Legislatura L - Año II - Período Ordinario - Fecha 19771019 - Número de Diario 18

(L50A2P1oN018F19771019.xml)Núm. Diario:18

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración de correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II México, D. F., Miércoles 19 de Octubre de 1977 TOMO II. - NÚM. 18

SUMARIO

SUMARIO

Apertura

Orden del Día

Acta de la sesión anterior. Se aprueba

Comisión

Se designa comisión para que se entere e informe sobre el estado de salud del C. diputado Edilio Hinojosa López, quien se encuentra internado en el Hospital de la Raza de esta ciudad

Comunicaciones

De las Legislaturas de los Estados de Aguascalientes, Oaxaca y Veracruz, relativas a actos inherentes a sus funciones legislativas. De enterado

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Reformas Constitucionales

Proyecto de Decreto que reforma y adiciona los artículos 6o.,41, 51, 52, 53, 54, 55, 60, 61, 65, 70, 73, 74, 76, 93, 97, y 115 de la Constitución General de la República. Se dispensa la segunda lectura. A discusión en lo general

Intervienen, en contra el C. Ramón Garcilita Partida; en pro el C. Eduardo Andrade Sánchez; en contra el C Jorge Garabito Martínez; en pro los CC. Francisco Ortiz Mendoza, Augusto César Tapia Quijada, Eugenio Soto Sánchez y Pericles Namorado Urrutia. Se aprueba por mayoría en lo general

A discusión en lo particular. El C. Ramón Garcilita Partida, a nombre de la Diputación de Acción Nacional, reserva los artículos 3o., 4o., 5o., 6o., 9o., 10, 11, 13, 14, y 15. A su vez, el C. Jesús Luján Gutiérrez, en nombre del Partido Popular Socialista, reserva los artículos 2o., 3o., 4o., 5o., 6o., 7o., 8o., 10, 11, 13, 14, 15 y primero y segundo transitorios

Proposición

De la Presidencia para que en la sesión de mañana jueves se discutan los artículos 2o., 3o., 4o. y 5o. En la sesión del viernes, los artículos 6o., 7o., 8o. y 9o. En la sesión del lunes, los artículos 10, 11. 13. En la sesión del martes, los artículos, 14 y 15 y primero y segundo transitorios. Se aprueba la proposición.

Orden del Día

Se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. AUGUSTO CÉSAR TAPIA QUIJADA

(Asistencia de 198 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 10:25 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- La C. prosecretaria Lucía Betanzos de Bay:

"Segundo período ordinario de sesiones.

'L' Legislatura.

Orden del Día

19 de octubre de 1977.

Lectura del Acta de la sesión anterior.

Comunicaciones de los Congresos de los Estados de Aguascalientes, Oaxaca y Veracruz.

Dictamen a discusión

De las Comisiones unidas Primera de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos, con proyecto de Decreto que reforma y adiciona la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en sus artículos 6o., 41, 51, 52, 53, 54, 55, 60, 61, 65, 70, 73, 74, 76, 93, 97, y 115".

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- La misma C. Prosecretaria:

"Acta de la sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H.

Congreso de la Unión, efectuada el día dieciocho de octubre de mil novecientos sesenta y siete.

Presidencia de la C. Marta Andrade Del Rosal.

En la ciudad de México, a las once horas y veinte minutos del martes dieciocho de octubre de mil novecientos sesenta y siete, la Presidencia declara abierta la sesión una vez que la Secretaría manifiesta una asistencia de doscientos ocho ciudadanos diputados.

Lectura del Orden del Día.

Sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior, verificada el día trece de los corrientes.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

El Departamento del Distrito Federal suscribe atenta invitación al acto que, con asistencia del C. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, tendrá lugar el día 19 del actual, en el Monumento de la Revolución, en esta ciudad de México, con motivo del 32 aniversario luctuoso del general Plutarco Elías Calles.

Asistirán a dicho acto llevando la representación de esta Cámara, los CC. diputados Marta Andrade de Del Rosal y Ricardo Castillo Peralta.

Invitación del propio Departamento del Distrito Federal, al acto cívico que, en ocasión del 163 aniversario de la Promulgación de la Constitución de Apatzingán, se llevará a cabo el día 22 del presente, frente a la estatua de don José María Morelos y Pavón, ubicada en la Plaza de la Ciudadela de esta ciudad capital.

La Presidencia designa en Comisión para que concurran al acto mencionado, en representación de este Cuerpo Legislativo, a los CC. diputados Jaime Bravo Ramírez y Héctor González Casanova.

Para los efectos del Artículo 93 Constitucional, el C. Secretario de Marina, envía el Informe de la labores desarrolladas por la Dependencia a su cargo, correspondientes al período del primero de diciembre de 1976, al treinta y uno de agosto del año en curso. Recibo y resérvese en el Archivo para consulta de los ciudadanos diputados y córrase traslado a la H. Cámara de Senadores.

El C. Jesús Luján Gutiérrez presenta y da lectura a una proposición signada por la fracción Parlamentaria del Partido Popular Socialista, tendiente a que las sesiones efectuadas por la Cámara de Diputados en las que se discutan proyectos de Ley y Proposiciones de interés nacional, sean transmitidas por la radio y la televisión.

La Asamblea en votación económica admite la proposición. A la Comisión de Desarrollo de los Medios de Comunicación, Secciones Radio y Televisión.

Proyecto de Decreto suscrito por la Comisión de Programación Cívica y Actos Especiales, que determina se realice una sesión solemne de Congreso General, el día 8 de noviembre próximo, a fin de rendir homenaje a Aquiles Serdán Alatriste, con motivo de conmemorar el centenario de su natalicio. Primera lectura.

Las Comisiones unidas de Estudios Legislativos y Primera de Puntos Constitucionales, presentan un dictamen con Proyecto de Decreto, que reforma y adiciona los Artículos 6o., 41, 51, 52, 53, 54, 55, 60, 61, 65, 70, 73, 74, 76, 93, 97, y 115 de la Constitución General de la República.

A continuación la Secretaría da lectura a los votos particulares de los CC. diputados Ramón Garcilita Partida, del Partido Acción Nacional, y del C. Héctor Ramírez Cuéllar, del Partido Popular Socialista, integrantes de las Comisiones dictaminadoras. Primera lectura e imprímase.

En seguida el C. Héctor Ramírez Cuéllar, a nombre de la Diputación del Partido Popular Socialista, da lectura a una Iniciativa de reformas a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, para la reelección de los diputados y senadores al Congreso de la Unión. A las Comisiones unidas de Estudios Legislativos y Primera de Puntos Constitucionales.

La Diputación del Partido Popular Socialista suscribe una Iniciativa que reforma el Artículo 56 Constitucional. A las Comisiones unidas de Estudios Legislativos y Primera de Puntos Constitucionales.

Agotados los asuntos en cartera, se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima.

A las catorce horas y cinco minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar mañana miércoles diecinueve, a las diez horas"

Esta a discusión el Acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba...Aprobada.

COMISIÓN

El C. Presidente: Me permito informar a la Asamblea, que nuestro compañero el diputado Edilio Hinojosa López, está internado en el Hospital de la Raza. Se designa en comisión para que se informen sobre su estado de salud, a los ciudadanos diputados Fernando San Pedro Salem; doctor J. Fernando Correa Suárez y Secretaria Lucía Betanzos de Bay.

Continúe la Secretaría con el Orden del Día.

COMUNICACIONES

- La C. prosecretaria Lucía Betanzos de Bay: "Escudo Nacional.- Gobierno del Estado Libre y Soberano de Aguascalientes. - Poder Legislativo.

Septiembre 29 de 1977.

C. Presidente de la Cámara de Diputados.- H. Congreso de la Unión. - Donceles y Allende. - México, D. F.

Tenemos el honor de comunicar a usted que la H. 'L' Legislatura del Estado, en sesión celebrada hoy, llevó a cabo la elección de Presidente y Vicepresidente que integrarán su Mesa Directiva durante el próximo mes de octubre, habiendo resultado electos los ciudadanos diputados ingeniero Javier Ambriz Aguilar y Benjamín Zarsosa Días, respectivamente.

Al participar a usted lo anterior, nos es grato reiterarle las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Diputado Presidente, Juan Romo Hernández. - Diputado Secretario, profesor Vicente Ventura López."

- Trámite: De enterado.

- La misma C Prosecretaria:

"CC. Diputados Secretarios de la H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión.- México, D.F.

En cumplimiento de preceptos legales, comunicamos a usted(es) que la Quincuagésima. Legislatura Constitucional del Estado, en sesión ordinaria efectuada hoy, procedió a la elección de Presidente y Vicepresidente para funcionar durante el mes de Octubre próximo, habiendo resultado electos por mayoría de votos los siguientes CC. diputados:

Licenciado Celestino Chávez Gutiérrez, Presidente. - Doctor Mario Bustillo Villalobos, Vicepresidente.

Atentamente.

Sufragio Efectivo. No Reelección

El respeto al Derecho ajeno es la Paz. - Oaxaca de Juárez, a 27 de Septiembre de 1977. - José Luis Vázquez Montane, Diputado Secretario. - Antonio Cruz Vázquez, diputado Secretario."

- Trámite: De enterado.

- El C. secretario Alberto Ramírez Gutiérrez:

"Escudo Nacional. - Poder Legislativo. - Estado Libre y Soberano de Veracruz - Llave.

C. Presidente de la H. Cámara de Diputados. - Donceles y Allende. - México, D.F. Con fundamento en lo establecido por los Artículos 11, 12, fracción III, y 13 del Reglamento para el Gobierno Interior de la H. Legislatura del Estado de Veracruz - Llave, participamos a usted que la honorable Quincuagésima Primera Legislatura quedó legítimamente constituida el día 26 de septiembre último e instalada hoy a las 12:00 horas en su Recinto Oficial para iniciar sus actividades, de acuerdo con lo previsto por el Artículo 52 de la Constitución Política local, cuya Mesa Directiva para actuar durante el presente mes se integró en la forma siguiente:

Presidente: Jorge González Rodríguez. - Vicepresidente, Félix Pérez Salas.- Secretario, licenciado Virgilio Cruz Parra.

Lo que nos permitimos hacer de su conocimiento, protestándole la seguridad de nuestra consideración distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Xalapa, Ver., octubre 1o. de 1977.- H. Legislatura del Estado. - Jorge González Rodríguez, Diputado Presidente. - Licenciado Virgilio Cruz Parra, Diputado Secretario."

- Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario:

"C. Presidente de la H. Cámara de Diputados. - México, D. F.

Para su conocimiento y fines procedentes, nos permitimos informar a usted(es) que la honorable Quincuagésima Primera Legislatura del Estado, que hoy inició sus funciones, está integrada por los siguientes ciudadanos diputados.

Pánuco, Erasmo Meza Rivera; Chicontepec, ingeniero Armando Rodal Morales: Tuxpan, Raúl Luna Nuñez; Poza Rica, Rafael Herrera Ricaño; Papantla, Guadalupe Solares de Martínez de la torre, Félix Pérez Salas; Xalapa, licenciado Carlos Domínguez Millán; Coatepec, José Cobos Rico; Orizaba, Jorge González Rodríguez; Córdoba, Armando García Lebres; Paso del Macho, Manuel Pérez Bonilla; Veracruz, licenciado Virgilio Cruz Parra; Cosamaloapan, Francisco Castro González; San Andrés Tuxtla, profesor Joel Vargas Cruz; Acayucan, Jonás Bibiano Landero; Coatzacoalcos, Arturo Padilla Salazar.

Diputado de Partido: Alfredo Monsreal Walkimskaw, Indalecio Sáyago Herrera, Efraín González López.

Atentamente.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Xalapa, Ver., octubre 1o. de 1977. - H. Legislatura del Estado. - Jorge González Rodríguez, Diputado Presidente. - Licenciado Virgilio Cruz Parra, Diputado Secretario."

Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario:

"Presidente de la Cámara de Diputados. - México 1, D. F.

Hacemos de su conocimiento que a partir de hoy, esta H. Quincuagésima Primera Legislatura del Estado acordó designar a la C. licenciada María del Socorro Sandoval de Rubín, Oficial Mayor de la misma y cuya firma aparece al calce.

Atentamente.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Xalapa, Ver., octubre 1o. de 1977.-H. Legislatura del Estado. - Jorge González Rodríguez, Diputado Presidente. - Licenciado Virgilio Cruz Parra, Diputado Secretario."

- Trámite: De enterado.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Reformas Constitucionales

El C. Presidente: El siguiente asunto del Orden del Día es la segunda lectura al dictamen que reforma y adiciona la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en sus artículos 6o., 41, 51, 52, 53, 54, 55, 60, 61, 65, 70, 73, 74, 76, 93, 97, y 115.

En atención a que este Dictamen ha sido ya impreso y distribuido entre los ciudadanos diputados, ruego a la Secretaría consulte a la

Asamblea si se le dispensa la segunda lectura y se pone a discusión en lo general.

- La C. prosecretaria Lucía Betanzos de Bay: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura y se pone a discusión en lo general. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensa la segunda lectura.

En consecuencia, está a discusión en lo general el dictamen. Se abre el registro de oradores.

El C. Presidente: Se han registrado los siguientes oradores en contra: Diputados: Ramón Garcilita Partida y Jorge Garabito Martínez.

En pro: diputados Eduardo Andrade Sánchez, Francisco Ortiz Mendoza, César Tapia Quijada, Antonio Soto Sánchez, y Pericles Namorado Urrutia.

Tiene la palabra el C. diputado Ramón Garcilita Partida en contra.

El C. Ramón Garcilita Partida: con la venia de usted, señor Presidente:

Honorable Asamblea: Es indudable que estamos en presencia de un debate de gran trascendencia para la vida de México, como es el de la Reforma Política.

Indudablemente que el tema tiene una dimensión de capital importancia, porque se trata de estructurar, de armar, de revisar, de rehacer el sistema político imperante. Y cuando tenemos en la mente de que la política es la suprema actividad de mayor envergadura de la actividad humana, porque de ella se desprende y a ella concurren todos los demás problemas como el social y económico, salta desde luego a la vista de que si ponemos nosotros en orden el sistema político, si le damos a la política su contenido ético como todo producto de la conducta humana, es innegable que hablar de una Reforma Política es estar tocando uno de los más importantes problemas que tiene actualmente el pueblo de México, y si a esto agregamos que en las actuales circunstancias el problema económico es un reto para pueblo y gobierno, de sumar esfuerzos, de conjugar inteligencias, de señalar rumbos a los que debe ser el nuevo camino de la patria, si a esto también sumamos todos esos estafetes sociales que se traducen en estados de violencia, señores diputados, hay una base de la que partir, en la que la problemática precisamente reclama de una auténtica reforma política.

Es indudable que el anuncio de esta reforma levanta en el pueblo de México una esperanza para poder obtener su redención política, el reconocimiento de sus derechos políticos, y precisamente estas circunstancias es lo que nos compromete para analizar en un debate activo, procediendo con la razón, hablando con la verdad acerca de la iniciativa del Ejecutivo, de las reformas y adiciones a varios artículos constitucionales, bajo la denominación de Reforma Política.

Es necesario, pues, que en esa representación nacional demos al tema de la reforma política la importancia que tiene y la que está reclamando el pueblo.

Desde luego, debo afirmar desde esta tribuna que el pensar en una reforma política, no nos debe de colocar en la conducta pesimista de decir que el pueblo mexicano no está capacitado suficientemente para el ejercicio de sus derechos.

Si hay abstención en los procesos electorales, si hay pesimismo, es por la inferencia del sistema político actual que ha venido a destruir la fe del pueblo en el proceso electoral, en la efectividad del voto, y esto es muy grave, señores diputados.

El dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales, que me permití objetar en el documento que ayer conocieron ustedes, mi voto particular, acepta íntegramente el Proyecto del Ejecutivo.

Para analizar en lo general este Proyecto y poner una norma que nos conduzca a sacar una conclusión mediante el voto aprobatorio o negativo, es necesario encuadrar el examen de la reforma bajo dos aspectos: o se trata de un conjunto de reformas y adiciones a disposición constitucional que mejoran instituciones , que mejoran procedimientos, que mejoran funciones, o el conjunto de disposiciones constitucionales reformadas y adicionales, en realidad tienen el propósito de un proyecto de reforma política. Desde luego, el primer punto de observación hay que desecharlo, pues precisamente, en el mensaje del Ejecutivo al Congreso de la Unión el primero de septiembre, anunció el Presidente de la República, poniendo mucho énfasis en que durante el sexenio tenía el proyecto de instaurar una Reforma Política.

Esto vino a ser corroborado con la comunicación dirigida por el mismo Ejecutivo Federal, al ciudadano Secretario de Gobernación, cuando le pidió que convocara a la Comisión Federal Electoral y que hiciera una consulta de los partidos políticos registrados, de los grupos políticos en formación y de ciudadanos distinguidos, sobre una reforma electoral. Y en esa consulta unánimemente todas las agrupaciones políticas, todos los ciudadanos distinguidos que tomaron parte de ella, hacían ver la inquietud, la necesidad de revisar nuestro sistema político, que es un consenso general de que tiene serias deficiencias, que precisamente han sido el motivo para que México no pueda unificarse en estos momentos de gran trascendencia para reconstruir nuestra economía y que en balde serán convocados a una alianza de Congreso, si no obtenemos el consenso de todos los mexicanos cuando nos una verdadera libertad política como base de una auténtica reforma.

En la comunicación, a que antes aludí, del Ejecutivo al ciudadano secretario de Gobernación, tienen estos párrafos muy importantes:

El avance político, es responsabilidad y empresa partícipe total, de todos los ciudadanos, que exigen integrar plenamente las diversas alternativas y posibilidades de auspiciar el ejercicio de nuestras libertades y garantizar el estado de derecho de la acción, que no tenga más límites que la convivencia pacífica dentro de la Ley.

Sigue diciendo: "estimo oportuno reiterar que el ejecutivo a mi cargo, esta convencido de que es necesario reafirmar la plena validez y vigencia de los principios de nuestra democracia, que son crisol para consumarlos y cauce para resolver como nación soberanía.

"Nuestro sistema democrático que además de régimen jurídico político es forma de vida que aspiramos a mejorar, requiere no sólo de nuestra capacidad para darle contenido diario y hacer realidades sus principios, sino también de la constante renovación del comportamiento político."

Estos párrafos de la comunicación del Presidente de la República a la Secretaría de Gobernación me dan el argumento para pensar de que el conjunto de reformas y adiciones en realidad tiene el propósito de una auténtica reforma política.

Sentado pues, que la contemplación, el examen, el análisis del dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales debe ir presidido de la idea de una reforma política, cabe entonces preguntar si se está hablando de la adecuación de nuestro sistema al pensamiento político de la Constitución de Querétaro de 1917, como es el propósito presidencial, cuáles deben ser los supuestos pivotes básicos para una reforma política.

Si los artículos constitucionales que hablan del ejercicio de la soberanía del pueblo, terminantemente establecen que el ejercicio de la soberanía, el pueblo se hace a través de los órganos del gobierno federal de los Estados, en los términos de la Constitución General y de las Constituciones particulares, sí desde luego resalta que la base principal del funcionamiento de un sistema político, debe ser la representación, la representatividad y esta representatividad que tienen las autoridades no tienen otra fuente, dado nuestro sistema, nuestra filosofía de nuestra democracia, no tienen otra fuente más que la voluntad del pueblo y esa voluntad del pueblo es la que se expresa precisamente a través del voto.

Entonces, cabe esperar que en el anuncio que se hace del envío del proyecto de Ley de Partidos Políticos y de Procesos Electorales, se tenga la preocupación de abrir auténticos cauces de representación, para que con toda la libertad el pueblo pueda emitir su voto, repito, base precisamente de nuestra representatividad. Cualquier deterioro, cualquier desviación que se haga en procesos electorales y permita precisamente llegar a resultados ficticios que no son el producto de la voluntad popular, señores, minando el sostén de nuestro sistema político como es el de la representatividad. Ojalá que realmente en el Gobierno haya una auténtica voluntad de una reforma política, bajo la base de respeto al voto del pueblo.

Instituye también una reforma política, el sujetar a México a un elevado nivel del derecho. Lo que hemos estado haciendo en nuestra vida profesional en el ejercicio de esta hermosa actividad como la es de procurar encontrar en las relaciones comunitarias, precisamente el punto de equilibrio y de la justicia, de la justicia auténtica que tiene sus raíces precisamente en pensadores tan profundos como Platón, Aristóteles y Santo Tomás de Aquino; somos unos apasionados porque en México impere precisamente un régimen de Derecho, un régimen de Derecho que implique el reconocimiento y el respeto a los derechos individuales; resaltar precisamente la base de nuestra democracia como es la concepción política de que el ejercicio del gobierno es en beneficio del hombre, considerada con toda su dignidad.

Es también, tercer punto importante de una reforma política, el que se le de el que se coloque a los partidos políticos en igualdad de circunstancias en el juego precisamente de la actividad. Precisamente un eminente constitucionalista, en la comparecencia ante la Comisión Federal Electoral, el licenciado Felipe Tena Ramírez, con mucha razón ponía en duda la sinceridad de la Reforma Política cuando hacía ver de que los partidos no estaban colocados en igualdad de circunstancias, aunque se cambiaran las condiciones para el registro de nuevos partidos, si no también se prescindía de un partido oficial que está alimentado con todos los recursos humanos y económicos de que dispone el gobierno.

Y si no vamos a llegar a este propósito, más bien, si la voluntad del Gobierno es seguir sosteniendo el Partido Oficial, de nada vale la Reforma Política.

El Dictamen aprobatorio de la mayoría, que acepta íntegramente el Proyecto del Ejecutivo, salvo con algunas pequeñas modificaciones, se llega a la conclusión de que en el fondo no es una reforma política; no lo es porque faltan precisamente los supuestos que acabo de mencionar. Sí constituye una base, y hay que reconocerlo, hay disposiciones muy importantes, hay datos positivos, precisamente como el de haber incorporado como garantía individual el derecho de información, que desgraciadamente en forma escueta solamente se adiciona en el artículo 6o. en el Capítulo de las Garantías Individuales.

No se dice cómo se reglamentará este derecho. Claro, la Constitución no es para reglamentar, la Constitución es para dar principios y realmente creo que la representación nacional esperará con interés el proyecto de reglamentación al artículo 6o. para dar efectividad al derecho de información.

Es dato positivo, dar el acceso a los partidos políticos, a los canales de información; es dato positivo, el funcionamiento mismo del Congreso de la Unión las facultades nuevas que se le dan a la Cámara de Senadores, en las facultades nuevas que se le dan a la Cámara de Diputados, suprimiendo como facultad del Senado, el examen de la Cuenta Publica que, perfectamente bien se acepta porque el examen de la Cuenta Pública tiene que partir precisamente del Presupuesto, si la Cámara de Senadores no tiene intervención en la discusión del Presupuesto, muy laudable es que en la

Iniciativa se diga que es facultad exclusivamente de la Cámara de Diputados.

Muy bien, que se mejore también el sistema, aunque persiste el que la autocalificación, y que se introduzca el recurso de reclamación ante la Corte, pero, sinceramente, al hacer un balance de los datos positivos y de los datos negativos que tiene el dictamen y el proyecto de Reforma, se llega a la conclusión de que el proyecto del Ejecutivo no representa una auténtica reforma política.

Sí un paso importante, pero deja todavía en la esperanza del pueblo de México, que llegue el momento en que el Gobierno cumpla su palabra, haciendo una auténtica Reforma Política. Muchas gracias. (Aplausos.)

PRESIDENCIA DE LA C. MARTA ANDRADE DE DEL ROSAL

- La C. Presidenta: Se concede la palabra al C. Eduardo Andrade Sánchez, en pro.

El C. Eduardo Andrade Sánchez: Con su permiso, señora Presidenta, honorable Asamblea:

Sin duda, el dictamen cuya discusión hoy iniciamos constituye una de las tareas de mayor responsabilidad a las que se haya enfrentado el Congreso de la Unión a partir de la vigencia de la Constitución de 1917.

Las transformaciones que la Reforma Política, propuesta por el Ejecutivo de la Unión, habrán de introducir en la vida política nacional, son, sin duda, una auténtica Reforma, que forma parte de todo un proceso de evolución política del país; no son retoques a la estructura institucional, son serios, profundos cambios estructurales que habrán de mejorar y de transformar la vida política del país, como se ha venido haciendo en el régimen de la Revolución desde que ésta asumió el poder.

La trascendencia de las modificaciones, el impacto que habrán de tener en la vida social, nos imponen un compromiso y una responsabilidad. El compromiso, implicado en nuestra representación popular, de saber interpretar el sentir del pueblo, y exponerlo con altura en este foro republicano; la responsabilidad frente al devenir, dado que estas sesiones habrán de constituirse en fragmentos de la historia jurídica y política de nuestra patria.

Así, con esta lúcida conciencia, iniciamos el debate, y que merece sostenerse al nivel del propósito que lo anima; no permitamos que la demencia nos despoje de la serenidad del juicio; hagamos una calmada, una reflexiva, una consciente participación en el examen y en el análisis de los que nos plantea la Reforma Política. No dejemos, no propiciemos que este debate sea motivo para la referencia anecdótica o el comentario superficial, sino por el contrario, que sea aportación rutilante a la teoría política y al derecho constitucional.

Desde las raíces mismas de nuestra historia, desde las raíces mismas del movimiento por el cual surgimos como nación independiente, aparece la idea de soberanía radicada en el pueblo. de representación surgida del sufragio auténtico. Nuestros primeros documentos constitucionales con diversas expresiones, así lo proclaman. Este ideal tiene que sobrevenir a la etapa convulsiva en que el arrebato se constituye en método para acceder al poder, y la intriga, la conspiración en formas y palancas para cambios desordenados e inorgánicos.

Resurge en la Constitución de 1857, para radicar con firmeza la soberanía en la voluntad popular, y sobre esa plataforma se sustenta la resistencia a la invasión y se edifica la obra juarista, secularizadora, liberadora de conciencia, de riquezas y de hombres. Pero no basta, demostrado está, que se libere a los hombres y que se desencadenen las riquezas, es necesario que éstas se pongan al servicio de la sociedad, y que aquéllos no permanezcan aislados lados y dispersos. En este esquema la dictadura porfirista, hace que la reacción se reagrupe, tome nuevamente los bienes y someta otra vez al individuo. Carente de armonía ese modelo que pretendía justificarse en un desarrollo económico ilusorio por injusto, cae ante el embate de la fuerza desesperada que buscaba una democracia formal, y que abre las puertas a las más altas reivindicaciones de derecho social de nuestro país.

El constituyente de Querétaro, recoge estas experiencias, asimila estas lecciones y las traduce en nuestra norma suprema, que es garantía frente al retroceso y programa para el porvenir. Sintetiza dialécticamente el conflicto entre sociedad e individualidad, y destaca que el individuo sólo tiene derechos en función de la sociedad, las garantías individuales, se dan en el seno de la colectividad; si bien es cierto que el hombre es el presupuesto de la sociedad, que ésta no se concibe sin hombre que la integre, también es cierto que los derechos de ese hombre están en función, que su convivencia con otros hombres, en el seno de la colectividad, está condicionada pues a todos los derechos individuales que serán siempre en un contexto social.

No debemos olvidar esta idea capital de nuestro proceso revolucionario, ella condiciona el desarrollo de nuestra vida política posterior, a partir de ese punto, y con la voluntad mayoritaria de continuar las transformaciones a través de las instituciones, traza el camino del pueblo de México para su avance posterior.

Institucionalidad que no debe confundirse con esclerosis o congelamiento; institucionalidad que representa el afán de continuar las modificaciones de la vida social a través de las vías que el derecho define.

Esto, claro, impone obstáculos. Es el riesgo, es el tributo que tiene que pagar el caminante. Sólo la inamovilidad garantiza contra los peligros del extravío o las contingencias del camino.

En ese camino avanza y evoluciona la vida democrática de México; la vida surgida del proceso revolucionario. Se desenvuelve en la renovación periódica de nuestras autoridades; en el mejoramiento de nuestros sistemas electorales; en la organización de las masas de

ciudadanos obreros y campesinos; en el otorgamiento del voto a la mujer; en el ingreso al Congreso de la Unión de las minorías; en la concesión del voto a los jóvenes; en la reducción de la edad para asumir la representación popular y, en el acceso de los partidos a los medios de comunicación. Todas estas partes, fulgurantes de un proceso evolutivo permanente de la vida de la democracia política de nuestro país.

La acelerada dinámica de nuestra vida social impone la necesidad de continuar, quizá con más velocidad estos cambios, en ese sentido, el Presidente de la República, con audacia y sensibilidad, otea hacia el escenario en el que habrán de moverse generaciones ya nacidas, que no son una entelequia, que ya están aquí reclamando soluciones y condicionando las decisiones de políticos responsables. En ese contexto, nos propone a través de la reforma política acelerar el paso para continuar la evolución introduciendo cambios que sirvan como catalizadores del proceso, no para responder con urgencia a una situación crítica, sino por el contrario, para con medidas previsorias evitar que ésta pueda llegar a producirse. No estamos compañeros diputados, legislando empujados por el cambio, estamos legislando para propiciar el cambio, dando al derecho su más plena vigencia, su más alto sentido, el de no sólo conducir, sino el de inducir la incesante progresión social.

Momento estelar de este proceso de reforma es el dictamen que hoy se pone a nuestro conocimiento. Surgido de una iniciativa plena de congruencia que recogió las opiniones y las ideas de todas las corrientes del país expresadas con absoluta libertad en el seno de las comparecencias que se sucedieron en la Comisión Federal Electoral desde el pasado 21 de abril. Esta iniciativa recoge, pues, estas opiniones y estas corrientes y las interpreta y analiza el poder constituido vigente, para darle forma, para darle expresión y para llevarlas a su práctica y a su realización. En nombre, pues, de profundas convicciones populares, el dictamen que ha recaído a esta iniciativa, describe con brillantez todo el proceso de la evolución política de México, que debe entenderse como una inagotable secuencia democrática, así lo dice el Dictamen; la vida democrática de los pueblos no es una obra acabada, requiere de un incesante mejoramiento para ser congruente con su esencia y para hacer posible su realización.

El proceso que comentamos finca en nuestra Constitución las posibilidades renovadoras. A partir de la posibilidad de transformar el Derecho, vamos transformando nuestras instituciones y nuestra realidad. Muchos son estos cambios que se proponen y muy diversos los planos en los que habrán de realizarse. Ya se han destacado aquí algunos de sus puntos más importantes, pero debemos resaltar con precisión algunos aspectos que son logros consubstanciales del proceso continuo de modificación de nuestra vida social y política.

Para ello propongo a ustedes un sistema basado en los temas más que en el desarrollo numeral que tiene justamente el Dictamen.

Empecemos por analizar la organización. En materia de organización para el que hacer político de los ciudadanos, se eleva al rango de precepto constitucional la regulación de los fines y el funcionamiento de los partidos políticos. Este es uno de los aspectos culminantes de este proceso de reforma; se recogen en la Carta Magna las corrientes más modernas, más calificadas del Derecho político contemporáneo y se rescata a los partidos políticos de la vieja concepción decimonónica de meras agrupaciones de individuos reconocidas apenas tímidamente en esa concepción liberal, para situarlos a la luz del derecho público que les otorga prerrogativas y les fija obligaciones, pero siempre en el marco de la sociedad, cuya participación deben alentar y canalizar; el partido político en esas condiciones no es el resultado de una mera coincidencia de voluntades individuales, por eso no se coloca la transformación constitucional en la parte dogmática, porque no es derivación de la libertad individual de asociación, por eso se inscribe en la parte orgánica, en el esquema de las instituciones del Estado, a cuya conformación los partidos deben cooperar.

El partido político es pues, un fruto de la voluntad social que lo entiende como el conducto le su expresión política.

Por eso es, compañeros diputados de Acción Nacional, que la Iniciativa permanece en el ámbito que tradicionalmente ha tenido nuestro derecho público, de enmarcar, a partir de la Constitución de 17, la participación toda de la sociedad por la propia sociedad y no por el individuo; por eso los grupos organizados, las clases que se organizan para la defensa de sus intereses tienen todo el derecho, como clases, como grupos, a buscar el partido político que garantice esos intereses de clase. (Aplausos.)

En materia de representatividad, ¿que nos aporta la reforma política? Sin duda que introduce cambios y avances formales y materiales de esencia y de grado. En cuanto al incremento de diputados que nos propone, tiene ventajas no sólo cuantitativas, sino cualitativas. El hecho de que el Poder Legislativo cuente con un mayor número de miembros lo conforma a la realidad demográfica del presente, pero lo que es más importante, la necesaria reducción de la circunscripción territorial en la que debe realizarse la elección, habrá de incidir en la calidad del vínculo entre el pueblo y sus representantes; y quiero aquí con prolepsis oportuna, salir al paso de los desgastados argumentos que pretenden aferrarse a la idea de que la persona del diputado representa en conjunto y abstractamente a la nación, no es así, señores; si bien es cierto que en la lucha política se esgrimen ideas y principios, el combate electoral no es sólo de ideas o de principios, éstas son las armas, quienes les blanden son los hombres que combaten por el voto; las ideas pueden

convencernos, pero se requieren caracteres capaces de llevarlas a la práctica para conmovernos y movilizarnos. ¡Que cómoda resulta la añeja teoría de que sólo respondemos a nuestra conciencia porque somos representantes de toda la nación! Yo quisiera, en un auténtico ejercicio de conciencia, que quien ha salido a la calle a buscar el voto ciudadano, me explicara con qué cara y mediante qué argumentos ha sido capaz de explicar tan alambicados razonamientos a un pueblo que reclama soluciones concretas y respuestas inmediatas a sus inveteradas carencias. (Aplausos.)

La representatividad se perfecciona en muchas formas, con motivo de la reforma política, una que aparece con especial vigor, es la introducción parcial de la representación proporcional.

Ello implica que toda corriente de opinión que sea capaz de aglutinar un número suficiente y razonable de seguidores, pueda encontrar posibilidades de ingresar a esta Cámara, y también hacer participar a todas las minorías en los procesos de toma de decisiones.

Es importante aquí precisar el concepto de mayoría y de minorías, que continuamente se desvirtúa o se trastoca con un interés que le saca de su contexto y les altera su contenido.

La mayoría está expresada como el concepto de minorías, en abstracto en la Constitución, son conceptos que hacen referencia a dos cuestiones diversas de la forma de representación, la mayoría desde el punto de vista de la circunscripción electoral, consiste en obtener una mayor cantidad de votos que los contendientes o que los adversarios.

Un diputado de mayoría, independientemente del partido al que pertenezca, será en esa virtud el que haya obtenido la mayor cantidad de votos en la circunscripción, independientemente de la cantidad que en conjunto o separadamente hayan obtenido sus adversarios.

En otro contexto, el concepto de mayoría establece la correlación de fuerzas en la Cámara, serán pues diputados de "la mayoría" aquellos que independientemente de sus siglas partidistas, tengan un mayor número de curules con respeto a las que tienen diputados de otros partidos.

En ese contexto, insisto, se emplean en la Constitución los términos mayoría y minoría, cualquier otra interpretación es desvirtuar el propósito que impera en este precepto constitucional. (Aplausos.)

En la tradición política de nuestro país está sin duda arraigado el concepto de que la mayoría tiene el derecho legítimo de gobernar. Así, las instituciones políticas las ha desarrollado el pueblo mexicano, fruto de su propia sabiduría, sobre dos bases muy importantes: un Ejecutivo fuerte, fuerte porque aglutina, porque representa a toda la soberanía nacional depositada unipersonalmente en él a través del voto, voto que se respeta, 17 millones de sufragios respaldan la absoluta legitimidad del depositario del Poder Ejecutivo en este momento en México (Aplausos.)

A ese Ejecutivo fuerte, que ha querido el pueblo darse a través de una expresión jurídica, se suma un Congreso que sea operante y estable a través de una mayoría capaz de tomar decisiones. Por eso el sistema que se propone, tiene dominante mayoritario, para que pueda preservarse la estabilidad y firmeza en la toma de las determinaciones del Congreso, que para eso es, el Congreso no sólo es para discutir o para opinar, no es una representación de corrientes, es fundamentalmente un órgano de poder que debe de ser capaz de tomar decisiones.

De ello no se sigue que las mayorías puedan tomar estas determinaciones sin consultar, sin escuchar, sin sopesar a las minorías. El ideal es que la conformación de la voluntad nacional se cree a través de la participación de todos, y en el seno de esta concepción se desplieguen las batallas entre las contradicciones sociales.

La mayoría tiene, sin duda, el derecho de gobernar, es su legítimo derecho, pero no puede, a nombre de ese derecho, establecer una dictadura que cancele las posibilidades de las minorías. Ni dictaduras ejercidas en nombre de la mayoría, ni tampoco una democracia que sea frágil caleidoscopio y que se autoaniquile o disperse en anarquía. Esa es la razón de que se establezca el dominante mayoritario, introduciéndose a la vez la representación proporcional.

Es importante también señalar que el sistema prevé la posibilidad de que las minorías representadas en el Congreso, no sólo hagan valer su opinión en el seno del Congreso, no sólo se hagan escuchar en las Cámaras, sino que tengan la posibilidad de expresar sus convicciones en todas partes, en todo momento, a través de medios lícitos. En ese sentido, las minorías, con una labor de proselitismo, con una acción de convencimiento, pueden llegar a convertirse en mayorías y acceder al privilegio que es, a la vez, responsabilidad de gobernar.

Es el ideal que las batallas electorales den como resultado la solución de las contradicciones de las divergencias que deben de existir en una sociedad plural a través del derecho. No es válido resistir en la clandestinidad de la violencia o del crimen, como tampoco lo es con una aparente postura apolítica pretender influir en las decisiones de la sociedad. Todos debemos asumir los riesgos y las responsabilidades de la legítima abierta participación política. (Aplausos.)

El gobierno responde así al ideario del partido del que proviene, y la voluntad del partido, compañeros diputados, que es oficial porque efectivamente es el partido en el gobierno, es permanecer en el gobierno, si no estaría respondiendo a su deber de partido. (Aplausos.)

Pero en el ideario de nuestro partido, se establece permanentemente la apertura hacia el pluralismo natural de una sociedad que pretenda ser auténticamente democrática, no aspiramos a convertir nuestro derecho de gobernar en dictadura, aspiramos a que se abran

todos los cauces de expresión de una sociedad plural. Precisamente el equilibrio entre estas dos cuestiones tan importantes de la vida y de la teoría política, aunadas a una distribución justa de los frutos del trabajo social deberá ser, será sin duda la síntesis de los regímenes del siglo veintiuno.

La representatividad se ve también favorecida con la participación de las minorías en los estados y con su intervención en el colegio electoral, estos dos aspecto habrán de incidir básicamente en un mayor desarrollo de la vida democrática, podrán todas las minorías acceder a la vida política local, tendrán también una importantísima participación en la calificación electoral, calificación que, lógicamente, tiene que mantener el principio de autocalificación, dado que el poder que se genera proviene directamente del voto popular.

Otra solución es hacer depender al poder originario de otro poder intermedio. Lo que busca la reforma política es ampliar la base de legitimidad.

La legitimidad es absoluta, pero se amplía su base a través de una mayor participación de las minorías. Ello habrá de permitir que la calificación que sigue siendo válida deje de ser injusta e indebidamente impugnada por quienes buscan fórmulas que desvirtuarían la relación de los poderes de la Unión.

El dictamen nos da cuenta, por una parte, de muy importantes transformaciones que inciden en un aspecto consustancial de todo proceso de cambio o de modificación.

Hasta ahora hemos hablado de las oportunidades a las que da lugar el proceso de reforma, pero debemos aludir también a las seguridades que para hacerlo posible están contenidas en los preceptos que se nos proponen.

Destacan en este rubro, el derecho a la información, el asegurar a los partidos sus elementos mínimos de participación en las campañas electorales, la conformación ya indicada del Colegio Electoral, la participación de la Corte mediante el recurso de reclamación y la fijación de las facultades de ésta en cuanto a la averiguación de violaciones al voto popular. El derecho a la información que se consagra, viene a completar, viene a continuar, a modernizar el texto relativo a la libertad individual de expresión, no confundamos los conceptos, como atinadamente lo dice el dictamen, la libertad individual de expresión es un derecho público subjetivo, el derecho a la información que se introduce es un derecho público colectivo, ambos coinciden en el precepto constitucional pero son de una naturaleza que difiere en aspectos substanciales; no se introduce una garantía individual, junto, entiéndase bien, junto, no frente a la libertad de expresión, se establece el derecho a la información, del cual es titular toda la sociedad. Se señala tradicionalmente en las constituciones, la libertad de expresión, en la nuestra es claro que el Constituyente del 17 no pudo prever el desarrollo de los medios de comunicación que ahora, a través de esta reforma, dejan su huella en nuestra Carta Magna. La libertad individual de expresión se establece y se esgrime frente al Estado para hacer posible la disidencia, el derecho a la información se exige a través del Estado para hacer posible la democracia. (Aplausos.)

Este es el verdadero sentido del derecho a la información, un derecho que es pre - requisito de un auténtico juego electoral, de una auténtico juego democrático; solamente puede optar conscientemente quien está verdaderamente informado, no quien está influido o desorientado. En el Artículo 41 encontramos también el establecimiento de otra seguridad de la reforma política, que señala al garantizar a los partidos la obtención de los elementos mínimos para su participación en las campañas electorales, un establecimiento de igualdades. Efectivamente los partidos son desiguales; tan desiguales que vean ustedes la representación; esto es producto de la desigualdad de los partidos; hay partidos débiles, poco representados; hay partidos fuertes, absolutamente representados. (Aplausos.)

También es detallado el Dictamen en cuanto a las atribuciones que se conceden a la Suprema Corte de Justicia en materia electoral. Este es sin duda uno de los aspectos más importantes que responde también a esta idea de seguridad, no para que se transforme la Corte en un árbitro político electoral, sino para que desde su sitio, desde su posición elevada de Poder establecido, con su indiscutible autoridad, pueda, sin inmiscuirse en las funciones de otros poderes, velar por la legalidad de los procesos fundamentales de la democracia; ese es el sentido de la participación de la Suprema, respetable, Corte de Justicia de la Nación.

La Reforma Política, para ser absoluta, para ser completa, no puede quedar solamente a nivel de los mecanismos de participación o de sus fórmulas intermedias, tiene que incidir también en los órganos decisorios para llevar hasta ellos el reflejo de los planteamientos iniciales. En ese sentido se refuerza y se ordena mejor la intervención del Poder Legislativo.

Diversas son las disposiciones que hacen alusión a este punto, la primera, la facultad de expedir nuestra propia ley, que con gran acierto han ampliado las Comisiones. La segunda, la primacía del principio de autocalificación, cuyo sustento ya hemos explicado en otro momento; la tercera, la ampliación del concepto de fuero constitucional, al recinto en el cual sesionamos; esto y el hecho de preservar la inviolabilidad personal de los legisladores atribuyendo al Presidente de cada Cámara la función de vigilar que efectivamente se cumpla, son procesos que alimentan y que elevan la dignidad republicana de nuestra primordial función democrática.

En cuarto lugar, las adiciones al Artículo 74 Constitucional, en donde se recogen las proposiciones hechas en la Iniciativa por la diputación guanajuatense. En este sentido, como ya se ha reconocido en esta tribuna, se deja congruencia entre las facultades de la Cámara de Diputados para aprobar el presupuesto y

la de revisar la Cuenta Pública; se mejoran los sistemas de control del gasto público y fundamentalmente se da su verdadera dimensión a las funciones de la representación popular que no consiste en comparar mecánicamente las cifras de la Cuenta Pública, sino en dictaminar sobre los resultados de la gestión financiera y de la forma en como se ha ejercido el derecho del Poder Ejecutivo a realizar el presupuesto en función de los lineamientos que el pueblo le haya dado para su proceso de desarrollo. En el mismo sentido de congruencia se inscribe el otorgar la facultad al Senado de revisar la política exterior del Poder Ejecutivo; a las mismas razones respondo: Si a los senadores corresponde aprobar los tratados que concluye el Ejecutivo, a ellos debe corresponder la facultad de dictaminar sobre el ejercicio de la política internacional del Ejecutivo de la Unión.

La democracia exige sin duda una constante participación, en materia de participación de los ciudadanos, la Iniciativa y el dictamen que a ella corresponde son amplios y detallados. En ese sentido, la participación popular se fomenta a través de algunas disposiciones ya comentadas, el derecho a la información, la canalización a través de los partidos para que los ciudadanos puedan acceder al Poder Público pero destaca con preeminencia la introducción de dos figuras capitales de la democracia directa, el referéndum y la iniciativa popular, Larga, muy larga ha sido la discusión acerca de las modalidades de la capacidad ciudadana de los habitantes del Distrito Federal; en ese sentido podemos afirmar que el capitalino tiene sin duda el derecho de participar en la elección de sus autoridades; lo que sucede es que es un derecho que comparte por virtud de la propia Constitución y del pacto federal, con todos los ciudadanos del país. Hasta ahora ha correspondido plenamente la emisión de la voluntad general de la unión con la de los ciudadanos del Distrito Federal, pudiera en teoría producirse un desequilibrio, pero visionariamente la iniciativa nos propone formas que pueden corregir con ganancia ese presunto desequilibrio.

El referéndum dará a los ciudadanos del Distrito Federal la posibilidad de que sea sometido a su juicio todo aquel procesamiento que la Ley determine en materia gubernativa. El referéndum será una activa posibilidad de participación, la iniciativa popular da a los ciudadanos la posibilidad de influir en la toma de decisiones que a ellos les atañen.

Son dos figuras, una de abajo hacia arriba, la iniciativa popular, y otra, de arriba hacia abajo, el referéndum, que se implica, y que de alguna manera se complementa a través de estos procesos, habrá de instituirse una auténtica participación activa, una intervención dinámica, una forma de compartir el poder, entre los ciudadanos y sus autoridades.

Será sin duda, un interesante experimento. No establece un régimen especial, puesto que será la voluntad de toda la Unión la que decida sobre su aplicación en el Distrito Federal. De su análisis y de su examen en ésta, que es el mayor conglomerado del país, sin duda que habrán de detectarse algunos errores o posibles deficiencias, y se extractarán sus virtudes.

De esa posibilidad, puede surgir más adelante su aplicación en otras entidades federativas. El fortalecimiento del federalismo es uno de los aspectos que con mayor vigor señala la Iniciativa.

Se fortalece el federalismo al fortalecer a los Estados y a los Municipios, que son su célula.

La intervención de las minorías en los procesos electorales, en la toma de decisión ciudadana, habrá de fortalecer, sin duda, este proceso federal, este pacto federal. En esa virtud, al señalarse en la Constitución en términos generales el ingreso de las minorías por disposición constitucional a las autoridades estatales y locales, se deja solamente en el ámbito de un señalamiento general, el desarrollo posterior corresponderá a cada uno de los Estados en pleno uso de su voluntad autónoma.

La reseña que hemos hecho nos ratifica en la certeza de que avanzamos en un proceso de evolución que se acelera con la reforma, reforma auténtica, pero reforma que no constituye una respuesta a la crisis, es una reforma que trata fundamentalmente de crear las condiciones del desarrollo democrático de México en el siglo XXI; reforma que habrá de institucionalizarse y de hacerse posible, por leyes que nosotros, que respresentamos el consenso popular surgido del voto auténtico, habremos de convertir en preceptos constitucionales.

El voto sin duda constituye la base fundamental de este proceso democrático, voto que no debe confundirse con el acto de cruzar una boleta electoral, el voto es mucho más que eso, es el pivote, es el vértice del proceso de comunicación entre gobernantes y gobernados, gobernados que a través de múltiples actividades, la deliberación, la información, la crítica, el análisis, la participación en partidos políticos, deben llegar y llegan a expresar en el voto su convicción, y a partir de ese momento el gobierno que de ahí surge, en el voto se sustenta y por ese voto se legitima. (Aplausos.)

Votar es no sólo optar entre diversas posibilidades, es tener la capacidad de influir en las decisiones que se toman y que atañen a la colectividad, a través del voto se sella un pacto que rige las relaciones en la propia sociedad plural y respeto de los gobernantes con los gobernados.

Se habló de que esto que estamos analizando es un proyecto de reforma. No es así. Se trata de una auténtica reforma que se institucionaliza y se conduce a través de las normas que habremos de aprobar. Reafirmar, citando otra vez al señor Presidente, aquí mismo fue mencionado por el Partido Acción Nacional, reafirma la validez de nuestras instituciones democráticas, instituciones válidas que se desarrollan a través de este proceso republicano.

Señoras y señores diputados, como pueblo organizado constitucionalmente en estado

Nacional, tenemos la posibilidad de influir en nuestro desarrollo a través del derecho, sintetizando dialécticamente nuestras divergencias, y colocando, por encima de todo, nuestra voluntad de sobrevivir históricamente como nación. Todos tenemos algo que aportar a este proceso. La Reforma Política permitirá a todos intervenir en el seno y en el marco de la legitimidad. Será tarea cotidiana; reclamará de todos, de gobernantes y de gobernados, un esfuerzo, una dedicación, un trabajo constante, una madurez; requerirá una tolerancia.

En cumplimiento del mandato popular, modificaremos las normas que rigen nuestra vigencia política; continuaremos así nuestro proceso hacia el advenimiento de una democracia integral, sabedores de que no es lo único, de que es parte de un equilibrio en donde debe también acelerarse el desarrollo económico, el desarrollo social, el desarrollo cultural del pueblo, que es el contenido que nuestra Constitución da a la democracia, y para preservar la armonía, avanzamos en el camino de la reforma política. A partir de este camino y de la estabilidad política de la que gozamos, habremos de sentar las bases para los siguientes procesos que deben desenvolver todos los aspectos de la vida democrática nacional, en pleno desarrollo desde el advenimiento de la Constitución del 17. De nuestra voluntad, reforzada continuamente, de mantenernos vigorosamente como nación, habrá de depender el impulso, el vigor que demos a este inicio. Habrá de depender la dimensión de su alcance y habrá de depender la perdurabilidad y la magnitud de nuestra obra. Gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el diputado Ortiz Mendoza.

El C. Francisco Ortiz Mendoza: Escuché que fue anunciado en tercer lugar el diputado Garabito.

- La C. Presidenta: Diputado Garabito, tiene usted la palabra.

- EL C. Jorge Garabito Martínez: Señora Presidenta, señoras y señores diputados: De ninguna manera es nuestra intención menospreciar la importancia de la iniciativa enviada por el Ejecutivo a consideración en lo general, a través del dictamen propuesto. Queremos destacar aspectos positivos y laudables que contiene esta iniciativa, porque no todo es desechable. Ciertamente que al discutirse en lo particular habremos de señalar graves deficiencias, pero en este momento en la discusión en lo general, queremos subrayar en primer término los aspectos positivos de la iniciativa.

Saludamos con entusiasmo el advenimiento de la garantía de información, el enriquecimiento del capítulo de garantías individuales con una garantía social. Ya posteriormente habremos de conocer la reglamentación de esta garantía, pero debemos decir desde un principio, que vemos con sumo interés cómo los sistemas de garantías individuales, originados en la Constitución del 57 han venido evolucionando para dar primacía a las garantías sociales, y como las garantías sociales al mismo tiempo van preservando las garantías individuales.

No hay garantías sociales exclusivamente para una colectividad, el Artículo 27 garantiza los derechos del núcleo de población pero también los de los ejidatarios. El 123 garantiza los derechos del sindicato y sociedades intermedias y agrupaciones de trabajadores, pero también los del trabajador.

El artículo sexto va a garantizar los derechos de la sociedad, pero también los del individuo . Queremos señalar como laudable y positivo, el acceso de los partidos políticos a los medios masivos de difusión, principalmente la radio y la televisión, esta reforma es trascendente, incidirá forzosamente en la politización del pueblo mexicano. El abrir los canales de información a los partidos políticos permitirá al ciudadano mexicano exteriorizarse con mucha mayor frecuencia que lo que es actualmente de la problemática nacional y de las distintas opciones que se presentan para su solución.

Acción Nacional había venido solicitando con mucha insistencia, desde hace varios años, que los partidos políticos nacionales registrados tuvieran, por su solo registro, acceso a las elecciones locales porque muchas de las disposiciones locales electorales están hechas y redactadas expresamente para coartar la libertad y la intervención de los partidos políticos nacionales.

Con esta reforma se abre a las elecciones locales la participación de los partidos nacionales.

Positiva y muy laudable es la intromisión de una novedad para el Distrito Federal, que es el referéndum y la iniciativa. Es un paso muy importante para la democratización del Distrito Federal.

Y de paso, simplemente en vía incidental, quiero rechazar definitivamente las afirmaciones que el diputado Andrade ha hecho hace un momento en relación a que los habitantes del Distrito Federal participan con los demás del país en la elección del Congreso; de un Congreso local que no existe, el Estado Libre y Soberano del Valle de México no participa con nadie ni de su soberanía ni de su autonomía, el Estado Libre y Soberano del Valle de México mantiene subyacente su soberanía, mientras aquí es la residencia de los Poderes de la Unión. Cuando esta residencia cambie, el Estado Libre y Soberano del Estado de México reasumirá totalmente su soberanía y tendrá congreso local y tendrá gobierno local, pero el referéndum y la iniciativa son un paso muy importante para la democratización del Distrito Federal.

Positivos son los cambios que se introducen en relación a la presentación de la Cuenta Pública, ya que venían siendo realmente angustiosos los plazos con que contaba el Congreso, la Cámara de Diputados concretamente, para su análisis y discusión. Lo más importante indudablemente del Proyecto a nuestra consideración, es el establecimiento de un recurso ante la Suprema Corte de Justicia en

contra de las decisiones del Colegio Electoral, lo más importante de este recurso es que llevará tranquilidad al pueblo de México ante la certeza de la existencia de un recurso ante la máxima autoridad judicial en contra del fraude electoral; la seguridad de que el máximo tribunal, de que el poder judicial estará atento a reprimir el fraude electoral, y estoy seguro que esto incidirá en la reducción sustancial del abstencionismo y en la participación ciudadana.

Muy importante también y que también debe incidir en la politización del pueblo mexicano, es la posibilidad de que la Cámara de Diputados investigue el funcionamiento del sector paraestatal de las empresas del gobierno. Cómo es posible, entonces, que reconociendo todas estas ventajas, todos estos adelantos, que expresamente, digamos, que no es un proyecto intrascendente, sino que estemos afirmando su importancia y su trascendencia, y votemos en contra en lo general, porque hay datos de fondo que hacen rechazar en lo general, a pesar de todas esas ventajas, en lo general, la iniciativa propuesta.

México vive políticamente un sistema impuesto desde hace muchas décadas; Plutarco Elías Calles organizó el Partido Nacional - Revolucionario para evitar las disensiones violentas y los enfrentamientos sangrientos que impedían al pueblo de México trabajar; Lázaro Cárdenas trató de darle al Partido de la Revolución Mexicana una organización más política, un poco a imitación extralógica del Partido Soviético, porque en aquel entonces vimos cómo el Plan Quinquenal Soviético influyó mucho en el Plan Sexenal de México; Miguel Alemán, con una visión más moderna, trató de institucionalizar el Partido organizado por el Gobierno, y que había dado buenos resultados, puesto que, de hecho, desde que el Partido Nacional Revolucionario existe, se suprimieron los cuartelazos y los enfrentamientos violentos por facciones que aspiraban al poder político.

Pero el ejercicio del poder desgasta; el continuo ejercicio del Gobierno por un grupo que asumió el poder, ha venido creando problemas muy graves que se traducen en la corrupción, en la anarquía, en el desgaste mismo del sistema que ya se estaba cayendo, que ya se está corroyendo, y ciertamente las minorías se ven alentadas a participar de acuerdo con este proyecto, es el Partido Revolucionario Institucional el principal beneficiario de la Iniciativa. Esta Iniciativa pretende legalizar lo que hasta ahorita había venido siendo sólo una situación de facto, la permanencia en el Poder por el grupo que la detenta .

Hace cerca de 30 años en esta tribuna Fernando Amilpa, de los Cinco Lobitos de Lombardo Toledano, a requerimiento de los diputados de Acción Nacional, les contestó: "asumimos el poder por la Revolución y sólo otra Revolución nos puede quitar".

Y hace 6 años, en la XLVIII Legislatura, Cuauhtémoc Santana, aquí en esta tribuna dijo expresamente, dirigiéndose a nosotros los diputados de Acción Nacional: "Sólo con la fuerza de las armas nos quitarán el poder". Ya no son tan cautos en las expresiones, ahora hay mas diplomacia, no lo dice el Ejecutivo, no son palabras del proyecto, son palabras del dictamen, los dictaminadores dicen enfáticamente, yo diría, descaradamente: "las mayorías no tienen por qué compartir el poder". Este es el problema de fondo, en una democracia se aspira a compartir el poder para llegar, en un momento dado, a ejercer todo el poder cuando así lo decida el pueblo. Acción Nacional es un partido constituido para compartir el poder y llegar al ejercicio total del poder por la vía de la participación democrática, esto es lo que trata de impedir el proyecto, la participación democrática. Por cualquier lado que se le vea, el proyecto trata de asegurar la permanencia del grupo que se dice mayoritario y que no admite que exista un juez que lo juzgue, ese grupo que se dice mayoritario se autonombra juez para seguirse diciendo mayoritario, y tan encuentra garantía de permanencia en este sistema que ya empiezan a hablar del siglo XXI.

Por eso rechazamos el Proyecto en lo general, porque no cambia el sistema, persiste el mismo sistema, los votos cautivos de los campesinos y de los trabajadores, la afiliación masiva y, fundamentalmente, la decisión de no admitir que el pueblo asuma su verdadera importancia, que el pueblo asuma su propio destino, la decisión de que el grupo que actualmente detenta el poder, no lo abandone. Por eso estamos en contra. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el diputado Ortiz Mendoza.

- El C. Francisco Ortiz Mendoza. Señora Presidenta, señoras y señores diputados:

El Partido Popular Socialista es un partido de la clase trabajadora, cuantitativamente minoritario, que aspira a alcanzar el poder y llegar a construir el socialismo en este país cuando el pueblo así lo determine.

Estamos, entonces, en lucha con otras fuerzas, particularmente con la fuerza mayoritaria que detenta el poder.

Venimos a hablar en pro de una iniciativa enviada por el Ejecutivo, porque consideramos que constituye un paso positivo en la vida democrática de México. No venimos a estar en contra, por supuesto, porque no esperábamos que el Ejecutivo nos mandara una Iniciativa en donde, en uno de sus artículos, diga que desaparece el PRI para que nosotros tomemos el poder. (Aplausos.)

Y ya que hemos entrado a este debate sobre cuestiones de trascendencia, pretenderemos analizar esta Iniciativa en su esencia, no en las anécdotas.

Para nosotros, para el Partido Popular Socialista, la tesis filosófica que rige nuestra vida política se basa en la consideración de que no es la conciencia del hombre la que determina el ser social, sino que es el ser social el que determina la conciencia del hombre; y por este motivo, con base en esa tesis abordamos

los procesos históricos y el análisis crítico de la realidad objetiva de los pueblos, en cada una de sus etapas.

Ahora, estamos revisando una Iniciativa del Ejecutivo, que tiende a modificar la Constitución Mexicana. Toca nada menos que 17 de los artículos de la Constitución Mexicana. Escapa a mi memoria alguna iniciativa que haya tocado tantos artículos de la Constitución Mexicana.

Por eso vale la pena observar por qué motivo el Poder Ejecutivo, en este momento difícil que vive nuestro país, cuando la situación económica es grave e incluso se la ha llamado una situación de crisis, por qué razón cuando hay tan agudas contradicciones entre las diversas fuerzas del país, el Poder Ejecutivo manda una Iniciativa que, a nuestro juicio, amplía la vida democrática de México.

¿Y por qué motivo - vale la pena analizarlo -, las fuerzas democráticas que estamos en esta Cámara, representada por los diputados de la "L" Legislatura, estamos a favor de la Iniciativa?, ¿y por qué motivo las fuerzas reaccionarias están en contra? ¿Es acaso una casualidad u obedece a un proceso histórico? Muchas veces las fuerzas reaccionarias de México ¿no se molestan mucho cuando se les recuerda que sus ancestros son los reaccionarios de la estirpe de Iturbide y Maximiliano? Incluso se dicen socialistas para pretender ponerse a la vanguardia de las luchas del pueblo. Pero vale la pena recordar qué ha pasado.

El derecho - en nuestro partido, por desgracia, carecemos, lo digo con honestidad, de especialistas del derecho con conciencia proletaria; quisiéramos tener muchos-, el derecho pertenece a la superestructura; es decir, el derecho va cambiando, como todas las superestructuras, en función y en la medida que cambian las estructuras económicas, y estas superestructuras, el derecho entre ellas, influyen, a su vez, sobre la base de la cual partieron y hacen cambiar las estructuras y, de una manera dialéctica, nuevamente la estructura vuelve a influir sobre la superestructura, y así ocurre en proceso y el devenir histórico.

Ejemplos hay muchos, y los toco ahora por la oposición que ante esta Iniciativa presentan las fuerzas reaccionarias.

Las bases económicas de la etapa de la Colonia, estructuraban un derecho que fue roto por medio de la revolución de independencia, y en un largo proceso, que conocen todos los diputados que están en esta Cámara, se cambiaban las formas de derecho una tras otra, pero en el fondo de esas luchas estaba una disyuntiva: o conservar la estructura económica de la Colonia o entrar de lleno a la etapa del liberalismo burgués.

Si no me equivoco, a lo largo de nuestra historia y antes de la Constitución del 17, más de once formas distintas de planes y constituciones rigieron la vida de nuestro país, pero todas ellas basadas en esas contradicciones esenciales.

Las leyes de Reforma y la Constitución del 57 al triunfo de los liberales, reinfluyeron sobre la estructura económica y la hicieron avanzar, aun cuando la presencia, por la primera vez, del enemigo que hasta hoy nos persigue, que es el imperialismo norteamericano, que son las inversiones extranjeras, se deformó, en mucho, el desarrollo de la vida política de México y dio origen, cobijo, y fue base, en mucho, de la etapa del porfiriato.

En 1917 se establece una nueva Constitución Mexicana como producto de otra Revolución, lo que a nosotros, los del Partido Popular Socialista, nos convence, por las tres Revoluciones que hemos tenido y los tres cambios constitucionales fundamentales que nos han regido, de que la Revolución es fuente del Derecho, y que por tanto, la Constitución del 17 respondió a las aspiraciones esenciales del pueblo mexicano. Pero no sólo respondió a ellas, sino que por ese refluir dialéctico que mencionábamos al principio, la Constitución refleja las aspiraciones del pueblo y, a su vez, se convierte en bandera y fija metas superiores.

Eso explica que hasta hoy, muchas de las tesis de la Constitución del 17 no se cumplen cabalmente, porque las condiciones objetivas, la ley que rige el desarrollo del derecho, de las constituciones y del desarrollo económico de México, es la contradicción entre dos fuerzas antagónicas: una, que persiste en que la estructura y las superestructuras y todas sus consecuencias permanezcan estáticas, y otra, que lucha porque esta estructura, estas superestructuras y estas consecuencias, cambian en sentido positivo. Por esa razón, muchos de los artículos de la Constitución Mexicana a estas alturas, ni son respetados, ni se han cumplido.

Y por eso es valiosa la iniciativa enviada a esta Cámara por el Ejecutivo. La Iniciativa enviada a esta Cámara es valiosa porque se produce en medio de estas contradicciones graves, en medio de este conflicto, que es el que está presente en nuestros días: entre el sector estatal de la economía que lucha infatigablemente por elevar el nivel de vida del pueblo, por liberarnos del imperialismo norteamericano, por romper el colonialismo tecnológico y científico, por evitar que nuestras principales fuentes de riqueza caigan o sigan siendo explotadas por capital extranjero, por lograr que para las grandes mayorías haya educación y cultura, por evitar que los capitales golondrinos- que yo llamo zopilotes - salgan de nuestro país para buscar mejor ambiente y regresen a él, cuando se les reditúe más del 18.52%, que es la meta que han logrado alcanzar hasta hoy, y la iniciativa privada, excepto algunos sectores que merecen el respeto de nuestro pueblo, porque como capitalistas mexicanos, pugnan por sostener sus industrias nacionales, sin que éstas caigan en manos de capital extranjero que en su mayoría está coludida, ligada y sirve de parapeto y de careta al imperialismo norteamericano y a la inversión extranjera, a los que haciéndolos aparecer como socios minoritarios a través de prestanombres manejados por el capital extranjero,

les entregan lo más dinámico de nuestra industria nacional, que es la de transformación, los alimentos y la industria químico - farmacéutica.

En medio de esa pugna, en medio de esa lucha que los diputados debemos de comprender con toda claridad, y valga la digresión acerca de una afirmación que se hizo hace un momento en esta tribuna respecto a que los diputados tenemos como tarea principal la de atender los problemas que tienen las gentes de nuestro distrito y no ser, como lo establece la Constitución, altos funcionarios de la Federación, a mi juicio es muy pobre la conducta de un diputado que sólo se acuerda de los problemas del pueblo cuando anda buscando su voto y no dedica toda su vida, y con pasión, al servicio del pueblo mexicano y a la solución de sus más graves problemas. (Aplausos.)

Debemos comprender que esta iniciativa enviada por el Ejecutivo tiene una gran profundidad; modifica la Constitución pero se ubica históricamente en el momento crítico que vive nuestro país.

Si las constituciones a su tiempo no se modificaron, como recordábamos, originaron grandes revoluciones y grandes movimientos.

Si ahora no se avanza en sentido positivo; si no se lucha con energía en contra de la inversión extranjera, en contra de los agentes que se prestan a la penetración de esa inversión; si no eleva el nivel de vida del pueblo, y si no se amplía la vida democrática de México, pueden producirse condiciones sumamente graves que lamentaríamos después por no haberlas atacado en un momento adecuado. El Presidente de la República hizo declaraciones muy valiosas en las últimas semanas, entre ellas, el recordar que todos los mexicanos, los latinoamericanos y los hombres con aspiraciones democráticas del mundo actual, debemos impedir que siga avanzando el fascismo, particularmente en el Cono Sur de América Latina; a mi manera de pensar, a nombre de mi Partido, consideramos que si esta Iniciativa no se hubiera enviado al Ejecutivo con todas las fallas y deficiencias que tiene, la vida democrática de México se hubiera estrechado cada vez más y en muy poco tiempo estaríamos viviendo condiciones difíciles. El voto particular emitido por nuestro compañero diputado Ramírez Cuéllar el día de ayer, contiene los puntos que objetamos: no estamos de acuerdo en que se establezca una representación proporcional mixta, el Presidente López Mateos en 1963 dio un gran impulso a la vida democrática, le dio personalidad jurídica a los partidos políticos, y los hizo de elección, y dio origen a los diputados de partido que en esta Legislatura terminaremos la labor histórica que nos correspondió cumplir durante 13 años ¿Por qué volver a probar? ¿Por qué no establecer la representación completa que refleje en la Cámara lo que acontece en el interior de la República? Cuando abordemos la tribuna para tratar el caso en lo particular, daremos todas las razones de por qué consideramos que debe establecerse la representación completa. Porque, ya lo hemos dicho, se va a dar la representación proporcional únicamente a los municipios de 300,000 habitantes, si quienes más necesitan de la representación proporcional son los municipios pequeños, que, como decíamos en ocasión anterior desde esta tribuna, son los que manejan los caciques, quienes ponen y quitan a las autoridades municipales en el momento que les viene en gana ¿Por qué hemos de dejar a más de 2,480 municipios sin los beneficios de la representación proporcional? ¿Por qué al Distrito Federal lo hemos de dejar únicamente con el derecho a que conozca y discuta las leyes y reglamentos y no elija sus propias autoridades, dejando que el Jefe del Departamento del Distrito Federal lo designe el Presidente de la República? ¿Por las condiciones particulares del Distrito? Pero, por qué no se han de elegir los Delegados? ¿Por qué hemos de tener un Consejo Consultivo que ni aconseja ni es consultado? ¿Por qué? Porque el propio Jefe del Departamento los nombra y luego los consulta, entonces todos le dicen: Sí, señor, usted nos nombró y tenemos que dar aprobación a todo lo que usted está haciendo.

¿Por qué no hemos de elegir en México, en el Distrito Federal, un Consejo Metropolitano que realmente ayude al desarrollo democrático de la vida en el Distrito Federal y dejemos de ser ciudadanos de tercera categoría?

Estas y otras cuestiones plantearemos en el proceso del debate; no estamos de acuerdo con ellas, pero apoyamos en lo general la Iniciativa porque forma parte de todos los planteamientos positivos que han venido haciendo el Presidente de la República, resistiendo las graves presiones de las fuerzas reaccionarias del Imperialismo Norteamericano, como lo han demostrado sus últimas declaraciones y posturas verticales en el ámbito nacional y en el escenario internacional; en ese camino, señor Presidente de la República, el Partido Popular Socialista le da la más amplia solidaridad. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el diputado Tapia.

El C. Augusto César Tapia Quijada: Compañeros diputados: Coincido totalmente con los compañeros miembros de la Legislatura que me precedieron en esta tribuna en cuanto a la reflexión de que estamos asumiendo, en estos instantes, posiblemente la más grande responsabilidad que pueda presentársenos en toda nuestra vida política, la de actuar como elementos integrantes del Poder Constituyente Permanente, la de tomar en nuestras manos el Código Supremo de la República, que es el depósito de los principios superiores del derecho y de las más elevadas aspiraciones de nuestro pueblo para tratar de adaptarlo a las nuevas circunstancias que vive la nación.

Me siento abrumado por el compromiso que como miembro de esta Legislatura me impone la trascendencia del debate y más aún cuando debemos considerar que las reformas a la

constitución propuesta por el ciudadano Presidente de la República inciden, precisamente en aquellos preceptos que regulan la participación de los ciudadanos en la vida política, es decir, los que interesan a la esencia misma de nuestro régimen democrático, republicano, representativo y federal.

Minoría que no gobierna, conspira, dice un viejo axioma político, y es cierto que todavía hay ciertas, hay algunas minorías que, aferradas a axiomas de la política medieval, cuando no gobiernan, tratan de sabotear, tratan de socavar, muerden, se dedican a roer las bases de la sociedad, puesto que están abajo, se dedican a tratar de desestabilizar a la sociedad que las excluye.

Esto, desde luego, es muy natural y es muy humano.

Oímos, hace unos momentos, con gran atención los conceptos vertidos aquí por los responsables diputados que pertenecen a partidos minoritarios, voy a referirme muy brevemente, porque creo que habrá tiempo de ampliar conceptos y explicaciones cuando se llegue al debate del dictamen en lo particular, a algunas de las expresiones vertidas por el diputado Garabito y por el diputado Garcilita Partida; después me referiré a la postura del Partido Popular Socialista.

El diputado Garabito coincide con su compañero de asiento y de partido, en que el dictaminen enviado por la Presidencia de la República contiene aspectos muy positivos, creo que en esto, cuando menos, también coincide con nosotros; saluda con optimismo y con alegría el advenimiento de la garantía a la información; nos habla de la bondad de la reforma, en cuanto a que en las elecciones locales se podrá participar por los partidos políticos que estén inscritos a nivel nacional; aplaude el referéndum; e inclusive, echando un poco a vuelo su pensamiento, nos llega a decir que el voto, perdón, el derecho a la información se ha ubicado en el capítulo de las garantías individuales junto a la garantía de libertad de expresión, pero que tiene un contenido político y un contenido social, que se trata de un derecho colectivo. Sin embargo, razona el diputado Garabito, diciéndonos que después de todo, en los tiempos que vivimos, ya no existe un divorcio absoluto entre los derechos individuales; y los derechos colectivos; y que los derechos individuales apuntalan a los segundos, y que los derechos colectivos o sociales, sirven de defensa a los primeros. Qué bien que así piense el diputado Garabito, indudablemente uno de los más eminentes representantes del Partido Acción Nacional, pues nos demuestra hasta qué punto hay un conjunto de ideas, de pensamientos, que compartimos la mayoría absoluta de los mexicanos, inclusive, los miembros de los partidos de oposición.

En México y en todos los países que han roto las amarras con el individualismo clásico para aventurarse a conquistar un mundo más justo, efectivamente, diputado Garabito, a los viejos dogmas de libertad y de igualdad concebidos como cualidades de los seres humanos, y también al estado liberal burgués que pregonaba que el único remedio para terminar con todos los males sociales era la libre competencia, al estado de dejar hacer, del dejar pasar, al estado que se autocalificaba sin serlo, como doctrinalmente agnóstico y políticamente neutral, hace tiempo que la mayoría de los mexicanos lo hemos enviado al museo de las cosas inútiles, y lo hemos sustituido en nuestro pensamiento y en nuestras instituciones por el Estado que guía, por el Estado orienta, por el Estado que interviene, por el Estado cuya función social primordial es la de servir de equilibrador de las desigualdades, Estado que se nutre y se sostiene en la voluntad de cambio que anima a la nueva sociedad y que estimula y protege la vocación del individuo en su búsqueda incesante de la verdadera libertad y de la verdadera justicia. Hasta aquí estamos de acuerdo. Por desgracia, después de dar un paso hacia adelante, el orador a que me refiero dio dos pasos hacia atrás, con el ritmo con que acostumbran avanzar las fuerzas reaccionarias. Rechazó que los partidos políticos en el Distrito Federal intervengan en la formación del Congreso; se quejó de que no exista un Congreso Local en el Distrito Federal, quizá haciendo abstracción de nuestras actuales condiciones sociales y políticas, y olvidando que la configuración del Congreso que aquí tiene su asiento, las leyes que para regir la vida de esta gran comunidad se expidan, no interesan únicamente a los habitantes del Distrito Federal, interesan a los habitantes de toda la República, porque aquí es el asiento de los poderes federales, porque aquí es donde se toman las grandes decisiones nacionales. Pero, lo que es peor, insistió en la tesis de que para la calificación de las elecciones debe instaurarse un Tribunal especial, un Tribunal Electoral.

Yo me pregunto: ¿este Tribunal tendrá más fuerza moral que la Suprema Corte de Justicia? ¿Este Tribunal acaso no sería un cuarto poder, puesto que estaría colocado sobre los demás poderes?

Noto en esta proposición un resabio, algo de aquella vieja idea que alentó en la época del santanismo, la más nefasta de la historia de México, cuando se creó el cuarto con su poder conservador.

El diputado Garabito menciona a Plutarco Elías Calles, el fundador del Partido Revolucionario Institucional, y dice que nuestro partido, en la actualidad limita la libertad de expresión de la voluntad popular y menciona a Lázaro Cárdenas, el gran forjador del agrarísmo contemporáneo. Qué bien que haya mencionado el diputado Garabito a estos dos grandes hombres de la Revolución Mexicana, qué bien que los haya mencionado, precisamente el día de hoy en que la nación conmemora un aniversario más de la muerte de esos grandes paladines. La vida, es cierto, los separó, los separó la política, los separaron las pasiones que dividen a los hombres. Pero el pueblo revolucionario de México, ya los ha unido para siempre en la historia y en su gratitud.

Debo decir que la democracia concebida como el predominio absoluto de la mayoría, no es en verdad, sino una de las grandes falacias del liberalismo clásico, que al apoyar la representación popular en un sistema tan encerrado, en que a las minorías se les discrimina, se les condena a la capite diminute cívica, se les persigue por sus ideas políticas, manteniendo en vigencia, donde esto sucede, el espíritu de la circunscripción de la libertad del hombre y se convierte en un sarcasmo la palabra democracia.

Pero esto no sucede en nuestro país. Los gobiernos revolucionarios siempre se han preocupado porque las minorías sean tomadas en cuenta; porque a las minorías se les escuche; porque las minorías participen.

No fue otra la idea que inspiró al Constituyente de 17, cuando estableció en Querétaro el sufragio efectivo como una respuesta a la mediatización que durante el porfiriato había sufrido la voluntad popular.

Y cuando la evolución de nuestras condiciones sociales, económicas y políticas demostró que el sistema de las mayorías simples era insuficiente por sí solo, fue el Presidente - López Mateos quien inicio la reforma que hizo posible que por primera vez nuestro sistema constitucional asegurara la presencia de las minorías en esta Cámara de Diputados mediante la institución de los diputados de partido.

Con esta reforma quedó rota, y para siempre, la rigidez del principio mayoritario y quedó garantizado en nuestra Constitución uno de los grandes principios del derecho público moderno; de ello son testimonio vivo y elocuente los señores diputados que a nombre de los distintos partidos políticos detenta en esta Legislatura las curules que les ha entregado la voluntad popular. La exposición de motivos de la Iniciativa que hoy se somete a nuestra decisión, explica con claridad que la reforma constitucional que se propone no es sino el principio de un amplio proceso de reforma política que llevará a cabo el gobierno de la Nación para alcanzar una mayor y mejor vida política y el desarrollo de nuestro pueblo en la justicia y explica también que para promover una más amplia y diversificada concurrencia en la Cámara de Diputados, de las corrientes de opinión y de las tendencias ideológicas, se ha hecho necesario revisar los principios electorales vigentes y las experiencias que resultaron de la reforma de 1963, a lo largo de cinco períodos electorales que permitió el acceso de las minorías a la representación nacional, pero que, sin embargo, ha agotado sus posibilidades para atender a los requerimientos de nuestra cada vez más amplia y dinámica realidad política y social. Voy a referirme a algunos de los aspectos del proyecto de reformas, pero lo haré examinándolo al trasluz del voto particular que se sirvió emitir el C. diputado miembro del Partido Popular Socialista que forma parte de la Comisión Dictaminadora; este voto es en sentido positivo, sin embargo, si se examina con detenimiento, plantea tan agudas e incisivas críticas al proyecto que vale la pena estudiarlas, que vale la pena examinarlas y hacer las consideraciones pertinentes que ameriten. La primera crítica, la primera llamada de atención que encontramos en el voto particular del representante del Partido Popular Socialista en las Comisiones, se consigna en la siguiente forma: "El sistema mixto dominante mayoritario con representación proporcional, nos dice, mantiene en general, las mismas limitaciones que tiene el actual principio de los diputados de partido". Esto es una falacia, como lo advertirá la Asamblea a medida que vayamos examinando los argumentos concretos con que tal crítica se desarrolla y, además, es una contradicción, pues en el propio voto se aplaude y se apoya la Iniciativa presentada.

Segunda crítica: se afirma enseguida, entrando en materia, que de acuerdo con el sistema propuesto, sólo una parte de la Cámara se pretende integrar por ese procedimiento, limitando a los partidos minoritarios que obtienen triunfo por mayoría. Cita la fracción IV del artículo 74, cuya reforma se propone; aquí en primer lugar, hay un error, un error que puede ser mecanográfico, la fracción IV del artículo 74 se refiere a la aprobación del Presupuesto, se refiere a la prohibición de que haya partidas secretas y a la facultad de revisar la Cuenta Pública. Con toda seguridad el ponente quiso referirse al artículo 54, fracción IV, pero este precepto tampoco afirma lo que se sostiene en el voto particular

En efecto, el artículo 54, fracción IV, establece lo siguiente: "En el caso de que dos o más partidos, con derecho a participar en la distribución de las listas regionales obtengan en su conjunto 90 o más constancias de mayoría, sólo serán objeto de reparto el 50% de las curules que deben asignarse por el principio de representación proporcional". El diputado al que me refiero en la parte que menciona el voto particular, alude a que la limitación comprende a un solo partido, en realidad se trata del caso en que dos partidos sumen más de 90 constancias de mayoría. Existe una verdadera limitación, pero no es verdad que por ello se conserve la estructura que hoy se aplica tratándose de los diputados de partido. En la actualidad, cuando un diputado minoritario obtiene más de 25 curules de mayoría, suponiendo que lograra obtenerlas, pierde totalmente el derecho para hacerse representar por diputado de partido. Si uno de dichos partidos obtiene menos de 25 curules de mayoría, podrá obtener diputados de partido, pero sin rebasar entre unos y otros el límite máximo de 25, para tener más de 25 diputados necesitarían los actuales partidos minoritarios ganarnos por el voto mayoritario. En cambio, en la reforma, los partidos de minorías podrán llegar a sumar hasta 90 curules de mayoría, sin perder por ello el derecho a su asignación de 100 diputados de representación proporcional. Si tienen más de 90 constancias de mayoría sin importar el número que en su conjunto hayan obtenido siempre

que no pasen de 60 por un solo partido, conservarán el derecho a 50 curules de representación proporcional; como podemos apreciar, se amplían enormemente las posibilidades de representación de las fuerzas minoritarias. ¿No es este un cambio muy importante?, ¿es este un cambio que las minorías deberían reconocer y aquilatar y tratar de aprovechar en el juego democrático?

Tercera afirmación. Dice el ponente en su voto particular que se limita el acceso a los diputados de representación proporcional a los partidos que obtienen triunfos por mayoría, que se limita el acceso a los partidos mayoritarios para que tengan diputados de representación proporcional.

Así es, así es porque es lo justo, carecería de coherencia y de justicia que a todos los partidos se les otorgaran curules de representación proporcional.

Los partidos que obtengan más de sesenta constancias de mayoría, son partidos fuertes, son partidos de mayoría y ya no necesitan del estímulo que la Ley quiere brindar a los partidos débiles, pequeños, porque entonces sí habría un trato verdaderamente leonino, si a los partidos mayoritarios se les permitiera todavía arrebatar las curules de representación proporcional a los partidos que surgen o a los partidos que luchan por ganar adeptos, por aumentar sus participaciones.

Las reglas del juego están muy claras, equilibradas, bien medidas, y el primero que se somete a ellas, es el Partido Revolucionario Institucional.

Cuarta crítica: se afirma que en la medida en que un partido incremente su votación, paradójicamente, en menor proporción recibirá los beneficios de la representación proporcional. Así dice textualmente el voto particular.

Esta crítica es falsa. Equivaldría a sostener que en la medida que un partido tenga menos votación, en esa medida aumentará el número de sus diputados.

La fracción III del artículo 54, dirá, según la Reforma: "Al partido que cumpla con los supuestos señalados en la fracción I y II de ese artículo, les serán asignados por el principio de representación proporcional, el número de diputados de su lista regional que correspondan al porcentaje de votos obtenidos en la circunscripción plurinominal correspondiente.

Como puede advertirse, el precepto establece que a mayor votación, habrá mayor designación de diputados.

Quinta crítica: Se sugiere que el número de sesenta curules de mayoría por cada partido, como limitación para tener derecho a los diputados de representación proporcional, es demasiado bajo. Lo cierto es que en la actualidad ninguno de los partidos minoritarios ha alcanzado ya no digamos ese número, sino están muy lejos de llegar a obtener un número considerable de diputaciones de mayoría.

En la actual legislatura sólo existe un diputado de mayoría por parte de los partidos de oposición.

Entonces, si se toma en cuenta que la reforma no trata de fomentar el unipartidismo o el bipartidismo, sino que trata de estimular el pluripartidismo y que la Cámara estará compuesta por 300 diputados de mayoría, resulta justa cifra, resulta justa la proporción de sesenta diputados de mayoría, que equivale exactamente a una quinta parte del total de los que estarán en la Cámara.

Sesenta diputados de mayoría, supera en mucho el tope de veinticinco diputados de mayoría que fija la ley actual, y además no restringe, como lo hace en la actualidad la ley en vigor, la posibilidad de obtener diputaciones minoritarias.

Todo esto echa por tierra la crítica, demuestra que la Iniciativa del ciudadano Presidente de la República, no es un simple enunciado político, que es una prenda de buena fe que se está entregando a todos los grupos y partidos políticos sin excepción, para promover la participación de los ciudadanos en aras de la solidaridad nacional.

Sexta crítica: Se hace consistir en que separa a los sectores en distritos plurinominales y distritos uninominales, como si el proceso electoral no fuese el único; también en este caso, la crítica carece de fundamentos. El proceso electoral es uno, pero los sistemas de elección son dos: los diputados de las mayorías son electos por las mayorías que les otorgan su confianza, los diputados de minoría son electos por las minorías. Esta regla tiene una explicación fundamental. Debe de tratarse igual a los iguales, pero a los desiguales debe de tratárseles en términos tales que quede compensada su desigualdad, a las minorías se les compensa su desigualdad con un sistema complementario del cual los partidos mayoritarios están excluidos. Ahora bien, en el plano distrital todos pueden contender bajo las mismas condiciones y con las mismas oportunidades, pero en el plano de las circunscripciones plurinominales, únicamente suelen participar, únicamente pueden obtener diputados de representación proporcional, los partidos minoritarios. Esto está de acuerdo con nuestra realidad política. No se trata de una limitación extralógica, es simple y sencillamante, señores del Partido Popular Socialista, un acto de justicia.

Séptima crítica: Dice el autor del voto particular que se ha puesto en la iniciativa especial cuidado de que los partidos minoritarios - así lo dice - los minoritarios, no rebasen las circunscripciones plurinominales.

Señores, es todo lo contrario: se ha puesto especial cuidado en que los partidos mayoritarios no se salgan de las circunscripciones distritales. La limitación para participar en las diputaciones de listas, no se impone a las minorías mientras sigan siendo minorías; en la medida en que las minorías dejen de ser minorías, perderán el derecho a participar en el reparto de las diputaciones regionales, precisamente para no lesionar los derechos de aquellos partidos que todavía sigan siendo de minorías. Por otra parte, la verdad es que la reforma no sólo no restringe la participación de los partidos

minoritarios, fuera de las órbitas plurinominales o regionales, sino que por el contrario les imponen la obligación de participar en las elecciones distritales. El artículo 54, en su fracción V, dice muy claramente: "Para obtener el registro de sus listas regionales, el partido político nacional que lo solicite deberá acreditar que participa en candidatos a diputados por mayoría relativa, en por lo menos la tercera parte de los 300 distritos uninominales". Su participación es, pues, un derecho, pero sobre todo, es una obligación; el cumplimiento de este requisito unido a la limitación de que hayan obtenido cuando menos el 1.5% de la votación total, evitará que participen verdaderos grupúsculos de presión o agrupaciones de carácter regional auspiciadas quizá por caciquismos todavía no extinguidos.

Además pondrá a salvo al ciudadano de la posibilidad de que su derecho de voto, quede calculado en una sola papeleta, pero sobre todo el partido minoritario que no participe cuando menos en cien escritos uninominales, el partido que rehuya el cumplimiento de su función hoy elevada a rango constitucional, de promover el voto ciudadano, el partido que trate de sabotear la elección predicando el abstencionismo, en el pecado llevará su penitencia; a ese partido no se dará ninguna concesión.

Octava crítica: por otra parte, dice, el voto particular que comento, que debió adoptarse en forma íntegra, en forma total, el sistema de representación proporcional, a éste me referiré más adelante, quiero antes de hacerlo, subrayar que hay otros aspectos, de gran interés para los partidos minoritarios, que sin embargo en el voto particular se subraya o se comenta muy superficialmente. Por ejemplo; el hecho de que para computar el uno y medio por ciento de la votación total que debe obtener un partido para tener derecho a asignación de diputados tomados de las listas plurinominales ya no se tomará en cuenta la totalidad de la votación, la fracción tercera del artículo 54, dice con mucha claridad; que el cómputo del uno y medio por ciento se hará sobre el total de la votación que se obtenga en cada circunscripción plurinominal. Esto también constituye un aliento para la participación política, de los grupos que hasta ahora se han mantenido rezagados.

Y el otro aspecto, que es el más importante, es el relativo al sistema para la asignación de curules a los candidatos que figuren en las listas plurinominales.

El sistema que se propone en la iniciativa es el de lista bloqueada y de voto simple. Es decir, serán los partidos políticos los que propongan sus listas de candidatos.

El elector votará por toda la lista, pero no tendrá derecho a colocar a los candidatos en determinado orden de preferencias.

El orden en que éstos serán preferidos lo determinarán precisamente los partidos políticos. Gran responsabilidad porque la concesión de esta facultad a los partidos políticos los obligará a ser cautos en la selección de sus candidatos y a ser sumamente cuidadosos al determinar el orden en que quedarán inscritos en sus listas, si no lo hacen así, si no depuran sus procedimientos internos, si no buscan fórmulas democráticas que garanticen que la conducta de los partidos políticos refleje la voluntad popular, entonces en gran parte estará frustrándose el espíritu de la reforma y ellos mismos, los partidos que a cada momento protestan contra el gobierno, los partidos que constantemente atribuyen sus problemas al Partido Revolucionario Institucional, serán los únicos y verdaderos responsables de su fracaso, serán los responsables del rechazo popular ante las urnas.

He dicho que la crítica principal que hace el voto particular que comento, no es otra que la de sostener la bien y respetable tesis del Partido Popular Socialista en el sentido de que debe implantarse íntegramente el sistema de representación proporcional, para ello argumentan que ésta es la norma básica que conocen y aplican los partidos en los países capitalistas más avanzados; no estamos de acuerdo con esta tesis, no defendemos el sistema de mayorías en toda su pureza, pero tampoco creemos que deba sustituirse por el sistema de representación proporcional; pasada la euforia del proporcionalismo, a principios de este siglo y a fines del anterior, ha ido paulatinamente perdiendo terreno, aunque es verdad que algunos países lo conservan; los autores que siguen comentándolo después de haberlo experimentado en sus países de origen, se muestran contrarios a su existencia; existe, a través de este sistema, el riesgo de que se deforme la opinión ciudadana y que se disgregue la intervención popular en los comicios. El proporcionalismo fue el puente que llevó al poder al nacional socialismo y al fascismo de ingrata memoria en la historia de la humanidad. También existe el riesgo de que las negociaciones a nivel dirigentes de partidos políticos substituyan en un momento dado la opinión de los miembros de esos partidos, y tergiversen la voluntad popular. Lo cierto es que ambos sistemas están en franca crisis; lo cierto es que el sistema de las mayorías ha conducido a resultados de sobrerrepresentación y el sistema de la representación proporcional ha atomizado la opinión ciudadana. Francia, que lo implantó, volvió al sistema mayoritario, aunque adoptando la doble vuelta electoral para que hubiera cierta proporcionalidad. La República Federal de Alemania combina también ambos sistemas, lenta pero invariablemente todos los países se inclinan hacia los sistemas mixtos y reservan la representación proporcional exclusivamente para las minorías.

En 1960 la Asamblea Parlamentaria Europea integrada por los seis países que formaban la Comunidad, se reunió para tratar sobre el problema de la adopción de un régimen electoral uniforme, y se manifestó por mayoría de votos, a proposición de Italia y Alemania, por la adopción de un régimen mixto, de un régimen que combinara el sistema de mayorías con el sistema de representación proporcional.

el sistema de mayorías con el sistema de representación proporcional.

En cuanto a nuestro país, señores, nuestra tradición se encuentra ligada al régimen de gobierno de mayorías y además es el sustento del régimen presidencialista, factor determinante de nuestra estabilidad política; una innovación como la que sugiere el voto particular que comento, tiene que rechazarse; la Revolución Mexicana no puede tranzar en cuestión de principios; la Revolución Mexicana no aspira a suicidarse.

Ya el diputado Andrade hizo algún comentario en relación con la crítica que también hace el Partido Popular a la intervención de la Suprema Corte de Justicia para resolver los problemas que se susciten por las impugnaciones de carácter electoral. No existe peligro, como lo dice el Partido Popular Socialista, desde el punto de vista político, ni acarreará esto contradicciones entre ambos poderes. Yo creo que ustedes están en un error, no es el único caso en que la Suprema Corte de Justicia interviene para decidir sobre los actos de autoridad provenientes de otro poder, ese es precisamente el mecanismo del amparo. Además, la inteligencia del principio de división de poderes no como una separación absoluta sino como un sistema de equilibrio y de colaboración nos explica la posibilidad de que intervenga también en este caso la Suprema Corte de Justicia.

Señores, el Partido Popular Socialista a través de su representante en las comisiones dictaminadoras, termina su voto particular con estas palabras que estimo pertinente repetir: "No hemos dejado de reconocer la trascendencia histórica de dicha reforma, pero tampoco de señalar con honestidad y espíritu constructivo sus limitaciones. Mientras la mayoría defiende intereses, nosotros defendemos principios. Lo primero, lo de las suficiencias y limitaciones he procurado modestamente que quede aclarado, pero en cuanto a lo segundo, en cuanto a la alusión que hace a las mayorías diciéndonos que defendemos intereses y no principios, debo manifestar que resulta increíble que un partido marxista ignore lo que son los intereses.

Señores, este primer acto de la reforma política propuesta a la nación por el Presidente López Portillo, se funda en los más altos principios de la civilización y la cultura.

Es históricamente, la concesión mas amplia y más realista que en nuestra patria se haya hecho en favor de la democracia.

Su aprobación, compañeros diputados, conviene a los intereses de la nación y si conviene a los intereses de la nación, conviene también a los intereses del Partido de las mayorías. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Se concede el uso de la palabra al diputado Soto Sánchez, en pro.

- EL C. Eugenio soto Sánchez: Con la venia de la Presidencia, honorable Asamblea:

Pertenezco a un partido político de hondas raíces revolucionarias, que representa las mejores causas históricas de México, que esta firmemente convencido de que, en la actualidad, tiene plena validez y definitiva trascendencia histórica, lo hecho por el maderismo y la Constitución de 17, que piensa que los naturales conflictos de pensamiento e intereses propios de una sociedad en evolución como la nuestra, deben ser encauzados en términos democráticos, el que la marcha del país es hacia adelante, hacia el progreso de la libertad, hacia la transformación positiva de la sociedad y el mejoramiento integral de todos los mexicanos, y que la ruta de México está trazada por nuestra propia experiencia histórico - política, así como que habremos de continuar por este proceso de cambio y desarrollo mientras nuestra norma siga siendo la ideología de nuestros grandes movimientos sociales.

Pertenezco y hablo en nombre de la diputación del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, que constituye el celoso guardián de los principios originales de la Revolución y que actúa permanentemente, para que se mantenga la vigencia de esos principios originales, así como para que los gobiernos emanados de la Revolución se inspiren en ellos y actúen en consonancia.

Vigilamos las formas que se emplean para resolver las cuestiones y problemas desde el punto de vista eminentemente nacional, para que se realice la obra de gobierno con la peculiaridad y originalidad, con la actitud de avanzada revolucionaria de la que los constituyentes de Querétaro nos dieron ejemplo.

Hablo en suma, en nombre del Partido que no admite desviaciones en la magna obra de la Revolución y que entiende cabalmente que los principios originales por los que ofrendaron su vida más de un millón de mexicanos, son la libertad, la paz, la democracia, la efectividad del sufragio, la no reelección y la justicia, la auténtica justicia social.

Para nosotros votar en contra del dictamen de la iniciativa de reforma política que nos ocupa, constituye lisa y llanamente, un atentado contra el pueblo y hay que recordar que en los atentados contra los pueblos hay dos culpables, el que se atreve y los que permiten, el que emprende el ataque directo o disfrazado y los que permiten ese ataque, el que usurpa y los que abdican. Nosotros, igual que siempre, asumimos nuestra responsabilidad y aprovechamos el compromiso, nos definimos con toda claridad y estamos del lado de la Revolución, de las instituciones, de la legalidad, de la democracia, estamos como siempre: Del lado del pueblo de México.

En México siempre se ha hecho eco la palabra que entraña la verdad revolucionaria, sólo ella conmueve los ánimos, despierta las conciencias dormidas, mantiene latente el fuego del patriotismo de nuestro pueblo y le da fuerza, valor y decisión para seguir construyendo una patria mejor; y para fortalecer, día con día, nuestras instituciones democráticas pilares de la nación mexicana.

Por esta razón fundamental, porque José López Portillo hace uso del lenguaje de la verdad revolucionaria, porque ha demostrado que entiende que los constituyentes de 1917,

nos señalaron con toda claridad el camino que debemos seguir para crecer y progresar en la libertad, porque comprende que Revolución y Constitución se complementan y se explican y porque saben, al igual que nosotros, que en Querétaro, en 1917, se trocó la violencia en ley al convertirse en normas los ideales por los que lucharon los mexicanos y con ello encontró México su camino de paz y grandeza. El PARM lo entiende y lo respalda en este gigantesco esfuerzo por perfeccionar nuestro sistema político, por vigorizar nuestra vida democrática, y por seguir haciendo con ferviente y apasionado patriotismo, la Revolución dentro de la Constitución.

Entrando de lleno al análisis de la Iniciativa de Reforma Política enviada por el Ejecutivo a esta H. Cámara de diputados, es fácil percatarse que la misma se propone enriquecer, asegurar, revitalizar y salvaguardar la democracia mexicana, para que de esta manera le demos mayor fuerza y contenido al sufragio popular.

Es así como encontramos que la Reforma propuesta al artículo 6o. constitucional establece que la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público; el derecho a la información será garantizado por el Estado.

Establece la manifestación de las ideas que desde los orígenes de nuestra vida institucional se ha procurado mantener incólume frente a las asechanzas de sus enemigos naturales, la dictadura en el aspecto político, el fanatismo en el campo de la conciencia individual y en lo material, el predominio económico e ilegítimo. Garantizado el derecho a la información por parte del Estado, a través de las salvaguardas de los derechos individuales, complementa la brillante reforma llevada a cabo por el señor licenciado Luis Echeverría Alvarez en el régimen anterior, de permitir el acceso a los partidos políticos nacionales, a los medios de comunicación masiva como son la radio y la televisión, ya no en forma temporal, sino permanente, a fin de imbuir en el espíritu y conciencia de los ciudadanos el conocimiento de los fenómenos políticos, y su propia realidad.

Asimismo, como lo prevé el artículo 41, la constitucionalización de los partidos políticos nacionales mantiene incólume el espíritu de la Revolución Mexicana y del Congreso Constituyente de 1917, al elevar al rango Constitucional el derecho de información, el de asociación y manifestación de las ideas. Dicha norma alcanza un avance general de garantía social para el ciudadano, como en su época lo fueron los artículos 27 y 123 constitucionales.

Asimismo, considero que el derecho de asociación y reconocimiento de los partidos políticos con la presente reforma, garantiza la concurrencia en forma lícita de las ideas y corrientes filosóficas que existen en nuestra República, dentro de un marco de libertad e igualdad que darán a la democracia su más alta expresión, lo que constituye la satisfacción del principio democrático que tanto anhela el pueblo de México y por el que lucha, cotidianamente.

La propuesta del Presidente López Portillo, responde así a las necesidades actuales de un pueblo inconforme, de un pueblo que quiere ser oído, que quiere que sus puntos de vista, ideas, angustias, necesidades y anhelos sean tomados en consideración al dictarse las decisiones fundamentales, aunque quiere que se le respete como tal. Así como en el congreso Constituyente se plasman esos principios, esos mismos anhelos a nivel de sus época, ahora la presente iniciativa es congruente con ese espíritu a través del constituyente permanente, que estará en condiciones de reformar, modificar y adicionar nuestra Constitución para tal efecto.

En la Iniciativa de Reforma de los artículos 51 al 54 constitucionales, se plantea en la integración de la Cámara de Diputados, como representantes de la nación, un aumento determinado de éstos, siguiendo un sistema de distritos electorales uninominales y plurinominales, éstos por el principio de la representación proporcional con lo que obtiene una mayor representatividad de los ciudadanos, en la Cámara de Diputados y se aumenta el incentivo para los ciudadanos al depositar su voto, ya que tiene la seguridad de que las más diversas corrientes de expresión y los grupos pequeños que manifiesten su sentir, inconformidad e ideología podrán intervenir debidamente legitimados a defender sus ideas, expresándolas y buscando la constitución de sus propios objetivos.

Esta reforma contiene en sí misma una propuesta que fue voz de mi partido y que se encuentra acorde con los anhelos de la ciudadanía de canalizar a nivel de institución sus inquietudes y a través de nosotros.

El licenciado José López Portillo, sigue considerando al igual que el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, como lo demuestra en la práctica cotidiana, la validez del movimiento maderista, la actualidad del movimiento revolucionario, la vigencia del espíritu y principios fundamentales de los constituyentes de Querétaro.

Como la política es una ciencia de observación y de experiencias fundamentalmente y congruentes con la legislación actual que establece que la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo, el poder soberano en forma indivisible, exclusiva y absoluta, está por encima de los poderes instituidos que el mismo pueblo se ha dado.

La soberanía nacional tiene a su más alta institución de representatividad en el Poder Legislativo, y siendo sus miembros altos funcionarios de la Federación, el Jefe del Ejecutivo se preocupa por que esta investidura esté debidamente garantizada, devolviéndole al fuero constitucional su fuerza y dignidad, garantizando su actuación y haciendo extensivo el fuero al recinto mismo en que sesionen, con su respeto e inviolabilidad.

Asimismo, congruente el Ejecutivo de la Unión con los ideales revolucionarios y el espíritu del Presidente Mártir, don Francisco I.

Madero, adopta en el proyecto, en su artículo 73 por la pureza del sufragio y la más amplia intervención ciudadana, el referéndum y la iniciativa popular, instituciones características de los regímenes democráticos que presuponen una amplia facultad para la ratificación o desaprobación de las leyes y que entraña la existencia de un gran espíritu ciudadano y el consiguiente interés por los asuntos públicos. El artículo 97 constitucional se reforma en su tercer párrafo, reconociendo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación podrá intervenir como tribunal de derecho y a petición de parte y de oficio, en la investigación de los hechos que a su juicio constituyan violación del voto público o que pongan en duda la legalidad de una elección , lo que constituye también un importante avance en el proceso democrático de México. Igualmente y con una depurada técnica legal, así como honda sensibilidad sobre la realidad política de México, sirvió de pauta la tesis del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, para que se considerara como urgente e inevitable, atendiendo a una mayor participación y a una verdadera competencia política a nivel nacional, el registro automático de los partidos políticos reconocidos en las distintas entidades federativas, con la finalidad de que puedan concurrir a las contiendas electorales todo ello en ampliación de la participación democrática.

Punto muy importante de mencionar, es la reforma del artículo 60 de la Iniciativa, que se refiere a la calificación de la elección de los miembros de la Cámara de Diputados erigidos en Colegio Electoral, por su marcado espíritu de justicia y de imparcialidad que denota en la composición de dicho cuerpo colegiado, es evidente que con el sistema de selección e integración de los miembros del Colegio Electoral, se evitarán las designaciones e intervenciones por simpatías o compromisos políticos. quedando sujetos a la determinación, sí, de una simpatía y de un solo compromiso: el contraído con el pueblo y para con el pueblo, ya que los integrantes serán precisamente los que hayan sido favorecidos de manera directa y en escala decreciente por el voto popular emitido en las urnas el día de la elección. Esto entraña e implica el acrecentamiento de la confianza popular, la garantía de que se respetará el voto y la pureza, conllevando además, la enorme ventaja de que así se podrá combatir de manera implacable el abstencionismo tan negativo en la práctica democrática mexicana.

En cuanto a la adición de la Iniciativa de la fracción III del artículo 115 constitucional, encuentra eco oportuno la proposición de mi Partido; cabe reconocer que es experiencia reiterada nuestra el constar las dificultades y obstaculización al contender electoralmente a nivel municipal, porque tanto autoridades menores del municipio como autoridades estatales, venían impidiendo la integración de los municipios libremente, no obstante lo cual el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana ha pugnado siempre en dicha entidades políticas, por el respeto al voto, por que respete la participación partidista y la realidad nos demuestra que esa lucha y esa pugna se han materializado y patentizado con el logro y conquista de triunfos electorales en varios municipios de nuestra República, por eso, señores, seguiremos luchando , ya que el municipio libre es la base de toda organización política y democrática de nuestro sistema representativo y revolucionario; con la reforma en estudio dicho modelo de organización político tendrá un libre juego democrático, una mayor participación y una más amplia representación, todo lo cual, a nivel de basamento, de estructura primaria pero fundamental, políticamente hablando, fortalecerá y enriquecerá la práctica democrática.

Por lo tanto, con base y fundamento en lo anteriormente expuesto, convencidos del espíritu justiciero del Presidente de México, de la alta inspiración que tuvo para adecuar las necesidades actuales y futuras de la participación ciudadana, en la vida política y que son la manifestación de la permanencia de los principios inmanentes de la Revolución Mexicana, subsumidos en nuestra Carta Magna y fielmente interpretados por el maestro Jesús Reyes Heroles, Secretario de Gobernación, la diputación Parmista apoya y aprueba en los general el Dictamen relativo a la Iniciativa de Reforma Política en cuestión, porque es fiel al principio democrático que quiere el pueblo de México y porque estamos convencidos que las leyes secundarias permitirán lograr el anhelo lo que motivó dicha Iniciativa y que dará resultados positivos para integrar de una manera genérica, con la amalgama de las corrientes de opinión, criterios, anhelos y puntos de vista de todos los sectores de México, una mayor soberanía nacional.

Ya para finalizar, quisiera que no olvidáramos que estamos aquí por voluntad del pueblo, no para hacer obra de partido, sino para hacer obra de patria. Que la revolución se ha hecho no en beneficio de unos cuantos, sino en beneficio y bienestar de todo el pueblo de México y hay que subordinar a este gran interés colectivo, nuestros intereses parciales; hay que saber elevarse hasta el derecho de todos, hasta el respeto recíproco, hasta la solidaridad nacional. Debemos pensar siempre, mientras estemos aquí, compañeros diputados, que no tenemos frente a nosotros leyes efímeras de la legislatura transitoria, sino que estamos conociendo de leyes y reformas a esta ley trascendental y majestuosa que es la Constitución y que nuestra Carta Magna debe salir de nuestras manos con las reformas y adiciones que hoy debemos aprobar como panoplia gloriosa en la que nuestro pueblo encuentre espadas contra todos los despotismos, arietes contra todas las injusticias y escudos contra todas las tiranías. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el diputado Pericles Namorado Urrutia.

El C. Pericles Namorado Urrutia: Con la venia de la señora Presidenta, ciudadanas y ciudadanos diputados, respetable auditorio:

Las Reformas Constitucionales, y lo digo a conciencia, las reformas constitucionales promovidas por el ciudadano Presidente de los

Estados Unidos Mexicanos, sometidas a la consideración de esta honorable Asamblea, ponen de manifiesto, ante todas las cosas, la sensibilidad política que le ha permitido al Primer Magistrado de la República, la consolidación cotidiana de la confianza popular; pero, lo que es más importante, para el progreso del país, pone de manifiesto su capacidad dialéctica para distinguir la utopía de la realidad, y para comprender la probable y lo posible, y su habilidad de gobernante, para evitar que la República naufrague en el subjetivismo reaccionario que pretende detener los cambios positivos, y el infantilismo contrarrevolucionario, que pretende ir más allá de las transformaciones necesarias y oportunas, violentando sin pudor las leyes objetivas que rigen el desarrollo lógico de nuestra sociedad.

Desde los albores del pensamiento filosófico, quedó afirmado el principio del devenir constante como la ley suprema que rige a todo cuanto existe. Todo cambia, nada permanece. Todo es y deja de ser siendo. La realidad se transforma; las fuerzas sociales vencen y son vencidas en duelos constantes y fatales, pero la regla áurica que aún rige el cambio constructivo, sigue siendo la conservación racional de lo adquirido y el avance calculado; ni el misoneísmo que sueña con los primores del pasado, ni el snobismo que pone el peligro el porvenir. Vale la pena a veces, poner plomo en las alas, sobre todo cuando está en juego la estabilidad del presente, con sacrificio conseguido; pero sobre todo el esplendoroso porvenir que pensamos heredar a nuestros hijos.

El Presidente López Portillo está promoviendo, y la reforma política que ahora nos ocupa es sólo una pieza maestra del plan de transformación integral de la sociedad mexicana, reformas oportunas, profundas, realistas, a las que interesan los resultados eficaces, no los efectivismos ilusorios.

La reforma política tiene que hacer paulatinamente; los planteamientos teóricos deben ser confirmados por la práctica, e ir demostrando su fortaleza ante la presión de los hechos sociales; debe ser llevada al cabo con prudencia, aunque los impacientes se rasguen las vestiduras, porque es la condición sine qua non de otras reformas, necesarias para llegar al mejor disfrute de una vida política, donde nada coarte la libertad para las libertades, en donde haya justicia para la justicia, y ámbito para la realización íntegra de la democracia social.

La reforma dinámica que ha propuesto el Presidente López Portillo, a mi entender fluye por tres vertientes hacia otros tantos propósitos fundamentales: La constitucionalización de los partidos políticos; la democratización más efectiva del sistema electoral, y, dar a la Cámara de Diputados la oportunidad para que extreme sus responsabilidades en el cumplimiento de sus importantísimas funciones, como depositarias de la representación popular.

Aquí se han examinado con prolijidad algunos de estos temas, con la generalidad que amerita el examen de la opinión de las comisiones, en el estado que nos hallamos para considerarlo.

Voy a limitar mi intervención, y a examinar la importancia política del primero de aquellos objetivos: Los partidos políticos constituyen un elemento fundamental para el funcionamiento de las democracias contemporáneas; nacieron en el momento histórico en que fue imposible seguir difiriendo la participación popular en el proceso de las decisiones políticas; después se afirmaron, consolidaron y se hicieron indispensables en la evolución hacia los regímenes parlamentarios, o sea, aquellos en que el gobierno es responsable ante los electores de la nación; y durante la primera etapa de su vida, los partidos políticos quedaron circunscritos al ámbito parlamentario. En el transcurso de este siglo 20, lo rebasaron cambiando de tal modo las reglas del juego, que ahora, los grupos parlamentarios vienen a ser en la práctica la vanguardia combativa de los partidos.

La palabra "Partido" etimológicamente deriva de la palabra "parte", pars pro toto que decía Robert Michels. Parte para el Todo. Y, aunque el vocablo a lo largo de su tradición histórica se haya utilizado para designar agrupamientos accidentales, las facciones o clientelas personales, lo que hoy se puede designar como partido político, surgió con el cambio profundo que trajo consigo la derivación del estado libre hacia la democracia política. Sólo entonces aparecieron los partidos.

En el siglo que corre, han venido a ser factor esencial de comunicación entre las sociedad y el Estado. Los ideólogos que durante el siglo 18 prepararon el advenimiento de las revoluciones democrático-burguesas, concibieron al pueblo como una categoría política indivisible para poder destruir el sistema feudal organizado sobre el principio de las más ominosa desigualdad.

Los regímenes liberales concibieron al Estado como institución destinada a subsistir a la sociedad como tal, a través de las elecciones de representantes en los Parlamentos, a fin de que pudiera discutirse en el seno del Estado, con sujeción a las reglas del derecho y de la mayoría, cuál habría de ser la voluntad de la colectividad incorporándola a la ley como norma obligatoria.

La sociedad quedaba representada por una élite escogida en razón de la amplitud de la fortuna o de la formación intelectual, de modo que la decisión general estaba muy lejos de expresar la voluntad auténtica de las grandes mayorías; esos representantes sin más gestión que su razón individual, se convirtieron en portavoces de todo lo nacional y no de sus electores. Eran los diputados que en el seno del parlamento al agruparse con sus líderes para discutir las eventualidades de la actividad gubernativa, dieron margen al nacimiento de los grupos políticos y de las fracciones parlamentarias .

Sus diferencias "no eran aún fluidas, filosóficamente poco consolidadas y socialmente poco agudas", pero habían dado un paso definitivo hacia la formación de los partidos en el terreno de los hechos concretos. Aunque a la distancia del tiempo nos parezca inconcebible, los padres de la teoría liberal

mantuvieron una oposición contumaz a los partidos políticos, porque a su juicio, cualquier forma organizada y permanente de asociación política, sólo servirá para debilitar a la nación con el peligro de subsistir al "gobierno racionalista nacional", por un gobierno de fracciones. Fue Edmund Burke, quien por vez primera dijo en 1775: "Sabemos que los partidos son indispensables en un país libre", Fue Burke, crítico inglés de la Revolución Francesa, el primero en concebir a los partidos políticos como elemento esencial para asegurar la continuidad de un sistema, basado en el equilibrio de cierto pluralismo ideológico.

No es del caso, señoras y señores diputados, hacer la historia ni siquiera sucinta de los partidos políticos, pero los antecedentes relatados permiten explicar su tardía aparición en nuestro país.

La nación mexicana si bien quedó organizada jurídicamente en 1857 como una república federal, representativa y democrática, no tuvo oportunidad de desarrollar sus fuerzas potenciales bajo el agobio de la rapiña interna y la zozobra de la agresión extraña. La norma, la filosofía de gobierno -si así puede llamarse- que postuló menos política y más administración, creó una paz ficticia y oropelesca bajo cuya superficie, víctima de sus contradicciones se gestó la extraordinaria trepidación social de 1910.

Cuando nubarrones de tormenta ensombrecían el cielo de México y un huracán estaba a punto de barrer los confines de la patria, la voz de Justo Sierra se elevó admonitoria, advirtiendo al dictador y a su corte de científicos que a lo largo de 35 años se había avanzado ciertamente en el plan de las realizaciones materiales; pero nada se había avanzado en el campo de las realizaciones políticas; no existía en el país ni la sombra remota de un partido político que lo fuera por la conjugación de su permanencia y su programa, de su ideología y su organización. Al cabo de la lucha armada, proliferaron a los largo y a lo ancho de la República una serie de partidos de clientela con programas difusos y actividades eventuales aun aquellos que tuvieron amplitud regional o nacional fueron limitados en sus perspectivas y parcos en su acción.

El fundador del Partido Nacional Revolucionario dijo a la nación, el 1o. de septiembre de 1928, que había hechos y factores que ayudarían a conseguir que México entrara de una vez por todas en el campo de las instituciones y de las leyes, con el establecimiento de normas para regular nuestra vida política de reales partidos nacionales orgánicos. Y con clara visión del futuro de la patria, señalaba que algún día las Cámaras del honorable Congreso Federal escucharían en sus recintos la voz de aquellos que, profesando ideas contrarias a la Revolución, vendrían a negar a la Revolución, a pretender injuriar a la Revolución, sin entender que las grandes mayorías de México no caen en la trampa de la provocación y que las grandes mayorías de México siguen sosteniendo los principios torales de la Revolución Mexicana. (Aplausos.)

Un ideólogo lúcido del Partido Revolucionario Institucional ha dicho con estricto apego a la verdad: "que si en el siglo pasado quienes se enfrentaron profesando diversas ideas, no encontraron por tosudez de quienes no querían perder privilegios o porque quizá era imposible la fórmula para la convivencia de los distintos credos o modos de pensar, si en el siglo pasado no pudo implantarse la fórmula para que la sociedad plural existente fuera representada políticamente, nuestra Revolución, siendo el pensamiento de las grandes mayorías, ha encontrado en el respeto a las libertades y en la representación política de las minorías, fórmulas firmes para coexistencia y convivencia pacífica y constructiva de los diferentes modos de pensar". Hemos entrado definitivamente a la etapa de los partidos políticos. La Reforma propiciada por el Presidente López Portillo favorece, quiérase que no, una mayor participación ciudadana, una más amplia participación de las diversas tendencias ideológicas o políticas, un pluripartidismo sano que asimismo debe precaverse de la ingerencia nociva de grupos eventuales o de grupos de presión que al fragmentar la opinión pública, alejen el consenso armónico y acentúen el carácter conflictual de nuestra sociedad.

El Presidente López Portillo ha dicho: "Tenemos una larga experiencia de gobierno mayoritario, nuestra experiencia, empero, es corta en cuanto a la representación política de las minorías. Tomen las minorías conciencia de su responsabilidad, acrecienten con su esfuerzo la experiencia histórica de México; los partidos políticos se enfrentan a este gran dilema, si sólo pretenden la transformación subjetiva de la sociedad de su vida será efímera y su acción intrascendente, pero si lo que persiguen es la transformación objetiva y profunda de aquélla, deben acerar su voluntad para la lucha, procurando al través de la bondad de sus programas conmover y motivar el alma nacional Hagan las minorías lo suyo, vertebren una oposición orgánica y déjennos a nosotros, quienes tenemos con legitimidad el voto de las grandes mayorías populares, hacer lo que nos toca, hacer lo que nos corresponde: llevar en lo alto las oriflamas de nuestro partido y no permitir que nos arranquen de ellas la razón histórica y la razón política, que sustenta a nuestro organismo, el Partido Revolucionario Institucional. (Aplausos.)

Al dar a los partidos políticos la categoría jurídica de entidades de interés público como lo son el sindicato o el ejido, el Estado adquiere la obligación de asegurar las condiciones para su desarrollo y de propiciar y suministrar el mínimo de elementos que requieran en su acción destinada a recabar la elección ciudadana.

La constitucionalización de los partidos políticos tiene por objeto dar cauce a una necesidad institucional; así lo ha entendido el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos en su Iniciativa, que rebasa la simple referencia tangencial de la fracción IV del artículo 54 de nuestra Carta Magna definiendo su función y su finalidad. Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del

pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y, como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan mediante el sufragio universal libre y secreto.

Esta reforma pone de manifiesto la capacidad de respuesta de nuestro orden jurídico a los requerimientos de nuevas instituciones, cuando éstas son necesarias y oportunas.

Por lo demás, como lo han dejado establecido en su dictamen las Comisiones de Estudios Legislativos y Puntos Constitucionales, ha servido para legitimar la compatibilidad y delimitar con el señalamiento de su naturaleza y de sus elementos peculiares, el ámbito estructural de la asociación política y del partido político nacional.

Tomemos conciencia de esta realidad. Más allá de las críticas con las que todos los días, a lo largo y a los ancho del mundo se pretende fulminar la existencia de los partidos políticos o su actuación, no han aparecido otros mecanismos políticos capaces de articular y desempeñar las funciones de aquéllos en la realidad cotidiana de la vida comunitaria.

No se otea en el futuro inmediato la presencia de soluciones que permitan la aparición de instrumentos políticos que por su eficacia substituyan a los partidos en la expresión y defensa de la diversidad de intereses, opiniones e ideologías que se gestan y medran en un medio abonado por la composición de una sociedad plural.

Lo previsible es, que ante la emergencia de problemas inéditos y nuevos, nuevos partidos surjan proponiendo nuevas soluciones, y, sin embargo, no podrán prescindir de apoyarse en una concepción del ser y de la vida del hombre y de la sociedad.

Los partidos políticos no sólo deben dar respuesta a los problemas materiales: también, y muy especialmente, deben dar respuesta a los principios morales que reclama la sociedad.

Si es difícil hacer la historia del pasado, más difícil es hacer la historia del porvenir.

Lo único que cabe decir es que "el porvenir depende estrictamente de la acción humana, de la convicción de los hombres, de su mentalidad, de su sentido de responsabilidad y de su coraje en la lucha cotidiana".

Los padres de nuestro constitucionalismo nos dieron organización y estructura jurídica y política, porque elevándose sobre sus disensiones, pudieron ponerse en un acuerdo fundamental.

Yo exhorto a los señores diputados que sobre nuestras disensiones, disensiones útiles. disensiones necesarias porque entendemos a la democracia como un régimen fundado en la disensión. mantengamos un acuerdo en lo fundamental: y que discutido con la amplitud que ha sido, teniendo la razón política en la cabeza, y la emoción patriótica en el corazón, votemos con júbilo y entusiasmo, aprobando el dictamen de las comisiones, que da paso a las reformas constitucionales, propiciadoras de la reforma política, que ha enviado a esta representación nacional el patriota Presidente de México, José López Portillo. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Consulte la Secretaría a la Asamblea si se considera suficientemente discutido el dictamen en lo general.

El C. Secretario Alberto Rodríguez Gutiérrez: En votación económica se pregunta a la Asamblea si considera suficientemente discutido el dictamen en lo general. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Suficientemente discutido.

Se va a proceder a recoger la votación nominal en lo general.

(Votación.)

- El mismo C. Secretario: Se emitieron 191 votos en pro y 17 en contra. Aprobado el dictamen en lo general. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Está a discusión en lo particular el proyecto de Decreto, los diputados que deseen impugnar algún artículo sírvanse reservarlo.

El C. Ramón Garcilita Partida: Entonces, reservamos los artículos del Decreto, 3o., 4o., 5o., 6o., 10, 11, 13, 14 y 15.

- La C. Presidenta: ¿Algún otro diputado que quiera reservar los artículos a discusión?

- EL C. Jesús Luján Gutiérrez: Sí. Los artículos 5o., 6o., 7o., 8o., 9o., 10, 11, 13, 14, 15, y artículo primero y segundo de transitorios.

PROPOSICIÓN

- La C. Presidenta: Habiéndose anotado ya los artículos que se han reservado los diputados del Partido Acción Nacional y del Partido Popular Socialista, y con el objeto de que la discusión en lo particular se lleve en la mejor forma posible, me permito proponer a la Asamblea que dicha discusión se realice en la siguente forma: jueves 20 de octubre, 2o., 3o., 4o. y 5o., del proyecto de Decreto; viernes 21 de octubre, los artículos 6o., 7o., 8o., y 9o., lunes 24 de octubre, 10, 11 y 13; martes 25 de octubre, artículos 14, 15 y primero y segundo transitorios del proyecto de Decreto.

Ruego a la Secretaría haga la consulta reglamentaria.

- La C. prosecretaria Lucía Betanzos de Bay: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica, se pregunta a la Asamblea si acepta que la discusión en lo particular se lleve a cabo en la siguiente forma:

Jueves 20 de octubre, artículos 2o., 3o., 4o., y 5o. del proyecto de Decreto. Viernes 21 de octubre, artículos 6o., 7o., 8o. y 9o. del proyecto de Decreto.

Lunes 24 de octubre, artículos 10, 11 y 13 del proyecto de Decreto. Martes 25 de octubre, artículos 14, 15 y primero y segundo de transitorios.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada la proposición.

- La C. Presidenta (a las 14:15 horas): En consecuencia, se levanta la sesión y se cita para la próxima, que tendrá lugar mañana jueves 20 de octubre, a las 10 horas, para la discusión de los artículos 2o., 3o., 4o. y 5o.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"