Legislatura L - Año II - Período Ordinario - Fecha 19770906 - Número de Diario 6

(L50A2P1oN006F19770906.xml)Núm. Diario:6

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II México, D.F., Martes 6 de Septiembre de 1977 TOMO II.- NÚM. 6

SUMARIO

SUMARIO

Apertura

Orden del Día

Acta de la sesión. Se aprueba

Invitaciones

Al 130 a aniversario de la Acción de Armas del Molino del Rey, el 8 del actual, en esta ciudad de México. Se designa Comisión

Al tercer informe de la gestión administrativa del C. Gobernador del Estado de Zacatecas, el día 8 de los corrientes. Se designa Comisión

ANÁLISIS DEL INFORME PRESIDENCIAL

Economía

Hacen uso de la palabra los CC. Isaías Gómez Delgado, Francisco Hernández Juárez, Apolinar Ramírez Meneses, Guillermo de Carcer Ballezca, Carlota Vargas de Montemayor, Héctor Ramírez Cuéllar, Sergio Lujambio Rafols y Víctor Manzanilla Schaffer

Educación

Usan de la tribuna los CC. Ifigenia Martínez de Navarrete, Víctor Manuel Carrasco, Saúl Castorena Monterrubio, Francisco Pedraza Villarreal y Enrique Alvarez del Castillo

Orden del Día

Se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. JUAN JOSÉ OSORIO PALACIOS

(Asistencia de 178 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 11:20 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- La C. secretaria Mirna Esther Hoyos de Navarrete:

"Segundo Período Ordinario de Sesiones.

`L' Legislatura.

Orden del Día

6 de septiembre de 1977.

Lectura del Acta de la sesión anterior.

El Departamento del Distrito Federal invita al acto cívico que con motivo del 130 Aniversario de la Acción de Armas del Molino del Rey, tendrá lugar el próximo jueves 8 de los corrientes.

El Congreso del Estado de Zacatecas invita a la Sesión Solemne, en que rendirá su Tercer Informe de Gobierno el C. Fernando Pámanes Escobedo, Gobernador Constitucional del Estado, que tendrá lugar el 8 de los corrientes.

Análisis del Primer Informe Presidencial."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- La misma C. Secretaria:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día tres de septiembre de mil novecientos setenta y siete.

Presidencia del C. Juan José Osorio Palacios.

En la ciudad de México, a las once horas y veinte minutos del sábado dos de septiembre de mil novecientos setenta y siete, la Presidencia declara abierta la sesión después que la Secretaría manifiesta una asistencia de ciento setenta y ocho ciudadanos diputados.

Lectura del Orden del Día.

Sin discusión se aprueba el Acta de la sesión anterior, llevada a cabo el día de ayer.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

Proposición suscrita por la Gran Comisión de esta Cámara a efecto de que durante las sesiones ordinarias que tendrán lugar los días

6, 8, y 14 de los corrientes, se haga el análisis del Informe rendido por el C. licenciado José López Portillo, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. En tal virtud, se ruega a las diputaciones de los partidos que integran la Representación Nacional registren en la Secretaría de la Cámara los nombres de los ciudadanos diputados que tomarán parte en el citado análisis.

A discusión la proposición, sin que motive debate, en votación económica se aprueba.

De conformidad con los artículos 80 y 81 del Reglamento, se procede a la elección, por medio de cédula, de la Comisión de Presupuestos y Cuenta para el segundo año de ejercicio de esta Quincuagésima Legislatura.

Llevada a cabo la votación y hecho el escrutinio correspondiente, arroja el siguiente resultado:

Ciento cincuenta y tres votos para la planilla integrada por los CC. diputados Enrique Alvarez del Castillo Labastida, Carlota Vargas de Montemayor, Luis Priego Ortiz, Armando Labra Manjarrez, Enrique Ramírez y Ramírez, Miguel Montes García, Eduardo Andrade Sánchez, Julio Zamora Bátiz, Pericles Namorado Urrutia, Jesús González Balandrano, Enrique Soto Izquierdo e Isaías Gómez Salgado.

También se registraron cinco planillas con once, uno, uno, uno y dos votos, respectivamente.

En vista de lo anterior, el C. Presidente hace la Declaratoria de rigor. Agotados los asuntos en cartera se da lectura al Orden del Día de la sesión que tendrá lugar el día seis del presente, a las once horas.

A las doce horas se levanta la sesión pública y se pasa a la sesión secreta."

Está a discusión el Acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada.

INVITACIONES

- La misma C. Secretaria:

"Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Poder Ejecutivo Federal.- México, D.F.

- Departamento del Distrito Federal.

México, D.F., a 2 septiembre de 1977.

C. diputado Juan José Osorio Palacios, Presidente de la H. Cámara de Diputados.

Donceles y Allende.- Presente.

Con motivo de conmemorarse el CXXX Aniversario de la Acción de Armas del Molino del Rey, el Departamento del Distrito Federal por conducto de esta Dirección General, hace a usted una cordial y atenta invitación al acto cívico que tendrá lugar el próximo jueves 8 del actual, a las 10:30 horas, frente al monumento erigido a la memoria de los héroes de aquella histórica jornada, en la Loma del Molino del Rey.

Al mismo tiempo, me permito rogarle tenga a bien dictar sus respetables instrucciones con objeto de que una comisión asista al acto de referencia y efectúe el depósito de una ofrenda floral, con la representación de esa H. Cámara de Diputados que usted preside.

Reitero a usted, con mi reconocimiento, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

El Director General, licenciado Salvador Robles Quintero."

El C. Presidente: Para asistir a este acto, en representación de la Cámara de Diputados, se designa a los siguientes ciudadanos diputados: Miguel Alfonso Ballesteros Pelayo y Reveriano García Castrejón.

- La misma C. Secretaria:

"XLIX Legislatura del Estado de Zacatecas.

CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.

Donceles y Allende.- México 1, D.F.

La Cuadragésima Novena Legislatura Constitucional del Estado Libre y Soberano de Zacatecas, tiene el honor de invitar a usted a la Sesión Solemne de Apertura de su Primer Período Ordinario de Sesiones que tendrá verificativo el día 8 de septiembre a las 11:00 horas en el Cine Rex de esta ciudad capital, declarado Recinto Oficial, donde el C. General de División D. E. M. Fernando Pámanes Escobedo, Gobernador Constitucional del Estado, rendirá su Tercer Informe sobre el estado general que guarda la Administración Pública de la Entidad.

Agradecemos a usted su amable asistencia.

Zacatecas, Zac., septiembre de 1977."

El C. Presidente: Para asistir a este acto, en representación de la Cámara de Diputados, se designa a los siguientes ciudadanos diputados: Gustavo Salinas Iñiguez y José Leal Longoria.

ANÁLISIS DEL INFORME PRESIDENCIAL

Economía

El C. Presidente: Me permito informar a la H. Asamblea que se han inscrito para analizar el Primer Informe rendido por el C. licenciado José López Portillo, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, los siguientes ciudadanos diputados:

Economía: Isaías Gómez Longoria; Francisco Hernández Juárez, Apolinar Ramírez Meneses, Guillermo de Carcer Ballescá; Carlota Vargas de Montemayor; Héctor Ramírez Cuéllar; Sergio Lujambio Rafols y Víctor Manzanilla Schaffer. Educación: Ifigenia Martínez de Navarrete; Víctor Manuel Carrasco, Raúl Castorena Monterrubio; Francisco Pedraza Villarreal y Enrique Alvarez del Castillo.

En tal virtud, se concede el uso de la palabra el C. Isaías Gómez Salgado.

El C. Isaías Gómez Salgado: Señor Presidente, H. Asamblea: Por los momentos actuales que vive el país resulta una gran responsabilidad analizar el aspecto económico del primer informe de gobierno de la administración actual, pero no bastante ello, no eludimos la

responsabilidad de analizar los aspectos morales del documento que el Primer Magistrado de la Nación leyera en días pasados a su pueblo para enterarlo del estado que guarda la administración federal del país.

Haré pues en mi breve intervención un esfuerzo por analizar los aspectos fundamentales de dicho documento que, por sus profundos conceptos, el pueblo de México lo ha tomado y aceptado como una lealtad de alta moral revolucionaria. José López Portillo, al asumir el poder, se encontró con una aguda crisis económica en que se batía el mundo y México, como parte de ese mundo, no podía sustraerse a dichos acontecimientos. Se encuentra un país acosado por profundos desequilibrios económicos, acosado por factores internos y externos y que se manifestaban en una oferta contraída en bienes y servicios por una deficiente producción, en un alto índice de desempleo, en una inestabilidad cambiaria y monetaria, en una desproporcionada balanza comercial que registraba un déficit próximo a los tres mil millones de dólares en una inversión con estancamiento, fenómeno novedoso para el mundo occidental, en un incremento en la producción inferior al índice de incremento demográfico; en un exceso en el gasto público motivado entre otras causas, por la debilidad en la inversión privada, y consecuentemente, dada la insuficiencia de los recursos fiscales ordinarios, una deuda pública casi quintuplicada en el sexenio anterior, del orden de 20,948 millones de dólares.

Pero todo este cuadro desalentador con que se encontraba le economía mexicana, no quebrantó la férrea voluntad del hombre depositario de la voluntad nacional, sino más bien lo alentó para llamar, para convocar a su pueblo a sumarse a esa gran cruzada nacional que él abandera de la Alianza Popular Nacional y Democrática para la producción.

López Portillo consciente de que recibía al país en el momento más crítico que le ha tocado vivir a la presente generación, encuadra su política de gobierno dentro de profundas reformas de tipo administrativo, político y fiscal, como el mejor camino para lograr una eficiente y honesta administración.

Se propone por primera vez, abrir los caminos a una verdadera planeación nacional democrática, y se asigna a la programación carácter de obligatorio para el Sector Público, e indicativo para los Estados, como se contempla en los convenios únicos que tratan o tienden a descentralizar el gasto público. Formula un Presupuesto de la Federación, eminentemente con características de transición a efecto de lograr empalmar los programas y proyectos en marcha, de diseñar otros nuevos, para promover y reorientar el desarrollo económico de México.

La moralidad en el ejercicio del presupuesto implica la concurrencia y congruencia en todos los entendimientos de política económica, bien se trate de política monetaria y crediticia, de utilidades, precios y salarios, de inversión y producción, de endeudamiento interno y externo, etcétera; con esta estrategia de desarrollo se pretende alentar la inversión privada y, consecuentemente, aumentar la producción, combatir la inflación y el desempleo, sobre todo, fortalecer las bases para ampliar, en un plazo mediato, la justicia en la redistribución de la riqueza.

De acuerdo con tal propósito, el Ejecutivo Federal ha señalado prioridades el incremento del gasto de capital, respecto al del gasto corriente, que fueron del orden del 55 y 31.5% respectivamente, a efecto de facilitar la inversión de capital con miras a sustentar sólidamente la Alianza para la Producción.

En consecuencia, el Programa de Inversiones para 1977 se caracteriza por la relevancia que señala, por energéticos, petroquímica, fertilizantes, minería, alimentos, educación, salud y seguridad social, asegurándose sobre bases sólidas, no solamente el fortalecimiento de nuestro propio desarrollo, sino también el mejoramiento de nuestra balanza de pagos.

Debe reconocerse que estas reformas están contribuyendo a sanear la economía del país, armonizar los factores de la producción y, sobre todo, fortalecer la confianza del pueblo de México en tan sólo 30 semanas de empeños conjuntos. En efecto, se observa ya un incremento del ahorro principalmente motivado por el alza de las tasas de interés del orden de 48 mil millones de pesos, cifras muy por encima de la captada en los últimos años. Se ha disminuido en un alto índice la liquidez de los pasivos del sistema financiero. La inflación se ha controlado en parte por la oportuna emisión de monedas de plata y petrobonos, medida que tuvo doble propósito: fortalecer el ahorro acumulado y confirmar la confianza del pueblo de México en su moneda.

Se han reducido en un 81% las diferencias desfavorables de nuestro comercio en el exterior, en virtud de nuestras mayores exportaciones de petróleo y café fundamentalmente y por la limitada importación de bienes de capital, lo que trae aparejado la práctica de limitar las salidas de divisas.

Se ratificó la absoluta seguridad de respeto en el marco de la legislación vigente a la inversión extranjera que beneficie efectivamente la economía del país creando empleos, absorbiendo la tecnología nacional apropiada a nuestras necesidades e incrementando la entrada de divisas.

Se contrae sustancialmente en los primeros 9 meses de la administración del licenciado José López Portillo el endeudamiento externo, ya que decrecerá en más de un 50% respecto al del año de 1976.

Se libraron recursos para fortalecer sectores prioritarios de la economía, así como industrias pequeñas y medianas, mediante mecanismos especiales en el encaje legal.

Se incrementaron los ingresos del sector público en razón de la agilidad y orientación de nuestro sistema fiscal.

En suma, hay signos alentadores que permiten afirmar que se ha iniciado la recuperación

de la economía nacional y, fundamentalmente, la confianza en nosotros mismos, y todo ello permite prever que vamos por buen camino, con paso firme hacia el fortalecimiento de la inversión, al alivio del desempleo, a la moderación de los precios altos, a los índices de crecimiento en el producto, respecto al crecimiento demográfico. Sin embargo, compañeros legisladores, debemos reconocer que la situación crítica que ha habido en el país aún no ha sido vencida, pero es estimulante apreciar que existen condiciones favorables para superarla, claro es que para ello, será indispensable redoblar el esfuerzo de todos, y este esfuerzo deberá ser mayor por quienes poseen los medios de producción, es decir, para que el sector que acumule la riqueza merced al esfuerzo de todos los productores y consumidores.

También es importante que si aquel sector de empresarios, no responde al llamado superior para darle un sentido social a la riqueza, estamos de acuerdo con el Presidente de le República en que el Estado, atendiendo a su gran responsabilidad de preservar el bienestar de las grandes mayorías, deberá recurrir a la aplicación de otras medidas que garanticen que la riqueza socialmente generada se revierta a la economía con sus consecuentes beneficio en la producción nacional, en la ocupación de demandantes de empleo, en la generación de un mayor nivel de ingresos equitativamente repartidos y, en suma, en un fortalecimiento de la economía nacional.

Compañeros diputados, quiero enfatizar en forma especial el renglón relativo a las actividades primarias y dentro de él, el particular al rubro de la actividad agropecuaria debemos estar conscientes que la situación crítica por la que ha vivido en los últimos años el país, ha derivado fundamentalmente de la desatención al campo y en particular a las actividades agrícolas.

Situación que ha ocasionado que México en la presente década perdiera su autosuficiencia en productos básicos. Esto ocasionó que México resquebrajara su balanza comercial en virtud de que año con año, para atender el consumo interno de la dieta nacional, tuviera necesidad de importar masivamente millones de toneladas de maíz, frijol, arroz, trigo, oleaginosas, etc. Yo siempre he sostenido que me parece utópico que un país dé prioridad en el trato a las actividades de tipo secundario o terciario. Si hacemos un análisis retrospectivo o histórico, podremos darnos cuenta que todos los países que han alcanzado un alto desarrollo han dado prioridad en su trato a las actividades de tipo primario, porque estas actividades son la base fundamental, la fuente fundamental de insumos para otro tipo de actividades; consecuentemente pues, me parece utópico y a veces acelerado, pensar y menos aceptar que un país pueda dar prioridad en el gasto - trato de actividades de tipo secundario y terciario y no a la actividad primaria.

Creo pues que estamos a tiempo de recobrar el rumbo, estamos a tiempo, porque de no ser así podemos tener consecuencias muy lamentables. Una vez analizado en sus partes medulares, el Primer Informe de Gobierno del señor licenciado López Portillo, el que encontramos en lo moral altamente positivo y realista, pienso que estos logros aunque sean relativos que ha alcanzado el pueblo de México, se debe fundamentalmente a que López Portillo ha recibido de los campesinos de México, su entrega saturada de pasión y su esfuerzo creador cristalizados en la alianza nacional y democrática para la producción.

Del sector obrero organizado, su solidaridad revolucionaria altamente encomiable, manifiesta en su limitación de sus demandas salariales y en su esfuerzo productivo, de las clases medias populares su esfuerzo creador y del pueblo todo, como contraprestación a esta entrega sin límites al servicio de la Patria su confianza irrestricta.

Honorable soberanía: Nuestro esfuerzo, el esfuerzo de todos, dará sentido al valiente, humano, realista e histórico Primer Informe de Gobierno del Presidente de México. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Francisco Hernández Juárez.

El C. Francisco Hernández Juárez: Señor Presidente. Señoras y señores diputados:

Vengo a esta tribuna a nombre de mi Partido, el Partido Popular Socialista, a expresar algunos juicios y puntos de vista en relación al Primer Informe rendido ante el H. Congreso de la Unión y del pueblo de México, el pasado día 1o. de septiembre, por el C. Presidente de la República, licenciado José López Portillo.

Con modestia nos empeñamos en estudiar a nuestra sociedad, analizar a la nación para comprenderla, desentrañar sus problemas, para poder servirla.

Es justo decir que expresamos nuestro beneplácito, porque en esta ocasión el Informe Presidencial fue acompañado de anexos estadísticos bastante completos, los cuales coadyuvan a hacer realidad "el derecho de los mexicanos a la información", dando una base de sustento mayor al proceso de democratización del poder político y económico.

Sin embargo pensamos que con ser un avance, ello es insuficiente, pues por ejemplo, en esta Cámara, parte del Congreso de la Unión y el pueblo de México, deberían ser informados, por ley, del estado que guarda la inversión extranjera directa; de sus montos y campos de inversión; de sus reinversiones, de la salida del capital por concepto de utilidades, regalías, pago de patentes, así como de quiénes son los dueños de ese capital que se invierte en el país, y con quiénes están asociados, además de conocer cuál es el financiamiento que la banca del país da a empresas con capital extranjero, y las demás fuentes de financiamiento de las mismas.

Estimamos que la Comisión de Inversiones Extranjeras debe rendir un informe periódico a esta Cámara en la materia de su competencia sobre estas cuestiones que acabo de plantear, como ya se hace en el caso de la Deuda Pública.

El Estado Mexicano, con su sector económico, mostró durante mucho tiempo una

posición contradictoria. Era un Estado en sí, en cuanto a su responsabilidad política, es decir, en cuanto a poder político rector del país; pero no como poder económico. En ese sentido el Estado Mexicano ha dado un salto cualitativo.

En el proceso de su evolución el Estado Mexicano adquiere conciencia de ser una fuerza económica en sí y para sí, o lo que es lo mismo, cobra conciencia de la misión histórica que le compete como rector de la economía para garantizar el desarrollo económico independiente con elevación del nivel de vida, con el objetivo de tomar sentido como fuerza política determinante del país. Se trata de hacer valer la soberanía hacia afuera, frente al imperialismo y hacia adentro, frente a las fuerzas de los monopolios internacionales y nacionales.

En México, el poder político, como en todas partes, sólo lo podrá ejercer el que tenga el poder económico; por lo mismo, si el Estado relega su función rectora, promotora, y generadora directa de la fuerzas productivas al servicio del pueblo y la Nación, será el imperialismo con sus odios menores, los que determinarán por tener el poder político en México.

Por eso el pueblo de México entiende que el Gobierno debe comprender la realidad por él gobernada, para no ser dirigido finalmente por quienes se encuentren en el ámbito del caos y el desorden el medio propicio para imponerle a la Nación la servidumbre. Y, como la manifestara el maestro Vicente Lombardo Toledano en una ocasión: "Empezar a conocer un problema, y México es un problema, es iniciar la solución del mismo".

Para el Partido Popular Socialista el problema básico de la Nación y del pueblo, es de la explotación que sufre, interna y externamente, por los monopolios norteamericanos; ha sido y es la subordinación de la economía a los intereses de los monopolios yanquis; es su dependencia económica. De esta contradicción principal se derivan todas las demás contradicciones que sufre nuestro país, en la estructura y en la superestructura, y que tiene su expresión mas dramática en el abismal contraste entre una minoría opulenta y la inmensa mayoría de mexicanos que viven en la pobreza, la miseria y la inseguridad.

Contra los augurios de voceros clandestinos de la reacción y el imperialismo, el primer informe del Presidente de la República refleja por sus afirmaciones y realizaciones, la voluntad de mantener el país por encima de las enormes presiones internas y externas que viene sufriendo por esos sectores, por el camino del desarrollo independiente, que, entendámoslo de una vez, es el único que puede garantizar las condiciones materiales y espirituales del pueblo de México, del pueblo trabajador, y conducirle a estudios superiores de su vida económica y democrática.

Se manifiesta claramente en el primer informe de este régimen el proceso de continuidad dentro de la discontinuidad del tránsito de un gobierno a otro, terminando con las esperanzas de los enemigos del pueblo, de desgarrar y dividir las fuerzas patrióticas y democráticas de dentro y fuera del poder público, lo que ocasionaría un grave retroceso del país.

Por eso queda cerrada toda posibilidad de retorno al pasado, al asentarse el hecho objetivo de que el denominado patrón de crecimiento del país, está acabado por sus propias contradicciones, dejando como saldo, entre otros aspectos, superbeneficios y salarios de hambre, opulencia y miseria y una crisis económica surgida, no por las medidas de gobiernos recientes, sino pese a las medidas positivas de política económica adoptadas por ellos, así como por la falta de medidas de control que no pudieron o no quisieron tomar, ya que la crisis de México forma parte de la crisis general del sistema capitalista, agravada por la crisis del patrón de desarrollo que venía imperando en el país, llamado "desarrollo estabilizador".

Los llamados "voceros" del sector privado, que no han sido más que, esencialmente, voceros de los monopolios transnacionales y nacionales, con una energía agresiva digna de su condición de malos mexicanos, especulando con la inconformidad e ignorancia de ciertos sectores, trataban de señalar la intervención del Estado a través del gasto y la inversión pública, y su política salarial, como causas principales de la aguda inflación, de la que por cierto, se beneficiaban, ya que dedicaban sus grandes capitales a la especulación de mercancías y a la desinversión, después a la fuga de capitales que salía en gran parte, por especulación, pretendiendo con ello aprovechar la coyuntura de la crisis para agudizarla e imponerle al país un programa conspirativo de traición nacional, consistente esencialmente en presentarse como los únicos que podían salvar a México, siempre y cuando el Estado abandonara su intervención y su fuerza económica, reclamando que lo hiciera la llamada "iniciativa privada", que no era otra que la inversión extranjera directa para que entrara con amplia libertad dizque para intervenir en el país bajo las condiciones de libertad de cambio, libertad de precios y congelación de salarios, y que, en suma, hubiera significado la entrega del poder político y económico de México, en manos de quienes son los responsables de la difícil situación que vivimos actualmente.

Los meses transcurridos han puesto en evidencia el carácter antipatriótico de esa maniobra; el Estado Mexicano entrampado temporalmente en el problema del financiamiento, se ha visto presionado por el Fondo Monetario Internacional a adoptar cierta política de austeridad en el sentido de las demandas de ese sector antinacional, es decir, ha habido una restricción del gasto público, y la inversión pública de enero a la fecha: los salarios por "sacrificio voluntario" de los trabajadores se mantuvieron congelados, sin embargo, la inflación sigue prácticamente el mismo nivel del año pasado y la inversión privada continúa brillando por su ausencia.

El sector privado se ha cuidado de señalar las verdaderas causas de la inflación, que están centralmente en la política monetaria impuesta desde 1945 por los Estados Unidos a todo el mundo capitalista y que ha descansado en la dolorización del llamado Sistema Monetario Internacional. Dolarización causante de la inflación, como consecuencia de los enormes gastos militares, cubiertos con déficit a base, como es natural, en este caso, de emisión de papel moneda, que al ser lanzado al exterior, vía déficit crónico de su balanza de pagos, ha sido portadora de una hiperinflación, al entrar en crisis el patrón dólar oro, haciéndonos pagar en la práctica, a los países débiles, elevados tributos para sufragar la carrera armamentista del imperialismo, y que seguiremos pagando, en tanto sigamos encerrados en la órbita de inflación económica y financiera del imperialismo.

Por lo anterior cabe señalar, hoy que se toca esta cuestión, que es objetiva la necesidad, por razones de supervivencia en el presente y en el futuro de la humanidad, de lograr imponer la distensión política, económica, y sobre todo, el desarme que puede coadyuvar a salir de la crisis, y a asegurar un desarrollo acelerado de los países dependientes y un crecimiento más acelerado de los países socialistas, o sea: consideramos que el desarme es una necesidad vital en toda la humanidad, y premisa para asegurar la paz del mundo. Ha abierto el ánimo patriótico de los mexicanos, ver que en el Informe se van delineando los trazos para afirmar una nueva estrategia de desarrollo con un estado en el papel de rector indiscutible del proceso económico, cuyas funciones se amplían en vez de debilitarse. Un estado que trata de conocer a fondo nuestra realidad, planteando como divisa: organizarse para organizar; depurarse, para depurar; fortalecerse para fortalecer al país.

En el Informe hay expresiones que se derivan de la voluntad de planear nuestro desarrollo, que indican y que expresan el hecho de que México está llegando a la mayoría de edad. Tal es la referencia de la utilidad de la programación que evita que seamos "presa inerme del juego ciego de las presiones socioeconómicas y patentiza nuestra vocación para gobernarnos y gobernar los acontecimientos".

Por cuanto a los que se refiere al presupuesto, el gasto y la inversión del sector público, puede decirse que el primero "es de transición, porque empalma una administración con otra", el segundo es "el elemento más dinámico de la acción del estado"; y la tercera, "aún no estando a la altura, en lo inmediato, de lo que hace falta y sería deseable", sí tiene un crecimiento sustancial (55% en precios corrientes, entre un 20 o un 30% a precios constantes). De los 3 elementos considerados, puede indicarse que de "su monto, estructura, destino, y financiamiento, dependen fundamentalmente el ritmo y el sentido que adopte la economía en su conjunto, lo que implica subordinarlo directamente a las prioridades básicas de la nación y del gobierno".

Para efectos de comparación, cabría precisar que la inversión total, y en la pública, en el primer año de un nuevo gobierno, casi siempre ha bajado respecto a la del año anterior, último del sexenio precedente. Así vemos que en 1970, último año del período correspondiente, la inversión pública federal realizada fue de 29 mil millones de pesos, y en 1971, primero del sexenio siguiente, fue de 22 mil millones de pesos; es decir, disminuyó en alrededor de un 30% si tomamos en cuenta la subida de precios en un 5% de un año a otro de los citados. Hoy, en cambio, la inversión programada alcanza la suma de 170 mil millones de pesos, un 55% mayor nominalmente que la del último año del régimen anterior (109 mil millones de inversión realizada), o un 25% en términos reales (si el índice nacional de precios al consumidor a fin de año, crece en un 25%).

La nueva estrategia del desarrollo tenía que contemplar un cambio, en la política financiera, en el que "el tipo de cambio deja de ser, como era, eje del proceso productivo, para considerarlo como un instrumento más del financiamiento del desarrollo".

Con el objetivo de iniciar la salida de la llamada trampa financiera, el gobierno instrumenta una serie de medidas en este campo, que delinean una orientación que debe de tener como natural desenlace, o resultado, el de que el Estado llegue a utilizar todos los recursos financieros donde quiera que se encuentren y en manos de quien estén, con el fin de dedicarlos a la inversión nacional y socialmente necesaria.

Las medidas que apuntan en el aspecto financiero a través del sistema de premio y castigo al capital para elevar el ahorro, evitar la dolarización y estimular la inversión prioritaria productiva, utilizando la política fiscal, con la tendencia a combatir la especulación, el rentismo y otras actividades parasitarias, con el fin de evitar la fuga de capitales; estas medidas que pueden ser eficaces, tratándose de capitales ligados al destino nacional, no lo son para intereses económicos que son capaces de desestabilizar al país; para estos últimos, pensamos, no debe de haber más medida que el control de cambios.

A diferencia del pasado, cobra vigor la tesis de mantener controlada la inversión extranjera directa, e imponerle las modalidades que deba de adoptar, descansando en los propios esfuerzos y recursos económicos para avanzar.

En cuanto a la política fiscal, los principios de la Reforma coinciden con algunos que ha mantenido el Partido Popular Socialista, de observar los principios de equidad, progresividad y estimuladores de la inversión pública y privada, aun cuando se desconoce en detalle los términos que tendrá dicha reforma.

Una declaración de especial importancia, que hay que destacar, porque es clara expresión de la nueva estrategia, es aquella que se refiere a que "el Estado absorberá los excedentes que de otro modo se desviarían hacia el rentismo y la especulación, para ponerlos a discusión de

la sociedad de la que originalmente emanan".

Apoyamos esta afirmación porque rechaza el supuesto de que el capital no tiene patria, agregando nosotros que los que no tienen patria son algunos capitalistas.

En cuanto al sector agropecuario y forestal se refiere, estamos de acuerdo en que en México no puede haber tierras o aguas ociosas y menos hombres ociosos; de que es necesario impulsar con la suma de todas las fuerzas la producción agropecuaria para abastecer de alimentos y materias primas al pueblo de México, ya que esta garantía no podemos depositarla en fuerzas extremas a la Nación y que para ello hay que estimular la producción de los campesinos ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios, con precios remuneradores, de acuerdo a su favor, que permitan ensanchar el mercado interno, estimulando así actividades industriales y comerciales.

Es verdad que durante mucho tiempo el sacrificio ha sido el del campesino, y aun no sale de ese sacrificio totalmente, al mantener precios bajos en sus productos. Capitalizó en alto grado a la industria, al comercio y a los grupos financieros, permitiéndoles bajar el valor de la fuerza de trabajo; claro que ahora se habla retóricamente de que si el campo subsidió a la ciudad, hoy debe ocurrir a la inversa, sucediendo en realidad que, en este momento con la congelación de salarios, se traslada al campo la diferencia que hay entre el valor creciente de la fuerza de trabajo, y el bajo precio a que se mantiene. En consecuencia el Partido Popular Socialista, en esta cuestión, deja clara su opinión de que hasta hoy los campesinos, trabajadores de campo y los obreros, trabajadores de la ciudad, han sostenido a su costa, altas tasas de utilidad y volúmenes de ganancia, principalmente a los monopolios transnacionales y nacionales que operan en el ámbito de nuestro país.

La nueva estrategia, si ha de combatir la opulencia y la miseria que hemos recibido como herencia, debe ir liquidando esa situación, modificando la relación de utilidades al capital e ingresos al trabajo en favor de estos últimos. Pensamos también, que la unidad obrera y campesina será un factor de presión legítima, para lograr un menos injusto reparto de la riqueza nacional, como objetivo histórico inmediato y que como hemos dicho antes, sólo será posible, sosteniendo un programa de objetivos nacionales de independencia económica, frente al extranjero. Muchas gracias.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Apolinar Ramírez Meneses.

El C. Apolinar Ramírez Meneses: Compañeras y compañeros diputados, señor Presidente, México vive en estos momentos días cruciales, cuyo desenlace perdurará en nuestras vidas y en la de nuestros hijos. Los cuales serán fundamentales para nuestro destino como país y como unidad, en muchos aspectos hemos vivido semanas y meses de confusión y desconcierto, todos o casi todos, nos hemos dejado llevar en algún momento por los rumores de la irresponsabilidad de la ignorancia o de la mala fe; y toca a nosotros en nuestro papel de representantes populares, en el difícil papel de representantes populares, el evaluar con apego a la verdad, la dimensión de los problemas nacionales y las políticas que el gobierno de la República ha puesto en marcha para darles solución.

Afortunadamente hace cinco días escuchamos aquí una voz clara que con franqueza, con capacidad, nos explicó honesta y sinceramente los principales aspectos del problema. Somos simplemente un país desorganizado; nuestra desorganización se refleja en una muy baja producción agrícola y pecuaria y en una escasísima productividad industrial; la desorganización propicia las injusticias y facilita la explotación de los trabajadores del campo y de la ciudad; la desorganización de nuestro sistema financiero fue una de las causas de la revaluación de nuestra moneda; y la desorganización del sistema productivo hace que junto a recursos naturales subsistan millones de mexicanos sin empleo y sin posibilidad de obtener alimentación adecuada, educación y vivienda para su familias; la desorganización es el campo más fértil para la corrupción; nuestra desorganización en los sistemas comerciales hacen que proliferen los intermediarios, que se eleven artificialmente los precios; finalmente, la desorganización provoca que los planes más audaces, más ambiciosos y mejor inducidos, fracasen lamentablemente; en nuestra situación organizarse es planear, actuar con prudencia y reflexión, es conciliar, es actuar con equidad y justicia.

Todos hemos sido testigos del extraordinario esfuerzo que el Poder Ejecutivo ha realizado por organizarnos, primero reestructurando el sector público a través de una reforma administrativa que le permita al gobierno actuar con eficacia y controlar mejor su actividad.

Hemos observado el afán por eliminar del presupuesto federal todos los puestos no indispensables, no crear nuevos hasta que no justifiquen plenamente. Hemos visto los intentos serios por controlar mejor el gasto de las empresas descentralizadas que muchas veces injustificadamente sin explicación alguna han elevado fuera de toda proporción.

Hemos visto cómo actuando con prudencia y reflexión, nuestra moneda tiende a estabilizarse, a pesar de los malos augurios de muchos.

Podemos decir que el programa de la Alianza para la Producción es un esfuerzo sin precedente por conciliar a todos los sectores del país para el bien de todos y el bien de la nación.

Podemos afirmar que el Ejecutivo, particularmente el Presidente de la República, ha actuado con espíritu de equidad y justicia en todas las decisiones que ha tenido que tomar, el caso de Sonora es el ejemplo más claro de esta actitud. En síntesis, podemos afirmar que al rendir ante esta soberanía su primer Informe de Gobierno sobre el estado que guarda la administración pública, José López Portillo ha cumplido sobradamente con lo que las mayorías

nacionales y el pueblo de México esperaban de él. Pero nuestra reflexión debe de ir más allá, porque está claro que pese a todo esto, nuestros problemas fundamentales no han sido resueltos, no se ha acabado con la inflación, con el desempleo, con el abuso desmedido de especuladores y comerciantes, entre éstos; el caso más dramático es el de las medicinas y los más inquietantes, las alzas de precios al pan, la leche y la carne, alimentos fundamentales para el desarrollo de nuestros hijos. Hemos observado el esfuerzo del Presidente porque se restablezca la confianza en nosotros mismos, en nuestra moneda, en la utilidad de nuestros recursos naturales, en nuestra capacidad y en nuestro trabajo. Pero todavía hay amplios sectores del país que no han respondido a este esfuerzo. Es por eso que cabe hacernos esta pregunta: ¿Qué hemos hecho en este período todos y cada uno de nosotros por México? Muchas gracias.

(Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la diputada Carlota Vargas de Montemayor.

El C. Antonio Riva Palacio: Perdón señor Presidente, una moción, antes que la diputada estaba enlistando el diputado Guillermo de Carcer.

El C. Presidente: Si, perdón. Tiene la palabra el diputado Guillermo de Carcer Ballescá.

El C. Guillermo de Carcer Ballescá: Señor Presidente, señores diputados: En nombre de la diputación de Acción Nacional, haré algunos comentarios acerca del área económica que tocó el Primer Informe de Gobierno. En esta primera sesión de 3 que se han dedicado para glosar el informe presidencial rendido por el Presidente de la República ante el Congreso, señalaremos que es positivo que esta Cámara de Diputados dedique un mayor tiempo al comentario del documento y que los distintos partidos políticos, aquí representados, manifiesten sus puntos de vista sobre los capítulos que lo integran.

A los diputados de Acción Nacional se nos ha imputado que nuestra función es criticar sin aportar soluciones. Desde luego la función de la oposición en cualquier régimen democrático es de crítica, pero no de crítica negativa, sino para ayudar a reconocer la existencia y la magnitud de un problema en vistas a su posible solución.

La oposición en un país representa aportación, posibilidad de rectificación de puntos de vista; nuestra función no es aplaudir sino analizar. Si en serio se toman los auténticos supuestos y las consecuencias inseparables de las actitudes, la teoría y la vida democrática, la oposición política es no sólo referencia de vigilancia y crítica, sino sobre todo posición de filosofía social, opción política y alterativas de poder que presenta programas, posibilidades de solución y proyecto de nación como único paso responsable de adhesión por parte de la ciudadanía.

Por ello hemos tratado responsablemente de cumplir esta función en el pasado y en concreto en estos últimos meses, y por ello, igualmente, es contradictorio que la realidad en su aspecto económico o entre otros, ahora calificada de dramática, parezca cambiar para algunos mexicanos de acuerdo con los pronunciamientos y las palabras del Informe Anual, en vez de ser éstas dictadas por los datos de su realidad.

Debe recordarse que esta Cámara de Diputados hasta el último día de noviembre de 1976 mostraba la mayor resistencia al reconocimiento de problemas de tipo económico y social que ahora han sido reconocidos expresamente en el Informe presentado por el Ejecutivo. Entre comillas, como el momento más crítico que le ha tocado vivir a la presente generación, el informe menciona la severa crisis de confianza como una dramática realidad, no como un rumor; señala que, entre comillas, el 19 de noviembre se había manifestado el trance de desconfianza en las instituciones, en las autoridades, en la nación, en nosotros mismos. Menciona la enorme alza de precios; la deuda pública elevada casi cinco veces en un sexenio; la multiplicación del desempleo; el enorme déficit de la balanza comercial; el desplome de nuestra producción con índices inferiores al crecimiento de nuestra población, y concluye,- México estaba, en síntesis - en el punto más difícil, de mayor escepticismo, más obscuro de la encrucijada.

Superar esta conflictiva situación, creemos, significa generación de empleos, mecanismo de salarios y precios, elevar niveles de confianza, proporcionar el ahorro interno, limitaciones al déficit presupuestal, elevación de niveles de producción y productividad en los sectores agropecuario e industrial, acción económica por parte de los sectores público y privado, atención a necesidades educativas y asistencia social, y algunas más.

Para remediar la situación, el Estado intenta fundamentar la superación de la crisis expresada en el Informe en, primero, una reforma administrativa y una reforma fiscal que tiendan a hacer eficiente la acción económica por parte del Gobierno y sus empresas y, segundo, la Alianza para la Producción, buscando que todos los sectores de la producción participen con un sentido de solidaridad.

Es importante señalar que esta situación económica afecta a toda la población, pero que los que la han sentido con mayor crudeza son la mayoría de los mexicanos que viven de un salario fijo, tanto empleados o desempleados, y por supuesto, los campesinos. Se dice en el propio informe que para avanzar en el desarrollo económico que viven de un salario fijo, que están subempleados o desempleados y, por supuesto, los campesinos, se dice en el propio informe, que, para avanzar en el desarrollo económico y social, se estableció la alianza para la producción que da sentido a la Reforma Administrativa y a la Fiscal, y sustento a la Reforma Política.

Se señala ésta como camino de un modelo de desarrollo que ya se agotó, y el modelo de país a que aspira la Revolución Mexicana. El

programa de Alianza presupone el concurso consciente, responsable y decidido de cada uno de los mexicanos.

Acción Nacional siempre ha considerado los aspectos económicos de México ligados a los aspectos políticos y sociales. Hemos manifestado que nos encontramos en una crisis económica, cuyos orígenes son remotos, que se conoció en su realidad con la devaluación, pero cuyos efectos apenas estamos empezando a sentir. Es una crisis del propio sistema, que ha obligado a pensar en una Alianza para la Producción, en una reforma Administrativa y Fiscal, y en una Reforma Política. Todas ellas planteadas por el nuevo gobierno, para tratar de enderezar y corregir los errores y omisiones cometidas por los sexenios pasados, pero fundamentalmente aceleradas en el último sexenio.

Nos preocupa el enfoque que se da a nuestro problema económico, atribuyéndolo en gran parte a orígenes o presiones externas, ignorando o disminuyendo las causas internas. Nos preocupa que, admitidas las condiciones económicas prevalecientes al inicio de esta Administración Pública, no definan grados o formas de responsabilidad por parte de quienes, habiendo integrado las administraciones públicas pasadas, hayan podido ser corresponsables de la crisis que hoy se acepta.

En otra parte del Informe se dice que el Estado tuvo que intervenir frecuentemente con acierto y oportunidad, aunque otras veces sin orientación, sin proyectos útiles, y en ocasiones, sin contar con administración idónea.

Pero no se informa dónde acertó y tuvo oportunidad, y dónde intervino sin orientación, sin proyectos útiles y sin administración idónea, y de esto, cuánto costó al pueblo de México. ¿Quién o quiénes son responsables de esta falta de orientación de proyectos útiles? ¿en dónde no existió o existe administración idónea? En México, en los últimos tiempos, se admitió el modelo de desarrollo llamado estabilizador, que posteriormente fue llamado compartido y que ahora se admite que ya se agotó. ¿Qué modelo de desarrollo se propone ahora? Esta es una angustiosa interrogante de todos los mexicanos.

Consideramos que la producción es vital para cualquier país, que se necesita contar con alimentos para su población, obtener recursos propios para el desarrollo, mejorar los niveles sociales, educativos y culturales, aumentar las exportaciones, fomentar el empleo. En muchas familias mexicanas los hijos tienen que empezar a trabajar desde muy jóvenes y aún de niños, y eso ahora, si encuentran empleo, porque los ingresos que reciben los necesita la familia para completar el escaso ingreso del padre, redundando esto, entre otras cosas, en abandono de la educación por la necesidad de manutención y sobrevivencia.

Este sistema económico, que no satisface el mínimo vital de la enorme mayoría de la población, es injusto y no debe ser aceptado. El fin natural de la economía no es empobrecer más al pobre, ni enriquecer más a los ricos, no es concentrar la riqueza nacional en unas cuantas manos; es satisfacer las necesidades humanas de toda la población. Por eso consideramos que es importante producir, pero más importante preguntarnos: ¿entre quiénes y cómo se distribuye lo producido? el aumento de la producción debe distribuirse equitativamente entre el pueblo de México.

Queremos producir en diversas ramas agrícolas e industriales, no sólo para beneficio con las utilidades a los dueños del capital, sino para que los trabajadores vean aumentados sus ingresos.

La economía, la actividad económica no puede consistir sólo en producir cada vez más y en ganar cada vez más dinero, tiene que contemplar también la distribución justa entre el pueblo, de lo se produce y de lo que se gana. Por eso queremos en Acción Nacional un desarrollo económico auténtico, no sólo que crezcan las cosas en México, sino que vivamos mejor los seres humanos gracias al justo reparto de la riqueza, un auténtico desarrollo económico es aquel en que sus frutos se distribuyen justamente entre los miembros de su población, en el que el trabajador del campo y de la ciudad gane cada vez más y existan precios estables para que su ingreso le dé un mejor estado de vida, para que el aumento de salarios no sea utopía sino posibilidad real de aumentar la capacidad de satisfactores vitales para él y para su familia. Un buen desarrollo económico es aquel en que el campesino se sienta alentado u optimista para producir para él y su familia.

Un buen desarrollo económico es aquel en el que el campesino se siente alentado y optimista para producir en una tierra que posea con seguridad, crédito fácil, oportuno y barato, con comunicaciones que permitan llevar los productos al mercado con precios agrícolas justos.

Los que manejan el capital en México, tienen la grave responsabilidad de no abandonar en este momento al campesino mexicano, al ejidatario y al pequeño propietario. Es por eso importante la promoción de la industrialización en el campo, la industria complementaria de la agricultura.

México, así lo hemos dicho, enfrenta graves problemas económicos derivados de los políticos y sociales, y estamos de acuerdo en todas aquellas medidas que se toman y que se anuncian que nos lleven a mejorar sustancialmente la forma de vida de nuestro pueblo.

Queremos que los hechos, sinceramente, en que la realidad lo confirmen; que los planes que se dicten, no se hagan sólo en función de la duración de un sexenio, sino aprovechar el tiempo de corrección que esperamos que aún queda para fincar las bases de una auténtica y duradera solución en la economía, contemplando el panorama internacional y palpando la realidad y posibilidades que este país necesita: La realidad de producción, realidad de gasto público, posibilidades y necesidades de empleo, incremento de la población; este esfuerzo debe de ser conjunto: Gobierno, empresa y pueblo; pero debemos entender que no todos tienen las mismas posibilidades, que

existen muchos mexicanos, la mayoría, que ha sido ignorada, que no ha tenido nada que ver con la carestía, la inflación, el desempleo, y que lo sienten y no pueden hacer algo para corregirlo, pues quienes pueden corregir esa situación, deben sentir no sólo la responsabilidad, o tener buenos deseos plasmados en convenios más o menos aceptados, su actitud no debe ser egoísta, debe ser solidaria para mejorar en serio a México. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la diputada Carlota Vargas de Montemayor.

- La C. Carlota Vargas de Montemayor: Vengo a comentar algunos aspectos del informe rendido por el Presidente de la República, teniendo en mente algo de lo que estoy profundamente convencida: represento al pueblo, a él sólo sirvo, es mi único patrón. Tampoco los diputados de mi partido venimos a aplaudir. Sin negar el aplauso, sin embargo, cuando es bien merecido. Colaboramos con el Ejecutivo en su lucha para llevar hacia adelante a este pueblo que represento con el profundo respeto que implica el sentido de colaboración tan diferente del de subordinación.

Podemos advertir en el Informe del Presidente, claridad, franqueza y realismo; valentía, optimismo, fe en México, habló de lo que le interesaba al pueblo de México y de forma que este pueblo lo entendiera. Al tratar los aspectos económicos, no cayó en la tentación donde tan a menudo cae el técnico economista, de sacrificar la claridad por la elegancia y la satisfacción; lo que oyéndose bonito, por lo general resulta ocioso.

El informe presentado define la situación existente, la compleja y difícil realidad que vive nuestro país, no se hacen falsas promesas al pueblo; no se engaña; no se ofrecen maravillas. Con profundo respeto al pueblo mexicano y confianza en su responsabilidad, sabe que no necesita de promesas halagüeñas para continuar o luchar por su futuro.

México vive una crisis y hay que salir de ella. Junto con la elevada Deuda Pública, la Balanza Comercial deficitaria, decremento en la producción; todos los problemas que ya se han mencionado y que conocemos.

Tuvimos uno especialmente importante, una alza exagerada en los precios, que deterioró el salario y produjo desempleo; a este último, al desempleo, lo podemos señalar como el problema más grande al que se enfrenta México en la actualidad. La crisis llegó a esta clase trabajadora en forma doble, por una parte se aceptó el derecho al trabajo y por otra parte al salario remunerador, pues se llegó al punto en que los salarios no permitían siquiera alcanzar niveles mínimos de bienestar en la alimentación, salud y educación.

No importa saber qué nos condujo a esta situación, si fue la crisis internacional, si fue nuestra falta de organización, si fueron acciones que tuvieron que tomarse en un momento determinado; José López Portillo nos ha dicho en muchas ocasiones y creo como él en lo mismo, que lo importante no es buscar culpables, sino responsables. Nuestro antiguo esquema de estabilidad se rompió, perdimos la paridad de nuestra moneda con el dólar, perdimos la estabilidad de los precios y los salarios, sólo nos queda la estabilidad política, compartimos con el señor Presidente su fe en que contando con ella reconstruiremos nuestro país, además nos quedan nuestros recursos naturales que la devaluación no ha sido capaz de esfumar, una de ellas, solamente el petróleo, sería suficiente para infundirnos confianza en nuestro futuro, pero más importante aún, es que nos quedan nuestros hombres, y México como lo dice el Presidente; es un país de trabajadores.

Roto el antiguo esquema de trabajadores, nuestro gobierno ha diseñado una nueva estrategia económica donde uno de sus aspectos más importantes, es mejorar las condiciones de la clase trabajadora como son los obreros, como son los campesinos, reconocemos el esfuerzo que le ha ido en ello y estamos seguro que tener estabilidad, es mejorar las condiciones de la clase trabajadora como son los obreros, como son los campesinos.

Reconocemos el esfuerzo que le ha ido en ello y estamos seguros de que teniendo estabilidad política, hombres y recursos naturales, el éxito estará asegurado simplemente si nos organizamos y compartimos la responsabilidad y trabajamos solidariamente.

Por eso consideramos de suma importancia el hecho de que dentro de las medidas que forman la nueva política o estrategia de desarrollo, se destaque la adecuación de la política de utilidades, precios, salarios, fisco. Ello, junto con la política agraria, fiscal, crediticia y monetaria, forman parte de toda una estrategia.

Estas son las medidas más importantes de que dispone el Estado para cumplir su parte. Por medio de las mismas, podemos controlar las presiones inflacionarias.

Debe existir siempre una proporción y una relación justa entre los salarios de los grandes sectores y los precios de los artículos de consumo, principalmente alimentos de las grandes masas populares.

Deben evitarse las ganancias excesivas que se logran acumulan a costa de los niveles de vida del pueblo y el desarrollo sano de nuestra economía nacional.

La nueva política de desarrollo, en su aspecto fiscal, deberá estimular la reinversión de empresas productivas, restringiendo la división de dividendos para el consumo, a través de impuestos cuyo objetivo no sea el de recaudar sino abrir la opción a los empresarios de que sean ellos o el Estado quienes inviertan.

En cuanto a los salarios deberán moverse en función del costo de la vida y debemos buscar por todos los medios detener el empobrecimiento de una parte muy considerable del pueblo trabajador.

Es importante señalar que la política agraria y comercial jugarán en este asunto un papel muy importante; también se reconoce la necesidad de otorgar un tratamiento más flexible en los precios que apoyen el desarrollo de la producción agrícola y ayuden a capitalizar el campo.

Los precios de los productos agrícolas son el salario del campesino y éste a lo largo de la historia, ha sido el elemento más sacrificado.

Considerando que los problemas de la economía nacional comienzan con el impulso a la agricultura, como lo dice en su informe el Presidente, hacerle justicia al campesino no sólo es compromiso revolucionario imperativo de justicia, sino condición general de desarrollo; del campo tenemos que alimentarnos, disponer de materias primas renovables para la industria y la exportación, y en el campo habremos de ampliar nuestro mercado.

Por lo anterior, es urgente detener los vicios de comercialización, que al retener en otros sectores las ganancias del campesino, lo descapitalizan.

Los empresarios, los obreros, los campesinos, todos los mexicanos debemos esforzarnos en producir más y con mayor eficiencia.

López Portillo ha propuesto a la nación un programa para gobernar juntos. Ha propuesto una Alianza para la producción, donde todos los sectores y factores participemos en una meta común. Nos ha pedido tener una clara conciencia de que el interés general del país está sobre el interés de clase.

Nos ha pedido definir si la lealtad a la clase, al gremio o al interés parcial, son compartibles con la lealtad a México.

La clase obrera acaba de darnos una gran lección. Ha sacrificado su interés de clase en aras del interés de todos los mexicanos, pero todavía hay que trabajar más. Los empresarios también han trabajado, pero tampoco es suficiente todavía. Deben de buscar dar una función social a la utilidad; la utilidad que es el pago a su esfuerzo, riesgo e inventiva, es lícita. La que es producto de la ganancia fácil por vía de explotación o especulación, los envilece.

En un esfuerzo solidario con la nación, su papel será invertir y reinvertir con inteligencia para lograr más producción y más empleo. En la medida que el país sea más grande, próspero y más rico, mayor será su beneficio, pero si éste se hunde, con él y junto con nosotros se hundirán ellos y su utilidad.

Confiamos en los empresarios nacionalistas de México, si queremos un desarrollo con justicia social, la planeación y la organización son imperativas, ya que de ello dependerá la verdadera eficiencia y sin eficiencia no es posible la justicia social, como a menudo lo dice el señor Presidente: "Para compartir hay que producir porque no queremos repartir miseria, tenemos que obtener excedentes para poder seguir desarrollándonos, la riqueza inventada por Decreto sólo acelera la inflación y reparte ilusiones, la queremos creada por nuestro trabajo y compartida por nuestra voluntad, en un sistema concreto que impida presiones en los precios, garantizar a los trabajadores el poder adquisitivo en su salario".

Estas son palabras del Presidente que todos los diputados compartimos.

La Reforma Administrativa lograda por este gobierno, es un importante avance en el esfuerzo de organización del país, organizar al gobierno para organizar al país; de nada servirán los aumentos de salarios si no se aumenta la producción; ello sólo conducirá a un consecuente aumento en los precios y desgraciadamente no sólo en la proporción adecuada sino que, como lo hemos visto, será ocasión para que muchos malos mexicanos busquen una ganancia adicional a costa de México.

Es necesario pues, que nuestros obreros y nuestros campesinos, aumenten su productividad y eficiencia; la nueva estrategia de desarrollo de nuestro gobierno servirá de base a este fin; si aunado a lo anterior los empresarios y comerciantes, sobre todo estos últimos, cumplen con la parte de su responsabilidad, obtienen ganancias razonables y ponen su ingreso en aumentar la producción y el empleo, lograremos vencer el resto, acabar con la espiral inflacionaria y el engaño de la espiral ascendente de salario - precio - salario. Sólo así mejoraremos realmente las condiciones de vida de todos los mexicanos.

Los países, como los individuos, son los que ellos quieren ser. México no será - porque los mexicanos no lo queremos así - un país pobre, enfermo, esclavo. Será - porque así lo hemos decidido y en ello pondremos nuestro mejor esfuerzo - un país sano, rico e independiente.

Citando nuevamente el informe del Presidente, estamos de acuerdo con él en que tenemos un gran país; superar los problemas actuales, en buena medida, sólo depende de nosotros mismos, de nuestro trabajo, responsabilidad, disciplina, seguridad y prudencia, empezando por el propio gobierno y por las clases que tienen recursos. Cada quien tiene algo que hacer, cada quien desempeña el esfuerzo en la proporción que le corresponde, empezando por desechar el temor irracional. Conviene tomar conciencia que vamos todos en la misma barca.

(aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Héctor Ramírez Cuéllar.

El C. Héctor Ramírez Cuéllar: Señor presidente, H. Asamblea: Ha sido muy saludable la decisión de esta Asamblea de la Cámara de Diputados en el sentido de otorgar mayor tiempo de nuestro trabajo, en el presente período de sesiones, al examen, a la discusión y evaluación del Primer Informe Presidencial. Consideramos que el Primer Informe del Presidente López Portillo se refiere fundamentalmente a la administración, a la regulación de la crisis económica de México, reflejo directo de la crisis internacional del régimen capitalista.

En nuestro país existe actualmente una disyuntiva: o paga el costo social de la crisis económica del país la clase trabajadora, el campesinado y las empresas del Estado o contribuye a su superación efectiva la burguesía reaccionaría.

Los planes del Fondo Monetario Internacional, al administrar la crisis general del capitalismo, también se empeñan en distribuir el costo económico y social de la inflación, la recesión, el estancamiento y los desajustes, imperantes entre los países capitalistas.

Las rivalidades y las contradicciones económicas y políticas entre los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, República Federal Alemana y Japón, han sido causa decisiva, generadora del desorden en que se encuentra actualmente el sistema monetario internacional del capitalismo, del desplome de la producción y de la productividad, del deterioro creciente de las balanzas comerciales y de pagos, de la caída vertical de las monedas, que hace una década se consideraban como monedas fuertes, y del incremento del desempleo y de la inflación.

La lucha de las cuatro grandes potencias capitalistas, ha producido estos graves desequilibrios en detrimento del desarrollo de los países capitalistas de desarrollo intermedio, pero sobre todo de los intereses de los países en vías de desarrollo. Pero a la hora de pagar esa crisis, las grandes potencias capitalistas imponen una distribución desigual, injusta, al resto del mundo, en virtud del control que ejercen sobre el comercio internacional, sobre las principales fuentes de riqueza en diversas regiones del mundo, y sobre las instituciones financieras internacionales. Condenan a países como Italia y Gran Bretaña a pasar a una posición de segunda en el escenario internacional y someten a una explotación más despiadada a países como Perú, Argentina o México, mediante programas de asistencia económica y financiera que no sólo implican una grave violación a la soberanía nacional. sino que, en verdad, dichos proyectos de asistencia económica no constituyen una salida democrática a la presente crisis económica de nuestro país y del mundo capitalista.

Hasta hoy en nuestro país, la clase trabajadora es quien ha contribuido de manera decisiva, a elevar la producción nacional y a reordenar la economía. Con amargura recordamos la frase del Presidente López Portillo, en el sentido de que la burguesía reaccionaria hasta hoy, sólo ha recibido las admoniciones políticas, los castigos morales o las exigencias patrióticas. La actual política económica, ha hecho que paguen la crisis casi íntegramente los trabajadores, y ello resulta verdaderamente inadmisible para nuestro partido. Quienes dejaron de invertir, quienes sustrajeron sus capitales del país, quienes imponen arbitrariamente los precios a los productos básicos en detrimento a los intereses del pueblo, tienen una gran responsabilidad en la creación y en la consolidación de la presente situación nacional, en la que vive el pueblo de México, pero su grado de sacrificio no es correlativo con su nivel de responsabilidad, permaneciendo prácticamente intocables sus intereses por parte del Estado.

Por ello, saludamos el anuncio hecho por el Presidente López Portillo, de continuar promoviendo la reforma fiscal, a desalentar el consumo suntuario, de alentar la inversión productiva y, de afectar a los intereses de los sectores privilegiados del pueblo de México.

Nos congratulamos por la afirmación hecha por el Presidente, en el sentido de que el Gasto Público es el elemento más dinámico de la acción del Estado, y de que de su presencia en la economía, derivan los otros factores de la vida nacional. Nuestra fracción Parlamentaria, al examinar el año pasado la Cuenta Pública del Gobierno anterior, consideró que el carácter del Gasto Público, ejercido por la anterior Administración, independientemente del alto déficit presupuestal que presentaba, tenía efectos positivos sobre el conjunto de la economía, al expander la demanda de bienes y servicios y al extender y consolidar el mercado interno. Combatimos las tesis de los representantes ideológicos de la derecha localizados en esta Cámara, y de las monetaristas de la escuela de Chicago, en el sentido de que la inflación se había generado, sobre todo, por la acción expansiva de la inversión y del gasto del Estado durante el Gobierno anterior.

Esta tesis pretende hacer olvidar al pueblo las causas estructurales de la inflación de los países capitalistas.

A finales del año pasado, discutimos con serenidad y con ponderación la Cuenta Pública de la Administración anterior. Nosotros consideramos que no es posible considerar, no es posible pensar, que los problemas actuales del país fueron generados en la anterior administración y que todo lo que hizo la anterior administración debe pasar al campo de lo negativo.

Existen dentro de la Administración del Presidente López Portillo, en las esferas en donde se toman las decisiones de política económica, funcionarios, elementos que, partiendo de las premisas teóricas del Fondo Monetario Internacional, pretenden restringir, limitar la inversión del Estado y conducir al país a la austeridad presupuestal y a un ejercicio del gasto teóricamente equilibrado.

Observamos, por desgracia, que la aplicación del Presupuesto Federal aprobado por esta Cámara, está retrasado respecto de los tiempos de su aplicación en el presente año. Este rezago, este retraso en la aplicación del Presupuesto, ha contribuido a consolidar una situación de recesión y de estancamiento económico. Ha sido tradicional ya en los países capitalistas de cualquier grado de desarrollo, que su gasto público opere con déficit creciente. Si durante el sexenio pasado no se hubiese ejercido el tiempo de gasto público que se ejerció, la crisis económica sería más grave aún, si tomamos en cuenta que la inversión privada se contrajo fuertemente olvidando la contribución que debe hacer al desarrollo del país. Algunos monetaristas claman por un presupuesto equilibrado a costa del crecimiento de la economía y de la reducción del mercado interno. Este tipo de desarrollo no lo quiere el Partido Popular Socialista y no lo quiere el pueblo de México. Estamos de acuerdo en la disciplina, en la racionalidad, en la operatividad administrativa del gasto del Estado, en la reestructuración a los gastos improductivos, en la adecuación del gasto tomando en cuenta los recursos nacionales, pero de ninguna manera, de ninguna manera cuando se pretende detener las inversiones en las ramas

fundamentales de la economía nacional. Hemos superado ya la etapa en la que se consideraba que la inversión del Estado era complementaria o supletoria de la inversión privada.

El mérito de haber superado esta concepción estrecha y limitada de la inversión del Estado, correspondió al Presidente López Mateos, quien, por primera vez en la historia, valoró con exactitud la extraordinaria importancia que tiene la inversión Estatal en la economía del país.

No podemos volver a etapas superadas. Durante los primeros meses de este el sector privado de México adquirió el compromiso de incrementar, de una manera importante, sus inversiones, a efecto de expander la oferta de empleos en el país, y desde esa fecha, en reiteradas ocasiones, diversos representantes empresariales han anunciado, de una manera u otra, que se incrementarán los volúmenes de inversión productiva, que se crearán nuevas industrias y empresas y se tendrán fijos los precios. Hace 9 meses los representantes empresariales hicieron los primeros ofrecimientos siendo el resultado el siguiente:

"El mercado interno se ha contraído enormemente, se ha reducido la demanda, ha aumentado el desempleo y no se han efectuado las inversiones prometidas ante la nación entera." A nuestro juicio, tratándose de las relaciones con la clase burguesa, de nada sirven los castigos morales o las prédicas que invitan a la buena conducta.

El capitalismo, y en consecuencia los capitalistas, ha dosificado las relaciones humanas en la sociedad, y su nueva modalidad se circunscribe a la obtención de las más altas utilidades a costa de restringir los costos del trabajo. No es posible pretender dejar en manos del sector privado la reactivación de la economía nacional, si precisamente ellos son culpables deliberados, conscientes, de la presente situación.

No es posible pensar que por la vía de la buena fe del llamado al "patriotismo", el capital privado se dedique a la promoción de las actividades productivas que durante años dedicaron sus capitales a la especulación y al rentismo.

El Estado necesita fijar de una manera determinante las áreas y los volúmenes de inversión del sector privado. Dejar esto al espíritu bondadoso de los grandes industriales y comerciantes, equivale a caer en un espejismo.

El Estado necesita planificar no sólo sus propias inversiones, sino también las del sector privado. A efecto de canalizarlas hacia las actividades productivas, sobre la base de un plan nacional de desarrollo.

Ha sido justa la decisión del Presidente López Portillo de continuar otorgando máxima prioridad a la promoción de los energéticos, la petroquímica, los fertilizantes, la minería y a las actividades agropecuarias y pesqueras. En este sentido implica un énfasis y una continuidad respecto de los regímenes anteriores.

Saludamos en consecuencia, el anuncio hecho por el Presidente, de reanudar a la mayor brevedad posible, la construcción de la segunda etapa de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas. Este anuncio del Presidente es importante porque todos sabemos que los productos siderúrgicos, son esenciales para construir la industria pesada, una de las palancas fundamentales de la independencia económica de cualquier país.

Gran parte de nuestras importaciones consisten precisamente, en bienes de capital que requerimos para desarrollar la industria. Los productos del acero, están cada vez más caros en el mercado capitalista y los créditos también se complican cada vez más.

Recientemente los países socialistas especialmente la Unión Soviética, han ofrecido a México créditos a muy bajas tasas de interés y bajo condiciones excepcionales, para promover la industria pesada. Sin embargo, esas proposiciones no han sido ni siquiera consideradas con seriedad por las autoridades correspondientes.

Al imperialismo no le conviene que México posea una importante industria productora de maquinaria y equipo, pero a nuestro pueblo y a la Nación entera, sí le conviene. En el interés de alentar esta producción, el Gobierno Federal autorizó aumentos a los precios de los automóviles, las medicinas y otros productos como el pan y la leche. Al decretar estos incrementos se señalo que se habían elevado los costos de la producción y que esta era una medida para continuar con la presencia de estos productos en el mercado. Pero de ninguna manera se han tomado decisiones, para modificar la estructura de la propiedad en estos campos. Para elevar los precios de estos productos, - Estas decisiones se tomaron unilateralmente, como el propio Secretario de Comercio lo reconoció - es decir sin consulta alguna con las organizaciones del pueblo, de la clase obrera y del campesinado.

No se toma en cuenta, que por ejemplo en la Industria Automotriz, un puñado de compañías internacionales prácticamente controlan la producción, el ensamblaje y la industria accesoria. En la Industria Automotriz dominan el mercado en México la Ford Motor Company, la Chrysler Corporation, la General Motor Corporation, la Volkswagen e Internacional Harvester.

La presencia de los nacionales en la rama de la Industria Automotriz, es muy pequeña. Igualmente monopolizan el 100% del mercado de las llantas, la Hulera Euzkady, la Hulera General Popo, la Hulera Good Year Oxo, y la Uni - Royal, filiales de empresas norteamericanas, lo que indica que en el mercado de las llantas está totalmente en manos de los Estados Unidos.

En el ramo de la Industria Farmacéutica, también un grupo breve de grandes laboratorios, monopoliza el mercado de los medicamentos, entre ellos están los laboratorios Sintex, Ciba de México, Lily de México, Squibb,

Roche, Cynamid y Farmacéutica Lakeside; el 80% de la producción de medicamentos de nuestro país lo controlan estos grandes laboratorios internacionales y sólo el veinte por ciento restante lo producen los laboratorios nacionales.

Existe actualmente una feroz competencia entre los grandes monopolios internacionales instalados en México, y la mediana y pequeña industria, que naturalmente en esta competencia ha resultado sumamente perjudicada. Los grandes laboratorios de medicamentos a que se ha hecho referencia, generaron la inestabilidad reciente en el mercado de los medicamentos y después la solución acordada por la Secretaría de Comercio, trató en forma igual a los desiguales.

Al referirse al pan y a la leche, concluimos que empresas transnacionales como la Nestlé y la Carnation, acaparan el 60 por ciento de la producción de lácteos en México y después la procesan en forma de productos sofisticados.

Cuatro grandes empresas monopolistas controlan la totalidad de la producción de alimentos infantiles, el 40 por ciento de la población en México no consume leche, quizá no la consuma por mucho tiempo; y esa misma proporción de nuestro pueblo no puede adquirir los medicamentos modernos.

Los aumentos decretados han tomado en cuenta exclusivamente el costo económico, pero han dejado inalterable la actual organización de los productores y por supuesto se ha olvidado la repercusión negativa que estos aumentos entrañan entre el pueblo.

El pan dulce, como sabemos, no esta sujeto a ningún control por lo que actualmente tienen los precios más elevados. Este producto se ha encarecido notablemente y la situación se agrava más, si tomamos en cuenta las ya tradicionales deformaciones alimenticias de nuestro pueblo.

Nosotros preguntamos al señor Secretario de Comercio: En México, ¿quien fija los precios, los grandes monopolios internacionales, o la Secretaría de Comercio?

En estos últimos meses ha resultado evidente que el sistema de control de precios del gobierno federal, ha devenido en un mecanismo obsoleto e inoperante. Se ha cometido el error, reconocido por el propio Presidente López Portillo de gravar el producto final, pero no de atacar las causas que generan el encarecimiento.

La Alianza para la Producción propuesta e implantada por el Presidente López Portillo, no debe convertirse en un instrumento para negar o sentar las bases de la negación práctica de los derechos económicos y sociales de los trabajadores, y para acrecentar la riqueza de los grupos económicos.

La Alianza tampoco puede concebirse como un abatimiento de las banderas políticas de las fuerzas sociales, o como una forma de claudicación en los principios.

Tampoco ha de entenderse como una forma de conciliación de las clases sociales opuestas en que se divide nuestra sociedad, sino como un vínculo, un frente para que determinadas clases sociales asuman la necesidad de conseguir determinados objetivos nacionales.

La Alianza para la Producción debe tener como eje central la inversión del Estado y la presencia económica del sector paraestatal, los industriales y comerciantes demócratas y progresistas; a las organizaciones del proletariado y del campesinado; a los cooperativistas, así como a los pequeños y medianos productores, industriales y comerciantes.

Resultaría absurdo, inútil y contraproducente pretender incluir en Alianza para la Producción a las fuerzas económicas representativas del capital extranjero que coinciden plenamente con los propósitos y con los lineamientos del Fondo Monetario Internacional.

Las medidas de que da cuenta el informe para modernizar y racionalizar el sistema de distribución de los productos básicos son positivas, pero absolutamente insuficientes.

El Banco de México informo que durante 1976 el aumento medio de los precios había sido del 45% en el Distrito Federal y del 48% en el resto del país. Los incrementos de los precios de los primeros meses de este año fueron menores a los del año pasado, pero aún muestran aspectos graves y persistentes. La inflación está afectando profundamente a la clase trabajadora reduciendo el mercado interno y reforzando la que ya de por sí injusta y excesiva concentración de la riqueza. En medio de esta guerra económica en que hoy se debate nuestro pueblo, muchas empresas medianas y pequeñas no han podido soportar los efectos de la competencia y han debido cerrar aumentando consiguientemente el desempleo.

El Informe señala que se han mejorado los incentivos para el ahorrador, pero también debemos reconocer que se han encarecido los créditos en los bancos. Actualmente muchos industriales y comerciantes, pequeños y medianos, ya no son sujetos de crédito para la banca privada, por lo que es urgente que el Estado avance en el programa de protección y ayuda a la pequeña y mediana empresa frente a la voracidad de las filiales de los grandes monopolios internacionales.

La contracción del mercado ha puesto en crisis a diversas ramas industriales que se encontraban pasando por la peor época de la historia, especialmente la industria textil, la alimenticia, la chocolatera, la de la construcción y otras. Las grandes empresas monopolistas están imponiendo al resto de la economía los precios que conviene a sus intereses, de consolidación y expansión; estas empresas están eliminando del mercado a los competidores más débiles que son los que están más estrechamente ligados a las necesidades del pueblo. Con frecuencia algunos funcionarios públicos consideran erróneamente que la elevación de los salarios es la causa de la inflación, esta explicación es absolutamente parcial y pretende ocultar también las causas estructurales internas y externas de la inflación en nuestro país. ¿A qué está conduciendo el límite establecido a los aumentos de salarios?: a la reducción efectiva de la demanda externa y en consecuencia, al estancamiento de la economía. Ciertamente, toda inversión y toda alza de salarios provoca ciertos niveles de inflación, pero son más los problemas que resuelve. Los incrementos de los salarios reaniman la

economía estimulan la producción y robustecen el mercado interno. Si el problema consiste en elevar substancialmente la producción de bienes y servicios y de mejorar su calidad, entonces necesitamos elevar el poder adquisitivo de la clase trabajadora.

Si no elevamos la producción y la productividad, el crecimiento de la economía será a finales de este año tan bajo o más que el registrado el año pasado. Pese a los embates del interior y del exterior, Petróleos Mexicanos siguió siendo la espina dorsal de nuestra economía. Por ello, el interés que despierta en todos los mexicanos la sana operación financiera de esa empresa vital. Celebramos el hecho de que México, tal y como lo anuncia el informe, sea pronto un exportador de importancia relativa de petróleo, pero a nuestro Partido le preocupa la creación, los alcances del gasoducto, del ramal Monterrey - Reynosa que servirá para abastecer el mercado norteamericano. No debemos olvidar que nuestro vecino es el principal país imperialista del mundo; que durante mucho tiempo ha cuidado celosamente sus importantes reservas naturales para ir a explotarlas a otras regiones del mundo. Nuestro Partido no se opone a que se venda el petróleo a los países capitalistas, siempre y cuando los precios se ajustan a los del mercado internacional y a los precios ocasionales. Consideramos que el gasoducto a Reynosa implica un peligro real y potencial, en la medida en que el imperialismo desea mantener una sólida, estable y en expansión creciente, fuente de suministros de petróleo en nuestro país.

Al examinar el informe del Presidente López Portillo, reafirmamos que el costo social de la presente crisis, no la debe pagar el pueblo de México, sino quienes de manera directa nos han conducido a ella. Muchas gracias. (Aplausos).

El C. Presidente: tiene la palabra el C. diputado Sergio Lujambio Rafols.

El C. Sergio Lujambio Rafols: Señor Presidente, señores diputados: De acuerdo con el Artículo 69 de la Constitución, el Informe del Ejecutivo, debe referirse al estado que guarda la Administración Pública, por consiguente el señalamiento de propósitos de cambio y la mención de criterios y valores generalmente aceptados, no nos dispensan de la obligación de examinar el estado que guarda ciertamente la administración y las posibilidades concretas del cumplimiento de los propósitos y verificación de los valores. Es obvio que la simple reflexión sobre lo que debe ser, de ninguna manera equivale a lo que es.

En el enunciado de propósitos y programas teóricos de administración, se mencionan elementos positivos, y los efectos favorables se sentirán cuando se hagan realidad los propósitos del Presidente.

La Reforma Administrativa contempla un nuevo reagrupamiento de las 800 ó 900 entidades que ahora integran al sector público, tiende a suprimir la contradicción y duplicidad de mandos y funciones, convierte a las Secretarías en responsables de los organismos descentralizados, y, crea funciones sectoriales que coordinará directamente el Ejecutivo. Este propósito está plenamente justificado por cuanto en el sexenio anterior se multiplicaron los organismos técnico - administrativo, creándose una super estructura administrativa injustificada.

Del mismo modo, han sido recibidos y atendidos por esta Cámara de Diputados, ordenamientos legales como son la Ley Orgánica de la Administración Pública, la Ley General de Deuda Pública, la Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda y, la Ley de Contabilidad, Presupuesto y Gasto Público, todos estos aprobados por los diputados de Acción Nacional por cuanto pretenden mejorar la acción económica del Estado en sus aspectos técnico - administrativo y eliminar la falta de aptitud y de probidad, de quienes de algún modo u otro participan en el manejo del dinero del pueblo. Sin embargo pensamos que la Reforma Administrativa, ya debía haber trascendido el ámbito de la organización interior del Estado, para proyectarse en mejores formas de administración en el interés de todos los mexicanos.

En orden cronológico, nos fue presentada por el Ejecutivo, primero la Reforma Administrativa y el Informe contempla una probable Reforma Política. Pensamos que los términos debían haberse invertido, primero pensar en una reforma política a fondo, como la que Acción Nacional ha propuesto en su comparecencia ante la Comisión Federal Electoral.

Porque si la reforma política se traduce exclusivamente en formas aparentes de cambio en el ámbito electoral y reconocimiento de otros partidos, no tendrá relevancia en los cambios administrativos sustanciales que el país exige. Consideramos que la crisis económica severa por la que atraviesa nuestro país, ha obligado al régimen a llevar acabo ciertas modificaciones, pero sin que se altere la preeminencia de un determinado grupo para mantener el poder de decisión.

La Reforma Administrativa, por cuanto de plausibe puede tener, limita sus posibilidades si las personas que la manejan mantienen actitudes mentales e intereses personales o de grupo que les son preeminentes al bien común y al interés de nuestra gran comunidad nacional.

Muy importante mencionar la exigencia de la vigencia real de la Ley de Responsabilidades de Funcionarios y Empleados Públicos, pero no es menos importante hablar de la condición humana, que ante la certidumbre de no tener que entregar cuentas a miembros exigentes de la oposición, sino a simples relevos burocráticos, realizan sus labores pensando en términos de sus carreras políticas y de sus provechos personales, y no en el bien común.

Deseamos con sinceridad que la Reforma Administrativa trascienda al campo de México, que bien administrado podría generar mejores formas de vida para nuestros campesinos, alimento barato para nuestro pueblo y posibilidad de exportar excedentes. Deseamos que la

Reforma Administrativa trascienda en más y mejores formas de participación a los Municipios y a los Estados en los ingresos federales, para lograr su independencia y suficiencia económica y no dependan de la precaria y condicionada ayuda federal; con esto apenas daríamos respuesta al federalismo que consagra nuestra Constitución.

Deseamos plenamente convencidos que la Reforma Administrativa elimine a las Juntas de Mejoras Materiales, a las Comisiones y a los Fideicomisos, y que sean los propios Municipios o los Gobiernos de los Estados que con sus propios recursos ya incrementados realicen las actividades que ahora son encomendadas a organismos dependientes del Ejecutivo Federal.

Deseamos con sinceridad que la Reforma Administrativa favorezca el mejor funcionamiento de las paraestatales, buscando su óptima operación, del mismo modo que deseamos que ésta reforma elimine la gran cantidad de organismos o entidades que bien podrían ser manejadas por mexicanos en lo particular.

Estas simples menciones de criterio administrativo, nos obligan a pensar en la necesidad urgente de que el Ejecutivo Federal devuelva la confianza a los Presidentes Municipales y a los Gobernadores, que en sus propios lugares de origen, con un profundo conocimiento de su problemática regional, den solución a sus propios problemas y el Gobierno Federal actúe como coordinador, como rector de todo nuestro proyecto económico, colaborando en la elaboración de planes locales, regionales o nacionales, pero dentro de una auténtica autonomía de los Municipios y los Estados.

En diciembre de 1976 los diputados recibimos las proposiciones de reformas del Ejecutivo en material fiscal. Aprobamos las reformas por cuanto que significaban un propósito loable de cambio a reserva que se complementaran con una auténtica y profunda reforma fiscal.

Para hablar de una verdadera reforma fiscal, tenemos que expresar al pueblo claramente los objetivos, ¿para qué se quiere esta reforma?, ¿de dónde procederán las tributaciones?, ¿hacia dónde se destinarán?

Debemos tener entre otras, la idea de que la reforma fiscal debe contemplar la capacidad de tributación y no sólo la capacidad de evasión, porque suele suceder que quien tiene menos capacidad de evasión tiene menor capacidad de tributación, y quien tiene más evasión tiene menor capacidad de tributación, y quien tiene más capacidad de evasión, tiene más capacidad de tributación.

Es muy importante señalar la necesidad de que el Estado realice un gran esfuerzo para captar a los posibles causantes, que en la actualidad no contribuyen al erario, y no pensar solamente en términos de aumentar la carga a los que ya son cautivos.

La orientación de recaudación tributaria es de los vehículos que sirven para definir el modelo de desarrollo que el Gobierno desea, alentando o inhibiendo ciertas actividades. Los recursos captados no sólo sirven para financiar el funcionamiento del Gobierno, sino que tienen además la función de orientación, estímulo o retraso de la actividad económica nacional, y de la redistribución de los recursos que no se reparten mediante formas de ingreso en la etapa anterior de distribución. Desde el punto de vista internacional los impuestos son costo interno que alienta o desanima la competitividad internacional, y los aranceles, son barrera de aislamiento o vínculo de solidaridad internacional.

Por estas razones, porque el Estado tiene en sus manos uno de los instrumentos idóneos más importantes para regular nuestra economía, que son los impuestos, que sirven para orientar, dirigir o estimular la actividad económica, nos parecen contradictorios los ataques contra algunos sectores que a su vez sirven de sustentación a la recaudación de impuestos.

Dadas las circunstancias por las que atraviesa el país es conveniente pensar en términos fundamentalmente de alientos fiscales a quienes puedan ser generadores de empleo, exportadores, inversionistas, ahorradores... alientos que podrían ser temporales y que ayudarían a superar nuestra crisis.

Ante el fracaso del llamado desarrollo estabilizador y del llamado desarrollo compartido, surge ahora el proyecto de reorganizar la economía mediante la alianza para la producción.

La conflictiva situación con que esta Administración Pública inicia hace 39 semanas lo que el informe calificó como "el momento más crítico que le ha tocado vivir a la presente generación", se hace necesario el reconocimiento de que la producción de nuestro país en toda su gama de posibilidades, debe ser responsabilidad y esfuerzo de todos los mexicanos "todos debemos asumir el costo de la reconstrucción".

Creemos que esto conlleva a concretar la economía mixta. Sería una excelente oportunidad para definir los campos de acción y los niveles de inversión a que se obligarán los sectores público y privado.

Desde luego, estamos a favor de la alianza para la producción, hay lógica y razón de ser en el pensar que en la vida económica podamos intervenir todos los mexicanos. En esta Cámara de Diputados, se ha calificado peyorativamente a la empresa privada, y nosotros defendemos a la empresa privada con función social, no a los grandes capitalistas mexicanos o transnacionales, porque a éstos no los justificamos, defendemos al mexicano trabajador, ahorrativo, de iniciativa, capaz de echar a andar un negocio industrial, comercial, agrícola, pesquero o minero, poniendo en riesgo sus ahorros, contribuyendo al erario y generando fuentes de empleo para otros mexicanos.

La alianza para la producción se está llevando a cabo entre los polos de decisión tradicionales, y por un lado se está sacrificando a obreros y campesinos y por otro lado se está sacrificando a los pequeños y medianos empresarios que no tuvieron ninguna culpa en el "acabado patrón de crecimiento que agota su último tabú con la devaluación". Corresponde al Gobierno propiciar todos los elementos para

que este sacrificio no sea estéril; en el campo, dar seguridad a la tenencia y formas de explotación de la tierra y crear unidades viables de producción para que nuestros campesinos puedan ser sujetos de crédito y alcancen los niveles de alimentación, de educación y de salubridad que todavía les debe la Revolución.

En la industria, dar las facilidades a los pequeños, medianos y a los grandes empresarios, para que generen fuentes de empleo y nos libren de la vergüenza de ver a nuestros braceros cruzar la frontera norte mendigando un empleo.

El Gobierno debe expresarnos también, cuál ha sido, es y será, con hechos comprobables, el nivel de sacrificio que aporta para superar la crisis.

"El petróleo se convierte en el más fuerte apoyo de nuestra independencia económica y factor de corrección de nuestra deficiencia". Si México no tuviera petróleo, la crisis que hoy padecemos, producto del modelo de desarrollo que ha fallado y del sistema mismo que lo sustenta, probablemente estaríamos en el caos económico y la agitación social. El petróleo es la base para negociar nuestra deuda y que sigamos siendo sujetos de crédito en el exterior. Se han invertido muchos miles de millones de pesos en esta industria que debe ser el pilar fundamental de nuestro desarrollo y mejor forma de vida para nuestra población.

Nuestro petróleo va ser en verdad el vehículo por el cual sortearemos nuestra crisis. Ojalá lo sea nada más mientras el país arranque en la producción y antes de tres años que el tubo que va a Reynosa se desvíe en beneficio exclusivo de México y le vendamos el gas a quien más convenga al país, mientras tengamos oportunidad de crear la planta industrial y aprovechamiento total del crudo y la petroquímica. Muchas gracias .

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Víctor Manzanilla Schaffer.

El C. Víctor Manzanilla Schaffer: Señor Presidente, honorable Asamblea; por lo que hasta este momento hemos escuchado, y por lo que se ha dicho en esta tribuna, sinceramente creo que estamos dando cumplimiento al ofrecimiento del Presidente del Congreso de la Unión, en el sentido de que las Cámaras harían un análisis minucioso y riguroso del contenido del Primer Informe de la Presente Administración. Estamos cumpliendo, porque todos los diputados que han hecho uso de la palabra, han realizado un análisis del contenido; han expresado particulares puntos de vista, sobre aquello que consideran lo más importante, en realidad sí estamos analizando el Informe; porque como todos sabemos, analizar significa distinguir y separar las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o sus elementos.

Por ello, el diputado Gómez Salgado del PRI, destacó como importante la producción y la productividad, así como la alta prioridad concedida al sector primario de nuestra economía, a la actividad agropecuaria, el hermano más pobre de nuestra economía, al sector que ha llegado tarde a la cita con el desarrollo.

El diputado Hernández Juárez del partido PPS, señala que para él lo medular que se desprende del texto mismo del Informe, es el salto cualitativo que ha dado el Estado Mexicano, para pasar de un simple Estado político, a un Estado con dirección y fuerza económica. Coincide también en que hay que darle prioridad al sector agropecuario de nuestra economía.

El diputado Ramírez Meneses del PARM, para él lo trascendente y medular es el gran esfuerzo de la Administración Pública para organizarse y así poder organizar nuestra vida económica colectiva.

Para el diputado Guillermo de Carcer del Partido de Acción Nacional, lo trascendente es la Alianza para la Producción, apoyada en la reforma administrativa, la reforma fiscal, la reforma política, y aclara que no es sólo importante la producción para esta etapa que vive nuestro país, sino también saber cómo se distribuye lo producido, cómo se reparten las ganancias, cómo se reparte la riqueza.

Hizo usted, diputado de Carcer, un señalamiento que considero oportuno aclarar: Dijo que hasta noviembre de 1976, esta representación nacional, se negaba a aceptar - perdóname si no repito textualmente sus palabras pero ese es el significado - se negaba a aceptar la crisis, se negaba a aceptar los errores que usted señala, como cometidos por la pasada Administración.

Creo que hay que aclararlo: La tribuna estuvo abierta para los Partidos de oposición y para las críticas; a ella subieron diputados de todos los Partidos, para explicar, no para negar que existieran deficiencias, que existieran errores, sino para explicar, repito, los problemas generados en nuestro desarrollo y aclarar algunas críticas tendenciosas.

Todos coincidimos - recordará usted - en aceptar como usted lo aceptó en esta tribuna nacional hace unos minutos, que las contradicciones de nuestro desarrollo se producían, eran causadas por el agotamiento del modelo de desarrollo estabilizador o por la estrategia desarrollista que se seguía.

La diputada, la compañera Vargas de Montemayor considera como lo más importante del texto del primer informe, la política de precios, salarios, utilidades y gravámenes que el gobierno está poniendo en práctica.

Y el diputado Ramírez Cuéllar del Partido Popular Socialista analiza la crisis, señala sus causas y señala responsables. Considera como sustancial la reforma fiscal, y el encauzamiento y reorientación del gasto público.

Ahora bien, califica de obsoleto el sistema de fijación de precios que usa el gobierno federal.

Usted recordará, compañero Ramírez Cuéllar, que está señalada una sesión específica, concreta, para el 20 de septiembre, a fin de tratar precisamente el problema de los precios. Por eso no es necesario interiorizanos en el tema. Por último, el diputado Sergio Lujambio saludó a la reforma administrativa. Claro, él

piensa que ya debería ser una realidad actuante; que la reforma política debe ser primero. Aplaudió la reforma fiscal y le señala características que debe tener como instrumento que fortalece la actividad del Estado, y coincide en defender la utilidad social del capital privado.

Para mí, hay algo muy importante que no debe pasar desapercibido: la estrategia que se está desarrollando por el gobierno frente a los problemas planteados por la crisis y frente a los problemas planteados por nuestro desarrollo. Parece ser, puedo equivocarme, que esta administración ha marcado dos claras etapas: la primera, en la que vivimos, le ha servido para diagnosticar la crisis económica, para entender sus causas, para administrarla y no ser doblegados por ella; para tratar de controlarla a fin de recobrar el rumbo, de tomar las riendas y estabilizar nuestra economía. Y una segunda etapa que ya se inició, en la que pueblo y gobierno construyen un nuevo modelo de desarrollo. Por ello, podemos apreciar en el Primer Informe que analizamos, una serie de medidas de transición, medidas de coyuntura, medidas circunstanciales, que son correctivas, sí, pero a corto plazo, para moderar la inflación, el alza de precios, la movilidad de los salarios; encauzar debidamente y reorientar el gasto público, fomentar la inversión privada mediante alicientes, estímulos apoyos. Todo ello, repetimos, con el fin de estabilizar nuestra economía y recobrar la calma. Para ello, el Presidente López Portillo había pedido, recordémoslo, tiempo, tregua y confianza; el pueblo se la concedió y así se ha podido administrar esta crisis de la que todavía no hemos salido ni podríamos salir en tan corto tiempo, pues como él mismo señala, en la economía no existen milagros, en la economía no se puede pasar en tan corto plazo, de la angustia y el abatimiento a la prosperidad. Algo, compañeros diputados, algo muy importante acontece en estas 39 semanas de gobierno, algo que para mí es nuevo, lo confieso, que no se había dado hasta donde yo sé en la realidad del pasado; el Presidente López Portillo ha totalizado la problemática nacional; la presenta como un todo cuyas partes son interdependientes, construye una trama general, integra sus elementos, reúne sus factores, agrupa sus componentes, en suma, vértebra, aglutina, lo económico, lo político, lo cultural y lo social. El objeto primordial de esta estrategia es evitar caer en compartimientos estancos, alejarse de la parcelación de los problemas, impedir el encasillamiento, frenar la polarización y otorgarle, por consecuencia, a todo el sistema la flexibilidad y capacidad de respuesta ágil, oportuna y efectiva, pero dentro de la trama general.

Así, poco a poco, el mundo de lo económico, el mundo de lo político, el mundo de lo social, el mundo de lo cultural, han ido dejando de respirar aislados y artificialmente y ya empezaron a ser oxigenados por un solo pulmón nacional. Esta parte de la estrategia es congruente, es coherente con el primer y fundamental enunciado de la campaña política: "La solución somos todos" y con el segundo gran enunciado derivado del texto mismo del informe:

"Todo está en todo" y sus consecuencias: "Sólo yéndole bien a México les puede ir bien a los mexicanos; y sólo yéndole bien a los mexicanos le puede ir bien a México". "No nos hagamos ilusiones, o nos va bien a todos o no nos va bien a nadie".

Qué importante tesis para estos momentos que vivimos; qué gran convocatoria nacional está contenida en estos enunciados; qué trascendentes serán sus resultados si cada uno de nosotros y todos juntos la entendemos y actuamos en nuestra tarea cotidianas con patriotismo, con solidaridad, con responsabilidad.

Se han hecho críticas desde esta tribuna a lo que sucedió en el pasado, yo solamente quiero señalar algo que también aconteció, que no puedo pasar desapercibido en este pretendido análisis: Nuestro cuerpo social cada día enfermaba más de particularismo, peligrosa enfermedad que se manifiesta cuando cada grupo social deja de sentirse una parte del todo y deja de compartir los sentimientos de los demás; enfermedad que se manifiesta cuando cada estrato social deja de pensarse como parte y se cree el todo; cuando cada grupo social, político, económico o cultural vive herméticamente cerrado dentro de sí mismo y en oposición a los demás ; enfermedad que vuelve hipersensible a la parte para sus propios males; que existe cuando se olvidan que un pueblo es una articulación de todos los grupos, cuando dejan de pensar que el todo verdadero es la nación, cuando se deja de pensar en el todo que es México, nuestro país, el único país que tendremos, el hogar común y de nuestros hijos, el único venero auténtico de donde hemos extraído nuestras más puras esencias vitales y donde están nuestras más profundas raíces nacionales.

Decíamos que en esta primera etapa de la Administración, se han aplicado algunos correctivos y algunas medidas que están surtiendo efecto; algunas se han mencionado por los oradores que me antecedieron. Yo quisiera señalar como indicativo económico de la efectividad de las medidas, algunas, por ejemplo: la reserva monetaria internacional aumentó; la captación de la moneda, o sea del ahorro interno captado por nuestro sistema bancario, se incrementó notablemente; la deuda externa no crecerá más del 15%; las versiones destinadas al fomento industrial aumentaron en 88 mil millones de pesos; los energéticos en 135%, la petroquímica en 262, los fertilizantes en 183, se triplica la inversión a la minería, las actividades agropecuarias y pesqueras, reclamo del Partido Popular Socialista y del Partido Revolucionario Institucional, aumentaron sus recursos en un 50 y un 60%.

La captación, como el efecto de un Reforma Fiscal en desenvolvimiento, la captación efectiva del Gobierno Federal durante el primer semestre, casi fue superior en 40% a la de igual período en 1976. La inflación disminuyó su tasa de crecimiento. El déficit de nuestra balanza comercial tuvo un alivio

substancial y se expresa que en marzo hasta tuvimos un saldo positivo.

Compañeros diputados:

No es nuestro deseo loar o alabar al Gobierno. Todavía falta mucho por hacer, pero en la medida y grado de que seamos objetivos y justos, y a la vista, lógicamente, de los indicadores económicos y de los hechos, debemos aceptar que en esta primera etapa, el diagnóstico realizado es correcto. Las medidas adoptadas están probando oportunidad y eficacia. Se ha restaurado la confianza y la concordia, se está administrando la crisis y se fortalece nuestra decisión de mexicanos de superar nuestros problemas, igualmente, debemos advertir que se están tomando dos clases de medidas y de acciones, las de corto plazo, como señalé, de coyuntura, y las de largo plazo, o de estructura, y que en ambas etapas, en la primera y en la segunda, por decisión del pueblo, por decisión del Gobierno, por mandato de nuestras fuentes constitucionales, por señalamiento expreso de la doctrina y filosofía de la Revolución Mexicana y precisamente por vivir en una economía mixta, el Estado Mexicano continuará siendo el único rector de la economía nacional.

(Aplausos.)

Es cierto, hay cosas de ayer que no acaban de morir, y cosas de hoy para mañana, que no acaban de nacer, hay una preocupación del diputado De Carcer:

¿Cuál será el nuevo modelo de desarrollo? Entre las cosas que acabarán necesariamente por hacer está precisamente el nuevo modelo de desarrollo, la nueva estrategia de nuestro desarrollo. Este modelo de desarrollo, señor diputado De Carcer, no lo dude, usted estará a las instituciones sociales económicas, políticas, culturales, fundamentales, constitucionales; este modelo de desarrollo, el nuevo, será acorde con la ya cercana presencia del siglo XXI y será la respuesta oportuna y justa a la necesidad de garantizar un ritmo de crecimiento económico sostenido, adecuado a nuestra tasa de incremento demográfico; compatible con la creciente demanda de empleo; acorde con los reclamos de bienestar general; garante de la seguridad de oportunidades para todos los mexicanos.

Nuevo modelo de desarrollo cuyo eje se integra con la justicia social, la distribución equitativa del ingreso, la planeación, la programación, la eficacia del sector público; modelo de desarrollo congruente con el crecimiento dinámico de la infraestructura económica y social del país, sobre la cual se haga rentable el trabajo y las actividades productivas; modelo de desarrollo que se nutra en la democracia, en la libertad, en la participación, en la independencia, en la cooperación; modelo de desarrollo que tendrá que probar su eficacia, la más grande prueba a que puede ser sometido, dentro de un amplio contexto político de participación institucional, de todas las corrientes ideológicas del país, con el objeto de hacer expresas, concretas, las demandas sociales.

El Gobierno está haciendo su parte, realiza la reforma administrativa, encauza la reforma fiscal, propone la reforma política, convoca a una alianza para la producción, sujeta su actividad a una programación y a una planeación obligatoria; vértebra la política internacional con la política económica y une el sistema educativo nacional a los requerimientos de nuestro desarrollo.

Yo siento que hace falta un compromiso más explícito, más serio del sector productivo privado del país, a fin de responsabilizarse de mantener un nivel de ahorro y de inversión creciente que sea acorde con los requerimientos del desarrollo nacional. En estas dos etapas decisivas para nuestra supervivencia, contará definitivamente la solidaridad activa de todos los mexicanos con las metas nacionales; la decisión nuestra de salir adelante; contará el esfuerzo y el trabajo constante y responsable; la confianza en nosotros mismos; contará la seguridad que este gran país que se ha logrado con el trabajo de tantas generaciones de esforzados mexicanos, posee destinos superiores, y la seguridad que se mantendrá soberano, independiente, libre y democrático. Una nación, compañeros diputados, se construye todos los días con esfuerzo individual y colectivo; se ha dicho que es un plebiscito cotidiano. Una nación se hace con un pasado histórico común, con solidaridad activa, participante, en las empresas que se acometen en la presente, y en las que se acometerán en el futuro, una nación se consolida cuando hay conciencia individual de pertenencia a ella, cuando hay convivencia activa y no sólo coexistencia pacífica y estática, pues convivimos juntos para hacer algo, convivimos para hacerlo juntos.

La unificación nacional se produce cuando se acepta que hay cosas grandes por hacer; por lo que debemos de exigirle al Estado, debemos de exigirle al Gobierno, debemos de exigirle al Presidente de la República más realizaciones a las que está obligado y comprometido; mayor rendimiento de utilidades sociales; pero también es cierto que aunque nos dé todo lo que le es posible dar queda por exigir de nosotros mismos, de los ciudadanos y de la sociedad en su conjunto, el gran esfuerzo.

La nueva política económica habrá de entenderse como una gran suma de esfuerzos individuales para aumentar la vitalidad de nuestra nación; a eso estamos convocados. La respuesta es de todos los mexicanos. Los invito apasionadamente a empezar a cambiar el yo por el nosotros. Muchas gracias.

EDUCACIÓN

El C. Presidente: Tiene el uso de la palabra la diputada Ifigenia Martínez de Navarrete.

- La C. Ifigenia Martínez de Navarrete: Señor Presidente del honorable Congreso de la Unión; miembros del honorable Congreso de la Unión; conciudadanos: He subido a esta tribuna para hablar sobre un tema que a todos nos atañe y que a todos nos interesa. El tema de la Educación. ¿Qué es educar? El diccionario nos dice: Es desarrollar o perfeccionar las facultades físicas, intelectuales y morales, por medio de preceptos o sistemas de enseñanza.

Educación quiere decir desarrollo, desenvolvimiento. Su función consiste en desenvolver de manera gradual y progresiva las facultades del hombre. La definición es de Abraham Castellanos, gran maestro mexicano, tomado de su libro "Discursos a la Nación Mexicana", impreso en 1913. Pero en estas definiciones falta el para qué, para qué vamos a desenvolver las facultades físicas, intelectuales y morales del hombre.

La educación es un proceso consciente de enseñanza de valores, conocimiento y habilidades, con objeto de formar a los individuos de un conglomerado social, de manera que permita el funcionamiento del sistema económico, social y político imperante.

Por tanto, la educación responde a objetivos de funcionalidad de la estructura social, en una sociedad politizada que sabe lo que quiere, la educación debe responder a la voluntad social, ninguno otro sistema permite garantizar la realización del individuo y la realización de la sociedad.

El artículo tercero constitucional así lo toma y así lo expresa, al decirnos que la educación que imparte el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional.

La define aún más, la precisa aún más; es la educación emanada, de nuestra Carta Magna, dice que será laica y luchará contra prejuicios y discriminación, será democrática considerando a la democracia como un sistema de vida que mejore permanentemente la situación económica, social y cultural del pueblo.

Será nacionalista y será humanista, al enseñar el aprecio para la dignidad de la persona, la integridad de la familia, la convicción y el interés general de la sociedad, sustentando los ideales de fraternidad e igualdad de derechos, sin privilegios ni discriminaciones.

El carácter funcional de un sistema educativo entonces, se deriva de su concordancia con los ideales y valores que imperan en una sociedad, es por ello que tanto Platón como Aristóteles consideraban la educación inseparable de la política, ya que la base que sustenta cualquier sistema político es la educación. En una democracia el propósito esencial de la educación es capacitar a los individuos para el ejercicio de la ciudadanía, en este caso moldear al joven y al niño para ajustarlos a una forma de gobierno democrática.

Y entonces cabe preguntarnos: ¿Es nuestro sistema de educación, funcional? ¿El sistema a la educación que tenemos ahora está produciendo la clase de hombres que requiere el país? ¿Está produciendo la clase de hombres que requiere nuestra evolución social, nuestras luchas sociales, nuestros movimientos libertarios, nuestra aspiración a la igualdad y al desarrollo?

Hagamos un poco de historia , simplemente para tomar algunos ejemplos emanados de nuestra propia realidad: Podemos decir que en la sociedad precolonial, entre los aztecas, la educación era funcional pues los centros educativos se encargaban de formar sacerdotes y guerreros que se regían por el principio de venerar a los dioses y pelear por el pueblo.

En la época colonial lo único que se procuraba era dar el pueblo instrucción religiosa que implicaba la sumisión y resignación por los vencidos, así como los conocimientos indispensables de castellanización para sustentar una economía de explotación.

Hubo pocas escuelas para indígenas a pesar de los buenos deseos de algunos misioneros. En cambio a los criollos y a los mestizos se les daba algo más que una instrucción elemental, pues además de enseñarles artes y oficios, se les influía en los ideales políticos y religiosos de la época, con la obediencia a la Corona, como pilar fundamental de sustentación de esa economía y esa sociedad.

Igual orientación se dio a la educación superior y la Real y Pontificia Universidad de México fundada en 1551.

La educación entonces en la época de la Colonia también era funcional, pues respondía a las necesidades de una sociedad colonial; cuando el desarrollo de la misma se vio confrontado con las ideas racionalistas de los enciclopedistas franceses y con las revoluciones americana y francesa vino la ruptura del sistema colonial. Recordemos que de seis millones de habitantes que se calculaba que existían en ese entonces, sólo 30,000 sabían leer y escribir y estaban concentrados en las clases superiores, en las clases dominantes. En la época independiente, el primer antecedente de reglamentación de la educación, lo constituyó la Constitución de Apatzingán, al expresar que la educación era necesaria para todos los ciudadanos, por lo que debía ser favorecida por la sociedad con todo su poder. Los liberales querían la libertad de enseñanza en contraposición al monopolio religioso de la educación y al sistema de fueros y privilegios que imperaban en la época Colonial. Se quería una educación laica, gratuita y obligatoria, al menos en su nivel elemental; la Universidad de México fue declarada inútil, irreformable y perniciosa, suprimida por primera vez en 1833, y por último en 1865; en los primeros años de la época Independiente, la enconada lucha que sostuvieron los liberales y los conservadores por dirigir los destinos del país, se reflejó en el sistema educativo que no sólo dejó de ser funcional, sino que incluso presentaba rasgos contradictorios, según el partido que dominaba por el momento. Al restaurarse la República, se expide la Ley de Instrucción Pública en 1869 y se decreta el carácter gratuito y obligatorio de la educación primaria. Gabino Barrera y sus discípulos tuvieron el mérito de adaptar la filosofía del positivismo a las necesidades pedagógicas de México, y así en 1888 se reglamenta la Ley de Instrucción Obligatoria. Durante la época porfirista hubo hombres que mantuvieron en forma resuelta los grandes ideales de la reforma y que acudieron a la educación como instrumento para sostenerlo, si bien debían compaginar esos ideales con la política dictatorial del sistema. Sin embargo, los

grandes pedagogos: Sierra, Baranda, Rébsamen, lograron avanzar en la educación, crearon importantes instituciones e indudablemente coadyuvaron a minar la estructura política feudal y agraria que dominaba el país. Al estallar la Revolución, el 84% de la población era analfabeta y tenía un nivel de vida sumamente bajo. La Revolución vino entonces a interrumpir este proceso de liberalización y renovación del sistema de instrucción pública y de una pedagogía social orientada y dirigida por el Estado a que aspiraban Justo Sierra y otros educadores, quienes pensaban el atraso de los pueblos se debía a la mala organización del sistema educativo y a los malos métodos de enseñanza empleados. La Universidad Nacional de México fue inaugurada el 22 de septiembre de 1910 y tenía encomendada la realización del ideal político y social más avanzado de la época que se resumía en dos palabras: democracia y libertad. La primera obra educativa importante del movimiento revolucionario fue la creación de la Escuela Rural que aspiraba a popularizar la instrucción elemental. Se organizaron las misiones culturales, una de las instituciones más originales de la pedagogía revolucionaria mexicana, destinadas a mejorar la preparación de los maestros rurales. Obregón, Calles y Cárdenas impulsaron la educación, acentuaron la orientación popular y la enseñanza rural recibió gran impulso con los Comités de Educación.

Podríamos decir que el sistema educativo durante la época del porfiriato fue funcional para una sociedad agraria y feudal y dejó de serlo cuando empezó a transformarse México, el país, en una sociedad moderna, democrática e industrial. En la época actual, en la etapa post - revolucionaria, tenemos que confesarnos que muchos de los ideales de la educación democrática y popular no han sido alcanzados y que tenemos un rezago a pesar de los esfuerzos realizados, que es necesario analizar para ver la forma de superarlos. Hay dos razones históricas que explican y justifican el sistema de educación pública gratuita y obligatoria. Por un lado, el advenimiento de la democracia, por otro, la modernización de las fuerzas productivas. En una democracia industrial, la participación del Estado como regulador de la seguridad económica, política y social, ha sido el resultado de la necesidad de establecer un orden jurídico que responda a las condiciones objetivas e históricas de una creciente población y de las necesidades de tener un creciente nivel de vida que hace posible la aplicación de la tecnología y el conocimiento científico a la producción. En una democracia industrial el Estado ha evolucionado de tal manera que sus funciones se han ido ampliando, conservando el respeto a las garantías individuales, producto de las mejores corrientes del pensamiento liberal, pero al mismo tiempo garantizando el ejercicio de los derechos sociales, pues sólo así es posible lograr el concepto de igualdad que todos reconocemos en los seres humanos. El más antiguo de los derechos sociales es precisamente el derecho a una educación básica gratuita y obligatoria y sólo el Estado puede garantizar el ejercicio de este derecho para que exista la igualdad de oportunidades que fundamenta la democracia en cuanto a gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Asimismo, el advenimiento de la sociedad industrial y la modernización de las formas y convivencia cívica, exigen que todos los habitantes de una nación posean un acervo mínimo y homogéneo de conocimientos que les permita adaptarse al cambio tecnológico continuo que esta forma de sociedad, la sociedad industrializada, tiene implícita. Por tanto, el Estado se responsabiliza de la educación pública, pues es el único que puede garantizar el acceso de toda la población a ella.

El desarrollismo que ha padecido nuestro país, provocó una contradicción entre las necesidades de una sociedad democrática y los resultados de la educación. A nivel popular la educación se ha visto limitada por la falta de recursos, escasez agudizada por el rápido crecimiento de la población y la elevada y mala, injusta concentración del ingreso y la riqueza. Ante esta situación ha tenido que dejarse parte del sistema en manos de la acción privada, la cual no siempre ha respondido a los ideales de nuestro sistema político. La educación privada, especialmente en la educación superior, ha sido en lo general, tecnocrática y elitista. La educación superior que imparte el Estado ha desarrollado una conciencia crítica, pero no ha logrado todavía integrarse y vincularse a un proceso de desarrollo democrático, popular e independiente.

En la educación se refleja por tanto, la lucha de clases, la lucha social del pueblo mexicano, y el injusto sistema de distribución que todavía padecemos.

Los mexicanos aspiramos a tener un sistema educativo amplio, un sistema educativo que abarque a toda la población en edad escolar en su base; un sistema que seleccione los mejores, no por razón de sexo, de raza, de status, de clase social, de origen, sino a los mejores, a los que sean más capaces, a los que tengan más voluntad, a los que tengan mayor espíritu de servicio, para seleccionarlos y llevarlos a formas superiores de educación y de investigación científica, que nos permitan tener una independencia tecnológica y adaptar la tecnología de acuerdo con nuestros recursos.

Es necesario por tanto, consolidar finalmente, mediante la educación, los valores e ideales de la democracia, por la que hemos luchado, ayudado a formar una base económica productiva, que asegure el bienestar de todos los habitantes, y haga posible que las relaciones económicas con los demás países no sean de dependencia, sino se establezcan en un plano de igualdad e interdependencia. Si éstas son las funciones que le damos a nuestro sistema educativo, y los ideales que nos rigen, me voy a permitir repetir algunas cifras que se han dado con motivo del Plan Nacional de Educación, para que nos situemos en la realidad, y veamos la urgencia de actuar todos, de comprender, el plan, de completarlo, y contribuir a la realización de este proceso educativo.

Como sabemos, las oportunidades de acceso y permanencia en la escuela, no están al alcance todavía de un gran número de compatriotas, marginados por la dispersión geográfica y la desigualdad.

El 12% de los niños de 6 a 14 años, todavía no acuden a la escuela primaria, se calcula que son dos millones de niños, el 50% de la población en edad de 13 a 16 años todavía no acude tampoco a las escuelas de educación media básica, pero hay un dato significativo, y es que el 85% de los que egresan de la primaria ingresan a la secundaria, y demandan una educación secundaria, pero de la educación media, el 49% en las ciudades es privada, y el 24% es educación privada en todo el país. Naturalmente que esta limitación del acceso a la educación media, gravita, sobre todo, en las clases rurales, y en las clases más pobres, de manera que el 89% de los jóvenes entre los 20 y los 24 años quedan al margen de los servicios de educación superior.

Se calcula, igualmente, que hay más de seis millones de mexicanos, que representan el 19.5% de la población mayor de 15 años, que son analfabetas, el analfabetismo, pues, se ha reducido proporcionalmente, aun cuando sigue siendo una importante cantidad. Desde luego, que, como decíamos, la falta de educación y la falta de servicios integrales afecta, sobre todo, la población indígena y la población marginada de las ciudades y de muchas áreas rurales.

Ante esta situación, el gobierno actual ha elaborado lo que se ha llamado el Plan Nacional de Educación, el Plan Nacional de Educación del cual, hasta ahora, conocemos el diagnóstico, un diagnóstico que nos parece realista, sincero, y también conocemos los objetivos del Plan, cuáles son los objetos del Plan, y cuál es el alcance del Plan. El Plan Nacional de educación se refiere a cuatro grandes objetivos: El Primer Objetivo es, reafirmar el carácter democrático y popular de la educación. Ciertamente no entendemos nosotros la educación pública ni la educación mexicana de otra manera que no sea popular, es decir, que abarque a las grandes capas de la población y que sea democrático y que se funde en los valores de la igualdad de oportunidad, de la igualdad de acceso y de seguridad. Por tanto este objetivo pretende extender y reorientar la demanda de los servicios educativos para asegurar que todos los niños concurran a la escuela primaria.

Cuando se elaboró el Plan de Once Años, gracias a la inteligencia y lucidez de uno de los grandes mexicanos que ha dado este país, el doctor Torres Bodet, recordamos que con tristeza él decía que el Plan de Once Años estaba destinado a satisfacer la demanda social de educación primaria, no la demanda real.

¿Qué quería él decir con la demanda social?

Quería decir que únicamente se iban a establecer aquellas escuelas que fueran solicitadas o demandas, pero que el Estado mexicano todavía no disponía de la fuerza suficiente para hacer que la escuela primaria fuera obligatoria para todos aquellos que no tenían, no podían sus familias o ellos mismos tener la disposición de acudir a una escuela. Y decía el doctor Torres Bodet con toda razón: "Es que para hacer realidad la obligatoriedad de la escuela primaria, la Secretaría de Educación sola no puede con el problema; necesita de la acción de un plan de nutrición, necesita de la acción de un plan de asistencia social, necesita que los niños estén sanos, que no haya indigentes, que los padres tengan empleo, que haya comunicaciones a todas las zonas dispersas y esto está fuera del ámbito de la Secretaría de Educación. Por eso estableceremos escuelas de acuerdo con los cálculos que tenemos hechos de la demanda que se va a solicitar". Por fortuna sabemos nosotros que la realidad superó a la expectativas y que las metas del Plan de Once Años fueron rebasadas, de manera que la escuela primaria casi alcanza ya a todos los niños mexicanos, aunque subsiste el problema de la permanencia en las aulas, ya que no todos los niños cumplen los 6 años de escolaridad obligatoria.

Y aquí si creo que cabe hacer una encuesta para averiguar cuáles son las razones por las que los niños no van los 6 años a la escuela primaria. Se alega y se dice fácilmente, es porque los padres quieren que los ayuden a trabajar; pero cuántas veces no es por falta de aulas y de escuelas, porque sabemos ya la cantidad de escuelas que hay en el área rural que no tienen los ciclos completos. La novedad de este plan nacional de educación de ahora, es que se comprometa a coordinar la acción de todas las entidades públicas, federales y locales, para hacer una realidad la obligatoriedad de la enseñanza primaria. Es decir, se compromete a hacer una acción integral en las zonas indígenas y en las zonas rurales para observar que todos los niños, cuando menos cumplan y tengan los 6 años que exige la Constitución. También el Plan habla de establecer la obligatoriedad de la enseñanza media de 9 grados de enseñanza escolar. También es esta una necesidad que se deja sentir no sólo de arriba hacia abajo, es decir, no sólo es una necesidad que hayan captado los educadores, el Presidente de la República, economistas, políticos, así como la gente informada que sabe que el acceso a la tecnología, y que sabe que todos los países que tienen la agricultura más productiva y próspera del mundo: Dinamarca, Holanda, etc., la población campesina hace más de un siglo que tiene establecido como obligatorio los 9 años de la enseñanza básica primaria, casi todos los países que tienen un elevado nivel de ingresos, o cuando menos que satisfacen la necesidad de su población a niveles satisfactorios, tienen ciclos de enseñanza obligatoria de 8 y 9 años.

Por eso es la exigencia de que la obligatoriedad sea, en primer término y en la primera etapa, para el Estado y a nosotros nos agrada que el Estado se comprometa a dedicar más recursos y a planear la educación de manera que pueda ofrecer obligatoriamente a todos los jóvenes, a todos los padres que quieran que sus hijos tengan una educación media que el Estado se las pueda ofrecer.

Con esto nos parece que está en el terreno de una educación democrática y popular que queremos, y que sabemos que la obligatoriedad no se puede cumplir de un día a otro, pues sabemos que hay muchos padres que realmente tienen duda sobre si la enseñanza de las escuelas primarias, secundarias, mejor dicho, los mejora, los capacita para que los ayude en sus problemas y en sus quehaceres; pero es un problema del contenido de la enseñanza, y aquí viene el segundo grado objetivo del Plan Nacional, mejorar la calidad de la educación y elevar su eficiencia para promover el desarrollo integral del hombre. Para cumplir este objetivo, el Plan Nacional de Educación se propone mejorar la eficiencia interna del sistema, de manera que todos los que acuden a él, los maestros, la organización misma del sistema educativo, los padres de familia, todos puedan participar y exponer cuál es la mejor forma de llevar a cabo este proceso educativo; de experimentar antes de aplicar; de fortalecer los sistemas pedagógicos de investigación y de enseñanza superior también, para que el magisterio, de quien se ha recibido tanto - yo quiero pensar que las limitaciones y la falta de recursos que hemos tenido en muchas ocasiones, y durante largos lapsos sujetos al sistema de enseñanza -, para que los maestros también puedan realizarse plenamente con la satisfacción de tener los medios y los sistemas de enseñanza adecuados para formar a los niños y a la juventud. Si nada más tuviera estos dos objetivos el Plan, a mi me parece que ya sería un gran avance. Si sólo se cumplieran los objetos de hacerla popular y democrática y de mejorar la calidad de la educación, pero hay otros dos objetivos más en los cuales deberemos de tomar plena conciencia para que podamos todos participar y contribuir. El objetivo tercero es vincular el sistema educativo al proceso de desarrollo económico y social del país y destacar la dignidad y el valor social del trabajo. Este objetivo se refiere al esfuerzo organizado del Estado, para aprovechar en forma óptima los recursos existentes. Para esto es tan importante que no pensemos nosotros que la educación es capacitar al hombre del mañana; pensemos que la educación es capacitar al niño de ahora, al joven de ahora; al adulto que ahora acude a la escuela. Es un problema del presente que tiene repercusiones en el futuro. Pero transformar, educar a los niños, enseñarles un conjunto de conocimientos que les permita incorporarse a la vida social actual, presente, me parece que ese debe ser el objetivo de este Plan de Educación. Es decir, incorporar a la niñez y a la juventud, a las grandes tareas del desarrollo. Claro que esto implica buscar y encontrar las tareas sociales que de acuerdo con su edad, con su preparación, con su condición, puedan desarrollar los niños y los jóvenes. Pero todos los que convivimos con niños y jóvenes mexicanos, sabemos que sí lo pueden hacer, sabemos que son niños y jóvenes listos despiertos deseosos de colaborar; entonces por qué no darle una tarea social. Aquí es donde están los objetivos del plan en la enseñanza para la salud, enseñar, educar a los niños en hábitos de higiene, en hábitos de salud, en el ejercicio, en la educación física, en el acceso a la cultura - sobre todo en educación física y el acceso a la cultura -, que eran características de la educación porfirista, de fines del siglo pasado y de principios de éste, se han olvidado y ya no se les da a los niños por falta de recursos, ¿qué tantos recursos emplea la sociedad mexicana en educar a la población?

No hemos llegado todavía al cuatro por ciento del producto interno bruto, que señaló la UNESCO, como meta en el año de 1958, todavía no llegamos, gastamos mucho más en otras cosas; por ejemplo se hacia el señalamiento:

En la "Inversión Física" es muy importante la acumulación de las riquezas para ampliar el aparato productivo. En "Inversión Física" dedicamos el veinte por ciento, del cual la mitad, un poco menos, es inversión pública.

Todos los años hemos llenado el país de infraestructura física, de infraestructura de concreto, de caminos, de presas y hemos descuidado nuestra infraestructura humana; ¿por qué no podemos dedicar un porcentaje mayor, para mejorar nuestros recursos humanos?

Para mejorarlos, en su alimentación, con planes nacionales de alimentación, en su salud y en su educación y en las oportunidades de organizar el trabajo.

Esta trilogía de derechos sociales, tiene una gran importancia en el "Plan Nacional de Educación" que está en marcha y debe estar enmarcado en los inicios de una planeación democrática y participativa. Esta trilogía de derechos sociales que es el derecho a la salud; empezando por una buena alimentación, por una alimentación básica adecuada, el derecho a la educación y vinculado al derecho al trabajo.

Es obvio que no podemos lograr esto si no nos concientizamos de los objetivos del "Plan Nacional de Educación", que es comprometer y organizar los esfuerzos de todos los sectores de la educación en favor de le Educación. Lograr el compromiso entre sociedad y Estado, para llevar a cabo los fines últimos de la tarea educativa , requiere promover la participación creciente y responsable de la comunidad, a través de compromisos entre todas las instituciones públicas del país y también las instituciones privadas, las asociaciones de padres de familia, de ciudadanos interesados en esta magna y noble tarea.

Quizá sea conveniente, antes de finalizar, puntualizar el significado de Plan en aquellos temas que más han inquietado la atención de la opinión pública.

El Plan, tal como lo conocemos ahora, no está completo, es sólo la primera parte, y así lo dijo el propio Secretario de Educación, falta concretarlo en el tiempo y en el espacio, fijarle metas cuantitativas, los recursos que se requieren o sea cuánto va a costar, pero sabemos ahora que tenemos que aceptar los objetivos, que tenemos que estar de acuerdo con ellos, para poder así saber cuántos recursos estamos

dispuestos a comprometer en el esfuerzo educativo.

De aquí la importancia de conocer el Plan en estas etapas, de darlo a conocer a la opinión pública.

También quisiera decir algunos prerrequisitos básicos para que el Plan tenga éxito y para que se pueda concretar:

No podemos nosotros pensar que este Plan tenga éxito si no hay una coordinación adecuada entre las instituciones del propio sector público y entre las distintas dependencias de la propia Secretaría de Educación Pública.

Cuántos de nosotros no hemos padecido, como público, como representantes populares y muchas veces como simples ciudadanos, la descoordinación que hay entre las distintas dependencias del sector público; cuántas veces no hemos sido testigos de que se avientan la responsabilidad.

Para hacer integral el Plan de Educación, se necesita un plan de alimentación que asegure la buena nutrición de los educandos; que necesita el plan de producción de alimentos básicos, de comercialización, para obtenerlos de momento en donde los halla, para mejorar el nivel nutricional del pueblo mexicano.

Se necesita la coordinación de la Secretaria de Salubridad para que, mediante las atribuciones que ya posee y que ya ejerce, coordine el servicio médico y puedan estar los niños que asisten a las escuelas públicas debidamente servidos con atención médica.

Se necesita la coordinación de las autoridades locales, para que se responsabilicen de los grupos y de los núcleos marginados de sus entidades federativas, para que aporten su esfuerzo, para que mantengan en buen estado las escuelas, para que no tengamos el triste espectáculo de ver que la educación pública es una educación de segunda.

Durante la campaña - y eso lo vimos todos los diputados -, yo personalmente en Coyoacán, con cuánta satisfacción vi escuelas bonitas, limpias, con niños disciplinados, alertas; con profesores, maestros y directores conscientes, responsables, imbuidos de un espíritu cívico; recibiendo los niños una educación nacionalista y con gran sentido social.

Pero estas escuelas fueron la excepción, porque estas escuelas que son la excepción, no pueden ser la norma. En esto tenemos que comprometernos todos. El segundo requisito del plan es la movilización de la población; la movilización consciente de todos nosotros para lograr que este esfuerzo educativo se convierta en realidad.

Y el tercer requisito es la participación entusiasta de líderes del cuerpo magisterial. Una vez más México necesita de sus maestros. México necesita que ellos otra vez respondan, y que ellos otra vez se manifiesten libre y ampliamente para participar en este gran esfuerzo que si lo llevamos a cabo será un triunfo, porque cuando logremos que el ejercicio de estos derechos básicos, de salud, educación y trabajo se cumplan, dejaremos de ser un país subdesarrollado y seremos un país diferente.

Yo quiero exhortar a todos los diputados, a todos los colegisladores de todos los partidos, a que recojan las opiniones que hay en sus distritos respecto al Plan Nacional de Educación, respecto a los objetivos del Plan, y a que participen, a que hagan llegar, ya sea a través de los diputados que somos representantes ante el Plan Nacional de Educación de la Cámara de Diputados o directamente, que se haga llegar a las autoridades la opinión y la voz del pueblo, la colaboración, lo que hace falta para que podamos conseguir el apoyo financiero que va a requerir el cumplimiento de este plan nacional de educación. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene el uso de la palabra el señor diputado Víctor Manuel Carrasco.

El C. Víctor Manuel Carrasco: Señor Presidente; honorable Asamblea: Una de las partes del Primer Informe de Gobierno del ciudadano Presidente de la República, licenciado José López Portillo, que mayor relieve e importancia reviste porque representa una proyección decisiva para el porvenir, es sin duda aquélla en que se refiere a la problemática educativa, por lo que el Partido Popular Socialista expresa algunas de sus opiniones sobre ella, analizada a la luz de sus principios ideológicos y de sus tesis programáticas.

Es exacta la apreciación del Informe de que la conducción que se hace del proceso educativo depende en gran medida las realizaciones socioeconómicas de nuestro desarrollo y el logro de mejores niveles de vida para el pueblo; a través de las orientaciones que se impriman a la educación popular, se va delineando el modelo de país que somos capaces de construir. Como con su función distributiva su raigambre de justicia social y con su tarea fundamental de capacitación para el trabajo y para la vida, es un factor determinante para transitar hacia etapas superiores de nuestro desarrollo histórico. Es positivo destacar el valor de los esfuerzos que se han realizado para lograr que el sistema educativo, mantenga escolarizado a uno de cada tres mexicanos y que el gobierno destine la tercera parte de su presupuesto al gasto educativo. Dentro de los principios de la Revolución Mexicana se formula la tesis que precisa las atribuciones del Estado, precisando el criterio que debe orientar a la educación popular, la que basada en los resultados del progreso científico, debe servir a la idea de un régimen democrático con un claro contenido humano, a los intereses de la nación mexicana, a la mejor convivencia entre los pueblos, a la elevación de la dignidad de la persona, a la integridad de la familia y a los ideales de fraternidad y de igualdad de derecho de todos los hombres, evitando los privilegios de raza, de secta, de grupo de sexo o de individuo.

La tarea educativa de la Revolución tiene su base constitucional en el Artículo Tercero; en él se sustenta el principio de que "es al Estado al que corresponde primordialmente

educar y no los particulares". Históricamente, el Artículo Tercero representa la reivindicación del derecho que tiene la nación de formar ideológicamente a las nuevas generaciones. Esta nueva orientación ha enterado para siempre la vieja doctrina liberal que otorgaba al Estado sólo el papel rector y vigilante de las actividades de los individuos, reemplazándola por la doctrina que confiere al Estado la responsabilidad de promover el desarrollo de la vida económica, social y cultural del pueblo, de las instituciones democráticas y el desarrollo económico del país.

La escuela laica, neutralista, no basta ya, y se hizo imperativa la necesidad de iniciar una verdadera y profunda reforma educativa que señala nuevas finalidades a la educación y la tarea de forjar un nuevo tipo de mexicano, diferente del que forjaba el sistema semifeudal de la dictadura.

La responsabilidad de conducir la educación popular sobre las nuevas características económico - sociales creadas por la Revolución, señala la realización de fundamentales tareas educativas, varias de las cuales no han sido llevadas a sus metas. Se hace necesario que las nuevas generaciones reciban una educación acorde con el desarrollo general para que, llegado el momento, se incorporen a las diversas actividades sociales con una conciencia clara del porvenir.

El desarrollo educativo siempre corresponderá al desarrollo económico - social de la sociedad. La educación gravita en el área de las superestructuras, sustentadas en la base estructural de la sociedad, que revierte, a la vez, sobre el sistema económico - social, estableciéndose diversos grados la interrelación en la que generan diversas formas de la lucha de clases.

La educación es el producto de la expresión del régimen económico - social estructural de la sociedad en determinada etapa histórica, que debe cumplir con las funciones que las necesidades culturales y técnicas del régimen le encomienden, y su enseñanza es la versión idealizada de los principios que sustenta el régimen económico - social. Esta relación no se produce en forma simplista, sino que tiene normas muy complejas.

A esta realidad ha correspondido el desarrollo y la evolución de la escuela mexicana en la que, como lo señala el documento presidencial, ha carecido de sistemas de evaluación que hubiesen mensurado la eficacia de nuestro sistema educativo; el que ha avanzado con los apremios del crecimiento de la población y hacia una expansión educativa como efecto de una presión social, que ha obligado a la improvisación y a la innovación aventurada, que hoy nos obliga a ajustar la naturaleza y la orientación del proceso educativo y las metas del desarrollo socio - Económico, que refleja sus demandas hacia cada uno de los niveles y de los tipos de la educación.

La educación superior realiza la tarea de formar los cuadros científicos y técnicos que demanda el desarrollo del país, en medio de un conjunto de circunstancias impuestas por el devenir histórico, en las que operan las contradicciones peculiares del sistema; correspondencia estructural con el propio sistema, estar inmersa en una sociedad dividida en clases sociales antagónicas, responder en lo fundamental, a los intereses y a la acción ideológica de la clase en el poder; los apremios del avance científico - técnico que presionan sobre su enseñanza y que son promovidos por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas y por el proceso histórico. Sus contradicciones se agudizan con las peculiaridades de nuestra época de tránsito, expresando también la contradicción de los intereses progresistas y las finalidades democráticas de la educación contemporánea, de los avances del proceso científico - técnico, la dinámica propia de los centros de cultura superior, y las características de una estructura económica en crisis, violentada por la presión de los intereses de las oligarquías domésticas y del imperialismo yanqui.

Los Centros de Educación Superior son instituciones a quienes incumbe la obligación del quehacer científico, la transmisión de la herencia cultural y la preparación de los cuadros altamente calificados que reclama el desarrollo autónomo del país.

El Partido Popular Socialista reitera su propósito y la preocupación por la continua agresión que se ejerce contra los Centros de Educación Superior, en el tratamiento de sus problemas internos al conducirlos indefectiblemente a continuas suspensiones de labores, lo que ha producido una notable baja en el rendimiento académico, mientras las escuelas superiores de la alta burguesía, han elevado los índices de su aprovechamiento para que en un futuro inmediato, sus egresados cuenten con la preparación más adecuada para ocupar los puestos de dirección, circunstancia que es urgente terminar. Otras de nuestras opiniones en relación con la legislación de los Centros de Educación Superior, las presentaremos cuando esta honorable Cámara aborde las leyes relativas.

Una de las grandes omisiones de la educación mexicana ha sido la planificación y ello ha sido la causa de los cambios tan marcados en su orientación y en la conducción de sus actividades, de las improvisaciones y de los retrocesos; de las imitaciones irracionales, y de las desviaciones y las deformaciones sufridas durante el desarrollo de la educación del pueblo.

Por eso consideramos como altamente positiva la formulación y el desarrollo del Plan Nacional de Educación, pues todo esfuerzo serio para darle orientación y continuidad a las tareas educativas, y una congruencia a los propósitos, metas y finalidades, de acuerdo con las circunstancias del desarrollo nacional, será un señalado avance y una superación de las deficiencias y, como lo expresa el Informe Presidencial, "para afirmar el carácter democrático y popular de la Educación, elevar su eficiencia para promover el desarrollo integral del hombre, vincular más estrechamente el servicio

educativo al proceso del desarrollo, y comprometer en esta obra la responsabilidad de todos".

La planificación educativa, como la formulación científicamente concebida y ordenada de los medios y procedimientos, y de los métodos adecuados para lograr los propósitos y las metas, aprovechando los factores disponibles, y señalando las orientaciones hacia las finalidades del proceso educativo, que serán la elevación del nivel de vida del pueblo, el avance democrático y el desarrollo económico - social, con independencia del extranjero, eliminando los estigmas de la dependencia y, que como lo advierte el Informe, nos deviene no sólo "por el capital, sino cada vez más, por la tecnología incluida y la del mercado". Ha sido una reiterada demanda del Partido Popular Socialista, pues en nuestra plataforma electoral se propone: "crear una conciencia en los adultos y en las nuevas generaciones, de la importancia que reviste la intervención del Estado en la economía y la colectivización en el campo, así como la profunda importancia de estos hechos para la plena liberación económica de México.

Planear y programar la enseñanza en todos los grados, tanto en el medio urbano como en el rural, para ligarla estrechamente al actual desarrollo económico del país y hacer que realmente desempeñe la función orientadora de las aspiraciones populares surgidas de la Revolución de 1910, formando en la conciencia de la niñez, de la juventud y de la ciudadanía, un sentido humanista, nacionalista, democrático, antiimperialista, antifascista, por la independencia nacional, la paz y la solidaridad internacional. Planear la enseñanza desde el jardín de niños hasta la educación superior para que los educandos guíen su pensamiento y su acción de acuerdo con los permanentes adelantos científicos; darle a las nuevas generaciones una orientación definida del mundo y de la vida, para que apoyadas en la ciencia, juzguen con certeza los hechos y fenómenos de la naturaleza y de la sociedad. Garantizar ocupación a los egresados de las instituciones superiores, tanto del Estado como descentralizadas, evitando así el saqueo de cerebros que el imperialismo realiza calculadamente para prolongar nuestro subdesarrollo y la dependencia".

En la clasificación es en donde la dirección de la educación debe apartarse de las desviaciones hacia una simple elevación de la preparación científico - técnica que proporcione sólo una más capacitada mano de obra, que vaya a subsidiar los canales del desarrollismo.

La planificación educativa no debe ser una actividad de tipo sexenal, darle a los cambios en el sistema educativo un ritmo sexenal, ha desembocado en las variaciones y desorientaciones en las que hay continuas innovaciones. Por lo que la planificación que hoy se ha instrumentado será de gran utilidad, porque por primera vez abarca todos los niveles y tipos de la actividad educativa y se proyecta hacia el futuro. Una planificación científica debe ser instrumentada con dispositivos de corto, mediano y largo plazo y la planificación de la educación mexicana debe abarcar no sólo un sexenio, sino toda la perspectiva de nuestro desarrollo en lo que resta del presente siglo para que su productos constituyan el México del año 2000, que ya es la preocupación que se ha generalizado.

Es lógico pensar que una planificación así habrá de menester de una base jurídica que haga posible su continuidad, estamos seguros que así se evitarán las desorientaciones que producen las continuas reformas educativas, con distintas motivaciones y distintos resultados en cada sexenio de gobierno.

Es justo considerar que el desarrollo de la educación mexicana ha llegado a la necesidad de crear la escuela básica con una nueva estructura y como producto de la evolución de la Doctrina de la Escuela Rural. Es muy útil, para su orientación, considerar que la escuela básica de 9 o de 10 cursos, es un paso obligado por el propio desarrollo y avance de la educación mexicana, cuyo origen se sitúa en la escuela unitaria de los años 20. En el documento llamado "Las Tesis sobre México", el Partido Popular presentó la proposición de crear y preparar la creación de la escuela básica de 9 o de 10 cursos, y este propósito ha sido reiterado en diversos documentos de nuestro partido y propagado en sus plataformas electorales y, en esa ocasión, advertíamos lo inadecuado de la separación que se hacía cada vez más profunda entre los objetivos, las técnicas, los propósitos y el trabajo de la escuela primaria y la escuela secundaria; por ello, al ser considerado este avance en el Plan Nacional de Educación, nos pronunciamos con optimismo por su viabilidad. Hay quienes piensan que la escuela básica de 9 o 10 años no puede realizarse cuando el diagnóstico nos señala una escolaridad promedio de 4 años de educación primaria. Pero nuestra experiencia nos coloca en posibilidad de confiar en que sí es posible crear la escuela básica de 9 o 10 años, que ya es actual.

Nos tocó por suerte estar en el servicio educativo en el sexenio cardenista, y atravesar por esa etapa de la historia de la educación nacional que se llama "La Escuela Socialista". En esta escuela vimos cómo se convivía y cómo se constituían en grados progresivos la integración, en algunas comunidades, de la escuela unitaria, de la escuela rural de un maestro, y que poco a poco iba evolucionando, a una escuela de dos maestros, con el consejo de que fuera un matrimonio, para que fueran atendidos grupos de mayores en la escuela primaria, y posteriormente pasaba a una escuela elemental, a una primaria elemental de una escolaridad de 4 años y la perspectiva de una primaria completa o primaria superior de seis años y vimos, convivimos en la escuela, en la etapa de la escuela socialista, todas las realidades, todos los medios, todos los propósitos y todos los trabajos de la escuela rural. Cierto que por el nombre, y por algunos excesos, la reacción desencadenó una feroz agresión; ataques desmedidos contra la escuela socialista. No era una escuela socialista en el sentido de que era la escuela de un país

que tenía régimen socialista. En una escuela que como una aspiración hacía forjar hombres y mujeres que pudiesen ser capaces de construir en el futuro, un régimen socialista, y se cumplieran con cada uno de los propósitos que la escuela mexicana, que la doctrina de la escuela rural tenía. En esa ocasión, como en ésta, también había carencias, también fuertes limitaciones, pero las carencias y las limitaciones no fueron, como ahora no debe ser, el muro de las lamentaciones donde estrellemos nuestra inactividad.

En esa ocasión hubo elemento muy valioso, esperamos que la planificación actual lo vuelva a realizar: la mística revolucionaria del magisterio. En esa ocasión aprendimos que lo necesario debía hacerse posible y las escuelas incompletas se abrieron a una perspectiva. Hoy también pensamos, que si en algún lugar apartado solamente es posible crear la escuela primaria de cuatro años, esa escuela primaria de cuatro años, hoy tendrá la amplia perspectiva de la escuela básica de nueve o diez cursos. Consideramos que no basta con disponer la obligatoriedad de la escuela secundaria al igual que la tiene actualmente la escuela primaria. La obligatoriedad debe ser presidida por la gratuidad y concretada por una expansión programada. Por el contrario, pensamos que debe evitarse que la declarada obligatoriedad de la segunda enseñanza se pueda revertir negativamente en el mundo del trabajo, donde puede hacer que la admisión en el empleo, constituya ahora una injusticia social contra la niñez y la juventud que trabaja en forma de una discriminación a quien no la tenga o para obtener mano de obra mucho más barata a aquellos trabajadores que no tengan la educación secundaria.

Como condición también, para elevar los salarios y las prestaciones, los salarios mínimos deben corresponder al nivel medio de la escolaridad de cuatro años. Y la mayor preparación deberá aumentar, en el sentido de una opción mayor, en el sentido de los salarios y de las prestaciones sociales.

La escuela básica no sólo es la suma, el adosamiento de la escuela primaria y la escuela secundaria, no debe ser sólo una suma, una unión mecánica, es la creación de una escuela nueva, con una estructura, con nuevas técnicas pedagógicas y con sus nuevas finalidades.

Deberá antes hacerse su diseño, y precisamente estamos en el momento de aliviar a la Educación Nacional de otras de sus grandes omisiones, que es la "experimentación", pensamos que al hacer el diseño de la nueva escuela básica de nueve o diez cursos, procede a llevar a cabo su experimentación científica, y esos resultados se llevarán a su implantación progresiva. Debe ser una escuela para el trabajo y para el desarrollo, de ahí debemos de considerar que el ritmo del progreso científico y técnico, es actualmente más rápido que nunca y continúa acelerándose.

La escuela debe igualar estas transformaciones, pues de otra manera crecerá su atrazo en relación con el progreso, se hace necesario planificar el papel didáctico de la escuela para que su enseñanza no sea demasiado tardía. La elevación del nivel científico - técnico de la enseñanza, debe corresponder a las demandas que de la producción moderna y, además, contribuir al desarrollo integral y armónico de la personalidad, respondiendo así también, a las exigencias de un auténtico humanismo.

Se hace necesario cada día más, poseer una elevada preparación de cultura general, como cimiento de la formación de la especialidad, sólo así se puede asegurar una orientación hacia una amplía gama de especializaciones y la obtención de una capacitación elevada y una capacidad receptiva, flexible y ágil, que le permita participar en la dinámica y difícil vida del trabajo, con la necesaria movilidad profesional.

La educación tiene la función de preparar técnicos, de diversos grados de capacitación, para todos los campos del trabajo y asegurar la integración social de la nuevas generaciones.

En la presente etapa de cambios sociales y la revolución científico - técnica, que modifican las propiedades cuantitativas y cualitativas de la educación popular, la escuela básica debe ser la perspectiva válida para entrar a los caminos del progreso, de un progreso sano con independencia del dominio imperial.

También habrá de reunir los postulados de la educación democrática, a saber: el primer postulado es elevar permanentemente la calidad proporcionar educación para todos; el segundo postulado es elevar permanentemente la calidad de la enseñanza; el tercero, es la enseñanza de acuerdo con los adelantos científicos y técnicos contemporáneos; el cuarto postulado es el equilibrio entre la enseñanza tecnológica y la enseñanza humanista; el quinto postulado es el funcionamiento democrático de las instituciones educativas; el sexto, es la educación para el trabajo y para el desarrollo; el séptimo, la educación para los cambios sociales y para la paz; y el octavo es la educación con justicia social, es decir, con todos los servicios que debe otorgar la seguridad social.

En la planificación urge también revisar el criterio del sistema de becas, La medida del aprovechamiento para otorgar las becas, creemos que no es el justo. Los alumnos - y también experiencias penosas en este sentido -, los alumnos que obtienen las mejores calificaciones y son dotados por el sistema de becas, son aquellos que tienen facilidades para mejorar su aprovechamiento.

Aquellos que necesitan ser dotados de becas, son quienes no tienen un aprovechamiento o una calificación de aprovechamiento y que con la beca sí pueden lograrlo.

La medida será, no la calificación del aprovechamiento, sino tal vez la necesidad y las posibilidades, y así los hijos de los trabajadores de las cuales depauperadas podrán aspirar a ser beneficiarios de un nuevo sistema de becas, dirigido con un nuevo criterio.

También debe hacerse el trazo de una política de los llamados "superdotados", todos los

países lo tienen; no es elitismo, no vamos a pedir una educación elitista para una élite de niños muy inteligentes, no, es detectar en la clase trabajadora, que es en donde se frustran, dónde están los niños superdotados, los niños inteligentes y a ellos darles una educación especial; porque sí, para salir del subdesarrollo necesitamos crear generaciones subdesarrolladas, o como lo expresó el maestro Lombardo Toledano: para forjar una patria grande, urge crear hombres con sentido de grandeza.

Y también debemos destacar en el Informe, lo positivo de la creación de la Universidad Pedagógica. Es una demanda que ha surgido de la urgencia, de las urgencias en el trabajo educativo de los maestros.

El partido Popular Socialista ve con simpatía esta conquista del magisterio organizado de México. Coincidimos en concebir una institución de esta magnitud como la encargada de dar unidad, coordinación y perspectiva válida a todas las actividades de preparación, actualización y mejoramiento del magisterio, pero más aún, como el Partido Popular Socialista lo ha planteado en reiteradas ocasiones, dar a la educación normal, la orientación revolucionaria precisa que señala el artículo 3o., y rescatar todo el campo que en este nivel ha usurpado el sistema educativo de la reacción.

Consideramos justas las apreciaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, fincadas en este proyecto de la Universidad Pedagógica, contra el elitismo en la educación normal; la superación en la preparación académica, científica, técnico - pedagógica y cultural del magisterio; superación de la profesionalización y del ejercicio profesional de los maestros; creación de un verdadero y útil sistema de preparación de los educadores que reclaman las condiciones del país y su perspectiva histórica.

Y dar unidad técnico - pedagógica al sistema educativo.

Para nosotros, además, la Universidad Pedagógica deberá demostrar y cubrir como legítimo, el campo que en el cuadro de los conocimientos humanos corresponde a la educación y en el campo de las altas profesiones al Magisterio, como un área susceptible de la investigación y de la investigación científica y de la creación y desarrollo de la tecnología. Y además, será la institución que con el análisis cuidadoso y completo de nuestras experiencias educativas, habrá de formular la pedagogía mexicana, como el aporte de México a la pedagogía universal. Y es igualmente justo el planteamiento por medio del cual se demuestra que la Universidad Pedagógica no debe ser autónoma por carecer de sentido la autonomía en una institución que surgirá con profunda responsabilidad que cumplir. Nos satisface que en el Informe del señor Presidente de la República se reiteró el ofrecimiento de su creación, al magisterio. Lo que en materia educativa señala el Informe Presidencial como objetivos inmediatos que habrán de señalar una perspectiva trascendente, queda en estos dos fragmentos del documento del señor licenciado José López Portillo: "No basta escolarizar, es preciso educar, capacitar, promover, México debe poner las técnicas más avanzadas al servicio de su enorme necesidad. La comunicación educativa, el adiestramiento laboral, la difusión masiva de la cultura, son vías apenas exploradas entre nosotros, que habremos de mejorar y extender para cumplir puntualmente con nuestro tiempo y con nuestros semejantes". "La dependencia ya no deviene por el capital sino cada vez más por la tecnología, incluida la del mercado. Por eso es tan importante el desarrollo de las ciencias y las técnicas, que nos permitan por lo menos saber escoger del extranjero y seleccionar en el país, lo que nos es útil como sociedad. Así, aspiramos a nuestra autodeterminación tecnológica. Para ello, manejamos la orientación de los incrementos presupuestales y desde luego contamos con la comunidad científica". Para la perspectiva educativa en esta etapa histórica de tránsito, difícil pero determinante, que tiene como imperativo la estructuración de una sociedad mexicana más justa y evolucionada y más creativa, el maestro Vicente Lombardo Toledano sintetizó nuestras urgencias diciendo: "Por tal causa, para la edificación de la sociedad justa del mañana, que todos anhelamos, la juventud debe llegar lo más pronto posible a la sabiduría". Muchas gracias.

El C. secretario Reynaldo Dueñas Villaseñor: De conformidad con lo dispuesto por el artículo 28 del Reglamento Interior de la Cámara, por disposición de la Presidencia, esta sesión se prorroga hasta que haya hecho uso de la palabra todos los diputados inscritos.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Saúl Castorena Monterrubio.

El C. Saúl Castorena Monterrubio: Con su venia, señor Presidente. H. Asamblea: Me han encomendado participar en el tema referente a la política educativa expuesta por nuestro Primer Mandatario.

Creo que es muy difícil hacerlo porque no está desvinculado en su conjunto de todo el plan nacional de desarrollo y de progreso marcados en el documento expuesto a la nación por el señor licenciado José López Portillo. Con toda precisión el compañero diputado Víctor Manzanilla expuso ese conjunto, ese todo expuesto por nuestro gran Presidente, el licenciado José López Portillo. Hay que analizar que el Plan Nacional de Educación no está desvinculado de la reforma política, de la reforma administrativa, del desarrollo en su conjunto social y cultural de nuestro país; esto significa que José López Portillo, al dirigirse al pueblo de México y a todos los sectores para impulsar y promover el Plan Nacional de Educación, está implicando y encuadrando sus propósitos y su voluntad dentro de la filosofía democrática y popular del 3o. constitucional. Es la identidad de este Plan el que nos da una plena identificación para lograr los propósitos encaminados en el Plan Nacional de Educación a mejorar la educación, dar acceso a todos los sectores de la población, a los centros educativos del país, hacer corresponsables a todos para que

participemos todos en el Plan Nacional de Educación. Establece que la educación ya no es escolarizada, sino que marca un nuevo horizonte más amplio, para cubrir nuevas necesidades de nuestro desarrollo, la capacitación para el trabajo, la capacitación para la participación en el adiestramiento laboral, y en fin, una serie de sucesos que implica la colaboración y el compromiso de todos los sectores en este programa nacional.

Es muy significativo el analizar la preocupación de nuestro gran Presidente por establecer bases sólidas en la educación, manifiesta con precisión que un plan de una educación básica de nueve grados, advierte, no de nueve años, de nueve grados. Hubo gente que pretendió confundir la importancia y el objetivo de la educación básica de nueve grados, sin embargo, creo que lo expuesto por el señor Presidente de la República, licenciado José López Portillo, quedó clarificado, que es importante establecer las condiciones básicas para nuestra población, que tenga una educación que le permita estar integrada y participar en las decisiones que nos afectan como ciudadanos, como productores y como consumidores.

Al analizar los cuatro puntos básicos del Plan Nacional de Educación queda bien ratificada la característica democrática y popular de la educación, la eficiencia en el sistema, la vinculación del proceso educativo para el desarrollo del país, y una cosa, un hecho muy substancial, muy significativo, el ser corresponsable a todos los que participamos en la educación de México, esto quiere decir, que si analizamos los presupuestos que se dedican a la educación, son muy notorios que el gobierno de los municipios, de los Estados y de la Federación, se dedican a costear el sistema educativo en un gran porcentaje.

No quiero yo criticar a los sectores privados que están cooperando en la educación.

Mi partido ya presentó ante esta honorable Asamblea una iniciativa para reglamentar el servicio público de la educación impartida por particulares. Ahora creo que es el momento indicado para hacer un análisis profundo del contenido de esta iniciativa de nuestro partido. Esto significa que la corresponsabilidad que tenemos todos en la educación no es de actitudes, espectaculares, no es ni insultos, ni alardes populistas. Vamos a hablar como habla el señor Presidente, con seriedad, analizar la situación crítica del financiamiento de la educación en todos sus niveles, el sector privado de la educación, constitucionalmente, tiene el derecho de participar en el proceso educativo de nuestro país. Es el Estado, a través de la Federación, las entidades federativas, los municipios, así como los particulares, podrán impartir educación, está reglamentada por los preceptos constitucionales.

Ahora bien, sabemos nosotros que dentro de los particulares que imparten educación, existen mexicanos buenos, malos y pésimos. Hay mercaderes de la educación, y que hay quienes tienen a la educación como un servicio público.

El servicio público que así lo establece la Constitución, como un interés general para atender las necesidades de nuestro país, de nuestro pueblo.

Hay universidades y escuelas a todos los niveles que están impartiendo la educación, y es lógico que tengan un mínimo de recursos para poder operar como un servicio público, pero aquí hay que denunciar a los verdaderos mercaderes de la educación, que han querido confundir la actividad educativa impartida por particulares, y se han agazapado cuando se trata de reglamentar el servicio público de la educación, que de una u otra forma hacen el problema de tipo general. Estos son, aquellos que establecen academias comerciales, escuelas piratas que de una u otra forma preparan en 15 o 20 días, en un mes, a secretarias, contadores y a profesionistas en algunos casos.

Esto va cometiendo un fraude con el pueblo, principalmente con las capas más humildes.

Se ha recurrido a una serie de manipuleos principalmente con las capas más humildes, que ha recurrido a una serie de manipuleos, a una serie de maniobras cuando los impartidores de la educación particular manifiestan que ellos no están, que si pueden estar regidos por una disposición legal que regule su actividad en cuanto a las cuotas de colegiaturas y eso es bien cierto, no sé por qué en ningún ordenamiento en la Ley Federal de Educación existe una disposición que afine o regule las cuotas escolares. Nuestro partido ha presentado esta iniciativa y esperamos que durante este período de sesiones sea analizada y discutida.

Ahora bien, también han recurrido a la Procuraduría del Consumidor o al Secretario de Comercio y con bastante precisión se han definido manifestando que la educación no es un artículo de comercio ni un artículo de consumo, es un servicio público. Hay una deficiencia normativa que debemos subsanar para reglamentar el servicio público de la educación impartida por particulares.

En el aspecto de la educación superior, el señor licenciado José López Portillo hizo un análisis conocedor, profundo y sereno de la realidad de la educación superior en nuestro país. Es bien cierto que la exposición demográfica, que los factores de cambio han dejado obsoletas las normas que rigen las estructuras de las universidades y de las instituciones de enseñanza superior.

Tenemos problemas en las relaciones laborales, en los mecanismos de financiamientos, en los planes y en los programas de estudio, en las equivalencias, en la centralización, en la descentralización de la educación superior; existe un régimen en México de centralización, por servicio, otro por descentralización de colaboración. El régimen centralizado que rige el Estado, principalmente la Secretaría de Educación Pública, está integrado el Instituto Politécnico Nacional, los Tecnológicos y las Normales Superiores. Así en las entidades federativas hay escuelas de tipo universitario como la Universidad Veracruzana y la Universidad de

Guadalajara que tiene la estructura centralizada estatal. Las instituciones descentralizadas por servicios son todas las universidades autónomas y así también tenemos organismos descentralizados por servicios como el Centro Nacional de Enseñanza Técnica Industrial, la Escuela de Derecho; en fin, la educación descentralizada por colaboración está dentro de las instituciones que están dentro del régimen de educación privada. Como ustedes pueden ver, son diferentes sus estructuras legales, diferentes organizaciones, diferentes planes de estudio, diferentes objetivos; en fin, está desarticulada la educación superior, pero con un gran gesto, con una actitud visionaria el señor Presidente de la República señala con precisión histórica, que es el Estado el que tiene la responsabilidad de una u otra forma, integrar, orientar, el desarrollo y la actividad productiva del país, y sólo orientando la educación superior, vinculándola con nuestro desarrollo, podemos sacar este país adelante e iniciarlo por su lucha económica y política.

Para terminar, queremos manifestar con satisfacción que las proposiciones de nuestro Partido, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, ante la Comisión Electoral en la Reforma Política, son similares a la reforma política propuesta por el señor Presidente de la República Mexicana, y nos da satisfacción el ver que dentro de los puntos expuestos por nuestro primer mandatario, es muy significativo el acceso a los medios masivos de comunicación de los partidos políticos, pues esto permitirá con un alto sentido de responsabilidad y de orientación educar para la participación en los problemas nacionales a los mexicanos, a nuestros partidos, y es la educación desescolarizada para la participación política. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Francisco Pedraza Villarreal.

El C. Francisco Pedraza Villarreal: Señor Presidente; señores diputados; el Partido Acción Nacional por mi conducto desea hacer algunos señalamientos en torno al problema educativo de México, y su desarrollo durante el lapso que contempla este Primer Informe de Gobierno del licenciado José López Portillo.

Tendremos la amplitud de miras suficientes para reconocer los aciertos de la política gubernamental en este campo, pero también cumpliremos con el deber que nos impone el ser miembros de un partido político de auténtica oposición, al señalar los datos negativos que se siguen presentando en torno a la problemática educativa. Con esto esperamos que los intentos de la rectificación del régimen al promover la reforma administrativa y la reforma política, se reflejen en esta Cámara de Diputados y que los debates y opiniones, sean valorados objetivamente; que el criterio para aceptar una idea no sea su origen, sino la concordancia que dicha idea tenga con la realidad.

Como ya se dijo, haremos oposición leal, buscando aportar algo para el bien de México. Así, nuestras críticas no irán encaminadas a fomentar divisiones y ahondar los odios, sino a hacer realidad en el más hondo sentido de la palabra, la idea de Congreso, misma que entendemos como unión de inteligencias y voluntades para hacer progresar a la comunidad que se representa.

Conviene analizar la problemática educativa refiriéndola a la llamada reforma política, un nuevo estilo de vida política tiene que derivar de dicha reforma; señalamos la gravedad que implicaría para México, el hecho de que este intento quede en mera palabrería hueca. El gobierno tiene que ganarse la credibilidad del pueblo, si la reforma política fracasa, si simplemente es un cambio de estructuras o de instituciones, sin tocar las raíces de la crisis política que vive México, los resultados se volverán en contra de los que la han promovido; la responsabilidad del gobierno es enorme; o se abren posibilidades reales para actuar en política, contemplando la posibilidad de que quienes ahora representan a las minorías lleguen por la voluntad popular al poder, o bien se habrá añadido un ingrediente más para continuar la labor destructiva de la esperanza política de los mexicanos, contribuyendo de esta manera a la deseducación del pueblo de México.

El Presidente se refirió a algunos datos positivos; pero omitió señalar los aspectos negativos que se presentaron en el acto que contempla el informe. Junto a los logros hay que considerar los fracasos y hacer un balance para determinar si el saldo que se presenta es positivo o negativo. Una vez más Acción Nacional señala que los esfuerzos en materia educativa siempre serán insuficientes, mientras sigan existiendo en la vida política de México la serie de vicios que se han presentado durante toda nuestra historia; la presencia se ha comprobado una vez más, en los primeros meses del gobierno de José López Portillo, de actitudes deseducativas para el pueblo de México, es un dato que tenemos el deber de señalar.

En efecto, todo esfuerzo humano en el campo de la educación, resulta anulado si paralelamente el pueblo recibe mensajes negativos en las actitudes de sus gobernantes. Estos aspectos negativos han vuelto a presentarse y nuevamente insistimos en la urgencia de superarlos. López Portillo afirmó con razón: "la educación ya no es sólo un derecho del pueblo, sino condición de su supervivencia, si queremos superar la crisis que afrontamos, resulta urgente el terminar de una buena vez con todos estos vicios que nos hunden cada vez más, a pesar de los sacrificios realizados por el pueblo y de los esfuerzos positivos, que puede realizar el gobierno".

El régimen ha dado múltiples ejemplos de actitudes deseducativas, de las cuales señalaremos algunas:

I. Las denuncias constantes de corrupción, que por otro lado suelen presentarse al inició de cada sexenio y que quedan en la mayoría de los casos en eso. Y si acaso en el castigo de funcionarios menores, castigo que muchas veces, aparece como venganza política.

II. Otro dato deseducativo, la representa el hecho de que el gobierno ha continuado con la práctica viciosa de controlar los medios masivos de comunicación que en México, más bien lo son de incomunicación. La dosificación de las noticias, las verdades a medias, la mentira y la calumnia siguen siendo constantes en nuestra realidad. La prensa en México aduladora y servil, que se vende al mejor postor que es eficiente transmisora de la consigna en lugar de la verdad, mereció de López Portillo el calificativo del medio de difusión, cuyos horizontes con frecuencia no van más allá del gris y del amarillo.

Gran responsabilidad tienen los medios de difusión, por generalizar en México las sociedades de la desconfianza.

III. En este sexenio hemos sido testigos de la lucha de grupos que pretenden mantener la hegemonía política, o bien recuperarla. Todo el pueblo se da cuenta de las pugnas internas en el seno del régimen. La ambición política para obtener poder en beneficio personal o de grupos, es otra constante acción deseducativa que soportamos.

. Para finalizar, es nuestro deber llamar la atención sobre la indebida intervención del gobierno en las sociedades intermedias. Dichos grupos sociales son manipulados por el Gobierno y por falsos líderes, desnaturalizando la función de dichas organizaciones. Los sindicatos, las empresas, los colegios de profesionistas, etc., son convertidos en puntales de sistema que piensa que siente la urgencia de tener el apoyo de todos los grupos. De esta manera las mejores instituciones de nuestra sociedad son utilizados para lograr fines políticos particulares, en vez de buscar sus fines naturales.

El daño que se causa al pueblo de México es enorme, apenas unos meses atrás, vimos a nuestras Universidades convertidas en campos de luchas de pasiones, tuvo razón el Presidente al condenar la intervención del Partido Comunista, en la UNAM, manipulando las organizaciones de trabajadores; pero no debe olvidar el primer mandatario, que el sistema que representa desde siempre ha utilizado a la Universidad para fines que van desde la organización de grupos de porros, hasta la formación de movimientos para ganar posiciones en la política nacional. Sería interminable ahondar en todos los aspectos deseducativos que vivimos y que el régimen conserva y alienta.

Ningún intento gubernamental para elevar los niveles de educación del pueblo será suficiente en tanto se presenten esta serie de vicios que en gran medida son los causantes de las crisis que vive nuestra sociedad.

Pasando a otros aspectos del tema que nos ocupa, sobresale el esfuerzo del Ejecutivo por elaborar un Plan Nacional de Educación. Al respecto no es posible emitir una opinión muy profunda, pues el propio Presidente afirma que apenas se van a cuantificar las metas para hacer el presupuesto.

En lo que toca a los objetivos del plan en general, los consideramos adecuados, aunque por el momento no dejan de ser un catálogo de buenos deseos. Lo importante será conocer los detalles del financiamiento de dicho plan para opinar sobre la viabilidad del mismo. Deseamos que en este esfuerzo sean tomados en cuenta los sectores que intervienen en el proceso educativo. Todos los sectores deben aportar sus puntos de vista, para que el proyecto educativo de México sea el resultado de un esfuerzo pluralista, y se evite caer en los sectarismos que han sido tradicionales en esta materia. En este sentido el PAN presentó un proyecto de artículo 3o. constitucional que consagra nuestra posición, donde reiteramos la exigencia a la libertad de enseñanza y al derecho preferente que los padres tienen en la educación de sus hijos.

El Presidente reconoció la crisis en que se encuentra el Sistema Educativo Nacional; la ineficacia de las campañas de alfabetización; la desorganización en el terreno de la educación, al verse obligado a organizar una coordinación de servicios educativos. Sería deseable que alguna dependencia de la Secretaría de Educación sin aumentar el presupuesto, se avocara a tener una evaluación permanente de los logros educativos, para que cada sexenio no se volviera a empezar de cero.

Asimismo, el licenciado López Portillo, afirmó que es estrecha la relación existente entre la preparación educativa y las oportunidades para obtener una situación económica satisfactoria.

Frente a las grandes crisis que afrontamos, frente a la realidad de un pueblo que sufre un alto grado de analfabetismo, con un promedio de escolaridad que apenas llega al tercero de primaria, con graves deficiencias en el aspecto nutricional, tenemos la responsabilidad de encontrar caminos nuevos para que el sistema educativo de México, no sea un factor que provoque desigualdades sociales, como la ha hecho el sistema actual.

Otro aspecto que nos parece importante, es el anuncio de la creación de la Universidad Pedagógica. Nos reservamos nuestra opinión para cuando se presente a la Cámara la Iniciativa de Ley Orgánica. Por el momento sólo deseamos que dicho proyecto sea fruto de un trabajo responsable, y no simplemente sea consecuencia de una presión sindical, como hasta ahora se ha manifestado.

Nos parece importante el reconocimiento del Ejecutivo de la desorganización que priva en el medio universitario del país, en muchos casos ocasionado por las limitaciones presupuestales, en otros por la nula planeación que ha hecho organizar estudios universitarios de poca aplicación en las diferentes zonas del país, y olvidar el desarrollo de carreras que serían útiles para el progreso regional.

El sano crecimiento de nuestras universidades es un aspecto que a todos debe preocupar. La dependencia tecnológica y nuestra escasa investigación son factores que nos obligan a caer en círculos viciosos. No vamos a lograr romperlos mientras nuestras universidades sean

consideradas campos de batalla de facciones que luchan por controlar los presupuestos, imponer el programa y aplastar la disidencia.

Nos preocupa en alto grado la pretensión irresponsable del PRI, de legalizar la actividad de grupos políticos de nuestras universidades. Estas por su propia naturaleza deben contemplar el estudio de todas las corrientes doctrinarias.

El universitario en el pleno sentido de la palabra es aquel que valora todas las opiniones, las expone en forma imparcial, y después cumpliendo un deber de conciencia, señala sus personales connivencias, sin pretender obligar a sus alumnos a adoptar su personal posición política.

Otra cosa muy distinta es convenir a las universidades en botín de los grupos políticos. Nada más contrario a la naturaleza de la Universidad, que esa irresponsable pretensión gubernamental.

El prado de descomposición de nuestra sociedad debe ser muy grave para que el régimen no se dé cuenta de lo absurdo de esa propuesta.

López Portillo condenó al Partido Comunista por manipular a las agrupaciones de trabajadores de la UNAM, y al mismo tiempo el jefe del partido oficial pretende legalizar la acción del gobierno que entre otras causas ha provocado que nuestras universidades expidan títulos a una gran cantidad de profesionistas de bajísimo nivel académico, causando con esto, un gran daño a nuestro pueblo.

Acción Nacional pugna ahora por una auténtica autonomía universitaria como en su tiempo lo hizo Manuel Gómez Morfín. El fundador de Acción Nacional en la época en que fue rector de la Universidad dio la cara para defender a la comunidad universitaria. Todos los mexicanos le deben mucho a este gran mexicano, pese a lo que afirman los ignorantes, superficiales y los intransigentes que le colocan en forma irresponsable la etiqueta de reaccionario.

Acción Nacional defenderá siempre la autonomía universitaria por eso en su oportunidad condenamos la intervención en la UNAM del Partido Comunista y del aparato policíaco del gobierno. Dichas intervenciones en el fondo no implicaron una auténtica violación a la autonomía universitaria, porque si somos honrados, debemos afirmar que ésta, hoy en día, no existe.

Para terminar, señalaremos que representa un avance el reconocer nuestras crisis como lo hizo el jefe del Ejecutivo, pero la gravedad de los problemas nacionales exigen mucho más que el simple reconocimiento; es necesaria una voluntad auténtica que busque cambiar las cosas y una capacidad real para llevar a buen fin los proyectos que México necesita. Muchas gracias.

(aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Enrique Alvarez del Castillo.

El C. Enrique Alvarez del Castillo: Señor Presidente: El licenciado José López Portillo, Presidente de la República, anunció que previo el examen del parecer nacional, habría de enviar al Congreso de la Unión una iniciativa en la cual contemplara el perfeccionamiento jurídico del concepto de autonomía universitaria y procurara la regulación correcta de las relaciones laborales entre las universidades autónomas y su personal docente y administrativo.

Es obvio que nosotros como diputados, aún antes de recibir estas iniciativas, somos parte significativa, representativa de ese parecer nacional. Por ello, ya durante el primer receso de actividades de esta Cámara, los diputados de la mayoría, acompañados en múltiples ocasiones por compañeros de las fracciones minoritarias, nos dedicamos al análisis particularizado y a fondo de los problemas que se reflejan en el contexto de nuestras universidades actuales, y procuramos también valorar alternativas de solución a los problemas más ingentes y quizá más maduros para resolver como son, en efecto, autonomía y relaciones laborales.

La autonomía se expresa, según la concepción tradicionalista, en la capacidad de autogestación de las universidades, que es garantía de la libertad de expresión crítica, de la libertad de cátedra, de la libertad de investigación y de la libertad de difundir la cultura.

Sin embargo, esta autonomía, este concepto tradicional, ha sufrido en las últimas épocas agresiones de muy diferente tipo, pero para revisarla como concepto, como idea, dentro del contexto nacional de la educación enmarcado por el artículo 3o. constitucional, decisión política fundamental de nuestro pueblo, que garantiza en forma efectiva, la libertad de enseñanza sin recurrir a tendencias como el socialismo tradicional o el liberalismo clásico, exige que nosotros consideremos alguna premisa previa.

La autonomía procede del pueblo, es el pueblo quien, en ejercicio de su soberanía, reconoce la autonomía de las universidades y de los universitarios porque esta es la fórmula propia para garantizar la preparación de cuadros ideológicos libres, sin prejuicios, que beneficien a nuestro país. El pueblo que concede la autonomía, sin embargo, sufre respecto a la educación superior y particularmente a la educación universitaria un problema muy claro: la mayoría de nuestro pueblo constituido por trabajadores, por campesinos y por clases marginadas, tiene por razones de estructura, un acceso limitado y precario a las universidades. No es el problema que las universidades sean prácticamente gratuitas, es el problema subsistencial.

Y ¿cómo han de responder las universidades a esta necesidad ingente del pueblo?

Pienso que simple y sencillamente recurrir, lo que por demás es indispensable, a un sistema de becas subsistenciales que respondan primero a la necesidad y después a la capacidad, no sería suficiente. El compromiso de los universitarios radica en devolver al pueblo, del que reciben su capacidad superior, sus profesiones, su posibilidad de beneficiarse con la alta cultura, devolverlo en servicio social constante el beneficio que implica un título profesional.

Pero la autonomía significada en la capacidad de autogestión, en la libre expresión y libre cátedra, no aborda lo que en mi concepto es el problema fundamental; habría que ir un tanto a la génesis de la autonomía, para recordar por qué ocurre el fenómeno de la autonomía en las universidades.

En América Latina se inicia el movimiento autónomo de los institutos superiores, en Córdoba, Argentina, en el año de 1907; y en México, en 1917, no bien expedida la Constitución que nos rige, el Gobernador de Michoacán, después Presidente de la República, Pascual Ortiz Rubio, expide la Ley que reconoce la autonomía de una Universidad egregia, porque en ella estuvo como maestro el Padre de la Patria. Y en esa Ley, en su exposición de motivos muy claramente se expresa que la autonomía es condición existencial de la Universidad, en tanto al autonomía impide la intervención política activa de caudillos o de funcionarios.

Es indispensable establecer esa autonomía, porque es una lucha por la libertad de conciencia, por la posibilidad real de ejercitar el criterio dentro de las esferas altas de la educación y por ello, en esa ley del 17, no sólo se protege la autonomía frente al fenómeno político como condición de la Universidad, sino que inclusive se garantiza el sistema financiero de existencia de la Universidad en sí misma para que esa garantía de libertad responda a una libertad real, fundada en la posibilidad de mantenimiento de la propia Universidad. Y se hace una comparación importante en este proceso del reconocimiento de la autonomía, y ésta es que, así como en el siglo XIX, del Plan de Ayutla, de Benito Juárez, del Constituyente de 57, surgió la separación de iglesia y estado, consolidando la independencia de México frente a fuerzas externas, y también se liberan las conciencias, por la misma razón, es que la autonomía se garantiza en la ley michoacana, por que es la manera de liberalizar las conciencias. Después, en 1923, la Universidad de San Luis Potosí, reconoce también la autonomía y la funda en la existencia real, todavía existente, de un Gobierno de la Comunidad universitaria.

En 1929, en la Universidad que por las circunstancias de nuestro país es indudablemente la más importante de México, también ocurre el proceso de la autonomía como un reconocimiento del pueblo, vía el Gobierno, para el efecto de lograr la formación libre del hombre mexicano.

Esta autonomía en 1929, fue respaldada también por la solución financiera del problema de la Universidad.

En 1945 en función del desquebrajamiento del gobierno comunitario de la Universidad, se expide la nueva Ley Orgánica de la UNAM y en ella se ratifica el concepto de autonomía; en ella se establece por primera vez la referencia a la categoría de organismos de servicios de la Universidad y en ella, desafortunadamente se olvida el problema financiero. Y es que la circunstancia del tiempo hacía que en esa época no se considerara posible que las universidades y en particular la Nacional Autónoma de México, llegara a masificarse por la presión urbana misma, de tal suerte que tuviera la necesidad de incrementar recursos muy por encima de sus propias posibilidades.

Pero quiero insistir, el concepto de la autonomía debemos revisarlo en este momento en función de la correcta relación estado - universidad y procurar, por una parte, la defensa y la proyección de los fines de la universidad; y por otra, que el estado rescate en nombre del pueblo, de la universidad, los beneficios que la cultura ha de otorgar al pueblo de México.

Pienso que la universidad y los universitarios tenemos como objeto la política, en tanto ciencia y en tanto acción, pero acción, de carácter individual, porque accedemos a la ciudadanía desde los 18 años, época universitaria; pero creo también que la política no puede tener como objeto a la universidad ni a los universitarios como institución y como grupo. Pienso, señores diputados, que la universidad no es objeto de la política. (Aplausos).

Del concepto de autonomía, de su correcto entendimiento, deriva y tiene una relación inmediata, el actual -digo actual porque tiene unos cuantos años, no más de 20- problema de las relaciones laborales de los trabajadores administrativos, fácil de resolverse; pero principalmente de los maestros universitarios con relación a las universidades. En ello, los diputados de la mayoría, hemos empleado muchas horas y muchas reflexiones, para formular y valorar distintas alternativas de solución real, práctica, jurídica y políticamente del planteamiento que muy justificadamente preocupa a nuestro Primer Mandatario.

Hemos visto que dentro de todas las posibilidades, en realidad sólo habrán de considerarse 4, y hemos discutido, y no nos hemos puesto de acuerdo, en cuál es la solución más adecuada.

Hemos señalado como primera instancia aquella que considera a la Universidad como un organismo de servicios, y que éste corresponde al fenómeno de los descentralizados. No se requeriría de ninguna reforma para el efecto de que la legislatura laboral constitucional establecida por el Artículo 123 y ordinaria por la Ley Federal del Trabajo, se aplicara en bloque sobre el contexto universitario, con el reconocimiento absoluto de todos y cada uno de los derechos que los trabajadores de México tienen respecto de las empresas; pero hemos reflexionado también que quizá en la palabra "empresas" se encuentra la trampa, porque las universidades si bien pudieran responder en una concepción pura del derecho administrativo, como se consideró en el año de 1945 en la Ley Orgánica de la Nacional Autónoma de México, un organismo descentralizado, las universidades evidentemente no inciden como factores de la producción en la formación de plusvalía, más allá de lo que es la plusvalía más importante de un pueblo, su instrucción y su educación superior, y esto nos indica que en una solución de ese tipo, habría que irse con mucho cuidado, porque el problema de la

sindicación, el problema concretamente de la huelga, el problema que significa una posible mezcla que inclusive nadie quiere en el consenso universitario general, incluye a los trabajadores administrativos; la confluencia y la confusión de lo académico y de lo administrativo, ha sido superado por la conciencia de todos los universitarios. Sin embargo, los riesgos de una solución de este tipo, están a la vista y los hemos visto en época muy reciente. Por otra parte, los diputados nos preguntamos: será posible resolver el problema recurriendo y revivificando, lo cual de todas maneras es indispensable, la solución comunitaria de la universidad; esto es, que la universidad como autogobierno se signifique porque las decisiones fundamentales de la misma en los aspectos académico y administrativo, se tomen por la comunidad integrada por autoridades, maestros y alumnos, por consecuencia quizá, abrir a la actualización la Ley Orgánica de la universidad, en este caso me refiero a la Autónoma de México, a fin de hacer más efectiva la participación democrática de los universitarios, de su comunidad en sus organismos de gobierno. Esta solución, esta necesidad de fortalecer la comunidad universitaria democrática, la comunidad universitaria activa y participativa en los problemas de su universidad, está en la conciencia de todos los universitarios; independientemente de la solución que llegare a establecerse en el problema laboral de las mismas. Pero el tiempo inexorable, ha demostrado que una serie de factores que van desde la masificación hasta el deterioro mismo de los sistemas a las universidades, ha demostrado repito que no se puede dar marcha atrás ni se pueden retrasar las manecillas del reloj, para desconocer que de alguna u otra manera, los maestros, principalmente los de la Escuela Nacional Preparatoria, han ido profesionalizándose y al profesionalizarse, han ido formando parte de la fuerza de trabajo y las autoridades tanto universitarias, como administrativas y este mismo Congreso de la Unión, esta Cámara de Diputados ha reconocido, como es el caso de la nueva Universidad Autónoma Metropolitana, el carácter de trabajadores de los maestros. Y al hacerlo es muy difícil, contemplando una realidad política existente, volver sin más a una idea de comunidad universitaria, a - un autogobierno - de los universitarios por los universitarios que habrían de establecer tanto las condiciones académicas, como las condiciones gremiales de servicio.

Y ello nos ha obligado a llegar a una tercera consideración; ¿es factible entonces, reestructurar la relación laboral de los maestros, de los trabajadores universitarios dentro del tipo y forma que la universidad de nuestro tiempo exige para salvar antes que nada sus propias misiones?; y ello habría de implicar el cómo las relaciones laborales tendrían que ser específicas para una categoría de trabajadores, distinguidos por la magistratura, propiciar limitaciones en el ejercicio de los derechos laborales, que nuestra Constitución y nuestras leyes señalan para los trabajadores ordinarios.

Y entonces nos encontramos con un grave riesgo, por un parte, una garantía social de extraordinaria importancia, motor de nuestra economía, reflejo de lo que queremos ser como país, la garantía hacia los trabajadores; y por otra, el necesario respeto a los fines, a las funciones de nuestras Universidades; y no podemos, dentro de esa solución, resolver un problema sin sacrificio del otro; limitar los derechos que en tantos trabajadores habrían de tener los maestros, es establecer trabajadores mexicanos de primera y de segunda. No puede ser entonces ese el camino.

Establecer algunas diferencias fundamentales, en las que todos coincidimos, distinción de lo académico y lo gremial, ¿por cuánto tiempo subsistirá? ¿exclusión de las cláusulas de este mismo nombre?, ¿por cuánto tiempo subsistirá?, si se abre a la negociación colectiva y a la presión de la huelga el fenómeno universitario.

¿Y que acaso es factible en las Universidades tolerar las huelgas solidarias? ¿qué acaso es posible en las Universidades, lisa y llanamente paralelas, paralizar de esta manera, por lo que hace a la Autónoma de México, algo más del cincuenta por ciento de la investigación tecnológica que libera al país de la dependencia, al menos por el conocimiento de lo que contratamos, como decía el señor Presidente?

Obvio es decir que la solución se complica y nos preguntamos sobre una última posibilidad, como contestación al examen de pareceres a que convoca López Portillo, nos preguntamos: ¿qué es acaso posible cohonestar los dos sistemas que derivan de la Constitución? ¿qué implican antes que nada la consideración de la autonomía? ¿Es acaso posible cohonestar autonomía, misiones de la Universidad, necesidad de independizarnos tecnológicamente, necesidad de servicio social revertido por las Universidades hacia la comunidad con el respeto a las garantías de los trabajadores?

Creemos que siendo ese nuestro reto, ello puede ser factible. Y aquí es donde viene también diversidad de opiniones entre nosotros diputados de mayoría que nos hemos preocupado por el problema. Y por eso quiero responsabilizarme en tanto diputado, en tanto universitario, en lo particular, sobre esta posibilidad en que sí creo. La cohonestación de ambos derechos del Derecho Universitario y del Derecho del Trabajo.

¿Como no va a ser posible si podemos nosotros precisar la jerarquía y la consideración de intereses? ¿Si los maestros de la Universidad considerados como trabajadores han de participar también en el gobierno de la Universidad, puede ser lícito que se sindicalicen si sabemos que en el momento que accedan a cualquier puesto de elección universitaria o de autoridad universitaria, habrían de abandonar el sindicato?

Y no estamos hablando de trabajadores que la falta de educación pudiera hacer

inconscientes estamos hablando de las clases selectas de la intelectualidad de México; aquellas que disfrutan, hacen y recrean la cultura.

Por ahí creo que no habría un obstáculo evidente para que los universitarios responsabilizados como tales y como trabajadores, pudieran responder a los fines fundamentales de la Universidad. Y al hablar de fines, ¿cómo habría de entenderse una asociación profesional de profesores universitarios? Para mi modo de ver, sólo mediante la supeditación de sus intereses gremiales al cumplimiento de los altos fines de la Universidad, en tanto trabajadores, pero más que nada en tanto maestros, que es lo que en realidad son. Quiere esto decir que si una asociación profesional, universitaria, reconoce como objetivo propio de la asociación, antes y con preeminencia el cumplimiento puntual de la autonomía y el respeto a los fines de la Universidad, sin descuidar desde luego sus intereses gremiales, pero participando en la comunidad universitaria para decidir cuáles han de ser estos derechos, creo que pudiera encontrarse un camino de solución a ese dilema tan grave. Porque además habría que considerar que una de las finalidades preeminentes de una asociación profesional universitaria, habría de ser tanto de trabajadores como de maestros, la protección de la autonomía de la Universidad, porque esta finalidad preeminente es la que justifica su razón de ser si llega a otorgárseles el derecho a la sindicación y los derechos del trabajo.

La huelga, quizás es el fenómeno más difícil, la huelga es indudablemente la última razón de los trabajadores frente a la injusticia, pero la huelga en las universidades sí debe estimarse en función del grave daño que hacia los intereses de los terceros más respetables de la comunidad, que son nuestros jóvenes que acceden a la educación; la huelga debe recibir un tratamiento específico; no es posible, decíamos, detener la investigación y causar perjuicios, causar perjuicios por causarlos en función de un movimiento de huelga. Y no es posible tampoco pensar que si se es autónomo, si se tiene la autogestión, si se tiene el control financiero del presupuesto de la Universidad, son también los maestros quienes previamente a cualquier suspensión de labores deben ellos mismos definir dentro de su comunidad, cuáles han de ser sus condiciones gremiales, que son por todos conceptos respetables.

Pienso que habremos de esperar las iniciativas anunciadas por el Poder Ejecutivo para que continuemos en esta preocupación de examinar y reexaminar la situación universitaria a lo largo no sólo de la Universidad de México o de la Autónoma Metropolitana, únicas universidades nacionales de nuestra competencia, sino inclusive a lo largo del país.

Es indispensable la autonomía en las universidades. ¿Qué puede ocurrir con la falta de autonomía de algunas universidades? Ocurre un fenómeno muy real, o bien es la autoridad civil la que gobierna la Universidad, o bien es la Universidad la que se convierte en factor de poder dentro del gobierno civil, y esto no puede ser, contradice las esencias de la autonomía, de la cultura y la educación.

Los maestros de México. Los maestros generosos de México que no necesitan, y menos de mi persona, ningún elogio porque ese lo adquieren día con día con su responsable labor. Los maestros de México, desde hace ya algún tiempo, se han forzado así mismos por contraer una nueva responsabilidad frente a la educación y frente al pueblo. Esa responsabilidad no puede ser sino consecuente con su calidad, consecuente con su nobleza y es la de adquirir una preparación mejor para corregir los vicios cualitativos que pueda tener a la fecha nuestra educación. Es bien cierto que los maestros no requerirían de esta nueva creación, de un organismo como la Universidad Pedagógica para merecer el respeto, de todos nosotros.

La labor que han cumplido los grandes maestros de México, todos ellos formados en nuestras Normales, semillero de héroes cívicos; los maestros de México, no requerían hacer ese nuevo esfuerzo, sin embargo, lo han hecho, y son ellos quienes, con la razón, han propiciado que el titular del Poder Ejecutivo, aún siendo candidato en campaña, pero ahora más, como Primer Magistrado de la Nación, aceptara su promoción de la Universidad Pedagógica que no tiene otro objeto inmediato que no sea el de propiciar la preparación adecuada, la cultura, la actualización, la recapacitación y lo que para mí debe significar ese organismo que esperamos ver, y que esperamos participar activamente en su nacimiento, el fortalecimiento de una ciencia pedagógica mexicana, que si bien existe desde Gómez Farías, desde Altamirano, desde el más grande maestro de la patria, Benito Juárez, hasta los maestros de la actualidad, Rafael F. Ramírez, Celestino Cano; en fin, que si bien existe toda la pedagogía indispensable en el proceso educativo nacional, requiere indudablemente una actualización y una preparación disciplinada a efecto de ir aprovechando los nuevos métodos, los sistemas educativos, los medios de comunicación, y todo aquello que se nos hace indispensable para resolver la problemática de la educación, que no es posible, sobre todo a niveles medios y superiores, resolver ya a base de aulas y más aulas, de maestros y más maestros; necesitamos crear, y para eso, es indispensable el estudio, y el estudio no sólo teórico, sino además ese estudio teórico realizado por quienes conocen y participan en nuestra realidad educativa que son los maestros de México, a quienes se debe y a quienes tenemos nosotros que integrar en la participación activa en la gestión de la educación mexicana.

Gracias (Aplausos)

- La C. secretaria Mirna Esther Hoyos de Navarrete: Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera.

Se va a dar lectura al Orden del Día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA

- La misma C. Secretaria:

"Segundo Período Ordinario de Sesiones. 'L' Legislatura.

Orden del Día

8 de septiembre de 1977.

Lectura del Acta de la Sesión anterior.

El Departamento del Distrito Federal invita al acto que, con asistencia del C. licenciado José López Portillo, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, tendrá lugar el próximo 13 de los corrientes, para conmemorar el 130 Aniversario de la Exaltación de los Niños Héroes.

El C. licenciado Carlos Torres Manzo, Gobernador del Estado de Michoacán invita al acto en el que rendirá el Tercer Informe de su gestión administrativa ante la Legislatura Local, tendrá lugar el 29 de los corrientes.

En cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 93 constitucional, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes remite el informe correspondiente al período 1o. de septiembre de 1976, 31 de agosto de 1977.

Análisis del Primer Informe Presidencial."

- El C. Presidente (a las 16:25 horas): Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar, el jueves 8 de septiembre, a las 11 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"