cárdenas puestos al servicio de la Revolución Mexicana.

El día 19 del actual se cumplirá el III aniversario del fallecimiento del señor general Cárdenas y, de acuerdo a esa efemérides, se desea hacer coincidir la iniciativa de homenajearlo para que, en el caso de que se acepte dicha iniciativa, se haga, en una sesión solemne que coincida con el 3er. aniversario de su muerte, el próximo 19 de octubre.

Si se considera oportuno, y de acuerdo con el inciso I del artículo 58 mencionado, se solicita la intervención del C. diputado licenciado Fedro Guillén, para exponer las razones de la proposición.

México, D. F., a 18 de octubre de 1973.- Fedro Guillén.- Tomás Sánchez Hernández.- Horacio Labastida.- Ernesto Báez Lozano."

El C. Fedro Guillén Castañon: Señor Presidente, amigos diputados: El día 19 del actual se cumplirá el

tercer aniversario del fallecimiento del señor general Lázaro Cárdenas.

De acuerdo con esta efemérides, se desea hacer coincidir la iniciativa de homenajearlo para que en el caso de que se acepte esta iniciativa, se haga una sesión solemne que coincida con el tercer aniversario de su muerte, el próximo día 19 de octubre.

Esta iniciativa va firmada por el señor general Tomás Sánchez Hernández, que tengo entendido fue Jefe del Estado Mayor del señor general Cárdenas, por el diputado Horacio Labastida, por el diputado Ernesto Báez Lozano y por este servidor. Y quisiera simplemente, de acuerdo con el artículo 58 del Reglamento, pedir la dispensa de trámite para esta iniciativa y ahorrar a ustedes, por lo tardado de la hora, el hacer el elogio del general Cárdenas , y dejar esto para la sesión del próximo viernes, si así deciden aprobar.

Muchas gracias.

El C. Presidente: Sírvanse la Secretaría consultar a la asamblea si se dispensan los trámites y se pone a discusión de inmediato.

El C. secretario José Luis Escobar Herrera: En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén de acuerdo, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites.

En consecuencia, están a discusión las puntos de Acuerdo de la proposición . No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueban. Los que estén de acuerdo, sírvanse manifestarlo.

Aprobados. Celébrese la sesión solemne.

- El C. Presidente (a las 15:45 horas): Se levanta la sesión y se cita a la que tendrá lugar el próximo viernes 19 de octubre a las 11:00 horas, en la que se tratarán los asuntos con los que la Secretaría dé cuenta, y a las 12:00 horas, a sesión solemne en la que se rendirá homenaje a Lázaro Cárdenas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"