Legislatura XLIX - Año III - Período Ordinario - Fecha 19751203 - Número de Diario 33

(L49A3P1oN033F19751203.xml)Núm. Diario:33

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

XLIX LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO III MÉXICO, D.F., Miércoles 3 de Diciembre de 1975 TOMO III. - NÚM. 33

SUMARIO

Apertura.

Orden del Día.

Acta de la Sesión anterior. Se aprueba.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Cuentas Públicas

Dictamen con proyecto de Decreto relativo a la Hacienda Pública Federal, del Departamento del Distrito y de los Territorios Federales, correspondientes al ejercicio fiscal de 1974. El C. Luis Dantón Rodríguez hace uso de la palabra para fundamentar el dictamen. A solicitud de la Presidencia, la Asamblea aprueba que se discuta en un solo acto tanto en lo general como en lo particular, así como la votación del dictamen. A discusión, hacen uso de la palabra los CC. Juan José Hinojosa Hinojosa, en contra; Horacio Labastida Muñoz, en pro; Miguel Fernández del Campo, en contra; Alejandro Cervantes Delgado, por la Comisión. Se declara un receso.

Se reanuda la sesión. En contra, Héctor González García; por la Comisión, Hernán Morales Medina; en contra, Gerardo Medina Valdez; el C. Juan C. Peña Ochoa declina el uso de la palabra; en pro, Belisario Aguilar Olvera. El C. Alejandro Cervantes Delgado hace uso de la palabra para felicitar a los CC. Diputados y destacar algunos aspectos derivados del debate. Suficientemente discutido el proyecto de Decreto, es aprobado tanto en lo general como en lo particular por mayoría. Pasa al Senado.

Orden del Día.

Lectura del Orden del Día de la próxima sesión. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. DIPUTADO LUIS DEL TORO CALERO

(Asistencia de 166 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 12:00 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. Secretario Fernando Elías Calles:

"Cámara de Diputados.

Tercer Período Ordinario de Sesiones.

XLIX Legislatura.

Orden del día.

3 de diciembre de 1975.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Dictamen a discusión.

De la Comisión de Presupuesto y Gasto Público, relativo a las Cuentas de la Hacienda Pública Federal y del Departamento del Distrito Federal."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- El mismo C. Secretario:

"Acta de la sesión efectuada por la Cámara de Diputados de la XLIX Legislatura del H. Congreso de la Unión, el día dos de diciembre de mil novecientos setenta y cinco.

Presidencia del C. Diputado Luis del Toro Calero.

En la ciudad de México, a las doce horas y diez minutos del martes dos de diciembre de mil novecientos setenta y cinco, con una asistencia de ciento sesenta y un diputados, la Presidencia declara abierta la sesión.

Lectura del Orden del Día.

Sin que motive debate, se aprueba el Acta de la sesión anterior llevada a cabo el día veintiocho de noviembre próximo pasado.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

La Secretaría presenta el Informe que manifiesta el número de expedientes tramitados durante el mes de noviembre anterior, por las Comisiones de Trabajo de esta Cámara de Diputados. Insértese en el Diario de los Debates.

Dos oficios de la Secretaría de Gobernación relativos a las solicitudes de permiso para que los CC. Humberto Martínez Romero y Jorge Eduardo Navarrete López, puedan aceptar y usar las condecoraciones que les fueron conferidas por gobiernos extranjeros. Recibo, y a la Comisión de Permisos Constitucionales. La Legislatura del Estado de Chiapas participa la clausura de un período de sesiones, y la apertura de otro, correspondiente al tercer año de su ejercicio y la integración de su Mesa Directiva. De enterado.

Para los efectos constitucionales, el C. Presidente de la República, envía la Iniciativa de Ley que Reforma y Adiciona diversas disposiciones de la Ley Federal de Impuestos a las Industrias del Azúcar, Alcohol, Aguardiente y Envasamiento de Bebidas Alcohólicas. Recibo, y a las Comisiones unidas de Hacienda, Crédito Público y Seguros y de Estudios Legislativos e Imprímase.

La Comisión de Permisos Constitucionales, presenta un dictamen con proyecto de Decreto que concede permiso al C. Alberto Ruz Lhuillier, para que pueda aceptar y usar la condecoración Legión de Honor en grado de Oficial, que le fue otorgada por el Gobierno de la República de Francia. Primera lectura.

La Gran Comisión suscribe un dictamen con un punto de Acuerdo, por el que se determina que esta Legislatura rinda homenaje al Precursor de la Revolución Ricardo Flores Magón.

A discusión el punto de Acuerdo, sin que motive debate, en votación económica se aprueba.

En consideración a lo anterior, el C. Diputado Efrén Ricárdez Carrión, hace uso de la palabra para rendir homenaje al ilustre revolucionario Ricardo Flores Magón.

La propia Gran Comisión emite un dictamen que concluye con un punto de Acuerdo que ordena se rinda homenaje al licenciado José María Pino Suárez, durante esta Legislatura.

La Asamblea, en votación económica, aprueba el punto de Acuerdo. Para cumplir con lo dispuesto en el mencionado punto de Acuerdo, hace uso de la palabra el C. Diputado Feliciano Calzada Padrón, quien hace una breve semblanza de la personalidad del homenajeado.

Punto de Acuerdo emitido por la Gran Comisión relativo a que se rinda homenaje al ilustre revolucionario Manuel Crescencio Rejón, Constituyente de 1824, antes que finalice esta Legislatura.

Con el objeto de dar cumplimiento al punto de Acuerdo en cuestión, el C. Diputado Daniel A. Moreno Díaz, hace uso de la palabra para rendir homenaje al creador del Juicio de Amparo y gran defensor de las instituciones.

La Presidencia acuerda la impresión de un folleto que contenga los dictámenes con los respectivos textos de homenaje a estos tres ilustres mexicanos.

La C. Diputada Graciela Aceves de Romero, usa de la tribuna para dar lectura a una Iniciativa suscrita por los CC. Diputados miembros del Partido Acción Nacional, tendiente a reformar diversos artículos de la Sociedad Mutualista, para el Seguro del Maestro, constituida por Decreto Presidencial. A las Comisiones unidas de Trabajo en turno; Desarrollo Educativo, y de Estudios Legislativos e imprímase.

Agotados los asuntos en cartera se da lectura al Orden del Día para la próxima sesión.

A las trece horas y cuarenta minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el día de mañana, tres de diciembre, a las once horas. Se pasa a sesión secreta."

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada.

- El C. Secretario Rogelio García González:

En virtud de que el dictamen correspondiente a las cuentas conjuntas de la Hacienda Pública Federal, del Departamento del Distrito Federal y Territorios Federales, ha sido impreso y distribuido profusamente, se va a proceder a dar lectura a los artículos del Decreto.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Cuentas Públicas

DICTAMEN SOBRE LAS CUENTAS DE LA HACIENDA PÚBLICA FEDERAL, DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL Y TERRITORIOS FEDERALES

CONTENIDO

Introducción.

I. LA ECONOMÍA NACIONAL EN 1974

II. LAS FINANZAS DEL SECTOR PÚBLICO FEDERAL

1. Gastos e Ingresos.

2. Destino del Gasto.

3. La inversión Pública.

4. Resultado Presupuestal.

III. LAS FINANZAS DEL GOBIERNO FEDERAL

1. Presupuesto Original y Ejercido.

2. Ingresos Fiscales.

3. Resultado Presupuestal y Deuda Pública.

IV. LAS FINANZAS DE LOS ORGANISMOS Y EMPRESAS ESTATALES

1. Análisis Consolidado.

A. Aspectos Generales.

B. Presupuesto Original y Ejercido.

C. Gastos e Ingresos.

D. Resultados Financieros, Subsidios e Impuestos 2. Aspectos Fundamentales de la Situación Operacional y Financiera de los Organismos y Empresas.

* Petróleos Mexicanos.

* Comisión Federal de Electricidad y Compañía de Luz y Fuerza del Centro.

* Ferrocarriles Nacionales de México y otras Empresas Ferroviarias.

* Caminos y Puentes Federales de Ingreso y Servicios Conexos.

* Aeropuertos y Servicios Auxiliares.

* Aeronaves de México.

* Compañía Nacional de Subsistencias Populares.

* Instituto Mexicano del café.

* Guanos y Fertilizantes de México.

* Forestal Vicente Guerrero.

* Productos Forestales Mexicanos.

* Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad Rural y de la Vivienda Popular.

* Instituto Mexicano del Seguro Social.

* Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

* Diesel Nacional, S. A., Siderúrgica Nacional, S. A. y Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril, S. A.* Lotería Nacional para la Asistencia Pública.

* Siderúrgica Lázaro Cárdenas - Las Truchas, S.A.* Productos Pesqueros Mexicanos.

V. LAS FINANZAS DEL DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL

1. Presupuesto Original y Ejercido.

2. Ingresos Fiscales.

3. Deuda y Financiamiento del Gasto.

* Servicio de Transportes Eléctricos del Distrito Federal.

* Industrial de Abastos.

* Sistema de Transporte Colectivo.

VI. TERRITORIOS FEDERALES

1. Territorio de Baja California Sur.

2. Territorio de Quintana Roo.

CONCLUSIONES

PROYECTO DE DECRETO

APÉNDICE

APÉNDICE ESTADÍSTICO

Honorable Asamblea:

El Ejecutivo de la Unión ha enviado a esta H. Cámara de Diputados las Cuentas de la Hacienda Pública Federal y del Departamento del Distrito Federal correspondientes al año de 1974, cumpliéndose de esta manera con lo dispuesto por los artículos 65, fracción I y 73, fracción XXVIII de la Constitución General de la República. Igualmente, de la Contaduría Mayor de Hacienda se recibieron las Cuentas de los Territorios Federales relativos también a 1974.

Los documentos aludidos fueron turnados, por conducto de vuestra soberanía y en los términos de los artículos 80 y 81 del Reglamento Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, a la Comisión de Presupuesto y Gasto Público. Esta Comisión ha examinado y hecho el análisis de los estados contables y presupuestales en ellos contenidos, ampliando dicha información mediante entrevistas sostenidas con los titulares y funcionarios de algunas secretarías, organismos descentralizados y empresas de participación estatal. Con base en tal análisis ha elaborado el presente dictamen que hoy somete a su alta consideración, para cuya preparación se consideraron los informes rendidos por la Contaduría Mayor de Hacienda de esta H. Cámara de Diputados, de acuerdo con los ordenamientos legales correspondientes.

INTRODUCCIÓN

Con el envío que hizo el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados, de las Cuentas de la Hacienda Pública Federal y del Departamento del Distrito Federal de 1974, se remitieron por primera vez sendos documentos en los cuales se analizan y explican los niveles y la estructura del gasto presupuestal ejercido y su financiamiento; esto es, la forma y condiciones en que hizo uso de la autorización que le concedió esta Representación al aprobar el Presupuesto de la Federación y del Departamento del Distrito Federal para el ejercicio fiscal de 1974.

La Comisión de Presupuesto y Gasto Público estima que esta nueva modalidad representa un paso muy importante en el propósito de la actual Administración, de informar al pueblo con mayor amplitud y detalle sobre el ejercicio de sus funciones y el empleo del gasto que le fue asignado por los señores diputados.

También es digna de encomio la decisión de las autoridades hacendarías, expresada en su informe a la Cámara, de hacer más clara y explícita la Cuenta de la Hacienda Pública Federal. Ello es congruente con la idea de aumentar e ir perfeccionando los elementos de control presupuestario, necesidad que señaló esta Comisión al examinar la Cuenta Pública de 1973, cuando hizo una recomendación al Ejecutivo en el sentido de que estos informes de la Hacienda Pública Federal y del Departamento del Distrito Federal, se presentaran en forma más accesible y de fácil comprensión para el público que los recibe.

El análisis que se hace en el presente dictamen de las operaciones presupuestales de la Federación y del Departamento del Distrito Federal durante el ejercicio fiscal correspondiente al año de 1974, está basado en la información contable y financiera contenida en los estados de las propias Cuentas Públicas y en los documentos que con ellas envió a esta Cámara el Ejecutivo. En su parte inicial, este dictamen se ocupa de examinar la situación económica del país en 1974 y las implicaciones que tuvieron los fenómenos que la determinaron sobre el ejercicio presupuestal de ese año.

Cabe advertir que, a diferencia de los dos dictámenes anteriores, el presente contiene un capítulo dedicado al análisis global del sector público federal, es decir, de las cifras consolidadas de la administración federal y de los 25

organismos y empresas estatales sujetos a control presupuestal. La Comisión ha estimado que de esta manera se aprecia mejor la participación del sector público federal en el desarrollo general del país, por lo que se incluye, también por primera vez, un análisis de la inversión pública federal.

Los restantes capítulos corresponden a los incluidos en dictámenes anteriores, es decir, son apartados que se ocupan de examinar específicamente las finanzas del gobierno federal (Capítulo III), de los organismos y empresas estatales (Capítulo IV), de los Territorios Federales (Capítulo V) y del Departamento del Distrito Federal (Capítulo VI).

I. LA ECONOMÍA NACIONAL EN 1974

Los efectos perturbadores del proceso inflacionario mundial continuaron afectando en 1974 a la mayoría de los países industrializados, agravándose tal situación en el segundo semestre por la aparición de síntomas de una declinación inminente de su actividad económica.

En tales condiciones, los serios problemas derivados de la escasez mundial de materias primas y de alimentos, así como del incremento desorbitado de sus precios, coincidieron en 1974 con los efectos adversos provocados por la disminución en la producción, por el ascenso de los niveles de desempleo, y con la agudización del déficit en las balanzas de pagos, especialmente de los países importadores de petróleo.

Dado el alto y creciente grado de interdependencia de las naciones, la economía de los países en desarrollo fue muy vulnerable en 1974 a los efectos de los trastornos económicos que afectaron a buena parte de las naciones desarrolladas, agudizándose tal influencia por las deficiencias estructurales que padecen sus incipientes economías.

En el caso de México, no obstante la desfavorable situación económica mundial, aunada a los escasos aumentos de la inversión privada y a las condiciones desfavorables que se presentaron en la agricultura, se logró en 1974 un crecimiento de alrededor del 6% en el producto interno bruto. Los aumentos más importantes se registraron en la producción de petróleo y derivados, petroquímica y minería; fueron menores los correspondientes a la generación de energía eléctrica, construcción y manufacturas. En la actividad agropecuaria y en la silvicultura se lograron moderados avances respecto a 1973.

En el año de 1974 se agudizó el proceso inflacionario iniciado a fines de 1972: el índice nacional de precios al consumidor aumentó, en promedio, 23.7%, en tanto que en 1973 tal incremento fue de sólo 12.1%.

Debe destacarse que a pesar del cambio favorable operado durante el segundo semestre de 1974 en la disponibilidad interna de petróleo, la balanza de mercancías y servicios arrojó un alto déficit. Este resultado negativo fue consecuencia, principalmente, de los altos precios que tuvieron que pagarse por la importación del equipo y de las materias primas que aún no producimos y, de manera especial, por la adquisición en otros países de productos agrícolas alimenticios, cuya producción nacional, pese al importante apoyo oficial que se dio a la actividad agrícola, no fue suficiente para satisfacer la demanda interna, debido, entre otros factores, a las condiciones meteorológicas desfavorables que se presentaron en dicho año.

Resumiendo, la situación económica del país en 1974 se caracterizó fundamentalmente por la agudización de las presiones inflacionarias y por una declinación en el ritmo de crecimiento de la producción de algunos sectores de la economía; debiendo destacarse que, además de las deficiencias internas, influyó en la debilidad del crecimiento de algunos sectores de la actividad económica nacional la influencia de la recesión que en un gran número de países industrializados se empezó a sentir desde el segundo semestre de 1974, cuyos principales efectos negativos para nuestra economía se manifestaron en una tendencia descendente de la demanda exterior de nuestros principales productos de exportación, así como en la disminución de sus respectivas cotizaciones internacionales y en un descenso relativo de las corrientes turísticas hacia nuestro país.

En congruencia con tal situación, las medidas de mayor prioridad en 1974, dentro de la política económica gubernamental, fueron dirigidas a combatir las causas de la inflación, atenuar sus efectos desfavorables y evitar el estancamiento de la actividad económica. Debe reconocerse, sin embargo, que la acción oficial para superar la situación de emergencia del momento no ha significado descuidar la política económica a largo plazo cuyo propósito es fortalecer las bases para lograr un desarrollo económico menos dependiente, más equilibrado sectorial y geográficamente, y mejor compartido en la distribución de sus beneficios.

En ausencia de una expansión significativa de la inversión privada, se atribuye al gasto público federal de 1974 el mayor efecto estimulante de la economía, especialmente por su orientación y por el alto nivel alcanzado, superior al monto presupuestal originalmente previsto.

En los capítulos siguientes se hace el análisis del ejercicio presupuestal en 1974, considerando la aplicación del gasto, la obtención de recursos financieros a través del instrumento impositivo y del uso del crédito público, y la operación del sector descentralizado y paraestatal federal. Tal análisis tiene como objeto precisar los factores que determinaron que el nivel ejercido haya sido superior al que se presupuestó originalmente; apreciar en qué medida y dirección se alteró la estructura del gasto; señalar cómo se afectó la forma de su financiamiento en relación al presupuesto inicial; evaluar los efectos del ejercicio presupuestal en el desarrollo económico y social del país, y comprobar si la ejecución del presupuesto se ajustó a las disposiciones legales vigentes.

II. LAS FINANZAS DEL SECTOR PÚBLICO FEDERAL

1. Gastos e ingresos.

Para el ejercicio fiscal de 1974 se presupuestó un gasto total de 230,960 millones de pesos, correspondiendo el 49.4% al gobierno federal y el 50.6% restante a los organismos y empresas estatales, señalándose que el nivel del gasto en dicho año sería de un 14% más, respecto al ejercido en 1973.

Por su parte, los ingresos ordinarios para financiar el gasto total de 1974 fueron estimados en 173,593 millones de pesos, y en 57,368 millones de pesos aquellos provenientes de la colocación de empréstitos. El ingreso ordinario estimado significaba un aumento del 21% en relación a la recaudación de 1973, o sea el doble del nivel de incremento que se previó para el gasto total.

En relación a estas metas cuantitativas, y con base en las cifras de los cuadros que integran la Cuenta Pública de 1974, se concluye lo siguiente:

* El gasto total del gobierno federal y de los 25 organismos y empresas que se incluyen en la Cuenta Pública, alcanzó la cifra de 276,483 millones de pesos, es decir 19.7% superior al nivel presupuestado originalmente (230,960 millones de pesos).

* Dado que el aumento del gasto respecto a la asignación original fue semejante en el caso del gobierno federal y en el de los organismos y empresas, su importancia relativa dentro del gasto total se conservó prácticamente en la proporción prevista.

GOBIERNO FEDERAL Y ORGANISMOS Y EMPRESAS FEDERALES

PRESUPUESTO ORIGINAL Y EJERCIDO

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* Aunque con niveles diferentes a los previstos, se alcanzó la meta de lograr en 1974, respecto a 1973, un aumento más que proporcional de los recursos ordinarios en relación al incremento de los gastos, puesto que el ingreso ordinario aumentó en 41%, y los gastos únicamente en 35% según puede apreciarse en el cuadro siguiente. Ello fue posible principalmente por haberse logrado un volumen superior de los ingresos de operación de los principales organismos públicos, de acuerdo con la nueva política de aplicación de precios reales en este sector, iniciada a fines del año de 1973, y por el fuerte incremento que se logró en la recaudación fiscal del gobierno federal.

GOBIERNO FEDERAL, ORGANISMOS Y EMPRESAS FEDERALES

RESUMEN DE OPERACIONES PRESUPUESTALES

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2. Destino del Gasto

En cuanto al destino del gasto ejercido en 1974 por el sector público federal, puede afirmarse que, en lo general, correspondió a la estructura de la asignación presupuestal original. Los aumentos absolutos más importantes, en relación a los niveles presupuestados, se localizan en los sectores agropecuarios, industrial y desarrollo social, con un incremento conjunto de un poco más de 40 mil millones de pesos, equivalente a casi el 90% del incremento total registrado en el gasto total del sector público.

GOBIERNO FEDERAL Y ORGANISMOS Y EMPRESAS FEDERALES

CLASIFICACIÓN SECTORIAL DEL GASTO

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1 Las cifras de estos sectores no coinciden con las asignaciones originales del presupuesto debido a ajustes derivados de los apoyos del gobierno federal a los organismos y empresas, según se explica en las páginas 30 y 31 del documento anexo a la Cuenta Pública.

FUENTE: Documento anexo a la Cuenta Pública, año de 1974.

1 También se explica esta diferencia debido a que el dato de inversión pública, cuya fuente es la Secretaría de la Presidencia, incluye, además de los gastos de inversión del gobierno federal, los relativos al Departamento del Distrito Federal, Territorios Federales y al total de los organismos y empresas estatales.

En los capítulos relativos a las finanzas del gobierno federal y de los organismos y empresas, se explican las principales diferencias del gasto ejercido respecto al presupuesto aprobado.

3. La Inversión Pública

Por considerar que el monto y la estructura de la inversión pública federal representan uno de los indicadores que mejor caracterizan la política económica y fiscal, se incluye su análisis en el presente dictamen. Debemos advertir, sin embargo, que las cifras correspondientes no coinciden exactamente con los datos relativos a los gastos de capital que contiene la Cuenta Pública, y esto obedece a que para su cómputo y clasificación se utilizan criterios diferentes.

Del examen de las cifras contenidas en el cuadro anexo derivan las siguientes conclusiones:

* La inversión pública federal fue de 64,817 millones de pesos en 1974, es decir, 30% superior a los 49,838 millones invertidos en 1973.

* De acuerdo con su clasificación sectorial, el aumento más importante en la inversión pública de 1974 se registró en el sector industrial, con un aumento de más de 7 mil millones de pesos respecto a 1973. Este notable incremento hizo que la inversión en este grupo haya significado en 1974 el 44% de la inversión pública total.

INVERSIÓN PÚBLICA FEDERAL POR OBJETO DEL GASTO

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FUENTE: Dirección General de Inversiones Públicas. Secretaría de la Presidencia de la República.

* Por su forma especial de recuperación no figura en el total.

* Las actividades que respecto a 1973 tuvieron mayor prioridad en la asignación de recursos fueron la agricultura, con 3,449 millones de pesos más; la siderurgia que recibió 2,523 millones de pesos de incremento; petróleo y petroquímica con 2,472 millones de pesos más; la electricidad cuya inversión aumentó 1,409 millones de pesos; los ferrocarriles con una inversión superior de 1,168 millones.

* Es de destacarse que, durante el presente sexenio, el cambio de mayor significación en la estructura de la inversión pública federal, es el que se observa en el sector agropecuario: en 1974 la inversión en este sector ya representó el 17% (10,969 millones) respecto al total, en tanto que en 1973 sólo fue del 14% (7,044 millones). El notable aumento que ha tenido la inversión pública en la actividad

agropecuaria, se aprecia mejor al considerar que en 1970 equivalía únicamente al 13.4% (4,000 millones) y en 1965 sólo al 8.6% (1,124 millones de pesos) de la inversión pública total.

* En contraste con la tendencia de la inversión pública en los sectores y actividades antes mencionados, el sector de bienestar social sólo registró un leve incremento del 6%.

* Resumiendo, en 1974 la inversión pública federal fue congruente en su estructura con los objetivos y prioridades indicados en la Exposición de Motivos del proyecto de Presupuesto de Egresos para 1974 que aprobó esta H. Cámara de Diputados, ya que sin descuidar la atención de las inversiones sociales, se dio preferencia a los sectores de mayor productividad, y de manera especial a la actividad agropecuaria, los energéticos, la siderurgia, la petroquímica y el servicio del transporte ferroviario.

4. Resultado Presupuestal.

Como se aprecia en el cuadro siguiente, en 1974 los ingresos corrientes del sector público federal fueron de 193,582 millones de pesos, en tanto que el gasto corriente total alcanzó la cifra de 173,428 millones de pesos. Es decir, se obtuvo una diferencia favorable de 20,154 millones de pesos, que corresponde al ahorro en cuenta corriente.

En la cuenta de capital se incurrió en un déficit de 70,090 millones de pesos, puesto que el gasto de capital fue de 77,967 millones de pesos y los ingresos de sólo 7,877 millones.

GOBIERNO FEDERAL Y ORGANISMOS Y EMPRESAS

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FUENTE: Cuenta de la Hacienda Pública Federal, 1974.

Lo anterior significa que el ahorro obtenido en la cuenta corriente (20,154 millones) fue insuficiente para cubrir el déficit en la cuenta de capital (70,090 millones), por lo que el déficit financiero ascendió a 49,936 millones de pesos.

Este déficit fue financiado con un incremento neto del endeudamiento de 55,024 millones

de pesos, ya que la colocación de deuda en 1974 fue de 80,112 millones de pesos, habiéndose amortizado 25,088 millones en el mismo año, quedando una disponibilidad temporal de 5,088 millones de pesos.

Si se compara este resultado con el previsto en el presupuesto original, se observa lo siguiente: el déficit estimado originalmente fue de 29,297 millones de pesos, en tanto que el déficit real al concluir el ejercicio fiscal ascendió a 49,936 millones, o sea que se incrementó en 20,639 millones de pesos. Esta cifra se explica debido a que el aumento del gasto total fue de 48,505 millones en relación a lo presupuestado; y si bien se logró un aumento en los ingresos totales respecto a la estimación original, de 27,866 millones de pesos, fue insuficiente para compensar el aumento en los gastos, precisamente en una cantidad igual al aumento del resultado deficitario.

No obstante que en 1974 fue necesario recurrir a un financiamiento superior al previsto originalmente, por parte del gobierno federal y de los organismos y empresas sujetos a control presupuestal, debe señalarse que el ritmo de endeudamiento neto descendió, en términos relativos, respecto al registrado en 1973. En efecto, en tanto que el aumento neto de la deuda pública fue de 83% en 1973, para el año de 1974 tal incremento se redujo al 39%, como se aprecia a continuación.

COLOCACIÓN DE EMPRÉSTITOS Y AMORTIZACIÓN GOBIERNO FEDERAL Y ORGANISMOS Y EMPRESAS

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FUENTE: Cuentas de la Hacienda Pública Federal.

Ahora bien, considerando el endeudamiento neto en el año de 1974, el saldo total de la deuda pública a cargo del gobierno federal y de los organismos y empresas sujetos a control presupuestal, ascendió al 31 de diciembre de 1974 a la cifra de 214,980 millones de pesos. De esta cifra, un 73% corresponde al gobierno federal y el 27% restante a los organismos y empresas, y desde el punto de vista de su origen, casi las dos terceras partes (64.7%) representan la deuda interna y el 35.3% restante al saldo de la deuda exterior, según se aprecia en el siguiente cuadro:

DEUDA PÚBLICA CONSOLIDADA

GOBIERNO FEDERAL, ORGANISMOS Y EMPRESAS FEDERALES

Año de 1974

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1 Se refiere al saldo de la Deuda con vencimiento de un año o más.

III. LAS FINANZAS DEL GOBIERNO FEDERAL

1. Presupuesto Original y Ejercido

En el dictamen de la Cuenta Pública de 1973 se hizo notar la tendencia descendente observada a partir de 1972, de las diferencias entre las cifras presupuestadas y las ejercidas, como resultado de un proceso de perfeccionamiento en las técnicas presupuestales, especialmente en los aspectos de previsión de los gastos a ejercer. Fue así como en 1973 sólo se registró una diferencia de 14% entre el presupuesto original y el ejercido, coeficiente muy inferior a los observados en años anteriores.

Para el año de 1974 no fue posible mantener esta tendencia, pues ante un presupuesto aprobado de 114,128 millones de pesos, el gasto ejercido ascendió a 135,850 millones, o sea, 21,667 millones de pesos más de los presupuestados, equivalentes a un 19% sobre la cifra originalmente propuesta.

La Comisión que dictamina realizó una investigación para determinar las causas fundamentales que motivaron este aumento. El resultado del análisis, complementado con las explicaciones contenidas sobre este particular en el documento que se anexó a la Cuenta Pública, se presenta a continuación.

Los renglones que registraron mayores aumentos respecto a su asignación original se enumeran en seguida, explicándose posteriormente las causas específicas que originaron sus respectivos incrementos.

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Excedente sobre Presupuesto.

Millones de pesos.

CONASUPO + 5,010

Sistema de Seguridad Social + 2,341

Sector Eléctrico + 1,705

Guanos y Fertilizantes + 500

Instituto Mexicano del Café + 489

TOTAL + 10,045

La operación de la CONASUPO exigió un mayor apoyo presupuestal en 1974, como consecuencia de que la producción agrícola se vio notablemente afectada por las heladas prematuras en las principales zonas productoras de maíz y frijol, así como por las inundaciones y sequías que sufrieron los cultivos de temporal.

En tales condiciones, fue necesario adquirir en el exterior un volumen de productos superior al previsto y a precios mucho más altos, cuyos incrementos fluctuaron desde el 12% para la leche en polvo, hasta el 167% en el caso del frijol. Las adquisiciones de CONASUPO se incrementaron en 8,437 millones de pesos, atribuyéndose el 40% de este aumento al mayor.

volumen y el 60% restante al efecto de los mayores precios que tuvieron que pagarse.

El aumento de 2,341 millones de pesos que se registró en las aportaciones al sistema de seguridad social, se distribuye en 1,853 millones para el Instituto Mexicano del Seguro Social, 412 millones para el ISSSTE y 76 millones de pesos para el INDECO.

En el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social, la diferencia se explica porque el presupuesto por concepto de aportación estatutaria del gobierno federal fue inferior a la real, pues se estimó que los excedentes en su operación podrían ser utilizados para financiar al gobierno federal. Sin embargo, en atención a que el costo de su plan de inversiones fue superior y a que se ampliaron los programas de seguridad social, se requirió entregar en 1974 la aportación estatutaria total.

Por su parte, el incremento en la aportación del gobierno federal al ISSSTE fue resultado de la repercusión del aumento de sueldos en los conceptos de servicios médicos, vivienda y fondo de prestaciones; y por lo que se refiere a INDECO, el subsidio original de 133 millones tuvo que aumentarse a 209 millones de pesos para que tal organismo estuviera en condiciones de cumplir con su programa, que también resultó afectado por planes de emergencia y los aumentos de sueldos y del valor de sus proyectos de construcción.

El aumento de las aportaciones al sector eléctrico se explica por el requerimiento inaplazable de generar un mayor volumen de energía eléctrica y de ampliar este servicio al sector rural.

Con motivo del fuerte incremento que en el mercado internacional tuvieron las materias primas para la elaboración de fertilizantes, el costo de producción de la empresa Guanos y Fertilizantes se elevó en cerca de 1,000 millones de pesos. Ante esta situación, y con el objeto de que tal incremento no incidiera en los precios de los productos, el gobierno federal otorgó un apoyo a la empresa equivalente al 50% del citado aumento, o sea, 500 millones de pesos.

La aportación que se otorgó al Instituto Mexicano del Café - 489 millones de pesos - tuvo como objeto ayudar a este organismo a mantener el precio del grano en el mercado nacional frente a la disminución de su cotización internacional, lo mismo que para solventar los gastos adicionales que implicó la política adoptada para influir en la regulación de la oferta mundial del café.

* Participaciones a Estados en Ingresos Federales. En este renglón se incurrió en un excedente de 6,930 millones de pesos respecto a la cifra presupuestada. La diferencia estuvo determinada en gran parte por el efecto del aumento en las cuotas de participación a favor de los gobiernos locales y municipales, especialmente en el Impuesto sobre Ingresos Mercantiles y en los impuestos federales que gravan la producción y comercio de bienes y servicios industriales, de acuerdo con la política hacendaría del Régimen actual para fortalecer las finanzas de los Estados y Municipios, cuya aplicación en los últimos cuatro años ha procurado aumentos sin precedente en las participaciones que les corresponden.

*Servicios Personales. Este concepto registró un aumento de 3,987 millones de pesos (21%) respecto a lo presupuestado, y obedece principalmente a los efectos del nuevo salario mínimo vigente desde enero de 1974, y al aumento de 22% en las percepciones de los empleados del gobierno, concedido en el mes de septiembre de dicho año, con el fin de que tal sector pudiera compensar la reducción del poder adquisitivo de su sueldos, disminuidos por efectos del proceso inflacionario.

* Subsidios a Comerciantes, Industriales, Importadores y Exportadores. El aumento de 2,572 millones que registra este renglón en relación a la asignación original, se debe en su mayor parte a que esta última cifra se estimó con base en precios de importación inferiores a los reales de 1974, año en que tales cotizaciones tuvieron considerables incrementos. Debe advertirse que el total de las erogaciones que se hacen por este concepto no tienen efectos monetarios en el presupuesto, ya que se trata de gastos compensados con impuestos, siendo, por tanto, subsidios de carácter virtual.

* Intereses y Gastos de la Deuda Pública. En 1974 fue necesario erogar por este concepto 2,337 millones de pesos más que lo presupuestado originalmente, obedeciendo tal incremento a las condiciones adversas que se presentaron en el mercado internacional de capitales, especialmente por el encarecimiento del dinero expresado en tasas más altas de interés.

* Servicios Generales, Adquisición de Bienes para Administración y para Fomento y Conservación. Estos tres conceptos registraron un incremento conjunto de 2,831 millones de pesos en relación a la cifra presupuestada, y dado el carácter de las erogaciones que comprenden (pago de alquileres, servicios, insumos, etcétera, complementarios de la administración pública), dicho aumento se explica principalmente por los mayores precios que el gobierno tuvo que pagar por tales conceptos.

* Subsidios a los Bancos Agrícola y Ejidal. Las condiciones meteorológicas adversas de 1974 y el propósito oficial de fortalecer al sector agropecuario, explican el aumento de 1,168 millones de pesos en los subsidios a los bancos nacionales agrícolas, con objeto de incrementar su capacidad de financiamiento para ampliar la superficie de cultivo de productos agrícolas básicos.

* Fideicomisos para Inversiones. De los 958 millones de pesos que se ejercieron en exceso de las cifras presupuestadas en este renglón, la mayor parte (632 millones de pesos)

correspondió a la suscripción de acciones que hizo el gobierno federal para aumentar el capital de Siderúrgica Lázaro Cárdenas - Las Truchas, medida congruente con la alta prioridad que se está otorgando al estímulo de la producción de acero.

Del anterior análisis se concluye que los factores que influyeron para que en 1974 se ejerciera un gasto superior al presupuestado originalmente, fueron de carácter diferente a los que determinaban los excedentes en el gasto real hasta el año de 1972.

En efecto, en tanto que las fuertes diferencias de otros años fueron resultado de previsiones incompletas en los gastos, o de la subestimación de ciertas partidas, el excedente del ejercicio presupuestal de 1974 ha sido consecuencia, fundamentalmente, de los efectos directos e indirectos del fenómeno inflacionario sobre nuestra economía y de la deliberada y firme decisión gubernamental de vigorizar el apoyo al sector agropecuario; de utilizar el instrumento presupuestal como corrector de insuficiencias de la inversión privada, especialmente en los sectores de importancia estratégica de nuestra economía, y para superar las deficiencias imprevistas que se presentaron en ciertos sectores de la producción nacional, como fueron aquellos que abastecen la demanda de alimentos básicos para la población y las materias primas y servicios fundamentales que requiere el desarrollo industrial del país.

Debe enfatizarse, por último, que el exceso del gasto del gobierno federal respecto al Presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados, no impidió el cumplimiento del orden de prioridades establecido originalmente en la fundamentación del propio Presupuesto, siendo congruente, además, con los objetivos a largo plazo de la política económica del actual Régimen.

2. Ingresos Fiscales.

La recaudación de ingresos ordinarios en 1974 registró un incremento sin precedente (36%), al obtenerse la cifra de 94,131 millones de pesos, en comparación con los 69,245 millones de pesos recaudados en 1973.

Fueron varios los factores que contribuyeron a obtener tan notable incremento, siendo determinantes los siguientes: a) los efectos del fenómeno inflacionario, expresados tanto por una base gravable mayor por la vigencia de un nivel de precios ascendente, como por un alto nivel de utilidades en 1973 y 1974; b) las modificaciones fiscales vigentes a partir de enero de 1974 y las que entraron en vigor en noviembre del mismo año; c) mayor volumen y valor de las compras y ventas en el exterior; d) ampliación de la base del impuesto al ingreso de las personas físicas, como resultado de los aumentos en los sueldos y salarios, y e) los resultados de la campaña de orientación y facilidades a los causantes, iniciada precisamente a partir de 1974.

Los renglones que acusaron mayores aumentos fueron el Impuesto sobre la Renta, cuya recaudación superó a la de 1973 en casi un 40% (+10,316 millones de pesos), habiendo sido los aumentos en los ingresos fiscales derivados de los gravámenes que afectan al ingreso global de las empresas y de las personas físicas, los que explican fundamentalmente tal incremento, hecho que a su vez, obedeció al mayor nivel de utilidades obtenido en 1973 y gravado en 1974, así como a los mayores niveles de los pagos al factor trabajo ocurridos en 1974.

En orden de importancia, fueron los impuestos a la producción y comercio los que aportaron una recaudación superior. En efecto, en tanto que en 1973 los ingresos fiscales por la aplicación de estos gravámenes fueron de 12,021 millones de pesos, en 1974 alcanzaron la suma de 18,140 millones de pesos, es decir un incremento de 6,119 millones de pesos, equivalente al 51%. Destacan en esta fracción los aumentos obtenidos en los gravámenes al petróleo (+2,200 millones de pesos); compraventa de aguas envasadas y refrescos (+1,098 millones de pesos); ensamble de automóviles y camiones (+827 millones); elaboración de alcohol y bebidas alcohólicas (+763 millones) y el impuesto sobre tabacos labrados que registró un incremento de 488 millones de pesos en su recaudación. Debe hacerse notar que en todos estos aumentos fue decisivo el incremento general de los precios, que necesariamente ocasiona un aumento de la base gravable, y que en estos gravámenes es principalmente el valor de la producción o de las ventas.

Por su parte, y como consecuencia de la misma razón antes señalada, el Impuesto sobre Ingresos Mercantiles registró también un incremento importante en su recaudación (+5,531 millones de pesos; 42%), al pasar de 12,769 millones de pesos en 1973, a 18,100 millones en 1974.

También mostraron un alto grado de dinamismo en su recaudación los impuestos al comercio exterior, puesto que los gravámenes a la importación arrojaron un aumento del 39% respecto al año de 1973 (+2,437 millones de pesos) y la recaudación derivada de los impuestos a la exportación se incrementó en 406 millones, o sea, en un 32%.

En contraste a las tendencias de los renglones antes señalados, en 1974 se observó un descenso en la fracción relativa a aprovechamiento y en el renglón correspondiente a ingresos de capital.

En resumen, en el ejercicio fiscal de 1974, el gobierno federal logró superar la meta de aumentar sus ingresos ordinarios en un 28% respecto a los niveles de 1973, como se expresó en el proyecto del Presupuesto de Egresos para 1974 que se envió a la Cámara de Diputados para su consideración, ya que tal incremento fue del 36%. No obstante, dados los aumentos que tuvieron que hacerse en los gastos, fue necesario recurrir, en un grado mayor al previsto, al financiamiento mediante empréstitos, como se explica en el siguiente apartado.

En relación al cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 3o. del Presupuesto de Egresos

para 1974, referente a la aplicación de los excedentes obtenidos en los ingresos ordinarios, la Comisión de Presupuesto y Gasto Público ha corroborado la afirmación contenida en el documento anexo a la Cuenta Pública (Pág. 21), en el sentido de que en 1974 tales excedentes se dedicaron íntegramente a la atención de los gastos corrientes.

3. Resultado Presupuestal y Deuda Pública.

En 1974, los ingresos corrientes del gobierno federal ascendieron a 93,179 millones de pesos, y los gastos corrientes fueron de 80,880 millones de pesos. Ello significa que se obtuvo un ahorro en cuenta corriente de 12,499 millones de pesos (Ver cuadro anexo).

INGRESOS ORDINARIOS DEL GOBIERNO FEDERAL

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FUENTE: Cuentas de la Hacienda Pública Federal, 1973 y 1974. Estado No. 24.

Por su parte, los gasto de capital fueron 47,910 y los ingresos de capital de sólo 897 millones de pesos, o sea que el déficit en la cuenta de capital alcanzó la cifra de 47,013 millones de pesos.

Si al déficit en cuenta de capital (47,013 millones de pesos) restamos el superávit en cuenta corriente (12,499 millones de pesos), se obtiene un déficit financiero de 34,514 millones de pesos. Este déficit fue superior en 7,388 millones de pesos al déficit de 27,126 millones al año de 1973, o sea que se incrementó en un 27%. En relación al déficit que se previó originalmente en el presupuesto para 1974 (22,348 millones de pesos), el aumento fue de 12,166 millones de pesos, equivalente a un 54.4%.

GOBIERNO FEDERAL RESULTADO DEL EJERCICIO PRESUPUESTAL PRESUPUESTO ORIGINAL EJERCIDO 1974

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FUENTE: Cuenta de la Hacienda Pública Federal para el Año de 1974. (Estado No. 11.)

El financiamiento del déficit de 34,514 millones de pesos en 1974, se hizo mediante un aumento neto de la deuda de 39,801 millones de pesos, ya que quedó una disponibilidad temporal de 5,287 millones de pesos.

En tales condiciones, al cerrarse el ejercicio fiscal de 1974, la deuda pública del gobierno federal ascendió a 156,405 millones de pesos, o sea 40,106 más que la cifra acumulada un año antes. De la deuda acumulada a 1974, cuatro quintas partes (81%) correspondían a la deuda interna y el 19% restante a la externa, según se aprecia en el cuadro que se inserta; debiéndose subrayar que la totalidad del nuevo endeudamiento se destinó a la inversión en obras y servicios productivos indispensables para solucionar problemas estructurales de la economía y aquellas limitaciones de carácter coyuntural derivadas del proceso inflacionario y de desequilibrios internos, así como de los efectos del fenómeno de recesión que se ha presentado en gran número de los países de alto desarrollo.

El financiamiento externo contratado por el gobierno federal durante 1974 se destinó en un 34% al sector eléctrico; en un 25% a la realización de obras agropecuarias e hidráulicas y en un 17.5% a la construcción de carreteras y obras estatales; en un 4.8% para el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos y en un 3.8% para diversas inversiones de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares.

DEUDA PÚBLICA DEL GOBIERNO FEDERAL A LARGO PLAZO 1973 y 1974 (Millones de Pesos)

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Debe hacerse notar que el incremento neto de la deuda del gobierno federal registró un descenso relativo en 1974 en su tasa de crecimiento, puesto que sólo fue de 43%, frente a un aumento del 67% en el año de 1973. En otros términos, no obstante la concurrencia de factores económicos y financieros desfavorables, en el ejercicio fiscal de 1974 se logró disminuir el ritmo de endeudamiento en las finanzas federales, como se puede apreciar en el cuadro siguiente.

COLOCACIÓN DE EMPRÉSTITOS Y AMORTIZACIÓN GOBIERNO FEDERAL

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FUENTE: Cuenta de la Hacienda Pública Federal.

Tal tendencia explica que el coeficiente del servicio de la deuda del gobierno federal (pagos por servicios de la deuda comparados con los ingresos ordinarios) disminuyera ligeramente: de 22.2% en 1971 a 19.3% en 1974.

Tendencia semejante se registró en el índice de costo de la deuda (importe de los intereses y gastos de la deuda, dividido entre el gasto corriente del gobierno federal), que del 14.8% en 1971 disminuyó a 13.6% en 1974.

Por su parte, la relación entre el saldo de la deuda pública del gobierno federal y los ingresos ordinarios mostró una leve reducción en 1974 respecto a 1973, al pasar de 1.68 a 1.66.

De lo anterior se concluye que el nivel de endeudamiento del gobierno federal se ha mantenido dentro de los límites de su capacidad de pago, no obstante la agudización de las condiciones adversas que se han presentado en los últimos años en el mercado internacional de dinero y capitales, y que se manifiesta en una alza de las tasas de interés y en la reducción de los plazos para la contratación de los préstamos.

En atención a tales circunstancias, la Comisión que dictamina reconoce la bondad de la nueva estrategia adoptada por las autoridades hacendarías en la contratación de financiamientos externos, así como la necesidad de continuar perfeccionando su aplicación, dentro de las condiciones cambiantes del mercado internacional de créditos, para lograr una mayor efectividad en sus objetivos centrales, consistentes en prever con mayor precisión y oportunidad las necesidades crediticias de las entidades que integran el sector público: en otorgar la máxima prioridad a aquellos proyectos de mayor productividad económica y social; en utilizar las fuentes y formas de financiamiento más adecuadas, y en preservar la aplicación de las condiciones financieras más ventajosas para el país.

IV. LAS FINANZAS DE LOS ORGANISMOS Y EMPRESAS ESTATALES.

1. Análisis Consolidado.

A. Aspectos Generales.

Los 25 organismo y empresas que se incluyen en la Cuenta Pública conforme el grupo más importante y representativo del sector descentralizado y paraestatal desde el punto de vista patrimonial, operacional y financiero. En efecto, para 1974 los recursos que manejó el grupo representaron el 76% del total de recursos del sector, el 78% del capital, el 79% de los sueldos y salarios, y el 71% de los impuestos pagados.

En cuanto a la naturaleza de sus operaciones, éstas cubren los sectores estratégicos para el desarrollo industrial y económico del país, como son los energéticos, los transportes, la siderurgia y los fertilizantes. También comprende el sector de seguridad social que proporciona servicios a amplios núcleos de población trabajadora y a sus familiares, así como otras actividades importantes, como son la regulación del mercado de subsistencias populares, la producción pesquera y el fomento a la producción forestal.

B. Presupuesto Original y Ejercido.

El grupo de organismos y empresas sujeto al control presupuestal ejerció un gasto total en 1974 de 140,688 millones de pesos, o sea 23,856 millones más que lo presupuestado, equivalente a un incremento del 20.4%. Este porcentaje de diferencia entre lo presupuestado y lo ejercido es igual al que se tuvo en 1973.

Los incrementos más importantes entre el ejercicio y el presupuesto se registraron en los siguientes organismos y empresas: Petróleos Mexicanos con 6,206 millones de pesos, equivalente al 19.8%; Comisión Federal de Electricidad con 3,760 millones, 23.4%; Cía. de Luz y Fuerza del Centro con 1,979 millones, 37.1%; Instituto Mexicano del Seguro Social con 2,937 millones, 17.5%; CONASUPO con 2,765 millones, 28.8%; Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado 3,567 millones, 60.9% y Diesel Nacional con 1,098 millones, 39.3%.

Estas diferencias obedecieron a los fuertes incrementos en los gastos de operación y de inversión que tales organismos y empresas tuvieron que realizar en 1974, como fueron los

aumentos en el pago al factor trabajo, tanto de emergencia como de carácter contractual, y los incrementos en los precios de los insumos, como resultado de los efectos de la inflación. También influyó el gasto mayor en la construcción y ampliación de algunas instalaciones, como fue el caso de Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad; y, en algunos organismos, los pagos por una mayor amortización de la deuda.

Con base en la clasificación económica de los gastos realizados por los organismos y empresas, los aumentos respecto a la asignación presupuestal original obedecieron en un 19% a los pagos por concepto de servicios personales; en un 61% a las erogaciones por la adquisición de bienes y otros gastos de operación, y en un 20% por la erogación mayor que tuvo que hacerse para cubrir pagos por concepto de amortización de pasivo.

C. Gastos e Ingresos

En 1974, el gasto de 140,688 millones de pesos, que incluye amortización de deuda, fue superior en 38.2% al realizado en 1973, que ascendió a 101,792 millones. Los aumentos más importantes se localizaron en los sectores estratégicos de la economía y en aquellos organismos dedicados al servicio de seguridad social. Tal es el caso de Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, Cía. de Luz y Fuerza del Centro, Ferrocarriles Nacionales de México, Diesel Nacional, CONASUPO, Instituto Mexicano del Seguro Social e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado.

En cuanto a los ingresos obtenidos en 1974 por el grupo, éstos ascendieron a 140.489 millones de pesos, incluyendo los financiamientos, lo que significa que fueron 20.3% superior a lo presupuestado y 36.7% mayor que lo ejercido en 1973.

7 Al sustraer de los ingresos y gastos brutos el financiamiento y la amortización de deuda, resulta que en 1974 el ingreso corriente ascendió a 100,403 millones de pesos, mientras que el gasto corriente fue de 92,748 millones. En consecuencia, el superávit en cuenta corriente fue de 7,655 millones de pesos, superior en 44% al de 1973.

ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS Y EMPRESAS PROPIEDAD DEL GOBIERNO FEDERAL

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FUENTE: Cuenta de la Hacienda Pública Federal, 1974.

Por su parte, los gastos de capital sumaron en dicho año 30,057 millones de pesos, en tanto que los ingresos ascendieron a 6,979 millones, por lo que el déficit en cuenta de capital resultó de 23,078 millones de pesos, superior en 42% al de 1973.

Al deducir del déficit en cuenta de capital (23,078 millones) el superávit obtenido en cuenta corriente (7,655 millones), el déficit financiero presupuestal fue de 15,423 millones de pesos, el cual fue cubierto con un incremento neto de la deuda. El mismo déficit para 1973 fue de 10,904 millones de pesos, lo que significa que en 1974 aumentó en 41%.

En estas condiciones, la contratación de empréstitos por este grupo de organismos y empresas fue en 1974 de 33,107 millones de pesos, y como se amortizaron en el mismo año 17,883 millones, el incremento neto de la deuda ascendió a 15,223 millones de pesos.

Si se adiciona esta cifra al saldo de la deuda al 31 de diciembre de 1973, se tiene una deuda acumulada a plazo de un año o más, al 31 de diciembre de 1974, de 58,575 millones de pesos.

Es de hacerse notar que el destino de los empréstitos contratados en 1974 fue precisamente hacia aquellos sectores que originalmente se señalaron como prioritarios en el Presupuesto de Egresos para 1974. Así, por lo que se refiere a la nueva deuda externa contratada en 1974, un poco más de la mitad (52.5%) se aplicó a obras e instalaciones del sector eléctrico; alrededor de la cuarta parte (27%) a obras e instalaciones de Petróleos Mexicanos; 8.2% a los planes de rehabilitación del sistema ferroviario, y un 7:5% a la construcción de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas - Las Truchas.

ORGANISMOS Y EMPRESAS DESTINO NETO DEL AUMENTO DE LA DEUDA PÚBLICA EXTERNA EN 1974

(Millones de Pesos)

Concepto Aumento Neto de Deuda

TOTAL 13.434 100.0

Sector Eléctrico 7,047 52.5

Pemex 3,625 27.0

Sector Ferrocarriles 1,107 8.2

Caminos y Puentes Federales 4 ...

Siderúrgica Lázaro Cárdenas - Las Truchas 1,004 7.5

Otros 647 4.8

1 A plazo de un año o más.

FUENTE. Dirección General de Créditos, Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

DEUDA PÚBLICA DE ORGANISMOS Y EMPRESAS 1 1973 - 1974

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1 Se refiere exclusivamente a la deuda a largo plazo.

FUENTE: Dirección General de Crédito, Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

I). Resultados Financieros, Subsidios e Impuestos. Como ya se apuntó antes, la situación financiera de los organismos y empresas se vio afectada por el proceso inflacionario que se agudizó en 1974 y por la insuficiencia interna en ciertos renglones de la producción. Particularmente deben mencionarse las fuertes importaciones de granos a precios muy superiores a los registrados el año anterior; las importaciones de hidrocarburos realizadas en el primer semestre, y el aumento de emergencia en los salarios que decretó el Ejecutivo con el fin de fortalecer el poder de compra de los trabajadores.

En estas condiciones, la pérdida consolidada de los organismos y empresas incluidos en la Cuenta Pública se incrementó de 1,498 millones de pesos en 1973 a 7,477 millones en

1974. En efecto, mientras sus ingresos totales por venta de bienes y servicios fueron en este último año de 99,042 millones de pesos, sus costos y gastos ascendieron a 106,519 millones.

Sin embargo, el déficit antes mencionado debe restarse el monto de los subsidios que Petróleos Mexicanos, otorgó a terceros por cuenta del gobierno federal, que en dicho año ascendió a la cifra de 1,087 millones de pesos. En consecuencia el déficit consolidado del sector fue realmente de 6,390 millones de pesos.

De acuerdo con este último criterio, de los organismos y empresas que operaron con un superávit conjunto de 4,491 millones de pesos, correspondió la casi totalidad a los siguientes organismos: Instituto Mexicano del Seguro Social (2,631 millones); Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (902 millones), Lotería Nacional (684 millones de pesos) y Petróleos Mexicanos (233 millones). Las demás entidades superavitarias fueron Caminos y Puentes Federales de Ingresos, Aeropuertos y Servicios Auxiliares y Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril.

Del resto de los organismos y empresas cuya operación fue deficitaria en 10,883 millones de pesos, corresponde el 78% a los siguientes: CONASUPO, 4,189 millones; Ferrocarriles Nacionales de México, 2,602 millones; Comisión Federal de Electricidad, 930 millones; y Cía. de Luz y Fuerza del Centro, 754 millones de pesos.

En relación a los subsidios que los organismos y empresas recibieron de la Federación en 1974, el total de éstos ascendió a 9,246 millones de pesos, de los que 6,227 millones, el 67%, corresponde a CONASUPO y Ferrocarriles Nacionales de México. El monto de este mismo subsidio para 1973 fue de 3,523 millones de pesos.

Por su parte, el monto de los impuestos pagados por dicho grupo se elevó substancialmente, puesto que en 1973 se pagaron 2,091 millones de pesos y en 1974 la cifra ascendió a 5,004 millones.

Con base en los resultados antes indicados, la Comisión que dictamina considera que sigue siendo válida la recomendación que esta Soberanía hizo al Ejecutivo Federal en el Dictamen de la Cuenta Pública de 1973, en el sentido de que deberá continuarse la política de reestructuración de las tarifas y precios de los bienes y servicios producidos por dicho sector, en aquellos casos cuyos niveles estén por abajo de sus costos y que socialmente se estime conveniente; debiendo complementarse tal política con una aplicación más intensa y efectiva de las medidas tendientes a aumentar la eficiencia y la productividad de este sector.

En este sentido debe destacarse que uno de los aspectos que ha merecido especial atención por parte de la presente Administración, es precisamente la aplicación de diversas medidas para mejorar los sistemas de control y vigilancia del sector descentralizado y paraestatal, con la finalidad de incrementar su eficiencia. Así, debe reconocerse que en los últimos años se han perfeccionado los mecanismos para ejercer un mejor control de la operación de estas entidades, tanto en el aspecto presupuestal como crediticio y de inversiones. Al respecto deben señalarse los esfuerzos y adelantos que en este sentido ha realizado la Secretaría del Patrimonio Nacional. A la fecha, la totalidad de los organismos descentralizados y empresas de participación estatal mayoritaria están registrados en dicha Secretaría y cuentan con auditoría externa. Se han logrado importantes avances en la aplicación de las leyes de Adquisiciones y de Contratos de Obras Públicas. Se han elaborado estudios y se están poniendo en práctica algunas medidas tendientes a lograr una mejor coordinación e integración del sector paraestatal para hacer un uso más eficiente de sus recursos. Y, por último, debe hacerse mención que para 1975 un gran número de organismos y empresas están operando con base en presupuestos con orientación programática, lo que permitirá avanzar hacia un control presupuestal más eficaz.

No obstante tales adelantos, se impone continuar intensificando los esfuerzos tendientes a mejorar la situación administrativa y operacional de estos organismos y empresas, pues debe reconocerse que en muchos de ellos son amplios los márgenes para incrementar sus niveles de eficiencia y productividad.

En el siguiente apartado se presentan los aspectos operacionales y financieros más relevantes de cada uno de los organismos y empresas que se incluyen en la Cuenta de la Hacienda Pública Federal.

2. Aspectos Fundamentales de la Situación Operacional y Financiera de los Organismos y Empresas.

PETRÓLEOS MEXICANOS

Petróleos Mexicanos, cuya actividad ha sido fundamental en el desarrollo económico del país, logró importantes avances en 1974. En efecto, el resultado de estos avances hizo que México se convirtiera en dicho año de país importador de hidrocarburos a país exportador.

Sus ingresos por venta de bienes fueron superiores en 12,156 millones de pesos a los obtenidos en 1973. En el mismo período tuvo una utilidad antes de impuestos por 2,964 millones de pesos y el gobierno federal le entregó 1,087 millones en devolución de los subsidios que por su cuenta otorga Pemex. Como los impuestos pagados por la empresa ascendieron a 3,818 millones, la utilidad neta del ejercicio fue de 233 millones de pesos.

En el caso de Pemex son palpables los resultados del aumento de precios en los productos petrolíferos y petroquímicos, pues la captación de recursos propios permitió una sensible disminución de la contratación de créditos, que fueron en 1974 inferiores en un

42% a los contratados en el ejercicio anterior, no obstante la fuerte inversión realizada.

En 1974 la empresa dio un gran impulso a los programas de operación e inversión. En el primer caso, los gastos ascendieron a casi nueve mil millones de pesos, 72% más que en 1973, y en el segundo, los gastos de inversión alcanzaron un incremento del 16% sobre el ejercicio anterior.

Son claros los beneficios de la revisión de precios en la sólida estructura financiera de PEMEX, lo que se demuestra con el hecho de que en 1973 las inversiones se cubrieron con recursos propios en una proporción del 20%, mientras que en 1974 este porcentaje aumentó a más del 70%.

PEMEX ejerció recursos provenientes de créditos por un total de 5,708 millones, contratados en su mayor parte en el exterior. Del total de los recursos crediticios, una gran parte corresponden a créditos revolventes que son liquidados en el mismo ejercicio y no incrementan el monto global de la deuda. La aplicación de los recursos provenientes de financiamientos se comportó de la siguiente manera: 52.3% se destinó al programa de inversión y el 47.7% restante se aplicó al capital de operación.

En los aspectos operacionales, cabe destacar que las actividades exploratorias se encaminaron a detectar las reservas de hidrocarburos necesarias para el consumo del país y para la captación de divisas. Se perforaron 100 pozos exploratorios. Se descubrieron 8 nuevos campos y 12 extensiones de campos productores existentes. Para el desarrollo de campos de explotación se programó perforar 280 pozos y se perforaron 309, o sea 29 pozos más; resultaron 244 pozos productores, lo que representa un 75% de éxito.

En el ramo de producción de aceite crudo, en 1974 se logró la autosuficiencia y se inició la exportación en el segundo semestre. La producción de crudo, condensado y líquidos fue de 238.3 millones de barriles, con un promedio diario de 652,796 barriles, cifras visiblemente superiores a las alcanzadas en 1973. En el ejercicio de 1974, la producción de gas fue de 21,087 millones de metros cúbicos.

En el área de refinación destaca el hecho de que, a pesar de que no se amplió la capacidad instalada, el procesamiento de aceite crudo y gasolinas naturales se incrementó en 11.8%, lo que significa que se procesaron un total de 236 millones de barriles. Este avance fue posible debido a las disponibilidades de materia prima y a la mayor productividad de las refinerías. En el segundo semestre se realizaron exportaciones de estos productos.

La producción en petroquímica básica tuvo un incremento del orden de 12.4%, o sea que se produjeron 328 mil toneladas más que en 1973. El valor de la producción en este renglón alcanzó la cifra de 4,606.7 millones de pesos, un incremento sobre 1973 equivalente al 73.94%.

La política de exportaciones que mantiene PEMEX procura la captación de divisas tomando en cuenta las reservas probadas y las necesidades futuras de este energético para el futuro. Así, en el corto plazo, el valor de las exportaciones de crudo y otros productos petroleros podrá cubrir no sólo el valor de las importaciones de refinados que aún se requieren, sino también la importación de materiales, maquinaria y equipos necesarios para la operación y expansión de la industria.

Vale la pena señalar que el amoníaco anhidro que se vende en Guanos y Fertilizantes mantuvo su precio de 528 pesos tonelada, mientras que en el mercado mundial se cotizaba a 5,000 pesos la tonelada. La institución apoyó en esta forma el desarrollo agrícola de la nación.

Los esfuerzos realizados por Petróleos Mexicanos han permitido que las reservas de hidrocarburos totalizaran 5,773.4 millones de barriles al 31 de diciembre de 1974.

Mención especial merecen las acciones tendientes a perfeccionar la estructura administrativa de PEMEX, procurando una política de descentralización de funciones y de facultades de decisión. La acción del Comité Presupuestal de Mano de Obra ha permitido racionalizar la contratación de personal administrativo, técnico y obrero. Para atender el problema de la productividad, se ha creado la Comisión Nacional Mixta de Productividad de la Industria Petrolera. Por su parte, el Instituto Mexicano del Petróleo ha incrementado notablemente sus tareas de investigación.

Es claro en el caso de PEMEX que se obtiene mayores beneficios con una vigorosa industria petrolera que con el mantenimiento de precios fijos que producen su descapitalización y deterioro.

COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD Y COMPAÑÍA DE LUZ Y FUERZA DEL CENTRO

La industria eléctrica nacional, integrada por la Comisión Federal de Electricidad y la Compañía de luz y Fuerza del Centro y Asociadas, en liquidación, tuvo una producción bruta en 1974 de 38.007.3 millones de KWH, en comparación con los 34,244.3 generados en 1973. La CFE en particular contribuyó al desarrollo industrial del país con un 34,232.2 millones de KWH, correspondiendo el resto a la Cía. de Luz y Fuerza.

Entre otros problemas que limitaron la oportunidad en la entrega de energía en ciertas zonas del país durante el año mencionado, pueden citarse el retraso en la entrega de ciertas unidades con respecto a la programación original, el cierre de la Presa de la Angostura, necesario para la terminación de la planta del mismo nombre y el inicio en condiciones óptimas, de la Presa de Chicoasén, lo que redujo hasta un 50% las aportaciones de agua. Adicionalmente, 1974 fue un año escaso de lluvias. A pesar de esto, el proceso de producción y distribución de electricidad para cubrir las necesidades no se vio seriamente afectado.

Dentro de los programas tendientes a incrementar la producción de energía, la CFE

invirtió en 1974 la cantidad de 6,035 millones de pesos, principalmente en plantas, equipos, obras y materiales de construcción. La Compañía de Luz y Fuerza, por su parte, invirtió 1,194 millones de pesos, aplicados en su mayor parte a la instalación de líneas y sistemas de distribución. Se estima que para 1975 la industria eléctrica tendrá una producción bruta de 42,872 millones de KWH, lo que permitirá cubrir la demanda del país. Sin embargo, debe señalarse que serán necesarias inversiones sustancialmente mayores en los próximos años a fin de satisfacer plenamente dicha demanda en el mediano y largo plazos.

Debe subrayarse que en materia de electrificación rural, que es un servicio eminentemente social, la CFE introdujo en 1974 energía eléctrica a 1,123 centros de población, beneficiando así a más de medio millón de habitantes, para lo cual realizó una inversión de cerca de 500 millones de pesos. Por lo que toca a la Cía. de Luz y Fuerza, ésta realizó diversos programas mediante los cuales proporcionó servicio a más de 150 colonias y poblados del Distrito Federal y el Edo. de México, beneficiando de esta manera a más de 200 mil personas. Es deseable, por supuesto, que a pesar de las limitaciones financieras de estas empresas, se continúen e intensifiquen estos programas de carácter social.

Los estados financieros al 31 de diciembre de 1974 muestran que los recursos totales de CFE ascendían a 65,097 millones de pesos, o sea un incremento de 9,792 millones de pesos sobre el año anterior. Para la Cía. de Luz y Fuerza, el monto de recursos totales fue de 12,056 millones de pesos con un incremento de 1,428 millones con respecto a 1973.

Los ingresos totales de la CFE en 1974 fueron de 7,435 millones de pesos, que en relación a 1973 representan un incremento de 1,859 millones (33%). La Cía. de Luz y Fuerza tuvo un ingreso total de 3,677 millones de pesos con un incremento de 697 millones (23%) respecto al año anterior. Tales aumentos se deben sustancialmente a dos factores; por un lado, al aumento en las tarifas establecidas a fines de 1973, y, por el otro, el incremento natural de la demanda.

No obstante lo anterior, el costo de servicios en que incurrió la CFE en 1974 fue de 6,334 millones de pesos, superior en 40% al año anterior. El mismo rubro para la Cía. de Luz y Fuerza fue de 3,757 millones de pesos, superior en más del 50% al año anterior. Este gran incremento en el costo de ambas empresas se debió fundamentalmente a los reajustes en los salarios del personal, tanto los de emergencia como los contractuales, al aumento en los precios de combustibles, así como el alza general de precios.

Otro factor importante que provocó en 1974 el fuerte aumento en los costos fueron los intereses sobre las deudas, que para la CFE significó un egreso de 2,002 millones de pesos, representando un incremento del 27% sobre el año anterior. Para la Cía, de Luz y Fuerza, el costo financiero fue de 548 millones de pesos y representó un incremento de poco más del 22% sobre 1973.

Es por las causas arriba descritas, entre otras, que los estados de resultados muestran que la CFE tuvo en 1974 una pérdida de 930 millones de pesos, en comparación con los 523 millones que perdió el año precedente. En virtud de que el gobierno federal subsidia a la Comisión con el impuesto principal causado por las importaciones que realiza durante el año, cuyo monto para 1973 fue de 320 millones y para 1974 de 302 millones, la pérdida neta ascendió a 203 y 628 millones de pesos, respectivamente. De la misma manera, la Cía. de Luz y Fuerza del Centro sufrió una pérdida en 1974 de 754 millones de pesos.

Estas consideraciones, en consecuencia, hacen pensar en la necesidad de intensificar programas y medidas de carácter administrativo, operacional, financiero o de otra índole que contribuyan a la urgente reestructuración de la empresa a fin de que su capacidad productora continúe creciendo al ritmo que el país requiere.

Precisamente en el aspecto administrativo, debe señalarse que en cumplimiento del Decreto Presidencial de diciembre de 1974 y se ha comenzado el proceso de liquidación de la Cía. de Luz y Fuerza del Centro y Subsidiarias con lo que se consolidarán en una sola entidad todos los sistemas eléctricos del país, y, lo que es muy importante, será posible incrementar sustancialmente la eficiencia administrativa de la industria, aprovechando mejor los recursos, eliminando la duplicidad de funciones y estableciendo estándares en los sistemas operativos.

FERROCARRILES NACIONALES DE MÉXICO Y OTRAS EMPRESAS FERROVIARIAS

En el año de 1974 el transporte por ferrocarril continúo siendo prestado por cinco empresas, entre las que destaca Ferrocarriles Nacionales de México, que representa más de las cuatro quintas partes del movimiento operacional y financiero del sistema ferroviario nacional.

En dicho año, el tráfico de carga tuvo un considerable incremento al movilizar el sistema en su conjunto casi 31 mil millones de toneladas - kilómetro, 18% más que en el año anterior; medido en toneladas netas, el volumen transportado ascendió a 61 millones (+16%), siendo el ingreso percibido por este servicio de 3,100 millones de pesos.

El tráfico de pasajeros se elevó alrededor de 14%, al ser movilizados 4,600 millones de pasajeros - kilómetro; por su parte, el ingreso respectivo creció en 22%. El servicio express también experimentó aumentos en relación a 1973, aunque éstos fueron de un nivel moderado.

El fuerte incremento de los diferentes servicios prestados originó un ingreso global de aproximadamente 3,900 millones de pesos, superior en 20% al de 1973. Correlativamente, los gastos totales fueron del orden de 7,200

millones de pesos, aumento explicable por las repercusiones del mejoramiento general de salarios habido en septiembre de 1973 y de la revisión de contrato bianual en 1974, en la que se lograron importantes y justas mejoras económicas para los trabajadores ferrocarrileros; además, el proceso inflacionario elevó considerablemente el costo de los materiales y otros insumos utilizados en el desempeño de las funciones de operación y conservación ferroviarios.

Así, el comparativo de ingresos y gastos arrojó una pérdida total - antes subsidio - de 3,333 millones, casi una tercera parte más que la registrada en 1973, o sea que los ingresos experimentados en el renglón de egresos, explicándose tal hecho fundamentalmente por el mantenimiento invariable de una estructura tarifaría vigente desde 1959.

El conjunto de activos de las empresas ferroviarias se valoró, en términos brutos, en 29,300 millones de pesos, superior en un 10% a los de 1973, creciendo los de carácter fijo en 2,350 millones de pesos y en 338 millones los circulantes.

Examinando particularmente a Ferrocarriles Nacionales de México cabe señalar que una vez superados los problemas de congestionamiento de carros en las principales terminales del Sistema, que tuvieron lugar en el primer semestre de 1973, el tráfico de carga ha ido en constante aumento, lográndose movilizar en 1974 casi 52 millones de toneladas netas, que representaron el 17% más de lo transportado en el ejercicio anterior; en tonelada - kilómetro el aumento fue del 19%.

Por lo que respecta al tráfico de pasajeros, si bien ha continuado descendiendo el número de usuarios, la distancia a que se transportaron ha ascendido considerablemente, lo cual es indicativo de que se ha venido captando una mayor demanda en dos servicios de primera clase, incluyendo el de dormitorio, redundando en una recuperación de los ingresos que ascendieron a 146.5 millones de pesos en 1974, 17% más que en 1973.

Los ingresos por venta de servicios y otros conceptos fueron del orden del 3,037 millones de pesos, alrededor del 20% superior al del ejercicio anterior, sobresaliendo el derivado del flete con 420 millones de pesos de aumento.

Por otra parte, el costo de los servicios más los gastos administrativos ascendieron a 5,200 millones de pesos aproximadamente, arrojando una pérdida de operación de 2,161 millones, la que, adicionando el renglón de otros gastos y productos, se eleva a 2,601 millones de pesos, 30% más que en 1973.

El costo de los servicios personales, de materiales y la renta de carros son los aspectos que principalmente impulsan hacia arriba el monto de los gastos. Los activos de esta Empresa ascendieron, en términos brutos, a 21,920 millones de pesos, siendo su crecimiento neto de 1,854 millones.

Gran parte de este aumento fue financiado con créditos a largo plazo, ya que el pasivo fijo se incrementó en 1,595 millones de pesos.

El Ferrocarril del Pacífico, S. A. de C. V. transportó 5.1 millones de toneladas en 1974, cantidad superior en 12% a la movilizada en 1973; en toneladas - kilómetro, la cifra alcanzada fue de casi 3,700 millones. El tráfico de pasajeros experimentó un considerable aumentó, haciendo uso de este medio de transporte 1 millón 324 mil usuarios, cantidad superior en 16% a los registrado en 1973.

Los ingresos totales fueron de 544 millones de pesos, 14% de aumento respecto de 1973, de los cuales 391 millones corresponden al flete. Los gastos totales, por su parte, ascendieron a 902 millones, equivalente a un 28% por encima de los de 1973; sueldos productivos y materiales aportan más del 50% de dicho aumento. Consecuentemente, la pérdida total crece en un 50% al alcanzar 358 millones de pesos, aproximadamente.

Los activos de la Empresa ascienden a 3,585 millones de pesos, de los que el è63% corresponden al patrimonio de la Empresa, el 16% son reservas constituidas para depreciación y otros, en tanto que sólo el 20% se refieren a obligaciones a corto y largo plazos.

El Ferrocarril Chihuahua - Pacífico, S. A. de C. V., el Ferrocarril Sonora - Baja California, S. A. de C. V., y los Ferrocarriles Unidos del Sureste completan la red ferroviaria nacional constituyendo propiamente redes alimentadoras de las empresas primeramente mencionadas.

En general, muestran las mismas características que Nacionales de México y del Pacífico, es decir, incrementos importantes en el tráfico de carga y aumentos moderados en los servicios de pasajeros y express, habiendo movilizado 4.3 millones de toneladas netas y 4.1 millones de pasajeros productivos en 1974.

Los ingresos totales de estas tres empresas fueron del orden de 316 millones de pesos, en tanto que los gastos respectivos ascendieron a 689 millones, lo que arroja un déficit conjunto de alrededor de 373 millones de pesos.

En resumen, el sistema ferroviario nacional continuó apoyando el desarrollo industrial y económico del país en 1974, debiendo destacarse y reconocerse el gran esfuerzo de los trabajadores ferrocarrileros para lograr la superación de las condiciones críticas que se presentaron en 1973, consistentes en un agudo entorpecimiento del movimiento de carros de carga en varias terminales del país.

Por último, debe insistirse en la necesidad y conveniencia de continuar actualizando, cuando así se justifique, los niveles tarifarios, lo mismo que intensificar las medidas y esfuerzos para mejorar la organización y eficiencia de este importante servicio.

CAMINOS Y PUENTES FEDERALES DE INGRESO Y SERVICIOS CONEXOS

Básicamente, el servicio proporcionado por Caminos y Puentes Federales de Ingreso fue igual en 1974 que en el año precedente. La longitud de los caminos de cuota - 1,680 kilómetros - no varió, y el número de vehículos que transitaron por ellos fue de 42 millones, sólo ligeramente superior al registrado en 1973.

Esto por lo que hace a las carreteras de peaje.

No ocurrió lo mismo con la operación de transbordadores que habiendo transportado 205,463 vehículos y 272,826 pasajeros en 1973, en 1974 incrementó esas cifras a 228,365 y 340,131, respectivamente, sin aumentar el número de embarcaciones que siguió siendo de once.

Los servicios mencionados, agregados a la venta de emulsión asfáltica, combustibles, lubricantes, refacciones y pinturas, procuraron a Caminos y Puentes Federales un ingreso total en 1974, de 875.1 millones de pesos, superior en 122.1 al de 1973.

Pero pese a que se intensificaron sus operaciones en el renglón de vías marítimas, aumentaron los servicios conexos y crecieron los ingresos consecuentemente, los estados contables de Caminos y Puentes Federales de Ingreso muestran en 1974 una utilidad neta de sólo 7.3 millones de pesos, inferior a la del año inmediato anterior de que fue de 105.8 millones.

Y es que durante muchos años se mantuvieron las mismas tarifas, ignorándose el fuerte incremento de los costos derivado del proceso inflacionario que se agudizó en los últimos tiempos, así como los aumentos en el costo del dinero. A ello debe atribuirse la reducción en los resultados financieros de Caminos y Puentes Federales de Ingreso.

Con el Propósito de corregir la situación de deterioro a que estaba llegando Caminos y Puentes Federales, y a fin de fortalecer su economía, se consideró prudente introducir algunas medidas entre las que destacan los ajustes tarifarios en algunas carreteras, puentes y transbordadores a partir de enero de 1975. Tal ajuste en las tarifas coincide con la recomendación que esta Comisión hizo al respecto en el Dictamen para la Cuenta Pública de 1973.

Por otro lado, su balance indica que a diciembre de 1974, los recursos totales de Caminos y Puentes Federales de Ingreso fueron del orden del 4,684.4 millones de pesos, 373 más que los del año anterior.

Su activo fijo muestra un incremento en 1974, de 289.6 millones con respecto al ejercicio anterior, correspondiendo éste, en su mayor parte, a inversiones realizadas en la construcción de puentes, terminales marítimas y adquisición de maquinaria y equipo que le permitirán mantener sus servicios en un alto nivel de eficiencia.

AEROPUERTOS Y SERVICIOS AUXILIARES

Como resultado del incremento del tráfico aéreo en México y de la ampliación de la capacidad de operación e instalaciones de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, el Organismo estuvo en posibilidad de atender en 1974 a 687,514 aeronaves, cifra muy superior a las 309,579 atendidas el año anterior.

En relación a la ampliación de sus instalaciones, debe mencionarse que Aeropuertos y Servicios Auxiliares incorporó a su red los aeropuertos de Aguascalientes, Chetumal, Guaymas, Loreto, Morelia, Tepic y Reynosa, habiendo operado un total de 44 aeropuertos durante 1974.

Esta ampliación e intensificación en las operaciones del Organismo se refleja en sus estados financieros que señalan una elevación en sus ingresos totales de 367.2 millones de pesos obtenidos en 1973 a 418.0 millones en 1974.

Sin embargo, su costo por servicios aumentó también de 243.5 millones de pesos en 1973 a 349.4 millones en 1974, por lo que su utilidad neta disminuyó de 99 millones de pesos a 21 millones en el mismo período.

Tal aumento en el costo por servicios se debió, fundamentalmente, al fuerte gasto corriente que hubo de realizarse en la operación de los aeropuertos recientemente incorporados, así como al aumento general en el precio de los consumos.

Por lo anterior, Aeropuertos y Servicios Auxiliares ha informado a esta Comisión que se encuentran en estudio algunas medidas tendientes a mejorar sus resultados financieros.

Los problemas de tipo operacional que se venían presentando en los aeropuertos de Acapulco y México, ocasionados por la falta de capacidad en las plataformas de estacionamiento de aviones, han quedado resueltos mediante la adquisición de equipos especiales como son tres salas móviles y vehículos para el transporte de pasajeros.

Debe mencionarse que las inversiones que realizó en 1974 Aeropuertos y Servicios Auxiliares por un monto de 231.3 millones de pesos en equipo, maquinaria, construcciones e instalaciones que permitieron ampliar el servicio, se hicieron exclusivamente con recursos propios y que por lo tanto el Organismo continuó sin contraer pasivo a largo plazo, como lo demuestran sus estados financieros.

Puede decirse, en general, que Aeropuertos y Servicios Auxiliares ha cumplido con su cometido de contribuir en forma importante al desarrollo de la industria del transporte aéreo en México mediante la creación y operación de la infraestructura aeroportuaria.

AERONAVES DE MÉXICO

Dentro de las acciones más importantes que Aeronaves de México llevó a cabo en 1974, destaca la fuerte inversión realizada con el fin de adquirir el equipo e instalaciones necesarias para satisfacer la creciente demanda de transporte aéreo, cuyo monto total fue de 692.8 millones de pesos.

La mayor parte de esta inversión, 554.6 millones de pesos, se aplicó a la compra de seis aviones DC - 9 - 30, con capacidad de 115 pasajeros cada uno. Considerando, además, la substitución de dos DC - 8 - 63 por DC - 10 - 30, en calidad de arrendamiento, con capacidad de 277 pasajeros cada uno, Aeronaves incrementó su flota de 28 a 34 unidades. El resto de la inversión se destinó a renglones tan importantes como son la construcción y adaptación de algunas instalaciones, y a la conservación y mantenimiento del equipo de vuelo y de tierra.

En base a lo anterior, las actividades de Aeronaves de México se intensificaron del tal suerte

que se prestó el servicio a 68 ciudades en 1974, de 47 que se atendieron en 1973, por lo que su red de rutas se amplió de 69,588 a 73,101 kilómetros. El número de personas que utilizaron sus servicios se incrementó en 25,84% sobre el año anterior, habiéndose atendido a un total de 2.615,786 pasajeros de los cuales 2.108,837 correspondieron a vuelos nacionales y el resto a internacionales.

Como resultado del incremento en sus operaciones, los ingresos totales de la empresa en el año que se dictamina, fueron de 1,810.2 millones de pesos, registrando un incremento de 482.9 millones con respecto a 1973.

Empero, el aumento en los salarios y prestaciones del personal, los fuertes incrementos en los precios del combustible con que se abastecen sus aviones en el extranjero, así como el alza general en los precios de materiales, refacciones, servicios y alimentos, etc. provocó que el costo de los servicios se elevara en 1974 a 1,566.3 millones de pesos, 558.1 millones más que el año precedente.

Como los gastos de venta y financieros también registraron incrementos sustanciales, el estado de resultados indica que la pérdida antes de subsidio de Aeronaves de México para 1974, fue de 291.7 millones de pesos en comparación con los 66.2 millones de pérdida del año inmediato anterior. El monto de la pérdida neta después del subsidio recibido (176.8 millones de pesos) fue de 114.9 millones.

Otros factores importantes que afectaron negativamente tanto los ingresos como los egresos de la empresa, fueron el bajo factor de ingreso promedio por pasajero - kilómetro originado por las prácticas comerciales indebidas de la competencia mundial y, lo que es muy importante en un país como el nuestro, por la operación de rutas apenas en desarrollo, que se realiza con carácter social o como apoyo al sector turístico y no con un criterio comercial.

Cabe señalar que la empresa ha adoptado una serie de medidas tendentes a fortalecer su situación financiera. Entre otras, pueden destacarse aquellas dirigidas a reducir sus costos mediante una Comisión de Economías, así como otras que permitirán la reestructuración de la red de ventas para eliminar las operaciones deficitarias sin menoscabo del apoyo social o turístico. Y, por último, la consecución de créditos a largo plazo que harán posible el cumplimiento de los compromisos más urgentes.

Para entender la importancia que tienen las actividades de Aeroméxico, debe considerarse que además de contribuir al desarrollo del transporte aéreo nacional con todos los beneficios indirectos que ello implica para el desarrollo de los sectores industrial y comercial, entre otros, coadyuva en forma importante en la implantación de políticas en materia de turismo al establecer tarifas adecuadas para promover el turismo de importación y evitar, en algunos casos, que éste sea desviado por la competencia aerotransportista internacional a otros países, así como al desarrollo de nuevos centros turísticos creados en territorio nacional, como es el caso reciente de Cancún, Manzanillo y Zihuatanejo.

COMPAÑÍA NACIONAL DE SUBSISTENCIAS POPULARES

El año de 1974 se caracterizó por la agudización del desequilibrio entre la oferta y la demanda interna de productos agropecuarios como maíz, trigo, sorgo, leche y, sobre todo, frijol, así como por el alza general en los precios de los artículos de consumo popular que se había presentado desde años anteriores.

La acción de CONASUPO fue especialmente importante en este difícil año, y al intensificar sus operaciones de compra - venta e importación, pudo satisfacer la demanda de granos. De la misma manera, merced a la ampliación de su red de tiendas y al mejoramiento de su operación, se logró regular más eficientemente los precios de los artículos de consumo popular.

En lo que se refiere al mercado de granos, CONASUPO intervino en 1974 en el 25% de la comercialización de maíz, el 100% de la de trigo, y el 23% de la de frijol; para asegurar la suficiencia y crear reservas reguladoras, importó, además volúmenes de productos agropecuarios por un valor de 10,887 millones de pesos.

En relación al mercado de subsistencias populares, cabe señalar que de 1,200 expendios operados por CONASUPO en 1971, su red se amplió a 6,100 en 1974; en ellos se ofrecen hasta 300 artículos básicos a precios que en promedio están 15% por abajo de los que ofrece el mercado libre. Consideramos que de esta manera CONASUPO está cumpliendo sus objetivos de elevar niveles de vida de las clases más necesitadas, al poner a su alcance, a precios bajos, bienes destinados a mejorar la alimentación y preservar la salud; regulando, por otro lado, el precio de tales artículos en el mercado.

Los programas de industrialización de CONASUPO también han demostrado un notable incremento, pues de 165 millones de litros de leche industrializada en 1970, la cifra ascendió a 230 millones en 1974; y la producción de harina de maíz se elevó a 93 mil a 115 mil toneladas en el mismo período.

En el aspecto financiero, debe señalarse que los recursos totales de CONASUPO se elevaron de 4,990.2 millones de pesos en 1973, a 10,149.3 millones en 1974.

De éstos, corresponden a recursos ajenos únicamente 4,483.7 millones y el resto a reservas y recursos propios.

Por lo que respecta a los activos de CONASUPO, como resultado de la política previsora para el futuro abastecimiento de alimentos, su inventario ascendió en 1974 a 5,768.7 millones de pesos, que representan un incremento de 3,869.2 millones con respecto al año anterior.

Otro renglón significativo es el activo fijo, cuyo monto de 2,041.3 millones de pesos es muy superior a los 846.2 millones de 1973.

Sus ingresos por ventas se incrementaron de 5,268 millones de pesos en 1973, a 9,583

millones en 1974 como resultado de la intensificación y ampliación de sus actividades.

Sin embargo, los elevados precios de las importaciones y los sustanciales aumentos en los precios de garantía de ciertos productos, entre otros factores, hicieron que el costo de las ventas ascendiera a 11,182.4 millones de pesos, superior a 5,091.4 millones respecto a 1973.

Aquí debe subrayarse que ha sido política de esta administración, revisar constantemente los precios de garantía de los productos agropecuarios, con los propósitos fundamentales de recapitalizar al sector agropecuario para estimular y fomentar la producción y, sobre todo, redistribuir el ingreso mediante un pago más justo al productor por sus cosechas.

El costo de toda la actividad de CONASUPO, cuyo carácter es eminentemente social, está representado por el exceso de egresos sobre ingresos propios que para 1974 ascendió a 4,188.6 millones de pesos, en comparación con 1,232.2 millones del año anterior, el cual fue cubierto en su mayor parte por el subsidio del gobierno federal cuyo monto fue de 4,054.2 millones.

En opinión de la Comisión que dictamina, CONASUPO ha cumplido eficazmente con las políticas de la presente administración de intensificar las acciones destinadas a atenuar la fuerte presión inflacionaria que se ha venido presentando en el país en los últimos años; de abastecer al país con productos alimenticios cuya escasez en algunos casos fue mundial, así como la de redistribuir el ingreso nacional, a través de mejores precios de garantía favoreciendo al sector campesino que tradicionalmente había permanecido marginado de nuestro desarrollo.

INSTITUTO MEXICANO DEL CAFÉ

La acción de Instituto Mexicano del Café fue especialmente importante en 1974, en atención a los graves desajustes que sufrió el precio del grano en el mercado mundial. En lo interno, el Instituto mantuvo fijo el precio oficial del café, evitando de esta manera que el ingreso de los productores se deteriorara. En lo internacional, ha establecido una estrategia que dentro del marco de la Organización Internacional del Café pretende crear los mecanismos necesarios para elevar y sostener los precios internacionales del grano.

Un indicativo de la creciente importancia que las operaciones del Instituto representan para los cafeticultores, es el hecho de que para 1974 éste compró el 41.0% de la producción nacional, mientras que en 1971 adquiría únicamente el 6.4%. Además, el precio oficial por quintal casi se ha duplicado en el mismo período.

Por otra parte, las exportaciones totales realizadas en 1973 y 1974, que fueron de 2,214 millones de pesos y 2,123 millones respectivamente, han colocado al café en el primer lugar entre los productos agrícolas de exportación.

La actividad del Instituto ha sido muy importante en este sentido, tanto para incrementar el volumen de ventas como para diversificar los mercados y reducir, en consecuencia, la dependencia del principal comprador que es Estados Unidos.

Debe señalarse también que para 1974, el Instituto había organizado a 54,000 cafeticultores en 1,696 Unidades Económicas de Producción y Comercialización, dentro del programa iniciado el año anterior.

Los estados financieros del INMECAFÉ muestran que sus activos totales se incrementaron de 888.5 millones de pesos en 1973, a 1,484.7 millones en 1974. Tal aumento corresponde en su mayor parte a los anticipos a cuenta de cosechas que se pagan a los cafeticultores organizados con el fin de proveerlos de capital de trabajo, evitando así que vendan sus cosechas anticipadamente a precios menores que el oficial.

De la misma manera, su pasivo circulante muestra un incremento de 306.8 millones de pesos para el mismo período, y corresponde a los créditos obtenidos para financiar los anticipos a cuenta de cosechas arriba mencionados, así como para incrementar sus inventarios y capital de trabajo.

Su Estado Comparativo de Pérdidas y Ganancias indica que sus ingresos totales para 1974 ascendieron a 851.2 millones de pesos, superior en 280.2 millones a los ingresos de 1973.

Sin embargo, sus costos tanto de la función comercial como de la función social, agregados a sus gastos financieros, provocaron que el Instituto operara en 1974 con un pérdida antes de subsidio de 257.9 millones de pesos, en comparación con el déficit de 5.4 millones en 1973. El subsidio recibido del gobierno federal en 1974 fue de 280 millones de pesos, por lo que la utilidad después de subsidio fue de 22 millones de pesos.

GUANOS Y FERTILIZANTES DE MÉXICO

El total de los productos elaborados por Guanos y Fertilizantes de México en 1974, cuyo volumen fue de 2.6 millones de toneladas, significó el 88.3% del total de fertilizantes producidos en el país en dicho año. Este dato da una idea de la importancia de las operaciones de esta empresa, sobre todo en los últimos dos años en que se ha agudizado la escasez de productos agropecuarios.

Precisamente con la importante participación de Guanomex, en 1974 se fertilizó el 66.8%, 7.282 millones de hectáreas, de los 10.909 millones potencialmente fertilizables.

Para 1975 se estima que se fertilizará el 69%.

Dado que los fertilizantes son, ahora más que antes, uno de los factores imprescindibles para incrementar la productividad del campo, ha sido política de la Empresa mantener sus precios accesibles a los recursos de los agricultores con el deseo de fomentar su uso, a pesar de que los precios de muchas materias primas que hubieron de importarse para producir estos fertilizantes se elevaron en una gran

proporción y, en algunos casos, como el amoniaco, en forma exorbitante.

Lo anterior explica que los recursos financieros de la empresa hayan sido insuficientes para afrontar sus compromisos y justifica la necesidad de haber solicitado al gobierno federal un subsidio para compensar la elevación de los costos de los insumos importados.

Tal situación se refleja en su estado de resultados, pues a pesar de que sus ventas totales fueron de 2,726 millones en 1974, el mayor incremento en sus costos provocó que su pérdida ascendiera a 410.6 millones de pesos, la cual se compensó con un subsidio del gobierno federal de 500 millones de pesos.

De sus estados financieros, debe destacarse el aumento en sus activos totales que de 4,047 millones de pesos en 1973, se elevó a 5,491 en 1974. Una gran parte de tal incremento corresponde a la acumulación de inventarios de materias primas, en previsión de que en el futuro inmediato pueda representar una mayor escasez de éstas.

Su activo fijo muestra un incremento de 176 millones de pesos en el mismo período, los cuales se aplicaron en una gran proporción a la ampliación y mantenimiento de sus plantas productivas.

FORESTAL VICENTE GUERRERO

El Estado de Guerrero ocupa el sexto lugar en importancia dentro de la disponibilidad de recursos forestales del país. De ahí se deriva la gran importancia que tienen las operaciones de la Forestal Vicente Guerrero.

Para realizar sus actividades, la Forestal contó en 1974 con cuatro aserraderos, una planta productora de tableros y aglomerados y otra de celulosa y papel.

En cuanto a su producción, se lograron importantes avances en 1974; se extrajeron 72,693 m3 de rollo en comparación con 2,178 m3 de rollo producidos en 1973; se obtuvieron 4,175 millares de pies - tabla de maderas aserradas; se produjeron 7,960 m3 de tableros aglomerados y 5,500 toneladas de papel. Pero 1975 se esperan producciones aún más importantes.

La acción del Organismo no se circunscribe exclusivamente a las actividades propiamente lucrativas. En el aspecto social desarrolló importantes programas encaminados a elevar el nivel de vida de los habitantes de la región, como son las campañas de salud y vacunación; los programas educacionales; el otorgamiento de becas, etc.

Para desarrollar su propia infraestructura, se construyeron 115 Kms. de caminos y 96 Kms. de brecha, que permitirán una mejor explotación de los bosques y la comunicación entre diversas comunidades.

Las ventas de la Forestal aumentaron de 228 mil pesos en 1973, a 44.4 millones en 1974. Sin embargo, los fuertes incrementos en sus gastos de operación, administración y financieros, hicieron que su pérdida antes de subsidios se incrementara, en el mismo período, de 16.5 millones de pesos, a 46.3 millones.

El subsidio recibido del gobierno federal en 1974 fue de 14.5 millones de pesos, por lo que su pérdida neta se redujo a 31.7 millones.

Por otra parte, sus activos totales se incrementaron en el período 1973 - 1974 de 58 millones de pesos a 266 millones, como resultado, principalmente, de la adquisición de dos plantas industriales y diversos equipos, lo que permitió el notable incremento de sus operaciones.

Su pasivo a largo plazo aumentó de 26 millones de pesos en 1973, a 123.2 millones en 1974. Tal aumento corresponde, en parte, al financiamiento utilizado para la compra de activos.

Por último, debe señalarse que con el objeto de fortalecer un tanto su situación financiera, el gobierno federal entregó en 1974 una aportación de 72.9 millones de pesos al patrimonio del Organismo.

PRODUCTOS FORESTALES MEXICANOS

Como resultado de la intensificación de las actividades de PROFORMEX, la extracción de rollo de arbolado se elevó de 145.600 m3 en 1973, a 328,300 m3 en 1974.

Su obra de infraestructura, que es uno de los factores más importantes para el desarrollo de la industria forestal y de la región, se amplió a 156 Kms. de caminos, 159 Kms. de ramales y 373 Kms. de brecha saca.

La actividad realizada por PROFORMEX a lo largo de su existencia, pero principalmente en los últimos dos años, ha creado un beneficioso efecto multiplicador, y fundamentalmente fuentes de trabajo, en el desarrollo económico de una zona de Durango, cuya única actividad productiva se basaba en la agricultura raquítica. PROFORMEX también promovió en 1974 importantes programas tendientes a proporcionar atención médica, medicinas y servicios escolares a los habitantes de las comunidades de la región.

Los activos totales de PROFORMEX se elevaron de 27 millones de pesos en 1973, a 48 millones en 1974. Este sustancial incremento corresponde a la fuerte inversión realizada por el Organismo, mediante aportación del gobierno federal, en los bienes de producción que le permitieron intensificar sus operaciones.

Por otro lado, cabe destacar que sus ventas aumentaron de 5.4 millones en 1973, a 40.6 millones en 1974. Sin embargo, sus costos también fueron afectados por la situación inflacionaria, y principalmente por el alza en los salarios, por lo que para 1974 el Organismo tuvo una pérdida antes de subsidio de 8.2 millones de pesos, menor que la pérdida obtenida en 1973 de 10.7 millones.

Como el subsidio del gobierno federal en 1974 fue de 3.3 millones de pesos, la pérdida neta se redujo a 4.9 millones de pesos.

INSTITUTO NACIONAL PARA EL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD RURAL Y DE LA VIVIENDA POPULAR

Dentro de los aspectos más importantes de las actividades llevadas a cabo por el Instituto en 1974, debe destacarse la importante canalización de recursos destinados a la realización de sus diversos programas de carácter social, cuyo monto ascendió a 326.1 millones de pesos. De éstos, una buena proporción se destinó a actividades tan importantes como el Programa Nacional de Emergencia, mediante el cual se dio atención a 14 estados de la República, al Programa de la Vivienda Urbana y Popular, al Programa Candelillero, al Programa de la Vivienda Campesina y al Plan Cañero.

Sólo en la realización de los programas de Emergencia, Cañero, Zona Candelillera. Vivienda Popular, Vivienda Campesina y Hogares Ferrocarrileros, se construyeron 26.524 Viviendas con las que se benefició a unas 145,882 personas.

Sus estados financieros muestran que a diciembre de 1974, su activo fijo de 701 millones de pesos se incrementó en 46.3 millones con respecto al año anterior, correspondiendo tal aumento al renglón de muebles e inmuebles.

Por lo que se refiere al estado de resultados para el ejercicio de 1974, éste indica que las operaciones del Instituto disminuyeron en lo que se refiere a la venta de inmuebles, por lo que sus ingresos totales fueron de 3.3 millones de pesos en comparación con 5.5 millones en 1973.

En consecuencia, su costo de ventas también se redujo de 8.3 millones de pesos, a 3.9 millones en los años respectivos.

El exceso de egresos sobre los ingresos para el año que se dictamina, fue de 140.2 millones de pesos y representa el costo de los programas realizados por el Instituto de carácter eminentemente social. El subsidio recibido de la Federación fue del 158.3 millones de pesos, y permitió que el excedente neto del Instituto ascendiera a 18.1 millones.

INSTITUTO MEXICANO EL SEGURO SOCIAL

Dentro de las acciones más importantes realizadas en 1974 por el Instituto Mexicano del Seguro Social, debe citarse, en primer lugar, la incorporación al régimen de seguridad social de importantes núcleos de mexicanos que tradicionalmente habían estado marginados a éste. Tal es el caso, entre otros, de los trabajadores ixtleros de los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y San Luis Potosí; los trabajadores de Chihuahua, Zacatecas y Durango; los cultivadores de tabaco de Nayarit y lo vendedores ambulantes de la Lotería Nacional.

Lo anterior, aunado al crecimiento natural de la clase trabajadora, hizo que el número de aseguradores del Instituto Mexicano se incrementara de 12.7 millones que tenía en 1973, a 15 millones en 1974, de los que 4.3 millones corresponden a trabajadores urbanos, del campo y pensionados y el resto a sus familiares.

Especial mención debe hacerse de que el total de la población amparada por el IMSS en 1974 representó el 25% de la población total del país.

Para proporcionar los servicios requeridos por este gran número de ciudadanos, el Instituto hubo de realizar en 1974 una inversión de 2,631 millones de pesos, de los cuales la mayor parte se destinó a la compra de terrenos, construcción de edificios y a la adquisición del mobiliario, equipos y medicamentos.

En consecuencia, el número de sus camas se vio incrementado de 18,191 que tenía en 1973, a 20,656 en 1974. De la misma manera, durante 1974 se edificaron 30 guarderías que proporcionan servicio a una población de 12.000 niños.

Es importante destacar que la inversión realizada por el Instituto se hizo íntegramente con recursos propios, por lo que sus estados financieros continúan sin registrar pasivo a largo plazo.

Por lo que toca a los resultados financieros del Instituto, debe señalarse que a pesar del fuerte incremento en sus costos, derivado de la situación inflacionaria, sus ingresos en 1974 excedieron a sus ingresos en 2,631 millones de pesos, excedente superior en 1,212 millones al obtenido en 1973, que fue de 1,419 millones.

Este hecho contribuyó a fortalecer su situación financiera.

El volumen de recursos totales del Instituto al 31 de diciembre de 1974 fue de 22,344 millones de pesos, o sea 4,648 millones más que los del año anterior, y le colocan dentro de los organismos descentralizados más importantes del gobierno federal.

INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO

La población amparada en 1974 por este importante Organismo, compuesta por trabajadores federales, trabajadores a lista de raya, trabajadores estatales, trabajadores municipales, pensionistas y los familiares derechohabientes de todos ellos, fue de 2.9 millones de personas y representó el 5.25% del total de la población del país.

La población protegida por el ISSSTE, en 1974 tuvo un incremento del 39% sobre el año anterior, y de más del 120% con respecto a 1970.

Para poder atender a este gran número de derechohabientes, el ISSSTE, aumentó en 1974 sus unidades médicas de 760 a 836, y sus camas de 2,935 a 3,653.

Otro renglón que merece citarse es el fuerte apoyo que dio el Instituto a la construcción de viviendas para sus afiliados.

En el aspecto financiero, los estados contables del ISSSTE muestran que al 31 de diciembre de 1974, sus recursos totales ascendían a 13,066 millones de pesos, superiores en 2,087 millones a los de 1973.

A la misma fecha, su activo circulante fue de 8,534 millones de pesos, cifra superior en 2,557 millones a la del año anterior. Este

aumento pertenece en su mayor parte de los préstamos que el Instituto otorgó a corto plazo y a las inversiones realizadas en la construcción de viviendas.

Por su parte el activo fijo representa un incremento de 138 millones en su renglón de muebles e inmuebles, y corresponden a la creación de las nuevas unidades médicas.

Por lo que toca a su pasivo, debe mencionarse que éste se vio incrementado por los 1,328 millones de pesos que para el fondo de la vivienda a favor de los trabajadores aportó el gobierno federal.

En relación a su Estado de Resultados, éste indica que sus ingresos por servicios para 1974 fueron de 6,686 millones de pesos, y de 5,004 millones en 1973; por su parte, el costo de servicios fue de 5,110 millones de pesos y 3,886 millones respectivamente.

Por último debe señalarse que el incremento neto al fondo para 1974 fue de 901.9 millones de pesos, superior en 161 millones al obtenido en 1973.

No obstante, debe indicarse que la capacidad financiera del ISSSTE ya no es suficiente para satisfacer adecuadamente la demanda de las prestaciones que legalmente debe proporcionar, por lo que se impone la conveniencia de fortalecer su situación financiera.

DIESEL NACIONAL, S.A. SIDERÚRGICA NACIONAL, S. A. Y CONSTRUCTORA NACIONAL DE CARROS DE FERROCARRIL, S.A.

La substitución de importaciones, el desarrollo regional y el control gubernal de sectores considerados estratégicos, son algunos de los objetivos más importantes del sector paraestatal. Las empresas del Combinado Industrial de Ciudad Sahagún se inscriben en los esfuerzos del régimen por consolidar tales objetivos, realizando importantes tareas de apoyo al desarrollo industrial, agropecuario y de servicios, constituyendo, además, un ejemplo de desarrollo regional tendiente a elevar el nivel económico de una zona tradicionalmente deprimida.

En general, influyeron desfavorablemente en la situación de las empresas del Combinado los aumentos en sus costos de operación; aumentos que se explican por la mayores retribuciones al factor trabajo, así como por la escasez y el alto costo de ciertos materiales, producto de las limitaciones estructurales de nuestra economía y de los problemas económicos mundiales.

A pesar de un notable incremento en sus ventas, 90% sobre 1973, la empresa Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril, S. A., reportó una caída en sus utilidades en el ejercicio de 1974 de casi 9 millones de pesos respecto a la utilidad neta de 1973.

La baja redituabilidad respecto a las ventas obedeció a mayores gastos financieros, a retrasos en la documentación a favor de la C.N.C.F. y a que los precios del lote de producción para Ferrocarriles Nacionales estuvo por debajo de precio de venta del resto de las unidades.

Del monto de los financiamientos utilizados por la empresa, destacan 652 millones de pesos provenientes de NAFINSA, de los cuales se destinaron 621 para operación y el resto para nuevas inversiones.

La empresa continuó el programa de construcción de carros para el Sistema de Transporte Colectivo y están en desarrollo los planes de construcción e inversiones referentes a locomotoras.

En 1974 la empresa produjo 6.651 unidades en el renglón automotriz, cifra inferior a las 7,017 unidades producidas en 1973. El incumplimiento en los programas de producción automotriz fue causado por retrasos en la instalación de maquinaria y equipo; retrasos que la empresa atribuye a la prioridad asignada a la producción de piezas para el Metro.

Por el contrario, la producción ferroviaria alcanzó 2,928 unidades, con un valor de venta de 744 millones (en 1974 casi 400 millones de pesos más que en 1973).

De lo anterior se deduce la importancia de que la empresa logre mejores condiciones de operación y mayores esfuerzos administrativos, pero, fundamentalmente, que elimine la sobrecarga financiera que soporta indebidamente, en detrimento del capital de trabajo y la rentabilidad de la empresa.

En el caso de Diesel Nacional, S. A., la empresa tuvo ventas netas por 2,545 millones de pesos, o sea 46.4% de incremento sobre el año anterior. A pesar de ello, la pérdida neta alcanzó la cifra de 172 millones de pesos, debido a mayores costos financieros y de operación.

La carga financiera se elevó notablemente debido al impacto de la acumulación de inventarios y a que DINA - como CNCF - sirve de puente para el financiamiento de clientes, distrayendo recursos de su escaso capital de trabajo. Aumentos considerables en los pasivos a corto y largo plazo son consecuencia de la insuficiencia del capital de trabajo.

El monto total del financiamiento requerido por la empresa al 31 de diciembre de 1974 fue de 1,371 millones de pesos, de los cuales 651 millones fueron concedidos por NAFINSA. La carencia de capital de trabajo que tiene la empresa obliga a la contratación de créditos a plazos mayores que la secuencia de producción y venta, a fin de poder estar en mejores condiciones de operar.

El aumento de inventarios, los incrementos en los costos de materiales y mano de obra, así como los problemas administrativos derivados de la expansión de la empresa, provocaron que - con las excepciones de camiones pesados, semipesados y refacciones - todas las líneas de producción arrojaron pérdidas.

A pesar de sus dificultades, la empresa ha logrado alentar sus exportaciones y penetrar de manera importante en el mercado nacional. En el mercado automotriz nacional, la producción de la empresa en el renglón de camiones pesados y semipesados representa el 24.5% de la oferta. La empresa ha podido satisfacer la demanda nacional en las siguientes proporciones:

en la línea de automóviles populares en un 14.2%; en la línea de camiones pesados en un 26.3% y en la línea de autobuses integrales en un importante 41.7%.

Es evidente que para fortalecer su estructura la empresa Diesel Nacional habrá de empeñarse como ya lo ha empezado a hacer, en mejorar sus disponibilidades de capital de trabajo, para lo cual es imprescindible la negociación de un aumento de capital que permita sanear el déficit acumulado, al tiempo que se libre de la pesada carga representada por el financiamiento a los clientes. Una tarea en el corto plazo es también estimular el flujo de caja y abatir el costo financiero correspondiente.

La empresa Siderúrgica Nacional, S. A., tuvo resultados negativos por 39.9 millones de pesos, a pesar de que los ingresos por ventas alcanzaron la cifra de 444 millones. Esta situación refleja el impacto en sus costos financieros y de operación originado por los incrementos en el pago al factor trabajo, en los altos precios de insumos básicos y en una acumulación de inventarios que exigió mayores recursos financieros.

En consecuencia, el pasivo a corto plazo alcanzó la cifra de 157.6 millones de pesos y el de largo plazo 220 millones.

El total de los financiamientos otorgados a SIDENA fue de 148 millones de pesos de los cuales la mayor parte fueron concedidos por NAFINSA.

En las diferentes líneas de producción, destacan sus ventas de acero por 150.5 millones de pesos; de hierro por 47.7 millones; de aceros especiales por 52.5 millones de pesos; en su línea de tractores Ford por 129.9 millones de pesos; y en la de transmisiones por 61.2 millones. A finales de 1974 se empezó a producir el tractor ligero T - 25.

La empresa enfrenta la necesidad de ampliar su capital social y de racionalizar los planes de producción a fin de abatir inventarios excesivos. Es tarea de SIDENA revisar los planes de expansión con objeto de aplicar los recursos financieros con mayor oportunidad y eficacia. Debe pensarse en la conveniencia de que sean revisadas las líneas de producción que arrojan resultados negativos a la empresa.

LOTERÍA NACIONAL PARA LA ASISTENCIA PÚBLICA

Las operaciones de la Lotería Nacional continuaron creciendo en 1974 como resultado, primordialmente, de su política de ventas. Medidas tales como la reestructuración adecuada de algunos sorteos, y el aumento en .los precios de otros, hiciera posible que las emisiones se incrementaron y que sus ventas para 1974 ascendieran a 3,963.3 millones de pesos, superiores en 13.76% a las realizadas en el año precedente.

Como resultado de lo anterior, y a pesar del fuerte incremento en sus costos derivados del alza general en los precios, la utilidad neta de la Lotería Nacional se elevó de 630.8 millones de pesos en 1973, a 683.6 millones obtenidos en el año que se dictamina.

Por otro lado, los recursos totales de la Lotería Nacional al 31 de diciembre de 1974 fueron de 4,425.6 millones de pesos, 350 millones más que los del ejercicio anterior, de los cuales el 53.62% correspondieron a recursos propios y el resto a pasivo circulante.

Otro aspecto que debe mencionarse de la situación financiera de la Lotería Nacional, es el hecho de que el financiamiento de su expansión operacional lo ha realizado con recursos propios, y por lo tanto no tiene pasivo a largo plazo.

Por último, cabe mencionar que dentro del aspecto administrativo la Lotería Nacional ha implantado algunos mecanismos que permiten mantener la coordinación y eficiencia en sus operaciones bajo permanente control y vigilancia.

SIDERÚRGICA LÁZARO CÁRDENAS LAS TRUCHAS, S.A.

En relación a este importante complejo industrial es preciso manifestar que a pesar de las demoras en la entrega de herramientas y equipo provenientes del exterior; de la grave escasez de materiales para construcción; de los frecuentes retrasos en la fabricación de estructuras de acero y otros fenómenos adversos, la fecha originalmente prevista para que Siderúrgica Lázaro Cárdenas - Las Truchas inicie su operación, sigue vigente para mediados de 1976.

Durante 1974 se logró un importante avance en la obra; del 16% que estaba construido a principios de año, se alcanzó a terminar el 56% del total del proyecto para fines del mismo. Esta fue posible gracias a que se tomaron importantes medidas para contrarrestar los fenómenos ya mencionados, tales como el aumento de un turno de trabajo y la contratación de mayor número de equipos.

Por lo anterior, el monto de la inversión realizada en 1974 fue de 1,576 millones, cifra muy superior a los 228 millones invertidos en 1973.

Otro aspecto importante que debe destacarse es el hecho de que SICARTSA considera que, aun teniendo en cuenta los aumentos que pudiera haber en el futuro en los precios de diversos materiales, el costo total de su inversión estimado originalmente se incrementaría en sólo 15% y el costo final por tonelada instalada será menor que el de otras plantas en construcción, tanto en América Latina como en otros continentes.

Es indudable que la operación de la Siderúrgica será un factor muy importante para el futuro desarrollo industrial y que, además, desde el inicio de su construcción, ha servido para crear una intensa actividad económica que incorpora al desarrollo general del país a una vasta región de los estados de Michoacán y Guerrero.

PRODUCTOS PESQUEROS MEXICANOS

Dentro de los aspectos más importantes de las actividades de esta empresa en 1974, deben destacarse los importantes incrementos logrados en la elaboración en sus distintos productos. Tales incrementos, respecto a 1973, fueron del orden del 27% en productos congelados, 21% para los enlatados y el 34% en productos secos - salados, frescos y otros. Lo anterior significa una importante aportación de esta empresa a la oferta nacional de productos de alto contenido proteínico.

Además del incremento en la oferta de productos pesqueros, la acción de esta empresa se ha dirigido a fortalecer el ingreso de los pescadores mediante la fijación de precios de garantía, así como a regular el abastecimiento y los precios en el mercado libre de este tipo de productos.

También ha sido importante su participación en la regulación del precio internacional del camarón, mediante la retención de importantes existencias de este crustáceo a partir de diciembre de 1974. Ello se reflejó en un incremento en sus inventarios en dicho año por un valor de 323 millones de pesos. Con esta estrategia la empresa evitó que la baja en el precio internacional del camarón dañara en mayor grado a las cooperativas pesqueras.

Los activos totales manejados por la empresa ascendieron en 1974 a 2,309 millones de pesos, correspondiendo tales activos en un 21% a recursos propios y en un 79% a recursos ajenos, lo que demuestra la debilidad de la estructura financiera de la empresa, atribuyéndose tal situación en gran parte a los pasivos que ya existían al momento de su constitución.

Los ingresos de la empresa por venta de bienes fueron en 1974 de 1,619 millones de pesos, mientras que en 1973 ascendieron a 1,152 millones. Sin embargo, debido al incremento en sus costos y, sobre todo, por el sostenimiento de los precios de garantía, por un lado, y de los precios al mercado, por el otro, su pérdida para el ejercicio ascendió a 309 millones de pesos, superior la pérdida de 78 millones que se registró en 1973.

De lo antes expuesto se concluye que son serias las limitaciones que tiene la empresa para operar eficientemente, por lo que se impone continuar la aplicación de medidas tendientes a aprovechar en mayor proporción la capacidad instalada, y a sanear su situación financiera, vía una reestructuración de su pasivo de corto plazo a un plazo mayor.

V. LAS FINANZAS DEL DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL

1. Presupuesto Original y Ejercido

Del examen de análisis de los estados contables que integran la Cuenta Pública del Departamento del Distrito Federal correspondiente a 1974, se desprende que esta Dependencia realizó un gasto de 10,760 millones de pesos en dicho año. Como el presupuesto autorizado originalmente fue de 9,400 millones de pesos, se registró un excedente de 1,360 millones que equivalen a un incremento de 14.5% respecto a la asignación inicial.

Es de hacerse notar que esta diferencia se redujo notablemente respecto a años anteriores, lo que indica que las cifras presupuestales tuvieron niveles más realistas. En efecto, en pasados ejercicios el excedente entre el gasto ejercido y el presupuesto original registró un promedio del 25% para el período 1967 - 1973, habiendo llegado a ser hasta del 38% en el año de 1969.

El excedente respecto al presupuesto original obedeció fundamentalmente a las erogaciones mayores que se hicieron en los pagos por concepto de servicios personales, adquisiciones y servicios generales para la administración, habiendo influido también el mayor gasto que implicó la realización de obras públicas, en atención a una mayor cotización de los materiales de construcción y de la mano de obra utilizada. Es decir, de manera similar al caso del gobierno federal, las medidas adoptadas para contrarrestar los efectos del fenómeno inflacionario en el poder adquisitivo de los trabajadores, y el efecto de un mayor nivel de precios de los diferentes materiales e insumos que requiere directamente la administración y la realización de los planes de obras, fueron las causas principales que originaron un gasto superior al nivel presupuestado originalmente. En el cuadro siguiente se aprecian las diferencias entre la asignación original y el presupuesto ejercido en 1974.

CÁMARA DE DIPUTADOS

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Como puede apreciarse en el cuadro anexo siguiente, el gasto del Departamento del Distrito Federal en 1974, registrado en los estados de la Cuenta Pública, ascendió a 10,751 millones de pesos, cifra superior en 840 millones al gasto realizado en 1973. El aumento más importante se localizó en los gastos corrientes, obedeciendo tal incremento a las causas ya explicadas en las líneas anteriores; debiéndose agregar que el aumento de 430 millones de pesos en el gasto de intereses de la deuda pública, se debió a que en 1974 se inició el pago de deudas contratadas con anterioridad, así como el alza registrada en las tasas de interés.

Por lo que respecta a los gastos de capital se observa un descenso de 819 millones de pesos respecto a 1973, atribuible principalmente al renglón relativo a obras públicas y construcciones. Debe advertirse, sin embargo, que de hecho no ocurrió esta disminución, como se indica en los párrafos siguientes.

En efecto, con base en las investigaciones hechas por la Comisión que dictamina, se precisó que el total de obras ejecutadas en 1974 fue

DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL

Ejercicio del Presupuesto de Egresos Clasificación Económica 1973 - 1974

(Millones de Pesos)

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(Millones de Pesos)

Dar doble click con el ratón para ver imagen

en realidad de 4,903 millones de pesos, o sea 930 millones de pesos más que la cifra de 3,973 millones que consigna la Cuenta Pública. La explicación de esta diferencia consiste en que debido al sistema contable utilizado para el registro de las operaciones en la Cuenta Pública, en este documento se reflejan exclusivamente las obras cuyas estimaciones han sido realmente pagadas, quedando sin registrarse las cantidades no pagadas al cierre del ejercicio, no obstante que la obra se haya ejecutado, margen que en 1974, por diversas razones, fue superior a los niveles de años anteriores.

En tales condiciones, la estructura de la inversión pública del Departamento del Distrito Federal ejecutada efectivamente en 1974, fue como sigue:

Millones de % pesos

TOTAL 4,903 100.0

Drenaje Profundo 1,390 28.4

Circuito Interior 411 8.4

Vías Radiales 325 6.6

Urbanización y equipamiento de unidades habitacionales 247 5.0

Delegaciones y Reclusorios 223 4.6

Agua Potable 205 4.2

Pago de adeudo por terrenos no adquiridos 160 3.3

Obras de emergencia 100 2.0

Programas Institucionales 824 16.8

Obras varias 1,018 20.7

1 Comprende, principalmente, construcción de escuelas, calles y avenidas; alumbrado público, áreas verdes y forestación, agua y drenaje en colonias y obras de señalización y nomenclatura.

Como se aprecia en el cuadro anterior, durante 1974 recibió atención preferente la continuación de las obras del Sistema de Drenaje Profundo, cuya inversión representó la mayor parte del valor total de las obras en dicho año.

Merced a esta inversión fue posible concluir totalmente en 1974 los trabajos de excavación, habiéndose alcanzado un avance del 84% en las obras de revestimiento. Debe enfatizarse que la prioridad concedida a esta importante obra en 1974, permitió que su conclusión se haya hecho con oportunidad en la fecha prevista del presente año de 1975, y que con su operación inmediata se haya librado a la ciudad de inundaciones que pudieron adquirir magnitudes sin precedente y de graves consecuencias.

Dado el imperativo de hacer más expedito el tránsito del número creciente de vehículos automotores, en la ciudad y en el área metropolitana, durante 1974, se continuaron los planes para la construcción del Circuito Interior y las Vías Radiales. Así, de la inversión total en 1974 el 15% se destinó al financiamiento de estos programas, al haberse invertido 736 millones de pesos, que permitieron avances promedio del 50% en la construcción del Circuito Interior, del 60% enla Vía Radial Parque Vía y del 86% en la Vía Radial Río San Joaquín.

En atención al beneficio social que representa la construcción de viviendas para los sectores de la población de escasos recursos, en 1974 se invirtieron 247 millones de pesos en la edificación de unidades habitacionales, así como en su urbanización y equipamiento. En dicho año se concluyó la construcción de 3,612 viviendas, correspondiendo 2,239 a la Unidad Ermita - Zaragoza, 1,033 al conjunto Picos Iztacalco y el resto a la Unidad Trancas - Azcapotzalco. Por lo que se refiere a las obras de urbanización y equipamiento, éstas se realizaron en las Unidades Ermita - Zaragoza, Vicente Guerrero y Ejército de Oriente.

En materia de abastecimiento de agua potable, en 1974 se realizaron diversos trabajos de captación con inversión de 205 millones de pesos. Las obras realizadas permitieron disponer de un caudal de 40 metros cúbicos por segundo. Con esta disponibilidad adicional fue posible dotar de este vital servicio a 52 colonias populares ubicadas en nueve delegaciones.

La inversión en 1974 para la realización de los Programas Institucionales alcanzó la cifra de 824 millones de pesos, debiendo significarse que las dos terceras partes de esta inversión (557 millones de pesos) fueron aplicadas en colonias populares, especialmente en la construcción de instalaciones escolares, alumbrado, obras viales y en la regeneración de viviendas.

Debe señalarse, por último, que los gastos realizados por concepto de servicios educativos y culturales alcanzaron en 1974 la cifra de 1,263 millones de pesos, equivalente al 15.4% del gasto total hecho con los recursos propios del Departamento del Distrito Federal. En consecuencia, puede afirmarse que se dio cumplimiento al mínimo establecido por el artículo 30 de la Ley Federal de Educación. La relación de los gastos en obras y servicios educativos se presenta en el cuadro que se inserta a continuación.

TOTAL EJERCIDO 1,263

1. Adquisición de terrenos para escuelas 170

2. Jardines de Niños 6, programa de 1974 y terminación de 8, programa 1973 28

3. Escuelas Primarias 20, programa de 1974 y terminación de 29, programa 1973 147

4. Escuelas Secundarias Técnicas 1a. etapa 5, programa 1974 y 15 programas de 1973 107

5. Escuelas Secundarias Técnicas 2a. etapa programa 1974 8, terminación de 13, programa 1973 57

6. Centros de Estudios Tecnológicos, de especialidades Administrativas; especialidades Electromecánicas; y Médico Biológicas, construcción de Talleres, Administración, Gimnasio, Biblioteca, Cafetería, etc. 44

7. Escuela Técnica "Rafael Dondé" terminación edificios de Talleres, Administración, Laboratorios, etc. 30

8. Casa de la Juventud en San Jerónimo - terminación diversas instalaciones - 5

9. Centro Social Deportivo Popular Guelatao - terminación de diversas instalaciones - 9

10. Escuelas en Unidades Habitacionales 18

11. Mantenimiento y conservación de escuelas 27

12. Costo indirecto de obras y administración 328

13. Aportación en efectivo a la SEP según convenio de fecha 15 de mayo de 1968 69

14. Subsidios para Educación 3

15. Fomento de Deporte 10

16. Erogaciones para Educación Física 3

17. Erogaciones educadoras, maestros en Centros Sociales, Deportivos y Albergues Infantiles 21

18. Mantenimiento y diversos gastos en instalaciones Deportivas 1

19. Artículos para Bibliotecas y museos 2

20. Audiciones, conciertos y espectáculos culturales 26

21. Materiales adicionales de construcción 35

22. Mobiliario y equipo 95

23. Estudios y proyectos para Escuelas 3

24. Erogaciones, becas, cursos actualización 18

25. Material para talleres 7

FUENTE: Documento anexo a la Cuenta Pública, del Ejercicio Fiscal de 1974. Departamento del Distrito Federal.

2. Ingresos Fiscales

Los ingresos totales del Departamento del Distrito Federal, incluyendo financiamientos, fueron en 1974 de 10,554 millones de pesos, cifra que supera en 792 millones de pesos (+8.1%) a los ingresos obtenidos en el ejercicio fiscal de 1973.

Los ingresos ordinarios superaron en 1,667 millones de pesos (+26.4%) a los 6,319 millones recaudados en el año de 1973, en tanto que los ingresos extraordinarios (2,568 millones de pesos) fueron menores en 875 millones ( - 25.4%) a los ingresos de este carácter en 1973 (3,443 millones de pesos).

El aumento registrado en 1974 en la recaudación ordinaria, en relación a 1973, se explica por el incremento observado en los ingresos derivados del Impuesto sobre Ingresos Mercantiles, que en calidad de participación recibe el Departamento del Distrito Federal. En efecto, los ingresos por este impuesto fueron en 1974 de 3,168 millones de pesos, o sea 788 millones de pesos más (33%) que los 2,380 millones recaudados en 1973. Un mayor nivel de precios por la agudización del fenómeno inflacionario en dicho año y un mejor control de los causantes de este gravamen, explican fundamentalmente el aumento logrado en 1974.

Otro de los impuestos cuyo aumento en su recaudación fue importante en 1974, es el relativo al Impuesto Predial, ya que se recaudaron por este gravamen 1,238 millones de pesos, es decir, 114 millones de pesos más que la recaudación registrada en 1973.

Por lo que se refiere al renglón de Derechos fueron los relativos a vehículos y servicio de agua los que se incrementaron en mayor proporción en su recaudación. Así, los derechos por concepto de vehículos registraron un aumento de 141 millones de pesos, aumento equivalente a más de cinco veces a lo recaudado por igual concepto en el año inmediato anterior, y que se explica debido a que en 1974 se hizo el cambio bianual de placas de los vehículos automotores.

Por su parte, el aumento de 144 millones de pesos en el renglón de Productos se debió en su mayor parte a los ingresos obtenidos por las ventas de casas y terrenos propiedad del Departamento del Distrito Federal en las unidades habitacionales que el propio Departamento construye.

Por último, debe indicarse que en 1974 se obtuvo una recaudación adicional por concepto de las nuevas participaciones que el gobierno federal concedió a los gobiernos estatales y municipales y al Departamento del Distrito Federal en el Impuesto sobre la Renta (causantes menores) y en el de Tenencia o uso de Automóviles. Para el Departamento del Distrito Federal tales participaciones significaron un ingreso de 103 millones de pesos en 1974.

DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL INGRESOS EFECTIVOS 1973 - 1974

(Millones de pesos)

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DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL RESULTADO DEL EJERCICIO PRESUPUESTAL 1973 y 1974

(Millones de pesos)

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3. Deuda y Financiamiento del Gasto

Los gastos corrientes del Departamento del Distrito Federal fueron en 1974 de 5,033 millones de pesos, y como los ingresos corrientes alcanzaron la cifra de 7,978 millones de pesos, se obtuvo un superávit en cuenta corriente de 2,945 millones de pesos.

Este superávit fue, sin embargo, insuficiente para financiar los gastos de capital o de inversión, puesto que éstos ascendieron en 1974 a 5,297 millones de pesos. Ello significa que en 1974 el déficit total alcanzó la cifra de 2,352 millones de pesos.

El financiamiento del déficit de 1974 se hizo mediante la contratación de empréstitos por la cantidad de 2.568 millones de pesos y como la amortización de deuda en ese mismo año fue por 421 millones de pesos, el endeudamiento neto ascendió a 2,147 millones de pesos, por lo que el saldo del déficit (205 millones) fue cubierto con disponibilidad de efectivo y operaciones ajenas al presupuesto que originaron aumentos o disminuciones en las disponibilidades de numerario, según se muestra en el Estado No. 12 ("Estado demostrativo de los Valores con que se cubrió el excedente de Egresos sobre Ingresos Presupuestales").

De lo antes expuesto y de las cifras contenidas en el cuadro que se anexa sobre el resultado del ejercicio presupuestal, se concluye lo siguiente:

* El déficit financiero del Departamento del Distrito Federal en el ejercicio fiscal de 1974 fue inferior en un 33% al del año * inmediato anterior, ya que mientras en 1973 tal déficit ascendió a 3,503 millones de pesos en 1974 sólo fue de 2,352 millones de pesos.

* La contratación de empréstitos en 1974 fue también inferior a la deuda contraída en 1973. En efecto, en tanto que en 1974 se concertaron préstamos únicamente por 2,568 millones de pesos, en 1973 la colocación de deudas ascendió a 3,442 millones de pesos.

* Consecuentemente, el endeudamiento neto del Departamento del Distrito Federal en 1974 disminuyó respecto al de 1973, resultado de la menor colocación de empréstitos y del aumento en los pagos por concepto de amortización de la deuda en el año de 1974.

En resumen, es de afirmarse que la situación financiera del Departamento del Distrito Federal mostró en 1974 un mejoramiento respecto al año de 1973, inclusive si se considera el saldo pendiente de pago al cerrarse el ejercicio. No obstante ello, dadas las necesidades cada vez mayores que en materia de servicios públicos demanda la población capitalina, se impone continuar mejorando los sistemas administrativos para lograr mayores niveles en los recursos tributarios y una eficiencia creciente en la ejecución presupuestal del gasto.

La capital del país, al igual que ocurre en otras grandes urbes del mundo caracterizadas por su explosivo crecimiento demográfico, enfrenta serios problemas urbanos y sociales que derivados de aquel fenómeno, presionan constantemente y en forma cada vez mayor sobre los recursos disponibles, agudizando la complejidad y el costo de los servicios públicos que se requieren para el bienestar de la comunidad.

La población y las demandas sociales se incrementan todos los años en forma dramática, en tanto que las disponibilidades del gobierno del Distrito Federal crecen a un ritmo menos acelerado. Para hacer frente a los problemas de la capital, por tanto, es necesario estructurar el gasto público y las inversiones de acuerdo a un orden de prioridades y en función de una serie de alternativas que en su mayor parte son de carácter básico y de alto contenido social.

En atención a estas realidades, que dificultan obviamente la decisión de la autoridad para

utilizar los escasos recursos disponibles, es de reconocerse la atención que la presente Administración ha prestado a la satisfacción de las demandas de aquellos sectores de la población capitalina más necesitados, al destinar un volumen de recursos sin precedente hacia la dotación de servicios públicos a las colonias populares y poblados rurales, especialmente en materia de educación pública, suministro de agua potable y drenaje, alumbrado y pavimentación, áreas verdes y forestación, así como la regularización de la tenencia de los predios

SERVICIO DE TRANSPORTES ELÉCTRICOS DEL DISTRITO FEDERAL

Durante el año de 1974, la empresa Servicio de Transportes Eléctricos continuó el programa de restauración de sus equipos de transporte. Con tal propósito en dicho año fueron invertidos 16 millones de pesos en la modernización de 86 tranvías y de 37 trolebuses, disponiéndose así de 542 unidades de este tipo totalmente reconstruidas, mismas que se destinaron a cubrir los servicios en las nuevas rutas puestas en operación en dicho año. En tales condiciones, Servicio de Transporte Eléctricos dispuso en 1974 de un total de 718 unidades, contando los 176 tranvías en operación.

Con el fin de proporcionar un mejor servicio a lo usuarios, en 1974 se continuaron substituyendo las líneas elevadas, llegando a 327 kilómetros la longitud de líneas repuestas; se adquirieron dos subestaciones eléctricas de 2,000 kilowatts para aumentar la capacidad de transportación del servicio. Además, en 1974 se conectó la Terminal de Autobuses del Norte con el resto de la red del servicio de transporte eléctrico, mediante un ramal de los circuitos 1 y 2, para lo cual fue necesario adaptar 20 trolebuses para el transporte de equipaje.

El número de pasajeros transportados continuó incrementándose, ya que mientras en 1973 se movilizaron 228 millones de pasajeros, en 1974 se transportaron 22 millones más, o sea 250 millones de pasajeros.

Los ingresos de operación de la empresa fueron en 1974 de 113 millones de pesos, o sea un 8% más respecto a los 104 millones que se obtuvieron en el ejercicio de 1973. Este aumento es atribuible al mayor volumen de pasajeros transportados y al aumento de que fueron objeto las tarifas en el transcurso del año, que de 35 centavos subieron a 50 centavos en las unidades restauradas, precio que sigue siendo bajo si se compara con lo que se cobra en otros medios de transporte.

No obstante los aumentos registrados en los ingresos de operación, éstos fueron insuficientes para contrarrestar los incrementos en los costos, cuya elevación fue resultado de la revisión de los salarios y de los aumentos en las demás prestaciones de los trabajadores, así como del alza en los costos de mantenimiento de los equipos y de las tarifas de la energía eléctrica que entraron en vigor desde octubre de 1973.

Como consecuencia de lo antes señalado, el resultado deficitario de esta empresa aumentó en 1974. Así en tanto que en 1973 se obtuvo una pérdida neta de 114 millones de pesos, en 1974 fue de 196 millones de pesos.

Resumiendo, el mantenimiento de un nivel de las tarifas de transporte al alcance de los sectores económicamente más necesitados explica fundamentalmente el resultado financiero de esta empresa; política que, a juicio de la Comisión dictaminadora, tiene un alto fundamento social, pues en este caso es evidente que el beneficio de esta transferencia de recursos favorece a las capas de la población con menor capacidad de pago, y cuyo número es muy importante puesto que equivale aproximadamente 50% de los pasajeros transportados por el Sistema de Transporte Colectivo (Metro).

INDUSTRIAL DE ABASTOS

Como es sabido, la función básica de Industrial de Abastos es la regulación del abasto de carne en el Distrito Federal, con objeto de impedir la especulación de este producto en perjuicio de los consumidores. Normalmente esta intervención en el mercado es durante los meses de abril a agosto de cada año, o sea en la época de relativa disminución en la oferta de ganado.

En 1974 esta intervención se realizó durante todo el año debido a la agudización de la situación inflacionaria, y con el propósito de mantener permanentemente reservas de ganado que garantizaran en todo momento el abasto suficiente y oportuno de carne.

La mayor intervención de esta empresa en el mercado explica el nivel superior en sus ingresos de operación. En efecto en 1974 éstos fueron de 507 millones, o sea 45% más, respecto a los 350 millones obtenidos en 1973. Por su parte, los gastos de operación se incrementaron en mayor proporción, tanto por la mayor cuantía de las operaciones derivadas de su propia función reguladora, como por los fuertes aumentos que se registraron en los precios del ganado, en los demás insumos de la empresa y en los salarios de los trabajadores. Ello explica que la pérdida neta ascendiera a 285 millones de pesos en 1974, o sea un aumento de 120 millones respecto a la pérdida registrada en 1973.

Debe destacarse que a fin de fortalecer la intervención reguladora de esta empresa en el mercado de la carne, en 1974 la mayor parte de sus inversiones tuvieron como objeto garantizar un mayor aprovisionamiento de ganado en pie y la ampliación de su capacidad de reservas, conservación y congelación. Para tal efecto se adquirieron acciones de la empresa Impulsora Ganadera de Michoacán, S. A. y se procedió a la ampliación y modernización del frigorífico de Ferretería.

Asimismo, y con objeto de diversificar sus líneas de producción para hacer llegar a un mayor número de personas productos de alto contenido proteínico, en 1974 se inició la elaboración de las carnes "Proteída", que es un alimento de alto valor nutritivo y a un precio

accesible por la generalidad de los consumidores.

Puede afirmarse, por último, que debido a la intervención reguladora de Industrial de Abastos, durante 1974 y en lo que va del presente año no se han presentado situaciones de escasez de carne en el mercado del Distrito Federal.

SISTEMAS DE TRANSPORTE COLECTIVO

Del análisis de los estados financieros de este organismo se destaca que en 1974 se registró respecto a 1973, un incremento del 12% en los ingresos por servicios, ya que mientras en 1973 éstos fueron de 448 millones de pesos, en 1974 ascendieron a 501 millones. Este incremento fue consecuencia del aumento en los pasajeros movilizados, ya que las tarifas no han sido modificadas desde que inició sus operaciones el sistema.

Por su parte, los gastos de esta empresa registraron, en relación a 1973, incrementos superiores al aumento observado en el renglón de ingresos. Así, el costo de operación se incrementó en 18%, los gastos de administración aumentaron 55%, y los gastos por otros servicios significaron un aumento del 33%.

En general, los aumentos en los costos y gastos de la empresa, fueron consecuencia de las mejoras concedidas al factor trabajo, y de los mayores precios de las refacciones y partes, así como de la elevación en un 30% en las tarifas de la energía eléctrica.

Como resultado de los considerables incrementos en los costos y de la aplicación de las mismas tarifas, la utilidad de operación de esta empresa en 1974 se redujo a 16 mil pesos. Al considerar los altos gastos financieros que debe cubrir la empresa, la pérdida neta fue de 487.4 millones de pesos, superior en 124 millones (+34%) a la pérdida registrada en 1973. Este resultado deficitario fue cubierto mediante la aportación que el Departamento del Distrito Federal hizo al patrimonio de ese organismo.

La Comisión dictaminadora considera que el hecho de proporcionar un transporte masivo eficiente y barato en beneficio de la población de escasos recursos, con el consiguiente ahorro de horas - hombre, justifica mientras subsistan las condiciones actuales, el mantenimiento de las tarifas del Metro y las aportaciones que realiza el Departamento del Distrito Federal, con objeto de que este organismo continúe prestando el beneficio social que hasta la fecha realiza.

Finalmente, debe enfatizarse que con el fin de mejorar la eficiencia de este servicio, en virtud de la demanda cada vez mayor, próximamente entrarán en operación las primeras unidades que estén fabricando por la empresa estatal mexicana Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril, lo que permitirá aumentar la frecuencia de los convoyes y, consecuentemente, la capacidad de transportación.

VI. TERRITORIOS FEDERALES

El grado de desarrollo de las actividades económico - sociales, así como el crecimiento de la población en los territorios federales justificó que a partir de octubre de 1974 adquirieran el rango de Estados de la Federación. Este hecho, aunado al problema inflacionario, ocasionó que los gastos realizados en 1974 se hayan elevado substancialmente respecto a los niveles asignados originalmente y en relación al año de 1973.

1. Territorio de Baja California Sur

Para el ejercicio fiscal de 1974, el Territorio de Baja California ejerció un gasto de 155 millones 100 mil pesos, cifra superior en 61 millones 786 mil pesos al presupuesto original y en 73 millones 420 mil pesos al realizado en 1973, representaron incrementos del 66% y 90%, respectivamente.

El excedente neto entre el presupuesto autorizado y el ejercicio (61.7 millones), está dado fundamentalmente por las diferencias registradas en los siguientes rubros.

Excedentes sobre Presupuesto Original (Miles de pesos)

Total 61,786

Subtotal 56,100

Transferencias 22,100

Obras Públicas y Construcciones 18,500

Servicios Generales 5,200

Servicios Personales 5,000

Compras de Bienes para

Administración 2,600

Inversiones Financieras 1,700

Transferencias. El excedente entre lo ejercido y lo presupuestado en este capítulo fue de 22.1 millones de pesos, destinándose la mayor parte (18 millones) a la creación de la Secretaría del Desarrollo Rural.

Obras Públicas y Construcciones. El excedente de 18.5 millones de pesos obedeció a que se dio una aportación para la construcción de la carretera Cabo San Lucas - Todos Santos (5.7 millones), al gasto que implicó la pavimentación de algunas calles de La Paz (5 millones), a la construcción de rastros y mercados en Santa Rosalía y San José del Cabo (3 millones) y al otorgamiento de aportaciones y subsidios a dependencias federales para el financiamiento de obras en cooperación.

Servicios Generales. El aumento de 5.2 millones de pesos que registra este renglón, se debe en su mayor parte a los gastos requeridos para el alquiler y acondicionamiento de locales para los poderes legislativo y judicial.

Servicios Personales. Este capítulo mostró una cifra superior a lo presupuestado de casi 5 millones de pesos, debidos a que para compensar el poder adquisitivo de los empleados

al servicio del Territorio, el día 1o. de septiembre de 1974 se autorizó un aumento en los sueldos del 22% y a que fueran creadas nuevas plazas con motivo de la erección del Territorio en Estado.

Compra de Bienes y Servicios para Administración. En 1974 se tuvieron que erogar 2.6 millones de pesos más que lo presupuestado, debido a que los precios de los bienes que se había previsto comprar, aumentaron considerablemente por los efectos de la inflación ya que se tuvo que adquirir mobiliario y equipo para el personal de nuevo ingreso.

Inversiones financieras. El total del incremento en este renglón (1.7 millones de pesos) tiene su origen en la compra de los terrenos destinados a la construcción de las escuelas tecnológicas regionales de San Carlos y La Paz.

Por su parte, los ingresos fiscales del gobierno del Territorio fueron de 155 millones 251 mil pesos, o sea, 61 millones 937 mil pesos más que los estimados y 61 millones 837 mil pesos respecto a los obtenidos en 1973, cantidades que representan incrementos del 66%. Del total de estos ingresos correspondieron a los ingresos propios 34.7 millones de pesos; a las participaciones, 33.7 millones; 15.5 millones de pesos a empréstitos y 71.2 millones de pesos al subsidio que le otorgó el gobierno federal, o sea, 44.4 millones más que el que recibió en 1973.

Los tres municipios que integran el Territorio (La Paz, Mulegé y Comondú), tuvieron ingresos por 63.6 millones de pesos, superiores en 31.2 millones a lo recaudado en 1973. Por su parte, los gastos de estos tres municipios ascendieron a 62.1 millones de pesos, o sea, 30.1 millones más de lo que erogaron en 1973.

2. TERRITORIO DE QUINTANA ROO

En 1974, el gobierno del Territorio de Quintana Roo ejerció un gasto de 104 millones 383 mil pesos, cifra superior en 9.7% a la asignación original que fue de 95 millones 141 mil pesos, y en 54% respecto al gasto realizado en 1973.

El excedente entre el presupuesto autorizado y el ejercicio (9.2 millones) está dando principalmente por las diferencias que a continuación se expresan.

Diferencias respecto a Presupuesto Original (Miles de Pesos)

Total + 9,242

Subtotal + 5,986

Erogaciones Especiales + 6,489

Obras Públicas y Construcciones + 3,250

Adquisiciones + 2,934

Servicios Personales - 2,948

Transferencias - 2,434

Servicios Generales - 1,305

Erogaciones especiales. El incremento observado en este capítulo se debe a las fuertes erogaciones realizadas en la construcción de los caminos Bacalar - Reforma, Ucúm - Santa Teresa y Pucté - Agua Blanca, y a los gastos de emergencia que tuvieron que realizarse para reparar los daños originados por las perturbaciones ciclónicas.

Obras públicas y construcciones. En este rubro están comprendidos los gastos por apertura y pavimentación de calles en Chetumal, Calderitas, Nicolás Bravo, Felipe Carrillo Puerto y otros; así como el acondicionamiento de tierras para el cultivo en los ejidos de Xul - Há, Tam - Pak, Pol - Yuc y Lumm - Há, obras cuyo costo se alteró por la situación inflacionaria. Por otra parte, dada la nueva situación política del Territorio fue necesario construir oficinas para las subdelegaciones de gobierno en 26 localidades.

Adquisiciones. El aumento registrado en este renglón, se explica fundamentalmente por las compras adicionales de vehículos, refacciones y equipos de oficina para uso de las nuevas dependencias que se crearon en el segundo semestre de 1974.

Servicios personales y generales. La diferencia de menos registrada en estos capítulos se debe a que la asignación presupuestal para las nuevas dependencias se afectó hasta el mes de octubre, en tanto que la previsión original comprendió un gasto por este renglón para todo el ejercicio fiscal de 1974.

Transferencias. El decremento en este concepto obedeció en su mayor parte a que no se contabilizaron 1.9 millones de pesos como aportación al fondo de la vivienda, debido a que se tuvieron que realizar algunos ajustes de tipo administrativo que retrasaron el pago de dicha erogación.

Por su parte, los ingresos totales del gobierno de Territorio fueron en 1974 de 114 millones 291 mil pesos, o sea, 22 millones 938 mil pesos más que los estimados y 46 millones 84 mil pesos superiores a los obtenidos en 1973, representando incrementos del 25.1% y 67.6%, respectivamente.

Es de hacerse notar que en 1974 los ingresos fiscales propios (32.4 millones) se incrementaron en 11 millones 117 mil pesos en relación a 1973 debido al dinamismo que mostraron en su recaudación los impuestos y los derechos cuyos aumentos fueron de 9 y 2.2 millones de pesos, respectivamente. Los ingresos extraordinarios, por su parte, registraron un aumento de 33 millones en relación al año anterior, debido a que los subsidios y aportaciones concedidos por la Federación fueron de mayor cuantía.

Señores diputados:

Con base en el análisis hecho en páginas anteriores, la Comisión de Presupuestos y Gasto Público presenta a ustedes las siguientes

CONCLUSIONES

1. El envío que por primera vez hizo el Ejecutivo Federal de un documento explicativo de las Cuentas de la Hacienda Pública Federal

y del Departamento del Distrito Federal, correspondientes al ejercicio fiscal de 1974 representa, a juicio de la Comisión de Presupuesto y Gasto Público, un paso muy importante en el propósito de la presente Administración de informar con amplitud al pueblo del empleo del gasto que en su oportunidad le autorizó esta H. Cámara de Diputados. En igual sentido se considera la decisión oficial, expresada en tales documentos, de continuar perfeccionando los elementos de control presupuestario, necesidad que esta Comisión señaló al examinar la Cuenta Pública de 1973, cuando hizo la recomendación al Ejecutivo para que los informes de la Hacienda Pública se presentaran en forma más accesible y de fácil comprobación para el público que los recibe.

2. Durante el año de 1974 se agudizaron los efectos negativos del fenómeno inflacionario en la mayor parte de los países del mundo occidental, agravándose la situación en el segundo semestre de dicho año por la presencia de síntomas de una recesión de la actividad económica.

3. No obstante las condiciones desfavorables de la economía mundial y los factores adversos que limitaron la capacidad productiva de ciertos sectores de nuestra economía, especialmente en la actividad agropecuaria. México continuó su desarrollo económico en 1974, al lograrse un aumento de alrededor del 6% en el producto interior bruto.

4. Dado el escaso aumento en la inversión privada durante 1974 y la situación poco favorable en los ingresos obtenidos por nuestras exportaciones de bienes y servicios, el gasto público continuó siendo el único elemento dinámico con influencia creciente, por lo que se le atribuye el mayor efecto estimulante de la actividad económica, tanto por su nivel como por su estructura.

5. La asignación original del Presupuesto de Egresos de la Federación para 1974, (230,960 millones de pesos) fue superada en un 19.7% al ejercerse un gasto de 2736,538 millones de pesos, correspondiendo el 49% al gobierno federal y el 51% restante a los organismos y empresas estatales.

6. La alteración en un 19% del nivel del presupuesto federal autorizado, obligó a la contratación de un volumen de empréstitos superior al previsto, pues a pesar de que en 1974 se registró un crecimiento sin precedente de los ingresos fiscales (+46%) y en los ingresos de operación de los organismos y empresas (+45%), fueron insuficientes para financiar totalmente el aumento de los gastos. No obstante ello, durante 1974 disminuyó el ritmo, de incremento del endeudamiento público, comparativamente al registrado el año anterior.

7. Como se demostró en los capítulos correspondientes del presente dictamen, los factores principales que ocasionaron el aumento en el nivel del gasto público federal en 1974, respecto a la asignación original, fueron los efectos directos e indirectos del proceso inflacionario las medidas adoptadas para combatir sus causas y contrarrestar sus efectos y las compras de emergencia en el exterior que el gobierno tuvo que realizar para suplir la insuficiencia de la producción agrícola nacional, especialmente de alimentos básicos para el consumo popular.

8. En efecto, además de las ampliaciones presupuestales que exigieron las costosas importaciones de alimentos, fue necesario hacer erogaciones superiores a las previstas para adquirir a precios más altos, en el mercado nacional y en el exterior, los bienes y servicios que requiere directamente la administración pública federal, así como los equipos, tecnología y demás insumos indispensables para la expansión y operación de los organismos descentralizados y empresas de participación estatal, cuya producción es de gran importancia para el desarrollo económico del país. De gran influencia en el aumento del gasto presupuestal, fue también la decisión oficial de aumentar las percepciones de los servidores públicos, con objeto de compensar la pérdida de su poder adquisitivo frente a un nivel superior de precios inherente al fenómeno inflacionario.

9. La alteración cuantitativa de los niveles presupuestados en el gasto federal de 1974 y, consecuentemente, de los márgenes de endeudamiento público, no impidió, sino que, por el contrario, contribuyó favorablemente para lograr avances de gran significación en los objetivos fundamentales señalados en el proyecto de Presupuesto de Egresos para 1974, como parte de la política económica gubernamental para superar, a mediano y largo plazo, las deficiencias estructurales del sistema económico nacional, y para hacer frente a los problemas emergentes de carácter coyuntural derivados del proceso inflacionario y de las deficiencias en la producción en algunas ramas de nuestra economía.

10. Los objetivos fundamentales del Proyecto de Presupuesto que para 1974 sometió el Ejecutivo Federal a la consideración de esta H. Cámara de Diputados, y que mereció el voto aprobatorio de los legisladores de los cuatro partidos políticos representados en este órgano legislativo, fueron los siguientes:

** Combatir las presiones inflacionarias, sin frenar la actividad económica.

** Dar prioridad a las inversiones y apoyos financieros para el fomento de la actividad agropecuaria y pesquera, así como para estimular la producción de energéticos, petroquímica, fertilizantes, acero, y el mejoramiento del transporte ferroviario, sin descuidar la atención de la administración pública y la prestación de servicios sociales básicos, preferentemente de educación, seguridad social y salubridad.

** Elevar el ingreso campesino y asegurar el abastecimiento popular de alimentos.

** Financiar el gasto con una proporción de recursos propios, manteniendo el servicio de la deuda de acuerdo a la capacidad de pago del país.

11. Una evaluación del ejercicio presupuestal en 1974, en función de los objetivos antes señalados, permite concluir lo siguiente:

** Merced al nivel y estructura del gasto público federal, la economía mexicana continuó creciendo en 1974 a un ritmo aceptable, si se consideran los efectos adversos en el ámbito internacional, la agudización de algunas de las deficiencias en nuestro aparato productivo y el escaso grado de dinamismo de la inversión privada nacional en dicho año. Al haberse evitado en 1974 un estancamiento del crecimiento económico del país, se logró que no se agravaran los problemas de subocupación y desocupación de la fuerza de trabajo y, consecuentemente, las privaciones de aquella parte importante de la población representada por los sectores más desvalidos, como sucedió ese mismo año en varios países en proceso de desarrollo y aun en algunas naciones industrializadas.

** Simultáneamente a la aplicación de medidas para no interrumpir el proceso de desarrollo del país, haciendo frente a las tendencias recesivas de la economía, en 1974 se impuso combatir el fenómeno inflacionario con la adopción de medidas monetarias y crediticias y mediante erogaciones presupuestales superiores, compatibles con el estímulo a la producción en aquellos sectores básicos de la economía. Es decir, se ha dado preferencia a la forma más efectiva para combatir el proceso generalizado de aumento de los precios y la insuficiencia de la oferta interna, debiéndose reconocer que una parte considerable de estos proyectos de inversión son de larga maduración y requirieron, en una primera etapa, de importantes volúmenes de recursos.

** Efectivamente, sin haberse desatendido la pretensión de los servicios sociales que demanda una población cada vez mayor, especialmente en los renglones de educación, salubridad y seguridad social, en el ejercicio presupuestal de 1974, de acuerdo con uno de los principales objetivos del presupuesto de egresos para dicho año, tuvieron una alta prioridad los sectores con limitar seriamente la disponibilidad de bienes y servicios de carácter básico para el futuro desarrollo económico del país.

** Es de reconocerse que se han comenzado a apreciar los resultados positivos de tal política, al disminuir durante los últimos meses del presente año la tendencia al aumento de los precios, en relación a iguales períodos del año de 1974, y al aumentar la disponibilidad de productos agrícolas y volver a ser autosuficientes en la producción de ciertos alimentos básicos de consumo popular, situación que contrasta con la tendencia descendente que en el aumento de la producción agrícola se observaba desde mediados de la década de los años sesenta.

** Asimismo, como resultado de la política presupuestal y con la aplicación de otras medidas complementarias además del mejoramiento en las disponibilidad internas de algunos productos agrícolas, se han logrado aumentos substanciales en la producción de petróleo crudo y sus derivados, de acero y de electricidad, previéndose que para 1976 se habrá más que duplicado la capacidad de producción en estos renglones, y obtenido aumentos muy importantes en la capacidad productiva de la industria petroquímica y de fertilizantes. Ha sido también posible superar la situación crítica que se presentó en 1973 en la movilización de carga por el sistema ferroviario nacional, para lo cual fue necesario aumentar las inversiones en el sistema, especialmente para fortalecer la capacidad de transporte, tanto en fuerza tractiva como en equipo de arrastre.

** Si bien en 1974 se aseguró el abastecimiento de alimentos de consumo popular mediante costosas importaciones, la modificación de los precios de garantía de los productos agrícolas básicos, además de fortalecer el ingreso de los trabajadores del campo, ha representado un estímulo efectivo para aumentar la producción en los años futuros.

** Aunque con niveles diferentes a los previstos, en 1974 se logró financiar el gasto con una mayor proporción de recursos propios de carácter ordinario, habiéndose mantenido el servicio de la deuda, como se demostró en el capítulo correspondiente, de acuerdo con la capacidad de pago del país; además de que el nuevo endeudamiento fue aplicado totalmente en obras de infraestructura y en los sectores de la producción en que se estaban presentando serios estrangulamientos.

** Por último, debe enfatizarse que la estructura del gasto federal ejercido en 1974, correspondió prácticamente, en términos porcentuales, a la asignación prevista en el presupuesto original, habiéndose localizado los aumentos más importantes precisamente en los sectores económicos deficitarios cuya prioridad se previó en el presupuesto autorizado por esta H. Cámara de Diputados.

** En suma, ante la disyuntiva que se presentó al gobierno federal en 1974, en el sentido de detener o disminuir el ritmo de desarrollo económico del país reduciendo drásticamente el gasto público, o aumentar éste inclusive recurriendo al financiamiento por la insuficiencia del recurso fiscal ordinario, la Comisión que dictamina considera que esta última alternativa adoptada por el gobierno era la más recomendable socialmente. De no haber procedido así, los perjuicios derivados de un estancamiento de la actividad económica se hubieran resentido con mayor rigor por los grupos sociales más desvalidos, víctimas del subempleo y de los más bajos niveles de vida.

12. Consideramos que la responsabilidad superior que nuestra legislación atribuye al Estado, de preservar siempre el interés público y social, obliga al gobierno federal, con mayor intensidad en los años recientes por el desquiciamiento del orden económico mundial, a manejar de manera más flexible el instrumento del gasto presupuestal tanto en función de sus objetivos fundamentales a largo plazo, y como instrumento de política anticíclica y coyuntural. Bajo este criterio su aplicación debe adaptarse -en su nivel, estructural y forma de financiamiento - a las exigencias que imponen, en muchos casos difícilmente previsibles, las condiciones políticas, económicas y sociales, constantemente cambiantes, del país y del mundo.

13. En atención a la inconveniencia de rebasar ciertos límites de endeudamiento público, especialmente en el financiamiento externo, y dada la necesidad inaplazable de aumentar los volúmenes de la inversión pública que fortalezcan la capacidad del Estado para dirigir el desarrollo económico y social del país, debemos insistir en la urgente necesidad de continuar los esfuerzos y propósitos oficiales para incrementar el recurso fiscal ordinario de la Federación y del Departamento del Distrito Federal, vía reducción de los altos márgenes de evasión y profundizando las reformas impositivas, con objeto de que quienes tienen más alta capacidad económica contribuyan en mayor proporción al financiamiento del gasto público. En esta forma la federación estará en mejores condiciones para adoptar medidas que fortalezcan las haciendas públicas estatales y municipales.

14. De manera simultánea, y con objeto de no contrarrestar los avances que se logren en los sistemas de captación de más recursos fiscales, deberán continuarse mejorando las técnicas presupuestales en las etapas de planeación, ejecución y control del gasto público, a fin de que su manejo sea más eficiente y su aplicación más productiva, tanto en el gasto corriente como en los gastos de inversión.

15. Asimismo, y desde el importante papel que los organismos y empresas estatales tienen en nuestro desarrollo, deberá proseguirse la aplicación, con mayor vigor, de las medidas tendientes a programar su acción conjunta y a aumentar sus niveles de eficiencia, pues los márgenes para incrementar ésta son amplios aun en varios organismos y empresas. Únicamente así, y con la continuación de la nueva política de ajustes de tarifas y precios de sus productos, cuando así se justifique, será posible vigorizar la operación y expansión de este importante sector de nuestra economía.

16. Es de reconocerse la atención que durante el presente régimen se ha concedido a la satisfacción de las demandas de la población más necesitada del Distrito Federal, al destinar un volumen de recursos fiscales sin precedente para la dotación de servicios públicos a las colonias populares y poblados rurales. Por otra parte, y no obstante los aumentos logrados en los últimos años en la captación de recursos fiscales, se observa que éstos son insuficientes para satisfacer integralmente y en forma adecuada las demandas cada vez mayores de la población capitalina en materia de servicios públicos. Por ello la necesidad de continuar perfeccionando el sistema tributario y los sistemas administrativos para lograr mayores niveles de recaudación y una eficiencia creciente en la planeación, ejecución y control del gasto.

17. El examen de los estados contables y presupuestales que integran las Cuentas Públicas objeto del dictamen, así como las investigaciones complementarias realizadas, indican que la ejecución de los presupuestos del gobierno federal y de los gobiernos del Departamento del Distrito Federal y de los Territorios Federales, así como la operación de los organismos descentralizados y de las empresas de participación estatal sujetos al control presupuestal, correspondientes al ejercicio fiscal de 1974, se ajustaron a las disposiciones legales en vigor.

Atentos a lo anterior y con fundamento en los artículos 65, fracción I y 73, fracción XXVIII de la Constitución General de la República, y demás disposiciones legales relativas, los suscritos, miembros de la Comisión de Presupuesto y Gasto Público, someten a la consideración de esta H. Asamblea el siguiente

PROYECTO DE DECRETO

Artículo 1o. Se admite y acepta la Cuenta Pública que comprende la del gobierno federal y la de los organismos descentralizados propiedad del gobierno federal; la del Departamento del Distrito Federal y sus organismos, así como la de los territorios federales, correspondientes al ejercicio fiscal de 1974.

Artículo 2o. Hecha la revisión de los estados contables que integran las Cuentas a que se refiere el artículo anterior, se verificó que el ejercicio de los gastos se ajustó a las disposiciones legales relativas, por lo que son de aprobarse aquéllas; considerándose, además, los efectos positivos de los gastos en el desarrollo económico y social del país.

Artículo 3o. Ordénese a la Contaduría Mayor de Hacienda que examine minuciosamente los libros de contabilidad y glose los documentos justificativos y comprobatorios que integran las propias Cuentas, y proceda en los términos de Ley.

Artículo 4o. Es de recomendarse al Ejecutivo Federal ordene se realicen, en su caso, los estudios necesarios de orden jurídico, técnico, administrativo y de otra índole, con objeto de:

I. Proseguir los esfuerzos y propósitos oficiales para incrementar los ingresos fiscales ordinarios, mediante la reducción de los márgenes de evasión y profundizando las reformas impositivas, a fin de que las personas de más alta capacidad económica contribuyan en mayor proporción al financiamiento del gasto público, y para evitar que se llegue a límites inconvenientes de endeudamiento.

II. Hacer congruente la reestructuración con criterio programático del Presupuesto Federal para 1976, con el propósito oficial de continuar el proceso de mejoramiento de las técnicas presupuestales de manera integral, o sea tanto en la planeación como en la ejecución y control del gasto público, con objeto de que su manejo sea más eficiente y su aplicación más productiva.

III. Con base en los avances logrados durante la presente Administración Federal, y en atención al importante papel que los organismos y empresas estatales tienen en el desarrollo del país, continuar la aplicación, con mayor vigor, de las medidas tendientes a programar su acción conjunta y a aumenta sus niveles de eficiencia, así como proseguir aplicando, en los casos que así se justifique, la política de ajuste a las tarifas y precios de sus productos.

IV. Intensificar la aplicación de medidas para continuar avanzando en el proceso de substituir

las importaciones que realizan las entidades del sector público, y para lograr adelantos en la investigación científica y tecnológica por parte de los organismos y empresas estatales, con objeto de consolidar una tecnología propia más moderna y acorde con nuestras necesidades.

Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- México, D. F., a 12 de noviembre de 1975.

Alejandro Cervantes Delgado.- Abraham Talavera López.- Mario Ruiz de Chavéz.- Humberto Lira Mora.- Efraín H. Garza Flores.- Hernán Morales Medina,- Francisco Rodríguez Pérez.- Ma. Aurelia de la Cruz Espinoza.- Graciano Astudillo Alarcón.- Ignacio Carrillo Carrillo.- Luis Dantón Rodríguez.- Píndaro Urióstegui Miranda.- Luis del Toro Calero.- Mario Araiza Zayas.- Francisco Gutiérrez Villarreal.- Gilberto Gutiérrez Quiroz.- Guillermo Gómez reyes.- Luis González Escobar."

El C. Luis Dantón Rodríguez: Pido la palabra.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Luis Dantón Rodríguez: Por parte de la Comisión, para extender la fundamentación del dictamen.

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Luis Dantón Rodríguez.

El C. Luis Dantón Rodríguez: Aunque el dictamen que presentó Comisión está contenido en un volumen sin precedente en la historia de la Cámara de Diputados, desarrollado en más de 6 capítulos y con un apéndice que refleja los principales aspectos financieros, hemos estimado conveniente, dado que se ha hecho la dispensa de la segunda lectura del dictamen y aun de las conclusiones, hacer una fundamentación resumida acerca de su contenido.

El análisis del gasto que se contiene en el dictamen de la Comisión de Presupuesto y Gasto Público de esta Cámara, corresponde a la cuenta pública de 1974 presentada a la consideración por el Ejecutivo Federal ante esta Asamblea.

En este año el envío de un documento explicativo de los aspectos financieros del gobierno, representa un peso muy importante en el propósito de informar con amplitud al pueblo del empleo de recursos que en su oportunidad autorizó esta H. Cámara de Diputados.

Responde a un plan de trabajo encaminado a combatir dentro de los límites posibles y sin reducir el ritmo de la actividad económica las presiones inflacionarias por las que atraviesa el país. Describe las prioridades alcanzadas durante este período a través de la política financiera y la aplicación de medidas dirigidas a combatir sus causas, atenuar sus efectos desfavorables y evitar el estancamiento de la actividad económica. Deriva de una mejor planeación en el manejo de los recursos fiscales y además comprende una nueva política de financiamiento para el desarrollo, apoyada en el incremento racional y progresivo de los ingresos del Estado.

Mediante la acción del sector público realizada durante el ejercicio del presupuesto, la economía del país encontró el estímulo suficiente para fortalecer las bases de su crecimiento. De un desarrollo más o menos dependiente, más equilibrado sectorial y geográficamente y mejor compartido en la distribución de sus beneficios.

Por tal motivo, según se desprende del propio Dictamen, la economía nacional continuó creciendo en 1974 a un ritmo aceptable, si se consideran los efectos adversos en el ámbito internacional debido entre otros factores a la política del gasto público federal. Frente a la presencia de los fenómenos cuyo impacto se hizo sentir en todo el mundo: la inflación por una parte y la depresión por la otra, el Gobierno de la República diseñó y puso en marcha un conjunto de medidas para tratar de impedir sus efectos.

Con este propósito se procuró llevar a cabo una eficaz planeación y control del gasto público, una adecuada política monetaria y crediticia, un sistema de nuevos mecanismos para la fijación y revisión de los precios, así como una vigorosa corriente de exportación y el estímulo derivado de la acción pública para ampliar de la mejor manera nuestro mercado interno. Además se estableció una novedosa revisión anual de los salarios contractuales y el incremento de los precios de garantía para los productos del campo.

El conjunto de medidas iniciadas por la administración ha operado positivamente en términos generales.

Al ponerse en práctica ésta, se tomó en consideración que los fenómenos derivados de la inflación lesionan seriamente la economía de las grandes mayorías y en cambio sirven para aumentar la riqueza de los especuladores. La política seguida no ha impedido de ninguna manera la realización de los objetivos sociales y económicos propuestos por el sistema, ni ha descuidado los cambios y metas que se fijó el gobierno a largo plazo.

Así se han logrado moderar las presiones inflacionarias y en buena parte reducir la tasa de crecimiento en los precios sin que disminuya el rumbo ni se desvíe el rumbo del desarrollo. Esas medidas, como lo apunta el dictamen, exigieron importantes volúmenes de recursos mediante erogaciones presupuestales superiores, compatibles con los estímulos a la producción en aquellos sectores básicos de la economía.

Inflación y depresión son conceptos económicos que se traducen a la vida real en escasez, carestía y desempleo. Estos fenómenos se hicieron sentir en el comportamiento de la economía exterior e interior. Por ello, se requirió estimular algunos sectores de la actividad productiva mediante respuestas ágiles y oportunas que pudieran evitar su impacto.

También por estos motivos el presupuesto de egresos de la Federación de 1974 fue ejercido tomando en cuenta la conveniencia de contrarrestar tendencias indeseables y de satisfacer

necesidades urgentes. Así se incrementó la asignación de recursos destinados a elevar la producción del campo y se efectuaron aumentos significativos en las inversiones correspondientes a energéticos, siderurgia, petroquímica, fertilizantes y transportes ferroviarios.

Esto es, que el objetivo sustancial logrado en buena parte se orientó para aumentar la disponibilidad de productos agrícolas y volver a ser autosuficientes en la producción de alimentos básicos de consumo popular. El gasto público fue en este ejercicio superior al monto presupuestado originalmente previsto. Actuó como efecto estimulante de la economía y en cierta medida como corrector de insuficiencias de la inversión privada.

No obstante, sin dejar de atender los requerimientos ordinarios que permitieron el suministro de recursos para la marcha de la administración y la prestación de servicios, el gasto conservó, en términos generales, la estructura original del presupuesto elaborado para cumplir las metas señaladas y procurar los objetivos de la política económica del actual régimen. La Comisión de Presupuesto y Gasto considera plausible la decisión de las autoridades hacendarías de hacer más clara y amplia la información acerca de la Cuenta Pública Federal. De su contenido se desprende que el gasto total, tanto del Gobierno Federal como de los 25 organismos y empresas que se incluyeron en la Cuenta alcanzó la cifra de 276,483 millones de pesos; es decir, casi el 20% superior al nivel presupuestado originalmente de 230 mil millones. No obstante el incremento que se observa como diferencia a los niveles previstos, la distribución del gasto entre el Gobierno Federal y los organismos y empresas se mantuvo prácticamente en las proporciones presupuestadas.

Es oportuno destacar que durante el ejercicio correspondiente al año de 1974 se logró un aumento más que proporcional en los recursos ordinarios respecto al incremento de los gastos. Por ese motivo, los ingresos crecieron en un 41% en tanto que los gastos únicamente en un 35, según se puede apreciar en el contenido del propio dictamen.

Por lo que respecta al destino del gasto, puede afirmarse que en general correspondió a la estructura original, si bien aumentaron los gastos destinados al sector agropecuario, industrial y de desarrollo social; esto se debe a una política encaminada a fomentar las actividades productivas que permitan un mejoramiento del nivel de vida de los trabajadores del campo y de la ciudad y a la vez procuren la conservación de la salud, así como el fortalecimiento de la educación y el acceso a los bienes materiales y espirituales de la comunidad nacional.

La crisis mundial de alimentos ha demostrado que del campo depende y dependerá por mucho tiempo gran parte del bienestar del pueblo. De esa premisa se deduce que el aumento del gasto federal durante el año a que nos estamos refiriendo, se originó principalmente por las compras de emergencia al exterior necesarias para garantizar la alimentación popular y de esta manera suplir en cierto modo la insuficiencia de la producción agrícola nacional. La baja inversión rural del pasado decenio, las malas cosechas que por razones meteorológicas tuvimos en años recientes, y el aumento de la demanda generado por el crecimiento general de la población, y por la incorporación al mercado de consumo de grandes sectores sociales, antes marginados, son los principales factores que determinaron la necesidad de importar alimentos.

Sabiendo que esta medida afectaría necesariamente a nuestra balanza comercial, incrementaría el gasto público, el Gobierno no tuvo ninguna duda en adoptarla para asegurar la existencia de los alimentos básicos y evitar que fuera mayor el alza de los precios.

Cuando la escasez y el hambre flagelan en el mundo a millones de seres humanos, en México, a precios notablemente inferiores a los prevalecientes en el extranjero, y esto hay que subrayarlo, se logró garantizar la alimentación popular.

En este renglón se observó también un importante volumen de recursos que el Gobierno destinó al campo, tanto por la vía del crédito como por la inversión directa en las zonas agrícolas, así como el aumento de los precios de garantía a los productos básicos para el consumo de la alimentación.

Esta política ha comenzado a apreciar los resultados positivos, al aumentar durante los últimos meses del presente año, la disponibilidad de productos agrícolas y volver a ser autosuficientes en la producción de la mayoría de los alimentos.

De esto, además de fortalecer el ingreso de los trabajadores del campo, ha representado un estímulo efectivo para aumentar la producción en los próximos años.

Al comentar el V Informe de Gobierno en su aspecto económico el diputado Alejandro Cervantes Delegado, Presidente de esta Comisión, señalo claramente que frente el gasto público, disminuir las inversiones y detener el desarrollo temporalmente, cruzar los brazos y cerrar los ojos para quedar en espera de tiempos mejores, pudo ser una posición muy cómoda, pero socialmente no recomendable. Semejante actitud no cabría a esperarla en un Gobierno animado desde el principio de su mandato por el más firme propósito de conducir al país a planos superiores y avanzados como lo ha hecho con valiente y patriótica decisión el Presidente de México, Luis Echeverría.

Primero ser, y luego la manera de ser, es el principio de acción para responder a la demanda popular de trabajo, de inversión, energía y alimentos. De ahí las complejidades en la distribución de los recursos disponibles para orientarlos hacia los destinos más apremiantes que demanda nuestro tiempo.

Cinco metas registradas en el ejercicio fiscal del año pasado, recogimos como aquellas que pudieron realizarse de acuerdo con los programas previstos; cinco metas propuestas mediante

el aumento de los gastos en este rubro fundamental de la economía; incorporar nuevas áreas al cultivo bajo riego; acelerar el programa de la infraestructura rural; fomentar la organización del campesino; promover en mayor proporción la capacidad productiva de fertilizantes y apoyar los nuevos precios de garantía, a fin de crear condiciones de autosuficiencia en los alimentos básicos. Todas estas finalidades requirieron, necesariamente, mayores apoyos financieros, para el sector agropecuario, el cual vio incrementadas sus partidas hasta alcanzar la cifra, sin precedentes, de 43,854 millones de pesos.

Estas son realidades; estas son las respuestas de un gobierno que ha querido ser leal con las demandas de su pueblo, no en una actitud de generosidad o desprendimiento - que está fuera de cualquier propósito fundamental -, sino como un acto de elemental justicia y compromiso a las clases populares.

Los trabajadores del campo, con su esfuerzo contribuyen a sostener la alimentación del resto de la población; participan como proveedores de insumos industriales, para el desarrollo económico del país; y promueven de manera el equilibrio de la balanza de pagos, con la explotación de los productos excedentes. Justo es que tengan una compensación en la distribución de gasto público, porque el gobierno ha entendido que independientemente de los principios de integridad, exactitud y claridad, en el Presupuesto debe prevalecer, sobre todos ellos, el principio de la justicia distributiva conforme al cual es indispensable entregar mayores recursos a quienes más los necesitan.

Un aspecto que se refleja en el gasto realizado es el estímulo a las regiones mal dotadas, deprimidas o marginadas, que es necesario integrar al resto de la economía, sobre todo en este México nuestro, en donde todo parece estar tan mal repartido: el agua y el desierto, la tierra fértil y la estéril, la riqueza y la pobreza. El mejor instrumento del Estado, el mejor instrumento que ha encontrado el gobierno de México para procurar el equilibrio entre las regiones, entre los sectores económicos y entre los núcleos de población es precisamente el ejercicio del presupuesto. De qué le serviría al Estado en un grado óptimo de eficiencia recoger del ahorro público, vía ingresos fiscales, los recursos suficientes, si no tiene una concepción clara respecto a la realidad social y económica que no sólo pretende fomentar, sino también transformar para el beneficio del hombre. Anhelamos alcanzar para todos mediante el trabajo organizado, una vida mejor, más sana y próspera, en la que crezcan y se produzcan los bienes tanto de orden material como espiritual que permitan el desarrollo pleno del hombre dentro de la comunidad. Sólo podremos lograrlo afirmando la solidaridad social en el desarrollo compartido, en donde se registre la constancia del esfuerzo, incesantemente del pueblo mexicano para alcanzar la liberación económica dentro de la justicia. Los esfuerzos aislados, ni sirven para lograr estos propósitos, no permiten tener un afecto eficiente en el contexto de la economía. Es preciso cerrar filas en ese afán productivo que reclama nuestro país para mejorar los servios, especialmente aquellos que aseguren la satisfacción de las necesidades vitales de la población. Justicia distributiva y desarrollo compartido mediante una política programada en donde todas las fuerzas económicas se conjuguen y orienten hacia los fines que reclama la nación.

Además del sector primario, el gasto público se intensificó por atender la prestación de los servicios sociales que demanda una población cada vez mejor, especialmente en los renglones de educación, salubridad y seguridad social. Asimismo, como resultado de la política presupuestal, la aplicación de otras medidas complementarias. Se lograron durante este año aumentos importantes en la producción de petróleo crudo y sus derivados, de acero y de electricidad, previéndose para 1976 se habrá más que duplicado la capacidad de producción en estos renglones, y obtenido un aumento muy considerable en la capacidad productiva de la industria petroquímica y de fertilizantes.

Estos avances, más duplicación del ritmo de la red de caminos y la apertura de una nueva red de caminos y tierras irrigadas, así como el aumento de inversiones destinadas a fortalecer la capacidad de transporte en el sistema ferroviario, constituirán en un futuro próximo las condiciones decisivas para obtener resultados favorables en la difícil tarea de integrar nuestras actividades económicas en todo el país.

Los resultados del gasto público derivan de una firme política económica seguida por el actual régimen, cuyas metas han sido claramente definidas: Por principio, utilizar plenamente los recursos naturales humanos y financieros; proporcionar ocupación productiva y bien remunerada a la creciente población de México. Elevar la calidad de la vida de las grandes mayorías de la nación; fortalecer nuestra independencia y distribuir el producto del servicio común, del esfuerzo común con una mayor equidad y justicia.

La canalización adecuada de los ahorros nacionales, y el uso complementario de recursos financieros externos permitieron apoyar las nuevas inversiones requeridas en todos los órdenes de la vida nacional hasta alcanzar el más alto volumen registrado, cuidando en todo momento no afectar capacidad y poder adquisitivo de las clases . Dentro de un marco de incertidumbre internacional y de presión interna se incrementó también el coeficiente de inversión fija, se obtuvo una elevada recaudación fiscal, se encausaron créditos para la infraestructura y fomento agropecuario, se canalizaron varias emisiones de bonos en el mercado internacional, se concertaron dos importantes convenios económicos en Europa y los países socialistas, y por 21 años consecutivos se logró conservar la estabilidad cambiaría del peso mexicano.

Podemos afirmar entonces, que los principios rectores de la política económica y social del régimen que preside el licenciado Luis Echeverría, se consolidaron y afirmaron

sensiblemente a lo largo del quinto año de su mandato como demostración evidente de que las medidas señaladas al tomar posesión de su elevado cargo habrían de transformar en programas concreto de trabajo que fueron creando una mayor solidaridad, mejores condiciones de vida para nuestro pueblo y que sin duda el actual gobierno dejará a la posteridad un período de base económico firme que se apreciará mejor al comprender las dificultades que ha tenido que vencer tanto internas como externas, resultantes de etapas más concretas de progreso y de un ambiente de estabilidad económica mundial.

Señores diputados, en este afán de brindar oportunidades a todos los sectores y a las regiones que conforman la actividad económica de la nación, el Presidente de México al término de su mandato habrá de entregar una nación más grande en lo material y en lo cultural, en su desarrollo económico, en los derechos para sus hombres y para sus mujeres, así como en oportunidades de educación y de trabajo para sus hijos.

Pero debemos agregar que por la naturaleza de las cosas y en cualquier sistema, la prosperidad no se produce por generación espontánea, ni se puede obtener a grandes saltos para el beneficio de las mayorías y a costa del retraso y perjuicio de las mayorías.

Por el contrario, la historia muestra que la prosperidad y la justicia se realizan a base de un esfuerzo tesonero de toda la colectividad y en particular de la población económicamente activa. Se alcanza sólo a través de los años y mediante política que prefiera encarar los hechos, no siempre agradables de la realidad social contemporánea y cuente con la decisión y el apoyo popular de superar los mandatos.

A México no le convienen retrocesos ni apresuramientos, sino el paso firme, el avance sólido. Si llegara a cambiar su política económica y perder los controles de su gasto y de su financiamiento externo, tal vez se podría alcanzar un crecimiento más acelerado, pero sin duda habría quebrantes serios dentro de nuestra economía.

Por todas las consideraciones antes expuestas, la Comisión estima que en esta Cuenta Pública, el Jefe del Poder Ejecutivo resume con unidad y coherencia los anhelos dispersos de los mexicanos y hace una exhortación para unir las voluntades, a fin de orientar sanamente al pueblo hacia su plena realización.

Al recordar las luchas que el pueblo ha realizado durante su historia, el análisis económico y financiero de una anualidad pudieran parecer registros simplistas en un marco estrecho. Pero son muchos los años acumulados de esfuerzo conjunto entre pueblo y gobierno para llegar a formar este marco de posibilidades y de logros realizados. De esta manera podemos afirmar sin ningún falso optimismo y con profunda convicción patriótica que Luis Echeverría, Presidente de México, entrega a las nuevas generaciones una nación fortalecida, consciente de su unidad, empeñada sin desmayo en construir el andamiaje de un proceso firme, capaz de brindar a los pueblos que se albergan en su tierra un existencia digna y solidaria, deseosa de eliminar por los caminos de la razón las fricciones internas y las presiones externas, capaz sobre todo de integrar recursos y concentrar esfuerzos para alcanzar la grandeza de México."

Por todo lo anteriormente expuesto, solicito a la Presidencia que ponga a discusión éste que, no exagero en expresar será un histórico debate en donde se pongan en juego los valores de la nación y no simplemente sus intereses. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: En virtud de una tradición seguida en esta Cámara, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 97, por mayoría de razón; 132, interpretado a contrario sentido, y 134, igualmente aplicado por analogía y a contrario sensu, y toda vez que el proyecto de Decreto a discusión consta solamente de cuatro artículos recíprocamente vinculados, esta Presidencia, por razones de carácter práctico y funcional, con apoyo en lo dispuesto por el artículo 21, fracción VI del Reglamento, solicita a la Secretaría consulte a la Asamblea a efecto de que acuerde si en un mismo debate y en un solo acto, respectivamente, se incluyen la discusión en lo general y en lo particular y la votación del Proyecto también en lo general y en lo particular.

El C. secretario Fernando Elías Calles: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica se pregunta a la Asamblea si en un mismo debate y en un sólo acto, respectivamente, se incluye la discusión en lo general y en lo particular, y la votación del Proyecto también en lo general y en lo particular.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobado, señor Presidente.

El C. Presidente: Se habré el Registro de oradores...

Se han registrado en contra los CC. diputados Juan José Hinojosa, Miguel Fernández del Campo, Héctor González García, y el señor Vicepresidente Gerardo Medina Valdez.

En pro, las Comisiones y los señores diputados Horacio Labastida, Diódoro Carrasco, Belisario Aguilar y Juan C. Peña Ochoa.

El C. Presidente: Esta Presidencia, con apoyo en la facultad que le otorga la fracción VI del artículo 21 del Reglamento, para dictar los trámites que exija el orden de la discusión de los negocios, se permite informar a los miembros de la Cámara que se concederá la palabra alternativamente en el orden solicitado, para que los señores diputados hagan uso de su primer turno.

Respecto a la segunda oportunidad a que se refiere el artículo señalado, podrán utilizarla siempre y cuando la Asamblea no hubiese declarado suficientemente discutido el Proyecto, de acuerdo con lo dispuesto por los artículos 115 y 114, y lo solicitaren, claro está, los oradores quienes, en su caso, hablaran en el turno en que hubiesen pedido la palabra al inscribirse originalmente.

El C. Javier Blanco Sánchez: Señor Presidente: ¿Me permite usted, con toda cordialidad,

hacer una moción de orden? No hay facultad para que se restrinja el derecho de un diputado para hacer uso de su segundo turno. La proposición de usted está fuera de orden y sienta un nefasto precedente para la lid parlamentaria.

El C. Presidente: Señor diputado, esta Presidencia de ninguna manera intenta coartar el derecho que se tienen los señores diputados que se hayan inscrito en contra o en pro para utilizar sus dos turnos, y en caso de las Comisiones, las veces que sea necesario. Sin embargo, y ateniéndonos por lo dispuesto por los artículos 114, 115 y 116 del Reglamento, es justo también considerar que si damos el turno, los dos turnos, inmediatamente después de que hubiese hablado un orador en contra o en pro, y llegamos al caso del 115, esto es: que ya hubiesen hablado los seis individuos de la Cámara a que se refiere el 114, quedarían, entonces, si la Asamblea declara suficientemente discutido el asunto, fuera de su derecho. Es decir, no podrían utilizar el derecho a una segunda oportunidad los diputados que originalmente hubiesen pedido el uso de la palabra, en tanto que, si se sigue el procedimiento que esta Presidencia se ha permitido pergeñar, incuestionablemente que podrán hablar, en una primera oportunidad, en este caso, los cuatro diputados que en contra -por el Partido Acción Nacional - han solicitado la palabra.

De otra suerte, señor diputado Blanco Sánchez, podría darse el caso de que el último orador de los inscritos en contra, ya no pudiese hacer uso, ni siquiera de su primer turno.

Consecuentemente, esta Presidencia estima que se están aplicando los artículos reglamentarios, con un escrito sentido de justicia, y precisamente, para evitar que ningún diputado pueda dejar de hacer uso de la palabra.

(Aplausos.)

En consecuencia, tiene la palabra el compañero diputado Juan José Hinojosa.

El C. Juan José Hinojosa: Con su venía señor Presidente.

Un brevísimo paréntesis, aunque no entendí con claridad lo que dijo el Presidente, simplemente quiero señalar que espero, que si fuera necesario tener la oportunidad de un segundo turno, que por lo demás les quiero decir que si el debate se realiza de modo que mutuamente nos convenzamos, dividimos la votación al 50% y ya no hay necesidad de un segundo turno de oradores. Porque lo cortés no quita lo panista, yo quiero destacar dos datos positivos, primero el esfuerzo perseverante de la Comisión encabezada por Alejandro Cervantes, que se inicia con una serie de conferencias para incorporar a los diputados al lenguaje, a la proyección y a la técnica del presupuesto y de la cuenta pública. Segundo, el documento enviado incluido a la cuenta pública que permite consultar una serie de datos que evidentemente facilitan la interpretación y el juicio. La medida de los avances evidentemente que es un problema de perspectiva. Tal vez aparezcan lentos frente a la legítima impaciencia de incorporar la economía nacional a los más ortodoxos procedimientos democráticos. Tal vez parezca lento frente a la urgencia de revitalizar la Contaduría Mayor de Hacienda, organismo obsoleto y anquilosado que quiere con urgencia su modernización para constituirlo en auditorio creíble, frente a la administración pública.

Tal vez parezca a lento, frente a la insistencia de que Cuenta Pública y Presupuesto se separen de período legislativo, destinando tiempo exclusivo, estudio perseverante, esfuerzo, al análisis de la economía nacional.

Sin embargo, en contraste puede considerarse razonable si recordáramos varias décadas durante las cuales el trámite de la Cuenta Pública era estrictamente un trámite burocrático de "recíbase, pásese a Comisiones y archívese".

En la perspectiva de la esperanza; perspectiva fundamental en la vida política de México, deseamos al acortamiento de los caminos. Caminar cada quien desde su extremo para el encuentro, y lograr el perfeccionamiento democrático en el juicio de la Cuenta Pública.

Este debate es un debate muy importante. Tal vez deja de serlo porque de antemano se conoce el desenlace. Es un poco la paradoja alegre de Chesterson cuando aconseja que es un error leer la novela policiaca empezando por la última página para terminar en la primera. Sin embargo, sigue siendo un debate muy importante porque estamos incorporados Poder Legislativo al pleno y completo ejercicio del derecho de información. Es información que se pide al Ejecutivo para analizarla, enjuiciarla en este debate y es al mismo tiempo función fundamental del diputado convertirse en fuente que lleva esta información a todos los mexicanos.

Este derecho de la información que frente a este mundo tan dinámico va adquiriendo cada vez jerarquía más importante, pienso yo que en este debate de la Cuenta Pública lo estamos ejercitando, como dicen ahora palabras que se ponen de moda, estamos inmersos en el derecho de la información, en el ejercicio del derecho de la información. Es importante porque estamos cumpliendo una función básica que la constitución asigna a los diputados. Discutir la Cuenta pública no con sentido de auditoría mezquina que paraliza y dificulta la tarea del Ejecutivo. Tampoco en la mezquindad del cuentachilismo de venir aquí como Alcalde de aldea a preguntar por los centavos sueltos; tampoco, y esto es importante, por ser la oposición quien abre este debate, censura indiscriminada, pero en contraste tampoco puede ser este debate elogio desmedido, triunfalismo que puede subyacer sometimiento; debe ser esa difícil búsqueda del equilibrio. Que seamos capaces de cerrarnos a la indiscriminada crítica pero también cerrarnos al elogio indiscríminado. Son estos los riesgos, pero es al mismo tiempo la maravilla de la democracia, donde somos capaces en buena fe y frente al denominador común de México, de buscar caminos democráticos, sobre los cuales en la medida que se transitan se nos vuelven segunda naturaleza.

Presupuesto y Cuenta Pública no pueden ser en la prudencia del Constituyente dos documentos aislados, son dos documentos complementarios, son dos ocasiones de encuentro cordial, de diálogo entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo. Encuentro que no es estrictamente protocolaria, sino que es ocasión deslumbrante para el ejercicio en este democrático equilibrio del Poder Legislativo, freno y contrapeso, auditoría confiable frente al Poder Ejecutivo que realiza en grandes marcos fijados por el Legislativo la política hacendaría y económica en la Cuenta Pública.

Venimos aquí en discrepancia de intemperie, no la discrepancia que se oculta, sino el choque de la idea que se manifiesta abierta y públicamente. Este discrepar públicamente es una de las características o la característica fundamental que distingue la dictadura de la democracia y en la medida que se abren los caminos para la discrepancia que no puede ser yuxtaposición de monólogos, sino diálogo abierto para entendernos, en esa medida vamos perfeccionando los procesos democráticos a los que la oposición consagra desde su trinchera, su esfuerzo perseverante, su actividad incansable.

Dentro de este marco de ideas vamos a formular algunos comentarios en torno a la Cuenta Pública relacionada con el documento complementario que es el Presupuesto.

El Presupuesto de 1973 cuya Cuenta Pública del 74 complementa, establecía: - razón por la cual encontró la aprobación unánime - una serie de objetivos que pudiéramos en retruécano poco elegante llamar inobjetables; decía el Presupuesto del 73: "El gasto público para 1974 pondrá énfasis en los gastos, inversos y apoyos financieros destinados al fomento de las actividades agropecuarias, a fin de aumentar su producción y las oportunidades de trabajo, elevar el ingreso, compensar y asegurar el abastecimiento de alimentos para el pueblo sin el sacrificio que implica tener que recurrir a los mercados internacionales, afectados por la escasez y la elevación de precios, y encontramos el primer punto de esta abierta discrepancia que es el debate. Recordamos un poco la vieja rémora de Campo Amor: En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo se ve del color del cristal con que se mira.

El diputado Luis Dantón Rodríguez lo miraba como un gran acierto; nosotros por nuestra parte encontramos una seria discrepancia entre este propósito manifestado por el Ejecutivo de asegurar el abastecimiento de alimentos para el pueblo sin el sacrificio que implica tener que recurrir a los mercados internacionales como en el año 1974 en que tuvimos que recurrir a los mercados internacionales con el sacrificio que tal problema implica para traernos 3.500,000 toneladas de alimentos.

Yo comparto la opinión de Luis Dalton en el sentido de que si faltó alimento, habría que traerlo de donde fuera, lo que subrayo, y lo subrayo, diputado Labastida, por si a ti te toca contestarme, es que en diciembre de 1974, el Ejecutivo optimista y triunfalista aseguraba que no íbamos a recurrir a los mercados internacionales, y apenas 4 meses después, en abril, ya estábamos importando masivamente los alimentos necesarios para la alimentación del pueblo.

La complementaridad del Presupuesto y la Cuenta Pública, destaca una seria discrepancia detrás de la cual puede haber exceso de optimismo, improvisación; medidas que a tres meses de distancia no estaban previstas y fue necesario realizar. Esto es lo que estoy apuntando. No me vayan a achacar que yo censuro que si faltaron alimentos se trajeran de donde los hubiera.

Señala también, como objetivo: diversificar los mercados de exportación y de productos agropecuarios. Objetivo inobjetable, en el cual, subyace la idea de exportar masivamente y resulta que en 1973, la participación del sector agropecuario en la explotación de mercancías, fue de 47%, en tanto que en 74 bajó a 30%. ¿Por qué en diciembre se estaba hablando de posibilidades no sólo de exportar, sino en abundancia diversificar? Y cuatro meses después estaba disminuyendo la participación del sector agropecuario en el mercado de exportación. También señalaba como objetivo, mejorar el ingreso de los campesinos. Yo pienso que una medida de tipo general, de mejorar el ingreso de los campesinos, medida de medición, debe ser el producto interno bruto.

En 1973, el producto interno bruto, con respecto al año anterior, creció en 7.6; y el 74, en 5.9. La agricultura creció en 73, en 2.1; y el 74, bajó a 0.7. Como que no se ve con claridad que el objetivo haya sido realizado. Y lo mismo aconteció en silvicultura y pesca. No se trata, señores, de búsqueda de culpables; tampoco ahora, y afortunadamente vendrán dictámenes sobre el campo, importantísimos, en los cuales haremos los planteamientos fundamentales sobre este problema que a todos nos interesa porque allí vive el 50% de la población que busca un lugar para la realización de su destino. Quiero simplemente subrayar nuevamente la discrepancia dramática entre el objeto trazado en el Presupuesto del 73 y los datos contenidos en la Cuenta Pública del 74.

Otro objetivo, el gasto público para 1974 pondrá énfasis en asegurar que el Presupuesto de Egresos comprenda todos los gastos corrientes y de inversión que hayan de realizarse durante el año, evitando ampliaciones que alteren la estructura financiera conforme a la que fue elaborada. En un solo capítulo encontraremos alteraciones en la estructura financiera. Claro, si ustedes me dicen que aprobamos la totalidad, las desviaciones son menores, pero el presupuesto es un programa traducido en números, es un programa de gobierno expresado en cifras y las variantes en renglones fundamentales implican variantes a la estructura financiera conforme a la cual fue elaborado e implican variantes el programa de gobierno expresado en cifras que es un presupuesto representa. Y así tenemos que en diciembre del 73 se asignan a la CONASUPO 800 millones como

apoyo y se tienen que gastar 5,800. Íntimamente ligado con el planteamiento anterior. Íbamos a explotar e íbamos a ser autosuficientes, y las relaciones contenidas en la Cuenta Pública expresan seria discrepancia.

A Guanos y Fertilizantes se le excluye de apoyo y después se le asignan 500 millones de pesos.

En Seguridad Social se asignan 3,400, y se rompe la estructura financiera cuando se realizan 5,748.

Dos advertencias: la primera, no quiero discusiones de semántica sobre estructura financiera.

Segunda, la diferencia es la que estoy destacando. Es la improvisación. Es la CONASUPO que en diciembre 31, no necesita apoyo, y ya en abril se inicia un gran apoyo para llegar casi a los ocho mil millones de pesos.

En Guanos y Fertilizantes que requiere 500 millones, que en diciembre no se había pensado que era necesarios.

"En que sea financiado -dice el objetivo - en mayor proporción, en recursos propios de las empresas y organismos de participación estatal, mediante una política de precios y tarifas adecuadas y flexibles para los bienes y servicios que el sector público ofrece.

Quiere decir que se pensaba que los bienes y servicios proporcionados por las empresas paraestatales, las volvieran autosuficientes. Simplemente la Comisión Federal de Electricidad, que en 1973 sube sus cuotas con el triunfalismo de que se rompe una tradición de congelación, que es un gran reto, una medida audaz, que forma parte del desarrollo compartido, que acabará con los subsidios del gobierno, pierde , en 1973, 203 millones de pesos y un año después del alza de tarifas, pierde 628 millones de pesos. Petróleos Mexicanos disminuye su utilidad sobre ventas de 0.08 en 1973 a 0.06 en 1974. El Completo Industrial de Ciudad Sahagún - se dice en mayo - que haya que ayudarlo con 1,200 millones de pesos para reestructurar su capital que fue devorado por las pérdidas y el estado de pérdidas y ganancias consolidado que la Cuenta Pública incluye para los 25 organismos incluidos en el Presupuesto pierden 73,500 millones de pesos y en 1974, 7,500 millones de pesos. Nuevamente el objeto no fue realizado.

No voy a entrar, porque ni el tiempo ni la ocasión lo permiten, en la filosofía de las empresas paraestatales; en la vieja polémica de si deben ganar o perder dinero. De que si es correcto que Petróleos Mexicanos esté en punto de equilibrio y Teléfonos de México tenga las utilidades más desbordadas que una empresa privada o pública puede obtener. No. Simplemente apunto de que el objetivo de diciembre de 1973, en esta materia, no fue realizado y que el consolidado determinó una pérdida acumulada siete veces superior.

Dice también en los objetivos: "que sea financiado en mayor proporción que en el pasado, con base en recursos fiscales propios". Esto se logró, no obstante que la adecuación fiscal entró en noviembre, ya hubo un incremento del 25% en los recursos fiscales propios.

Pero luego dice: ".. y obteniendo del crédito externo solamente los volúmenes que permitan mantener el servicio de la deuda en proporciones adecuadas a la capacidad de pago del país". Este objeto quiere decir que se pretendía no recurrir al crédito externo, y el resultado fue el crecimiento anual de la deuda externa del Gobierno Federal, que en objetivo se pretendía disminuirla, mientras de 70 a 71 creció en 3%; 71-72 en 10; 72-73 en 26; del 73 al 74 el endeudamiento externo que en objetivo iba a disminuir creció en un 68%.

Nuevamente hay una grave discrepancia entre el objetivo y la realidad, todos estamos de acuerdo en que el adeudamiento por sí es malo, en Presupuesto plantearemos tesis, proyecciones sobre endeudamiento, pero lo importante aquí, lo que yo quiero subrayar es esta gravísima discrepancia entre el optimismo de los objetivos y la realidad a la que tuvimos que enfrentarnos.

Se habla de soluciones diciendo que el endeudamiento disminuye en la medida en que se incrementan los impuestos. Se plantea la falacia de la participación de los impuestos en el impuesto nacional bruto, y se dice que en México es de los más bajos. Lo que no se afirma es, que contra los países que nos comparan el 98% de la población económicamente activa paga impuestos, en tanto que en México solo el 50% de la población, y creo que estoy muy optimista, paga impuestos.

Pero hay datos intermedios, no necesariamente el incremento de los impuestos es la única solución, el control de la evasión fiscal es la buena solución, es más fácil capturar al causante cautivo que realizar un esfuerzo administrativo y moral para evitar la evasión; fiscal es una buena solución, es más fácil capturar al causante cautivo que realiza un esfuerzo administrativo y moral para evitar la evasión; hay también otro camino, la austeridad en el gasto. Yo no digo que se excluya, sino que se complementan, pero que si fuéramos capaces en un esfuerzo armonioso de unir incremento de impuestos, disminución del control de la evasión fiscal y una gran austeridad en el gasto, sería el camino para disminuir el adeudamiento con todas las consecuencias económicas y políticas que tiene.

Hablo también como objetivo de combatir sin limitar la actividad económica, las presiones inflacionarias que nos afectan, esto se decía en 73. El índice nacional de precios al consumidor 72-73 creció en 12.1, el presupuesto afirmaba como objetivo sin limitar la actividad económica combatir las presiones inflacionarias y se fueron en el índice nacional de precios al consumidor de 12.1 a 23.8. Las presiones inflacionarias se originan en el déficit presupuestal y el déficit presupuestal fue de 75 millones de pesos; se originan en el incremento del circulante y el incremento del circulante aparentemente disminuyó 73-74 porque en tanto que 72-73 creció 25%, 73-74 sólo creció 22; sin embargo, hasta octubre se trajo un circulante equivalente al de diciembre 31 del 73 y en noviembre y diciembre se lanzaron al torrente

del circulante 17 mil millones de pesos, en 2 meses creció en un 21% el circulante; se origina también el desequilibrio de la balanza de mercancías, y la Balanza de Mercancías, en 74, nos fue desfavorable en un 120% más que en 73. También se originan, es cierto, y hay que admitirlo, en la inflación importada, pero la inflación importada se estima que sobre los 24 puntos aportó 4, y el resto, debemos de admitirlo con honestidad, se generó en el interior; tal vez sea muy fácil desde aquí, y lo admito con honestidad, reprochar el crecimiento desbordado de la inflación, pero por lo menos, hubiera sido bueno que en el documento envío, no se refugiara nuevamente en justificar la inflación en la importación, sino que se hubiera dedicado un largo capítulo para señalar por qué se incrementó el circulante, por qué creció tan desbordadamente la balanza de mercancía.

Por último, en objetivos se habla de no limitar la actividad económica, y el producto nacional bruto disminuyó de 7.6 en 73 a 5.9 en 74.

Quisimos apuntar, en el brevísimo espacio de tiempo que el Reglamento otorga, estas graves discrepancias entre el Presupuesto y la Cuenta Pública. Son, y quiero subrayarlo, aportaciones en buena fe, con el deseo de poder encender en el camino luces preventivas.

La economía en estos grandes datos, y lo comparten los expertos, está en situación difícil. Los expertos internacionales hablan de que el endeudamiento está llegando a límites que encienden luces ámbar; el incremento de circulante es medida desesperada a la que sólo se debe acudir con extraordinaria prudencia.

Esperamos que del choque de ideas, así en la intemperie, como debe ser el esfuerzo de los mexicanos para democratizar este país; para avanzar hasta lograr la ortodoxia en los procesos democráticos, esperamos que del choque de ideas de este debate, surjan puntos de vista, que como señala inicialmente, sean fuente, nos conviertan en fuente de información, frente a todos los mexicanos; que el debate, como lo es en todas las naciones democráticas, que este debate -como los que vendrán después -; como los grandes debates que los mexicanos debemos tener; porque discrepamos, porque en nuestra condición humana está la discrepancia; porque aquí y ahora, no es válida una oposición que sólo subraye lo negativo, como no es válido un partido del Poder que sólo subraye lo positivo; el debate nunca debe ser ocasión de ahondar rencores, de alargar distancias, de hacer que los mexicanos nos odiemos. El debate, éste y todos, debe ser fecunda y maravillosa ocasión para que los mexicanos juntos, más allá de maniqueísmo infantiles e ingenuos de que quien conmigo no recoge desparrama, ocasión de aportación de ideas, de búsqueda inteligente por caminos civilizados de las mejores rutas por las cuales podamos transitar para construir en ese gran denominador común que se llama México, en ese gran denominador común que llevamos dentro y que se llama mexicano, la patria nuestra que es hogar y cobija para todos.

En este marco los invito, señores diputados, a continuar este debate. Muchas gracias.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Horacio Labastida Muñoz.

El C. Horacio Labastida Muñoz: Señor Presidente: Claro, ante los problemas de la nación, hagamos todos juntos el esfuerzo por continuar este debate. Es cierto. Los miembros de mi partido me pidieron mi atención, no necesariamente contestar, a los puntos de vista del señor diputado Hinojosa, pero yo quiero confesar, sin encubrir en este caso ni mis sentimientos ni mi pensamiento, que me siento muy orgulloso y muy honrado de poder -no me atrevo casi a utilizar el verbo, lo usaré - contestar a tan inteligente y brillante contrincante.

Lo hago con agrado en lo personal, pero con singular emoción porque quizá - lo subrayo - pueda contribuir en algo, quizá - lo vuelvo a subrayar - a ilustrar los juicios de nuestra Asamblea para que así podamos llegar a conclusiones certeras y esclarecedoras de las cuestiones nacionales.

La Cámara de Diputados se halla íntimamente relacionada con los temas vibrantes de la nación. Cada uno de nosotros, cuando solicita acceder a esta tribuna, a esta Cámara, está sin duda comprometido, íntimamente, a poner de sí mismo todo su talento - si lo hay -, todos sus consentimientos, si se tienen o hasta donde se tengan, para que esos problemas nacionales sean analizados con profundidad y con seriedad y para también cumplir así con la responsabilidad moral de estar ante ustedes en el uso de la palabra.

En realidad, tengo muchas diferencias que exponer respecto de los puntos de vista del señor diputado Hinojosa. El decía, con cierta desilusion: el debate entre nosotros es un poco desesperanzador; decía esto hace unos minutos, porque se parece a las novelas policiacas de nuestro tiempo. De antemano sabemos cuál va a ser la decisión; y yo, sobre esto quiero hacer dos observaciones. Una, que es fundamental, una que pesa en el ánimo de las decisiones, pero que también sin duda no nos aleja de la razón: nosotros, los miembros del Partido Revolucionario Institucional, en esta Asamblea, somos la mayoría y en ningún momento vamos a prescindir de las facultades y de los derechos de la mayoría.

Esto debe quedar bien claro, pero con una anotación inmediata: ser la mayoría no quiere decir estar contra la razón histórica; por el contrario, si es mayoría es porque se está al lado de la razón histórica.

Otra observación. Es cierto, aunque no en todos los casos. Algunas novelas policiacas, es verdad, nos denuncian su conclusión. No lo sabemos con exactitud al principio pero la advertimos en la medida en que nos vamos acercando al epílogo. Sin embargo, yo quiero recordarle a mi colega Hinojosa que las grandes

novelas, muchas de las grandes novelas, sin el apelativo de policiacas, las grandes novelas clásicas principian en sus renglones preliminares denunciando el desenlace de la novela.

Y voy a referirme a una sola de ellas, a la novela clásica por excelencia, a la que todos sin duda conocemos: estoy pensando en Don Quijote de la Mancha. ¿Qué acaso Cervantes no principió en el Don Quijote de la Mancha declarando la locura del dignísimo caballero? ¿No es la locura de Don Quijote toda la novela de Cervantes? ¿Qué sería de Don Quijote sin su locura? Dado este principio, que es el desenlace, dado este origen que es la conclusión, entre la locura de Don Quijote y la recuperación de su razón se halla esa gran novela, esa novela extraordinaria, que en cierto sentido es la novela de la humanidad. Constante que esto es así en la literatura clásica española del siglo XVI.

Decía mi colega Hinojosa Hinojosa: "Hoy estamos altamente comprometidos, estamos altamente comprometidos, porque el debate de la cuenta pública es uno de los grandes debates que se hacen anualmente en la Cámara", pero sus palabras subrayaban la grandeza del debate de hoy en función del tema que nos ocupa.

Yo no niego que sea un debate de singular importancia el debate de la cuenta pública. Es sin duda un debate comprometedor; es también un debate esclarecedor, porque al fin y al cabo la cuenta pública nos permite el conocimiento de importantes capítulos de la política económica del país. No de todos los capítulos, soló de algunos de ellos.

Primero quiero hacer una observación. No desconozco la importancia del debate de la cuenta pública, pero quiero recuperar y recobrar para nosotros la importancia de todos los debates que se realizan en esta Cámara. Todos, sin excepción, todos son importantes; no hay uno que carezca de importancia. Los puede haber más brillantes o menos brillantes, más penetrantes, más superficiales, más trascendentales o menos trascendentales, pero no hay uno solo que carezca de importancia.

No es correcto en este sentido, hacer juicios de valor. Al fin y al cabo en la Cuenta Pública o fuera de la Cuenta Pública, todo el que sube esta tribuna, de la mayoría o de la minoría, está comprometido con la nación, por que esta Tribuna es, reconozcámoslo, un permanente compromiso con nuestro país. (Aplausos.)

Continuemos con el debate.

Claro. No hay duda alguna. El presupuesto y la cuenta pública son documentos complementarios; en esto coincido plenamente con mi distinguido colega; son, en efecto, complementos que debemos analizar con todo cuidado, que debemos confrontar con toda serenidad, que debemos considerar con la mayor finura que nos sea posible. Son elementos complementarios por razones obvias: el presupuesto es el instrumento del gasto que se prevé para el ejercicio gubernamental en un año o en un período determinado, y la cuenta pública, como su nombre lo indica, es la cuenta que el propio Gobierno rinde de la utilización y la forma de la utilización de ese instrumento que se llama presupuesto, y afortunadamente también esa cuenta pública y ese presupuesto, comparados, ponen en contacto a dos poderes del Estado mexicano, al Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo. Este, como representante del Gobierno y al Poder Legislativo como representante de la soberanía nacional.

A nosotros nos toca, sin duda, apreciar y evaluar cuál fue la lógica gubernamental del ejercicio del presupuesto en función de la lógica original del propio presupuesto.

Este argumento que yo acepto plenamente, es el que sirve a mi colega para hacer sus observaciones sobre los objetivos del presupuesto y los resultados de la cuenta pública.

Vamos a iniciar algunos análisis, al margen de los puntos de vista expresados con anterioridad.

Se decía en el presupuesto que uno de los propósitos de su diseño y sus características era el de resolver en todo lo posible el problema de la alimentación de nuestro pueblo, estimulando una producción agrícola mejor y suficiente. Y se observa también, que este objetivo no se ha cumplido de manera cabal, porque consta en presupuesto de 74 que hemos tenido necesidad de importar alimentos del exterior. Yo oí el argumento e hice la siguiente anotación:

"Es cierto, tuvimos que importar alimentos, tuvimos que importar alimentos y consecuentemente no cumplir de manera plena y cabal el propósito declarado en 1974. Pero hay un hecho que yo me permito recordar a ustedes, que evidentemente es obvio, que no podríamos olvidar y que es el siguiente: por desgracia, por desgracia, todavía no está en nuestras manos, a pesar de los avances de las ciencias naturales y de las ciencias sociales, gobernar de manera plena los acontecimientos y las leyes de la naturaleza (aplausos).

Algunos escritores de nuestro tiempo han observado que estamos en los principios del fin de la utopía. Ya no podemos soñar como un puro sueño, a la manera de Calderón, el viaje que nos describiera Julio Verne en nuestra infancia a la luna. Ya no existe esa encantadora utopía. Ahora el hombre hace viajes a la Luna con relativa frecuencia.

Es cierto. Estamos en los principios del fin de la utopía porque conocemos con más hondura la estructura de la naturaleza. Y la ciencia nos está conduciendo a dos cosas: a romper con el misterio de las leyes que rigen nuestras circunstancias y a romper con la enajenación humana que nos permite aprovechar plenamente la riqueza que somos capaces. de producir.

Nos estamos acercando al fin de la utopía, pero todavía no estamos en el fin de la utopía. Aún ocurren acontecimientos naturales que nos impiden cumplir plenamente con los objetivos señalados en un presupuesto determinado.

Y esto es lo que dice la Comisión en su dictamen; y esto es lo que justifica que hayamos tenido necesidad de importar alimentos del exterior.

Pero hay algo más también en relación con este punto. ¿Somos acaso una excepción en el mundo? ¿No estamos enterados por los diarios de las importaciones rusas de trigo, de los Estados Unidos? ¿Y la Unión soviética no es un país poderosamente desarrollado hoy en día?

¿No estamos enterados de las importaciones masivas y avasalladoras de productos electrónicos del Japón para los Estados Unidos? ¿No es el comercio exterior en cierto sentido -mucho más lo será cuando sea justo - un instrumento del que legítimamente se puede servir un pueblo para complementar y satisfacer sus necesidades internas?

¿Qué pueblo - me pregunto- del mundo es verdaderamente autosuficiente en el sentido exacto y riguroso de la palabra? ¿Qué pueblo del mundo no importa trigo para su pan? ¿Qué pueblo del mundo no importa maíz para sus tortillas, cuando se comen, como lo hacemos nosotros?

Ni somos dueños de la utopía, ni la declaración de objetivos en un presupuesto nos compromete con el milagro.

Hay otra observación en la que tengo diferencias. Se decía lo siguiente: "Uno de los objetivos del presupuesto era el de aumentar el ingreso rural"; y se dice hoy lo siguiente: "este objetivo de aumentar el ingreso rural no se ha cumplido".

No si lo pensamos en términos absolutos. Hay todavía una gran población campesina que padece pobreza y miseria. Esto nos duele entrañablemente en nuestro corazón y en nuestra alma. Esto es cierto. Pero, el punto de vista expresado es falso si lo consideramos en términos relativos.

1974 fue desde este punto de vista un año extraordinario por cuanto que una alta proporción de recursos se orientó al campo con el objeto de resolver problemas fundamentales de los campesinos más necesitados, y esto se logró tanto en sentido social como en sentido económico.

Las fundaciones del campo en lo social, en lo económico y en lo político son varias, pero se ha recordado una: el campo tiene como tarea alimentar a un pueblo. Esta es una de sus tareas y evidentemente el pueblo mexicano no padeció hambre extrema en ninguno de sus estratos en el año de 1974.

Quisiera repetir una palabra, una frase que dije hace un momento: ningún gobierno en el mundo y tampoco es el caso del Gobierno mexicano, ningún gobierno en el mundo está comprometido con el milagro. Estamos luchando en este país con el milagro. Estamos luchando en este país por mejorar nuestras condiciones económicas y sociales, pero ni siquiera el triunfalismo podría conducirnos a la realización inmediata de una redistribución plenamente equitativa y justa del ingreso.

Reconocemos nuestros errores, porque estamos en una democracia. No hemos, hasta hoy, cumplido totalmente con el compromiso de la democracia económica que generó la Revolución Mexicana, pero estamos poniendo nuestros recursos mentales, económicos y materiales en juego para lograr que todos los mexicanos, sin excepción participen activamente en la economía y en las instituciones sociales del país.

Lo que nos debe hoy satisfacer, es que hemos dado pasos adelante; y lo que nos compromete hoy con este problema es que esos pasos adelante, en una carrera, pero en una carrera acelerada, pero también serena, razonable y viable.

Hay algunos cambios estructurales en los gastos, como decía Hinojosa, pero yo anoto frente a esta observación la siguiente: ¿Qué importa desde el punto de vista legal, desde el punto de vista moral, que haya ciertos cambios "estructurales" en el gasto público, cuando evidentemente hay cambios estructurales en la demanda y en las necesidades del pueblo?

Si en un momento de origen, si en un punto de partida se previó canalizar un gasto hacia cierto objetivo, pero las circunstancias cambiantes generaron una intensa demanda en otro punto de esas circunstancias, ¿cuál es el motivo legal o moral que impida en el ejercicio del presupuesto hacer un cambio, llamémosle estructural? Yo pienso que no hacerlo cuando esta plenamente justificado es ilegal y sería sin duda inmoral también.

Declaraba el diputado Hinojosa: "Hay en el fondo de estos objetivos un triunfalismo y un optimismo que no se compagina con la realidad".

Yo elimino la idea de triunfalismo, soy enemigo del triunfalismo, siempre ha criticado el triunfalismo, pero me hago esta pregunta y nos debemos hacer esta pregunta: ¿No siempre que declaramos nuestros objetivos, nuestras finalidades, debemos declararlos con optimismo?, ¿no todos los objetivos deben ser en el fondo objetivos optimistas?, ¿debemos proponernos como objetivo, como finalidad, pegarnos un balazo en la cabeza?, ¿debemos precisar como nuestro objetivo fundamental el lograr la quiebra del país?, ¿debemos proponernos como meta el déficit necesario del presupuesto? No, esto sería absolutamente absurdo; todos los objetivos, personales, presupuestarios o sociales son siempre objetivos optimistas. Y eso es, naturalmente, lo que ocurre en el caso del presupuesto cuando debatimos el presupuesto: analizamos los objetivos y además los aprobamos con optimismo y esperanzadamente, no desesperanzadamente.

Por otra parte, los objetivos no nos comprometen como si fueran leyes de la naturaleza. No podríamos proponernos como objetivo el que no saliera el sol o que no se pusiera en el atardecer, porque evidentemente estaríamos violando las leyes de la naturaleza; los objetivos no consisten en cumplirlos como leyes fatales de la naturaleza. Son propósitos humanos, y por ello, porque son humanos, porque en ellos todavía hay una alta magnitud de azar y de probabilidades, porque son

probabilidades, posibilidades, pueden por ello mismo no cumplirse.

¿Por qué nos hemos, señores, señoras, de alarmar gravemente porque algunos objetivos del presupuesto no fueron cumplidos o no fueron alcanzados?

Le preocupaba al diputado Hinojosa Hinojosa el problema del crédito exterior; nos preocupa a todos el problema del crédito exterior. Pero yo me pregunto: -¿Qué hacía mi padre, abogado no próspero, en Puebla, cuando faltaba dinero para el gasto doméstico?

Bueno, él padeció, como muchos mexicanos, la angustia de las deudas, pero también fue un hombre honorable y cumplidor de sus compromisos; él pudo cumplir sus compromisos puntualmente, y por eso logró, allá en mi ciudad de Puebla, un crédito que nadie le escondió cuando tuvo necesidad de acceder al crédito, y además, el resultado es que mi familia salió adelante en los momentos de penuria.

La analogía no deja de ser gruesa, y perdónenme lo que tiene de personal, pero ello fue lo que me vino a la memoria.

¿Qué hace un pueblo desesperado y necesitado como es nuestro pueblo? No lo olvidemos, no somos los Estados Unidos -por suerte- no somos todavía un país altamente desarrollado. Somos un país que está construyendo una sociedad que trata de ser democrática y justa, que tiene una riqueza que procura llegar a las manos de todos los mexicanos. Pero si esa riqueza no nos alcanza, como evidentemente no nos alcanza, ¿habremos o no de acudir a los mercados de capitales y al crédito para equilibrar nuestras necesidades de gasto y nuestra balanza de pagos y de comercio?

Yo creo que si no lo hiciéramos, daríamos una muestra peligrosa de una austeridad que evidentemente los hijos de este pueblo le reclamarían a la nación.

Nuestra deuda exterior está creciendo y sigue creciendo, y yo no sé cuándo dejará de crecer. Pero hay dos hechos fundamentales que la justifican: uno, que pagamos puntualmente nuestra deuda; dos, que no hemos quebrado todavía, ni en lo económico, ni en lo social, ni en lo político. Y además, señores, no esperamos quebrar en ningún momento. (Aplausos.)

Decía el diputado Hinojosa que podríamos quizá salvar este problema del endeudamiento por medio de un incremento en los impuestos y de una austeridad en el gasto.

Yo me pregunté cuando escuché tal observación: ¿Qué hemos hecho en el año de 74 y en el de 75 y en los años anteriores? ¿No hemos hecho un enorme esfuerzo por incrementar nuestros impuestos hasta donde lo hemos podido hacer, y no hemos hecho también un enorme esfuerzo por introducir una austeridad en el gasto? ¿Y no es cierto que la inflación que padecemos ha disminuido en lo que los especialistas llaman "la tasa de la inflación"? ¿Y no es tal hecho un efecto de la austeridad? Evidentemente que esto es lo que hemos hecho. Hemos aumentado los recursos fiscales y hemos también sido prudentes en nuestros gastos públicos.

Ahora, tenemos que un país en proceso de desarrollo una limitación y un compromiso: respecto de los impuestos, tenemos el compromiso de estimular el ahorro. Esa es una restricción al crecimiento de los impuestos porque necesitamos hacer importantes gastos de inversión, y respecto de la austeridad, tenemos capas sociales que no pueden prescindir de una sola tortilla más porque si lo hicieran entonces morirían de hambre, y el gobierno debe cuidar de que tales casos no ocurran aunque impliquen lo que algunos llaman derroche de dinero. No hemos violado, pues, ni el propósito de incrementar nuestros recursos fiscales ni el propósito de ser prudentes en el gasto, pero dentro de las restricciones que he señalado hace un momento.

La inflación. Es cierto. La inflación ha continuado, pero la estamos combatiendo. Decía hace un momento que la tasa de inflación ha disminuido. Estamos pues al acecho para golpearla, pero quiero hacer una observación que no podría dejar de hacer. El aumento monetario en manos de las familias y los particulares claro que es una presión inflacionaria. Mucho dinero, mucha demanda y precios para arriba, según la vieja ley de la oferta y la demanda. Pero sobre el particular me interesa decir que el problema de la inflación es mucho más complejo que su mera consideración monetarista.

Hay en los costos un costo que de acuerdo con los análisis más recientes del problema evidentemente estimula y favorece la inflación. No es el costo de los salarios, es el costo de las utilidades. Así, en una economía como la nuestra se producen fundamentalmente mercancías no para satisfacer de manera directa las necesidades de los hombres, sino para obtener ganancias. La utilidad, la utilidad creciente que va al sector que los economistas llaman sector de las utilidades, la utilidad creciente se transforma en el factor fundamental y esencial en la generación del proceso inflacionario; es decir, en la elevación de los precios.

Preocupémonos, señores, por no excedernos en la moneda circulante, preocupémonos por pagar a los trabajadores salarios remuneradores. (Aplausos.) Y analicemos, en tercer lugar, ese factor de la ganancia que no hemos analizado suficientemente como una de las causales, de las causales esenciales de los procesos inflacionarios.

En México respetamos el viejo e ilustrado principio de la libertad.

Aspiramos a una economía que no viole la libertad personal de los mexicanos, pero también en México aspiramos al principio de la igualdad.

Queremos, como querían los que hicieron la Revolución Francesa en el siglo XVIII, que haya justicia social.

Nos preocupa la justicia social; queremos libertad y queremos igualdad; No queremos explotadores y explotados. Queremos una equidad fundamental en la vida de los mexicanos.

Y queremos también, junto a la libertad y junto a la igualdad, una base moral de fraternidad que garantice la igualdad y que garantice la libertad.

Esos son los grandes principios que adoptamos en nuestra época ilustrada desde la Constitución de Apatzingán, y no vamos a renunciar a ellos.

Sólo que hemos agregado una Revolución, una Revolución con la que nos sentimos comprometidos fundamentalmente en lo moral y en lo legal. Una Revolución que desea para los mexicanos la igualdad, sí, pero la igualdad concreta; la libertad también, pero la libertad concreta, la fraternidad igualmente, pero no la fraternidad de los explotadores y de los explotados. Muchas gracias."

El C. Presidente: Corresponde su turno, en contra, al C. diputado Miguel Fernández del Campo Machorro.

El C. Miguel Fernández del Campo Machorro: Señor Presidente; compañeros diputados; compañeros de las galerías que hoy nos honran con su presencia, también representantes del pueblo de México. Si el manejo honesto y adecuado de los dineros del pueblo ha de constituir la base más firme para el desarrollo de nuestra patria y el cimiento en el que se impulsen las generaciones que nos seguirán, los diputados de Acción Nacional pensamos que el mandato constitucional que obliga a la Cámara de Diputados a revisar la Cuenta Pública, es un de las funciones principales de nuestra labor legislativa.

Por esa razón, en la medida en que dispongamos de los medios para realizar esta revisión, las conclusiones a que esto nos lleve, podrá ser no sólo el cimiento de un voto en favor o en contra, sino el señalamiento de caminos viables para mejorar el ejercicio del gasto y, por lo tanto, hacer al pueblo todo el bien que reclama y merece.

Acción Nacional insiste, nuevamente, en que se pongan los medios para que el estudio de los libros de la Cuenta Pública sea eficaz para los representantes de todos los partidos políticos. Ya en otras ocasiones hemos expresado la dificultad material que presenta el que la Secretaría de Hacienda únicamente envíe a esta Cámara sólo un tanto de los estados y anexos financieros de la Cuenta Pública; si a esto se agrega que una gran parte del corto tiempo están disponibles dichos estados los tienen los compañeros diputados que integran la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, resulta que sólo un tiempo mínimo podemos contar con ellos el resto de los diputados que militamos en otros partidos políticos.

Esta dificultad se allanaría si la Secretaría de Hacienda y Crédito Público nos enviara los tantos necesarios para que desde el día que llegan para su estudio pudiésemos disponer de ellos hasta el día del debate.

Los diputados de Acción Nacional pensamos, además, que por lo menos debería destinarse un día para cada aspecto importante de la Cuenta Pública, un día para la del Gobierno Federal, otro para sus organismos descentralizados y empresas de su propiedad y otro para la Cuenta Pública del Distrito Federal, como un paso preliminar para lo que Acción Nacional ha demandado desde hace varias legislaturas, a saber: que se dedique un período ordinario de sesiones para estudio del presupuesto y de la Cuenta Pública. Esto sería dar un mínimo de congruencia a nuestra grave responsabilidad de legisladores al calificar el gasto público, pues si para llegar a emitir una opinión con base en la auditoría de los estados financieros de una empresa comercial o industrial cualquiera, el auditor, con su equipo, debe estar trabajando no solamente en los libros, sino en la revisión de comprobantes durante todo el año que se va a calificar, con mayor razón los libros de la Cuenta Pública, sobre la cual hemos de emitir una opinión fundada, técnica y responsable.

El hecho de que hayamos tenido la oportunidad de escuchar la opinión de técnicos calificados en diversos aspectos de las finanzas públicas, que han ayudado a orientar nuestro criterio. El hecho de que se observe una tendencia en la presentación de los estados financieros de la Cuenta Pública para hacerlos más analíticos y claros, y el reiterado ofrecimiento de funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, encargados de la elaboración y control del presupuesto, de superar el presupuesto por ramos para llegar al presupuesto por programas. A pesar de las obvias dificultades que esto implica, consideramos que son factores positivos, que no tendremos empacho en reconocer, pero que consideramos constituyen sólo un paso más en el largo camino aún por recorrer para llegar al objetivo de factores óptimos, que nos permitan cumplir plenamente con nuestra responsabilidad histórica legislativa.

A tal fin, haremos algunos breves comentarios respecto de aspectos de la Cuenta Pública Federal y de los organismos y empresas descentralizados.

Me referiré en primer término a los egresos federales; como lo señala el dictamen, hubo una desviación en la ejecución del Presupuesto de 19.7% lo que viene a significar un aumento aproximado del 5% respecto de la desviación sufrida en el ejercicio de 1973, pues en 74, de un presupuesto aprobado de 230,961 millones, se gastaron 276,538 o sea en números absolutos, nos excedimos en la ejecución del Presupuesto con 45,577 millones.

Por otra parte, aunque los egresos del Gobierno Federal y de los organismos y empresas propiedad del Gobierno Federal tuvieron una desviación equivalente, desafortunadamente no sucedió lo mismo con los egresos correspondientes al pago de la deuda pública, pues lejos de subir en un porcentaje similar al aumento general del gasto, éste disminuyó, se pagó 12% menos que lo programado según el presupuesto original, de los 23,746 millones presupuestados de deuda, únicamente se cubrieron 20,896 millones incluidos subsidios para el pago de deuda o intereses a organismos y empresas; o sea

2,850 millones menos, situación que realmente no entendemos pues pensamos que uno de los renglones más exactos en la ejecución del presupuesto de egresos debería ser el de la deuda. Por lo visto el Gobierno Federal con todos los medios que tiene a su alcance hasta la fecha no ha logrado establecer un sistema de control eficaz de nuestros adeudos, con el fin de estar en condiciones no sólo de saber cuánto es lo que debemos, sino siquiera cuáles son los vencimientos a cubrir en el ejercicio para la cual se aprueba el presupuesto de egresos y cumplirlos.

Respecto de los ingresos federales, como el dictamen lo afirma, los ingresos totales del Gobierno Federal y de los organismos y empresas descentralizadas sumaron la calidad de 281,626 millones de pesos de los cuales 140,489 millones lo fueron de los organismos descentralizados y empresas paraestatales, siendo conveniente destacar que de estos 15,289 millones, el 10.8% lo fue por concepto de cuotas para el Seguro Social a cargo de Patronos y Trabajadores.

Dentro de los ingresos por impuestos, el más importante siguió siendo el Impuesto sobre la Renta, con una recaudación de 36,409 millones que significan el 25.8%; le siguieron los impuestos a las industrias y a la producción y comercio, a la tenencia y uso de bienes y a servicios industriales con 18,140 millones, o sea el 12.9%; el impuesto federal sobre Ingresos Mercantiles: 18,100 millones, equivalente al 12.8% el impuesto sobre las erogaciones por remuneración al trabajo personal prestado bajo la dirección y dependencia de un patrón: 1,275 millones, equivalente al 0.9%.

Contrastan estas percepciones con los ingresos derivados del financiamiento, o sea los nuevos empréstitos contratados, que ascendieron a 47,005 millones, que significan el 33.3% del total del ingreso federal; es decir, que una tercera parte de los ingresos del Gobierno Federal, provinieron de adeudamiento; pedimos prestado tanto para poder financiar el Gasto Público, y si sumamos todos los ingresos por los impuestos a las industrias y sobre la producción, y comercio, a la tendencia y uso de bienes y servicios industriales, el Impuesto Federal sobre Ingresos Mercantiles, los Impuestos de Timbre, los Impuestos sobre la Importación, los Impuestos sobre la Exportación, arrojan un total de 47,023 millones, cantidad sensiblemente igual a los 47,005 millones que tuvimos que pedir prestados durante el ejercicio de 1974.

Esto significa, en teoría cuando menos, que tendríamos que duplicar los actuales impuestos mencionados u otros, para poder equilibrar el ejercicio del presupuesto de egresos con los ingresos reales por impuesto, productos y aprovechamientos, e impedir así que siga creciendo la deuda. También conviene señalar que de la totalidad de los ingresos federales 123,430 millones, el 87%, se recauda en efectivo; pues 10,934 millones equivalentes al 7.7%, correspondieron a las participaciones a las entidades federativa; y 6,773 millones, el 4.8% del total del ingreso federal, correspondió a los subsidios compensados.

Con referencia a la participación que reciben los Estados respecto de los impuestos federales, pensamos que esta es raquítica e insuficiente y que en beneficio del Pacto Federal, esta debería hacerse en forma más amplia y equitativa, pues como cuando en el presente, la distribución del ingreso federal es en su mayor parte por medio de obras federales, estarán siempre sujetas al vaivén político de las simpatías del centro hacia las administraciones de los Estados.

Los ingresos federales, virtuales por subsidios compensados, son ingresos no recibidos por reducción de impuestos y casi una exención fiscal, con la diferencia de que ésta libera a los causantes, de la obligación de pagar impuestos, de acuerdo con la ley, mientras el subsidio virtual, tiene la naturaleza de un convenio, mediante el cual el Gobierno paga por cuenta del causante la totalidad o parte de sus impuestos durante la totalidad o parte de sus impuestos durante un tiempo determinado.

Y esto, es mediante un Decreto o autorización del Poder Ejecutivo. Sólo así ha sido posible que el Ejecutivo subsidie a los extranjeros, por ejemplo con el 15% de impuestos al consumo, vigente sólo para mexicanos.

Respecto de la inversión pública, y la ponderación que el dictamen sometido a nuestra consideración hace de la inversión pública, el análisis de esta debería hacerse por separado lo que corresponde al Gobierno Federal, ya que su enfoque, en conjunto, puede llevarnos a conclusiones equivocadas pues son obvias las diferencias en el desarrollo social y económico que corresponde al resto de la República. Con el fin de hacer una evaluación más real, sería conveniente pedir a la Secretaría de Hacienda y a la Secretaría de la Presidencia hacer esa separación.

Me voy a referir ahora al balance de la Hacienda Pública Federal. Al observar la situación financiera de la Hacienda Pública Federal, dentro del activo de administración que en total importa 21,000 millones de pesos, nos llama la atención el concepto relativo a "remesas en tránsito de organismos descentralizados y empresas propiedad del Gobierno Federal", por valor de 1,091 millones de pesos, pues técnicamente esto significa que en el momento de cerrar las cuentas para elaborar el balance, por una parte, los organismos y empresas descentralizadas consideraron en sus contabilidades haber entregado al Gobierno Federal esa cantidad; pero por la otra parte, el Gobierno Federal no se da por recibido aún de esa cantidad, puesto que así fuera, debía figurar en sus cuentas de cajas, en lugar de simplemente darse por enterado de que le han sido remitidas esas cantidades, que literalmente están en el aire, pues no las tienen las empresas descentralizadas ni tampoco el Gobierno Federal, y dada la importancia de su monto, debe

aclararse ¿qué pasa con esos mil millones de pesos?, pues aunque en 1973 estas remesas en tránsito importaron 2,300 millones de pesos, y en 74, bajó a 1,091, consideramos que debe haber sobre este renglón un estricto control.

El activo del Erario suma 146,000 millones de pesos; está formando especialmente por inversiones, tanto directas del gobierno como a través de Nacional Financiera. Hay entre esas inversiones unas "especiales", por 6,000 millones de pesos, puesto que esa palabra "especiales" no dice nada a nadie, convendría que su rubro fuese modificado.

También se encuentra dentro de ese rubro de inversiones, la deuda exterior consolidada de los Ferrocarriles Nacionales de México, 814 millones, inversiones del gobierno de acciones e instituciones bancarias, 10,800 millones de pesos, acciones en otro tipo de empresas diversas, 310 millones de pesos; fideicomisos por 17,000 millones de pesos, el patrimonio de los organismos y empresas por 95,764 millones. En realidad este renglón de inversiones del patrimonio de los organismos y empresas no se refiere al mencionado patrimonio de esas empresas y organismos que debía ser la acumulación de las inversiones reales iniciales incrementada por las aportaciones del Gobierno Federal a través de los años, no de los subsidios sino de las inversiones propiamente dichas; y este renglón no se refiere a esto, si no que es la suma de los capitales contables de las referidas empresas, es decir, las inversiones del gobierno en estos renglones, ya menguadas por las pérdidas sufridas en su operación desde que se inició la inversión del gobierno. La Presentación de los estados financieros de los organismos descentralizados y empresas para estatales en este capítulo de la integración del capital contable, debía ser una claridad meridiana, presentando el patrimonio original de la empresa, el aumento operado por las aportaciones subsecuentes del Gobierno Federal, las pérdidas acumuladas y las utilidades acumuladas, si las hubiera, en totales y por el ejercicio a revisión, y sólo así se podría hacer una evaluación del manejo de las empresas a través del tiempo, su incidencia en la Hacienda Pública Federal y determinar se están cumpliendo los objetivos no de utilidad necesariamente, sino de servicio social, pero honestamente administradas. Las inversiones del Erario deberían reflejarse en el balance por un aumento equivalente a la inversión, cosa que naturalmente no sucede, lo que demuestra que no son tales inversiones sino simplemente gastos.

Respecto del activo de bienes de inventario con un total de 85,486 millones, y que representa activos a saber: como carreteras, presas, construcciones, etc., destaca el importe de las construcciones en proceso, con un monto de 12,980 millones, y es de desear que la inversión representada en este renglón llegue a terminarse, y cumpla a función para la que fue proyectada, pues numerosos son los casos en los que no ha sido así, como las instalaciones de la planta procesadora de lana, en Durango, que no funcionó y ahora es chatarra; en el puerto de abrigo de Yucalpetén, en Yucatán, el puerto piloto de Alvarado, etc.

Debemos señalar que el renglón de "adquisiciones de bienes de inventario pendientes de conciliar", con un importe de 42,470 millones, que representa casi el 50 por ciento de este activo de inventario, y que debe depurarse y tender a disminuir, pues este renglón muestra una peligrosa tendencia. En 1972, llegaba a los 21,800 millones; en 1973, a 30,700 millones, y en 1974, se incrementó en un 38 por ciento respecto del año anterior.

El total del pasivo importa 182,900 millones de pesos, y si lo comparamos con el total del activo veremos que la hacienda pública o sea el capital contable de la nación importa 69,203 millones de pesos al 31 de diciembre de 1974.

O en términos porcentuales generales, de cada cien pesos, de recursos de activo, únicamente estaban pagados 27, el resto se debía, y eso sin descontar que en la realidad en breve tiempo deberán convertirse en gastos como los 814 millones de pesos de deuda consolidada de los Ferrocarriles Nacionales de México y otras.

Respecto del resumen funcional del Presupuesto del Gobierno Federal y de Organismos y Empresas, quisiera indicar que atendiendo precisamente a las indicaciones de los técnicos que se sirvieron orientarnos sobre la Cuenta Pública Federal, procedemos a hacer una análisis de la aplicación del Presupuesto de Egresos en su función económica y no como lo hicimos en otras ocasiones por ramos.

Si la ejecución del presupuesto tuvo un incremento del 19.7% vemos que este aumento se reflejó en el aumento del presupuesto para algunos programas y en otros disminuyó, porcentualmente hablando, dentro de las áreas cuyo presupuesto resultó incrementado con relación al total considerando el aumento de 19.7% general tenemos: Fomento y Conservación de Recursos Naturales Renovables cuyo ejercicio excedió de 28,983 millones a 41,928. Fomento, Promoción y Reglamentación Industrial y Comercial de 65,860 millones a 81,334. Bienestar y Seguridad Social de 28,052 millones a 34,841. Administración general de 11,030 millones a 20,050. Siendo este el que acusó una desviación mayor que del 4.8% original pasó al 7.3 en su aplicación real.

Dentro de los programas o áreas que sufrieron una disminución porcentual con relación al total, se encuentran Comunicaciones y Transportes que del 10.6 programado quedo aplicado el 8.6. Salubridad, Servicios Sociales y Hospitalarios que del 3.8 bajó al 3.2. Ejército, Armada y Servicios Militares del 3.2 al 1.9%; Deuda Pública que del 17% programas tuvo una aplicación real del 14%; y Servicios Educativos y Culturales que del 7.7 bajó al 7.1%.

Volvemos a lamentar que la importancia relativa, ya de por sí baja que se concedió a los Servicios Educativos y Culturales con una asignación del 7.7% del Presupuesto, se haya

visto disminuida al 7.1%, pues pensamos que dadas las necesidades de la educación en nuestra patria y la realidad en la que ni siquiera es posible cumplir con el mandato constitucional de prever educación primaria a todos los niños en edad escolar, este presupuesto debió haberse mantenido, por lo menos, en su importancia dentro de su asignación porcentual original y hasta hubiésemos visto con mucho agrado el que aumentara.

Y es precisamente en el renglón de enseñanza primaria donde del 2.6% bajó al 2.3% y en la enseñanza secundaria del 1.1% bajó al 0.9%, y más aún de los 3,301 millones programados originalmente para construcciones y conservaciones escolares, únicamente se aplicaron 3,170 millones y en otros servicios de esta área de 1,519 millones, únicamente se aplicaron 1,285.

Sabemos que las necesidades en edificios para aulas son tan apremiantes, sobre todo en el área rural, que sinceramente lamentamos esta desviación en disminución.

Ahora me voy a referir a la Deuda Pública del Gobierno Federal brevemente, para pasar a otro capítulo. No estamos de acuerdo en excluir del cálculo de la Deuda Pública las cantidades con vencimientos más o menos próximos. Debemos conocerla en su totalidad, ya que quizás son estos vencimientos más próximos, los que más presionen para la contratación de nuevos préstamos, con el fin de solventar los anteriores. Así pues, para su análisis nos basaremos en los datos que nos proporciona el balance de la Hacienda Pública Federal. En el año de 1970, de cada 100 pesos que obtuvimos de ingresos, 21 fueron por adeudos; en 71 fueron 19, en 72 pasaron a 29, en 73 a 33 y en 74 cada cien pesos de ingresos 33 fueron por préstamos. Hay una peligrosa tendencia en el incremento porcentual y absoluto de los ingresos provenientes de empréstitos, pues en 74 tuvimos 94,132 millones de ingresos ordinarios y 47,005 lo fueron por empréstitos; en cambio, la amortización de la deuda denota una cierta tendencia a decrecer en comparación con los ingresos ordinarios, pues de cada 100 pesos de ingreso ordinario en 1970, empleamos 11 para amortizar la deuda. En 71 y en 72 empleamos la misma cantidad, pero en 73 únicamente empleamos 8 pesos y en 74 sólo 7, lo que ha llevado a un incremento de deuda entre 1970 y 1974 de un 233%, pues únicamente del 73 a 1973, dio un brinco de 34%; al mismo tiempo se observara una tendencia a la baja en las sumas destinadas a su amortización.

Quisiera referirme a la deuda de organismos descentralizados y empresas propiedad del gobierno.

En 1974 los organismos y empresas del Gobierno Federal se endeudaron con 33,107 millones más, amortizaron deudas anteriores por 18,612 millones y considerando un saldo de la deuda al principio del ejercicio de 54,987 millones, al 31 de diciembre de 1974 la deuda de estas empresas ascendió a la cantidad de 69 millones, por cada 100 pesos que debíamos, tuvimos que adquirir empréstitos por 60 pesos, pagamos 34 pesos y al final aumentó el 26%.

De cada $100 adeudados, 31 eran internos y los otros 69 de empréstitos extranjeros.

Deuda total, intereses y servicios del Gobierno Federal y Organismos y Empresas: al 31 de diciembre de 1974. La deuda total del Gobierno Federal y de los Organismos y Empresas sumaba 229,148 millones de pesos, de los cuales 159,706, 70% correspondían al Gobierno Federal, y 69,442, 30% a los Organismos y Empresas.

Por cada $100 que debíamos al principiar el ejercicio, al término de éste, terminamos debiendo $131, de los cuales $70 eran del Gobierno y 30 de los Organismos y Empresas. Además tuvimos que pagar intereses, comisiones y gastos por servicio $15,511 millones. De cada $100 que pedimos prestados en el año de 1974, empleamos 32 para amortizar la deuda anterior, 20 para el pago de intereses, comisiones y gastos por servicio, y quedaron sólo 48 en apoyo de nuestra economía. Del total de la deuda, 148,551 millones son adeudos internos, y 80, 597 lo debemos al extranjero; es decir que de cada $100 de deuda, 65 son internos y 35 externos.

Aspectos generales de Organismos Descentralizados y Empresas propiedad del Gobierno:

Reconocemos que durante 1975 se dio un paso importante aunque aún incompleto, al publicarse, por la Secretaría del Patrimonio Nacional, aproximadamente 45 balances, a la fecha un poco más, de estos Órganos y Empresas, correspondientes al ejercicio de 1974 faltan poco mas de quinientos para que se haya dado cabal cumplimiento a la ley, e incluir en la Cuenta Pública cuando menos los más importantes, pues a la fecha, sólo son incluidos 25. Entendemos que hay organismos cuya función es de servicio social, en beneficio del pueblo de México, es decir, coadyuvan, o debían coadyuvar al bien común. Pero también decimos, como lo hemos denunciado en anteriores ocasiones, que existen empresas paraestatales en cuyos fines de operación no se justifica la actividad del Estado, no únicamente porque distraen de sus funciones gubernamentales propiamente dichas, sino porque representan para el pueblo de México cuantiosas inversiones que lejos de producir dividendos adecuados representan una carga para el Erario, porque arrojan pérdidas, agotan su patrimonio y sus recursos y para cuyo sostenimiento estamos obligando al pueblo de México a soportar una deuda pública cada vez más creciente y comprometedora para nuestros hijos.

En el año de 1974, los 25 organismos descentralizados y empresas paraestatales incluidos en la Cuenta Pública tuvieron ventas en conjunto por 99,042 millones. Su costo de venta fue de 86,103 millones, sus gastos de administración 6,221 millones; gastos de venta por 10,131 millones. Pagaron sueldos por 25,059 millones, que equivalen al 24.4% del total de sus costos y gastos, de los cuales 873 millones, el 3.5% lo fueron por inversión, y 24,186 millones, 96.5%

lo fueron por la operación. Tuvieron otros gastos por 4,064 millones; recibieron subsidios por 9,246 millones y en conjunto sumaron una utilidad de 1,768 millones, utilidad que evidentemente no es tal, sino que únicamente representa un exceso en el importe de los subsidios sobre sus pérdidas de operación.

Cabe hacer notar que según estas cifras el 49% de la supuesta utilidad fue invertido en sueldos de inversión. Por la simple enunciación de las anteriores cifras, no es posible llegar a alguna conclusión, pues en ésta se encuentran mezcladas todo tipo de empresas; desde las de servicios como puede ser el Seguro Social, hasta las comerciales como Aeronaves de México.

Me referiré a Petróleos Mexicanos. Esta empresa tuvo durante 1974 una venta de 31,711 millones de pesos, que representa el 32% del total de las ventas de organismos y empresas y aunque a finales de 73 se autorizó el aumento en el precio del petróleo y sus derivados con el fin, como se dijo entonces, de poner un precio de venta realista que le permitiera utilidades adecuadas para impulsar la reinversión, estas utilidades únicamente llegaron a 234 millones de pesos, equivalentes al 0.7% de las ventas, o sea que de cada 100 pesos, que vende Petróleos Mexicanos, únicamente obtiene 70 centavos de utilidad. Su capital contable, 25,927 millones de pesos, solamente le reditúa 90 centavos por cada 100 pesos. El pasivo titulado de Petróleos Mexicanos asciende a la cantidad de 12,725 millones, que representan el 17.5 del toral de pasivo de los organismos y empresas, lo que origina que tenga otros gastos por 505 millones. El importe de los sueldos pagados fue de 6,984 millones, equivalentes al 21.8% de sus costos y gastos; 399 millones fueron sueldos de inversión, 5.7% del total de los sueldos. No nos explicamos cómo puede invertir 399 millones en sueldos de inversión con una utilidad de 234 millones, sino por su creciente endeudamiento. Los sueldos pagados por PEMEX equivalen al 28.8% del total de sueldos de los organismos y empresas presentados en la Cuenta Pública. De cada 100 pesos de que dispone de recursos en su activo, a PEMEX únicamente pertenecen 31, ya que el resto son adeudos que gravitan sobre la empresa. Con esta cifra Petróleos Mexicanos se evidencia como una de las empresas típicas, mal manejadas en México.

Quisiera referirme a la Comisión Federal de Electricidad. La Comisión Federal de Electricidad tiene un pasivo de 35,205 millones de pesos, que representa el 48 por ciento del total del pasivo de los organismos y empresas.

Esto quiere decir que de cada cien pesos de recursos en el activo de la Comisión Federal de Electricidad únicamente están pagados 26.

El pasivo de esta empresa originó otros gastos que no se especifican, como tampoco en el caso de otros organismos y empresas durante el año, por 1,848 millones de pesos, equivalentes al 45 por ciento de los gastos de la totalidad de los organismos y empresas.

Sus ingresos fueron por 7,435 millones, su costo de ventas, 6,334 millones; gastos de administración, 183. Pagó sueldos por 2,311 millones, equivalentes al 35.5 por ciento de sus costos y gastos, de los cuales 289, 12.5 por ciento, lo fueron sueldos de inversión.

Su resultado obviamente fue una pérdida de 628 millones de pesos, aun después de aplicar un subsidio de 302 millones.

Caminos y Puentes Federales de Ingresos: Este organismo tuvo ingresos por 875 millones durante 1974, con una utilidad de 7 millones de pesos y desafortunadamente vemos cómo uno de los pocos organismos paraestatales con utilidades crecientes en años anteriores ha venido a reducir su utilidad. De cada cien pesos en el activo debe 71. Su pasivo titulado ascendió a la cantidad de 2,898 millones, lo que le originó unos gastos por 293 millones. Sus costos y gastos sumaron 575 millones, de los que 128 lo fueron por sueldos equivalentes al 22.2% del total.

CONASUPO: Compañía Nacional de Subsistencias Populares. Las ventas de este organismo fueron por 9,583 millones y su costo de venta importó 11,182; sus gastos de administración 334 millones, sus gastos de venta 2,137; pagó sueldos por 139 millones, tuvo otros gastos por 117 millones y una pérdida por 134 millones, después de aplicar un subsidio de 4,054 millones, equivalente al 44% de la totalidad de los subsidios del Gobierno Federal a sus organismos y empresas contenidos en la Cuenta Pública.

Su pasivo titulado ascendió a 3,208 millones, es de hacer notar que la deuda de este organismo se ha venido incrementando en forma alarmante, pues de 350 millones que debía en 1971, y habiéndose reducido a 300 millones en 1972, se elevó en 1973 a 1,280 millones y llegó en 1974 a 3,208 millones.

Dadas las funciones de este organismo podríamos afirmar que nos estamos endeudando en forma creciente para poder comer, que comemos de fiado, cabe hacer notar que del pasivo en 1974, 1,435 millones lo fueron de deuda interna y 1,773 de deuda externa a pagar en dólares.

Respecto de CONASUPO, es importante hacer notar que la Dirección Nacional de esta empresa no proporcionó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público los intereses ni la tasa de interés anual de sus empréstitos en 1974. Lo que representa no únicamente una falta administrativa que debe ser sancionada, sino que puede estar ocultando una situación peligrosa de pasivo, de empréstitos contratados en situaciones muy desventajosas, impedida por las necesidades apremiantes de adquirir en el extranjero en 1974 y seguramente representa un pasivo con vencimiento de inmediato que quizá deba ser renegociado.

Aeronaves de México es quizá más que Petróleos Mexicanos, el ejemplo típico de empresas paraestatales en las que el Estado refleja su ineficacia administrativa en detrimento del erario, pues no únicamente no llena una función

social, sino que al pueblo de México se le obligó en 1974 a subsidiarla con 177 millones de pesos; y aun así, a resentir pérdidas por otros 115 millones de pesos. Sus ventas ascendieron a 1,810 millones, el costo de ventas 1,566 millones, sus gastos de administración 99 millones, gastos de venta 347 millones, pagó sueldos por 564 millones equivalentes al 28% de sus costos y gastos. Tuvo otros gastos de 89 millones y el total de su pasivo titulado ascendió a 818 millones.

El total de su activo importa 2,436 millones y su capital contable solamente 46 millones, o sea, que de cada 100 pesos de recursos en el activo, de Aeronaves de México únicamente están pagados 1.88 centavos, lo que evidencia la quiebra de esta empresa. Por otra parte, el monto del capital de Aeronaves de México, de su capital contable, es únicamente de 46 millones de pesos, como afirmaba, suma ridículamente baja a la que ha llegado por sus continuas pérdidas de operación. Esta suma no es ni la mitad de lo que cuesta un avión de los que utiliza Aeronaves de México. El activo circulante de Aeronaves de México importa 844 millones de pesos, pero su pasivo circulante es de 951, o sea, que de cada 100 pesos próximos a vencer, únicamente cuenta con 88 pesos de supuestos recursos para pagarlo.

Aeronaves de México es una empresa pésimamente administrada por el Gobierno, dada su situación financiera debió haber desaparecido hace ya tiempo, si el Estado sigue subsidiándola y resintiendo sus pérdidas, lejos de justificar su existencia nos obliga a exigirle al Gobierno que diga cuál es su política y su filosofía en materia de empresas paraestatales, pues tiene enfrente el ejemplo de otra compañía privada, Mexicana de Aviación, cuya operación sí deja utilidades, cuyo manejo sí deja dividendos a sus inversionistas; el contribuyente, el pueblo de México, no tiene por qué pagar el resultado de una pésima administración, si no es que otro despojo organizado.

Compañeros diputados, quisiera sacar algunas conclusiones de lo expuesto ante ustedes anteriormente. Ante el cuadro de los deficientes ingresos federales, la aplicación del Presupuesto de Egresos y el creciente endeudamiento para financiar la diferencia, unido a la precaria participación a los Estados en los ingresos federales y las de hecho exenciones fiscales bajo la forma de subsidios compensados, llegamos a las siguientes conclusiones: Primera, Los recursos para la actividad del Estado y el cumplimiento de sus fines, provienen de recursos propios mediante la tributacion y de recursos ajenos que significan el endeudamiento. En la medida que un gobierno no quiere reestructurar sus tácticas tributarias, porque lo de 1974 no fue una reestructuración de prácticas tributarias, fue un simple aumento de algunos impuestos, decía yo, en la medida que un gobierno no quiere reestructurar sus tácticas tributarias, tiene que recurrir al endeudamiento como medio para conservar o mejorar su imagen política, lo cual hace que una carga que debiésemos afrontar las generaciones actuales y proveer las bases para su solución a las generaciones futuras, la estamos pasando precisamente a estas generaciones al no decidirnos a reestructurar el sistema tributario con el fin de que sea adecuado a las necesidades en el cumplimiento de los fines del Gobierno en su promoción del bien común. Podríamos decir que: -Di a quién te animas a cobrar impuestos y te diré con quién quieres quedar bien, porque en nuestra patria, la carga fiscal incide precisamente en lo que se ha llamado el causante cautivo, que son en su mayoría personas de modestos recursos económicos y de medios bajos, mientras los grandes ingresos ya sea de funcionarios públicos y de grandes comerciantes y de grandes industriales, pertenecen relativamente intocados; situación más propia de un modelo estabilizador de desarrollo destinado a dar tratamiento preferente a la formación de capitales, que a la redistribución de éstos con beneficio para las mayorías.

Pensamos que como un medio de adecuar los ingresos federales del gobierno, éste debe pensar en una verdadera y trascendente reforma impositiva que haga que la recaudación de impuestos sea suficiente y no deficitaria, por una parte, y que éstos sean equitativos y proporcionales, y no descansen desequitativamente sobre el que menos tiene, que es el asalariado.

Una adecuada reforma impositiva nos llevaría a pensar en la necesidad de volver a dar vigencia a impuestos que en forma eficaz pudieran ayudar a la repartición de los bienes de capital, como lo es el Impuesto sobre Herencias y Legados, mismo que por Decreto Presidencial, desde hace trece años se encuentra derogado.

Una reforma que contemplara la necesidad de un rígido control del causante para evitar las cuantiosas evasiones fiscales que según declaraciones de funcionarios de Hacienda, ésta puede llegar en la actualidad al 100% de lo que se recauda de impuestos, y la persecución eficaz del contrabando, no tanto a nivel de publicidad, sino con medidas adecuadas, que impidan la creación de lo que en la actualidad constituyen centros de contrabando que dan la impresión de que al margen de las esporádicas batidas para evitarlo, existe un contrabando que casi parece contar con la protección oficial.

Segundo. El gasto público debe ser con un escrito criterio de jerarquización, de acuerdo con prioridades convenientes a nuestro desarrollo. En este aspecto pensamos que el presupuesto por programas que ya nos ha sido anunciado, puede llegar a ser decisivo.

Tercero. También pensamos que si el Ejecutivo es el encargado tanto de la obtención de los recursos como de la aplicación de los mismos conforme a un programa de desarrollo con justicia, el Ejecutivo debe mostrar una honestidad intachable en el manejo de los dineros del pueblo, en la misma medida que se exija al causante una mayor conciencia fiscal y una más amplia contribución para este desarrollo.

En Acción Nacional pensamos que el día en que el gobierno, todos los funcionarios del gobierno, demuestren esto, honorabilidad, o se les obligue, mediante la drástica aplicación de la Ley de Responsabilidades, ese día se restablecerá la fe en las instituciones y quienes la representan por parte del pueblo de México.

Muchas gracias. (Aplausos)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Alejandro Cervantes Delgado.

El C. Alejandro Cervantes Delgado: Con permiso del señor Presidente, H. Asamblea, señoras y señores: Indudablemente este debate, como se ha afirmado antes, es de gran trascendencia, puesto que nos brinda la oportunidad de examinar uno de los aspectos fundamentales de la política económica del gobierno del Presidente Echeverría.

Efectivamente, analizar el gasto, examinar el ingreso fiscal ordinario y revisar los recursos extraordinarios, tiene una gran trascendencia, puesto que, junto con la operación de los organismos y empresas públicas, nos da la oportunidad de examinar la política fiscal adoptada el año anterior.

Por eso hacemos votos para que, como dijeron el diputado Hinojosa y el diputado Labastida, este debate se conserve en un nivel de altura, que se dé prioridad a la idea, a la tesis, y no al adjetivo; que se sepa discriminar lo fundamental, lo trascendente, de lo subsidiario, de lo secundario y del detalle.

Afirmaba el diputado panista que me antecedió en la palabra, que no se tuvo tiempo suficiente para consultar los documentos, puesto que no tuvieron la oportunidad de tener la Cuenta Pública para su examen. La simple enumeración de las cifras que nos acaba de señalar viene a contradecir esa afirmación. Por otra parte, hay elementos para demostrar que las Cuentas Públicas estuvieron en las oficinas de su partido desde el día 2 de octubre hasta el día de anteayer. Entonces, pues, considero que es errónea o mentirosa esa aseveración.

La Comisión que presido ha tratado de que se den facilidades a todos los diputados, independientemente de su partido, para tener acceso a estos documentos, y como lo afirmó el diputado Hinojosa, y así lo reconoció honestamente, creemos que en esta ocasión, además de los documentos que adicionalmente envió el Ejecutivo con la Cuenta Pública, nos pusimos el día 12 de noviembre en este mismo lugar, la Comisión de Presupuesto y Gasto Público a la disposición de todos los diputados para que tuviéramos oportunidad desde entonces y hasta ahora, de esclarecer una serie de dudas que indudablemente resultan por la complejidad de un documento de esta naturaleza, especialmente las de carácter contable, como las que acabamos de escuchar. Realmente necesitaría yo tener facultades de grabadora para poder retener ese chorro de datos contables.

Creo yo que eso pudimos haberlo hecho en estas tres semanas que han mediado entre la primera lectura del dictamen y este debate. Sin embargo, la Comisión insiste, y podemos examinarlo posteriormente, porque ahora únicamente se han presentado una serie de datos y de conocimientos contables del señor legislador; parece ser que con el objeto de sembrar una duda. Y estimamos que tal actitud no corresponde al esfuerzo hecho por el Poder Ejecutivo para atender las recomendaciones que en su oportunidad le hicimos nosotros en nuestra calidad de diputados. Ello representa un avance de consideración y no considero justo dejar deliberadamente con mala fe dudas personales que se pueden capitalizar en otro sentido y sin ningún fundamento.

Sin embargo, entre las cosas que se aseveraron por parte del diputado Fernández del Campo, hay aspectos de interés que logré captar, y en su oportunidad haré referencia a ellos.

Brevemente quiero señalar lo siguiente: el presupuesto de egresos para 1974, como se sabe, fue aprobado unánimemente por todos los legisladores en diciembre de 1973; y discrepo también de alguna opinión en el sentido de que los objetivos que ese documento expresó, y que animaron a todos nosotros a su aprobación, no se hayan cumplido.

Efectivamente, como se dice en el dictamen, los principales objetivos sí creemos que se han cumplido en su parte sustancial. La presión inflacionaria se empieza a controlar, puesto que las medidas para combatirla no ejercen un efecto a corto plazo. Este año es evidente que la carrera alcista de los precios comienza a ceder y los datos sobre los niveles de precios así lo confirman.

De que se dio prioridad a los sectores económicos que señaló el Presupuesto, las cifras de la Cuenta Pública así lo evidencian. De que se procuraba elevar el nivel de vida del campesino y de asegurar el abastecimiento popular de alimentos, es cierto que el abastecimiento no fue en su mayor parte proveniente, por factores del estado del cielo, de la producción nacional, y de ahí el esfuerzo financiero que se hizo para realizar costosas importaciones y llevar así alimento a las masas populares, y sí se elevó el ingreso del campesino, puesto que la nueva política de precios de garantía indudablemente que ha significado un aumento importante en el nivel de vida de los trabajadores del campo. Además, independientemente de los recursos presupuestales, los recursos de carácter crediticio se han estado llevando en forma más intensa a nuestros hermanos los campesinos.

Decía el respetable diputado Hinojosa que algunos de los objetivos no se cumplieron; que en el proyecto de Presupuesto se decía que se diversificarían los mercados de exportación de los productos agropecuarios. Nunca en la iniciativa del Presupuesto se dijo esto. Seguramente hay una confusión. En el documento que adicionalmente mandó el Ejecutivo a la Cuenta Pública, se afirma que es una meta lograr diversificar la exportación de nuestros productos, pero no se habló en forma expresa de los productos agropecuarios.

Respecto a que se decía que no habría endeudamiento externo, también es falso.

En la página 21 de la iniciativa del Proyecto de Presupuesto de Egresos, todos los diputados que estamos acá aprobamos una partida en la cual se previa una deuda de 41,000 millones de pesos, correspondiendo al 28% del total, o sea 11,000 millones de pesos en números redondos por concepto de deuda externa.

Consideramos nosotros que el ejercicio del presupuesto que aprobamos para 1974 sí corresponde en términos relativos a lo que se nos presentó en dicho proyecto. Sin embargo, hubo un incremento muy importante en los niveles del gasto, de casi el 20%, y en el dictamen hacemos un esfuerzo para explicar que ese incremento fue consecuencia, fundamentalmente, de los precios más altos que el gobierno, los organismos y empresas tuvieron que pagar tanto en el mercado nacional como en los mercados extranjeros. Esos fueron los efectos directos de la inflación, o ¿qué se quería ahogar al sector público y que no dispusiera en su oportunidad de la maquinaria, del equipo, de las materias primas y demás artículos que de importación o en el país se tienen que adquirir?

Por otra parte, también fueron las medidas para contrarrestar la inflación, las que influyeron en el aumento del gasto, especialmente la decisión del gobierno para conservar y mantener el poder adquisitivo de los sueldos y los salarios. Se abatió así el mito de que el salario es una fuente importante para provocar una mayor inflación. Se ha demostrado que los aumentos en los sueldos y los salarios no son elemento importante para que los precios aumenten. Aquí se ha dicho, con bastante tino, que son las utilidades, las grandes utilidades de los poderosos las que sí presionan a los precios hacia el alza, ¿o qué se pretendía que se congelaran los sueldos y los salarios y que fueran los obreros, los campesinos, los integrantes de la clase media baja los que resintieran negativamente los efectos de esa alza de precios? ¿O qué se pretendía que se presentara hambre, especialmente en los sectores populares, al no haberse importado artículos que por malas condiciones de cielo y por deficiencias estructurales que venimos arrastrando de 2 décadas para acá, impidieron la oferta interna suficiente de los productos alimenticios que consumen fundamentalmente los amplios sectores de la población?

Esos son los grandes factores por lo que se tuvo que gastar más de lo que aquí aprobamos, y no existe impedimento legal para ello, puesto que se cumplió totalmente con lo que previenen nuestros ordenamientos jurídicos que regulan el ejercicio del presupuesto, y menos, como apuntaba el maestro Labastida, hay objeciones de carácter moral, ya que el ejercicio del Presupuesto exige cierta flexibilidad, de acuerdo con las situaciones contingentes y sobre todo para satisfacer las necesidades fundamentalmente de carácter social.

Pero bien, esto únicamente sucedió en México? ¿Sólo México y su gobierno se vieron obligados a gastar más? Se ha dicho aquí, y se ha dudado que sean los factores importados, los provenientes del exterior, los que presionaron fundamentalmente el fenómeno inflacionario en nuestro país.

En un estudio que publica anualmente la Comisión Económica para América Latina se hace un análisis de la situación económica en Latinoamérica y en él se reconocen 3 grandes grupos de países, en función de los factores que provocaron la inflación en el año de 1974. El primer grupo está representado por los países en donde el predominio de la inflación se debió a los factores importados y México, señores, está considerado oficialmente por ese organismo internacional de gran autoridad técnica, como uno de los países en que los precios en el año de 74 aumentaron 21% por el predominio de la inflación importada. Además está Paraguay; Ecuador, cuyo aumento fue del 22%, y otros como Honduras y Venezuela, en que fue de alrededor del 13%.

Un segundo grupo se integra por los países en que se combinaron los factores internos con los factores externos, y son: Argentina, Bolivia, Brasil, Barbados y Costa Rica, cuya inflación fue entre el 30 y 40%. Por último, en el grupo tercero, están dos países en que el efecto de los factores inflacionarios domésticos fue determinante. Estos países son Chile, en donde los precios en el año pasado crecieron casi cuatro veces: 375%, y Uruguay donde los precios se duplicaron en el término sólo de 12 meses.

Ahora bien, ¿qué efecto tienen estas situaciones inflacionarias sobre las operaciones fiscales?

En México, lo estamos viendo, el gasto superó en 19% a lo aprobado. Veamos los datos del mismo estudio a que antes hice referencia: En tanto que en México el gasto público aumentó en 35%, en Ecuador aumentó 80% respecto a 73; un 34% en Brasil; 24% en Colombia; 54% en Argentina, 24% en Francia, (este dato ya no es del estudio de Latinoamérica, sino del Internacional Financial Estadísticas, sino por cierto alguna vez por un señor diputado panista); en Argentina, decía yo, aumentó 54%, Francia 24%, Reino Unido 27%, Uruguay 94%, Colombia 30%. ¿Y cómo se reflejó este gasto en el aumento del déficit, que en México, en 74 respecto en 73, se incrementó en un 24%? En Argentina el déficit aumentó 58; en Inglaterra, 49%; en Argentina, 2.5 veces aumentó el déficit; en Uruguay, 450%.

Aquí deseo hacer algunas consideraciones sobre unos términos satanizados: "el déficit" y la "deuda pública".

Como lo reconoce el documento que vino anexo a la Cuenta Pública, y lo enfatizamos nosotros en nuestro dictamen: se gastó más por las razones que explicamos y que consideramos plenamente justificadas. Se gastó más y hubo necesidad de endeudarnos más. Así fue, efectivamente. Pero, ¿qué el tener déficit un gobierno, el incurrir en deuda es en sí mismo una cosa negativa, mala? Señores, creo que sobre la deuda pública y el déficit conviene hacer algunas reflexiones. En México, desde 1956, el gobierno federal, el sector público, no ha vuelto a operar con superávit. Sería criminal, a mi juicio, que una política fiscal y financiera y

de inversión pública, mantuviera existencias importantes como superávit, ante un creciente cúmulo de necesidades y de carencias, por parte sobre todo de nuestro pueblo. Además -y aunque eso no vale la pena tocarlo acá -, ha quedado superada la teoría económica tradicional en el sentido de que el gobierno debe tener el menor presupuesto posible y por tanto tener un presupuesto equilibrado. En una economía mixta como la nuestra, el Estado asume, y debe asumir invariablemente, la alta responsabilidad de mantener los más altos niveles de producción y de ocupación para las personas que llegan a la edad de trabajar. Es necesario que el Estado acelere y dirija el desarrollo económico del país. Consecuentemente, es frecuente y es casi sistemático, diría yo, que en todos los países en la actualidad, se opera en términos deficitarios.

Pero hablar de la deuda pública hoy en día, criticarla, y aun satanizarla, como decía antes, se ha vuelto cosa tan común como hablar de cosas deportivas. Mucha ligereza para hablar de déficit y de la deuda pública el nivel de la deuda pública aquí en México, en cualquier otro país, ahora y en cualquier tiempo, no determina por sí mismo la situación económica y financiera de un gobierno. Es necesario, si hay buena fe y sentido de responsabilidad para analizar los problemas económicos fundamentales del país, relacionar el nivel de la deuda pública con una serie de magnitudes como es la cifra del producto nacional en el país, y conocer el origen de esa deuda, y sobre todo a dónde se dedican los préstamos, a qué tipo de actividades. Cuando nos endeudamos para gastar de inmediato en bienes de consumo lo proveniente de ese crédito, eso sería muy negativo. En tiempo de guerra, cuando los países se han endeudado en cifras estratosféricas para salvar compromisos derivados de la situación bélica, es también una deuda negativa, es una deuda que se conoce con el nombre de deuda "lastre", ya que pesa sobre la economía y sobre las generaciones futuras. Pero cuando el endeudamiento va dirigido a fortalecer sectores económicos que requieren una mayor inversión, cuando el endeudamiento garantiza que la economía seguirá creciendo, que se aumentará el número de transacciones, que se generará mayor número de plazas para tener empleo, entonces en esa medida la deuda pública se justifica sobre todo, repito, si los nuevos compromisos se conservan dentro de la capacidad de endeudamiento de un país.

Los enemigos declarados de la deuda pública pronostican el hundimiento de nuestra economía a causa del incremento de aquélla. Nos dicen que se está comprometiendo el futuro de las próximas generaciones; que el país está siendo hipotecado. Lo que pasa, decíamos, es que al analizar el crecimiento de la deuda, sus críticos cometen un error que se ha vuelto común. No consideran que el producto bruto crece; que el crédito se invierte, como decíamos antes, de manera productiva; que los empleos se multiplican; que los servicios se extienden; que sube la producción y se estimula la demanda. En fin, que el país progresa y asciende su economía. Pero veamos cosas de más importancia a nuestro juicio.

Para que la operación de un sistema de crédito público se realice en las mejores condiciones del beneficio social y político, se requiere paz interna y paz exterior, avanzada organización administrativa, moralidad en el personal político y burocrático.

Por otra parte, las bases para el pago de la deuda son los impuestos como fuente normal de los ingresos gubernamentales. Sana administración presupuestal; control de los gastos e ingresos, y expansión de los negocios del Estado y mayor actividad en el sector privado.

Trabajar porque se den estas condiciones, creo yo es lo que más debe preocuparnos. Sobre todo en la tarea que nosotros como legisladores debemos de tener, y de donde dependerá el juicio que hagan de nosotros mismos las subsiguientes legislaturas. Y más importante aún, el juicio que merezcamos de las generaciones futuras.

Cuando se dice que México ha rebasado ya su capacidad de endeudamiento, quienes lo afirman tienen en mente las experiencias de otros países. No olvidemos a Gran Bretaña en la época de la guerra, en donde la deuda llegó a duplicar el monto de su producción anual de bienes y de servicios. Pero no olvidemos también a Alemania, que, no obstante un nivel de deuda muy fuerte, fue capaz de sanear su economía, y de un estado deficitario en sus ingresos fiscales y en sus relaciones comerciales con el exterior, se volvió una nación poderosa y superavitaria.

Si una generación derrocha los recursos que ha obtenido por préstamos, y de manera especial los que proviene del exterior, tendrán los hijos que pagar los pecados de los padres, pero si tales recursos fueron utilizados de manera inteligente y racional, las futuras generaciones - óigase bien - nuestros hijos, nuestros nietos, recibirán un país en mejores condiciones que en caso de que no se hubiera endeudado el gobierno, o bien que los recurso se hubieran aplicado en forma irracional e injustificada.

Y este es el caso que a nuestro juicio ha sucedido en México durante los últimos años. Ante la gran disyuntiva que tuvo nuestro gobierno de gastar menos y detener el desarrollo económico y provocar desocupación y bajar los niveles de subsistencia de las grandes masas populares, ya de por sí muy oprimidos, el gobierno de Luis Echeverría prefirió endeudarse.

En esta forma se ha aumentado la red de carreteras, se han incrementado las obras de riego, se ha fortalecido nuestra capacidad de producción de petróleo, de producción de electricidad, de producción de fertilizantes, de productos petroquímicos. ¿Qué hubiera sido preferible ajustarnos al ingreso ordinario, débil que tenemos, y no endeudarnos y estar padeciendo ahora y dejarles a nuestros hijos problemas de comunicación, de energéticos y de otros artículos básicos para el desarrollo? Y esto se atendió sin descuidar aspectos sociales tan importantes como la educación, la salubridad y

la seguridad social. Un gran esfuerzo financiero y una gran visión de estadista. Se prefirió la posición sujeta a críticas, a críticas superficiales, pero se gobernó, y se está gobernando, en función de los intereses de quienes nos van a suceder.

Pero entiéndase bien por favor, no quiero afirmar con lo anterior que éste sea el mejor y el último camino para el futuro desarrollo del país. De manera enfática lo dijimos en el dictamen y de manera enfática lo reiteramos en esta tribuna. Justificamos el endeudamiento en sus últimos años porque la otra opción, la disyuntiva que había, hubiera ocasionado perjuicios sociales para la gran mayoría del pueblo. Sin embargo, el futuro desarrollo económico de México no justificará seguir esta misma política fiscal y financiera. En la medida que existan situaciones inequitativas e irregulares como consecuencia de un mundo injusto en sus relaciones con los paísese pobres, y en un mundo desorganizado y de carácter selvático como atinadamente se ha dicho, ha sido necesario hacer un sacrificio financiero para garantizar el porvenir de las generaciones que nos continuarán.

No hemos rebasado nuestra capacidad de endeudamiento, y los datos los damos en el dictamen, pero debemos advertir que si esto sigue así podemos llegar a límites inconvenientes.

No estamos pues, en un precipicio que con un simple empujoncito caigamos al caos económico, financiero y social. No estamos en eso, pero con el suficiente sentido de responsabilidad debemos de prever un cambio en la política financiera y fiscal. Se justifica pues, a nuestro juicio, por las razones antes señaladas, la política fiscal y financiera seguida por el gobierno de Luis Echeverría, pero en los años futuros, para no seguir endeudándonos, debemos de cambiar procedimientos.

Y aquí quiero hacer algunas reflexiones que como padres y abuelos, los que ya lo somos, tenemos que formular con un gran sentido de responsabilidad en relación al mundo y al país que esperan nuestros hijos. ¿Cuál es el elemento fundamental para que crezcamos, para que haya empleos, para que haya bienestar social? Es el capital, señoras y señores, es la inversión, y México es un país pobre, en términos relativos no tenemos grandes recursos de capital. De allí los niveles de vida tan bajos de una gran parte de los mexicanos; de allí el problema que se agudiza por la falta de fuentes de ocupación. Ahora debemos continuar desarrollando con el doble objetivo: crecer, que aumente la producción, que aumente el ingreso, pero que el beneficio social llegue a los obreros y a los campesinos.

No compartimos la tesis consistente en que primero debe hacerse crecer el pastel y después distribuirlo. Esta tesis es reaccionaria y desechable por lo tanto. Necesitamos el progreso económico y social a la vez. Lo que se dijo hace dos décadas, que primero había que crecer la economía, y que invirtieran los que pudieran y así obtener ellos la mayor parte del fruto del desarrollo, es una tesis que en el programa de nuestro Partido es inadmisible, como más adelante lo voy a intentar demostrar.

Muy bien, pero cuánto necesitamos de lo que producimos para ahorro, es decir, para no consumirlo, sino para invertirlo. Los técnicos -y aquí voy a hacer referencia a lo que el Plan Básico de nuestro Partido señala-, dicen que de cada peso que produzcamos, cuando menos treinta centavos debemos invertir en los próximos doce años, y en el sexenio entrante veinticinco centavos apenas serán suficientes. Bien, y ¿cuánto invertimos ahora? Ahora invertimos 17 centavos por cada peso, ¿pero cómo logramos ahorrar esos 30 centavos a 12 años y 25 centavos en los próximos 6? Hay varios caminos; uno, el fácil, el injusto socialmente: echemos a andar la maquinita, lancemos dinero, fabriquemos papel moneda, aumentemos la demanda, subamos los precios, comprimamos los salarios de los trabajadores, comprimamos también los precios de los productos agrícolas para los campesinos y de lo que dejen de comer, de lo que dejen de consumir las grandes masas, tomemos para la inversión. Este camino es desechable. Seguirnos endeudando, aunque estamos todavía dentro de la capacidad de pago del país, sería también inconveniente. Hay otro camino y es el siguiente: está demostrado que del producto nacional de todo el país, del esfuerzo conjunto de los obreros, de los campesinos, de los maestros, de los empleados, de ese producto que todos contribuimos a lograr, dos terceras partes son para utilidades, para intereses, para réditos, y sólo una tercera parte es para sueldos y para salarios. Por ello son tan importantes los consumos lujosos, suntuarios, las grandes residencias, las casas en Acapulco, los grandes restaurantes con consumo insultante para el pueblo, (aplausos) y es precisamente aquí donde está la forma de financiar el futuro desarrollo del país, sin llegar -ahí sí- al límite de hipotecar a las generaciones futuras. Necesitamos reducir los gastos y los consumos de esas clases sociales para destinarlas a la inversión, a la inversión productiva, no a la inversión en la adquisición de grandes automóviles, no a la inversión de 2 ó 3 residencias más (aplausos). Claro está que también necesitamos lo que se ha dicho acá, mejorar las estructuras tributarias, pero no nomás diciendo que hay que combatir la evasión fiscal, pues ésta es una tesis muy comodina para los que no quieren pagar lo que deben de pagar; efectivamente, hay márgenes mucho más importantes de recursos que no tienen un destino socialmente conveniente. (Aplausos). Entonces, como dice el programa de nuestro partido, el Plan Básico, habrá que gravar la acumulación individual de la riqueza, habrá que gravar los ingresos personales cuantiosos, habrá que establecer impuestos sobre los gastos y los consumos no indispensables, y además, corregir también la evasión fiscal. De no ser así, lo digo con la sinceridad de catedrático de la Materia de Finanzas Públicas, lo digo con la sinceridad de Diputado y lo afirmo con la honra que me causa ser legislador; de no ser así, óiganlo los miopes, y véanlo los

sordos, de no ser así, habrá necesidad de realizar cambios muy importantes y trascendentes, no solamente en el régimen de propiedad campesina, sino, como lo afirma el Partido, inclusive en el régimen de propiedad urbana, y no con la calma con que se puede hacer ahora, sino ante la presión incontenible de las masas que sienten que hay un trato injusto todavía, no obstante el gran avance que ha dado el actual Gobierno, y los propósitos que por varias razones solamente han quedado en la legislación correspondiente o en ciertos proyectos legislativos; no obstante la gran decisión, la buena fe, y sobre todo la visión de estadista del Presidente Luis Echeverría, para lograr un desarrollo económico y social del país ininterrumpido, y más justo; es decir, que se distribuya mejor el nuevo ingreso y la riqueza que se generan, y para hacer de México un país más independiente y más fortalecido en su soberanía.

Claro está que no sólo es eso; necesitamos, como lo decimos en el Dictamen y como lo hemos dicho en años antes, planear mejor el gasto, necesitamos que los organismos y empresas estatales sean más eficientes y productivos, puesto que en algunos de ellos hay un largo camino qué recorrer; en este objetivo, necesitamos que la política de precios de los productos y servicios de los organismos y empresas, sea realista, que se pague realmente lo que cuesta, pero que no se aumente su costo por la ineficiencia y la baja productividad.

Necesitamos gastar, como se ha dicho aquí, con un criterio estricto de jerarquía; no es posible ante un mundo de carencias y de necesidad, tratar de resolver los problemas simultáneamente, habrá que continuar, como se ha hecho en estos 5 años, aplicando criterios más estrictos en la jerarquización y en el control del gasto público.

Necesitamos, señores legisladores, requerimos, señoras y señores, un Estado Mexicano más fuerte para que el desarrollo económico y social del país sea en beneficio de los grandes sectores populares; necesitamos un Estado Mexicano más fuerte, pues sólo en esta forma el futuro que le tocará vivir a nuestros hijos será a favor, principalmente, de las grandes mayorías, y se fortalecerá efectivamente la independencia de nuestro país.

Tres aclaraciones muy breves: decía el diputado Fernández del Campo que las participaciones son insuficientes; lo hemos reconocido así. Las participaciones en los impuestos federales a favor de los Ayuntamientos y de los Gobiernos Estatales, son todavía insuficientes, como insuficiente es el ingreso fiscal del Departamento y como es insuficiente el ingreso de la Federación. Sin embargo, seamos honestos, ¡nunca como en estos 5 años de gobierno ha aumentado la participación de los recursos fiscales de los Estados y de los municipios! Más de cuatro veces, de 1970 para acá, se han incrementado. Somos también conscientes de que aumentarles graciosamente la cantidad que les corresponde, no es aún suficiente. Se requiere, por tanto, una transferencia de fuentes, y afortunadamente las personas y funcionarios que tienen la responsabilidad hacendaría en el país, así lo han manifestado.

La cifra que se maneja en el presupuesto para la educación -muy hábilmente- no es cierta, no obstante esa habilidad. Nosotros aprobamos aquí, señores diputados , para servicios educativos y culturales, 17,700 millones de pesos, que representaban el 15.5% del Gobierno Federal. Para este tipo de comparaciones, no debemos meter los gastos de los organismos y de las empresas, porque si incluimos estos datos y los de los Estados y municipios, se tienen criterios muy diferentes.

El Gobierno Federal dedica a Educación, dedicó, en 74, el 14.4% de su Presupuesto, o sea, 1,819 millones más de lo presupuestado. Como hubo aumentos importantes en otro tipo de gastos, efectivamente bajó del 15.5% que aprobamos nosotros, al 14.4%. Pero en términos absolutos, aumentó casi 2,000 millones. O sea, que en 74, el Gobierno de Luis Echeverría gastó, pensó gastar 49 millones por día, y en realidad se gastaron 54 millones de pesos diarios, para atender las necesidades de instrucción primaria, secundaria, superior, así como para otorgar subsidios a las universidades, etc.

Señores, pido disculpa por el exceso de tiempo que he tenido al usar esta tribuna. Pero como les decía yo a ustedes, el tema del financiamiento del desarrollo económico del país nos debe importar a todos los mexicanos, y sobre todo, a quienes ostentamos una representación popular. Reiteramos que el gasto realizado en 1974, que el ingreso captado, que la deuda pública que fue necesario e imprescindible realizar, estuvieron bien aplicados a nuestro juicio. La cuenta pública, señores, no es una vergüenza pública. Muchas gracias. (Aplausos)

- El C. Presidente (a las 15:35 horas) señores diputados, se declara un receso de treinta minutos.

(Receso)

- El C. Presidente (a las 16:35 horas): Se reanuda la sesión. Tiene la palabra el C. diputado Héctor González García, en contra.

- El C. diputado Héctor González García:

Señor Presidente, señoras y señores diputados: Por la concentración humana más importante de la República que es el Distrito Federal, por ser la sede de los Poderes Federales y por ser a la vez también el centro de desarrollo económico principal del país, es lógico que queramos ver en él el escaparate por el que podemos apreciar la imagen toda del país. Es también el D.F. un modelo que otros Estados del interior en su administración, en su desarrollo y en su organización, inevitablemente imitan, haciendo partícipe en alguna forma con esto al resto del país de los aciertos y de los errores que aquí cometemos.

Para muchos compatriotas del interior, es el D. F. la Meca que los llama, espejismo que los atrae, y si ciertamente para algunos se convierte en verdadera tierra de promisión, para los más de esos compatriotas que año con año vienen a ensanchar los cinturones de miseria, es para ellos tierra de frustración de esperanzas para una vida mejor.

Entendemos el problema de la administración de la ciudad de México como un importante reto que nos presenta la realidad.

Los diputados de Acción Nacional, como su única representación política en el Distrito Federal así lo entendemos, y en esta condición asumimos la responsabilidad de pasar a analizar la cuenta pública del Distrito Federal con un sentido solidario de corresponsabilidad con las autoridades en la aceptación de ese reto.

Animados, pues, de ese espíritu, pasaremos al quizás un poco árido pero elocuente lenguaje de los números.

He querido, en primer término, para ubicar lo que representa el ejercicio de la cuenta pública del Distrito Federal, hacer una comparación con el gasto ejercido por el Gobierno Federal, y así el gasto ejercido en el año de 1973 y el gasto presupuesto para 1974, y el ejercido para el mismo año, tenemos que el gasto del Distrito Federal en comparación con al gasto del gobierno federal representa los siguientes porcentajes.

Voy a permitirme, hasta donde me sea posible en cada ocasión, para facilidad de comprensión, usar número redondos.

Decía yo que para el año de 1973 el gasto del gobierno del Distrito Federal en comparación al gasto del gobierno federal, representó el 10%. Lo presupuestado para el año de 1974 fue superior al 8% y lo ejercido en este mismo año fue inferior al 8%, 7.9. Aquí apreciamos nosotros que cuando la ciudad de México es la población no solamente con mayor densidad, sino donde se presenta más acentuado el fenómeno de la explosión demográfica ya sea por nacimiento y afluencia del interior, es decir, cuando esta ciudad tiene día a día problemas más crecientes de agua, de vialidad, de escuelas y de otras múltiples necesidades con respecto al gasto total federal, el presupuesto del Distrito Federal viene decreciendo sensiblemente, decía yo, decrece entonces del 10 al 8%.

Pasamos a analizar el ingreso del Gobierno del Distrito Federal. El ingreso se compone de tres partidas principales: Ingresos Ordinarios Locales; Participación en Impuestos Federales y Colocación de Empréstitos.

La participación del Gobierno del Distrito Federal en los impuestos federales es del orden del 4.2%, es decir, de los 94 mil millones de pesos que en números redondos recauda, el Gobierno Federal devuelve al Gobierno del Distrito Federal solamente 14 mil millones de pesos. Si consideramos que de esa recaudación total hay una procedencia directa del Distrito Federal del 9%, tenemos que el Gobierno Federal de un peso que recauda en el Distrito Federal le devuelve .47 centavos; mientras que para la provincia, para los Estados y Municipios, de cada peso le devuelve quince centavos. No podemos negar que en estas condiciones el Distrito Federal ocupa ciertamente una posición de privilegio. Pero la pregunta que queremos plantear aquí es la siguiente: ¿Por qué a los Estados y Municipios solamente el Gobierno Federal les devuelve 15 centavos y al Distrito Federal 45 ó 47 centavos que he mencionado? ¿Hay un estudio al respecto? ¿Cómo sabemos si es justa esta repartición o si es injusta? ¿Cómo sabemos si es suficiente o si no lo es? Queremos conocer el criterio con el cual se hace esta repartición.

En la distribución total del gasto, el ejercicio del gasto lo divide así la presentación de la Cuenta Pública en tres partidas: en gastos corrientes o de administración; los gastos de capital y la amortización de la deuda.

Debemos señalar, en primer lugar, que la variación total de este gasto en esta ocasión ha sido solamente del 14.4%. Esto efectivamente es un dato positivo si tenemos en cuenta que en años anteriores el porcentaje de esta variación fue notablemente mayor. Creemos que este 14% está dentro de lo que podemos llamar el margen de flexibilidad aceptable, pero en cuanto a la distribución de ese excedente, es el que me quiero permitir hacer el siguiente comentario.

Ese gasto excedente del 15% que representa en total 1,352 millones se ha repartido en la siguiente forma: para el gasto corriente o gastos de administración, 1,140 millones, es decir, le lleva la casi totalidad de este excedente; 215 millones escasamente para gastar en inversiones de capital, esto significa a nuestro modo de ver las cosas una administración más costosa, la inversión en bienes de capital no aumentó sino escasamente en un 4.2% y en cuanto a la amortización de la deuda no solamente no aumentó, sino que disminuyó en el casi 1%. Dentro de estos gastos de capital forma parte muy importante, diría yo, la casi totalidad de esta partida, la inversión en obras públicas. Esta partida de gastos de capital se subdivide también en obras públicas y construcciones, que es la partida principal, Fomento y Conservación y Subsidios a Organismos Descentralizados, con la novedad de que ahora últimamente se les llama también apoyos, nuevas inversiones y con algunos otros términos pero no son otra cosa sino subsidios a organismos descentralizados.

Es interesante también hacer una comparación entre el año 73 y 74 de estas partidas. Podemos deducir de ahí observaciones interesantes: en el ramo de Obras Públicas y Construcciones por ejemplo, se invierten en 74 casi mil millones de pesos menos, un 20% menos de lo invertido en el año 73. En Fomento y Conservación, una partida bastante pequeña, no obstante se invierten 50 millones de pesos menos y crecen notablemente los subsidios a los organismos descentralizados. Aquí nuevamente hacemos la siguiente observación: para una ciudad que crece casi mil habitantes por día, con necesidades cada día mayores de agua, de vialidad, de escuelas, de mercados, de policía, etc., resulta que le damos menos inversión en capital. Gastamos consecuentemente también menos dinero en conservación de las obras ya ejecutadas anteriormente y solamente vemos crecer la partida de los subsidios que crece en un 43% de subsidios otorgados en 73 de 689 millones de pesos se otorgaron en 74, 982 millones. En esta misma tribuna repetidamente, el anterior Secretario de Hacienda calificó a la política del subsidio como una economía de ficción; sin embargo,

también en esta misma tribuna hemos escuchado diputados de la mayoría que se han manifestado como entusiastas de esta política del subsidio. No dijimos, yo no quiero decir si es buena o si es mala, sino simplemente hasta dónde debe subsidiarse, o hasta cuándo debe subsidiarse, porque tanto el informe de la cuenta Pública como el Dictamen de las comisiones, simplemente señalan los números, y dan una serie de explicaciones por demás complacientes que están muy lejos de convencer a cualquiera que adentre un poco en estos números.

Para seguir con las obras públicas: la inversión en 74 ascendió en números redondos a casi cuatro mil millones de pesos; con recursos propios de esos cuatro mil millones de pesos se cubrieron 1,400 millones, es decir el 35%, con recursos del crédito, 2,570 millones, o sea, el 65%. En números más sencillos, esto quiere decir que de un peso que gasta el gobierno del Distrito Federal en Obras Públicas, $0.35 son de recursos propios, y $0.65 son de recursos del crédito.

Ahora bien, si comparamos esos 1,400 millones invertidos de los recursos propios del gobierno del Departamento del Distrito Federal entre sus ingresos normales ordinarios de 8 mil millones, dicho de otra forma: un peso que pagamos con contribuyentes del Distrito Federal, de un peso que pagamos, solamente nos devuelve el gobierno 17.5 centavos en obras públicas, el resto de la obra pública la hace con recursos del crédito.

Aquí yo quisiera también que las Comisiones nos aclararan el Dictamen en lo relativo a la inversión de Obras Públicas, ya que hace una descripción completa de las obras que se ejecutaron durante el año que se analiza, y menciona concretamente el drenaje profundo, el anillo interior, apertura de calles, plazas, y sin embargo, en el IV Informe Presidencial, edición de la Secretaría de Gobernación, se mencionan varias de estas mismas obras hechas con aportación del Gobierno Federal, y concretamente menciona varias partidas que suman 2,556 millones de pesos. La pregunta que se nos ocurre es: ¿Esas obras se pagaron realmente con recursos del Gobierno del Departamento del Distrito Federal? Según lo dice la Cuenta Pública y el Dictamen, ¿o se pagaron con recursos del Gobierno Federal, según se asienta en el IV Informe de Gobierno?, ¿o acaso se pagaron dos veces? Quisiéramos, sencillamente, que se nos aclarara esta duda.

Menciona también el Dictamen, haciendo notar la baja inversión en obras públicas, que hay obra ejecutada, no pagada, por la cantidad de 930 millones de pesos. Pero, por ninguna parte fuera de este comentario, aparece la contrapartida. Yo creo que ese argumento que esgrime el Dictamen, no lo consideramos válido porque dentro de lo que se gastó dentro de la obra que sí se pagó , con toda seguridad que debe haberse pagado también obra correspondiente al año anterior.

Si aceptáramos esa obra ejecutada, no pagada de 930 millones de pesos, dentro del Dictamen de esta Cuenta Pública, pudiera hacerse congruente, y como dije antes, debiera aparecer la contrapartida que indiscutiblemente iría a aumentar el monto del endeudamiento.

Pasamos ahora a los organismos descentralizados del Distrito Federal. Sus ingresos, son tres los organismos descentralizados: Servicio de Transporte Colectivo; Servicio de Transportes Eléctricos e Industrial de Abastos.

Se consideró en el Presupuesto, un ingreso total de estos organismos de 1,692 millones; de 1,700 millones, en números redondos. Y se recaudó en la realidad, 1,493. Es decir, hay una diferencia de 200 millones; es una diferencia que consideramos apreciable. Pero, prefiero hacer los comentarios por cada uno de los organismos descentralizados en particular. El Servicio de Transporte Colectivo, por ejemplo, el Metro: se consideró en el presupuesto de ingresos, novecientos ochenta y siete millones, y fueron recaudados efectivamente sólo 542 millones. Hay una diferencia aquí enorme, de 445 millones de pesos. Consideramos que una diferencia tan grande es casi -más bien dicho sin el casi-, es un error imperdonable. ¿Qué no se conoce con toda exactitud el número de pasajeros que diariamente hacemos uso del Metro? ¿Cómo es posible que las autoridades puedan equivocarse en una cantidad tan grande, en una apreciación de este problema? ¿Es que se pensaba subir las tarifas del Metro, y después se cambió de opinión y no se ha querido decir nada? Queremos saber por qué esa diferencia tan grande de 445 millones en el servicio de transporte colectivo.

En el servicio de transportes eléctricos, también hay una diferencia bastante apreciable: se consideró en el presupuesto un ingreso de 156 millones, habiéndose logrado solamente 122 millones.

La diferencia son 34 millones de pesos, como quiera representa un 22%, y ciertamente el error de apreciación, de cálculo, es menor que en el caso anterior, pero como quiera aún es sensible e importante.

En el caso de Industrial de Abastos: se consideró un ingreso de 549 millones y se recaudaron 829. Aquí debe hacerse notar que la recaudación ha sido de 280 millones de pesos más. Indiscutiblemente es mucho menos grave que en los casos anteriores, se recaudó más, parece que se hicieron una serie de aplicaciones a este organismo, amplió notablemente sus operaciones, pero como quiera se está acusando una desviación notable con el presupuesto, y aquí quiero hacer referencia al presupuesto como un programa de gobierno, es decir, como un programa de administración. ¿quiere esto decir acaso que en los primeros meses del año se cambió de opinión y se improvisaron programas nuevos?

Quisiéramos que también se nos aclarara esa pregunta.

Algunos comentarios a las aclaraciones del dictamen.

El servicio de transportes eléctricos que recauda un 22 por ciento menos. Por ejemplo,

el servicio de transportes eléctricos sí aumentó el precio del pasaje. No obstante haber aumentado el precio del pasaje en casi 50 por ciento -creo que son 43 por ciento lo que aumentó el precio del pasaje- ni siquiera en esa forma se alcanzó la recaudación prevista en el presupuesto.

El Dictamen menciona que el ingreso, el aumento del ingreso en servicio de transportes eléctricos fue del orden de un 8 por ciento. Y aquí es dónde da unas explicaciones que no casan con un elemental cálculo aritmético.

Dice: "Aumentó el ingreso un 8 por ciento; el número de pasajeros aumentó en un 10 por ciento. Y el pasaje se aumentó en un 43 por ciento; con un muy elemental cálculo aritmético, el ingreso de esta empresa descentralizada debía de haber sido cuando menos de un 50 a 60% más que en el año anterior.

Vamos ahora con la distribución del gasto en los tres organismos descentralizados del Distrito Federal. Los gastos propios de operación tienen una variación de 291 millones de más, que representan un 27%

¿Por qué un aumento palpable en los gastos de operación? ¿Se dirá acaso que por el aumento de los salarios? ¿Que yo recuerde el aumento de los salarios en ese año aumentaron 22% y solamente del 1o. de septiembre al 31 de diciembre. Quiero con esto decir que un aumento racional en los gastos de operación hubiera sido de un 8, de un 10% si acaso, pero nunca de un 27%. Esta cifra nos parece excesiva. Dentro de éstos mismos organismos hay también menor inversión y respecto a la amortización de la deuda hay un incremento notable aquí de 526 millones. Es decir, se había programado pagar 562 millones y se pagaron 1,088 millones. 526 millones de más. ¿Por qué?

Los compromisos de la deuda son compromisos que deben estar perfectamente programados, son datos de los cuales se debe llevar un riguroso registro y control; debe conocerse perfectamente al finalizar un año qué es lo que debemos pagar el año entrante. No entendemos por qué se nos dice primero que hay necesidad de pagar 562 millones y después resulta que habiendo la necesidad o no se pagaron 1,088. 526 millones de pesos más. Aquí creemos hay descuido, hay improvisación, hay falta de programación.

Querríamos saber también que los diputados de las Comisiones nos aclararan este punto.

Vamos en particular con los gastos de operación de cada uno de los organismos descentralizados. Servicio de Transporte Colectivo. Aumenta sus gastos de operación un 22%, así a simple vista parecería razonable es el mismo porcentaje en que se aumentaron los salarios, nada más que repito, señores, el aumento de salarios fue a partir del 1o. de septiembre al 31 de diciembre, ese aumento no cubrió la totalidad del año. Luego este 22% me parece un poco excesivo, y me parece darme la razón el aumento en los gastos de operación que acusa el Servicio de Transportes Eléctricos que solamente aumentaron sus gastos de operación de 243 a 255 millones, es decir, solamente 5%

Ciertamente el Servicio de Transporte Colectivo y el Servicio de Transportes Eléctricos no es la misma cosa, no son idénticos, pero sí podemos decir que son muy similares, ambos consumen electricidad, ambos consumen llantas, ambos dan un servicio parecido, ¡por qué en un caso los gastos de operación suben el 22% y en el otro solamente 5%? ¿Acaso está mal administrado el Metro? ¿Acaso está muy bien administrado el Servicio de Transportes Eléctricos?

Industrial de Abastos también presenta un aumento del 40% sobre lo previsto en el presupuesto en sus gastos de operación. Desgraciadamente no hay otra empresa similar con la cual pudiéramos comparar. Como quiera 40% es un dato excesivo.

Vuelvo al Metro en un comentario a las explicaciones del Dictamen y que me parece que son muy de preocupar. Dice el Dictamen que en el Servicio de Transporte Colectivo el aumento en los gastos propios de operación fue del 22%, como ya lo mencioné anteriormente. Que otros gastos subieron 33%. Quiero yo suponer que sean refacciones y equipo de importación. Pero este es un dato alarmante, los gastos de administración se dispararon hasta el 55% de aumento.

¿Qué acaso a los ingenieros y funcionarios el aumento que se les dieron en sus sueldos y prestaciones excedió con mucho y notablemente a los que se concedieron a los trabajadores de más bajos recursos?

Respecto a la distribución del gasto total de los 3 organismos descentralizados, el que más gasto tiene es sin duda el Metro, Servicio de Transporte Colectivo. El sólo representa el 66%. No el que más gasto tiene es el Servicio de Transporte Colectivo, pero en cuyo gasto iba incluido ese pago adicional de deuda no prevista, ese pago de deuda no programado, ese pago de deuda a última hora, y por lo tanto la variación en su gasto se disparó con 580 millones de pesos el Servicio de Transporte Eléctrico, éste parece estar dentro de lo razonable, solamente tiene una variación del 13% contra 301 millones de gasto previsto; se ejercieron 330 aquí podría repetir el mismo argumento que en el caso anterior, ¿porqué una empresa parece ajustarse a los datos de la realidad y de la lógica y la otra se disparó?

Pasemos a hablar de la Deuda del Gobierno del Departamento del Distrito Federal. Hasta antes de 1970 debemos decir que el Gobierno del Departamento del Distrito Federal, había escapado casi al endeudamiento; en 1970 se nos da este dato: al 31 de diciembre se debían 628 millones, la escala en cada uno de los años subsecuentes viene ascendiendo hasta concluir al 31 de 74 con 7,643 millones de deuda; en porcentajes, volviendo al año 70, representaba el monto de la deuda del Departamento solamente el 16% de su gasto y en 74 representa el 96% del gasto ejercido. Yo supongo que para

estas fechas hemos de haber rebasado ya el 100%.

Respecto a la deuda, también se ha esgrimido mucho aquí el argumento de que se endeuda el Gobierno, y en este caso me refiero al Gobierno del Departamento del Distrito Federal, siempre dentro de su capacidad de endeudamiento, que lógicamente suponemos debe corresponder a su capacidad de pago, pero quisiéramos también que se no ilustrara cómo se mide esa capacidad del endeudamiento; ¿cuál es la norma?, ¿cómo podemos saber si nos estamos acercando o no a nuestra capacidad de pago o a nuestra capacidad de endeudamiento?

No queremos ver, no esperamos a ver la sombra de la quiebra para sentirnos preocupados, toda gente responsable debe preocuparse de una deuda, y de poder medir, eso que aquí repetidamente se nos menciona, que llaman los diputados de la mayoría "capacidad de pago y capacidad de endeudamiento".

¿Cómo se mide? ¿Qué porcentaje representa del Presupuesto de la Nación del Producto Interno Bruto? ¿Cuál es el cartabón, cuál es la medida que a nosotros, los diputados de la oposición nos haga sentir tranquilos para no estar preocupados por la ascendencia de la deuda, y que podamos pensar que mañana -esperamos que no sea así- vislumbremos sombras de quiebra?

Habla también el Dictamen de la naturaleza de la deuda, es decir, se refiere a deuda interna y deuda externa, y presenta un cuadro que así a simple vista, es interesante y atractivo. La deuda interna en 70 era del mismo orden, podemos decir, de la deuda externa, 251 millones se debían en el interior, y 277 en el exterior. Así va variando esta relación y para fines de 74, se nos dice la deuda interna son 7,427 millones, y la deuda externa son 216, pero este cuadro, que como decía yo, es interesante y parece atractivo, después de algunas pláticas con funcionarios nos damos cuenta que no es mas sino una máscara; es decir, el Gobierno del Departamento del Distrito Federal, efectivamente, debe ese dinero a organismos nacionales, concretamente creo que se trata del Banco Nacional de Obras Públicas, pero a su vez, ese dinero en Banco Nacional de Obras Públicas lo debe al exterior.

De modo que esto de deuda interna y deuda externa, en cuanto al Gobierno del Distrito Federal, pues quisiéramos, quisiéramos que fuese una realidad tal como lo presenta el dictamen, y el informe de la Cuenta Pública, pero tememos que no sea así.

Del análisis sereno, del análisis responsable de estos números, los diputados de Acción Nacional deducimos las siguientes conclusiones:

Primero, mientras la concentración relativa de la población con respecto al resto del país crece notablemente en el Distrito Federal; el gasto ejercido por el Gobierno del Distrito Federal, decrece con respecto al ejercido por el Gobierno Federal. En este punto, me refiero concretamente a la primera observación que hice en mi exposición.

Dos, respecto a la distribución del gasto: vemos con toda claridad, que hay un mayor y excesivo gasto administrativo, hay menor inversión en obras públicas y mayores subsidios a organismos descentralizados. Esto significa para nosotros, una administración costosa, poco eficiente y con una grave tendencia a la burocratización.

Tres, por el monto de los recursos crediticios que se llevan a obras públicas, pensamos que el desarrollo y crecimiento, está apuntalado están fincado en una peligrosa política de endeudamiento.

Mientras la provincia mexicana no se desarrolle; mientras en ella prive la falta de horizontes, seguiremos, año con año, recibiendo en esta ciudad la afluencia de inmigrantes del interior, y seguirá acentuándose ese grave problema que a todos nos preocupa y que llamamos macrocefalia.

Queremos reiterar la tesis que siempre hemos sostenido, de que debe ser una realidad efectiva el funcionamiento del sistema federal. Los Estados deben ser verdaderamente autónomos en lo político, e independientes y suficientes en lo económico. Mientras esta realidad no se dé, los mexicanos del interior, alentados en la más de las veces por falsas esperanzas, seguirán engrosando los cinturones de miseria de la ciudad de México. Tenemos la impresión de que todo ello parece ser consecuencia, si hay algo de programación, ciertamente también vemos mucho de improvisación, y de falta de una verdadera programación realista, seria y responsable. Por esa razón, salvo demostración de estos números en contrario, el voto de los diputados de Acción Nacional será en contra del Dictamen. Un voto negativo producto no de un espíritu de contradicción, sino de la preocupación que sentimos al ver que frente a muy graves problemas, solamente se presentan paliativos y no soluciones de fondo. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra, por las comisiones, el diputado Hernán Morales Medina.

- El C. profesor Hernán Morales Medina:

"Señor Presidente, compañeros diputados, señoras y señores:

Es cierto, como se ha afirmado en esta tribuna, que la Comisión de Cuenta Pública puede estar satisfecha del esfuerzo realizado en la formulación del dictamen de la Cuenta Pública para el año de 1974.

No sólo realizamos conferencias; no sólo provocamos reuniones con los partidos para hablar de la Cuenta Pública. Permanentemente estuvimos dispuestos a esperarlos para conversar de todas estas pequeñeces y de las cosas importantes que se dicen en la tribuna y que con mucho gusto podríamos haberles aclarado y satisfecho.

Se invitó desde esta tribuna, en una sesión, para que llegado ese día, realmente viniéramos a la tribuna con el ánimo no sólo de discutir la Cuenta Pública, sino también el Dictamen, que es para lo que estamos aquí.

Pero no sólo con el ánimo de buscar los lados negativos, sino con el propósito, como los diputados de la Comisión tratamos de presentarlo, de ofrecer soluciones, de buscar recomendaciones y de hacernos cargo de lo difícil que es la construcción del país.

Se trata de hacer aparecer cuentas dobles: Cuando el Presidente informa como titular de la nación, tiene que informar no sólo del Departamento del Distrito, sino de todas las Secretarías y no precisamente tiene que poner el dinero, sino que cumple con su deber.

Las cuentas no pueden ser dobles; lo que pasa es que el Ejecutivo informa de lo que hacen sus dependencias, sean organismos o empresas, secretarías o Distrito Federal, y no puede ser de otra manera; leer dos veces no significa duplicidad de cantidades, ni de obras; tampoco hay doble informe.

Yo creo que hay que meditar sobre los problemas de la ciudad en que vivimos, y si así lo hacemos llegaremos a la conclusión, de que nuestros problemas fundamentales, se presentan por el asentamiento originado por el incremento explosivo de la población y que la aplicación de los presupuestos tiene que estar dirigida hacia estos objetivos y con este carácter: El presupuesto es el dinero que necesita el gobierno para organizar al país para resolver sus problemas, y de este punto de vista, los que se pueden llamar desajustes o desviaciones, no obedecen más que al incremento de nuestra población, que nos obliga a actuar en consecuencia.

Un sólo dato revela lo que es esta ciudad. En la Dirección de Policía y Tránsito se registran 12,000 vehículos mensualmente, y a pesar de todas las medidas que se tomen, le ha tocado al Distrito Federal cargar con una fama, pues porque no puede resolver el problema de los transportes, como no ha podido resolver tampoco substancialmente el de las carnes, se le niegan las cosas buenas que hace y se quiere plantear, que se hable, sólo de lo negativo.

Nosotros nos rebelamos a subir a esta tribuna sólo para ser examinados, podríamos examinar también. Nos pronunciamos por discutir, el dictamen de la Cuenta Pública y no sólo la Cuenta Pública, y aún cuando esta tribuna debe estar abierta para todos los grandes debates, hoy venimos a discutir un dictamen específico.

Nos pronunciamos también por hablar de las cosas buenas, y aunque parezca que es un elogio a las autoridades, si son buenas, hay que decirlas, porque no es posible hacer una tribuna de negativismos, como se pretende hacer en cada discusión. Por esa razón es necesario que esté bien sentado que la aplicación de los presupuestos tiene que ser instrumento de justicia social, que si no actuamos como instrumento de justicia social no estaremos haciendo honor a la Revolución Mexicana, que es nuestro instrumento de justicia social.

Nuestra ciudad tiene muchos problemas y los que vivimos aquí tenemos que darle buen trato a la gran ciudad que nos acoge, ayudándola a resolver sus problemas. Tal vez algún día se diga, que en esta histórica sesión, los diputados y quienes nos escuchan, decidieron tener los motores de sus coches bien afinados para no contribuir a la contaminación y también, proscribir el uso del claxon, porque el ruido contamina también a la ciudad; pero por lo contrario, nos preocupamos más por lo que de negativo pueda lucir en el panorama de la discusión.

¿Cuáles son las tasas de crecimiento de nuestra ciudad? En 1975: tenemos más de 9 millones de habitantes y en el área metropolitana 12 millones, y señalo el área metropolitana, porque no podemos seguir viendo los problemas de la ciudad si no los observamos como área metropolitana. Y aún más, considerando a las grandes poblaciones que circundan, a la ciudad, como Texcoco, Cuernavaca, Cuautla, Toluca, los problemas del Distrito se resolverán cuando planeamos el tránsito y nuestras actividades, tomando en cuenta el área metropolitana y a las grandes comunidades muy pobladas que nos rodean. Se calcula que en 20 años más tendremos 31 millones de habitantes y 10 millones de automóviles circulando, es decir, vamos de frente a un caos en el tránsito y frente a un caos en el tránsito tenemos nosotros que vigilar que la aplicación de los presupuestos vaya dirigida a resolver éste nuestro gran problema. No se nos quiere creer en las cosas justas, porque no hemos sido capaces de resolver el problema del tránsito, como se combate a IDA porque tampoco no nos quieren creer hasta que no resolvamos el problema de la carne; pero IDA es también un instrumento de justicia social.

Que frente al caos, las autoridades, como nunca, tratan de coordinar esfuerzos; por primera vez se reúnen las autoridades, lo mismo de obras públicas, que las del Estado de México, que las de los Ferrocarriles Nacionales, y del Distrito, las de Recursos Hidráulicos, las de Salubridad, porque sienten que ya los problemas no pueden ser particulares de nadie, sino son de todo un conjunto de autoridades y del pueblo entero.

Había 84 empresas de transportes, el esfuerzo de las autoridades las llevó al convencimiento, que la anarquía no era buena, y en la actualidad hay 18, y se hacen esfuerzos por convertirlas en 2. Se combate la contaminación con los nuevos 1,825 delfines, con 5,203 autobuses diesel; con 2,819 autobuses viejos que también fueron cambiados a motor diesel; se hacen esfuerzos y muchos; todos piensan que lo que hay que hacer es prolongar el Metro, y cuando se adquieren deudas, se pone el grito en el cielo, y la prolongación del Metro es un problema económico.

¿Cuál es la situación real del transporte? Hay 15 millones y medio de usuarios, el 50% de los pasajeros, va en autobuses; en automóviles particulares 3,600,000; en taxis, un millón y medio; en transportes colectivos, un millón 400 mil; tranvías y trolebuses, 1 millón. Esta información está tomada de las investigaciones que

la Comisión de Cuenta Pública hace mediante cuestionarios a distintas dependencias.

Los tranvías y trolebuses, nuestros modestos tranvías y trolebuses, transportan el 54% de pasajeros en relación con el Metro que transporta al año 456 millones, es decir, transporta 247 millones. Se hacen esfuerzos, se reestructuran las estaciones del Metro, se capacita al personal a todos los niveles, se hace un sistema escalafonario de sueldos y salarios y de mejores condiciones de trabajo, se hace uso de la electrónica, del Manual de Organización y esa es una forma de ampliación de los servicios del Metro; como será otra forma de ampliación de los servicios del Metro cuando en breve circulen 345 nuevos carros; es decir, la ampliación del Metro la vemos, con las líneas actuales, mejorando el servicio y poniendo nuevos carros, para aumentar su ritmo a 90 segundos cada tren.

¿Qué hay otras formas para mejorar? Nuevas líneas, en circuito vial, que será la infraestructura para la prolongación del Metro, y contemplar el transporte como transporte del área metropolitana y poblaciones importantes circunvecinas.

Sí se pueden mejorar las finanzas del Metro; como antes se hablaba de que era poco el dinero para la educación; sí necesitamos más dinero para la educación, y también se pueden tomar medidas eficaces para ello, por ejemplo, en los subsidios que el Gobierno da a las Universidades e Instituciones de carácter superior, que esas instituciones lo paguen con becas para los hijos de los pobres, y que los ricos paguen sus estudios, así lucirá el dinero, porque si queremos pagarle la educación a todos, no alcanzaría el dinero actual. La educación no es un gasto es una inversión muy redituable.

Lo mismo podemos hacer con el Metro; se puede mejorar si incrementamos sus tarifas, si le damos más patrimonio, pero hemos sostenido en esta tribuna, y volvemos a sostenerlo, que esta comunidad en que vivimos, en donde hay gentes en la ciudad de Netzahualcóyotl que se levantan a las cuatro de la mañana para ir a trabajar a las industrias de Tlalnepantla y no tienen forma de transportarse, requieren no de incremento de tarifas en los transportes, sino que los transportes sean gratuitos para que se puedan movilizar todos a sus trabajos, insistimos en esta solución.

Pero sí realiza inversiones el Metro, por ejemplo, el edificio que está en Pino Suárez, cuesta 84.5 millones de pesos, y se construyó como una necesidad para contrarrestar el peso del subsuelo que el Metro necesita en esa estación.

Ya dijimos en el informe del Dictamen de Cuenta Pública, cual es la pérdida neta, la reconocemos, no está eso a discusión, y señalamos que las principales causas del incremento de los gastos de administración, son originados por sueldos, por salarios; solo en salarios representa 21,400 millones de pesos, en servicios personales, aportaciones al ISSSTE, gratificaciones anuales, fondo de la vivienda, aumento de las tarifas eléctricas; cómo se puede decir que estas razones no son razones de peso para considerar el problema del Metro?

Que disminuyó su activo circulante en 1974; en 1973 $0.41 de activo circulante por cada peso de pasivo a corto plazo; en 1974, $0.299 de activo circulante por cada peso de pasivo a corto plazo.

Si comparamos el activo total contra el pasivo total en 1973, $1.33 de activo por cada peso de pasivo. En 1974, $1.40 de activo por cada peso de pasivo. En 1974, $1.40 de activo por cada peso de pasivo. Es decir, por cada peso de pasivo se tienen $0.40 centavos de patrimonio; en 1973 sólo se tienen como $0.33 centavos de patrimonio. Es decir, que a pesar del patrimonio insuficiente al relacionarlo con el pasivo total, mejoró su situación en 1974.

De nuestro modesto Sistema de Tranvías y Trolebuses, reconocemos que siempre ha estado desfinanciado, permanentemente necesitado, no es ningún delito, y así se debe entender. Es una fuente básica de sustentación de 3,600 familias y sus trabajadores. Sin embargo, sus tarifas son económicas, a pesar de que se diga que subieron un 43% como si hubiesen subido una enormidad, que haga imposible que se haga uso de este transporte. Su desequilibrio se debe a que cada vez han sido mayores los aumentos en salarios y prestaciones de sus trabajadores; al incremento considerable en los costos y refacciones y a su tarifa baja. No se puede sentir, cuando se elevan las tarifas y al otro día hay tantos trenes y camiones que se van reconstruyendo y a medida que van entrando en servicio, se va sintiendo la mejoría por la nueva tarifa; pero su Activo Fijo aumentó en sus bienes. En vías y estructuras, sólo la del Canal del Norte, con 646 mil pesos; incrementó su sistema de fuerza con 2,000 kilowatios en dos subestaciones; el aumento de adquisiciones anteriores, de 5 millones 847 mil pesos deducidos al traspaso del Activo Fijo a Gastos de Mantenimiento por cambio de alambres y líneas elevadas de tranvías y troles con un costo de: 4 millones 454, refleja un aumento de 1 millón 393 mil pesos.

Su estado de Pérdidas y Ganancias está a la vista de todos y se reconoce que hay una diferencia en la Pérdida Neta, entre 1973 y 1974, de 42 millones de pesos.

Su Activo Circulante; hay solvencia en él a Corto Plazo, por la disponibilidad en Bancos y Caja, que tuvo un incremento de 6 millones en comparación con 1973. La Cuenta de Bonos y Valores sufrió disminución considerable debido a la necesidad de cubrir obligaciones a favor de proveedores y por sus gastos de servicios personales. Para mejorar su situación, se restauran troles y tranvías, nuevas líneas para aumentar sus ingresos; se actualizan, como en el Metro, sus sistemas administrativos y hay una campaña de orientación al usuario. Es innegable que nuestro sistema ofrece seguridad y comodidad.

Vuelvo a insistir en que la Comisión de Cuenta Pública tuvo el encargo de la Gran Comisión de ver todo lo que para bien se puede hacer.

Por eso decía, que no sólo tuvimos conferencias; multiplicamos nuestros esfuerzos con visitas y por ello venimos también a decir aquí, que una de las que más nos impresionaron fue la visita hecha para conocer los proyectos de Ferrocarril Suburbano. La Comisión tuvo oportunidad de conocer el proyecto. Este conocimiento nos ha permitido apreciar las grandes ventajas, especialmente la de facilitar el transporte masivo de personas de escasos recursos. El proyecto del ferrocarril suburbano es una solución para el transporte masivo; no hay otra. Es una solución coordinada y armónica con los transportes actuales; es una solución que es redituable, por cuanto que los capitales mexicanos, para no hacer préstamos al exterior, podrían tratar de sumarse a la gran inversión que se necesita para adquirir los elementos necesarios de importación y los que se pueden fabricar en el país. Hay estudios técnicos profundos; hay maquetas, hay responsables, hay una coordinación. Se ha platicado con las autoridades del Distrito Federal y las de los Ferrocarriles; no hay egoísmo, nuestros ferrocarriles cederían todas sus vías actuales de vía angosta que están en desuso y otras infraestructuras, para que a través de ellas pueda el ferrocarril suburbano actuar, en breve. Poblaciones como Texcoco, Los Reyes, Chalco, Teotihuacán, estarían comunicadas. Podrían transportarse en cada tren dos mil pasajeros por viaje a una velocidad promedio de 60 kilómetros por hora.

Si se toma en cuenta que en un automóvil actual va uno y un cuarto de persona, se necesitarían 1,400 coches para llevar los que transportarían un tren suburbano, en tanto que los 1,400 coches ocuparían 6 mil metros en una avenida de tres carriles, el suburbano sólo ocuparía 200 metros.

No hay posibilidad mejor que la que se nos presenta para anunciar, desde esta tribuna, que ya existe una solución que coordina las actuales y que naturalmente, incluye la prolongación necesaria del Metro actual; una solución redituable, para que antes de que lleguemos al caos, podamos resolver los grandes problemas de tránsito del Distrito Federal.

Yo podría con mucho gusto presentar los cuadros que elaboramos en la Comisión de Cuenta Pública, mes por mes, año por año desde 1970 a la fecha, para dar a ustedes, cifras de cuántos pasajeros movió nuestro Sistema de Transporte Eléctrico; cuáles fueron sus inversiones. Todo ello está a la vista.

Lo que sí puedo afirmarles es, que la forma de ver las inversiones presupuestales tienen que ver mucho con el carácter que debe tener el gobierno de instrumento de justicia social.

Ese es el caso de IDA. Nace como un simple rastro; ha evolucionado y ya no es simplemente un rastro. Ahora son grandes frigoríficos donde se conservan a todas las temperaturas los productos alimenticios que se necesiten; ahora es una industria que produce alimentos para el pueblo; ahora es una amenaza constante para los hambreadores que quieran elevar los precios de la carne. Es un instrumento regulador, eso, independientemente de sus estados de cuenta. Nosotros hemos presentado las recomendaciones, que por instrucciones de la Gran Comisión hemos considerado para cada organismo; porque no nos conformamos simplemente con venir a reconocer que un organismo, llámese Metro, Sistema de Transporte Eléctrico o llámese IDA, sean organismos de justicia social, organismos de ayuda a las clases populares. También queremos que mejoren su economía y dentro de eso estamos nosotros, estamos presionando para que se tomen medidas adecuadas.

Quiero decir por último, los ciudadanos que en cada ocasión, cuando se les llama al voto, acuden, acuden porque esperan cambios sociales; votan porque quieren cambios sociales. Esos ciudadanos son personas que tienen problemas y demandas de tipo político que quieren que se les reconozca, que quieren tener acceso a todos los instrumentos de la política. Son ciudadanos que tienen demandas sociales, que también quieren que se les reconozcan. Si son el último de los barrenderos, en esta escala del trabajo, y si barren bien, quieren que se les reconozcan sus excelencias como barrenderos; tienen muchas demandas sociales y son muchas sus necesidades económicas y, dentro de sus necesidades económicas, quieren tener trabajo seguro, un salario suficiente para vivir con decoro y quieren tener acceso a las grandes tiendas como la CONASUPO, a los grandes transportes que sirvan con criterio social, en donde luzca su salario, en donde las gentes destinen los presupuestos a la justicia social; y no olvidar, nosotros, que somos aquí representantes de ese pueblo, que las masas populares demandan la aplicación de los presupuestos de acuerdo con las necesidades presentes, que nos llaman a luchar por la democracia, por la independencia económica de México, por el nacionalismo, que nos llaman para luchar por la producción.

Que estos ciudadanos votarán por nosotros, si nosotros entendemos que no votan por las gentes, sino por los grandes cambios sociales.

(Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Gerardo Medina.

El C. Gerardo Medina Valdez: Señor Presidente, señor primer vicepresidente, señores diputados. Una sesión de esta naturaleza, en la que primordialmente junto al argumento político se manejan cifras, es natural que provoque una mayor fatiga que otras. Quiero pedirles un esfuerzo más para entender el sentido de nuestra posición en este debate. No es que los diputados de Acción Nacional estemos obsesivamente empeñados en buscar las fallas de las instituciones y de los funcionarios; en nuestros juicios, en nuestras opiniones, prevalece la convicción y ésta es radicalmente nuestra intención, un sistema, una manera de hacer las cosas, independientemente de los nombres de los responsables de hacerlas.

No hay, nunca ha habido de nuestra parte, la menor intención de agredir a personas.

El funcionario público, por su misma naturaleza, está expuesto a juicios positivos y negativos, y apelamos a la madurez de los funcionarios cuyos nombres y cuyas sombras están en estos momentos en este salón en el debate de la Cuenta Pública, demandamos de ellos la madurez suficiente para entender nuestra posición.

Somos la oposición, con muchos defectos, los defectos de todas las instituciones constituidas por seres humanos y no por ángeles y tampoco por demonios; pensamos -y así lo dijimos- al gobernador de esta ciudad, que es un reto las 24 horas de cada día, de que hay diputados de las comisiones testigos de esa actitud, que nuestro propósito como representación, como la única representación política de esta enorme ciudad de 11 millones de habitantes, es contribuir a un mejor gobierno de la ciudad; y pensamos y así actuamos, que una forma de vivir, una forma de ayudar a la ciudad y a sus gobernantes, es plantear con toda honradez nuestras legítimas dudas.

Por lo demás, y aquí exclusivamente en la Cámara de Diputados, frente a 25 representantes de la oposición hay 190 dispuestos a encontrar todas las virtudes a la Administración Pública. Y si esos 190 proceden con la responsabilidad, con el conocimiento de Hernán Morales Medina, estarán ustedes de acuerdo con nosotros en que poco o muy poco pueden importar en definitiva 25 opiniones honradamente divergentes.

Aunque mis compañeros diputados si lo desean harán uso de su derecho a una segunda intervención, quiero dejar asentado que este es un debate, y un debate entre seres humanos civilizados que quieren dar ejemplo al país de cómo se ventilan las divergencias.

Escuchemos con atención los razonamientos del pro, y si no quedamos convencidos, no por esto debemos pensar que vamos a retroceder en el grado de civilización que hemos logrado en el trato con la autoridad y con sus funcionarios, y siguiendo la idea del diputado Morales Medina, de que el voto es una exigencia de cambio, cualquiera que sea el sentido de este voto, tendrá esa naturaleza, será el voto de Acción Nacional esta tarde, una exigencia de cambio.

Quisiera, con la venia de la Presidencia, si me permite hacer un reconocimiento muy personal con el cual quiero pensar, se sentirán identificados todos los compañeros legisladores, que como yo, no tuvieron ni tendrán la oportunidad de una educación superior, y por lo tanto, casi ninguna posibilidad de trato con altos funcionarios.

Gracias al diputado Alejandro Cervantes Delgado por la oportunidad de acceder, como representantes del Partido Acción Nacional, al conocimiento más profundo de temas tan importantes, como mecanismos de Presupuesto, y por tanto de Cuenta Pública, a través del diálogo con funcionarios y expertos a los cuales, de no haber sido por esto, que ese indicio claro de un cambio de mentalidad en el trato de los partidos políticos, ni siquiera habríamos llegado a conocer... (aplausos), ni mucho menos, habríamos tenido la oportunidad de participar en un debate de tanta importancia como éste; con un mayor conocimiento de la materia, con una mayor seguridad en nuestras convicciones y con la misma y más firme intención de contribuir a mejorar sistemas y procedimientos.

Lamento que haya una contrapartida a este reconocimiento sin regateos, al diputado Cervantes; lamento tener que recordarle que a pesar de haber pedido que no hubiera en este debate adjetivos, sino tesis, haya calificado a Fernández del Campo como un mentiroso; y que haya sostenido en sus comparaciones, en esta materia con otros países del mundo, prácticamente que aquí podría caber en el análisis de estas cuestiones y en la aceptación en consulta e incondicional de estos resultados, que podríamos establecer como criterio para la inteligencia, aquello de que "mal de muchos, consuelo de subdesarrollados".

Yo no veo, y siguiendo el simil de lapsus de Alejandro Cervantes Delgado, yo no veo, nunca he visto, que el diputado esté miope. No me explico entonces porqué no escuchó bien a Fernández del Campo.

Finalmente, de la que algún compañero diputado del PRI calificó -claro, en privado, debe usted entenderlo, señor diputado-, consideró como una intervención oscuramente surrealista, o surrealistamente oscura del diputado Horacio Labastida, yo quiero recoger, en nombre propio y de mis compañeros diputados y de Partido en todo el país, la enseñanza que se sirvió recordarnos el Quijote, al confesar desde el principio su locura. Porque para muchos mexicanos, y nos lo dicen en todos los tonos, se necesita estar loco para ir contra la poderosa corriente del gobierno y su mayoría; se necesita estar loco para estar en la oposición, para militar en Acción Nacional, cuando lo práctico, lo cómodo, lo fácil sería sumarnos a la corriente de ustedes, la mayoría.

Como el Quijote, confieso y acepto mi locura, y como él, con una diferencia que es al mismo tiempo una esperanza, que aunque no sea al término de este debate, sino al correr del tiempo, Sancho Panza, el hombre práctico de ayer, de hoy y de siempre, comparta conmigo, con nosotros los de Acción Nacional, la locura de ir contra la corriente, cuando así lo reclamen las condiciones de un país que como el nuestro, está en evolución y queremos que esté en revolución y, por lo tanto, que sea siempre ajeno totalmente a todas las rutinas.

Ayer todavía, señores diputados, uno de los compañeros miembros de la Comisión de Presupuesto y Cuenta nos insistía en que este último debate de nuestra legislatura sobre cuenta pública fuera hasta lo posible, ejemplar.

Un debate que aportara ideas constructivas; que no fuéramos repetitivos. Nos permitimos hacerle notar ayer en privado, y hoy en público, dos cosas: una, que un debate es repetitivo en la medida en que la cuestión debatida

es repetitiva, en la proporción en que el asunto se presente en términos repetitivos.

Y es evidente que a pesar de los esfuerzos por mejorar su presentación y hacerla relativamente más fácil de estudiar, el dictamen sobre la Cuenta Pública de 1974 es repetitivo en su esencia.

Aquí no pasó nada. El gobierno manejó 230,900 millones de pesos sin un sólo error. Se repite el increíble acierto. Tenemos que repetir nuestra duda cuando menos de que eso sea posible.

La otra cosa que hacíamos ver al señor diputado es esta: gracias a lo repetitivo de Acción Nacional y gracias también a la saludable evolución política entre el trato entre mayoría y minoría de la Cámara ha sido posible ir avanzando no sólo en la presentación de estas cuestiones sino en lo que es más importante, en la paulatina mejoría de la estructura de los presupuestos de cuyos ejercicios muestran el resultado de las correspondientes cuentas públicas.

Tenemos que seguir siendo repetitivos si seguimos sin extraviar el sentido de nuestra representación popular y la particular misión que como oposición aquí debemos cumplir: la de un juicio independiente respecto a las cosas públicas, juicio independiente que puede ir desde lo antagónica irreductible hasta la coincidencia con la mayoría sin que esta coincidencia suponga jamás la renuncia a las propias convicciones y sí en cambio encuentro de mexicanos en el mejor servicio a México.

Adolfo Christlieb Ibarrola, el jefe que el domingo próximo hará 6 años que se nos adelantó a la eternidad, el jefe y el hombre a cuya sombra amistosa más hubiera aprendido si menos limitaciones yo tuviera, dijo:

"El debate parlamentario no debe ser un torneo de oratoria pirotécnica que pueda encenderse quemarse o tener publicidad a voluntad de las mayorías del Congreso. Mayorías y minorías tienen la obligación de debatir públicamente para formar e informar a la opinión pública; porque el debate en las Cámaras debe ser la exteriorización ante el pueblo, que es el tribunal que en última instancia tiene derecho a juzgar los actos políticos, la manera como los miembros del Poder Legislativo conciben los problemas de la nación y la forma como cumplen sus funciones representativas respecto a la solución de los mismos".

Con ese espíritu conformado por esa norma hemos entrado a éste y todos los debates en la Cámara de Diputados. Creo que no es necesario abundar en los aspectos numéricos del dictamen sobre la Cuenta Pública de 1974. Ya se han empleado en dosis suficientes para que cada uno de nosotros, antes de votar si se acepta o no, se haya formado un juicio formado en razón.

Pero es para todos muy claro que un debate sobre Cuenta Pública, sobre el resultado en números de un ejercicio presupuestal no puede reducirse a un mero cotejo de cifras y al planteamiento en reclamo de una explicación, ni tampoco a explicaciones que conforme a criterios técnicos o políticos se den a los interrogantes o sobre los juicios divergentes.

Y no puede así agotarse, por la sencilla razón de que si el presupuesto de egresos es un programa de gobierno, vaciado en números, la Cuenta Pública es o debe ser su comprobante, y si es juicio de cómo se cumplió un programa de gobierno, lo que aquí debatimos es sin descuidar la técnica en el manejo de cifras que representan fondos públicos, una cuestión eminentemente política si entendemos la política y así la entendemos en Acción Nacional como capacidad y obligación de servir al hombre con justicia y honestidad.

Un programa de gobierno se fija objetivos y para alcanzarlos instrumenta sus recursos, recursos que son de todo el pueblo, representado en el orden fiscal por el escaso número de causantes, entre ellos los sujetos a un sueldo, los cautivos del impuesto sobre la renta, los que no tienen la menor posibilidad de evasión fiscal.

Ahora bien, el diputado Juan José Hinojosa ha mostrado que los objetivos establecidos para el ejercicio presupuestal de 1974 no se cumplieron, ni en la satisfacción de las demandas de alimentos sin acudir a las importaciones, ni en la diversificación de los mercados, ni en el autofinanciamiento del gasto, ni en la lucha contra la inflación.

Por su parte, el diputado Miguel Fernández del Campo ha desmenuzado la estructura de la Cuenta Pública para poner de relieve datos que no sólo confirman el no cumplimiento de los objetivos de la administración federal, sino que a juicio nuestro, arrojan luz por las contradicciones y confusiones halladas en los estados de la Cuenta Pública sobre por qué precisamente dichos objetivos no fueron alcanzados. A su vez, el diputado Héctor González García ha puesto en evidencia, por el alto costo de la administración, por la escasa inversión en obras, explicable, quizá en parte, por la primera, y por la forma negativa en que han sido administrados los tres organismos descentralizados que el presupuesto del Distrito Federal para 1974, no cumplió; a su escala, con su finalidad de servir más y eficientemente a sus once millones de habitantes.

De la réplica, y contraréplica si las hay, y creo que las va a haber, todos hemos tomado, y tomaremos nota para nuestro juicio y nuestro voto.

Un programa de gobierno es un esquema y una práctica del desarrollo a través de un estilo y una técnica de administración. El desarrollo de una comunidad humana ha de ser integral y para que lo sea debe ser compartida no sólo en el esfuerzo, sino en sus frutos. Desarrollo compartido ha sido uno de los más usados slogans de la actual Administración Federal, pero a la luz de la Cuenta Pública correspondiente al ejercicio presupuestal de 1974, y en el supuesto de buena fe que no se trata solamente de un slogan de propaganda política, podemos afirmar, señores diputados, sin engañarnos y sin tratar de engañar a los demás, que el desarrollo de México ha sido en verdad

compartido, ha mejorado el nivel de vida de todos los mexicanos en 1974.

Nosotros creemos que no. Creemos que una enorme porción de compatriotas siguen marginados del desarrollo. Pero aún, creemos que las distancias separan a los distintos segmentos sociales que integran la injusta conformidad piramidal del país, lejos de cerrarse, se ha profundizado. Los graves conflictos de este año de 1975, que como todos los conflictos sociales no se generan de un día para otro, parecen darnos la razón más allá de los juicios que en particular cada uno de esos conflictos nos merezcan.

A falta de esos datos que los técnicos y los tecnócratas llaman parámetros, en las estadísticas internacionales se usa "el ingreso per capita" como índice de prosperidad o pobreza o miseria de las naciones, se emplea también el número de calorías en la dieta diaria, pero sobre todo en México, y aquí mismo lo hizo la diputada Margarita Prida de Yarza el viernes pasado, con motivo de la Ley Federal de Protección al Consumidor, ya se ha dicho bastante: nuestra población está muy por debajo del índice mínimo aceptable.

Dos hechos, disminuyen el valor del ingreso per capita, por habitante como parámetro confiable para conocer realmente el nivel de vida de los mexicanos.

Es el primero, que consciente o inconscientemente, interesada o desinteresadamente, se establece como punto de referencia y comparación el de los países desarrollados.

El segundo, su indiscriminada calidad de promedio. Así, podría decirse con base en el ingreso per capita, que se obtiene mediante la simple división entre el valor del producto interno bruto y el número de habitantes, a precio de mercado, que la población mexicana ha alcanzado un nivel de vida aceptable.

En efecto, si en 1970, con un valor del producto interno bruto y una población estimada en 48 millones de habitantes el ingreso per capita era de 8,722 pesos con 91 centavos; para 1974, con una población estimada en 54 millones, punto 9, y un valor del producto interno bruto, calculado sobre los 812 mil millones , de pesos, el ingreso per capita subió a 14,787 pesos con 52 centavos. La cifra, así presentada, es impresionante. Pero deja de serlo buscando tras la oculta verdad de las condiciones en que se desenvuelve la vida de los mexicanos. Y esa verdad es que ese promedio global de 14,787 pesos; 1,182 dólares, se esconden en realidades como ésta: ingresos reales de 200 pesos mensuales por familia, frente a familias con ingresos mensuales de 10 mil pesos o más. El 50% de familias se reparten el 40% del ingreso nacional; hay mexicanos con ochenta y cinco centavos o un peso de ingreso diario, mientras solamente 167,000 familias obtienen mensualmente más de diez mil pesos de ingreso como promedio. ¿Cómo no va a, no sólo a perpetuarse sino a agravarse esta dicotomía nacional, si el 50.3% de los predios agrícolas produce apenas $750.00 al año por predio y por familia? Este dato, señores diputados, nos conduce a un aspecto de la cuenta pública que aquí debatimos. ¿En dónde quedó el fruto positivo del enorme incremento de recursos destinados al campo? ¿Hasta dónde es sensato admitir y aceptar unos números que dejan intacta o empeorada una tal situación? Se pueden hacer aquí o en cualquier parte muchos discursos, pero ahí está esa injusta pirámide social con todas sus consecuencias, piramidales también y también ilógicamente injustas: a mayor ingreso, mayores posibilidades de educación y de empleo; a mayores ingresos, menores posibilidades de ampliar los horizontes:

Así contemplado el hecho socioeconómico mexicano, debemos concluir que el ejercicio presupuestal de 1974, que se refleja en la cuenta pública, no fue ni correcto ni justo, y que en consecuencia no debe ser aprobado hasta en tanto no se reciban las aclaraciones convincentes respectivas. Se nos plantea el problema de saber de dónde han de provenir esas aclaraciones. No ciertamente de un Secretario de Hacienda que ya no lo es, porque al fin y al cabo -lo dijo el propio Presidente Echeverría-, la política hacendaría se fija en Los Pinos, ni tampoco el que lo sustituya, aunque mucho podría ayudar si quisiera o si lo dejaran.

La Cámara de Diputados cuenta con un órgano técnico capaz, en teoría, de resolvernos el problema. Sin embargo, para que este mecanismo funcionara, sería necesario una condición insalvable: que la revisión y en su caso la aprobación de la cuenta pública se sujetara al trámite que dispone la Constitución, y que desde hace 20 años, desde 1955 se ha invertido como lo vamos a demostrar.

El artículo 1o. de la Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda, establece: "El examen de la cuenta anual que debe presentar el Poder Ejecutivo al Congreso de la Unión y las glosas de dicha cuenta, de acuerdo con las facultades otorgadas por la fracción 28 del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se llevará a cabo por la Contaduría Mayor de Hacienda, de acuerdo con esta ley y sus reglamentos".

El precepto en nuestra opinión es muy claro. El examen y la glosa de la cuenta pública debe hacerlas la Contaduría Mayor de Hacienda. Tan es así que el trámite relativo a la cuenta pública es el siguiente: conforme al artículo 65 de la Constitución en su fracción I, el Ejecutivo debe enviarla en los primeros diez días del período ordinario de sesiones. Esta se recibió el 8 de septiembre.

La Cámara la recibe, y apegada al artículo 80 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso, de inmediato la turna a la Contaduría Mayor de Hacienda para que cumpla ésta su cometido constitucional de revisarla, glosarla y el supuesto es muy claro, dictaminarla. Es su dictamen, el dictamen de la Contaduría Mayor de Hacienda el que debe ser presentado aquí a través de la Comisión Revisora de la Contaduría Mayor de Hacienda y de la Comisión de Presupuesto y Cuenta de la cual la revisora es otro instrumento. Pero resulta

que desde 1955 la Cámara aprueba la Cuenta Pública aunque sea con el voto en contra de la diputación de Acción Nacional, y después se turna a la Contaduría Mayor de Hacienda para que como dice el artículo 3o. del proyecto de Decreto que nos presentó la actual Comisión de Presupuesto y Cuenta - igual que han hecho las anteriores- esa dependencia de la Cámara, ese órgano técnico de la Cámara de Diputados, examine minuciosamente los libros de contabilidad y glose los documentos justificativos y comprobatorios que integran las propias cuentas y proceda en los términos de Ley.

En otras palabras, alterar el orden. Primero aprueba la Cámara la Cuenta Pública, acepta dice, para disfrazar la realidad, y luego la turna a la Contaduría Mayor de Hacienda que de acuerdo con la Constitución debería primero de dictaminar sobre de ella.

Seamos lógicos, ¿qué puede hacer aunque sea en teoría la Contaduría Mayor de Hacienda cuando la Cámara ya aprobó la Cuenta Pública? En el supuesto más que discutible de que se sumerja en la revisión de la misma, los diputados no podemos ser tan ingenuos como para esperar que la Contaduría Mayor de Hacienda le enmiende la plana a la Cámara de la cual depende, exhibiendo datos que podrían dejar a ésta, a la Cámara de Diputados, con una imagen de irresponsable. Simplemente cuando le digan o se lo manden y quien se lo mande para hacerlo según el artículo 27 de su Ley Orgánica, la Contaduría Mayor enviará un oficio en el que se dirá:

"Fueron revisados los libros y glosados los documentos justificativos de la Cuenta Pública de 1974, y todo estuvo correcto."

Un papel más para la bodega, eso es el resultado final de este proceso tal como hace dos décadas se viene realizando.

Señores diputados, desde hace 20 años se ha caído en una contradicción, en idénticos mecanismos que operaron en los tiempos de don Porfirio, aunque la Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda Reglamentaria de la fracción 28 del 73 constitucional sea relativamente joven, pues tiene apenas 39 años, nació en 1936 con Lázaro Cárdenas en la Presidencia de la República y Eduardo Suárez en la Secretaría de Hacienda.

Esa Ley Orgánica recogió la tradición porfirista en lugar de cambiarla y la Cámara de Diputados ha resbalado por la cómoda pero absurda pendiente de la misma rutina. Hemos probado todos los que estamos aquí nuestro reconocimiento explícito como equipo parlamentario de Acción Nacional para estas cuestiones, al Diputado Alejandro Cervantes Delgado y a las autoridades que con nosotros han convivido para dialogar e ilustrarnos con la voluntad dispuesta a los cambios que mejoren efectivamente los sistemas para fortalecer o restaurar la confianza del pueblo en sus instituciones, este mecanismo de la Cuenta Pública debe ser profundamente revisado.

Si el orden establecido por la Contaduría es incorrecto o no es funcional, hay que reformarlo, pero mientras en la letra y en el espíritu la Ley esté vigente, debemos respetarlo en tanto se revisen a fondo la Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda y su Reglamento o se dote a ese órgano técnico de la Cámara de Diputados de los medios técnicos y profesionales que permitan responder a su grave responsabilidad.

Y dicho sea entre paréntesis, tarde o temprano como ocurre en otros parlamentos del mundo, otras comisiones de la Cámara, como la recién creada de Planeación y Desarrollo deberán contar con órganos técnicos adecuados semejantes en su propósito a la Contaduría Mayor de Hacienda, porque con sentido común y conocimiento lo señala Felipe Tena Ramírez, por la que en más de un sentido es heterogénea la composición de la Cámara de Diputados y son tan diversas y complejas las tareas que le asigna la Constitución es casi imposible que las pueda cumplir con eficiencia. Y el respeto por el proceso constitucional debemos y podemos demostrarlo muy sencillamente, que se declare que se admite la Cuenta Pública y se turne a la Contaduría Mayor de Hacienda para su revisión y su glosa, de cuyos resultados deberá informar a la Cámara para que ésta la discuta, y ella sí, la Cámara, y no la Contaduría Mayor, proceda en los términos de Ley.

Esto podría ser un paso a lo que incluso los diputados de la mayoría han aceptado como razonable, que se establezca por fin un período extraordinario de sesiones, exclusivamente para estudiar y decidir sobre Presupuestos, Leyes de Ingresos y Cuenta Pública.

Una última palabra en torno al fondo político perfectamente explicable y perfectamente legítimo del Dictamen sobre la Cuenta Pública correspondiente al Ejercicio Fiscal de 1974 a discusión.

Con Don Manuel Gómez Morín, ilustre mexicano fundador de Acción Nacional, sostenemos que el ingreso per capita es una pobre selección como índice del desarrollo, del subdesarrollo o del despegue. Decía el maestro Gómez Morín hace 15 años en un cursillo que sobre desarrollo diera en la Universidad Nacional, que no es difícil comprobar con la experiencia que países en donde hay más alto índice de ingreso per capita, son países de desarrollo inferior económico, porque el dato numérico es bajo y que en los países subdesarrollados, casi, por definición, puede decirse que la distribución del ingreso es normalmente adverso a la mayoría, y que el dato promedio es generalmente falto, y yo diría, afirmaba don Manuel Gómez Morín, que en la Ciencias Sociales es siempre falto.

Con Gómez Morín aceptamos que el Estado Social de un país no depende sólo del engañoso dato de ingreso per capita puesto que hay otros factores, como la seguridad, la confianza, el clima de la relación y el afecto, que no pueden medirse con números y que hay factores exógenos como el colonialismo y el imperialismo subvertientes que presionan y que influyen, tratan de imponer fórmulas recetables

con pretensiones de absoluto, cuando el subdesarrollo debe ser abordado en este país, en concreto, en este país, con estas características propias de cultura, de tradiciones y de posibilidades. En última instancia, el proceso de desarrollo es un problema moral casi espiritual como lo acepta un destacado estudioso de este problema; de este problema que no admite ser reducido a un movimiento simplemente lineal, sino que es un movimiento orgánico, no desarrollo sino crecimiento y no crecimiento, como quiera, sino crecimiento para el bien común.

Con esa limitación sobre el valor del ingreso por cabeza global y porque lo que debe contar es el ingreso real, familiar y personal, así concebimos el desarrollo.

Por eso nos preocupa intensamente el esquema de desarrollo impuesto a México, que da, como se ve en la Cuenta Pública de 1974, tan pobres y tan injustos resultados.

Tenemos un régimen de economía mixta, es verdad, pero cuántas sugerencias y cuánto por definir latían en la pregunta que el diputado Manuel González Hinojosa planteaba al Secretario del Patrimonio Nacional en este Recinto, porque mixto es un sistema económico en el que la relación está mirando a los extremos de 1 a 99 en favor del Estado o viceversa.

¿Hasta dónde los resultados de la Administración visibles, en la Cuenta Pública, lo son del empeño estatal por desbordar sus campos propios? ¿Hasta dónde la mala o pésima administración de tantas empresas en manos del Estado están siendo pagadas por el pueblo, mediante la distracción de fondos públicos que podían tener y deberían tener un mejor servicio de destino a toda la comunidad, para que efectivamente el desarrollo fuera compartido?

Estamos convencidos los diputados de Acción Nacional que tarde o temprano, algún titular del Poder Ejecutivo hará en ese terreno, profundas, benéficas rectificaciones. Hasta ahora, para justificar el desvío de cada vez más, miles y miles de millones de pesos para sostener empresas del Estado, que dicen cumplen una función social y no es lucrativo. No discutimos que tal sea el caso de organismos descentralizados indicados, por ejemplo, a la seguridad social, pero es absurdo abarcarlos a todos los demás con el mismo criterio y que deliberadamente borran, por esa confusión, la frontera entre lo que es servicio y lo que es ineptitud o corrupción o ambas cosas. Se dice también que es la única forma de sostener fuentes de trabajo que de otra manera desaparecerían, pero se olvida que una sana fuente de trabajo debe ser autosuficiente, si está correctamente administrada y no una carga para todos los contribuyentes, y que el Estado, todos los contribuyentes, no tienen por qué resolver los problemas de la incapacidad, la deshonestidad o la mala fe de los particulares.

Queden estas consideraciones finales, señores diputados, como la explicación de una inquietud surgida del legítimo afán de contribuir al bien del país. No buscamos debilitar al Estado; queremos una administración vigorosa pero competente, y hasta donde humanamente es dable esperar, incorruptible. Deseamos y trabajamos por instituciones fuertes y honorables, eficaces y responsables, y porque ese es nuestro anhelo, en relación con la Cuenta Pública que hoy debatimos, creemos que puede ser, que será un gran paso, el que esta H. Asamblea de representantes del pueblo apruebe la siguiente proposición de reformas al proyecto de Decreto, en sus artículos 1o., y 3o., y suprimiendo el artículo 2o., para quedar como sigue, dejando en sus términos todo lo demás:

"Artículo 1o. Se admite la Cuenta Pública que comprenda la del gobierno federal y la de los organismos descentralizados propiedad del gobierno federal, la del Departamento del Distrito Federal y sus organismos, así como la de los Territorios Federales correspondientes al ejercicio fiscal de 1974.

Artículo 2o. Ordénese a la Contaduría Mayor de Hacienda que examine minuciosamente los libros de contabilidad y glosa, los documentos justificativos y comprobatorios que integran las propias cuentas, y que en un término de 6 meses a partir de esta fecha, rinda el dictamen correspondiente para que la Cámara de Diputados proceda en los términos de ley". Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Peña Ochoa.

El C. Juan C. Peña Ochoa: Señor Presidente, compañeros diputados: Vine a esta sesión animado de la mejor voluntad para participar en lo particular y en nombre de mi Partido el Auténtico de la Revolución Mexicana, en todos los asuntos que hemos tratado aquí en relación a los problemas. Mejor dicho a todo lo expuesto en beneficio de los intereses de la Ley Hacendaría, cual es la de que todos tengamos conciencia de que es una necesidad y un deber de nosotros aprobarla.

Solamente me resta, por el poco tiempo que tenemos para ir a esa tribuna, hacer un merecido elogio a las comisiones que se abocaron al conocimiento de esta importante tarea, por la agilidad y convicción revolucionaria que los animó.

Así también lo hago extensivo a todos y cada uno de los miembros de este honorable cuerpo de legislación de la XLIX Legislatura.

Muy agradecido, señor Presidente, por la atención que me dispensó.

Señor diputado Peña Ochoa, esta Presidencia entiende pues que declina usted el derecho de hacer uso de la Tribuna. En consecuencia, en pro, corresponde el turno al diputado Belisario Aguilar Olvera.

El C. Belisario Aguilar Olvera: Señoras y señores diputados: ¡Qué bueno que se debata con profundidad un aspecto tan importante para el país como es la Cuenta Pública! ¡Qué bueno que aquí se expongan las ideas, los puntos de vista alrededor de los grandes problemas nacionales!

En ese ámbito de un elevado debate, de tesis y no de adjetivos, quiero exponer los puntos

de vista de mi Partido, el Partido Popular Socialista, alrededor de la Cuenta Pública. Al examinar la Cuenta Pública encontramos que los gastos del Sector Público Federal, estuvieron dirigidos fundamentalmente a incrementar la producción y los servicios públicos y a elevar la infraestructura y por tanto, a avanzar por el camino de la independencia económica de nuestro país.

Es de destacar que la inversión industrial aumentó de 1973 a 1974 de un 32.5% a un 36.0% y la inversión para el fomento agropecuario y desarrollo rural de un 14.2 a un 16.9%, lo que representa un 52.9%. La inversión en Transportes y Comunicaciones al 24%, correspondiendo a otros conceptos el 23.1%.

Nos complace este examen, porque notamos la preocupación del Gobierno Federal por elevar la productividad, ya que a nuestro juicio, es la mejor inversión, si se trata de fortalecer las empresas del Estado, de abrir nuevas fuentes de trabajo, de elevar el nivel de vida del pueblo, el gasto tiene entonces una dirección patriótica.

Al mismo tiempo, se nos informa que Petróleos Mexicanos cubrió sus inversiones con más del 70% de sus recursos propios, a diferencia de 1973, en el que sólo aportó aproximadamente un 20%.

Petróleos Mexicanos alcanzó un superávit de 233 millones en este año fiscal.

En contraste con lo anterior, la Comisión Federal de Electricidad, la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y Ferrocarriles Mexicanos, cargaron con un déficit en conjunto de 4,286 millones de pesos.

El examen sobre Petróleos Mexicanos y sobre las otras empresas, nos debe hacer meditar seriamente sobre la inconveniencia de seguir soportando tarifas preferenciales al sector privado. Pero examinemos la deuda pública para lograr mejores resultados en dicho análisis.

El incremento de la deuda pública fue en 1974 sea un 399%, mientras que en 1973, fue de 17.940 millones lo que representó un 83%. La diferencia es que para 1974, el incremento fue menor en 2,525 millones.

En cuanto a la amortización en 1973 fue de 22,635 millones y para 1974, aumentó dicha amortización en 2,455 millones, lo que representa un total de 25,088 millones de pesos.

De la Deuda Pública Federal, correspondió al Gobierno Federal el mayor porcentaje, siendo en su mayor parte deuda interna, mientras que a los organismos y empresas, el mayor porcentaje corresponde a la deuda externa.

Al hacer estas consideraciones, queremos dejar asentada nuestra opinión, de que, el endeudamiento público debe servir para desarrollar las fuerzas productivas en beneficio de la mayoría y de la Independencia cabal de la nación mexicana y no para obras suntuarias o para enriquecer a una minoría privilegiada.

Por todo lo anterior, queremos insistir una vez más, en la necesidad de una Reforma Fiscal a fondo, en donde ya no existan más los impuestos indirectos que se transfieren al consumidor como el famoso 4% que autorizara en aquella época el entonces Secretario de Hacienda, licenciado Margáin. Deben establecerse única y exclusivamente los impuestos directos, que graven las ganancias y que no sean transferibles. Pero al mismo tiempo, es necesario, como lo digo anteriormente, que no sigamos subsidiando a las empresas del sector privado, en donde se localizan las transnacionales, subsidiándolas, vía impuestos, vía tarifas preferenciales y todo tipo de canonjías.

Si Ferrocarriles Mexicanos, si la Comisión Federal de Electricidad y si la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, cobraran a quienes utilizan sus servicios para lograr altas ganancias una tarifa mayor, a la que generalmente se les cobra y por otro lado, la energía eléctrica para el servicio doméstico o el transporte de pasajeros tuvieran una tarifa menor, estoy seguro que no cargarían con ese déficit y al igual que Petróleos Mexicanos, tendrían un superávit. El examen anterior, nos demuestra también que el impuesto a la gasolina trajo beneficios incalculables a la Cuenta Pública, pero me hago la siguiente pregunta: ¿vamos a seguir manteniendo con precios bajos el voraz enriquecimiento de unos cuantos?

Vemos este otro examen: durante los últimos diez años, se desembolsaron aproximadamente 169 mil millones de pesos por concepto de subsidios a empresas privadas y si consideramos que la deuda pública asciende a casi 160 mil millones de pesos, ¿tendríamos deuda pública de no haber existido los subsidios?

Si la deuda pública se incrementó menos en 1974 y se amortizó más durante el mismo año, si el endeudamiento externo estuvo en su mayor parte dirigido a fortalecer los organismos y empresas, en donde destacan el Sector Eléctrico y Petróleos, debemos admitir que se camina con pasos firmes hacia el objetivo primordial: la independencia económica de México. Por eso hoy es más necesario que nunca, la formulación de un Programa de Desarrollo del país, al cual deben sujetarse el Gobierno Federal, los Gobiernos de los Estados y de los Municipios y los particulares. Un Programa de Promoción Económica que establezca el carácter, los límites y las finalidades de las diversas actividades productivas, de los transportes y de las comunicaciones y de las instituciones de crédito. Pese a las grandes rectificaciones que el actual gobierno ha hecho a la política económica de los gobiernos anteriores, sin ese programa, ni las industrias extractivas, ni las agropecuarias, ni las básicas, ni las de productos de consumo, ni las otras actividades, pueden tener programas concretos coordinados con los otros y metas precisas y calendarios para lograr los rendimientos que se les hayan señalado.

Un programa nacional nos daría la oportunidad de examinar también las inversiones privadas. Esto sería de tal importancia, porque sólo la banca privada maneja una cantidad casi dos veces superior a los recursos de que el Estado dispone, y sería importante, porque esta Cámara tendría la oportunidad de examinar si esas inversiones se orientan o no, al desarrollo

independiente del país y al mejoramiento de los niveles de vida del pueblo, ya que nadie puede negar, que si la banca maneja dinero que el pueblo deposita en ella, bien tiene el derecho el pueblo a través de su representación exigir un buen manejo, patriótico y no usurero.

Quiero dejar sentado que el Partido Popular Socialista sabe diferenciar muy bien del gasto inflacionario norteamericano del nuestro. El presupuesto del imperialismo norteamericano está dirigido hacia la guerra, es un presupuesto militarista, y su inflación nos repercute gravemente, al grado de señalar que mientras estemos uncidos a la economía norteamericana seguiremos subsidiando como ayer la guerra de agresión al Vietnam y ahora los crímenes de la Junta Militar Chilena, otras agresiones norteamericanas.

El gasto público en un país dependiente, en un país en vías de desarrollo, en un país donde influyen poderosamente las inversiones extranjeras, en donde su moneda se devalúa al mismo tiempo que se devalúa la moneda norteamericana, a pesar de que se guarde la paridad de un país que participa en un mercado internacional cautivo, en suma, en un país en donde no sólo operan los monopolios extranjeros, sino los locales, como la asociación de ganaderos, en otras palabras, en un país como el nuestro, todo incremento al gasto público en vez de ser inflacionario, lo hace defensivo y se puede, si nosotros, los mexicanos que anhelamos una patria independiente y generosa para nuestros hijos así nos lo proponemos, convertirlo en ofensivo en favor del pueblo y la nación mexicana, o los terratenientes que hacen paros criminales en Sonora y Sinaloa.

Y no puede ser de otra manera, ya que no es posible concebir a una revolución defensiva. Todas las revoluciones, o son ofensivas o son aplastadas por sus adversarios.

Por su contenido social, por los objetivos políticos y económicos que pretenden alcanzar, las revoluciones nacionales liberadoras de nuestra época, no son revoluciones socialistas, que conducidas por su clase obrera, se planteen la supresión de la propiedad privada de los instrumentos de la producción y del cambio. Pero no son tampoco revoluciones democrático - burguesas como las que estremecieron a Europa y a Norteamérica en los siglos XVIII y XIX de nuestra época, que se propagan como aquéllas, impulsar el desarrollo capitalista, llamémosle clásico, en sus respectivos países.

Son revoluciones alentadas por alianzas populares que integran los obreros, los campesinos y sectores de la burguesía nacionalista, que se interesan por independizar al país y barrer las trabas feudales que impiden su desarrollo económico, superando el atraso de siglos y pensando en el bienestar de amplios sectores de la población.

En la lucha por la liberación económica y por el progreso social los Estados de estos países juegan un papel de primer orden, y se estructura de manera diferente a los Estados capitalistas clásicos, y tienen consecuencia funciones y tareas también distintas a las de aquellos. A este grupo de países, a este grupo de Estados pertenece México.

La Revolución Mexicana iniciada en 1910, fue ante todo una revolución contra la concentración de la tierra, que había llegado al índice más alto del continente. En los planes y manifiestos anteriores a 1910, el problema de la tierra es el punto central de las demandas; pero también ocupan un lugar importante las reivindicaciones de la clase obrera, el reconocimiento de sus derechos. El saqueo de las riquezas naturales del territorio por los extranjeros, particularmente del petróleo y de los minerales, levanta la protesta de la oposición contra Porfirio Díaz, exigiendo condiciones para la participación de los extranjeros en la vida económica del país. De esta suerte, la revolución adquiere su múltiple carácter de movimiento popular, democrático, antifeudal y antiimperialista.

Cuando se examinaron en Querétaro las contradicciones entre la nación mexicana y el imperialismo; el modelo que el país debería darse en el futuro y las funciones del Estado que surgía del proceso revolucionario, los constructores de la patria de hoy, nunca pensaron en darle al país un modelo de desarrollo típicamente capitalista, ni poner en manos de la empresa privada las tareas de la liberación económica y del progreso social. Si se estudian con cuidado los debates del Constituyente y los principios fundamentes que se introdujeron en nuestra Carta Magna se podrá comprobar la justeza de estas afirmaciones.

Propiedad privada, si, pero concebida no como un derecho inherente a los individuos, sino como una concesión de la nación, sujeta siempre a las modalidades que imponga el interés público y a la expropiación. Frente a las asechanzas del exterior, se limitó la actividad económica de los extranjeros, se estableció el control y dominio de la nación sobre sus recursos naturales, principalmente la tierra, las aguas, las riquezas del subsuelo, el petróleo y los minerales, las playas y las fronteras.

El Estado debe realizar reformas profundas a la estructura económica y social del país. México dejó de ser un país agrario y primitivo dedicado a la exportación de minerales en bruto y se transformó en un país agrícola e industrial. Pero ahora, debe crear sus propios medios de producción, sus fábricas de fábricas y sus servicios públicos para no seguir sujeto a los monopolios extranjeros.

La originalidad de nuestra Revolución como las revoluciones en el resto de los países que luchan por su liberación, consiste en que inician su desarrollo independiente en una época en que el capitalismo como sistema social está en decadencia, ya no está en condiciones de asegurar el auge económico de esas naciones ni su progreso social. El capitalismo carece entre nosotros de perspectivas. Los métodos capitalistas son rechazados unánimemente en los países del Tercer Mundo por ser lentos, ineficaces y porque no corresponde a sus condiciones históricas.

Las fuerzas progresistas siempre hemos considerado que las tareas fundamentales del Estado democrático nacional en el terreno económico, consiste en la liquidación de la herencia colonial y feudal, en la solución del problema agrario en favor de los campesinos, en el desplazamiento del capital monopolista extranjero de la economía nacional, en la extensión y afianzamiento del sector estatal y en el mejoramiento substancial del nivel de vida del pueblo.

Vicente Lombardo Toledano afirmó, que más que este hecho, el que caracteriza el proceso económico del México contemporáneo, es su tesis de la nacionalización de los recursos naturales del país y de las ramas principales de la producción y de los servicios.

El logro de la independencia económica, constituye el contenido de la siguiente etapa de la Revolución Mexicana y uno de los medios más eficaces para alcanzarla es la política de las nacionalizaciones.

Los revolucionarios de este país, oponemos la política de las nacionalizaciones y la intervención más activa del Estado en la producción mexicana a la tendencia de entregarle a la iniciativa privada el control y la dirección de nuestro desarrollo económico. En primer lugar, porque carece de la fuerza, del patriotismo y de la audacia necesarias para conducir a México, además de que conlleva el riesgo de que sean sólo prestanombres del capital extranjero. La experiencia histórica demuestra que la llamada libre empresa, nunca ha sido capaz de promover nada importante para nuestro desarrollo, y que sin la participación del Estado en el proceso económico, hace tiempo que México fuera una colonia de los Estados Unidos de Norteamérica.

Esta es, señores diputados, la opinión del Partido Popular Socialista. Por las razones expuestas, porque anhelamos un Estado industrial, un Estado constructor, un Estado educador, un Estado prestador de servicios públicos, en suma, un Estado que impulse al país por la vía de la independencia económica, los diputados del Partido Popular Socialista, vamos a votar en pro del dictamen.

El C. Presidente: De su primer turno, esta Presidencia pregunta a los oradores inscritos si desean hacer uso de sus segunda oportunidad. Señor diputado Juan José Hinojosa:

El C. Juan José Hinojosa: Señor Presidente, consideramos suficientemente discutido el dictamen, por tanto, renunciamos a nuestro segundo turno de discusión.

El C. Presidente: Señor diputado Miguel Fernández del Campo.

El C. Miguel Fernández del Campo: Yo también renuncio.

El C. Presidente: Señor diputado Héctor González García.

El C. Héctor González García: Yo también renuncio.

El C. Presidente: Señor vicepresidente, diputado Gerardo Medina Valdés.

El C. Gerardo Medina Valdés: También renuncio.

El C. Presidente: Señores diputados inscritos en pro, ¿las Comisiones desean hacer uso de la palabra?

El C. Presidente: Tiene la palabra por las Comisiones el diputado Alejandro Cervantes Delgado. (Aplausos.)

El C. Alejandro Cervantes Delgado: Con el permiso del señor Presidente, quiero dirigirme brevemente a ustedes, señores diputados, solamente para destacar algunos aspectos de este importante debate.

En primer término, hacer una calurosa felicitación a todos los legisladores, sin excepción de diputados por el alto sentido de responsabilidad que han demostrado al debatir un documento tan importante y tan trascendente para el desarrollo económico del país, como es la Cuenta Pública. Merced a esta tónica, a este enfoque, a este manifiesto sentido de responsabilidad de todos ustedes, señores legisladores, hemos logrado conservar en un nivel alto y decoroso el debate sobre las operaciones presupuestales del Gobierno Federal en el ejercicio fiscal de 1974.

Ha sido norma de esta legislatura que las Comisiones estudien los asuntos turnados a este Cuerpo Legislativo, con la intervención de todos los diputados, como lo reconoció el estimado compañero y amigo Medina del Partido Acción Nacional.

En esta legislatura hemos tratado de oír siempre, en cualquier Iniciativa por intranscendente que parezca, la opinión de los representantes de todos los sectores afectados, por el proyecto de Ley en cuestión. Asimismo, hemos dialogado, a nivel de comisiones con los funcionarios y con los técnicos de las dependencias, en una relación digna que dice mucho del espíritu de colaboración de los Poderes; opinión que siempre nos ha servido para rectificar algún criterio que por alguna mala interpretación nos pudiera conducir a conclusiones no válidas.

En el caso especial de la Cuenta Pública, como se ha manifestado aquí, hemos tratado de que estos documentos estén el mayor tiempo posible a disposición de todos los legisladores. En este sentido, vemos con gran interés la propuesta del diputado Medina en el sentido de que en ocasiones futuras no se limite el Poder Ejecutivo a mandar únicamente un ejemplar, por lo que solicitaremos que se manden los ejemplares suficientes para que sean consultados por todos con la minuciosidad y el tiempo requeridos.

En relación a las inquietudes expresadas por el diputado Medina en relación a la operación de la Contaduría Mayor de Hacienda, trasladamos a la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda esas inquietudes, que por cierto llegan precisamente coincidiendo con estudios que se están realizando, con objeto de superar algunas deficiencias de este organismo dependiente de esta Legislatura.

Sin embargo, debemos reconocer que si bien son justas y acertadas y convenientes tales inquietudes, en cierta forma y medida van en contra de disposiciones reglamentarias del ejercicio

del presupuesto e inclusive del Reglamento Interior de este Congreso. En estas condiciones, me permito solicitar a la Asamblea que la propuesta de la modificación que en último término hizo el diputado Medina sea desechada.

Señores legisladores, estamos en el último mes del último período de sesiones de la Legislatura que nos tocó formar parte. No creo que sea acertado señalar que debemos sentirnos satisfechos por la labor legislativa que no ha tocado desarrollar.

Sin embargo, sí considero que debemos irnos estimulados hacia los campos que nos depare el futuro porque hemos mantenido una relación muy digna con todas las autoridades, y hemos encontrado una franca correspondencia en todas ellas para hacer que las recomendaciones que en el propio dictamen hemos formulado, y sobre todo la ardua, la difícil, la incomprendida tarea que se desarrolla a nivel de comisiones, sea correspondida por estas autoridades, y que, en consecuencia se esté haciendo caso a las mismas para lograr avances importantes a fin de mejorar las técnicas presupuestales, así como para hacer más comprensibles a los legisladores y al pueblo en general la manera como se ejerce el gasto y cómo se aplican los impuestos y los demás ingresos que en su oportunidad aprobamos al Poder Ejecutivo.

En este avance, a mi modo de ver, importante en función de lo hecho antes, pero escaso y tímido en relación a lo que nos queda por recorrer, espero que nos vayamos estimulados para que en las próximas legislaturas se siga avanzando en un aspecto tan importante y que el pueblo esté enterado de la forma en que se gastan los recursos que él aporta a nuestro gobierno. Hago votos porque la congruencia ideológica, por que la buena fe, por que la honestidad política sigan privando en estos debates y en los estudios a nivel de comisiones, con objeto de que en el futuro se sigan superando las deficiencias estructurales y formales en la formulación y en el ejercicio de los presupuestos públicos. Señores legisladores, muchas gracias."

El C. Presidente: Habiendo hecho uso de la palabra los señores diputados que se inscribieron y desearon hacerlo, es el caso de que la Secretaría pregunte a la Asamblea si el proyecto está suficientemente discutido en lo general y en lo particular. Proceda la Secretaría.

El C. Secretario Rogelio García González: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica se consulta a la Asamblea si el dictamen esta suficientemente discutido...

Suficientemente discutido, señor Presidente.

En consecuencia se va a proceder a recoger la votación en lo general y en lo particular del proyecto de Decreto.

(Votación.)

Fue aprobado el proyecto de Decreto por 121 votos en pro y 18 en contra. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

Señor Presidente, agotados los asuntos en cartera. Se va a proceder a dar lectura al orden del día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA.

- El mismo C. Secretario:

"Cámara de Diputados.

Tercer Período Ordinario de Sesiones.

XLIX Legislatura.

Orden del día.

Diciembre de 1975.

Lectura del acta de la sesión anterior.

De conformidad con el artículo 93 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el C. Secretario del Patrimonio Nacional, presenta el informe de Labores correspondiente al ejercicio 1974-1975.

Dictámenes de primera lectura.

Dos de la Comisión de Permisos Constitucionales con proyecto de Decreto, por los que se concede permiso a los CC. Jorge Eduardo Navarrete López y Humberto Martínez Romero, para aceptar y usar las condecoraciones que les fueron conferidas por gobiernos extranjeros.

De las Comisiones unidas de Hacienda, Crédito Público y Seguros y de Estudios Legislativos con proyecto de Decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Federal de impuestos a las Industrias del Azúcar, Alcohol, Aguardiente y Envasamiento de Bebidas Alcohólicas.

Dictámenes a discusión.

De las Comisiones unidas de Relaciones Exteriores, Primera de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos con proyecto de Decreto, que adiciona el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para establecer una Zona Económica Exclusiva.

De las Comisiones unidas de Relaciones Exteriores, Segunda de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos con proyecto de Ley Reglamentaria del párrafo octavo del artículo 27 constitucional.

De la Comisión de Permisos Constitucionales con proyecto de Decreto, por el que se concede permiso al C. Alberto Ruz Lhuillier, para que pueda aceptar y usar la condecoración que le confirió el Gobierno de Francia."

- El C. Presidente (a las 19:10 horas): Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar, el día de mañana jueves 4 del actual, a las once horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"