Legislatura XLIX - Año III - Período Ordinario - Fecha 19751216 - Número de Diario 37
(L49A3P1oN037F19751216.xml)Núm. Diario:37ENCABEZADO
Diario de los Debates
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
XLIX LEGISLATURA
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración, el 21 de septiembre de 1921
AÑO III México, D.F., Martes 16 de Diciembre de 1975 TOMO III. - NUM. 37
SUMARIO
Apertura
Orden del día
Acta de la sesión anterior. Se aprueba
Comunicación del Ejecutivo
El C. licenciado Mario Moya Palencia.Secretario de Gobernación, participa la autorización del Presidente de la República para que el C. Secretario de Hacienda y Crédito Público, comparezca ante esta Cámara. De enterado
INICIATIVAS DEL EJECUTIVO
De Decreto que autoriza una nueva emisión de Bonos del Ahorro Nacional. Se turna a Comisión
De Decreto que amplía la garantía del Tesoro Mexicano en las operaciones de préstamo que se celebren con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y el plazo en que puede otorgarse.Se turna a Comisión
De Decreto que Reforma los artículos 2o. y 3o. de la Ley que establece las bases para la ejecución en México, por el Poder del Ejecutivo Federal, del convenio constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo. Se turna a Comisión
Comparecencia del Secretario de Hacienda y Crédito Público.
La Secretaría informa de los invitados a esta sesión. La Presidencia agradece la presencia de los distinguidos visitantes y designa Comisión para que introduzcan al Salón al Secretario de Hacienda.La Presidencia manifiesta que en cumplimiento del Acuerdo aprobado por esta Cámara, comparece ante esta Representación el licenciado Mario Ramón Beteta. Agrega que varios CC. diputados han manifestado el deseo de formular preguntas a dicho Secretario de Estado . Esta Presidencia concede el uso de la palabra al licenciado Mario Ramón Beteta, quien da lectura a su exposición. Una vez terminada ésta, hacen uso de la palabra los CC. Alejandro Cervantes Delgado, Jorge Reyna Toledo, Francisco Rodríguez Pérez, Graciela Aceves de Romero, Ezequiel Rodríguez Arcos, Fernando Solís Padrón, Alfonso Gómez de Orozco, Federico Ruiz López, María Aurelia de la Cruz Espinosa, Gilberto Ortiz Medina, Gilberto Gutiérrez Quiroz, Hernán Morales Medina, José Ángel Conchello Dávila, Hugo Manuel Félix García, Lázaro Rubio Félix, Graciano Astudillo Alarcón u Guillermo Gómez Reyes, quienes formulan al Secretario de Hacienda varias preguntas en relación a la Iniciativa en estudio
Agradecimiento
El C. Presidente de la Asamblea, hace uso de la palabra para referirse a las anteriores comparecencias de funcionarios del Ejecutivo Federal, que han asistido a esta Cámara, y a la vez agradece la presencia del Secretario de Hacienda por su valiosa colaboración en el esclarecimiento de las dudas de los Legisladores, respecto a las leyes que han motivado su presencia en esta Cámara. La misma Comisión que introdujo al alto funcionario, lo acompaña al retirarse del Salón. La Secretaría agradece la presencia de los invitados
Orden del Día
Lectura del Orden del Día para próxima sesión. Se levanta la sesión
DEBATE
PRESIDENCIA DEL C. DIPUTADO LUIS DEL TORO CALERO
(Asistencia de 144 ciudadanos diputados.)
APERTURA
- El C. Presidente (a las 11:10 horas): Se abre la sesión. Orden del día.
- El C. secretario Fernando Elías Calles:
"Cámara de Diputados. Tercer Período Ordinario de Sesiones. XLIX Legislatura.
Orden del Día
16 de diciembre de 1975.
Lectura del acta de la sesión anterior.
Comunicaciones del Ejecutivo
Del Secretario de Gobernación por la que comunica autorización del Presidente de República para que el Secretario de Hacienda y Crédito Público comparezca a esta Cámara para informar sobre la Iniciativa del Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 1976.
Iniciativas del Ejecutivo
Decreto que autoriza una nueva emisión de Bonos del Ahorro Nacional.
Decreto que amplia la garantía del Tesoro Mexicano en las operaciones de préstamo que se celebren con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y el plazo en que puede otorgarce.
Decreto que forma los artículos 2o. y 3o. de la Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del convenio constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.
Comparecencia del C. licenciado Mario Ramón Beteta, Secretario de Hacienda y Crédito Público."
ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR
- El mismo C. Secretario:
"Acta de la sesión efectuada por la Cámara de Diputados de la XLIX Legislatura del H. Congreso de la Unión, el día once de diciembre de mil novecientos setenta y cinco.
Presidencia del C. diputado Luis del Toro Calero.
En la ciudad de México, a las doce horas y cuarenta minutos del jueves once de diciembre de mil novecientos setenta y cinco, se abre la sesión una vez que la Secretaría declara una asistencia de ciento setenta y seis ciudadanos diputados.
Lectura del Orden del Día y del Acta de la sesión anterior llevada a cabo el día nueve del actual, la que sin discusión se aprueba en votación económica.
Se da cuenta de los documentos en cartera:
La Comisión de Presupuesto y Gasto Público suscribe una proposición a efecto de que, por los conductos debidos, se obtenga del C. Presidente de la República, licenciado Luis Echeverría Alvarez, la autorización correspondiente para que el C. Secretario de Hacienda y Crédito Público comparezca ante este Representación Nacional para informar sobre la Iniciativa del Presupuesto de Egresos de la Federación para Ejercicio Fiscal de 1976.
A solicitud de los proponentes, la Asamblea, en votación económica, considera este asunto de urgente y obvia resolución, a efecto de que se someta a discusión y votación de inmediato.
A discusión la proposición, no habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se aprueba en sus términos.
La Presidencia acuerda se gire atento oficio al C. Secretario de Gobernación, para que sea el conducto y recabe del Ejecutivo de la Unión la autorización respectiva, a fin de que en los términos de la proposición, comparezca el C. licenciado Mario Ramón Beteta ante esta Cámara de Diputados e informe en relación a la Iniciativa mencionada, el próximo martes 16 de los corrientes.
Oficio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el que se remiten 52 anexos relativos al Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 1976, que se refiere al desglose de partidas, plazas y sus resúmenes. Recibo, y a la Comisión de Presupuesto y Gasto Público.
El C. diputado Alejandro Cañedo Benítez, a nombre de los CC. diputados del Partido Acción Nacional, presenta y da lectura a una Iniciativa que tiene por objeto crear la Universidad Autónoma del Sureste con sede en la ciudad de Tehuacán del Estado de Puebla. A las Comisiones unidas de Desarrollo Educativo y de Estudios Legislativos e imprímase.
Dos dictámenes con sendos proyectos de Decreto emitidos por la Comisión de Permisos Constitucionales, que conceden permiso al C. Hugo Cervantes del Río, para que pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden al Mérito de la República Italiana en grado de Caballero Gran Cruz, que le confiere el Gobierno de dicho país, y al C. Juan José Arreola, la condecoración de la Orden de las Artes y las Letras en grado de Oficial que le otorga el Gobierno de Francia. Primera lectura.
Las Comisiones unidas de Hacienda, Crédito Público y Seguros, y de Presupuesto y Gasto Público, suscriben un dictamen con proyecto de Decreto, que reforma la Ley de Hacienda del Departamento del Distrito Federal. Primera lectura.
Dictamen con proyecto de Ley del Impuesto sobre la Explotación Forestal, signado por la Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros. Primera lectura.
La Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros, pone a consideración de la Asamblea el proyecto de la Ley General del Timbre. Primera lectura.
La H. Cámara de Senadores envía la Minuta con proyecto de Decreto de Reformas y Adiciones a la Ley de Navegación y Comercio Marítimos. Recibo, y a las Comisiones unidas de Marina Nacional y de Estudios Legislativos e imprímase.
Para hacer comentarios y exponer sus puntos de vista en ocasión del primer aniversario de la Promulgación de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, hacen uso de la palabra los CC. diputados Carlos Moguel Sarmiento, Arturo González Cosío y Fedro Guillén Castañón.
Agotados los asuntos en cartera, se da lectura al Orden del Día de la próxima sesión.
A las catorce horas y quince minutos, se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el martes dieciséis de diciembre, a las diez treinta horas, en la que comparecerá el C. secretario de Hacienda y Crédito Público."
Está a discusión el Acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica , se pregunta si se aprueba... Aprobada, señor Presidente.
COMUNICACIÓN DEL EJECUTIVO
- El C. secretario Rogelio García González:
"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Secretaría de Gobernación
CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- Presentes.
En atención a lo solicitado por esa Honorable Cámara de Diputados, por oficio de fecha 11 de los corrientes y con fundamento en el artículo 2o., fracción VII de la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, se comunicó al Titular del Ejecutivo de la Unión, el atento citatorio al C. Secretario de Hacienda y Crédito Público que contiene el curso en cuestión.
Enterado el ciudadano Presidente de recibir de manera personal del C. secretario, licenciado Mario Ramón Beteta, un informe sobre la Iniciativa del Presupuesto de Egresos de la Federación para Ejercicio Fiscal de 1976, en acatamiento para que el citado funcionario comparezca ante ese cuerpo legislativo en la sesión del martes 16 del actual y proporcione la información solicitada.
Lo que comunico a ustedes para sus efectos constitucionales, reiterándoles en esta oportunidad la seguridades de mi consideración distinguida.
Sufragio Efectivo. no Reelección.
México, D. F., a 11 de diciembre de 1975. - El secretario, licenciado Mario Moya Palencia."
- Trámite: De enterado.
INICIATIVAS DEL EJECUTIVO
De Decreto que Autoriza una Nueva Emisión de Bonos del Ahorro Nacional
- El mismo C. Secretario:
"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Secretaría de Gobernación.
CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - Presentes.
Por instrucciones del C. Presidente de la República y para los efectos constitucionales, con el presente les envío Iniciativa de Decreto que autoriza una nueva Emisión de Bonos del Ahorro Nacional.
Reitero a ustedes en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
México, D. F., a 11 de diciembre de 1975. - El secretario, licenciado Mario Moya Palencia."
"Escudo Nacional. - Presidencia de la República.
CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - Presentes.
Las actuales circunstancias económicas de nuestro país hacen imprescindible fortalecer la capacidad del Sector Público para captar una proporción más amplia del ahorro interno, a fin de disminuir el endeudamiento externo, financiar en mayor porcentaje las inversiones públicas y promover al mismo tiempo, el desarrollo económico y social mediante recursos no inflacionarios.
Lo anterior, requiere aprovechar los instrumentos e instituciones existentes para lograr una eficaz captación del ahorro interno, así como una asignación sectorial adecuada de los recursos prestables.
Este es el caso del Patronato del Ahorro Nacional, que ha coadyuvado permanentemente a la captación y canalización de los ahorros del País, mediante la emisión de valores de renta fija denominados Bonos del Ahorro Nacional, cuya aceptación es ya tradicional por parte del público. En tal virtud, se considera conveniente que se autorice una nueva emisión de bonos del ahorro nacional con un monto de tres mil millones de pesos, valor de venta, con los que podrá cubrirse la creciente demanda de este tipo de valores.
Por lo antes expuesto y con fundamentos en la fracción I del artículo 71 de la Constitución General de la República, por el digno conducto de ustedes someto a la Soberanía del H. Congreso de la Unión, la siguiente
INICIATIVA DE DECRETO QUE AUTORIZA UNA NUEVA EMISIÓN DE BONOS DEL AHORRO NACIONAL
Artículo primero. Se autoriza al Ejecutivo Federal para que, por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, determine una nueva emisión de Bonos del Ahorro Nacional, hasta por la cantidad de tres mil millones de pesos, valor de venta, con las características previstas en la Ley del Ahorro Nacional.
Artículo segundo. El Patronato de Ahorro Nacional, previa aprobación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, fijará dentro de la cantidad global autorizada por el presente Decreto, la proporción que emitirá de cada uno de los tipos de bonos previstos por a Ley.
Artículo tercero. El producto obtenido de la colocación de los Bonos que se autorizan en este Decreto, será destinado a los fines que señala la Ley del Ahorro Nacional.
TRANSITORIO
Único. El presente Decreto entrará en vigor el día de su publicación en el 'Diario Oficial' de la Federación.
Ruego a ustedes que en su oportunidad se sirvan dar cuenta de la iniciativa que antecede, y con tal motivo les reitero la seguridades de mi consideración más distinguida.
México, D. F., a 11 de diciembre de 1975.
Sufragio efectivo. No Reelección.
El Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Luis Echeverría Alvarez."
- Trámite: Recibo, y túrnese a la Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros, e imprímase.
De Decreto que Amplía la Garantía del Tesoro Mexicano en las Operaciones de Préstamo que se Celebren con el Banco Internacional de Reconstrucciones y Fomento y el Plazo en que puede Otorgarse
- El mismo C. Secretario:
"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Secretaría de Gobernación.
CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - Presentes.
Para los efectos constitucionales, por instrucciones del C. Presidente de la República, con el presente envío a ustedes Iniciativa de Decreto que amplía la garantía del Tesoro Mexicano en las operaciones de préstamo que se celebren con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y el plazo en que pueda otorgarse.
Reitero a ustedes en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
México, D. F., a 11 de diciembre de 1975. - El secretario licenciado Mario Moya Palencia."
"Escudo Nacional. - Presidencia de la República.
CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - Presentes.
Desde el año de 1948, el Congreso de la Unión ha venido autorizando al Ejecutivo Federal para otorgar a través de Nacional Financiera, S. A., la garantía expresa y solidaria del Tesoro Mexicano en las operaciones celebradas con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. La garantía de dichas operaciones está sujeta las bases establecidas por el propio H. Congreso de la Unión en su Decreto de 30 de diciembre de 1975, publicado en el Diario Oficial de la Federación del día siguiente y reformado a su vez por los diversos Decretos publicados en los Diarios Oficiales de la Federación de 29 de diciembre de 1960, 29 de diciembre de 1962, 30 de diciembre de 1965, 30 de diciembre de 1970 y 31 de diciembre de 1973, respectivamente.
En la última reforma mencionada, se dispuso que el límite en que puede otorgarse la garantía de referencia se elevase en la suma de dólares 700,000,000.00 (setecientos millones de dólares de los Estados Unidos de América) o su equivalente en moneda nacional, y que se ampliase al 31 de diciembre de 1976 el plazo dentro del cual podían concertarse los préstamos correspondientes. En virtud de dicha ampliación, la cantidad autorizada por el Tesoro Mexicano, acumulando las cifras autorizadas en los decretos emitidos desde el 31 de diciembre de 1957 hasta la fecha, asciende a la suma de dólares 2,250,000,000.00 (dos mil doscientos cincuenta millones de dólares de los Estados Unidos de América).
Considerando la magnitud de las inversiones del Gobierno Federal y la atención de las necesidades de infraestructura del País que garanticen su desarrollo económico, se requiere seguir contando con fuentes de financiamiento del exterior que complementen de manera conveniente el ahorro interno. En vista de que el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento continúa otorgando sus préstamos en condiciones favorables, sobre todo en lo que se refiere a plazos y tasas de interés, el Ejecutivo a mi cargo estima conveniente proponer que se eleve el límite de la garantía indicada en la suma de dólares 750,000,000.00 (setecientos cincuenta millones de dólares de los Estados Unidos de América) o su equivalente en moneda nacional, cantidad que se estima adecuada para prever la necesidad de garantizar financiamientos que eventualmente puedan obtenerse de esa Institución hasta el 31 de diciembre de 1977.
Por tal motivo, y con fundamento en la fracción I del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por el digno conducto de ustedes someto a la soberanía del H. Congreso de la Unión la siguiente
INICIATIVA DE DECRETO QUE AMPLIA LA GARANTÍA DEL TESORO MEXICANO EN LAS OPERACIONES DE PRÉSTAMO QUE SE CELEBREN CON EL BANCO INTERNACIONAL DE RECONSTRUCCIÓN Y FOMENTO Y EL PLAZO EN QUE PUEDE OTORGARSE
Artículo primero. Se amplía en dólares 750,000,000.00 (setecientos cincuenta millones de dólares de los Estados Unidos de América) adicionales, o su equivalente en moneda nacional, la garantía expresa y solidaria que, por conducto de Nacional Financiera, S. A., y del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, S. A., puede conceder el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos en las operaciones de préstamo que se celebren con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, de acuerdo con las bases establecidas en el Decreto relativo de 30 de diciembre de 1957, publicado en el Diario Oficial de la Federación del 31 del mismo mes y año en sus reformas.
Artículo segundo. Se amplía hasta el 31 de diciembre de 1977 el plazo del cual puede otorgarse la garantía a que se refiere este
Decreto en los préstamos que se celebren con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.
TRANSITORIOS
Artículo primero. Se modifican en los términos del presente Decreto, los artículos 1o. y 2o. del diverso de 31 de diciembre de 1973, que reformó los Decretos de 30 de diciembre de 1970, 23 de diciembre de 1965, 28 de diciembre de 1962, 19 de diciembre de 1960 y 30 de diciembre de 1957 que establecieron las bases para conceder la garantía expresa y solidaria del Tesoro Mexicano, en las operaciones de préstamo que se celebren con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.
Artículo segundo. Este Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el diario Oficial de la Federación. Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. Sufragio Efectivo. No Reelección. México, D. F., a 11 de diciembre de 1975. El Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Luis Echeverría Alvarez."
- Trámite: Recibo, y túrnese a la Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros, e imprímase.
De Decreto que Reforma los Artículos 2o. y 3o. de la Ley que Establece Bases para la Ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.
- El mismo C. Secretario:
"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Secretaría de Gobernación.
CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - Presentes.
Por instrucciones del C. Presidente de la República y para los efectos constitucionales, con el presente les envío Iniciativa de Decreto que Reforma los Artículos 2o. y 3o. de la Ley que Establece Bases para la Ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de desarrollo.
Reitero a ustedes en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
México, D. F, a 11 de diciembre de 1975. - El secretario, licenciado Mario Moya Palencia."
"Escudo Nacional. - Presidencia de la República.
CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados. Presente.
América Latina necesitaba contar con un órgano financiero que contribuyera a un adecuado desarrollo de la región, principalmente en los renglones de educación, agricultura, industria y vivienda. Por este motivo, se reunieron el 8 de abril de 1959 en la ciudad de Washington, D. C., Estados Unidos de América, las representantes de las naciones latinoamericanas para constituir el Banco Iberoamericano de Desarrollo.
El capital autorizado del Banco, junto con los recursos iniciales del Fondo para Operaciones Especiales, se fijó en 1,000,000,000.00 de dólares de los Estados Unidos de América del peso y ley en vigor al 1o. de enero de 1959. El Convenio Constitutivo del Banco fue aprobado para la Cámara de Senadores del H. Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, en cumplimiento de la fracción I del artículo 76 de la Constitución General de la República, en Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de diciembre de aquel año, y el 19 de diciembre del mismo año se publicó la "Ley que establece bases para la Ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo", en la cual se facultó al Banco de México, S. A., para que, con garantía del Gobierno Federal, suscribiese las acciones de capital ordinario, correspondientes a México por 66,300,000.00 dólares y la cuota de 6.630,000.00 dólares al Fondo para Operaciones Especiales, del peso y ley mencionados.
Los diversos países miembros, en virtud de sus crecientes necesidades de fondos para acelerar sus programas socioeconómicos, han venido requiriendo de un mayor volumen de préstamos del Banco; éste, para el fiel cumplimiento de sus objetivos, los instó a incrementar sus participaciones, ampliando a la vez su campo de acción a nuevos sectores económicos. Por esta razón, se enmendó el Convenio en cita para permitir los aumentos de capital y el ingreso de otros países, trascendiendo en reformas a los artículos 2o. y 3o. de la Ley de la Materia, por Decretos publicados en los Diarios Oficiales de 30 de diciembre de 1963, 13 de enero de 1965, 28 de diciembre de 1967 y 31 de diciembre de 1970: así, la participación de México alcanzó el monto de 378.300.000.00 dólares del peso y ley en vigor al 1o. de enero de 1959, en los recursos ordinarios de capital y 144.053,000.00 dólares como cuota de contribución al Fondo para Operaciones Especiales.
En un principio, el Banco contó únicamente con fondos provenientes de países regionales que eran los beneficiarios de los financiamientos otorgados por el Organismo; posteriormente, para que dicho Banco pudiera seguir siendo la fuente principal de financiamiento de América Latina, hubo necesidad de proveerlo de mayores recursos mediante los aumentos de capital aludidos, así como aceptar el ingreso de países extra regionales que reforzaran con sus cuotas al Banco.
La Asamblea de Gobernadores, en su reunión del día 19 al 21 de mayo del año en curso, celebrada en Santo Domingo, República Dominicana, encomendó a los países miembros que tomaran las medidas conducentes para modificar el Convenio Constitutivo en lo que se refiere a la creación del capital interregional y al
financiamiento del Banco de Desarrollo del Caribe. Asimismo, en Reunión Extraordinaria de la Asamblea que se llevó a cabo el pasado 9 de julio en la ciudad de Washington, D.C., se aprobó una resolución en la que se recomienda a los países adoptar las medidas necesarias para aumentar el capital ordinario y el Fondo para Operaciones Especiales.
Con motivo de las resoluciones anteriores, la cuota que corresponde suscribir a nuestro país en los recursos ordinarios de capital es de 28,716 acciones, con valor nominal cada una de 10,000.00 dólares del peso y ley en vigor al 1o. de enero de 1959, de 53.196,000.00 dólares adicionales al Fondo para Operaciones Especiales. Estas sumas serán liquidadas mediante tres pagos anuales, los días 31 de diciembre de 1976, 1977 y 1978, por concepto de capital, y los días 30 de junio de 1976, 1977 y 1978 por cada cuota adicional a Fondo en cita, lo que haría un total de participación de México en los recursos ordinarios de capital de ... 665.460,000.00 dólares y el Fondo para Operaciones Especiales de 197.249,000.00 dólares.
En virtud de que al 30 de junio de este año, el Banco Internacional de Desarrollo nos ha otorgado créditos por un total de ...1,074.200,000.00 dólares, y de que es esencial que nuestro país siga contando esta importante fuente de financiamiento externo, ya que además de ser complementaria del ahorro interno coadyuva a iniciar obras de infraestructura a sectores básicos de la economía, que por su naturaleza maduran lentamente y, en consecuencia, precisan de financiamiento a largo plazo con una baja tasa de interés compatible con la capacidad de pago del país, se hace necesario reformar nuevamente los artículos 2o. y 3o. de la Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.
Por lo expuesto y con fundamento en el artículo 71 fracción I de la Constitución General de la República, presento por su digno conducto a la soberana consideración del H. Congreso de la Unión, la siguiente iniciativa de
DECRETO QUE REFORMA LOS ARTÍCULOS 2o. Y 3o. DE LA LEY QUE ESTABLECE BASES PARA LA EJECUCIÓN EN MÉXICO, POR EL PODER EJECUTIVO FEDERAL, DEL CONVENIO CONSTITUTIVO DEL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO
Artículo primero. Se autoriza al Gobierno Federal para modificar la participación de México en el Banco Interamericano de Desarrollo y en el Fondo para Operaciones Especiales que administra el mismo Organismo.
Artículo segundo. Se reforman los artículos 2o. y 3o. de la Ley que estableció bases para la ejecución en México del convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo, para quedar en los siguientes términos:
"Artículo 2o. El Banco de México, S. A., queda autorizado para efectuar, con la garantía del Gobierno Federal, la suscripción adicional de 28,716 acciones o partes sociales del Banco Interamericano de Desarrollo, hasta por el equivalente de 287.160,000.00, (doscientos ochenta y siete millones, ciento sesenta mil) dólares de los Estados Unidos de América, del peso y ley en vigor al 1o. de enero de 1959".
"Artículo 3o. El Banco de México, S. A., queda autorizado para aportar adicionalmente, con la garantía del Gobierno Federal, hasta por el equivalente de 53.196,000.00 (cincuenta y tres millones ciento noventa y seis mil) dólares de los Estados Unidos de América, para cubrir la cuota de contribución de México al Fondo para Operaciones Especiales a a que se refiere el artículo IV del Convenio Constitutivo de dicho Organismo".
Artículo tercero. Se autoriza al Gobierno Federal para aceptar las enmiendas respectivas al Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo, que sean consecuencia de las reformas y adiciones a que se refiere el artículo primero de este Decreto.
TRANSITORIOS
Primero. Las aportaciones a que se refiere el presente Decreto, se realizarán de acuerdo con las resoluciones que adopte la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo y con las gestiones que sobre el particular efectúe el Gobierno Federal.
Segundo. Este Decreto entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el Diario oficial de la Federación. Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
México, D. F., a 11 de diciembre de 1975.
El Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Luis Echeverría Alvarez."
- Trámite: Recibo, y túrnese a la Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros, e imprímase.
COMPARECENCIA DEL SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PUBLICO
- El mismo C. Secretario:
Honorable Asamblea: Se encuentran entre nosotros distinguidos invitados, a los cuales me voy a permitir nombrar en conjunto: licenciado Gustavo Romero Kolbeck, Director General de Nacional Financiera; licenciado Ernesto Fernández Hurtado, Director General del Banco de México, S. A.; ingeniero Jesús Robles Martínez, Director General del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos; licenciado Julio Sánchez Vargas, Director General de SOMEX: licenciado José Sáenz Arroyo, Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Seguros; C.P. Alfredo A. Luegas, Director General del Banco Internacional, S. A.; licenciado Atanasio González Martínez, Presidente del Tribunal Fiscal de la Confederación; licenciado Miguel de Lamadrid Hurtado,
Subsecretario de Hacienda y Crédito Público; licenciado Carlos Tello Macías, Subsecretario de Ingresos; C. P. Ramón Aguirre Velázquez, Subsecretario de Egresos; ingeniero Gilberto Ruiz Almada, Subsecretario de Investigación y Ejecución Fiscal; licenciado Enrique Velasco Ibarra, Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; licenciado Miguel Franco Gutiérrez, Secretario Particular del C. Secretario de Hacienda y Crédito Público; C. Francisco Cano Escalante, Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera; ingeniero José Gascón Mercado, Director General del Fondo Nacional de Fomento Ejidal; licenciado Julián Bernal Molina Presidente de la Comisión Nacional de Valores; C. Francisco Merino Rábago, Director General del Banco Nacional del Crédito Rural; general licenciado Jorge Olivera Toro, Gerente General del Banco Nacional del Ejército y la Armada; C. Pedro Luis Bartilotti, Director General del Banco del Pequeño Comercio del D. F.; licenciado Jorge Martínez y Gómez del Campo, Director General de Banco de Fomento Cooperativo; licenciado Carlos Girón Peltier, Director General del Patronato del Ahorro Nacional; licenciado Gastón Gamba, Director General de la Financiera Nacional Azucarera; licenciado Hilario Ramos, Director General de UNPASA; ingeniero Rafael Lizárraga, Director General de INISA; licenciado Patricio Ayala, Jefe de Asesores del C. Secretario de Hacienda y Crédito Público; licenciado Antonio Solano, Asesor del C. Secretario de Hacienda y Crédito Público; C.P. Miguel Ángel Dávila, Subdirector General de Egresos de la Secretaría de Hacienda; C.P. y A. Miguel A. Fox Cruz, Subdirector Técnico de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; licenciado Jorge Mario Urdiales Morales, Subjefe de la Unidad Central de Programación, de la Secretaría de Hacienda; licenciado Raúl Piz Avalos, Secretario Particular del C. Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda; licenciado Mario J. Yáñez N., Secretario Auxiliar del C. Secretario de Hacienda y Crédito Público.
El C. Presidente: Esta Presidencia se permite expresar su profunda satisfacción por la presencia de tan distinguidos visitantes. (Aplausos)
Me permito informar a la Asamblea que se encuentra a las puertas de este Recinto el licenciado Mario Ramón Beteta, Secretario de Hacienda y Crédito Público. Para introducirlo a este salón de sesiones, se designa en comisión a los siguientes ciudadanos diputados: Alejandro Cervantes Delgado , Carlos Gómez Alvarez, Ezequiel Rodríguez Arcos, Rubén Rodríguez Lozano, Feliciano Calzada Padrón y Concepción Rivera Centeno. Rogamos a los miembros de la Comisión cumplan su cometido.
(La comisión cumple su cometido. Aplausos)
El C. Presidente: En cumplimiento del Punto de Acuerdo, aprobado por esta Cámara de Diputados, el 11 del presente mes, hoy comparece ante esta representación nacional el licenciado Mario Ramón Beteta, Secretario de Hacienda y Crédito Público, a fin de que informe y conteste preguntas en relación al Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 1976.
Por conducto de la Secretaría, varios ciudadanos diputados han manifestado su deseo de formular algunas preguntas al señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, una vez que termine su exposición inicial.
La Presidencia dará lectura a los nombres de los legisladores inscritos:
PRI, Alejandro Cervantes Delgado; Jorge Reyna Toledo; Francisco Rodríguez Pérez; PAN, Graciela Aceves de Romero; PPS, Ezequiel Rodríguez A.; PRI, Fernando Solís Patrón; Alfonso Gómez de Orozco; PAN, Federico Ruiz López; PRI, Ma. Aurelia de la Cruz Espinosa; PARM, Gilberto Ortiz Medina; PRI, Gilberto Gutiérrez Quiroz; Hernán Morales Medina; PAN, José Ángel Conchello; Hugo Manuel Félix García; PPS; Lázaro Rubio Félix; PRI, Graciano Astudillo Alarcón, y Guillermo Gómez Reyes.
La Presidencia concede la palabra al señor Secretario de Hacienda y Crédito Público.
- El Secretario de Hacienda y Crédito Público:
"Señor Presidente, señoras y señores diputados, señoras y señores:
Nuevamente tengo el privilegio de abordar esta alta tribuna de la nación, convocado por ustedes y en cumplimiento de las instrucciones del señor Presidente de la República, para subrayar ante la legítima representación del pueblo mexicano las consideraciones esenciales de política económica en que se apoya la iniciativa de Presupuesto de Egresos de la Federación, enviada para su estudio y dictamen hace unos días.
En ocasión anterior, tuve la oportunidad de referirme a la estructura constitucional que sustenta la acción global del Gobierno; hoy reitero que esa estructura implica respetuosa colaboración y dinámica corresponsabilidad de los distintos poderes en el propósito superior de alcanzar bienestar y justicia para la colectividad nacional.
Dos consideraciones fundamentales orientan toda la acción del Poder Público en México: la primera consiste en la necesidad de fortalecer la solidaridad nacional, como requisito insustituible para la existencia y funcionamiento del sistema federal; la segunda se refiere al imperativo de perfeccionar la democracia, para fincar toda autoridad política que se ejerce por delegación y en nombre del pueblo, de acuerdo con los sistemas normativos que nos rigen. Esto quiere decir que los funcionarios públicos, estamos obligados a interpretar y a obedecer los mandatos de la voluntad mayoritaria en su sentido más amplio y genuino, sin permitir jamás la subordinación del interés colectivo a intereses oligárquicos o a los que representan los grupos de presión. La voluntad popular es la única base firme para una integración de la comunidad entera. Sólo en la solidaridad nacional y en el ejercicio democrático puede haber convergencia
fecunda de pensamientos, propósitos y esfuerzos.
Al amparo de esas ideas estoy ante ustedes, señores diputados, para hablar con responsabilidad, franqueza y veracidad, convencido de que es esté el órgano constitucional que da cauce y forma a la voluntad jurídica y política de la nación.
Antes de comenzar a considerar el conjunto de medidas sometidas a su consideración, señores diputados, quiero referirme a las circunstancias actuales de nuestra economía que constituyen el marco determinado de todas ellas.
Es evidente que siguen existiendo complejos fenómenos económicos que han afectado negativamente la actividad de nuestro país en el último año, y que han provocado desequilibrios temporales en nuestra economía: la recesión, acompañada de inflación, de la economía internacional y el agravamiento de algunos factores que afectaron el crecimiento de la capacidad de producción interna.
La inflación mundial nos afecta en tanto que encarece los bienes de capital y los bienes intermedios que importamos para nuestro desarrollo y, la recesión, al disminuir la demanda de nuestras materias primas, afecta negativamente nuestras exportaciones no sólo en términos de menores unidades vendidas, sino también en cuanto al precio más bajo al que pueden colocarse.
Frente a esos fenómenos ha sido necesario actuar con audacia reflexiva y con firmeza institucional. Recordemos que la nueva política de financiamiento del desarrollo, implantada por la actual administración, tiene como propósitos básicos procurar un crecimiento sano y compartido de la economía; aumentar el número de empleos disponibles para una población en constante aumento; implantar mecánicas redistributivas del ingreso; reducir el grado de dependencia de nuestra economía respecto del exterior; ampliar y mejorar el manejo interno de nuestros recursos naturales y defender el poder adquisitivo de las grandes mayorías. Todo ello buscando un real equilibrio entre las distintas áreas geográficas del país y entre los diferentes sectores de la población.
Dentro de esta política definida, ha sido necesario realizar los ajustes derivados de situaciones cambiantes, tanto externas como internas, sin perder de vista naturalmente las metas de largo plazo. Usando conceptos del Presidente de la República, podemos decir que la realidad nos ha obligado a adoptar soluciones factibles en lugar de implantar utópicamente esquemas deseables. En busca de lo deseable se ha hecho todo lo posible, por ir descartando, nuestro gobierno cualquier opción deliberada de estancamiento.
Los problemas de coyuntura se han enfrentado sin renunciar a esta decisión inquebrantable de mantener al país en un proceso de crecimiento con un amplio sentido de justicia distributiva. Actuando en el hoy no ha dejado de pensarse en el mañana. No se abandonan las metas de largo plazo por atender la coyuntura. Pero no pueden descuidarse los problemas que presenta la actual circunstancia so pena de hacer peligrar, irresponsablemente, los objetivos de largo plazo.
El menor ritmo de actividad de dos de los factores que impulsen nuestra economía, las exportaciones por una parte y por otra parte a inversión privada, concentró en el gasto público el esfuerzo de mantener un ritmo de expansión que no disminuyera las expectativas de mejoramiento de una población creciente.
Esto explica por qué, a pesar de que el sector público absorbió una mayor proporción del producto nacional de este año -gracias al incremento de sus ingresos por la las adecuaciones fiscales aprobadas por ustedes, por mejorías en la administración tributaria tomadas por nosotros, y por las modificaciones en precios y tarifas de algunos bienes y servicios producidos por empresas públicas - , el déficit de todo el sector, en lugar de disminuir continuó incrementándose.
Por otra parte, las condiciones desfavorables de la economía mundial - determinadas por la pérdida de la estabilidad monetaria, altamente desfavorable de la economía por una alteración en los precios por la escasez mundial ha afectado negativamente al país.
Encarecidas por la inflación mundial, las mayores de nuestro país ha nulificado los efectos de exportación, sino que aumentaron nuestro déficit con el exterior que, siguiendo la tendencia de los últimos años se ha venido incrementando.
El gasto público ha sido proporcionalmente elevado en esta administración y, sin duda, ha tenido un efecto positivo en su esfuerzo de corregir la acumulación de problemas de muchos años.
Debe reconocerse, sin embargo, que el Estado no puede asumir toda la responsabilidad de promover, mediante el gasto, el desarrollo económico del país. El gran esfuerzo realizado en este año se explica por la necesidad de luchar contra fenómenos agudos y explosivos; pero se trata de medidas de emergencia que deben complementarse y rebasarse con un esfuerzo de solidaridad nacional. El destino del país nos compromete a todos los mexicanos.
Frente a la presencia de los fenómenos descritos, que amenazan el comportamiento tanto de las finanzas públicas como del sector externo de nuestra economía, resulta imperativo corregir y ajustar algunos de los instrumentos de nuestra política para que, sin perder la orientación hacia las metas nacionales prioritarias y los objetivos primordiales a largo plazo, se vigoricen los distintos elementos que conforman la economía nacional. Esta es una acción permanente que requiere veracidad y decisión, en el mundo y en el México de hoy todo cambia con gran celeridad y más aún el campo de una economía que es cada vez más compleja y más interdependiente.
En otras palabras, señores diputados, las medidas que ahora se proponen no son, no son, como algunos dicen en dudoso español, 'desarrollistas', ni buscan el equilibrio por el equilibrio mismo; no están al servicio de grupos oligárquicos,
ni representan el mensaje del pasado; expresan, por el contrario, una proyección hacia el futuro sobre bases responsables y serias; reflejan una actitud intelectual honrada encaminada a servir al país, al margen de posturas teorizantes o demagógicas; parten de una realidad que no puede ni debe ocultarse y procurar mejorar la conducción de nuestra economía en el marco de las circunstancias mundiales y las condiciones por las que atraviesa el país. (Aplausos).
Claro está, señores, que todas las medidas económicas son discutibles por su propia naturaleza. Alguien ha dicho que en economía un todo depende de todo lo demás; sin embargo, el gobierno al proponer estas medidas, adopta éstas en cumplimiento firme de sus obligaciones y con los ojos puestos en el porvenir; los escollos del presente no nos deben regresar al pasado y mucho menos conducir al derrotismo.
El objetivo toral para 1976 sigue siendo el que se ha considerado esencial dentro de la presente administración: alentar sobre bases firmes la generación de una mayor riqueza nacional, que a la vez sea compartida adecuadamente por los diversos sectores que integran la población del país.
Así lo revela la composición sectorial del presupuesto, que expresa el interés básico de la política económica del Gobierno para luchar contra la inflación por el lado de la oferta, es decir, tratando de poner a disposición de la colectividad un volumen cada vez mayor de bienes y servicios que puedan absorber gradualmente los medios de pago redundantes en nuestra economía.
Para poder alcanzar estos objetivos y seguir contando también con recursos indispensables para atender el sector social, esto es, la educación, la salubridad, la seguridad social, la habitación de los grandes sectores populares, es indispensable impedir que los desequilibrios que se apuntan en nuestra economía avancen y que la situación económica general del país se deteriore. Para lograrlo es indispensable usar como medios una disminución en la tasa de crecimiento del déficit de las finanzas públicas y una reducción sustancial en el déficit con el exterior. De esta manera podremos preservar las bases en las que se apoyará el futuro desarrollo de la economía mexicana.
Reducir el déficit del sector público es urgente. Para ello es indispensable obtener recursos que nos permitan financiar la diferencia entre ingresos y gastos; esos recursos, señores, provienen de las tres fuentes siguientes: crédito interno: crédito externo, o de la creación de dinero primario por parte del Banco Central. Una vez que hemos rebasado nuestros propios ingresos, estos son los ingresos que llamaría ajenos, de los que podemos echar mano.
Vamos a comentar cada uno de ellos: El acudir en proporciones excesivas al crédito interno, limita las posibilidades de financiamiento del sector privado, que tradicionalmente es responsable de la inversión en el país. Si bien ésta proporción que representa el sector privado dentro de la inversión total se ha disminuido en los últimos tiempos y ha pasado de las dos terceras partes tradicionales a un poco más de la inversión total, aún sigue siendo mayoría.
Pero lo importante, señores, no es tanto esto; lo importante es que al limitarse excesivamente debajo de ciertos niveles la asequibilidad de recursos crediticios para el sector privado, no desamparamos al grande industrial ni al gran comerciante, que en primer lugar tiene sus propios recursos de capital, y en segundo, tiene abiertas las puertas de los mercados financieros internacionales. El que queda desamparado es el pequeño y mediano industrial, el empresario, de mediano para abajo, que ni tiene ese capital propio ni tampoco tiene acceso a los grandes mercados internacionales.
Hay pues, un límite claro respecto a los volúmenes de crédito interno aprovechables para financiar el déficit público.
Por lo que respecta al crédito externo, tiene también sus propias limitaciones derivadas de la capacidad de pago del país, la que a su vez está determinada por la capacidad de generación de divisas, provenientes de nuestra exportación de mercancías y de servicios. Si estas exportaciones no crecen en la proporción necesaria, los intereses y los pagos de la deuda externa absorberán una proporción mayor total disponible de las divisas obtenidas, y consecuentemente, tendremos, menos de ellas disponibles para financiar la importación de los bienes que requerimos, y que son indispensables para mantener el ritmo de nuestro proceso de industrialización y con ello desarrollo nacional.
Por último, por lo que refiere a la emisión de dinero primario, en la medida en que el Banco Central no crea los recursos adecuados, sino que los crea en exceso que los requeridos por el aumento del producto nacional, en términos monetarios, el remanente, ese exceso, se traduce, por una parte, en una presión inflacionaria directa, y por la otra, en un aumento de nuestras compras en el exterior, que contribuye a ensanchar la brecha existente entre el valor de las importaciones y el de las exportaciones, presentando problemas adicionales a los que ya tenemos en nuestra situación general de balanza de pagos.
Si las fuentes de financiamiento del déficit están limitadas, porque su uso excesivo y - repito excesivo - genera males mayores a los que se intentaría remediar, no queda sino combinar dos caminos para reducir el déficit: por una parte controlar el gasto y por la otra, aumentar el ingreso. Estos son los propósitos fundamentales de las iniciativas presidenciales que han sido puestas a la consideración de ustedes, señores.
Veamos ahora, cada uno de estos dos elementos:
Cuando se trata del gasto, deliberadamente uso este verbo controlar en su sentido gramatical de inspeccionar, de fiscalizar, de intervenir, y no en sus otras acepciones de dominio, mando o preponderancia ni tampoco en el sentido simplista que por allí se ha usado, simplemente de recortar y no lo usamos porque conocemos
las dificultades que imposibilitan tal medida en términos absolutos; estamos plenamente conscientes de las graves consecuencias que acarrearía un intento de reducción tajante e indiscriminada en el gasto público, estas serían una disminución en la actividad económica y en empleo. En aras de corregir, señores, no podemos, ni jamás lo pretenderíamos, parar al país y condenar a la inactividad a miles de mexicanos; cualquier decisión debe perseguir crecimiento de la economía y del empleo.
Pero ese crecimiento no debe buscarse con medidas irresponsables. Es indispensable gastar jerarquizando el gasto, estableciendo un orden de prioridad y con plena conciencia de que no podemos resolver todos los problemas del país, al mismo tiempo porque los recursos con que contamos y los que podemos razonablemente conseguir son insuficientes, y porque crearlos de manera artificial provoca males mayores a los que pretende remediar. En consecuencia, lo que debe procurarse es que el crecimiento del gasto sea de tal magnitud que el déficit que se genere, tenga proporciones que puedan cubrirse sin acudir en exceso a las tres formas de financiamiento a las que me he referido.
Debe pugnarse, además, por que el gasto se realice de manera ordenada, eficiente y honesta con una orientación tal, que se aplique en aquellas actividades que en el tiempo más breve, en tiempo más breve posible, contribuyen a aumentar las producción, y por tanto, a combatir la inflación por el lado de la oferta, por el de la generación de nuevos bienes y servicios. Ello equivale a revisar, y en lo posible a eliminar, todo el gasto innecesario, suntuario, improductivo; y aun el no productivo a corto plazo, para sustituirlo por aquel que genere, tan inmediatamente como sea posible, los satisfactores que la población reclama con mayor urgencia. Esto significa, además, la conveniencia de hacer el máximo esfuerzo para ajustar el gasto corriente y aplicar los recursos disponibles en mayor medida a la inversión. Los fondos que se apliquen a está, deben distribuirse con cuidado para estimar, precisamente a aquellos sectores económicos que más lo requieran, y que en síntesis, creemos que son dos: el agropecuario y el industrial; y, dentro de este último, principalmente los energéticos, la petroquímica, los fertilizantes, el acero, los transportes. Mientras más vigorosos y eficientes sean los sectores agropecuario e industrial, mejor capacitados estaremos para atender las necesidades de educación, de salud, de seguridad, de bienestar social. En ningún momento podemos dejar presente que el sentido de todo esfuerzo económico es la familia, el hombre, el ser humano; además se sugiere que el gasto de inversión se aplique en el momento actual, a conservar el capital y a concluir obras en proceso, con preferencia a la iniciación de nuevos proyectos.
En el renglón del gasto corriente, será necesario limitar el crecimiento del aparato estatal a lo estrictamente indispensable y conseguir su mayor eficiencia. Este es un reto que permanentemente debemos encarar.
Los apoyos técnicos, y aun la decisión política de seguir estas líneas, no bastarían si no actuáramos decididamente los organismos de control, de supervisión y de verificación del gasto. Es decir, el respeto y el acatamiento de la disciplina presupuestal, deben permearse, ser compartidos por todos los órganos corresponsables y deben vigilarse por quienes conforme a las leyes tienen la obligación de mantenerla. Al respecto creo que es oportuno examinar, aquí, con ustedes, señores diputados, parte de los artículos 10 y 23 de la iniciativa de Decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación que se propone para 1976.
Dice el artículo 10:
...La Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el ejercicio del Presupuesto, cuidará que no se adquieran compromisos que rebasen el monto del gasto que haya autorizado y, en tal caso no reconocerá adeudos ni efectuará pagos por cantidades reclamadas en contravención a lo dispuesto en este artículo'.
Y después, el Artículo 23 en su primera parte dice:
'La Secretaría de Hacienda y Crédito Público deberá vigilar que la ejecución del Presupuesto de Egresos de la Federación se haga en forma escrita, para lo cual tendrá amplias facultades a fin de que toda erogación con cargo a dicho Presupuesto esté debidamente justificada con apego a la Ley, pudiendo rechazar una erogación si efectuadas las investigaciones del caso, ésta se considera lesiva para los intereses del Erario federal. Se faculta a la dependencia del Ejecutivo Federal antes indicada para tomar las medidas que estime necesarias, tendientes a lograr la mayor eficiencia y economía en los gastos públicos y a la realización honesta de los mismos."
Ahí termina la parte del Art. 23 que quería yo destacar frente a ustedes.
En caso de aprobarse las normas que acabo de citar, las entidades no podrán gastar recursos con independencia de las asignaciones claramente definidas, pués de lo contrario no sólo violarían las disposiciones legales, sino que además, trastocarían las estimaciones respecto de los diversos elementos que componen el engranaje económico, generando faltantes que no serían financiables.
Esto, señores, por lo que se refiere al lado del gasto. Ahora permítanme referirme al segundo aspecto de este Decreto que es el aumento de los ingresos. Para lograrlo se requiere un esfuerzo fiscal que tiene dos vertientes principales: una en la que nos proponemos poner especial énfasis, es el aumento de la eficacia recaudatoria mediante las medidas administrativas que ya hemos empezado a poner en ejecución, y que nos proponemos subrayar en el transcurso del año próximo.
La otra consiste en el ajuste de algunas tasas impositivas, el fortalecimiento de la base gravable, y las medidas de reforma legislativa para asegurar el cumplimiento íntegro de las obligaciones fiscales. El complemento de este esfuerzo es mantener en todo tiempo, adecuados a sus costos, los precio y las tarifas de los bienes y servicios que el sector público produce,
porque es paradójico, señores, resulta así la insistencia en que algunas de las entidades del Sector Público son insuficientes, no son autodeudables. Se objeta este hecho, pero se objeta con mayor vehemencia cualquier esfuerzo de ajustar las tarifas de los servicios y los precios de los bienes que estas entidades ponen a disposición de la colectividad, ajustarlas, digo, a los niveles que ellas tienen que enfrentar.
Para que el impulso recaudatorio se vuelva más eficiente es necesario redoblar los esfuerzos y combatir con mayor eficacia y cuidado los elementos de fuga o evasión, evitar que se abata de manera artificial o amañada la base del gravamen, y sentar una sana ejemplaridad sancionando, de manera que lo perciba claramente la opinión pública a los infractores de normas tributarias. Evadirlas y evitar las obligaciones fiscales es traicionar la más elemental solidaridad social, es negarse a compartir el destino de México.
Las elevaciones en el gravamen de algunos bienes, por moderadas que sean, implican algunos sacrificios en el gasto de adquisición de ciertos productos no indispensables. Tal es el caso de la cerveza y las bebidas alcohólicas en las que no se trata, dicho sea de paso, propiamente de elevación, porque en realidad lo que se supone es restituir la proporción del gravamen fiscal que existía con anterioridad a la última alza en los precios de dichos artículos.
Se trata de modificaciones plenamente justificadas, por una parte, y de medidas de orden, eficiencia y equidad fiscal, no de nuevos impuestos.
Las iniciativas sometidas a su consideración responden a una actitud responsable y sería del Presidente de la República, quien frente al próximo cambio de gobierno busca adecuar los hechos a su promesa de dejar un México un poco más justo.
Dentro de este marco, se ha formulado por el Ejecutivo un proyecto de presupuesto que responde a la realidad, que es prudente y a la vez progresista porque no desatiende las grandes metas nacionales que corresponden a un afán de consolidación, ya que reafirma las bases del desarrollo futuro de México, y responde también a los inequívocos propósitos de justicia social que inspiran todas las acciones del Presidente Echeverría.
Los sectores que contribuyen a formar la opinión pública del país deben hacer suya la decisión política del gobierno de tomar las medidas inmediatas, enérgicas y justas que sugieren. De otra manera la nación puede confrontar riesgos que debemos prevenir, de no hacerlo, la tasa de inflación probablemente crecería a magnitudes en que la pérdida del poder adquisitivo de las grandes masas asalariadas, y sobre todo de las no asalariadas, abatiría su capacidad de compra a niveles en que se disminuiría la demanda y con ello en realidad se disminuiría, entonces sí, la actividad económica y el empleo.
La inflación, sin duda, ha sido factor que ha obstaculizado la obtención de los grandes objetivos que persigue la política económica de la actual administración. Por eso, desde que comenzó a manifestarse en nuestro medio características de gravedad, el Presidente Echeverría dio instrucciones a la Secretaría de Hacienda para que comenzara a aplicar de inmediato el complejo programa antiinflacionario que fue dado a conocer con toda oportunidad y reiterado posteriormente. La inflación, señores, no es un fenómeno que pueda combatirse en términos absolutos, de manera rápida y drástica, sólo es posible vencerla de manera gradual. Nos proponemos persistir con toda firmeza en ese propósito.
Y ya hemos tenido un éxito que si bien es parcial es muy importante al reducir la inflación en un tercio, entre el año pasado y el actual. Y nos hemos empeñado en hacerlo porque la inflación empobrece a la sociedad; desestimula el ahorro, y cuando llega a esos extremos que queremos evitar, induce a la población a sustituir las actividades de inversión por las especulativas dañándose así todos los sectores sociales, aun a aquellos especialmente privilegiados que aparentemente y en muy corto plazo parecen beneficiarse. También ellos en el plazo un poquito más verán gravemente amenazada su situación. No escapa a ustedes, señores diputados, que estas circunstancias económicas tienen además efectos corrosivos en lo social y en la estructura política de la nación.
Es, pues, necesario tener conciencia plena de la situación para disponernos a aceptar las medidas encaminadas a resolver, y aquí conviene subrayar que esas medidas no están orientadas a proteger a un sector determinado o a servir, como alguien ha dicho, exclusivamente al Gobierno para buscar popularidades basadas en el engaño, se trata, señores, de evitar riesgos para todos, para el país entero. Ahora bien, es evidente que no resulta placentero un presupuesto controlado y austero, ni el ajuste de algunas exigencias fiscales, pero es indispensable reiterar que el abandono se esa línea de conducta nos llevaría a males mayores.
Continuar adelante demanda un gran esfuerzo, cuyos resultados, es preciso subrayarlo, no podrán verse mágicamente de inmediato; sin embargo, existen perspectivas alentadoras. Debe esperarse un abatimiento de la tasa de inflación y el consecuente incremento de la demanda interna, y si ocurre la recuperación de la actividad económica en el exterior, como parece apuntarse en ciertos momentos con signos claros, podrá aumentar la demanda de nuestros productos de exportación y reducirse la brecha en nuestras cuentas internacionales. Para lograrlo necesitamos que nuestros empresarios, especialmente los que fabrican bienes de exportación, estén alertas y sean capaces de aprovechar la ventaja circunstancial que parece vislumbrarse.
Dentro del esfuerzo que implica el control del gasto y el aumento del ingreso público, debemos aceptar la dura tarea de sembrar mucho y recoger poco de inmediato, porque lo más importante en este momento es restablecer nuestro equilibrio económico fundamental y hacer más sólidas las bases sobre las cuales se
asiste el desarrollo económico y social acelerado, sano e integral de México.
El Presunto de Egresos de la Federación para 1976 importa la cifra de 392 mil 389 millones de pesos. Esta cantidad está dividida, por una parte, en los recursos que corresponden al Gobierno Federal - 209 mil millones de pesos - y, por otra, a los organismos descentralizados y empresas propiedad del Gobierno Federal - 183 mil millones de pesos - .
Se estima que el gasto para 1975, llegará al 31 de diciembre de este año, a 356 mil millones, por lo que el presupuesto para 1976 representa un aumento del 10% sobre lo que realmente pensamos que se erogará en 75. Este 10% se manifiesta en incrementos de importancia, principalmente en la educación pública, en los recursos hidráulicos, en las obras públicas y en la salubridad, por lo que se refiere al sector gubernamental; y en Petróleos Mexicanos, Industria Eléctrica, CONASUPO y Seguro Social, por lo que se refiere al sector paraestatal.
El incremento en educación pública, revela la importancia que esta materia adjudica el Gobierno del Presidente Echeverría. De aprobar ustedes, señores, el Presupuesto, se gastarán algo más de 103 millones de pesos diarios en la educación.
Vale la pena subrayar algo que apenas apunté hace unos momentos: la clasificación sectorial del gasto que contiene la iniciativa que ha sido presentada a ustedes. De acuerdo con ella se destina la quinta parte del gasto público al sector agropecuario y al sector industrial casi el 30%. La suma de los porcentajes corresponde a estos dos sectores, señores, y representa la mitad del gasto público. Esto se explica, porque el sector agropecuario no solamente es el más numeroso de la población mexicana, sino que es fuente de alimentos, de materias primas industriales y de productos exportables; y el sector industrial, principalmente en las áreas de energéticos, petroquímicos, fertilizantes, acero, representa la posibilidad de seguir avanzando en nuestro programa nacional de industrialización y contribuye de manera importantísima satisfacer la creciente demanda a estos bienes clave que en el pasado presentaron serias escaceses. Para el sector de desarrollo social se destina el 23% del Gasto Público, fundamentalmente en educación y en salubridad; el 10% a transportes.
En la elaboración del Presupuesto se consideraron los siguientes lineamientos fundamentales:
Se mantiene la inversión, en los sectores básicos de la economía. Esto, señores, yo quisiera subrayarlo frente a ustedes: la inversión en los sectores básicos se mantiene y se fortalece.
Dicha inversión se destina a la terminación de los proyectos en proceso con preferencia a la iniciación de nuevos proyectos.
Se establecen prioridades en función de la productividad inmediata de las obras.
Se procura el mantenimiento y la complementación de las obras terminadas, de tal manera que aseguren la prestación adecuada de los servicios para los que fueron concebidas.
Por lo que respecta a la Iniciativa de la Ley de Ingreso, ésta responde a la política económica del Gobierno Federal tendiente a financiar el gasto público con recursos internos no inflacionarios, para el ritmo de aumento en el déficit del sector público. Considera los ingresos tradicionales, e introduce mejoras en relación con la administración de los impuestos y contiene modificaciones que reflejan las nuevas condiciones de precios y costos de nuestra economía.
Es muy importante señalar, además, que la Ley de Ingresos debe contemplarse como un instrumento de política tributaria que permita, de manera principal, transferir recursos de los grupos más favorecidos hacia las grandes mayorías; fortalecer a los estatales y municipales; estimular el ahorro: mejorar el comportamiento del sector externo y obtener, en suma, el desarrollo equilibrado de la economía.
Los cambios fiscales que se proponen, pueden, de manera general, clasificarse en los siguientes apartados:
Aquellos que eliminan tratamientos especiales establecidos en épocas anteriores y cuya justificación ya ha desaparecido. Tal es el caso de la supresión de la tasa del 1.8% sobre ingresos mercantiles para algunas actividades como por ejemplo: billares, boliches, etc., con objeto de que queden incluidas en la tasa general del 4%.
Otra consideración, otro apartado de los cambios fiscales que proponen, son los que precisan la base, tasa y responsabilidades del contribuyente. Están contenidos en forma principal, en las reformas propuestas al impuesto sobre la renta que pretenden, al impedir que se disminuya la base gravable, dar mayor eficiencia y equidad al sistema fiscal.
Otro tipo de medidas está representando sobre los que buscan la generalidad en el pago de los impuestos, al suprimir ciertos casos de exención ya no justificada. Tal como es el caso de los agentes de seguros, de bolsa, corredores de valores, etc., a los que se aplicará normalmente la Ley de Ingresos Mercantiles y las tasas que existen.
Otros buscan gravar más adecuadamente los productos del capital y así se modifican las tasas aplicables a los valores de renta fija y variable a las que gravan los intereses que reciben los prestamistas del exterior.
Otro apartado es el de las medidas que responden a la necesidad de mantener la proporción de los gravámenes a condiciones variantes de precios. Es este el caso de los cambios que sugerimos en los impuestos sobre la cerveza y sobre bebidas alcohólicas.
Otro apartado es el de las medidas que tienen por objeto buscar un mejor aprovechamiento de nuestros recursos naturales. En esta situación se encuentran las variaciones a la Ley sobre Explotación Forestal.
Y por último, los que simplifican y actualizan algunas de las leyes fiscales. Por ejemplo, la legislación en materia de timbre, que data del año de 1953 y cuyas cifras resultan ya inoperantes.
En adición a estas medidas fiscales, y me permito llamar la atención de ustedes, señores sobre este aspecto; en adición, digo, a las medidas fiscales que acabo de describir en su agrupamiento, el Gobierno intenta ahora redoblar su esfuerzo para que el incremento de los recursos disponibles se realice mediante una elevación constante en la eficiencia recaudatoria.
En algunas ocasiones hemos escuchado críticas en el sentido de que las autoridades fiscales recurren al expediente de establecer nuevos gravámenes en vez de aumentar su eficacia administrativa.
Queremos responder a esa crítica y en esta ocasión el Ejecutivo propone los menores cambios posibles en tasas y niveles de gravámenes y pone especial énfasis en la eficacia administrativa para captar los recursos que son indispensables, evitando la evasión fiscal y propiciando el pago de los impuestos de manera fácil y expedita.
La reestructuración de la Subsecretaría de Ingresos responde a este propósito. Hemos establecido ya once administraciones fiscales regionales que cubren todo el país, lo cual permite desconcentrar la atención del 95% de los contribuyentes. Este sistema procura facilitar el oportuno cumplimiento de las obligaciones fiscales y evitar al causante el pesado y a veces justificadamante irritante tránsito del causante por múltiples oficinas.
Finalmente deseo subrayar las diversas acciones que, por instrucciones del señor Presidente de la República, la Secretaría de Hacienda ha emprendido, para mejorar la comunicación entre el Gobierno Federal y los ciudadanos, en todo lo relativo a la aplicación de los recursos del Erario.
En este proceso de fortalecimiento de nuestra vida democrática, destacan las comparecencias del Titular de Hacienda, en los términos del artículo 93 de nuestra Constitución, ante el Poder Legislativo, que es la representación y la voz del pueblo.
En fases sucesivas, se han incluido en el Presupuesto, las inversiones que se realizan con recursos de crédito de las erogaciones compensadas con ingresos que no solían incluirse en los presupuestos de años atrás y que no presentaban la panorámica completa del Presupuesto; después, se adicionaron a él, los gastos de otros organismos descentralizados y empresas de participación estatal mayoritaria.
Otro paso trascendente, por primera vez, en la Cuenta Pública Federal de 1974, sobre la que esta cámara se pronunció favorablemente hace poco se incluyó una relación pormenorizada tanto de los ingresos y de los gastos presupuestados, así como de los realmente efectuados, y su vinculación con el desarrollo económico y social. Sin embargo, el paso más grande en esta línea de acción, lo constituye lo que es una innovación en el actual Presupuesto que el Ejecutivo ha sometido a la consideración de ustedes, me refiero a la orientación programática del Presupuesto de Egresos para 1976, que es la culminación de los esfuerzos desarrollados, en este sentido, a lo largo del sexenio.
El Presupuesto por programas es un proceso integrado de formulación, de ejecución, de control y de evaluación de decisiones. Tiende a lograr una mayor racionalización de la función administrativa, es un sistema que pretende orientar la toma de decisiones en la asignación de recursos escasos. Parte del establecimiento de objetivos y metas, llevando consigo la determinación de las acciones alternativas que pueden ejecutarse, la selección de las más adecuadas, su agrupación en programas, su cuantificación en función del destino del gasto y la determinación de funciones y responsabilidades. Un presupuesto así, por la profundidad del cambio que entraña, sólo puede introducirse gradualmente dado el funcionamiento de nuestro aparato administrativo.
Tenemos la experiencia de otros países que se han precipitado en los pasos antes de estar en capacidad administrativa de poner en ejecución las medidas que la técnica más avanzada demanda. Nosotros nos proponemos ir dando gradualmente los pasos, el primero de los cuales se ha iniciado con el presupuesto para 1976, cuya orientación programática es sólo un primer avance. Es un primer avance pero de gran trascendencia. En él se establece la obligación por parte de las Dependencias, de presentar su gasto conforme a programas y subprogramas, señalando objetivos, metas y unidades de medida, que corresponden a cada uno de estos objetivos, así como su costo y el señalamiento de los funcionarios responsables de su aplicación.
El esquema adoptado recoge los logros de las tareas iniciadas por la Secretaría de Hacienda, en estrecha coordinación con las Secretarías de la Presidencia y del Patrimonio Nacional. Dicha coordinación permitirá reforzar las tareas de programación, financiamiento y vigilancia del gasto público, para manejar las bases del correcto funcionamiento de nuestras unidades administrativas.
Este presupuesto con orientación programática lleva el análisis hacia las decisiones básicas. Se enriquece con enfoques sectoriales de gran amplitud, que permiten conocer hacia dónde se dirige el gasto en el marco de los objetivos generales de política económica y social, y permite - y este es uno de los aspectos más importantes, más dignos de atención - y permite, digo, una mejor evaluación y control del gasto. Una de sus mayores virtudes consiste precisamente en conocer la relación entre el costo de los bienes o servicios que se proporcionan y el beneficio que ellos representan para la colectividad. Es la primera vez que podemos comenzar a establecer una relación costo - beneficio que tanta falta hace para la evaluación del gasto. Es esto lo que permite la selección alternativa de distintos proyectos, la implantación de los que producen mayor beneficio colectivo y la eliminación de aquellos que resulten dispendiosos.
Pensamos que este presupuesto, además de adaptarse a las características del sector público mexicano, amplía la comunicación entre el Ejecutivo y el Legislativo y facilita a este último el proceso de análisis y, en su caso, de aprobación,
tan importante para acrecentar la eficacia de éste por parte del gobierno, como de conciencia crítica y vigilante del pueblo. No obstante, estamos conscientes de que es un instrumento de transición, perfectible, que requerirá esfuerzos vigorosos y permanentes no solamente de la Secretaría de Hacienda o de la del Patrimonio Nacional o de la Presidencia, sino de todas las entidades del sector público.
Señores diputados:
México vive un gran proceso de renovación y avance que se inició con la Revolución Mexicana. Mantener e impulsar ese proceso es deber de cada generación ligada genuinamente a sus principios. Para ello, tan importante es hacer crecer la economía, teniendo como fin la justicia social, como cuidar que ese crecimiento se realice en la libertad y en la práctica creciente de la democracia.
Imperativo indiscutible de nuestra hora es la eficiencia en el manejo de las cuestiones públicas y ésta tiene que fundarse en ideas claras, pues no creemos en una tecnocracia despolitizada o neutra. Ello explica que nuestros proyectos traten de combinar armónicamente los mejores criterios técnicos y los más caros objetivos políticos, dentro del signo ideológico marcado por el Presidente de le República, que es un convencido de la vigencia de nuestra Revolución como tesis y como programa.
Para evitar que ese gran movimiento que orienta la vida del México contemporáneo se convierta en una pura referencia verbal, es necesario un impulso de modernidad para actualizar métodos y sistemas, abrir nuevos caminos y desechar prácticas rutinarias e ineficaces.
Sólo una buena Administración Pública y una sana economía podrán permitirnos convertir en realidad las promesas, las banderas y los planes políticos que dan sentido y justificación al Estado.
Al amparo de éstas ideas fundamentales venimos actuando para cumplir de manera leal las directrices del Jefe de las Instituciones Nacionales que trabaja incansable y patrióticamente.
El país - como todo el mundo - vive horas difíciles; muchos obstáculos se oponen aún a nuestro progreso acelerado y con justicia social; muchos problemas se han agravado debido a las complicaciones derivadas de nuestro propio estado de desarrollo y como consecuencia de una compleja situación de carácter internacional. Pero el nuestro no es, señores diputados, no es un país en bancarrota o detenido en una encrucijada. Por el contrario, México está de pie y confiado; ante los problemas, nuestro pueblo se mantiene a la ofensiva; marchemos con él para seguir desechando lo caduco y construyendo lo nuevo, para vencer el derrotismo y renovar la esperanza. Muchas gracias. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Alejandro Cervantes Delgado.
El C. Alejandro Cervantes Delgado: Señor Secretario, aunque en su introducción a abordado usted el tema a que me quiero referir en mi pregunta, dado el interés de ello, le rogaría nos diera más detalles al respecto. en primer lugar, sabemos que el Gobierno Federal, sobre todo en los años de 1974 y 1975, aumentó el nivel de su gasto sobre los ingresos ordinarios, considerando que en esta forma se evitaría un descenso mayor que el ritmo de crecimiento de la actividad económica, y, por lo tanto, también se evitaría la agudización del problema del desempleo. Para 1976, como sabemos, se prevé aumentar el gasto en sólo un 10%. En estas condiciones, Señor Secretario, quisiéramos saber si ello no va a provocar un descenso en la actividad económica y si no se va a agravar el problema del desempleo en México. Y muy relacionada con esta pregunta, señor, Secretario, esta otra: ¿Es cierto que se observa una tendencia a que la carrera alcista de los precios descienda en los últimos meses? Sin embargo, el problema de la inflación, como usted lo ha señalado, afecta a todos los sectores de la población, especialmente a los de ingresos fijos, a los de escasos recursos. Es por ello, y estoy seguro de que interpreto una gran preocupación del ama de casa, de los trabajadores de ingresos bajos y medios y no se diga de los desocupados, quisiéramos, señor Secretario, nos dijera con mayor detalle en qué forma el presupuesto para 1976, en función de su nivel, de la estructura del gasto de la forma de financiamiento de éste, en qué forma prevé combatir el proceso generalizado de aumento de los precios y cómo atenuará los efectos de este fenómeno. Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda; Muchas gracias a usted, señor diputado. Realmente creo que su pregunta es de verdadero fondo y toca los dos aspectos más esenciales del tema general que hemos venido a discutir. Si usted me permite voy a comenzar por el final y a contestarla la segunda pregunta antes de la primera. Usted me pregunta en su segunda cuestión, si éste es o no es un presupuesto antiinflacionario. Yo le digo a usted que sí lo es, que sí lo es y primero le voy a decir a usted por qué lo es y luego cómo. ¿ Por qué es antiinflacionario? Por que la inflación es uno de los grandes problemas que azotan a la humanidad contemporánea, es uno de los fenómenos más desfavorables y lamentablemente más ampliamente generalizados en el mundo. Tiene muy graves problemas; erosiona el poder adquisitivo y con ello empobrece al pueblo, pero, además, desalienta el ahorro y la inversión productiva; desalienta el ahorro porque las tasas de interés tienen que competir con las de la inflación y el ahorrador tiende a sustituir su inversión productiva por otra de carácter especulativo; y aquí una tercera y gravísima desventaja de la inflación: tiende a sustituirse la inversión productiva por la especulación y la especulación con mucha frecuencia engendra corrupción.
Además, si estas graves desventajas operan, es normal pensar que se agudicen consecuentemente las tensiones sociales y con ellas las políticas.
Pero, independientemente de todos estos males que ya parecen una letanía, tiene para mí un mal económico fundamental, señor diputado, y que es, que cuando la inflación continúa
galopante, no detenida, llega un momento en que los precios se elevan por encima de la capacidad de compra y la demanda se abate abatiendo con todo ello la actividad, la actividad económica generalizada y desemboca en una deflación, en una recesión, que es precisamente lo que quisiéramos evitar, en una falta de empleo, en cierres de fábricas, en desaliento de las empresas. Estas, señores diputados, son las razones por las cuales pensamos que el país demanda un presupuesto antiinflacionario, como el que señor Presidente ha enviado a la consideración de ustedes.
¿Cómo, cómo resulta que este presupuesto es antiinflacionario¿ Si vemos su monto y ustedes con razón señalan que tiene un crecimiento moderado, es porque quiere financiarse de manera tal que el procedimiento financiero no sea inflacionario. Es decir, recurrir excesivamente al crédito interno, al crédito externo o a la creación primaria de dinero, tiene una enorme virulencia inflacionaria. Esto, desde el punto de vista o desde el lado de la oferta; pero usted, señor diputado, como economista, y como todos lo sabemos, pues la inflación tiene también que combatirse por el lado de la oferta. Cuando nosotros vemos la estructura de este presupuesto y vemos, como yo me permití hacerlo notar a ustedes, que el 50% del total del gasto está dedicado a atender la producción agropecuaria y a atender la producción industrial y, precisamente, en los puntos claves que han representado "cuellos de botella", escasees que han detenido en años muy recientes nuestro desarrollo económico y la celeridad de nuestro proceso de industrialización, cuando vemos, digo, que la mitad del gasto que proponemos, se va a aplicar precisamente a estos dos sectores claves para la generación de nuevos bienes y nuevos servicios, ahí es donde está el énfasis en combatir la inflación desde el lado de la oferta.
Esto, señor diputado, pretende contestar la segunda de sus dos preguntas. Si es antiinflacionario, cómo lo es; por qué lo es y cómo va a actuar antiinflacionariamente el presupuesto. La segunda parte de su pregunta, que realmente fue la primera que presentó: en años anteriores se ha aumentado en mayor proporción el gasto, y esta vez solamente en un 10%. Esto quiere decir que en sí mismo, como consecuencia de este modesto incremento, va a descender por encima de los niveles, es decir, por debajo de los niveles actuales de la actividad económica general.
Yo quisiera remontarme un poquito más hacia otros años, esos años que usted recuerda en que el gasto se aumentó en mayor proporción de lo que ahora se hace. Es cierto que es de preocuparse; debemos pensar que hay una inquietud sobre el desarrollo de la economía y sobre el ritmo de nuestro crecimiento económico. Y frente a todo eso, nos preguntamos todos si resulta adecuado disminuir la demanda del sector público.
Yo quisiera recordarle que el gasto público en años pasados creció muy importantemente obligado, entre otras razones, por la impostergable necesidad de fortalecer al sector agropecuario y de rebasar los cuellos de botella que se presentaban a nuestra economía.
El esfuerzo que realizó el gobierno ha sido muy útil porque no solamente lleva más recursos para atender al sector agropecuario en forma de gastos de inversión o de más crédito agropecuario o de más servicios públicos de regularización de la tenencia de la tierra, o de organización campesina, o de extensionismo agrícola, o de facilidades de comercialización, sino que además superando su propio esfuerzo, esos cuellos de botella que existieron todavía hasta hace unos cuantos meses en nuestra economía, y que han sido revisadas gracias al gasto ampliado de inversión que se vio obligado a realizar el sector público.
Pero, señor licenciado, usted sabe que en política económica el simplismo está vedado; que es indispensable mantener la flexibilidad para ir adecuándola a las circunstancias de coyuntura por las que atraviesan los países en los que esa política es aplicada.
Es necesario combinar los instrumentos y adaptarlos en forma sensata de manera responsable a las circunstancias en que vive el país.
Qué más hubiera querido el Ejecutivo Federal que responder positivamente, atender a todas las peticiones presupuestales de todas las entidades del sector público.
Yo le diría más aún, desde el punto de vista personal mío como Secretario de Hacienda, señor diputado, que yo sería el Secretario de Hacienda más feliz y más tranquilo si pudiera atender las peticiones presupuestales de todos los sectores del país.
Desgraciadamente no contamos con los recursos indispensables. No se puede, frente a la escasez de medios, atender todo al mismo tiempo. Tenemos, entonces, que jerarquizar el gasto; que darle prioridades y decidir qué es lo más importante para atender eso aun a costa de dejar de atender con un grado de intensidad como el que quisiéramos, otros sectores que siendo importantes demandan solución con un grado menor de urgencia. Estas son las explicaciones por qué se incrementó el gasto público en forma importante, pero yo me he referido ya a las limitaciones que existen para que se siga incrementando el déficit de las finanzas públicas, y como tenemos que mantenerlo en proporciones tales que pueda financiarse de manera no inflacionaria y sin poner en riesgo los desequilibrios serios que ya se apuntan en la economía doméstica del país y en su relación con el sector externo. México tiene, como tienen casi todos los países en el proceso de desarrollo en que nos encontramos, un déficit estructural permanente en su balanza de pagos; tenemos que importar de manera casi inflexible un volumen elevado de equipo, de capital, de maquinaria, de materias primas industriales que requerimos necesariamente para seguir promoviendo nuestro desarrollo económico y nuestro proceso de industrialización, y no siempre tenemos capacidad de exportar, de tal manera que nuestro ingreso de divisas tienda a separarse de nuestro egreso de divisas, creando una baja que permanentemente amenaza
nuestra situación de balanza de pagos. Este es otro aspecto que no podemos dejar de cuidar, de cuidar con estricto sentido de responsabilidad y permítame aclararlo, señor diputado, no porque creamos que esto es un fin en sí mismo, sería inadmisiblemente ingenuo de nuestra parte pensar así, lo que sucede es que la estabilidad de nuestras relaciones con el exterior son un requisito indispensable para promover la inversión dentro del país y para acelerar nuestro programa de desarrollo, yo le diría entonces, como síntesis, que lo que queremos es aun a sabiendas de que no podemos incrementar el gasto en las proporciones en que quizás en términos teóricos sería deseable incrementarlo, si no queremos acentuar los graves desequilibrios que ya se apuntan en nuestra economía; que tenemos que mantener un déficit en las finanzas públicas de un monto manejable, lo que quiere decir financiable de manera no inflacionaria; y que tenemos que reducir la brecha de nuestras cuentas externas, que separa nuestras importaciones de nuestras exportaciones.
Creemos que de esta manera, al disminuir la inflación, y yo quisiera subrayar estos aspectos positivos, va a incrementarse la demanda que es naturalmente el motor más importante de la actividad interna; que ya hay signos de una recuperación en el ritmo de inversión del sector privado mexicano; y, que hay indicios claros de recuperación de la actividad económica internacional, especialmente con aquellos países con los que realizamos la mayor parte de nuestro comercio exterior, lo cual nos debe hacer pensar que vamos a tener una demanda mayor de nuestros bienes de exportación.
Entonces, nuestros apoyos fundamentales, son: pensar en la necesidad de detener los desequilibrios que se apuntan, por un lado; fortalecer y prevalecer, de esta manera, las bases sólidas en que se apoya el desarrollo de nuestro país; y, por el otro, tener la confianza, no en esta habilidad, sino en el sentido de responsabilidad nacional de todos los sectores del país, de que tenemos que realizar un esfuerzo importante, conjunto y armónico, para fortalecer nuestra propia economía, que, además, ya va a estar en un futuro cercano, más debidamente apoyada por una demanda mayor del sector externo. [Aplausos.]
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Jorge Reyna Toledo.
El C. Jorge Reyna Toledo: Señor Secretario: Reconocemos que la nueva estructura del Presupuesto Federal para 1976 representa un avance importante en el proceso de mejoramiento de las técnicas presupuestales, ya que por primera vez tal Presupuesto de ha elaborado con un criterio de orientación programática. En atención a la complejidad de esta técnica y con la precisión de que este esfuerzo sea comprendido por un mayor número de personas, solicito a usted, señor Secretario, nos ilustre con un ejemplo concreto en el que se aprecien fácilmente y con claridad las ventajas de esta nueva estructura presupuestal en relación a la presentación tradicional del presupuesto, sobre todo, tenemos gran interés en conocer la forma en que será posible lograr esta nueva técnica presupuestal, una mayor efectividad económica en el gasto público, especialmente para continuar el ritmo oficial de su manejo, que sea más escrupuloso y más honesto.
El C. Secretario: Muchas gracias por su pregunta, señor diputado. Creo que también es muy importante subrayar esta valiosa innovación que ahora se introduce no solamente - y llamo la atención de ustedes - no solamente en el Presupuesto de Egresos, sino en toda la administración pública, porque para que el presupuesto de egresos se pueda elaborar con estas orientaciones programáticas, se necesita que en cada una de las entidades que lo conforman se haga ese mismo esfuerzo, y ese esfuerzo es singularmente valioso. ¿ Por qué¿ Porque en primer lugar permite y demanda un mínimo de planeación. En segundo lugar, porque permite un control de la forma en que el gasto se realiza. Porque en tercer lugar permite la evaluación de ese gasto para ver no solamente cómo se realiza, sino si al realizarse se está alcanzando con él el beneficio que se persigue o no, y si vale la pena seguirlo realizando o si hay que disminuir o si hay que eliminarlo, o si por el contrario hay que acrecentarlo. Esto tiene un valor singular.
Le voy a dar a usted un ejemplo que usted me solicita. Se repartió, entiendo que todos ustedes tienen en sus curules un folleto azul que tiene algunas gráficas y algunas ilustraciones, y en la parte final se examinan el presupuesto, de acuerdo con la clasificación sectorial que, dicho sea de paso, es también un avance importante sobre los presupuestos que solíamos presentar.
Le voy a dar a usted un ejemplo cualquiera: tomemos el Sector de Desarrollo Social, y dentro de él tomemos el caso de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, y más específicamente la asignación para Asistencia Hospitalaria. En nuestra forma anterior de presentación, que dicho también sea de paso y con toda justicia, debemos de reconocer que no carece de ventajas, y que se ha venido haciendo un esfuerzo cada vez mayor para afinar el procedimiento de la técnica presupuestal, pero digo, en nuestra forma anterior de presentación, en ese caso de la Secretaría de Salubridad, y de Asistencia Hospitalaria, se tenía que manejar por separado, por una parte el monto de los servicios personales, por la otra adquisición de medicinas y otros bienes para poder prestar el servicio; lo primero eran los sueldos de médicos y enfermeras, etc.; después, en otra parte, y desencajada, desintegrada , los subsidios para la integración de los hospitales, y por otra parte el monto de la construcción y las obras de infraestructura. Ahora, si usted ve en la página 42 del folleto que distribuimos, ahí se ve dentro de nuestro agrupamiento sectorial, el Sector de Desarrollo Social, que tiene 3 grandes acápites: por una parte los objetivos que persigue el Sector, por otra los programas funcionales para alcanzar esos objetivos y finalmente: ¿cuáles son las metas específicas que nos permitirán llegar a las metas¿
Vamos entonces a ver el desarrollo social, objetivo sectoriales; en medio dice: Coordinar, impulsar las actividades de carácter social para lograr el mejoramiento del individuo, de la familia y de la sociedad. Ese es, dentro del Sector de Desarrollo Social, el objetivo sectorial que corresponde a los programas funcionales de salud. Ahora, ¿cuáles son las metas¿ Pues las metas son elevar el nivel de salud mediante la modificación de hábitos y costumbres, ampliar la cobertura médico asistencial a la totalidad de la población, proteger mediante la seguridad integral a más de 20 millones de personas, concluir la construcción y/o rehabilitación de clínicas, hospitales y clínicas de especialidades. Ahora hay un programa, que es la construcción de ese hospital y al cual convergen todos los elementos que se manejaban separadamente, los servicios personales que corresponden a ese hospital, la adquisición de medicinas y otros bienes para prestar el servicio hospitalario, los subsidios para la operación del hospital y la obras de infraestructura. Todo ello gira alrededor de un mecanismo programático que es el hospital. yo creo que de esta manera pues aunque sea con algunos ejemplos de detalle, se ilustra la forma, quizás un poco abstracta en que me he referido a esto anteriormente pero si yo quisiera insistirle en que lo importante es que se conciba el proyecto, se controla el gasto y se evalúa de tal manera de que con toda certidumbre establecer la relación entre costo y beneficio, entre el esfuerzo que a la colectividad le demanda realizar un gasto y los beneficios que con ese gasto obtiene.
El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Francisco Rodríguez Pérez.
El C. diputado Francisco Rodríguez Pérez: Señor licenciado Mario Ramón Beteta. En el transcurso de su interesante y clara disertación sobre el presupuesto de egresos de la Federación que regirá para 1976, usted ha señalado que la inversión pública podrá aminorar su tasa histórica de crecimiento, dado que se espera una recuperación en la inversión privada y en la demanda externa. Significa, esto, señor Secretario de Hacienda, que el Estado renuncie a su carácter directivo de la actividad económica, para entregarse a la incertidumbre del comportamiento de la inversión privada y a una mayor dependencia del exterior¿
El C. licenciado Mario Ramón Beteta: De ninguna manera lo que ahora se propone implica la renuncia del Estado a su carácter directivo de la política económica nacional. Mucho menos significa un deseo o siquiera una indiferencia frente al principio inalterable de que el desarrollo de la economía mexicana se realice de manera independiente, desde donde las decisiones fundamentales estén en manos de los mexicanos, de ninguna manera. Lo que sí significa el hablar de que la inversión privada se fortalezca y de que la demanda externa se vigorice, significa que si en efecto esto ocurre, los mecanismos dinámicos que empujan a la economía del país hacia arriba, se van a fortalecer; que el Estado no se verá en la necesidad de seguir de manera creciente sustituyendo la falta de dinamismo de la inversión privada y la falta de dinamismo del sector externo. Es precisamente la ausencia de una operación fuerte e intensa de estos sectores, lo que decía yo hace un momento que ha obligado al Gobierno a realizar gastos aceleradamente, teniendo que incurrir en ciertos déficit que no son aconsejables, pero que se ponen frente a las alternativas que confrontamos en el pasado, y se optó por un mayor gasto público.
El Gobierno, decía yo, no puede tomar sobre sus propios hombros la totalidad del empuje de la economía hacia adelante, porque encuentra con todos los recursos indispensables para hacerlo. Decía yo que este es un esfuerzo en el que tienen que conjugar los de todos los mexicanos: los del sector público y del sector privado; los del sector que se ha llamado social, donde los ejidatarios y los cooperativistas participan intensamente.
Pero más aún, es indispensable para que este esfuerzo interno quede debidamente apoyado, que en el sector externo contemos también con situaciones favorables.
Decía yo, señor diputado, que en los países como el nuestro tienen un problema estructural. Lo tienen por la necesidad de estar importando bienes que todavía no producen y que son indispensables para seguir alentando su desarrollo. De ahí la insistencia de la substitución de importación. Pero, por otra parte, tienen necesidad de exportar más para hacerse de las divisas con las cuales pagar esas importaciones indispensables y especial proceso no siempre va de la mano y es donde se hace un grave desequilibrio que representa una amenaza permanente sobre los diversos tipos de cambio de los países en el mundo.
Al hablar de que tenemos esperanzas fundadas de que se vigorice la demanda externa al retomar la economía de nuestros principales compradores su ritmo normal, estamos haciendo hincapié en este problema, en que no podemos cerrar los ojos frente a lo que acontece en el exterior porque el grado de interdependencia es creciente entre todos los países del mundo, lo que es, por otra parte, perfectamente compatible con la independencia nacional en cuanto a tener aquí la facultad de autodeterminación y la posibilidad de tomar aquí las decisiones de última instancia que rigen nuestra vida nacional en todos los demás órdenes.
Pero sí, señor diputado, creemos que al fortalecerse la inversión pública interna y la demanda externa, encontraremos en esos dos elementos una vigorización que no demandará un esfuerzo por parte del Estado, del orden de magnitud de los que ha tenido que soportar en años pasados. [Aplausos]
El C. Presidente: Tiene la palabra la diputada Graciela Aceves de Romero.
- La C. diputada Graciela Aceves de Romero: Señor Secretario de Hacienda, licenciado Mario Ramón Beteta: Se ha dicho y con razón que la paz del mundo es la garantía más sólida de la paz en México, y diríamos que en cualquiera otra nación. Y porque nosotros entendemos la paz sólo como el fruto de la justicia,
nos parece que el presupuesto federal para 1976 puede ayudar a instrumentar eficazmente la paz en el campo mexicano al destinar, según la clasificación sectorial del proyecto que nos ha sido remitido, 78,482 millones de pesos para el campo, que significa el 20% de dicho presupuesto.
No sería sensato pretender que hasta la actual administración se ha dado prioridad al sector agropecuario. Sin embargo, como los resultados visibles en producción y nivel de vida de los campesinos prácticamente siguen estacionarios, y por lo tanto sigue siendo precaria la paz del campo, queremos preguntarle a qué se debe que a pesar de que sean cada vez mayores los recursos económicos destinados al sector agropecuario, la inmensa mayoría de los campesinos continúan bajo condiciones de crónica pobreza, si no es de miseria. Cuando se hace referencia a los déficits en la producción del campo, siempre se ha respondido que fenómenos atmosféricos, tales como las sequías, las heladas, los ciclones, no son previsibles. Sin embargo por los informes de la Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera, se sabe que en algunos casos los daños quedan cubiertos y que además dentro del volumen global de la producción, las pérdidas por esos motivos representan porcentajes mínimos, incluso, dentro del propio gobierno, se habla, de que la corrupción hace ineficaces los programas mejor intencionados.
Por leyes de respaldo a dichos programas, no hemos quedado, como consta públicamente, y porque queremos compartir, si no el optimismo, sí la buena fe en la búsqueda de la eficacia; y seguros de que usted coincide con nosotros en que la solución de un problema no es sólo cuestión de incrementar indefinidamente la cuantía de los recursos, ¿ querría usted informar a esta representación del pueblo mexicano sobre cuáles son los datos nuevos, concretos que nos permitan confiar en que esos 78,482 millones de pesos que ahora sí mejorarán comprobadamente a los campesinos y, por lo tanto, serán eficaces para cimentar una justa paz social en nuestro México¿
- El señor Secretario de Hacienda: Cómo no; con mucho gusto. Muchas gracias por su pregunta. Me parece que toca un tema que es de singular importancia en nuestro país.
Usted ha dicho, y con razón - yo comparto plenamente ese punto de vista - que la paz en el campo es sin duda alguna elemento importantísimo para la paz general del país. En buena hora que la conservemos y la fortalezcamos.
Usted ha dicho también que es obvio en la presentación del presupuesto que se da una gran importancia al sector agropecuario por que se le destina una quinta parte, el 20% total del gasto; usted ha dicho también que no sería sensato, como no lo es, pensar que hasta ahora se le atribuye importancia al sector agropecuario, por que no es así, nuestros gobiernos emanados de la Revolución han tenido la tendencia a cuidar con esmero a ese sector que por razones históricas y por razones de la productividad, de la actividad a que se dedican, es de los menos favorecidos, pero lo que sí resulta aconsejable hacer resaltar en este momento es que en ninguna otra administración como en la actual, se han canalizado volúmenes de recursos de la importancia que ahora se han canalizado a atender el campo, y no solamente volúmenes sino proporciones del total de los recursos con los que cuenta el país; eso merece subrayarse. Dice usted y también con razón, que nuestros campesinos dependen de factores impredecibles y que lamentablemente no tenemos la seguridad de que para el año próximo van a ser más predecibles los elementos de los cuales depende su bienestar y su situación económica; en eso también estoy de acuerdo; yo quisiera hacerle ver que a la presentación que hemos hecho y en estos pequeños ejemplos que nos hemos permitido distribuir entre ustedes, al verse el sector agropecuario y pesquero se presenta una agrupación de cómo se va a realizar este gasto de los 78,482 millones a los que usted se refiere y se ve que por una parte entra la Secretaría de Agricultura, la de Reforma Agraria, la de Recursos Hidráulicos con 13,900 millones que es una cantidad muy importante para nuestro esfuerzo tan modesto como nos lo permiten nuestras fuerzas nacionales de llevar a un mayor grado de certidumbre al campesino que dependa de un sistema de riego y no de las buenas condiciones climáticas. Hay también apoyo a los organismos, a las empresas, a los fideicomisos y otros elementos relacionados con el sector campesino, dentro del Gobierno Federal, y además, hay un apoyo muy importante a empresas como la CONASUPO, de los organismos y empresas del sector público, que representa factor importantísimo, dentro de la actividad agropecuaria del país, en su doble papel de comprar a precios de garantía, fortaleciendo al campesino y de distribuir entre los consumidores, a precios no de especulación, para esto dedicamos nada menos que 21 mil 390 millones; el Instituto Mexicano del Café, Productos Forestales Mexicanos, Forestal Vicente Guerrero y Productos Pesqueros Mexicanos, son otros tantos mecanismos encaminados a servir al sector agropecuario y , por razones de una cierta similitud conceptual, está el sector pesquero.
Pero la pregunta básica de usted, es: Si creemos que ahora sí vamos a mejorar substancialmente al campesino.
Yo le diría que sin recurrir otra vez - perdóneme el uso de la misma palabra - en ingenuidades que no nos irían bien, como corresponsables de la Administración Pública Mexicana, sí tenemos , no solamente la buena fe que usted reconoce - y que mucho le agradecemos -, sino un optimismo que lamentablemente usted no comparte, pero que yo siento, no solamente como funcionario, sino como hombre, en el fondo del alma.
Yo creo que México es una país que tiene - que tener - aptitudes optimistas, que no puede admitir el derrotismo, de ninguna manera; que el día que los mexicanos perdamos fe en nosotros mismos, ése día sí estamos perdidos. Afortunadamente no es el caso.
México les aseguro, la enorme mayoría de los mexicanos, está dispuesta a realizar los mayores esfuerzos, y a conjugarlos unos con los otros, para lograr superar nuestras grandes carencias. No creemos, claro, que con este programa, que si juzgamos por sus números, 78 mil millones de pesos, es una cifra impresionante, pero si lo juzgamos en relación con las carencias tradicionales y seculares de nuestro sector agropecuario, es poco, es solamente lo que podemos hacer, dentro de los deseable estamos haciendo lo posible y creemos que ese posible va a dar resultados objetivos, no porque va a ser una panacea que remedie el malestar de nuestros campesinos, sino porque va a representar avances graduales en el proceso de mejorarlos.
Usted dice y con mucha razón qué difícil, qué incierto el porvenir económico del campesino que depende de que llueva o no llueva y qué distinta la situación de quien opera en un distrito de riego. Nuestra máxima aspiración es que la mayor parte del territorio nacional cuente con sistemas de riego y creemos que las facilidades de crédito que estamos no solamente incrementando, sino reorganizando como tuve el privilegio de explicar a ustedes en una comparecencia anterior; las facilidades de mercadeo, las posibilidades de autoindustrialización o de industrialización al mismo nivel de los productos agropecuarios, al mismo nivel del campesino, la variación en las actividades a las que se puede dedicar, cuando estamos alentando no solamente lo agrícola, sino lo pesquero, lo turístico, lo silvícola, la apicultura alrededor de los centros campesinos; el esfuerzo que se está haciendo por organizarlos para que sean mejores sujetos de crédito y por adiestrarlos para que sean más capaces de satisfacer sus propias necesidades. Las facilidades que se les están dando para que no tengan que acudir a los intermediarios que los esquilman, sin que puedan directamente ir a vender sus productos a los mercados. Todo esto es un esfuerzo nacional de primerísimo orden que nos hace no solamente haberlos concebido de buena fe como lo hemos hecho, sino tener un gran optimismo y una fundada esperanza.
Y para terminar yo quisiera decirle que comparto también con la misma sinceridad, con la misma buena fe, su rechazo incontrovertido de la corrupción. Permítame terminar con algo que ya tuve ocasión de decir aquí mismo: el funcionario que dispone de los fondos públicos en su propio provecho, es un corrompido y debe ser castigado , pero el que roba a los campesinos es un criminal.[Aplausos].
El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Ezequiel Rodríguez Arcos.
El C. diputado Ezequiel Rodríguez Arcos: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: Para el Partido Popular Socialista una de las características de la crisis en los países capitalistas, es que procuran hacer pagar las pérdidas ocasionadas por aquellas a los pueblos del Tercer Mundo.
Esta actitud de los grandes monopolios conlleva a presiones inflacionarias, recesión, etc., que empeoran la situación económica de muchos países dependientes como el nuestro.
Por ello nos satisface el propósito apuntado en la Iniciativa del Presupuesto de Egresos de la Federación, de hacer depender al país más de los recursos internos para su crecimiento, que del financiamiento exterior.
Quisiera usted, señor Secretario, explicarnos dentro de ésta problemática económica, ¿en qué medida este proyecto de Presupuesto de Egresos de Transición , al denominado por programas, en su aplicación, puede atenuar los efectos del empeoramiento de nuestra situación económica?
El C. Secretario de Hacienda: Sí, señor diputado, con mucho gusto. Yo veo en sus comentarios varios matices y diferentes ideas. Por una parte dice usted, no sin razón, que los grandes países y los grandes monopolios que en ellos operan tienden a recaer sus problemas económicos sobre los países del Tercer Mundo. del cual forma parte el nuestro. Así es, y debemos tener conciencia de ello para desarrollar la habilidad de defendernos. La inflación, que con toda honestidad intelectual y con una actitud seria he reconocido que ha tenido alguna contribución interna, comenzó a manifestarse en nuestro país precisamente como un fenómeno importado del exterior. México había tenido hasta hace algunos años, pocos por fortuna, una tasa de crecimiento sostenido dentro de un ambiente de estabilidad de precios. Por estabilidad entiendo una tasa de inflación moderada, tolerable, y no estas inflaciones galopantes a las que hemos tenido que enfrentar en los últimos días. Y dice usted, con razón, que hacemos hincapié ahora en la necesidad de depender cada vez más de nuestros propios recursos, de recursos internos que de ninguna manera signifiquen una grave dependencia del exterior. Esta es otra de nuestras grandes metas. Sin embargo, quisiera yo hacerle ver que el crédito externo usado dentro de ciertas normas en medidas adecuadas, en condiciones de plazo, de tasa de interés, etc., aceptables, representan un apoyo legítimo para el desenvolvimiento del país, vienen a complementar el esfuerzo mexicano, pero naturalmente comparto con el mayor entusiasmo y decisión la actitud expresada por usted de que los mexicanos debemos seguir, como lo hemos venido haciendo ahora, dependiendo fundamentalmente de nuestros propios recursos y no de los ajenos.
Por último, me pregunta usted ¿cómo éste Presupuesto por Programas?, y yo quisiera insistir en que ésa es nuestra meta, nuestra aspiración, pero no es todavía un objetivo alcanzado, no es un Presupuesto por Programas, sino apenas con orientación programática que vamos a ir tratando de alcanzar cada vez más ¿Cómo, me pregunta usted, podrá contribuir al mejoramiento general del país? Y yo le digo que lo he calificado de importantísimo avance administrativo, porque pienso que sí contribuirá en forma eficiente, y en el muy corto plazo, a lograr. en primer lugar, una mejor estructuración conceptual global del gasto público; en segundo lugar, nos permitirá un control que
verifique la manera eficaz y honesta con que tiene que realizarse todo gasto público; y, en tercer lugar, porque nos permite evaluar la relación entre el costo y el beneficio de lo que estamos haciendo y nos permitirá en algunos casos, eliminar o reducir proyectos que no están dando resultados, y en otros, alentar aquellos que son altamente benéficos para nuestro país. Muchas gracias. [Aplausos]
El C. Presidente: Corresponde el turno al diputado Fernando Solís Patrón.
El C. diputado Fernando Solís Patrón: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, licenciado Mario Ramón Beteta: permítame expresarle mi más profundo reconocimiento por la magnífica comparecencia que usted ha tenido esta mañana ante esta representación del pueblo. Creo que esta comparecencia tan ilustrativa, seguramente así lo pensamos todos, es de gran interés para todo el pueblo de México.
Señor, observamos que en el Proyecto de Presupuesto Federal para 1976, no se aumenta el número de organismos descentralizados y de empresas estatales para ser sometidos al control presupuestal e incluir sus operaciones, por lo tanto en la Cuenta Pública de la Federación. De ahí, señor Secretario, que me permito formularle dos preguntas. La primera ¿Qué razones explican el hecho de que para 1976 continúen siendo sólo 26 organismos y empresas las incluidas en el presupuesto federal¿ Y mi última pregunta, señor Secretario, ¿Cuál es su opinión, cómo piensa el Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público respecto a que la totalidad de los organismos y empresas públicas debieran incluirse en el presupuesto de egresos del Gobierno Federal?
Señor Secretario: De antemano muchas gracias por las respuestas que dé a estas dos preguntas que le he formulado.
El C. Secretario de Hacienda: Como me permití expresar a ustedes, entre los avances muy importantes que se han ido presentando gradualmente en la técnica presupuestaria y en su presentación a la representación popular, está el hecho de haber adicionado al presupuesto de egresos del Gobierno Federal el de los organismos y empresas descentralizadas o de la participación estatal.
Esto permite tener una panorámica mucho más completa, que usted con razón hace notar que es mucho más completa pero que es todavía incompleta.
Teníamos incluidos en el presupuesto 16 organismos sujetos a control y después incluimos 9 más y por último al IMCE que es un instituto de nueva creación. Estos 26 organismos representan un poco más del 90% del gasto total que realiza el sector paraestatal. El otro 10% lo realizan alrededor de 400 entidades; algunas de ellas tan pequeñas que la cuantía de los recursos que manejan no parecería justificar por sí misma la necesidad de incurrir en los gastos administrativos que significa el incluir dentro del presupuesto y de la parte controlada del sector paraestatal a esta serie tan polifacética y numerosa de entidades. El incluirlos podría en un momento dado, desde un punto de vista puramente económico, resultar más caro que barato. Pero, lo que creo que es importante, es que la enorme mayoría del total de los recursos manejados por el sector paraestatal, están afectos a lo que llamamos el control del presupuesto. Pero esto no quiere decir que los otros 400 carecen de control alguno. Al contrario. Tienen la obligación de presentar sus estados de pérdidas y ganancias, sus estados contables anualmente. Tienen la obligación de someter a la Secretaría de la Presidencia de la República y a la Comisión de Inversión y Financiamiento, sus programas de inversiones físicas; tienen la obligación de someter a la Secretaría del Patrimonio Nacional sus programas de adquisición y sus contratos de obra, de tal manera que no debe suponerse que por el hecho de no estar dentro de la lista de las entidades controladas o sujetas a control presupuestal carecen de todo mecanismo de control administrativo por parte del gobierno federal.
Respecto a lo que usted me pregunta como conclusión, qué pienso de que todos ellos pudieran incluirse en el control presupuestal, yo creo que dependería de muchas circunstancias, entre otras, de la eficiencia administrativa, de la forma mecánica, que nos permitiera realmente ejercer un control mayor al que actualmente ejercemos a través de los mecanismos indirectos que le acabo de decir a usted.
Creo que deberíamos examinar el punto, pero tratar de no incurrir, por un prurito puramente administrativo, en un costo que pudiera no resultar justificado. Yo creo que este es un tema que merece un examen cuidadoso, de detalles, y que permita quizá proceder en la forma en que lo hemos hecho hasta ahora, de ir gradualmente incorporando a aquellos organismos que lo demanden. Muchas gracias. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Alfonso Gómez de Orozco
El C. diputado Alfonso Gómez de Orozco: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, licenciado don Mario Ramón Beteta: Se ha recibido en ésta Cámara, como todos los años, la iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones fiscales.
¿Podría usted, señor Secretario, aclararnos con más detalle en qué consisten tales reformas, y a qué sectores afectarán¿
Considero que el Gobierno reforma sus leyes fiscales para hacerlas más claras y de fácil comprensión para los causantes, y en esta forma tener mayor recaudación para invertir y alentar las actividades económicas y crear mayor número de fuentes de trabajo.
Y a propósito de la creación de más empleos, señor Secretario, quisiéramos hacerle una pregunta que seguramente desvanecerá muchas dudas y muchas incógnitas en diferentes sectores económicamente activos de nuestro país.
Esto representa para nuestro país la inversión extranjera. ¿No podríamos condicionar que por cada peso que salga de nuestra patria o territorio de utilidades, vengan dos o tres más para abrir un mayor número de fuentes de
trabajo en nuestra patria¿ Muchas gracias, señor licenciado.
El C. secretario de Hacienda: Sus preguntas, señor diputado Gómez de Orozco son muy interesantes y son múltiples, voy a tratar de responderlas en el orden en que usted las presentó. ¿Cuáles son de manera un poco más específica, las leyes fiscales, las iniciativas de ley que se han presentado? Yo decía en mis palabras iniciales que hay cuatro grandes rubros en los que se hace hincapié y que son los destinados a buscar una mayor equidad a ampliar la base gravable que de una manera a veces amañada y otras veces, pues por falta de una información adecuada, se reduce; por otra parte, al hablar de base gravable me estoy refiriendo a la cantidad de recursos que constituyen la base sobre la cual se calculan los impuestos y que sabemos que una de las formas especiales más socorridas de evadirlo, es precisamente disminuir la base gravable, eso es lo que queremos evitar, es allí donde estamos apretando algunas partes del mecanismo recaudatorio para evitar que esto acontezca; estamos también suprimiendo algunas exenciones indebidas, excenciones que tuvieron en algún momento una justificación histórica pero que en la actualidad carecen de ella, que no tienen porqué seguir estando exentos o tener una tasa menor los boliches y los billares y las sinfonolas, que son negocios muy prósperos y que solamente han venido pagando el 1.8% en vez de 4% sobre ingresos mercantiles; ¿qué razón hay para conservar esto? Y como esto, otras excensiones de otros sectores que han estado, repito, por razones que tenían una justificación histórica pero que ya en la actualidad carecen de ella. Luego tenemos la decisión de actuar sobre ciertos artículos de consumo no indispensable, como las bebidas alcohólicas que representan una fuente de ingresos importantes y que es legítimo gravarlas, se les grava sin posibilidades de evasión y se encarece ligeramente un bien que, repito, de ninguna manera puede considerarse como de consumo indispensable. Por otra parte, estamos tratando, y aquí me permito hacer un subrayado, tratando de equilibrar este tipo de ajustes gravando los ingresos provenientes del capital; estamos eliminando las etapas intermedias entre el 15 y el 21% que teníamos para los valores de renta fija, y le estamos extendiendo este régimen a la renta variable; estamos gravando los productos provenientes de los préstamos que los extranjeros hacen en México, con el doble propósito de dejarlos en situación de competencia con los prestamistas mexicanos y me refiero, principalmente al sistema bancario, al prestamista legítimo, institucional; y, por otra parte, para que el fisco mexicano haga sacrificios en favor de los fiscos extranjeros, muchos de los cuales les permiten a sus nacionales, deducir de sus impuestos pagados en su país, los que han pagado en otro país.
Pero si bien estamos haciendo todos estos esfuerzos en materia de ajustes, en materia de recuperación de la proporción que la tasa fiscal tiene en relación con los precios de algunos bienes; que si bien estamos gravando aquello que sin razón no lo estaba, o también sin razón lo estaba con una tasa menor, el énfasis, señor diputado, lo estamos haciendo en tratar de evitar la evasión fiscal. En impedir que los resquicios que conocemos, y por los cuales, que gradualmente conocemos, y por los cuales se filtran recursos para evadir el pago de los impuestos correspondientes, deje de operar, y por otra parte, como complemento de esta eficacia recaudatoria, queremos incrementar nuestra eficiencia administrativa. Para eso, nos estamos descentralizando y estamos mecanizando nuestros proyectos; para eso, estamos simplificando las disposiciones fiscales, no solamente las legales que algunas de las cuales vienen ya a consideración de ustedes, sino las administrativas, las que se manejan por circular; para eso también, estamos haciendo esfuerzos por darle al causante las mayores facilidades de orientación, que sepa qué es lo que realmente le corresponde pagar. Hay quienes tienen un temor tan absoluto de entrar en contacto con el fisco que podría quitarles un peso de encima de su conciencia y además de liberarse en el aspecto moral tendrían que pagar cantidades muy inferiores a las que suponen, pero les falta orientación y les falta ese contacto amistoso y cordial con el fisco que nos estamos empeñando en fortalecer. Esto, creemos señor diputado, que es combinado con los modestos avances que en materia fiscal estamos haciendo, lo que nos va a permitir, como ha empezado ya a permitírnoslo en el año de 1975, incrementar importantemente los ingresos del gobierno en 1976. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Diputado Federico Ruiz López.
El C. diputado Federico Ruiz López: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público. Quiero referirme a un problema concomitante al de la economía general del país, que se supone en el presupuesto federal; el problema del desempleo. Se dice en estadísticas que no son del todo confiables, que el índice de desempleo afecta en México al promedio de unos 6 millones de mexicanos. Esto equivale a decir que el desempleo neutraliza por lo menos a una tercera parte de la fuerza de trabajo disponible. Es también un dato difundido el de que cada año es menester crear unas 900 mil nuevas plazas de trabajo y que cada plaza requiere en promedio una inversión de 300 mil pesos. lo cual indicaría que el país requiere una inversión en este orden de 270 millones de pesos al año, que en efecto. México no está en condiciones de resolver. Esto nos lleva también a afirmar que si bien la tecnología es solución para el problema de la producción, por otro lado, su uso indiscriminado incrementaría el problema de desempleo en México. Ya se conocen las vías de solución que sobre el particular ha intentado el régimen. Empleo masivo de mano de obra en trabajos de infraestructura y la multiplicación de empleos y dependencias que incrementan el volumen de personal en el servicio público de las más diversas índoles.
Este intento plantes dos escollos contrapuestos: el gobierno no puede dar trabajo a todos
los mexicanos desempleados y este intento para que coadyuve en la solución del problema debiera correr parejo con los propósitos de la reforma administrativa que no ha de echar sobre los gobiernos venideros, la carga de una administración honrosa, y por lo tanto incosteable.
Al respecto no ha faltado quien afirme que PEMEX podría explicar en buena parte en su presupuesto anterior, su bajísimo índice de utilidades. ¿Es esta la razón por la que según se observa en el Presupuesto Federal de 76 que se limita a un 2% el aumento de su personal para el año próximo? Pero entonces: ¿qué criterio ha de seguirse sobre este aspecto tan importante en las demás Dependencias de Gobierno en sus Organismos y Empresas?
Por lo demás, ¿no cree usted que esa tendencia del Gobierno a resolver directamente el problema del desempleo explica en cierta forma la retracción de la inversión privada?
Sobre esto: ¿ no podría pensarse que si el Estado les quitara ese pretexto al que consciente o inconscientemente se acogen los particulares, se obligarían mejor para cumplir con su responsabilidad social de crear empleos generadores de riqueza en el volumen y al ritmo que está urgiendo el país? Muchas gracias de antemano, señor licenciado.
El C. Secretario de Hacienda: Gracias a usted, señor diputado. Usted toca uno de los problemas más graves que tiene nuestro país, como lo tienen tantos otros, no solamente en la etapa de desarrollo del nuestro, sino los más avanzados de la Tierra. Este es uno de los grandes problemas mundiales, sin duda alguna conectados con los de la explosión demográfica en el mundo.
Dice usted, y tiene razón, que hay estadísticas poco confiables, en relación con el monto del desempleo, complicadas seguramente con el problema del subempleo o del desempleo disimulado, sin ánimo de disimularlo, sino porque las circunstancias lo imponen especialmente a nuestro sector campesino.
Dice usted que no basta, y lamentablemente me temo que tiene razón, la tecnología por más aprisa que crezca para poder dar un adecuado empleo a todo ese crecimiento de nuestra población que viene a incrementar la fuerza de trabajo disponible. Y dice usted, y comparto plenamente su idea, que el Gobierno no puede dar trabajo a todos los mexicanos desempleados. En efecto no lo puede hacer y tiene conciencia plena de que no lo puede hacer y por ello no lo pretende. Sería verdaderamente inaceptable pensar que mediante un incremento de la ya pesada maquinaria administrativa pública, pudiéramos resolver los problemas del desempleo. El estado puede contribuir a hacer su mejor esfuerzo para resolver los problemas del empleo, creando en sus propias entidades nuevos empleos productivos y puede hacerlo creando una atmósfera económica, que permita y estimule la adecuada inversión que requiere el país para crear nuevos empleos en todo su ámbito. Usted dice que Petróleos Mexicanos va a incrementar en poco su personal y yo le digo que en la buena hora, que así sea, y que esa sea la tendencia, de los organismos y empresas y del Gobierno mismo, me parece muy aconsejable que hay que aumentar la productividad por hombre - hora de trabajo en este país tan necesitado de ello. Ninguna duda al respecto, creo que es algo en lo que coincidimos con la mejor buena fe todos los mexicanos. Ahora, usted hizo una afirmación al final, que no me quedó perfectamente clara, pero me pareció captar que usted decía que había la tendencia a resolver el desempleo con una creación artificial de empleos necesarios en el sector público, no sé si eso es lo que dijo, pero si es así, yo le digo que estoy en total desacuerdo con lo que usted dice, y que si en algún momento esto ha acontecido debemos empeñarnos en demostrar en que este no es un camino sano, precisamente dentro de esto encaja nuestro esfuerzo, nuestro intento y nuestro deseo verdaderamente intenso de que planeemos el gasto público, de que lo vigilemos en el momento de estarse aplicando y de que lo evaluemos de tal manera que sepamos si está o no cumpliendo con su función o con el propósito para el que fue asignado. Entre el propósito al que ha sido asignado, está naturalmente la creación de empleos, empleos para creación de bienes y servicios, creación de bienes y servicios, para aumentar la oferta y adecuarla a la demanda y crear una atmósfera de bienestar y de prosperidad en la economía. Dice usted bien, que estos problemas no los puede resolver el Estado solo y que tienen que ser los particulares, la inversión privada la que tiene que complementar el esfuerzo del Estado; y yo le digo que una vez más comparto ese sí, ese punto de vista , que en buena hora que los mexicanos nos demos cuenta de la grave situación por la que atraviesa el país y en la necesidad que existe de conjugar los esfuerzos de todos para resolver los problemas que a todos nos afectan, independientemente de nuestro signo ideológico, todos somos mexicanos y todos tenemos al mismo tiempo que hacer ciertas exigencias, tenemos la obligación de contribuir con nuestro esfuerzo personal, a capacitar a la colectividad a hacer frente a esas exigencias. Gracias. (Aplausos)
El C. Presidente: Tiene la palabra la compañera María Aurelia de la Cruz Espinoza.
- La C. María Aurelia de la Cruz Espinoza: Señor Secretario: En el cuerpo de su exposición usted afirmaba que mientras más vigorosos sean los sectores agropecuarios e industrial, mejor capacitados estaremos para afrontar los problemas económicos de nuestro país; esto es comprensible de por qué en los últimos años el Presupuesto ha otorgado a estos sectores una alta prioridad y en el de 1976 represente entre los dos la mitad del gasto total. Aun cuando usted ya ha hecho referencia a estos temas, señor Secretario, y siendo temas de mucho interés para el pueblo de México, principalmente el pueblo campesino, quisiera que fuera usted tan amable de decir ¿cuál es la situación actual de estos importantes campos en la actividad económica y que perspectivas hay respecto a
su producción en los próximos años? Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda: Muchas gracias a usted. Por lo que respecta al sector agropecuario, en mi respuesta anterior a la señorita diputada hice algunas reflexiones no solamente sobre la importancia que todos parejamente atribuimos a ese sector, sino sobre los esfuerzos que estamos haciendo para atenderlo. Pero nos conviene saber cómo lo vamos a atender y yo decía hace un rato cuáles eran los elementos que constituían esos 78 mil millones con los que pensamos que el sector campesino, es decir, con los que podemos contribuir al mejoramiento del sector campesino no a resolver de una vez por todas su difícil situación. Pero si usted ve en nuestra presentación sectorial, el sector agropecuario y pesquero, podrá usted darse cuenta, y aquí aprovecho para ejemplarizar una vez más las ventajas que le atribuimos a esta programación programática con la que ahora se presenta el presupuesto. Verá usted cuáles son las principales metas que perseguimos dentro del sector agropecuario.
Los objetivos del sector son abastecer de alimentos para consumo de la población y lograr excedentes exportables. Esa es una de las metas del sector campesino. Nuevamente crear empleos y aumentar el ingreso real con el fin de elevar el nivel de vida campesino; suministrar materia primas y productos intermedios a los sectores manufactureros. Esos son los objetivos principales del sector, pero además pretendemos expresar cómo vamos a alcanzar esos objetivos sectoriales a través de una serie de programas que dividimos en acción agraria, en distribución y transformación, y en apoyos especiales, y luego a cada uno de estos programas funcionales le corresponde una serie de metas específicas. Para no alargarnos, en exceso, veamos, por ejemplo, en materia del programa funcional, llamado tecnificación, cuáles son las metas. Las metas son, en investigación agrícola, operar y mantener 8 centros y 42 campos experimentales; en investigación pecuaria, impulsar los trabajos de la institución central, y en los 12 campos experimentales ubicados en las zonas ganaderas más importantes; terminar la primera etapa del inventario nacional forestal; incrementar los programas de educación y capacitación; aumentar la cobertura del programa de extensionismo agrícola; continuar la campaña contra la garrapata, la encefalitis equina, etc.
Como usted ve, y si esto se toma y se estudia en su detalle, se puede dar uno cuenta -y aquí me permitiría llamar nuevamente la atención de la señorita diputada que me hizo la pregunta en relación con el mismo tema-, cómo hay un esfuerzo sistemático, serio, bien organizado, que en la medida en que se aplique con eficacia y con honestidad, tendrá que tener buenos resultados, no para de una vez por todas terminar con el problema de la pobreza campesina, porque eso es imposible hacerlo en el cortísimo plazo pero sí representa avances no solamente de buena fe, sino que nos dan base para optimismo.
Eso por lo que se refiere al sector agropecuario. Por lo que se refiere al sector industrial, el otro que representa 30% del gasto, en que junto con el campesino representa la mitad de los recursos.
Quizá valga la pena mencionar nuevamente que hay ciertas áreas claves para el desarrollo económico futuro del país que estamos tratando de fortalecer. Hemos dicho que este esfuerzo está destinado a preservar las bases sobre las que deberá apoyarse el futuro del desarrollo de México, y estas son, en lo industrial, los energéticos, lo mismo los petroleros, que la electricidad, los productos petroquímicos, muy destacadamente entre ellos los fertilizantes, la industria siderúrgica fundamental, es una industria de la que dependen muchas otras; los sistemas de transporte, que todavía hace un año representaban problemas gravísimos de abastecimiento industrial y aun alimenticio.
En todos estos ámbitos estamos haciendo énfasis en la inversión. Simplemente para terminar la primera etapa de la planta siderúrgica de Las Truchas en el presupuesto de Egresos a la consideración de ustedes, hay más de tres mil millones de pesos. Se está en un programa paralelo en Altos Hornos de México.
En materia de petróleo se están asignando recursos para terminar a mediados del año próximo la importantísima instalación petrolera en Tula, Hidalgo, que nos va a permitir en el muy corto plazo quizás ya para fin de año, no solamente no exportar tanto petróleo crudo, sino dejar de importar cierto tipo de gasolinas, y comenzar a sustituir nuestras exportaciones de petróleo crudo por productos semielaborados o algunos petroquímicos no muy complicados.
Y como esto, podríamos ir viendo el equipamiento que se ha hecho para los Ferrocarriles, y la ampliación de las plantas que producen fertilizantes, y los sistemas de distribución, de tal manera que lleguen a los campesinos de manera más adecuada, etc.
De tal suerte que si ustedes, como estoy seguro que lo harán con el mayor esmero, examinan el detalle de la composición de cada una de esas inversiones por sectores, estarán acordes con quienes de alguna manera hemos participado en la redacción de esta iniciativa, de que el esfuerzo que se está haciendo para fortalecer al sector agropecuario y al sector industrial, irá en corto plazo en beneficio de México. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Gilberto Ortiz Medina.
El C. Gilberto Ortiz Medina: Señor licenciado, usted nos ha proporcionado una amplia información sobre el fundamento, importancia y trascendencia del Presupuesto Federal. Yo quisiera hacerle una pregunta y es la siguiente: ¿Cuáles son las razones que han obligado al Ejecutivo Federal para proponer un aumento del 1 al 2% a la sobretasa que grava las importaciones y cuya recaudación se destinará al fomento de la exportación? EL C. Secretario de Hacienda: Cómo no, señor diputado, ustedes seguramente recordarán
que desde hace ya algunos años existe una institución que funciona como un fideicomiso establecido por el Gobierno Federal en el Banco de México, que se llama el Fondo de Fomento para las Exportaciones. Este Fondo se alimentaba con un gravamen del 10% sobre algunas fracciones del arancel de importación; el año pasado ustedes aprobaron una reforma en que se eliminaba este sistema de alimentación del Fondo y se sustituía por un gravamen generalizado sobre todas las fracciones del arancel, exceptuando algunas cuantas, de tal manera que se incrementaron los recursos del Fondo. Ahora pensamos que dada la posibilidad de actividad intensa que este organismo tiene, conviene dotarlo de recursos adicionales y se ha estimado que un gravamen del 1% sobre las importaciones no representa una carga pesada para nadie; en cambio sí, y éste es el verdadero fondo del asunto, hasta ahora solamente le he repuesto a usted lo que es la mecánica de la operación , del verdadero fondo es que necesitamos, como lo decía yo hace un momento, hacer un esfuerzo máximo por incrementar la exportación del país; sólo en la medida en que exportemos más bienes y más servicios, e incrementemos nuestra capacidad competitiva, que aumentamos nuestra eficiencia y mantengamos nuestros precios de tal manera de poder concurrir a los mercados internacionales, sólo en esa medida tendremos un influjo de divisas suficiente para hacer frente a nuestra importación que es también ineludiblemente creciente. Entonces, este fondo de fomento a las exportaciones descuenta la cartera de los exportadores de los productos manufacturados y garantiza la recuperación de los créditos. Esto es un aliento muy importante a las exportaciones. Y este tipo de esfuerzo va de la mano con otros que también realiza el Gobierno para alentar la exportación. Permítame usted simplemente darle un ejemplo más. El Fondo que también es un fideicomiso del Gobierno Federal y del Banco de México, para el equipamiento industrial. Es otro de estos organismos destinados a capacitar al empresario mexicano para acudir a los mercados internacionales en condiciones de competencia adecuada; le da crédito para que importe la maquinaria o la cree en el país, necesaria para producir bienes de exportación. Precisamente a apoyar los recursos de estos fondos es a lo que se destina el incremento a que usted se refiere. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Gilberto Gutiérrez Quiroz.
El C. Gilberto Gutiérrez Quiroz: Señor Secretario: Nos complace ratificar la grata impresión que nos causa escuchar a un funcionario que con lealtad a su función, con sincera claridad y con seria y honesta preocupación nos expone con razonada objetividad la grave responsabilidad de su cargo.
Eso, señor Secretario, inspira confianza al pueblo que usted y nosotros servimos.
En relación con su exposición, en la iniciativa que nos ocupa aparece que se prevé un descenso en el endeudamiento del Gobierno Federal, de los organismos descentralizados y de las empresas de participación estatal. Así, quisiera someter a su consideración las siguientes preguntas: Primera: ¿Cómo se espera lograr esa disminución en el endeudamiento, y si es posible, apreciado en qué grado? Segundo: ¿Qué perspectivas hay para los años próximos, para el futuro próximo, de que no siga aumentando considerablemente la deuda pública?, y tercero, señor Secretario, y esto encierra una grave preocupación ciudadana: ¿En qué medida se ha conservado la deuda pública dentro de la capacidad de pago de nuestro país? Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda: Es muy importante lo que usted pregunta, señor diputado, y es uno de los problemas que con razón preocupan a la opinión pública mexicana.
Usted dice, y tiene razón de hacerlo, que se contempla en el presupuesto para 1976, un descenso en la tasa de crecimiento de la deuda pública externa, es decir, que no es que vaya a disminuir lo que debemos al exterior en números absolutos, sino que va a disminuir la tasa a la que nos endeudamos cada año. Esto debemos aclararlo con toda precisión. Se trata de que no siga aumentando año con año, la proporción en que México resulta deudor del extranjero.
Sobre todo quisiera yo decirle lo siguiente: México es uno de los países que mayor acceso tienen a los mercados financieros internacionales, y la razón por la que tiene ese acceso, es porque ha sido un excelente sujeto de crédito, porque México tiene el prestigio de cumplir con la mayor oportunidad y con el mayor escrúpulo sus obligaciones exteriores. Resultaría desperdicioso, desventajoso, que nuestro país, que tiene un ahorro interno ilimitado, no usara en su provecho ciertas proporciones del ahorro externo que se le ofrecen, que se le ofrecen, no por gracia ni por generosidad, sino porque representamos un buen negocio, porque somos un buen sujeto de crédito que pagamos todo y a tiempo.
No malentienda que yo estoy haciendo un elogio de nuestros acreditantes exteriores, malo sería que acudiéramos al crédito externo en proporciones superiores a las que usted con tanta razón preocupan, es decir, aquellas proporciones en que excediéramos nuestra capacidad de pago. Quiero decirles que las autoridades responsables de esta materia cuidan de que no ocurra esto, pero no solamente cuidan con el mayor esmero ese prestigio que México tiene en el exterior como sujeto de crédito y que contribuye a su prestigio general como nación, sino que el momento en que nosotros nos excediéramos gravemente en nuestras peticiones de crédito externo, nuestros acreditantes que conocen perfectamente, porque la miden antes de prestarnos nuestra capacidad de pago, dejarían de estar dispuestos a prestarnos. La mayor refutación a quienes piensan que podemos haber excedido nuestra capacidad de pago, está no en la afirmación del Secretario de Hacienda que yo le agradezco a usted mucho que piense que es honesto en su actitud como aspira a serlo, sino en el hecho mismo, frente a hechos que no hay argumentos. Si nos ofrecen crédito y tenemos más ofertas de crédito
de las que podemos y debemos aceptar, es porque no hemos de ninguna manera rebasado nuestra capacidad de pago, pero sí es importante que tengamos conciencia de cuáles son estos límites para que los cuidemos con el mayor esmero y jamás vayamos a incurrir en el error nacional de exceder ese límite.
La Deuda Pública es un sistema complementario que todos los países que pueden hacerlo, y digo deliberadamente que pueden, porque hay muchos que no pueden, porque no son sujetos de crédito, porque no hay quien les preste, los que pueden hacerlo, deben utilizarla en proporciones razonables, porque de esta manera traen recursos de fuera para, desde ahora, satisfacer necesidades nacionales que de otra manera tendrían que esperarse hasta que hubiera una generación de recursos interiores y eso llevaría tiempo. Entonces lo importante es que la política sea cuidadosa, que sea cautelosa y que sea apropiada en su tamaño, que no exceda ninguno de dos grandes límites: el de la capacidad de pago del país y de la dependencia del exterior. Yo he dicho antes y con esto concluyo mi respuesta, que no está a discusión en momento alguno el que México pueda abandonar el principio que de la independencia es base fundamental de su desarrollo económico. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Hernán Morales Medina.
El C. Hernán Morales Medina: En la Exposición de Motivos del Presupuesto para 1975 se afirmó: "Es necesario que el gasto público se limite a la magnitud de los recursos de que pueda disponer, sin que el uso de las fuentes de crédito exceda ciertos límites, que de violarse, agudizarán las presiones inflacionarias.
Está por concluir el presente ejercicio fiscal y en atención a ello considero oportuno preguntar a usted y lo hago atentamente: ¿En qué medida el ejercicio del Presupuesto de 1975 discrepará respecto de los niveles autorizados por esta Cámara de Diputados y en qué forma y grado se alteró la estructura original del financiamiento del gasto durante el presente año?
El C. Secretario de Hacienda: Su pregunta, señor diputado, también está muy puesta en razón y es muy pertinente; me temo que no puedo contestarla en números absolutos definitivos porque usted sabe bien que no es sino hasta avanzado el año cuando se puede someter con un grado razonable de precisión la cuenta pública a la consideración de esta Cámara para ver cómo compara el presupuesto con el gasto realmente realizado.
En 1975 hay un incremento de importancia de alrededor del 18 o 19% con los datos que hasta ahora tenemos, entre los que se presupuestó y lo que se ejerció.
Yo quisiera decirle a usted que sin abandonar el principio que he estado enfatizando no solamente en toda esta mañana, sino de tiempo atrás, sobre la necesidad de tener una estricta disciplina presupuestaria. Es indispensable que recordemos que un presupuesto es eso; un presupuesto. Es decir, es una serie de supuestos de los que se parte un ejercicio para calcular el monto de los gastos públicos y cuando se parte en el mes de septiembre o un poco antes en que se comienza a elaborar un presupuesto para el año próximo, se tienen que adoptar ciertos supuestos que en el transcurso del año pueden cambiar y si cambian para bien porque las circunstancias mejoren y si cambian para bien, porque los ingresos aumenten, en buena medida que aumente también el gasto.
Déjeme usted decirle en qué renglones principales se aumentó y esperamos que concluya el 31 de diciembre de este año el gasto del 75. En primer lugar tuvimos que importar ciertos tipos de alimentos cuya importación no pudimos prever, no por falta nuestra, sino porque las circunstancias lo impidieron; esto hizo que dotáramos de mucho mayores recursos a CONASUPO.
En segundo lugar hubo ingresos mayores de ciertos organismos descentralizados y empresas de participación estatal, que al incrementar sus ingresos naturalmente incrementan sus gasto y no contribuyen a que haya un mayor déficit y sí a que haya un crecimiento mayor en el gasto en relación con el presupuesto a principios del año.
Hubo necesidad, como lo dije antes, de fortalecer ciertos mecanismos del sector industrial público para separar los cuellos de botella que estaban representando un serio obstáculo para el abastecimiento de nuestro proceso de desarrollo económico y no es de dudarse que en algunas entidades del sector privado, hubiera habido falta de inversión por falta de un abastecimiento adecuado de estos recursos que el Estado se empeñó en incrementar su oferta.
Por último, hubo algunas alzas de salario, superiores a las estimadas, con lo cual también se incrementó el gasto en relación con presupuesto. ¿Qué nos hace creer, o qué nos lleva a suponer que para 1976 esta separación entre el presupuesto inicial y el gasto final será de menor cuantía? Nuevamente digo que, sin suponer ninguna actitud de sobreoptimismo o de ingenuidad, creemos que el presupuesto con orientación programática, será una ayuda muy importante para la vigilancia y la evaluación del gasto. Que la descentralización administrativa que hemos venido haciendo, igualmente contribuirá a mayor eficacia en la aplicación del gasto y en el monto de los recursos que en él implica, y por último, el hincapié en la disciplina presupuestal que las circunstancias actuales por las que atraviesa el país nos obligan a hacer, con base en las disposiciones que conjuntamente acabamos de ver que se ha sugerido a la aprobación de ustedes, todas estas circunstancias consideradas conjuntamente me llevan a pensar que la separación entre el presupuesto inicial y el gasto final en 1976 será razonablemente cercana.
Y por último decir a usted reiterándole que si las circunstancias mejoran, y que si los ingresos de las entidades y del propio sector público aumentan, y si como lo esperamos la inflación comienza a tener un grado de abatimiento mayor, y como lo suponemos, la demanda del sector externo se fortalece, muy probablemente podríamos, dentro de los términos constitucionales y de los legales que rigen
esta materia, aumentar el volumen general del gasto. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado José Angel Conchello Dávila.
El C. diputado José Angel Conchello Dávila: Señor licenciado, antes que nada permítame o permíteme la libertad de decir que más allá de las discrepancias y concordancias que hayamos tenido o que volvamos a tener, me da mucho gusto verte en esa ocasión.
La pregunta que deseo hacerle, señor Secretario, no se refiere directamente al presupuesto de 1976. Sin embargo, es una cosa que preocupa a muchos mexicanos. No se refiere a la macroeconomía, sino a la microeconomía la que afecta a cada uno de los contribuyentes.
Por lo tanto, siéntase usted en libertad de contestarla o no.
Señor Secretario, las tasas establecidas por la Secretaría de Hacienda para el pago del impuesto sobre la renta, se han establecido en forma escalonada y progresiva, pensando en que quienes tienen un poder de compra no comprometido, es decir, un ingreso real superior, deben pagar más impuestos que aquellos que tienen sus ingresos casi totalmente comprometidos debido al índice general de precios en el mercado; sin embargo, con la inflación que México está padeciendo y que es un fenómeno general y permanente de los países en desarrollo, con esta inflación, repetimos, está ocurriendo el hecho de que para tener el mismo poder de compra real frente al mercado, el mismo poder adquisitivo de salario, el ciudadano necesita tener mayores ingresos nominales, lo que significa una mayor cantidad en dinero corriente, pero como las tasas de impuesto sobre la renta son progresivas, lo que está ocurriendo es que en igualdad de ingresos reales, un mexicano tiende a pagar un mayor porcentaje de impuestos, con lo cual el Gobierno Federal tiene más percepciones que proporciona la carestía de la vida. Un ejemplo que se nos ha dado, es que en el año de 1968 un obrero que ganara el 20% o más del salario mínimo puesto que el que gana el salario mínimo está exento, pagara impuestos equivalentes al 2.8% de sus ingresos, y que para el bienio 74-75 ese mismo obrero pagaría el 4.1% de sus ingresos; y una cosa similar ocurre con la clase media respecto a los impuestos, el impuesto global a las personas físicas. Ante esa erosión permanente del poder de compra del dinero, las tasas y las deducciones fijadas desde hace varios años, tal vez ya no corresponden a la voluntad original del hacendista o del legislador que las decretaron. ¿No han pensado ustedes en la conveniencia de que esas tasas o esas deducciones o ambas, se ajusten como se ha hecho en otros países, al poder de compra real que significan los ingresos monetarios?, ¿no han pensado en ajustarlas conforme al descenso del poder de compra del peso y lograr que el mexicano en igualdad de ingresos reales pague siempre los mismos impuestos reales? Muchas gracias de antemano señor licenciado si acepta la pregunta.
El C. Secretario de Hacienda: En primer lugar, muchas gracias por la bienvenida a mi persona, dada por mi compañero de escuela José Angel Conchello. Yo también creo que independientemente del signo ideológico que nos separa, el diálogo es, debe estar permanentemente abierto y es de gran beneficio para todos, creo que lo que dice el señor diputado Conchello, es una buena reflexión por cierto muy cuidadosa y que tiene elementos técnicos difíciles de manejar en este momento. La síntesis de su pregunta yo la entiendo como qué posibilidad existe de que se ajusten las tasas de los impuestos al poder de compra real de los ingresos menores, y especialmente le preocupan los impuestos de los estratos más bajos, los que tienen ingresos menores.
Yo nuevamente estoy de acuerdo en que tenemos una obligación ineludible, no solamente por convicción, sino por disposición constitucional, de buscar en todo momento la equidad en los impuestos. Sin embargo, el problema de la conversión de los impuestos y el poder de compra real es algo extremadamente complicado y que difícilmente podría aplicarse solamente en el ámbito impositivo de sus estratos. Habría que buscar ese mantenimiento del poder de compra y esos ajustes en muchos otros ámbitos; en el de los salarios, en el de los rendimientos de valores, en el de todo lo que varía en su poder de compra y sería, creo yo, estar aceptando la inflación como un mal necesario con el que tenemos que convivir permanentemente, en vez de un enemigo vencible al que tenemos la obligación de seguir atacando, sabedores de que solamente lograremos vencerlo de manera gradual.
Es necesario buscar la equidad en el impuesto porque es moral hacerlo así y porque hay una disposición legal que nos obliga a recoger ese principio moral. Parte de las reformas que estamos sometiendo a la consideración de ustedes se orienten a ese fin, ampliar la base gravable, evitar evasiones, suprimir extensiones indebidas, gravar mejor los productos del capital, todo lo cual estamos pretendiendo, en este momento estamos sometiendo a la consideración de ustedes, reformas en ese sentido, se dirige precisamente a lograr una mayor equidad impositiva, a eliminar todos estos tratamientos de privilegio injustificado.
Se requiere también, y eso lo comparto plenamente, mayor equilibrio en la carga fiscal del trabajo con respecto al capital, parte fundamental de la equidad es que colaboren en mayor medida los que más tienen, y en menor medida los que menos tienen. Mientras más avancemos en nuestra eficiencia administrativa, y mientras lo hagan más propicio las circunstancias coyunturales de la economía mexicana, podremos, creo yo, aliviar relativamente, la carga del trabajo.
No creo que fuera oportuno en ese momento tomar una decisión que implicara una baja en las cargas actualmente existentes, porque significaría una desgravación que en la situación del déficit que conocemos aumentaría la situación deficitaria de las finanzas públicas, aunque la desgravación no fuera en números absolutos, sino como el señor diputado Conchello lo sugiere, adecuando la capacidad de
compra real al ingreso monetario, y si nosotros tomamos medidas que disminuyan el ingreso del erario federal, aumentamos el déficit, y si aumentamos el déficit, aumentamos la necesidad de financiarlo inflacionariamente, y si aumentamos la inflación le hacemos un daño mucho más grave a los sectores de bajos ingresos de como están en el momento actual.
Yo no creo, realmente no lo creo, que sea algo que no merezca un estudio cuidadoso, estudio que es parte de lo que estamos realizando pero en el que pondremos especial hincapié en vista de esta importante reflexión, pero mi respuesta final en el momento actual es que no parece aconsejable que pudiéramos tomar esa medida.
El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Hugo Manuel Félix García.
El C. diputado Hugo Manuel Félix García: Señor Secretario de Hacienda; me preocupan algunas cuestiones y me voy a permitir formulárselas: Programar, financiar y vigilar el gasto gubernamental son tareas irrenunciables del sector público. Usted ha afirmado acertadamente que la eficacia debe constituir un signo indispensable de la administración pública mexicana. Con base en esta finalidad, nos podría usted informar, señor Secretario, ¿cuáles son los resultados de las medidas administrativas emprendidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para aprovechar al máximo los recursos humanos y financieros? Y, por último, señor Secretario, ¿qué posibilidades reales de contribuir a los objetivos señalados en el presupuesto tiene la Sub - Comisión de Inversión - Financiamiento y la Comisión Coordinadora del Gasto Público?
El C. Secretario de Hacienda: Muchas gracias, señor diputado. Yo creo que lo que usted dice que la eficiencia administrativa es un requisito, sine qua non para el debido funcionamiento de la administración pública. Es una materia sobre la cual no podemos tener dudas. Yo he tenido ocasión de decir, y lo reitero ahora, que el manejo desperdicioso, ineficiente del gasto público, se parece mucho al mal manejo, al manejo del gasto que se hace sin probidad, porque en uno y otro caso aún cuando hay una tremenda diferencia moral, en uno y en otro caso efectivamente los recursos no se destinan al fin para el cual fueron asignados con el consiguiente daño colectivo. Estamos haciendo el mayor esfuerzo del que somos capaces en el corto plazo para hacer el mejor aprovechamiento de nuestros propios recursos humanos, para inducirlos en las otras entidades del Gobierno Federal y del sector público de tal manera que con una preparación adecuada de esos recursos humanos, podamos sacar el mayor provecho posible de los recursos financieros que tenemos bajo nuestro cuidado.
Usted menciona dos mecanismos que son parte importante del esfuerzo que coordinadamente hacen varias entidades del Gobierno Federal, cada una de las cuales está tratando de descentralizar sus funciones, de preparar a su personal, de simplificar sus normas administrativas, pero además, están reuniendo armónicamente sus esfuerzos encaminados en un mismo sentido: me refiero a las Secretarías del Patrimonio Nacional, la de Presidencia y la Hacienda y Crédito Público. Esta Comisión que usted mencionó, de la Inversión-Financiamiento, cuida y tiene obligación de hacerlo con el mayor esmero, que la inversión física que autoriza la Secretaría de la Presidencia, cuente con una forma de financiamiento adecuado que autoriza la Secretaría de Hacienda y que en el proceso de llevar adelante la inversión ya autorizada y con el financiamiento adecuado, la contratación de las adquisiciones y de las obras públicas que entrañan, se realicen dentro de las normas aplicables. Tiene como complemento la Comisión de Inversión Financiamiento, la que vigila el gasto público, la que ve, la que tiene como función velar porque el gasto se realice de acuerdo con los fines para los que fue asignado con un grado razonable de eficiencia y de honestidad y además que evalúe lo que ese gasto está significando como beneficio.
Afortunadamente el mecanismo presupuestal con orientación programática da elementos de juicio, aporta datos y presenta la información de manera tal que va a ser posible para una y otras comisiones el contar con todos los elementos requeridos para que sus encomiendas se desarrollen con el mayor grado de eficiencia.
Tiene usted razón señor diputado, al decir que sin eficiencia desperdiciamos, y que México es un país que no pueda darse el lujo de desperdiciar sus muy limitados recursos y que es absolutamente inadmisible que los funcionarios públicos lo hagan. Muchas gracias.
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Lázaro Rubio Félix.
El C. diputado Rubio Félix, Lázaro: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: Dentro de las consideraciones de carácter general que sirven para fundamentar el presupuesto de egresos para 1976, se expresa que no obstante los esfuerzos realizados por la presente administración la economía ha disminuido su ritmo de crecimiento durante el año de 1975. Se afirma también que el crecimiento real de la producción será más bajo, no obstante lo extraordinario del gasto y la inversión públicos, apuntándose también en contrapartida que hay retracción de la inversión privada. En nombre de la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, me permito formularle la siguiente pregunta: ¿Qué medidas va a tomar, señor Secretario, para que el sector privado cambie de política y reinvierta sus utilidades, creando empleos y en consecuencia coadyuve así al crecimiento real de nuestra producción?
El C. Secretario de Hacienda: Muchas gracias, señor diputado Rubio Félix. En efecto, todo parece indicar que en el año de 1975, el ritmo de crecimiento de la economía mexicana será menor a las tasas medias a las que afortunadamente hemos estado acostumbrados. Y también es cierto, como usted dice, que el sector privado ha abatido su inversión y que la tasa de crecimiento de los recursos privados que se canalizan hacia la inversión productiva
ha disminuido. Pregunta usted cómo se puede alentar esta inversión. Nuestro país tiene un sistema de economía mixta, en que una parte de la inversión la realiza el Estado, otra parte la realizan los particulares, y en algunos casos, se asocian el uno y los otros. El Estado, frente al abatimiento de la actividad privada, se ha visto en la necesidad de substituir ese esfuerzo con el propio, lo cual, como ya he dicho, lo ha llevado a incurrir en ciertos déficits y a realizar esfuerzos muy importantes.
¿Qué se ofrece a la iniciativa privada para que invierta? Yo diría que el Gobierno no puede ofrecer nada. Que el país ofrece mucho. Ofrece una economía todavía creciente, que significa un mercado también en ensanchamiento. Ofrece un orden social y una estabilidad política propiciadora de la actividad económica, casi como en ningún otro lugar del mundo. Ofrece una tasa de utilidades adecuada; ofrece un régimen fiscal no excesivo. Ofrece estímulos generales para reinvertir en un país que tanto demanda la inversión y que tantos recursos requiere, pero no como sacrificio, sino como una buena inversión, como un buen negocio.
Hay estímulos enormes en el país para que la iniciativa privada invierta. Qué lástima que esta iniciativa privada no estuviera dispuesta, como parece comenzar a estarlo de nuevo, a seguir vigorizando su esfuerzo tan necesario para que este país progrese.
Ahora, si usted me pregunta si los estímulos específicos de carácter fiscal, de carácter de estímulo a las exportaciones se van a mantener para alentar al inversionista privado, yo le diría que sí, que el propósito es mantenerlos.
Hemos estado dando, como usted lo sabe, lo que llamamos, lo que se conoce en la jerga común como CEDIS, Certificados de Devolución de Impuestos; certificados que representan un porcentaje del valor de los artículos manufacturados que se exportan desde México, con el propósito tantas veces repetido de alentar la exportación.
Y tenemos para los pequeños y medianos empresarios, que de repente tendemos a olvidar que forman la enorme mayoría, y que esos son los que forman la gran masa del sector privado, y no el pequeño grupo muy poderoso de industriales y comerciantes con muchos recursos de capital propio y gran acceso a los mercados internacionales. ¿Qué vamos a hacer con los pequeños y medianos empresarios para alentarlos?
Continuar por el mismo camino que hemos traído durante la presente administración y durante la cual el Presidente de la República ha hecho hincapié en la necesidad de fortalecer la posibilidad productiva de esos pequeños y medianos empresarios; el Fondo de Garantía y Fomento para la Pequeña y Mediana Industria opera con ellos a tasas de interés privilegiadas, el FOFMEX que mencioné antes, el Fondo de Fomento a las Exportaciones; el Fondo de Fomento al Equipamiento Industrial para Exportar; los Fondos Agrícolas que también una buena parte del sector privado es agrícola, que dan facilidades de redescuento, todo ello son una serie de mecanismos que ya vienen operando, que operan con eficiencia y que el Estado se propone a mantener, pero repito, no es a través de ellos, sino es a través de la conciencia general que el inversionista mexicano tiene que tener con toda claridad y previsión de las enormes ventajas que tiene el vivir, el privilegio de vivir en México y de ser mexicano, lo que lo tiene que llevar a invertir más. (Aplausos.)
El C. Presidente: Corresponde el turno al penúltimo de los oradores inscritos, el diputado Graciano Astudillo Alarcón.
El C. diputado Graciano Astudillo Alarcón: Señor Secretario, en el curso de su exposición usted ha calificado al proyecto del Presupuesto para el año de 1976, como austero y realista. ¿Estas características afectan la política de desarrollo social de la actual administración? Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda: Yo dije durante mi exposición, que si bien es cierto que las circunstancias actuales demandan que se ponga especial énfasis en el sector agropecuario y en el sector industrial y particularmente en los subsectores industriales que he venido analizando; dije también que este esfuerzo para aumentar la producción, la productividad, de ninguna manera es un esfuerzo descarnado que descontará el propósito fundamental que se persigue con toda actividad económica, que es el de servir al hombre, al hombre como ser humano, como padre de familia, como integrante de la comunidad mexicana. Por eso, para que nosotros podamos hablar de verdadero progreso económico decimos que tiene que ser compartido, y una forma de compartirlo es prestar los servicios sociales a los sectores de la población que carecen de ellos.
Decía yo también que nuestra numérica de esa preocupación es el esfuerzo extraordinario que se hace en materia educativa, que en el caso de aprobar ustedes el presupuesto que se ha sometido a la consideración de este grupo, estaremos gastando un poco más de 103 millones de pesos al día en educación, y que el esfuerzo que haremos para dotar de recursos a CONASUPO, que paga precios de garantía al agricultor y que distribuye entre el consumidor de escasos recursos a precios menores a los que prevalecen en el mercado los artículos de primera necesidad, es otro esfuerzo singularmente importante para atender las necesidades sociales, y dijimos que el esfuerzo en seguridad social, en salud, en vivienda, son todos los que demandan el mayor volumen de recursos y hacia los cuales estamos proponiendo que se canalicen los fundos en proporciones mayores.
De tal manera, señor diputado, que no es en ninguna forma indiferente este presupuesto a lo que reconoce que tiene que ser el objetivo primordial de que el esfuerzo de la administración pública y de que el esfuerzo técnico de la economía, que es el de servir al mexicano como ser humano, como padre de familia y como integrante de nuestra colectividad. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el último de los oradores inscritos, el señor diputado Guillermo Gómez Reyes.
El C. diputado Guillermo Gómez Reyes: Señor Secretario de Hacienda: Sin duda ha sido brillante, franca y veraz la política presupuestal expuesta por usted en esta comparecencia. Su definición, señor Secretario, es congruente con la política que sustenta nuestro régimen de Gobierno, ya que en lo externo nos hemos pronunciado en contra de la opresión de un país por otro país, y en lo interno practicamos una política para evitar la opresión de una clase por otra, y la del hombre por el hombre. Sin embargo, se ha afirmado que el Presupuesto Federal para el Ejercicio Fiscal de 1976 tendrá un carácter conservador, tanto por su monto como por su significación política. En tal sentido, señor Secretario, ¿cuál es su opinión al respecto a esta afirmación?
El C. Secretario de Hacienda: Mi reacción inmediata, señor diputado, es decirle a usted que rechazo con la mayor decisión y energía ese infundio.
Que quienes se expresan así seguramente lo hacen por desconocimiento, por ignorancia o por mala fe, o por una combinación de todas esas cualidades negativas.
Yo sé que estas, como todas las medidas económicas son discutibles; son discutibles porque en economía, todo depende de todo lo demás; es muy difícil hacer esquemas absolutamente inconmovibles y firmes como una estructura pétrea; se requiere de flexibilidad y se requiere de educación de las políticas a las circunstancias.
Pero quienes se han pronunciado atacando el proyecto de presupuesto, de haber recortado irracionalmente las solicitudes que les sirvieron de base y que pretenden que la aptitud implícita en este recorte revela una actitud conservadora, repito, o tiene una absoluta falta de información o tienen un sustento técnico muy endeble que no los debería autorizar a pronunciarse sobre estas materias en público, o tienen lo que también a veces es más que transparente: una buena dosis de perfidia y de mala fe. Yo he dicho sí, y lo reitero ahora, que el presupuesto es realista, que es austero y que es prudente, pero también he recalcado que su prudencia y su austeridad son perfectamente compatibles con su actitud progresista de avance y de la cuidadosa atención de los sectores menos afortunados de nuestro país.
¿Por qué he dicho que es realista el presupuesto, señor diputado? Es realista porque parte del conocimiento, del conocimiento verdadero, serio, de las limitantes que impiden una mayor expansión del gasto público. Porque al mismo tiempo que da atención a los sectores prioritarios de nuestra economía quiere consolidar y preservar las bases que en un momento dado puedan estar en peligro, en las que deberá apoyarse nuestro desarrollo económico futuro. Y es nuestra obligación cuidar esas bases, preservarlas. ¿Cuáles son esas limitantes que digo que dentro de un enfoque realista encontramos al presupuesto? Ya lo he dicho, está en primer lugar el imperativo político y social de evitar el agravamiento del proceso inflacionario que a todos afecta, no por igual, pero a todos afecta desfavorablemente.
Yo rechazo categóricamente ese paternalismo populista que cree en el milagro de la emisión de billetes, que pretende que nuestros males se resuelven si nos ponemos a imprimir billetes de banco; si este fuera, señor diputado, el camino, si no tuviéramos que ver cuáles son las circunstancias reales de nuestra capacidad productiva, de nuestra capacidad de crear bienes y servicios satisfactorios a las necesidades sociales, sino que creyéramos en la "riqueza monetaria" (entre comillas) no habría ya países pobres, todos se pondrían a hacer billetes de banco y ésa sería la solución de sus problemas. Dígame usted si esta puede ser una actitud seria, responsable, que le dé autoridad moral o técnica a alguien para calificar este Presupuesto de conservador.
Yo no creo en la magia reproductora del dinero; el dinero es un instrumento de cambio, es una forma de medir la riqueza, no es una forma de satisfacer las necesidades sociales.
Yo creo que el dinero debe manejarse con el mayor cuidado para adecuar la disponibilidad de él a las necesidades sociales, a las demandas que la economía presenta en vista de su crecimiento monetario y de la liquidez que es indispensable mantener en el sistema, pero insisto, el Estado tiene que actuar con la mayor responsabilidad y los funcionarios públicos tenemos la obligación de adoptar una actitud intelectual seria. Por eso, señor diputado, rechazo, como miembro del Gobierno, estas posturas equívocas, irresponsables y demagógicas que son muchas veces producto de una inmadurez o de una táctica engañoza y amañada para lograr acomodos. Esta es una forma ilegítima e inmoral de proceder.
El Estado tiene que tomar decisiones y si estas decisiones son duras tanto peor, pero hay que tomarlas, y si son dolorosas, también, porque antes que nada está su obligación con la nación entera; porque tiene que rehuir el camino final; porque tiene no tratar de aprovechar las circunstancias para el lucimiento; porque el Estado es el responsable de la prosecución firme y sostenida de los objetivos esenciales en los que se tiene que apoyar el futuro de México.
Yo no quisiera extenderme demasiado, pero sí concluir diciéndole a usted, señor diputado, conocedor como estoy de que usted presenta una inquietud que no comparte y que no es su punto de vista y que por lo tanto sabrá entender mi vehemencia, decirle a usted de que es fácil incurrir en tentaciones irresponsables y hacer ver una crítica a priori de los que sí tienen las responsabilidades; hacer ver que hay formas distintas a las propuestas de solucionar los problemas y que no es introduciendo orden, ni manejando sistemáticamente los mecanismos a nuestra disposición, sino que simplemente gastando independientemente de que tengamos o que no.
Yo quiero decirle a usted que el proceso de desarrollo firme, sano y sostenido, es al que aspiramos y que el equilibrio económico no es
un fin en sí mismo que nadie pretendería, porque sería un error mantener el equilibrio simplemente por el equilibrio mismo, sino porque es un presupuesto para que la economía funcione adecuadamente. No podemos, no deseamos fincar nuestro desarrollo en el ahorro forzado de los sectores menos favorecidos de la población. El presupuesto que el Presidente de la República ha presentado a la consideración de ustedes es prudente, es sensato, es realista. Quiere preservar las bases en las que tendrá que apoyarse el futuro desarrollo de este país, y no quiere ponerlas irresponsablemente en entredicho. Quiere llevar adelante la tesis echeverrista de que el progreso, para que realmente lo sea, tiene que ser compartido, y mientras nosotros, en vez de combatir, alimentamos la inflación, estaremos traicionando ese principio.
Rechazo, pues -para finalizar -, enérgicamente, la actitud de los críticos que pretenden calificar el proyecto de presupuesto para 1976, como conservador. Yo más bien llamaría conservadores, con el ánimo peyorativo que en nuestra jerga política eso entraña, a esos críticos apriorísticos, que con inadmisible ingenuidad en su posición, con falta evidente de preparación, o con sobra de mala fe y de perfidia, tratan, irresponsablemente, con demagogia, los más serios problemas de México. Muchas Gracias. (Aplausos.)
- El mismo C. Secretario de Hacienda:
Un comentario final, si me lo permiten, señores. No quiero retirarme sin agradecer a ustedes la oportunidad que me han brindado de venir a cambiar impresiones con este grupo de destacados mexicanos que forman la XLIX Legislatura.
Yo estoy seguro que el interés, que la actividad, que el entusiasmo, que el dinamismo que ustedes han puesto en su labor legislativa va a pasar a los anales de la historia parlamentaria de nuestro país como una función especialmente destacada. Y creo que después de lo que hemos hecho prolongadamente, podríamos conversar todavía por muy largo rato en relación con las múltiples consideraciones de la política económica nacional y la significación que el presupuesto tiene dentro de ella.
Solamente quiero finalizar dejando en el ánimo de ustedes como reflexión que oriente sus deliberaciones, la idea de que el mérito más grande que tiene la iniciativa enviada a ustedes por el Presidente Echeverría, es haber sido elaborada con plena conciencia de los problemas actuales y futuros de nuestro país.
De ahí que la haya calificado de prudente, de austera, y acorde con nuestro realidad, pero progresista y coherente del Presidente Echeverría, será un testimonio más de sus miras y de su empeño por consolidar el futuro del país; será muestra de sus decisión de dejar las nuevas generaciones la posibilidad de un México más libre y más justo. Pero sólo dentro de esta concepción dinámica de la realidad puede tener lugar la conjugación difícil entre las soluciones que demandan los problemas de hoy, y las que vislumbra el México del mañana.
La austeridad a la que llamamos, señores diputados, no es invitación a detenernos en el camino, sino a afirmar el paso. Muchas gracias. (Aplausos.)
AGRADECIMIENTO.
El C. Presidente: Señor Secretario de Hacienda; compañeros diputados:
Con esta comparecencia suman 11 las ocasiones en que funcionarios del Ejecutivo Federal concurren a esta tribuna de la XLIX Legislatura, para informar al pueblo de México, a través de sus representantes, sobre los motivos que se han tenido para iniciar diversas leyes; por otro lado, hemos convocado, igualmente, en el auditorio de la Gran Comisión, a un gran número de funcionarios para ponderar el espíritu del Legislador originario en muy diversas materias, y las comisiones por su parte, han dialogado ininterrumpidamente con todos aquéllos organismos del Ejecutivo que lo han estimado pertinente para un feliz desarrollo de su función legislativa.
La Mesa Directiva de esta Cámara, desea aprovechar esta oportunidad que podría ser la última de este periodo ordinario, para afirmar que las prácticas, las entrevistas y las comparecencias mencionadas, no constituyen la obediencia formal, a mandatos constitucionales y reglamentarios, sino que reflejan el respeto absoluto del Poder Ejecutivo a la trascendente tarea del Poder Legislativo. Para que una ley sea instrumento auténtico de cambio, de progreso y de equidad, es indispensable que incida y que coincida con la fuente real que la genera y ésta, que surge siempre de la entraña misma de la sociedad nacional, debe ser reconocida, aquilatada, ponderada en sus consecuencias y efectos por el poder encargado de darle normatividad: el Legislativo. Por ello, la Constitución y nuestro Reglamento imponen la obligación y nos otorga la facultad de inquirirle al Ejecutivo, de conocer sus motivaciones, de analizar y evaluar sus propósitos.
Sea usted, señor Secretario, el amable conducto para expresar al Presidente de la República nuestro reconocimiento por el sentido republicano e institucional que ha mantenido en su relación con esta Cámara; podemos asegurar que las leyes aprobadas por esta Legislatura han sido producto de la reflexión serena y del estudio prudente, que si en varias ocasiones hemos modificado las iniciativas del Ejecutivo, ha sido precisamente por la amplitud con la que hemos podido apreciar sus motivaciones y siempre con la noble intención de servir al pueblo de México. La libertad para legislar en este régimen no se ha visto constreñida jamás ni hemos recibido o aceptado normas prefabricadas de modo inmutable o impuestas al margen de la actividad de los diputados, quienes han cuestionado libremente a los propios autores de muchas disposiciones. Lo anterior, práctica revolucionaria de esta XLIX Legislatura, evidencia que si bien la división de poderes es garantía del régimen democrático y defensa contra el autoritarismo,
la colaboración respetuosa de los mismos es presupuesto de eficiencia política y condición para el desarrollo solidario y armónico del país. Señor Secretario, estimamos que su intervención inicial y las respuestas a los planteamientos que aquí se le formularon, denotan la congruencia del documento y su espíritu con las acciones que el Gobierno ha emprendido en los diversos campos de la vida económica y social de México. Tal como lo ofreció al iniciar su exposición, ha hablado usted en la más alta tribuna del país, con responsabilidad, con franqueza y con veracidad.
Por la sinceridad, por la extraordinaria entereza y por la lealtad con la que usted se ha expresado y que nosotros compartimos y por sus brillantes y congruentes respuestas, le felicitamos muy efusivamente.
Al reiterarle nuestro reconocimiento por sus conceptos que juzgamos de gran significado y valor cívico, le ratificamos que en el quehacer legislativo no nos guía ni nos ha impulsado jamás otro impulso, que el de la consecución del bienestar social, político y económico de nuestros representados: el pueblo de México.
Se ruega a la Comisión designada acompañe al señor licenciado Mario Ramón Beteta cuando él desee retirarse del recinto. (Aplausos.)
El C. secretario Rogelio García González: Agradecemos la presencia de todos nuestros invitados especiales.
El C. Presidente: Continúe la Secretaría con los asuntos en Cartera.
El C. secretario Rogelio García González: Señor Presidente, agotados los asuntos en cartera. Se va a proceder a dar lectura al Orden del Día de la próxima sesión.
ORDEN DEL DÍA.
- El C. secretario Rogelio García González:
"Cámara de Diputados.
Tercer Período Ordinario de Sesiones.
XLIX Legislatura.
Orden del Día.
16 de diciembre de 1975.
Lectura del Acta de la sesión anterior.
Proposición de la Gran Comisión.
Iniciativas del Ejecutivo.
Decreto que da las bases al Ejecutivo para celebrar Empréstitos sobre el Crédito de la Nación, mediante la emisión de Bonos de los Estados Unidos Mexicanos para Fomento Económico.
Iniciativa de Ley de Ingresos del Departamento del Distrito Federal.
Iniciativa de Presupuesto de Egresos del Departamento del Distrito Federal, para 1976.
De la Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal. De Ley General de Asentamientos Humanos.
Escrito del C. Jesús Enríquez Burgos.
Dictámenes de primera lectura.
De las Comisiones de Gobernación y Relaciones Exteriores, con Proyecto de Ley de Extradición Internacional. De las Comisiones de Puntos Constitucionales, Asuntos Agrarios, Estudios Legislativos, con Proyecto de Decreto para reformar y adicionar los artículos 27, 73 y 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
De la Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros, con Proyecto de Decreto, que autoriza una nueva emisión de Bonos del Ahorro Nacional.
De la Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros, con Proyecto de Decreto, que amplía la garantía del Tesoro Mexicano en las operaciones de préstamo que se celebren con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y el plazo que pueda otorgarse.
De la Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros, con proyecto de Decreto, que reforma los artículos 2o. y 3o. de la Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del B.I.D.
De las Comisiones unidas de Marina Nacional y Estudios Legislativos, con Proyecto de Decreto de reformas y adiciones a la Ley de Navegación y Comercio Marítimos.
Dictámenes a discusión.
Dos de la Comisión de Permisos Constitucionales, con Proyectos de Decreto que conceden permiso a los CC. Hugo Cervantes del Río y Juan José Arreola, para aceptar y usar las condecoraciones que les fueron conferidas por gobiernos extranjeros.
De la Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros, con Proyecto de Ley del Impuesto sobre la Explotación Forestal.
Minutas.
Con proyecto de Decreto de Reformas y Adiciones a los artículos 26, 27 bis, 40, 72 y 72 bis, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y el artículo 74 de la Ley de Amparo.
Con proyecto de Ley Federal de Protección al Consumidor, devuelta por la Colegisladora para los efectos del inciso e) del artículo 72 Constitucional."
- El C. Presidente (a las 15:50 horas): Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar, mañana miércoles 17 del actual, a las 11:00 horas.
TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES".