Legislatura XLIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19741119 - Número de Diario 34

(L49A2P1oN034F19741119.xml)Núm. Diario:34

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES.

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

XLIX LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO II México, D. F., martes 19 de noviembre de 1974 TOMO II.- NUM. 34.

SUMARIO

SUMARIO.

Apertura.

Invitados de honor.

Una Comisión nombrada al efecto introduce al C. licenciado Octavio Sentíes Gómez, Regente de la Ciudad de México, y se informa de la presencia de otros funcionarios del Departamento Central; de presidentes de diversos tribunales, del procurador del D. F. y de los distintos Delegados del Distrito Federal, como invitados de honor a esta sesión en que se conmemorará el sesquicentenario de la instauración del Distrito Federal

Orden del Día.

Acta de la sesión anterior Aprobada.

Conmemoración del CL Aniversario de la Instauración del Distrito Federal.

Con motivo del sesquicentenario de la expedición del Decreto de 18 de noviembre de 1824, que fija a la Ciudad de México como residencia de los Supremos Poderes de la Federación, hacen uso de la palabra para referirse y evocar este acontecimiento, los ciudadanos diputados Humberto Mateos Gómez, José de Jesús Martínez Gil y Belisario Aguilar Olvera.

Finalizan, Rubén Rodríguez Lozano y Carlos Machiavelo Martín del Campo .

Comentario en torno a la Participación del Presidente Echeverría en Roma

Intervención del diputado Píndaro Urióstegui Miranda para referirse a la reciente participación del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos en la Conferencia Mundial de la Alimentación, que tuvo lugar en Roma, Italia. La Presidencia agradece a los invitados de honor su asistencia y nombra una comisión para que los acompañe al abandonar el salón.

Invitaciones.

Del Departamento del Distrito Federal, al acto cívico conmemorativo del LII aniversario luctuoso del precursor de la Revolución Mexicana, Ricardo Flores Magón. Se designa comisión.

Del C. licenciado Rafael Murillo Vidal, Gobernador de Veracruz, a la ceremonia en que rendirá su VI Informe de Gobierno, el día 30 de los corrientes. Se designa comisión.

Del C. licenciado Mario Trujillo García, gobernador del Estado de Tabasco, a la ceremonia en que dará lectura al IV informe de su gestión administrativa el día 20 del actual. Se designa comisión.

Protesta de Ley del senador Amante Echeverría.

Participación del Senador de la República sobre la protesta de Ley del C. doctor Ramón Angel Amante Echeverría, como senador suplente en ejercicio por el Estado de Sonora, en substitución del extinto senador, general de división Benito Bernal Miranda. De enterado.

Comunicaciones.

La XXXIX Legislatura del Congreso de Morelos y la L de Veracruz participan, la apertura de sesiones ordinarias de su segundo año de ejercicio y sus Directivas que funcionarán durante el presente mes. De enterado.

Invitación.

De la Unión de supervivientes Defensores del Puerto de Veracruz en la segunda invasión norteamericana, a la ceremonia conmemorativa del LXI aniversario de la desocupación del suelo patrio por las fuerzas invasoras, que tendrá lugar en dicho Puerto el 23 del actual. Se designa comisión.

SOLICITUD A DISCUSIÓN

Servicios Administrativos.

La C. Sara Ma. Muñoz Castillo Jaime solicita la autorización necesaria para prestar servicios como secretaria en el Consulado General Americano de la ciudad de Monterrey. Se turna a comisión.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Reforma a la Ley del Impuesto sobre Tabacos Labrados.

Dictamen con punto de acuerdo que ordena archivar el expediente relativo a la iniciativa de reformas al artículo 9, fracción VII, de la Ley del Impuesto de Tabacos Labrados, presentada por tres diputados miembros del P.R.I. a la actual legislatura. Sin discusión se aprueba el punto de acuerdo.

Orden del Día de la sesión próxima. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. JORGE HERNÁNDEZ GARCÍA.

(Asistencia de 178 ciudadanos diputados.)

APERTURA.

- El C. Presidente (a las 11:30 horas): Se abre la sesión. A las puertas de este Recinto se encuentra el señor Regente de Departamento del Distrito Federal; se designa a los siguientes diputados para que lo introduzcan al Salón: Diputado Carlos Sansores Pérez, diputado Carlos Dufoo, diputada Estela Rojas de Soto y diputado Graciano Astudillo Alarcón.

(Entra en medio de aplausos.)

INVITADOS DE HONOR

El C. Secretario Feliciano Calzada Padrón: Como invitados de honor de esta Representación Nacional se encuentran los ciudadanos licenciado Octavio Sentíes Gómez, Jefe del Departamento del Distrito Federal; el ciudadano doctor Octavio Hernández González, secretario de Gobierno del Departamento del Distrito Federal; el C. licenciado Roberto Ríos Elizondo, Secretario de Obras y Servicios del Departamento del Distrito Federal; el C. ingeniero Renato Vega Alvarado, Oficial Mayor del Departamento del Distrito Federal; licenciado Andrés Serra Rojas, Secretario del Consejo Consultivo del Departamento del Distrito Federal; el C. licenciado Abel Treviño Rodríguez, Presidente del Tribunal General de Justicia del Distrito Federal; el C. licenciado Horacio Castellanos Coutiño, Procurador del Distrito Federal; el C. licenciado Saturnino Agüero, Presidente del Tribunal de lo Contencioso Administrativo; Magistrados del Tribunal de lo Contencioso Administrativo; el Consejo Consultivo de la Ciudad de México; el C. ingeniero Mariano Velasco Mújica, Delegado del Departamento del Distrito Federal en Xochimilco; el C. doctor Pedro Hernández Silva, Delegado del Departamento de Tláhuac; el C. Humberto Lugo Gil, Delegado en Venustiano Carranza; la C. profesora Martha Andrade de Del Rosal, Delegada en Iztapalapa; el C. licenciado Manuel Jiménez San Pedro, Delegado en Benito Juárez; el C. Arquitecto Agapito Domínguez, Delegado de Milpa Alta; el C. Eduardo Tonela, Delegado en Miguel Hidalgo; el C. ingeniero Rodolfo Canales, Delegado en Magdalena Contreras; el C. licenciado Delfín Sánchez, Delegado en Cuauhtémoc; el C. doctor Ramón Osorio y Carbajal, Delegado en Cuajimalpa; el C. licenciado Edgar Baqueiro, Delegado en Coyoacán; el señor Alberto Alvarado, Delegado en Alvaro Obregón; el C. Héctor Calderón, Delegado en Azcapotzalco; el C. arquitecto Jaime Aguilar, Delegado en Gustavo A. Madero; el C. general y doctor José Valenzuela, Delegado en Tlalpan; el C. Mario Alvírez Pablo, Delegado en Iztacalco. (Aplausos.)

ORDEN DEL DÍA

- El mismo C. Secretario:

"Cámara de Diputados.

Segundo Período Ordinario de Sesiones.

XLIX Legislatura.

Orden del día.

19 de noviembre de 1974.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Conmemoración del 150 aniversario de la Creación del Distrito Federal.

El Departamento del Distrito Federal, invita al acto cívico que con motivo del 52 aniversario luctuoso de Ricardo Flores Magón, tendrá lugar el próximo viernes 22 de los corrientes.

El Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz - Llave, invita al acto en que rendirá su Sexto y último Informe de labores, el que tendrá lugar el próximo 30 de los corrientes en la capital del Estado.

El Gobernador Constitucional del Estado de Tabasco, licenciado Mario Trujillo García, invita al acto en el que dará lectura a su IV Informe Administrativo ante la Legislatura local, que tendrá el próximo 20 de los corrientes.

La Cámara de Senadores, comunica que el C. doctor Ramón Angel Amante Echeverría, rindió la protesta de ley como senador, en sustitución del extinto general de División Benito Bernal Miranda.

Circulares de los Congresos de los Estados de Morelos y Veracruz - Llave.

Los Defensores Supervivientes del H. Puerto de Veracruz en la Segunda Invasión Norteamericana, invitan a la ceremonia que tendrá lugar el próximo 23 de los corrientes, para conmemorar el 61 aniversario de la desocupación de nuestro suelo patrio, por las fuerzas invasoras.

SOLICITUD DE PARTICULAR

La C. Sara María Muñoz Castillo Jaime, solicita el permiso constitucional necesario para

prestar servicios como secretaria en el Consulado General Norteamericano en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

De las Comisiones Unidas de Desarrollo Agropecuario y Productividad de Comercio Interior y de Estudios Legislativos, con punto de acuerdo."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR.

- El C. Secretario Carlos A. Madrazo:

"Acta de la sesión efectuada por la Cámara de Diputados de la XLIX Legislatura del H. Congreso de la Unión, el día catorce de noviembre de mil novecientos setenta y cuatro.

Presidencia del C. Jorge Hernández García.

En la ciudad de México, a las once horas y cuarenta y cinco minutos del jueves catorce de noviembre de mil novecientos setenta y cuatro, se abre la sesión con asistencia de ciento sesenta y dos ciudadanos diputados, según declara la Secretaría una vez que pasa lista.

Lectura del Orden del Día.

Sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior, llevada a cabo el día doce del actual.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

Invitación del Departamento del Distrito Federal a la ceremonia conmemorativa que, con asistencia del C. Presidente de la República, tendrá lugar el miércoles veinte de los corrientes, en el Monumento a la Revolución de esta capital, con motivo del LXIV (64) aniversario de la Iniciación de la Revolución Mexicana.

A esta ceremonia asistirá la Cámara de Diputados en Pleno.

Dictamen de las Comisiones Unidas Primera y Segunda de Gobernación, de Puntos Constitucionales, de Trabajo y Estudios Legislativos, Sección Constitucional, con proyecto de Decreto, que reforma y adiciona los artículos 4o.; 5o.; 30, apartado B, fracción II; 123, apartado A, fracciones II, V, XI, XV, XXV y XXIX y al apartado B, fracciones VII y XI, inciso c), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Se abre el registro de oradores.

Se inscriben en pro, los CC. diputados Margarita García Flores, Eugenio Ortiz Walls, José Nataret Escobar, Héctor Guillermo Valencia Mallorquín y Serafín Domínguez Ferman.

A continuación usa de la palabra la C. diputada Margarita García Flores; al terminar su intervención, la Secretaría informa de la presencia en el salón de distinguidas damas que se han destacado en el movimiento nacional femenino, en el orden cultural, político y social, como son las ciudadanas María Lavalle Urbina, profesora Martha Andrade de Del Rosal, Hilda Anderson Nevárez, licenciada Guadalupe Rivera Martín, Amalia Caballero de Castillo Ledón, Remedios Albertina Ezeta, María Elena Jiménez, Rosa María de la Peña, Beatriz Zanabria, Dora Guadalupe Mendoza, Silvia Hernández, Yolanda Sentíes de Ballesteros, María Hernández Arco, heroína de la Revolución; licenciada Raquel Báez de Martínez, licenciada Guadalupe Aguirre Soria, Consuelo Velázquez, licenciada Griselda Alvarez, licenciada Elvia Estela Guadarrama, Ifigenia Navarrete, María del Carmen Millán, Silvia Pardo , María Eugenia Moreno, María Carrera Maldonado, Gloria Salas de Calderón, Concepción Michel, Bertha Beatriz Martínez Garza e Hilda Pino de Sandoval.

Continúan sus intervenciones los CC. diputados Eugenio Ortiz Walls, José Nataret Escobar, Héctor Guillermo Valencia Mallorquín y Serafín Domínguez Ferman.

Suficientemente discutido en lo general, en votación nominal se aprueba el proyecto de Decreto, por unanimidad de ciento noventa y cuatro votos.

A discusión en lo particular. Reservan el artículo 4o los CC. diputados Manuel González Hinojosa, Eugenio Ortiz Walls y las comisiones dictaminadoras.

Intervienen, en contra, el C. diputado Manuel González Hinojosa y el C. diputado Eugenio Ortiz Walls quien propone modificar el artículo; por las Comisiones, habla el C. diputado Jesús Dávila Narro; nuevamente el C. diputado González Hinojosa; por las Comisiones, el C. diputado Luis del Toro Calero; por segunda ocasión el C. diputado Ortiz Walls y el C. diputado del Toro Calero.

Suficientemente discutido el artículo 4o, en votación nominal se aprueba por ciento setenta y siete votos en favor y diecisiete en contra.

Los artículos no impugnados se aprueban en votación nominal por unanimidad de ciento noventa y dos votos. Pasa al Senado para los efectos constitucionales.

Las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales, de Gobernación, de Trabajo y de Estudios Legislativos, suscriben un dictamen, con proyecto de Decreto, que reforma y adiciona diversos artículos de la Ley General de Población, Ley de Nacionalidad y Naturalización, Ley Federal del Trabajo, Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Código Civil para el Distrito Federal en materia común y para toda la República en materia federal, Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y Código de Comercio.

La Asamblea, en virtud de ser conocido el proyecto de Decreto por los ciudadanos diputados, en votación económica, le dispensa la segunda lectura. A discusión en lo general.

Hacen uso de la palabra en pro del proyecto de Decreto los CC. diputados José de Jesús Martínez Gil, Pedro Bonilla Díaz de la Vega y Arturo Romo Gutiérrez.

Suficientemente discutido en lo general, en votación nominal se aprueba el proyecto de Decreto por unanimidad de ciento cuarenta y siete votos.

A discusión en lo particular.

Se abre el registro de oradores. Se inscriben. El C. diputado Abel Vicencio Tovar reserva los artículos 162, 164 y 1368 del Código Civil; el C. diputado José de Jesús Martínez Gil, los

artículos 168 y 267, fracción XII del propio Código; el C. diputado Alfredo Oropeza, los artículos 259 y 268 del Código Civil y el 939 del Código de Procedimientos Civiles; la C. diputada Graciela Aceves de Romero, la fracción I del artículo 170 de la Ley Federal del Trabajo; y las comisiones dictaminadoras.

A discusión los artículos 162, párrafo segundo y 164 del Código Civil.

Hacen uso de la palabra, en contra, el C. diputado Abel Vicencio para proponer modificaciones; por las Comisiones el C. diputado José Luis Estrada Delgadillo quien habla en pro del dictamen en lo relativo al artículo 162, y el C. diputado Antonio Torres Gómez en pro en relación al 164; nuevamente el C. diputado Abel Vicencio Tovar insiste en su proposición; por las Comisiones interviene la C. diputada María Aurelia de la Cruz Espinosa Ortega.

Suficientemente discutidos los artículos 162 y 164 se reservan para su votación nominal en conjunto.

La Secretaría por instrucciones de la Presidencia da lectura al artículo 1368 del Código Civil contenido en el proyecto a discusión; enterado de su contenido el C. diputado Abel Vicencio Tovar, retira la objeción a dicho artículo.

A discusión los artículos 168 y 267, fracción XII del Código Civil.

Intervienen en contra, para proponer modificaciones el C. diputado José de Jesús Martínez Gil; por las Comisiones lo hace el C. diputado Antonio Torres Gómez; nuevamente los mismos oradores.

Suficientemente discutidos los artículos 168 y 267 se reservan para su votación nominal en conjunto.

A discusión los artículos 259 y 288 del Código Civil.

Hablan, en contra, el C. diputado Alfredo Oropeza García y por las Comisiones el C. diputado Filiberto Soto Solís quien no acepta la supresión al artículo 259 propuesta por el C. Oropeza García.

Suficientemente discutido el artículo 259 se reserva para su votación nominal en conjunto.

Por lo que respecta al artículo 288, las comisiones solicitan se reserve para posteriormente llegar a una solución.

A discusión el artículo 939 del Código de Procedimientos Civiles.

Hacen uso de la palabra: En contra el C. diputado Alfredo Oropeza para proponer una adición; por las Comisiones, interviene el C. diputado Filiberto Soto Solís quien aclara que el impugnador Oropeza García no leyó completos los artículos 288 reservado y el 939 a debate.

Aclarado esto, el C. diputado Alfredo Oropeza García está de acuerdo con la redacción, y reitera las objeciones y consecuentemente se reservan para su votación nominal en conjunto.

A discusión el artículo 170, fracción I de la Ley Federal del Trabajo.

Hacen uso de la palabra, para proponer nueva redacción, la C. diputada Graciela Aceves de Romero; las Comisiones, por conducto del C. diputado Arturo Romo Gutiérrez, aceptan la proposición por tratarse en realidad de una modificación de estilo.

Suficientemente discutido el artículo 170, fracción I con la modificación de estilo se reserva para su votación nominal en conjunto.

Se procede a recoger la votación nominal de los artículos 162, 164, 168, 259, 267, fracción XII, 288 y 1368, del Código Civil, y 939 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal que resultan aprobados por 130 votos a favor y catorce en contra.

El artículo 170, con la corrección de estilo se aprueba en votación nominal, por unanimidad de ciento cuarenta y cuatro votos.

Los artículos no impugnados también se aprueban por unanimidad de ciento cuarenta y cuatro votos.

Aprobado el proyecto de Decreto tanto en lo general como en lo particular, pasa al Senado para los efectos constitucionales.

Se da lectura al Orden del Día para la próxima sesión.

Agotados los asuntos en cartera, a las diecinueve horas y diez minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el martes diecinueve de los corrientes, a las once horas."

Esta a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...Aprobada.

Conmemoración del CL Aniversario de la Institución del Distrito Federal

El C. Presidente: El siguiente punto del Orden del Día es la conmemoración del 150 aniversario de la Creación del Distrito Federal.

Esta Presidencia se permite informar que harán uso de la palabra los siguientes ciudadanos diputados: Humberto Mateos Gómez, José de Jesús Martínez Gil, Belisario Aguilar Olvera, Rubén Rodríguez Lozano y Carlos Machiavelo Martín del Campo.

Tiene la palabra el C. Humberto Mateos Gómez.

- El C. diputado Humberto Mateos Gómez:

Señor Presidente; compañeros diputados; señoras y señores:

"Hace 150 años que fue fundado como entidad política el Distrito Federal para que sirviera de asiento a los poderes federales. Su proyección fue política, puesto que tenía como centro de su círculo de dos leguas a la Plaza Mayor de la Ciudad de México, que desde su fundación por los mexicas y su confirmación por los hispanos, había sido y es el centro político, cultural y religioso de la nación mexicana.

Esta entidad y su ciudad son indivisibles, ya que los problemas son únicos y las soluciones también lo son.

Podemos comparar al Distrito Federal con un enorme cuerpo que requiere para su socisobrevida de cuidados y atención constante que afortunadamente para todos los que aquí vivimos

se le dan en forma amplia y oportuna por una autoridad ejecutiva y eficaz. Esta ciudad que tiene la séptima parte de la población de la República, requiere beber diariamente 3.500,000 metros cúbicos de agua, tres y media veces el volumen de la Pirámide del Sol.

Para lograr esta cantidad de líquido existen trabajando en forma continua ocho diferentes sistemas de aprovisionamiento que junto con sistemas para detectar fugas subterráneas que habían llegado a los 700 litros por segundo, ha permitido ampliar la red de distribución recientemente a 60 colonias y mejora los servicios en las ya existentes.

El apetito de la ciudad es también enorme, miles de camiones y cientos de carros de ferrocarril, traen a esta metrópoli, toneladas de distintos productos alimenticios y, en el Rastro de Ferrería, se sacrifican miles de animales diariamente para satisfacer a los habitantes de la gran ciudad.

Las características geográficas del Valle situado a 2,227 metros de altura y rodeado de altas montañas lo hacen una cuenca cerrada donde se formó por milenios la Lengua del Anáhuac.

Estas características de belleza que tanto admiraron a Bernal Díaz y que magistralmente pintara Velazco, han sido el grave problema de los pobladores del Valle desde las tribus que hace diez mil años cazaban mamuts en Tepexpan a la fecha.

Las obras hidráulicas de Netzahualcóyotl fueron diques para separar las aguas de los lagos pero no fue sino hasta el año de 1608 que Enrico Martínez desviara al Río Cuautitlán por Nochistongo, el cual al derrumbarse tuvo que ser convertido en tajo y funcionó hasta el año de 1789, ciento sesenta años de arduos trabajos.

El canal del desagüe y el túnel de Tequisquiac abrieron por segundo vez al Valle en 1900.

En esta misma zona se terminó el nuevo túnel en 1946.

Estas obras planeadas para trabajar por gravedad dejaron de hacerlo por el hundimiento de la ciudad.

La construcción del nuevo sistema de desagüe profundo por dos intercepciones y un emisor central con una longitud de 68 km. lo hacen el túnel más largo del mundo, un orgullo de la ingeniería y la mano de obra de los mexicanos y un legítimo galardón para el gobierno del Presidente Echeverría, el cual ha realizado más del 87% de la obra.

Al concluir estas obras la ciudad se verá al fin, libre de inundaciones y se podrá proceder al entubamiento del Gran Canal, con lo cual se logrará disminuir, en forma muy importante, la contaminación por bacterias en el aire de la ciudad de México y, lo que ahora es una cloaca abierta, se convertirá en una vía de alta velocidad al nuevo aeropuerto de la ciudad de México en Zumpango.

Junto con la creación de la Planta Industrializadora de Desechos Sólidos que del proceso de 500 toneladas diarias de basura produce 250 toneladas de fertilizantes, estas obras cierran el ciclo de ingestión y excreción de ese gran organismo que es el Distrito Federal.

Los problemas circulatorios están causados por 1.200,000 vehículos muchos de los cuales necesitan ir a los mismos lugares a las mismas horas. Esto ocasiona condiciones de vida incómodas y difíciles para todos los habitantes de nuestra Ciudad.

La ampliación del sistema de transporte colectivo, la modernización de las unidades de transporte urbano y la construcción del circuito interior con sus 39 Kms. de longitud en torno de la área central y sus diez carriles de circulación, ahorrará tiempo y costo del transporte y mejorará el ambiente, disminuyendo la contaminación.

Para la construcción de estas grandes obras y la conservación de los 60 millones de metros cuadrados pavimentados con que cuenta el Distrito Federal, se han construido las nuevas plantas de asfalto que producen 720 toneladas cada hora. Estas plantas situadas en terrenos del Pedregal de San Angel, cumplen con otra misión, limpian el terreno de roca para dar posibilidad de expansión a los campos de la Universidad y pagan a esta una cantidad de más de 2.000,000 de pesos anuales como derechos de cantera.

Afortunadamente la erupción del Xitle que destruyó la civilización de Cuiculco dejó roca basáltica para asegurar los trabajos para los próximos 200 años.

Esta gran ciudad necesita respirar y para lograrlo se hacen parques y jardines y se incrementa el programa de reforestación del Valle que junto con los trabajos tendientes a eliminar las soluciones de esa industria y ese comercio que produce la tercera parte de la renta nacional permitirá la vida de todos nosotros sus habitantes.

Este gran centro social, que es el Distrito Federal, es el corazón político del país y el primordial núcleo cultural donde se encuentra la Universidad Nacional Autónoma, el Instituto Politécnico Nacional, los grandes Museos, los Teatros, los Cuerpos de Ballet y las Sinfónicas más importantes del país.

en un lugar con problemas humanos, básicamente es la "polis" por excelencia, de ahí sus problemas políticos sean amplios y variados.

Por ellos es que el sistema de centralización administrativa que funcionó para una población de 1.000,000 de habitantes se volvió inoperante.

Es indiscutible que con el decreto de la Nueva Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal de 1970 que lo divide en 16 regiones administrativas, el Presidente Echeverría puso las bases para un nuevo diálogo entre pueblo y autoridades, que permite el gobierno armónico de ésta, que en muchos aspectos es la porción territorial más importante del país.

La vida de la Ciudad y la vida del hombre están ligadas entre sí, si tenemos problemas debemos atacarlos en conjunto, si tenemos dificultades no pueden ser mayores que las que

vencieron tantos y tantos hombres que por miles de años han habitado esta región.

El Distrito Federal cumple este año, 150 años, esperemos que cuando cumpla 300, los ciudadanos de entonces digan que nosotros cumplimos, en nuestro momento, con nuestro deber como hombres políticos.

Ya no será necesario que, sobre las azules aguas del lago, flote la sombra blanca de la llorona, anunciando a todos los mexicanos las calamidades y la destrucción de México Tenochtitlán.

Ya no es necesario, que los sacerdotes pintados de hulli negro, exijan la roja sangre de las víctimas para alimentar a la gran estrella que es el Sol.

El Distrito Federal seguirá vivo, como el corazón del país que es, mientras la mente de todos sus hijos esté unida en torno de la enseña tricolor, símbolo de la Patria, que ondea y ondeará por siempre en el Palacio Nacional y en la Plaza de la Constitución." (Aplausos.)

- El C. Presidente; Tiene la palabra el diputado José de Jesús Martínez Gil.

El C. José de Jesús Martínez Gil: Señor Presidente, señores invitados, compañeros diputados, estimado público:

Desde el feliz momento en que la Nación Mexicana, inició por conducto de don Miguel Hidalgo y Costilla su movimiento de Independencia, se procuró tomar medidas urgentes para los casos más apremiantes, motivo por el cual no se legisló sobre una serie de problemas secundarios que afectan al país. Sin embargo, a pesar de ello, entre el período comprendido entre 1810 a 1824 se dictaron una serie de disposiciones que tendrán aplicación en la Nación Mexicana, entre las cuales pueden citarse las siguientes:

El 18 de marzo de 1812 se aprueba la Constitución Política de la Monarquía Española, señalándose en su artículo 10 que el Territorio Español comprende en la América Septentrional, Nueva España con la Nueva Galicia y península de Yucatán... En el artículo 34 se establecía que para la elección de los Diputados de Cortes se celebrarían juntas electorales de parroquia, de partido y de provincia, perteneciendo a las de parroquia los ciudadanos avecinados y residentes en el Territorio de la parroquia respectiva, designándose por cada 200 vecinos un elector principal. Las juntas de partido se componían de electores parroquiales que se congregaban en la cabeza de cada partido a fin de nombrar el elector o electores que habrían de concurrir a la capital de la Provincia para elegir Diputados de Cortes. Las juntas electorales de provincia se componían de los electores de todos los partidos de ella, que se congregaban en la capital a fin de nombrar los diputados que les correspondieran para asistir a las Cortes como representantes de la Nación.

El artículo 91 señalaba que para ser diputado se requería tener 25 años cumplidos.

El 23 de mayo y el día 10 de julio de 1812 se expidieron decretos en los que se establecían la formación de ayuntamientos para aquellos lugares en que no existieran.

El 22 de octubre de 1814 fue sancionado en Apatzingán el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana. En su artículo 5o. establecía que: "La soberanía reside originalmente en el pueblo, y su ejercicio en la representación nacional compuesta de diputados elegidos por los ciudadanos bajo la forma que prescriba la Constitución".

En el artículo 42 se refería a las provincias que comprendían la América Mexicana y que eran: México, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Oaxaca, Tecpan Michoacán, Querétaro, Guadalajara, Guanajuato, Potosí, Zacatecas, Durango, Sonora, Coahuila y Nuevo Reino de León. Subsistían en este Decreto las juntas electorales de parroquia, de partido y de provincia.

Mediante decreto de 6 de octubre de 1821 se ratificaba el Acta de Independencia del Imperio Mexicano del 28 de septiembre de ese mismo año, por medio del cual se determinaba que México era una nación soberana e independiente de la antigua España.

Con fecha 24 de febrero de 1822 se publicó un Decreto por medio del cual se instalaba el Congreso; se daban las bases constitucionales; y se señalaban las autoridades que habían de ejercer los poderes así como el juramento de la regencia. En este decreto se determina adoptar la Monarquía Moderna Constitucional con la denominación de Imperio Mexicano. Se delega interinamente el Poder Ejecutivo en las personas que componen la regencia.

Mediante Decreto 31 de marzo de 1823 se declara que ha cesado el poder ejecutivo de México, existente hasta esa fecha desde el 19 de mayo de 1822 eligiéndose para que desempeñen el cargo del Supremo Poder Ejecutivo a don Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Celestino Negrete.

Mediante Decreto de 21 de mayo de 1823, se convoca a un nuevo congreso y con fecha 17 de junio de ese mismo año, se decretan las bases para la elección del congreso, estableciéndose en la base 9a. que las provincias son: California Alta, California Baja, Coahuila, Durango, Guanajuato, Guadalajara, León (Nuevo Reino de) México, Nuevo México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Santander, Sinaloa, Tabasco, Texas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Se substituyen las juntas parroquiales por las municipales a las cuales también se les llaman primarias, a las de partido secundarias y se deja el nombre a las de provincia. Las juntas municipales se componían de todos los ciudadanos en ejercicio de sus derechos, mayores de 18 años, avecindados y residentes en el territorio del respectivo ayuntamiento. Las juntas de partido o secundarias se componían de los electores primarios congregados en las cabezas de los Partidos y las juntas de provincia se componían de los electores secundarios de toda ella.

Mediante Decreto de 31 de enero de 1824 se publicó el Acta Constitutiva de la Federación. En su artículo 5o. establecía que la Nación adoptaba para su Gobierno la forma de República Representativa Popular Federal. Y en el artículo 7o. se señalaban los Estados de

la Federación. Los artículos 20 y 21 se referían al Gobierno de los Estados los cuales deberían tener Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Mediante Decreto de 4 de octubre de 1824 se expidió la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos en cuyo artículo 4o. se determina que la Nación Mexicana adopta para su Gobierno la forma de República Representativa Popular Federal y en el artículo 5o. señala que las partes de la Federación son: Chiapas, Chihuahua, Coahuila y Texas, Durango, Guanajuato, México, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla de los Ángeles, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Jalisco, Yucatán, Zacatecas: El territorio de la Alta California y Baja California, Colima y Santa Fe de Nuevo México. Una Ley Constitucional fijaría el carácter de Tlaxcala.

El artículo 50 fracción XXVIII establecía: Elegir un lugar que sirva de residencia a los Supremos Poderes de la Federación, y ejercer en su discurso las atribuciones del Poder Legislativo de un Estado. Este es el antecedente y origen del Distrito Federal. En el artículo 67 se señalaba que el Congreso General se reunirá todos los años el día 1o. de enero en el lugar que se designe por medio de una ley.

El día 18 de noviembre de 1824 se expidió el siguiente Decreto:

"1. El lugar que servirá de residencia á los Supremos Poderes de la Federación, conforme a la facultad XXVIII del artículo 50 de la Constitución, será la Ciudad de México.

2. Su distrito será el comprendido en un círculo cuyo centro sea la plaza mayor de esta Ciudad y su radio de dos leguas.

3. El Gobierno General y el Gobernador del Estado de México nombrará en cada uno un perito para que entre ambos demarquen y señalen los términos del distrito conforme al artículo antecedente.

4. El Gobierno Político y Económico del expresado Distrito queda exclusivamente bajo la jurisdicción del Gobierno General desde la publicación de esta Ley.

5. Ínterin se arregla permanentemente el Gobierno Político y Económico del Distrito Federal, seguirá observándose la Ley de 23 de julio de 1813 en todo lo que no se halle derogado.

6. En lugar del jefe político a quien por dicha Ley estaba encargado el inmediato ejercicio de la Autoridad Política y Económica, nombrará el Gobierno General un Gobernador en calidad de interino para el Distrito Federal.

7. En las elecciones de los ayuntamientos en los pueblos comprendidos en el Distrito Federal y para su gobierno municipal, seguirán observándose las Leyes vigentes en todo lo que no pugnen con la presente.

8. El Congreso del Estado de México y su gobernador, pueden permanecer dentro del Distrito Federal todo el tiempo que el mismo congreso crea necesario para preparar el lugar de su residencia y verificar la traslación.

9. Mientras se resuelve la alteración que deba hacerse en el contingente del Estado de México, no se hará novedad en lo que toca a las rentas comprendidas en el Distrito Federal.

10. Tampoco se hará en lo respectivo a los Tribunales comprendidos dentro del Distrito Federal, ni en la elegibilidad de más derechos políticos, de los naturales y vecinos del mismo Distrito, hasta que sean arreglados por una Ley."

El Decreto anteriormente mencionado, dio nacimiento al Distrito Federal y es la base fundamental de su origen. He querido señalar algunos antecedentes históricos no con el solo afán de citar los mismos, sino con el fin de que esta honorable Asamblea pueda comprender con mayor facilidad la relación sucesiva de los hechos históricos que dieron origen al Distrito Federal.

Con fecha 12 de abril de 1826 se expidió un Decreto en el que se establecían entre otras cosas que: El Gobierno Económico y Político del Distrito Federal sería igual al de los Territorios de la Federación y que a partir de la siguiente Legislatura el Distrito Federal tendría diputados con arreglo a lo que establecían los artículos 10, 11, 12 y 13 de la Constitución Política, siendo su elección por medio de las Juntas Electorales llamadas Primarias, Secundarias y de Provincia.

En las Bases Constitucionales expedidas por el Congreso Constitucional el 15 de diciembre de 1835 se establecía que el Territorio Nacional se dividía en Departamentos. Para el Gobierno de éstos habría Gobernadores y Juntas Departamentales, siendo éstas elegidas popularmente y serán las consejeras del Gobernador. Con fundamento en la base 8a. de las bases orgánicas, se determinó que la República se dividiría en Departamentos, éstos en Distritos y estos en Partidos. Estas reformas dan origen a las llamadas prefecturas y a los Prefectos que tanto daño hicieron a nuestro país.

Al discutirse la Constitución del 57 los constituyentes centraron su atención sobre el tema, para ellos importantísimo, de determinar la sede de los poderes federales. Se propusieron varias Ciudades. Se adujo que la Ciudad de México tenía una serie de inconvenientes, entre los cuales se señalaba que era una ciudad corrompida y por lo tanto no podrían los poderes residir ahí, sin embargo, después de largo debate y defendida nuestra Ciudad entre otros, por Arriaga, Mata, Zarco, Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, se redacta la fracción VI del artículo 72, que dice: "El Congreso tiene facultad para el arreglo interior del Distrito Federal y Territorio, teniendo por base el que los ciudadanos elijan popularmente las autoridades políticas, municipales y judiciales, designándoles renta para cubrir sus atenciones locales".

Dejado el problema del Distrito Federal sin una solución de fondo, Zarco, en su historia del Constituyente dice: "No queda pues, al Distrito ni la más remota esperanza de dejar de ser el paria de la federación".

En 1898 se expiden los Decretos 15 y 17 de diciembre en el que se ratifican los convenios entre los Estados de Morelos y México respectivamente,

en cuanto a los límites del Distrito Federal.

En 1901 bajo el régimen de Porfirio Díaz se reformó el artículo 72 de la Constitución para quedar como sigue: "El Congreso tiene facultad para legislar en todo lo concerniente al Distrito Federal y Territorio. En 1903 se publicó la Ley Orgánica, Política y Municipal del Distrito Federal, expedida sin intervención del Congreso, por el Presidente Porfirio Díaz, haciendo uso de las facultades extraordinarias que le concedía la Constitución. Todo el Gobierno de esta entidad quedó en manos del Ejecutivo a través de un Consejo Superior de Salubridad y un Director General de Obras Públicas, ninguno de elección popular.

La Constitución de 1917 otorgó al Congreso de la Unión, de acuerdo con el artículo 73, fracción VI, la facultad de "Legislar en todo lo relativo al Distrito Federal", estableciendo las bases de su organización política y para lo cual dividió su territorio en municipalidades a cargo de ayuntamientos de elección popular directa. Igualmente, dispuso que el Gobierno del Distrito Federal, al igual que el de los territorios, estuviera a cargo de un Gobernador, designado por el Presidente de la República y dependiendo directamente de éste.

La disposición anteriormente mencionada, contenía los mismos vicios que las anteriores disposiciones referente a las prefecturas políticas, ya que se imponía a los habitantes del Distrito Federal un Gobernador privando al pueblo del derecho a elegir a sus autoridades. Dicha disposición afectaba a la entidad territorial con mayor población, cuyos habitantes tenían en aquel entonces, el derecho para elegir sus ayuntamientos, pero no para elegir al Gobernante del Distrito Federal.

El General don Venustiano Carranza, con las facultades que le otorgaba el artículo 73 de la Constitución y con lo dispuesto por el artículo 1o. transitorio, expidió una Ley de Organización del Distrito y Territorios Federales. Esta Ley de fecha 13 de abril de 1917 señalaba que el municipio libre era la base de la división territorial y de la organización política y administrativa del Distrito Federal. De esta forma se estableció la congruencia con el artículo 115 de la Constitución de fecha 5 de febrero de ese año.

La Ley de Organización del Distrito y Territorios Federales dejó subsistente en forma provisional la división municipal anterior y conservó vigente los reglamentos que fueran compatibles con la Constitución. Los Ayuntamientos, designados por elección popular directa, se renovaban por mitad cada año y disfrutaban de las facultades que la propia Ley y reglamentos establecían. El Ayuntamiento de la Ciudad de México se integró de 25 Consejales y los de las demás municipalidades del Distrito Federal, de 15 cada uno.

El Presidente Municipal era la primera autoridad política en cada municipio. Durante 11 años estuvo en vigor la Ley anteriormente mencionada, hasta que el 28 de agosto de 1928, a iniciativa del Presidente Alvaro Obregón, se reformó el artículo 73 de la Constitución en su fracción VI, dando nuevas bases a la organización política y administrativa del Distrito Federal suprimiendo el municipio y encargando el gobierno de la entidad al Presidente de la República, quien lo ejercería "Por conducto del órgano que determine la Ley respectiva".

Esta Ley, fue la orgánica que expidió el Congreso de la Unión el 31 de diciembre de 1928. Se reconocía como Jefe de la Administración Pública del Distrito Federal al Presidente de la República y se creaba un órgano de Gobierno de conformidad con la base 1a. Fracción VI del artículo 73 Constitucional, con el nombre de Departamento del Distrito Federal, a través del cual se ejercitarían las funciones gubernativas, debiendo auxiliar a este órgano el Consejo Consultivo, Cuerpo Representativo de diversos sectores activos de la población, cuya intervención en la marcha de los asuntos encomendados al Departamento, quedaba limitativamente circunscrita a los casos especificados en la Ley, revistiendo características fundamentales de asesoramiento, pues sus funciones capitalmente eran de opinión, consulta, denuncia, revisión o inspección. Por lo tanto, puede decirse que el Departamento del Distrito Federal absorbió todas las funciones que disposiciones anteriores encomendaban al Gobierno del Distrito, a los ayuntamientos y Presidentes Municipales, por lo tanto, desde 1928 se extingue el Régimen Municipal en el Distrito Federal.

La Ley Orgánica de 28 de diciembre de 1928 estuvo en vigor hasta el 31 de diciembre de 1941, en que el Congreso de la Unión aprobó la nueva Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal Reglamentaria de la Base 1a., fracción VI, del artículo 73 Constitucional, expedida por el Presidente Avila Camacho. En esta nueva Ley Orgánica, en su capítulo 2o. de la División Territorial, se insiste en que sus límites son los establecidos por los decretos del 15 y 17 de diciembre de 1898, expedidos por el Congreso de la Unión, que ratificaron los convenios entre los Estados de Morelos y México respectivamente.

En cuanto a los límites internos del Distrito Federal, el artículo 8o. lo dividió en:

a) En la ciudad de México; y

b) en las Delegaciones de Villa Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Ixtacalco, Coyoacán, Villa Alvaro Obregón, la Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Tlalpan, Ixtapala, Xochimilco, Milpa alta, y Tláhuac, es decir, doce Delegaciones, siendo la Ciudad de México la Capital del Distrito Federal y las cabeceras de las Delegaciones serán las poblaciones del respectivo nombre.

El Co ngreso Consultivo, de acuerdo con el citado ordenamiento, en sus artículos 64 y 74 estaría integrado por un representante de las siguientes asociaciones: Cámara de Comercio, Cámaras Industriales, de los Industriales en pequeño de las agrupaciones de dueños de propiedades raíces, de las Asociaciones de inquilinos del Distrito Federal, de las Agrupaciones de Campesinos del Distrito Federal, de las Agrupaciones Profesionales, de los Empleados

Públicos y cuatro de las Asociaciones de Trabajadores no enumeradas anteriormente, debiendo una de ellas representar a las mujeres trabajadoras.

La Gaceta Oficial del 20 de febrero de 1942 publicó el reglamento interior del Consejo Consultivo del Distrito Federal, firmado con fecha 18 de ese mismo mes y año, por el entonces Jefe del Departamento Javier Rojo Gómez.

Según la anterior Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, los Delegados y Sub - Delegados hacían las veces de los antiguos prefectos y sub prefectos, si bien es cierto que con menor competencia y fuerza, pero con idénticos vicios en cuanto que no son de elección popular. Tanto los Delegados que establecían la Ley Orgánica anterior, como los actuales, son la negación de la Municipalidad, a pesar de que algunos se han convertido en promotores de la vida social, pues independientemente de esto, seguirán siendo agentes gubernamentales sin ser elegidos.

La diputación panista ante la XLVI Legislatura presentó un proyecto de Reformas al artículo 73 Constitucional y un proyecto correlativo de reformas a la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, en el que se planteaban tanto la descentralización como la democratización de las autoridades y funciones del Departamento del Distrito Federal, ya que, por una parte, se centralizaban todas las funciones y, por la otra, se consideraba a los habitantes del Distrito Federal, como habitantes de segunda clase con capitis - diminutio.

Con fecha 26 de diciembre de 1970 se dio primera lectura de la Iniciativa Presidencial remitida por la Colegisladora y las Reformas que ese Cuerpo Colegiado introdujo a la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal. El domingo 27 de diciembre de ese mismo año, se dio segunda lectura al dictamen y se pasó a discusión, habiéndose aprobado el proyecto en lo general por 178 votos. La nueva Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, se refiere en sus artículos 12 al 28, inclusive, a los delegados, a las juntas de vecinos y al Consejo Consultivo.

Cada Delegación del Distrito Federal, está a cargo de un Delegado y de un Sub - Delegado, los cuales serán nombrados y renovados por el Jefe del Departamento, previo acuerdo del Presidente de la República.

Se dispone en el artículo 14 que se integrará una junta de vecinos con los representantes y en la forma que determine el Reglamento respectivo, Los miembros de las Juntas de vecinos desempeñarán su cargo por un período de tres años y no podrán ser designados nuevamente para el período inmediato siguiente. Las juntas de vecinos serán presididas por uno de sus miembros, quien será electo para un período de tres años en la primera sesión que celebre cada junta. Las juntas de vecinos deberán celebrar sesiones cuando menos una vez al mes y tienen como finalidad entre otras, proponer al Delegado del Departamento del Distrito Federal, las medidas que estimen convenientes para mejorar las prestaciones de los servicios públicos, el instalar nuevos servicios; dar a conocer las deficiencias administrativas, así como la conducta indebida de los empleados del Departamento del Distrito Federal; informar al Consejo Consultivo y al Delegado respectivo, sobre el estado que guardan diferentes monumentos históricos, arqueológicos o artísticos; informar al Consejo Consultivo del Departamento del Distrito Federal de los problemas administrativos y de servicios públicos que no se hayan podido resolver, etc.

El Consejo Consultivo del Distrito Federal y las juntas de vecinos son órganos de colaboración ciudadana. Los miembros del Consejo Consultivo durarán en sus cargos tres años y no podrán ser reelectos para el período inmediato siguiente.

El Consejo Consultivo celebrará sesiones ordinarias cuando menos una vez al mes, y extraordinarias cuando lo crea conveniente o solicitud del Jefe del Departamento del Distrito Federal.

Corresponde al Consejo Consultivo entre otras facultades, colaborar con el Jefe del Departamento del Distrito Federal para la Administración Pública; someter a la consideración del Jefe del Departamento del Distrito Federal proyectos de leyes, reglamentos y reformas o derogaciones de éstas; informar al Jefe del Departamento del Distrito Federal de las deficiencias que existan en la administración pública, efectuar las recomendaciones que tiendan a mejorar los servicios públicos; opinar acerca de las prácticas fiscales del propio Departamento; así como informar al Jefe del Departamento del Distrito Federal de los problemas de carácter social, económico, demográfico, político y de carácter público que se presenten en las Delegaciones conforme a los informes que rindan las juntas de vecinos, etc. El Consejo Consultivo está integrado con los Presidentes de las Juntas de Vecinos.

El Partido Acción Nacional emitió con fecha 26 de diciembre de 1970, un voto particular, reconociendo en principio, que dicha ley tenía un avance en cuanto se refiere a la desconcentración, más no así en cuanto a la democratización, ya que siguen los habitantes del Distrito Federal sin poder elegir a sus gobernantes, situación ésta irregular, pues el Distrito Federal representa el 17 % de la población total de la República, o sea la 6a. parte de la misma, así como también, aporta el 60% de la recaudación fiscal federal.

La Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, establece varias novedades y modalidades con respecto a la anterior ley, como son: La desconcentración administrativa que funciona a través de 16 Delegaciones; el establecimiento y funcionamiento de la junta de vecinos; la integración y facultades del Consejo Consultivo; sin embargo, sigue faltando la democratización para la elección de sus autoridades.

Esperamos sinceramente, que en un futuro muy próximo, se corrijan las fallas e irregularidades que existen en la actual Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal y se

ponga fin a la capitis - diminutio que tienen los habitantes del Distrito Federal al no poder elegir a sus gobernantes. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Belisario Aguilar Olvera.

El C. Belisario Aguilar Olvera: Señor Presidente; señor licenciado Octavio Sentíes Gómez, Jefe del Departamento del Distrito Federal; señores Delegados; invitados; señoras y señores diputados:

Permítanme aprovechar la oportunidad, de la celebración del CL Aniversario del Distrito Federal, para expresar algunas preocupaciones de mi partido, el Partido Popular Socialista, sobre la vida de esta importante entidad federativa.

El Distrito Federal tiene su origen en la fracción XXVIII, del artículo 50 de la Constitución de 1824, en la que se señala como facultad del Congreso General "elegir un lugar que sirva de residencia a los Supremos Poderes de la Federación y ejercer en su distrito las atribuciones del Poder Legislativo de un Estado".

Pero como la ciudad de México, asiento de los poderes nacionales se encontraba dentro del territorio y la jurisdicción del Estado de México surgieron graves problemas. El Congreso Constituyente expidió entonces el decreto del 18 de noviembre de 1824, declarando que la ciudad de México serviría de residencia a los Supremos Poderes de la Federación (artículo 1o) y que su distrito quedaría comprendido en un círculo "cuyo centro sea la plaza mayor de esta ciudad y su radio de dos leguas" (artículo 2o), previniéndose que para "señalar los términos del distrito", el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de México nombrarían peritos (artículo 3o). El mismo decreto, en sus artículos del 4o al 6o, de las bases generales de organización y funcionamiento del Distrito Federal, conforme a las disposiciones de la ley del 23 de junio de 1813; pero sustituyendo al jefe político por un gobernador que coexistiría con los ayuntamientos de elección popular.

El régimen de la Constitución de 1824 prevaleció hasta que la ley del 3 de octubre de 1825 destruyó el sistema federal, substituyéndolo por un centralismo no declarado, que sancionaron las "Bases para la Nueva Constitución" (Ley del 23 de octubre de 1825). Relacionando ambas disposiciones se llega al conocimiento de que el Distrito Federal quedó incorporado al Departamento de México, bajo el control de los poderes centrales, y coexistiendo con él los ayuntamientos.

El Congreso General sancionó una nueva Constitución, conocida por "Las Siete Leyes", publicada el 30 de diciembre de 1836, adquiriendo el centralismo, así, el carácter de constitucional. La Sexta Ley dio las bases para la división del territorio de la República, quedando compuesto por tantos Departamentos cuantos Estados había, con algunas variantes, entre ellas la que el Territorio de Tlaxcala se agregaba al Departamento de México y que la capital del Departamento de México es la ciudad de este nombre.

El 6 de enero de 1843, se reunió la "Junta de Notables" bajo la presidencia del Arzobispo Manuel Posada, y el 13 de junio se expidieron las "Bases de Organización Política de la República Mexicana". Conforme a ellas se dividió la República en 24 Departamentos, quedando incorporado al de México, lo que había sido el Distrito Federal.

El 13 de mayo de 1846 se instaló en la capital de la República el nuevo El 21 de mayo de 1847 se expidió el "Acta Constitutiva y de Reformas de los Estados Unidos Mexicanos", que restableció el sistema federal, declarando vigente el Acta Constitutiva y la Constitución de 1824. En ella quedó aprobada, como parte final del artículo 24, una redacción que da a entender claramente que la condición de la ciudad de México, como Distrito Federal, se considera un hecho transitorio. Con el Acta Constitutiva de 1847 surge nuevamente el Distrito Federal, como fue creado por la Constitución de 1824 y por el Decreto del 18 de noviembre del mismo año.

Un nuevo pronunciamiento restaura en el Poder a Santa Anna. Las "Bases para la Administración de la República", hasta la promulgación de la Constitución del 22 de abril de 1853, reimplantan el centralismo.

El último código centralista conserva, en la división territorial, al Distrito Federal, hasta que el Decreto del 1o. de febrero de 1854 cambia su designación, estableciendo la jurisdicción del Distrito de México, que abarca San Cristóbal Ecatepec, Tlanepantla, Los Remedios, San Bartolo, Santa Fe, Huixquilucan, Mixcoac, San Angel, Coyoacán, Tlalpan, Tetepa, Xochimilco, Ixtapalapa, El Peñón Viejo y la medianía de las aguas del Lago de Texcoco.

En el Plan de Ayutla reformado en Acapulco, se habla del "Distrito de la Capital" a propósito de la convocación de elecciones de representantes populares. La coexistencia del Distrito Federal con la ciudad de México como capital de la República, ocupó la atención del Constituyente de 1857 en varias sesiones y fue objeto de diversas iniciativas. El 16 de junio de 1856, la Comisión de Constitución presentó dictámenes consultando cuál habría de ser la división territorial de la República, proponiendo la elección de un nuevo Estado: El del Valle de México. Contra el dictamen de la mayoría, el voto particular del diputado Olvera propugnó la incorporación del Distrito Federal al nuevo Estado y la elección, dentro del plazo de un año, del lugar que habría de servir de residencia a los Supremos Poderes de la Federación.

La división territorial de la República fue considerada de tal importancia, que el Congreso acordó la designación de una Comisión Especial que presentó dictamen el 26 de noviembre de 1856, consultando la traslación de los Supremos Poderes a Querétaro y la erección del Estado del Valle de México. Las discusiones fueron reñidas y el 3 de enero de 1857 la Comisión de División Territorial propuso que el Distrito Federal se formara en la ciudad de Aguascalientes, centro geográfico de la República, y que a

partir del 1o. de julio de 1857 llevaría el nombre de Ciudad Hidalgo. Después de algunos incidentes parlamentarios, se aprobó la fracción XIII del artículo 64 del proyecto de Constitución, concediendo a los Congresos Constitucionales facultad para elegir la residencia de los Supremos Poderes de la Federación. Los que lucharon por que la ciudad de México siguiera siendo esa residencia alcanzaron, al fin, el triunfo, mediante la aprobación del artículo 46: "El Estado del Valle de México se formará del territorio que en la actualidad comprende el Distrito Federal; pero la erección sólo tendrá efecto cuando los Supremos Poderes Federales se trasladen a otro lugar".

En definitiva, bajo la Constitución de 1857 el Distrito Federal siguió siendo parte de la Federación, y concedió facultades al Congreso para el arreglo interior del Distrito Federal y los Territorios, teniendo por base el que los ciudadanos elijan popularmente las autoridades políticas, municipales y judiciales, asegurándole rentas para cubrir sus necesidades propias.

Más tarde, hubo algunas disposiciones que afectaron al Distrito Federal. La Ley del 6 de mayo de 1861 y el Bando del 6 de marzo de 1862, sobre su división política; el Decreto del 7 de junio de 1862, que al determinar la composición de algunos distritos militares, amplía el territorio del Distrito Federal; los Decretos del 15 y 17 de diciembre de 1898 ampliando la composición del Distrito Federal; para la fijación de sus límites en los años de 1898 y 1899; disposiciones relacionadas con la demarcación de dos municipalidades y con la división territorial del Distrito Federal.

La organización política municipal del Distrito Federal fue regulada por la Ley del 26 de marzo de 1903, que substancialmente establece los siguientes principios: 1o. Sujeción del Distrito Federal, en su aspecto legislativo, al Congreso de la Unión, y en lo administrativo, político y municipal, al Ejecutivo Federal. 2o. El Ejecutivo Federal ejercería el gobierno político y la administración municipal, por conducto de la Secretaría de Gobernación, con tres funcionarios: el Gobernador del Distrito Federal, el Presidente del Congreso Superior de Salubridad y el Distrito General de Obras Públicas, siguiéndose en sus lineamientos generales el sistema norteamericano aplicado al Distrito de Columbia. 3o. Subsistencia de los ayuntamientos con funciones políticas, designados por elección Popular. 4o. Creación de los prefectos políticos en las municipalidades foráneas, y administración de los servicios públicos por funcionarios nombrados por el Presidente de la República 5o. Designación de comisarios de policía en las poblaciones que no fueran cabeceras de municipalidad. 6o. Supresión de la personalidad jurídica de los ayuntamientos, haciéndose el gobierno del Distrito Federal de todos sus bienes, derecho y obligaciones. 7o. Control de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas de todos los sistemas de transporte y medios de comunicación existentes en el Distrito Federal.

La Ley de 1903 estableció un sistema intermedio de Gobierno Político y Administrativo Municipal. No tuvo la decisión de hacer desaparecer los ayuntamientos, que subsistieron precariamente, y por tanto, fueron origen de constantes conflictos y dificultades. El Distrito Federal, por su parte, se mantuvo con funciones vagas e imprecisas que ocasionaron frecuentes disputas jurisdiccionales.

En el discurso de don Venustiano Carranza al entregar a la Asamblea Constituyente de Querétaro su proyecto de Constitución, no hizo alusión a ninguna cuestión de límites que fundara las reformas que propuso. El artículo 43 del proyecto considera como parte integrante de la Federación al Distrito Federal, y el 44 precisaba sus nuevos límites: "El Distrito Federal se compondrá del territorio que actualmente tiene, más el de los distritos de Chalco, de Ameca, de Texcoco, de Otumba, de Zumpango, de Cuautitlán y la parte de Tlalnepantla que quede en el Valle de México, fijando el lindero en el Estado de México sobre los ejes geográficos de las crestas de las serranías del Monte Alto y del Monte Bajo".

La mayor extensión del Distrito Federal implicaba la mutilación del Estado de México y determinaba la comprensión territorial de la residencia de los Supremos Poderes Federales dentro de los límites naturales del Valle de México, superficie que históricamente se había considerado como la necesaria para la erección del Estado de su nombre.

En la sesión del 26 de enero de 1917, se presentó el dictamen de la segunda comisión de Constitución sobre los artículos 43, 44, 45 y 48, documento que revela cómo Carranza se empeño resuelta y decididamente en ampliar los límites del Distrito Federal a expensas del Estado de México. La Comisión informó al Congreso: "El C. Primer Jefe se ha servido hacer conocer a esta Comisión las razones que hay que tomar en cuenta para resolver acertadamente la organización territorial del país y principalmente el ensanchamiento del Distrito Federal... El mismo C. Primer Jefe ha manifestado a esta Comisión su vehemente deseo de que, si el Congreso no acepta sus propósitos, conste, cuando menos en los archivos del mismo y se haga presente en los debates, la intención que a él lo ha inspirado, con el objeto de que en próximo Congreso Constitucional, ya pueda trabajar sobre una idea que es buena y que es útil..." "Los propósitos del C. Primer Jefe son militares, políticos y civiles: El Valle de México es una extensión territorial que tiene defensas naturales propias, que lo hacen, en cierto modo, inaccesible, y debiéndose aprovechar esas fortificaciones naturales es muy fácil defenderlas. Hacer de la ciudad de México, comprendiendo esta circunscripción, una formidable plaza fuerte que sería el último reducto, la última línea de defensa del país, en el caso de una resistencia desesperada en alguna guerra extranjera"... "Además, el Valle de México hecho una sola entidad política, tiene sus recursos propios que le bastarían para su subsistencia y se presta para que, dependiendo directamente

del Presidente de la República, que acuerda con el Gobernador del Distrito, se implanten los adelantos modernos con maquinaria y procedimientos agrícolas de tal manera que pueda conseguir una especie de cultivo extensivo y por lo tanto el máximum de producción"... "Hay algunos pueblos, actualmente, que aunque no dependen del Distrito Federal se encuentran, sin embargo, más cerca de él y más lejos de los Estados a que pertenecen y, en tal concepto, es más convincente para ellos depender legalmente del Gobierno del Distrito, tanto para su comercio como para el progreso de su cultura en general"... "Haciendo del Valle una circunscripción distinta, independiente, esto es, como entidad con sus límites propios, con sus recursos propios, con su administración propia, se establece efectivamente la residencia de los poderes en un lugar especialmente adecuado para ese objeto y puede lograrse con esto, también, la mayor independencia de los Estados, que ya no tendrán más ligas ni más relaciones con el poder del centro que aquellos que correspondan propiamente a nuestra organización constitucional, esto es, aquellas que no son del régimen interior de cada Estado".

La Comisión de Constitución se limitó a presentar "las razones que fundamentan el proyecto del Primer Jefe, y la asamblea, en vista de ellas, resolverá en definitiva lo que estime más conveniente para los intereses públicos, adoptando una posición conciliadora al establecer la posibilidad de la erección del Estado del Valle de México, y dejando la determinación de su comprensión territorial al Congreso General. En la misma sesión se aprobó por mayoría el dictamen de la Comisión y el artículo 44 quedó así: "El Distrito Federal se compondrá del territorio que actualmente tiene, y en caso de que los poderes federales se trasladen a otro lugar, se erigirá en Estado del Valle de México, con los límites y extensión que le asigne el Congreso General".

Pero se presentó un problema, porque el proyecto de Constitución de Carranza basaba la organización política de la República en los Municipios Libres, regidos por ayuntamientos de elección popular y con absoluta independencia de los Poderes centrales de cada Estado. Por eso al plantearse la cuestión del régimen constitucional y la jerarquía administrativa del Distrito Federal, chocaron las ideas medulares del proyecto con la necesidad de centralizar el mando y fortificar la acción de las autoridades. Se adoptó una solución que, sin destruir el Municipio Libre como célula política, tampoco resultara denigrante o lesiva de la autoridad y prestigio de los Poderes Federales, evitando las invasiones de jurisdicción en conflictos y controversias que necesariamente habrían de surgir. De esta suerte coexistieron en la capital la autoridad del Jefe del Ejecutivo Federal con la de un ayuntamiento de elección popular.

La fracción VI del artículo 73 del Proyecto Carranza daba facultades al Congreso para legislar en todo lo relativo al Distrito Federal, sobre las siguientes bases: División en municipalidades capaces de subsistir con elementos propios, garantizándose su independencia política mediante su capacidad económica; creación de los ayuntamientos como autoridades supremas, a excepción hecha de la municipalidad de México, "la que estará a cargo del número de comisionados que establezca la ley", y funcionamiento de un gobierno del Distrito Federal como una dependencia directa del Presidente de la República.

El Proyecto Carranza propugnaba, como es fácil advertirlo, por el sistema norteamericano para el gobierno de la ciudad de México, con la única diferencia de que aquí iban a coexistir los comisionados municipales con el Gobierno del Distrito, en tanto que en Washington fueron precisamente la inmoralidad y los despilfarros del gobernador Sherphard los que provocaron una ley del Congreso que estableció el gobierno del Distrito de Columbia "por una Comisión de tres personas, dos de las cuales han de ser ciudadanos del Distrito y el tercero un oficial del Cuerpo de Ingenieros del Ejército... Esta Comisión no legisla, sino que el Congreso hace toda la legislación del Distrito".

La mayoría de la Comisión de Constitución adoptó el Proyecto Carranza; pero fue más fuerte la tradición histórica que la necesidad política. Después de apasionados debates, por 40 votos contra 44 de la afirmativa, se rechazó la supresión de la municipalidad de México, coexistiendo su Ayuntamiento con el gobierno del Distrito Federal.

El 3 de octubre de 1918, Venustiano Carranza, ya como Presidente de la República, envió un proyecto de reformas constitucionales sosteniendo su criterio. El Senado aprobó la iniciativa, y el 8 de marzo de 1919 se convocó a un período de sesiones extraordinarias para discutir, entre otros, este asunto, que no llegó a aprobarse en definitiva. Diez años más tarde, el 18 de abril de 1928, el general Alvaro Obregón - candidato entonces a la Presidencia de la República - presentó a la Comisión Permanente una iniciativa de reformas constitucionales, con el objeto de resolver el problema político del Distrito Federal. "Los hechos han demostrado, que la organización municipal en el Distrito Federal no ha alcanzado nunca los fines que esa forma gubernamentativa debe llenar, debido a conflictos de carácter político y administrativo que constantemente han surgido por la coexistencia de autoridades, cuyas facultades se excluyen a veces, y a veces se confunden. En consecuencia, para estar de acuerdo con la lógica y con la realidad, lo debido será organizar la administración del Distrito Federal de manera que haya unidad de mando y eficiencia en todos los órdenes del Servicio Público".

La iniciativa de Obregón propone la supresión del Municipio Libre en el Distrito Federal, porque las funciones propias de los Ayuntamientos no pueden ser sino nominales, porque carecen de recursos económicos, no pueden administrar justicia como debiera ser, ni son el único poder que gobierna la municipalidad, como también debiera ser, puesto que la autonomía municipal justamente tiende a ello. De

suerte que desde su misma creación el Municipio en el Distrito Federal nació incompleto. inconsistente y, por lo mismo, autónomo únicamente en teoría". En tal virtud, el general Obregón propuso la reforma constitucional (bases 1a. 2a. 3a. de la fracción VI del artículo 73), dejando subsistente la facultad legislativa del Congreso para el Distrito y Territorios Federales.

Pero la iniciativa no resolvía, ni constitucional ni administrativamente, el problema del Distrito Federal, porque la facultad explícita del Congreso para legislar en todo lo relativo a él, era discrecional, y suprimidos los Municipios, la caracterización política y la organización administrativa de la región en la que residían los Supremos Poderes de la Unión, seguía siendo una formidable interrogación. Así lo entendió el propio Obregón, quien el 12 de mayo de 1928 se dirigió nuevamente a la Comisión Permanente, diciendo haber omitido fijar la base que serviría de pauta al Congreso de la Unión para expedir la Ley de organización política del Distrito Federal. "Por mandato constitucional, dice la adición, el Distrito Federal es la residencia de los Supremos Poderes de la Federación; en consecuencia, indudablemente que al Presidente de la República es a quien compete el Gobierno de la misma entidad. Fijada la base anterior, la Ley Orgánica creará en vista de las necesidades y de la experiencia el órgano y órganos por medio de los cuales el Presidente de la República ejercerá las referidas funciones en el Distrito Federal".

Con fecha 31 de diciembre, después del asesinato del general Obregón, el Congreso aprueba la Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales, en la cual se precisan los siguientes aspectos. Extensión territorial y división del Distrito Federal en un Departamento Central y 31 Delegaciones. (Artículos del 1o. al 20o.) Su gobierno estará a cargo del Presidente de la República, quien lo ejercerá por medio del Departamento del Distrito Federal, con sus órganos auxiliares: El Consejo Consultivo del Departamento Central y los Consejos de cada una de las Delegaciones (artículo 20). Se encomiendan las funciones del Departamento del Distrito Federal, al Jefe del Departamento, a los Delegados y a los demás empleados que determinen la ley. Se enumera detalladamente las atribuciones del Departamento, concediéndole todas las que correspondían a los ayuntamientos, más las que, por razones de ejecución expedita, corresponden a una autoridad subalterna que actúa en nombre del Presidente de la República.

El Jefe del Departamento del D. F., es nombrado y removido libremente por el Presidente de la República: Pero la ley le encomienda el ejercicio de todas las atribuciones que corresponden al Departamento y coloca bajo su inmediata autoridad los servicios propios del Departamento y los comunes a todo el Distrito, con obligación de oír al parecer del Consejo Consultivo en determinados casos de excepción. (Artículo 25, 26 y 28).

En la ley Orgánica aprobada en 1970 y publicada en el Diario Oficial de la Federación del 29 de diciembre de 1970 y adicionada más tarde, hay cambios fundamentales que amplían la vida democrática. En ella, se establece la desconcentración administrativa a través de 16 Delegaciones y el Consejo Consultivo se transforma de simbólico, de consejo sin autoridad, en órgano importante de consulta y colaboración en las tareas de gobierno del Jefe del Departamento del Distrito Federal.

El relato que antecede, de suyo largo por su propia naturaleza, pero necesario para conocer bien el problema del gobierno del Distrito Federal, demuestra que la cuestión, principalmente controvertida desde el nacimiento de la República a este respecto ha sido la de contar con una autoridad eficaz para la Entidad más importante del país, que funcione sin trabas ni obstáculos y sin colocarla al margen de las instituciones y de los principios democráticos que constituyan la estructura política de México.

Tal pareciera que hay oposición entre el concepto de autoridad y el concepto democrático que no ha quedado resuelto satisfactoriamente hasta hoy, y que se profundiza con el correr del tiempo, porque el Distrito Federal no sólo plantea un problema político administrativo, sino un tremendo problema económico social que afecta a todos los Estados de la República y al pueblo de México. Todos conocemos y sentimos el problema, pero unos cuantos datos precisan su verdadera magnitud; la población del D. F. entre 1950 y 1970 aumentó considerablemente llegando casi a los 10 millones de habitantes. La zona metropolitana creció en proporción enorme penetrando en el territorio de los Estados de México en varias direcciones y proyectándose sobre los Estados de Hidalgo, Morelos y Tlaxcala. La ciudad de México perdió su viejo carácter de urbe burocrática, rodeándola apareció un cinturón industrial que en 1960 tenía 31,788 establecimientos con un capital invertido de cerca de 30 mil millones de pesos con una producción por valor de 26 mil millones y una población de 429 mil obreros que percibieron sueldos y salarios por una cantidad cercana a los 5 mil millones de pesos es decir, el Distrito Federal representaba hace 14 años el 31% de los establecimientos industriales de toda la República; el 35% del capital invertido en ellos, el 37% del total de la fuerza de trabajo industrial en todo el país y el 43% de la retribución de la totalidad de las fuerzas de trabajo de México en las principales ramas industriales. Datos estadísticos con los últimos 14 años han crecido de manera importante; aglomeración humana, aparición de colinas o barrios con construcciones deleznables y sin servicios públicos en donde viven millones de individuos, muchos de ellos sin trabajo, agua potable y drenaje suficiente, falta de alumbrado eléctrico, escasez de viviendas para población económicamente activa, congestionamiento de tránsito de vehículos del transporte de personas, problemas de policía, contaminación

atmosférica, enfermedades sicólogas además de las endémicas y otros problemas de semejante importancia han creado una situación que urge resolver yendo al fondo de la situación pues las exigencias que plantean no pueden satisfacerse una a una aisladas entre sí, sin tomar en cuenta el problema general del Valle de México.

Hay dos grandes problemas que no pueden ser postergados por más tiempo: Uno es el problema de la planificación de la cuenca del Valle, que implica una serie de medidas de trascendencia, ante todo la de coordinar la acción administrativa y los servicios del Departamento del Distrito Federal con los gobiernos de los Estados de México, Morelos e Hidalgo, y el otro es el problema de la participación de los ciudadanos del Distrito Federal en los asuntos que más interesan, algunos de ellos vitales a la población del área metropolitana.

Nadie podría postular un sistema que privara de representación política a los ciudadanos de una parte de la República, cualesquiera que fuesen sus argumentos, pues, equivaldría a pretender invalidar el principio de que la soberanía reside en el pueblo, y la estructura política del país como nación organizada en república representativa y democrática. Sin embargo, los ciudadanos del Distrito Federal carecen de representantes que examinen, discutan y resuelvan los problemas que más les importan, como son los servicios de los que depende su vida diaria, su trabajo, su salud, su alojamiento, su transporte, su educación y el empleo de que disponen para el descanso.

Por otra parte, debemos reconocer que el actual gobierno del Distrito Federal se ha esforzado por resolver los grandes problemas. Pero nos preguntamos: ¿Se darán siempre gobiernos de esta calidad en esta entidad? ¿Ya no habrá regentes que se preocupen casi exclusivamente por colocar gladiolas en los prados, en las grandes avenidas? Quiero por eso valorar algunas obras que son importantes por que algunas de ellas, que no se ven, sí significan medidas transcendentales para la vida de los capitalinos. El drenaje profundo, que según informes, empezará a funcionar el año próximo antes de las lluvias, liquidará el peligro que durante años y años ha amenazado al Distrito Federal, sobre las inundaciones, la distribución justa del agua haciéndola llegar a las colonias más humildes y alejadas, que según de nuestro conocimiento, es intención del actual Gobierno del Distrito Federal, para lograrlo para 1976.

El programa de construcción de la vivienda, los planes para ampliar el Metro, con carros construidos en el país, que resolverá el problema de transporte urbano; la construcción del circuito interior, que aliviará en parte el problema del tránsito, son obras que no pueden pasar desapercibidas para el Partido Popular Socialista y para ningún habitante que esté debidamente informado de lo trascendental de estos servicios.

sin embargo, y en el plan de preocupación, porque esta intervención no es una iniciativa de reformas a la Ley Orgánica, ni siquiera pretende iniciar una polémica en esta tribuna, pero sí quiero hacerles llegar la inquietud de mi partido, de que busquemos formas, para que los ciudadanos del Distrito Federal participen de manera más directa en el gobierno, porque elegir a sus gobernantes es participar en la conducción de la vida política; quizá sea posible iniciar un debate en toda la entidad a fin de llegar a conclusiones acertadas y repito, a título de inquietud de mi partido: ¿Por qué no estudiamos la posibilidad de que las juntas de vecinos y por tanto el Consejo Consultivo sean electos popularmente o en otra forma? Sería posible dado los antecedentes históricos que las delegaciones se transformaran en municipios y se eligieran las autoridades representativas.

Dejo entonces en manos de ustedes estas inquietudes de mi partido, que significan nuestra preocupación respecto a la vida política en el Distrito Federal. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Rubén Rodríguez Lozano.

El C. diputado Rubén Rodríguez Lozano: Señor Presidente: Señores diputados: En este acto conmemorativo del Ciento Cincuenta Aniversario de la Creación del Distrito Federal, me permito formular a nombre del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, algunas consideraciones sobre la obra que el Gobierno de la República ha venido realizando para satisfacer las necesidades de la población del Distrito Federal.

Esa obra obedece a una planeación técnica de los problemas colectivos para poder atacar su solución teniendo en cuenta sus relativas categorías de necesidad y de importancia.

El actual régimen reconoce que México necesita de la técnica en todos sentidos y en todas partes, en sus ciudades y en sus campos, en sus fábricas y en sus construcciones, en sus aulas y en todas sus actividades socialmente útiles.

Pero quiere una técnica que exprese austeramente nuestra economía, nuestro mestizaje, nuestra geografía, nuestros climas, nuestros materiales y obrero, nuestros problemas de extracción, de transporte y distribución, para que resulte una técnica verdaderamente mexicana, por constituir la solución necesaria, operante y eficaz de nuestros problemas exacta y claramente planteados.

A estos propósitos superiores obedecen las obras realizadas por el Gobierno en el Distrito Federal a través del Departamento Central que afortunadamente preside un hombre honrado, capaz y revolucionario como lo es sin duda el señor licenciado Octavio Sentíes Gómez. (Aplausos.)

Un sistema de drenaje profundo que esperamos salve definitivamente a la ciudad de catastróficas inundaciones, y contribuya a mejorar las condiciones higiénicas y sanitarias de la propia cuidad; abastecimiento de agua potable que beneficia principalmente a las 200 colonias donde viven gentes humildes y modestas;

construcción de escuelas y de habitaciones populares; aplicación, ampliación del bosque de Chapultepec, viveros, plantas de industrialización de los desechos sólidos, estación y medición de humos y gases de vehículos, planta de asfalto, numerosas actividades sociales y culturales y desconcentración de los servicios del Departamento del Distrito en las Delegaciones, estando al frente de ellas profesionales distinguidos por su cultura y por su acendrado espíritu de servicio social. Vemos con satisfacción que el cambio de hombres en el poder público ya no es pretexto para desconocer o ignorar los aspectos positivos de administraciones anteriores, ni para incurrir en los vicios y errores que se haya cometido. El sistema de drenaje profundo iniciado por pasados gobiernos y superior a una inversión de 5,400 millones de pesos, ha sido realizado por el actual régimen con una inversión superior a 4,790 millones. Es así como México, que ha tenido continuidad revolucionaria, no pierde esa continuidad en sus más importantes y transcendentales realizaciones; ya no podemos vivir de tanteos y de ensayos, ni podemos gastar tiempo, energías y dinero en continuas y a veces inútiles modificaciones, este desideratum exige que todos los mexicanos actuemos a la altura de nuestras respectivas responsabilidades, aprovechando las fuerzas, todos los pensamientos y todas las voluntades para actuar bajo un denominador común que no puede ser otro que el progreso y la grandeza de la patria en todos los órdenes. México nos exige una actitud seria, y llena de responsabilidad; no podemos perder el tiempo haciendo política demagógica para provocar la violencia, ni fomentando odios recíprocos, ni ejecutando desplantes soberbios. Tampoco podemos perder el tiempo ignorando nuestras verdades o disfrazándolas para no verlas tan amargas.

Las autoridades del Departamento del Distrito Federal han considerado, y con razón, que los problemas del tránsito citadino sólo podrán ser resueltos satisfactoriamente si se hacen coincidir, con las obras de ingeniería de tránsito, la aplicación de un sistema de educación vial y el funcionamiento de sistemas modernos de vigilancia.

A esto se debe la construcción de 40 pasos a desnivel y del circuito interior con sus vías radiales de comunicación. Podemos afirmar que dentro del programa especial de obras viales del Departamento del Distrito, el circuito interior, vía rápida, de trazo angular y de 39 kilómetros de longitud en torno a la zona de máxima concentración de actividades, constituye el elemento fundamental para estructurar el sistema vial básico de la ciudad de México.

Su trazo sigue en la mayor parte de su recorrido, antiguos ríos entubados, lo que permite construir esta vía sin incurrir en grandes costos, por la adquisición de derechos de vía y sin alterar en gran parte, la estructura urbana de la ciudad.

Por otra parte, debemos reconocer que estamos connotados frente a una situación que exige nuevas enseñanzas en todos los órdenes, pero principalmente en materia de educación vial para el debido uso de los sistemas de comunicación y de transporte, además, debemos reconocer el peligro que entraña una niñez y una juventud a las que se deja sin el conocimiento que necesitan para saberse conducir fuera del control del hogar y de la escuela. La anarquía y la ignorancia de las leyes y de los sistemas de tránsito moderno convierten nuestras ciudades en encrucijadas de muerte.

Ahora bien, sólo podemos comprobar que los individuos necesitan una educación especial cuando el medio acusa tal necesidad. Y eso demuestra que la educación vial es una demanda urgente que presenta la situación social moderna.

Todos sabemos que la cultura de un país, se mide en gran parte, por la protección sistematizada que proporciona a sus habitantes. Y es por eso que el Distrito Federal y en toda la República se realizan importantes y trascendentales actividades tendientes a ese fin, en materia de seguridad de tránsito y de educación vial. El actual régimen ha construido en menos de 3 años en el área del D. F., más de 110 escuelas para diferentes niveles educativos, 14 jardines de niños, 49 escuelas primarias, 41 escuelas secundarias, 4 centros de estudios tecnológicos y 2 escuelas especiales.

Podemos afirmar que la obra que se realiza actualmente para satisfacer las demandas docentes de la niñez y de la juventud, por su importancia y trascendencia, no tiene precedente en la historia de la educación en el D. F.

El gobierno revolucionario sabe que la recta de educación es básica para el desenvolvimiento continuo de la cultura y para el progreso saludable de los pueblos. Así lo entienden también las autoridades del Departamento del Distrito Federal y ese entendimiento es casi un instinto de nuestro pueblo a tal grado que, cualesquiera que haya sido las modalidades y finalidades políticas del pueblo mexicano siempre ha fincado la cultura en la educación y la educación en el espíritu moral, lo mismo cuando se conquistó el Reino Tarasco para la civilización bajo la guía de Vasco de Quiroga, que cuando se conquistó la región chiapaneca para hacer válido el derecho de gentes bajo Bartolomé de Las Casas, como para el afianzamiento de la libertad humana en la región veracruzana, donde se fundó la primera población del mundo en que los negros que habían sido reducidos a la esclavitud, fueron libres, y en fin, para el triunfo del liberalismo en América bajo el régimen de lo que en nuestra historia llamamos la Reforma, y actualmente bajo el régimen institucional de la Revolución.

Muy a pesar de los esfuerzos constructivos y socialmente útiles que realizan las autoridades para encontrar solución satisfactoria a los problemas de la comunidad, hay que reconocer que todavía nos falta mucho por hacer. Nos faltan habitaciones y escuelas; nuestras ciudades están mal planificadas y no cuentan con todos los servicios públicos. Todavía son miles de niños los que quedan sin oportunidades docentes, y necesitamos todo cuanto no tenemos,

y en este grave momento en que vivimos, nadie puede darse el lujo del aislamiento en la mezquinidad, en la ineficacia y en el abandono.

El Presidente Luis Echeverría lucha denotadamente no sólo por el progreso del país y por el bienestar de sus habitantes, sino también porque en el plano internacional se cancele definitivamente la estrecha limitación nacionalista y se vea, como una meta luminosa, el que cada país sea un elemento de colaboración y de coordinación inteligente y eficaz en el conjunto de las demás naciones, para que pueda haber paz con libertad y justicia social.

Todavía, para importantes núcleos de la población del Distrito, continúan representando sus más apremiantes demandas, el pavimento, el alumbrado, el drenaje, el transporte, la escuela, el mercado, la vivienda, distribución racional de zonas comerciales industriales y los servicios de seguridad pública; pero es necesario aceptar que el desarrollo de cualquier región del país, no puede ni debe de ser obra exclusiva de los gobiernos, sino la resultante de la cooperación de todos los mexicanos.

Por eso es indispensable que todos los ciudadanos demostremos nuestra capacidad para crear y producir, planifiquemos nuestras riquezas y nuestras limitaciones, y que contribuyamos a formar intelectual y civícamente, a los hombres que México necesita.

Debemos atacar por medios rápidos y seguros, las fallas, las lagunas, las deficiencias y las minusvalías, que nos colocan en posición de inferioridad, y para ello debemos iluminar el sombrío camino de nuestros problemas, con luz clara e imparcial, que, sin ocultarnos las dificultades de la tarea, contribuya a señalarnos la ruta luminosa de las soluciones.

No podemos recrearnos en la contemplación de las obras ya realizadas, cuando delante están millares de obras que proyectar y que construir y podamos dedicarnos al cultivo de la superfluidad, mientras las cosas más indispensables sigan faltándonos, y mientras prevalezcan las tremendas desigualdades, económicas y sociales entre la vida urbana y rural de nuestro territorio.

Todavía hay numerosas familias que carecen de alimentación suficiente, de vestido, de techo, de atención médica y de fuentes de trabajo; muchos hogares carecen de agua; nuestras vecindades citadinas en su inmensa mayoría siguen siendo hacinamientos humanos en donde priva la promiscuidad, la insalubridad y el vicio, y no hay que olvidar que la delincuencia juvenil tiene su principal origen en ambientes de miseria y de ignorancia, pues todavía tenemos núcleos de población que padecen tremendos estados de justicia social.

Todos debemos convenir que confrontamos en el Distrito Federal y en todo el país, otro grave problema, cual es la necesidad de orientar cívicamente al pueblo, pero en forma sistemática y constante y de acuerdo con los postulados de la democracia, supuesto que esta filosofía política es la base de nuestra existencia nacional.

Necesitamos, y con apremio, esa orientación cívica, a fin de lograr el respeto a la Constitución de la República, a las normas jurídicas establecidas, y al principio de autoridad que de ellas emanan.

Resulta por lo tanto fundamental, sustantiva y de profunda importancia, la orientación cívica del pueblo, y principalmente de la juventud, pues esa labor reviste un doble interés: acabar con los vicios establecidos y con las transgresiones a la ley y preparar para el goce de una efectiva democracia a las nuevas generaciones. No es menos grave el problema de la explotación de mujeres y niños que trabajan en los llamados "talleres domésticos", careciendo de toda protección jurídica y de higiene y seguridad en sus labores; es urgente proteger a esos mexicanos para que participen de los beneficios de nuestra legislatura laboral. Tenemos que movilizar al pueblo en la lucha por la paz del mundo; secundando la política pacifista y humanitaria del Presidente de la República, pero al mismo tiempo es necesario que fortalezcamos nuestra tranquilidad interior con la vigencia de la justicia social, haciendo que se cumplan fielmente los postulados de la Revolución que no son otros, que los de cancelar la miseria, la ignorancia, la insalubridad, la explotación, el monopolio, el latifundio, la prevaricación y la injusticia, pues la Revolución Mexicana no puede mantenerse ajena al destino del pueblo ni al destino de las clases trabajadoras, ni el destino de las capas más desheredadas de la población nacional, que las grandes ciudades mexicanas y entre otras ésta ciudad de México, por el esfuerzo de sus habitantes y por su mayor elevación cultural, económica y social, sirvan de orientadoras de los esfuerzos constructivos que nuestra Patria demanda de todos los ciudadanos en todos los rumbos de la República. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Carlos Machiavelo Martín del Campo.

El C. Carlos Machiavelo Martín del Campo: Señor Presidente, señores invitados de honor, compañeros diputados, público asistente:

La evolución constitucional de México está ligada de modo inestable a la historia de nuestra integración y desenvolvimiento nacional. La Constitución es la ley suprema, norma de normas, por eso todas las etapas constitucionales han desembocado en la formulación de un momento jurídico regulador del orden colectivo, y en una u otra forma tenemos que referirnos a él, para interpretar las condiciones socio políticas que le dieron origen.

Al buscar los antecedentes históricos y legales que dieron origen al Distrito Federal, los encontramos íntimamente unidos en los momentos críticos de nuestro pasado, a nuestros movimientos libertarios, a nuestras luchas ideológicas más importantes y a nuestros más significativos cambios sociales.

La sede de los poderes nacionales ha sido capítulo obligado y polémico de nuestras Cartas Fundamentales y el Distrito Federal en lo

particular, en este orden de ideas, es punto de referencia en todas nuestras constituciones federalistas.

Nuestra historia contemporánea, podíamos decir que se inicia en la ciudad de Querétaro, en el año de 1917 con la promulgación de la Constitución vigente, que en su artículo 44 señala "El distrito federal se compondrá del territorio que actualmente tiene, y en el caso de que los poderes federales se trasladen a otro lugar, se erigirá en estado del Valle de México con los límites y extensión que le asigne el congreso general".

Este artículo está contenido en el capítulo relativo a las partes integrantes de la Federación y del Territorio Nacional cuyo artículo 43 fue reformado por el Congreso de la Unión, aceptando otra justa iniciativa presidencial que permitió la conversión en Estado de los antes Territorios de Quintana Roo y Baja California Sur. Quedando con esto integrada la Federación con treinta y un Estados y el Distrito Federal. Esperamos que en corto tiempo pueda señalarse en el artículo 42, ya aceptado por el derecho internacional, lo conducente a establecer un orden jurídico para los mares, las zonas jurisdiccionales costeras y el mar patrimonial.

El primer antecedente histórico jurídico de la fundación hace ciento cincuenta años del Distrito Federal, lo encontramos, después de iniciado por Don Miguel Hidalgo, nuestro movimiento libertario. Este se encuentra en el artículo 45 constitucional para la libertad de la América Mexicana sancionado en Apatzingán el 22 de octubre de 1814 que dice: "Estas tres corporaciones (el Supremo Congreso Mexicano, el Supremo Gobierno y el Supremo Tribunal de Justicia), han de residir en un mismo lugar que determinará el Congreso, previo informe del supremo gobierno; y cuando las circunstancias no lo permitan, podrán separarse por el tiempo y la distancia que apruebe el mismo congreso".

En esta Constitución se expresaba el pensamiento de un mexicano que pasó de sacerdote a caudillo y de líder a reformador social. Que buscó con las armas el reconocimiento a los más elementales anhelos populares y en una constitución logró plasmar, la razón que daba fuerza a sus convicciones.

Ya el 14 de septiembre de 1813, Morelos había dado a conocer sus sentimientos, siempre acordes con el sentir de la nación y en los que expresó la síntesis de su pensamiento. Sólo 23 puntos escritos de su puño y letra, los que a la postre costaron su vida. Puntos que fueron bandera y camino, impulso y destino.

23 puntos en los que mostró su visión insurgente y renovadora. Su espíritu libertario, su profunda convicción democrática y sus avanzados conceptos del derecho social. Cuando en Europa el socialismo aún era teoría novedosa.

Morelos señalo en su punto 12 "que como la ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia; de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.

Menciono hoy estas palabras, tan conocidas por todos ustedes, porque cuando en este respetable recinto se han discutido recientemente asuntos de gran interés nacional, por su coincidencia, estas frases cobran actualidad y adquieren especial significación. Representan de hecho una comparecencia del pensamiento de Morelos.

Debemos reconocer en Morelos el mérito de haber forjado el pensamiento de los mexicanos en términos de destino y libertad.

El segundo antecedente corresponde al 21 de agosto de 1821 apenas años después; el artículo 4o. de los Tratados de Córdova, dice "El Emperador fijará su corte en México, que será la capital del imperio".

Que profundo contraste ente los intereses bastardos de un emperador y los legítimos de un siervo del pueblo, que contraste vergonzante entre las constituciones de Chilpancingo y Apatzingán con el plan de Iguala y los Tratados de Córdova.

Decía Iturbide "Hidalgo y los demás caudillos no hicieron más que causar a la nación, inmensos males". Como si el juicio sobre el valor de las obras y las gentes no fuera sancionado por el tribunal de la historia.

El Plan de Ayala señalaba, como todo lo arbitrario, como imperativo categórico, dogmático, "la monarquía imperial tiene que ser". Mediante los Tratados de Córdova, se ofrecía el naciente imperio a la Familia Real Española, o bien a quien las cortes del imperio designaren, lo que desde luego, abría las puertas de alguien no perteneciente a la dinastía. Estaba todo, pues, preparado para Iturbide.

Así el 18 de mayo de 1822 el Congreso declara a don Agustín de Iturbide Primer Emperador Constitucional de México.

Disuelto al Congreso y roto hasta con la Constitución Española de 1812 se establece el imperio con poder absoluto.

Dice Matías Romero:

"La escasez del medio circulante y la emigración de capitales promovida por los españoles, el clero y los comerciantes e industriales inconformes con el régimen, incrementaron la miseria nacional.

El mismo autor hace referencia "al premio" de un millón de pesos que el propio Iturbide se hizo pagar por el papel que desempeñó en la consumación de la independencia, este libertador mercenario seguramente no compartió con el engañado guerrero su precio de la independencia.

El Congreso, reinstalado por el Acta de Casa Mata, lo destituye sin dar lugar a una absurda abdicación de la corona.

Aparece en la escena nacional el general Antonio López de Santa Anna, entonces en una piel de liberal.

El país por todos los hechos acaecidos se encontraba en una situación caótica. Tres siglos de colonia, tres siglos de un constante, voraz e intenso saqueo de todas las provincias, la misma independencia, la aventura imperialista, la bancarrota,

la gran desorganización administrativa, el olvido de las demandas provinciales y el constante atropello a sus derechos; conducían rápida e inexorablemente a la autarquía, a la disgregación y al establecimiento de un sistema feudal.

El hecho de que la providencia de Guadalajara, quisiera convertirse en el estado libre de Jalisco, con absoluta libertad en su régimen interior y así lo hubiere manifestado el 16 de junio de 1823. Que Zacatecas y otras, resentidas por la indiferencia y el abandono; participaban abiertamente de estas ideas separatistas, mostraba lo grave de una situación que, sin embargo no todos veían o no querían ver.

La nación hubiera llegado a ser un archipiélago de estados independientes, sólo unidos por frágiles puentes de fraternidad, de buena voluntad, por la identidad en el idioma o en la religión; o bien, en el mejor de los casos, por los endebles vínculos de una confederación. Esto era lo que no veían personas con el talento de un Fray Servando y Teresa de Mier. Que decía: "El federalismo en México es una imitación extralógica que viene a desunir lo unido". Obviamente, no veía el proceso de disgregación.

Qué triste hubiera sido que por la incuria, el egoísmo y la falta de previsión de algunos, se hubiera desarticulado dolorosamente el cuerpo nacional, cuyas partes hubieran sido fácil presa y rico botín de potencias extranjeras, que conocedoras por la colonia de nuestras riquezas esperaban, después de la independencia una oportunidad propicia para intervenir.

La historia nos enseño tiempo después el precio que se paga por la desunión y por tener otros intereses ajenos, a los propios intereses de la patria. Dos corrientes ideológicas, dos tendencias y dos intereses antagónicos, convirtieron al país en campo de batalla por cerca de medio siglo.

Una nación que demandaba, no una lucha entre hermanos, sino la suma de todos los esfuerzos para hacer una patria fuerte, con una política social y económica progresista, que le permitiera sobrevivir en un mundo en el que las naciones poderosas se encontraban como aves de rapiña, en plena efervescencia colonialista. Pero desgraciadamente esto no se entendió o no se quiso entender. Lo cierto es que no se logró y fueron graves los resultados.

Los estados de Norteamérica, con su gran sentido comercial, buscaban en otras formas su estabilidad política, ya habían vislumbrado las ventajas de pasar a un régimen confederado a una organización federalista, y el 30 de abril de 1789 Washington había tomado en Wall Street, juramento como el primer Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, con lo que se preparaban a convertirse en una potencia, que no la imaginaba entonces, la Europa misma.

El tercer antecedente constitucional:

El 4 de octubre de 19824, el Congreso general constituyente en el artículo 50, fracciones XXVIII y XXIX señala:

Las facultades exclusivas del Congreso General son las siguientes:

XXVIII "elegir un lugar que sirva de residencia a los supremos poderes de la federación, y ejercer en su distrito las atribuciones del poder legislativo de un Estado."

XXIX "Variar esta residencia cuando se juzgue necesario".

Anticipándose al congreso ordinario, el 18 de noviembre de 1824, que ayer hizo ciento cincuenta años, el propio Constituyente emite un decreto que señala a la ciudad de México con el distrito que se expresa para la residencia de los supremos poderes de la federación, que es promulgado por el Presidente Guadalupe Victoria, el día 20 del mismo mes y año. Nace así, como consecuencia de la promulgación de la constitución que da vida a la República Federal y con ella a esa muy digna institución que es el Senado: El Distrito Federal.

Dicho decreto dice:

1o. El lugar que servirá de residencia a los supremos poderes de la federación, conforme a la facultad 28 del artículo 50 de la Constitución será la ciudad de México.

2o. Su distrito será el comprendido en un círculo, cuyo centro sea la plaza mayor de esta ciudad y su radio de dos leguas.

3o. El Gobierno General y el Gobernador del Estado de México, nombrarán cada uno un perito para que entre ambos demarquen y señalen los términos del distrito conforme el artículo antecedente.

4o. El gobierno político y económico del expresado distrito, quede exclusivamente bajo la jurisdicción del gobierno general, desde la publicación de esta Ley.

5o. Ínterin se arregla, permanentemente el gobierno político y económico del Distrito Federal, seguirá observándose la Ley del 23 de junio de 1813 en todo lo que no se halle derogado.

6o. En lugar del jefe político a quien por dicha ley, estaba encargado el inmediato ejercicio de la autoridad política y económica, nombrará el gobierno general un gobernador en calidad del interino para el Distrito Federal.

7o. Las elecciones de los ayuntamientos comprendidos en el Distrito Federal y para su gobierno municipal, seguirán observándose las leyes vigentes en todo lo que no pugne con la presente.

8o. El Congreso del Estado de México y su Gobernador, pueden permanecer dentro del Distrito Federal todo el tiempo que el mismo Congreso crea necesario, para preparar el lugar de su residencia y verificar la traslación.

9o. Mientras se resuelve la alteración que debe hacerse en el contingente del Estado de México, no se hará novedad en lo que toca a las rentas comprendidas en el Distrito Federal.

10. Tampoco se hará en lo respectivo a los tribunales comprendidos dentro del Distrito Federal, ni en la elegibilidad y demás derechos políticos de los naturales y vecinos del mismo Distrito hasta que sean arreglados por la misma Ley.

Cierto que en la Constitución del 24 no se recogieron fielmente los principios liberales sostenidos por Morelos. Cierto que expresó principios de derecho consignados en los estatutos jurídicos de otros países. Cierto que fue más orgánica, que doctrinaria o dogmática, cierto que no da especial significado a la soberanía del pueblo, y que dio forma al Senado tomando el modelo americano.

Estas y otras críticas se han hecho a esta Constitución, primera federalista pero ciertamente olvidan que las constituciones interpretan las inquietudes de una época, que corresponden a las condiciones sociopolíticas y económicas importantes. Ciertamente las constituciones son historia pero fundamentalmente hacen la historia.

Pobres de los pueblos que no sepan aprovechar las experiencias ajenas. Que no tengan el talento para adecuar o la capacidad para asimilar lo bueno de donde venga. Porque estos probablemente estén a la luz de una vela o en espera de descubrir la rueda.

Tendría consecuencias funestas un nacionalismo llevado al extremo que pretendiera la nacionalización de la cultura o de las ideas. Debemos ser tradicionales, conociendo y dando justo valor a nuestro pasado, para establecer un armónico y firme paso al porvenir, pero no podemos ser tan tradicionales que pretendamos vivir en el pasado. Ramos Arizpe, el padre de la Federación Mexicana, seguramente no intentó ser original, que, además, la originalidad tiene su valor en la justa proporción. No, él simplemente pretendió ser oportuno, razonable y adecuado. Se puede ser reformador, sin ser descubridor. La lucha entre federalistas y centralistas ahondaron aún más las diferencias ya existentes entre los mexicanos, ya entonces incapaces de coincidir en lo superfluo o en lo esencial.

El país se encontraba como toda nación después que ha sufrido una cruenta guerra. Faltaba una gran parte de la generación intermedia, muchos adultos habían muerto, el país crecía lentamente, la población estaba constituida en gran proporción por jóvenes, ancianos , niños. En el terreno ideológico los conservadores habían tomado el camino del centralismo y luchaban por mantener un estado de cosas o inclusive regresar a viejas fórmulas. Carecían de verdaderos sentimientos nacionalistas. Y en lo económico, en lo político y en lo cultural o en lo espiritual tenían compromisos o dependían de otros países. Admiraban lo extranjero y representaban el peso de fuerzas tradicionalistas. La afinidad del pensamiento viejo. Se aferraban a conservar viejos privilegios.

Los liberales, por el contrario, se identificaron con las corrientes federalistas, y luchaban por otro estado de cosas, el sistema establecido no le satisfacía y luchaban por el cambio. Con mayor conciencia nacionalista rechazaban cualquier forma de coloniaje económico, cultural, social o espiritual. Representaban una generación de pensamiento joven, pero aun sin la fuerza, que a la razón da el tiempo, era una patria muy joven. Teniendo que arrastrar un pesado lastre de fuerzas caducas.

Fueron estas y otras importantes razones las que permitieron a un individuo como Antonio López de Santa Anna, permanecer en el escenario nacional por casi medio siglo. Como un grotesco actor de todos los dramas que interpretó a todos los autores.

Apoyó todas las doctrinas. Abanderó todas las tradiciones. Encabezó los pronunciamientos. Supo aprovechar el conflicto, la debilidad, la indecisión de un país ya destrozado por las revueltas y por las luchas ideológicas. Aparece en la historia de México desde antes de consumarse la independencia, hasta 1855, en que fue rechazado por los franceses y repudiado por don Benito Juárez. Presidente de la República 11 veces, como centralista o federalista, como liberal y como conservador. Fue designado además de Presidente de la República, dictador perpetuo, Alteza Serenísima, Benemérito de la Patria, General de División, caballero gran cruz de la Real y distinguida orden española de Carlos III.

En su tiempo se perdió más de la mitad del territorio nacional, recibiendo a cambio una indemnización de $15,000.000, con facilidades de pago, vendió la mesilla en $7,000.000.

Formó el gran poder conservador en su primer gobierno centralista con autoridad sobre los tres poderes y estableció el mayor absolutismo para perpetuar los privilegios de clases.

En su época encontramos el cuarto y quinto antecedente del artículo 44 Constitucional.

El quinto antecedente, del 18 de mayo de 1847 en su Acta Consecutiva y de Reformas, sancionada por el Congreso Constituyente, en pleno periodo anárquico y viviendo la situación angustiosa de la guerra con los Estados Unidos de Norteamérica. Mariano Otero, intenta actualizar la Constitución de 1824, en ella se elimina la vicepresidencia. Junto con Crescencio C. Rejón perfecciona el sistema mixto de control constitucional, el Juicio de Amparo.

El séptimo antecedente constitucional, aparece el 11 de marzo de 1854, en el artículo 2o del Plan de Ayala reformado, se dispuso "que se nombrarían representantes, para la elección de Presidente interino por cada departamento y Territorios de los que hoy existen y por el Distrito Federal". En ese plan cesan en el ejercicio del Poder Público de Santa Anna y a los demás funcionarios.

El octavo antecedente, del 16 de junio de 1856 estableció un largo debate sobre la residencia del Distrito Federal, algunos señalaban que México era una ciudad moralmente corrompida, que había medrado con la provincia, por lo que se proponía su traslado a Querétaro o a Aguascalientes. Tras interesantes debates sobre aspectos morales, económicos, militares, etc. Al final sólo se indicó "las condiciones que guardaría el Estado del Valle de México, cuando salieron los Poderes".

El 15 de diciembre de 1898 se fijaron mediante los Decretos del 15 y 17 los límites actuales del Distrito Federal. Lo circunda al Norte, Oriente y Poniente el Estado de México y al Sur el Estado de Morelos.

Tiene una superficie de 1,482 Km.2 de los cuales la Ciudad de México, ocupa actualmente una tercera parte aproximadamente.

La ubicación del Distrito Federal en la Ciudad de México, no es un simple hecho accidental, como no lo fue tampoco que la capital del Imperio Azteca se hubiera establecido en el Valle de México. Y que ahí mismo se hubiera establecido la capital de la Nueva España. Tampoco puede atribuirse su fundación a un simple mecanismo jurídico. Debemos reconocer que en el Valle de México se daban desde antes de la fundación de la ciudad una serie de condiciones geográficas favorables.

En el Valle de México después de la erupción de los volcanes que forman la Sierra de Chichinautzin, se obstruyeron las vías hidráulicas que fluían a Cuernavaca, fue asiento de un gran lago del que a la fecha sólo queda parte de Texcoco y los canales de Xochimilco - Chalco. En la época de la fundación de la ciudad era un sitio con agua en abundancia, grandes lagos, ríos y manantiales. La cadena de montañas que lo rodeaban protegían su agradable clima, al mismo tiempo que dificultaban los ataques de sus enemigos. Lo que le daban además, un gran valor estratégico, que se comprobó aun en las diferentes invasiones posteriores a la Independencia.

Las precipitaciones pluviales eran abundantes, todo el Valle estaba rodeado de grandes bosques. Sus tierras fértiles, lo hacían un Valle muy apreciado. de hecho, por lo que se colige, en los antecedentes constitucionales previos a la fundación del Distrito Federal, que siempre se consideró su ubicación actual, como "de hecho", dándose en su caso oportunidad sólo el reconocimiento jurídico.

Al Distrito Federal no sólo debe entenderse como una área geográfica, que sirve de asiento a los poderes, es algo que todos en la patria debemos sentir como propio, porque nos es propio. Porque es símbolo que refleja la unidad nacional, punto de convergencia de los Estados en la participación común del destino patrio. Vértice de la voluntad ciudadana en permanecer dentro de un régimen solidario.

Hoy en día debemos concebir al Distrito Federal como al color blanco que de hecho no es sino la representación de la mezcla de todos los colores de la patria. Como resultante de una suma de voluntades. Al Distrito Federal lo determinan ahora ya los 31 Estados de la República, y fue nuestro pacto federal el que le dio su esencia y su razón de existir.

Ese federalismo que le dio origen, es la armonía y el equilibrio de las partes. Como sistema en un régimen democrático, es vocación señera de lo justo. Su contenido no se limita en México a la forma política de la simple unión entre los Estados, sino que es base de congruencia en los objetivos comunes.

Es movimiento renovador, que promueve la conducta individual en cada uno de nosotros, en aras del logro de una sola finalidad, de un solo propósito, el bienestar de la nación.

Pero la unión federal implica también además de la esencial identidad, moderación y disciplina. Implica también la necesidad de un vigoroso impulso al régimen interior de los Estados, en un marco de absoluto respeto a su soberanía, el federalismo debe ser pues, fuerza que no fusione, pero que tampoco diluya.

En este respetable recinto, consciente de estar en la más alta tribuna de la patria para rendir homenaje a la fundación del Distrito Federal, un provinciano como yo, se permite ante esta asamblea renovar su fe en el federalismo, porque en él están representadas todas las regiones del mosaico nacional. Y así podemos decir que por antonomasia, el Distrito Federal es también eco de toda inquietud provinciana y paradigma de un pueblo dado a la grandeza.

En este momento creo justo destacar que el señor Presidente de la República, desde el inicio de su régimen ha aceptado nítidamente nuestro federalismo, como un proceso de desconcentración dentro del Distrito Federal bien interpretado y desarrollado eficientemente por sus autoridades. Aquí se han creado 16 delegaciones con nuevas investidura, facultades y apoyo, encuadrados dentro de la administración oficial. Pero además se integra en cada delegación un organismo particular, como es la junta de vecinos cuyo presidente pasa a formar parte del Consejo Consultivo del Distrito Federal. En el resto de la nación, la reforma administrativa desconcentra o descentraliza las funciones de algunas secretarías de Estado, con lo que se ha logrado impulsar la dispersión industrial fuera de las grandes urbes, promoviendo el desarrollo regional y local. Se ha disminuido la necesidad de acudir a esta capital para la realización de muchos trámites con el consecuente gasto, pérdida de tiempo, de esfuerzos. Aumentando los problemas ya graves de esta gran ciudad. Pero lo más importante, en cuanto al federalismo sano y bien entendido del Presidente Echeverría, es su preocupación constante ya con vehementes perfiles de éxito, hacia un equitativo reparto del ingreso nacional, que beneficie primordialmente a los hombres del campo, que son la representación más pura de nuestra provincia mexicana.

Eso es un federalismo adecuado a la época. Es ahora desarrollo armónico, solidaridad nacional. Es identidad del Distrito Federal con los Estados. Federalismo es promover todo México.

Por entenderlo así, y actuar en consecuencia, por ser lo justo y lo adecuado no le diremos "muchas gracias señor Presidente", tan sólo diríamos que esta ocasión: Bien hecho, (Aplausos.)

Comentario en torno a la participación del Presidente Echeverría en Roma

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Píndaro Urióstegui.

El C. diputado Píndaro Urióstegui. Señor Presidente, honorable asamblea: He solicitado en esta ocasión abordar esta tribuna con el propósito de referirme a la reciente participación

que el ciudadano Presidente de la República, licenciado Luis Echeverría, tuvo en Roma con motivo de su asistencia a la Conferencia Mundial de la Alimentación.

La coincidencia no podía ser más idónea: 150 años de vida de la entidad que ha sido asiento de la capital de la República; 150 años de vida institucional, durante los cuales la historia de nuestro país ha dejado huellas indelebles en sus calles y monumentos, en sus templos, paseos y plazas, haciendo de esta ciudad señorial el marco imperecedero de una lucha popular cotidiana por darse mejores formas de convivencia.

Asiento primero de un imperio, después de un virreinato colonial, asume posteriormente estructuras de gobierno republicano estatal y municipal, hasta llegar, por disposición del Constituyente, a depender directamente del C. Presidente de la república, precisamente por lo que de trascendente tiene para los destinos de la nación. Merced a disposición, ha sido posible crear este gran hogar para cerca de 9 millones de mexicanos. Aun con grandes carencias, pero que por encima de todo, constata el esfuerzo ininterrumpido de gobiernos capitalinos, tenaces y emprendedores, que al amparo de una ideología revolucionaria han sabido servir con integridad y lealtad, pero principalmente, con patriotismo.

Desde esta gran ciudad, la pujanza de una juventud, de un movimiento obrero que no ceja en sus conquistas, de núcleos humanos que día con día logran mejores niveles de existencia, hacemos un sincero reconocimiento al empeño del Presidente de la República, por reconquistar, como en ninguna otra etapa de nuestra historia, la dignidad del ciudadano, el redescubrimiento del barrio, la revitalización de la Delegación. Esta es la esencia de la desconcentración administrativa del gobierno del Distrito Federal, iniciativa del Presidente Echeverría, que con tanto empeño y bajo su vigilancia permanente, el regente Octavio Sentíes, no desmaya en darle vigencia hasta las últimas consecuencias; humanizar el gobierno capitalino, es la conquista más importante que nuestro proceso revolucionario ha entregado a sus habitantes, pero sobre todo a los grupos humanos más desamparados. (Aplausos.)

Largo y penoso ha sido el camino que nuestro país ha tenido que recorrer para sobrevivir primero, con balbuciantes pasos de libertad política, sentar después las bases, construir los cimientos de una acosada soberanía económica, ha significado entregar las horas más amargas de nuestro devenir histórico, para rescatar lo mayor de México; aunque no siempre lo mejor en beneficio de los mexicanos.

Tres siglos de dominación peninsular, nos impusieron toda una estructura de explotación colonial, explicada, justificada y defendiendo lo mismo por la espada del conquistador, que por el látigo del encomendero, por las Leyes de Indias o por el hábito del evangelizador. Muchos creyeron ingenuamente que consumada la Independencia se despejaba el camino de una reconstrucción pacífica; nada más erróneo, lo que iniciaba era un peregrinaje de angustia y de dolor, de sangre y humillación, a través del cual, paulatinamente se iría templando nuestro ser nacional.

Los Estados Unidos y Europa vuelven sus ojos hacia nosotros; constituíamos al igual que decenas de países más, presas fáciles de apropiarse y estrujar entre las garras de sus imperios.

El oro y la plata de nuestras entrañas, el maíz, la caña y el algodón, así como las maderas duras de nuestras selvas y el trabajo de hecho gratuito de nuestros hombres, mujeres y niños, representaban junto con aquellas enormes planicies susceptibles de aprovechamiento, de acuerdo con el concepto de riqueza imperante en aquella época, una tentación de hurto y despojo difícil de dominar.

El vuelo de la historia, irreversible en su trama, ve filtrarse la codicia y la ambición de intereses ajenos a los nuestros; en menos de 60 años nos mutilan poco más de la mitad del territorio nacional; potencias extranjeras cruzan nuestras fronteras, desembarcan sus ejércitos, ondean sus banderas, beben la sangre de nuestros héroes y nos exigen tributo. 30 años más de oprobiosa dictadura abren de par en par las puertas de nuestro falsamente pacificado país a la inversión irrestricta del capital extranjero, sin la más mínima garantía de recuperación por parte de la nación.

Así los ferrocarriles, la incipiente industria textil, los recursos mineros y petroleros, el comercio, la banca, y en general los principales renglones de la economía nacional, son absorbidos por completo dentro de un marco cerrado de coloniaje por la inversión extranjera. Frente a ese embate imperialista, dos empresas de nuestro pueblo: La Reforma y la Revolución de 1910, cada una dentro de su perspectiva y dimensión histórica y social, se esfuerzan en salvaguardar los valores propios de la soberanía y la dignidad nacional. Reforma y Revolución son así acometidas de un pueblo hambriento y flagelado por la injusticia que reclama con la fuerza de las armas lo que desde siempre había sido suyo, pero jamás se le entregó; un pueblo que supo de una ley empolvada y una autoridad aristocratizada que permitió le arrebataran su tierra, le talaran su monte, le utilizaran sólo como peón para explotar la mina o la hacienda, le mantuvieran ignorante y sujeto a niveles insuperables de miseria. Sólo así nos explicamos, como respuesta a un reclamo popular, la trayectoria emancipadora de nuestro proceso revolucionario; esa es la razón de ser de la Ley Agraria de 1915, del artículo 27 constitucional que recupera para la nación el dominio de nuestros recursos naturales, de la actitud que en materia de petróleo asumió Carranza, fortaleció después Calles y culminó Cárdenas con la expropiación. Así, ahí está la explicación también de la nacionalización de la industria eléctrica y de los ferrocarriles, como del control que hemos establecido sobre la inversión externa y el estímulo para crear nuestra propia tecnología. Quienes no pueden o no quieren

entender las razones que asisten al Estado Mexicano para descolonizarse dentro de un marco de acción revolucionaria, no solamente no han logrado comprender nuestra evolución histórica, en cuyas entrañas nos gestamos, sino que nacieron fuera de tiempo, arribaron tarde, con su mentalidad neoconservadora, al estadio social de las más significativas transformaciones sociales en lo que va de la existencia del género humano. Esta es la fuerza moral con la que el Presidente Echeverría asistió a la Conferencia Mundial de la Alimentación. Quienes ignoran lo que nuestro pueblo ha luchado y lo que aún le falta por el control pleno de sus recursos, de su explotación y aprovechamiento, no comprenden en algunos casos cómo el Presidente de un país sin grandes ejércitos, sin uso militar de la energía nuclear, que no ha participado en ninguna carrera armamentista, cuya fuerza aérea y marina de guerra son proporcionalmente pequeñas, se atreve no sólo a hablar, sino a exigir en los más importantes foros internacionales la construcción de un mundo más justo y equitativo. La explicación es sencilla: No somos un pueblo aislado, somos parte de un mundo explotado por siglos atrás, al que no impusieron instituciones, ideologías y tecnologías que sólo han beneficiado a los países metropolitanos; cabezas de imperio a quienes la soberbia del poder les llegó a conformar sociedades irracionales de consumo y desperdicio, sociedades relativamente pequeñas pero de una opulencia ilimitada, merced al empobrecimiento progresivo de decenas de pueblos que representan un 75% de la población mundial. Hoy esos pueblos, empujados por el fantasma del hambre, de la pobreza y de la insalubridad, han decidido romper la estructura de opresión existente, y animados por experiencias como la del petróleo, reclaman ahora el justo precio a sus materias primas. Los países altamente industrializados empezaron a escuchar voces de naciones que suponían subordinadas a una servidumbre imperecedera, su reacción no se hizo esperar, y en forma directa o a través de las empresas transnacionales, generadas por el mismo sistema, fabricaron la escasez de alimentos para darle el valor de una arma estratégica con la cual quebrantar una vez más el propósito emancipador de los países productores.

La voz del Presidente de México, resumió así, según lo afirmaron el Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia y el Ministro de Comercio de Argelia, no sólo las justas aspiraciones de su pueblo sino que también interpretó el clamor de superación, la fe en la justicia y la confianza en el porvenir de todos aquellos países de América Latina, de África y de Asia que no se resignan a fenecer ante la brutal embestida del imperialismo. (Aplausos.)

Es la vital importancia traer a esta Asamblea la tesis que el Presidente Echeverría expuso sobre el subdesarrollo, porque sin lugar a dudas anima y fortalece la línea ideológica que sustenta la fracción mayoritaria. Tuvo razón el Presidente Echeverría cuando afirmó que el subdesarrollo, lejos de ser una etapa previa del desarrollo, es simplemente un proceso de desarrollo que se cumplió durante centurias en beneficio de unos cuantos países; poblacionalmente minoritarios, pero económica y militarmente, a la cabeza de un grande y arbitrario imperio.

El mundo de nuestros días reclama una fraternal colaboración para combatir con ese espíritu integracionista, los males heredados del pasado, para curar las heridas aún sangrantes de guerras que nunca tuvieron explicación aceptable, para superar diferencias de razas, de credos y de intereses, que por muy grandes que sean, nunca podrán rebasar la perdurabilidad del género humano. El subdesarrollo fue, desde un principio, la etapa final que nos asignaron de antemano los países industrializados; nos encadenaron perennemente a la miseria y la explotación como ingredientes básicos de una subcultura de supervivencia elemental. Dentro de los límites decrecientes de estas cada vez más empobrecidas sociedades, pretendieron convencernos de los males del crecimiento demográfico, porque éste obstaculiza el progreso, así como que la industrialización genera contaminación y ésta a su vez destruye los recursos naturales. Nos han tratado de aferrar a instituciones tradicionales ya obsoletas frente al cambio que reclaman los núcleos humanos de nuestros días y a ideologías esterilizadas ante renovaciones permanentes, ante procedimientos ortodoxos como los que cotidianamente genera el proceso revolucionario de nuestro país.

En México, con el Presidente Echeverría hemos abierto un frente interno a la liberación nacional que nos produce independencia económica y nos asegure soberanía política. En lo externo, estamos reclamando, junto con cerca de 3 mil millones de habitantes, la instauración de un nuevo orden económico y social que nos permita vivir a los ricos y pobres de ayer dentro de un marco mejor distributivo de la riqueza entre quienes hasta ahora sólo han recibido las migajas, el desperdicio y las sobras del imperio, cargados por la vanidad del derroche. O nos hacemos iguales, o nos hacemos iguales y compartimos la responsabilidad del mundo, o la violencia revolucionaria de los desposeídos, de los que sólo han compartido pobreza, arrollará e incendiará a quienes nos han negado el derecho a escoger nuestras propias vías de desarrollo, y a elegir nuestros propios sistemas, económicos, políticos y sociales, de acuerdo con la voluntad de nuestros pueblos. Estamos conscientes de que la tesis del Presidente Echeverría, es una fiel interpretación del sentir del pueblo mexicano. Sea también norma y guía del espíritu revolucionario de esta asamblea.

Es apremiante que en esta Cámara se apoyen y se respalden pronunciamientos de tanta trascendencia, que el presidente de México hizo contra esas satanizadas carreras armamentistas, que sólo sirven para alimentar a la monstruosas industrias bélicas de los países imperialistas, y

que sólo han contribuido a acelerar el proceso inflacionario de los compradores, como a fortalecer en muchos casos, la sustentación de oprobiosas dictaduras castrenses.

Recriminó igualmente a aquellos países del Tercer Mundo que aprovechándose de circunstancias especiales que les son favorables, en los actuales momentos, están incurriendo en los mismos errores de los países colonialistas, es el caso de los países árabes, que en lugar de invertir sus enormes ganancias en las naciones subdesarrolladas, lo están haciendo en los Bancos Suizos o en Wall Street.

Conminó también, a que a la mayor brevedad posible, se integren recursos suficientes para adquirir alimentos y sean éstos enviados a algunas de las naciones más castigadas por el hambre.

Pero sin lugar a dudas, el planteamiento más significativo, es la urgencia con que reclamó la fundación de un Banco o Fondo, para la producción y distribución de alimentos, que elimine la piratería de las empresas transnacionales, que hasta ahora han manejado libremente y en su cuantioso beneficio, la oferta y la demanda de los alimentos, el nuevo mecanismo permitirá operar de gobierno a gobierno, sin intermediarios para servicios exclusivo de los pueblos, y no de la voracidad insaciable de estas conformaciones apocalípticas de los imperios.

La voz del Presidente Echeverría, no fue la simple expresión de modernos y románticos Espartacos dirigiendo rebeliones de esclavos, sino la de todos aquellos gobernantes auténticos, legales y autorizados por sus pueblos. (Aplausos.)

México vive al amparo de un Estado fuerte, sólidamente establecido sobre recursos económicos, instituciones de Derecho y bases de cultura que le permiten moral y legalmente ejercer plenamente su autoridad, hacer respetar nuestras leyes, un marcado rumbo más deseable al país, sin menoscabo de libertades populares, en beneficio de grupos minoritarios privilegiados. Quien ponga en tela de juicio esta realidad social y política, sólo propicia aventuras degradantes; nuestro momento histórico reclama ahora como nunca, unidad nacional indisoluble, solidaridad consciente e identificación plena en la conquista de propósitos comunes de superación, en una palabra, una alianza popular que garantice permanentemente nuestra vida democrática. (Aplausos.)

Son los subterfugios, son los subterfugios cobardes de la violencia y el terrorismo los principales enemigos por impotentes de la convivencia pacífica de una comunidad civilizada, que propician para generar represión y abatir a la democracia abriendo posibilidades a la entronización de grupos y tendencias fascistoides.

Por eso es que la lucha decidida del Presidente Echeverría por la conformación de un orden económico mundial más justo, es la respuesta adecuada a los reclamos de los grandes núcleos humanos desamparados en cuyas carencias se escudan falsos redentores y gangsters a sueldo de las más vergonzantes facciones. En ese sentido todos coincidimos en afirmar que los logros obtenidos por el Presidente Echeverría en la pasada conferencia de la F.A.O.como lo es el Fondo para la Alimentación, es una de las contribuciones más positivas a la causa de la paz. El Presidente Echeverría fue a Roma a fortalecer la paz universal. (Aplausos.)

Cuando en 1972, allá en Santiago de Chile, ante la Tercera UNCTAD, el Presidente Echeverría expuso la necesidad de que todos los países de la tierra se regirán por una Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que instituyera un nuevo orden económico, que defiera la soberanía inalineable de cada Estado para elegir su propio sistema económico, político y cultural sin ingerencias de ninguna clase, que precisara el derecho a cada país al aprovechamiento de sus recursos naturales, que garantizara plenamente a cada nación a reglamentar las inversiones extranjeras conforme a sus leyes, sin intervención preferencial por parte de ninguna otra, que normara y supervisara las actividades de las empresas transnacionales dentro de la jurisdicción propia y sujetas a sus políticas económicas y sociales, incluyendo a gobiernos ajenos, para que no se escuden en éstos, que regulara y legitimara la nacionalización, la expropiación y el embargo de bienes extranjeros con el pago correspondiente de compensaciones por acuerdo o con sujeción a sus leyes, que condenara cualquier discriminación del régimen de comercio internacional y mantuviera el derecho de los Estados para asociarse en organizaciones de productores de materias primas, no pensábamos que sólo se requerirían dos años para que el mundo le diera toda la razón y reconociera el valor de su Iniciativa. La Carta viene a ser fundamentalmente un instrumento antiinflacionario que contribuirá a hacer más justa la convivencia universal; de su instrumentación se pueden desprender innumerables objetos y mecanismos, como el Banco o Fondo para la Alimentación, ahora propuesto, que sólo responde a una exigencia inaplazable, de vida o muerte, para millones de seres humanos. La fracción mayorista de esta Cámara, seguramente es también el sentir de nuestros demás compañeros, hace un público reconocimiento del esfuerzo altamente humanitario y de invariable justicia que el Presidente de México, Luis Echeverría, está realizando a través de una definida política internacional en beneficio no sólo de nuestro país, sino de todos los pueblos del Tercer Mundo. (Aplausos.) Nuestros hermanos, nuestros fraternales amigos de la lucha por un hogar común mejor compartido en su bienestar y no sólo en sus carencias. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Esta presidencia agradece al señor licenciado Octavio Sentís Gómez, jefe del Departamento del Distrito Federal (aplausos), al C. doctor Octavio A. Hernández González, Secretario de Gobierno del Departamento del Distrito Federal (aplausos), al C. licenciado Roberto Ríos Elizondo, Secretario de Obras y Servicios del Departamento (aplausos), al C. ingeniero Renato Vega Alvarado, Oficial

Mayor del mismo Departamento (aplausos), al licenciado Andrés Serra Rojas, Secretario del Consejo Consultivo del Distrito (aplausos), al licenciado Abel Treviño Rodríguez, Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Departamento del Distrito (aplausos), al licenciado Saturnino Agüero Aguirre, Presidente del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Departamento del Distrito, a los Magistrados del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Departamento del Distrito Federal (aplausos), al C. licenciado Horacio Castellanos Cutiño, Procurador General de Justicia del Departamento del Distrito Federal (aplausos), al Consejo Consultivo de la Ciudad y a los CC. Delegados del Departamento su presencia en este acto y designa a los CC. diputados Arturo González Cosío, Jesús García Lobera, Jorge Reina Toledo y Ernesto Aguilar Cordero para que les acompañen a abandonar el recinto en el momento que lo juzguen conveniente.

INVITACIONES.

- El C. secretario Feliciano Calzada Padrón:

"Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Poder Ejecutivo Federal.- México, D. F.- Departamento del Distrito Federal.

México, D. F., a 11 de noviembre de 1974.

'Año de la República Federal y del Senado.' C. diputado licenciado Jorge Hernández García, Presidente de la H. Cámara de Diputados.

Donceles y Allende.- Presente.

El Departamento del Distrito Federal, por conducto de esta Dirección General, atentamente invita a usted al acto cívico que tendrá lugar a las 10:30 horas, del próximo viernes 22 del actual, con motivo del LII Aniversario luctuoso del Precursor de la Revolución Mexicana Ricardo Flores Magón, en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil (Dolores), de esta Capital.

Al propio tiempo, me permito rogarle tenga a bien dictar sus respetables instrucciones con objeto de que una comisión asista al acto de referencia y efectúe el depósito de una ofrenda floral, con la representación de esa H. Cámara de Diputados a su digno cargo.

Reitero a usted, con mi reconocimiento, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

El Director General, arquitecto Oscar H. Villareal."

El C. Presidente: Para asistir a este acto, en representación de la Cámara de Diputados, se designan a los siguientes representantes: diputado Guillermo Vázquez Alfaro, diputada Ofelia Casillas Ontiveros, Diputado Jesús Moreno Jiménez y diputado Sixto Noguez Estrada.

- El mismo C. Secretario:

"Correspondencia particular del C. Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz - Llave.

Xalapa - Enríquez, Ver., noviembre, 5 de 1974.

Señor diputado Carlos Sansores Pérez. Presidente de la Gran Comisión de la H. Cámara de Diputados. México, D. F.

Muy estimado señor diputado y fino amigo:

Por mandato constitucional, el próximo 30 de los corrientes, a las 11:00 horas, en el Teatro "Ignacio de la Llave" de esta ciudad, declarado para el efecto Recinto Oficial de la H. L Legislatura del Estado, habremos de rendir ante el pueblo veracruzano, nuestros sexto y último Informe de Labores.

Seguros de que su presencia dará mayor relevancia a dicha ceremonia, hacemos a usted atenta y cordial invitación, rogándole informarnos oportunamente su asistencia, con el objeto de brindarle las atenciones que nos merece.

Esperando tener la satisfacción de saludarlo personalmente, le reiteramos nuestra consideración distinguida.

Licenciado Rafael Murillo Vidal."

El C. Presidente: Para asistir a este acto, en representación de la Cámara de Diputados, se designa a los siguientes representantes: Diputados Mario Vargas Saldaña, diputado Juan Pablo Prom Lavoignet, diputada Delia de la Paz Rebolledo, diputado Demetrio Ruiz Malerva, diputado Antonio Jiménez Puya, diputado Silverio Ricardo Alvarado, diputado Ignacio Mendoza Aguirre, diputado Patricio Chirinos Calero, diputado José Luis Melgarejo Vivanco, diputado Rogelio García González, diputado Fidel Herrera Beltrán, diputado Serafín Domínguez Ferman, diputado David Ramírez Cruz y diputado Manuel Gurrión.

- El C. secretario Carlos A. Madrazo Pintado:

Mario Trujillo García, Gobernador Constitucional del Estado, se complace en invitar a usted el próximo miércoles 20 del presente mes, a la lectura de su IV Informe de Gobierno, ante la XLVIII Legislatura Local, a partir de las 19:00 horas, en el local del Cine Tropical - Plaza de esta ciudad, que ha sido declarado Recinto Oficial por el propio Congreso. Villahermosa, Tab., noviembre de 1974.

El C. Presidente: Para asistir a este acto, en representación de la Cámara de Diputados, se designa a los siguientes ciudadanos diputados: Feliciano Calzada Padrón, Luis del Toro Calero, Javier Blanco Sánchez, Lázaro Rubio Félix, Julián Montejo Velázquez, Efrén Ricárdez Carrión, Humberto Hernández Haddad, Jesús Dávila Narro, Jaime Esteva Silva, José Ortiz Arana, Carlos Moguel Sarmiento, Víctor Cervera Pacheco y Fernando Solís Patrón.

Protesta de Ley del senador Amante Echeverría

- El mismo C. Secretario:

"1974, Año de la República Federal y del Senado".

CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión.- Presentes.

Para conocimiento de esa H. Colegisladora, tenemos el honor de comunicar a ustedes que

en sesión pública ordinaria celebrada en esta fecha, rindió la protesta de Ley, como senador suplente en ejercicio, por el Estado de Sonora, el doctor Ramón Angel Amante Echeverría, quien substituye en su cargo al extinto senador general de división Benito Bernal Miranda.

Reiteramos a ustedes, en esta oportunidad, las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

México, D.F., 12 de noviembre de 1974.- Carlos Pérez Cámara, S.S.- Agustín Ruiz Soto, S.S."

- Trámite: De enterado.

COMUNICACIONES.

- El C. secretario Carlos A. Madrazo:

"Poder Legislativo.- H. XXXIX Legislatura. - Estado de Morelos.

'Año de la República Federal y del Senado'.

C. diputado Presidente del H. Congreso de la Unión.- México, D.F.

La H. Trigésima Novena Legislatura Constitucional del Estado Libre y Soberano de Morelos, en acatamiento a lo dispuesto por el artículo 32 de la Constitución Política Local y en Sesión Pública Ordinaria celebrada el día de hoy, se llevó a cabo la inauguración del Segundo Período Ordinario de Sesiones, correspondiente al Segundo Año de su Ejercicio Legal, habiéndose designado la Mesa Directiva que funcionará en este Cuerpo Legislativo hasta el 31 del presente mes, en la siguiente forma:

Presidente, C. diputado licenciado Juan Salgado Brito; Vicepresidente, C. diputado profesor Rubén Román Sánchez; Secretario, C. diputado Pablo Torres Chávez; Secretario, C. diputado Guilebaldo García Sedeño.

Al hacer del conocimiento de usted lo anterior, para los efectos a que haya lugar, le reiteramos las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Cuernavaca, Morelos, a 5 de octubre de 1974.

- Diputado Presidente, licenciado Juan Salgado Brito.- Diputado Secretario, Pablo Torres Chávez. - Diputado Secretario, Guilebaldo García Sedeño."

- Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.- Poder Legislativo.- Estado Libre y Soberano de Veracruz - Llave.

'Año de la República Federal y del Senado'.

C. Presidente de la H. Cámara de Diputados. - México, D.F.

Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 17 del Reglamento para el Gobierno Interior de esta H. Legislatura, nos permitimos comunicar a usted que en sesión ordinaria celebrada hoy, esta H. Cámara eligió la Mesa Directiva que fungirá durante el mes de noviembre próximo, en el Primer Año de Ejercicio Legal de la Quincuagésima Legislatura de esta entidad, la cual fue integrada por los siguientes CC. diputados:

Presidente, licenciado Alfredo Bielma Villanueva; Vicepresidente, Ernesto Medel Martínez; Secretario, licenciado Anibal Andrade Azuara.

Patentizamos a usted la seguridad de nuestra consideración distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Xalapa, Ver., octubre 31 de 1974.- H. Legislatura del Estado.- Profesor Sebastián Guzmán Cabrera, diputado Presidente.- Licenciado Guillermo Enrique Loera, diputado Secretario."

- Trámite: De enterado.

INVITACIÓN.

- El C. secretario Feliciano Calzada Padrón:

México, D.F., a 4 de noviembre de 1974.

Defensores Supervivientes de la Patria en el H. Puerto de Veracruz en la Segunda Invasión Norteamericana. Hijos predilectos del Estado. Decreto 237 de 21 de Diciembre de 1932. Miembros de la Legión de Honor Mexicana de la Secretaría de la Defensa Nacional.

C. licenciado Oficial Mayor de la H. Cámara de Diputados, Pablo Monzalvo Pérez. - Calle de Donceles.- México, D.F. Saludamos a usted atentamente, y nos permitimos el honor de manifestarle que, el día 23 del actual, a las once horas, efectuaremos nuestra ceremonia patriótica conmemorativa al LXI aniversario de la desocupación de nuestro suelo patrio, por las fuerzas invasoras en el H. Puerto de Veracruz, en esta capital en el monumento a los Héroes de la Segunda Invasión Americana en abril de 1914, en el H. Puerto de Veracruz - Llave.

Estarán presentes: un alto funcionario representante personal del C. Presidente de la República, Secretarías de la Defensa Nacional, Marina, Veteranos de la Revolución, Sociedad 'General Leandro Valle', niños de las escuelas, 'Academia Iñarritu de Comercio', y otras instituciones patrióticas.

Nuestra Bandera Nacional, estará escoltada por cadetes del H. Colegio Militar, los honores estarán a cargo de las Bandas de Guerra de Marina, Ejército 53/o. Batallón, y Policía y Tránsito del D.F., así como Banda de Música de la Brigada de Infantería.

Como todos los años, suplicamos a usted, se digne designar una comisión de CC. diputados acompañados de una ofrenda floral, para honrar a los compañeros caídos por la metralla extranjera, así como el pueblo, niñez y juventud, pueda constatar que nuestros gobiernos jamás olvidan a los mexicanos, quienes saben cumplir defendiendo el honor de la República, y de ser posible entre esa comisión sean designados los CC. diputados doctora Lylia C. Berthely y general Modesto A. Guinart López, y los que a bien tengan designar para este significativo acto.

Muy agradecidos pos sus atenciones acostumbradas, somos amigos y atentos y s.s.

Todo por la Patria.

El Presidente de los Supervivientes, teniente coronel piloto aviador Ernesto Mazariegos Mosqueira (194551)."

El C. Presidente: En representación de esta Cámara de Diputados se designa a los siguientes representantes: diputado Modesto Guinart, diputada Lylia Berthely, diputado Alfonso Gómez de Orozco, diputado José Rivera Arreola, diputado Antonio Jiménez Puya.

SOLICITUD DE PARTICULAR

Servicios Administrativos

- El C. secretario Carlos A. Madrazo:

"Sara Ma. Muñoz Castillo Jaime.- Río Presas 212 Sur, Col. del Valle.- Garza García, N.L. Septiembre 26, 1974.

C. Presidente de la Cámara de Diputados. - México, D.F. Estimados señores:

Sara Ma. Muñoz Castillo Jaime, mexicana de nacimiento, originaria de México, D.F., mayor de edad, soltera, respetuosamente solicita de esa H. Comisión Permanente se le conceda autorización para trabajar como secretaria en el Consulado General Americano en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en acatamiento a lo establecido en el artículo 37 inciso 'B', fracción II de la Constitución Política Mexicana, apoyando esta solicitud se adjunta acta de nacimiento.

Atentamente.

Sara María Muñoz Castillo Jaime."

- Trámite: Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Reforma a la Ley del Impuesto sobre Tabacos Labrados.

- El mismo C. Secretario:

"Comisiones Unidas de Desarrollo Agropecuario y Productividad de Comercio Interior y de Estudios Legislativos.

Honorable Asamblea:

A las Comisiones Unidas de Desarrollo Agropecuarias y Productividad de Comercio Interior y de Estudios Legislativos, nos fue turnada la iniciativa de reformas al artículo 9o., fracción VII, de la Ley del Impuesto sobre Tabacos Labrados, presentada por los diputados Fidel Herrera Beltrán, Antonio Jiménez Puya y Joaquín Cánovas Puchades, miembros del Partido Revolucionario Institucional.

Las Comisiones que suscriben, al formularse el dictamen relativo a la iniciativa de la Ley que establece, reforma y adiciona diversas disposiciones fiscales, presentada por el Ejecutivo, a esta H. Cámara de Diputados, juzgaron oportuno introducir la reforma propuesta para el artículo 9o., fracción VII de la Ley del Impuesto sobre Tabacos Labrados a que se refiere en el párrafo anterior.

Por lo expuesto, las Comisiones que suscriben se permiten proponer a la consideración de esta Honorable Asamblea, el siguiente

PUNTO DE ACUERDO

Único. Archívese el expediente, en virtud de que la reforma propuesta en esta iniciativa al artículo 9o., fracción VII de la Ley del Impuesto sobre Tabacos Labrados, quedó incluida en la ley que establece, reforma y adiciona diversas disposiciones fiscales, aprobada el 8 de los corrientes.

Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- México, D.F., a 14 de noviembre de 1974.

'Año de la República Federal y del Senado'.

Desarrollo Agropecuario: Presidente, Diódoro Carrasco Palacios; Secretario, Juan Alvarez Cisneros.- Sección Pequeña Propiedad: Héctor Castellanos Torres, Ramiro Oquita y Mélendez, Graciela Aceves de Romero, Belisario Aguilar Olvera, Ernesto Báez Lozano, Humberto Lira Mora, Javier Barrios González, Carlos Gómez Alvarez, Higinio Chávez Marmolejo, Alejandro Coronel Oropeza, Silvestre Pérez Lorenz, Juan C. Peña Ochoa, Lázaro Rubio Félix, Rafael Pedro Cano Merino.

Productividad de Comercio Interior: Secretario, Rafael Cravioto Muñoz.- Sección Productos Semielaborados: Héctor Castellanos Torres, Federico Martínez Manautou, Telésforo Trejo Uribe, Ernesto Báez Lozano, Rafael García Vázquez, Jesús García Lovera, Jorge Baeza Somellera.

Estudios Legislativos: Presidente, Luis del Toro Calero; Secretario, Jesús Dávila Narro.- Sección Fiscal: Luis Dantón Rodríguez, Luis Adolfo Santibáñez Belmont, Fernando Elías Calles, Francisco Rodríguez Pérez, Miguel Fernández del Campo Machorro, José Alvarez Cisneros, Jorge Baeza Somellera, Ezequiel Rodríguez Arcos."

- El mismo C. Secretario: Está a discusión el punto de Acuerdo... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobado.

El C. secretario Feliciano Calzada Padrón: Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera, se va a dar lectura al Orden del Día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA.

- El mismo C. Secretario:

"Cámara de Diputados.

Segundo Período Ordinario de Sesiones.

XLIX Legislatura.

Orden del Día.

21 de noviembre de 1974.

Lectura del acta de la sesión anterior.

El Departamento del Distrito Federal, invita a la ceremonia que para conmemorar el 63

aniversario de la promulgación del Plan de Ayala, tendrá lugar el próximo jueves 28 de los corrientes.

El C. profesor J. Refugio Esparza Reyes, invita al acto en el que rendirá la protesta de ley como Gobernador Constitucional del Estado de Aguascalientes, y la que tendrá lugar el próximo 1o. de diciembre, en la capital del Estado.

El C. licenciado Roberto Gómez Reyes, Gobernador Constitucional del Estado de Nayarit, invita al acto en el que rendirá su V Informe de Gobierno ante la XVII Legislatura Local, el próximo 1o. de diciembre.

El Gobernador del Estado de Tlaxcala, doctor Luciano Huerta Sánchez, invita al acto en el que rendirá su V Informe de Gobierno ante la XLVIII Legislatura Local, que tendrá lugar el 1o. de diciembre del año en curso.

La Quincuagésima Legislatura del Estado de Veracruz, invita a la Sesión Solemne en la que el C. Licenciado Rafael Hernández Ochoa, rendirá la protesta de ley como Gobernador Constitucional, la que se efectuará el próximo 1o. de diciembre.

Proposición de la Gran Comisión.

Dictámenes de primera lectura.

De las Comisiones unidas al Desarrollo Educativo y de Estudios Legislativos con proyecto de Ley Orgánica, del Instituto Politécnico Nacional.

De las Comisiones unidas de Hacienda, Crédito Público y Seguros; de Presupuesto y Gasto Público y de Estudios Legislativos con proyecto de Ley que crea la Tarifa del Impuesto General de Exportación.

Dictámenes a discusión.

De las Comisiones unidas Primera de Justicia y de Estudios Legislativos, con punto de Acuerdo"

- El C. Presidente a las 14:40 horas): Se levanta la sesión, y se cita para el jueves 21 de noviembre, a las once horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"