Legislatura L - Año II - Período Ordinario - Fecha 19771108 - Número de Diario 27

(L50A2P1oN027F19771108.xml)Núm. Diario:27

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II México, D. F., Martes 8 de noviembre de 1977 TOMO II. - NÚM. 27

SUMARIO

SUMARIO

Apertura

Orden del Día

Acta de la sesión anterior. Se aprueba

OFICIO DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

Comparecencia del Secretario de Comercio

El C. Secretario de Gobernación comunica que el C. Presidente de la República ha dado su autorización para que el C. licenciado Fernando Solana Morales comparezca ante la Cámara de Diputados e informe sobre la Política de Comercio Interior del Gobierno de la República. De enterado

INICIATIVA DEL EJECUTIVO

Características de las Nuevas Monedas

Decreto que reforma el que señala las características de las nuevas monedas de diez pesos y de las nuevas monedas de veinte y diez centavos. A las Comisiones correspondientes e imprímase

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Homenaje a Aquiles Serdán

Proyecto de Decreto que determina se realice una sesión solemne de Congreso General, para rendir homenaje a Aquiles Serdán, el día 8 de noviembre, con motivo del centenario de su natalicio. Segunda lectura. El C. Miguel Molina Herrera, a nombre de la Comisión Dictaminadora solicita, en virtud del intenso trabajo que está realizando la Cámara de Diputados, se posponga este homenaje para el día 15 de los corrientes. Se aprueba la solicitud. Pasa el proyecto de Decreto con la modificación aceptada, al H. Senado

Comparecencia del C. Secretario de Comercio

Una Comisión de diputados introduce al Salón al C. licenciado Fernando Solana Morales, para cumplimentar el Acuerdo aprobado por esta Cámara el día 3 de los corrientes

Exposición del C. Secretario de Comercio

En el uso de la palabra el C. licenciado Solana Morales, da lectura a una exposición, motivo de su presencia ante este Cuerpo Legislativo

Consideraciones

Para expresar sus puntos de vista sobre el particular, hacen uso de la Tribuna los CC. diputados Héctor Ramírez Cuéllar, Pedro González Azcuaga, María Elena Alvarez de Vicencio y Enrique Ramírez Ramírez, uno por cada Partido representado en esta Cámara

La Presidencia manifiesta que en virtud de que la comparecencia no ha concluido, ya que varios diputados han manifestado el deseo de formular al señor Secretario de Comercio algunas preguntas, ruega atentamente al licenciado Solana Morales comparezca de nuevo el día de mañana, a las diez horas

Homenajes

La C. Marcela Lombardo de Gutiérrez, usa de la palabra para referirse a la Revolución Socialista de octubre de 1917, en la URSS, con motivo del 60 aniversario de su iniciación. El C. Presidente informa de la presencia en el Recinto de la diputada por Ucrania al Soviet Supremo, que viene acompañada de un grupo del Consomol, juventud del Partido Comunista de Rusia

A su vez, el C. Carlos Rubén Calderón Cecilio hace una remembranza del mártir Felipe Carrillo Puerto, fundador del Partido Socialista de Yucatán, en ocasión del 103 aniversario de su natalicio

Comentarios

De la Presidencia, sobre el particular, señalando la coincidencia por haber escuchado en esta sesión, rendir homenaje

a la Revolución Socialista de octubre de 1917 y al patricio mexicano Felipe Carrillo Puerto, desde diferentes puntos de vista, pero coincidentes en la época, la palabra socialismo. Termina. enviando a todos los miembros del Soviet Supremo un saludo de los diputados mexicanos, por conducto de la diputada Nina Petrovna

Orden del Día

Se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. VICTOR MANZANILLA SCHAFFER

(Asistencia de 186 ciudadanos diputados.)

APERTURA

El C. Presidente (a las 10:20 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. prosecretario Miguel López Riveroll:

"Segundo Período Ordinario de Sesiones. 'L' Legislatura.

Orden del Día

8 de noviembre de 1977.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Oficio de la Secretaría de Gobernación

Por el que se autoriza al licenciado Fernando Solana Morales, Secretario de Comercio, Para que comparezca ante la H. Cámara de Diputados.

Iniciativa del Ejecutivo

De Decreto que Reforma el que señala las característica de las nuevas monedas de diez pesos y las nuevas monedas de veinte centavos y diez centavos. Dictamen a Discusión

De la Comisión de Programación Cívica y Actos Especiales con proyecto de Decreto relativo a la proposición de la Diputación Federal por el Estado de Puebla, para que se celebre una sesión solemne de Congreso General en homenaje al prócer poblano Aquiles Serdán Alatriste, con motivo del centenario de su natalicio.

Comparecencia del C. licenciado Fernando Solana Morales, Secretario de Comercio ."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- El C. secretario Alberto Ramírez Gutiérrez:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día tres de noviembre de mil novecientos setenta y siete.

Presidencia del C. Víctor Manzanilla Schaffer.

En la ciudad de México, a las once horas y quince minutos del jueves tres de noviembre de mil novecientos setenta y siete, con asistencia de ciento ochenta y ocho ciudadanos diputados, la Presidencia declara abierta la sesión.

Lectura del Orden del Día.

Sin discusión se aprueba el Acta de la sesión anterior, verificada el día veintiocho de octubre próximo pasado.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

El C. Oscar Flores Tapia, Gobernador Constitucional del Estado de Coahuila, suscribe atenta invitación al acto en el cual rendirá el segundo informe de su gestión administrativa, que tendrá lugar el día 15 de los corrientes.

Para asistir a dicho acto en representación de esta Cámara de Diputados, la Presidencia designa en Comisión a los CC. diputados José de las Fuentes Rodríguez, Carlos Ortiz Tejeda, Fernando Cabrera Rodríguez y Julián Muñoz Uresti.

La Secretaría da lectura al informe que manifiesta el número de expedientes tramitados durante el mes de octubre pasado por las Comisiones de trabajo de esta Cámara de Diputados. Insértese en el Diario de los Debates.

La H. Colegisladora remite ocho Minutas con sendos proyectos de Decreto, por los que se autoriza a los CC. Roberto de Lamadrid Romandía, Refugio Pacheco de López Portillo, Maritza Velasco, Sergio Romano Nolk, Rafael Tovar y de Teresa, Mariano Lemus G., Marcelino Mendoza Jardines y Gustavo Izunza Olivares, para que acepten y usen la condecoración que les confiere el Gobierno del Reino de España. Recibo y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

Solicitud suscrita por la C. María Hilda Guzmán Vega, para que se le conceda el permiso constitucional necesario para prestar servicios como secretaria en el Consulado General Norteamericano, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Recibo y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

Dictamen con proyecto de Decreto emitido por la Comisión de Permisos Constitucionales, por el que se concede permiso al C. licenciado Carlos Eduardo Moncada Mendoza para que pueda aceptar y desempeñar el cargo de

Vicecónsul de la República de Finlandia, con jurisdicción en las ciudades de Tijuana, Mexicali y Ensenada, Baja California, con sede en la primera de las ciudades citadas. Primera lectura.

Dictamen con proyecto de Decreto emitido por las Comisiones unidas de Estudios Legislativos y Primera de Trabajo, que adiciona la fracción XIII del Apartado "A" del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Primera lectura.

La Comisión de la Defensa de la Economía Popular presenta un dictamen que concluye con un punto de Acuerdo, a fin de que, con base en el artículo 93 constitucional y 53 del Reglamento Interior del Congreso, se invite al C. licenciado Fernando Solana, Secretario de Comercio, para que comparezca ante esta H. Cámara de Diputados y exponga la Política Interior del Gobierno de la República. Segunda lectura.

A discusión el punto de Acuerdo, no habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se aprueba.

La Presidencia acuerda se gire atento oficio al C. Secretario de Gobernación, solicitándole sea el conducto para recabar del C. Presidente de la República, la autorización correspondiente, a efecto de que el C. Secretario de Comercio comparezca ante esta Representación Nacional el día 8 de los corrientes, a las once horas.

El C. Ildefonso Reyes Soto, en nombre de la Diputación del Partido Popular Socialista, presenta y da lectura a una proposición a efecto de que esta Cámara eleve una moción ante la Organización de las Naciones Unidas, en el sentido de que su Comité Especial de Descolonización, tome las decisiones suficientes que permitan hacer efectivo el contenido de las resoluciones 1514, XV romano del 14 de diciembre de 1960, y demás resoluciones posteriores inherentes a la autodeterminación e independencia de Puerto Rico. Asimismo, dirigirse a los Parlamentos que integran el Parlamento Latinoamericano, para que procedan en la misma manera en lo referente al punto exterior, y finalmente que por los cauces debidos se exija la excarcelación de varios patriotas puertorriqueños.

El mismo diputado Reyes Soto, fundamenta la proposición.

La Asamblea, en votación económica admite lo proposición y la Presidencia acuerda el siguiente trámite: túrnese a las Comisiones unidas de Relaciones Exteriores y Primera de Gobernación para su dictamen.

Agotados los asuntos en cartera, se da lectura al Orden del Día de la sesión siguiente.

A las doce horas y treinta y cinco minutos, se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el martes ocho del actual, a las diez horas. Se pasa a sesión secreta."

Está a discusión el Acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Aprobada.

OFICIO DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

Comparecencia del Secretario de Comercio

El C. prosecretario: Miguel López Riveroll:

"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Secretaría de Gobernación.

CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - Presente.

En atención a lo solicitado por esa H. Cámara de Diputados con oficio de fecha 3 de los corrientes y con fundamento en el artículo 27, fracción VII de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, se comunicó al C. Titular del Ejecutivo de la Unión, el atento citatorio al C. Secretario de Comercio, que contiene el ocurso en cuestión.

Enterado el C. Presidente de la República del deseo de esa Asamblea de recibir de manera personal del C. Secretario licenciado Fernando Solana Morales, un informe sobre la Política de Comercio Interior del Gobierno de la República, en acatamiento del artículo 93 Constitucional, dio instrucciones para que el citado funcionario comparezca ante este Cuerpo Legislativo en la sesión del próximo martes 8 del actual a las 11:00 horas y proporcione la información solicitada.

Lo que comunico a ustedes para sus efectos constitucionales, reiterándoles en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección. México, D. F., a 4 de noviembre de 1977.- El secretario, licenciado Jesús Reyes Heroles."

- Trámite: De enterado.

INICIATIVA DEL EJECUTIVO

Características de las Nuevas Monedas

- El C. secretario Alberto Ramírez Gutiérrez:

"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Secretaría de Gobernación.

CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - Presente.

Por instrucciones del C. Presidente de la República y para los efectos constitucionales y por el digno conducto de ustedes, con el presente les envió Iniciativa de Decreto que reforma el que señala las características de las nuevas monedas de diez pesos y de las nuevas monedas de veinte y diez centavos.

Reitero a ustedes en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.

Sufragio Efectivo. No reelección. México, D. F., a 25 de octubre de 1977.- El secretario, licenciado Jesús Reyes Heroles."

CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

La Casa de Moneda ha realizado estudios sobre los procedimientos de acusación de la

moneda de diez pesos, cuyas características se señalaron en el Decreto de 29 de diciembre de 1973, los cuales indican que se requiere aumentar a catorce gramos el contenido metálico de dicha moneda con el propósito de mejorar su acusación, hacer manual su manejo y facilitar su identificación.

Por tales razones y en uso de la facultad que me confiere la fracción I, del artículo 71, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, me permito someter a la consideración del H. Congreso de la Unión, por el digno conducto de ustedes, la siguiente iniciativa de

DECRETO QUE REFORMA EL QUE SEÑALA LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS NUEVAS MONEDAS DE DIEZ PESOS Y DE LAS NUEVAS MONEDAS DE VEINTE Y DIEZ CENTAVOS

Artículo único. Se reforma el artículo único del Decreto de 29 de diciembre de 1973, en lo relativo a la moneda de diez pesos, para quedar en los términos siguientes:

"Artículo único

Diez pesos.

Peso: 14 g. (Catorce gramos).

TRANSITORIO

Artículo único. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación.

Ruego a ustedes CC. Secretarios se sirvan dar cuenta de esta Iniciativa a la H. Cámara de Diputados para los efectos constitucionales correspondientes.

México, D. F., a 24 de octubre de 1977. -

Sufragio Efectivo. No Reelección.

El Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, José López Portillo."

- Trámite: Recibo, y a las Comisiones unidas de Hacienda, Crédito Público y Seguros en turno; y de Estudios Legislativos. Imprímase.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Homenaje a Aquiles Serdán

- El C. prosecretario Miguel López Riveroll:

"Comisión de Programación Cívica y Actos Especiales.

Honorable Asamblea:

En sesión efectuada el 11 de los corrientes, se turnó a la Comisión de Programación Cívica y Actos Especiales que suscribe, la proposición de la diputación Federal del Estado de Puebla, para que se celebre una Sesión Solemne de Congreso General en ocasión de cumplirse - El próximo 2 de noviembre - el primer centenario del natalicio del mártir poblano de la Revolución Mexicana, Aquiles Serdán Alatriste.

En la exposición de motivos los representantes del Estado de Puebla manifiestan lo siguiente:

"El sacrificio de Aquiles Serdán vive generoso y fecundo en todos nosotros, su esfuerzo, su obra de un luchador social, se multiplica en la generosidad de nuestras instituciones y nuestra sociedad. Sensible a las aspiraciones de su pueblo, supo entenderlo en sus ansias y anhelos. Luchador permanente por la justicia y el derecho, se nos entrega generoso para inspirar la lucha de nuestros días.

Que es un deber moral de la República y una conducta ejemplar de civismo, honrar y enaltecer la figura, la vida y la obra de los hijos de México que han dado testimonio y prueba de su lealtad a su convicción de hombres libres y progresistas, más aún la de aquellos que, como Aquiles Serdán respondieron con el sacrificio de su misma existencia a los reclamos y exigencias de la lucha por alcanzar la emancipación social y política del pueblo para que, hoy nosotros y mañana nuestros hijos, convivamos bajo el signo de la democracia, buscando el bienestar y decidiendo en libertad nuestro propio destino.

La suscrita Comisión encuentra plenamente justificada la proposición de la diputación poblana y está segura de que toda esta Representación Popular comparte nuestra opinión; por lo que nos permitimos proponer a Vuestra Soberanía el siguiente

PROYECTO DE DECRETO

Artículo único. Realícese una Sesión Solemne de Congreso General para conmemorar el centenario del natalicio de Aquiles Serdán Alatriste, el día 8 de noviembre, a fin de que se le rinda justo homenaje.

ARTÍCULO TRANSITORIO

Único. Este Decreto entrará en vigor en la fecha de su publicación, en el Diario Oficial de la Federación.

Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - México, D. F., a 18 de octubre de 1977. - Venustiano Reyes López. - Miguel Molina Herrera. - Sacramento Jofre Vázquez. - Donaciano Luna Hernández. - Antonio Montes García. - Josefina Esquivel de Quintana. - Filomeno López Rea. - Gloria Carrillo Salinas. - Abraham Martínez Rivero. - Alfredo Carrillo Juárez. - Juan J. Varela Mayorga. - Reynaldo Dueñas Villaseñor. - Enrique León Hernández. - Cecilio Salas Gálvez. - Armando Hurtado Navarro. - Eleazar Ruiz Cerda. - Nazareno Romero Díaz. - Jesús Alberto Mora López. - Carlos Manuel Vargas Sánchez."

- Trámite: Segunda lectura.

El C. Molina Herrera: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto, señor diputado?

El C. Molina Herrera: Para una modificación al Decreto al que se le va a dar lectura.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Molina Herrera.

El C. Miguel Molina Herrera: Señor Presidente, H. Asamblea:

En virtud de que esta H. Cámara ha estado ocupada y no ha sido posible su aprobación oportunamente a este dictamen por los importantes asuntos aquí tratados como la Reforma Política, la comparecencia del ingeniero Díaz Serrano, y otros, solicitamos a esta H. Asamblea sea cambiada la fecha para la sesión solemne de la celebración del Congreso General en el homenaje al prócer poblano Aquiles Serdán, en virtud de que estaba proyectada para el día de hoy y es materialmente imposible.

Por tal motivo rogamos a esta H. Asamblea sea cambiada la fecha para el día 15 . Gracias.

El C. Presidente: Sírvase consultar el señor Secretario a la Asamblea si se acepta la modificación propuesta por el diputado Molina Herrera, a nombre de las Comisiones.

El C. secretario Alberto Ramírez Gutiérrez: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se acepta la modificación propuesta por el C. diputado Miguel Molina Herrera.

Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada, señor Presidente.

Está a discusión el proyecto de Decreto con la modificación propuesta por el C. diputado Miguel Molina Herrera, a nombre de las Comisiones.

No habiendo quien haga uso de la palabra, se va a proceder a recoger la votación nominal.

(Votación.)

Aprobado el proyecto de Decreto por unanimidad de 186 votos.

El C. Presidente: Aprobado por unanimidad. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

El C. Presidente: Señores diputados, en virtud de que el señor Secretario de Comercio no ha llegado a este recinto por haber sido citado a las 11 de la mañana y habiendo dado principio nuestra sesión a las 10 para desahogar algunos asuntos que teníamos en cartera, esta Presidencia decreta un receso de 20 minutos.

(Receso.)

COMPARECENCIA DEL C. SECRETARIO DE COMERCIO

El C. Presidente: Se reanuda la sesión.

Me permito informar a la Asamblea que se encuentra a las puertas de este recinto, el licenciado Fernando Solana Morales, Secretario de Comercio.

Para introducirlo a esta Salón de Sesiones, se designa en comisión a los siguientes ciudadanos diputados: Leonardo León Cerpa, Héctor Ramírez Cuéllar, Adrián Peña Soto, Saúl Castorena Monterrubio y, como Secretaria, a la diputada Lucía Betanzos de Bay.

(La Comisión cumple su cometido. Aplausos.)

El C. Presidente: Señor Secretario de Comercio.

No escapa a su conocimiento que se presencia en este recinto obedece a la seria preocupación que esta Representación Nacional tiene por los efectos que se producen en la economía familiar del mexicano por el alza de los precios, especialmente de aquellos artículos de amplio consumo popular.

Como antecedente me permito señalar que desde el 20 de septiembre pasado, la Comisión de Defensa de la Economía Popular de esta H. Cámara de Diputados, empezó a investigar las causas del aumento de los precios, habiendo realizado varias sesiones de trabajo, a una de las cuales asistió el señor Subsecretario de Comercio, licenciado Jorge Tamayo.

A pesar de lo avanzado de sus investigaciones, solicitó y obtuvo de esta Asamblea, con apoyo en el artículo 93 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y el artículo 53 de nuestro Reglamento Interior, la aprobación para solicitar su comparecencia para esclarecer algunos aspectos relacionados con los precios y al mismo tiempo, por ser éstos consecuencia de un proceso económico más complicado, la explicación conducente de los problemas reales y actuales involucrados en las etapas intermedias de distribución, intermediación y comercialización. En suma, deseamos conocer con detalle la Política de Comercio Interior del Gobierno de la República, de la cual usted es el Titular del Ramo.

Vuestra comparecencia, señor Secretario, se llevará a cabo en la siguiente forma:

En primer término se le concederá el uso de la palabra para una exposición general del tema; en segundo término se concederá la palabra a un diputado por cada Partido Político representado en esta Cámara; en tercer lugar, usted procederá a hacer los comentarios conducentes a las intervenciones de los señores diputados y por último, se abrirá un turno, tan extenso como los señores diputados lo deseen, para hacerlo a usted preguntas sobre el tema que nos ocupa.

En tal virtud, se concede el uso de la palabra, al señor licenciado Fernando Solana Morales, Secretario de Comercio. (Aplausos.)

EXPOSICIÓN DEL C. SECRETARIO DE COMERCIO

- El C. Secretario de Comercio, licenciado Fernando Solana:

"Señor Presidente de la Cámara;

Señoras y señores diputados.

Agradezco la invitación para informarles sobre la política comercial del Gobierno del Presidente López Portillo.

La agradezco, por el honor que significa hablar al país a través de su más alta representación, y por la oportunidad excepcional que me brinda de dar a conocer los programas de acción de la nueva Secretaría de Comercio, y explicar las razones y los criterios que los inspiran.

La agradezco, porque me da oportunidad de responder a las preocupaciones legítimas de una legislatura profundamente interesada en el curso de los problemas nacionales.

Por primera vez en su historia se reúne la Cámara de Diputados para considerar y discutir la política comercial del país. Se entiende este interés, cuando vemos que en la contabilidad nacional se asigna a la actividad comercial más de un 30% del valor del producto interno bruto; cuando recordamos que nunca antes, hasta enero del presente año, existió una dependencia gubernamental encargada exclusivamente de diseñar e implantar una política comercial.

Hasta 1976, el gobierno sólo intervenía en la actividad comercial - no obstante la enorme importancia, retraso y particular subdesarrollo de la misma - , a través del instrumento de control de precios. Desde luego, actuaba también regulando, por conducto de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares, el mercado de algunos artículos fundamentales. Pero como órgano de autoridad, es hasta enero de este año, al entrar en vigor la nueva Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que se establecen las bases para trazar una política comercial y elaborar un programa integral de modernización y desarrollo del comercio del país.

La política comercial no es, no puede ser una abstracción.

Se sitúa en el contexto de la política económica.

Y en el de la política, entendida ésta como el conjunto de criterios que orientan la acción del Estado para alcanzar el modelo de país al que aspiramos.

El sentido de la actividad diaria del Gobierno no se reduce a los resultados inmediatos que se alcanzan, sino que está orientado dentro de una perspectiva a largo plazo. Corta sería la visión del Gobierno de la República si sus actos se redujesen a resolver los problemas cotidianos o a atender las demandas circunstanciales, reales o ficticias.

La misión del Gobierno es orientar la acción de toda la sociedad para construir el país que queremos tener.

¿De qué país hablamos?

A él se refirió José López Portillo durante los nueve meses de campaña. Habló sobre él el 1o. de diciembre del año pasado. Habló el 1o. de septiembre último al iniciarse el actual período legislativo:

Aspiramos a producir más.

A producirlo con mayor eficiencia.

A distribuir mejor entre todos los mexicanos el fruto de nuestro trabajo.

A fortalecer nuestros sistemas e instituciones democráticas.

A estimular la participación de un número cada vez mayor de mexicanos en las decisiones que nos afectan a todos.

A dar mayor consistencia a nuestra independencia económica.

Aspiramos - y esto es en muy buena medida lo más característico de este Gobierno - , a que todo lo anterior no sean sólo meros deseos, sino objetivos concretos establecidos a través de metas específicas para obtenerse en lapsos determinados.

Aspiramos a que este modelo de nación, cuyo concepto básico diseñó a grandes trazos el Constituyente del 17, y que en muchos aspectos era anhelo de los visionarios de la Revolución y de los revolucionarios mismos, se convierta en realidad para un número cada vez mayor de mexicanos.

Lo que la Revolución Mexicana se propuso, lo que caracteriza al modelo de país que deseamos para nuestros hijos, el que hemos decidido construir, no se alcanzaría sólo con mejorar en cierto grado los niveles de la producción nacional y la distribución del ingreso.

Eso no basta.

No basta, si hemos de ser consecuentes con los ideales que inspiraron a los mejores mexicanos de la primera década del siglo y a los que dieron sus vidas durante la segunda.

No basta, si hemos de ser consecuentes con el espíritu y en buena medida con la letra de la Constitución a la que tan frecuentemente nos referimos.

Es preciso modificar la estructura social y la estructura productiva del país.

La estructura social, porque su polarización presenta rasgos de una irracionalidad no sólo moral, sino operativa. Simplemente, es una desigualdad que por sí misma impediría que el país continuara avanzando hacia las metas que se ha propuesto.

Nuestra unidad nacional se ha construido y sostenido a lo largo de la historia, en torno a principios y formas de una eficacia que sorprende cuando se contempla la enorme iniquidad económica entre los que integramos esa unida.

Duele reconocer, por ejemplo, que la diferencia entre los ingresos promedio por habitante entre México y el país más rico del mundo, los Estados Unidos, sean de uno a ocho, cuando la diferencia entre los ingresos per capita de las entidades más pobres del país y las de mayor desarrollo alcanzan una proporción hasta de 1 a 10.

Duele confirmar, cuando se revisan las cifras de distribución del ingreso, que el 5% de la población de más altos ingresos sigue percibiendo cerca del 40% del ingreso total del país, mientras el 20% de las familias más pobres recibe sólo un poco más del 4%.

El dato duele política y moralmente, y explica la deformada estructura de nuestra sociedad.

Todo esto es un problema esencialmente social, en la acepción más fría del término. El país, como comunidad viable, reduce sus posibilidades por esta desigualdad. Por eso no hay alternativa: es indispensable corregirla.

Para ello ha trabajado persistentemente la Revolución Mexicana. En muchos campos se ha avanzado, sin duda. Pero es evidente que requerimos acelerar el paso.

Hay que modificar también la estructura productiva. Somos un país capaz de fabricar

artículos de cierta sofisticación y pretendido lujo, cuando aún nos vemos obligados a importar lo más elemental para la vida de la mayor parte de nuestra población. Estamos importando maíz, trigo, oleaginosas, leche. Estamos importando temporalmente huevo. Importamos casi el 50% de las sales básicas con las cuales se producen las medicinas. Importamos marcas, tecnología elemental - que hace tiempo podríamos ya producir en el país - . Y con las cosas, en algunos casos importamos, incluso, costumbres y gustos innecesarios que debilitan nuestro carácter nacional.

¿Tiene esto sentido?

¿Se explican estas importaciones por un programa de optimización económica, o son sólo resultado de una estructura productiva deformada como la deformada estructura social en la cual vivimos?

Es evidente que necesitamos usar de manera más lógica nuestros recursos humanos y nuestros recursos de capital. Por ello el Presidente de la República ha llamado a incrementar la producción de bienes social y nacionalmente necesarios.

Socialmente necesarios, porque son los que requiere no un pequeño grupo de alto ingreso, sino toda la población del país, para poder llevar una existencia digna: alimentos, vestido, medicinas.

Nacionalmente necesarios, los que lo son para la salud de la nación misma, vista como gran unidad económica: energéticos, bienes de capital indispensables para llevar adelante nuestro desarrollo industrial, productos siderúrgicos y petroquímicos, artículos básicos para la construcción.

Alimentos y energéticos. Lo dijo muchas veces durante su campaña el Presidente López Portillo. Bienes social y nacionalmente necesarios cuya producción nos permita crear más empleos. Vivir mejor a un mayor número de mexicanos. Beneficiar la economía de un mayor número de familias y fortalecer al país como un todo.

Muchas veces insistió en que no se trata de cambiar las cosas que ya existen. Su estrategia recomienda actuar en los márgenes. Que el impulso de la nueva inversión, que las nuevas plantas y las ampliaciones de las mismas se orienten concretamente hacia la producción de estos bienes social y nacionalmente necesarios.

Por eso hablamos de modificar la estructura social y la estructura de la producción misma.

Lograr estos cambios en los márgenes es actuar de manera constructiva. Hacer a un lado las teorías de la destrucción.

México tendrá en 20 o 30 años el doble de la población actual. Y en la medida en que ésta viva mejor, porque vivirá mejor, y duplique o triplique su ingreso por habitante, estará produciendo 4 o 6 veces más que en 1977.

¿Para qué perder el tiempo en modificar lo que ya está construido? ¿Por qué no poner todo nuestro empeño, nuestra imaginación, nuestra audacia, nuestra decisión de transformar a la nación social y económicamente hablando, en lo nuevo, en lo que estamos construyendo, en lo que tendremos que construir para el México del año 2,000?

Para lograr lo anterior necesitamos ver con claridad, actuar con decisión, no caer en las trampas de la impaciencia. Pero tampoco tolerar más la inflexibilidad de quienes quieren conservar por miopía histórica lo que consideran un privilegio, cuando en realidad es una vergüenza.

Necesitamos trabajar más, producir más, hacerlo con más eficiencia. Y algunos, vivir con más austeridad.

Necesitamos trabajar y hablar con el estilo de la prosa. "Es tiempo de labor y prosa", dijo el Presidente de la República en esta gran sala de la nación.

Es tiempo de trabajar y de hacer a un lado el lirismo y la poesía política.

Es tiempo de asumir la realidad como problema, para superarla.

Es tiempo de responsabilidad y eficacia.

Y la política comercial, sólo un hilo en la cadena de la política económica y de la política, está orientada en cada medida, en cada paso, cada día esos grandes objetivos económicos, sociales y políticos de la sociedad mexicana.

Con su venia, señor Presidente de la Cámara, señores diputados me permitiré informarles qué estamos haciendo, como estamos procurando servir a esos objetivos.

El capítulo sobre comercio fue siempre secundario en los estudios de planeación y en los documentos a través de los cuales los gobiernos de la República han intentado sistematizar y organizar su acción.

Lo anterior no caracteriza sólo la situación mexicana. En el mundo entero - y esto tiene explicaciones más en la historia de la doctrina económica que en la historia de la economía misma - el comercio, particularmente el comercio interior, ha sido tratado por la mayor parte de los teóricos modernos como una actividad complementaria, incluso innecesaria, cuando no parasitaria de la actividad productiva.

Al iniciar el trabajo de diseño de una política comercial, el primer problema que enfrentamos fue éste: el de la falta de estudios técnicos e incluso específicos sobre el increíble sistema comercial mexicano, en el que a través de los años se van superponiendo estructuras y usos comerciales, desde el siglo XVI hasta nuestros días. En México conviven de hecho el tianguis azteca, con el mercado, las más modernas cadenas de tiendas de autoservicio y de los grandes centros comerciales, dentro de una mezcla anárquica de mecanismos de mayoreo y menudeo, que en nada ayudan a nuestro desarrollo.

En las cifras del producto interno bruto, la participación del comercio registra más del 30% En esto, como en el crecimiento de la población, somos de los países líderes. Más de un 30% quiere decir, simplemente, que tenemos uno de los comercios más costosos. Pero lo importante aquí es ver con claridad que ese alto costo no se debe sólo a la especulación excesiva y al abuso. Mucho más frecuentemente se debe al subdesarrollo, a la falta de sistemas de

trabajo eficientes, incluso en muchos casos a la pobreza de los pequeños comerciantes.

¿Cómo se puede explicar esta elevada participación del comercio en el producto nacional, a pesar de los grandes cambios ocurridos en la economía mexicana en los últimos años?

En México existen numerosas etapas de comercialización, provocadas por la gran cantidad de intermediarios. La primera causa de esta cadena es la propia característica de la estructura de producción, formada por pequeñas unidades . Lo mismo ocurre al nivel final de distribución, donde predominan pequeños detallistas. Muchos pequeños productores - ejidos, talleres familiares - y muchos pequeños comerciantes al menudeo, dan lugar, a un número excesivo de intermediarios.

Se agrega, además, la ineficacia como característica general, ya que el intermediario más capaz se guía en su comportamiento por el precio que fijan los más ineficientes, todo lo cual repercute en el precio al consumidor final.

Otro aspecto importante es la relación que existe entre las actividades comerciales y la generación de empleos. Se computa al comercio el 30% del producto, pero sólo el 10% de la población económica activa.

Otro indicador necesario para comprender el comercio en nuestro país, es el número de los establecimientos. Se estima que hay alrededor de 400 mil comercios. En los últimos quince años, el número de establecimientos comerciales se ha incrementado a una tasa anual del 4.5% - mayor que la de la población - , aunque muestra una tendencia a la baja.

La estructura del sector se encuentra fuertemente concentrada en dos actividades: alimentos y bebidas y productos del uso personal, que representan más del 90% del comercio del país.

En los últimos años se agudiza la tendencia hacia la concentración en el sector moderno del comercio. Por ejemplo: respecto del personal, en 1970 el 15% de los establecimientos absorbían el 50% de la mano de obra ocupada. En cuanto a las ventas, el 5% de los establecimientos comerciales realizaba en 1970 el 82 % de las ventas netas que se registraron en el país.

El subdesarrollo del comercio nacional va más allá del subdesarrollo general de la economía. El nuestro es un comercio polarizado, como la sociedad misma del país.

Las zonas más modernas de las ciudades mayores tienen el mejor comercio. El más barato. El más eficiente. El más accesible. El más moderno. Sus habitantes compran, en síntesis, a precios menores.

En cambio, las zonas más pobres, las áreas rurales más lejanas de los centros de producción tienen el comercio más atrasado, más cargado de intermediarios y de procesos innecesarios, más costoso. Sus habitantes compran , en síntesis, más caro.

Para construir una torre de oficinas o una casa de lujo, el cemento y la varilla se compra por toneladas, y los ladrillos por millares. Para construir una casa en una zona pobre, el cemento se compra por kilo y los ladrillos y las varillas por unidades.

El comercio moderno compite para atraer a la población de ingresos medios y altos, y esta competencia lo obliga a ser más eficiente. El comercio pequeño, subdesarrollado, a veces dueño indiscutido de un sector urbano o rural, es más ineficiente y tiene que cargar sus costos mayores a los grupos económicamente más débiles y geográficamente marginados.

En pocas palabras, el costoso servicio comercial es, con mayor frecuencia un problema de subdesarrollo que de abuso. Obedece, sobre todo, a la estructura misma del sistema. O del "sistema" comercial, como podríamos llamarlo. Y claro, también de tiempo en tiempo, en diferentes épocas del año, en diferentes productos, en diferentes regiones del país, a la especulación y al abuso.

Por eso no basta acusar al comerciante. Hay abuso y hay que combatirlo, cierto. Pero lo más grave es la falla estructural. Lo que no está funcionando es el sistema. Lo que está fallando es la capacidad del país para modernizar su comercio. Encontrar culpables en una sociedad en la que todos somos responsables, es una actitud cómoda, que no ayuda a la solución. Y, lo que es más grave, es una forma de posponer el análisis sistemático del problema y, consecuentemente, la posibilidad de hallarle solución eficaz, real, concreta, específica.

Debemos transformar esa parte de nuestro comercio que es costosa, retrasada y deficiente, para modernizarla y convertirla, aunque sea gradualmente, en un factor positivo para el cambio. Necesitamos que nuestro sistema comercial deje de ser "cuello de botella", para convertirse en estímulo del desarrollo. Esta es la tarea de la Secretaría de Comercio.

Decía José López Portillo el 1o. de diciembre:

"El comercio puede ser una de las llaves maestras para convertir nuestras necesidades sociales en demanda reales, para estimular y orientar la producción que garantice la disposición oportuna de los bienes social y nacionalmente necesarios, para combatir el consumo suntuario y el dispendio, para acercar a los productores y consumidores a través de operaciones justas y transparentes, reduciendo costos y adecuando utilidades a los servicios reales que se presten; para que todos puedan vender y comprar mejor, sepan qué y cómo hacerlo y se erradique el abuso y la especulación."

Para iniciar las tareas que han de conducir a lograr lo anterior, el Presidente de la República incluyó en su proyecto de Ley Orgánica de la administración Pública Federal la creación de una nueva Secretaría de Estado encargada de atender "la actividad comercial en forma unitaria".

Ustedes, señoras y señores diputados, aprobaron en diciembre pasado esa Ley, cuyo artículo 34 da orientación y fundamento a la actividad de la nueva Secretaría de Comercio.

En 19 fracciones se compendia el programa de su acción. Aparecen en ellas novedades substanciales. El gobierno del comercio implicará ya mucho más que el mero uso de los

mecanismos de control de precios. Importante tarea ésta sin duda, pero insuficiente para los objetivos que se ha propuesto el país en materia económica y social. El control de precios, en efecto, habrá de cobrar mucho mayor sentido al coordinarse con otras actividades de la propia Secretaría de Comercio y de otras dependencias del Ejecutivo encargadas de orientar la actividad económica.

Surgen como asuntos cuyo despacho se encargan a la nueva dependencia, por ejemplo:

Orientar y estimular los mecanismos de protección al consumidor.

Promover el desarrollo de lonjas, centros y sistemas comerciales, de carácter local, regional o nacional.

Coordinar y dirigir la acción estatal para asegurar el abastecimiento de los consumos básicos de la población.

Fomentar el desarrollo del pequeño comercio rural y urbano.

Impulsar... la producción de aquellos bienes y servicios que se consideren fundamentales para la regulación de los precios.

El gobierno del comercio se transforma. En el pasado, básicamente se había reducido a la protección del consumidor a través de una acción esencialmente policíaca y a la regulación de la actividad privada a través de CONASUPO: Hoy se da la base y la autoridad para fomentar la modernización del comercio. Para desarrollar y hacer más eficientes sus mecanismos. Para crear e implantar los programas que transformen al comercio, como lo ha pedido el Presidente de la República, en "una de las llaves maestras para convertir nuestras necesidades sociales en demandas reales ". La Ley Orgánica creó la Secretaría de Comercio. Disposiciones complementarias establecieron el Sector correspondiente, formado por 37 organismos descentralizados y empresas públicas integrados en un plan de acción unitaria. Desde su creación, el Sector Comercio inició un proceso de adecuación de sus estructuras y tareas a un conjunto de programas relacionados con el comercio interior.

Todo el Sector tiene objetivos comunes. Todos los programas lo son del Sector. Todos concurren en los objetivos que se han señalado al Sector Comercio. La Compañía Nacional de Subsistencias Populares; sus filiales entre las que destacan por su importancia las seis distribuidoras CONASUPO que cubren toda la República; Industrias CONASUPO; Leche y Trigo Industrializados CONASUPO; el Instituto Mexicano de Comercio Exterior; el Instituto Mexicano del Café; la Comisión Nacional del Cacao; la Algodonera Comercial Mexicana; el Instituto Nacional del Consumidor; la Procuraduría Federal del Consumidor la nueva Impulsora del Pequeño Comercio (IMPECSA), entre otras, son entidades de la mayor importancia para el futuro comercial del país.

El comercio liga - y enfrenta - al productor con el consumidor.

Bien manejada, gobernada como instrumento del desarrollo social y económico, la actividad comercial debe, a la vez procurar estimular la producción de los bienes necesarios, estimulando y fortaleciendo al productor, y proteger al consumidor al asegurarle el abasto de esos bienes, a los mejores precios posibles.

Estimular al productor y proteger al consumidor.

Objetivos aparentemente contradictorios, que dejan de serlo cuando se entiende que en la medida en que esa actividad se realice con mayor eficiencia, a un menor costo, con procedimientos simplificados y mecanismos sencillos y transparentes permitirá dar mayores estímulos para el productor y mejores condiciones y precios para el consumidor.

Esto, que en teoría es muy sencillo, implica una monumental revolución de costumbres, de procedimientos y sistemas, en el ámbito de la acción comercial de todos los días en el país.

Estimular al productor y proteger al consumidor. Y, para ello, elevar la eficiencia del comercio. He ahí, en síntesis, el esquema lógico de la política comercial del Gobierno de la República.

Estimular al productor, no para darle privilegios, no para que produzca cualquier cosa, sino para que produzca más de aquellos bienes que, dentro del marco de la concepción política del Gobierno, son los que se consideran necesarios social y nacionalmente hablando.

Y proteger al consumidor, pero no a cualquier consumidor ni para el consumo de cualquier artículo, sino particularmente para quien requiere los productos socialmente necesarios. Proteger al consumidor, no como actitud paternalista, sino como ejercicio de autoridad responsable de evitar abusos y deformaciones en la relación de intercambio.

Y para lograr lo anterior, iniciar la difícil, compleja tarea de orientar e inducir la transformación de un comercio anacrónico, decimonónico a veces, del siglo XIV en otras, sofisticado y eficiente en las áreas prósperas de las grandes urbes, transformarlo para que logre un desarrollo más equilibrado y se encamine en un proceso de modernización y eficiencia.

Esta es la tarea del Sector Comercio. Y cuando no sea factible inducir al comercio particular a alcanzar esta eficiencia, substituirlo con la intervención del Estado. Como se ha hecho ya, a través de unidades comerciales eficientes - económica y socialmente hablando - , como las que vienen manejando las Distribuidoras CONASUPO y la recién creada Impulsora del Pequeño Comercio.

Para logra lo anterior se ha precisado un conjunto de cuatro objetivos:

1) Asegurar a toda la población del país - particularmente a los grupos de menor ingreso y a la que habita en regiones y localidades marginadas - el abasto de los bienes y servicios socialmente necesarios, a precios accesibles.

2) Incrementar la eficiencia y la eficacia de los sistemas comerciales del país.

3) Proteger al consumidor.

4) Obtener los máximos beneficios para el país del intercambio comercial con el exterior.

Los objetivos anteriores no son exclusivos del Sector Comercial. Los objetivos, como los

sectores mismos son sólo convenciones programáticas, modos de organizar la actividad y darle un sentido lógico que, una vez establecidos, permitan precisar y ordenar las metas específicas y los programas de acción de las diferentes dependencias.

Cada uno de los objetivos apuntados se ha desagregado en áreas programáticas. Estas, a su vez, en programas generales que derivan en programas específicos. Cada programa tiene responsables concretos. Y metas en el tiempo y en el espacio. Y un presupuesto que habremos de confrontar con los resultados concretos que se vayan alcanzando.

Las áreas programáticas del objetivo número uno son:

1. El abasto y regulación de productos agrícolas esenciales (y aquí está la acción de CONASUPO con sus compras nacionales, sus importaciones y exportaciones de productos básicos y sus reservas reguladoras de alimentos), y

2. El programa Nacional de Productos Básicos, que incluye ocho programas generales. entre ellos:

El de estímulos a la producción y la distribución de productos básicos.

El de elaboración y procesamiento de alimentos por empresas del Estado.

La distribución al mayoreo y la venta al menudeo de productos básicos.

El Programa Nacional de Abastecimiento Rural.

La enumeración anterior no es sólo una lista de buenos propósitos. Es un conjunto de actividades organizadas que opera ya en diversas partes del país.

Funcionan, desde hace meses, estímulos de distinto orden para incrementar la producción de los artículos socialmente necesarios. Desde un cajón de financiamiento especial establecido en el Banco de México por más de 5 mil millones de pesos, hasta facilidades en el sistema de importación de maquinaria e insumos para la producción de estos artículos.

Las empresas del Estado continúan y han ampliado la fabricación de esos bienes. Actualmente el Estado es ya responsable de la producción de más del 30% de la harina de maíz en todo el país, del 10% de la harina de trigo, del 20% de los aceites vegetales comestibles, de más del 20% de los insumos para la fabricación de alimentos pecuarios.

Ha decidido el Gobierno invertir con prioridad en la producción de alimentos fundamentales y de artículos socialmente necesarios, cuando el sector privado titubee o posponga su decisión de producirlos a pesar de los estímulos que el propio Gobierno ofrece y seguirá ofreciendo para su elaboración.

Desde meses atrás, y por lo menos en las principales ciudades del país, funcionan estímulos generales a la comercialización de productos básicos. Ha habido una respuesta de centenares de comercios que representan ya alrededor de dos mil puntos de venta.

En el catálogo de productos básicos concertados existen a la fecha más de 600 productos de distintas marcas, comprometidos a volúmenes de producción con precios preferenciales para el consumidor.

La Impulsora del Pequeño Comercio está operando o iniciando operaciones en 15 entidades de la República y espera atender el mes próximo, 35 mil establecimientos. IMPECSA, fue creada recientemente para ayudar a los pequeños comercios a reducir sus costos y por ende sus precios, ayudando así a la economía de las familias de escasos recursos que se abastecen en ellos.

Las seis empresas distribuidoras CONASUPO operan en toda la República 5 mil tiendas. Han incrementado su nivel de ventas y, con su presencia reguladora, han sido de utilidad inapreciable para moderar abusos en cientos de poblaciones del país.

CONASUPO ha apoyado la apertura de decenas de tiendas sindicales para proteger el salario real de los trabajadores. Y se ha fortalecido dicho esfuerzo al elevar la eficiencia de las tiendas del sector público, orientadas a proteger el salario real de los trabajadores del Estado.

De otra parte, está en marcha el Programa Nacional de Abastecimiento Rural, que aspira a cubrir en el sexenio 30 mil pequeñas localidades, actualmente marginadas del mercado, que viven en el autoabastecimiento más rudimentario. Que viven, para hablar claro, en la miseria.

No es exagerado decir que cerca de 20 millones de mexicanos, no tiene acceso a las ventajas, ya no digo del desarrollo industrial, ni siquiera a la seguridad del abastecimiento de los bienes indispensables para una existencia digna. A ellos está destinado este programa de abastecimiento rural.

El conjunto de actividades encaminadas a alcanzar el objetivo número dos, relacionado con la elevación de la eficiencia y la eficacia de la actividad comercial, se agrupa en dos áreas programáticas:

1) Desarrollo del comercio interior, y

2) Nuevos sistemas de apoyo.

Los programas que integran estas áreas son entre otros:

Desarrollo del pequeño comercio.

Fomento a las asociaciones de comerciantes.

Creación y desarrollo de lonjas.

Sistema Nacional de Centrales de Abasto.

Capacitación de recursos humanos para la comercialización.

Financiamiento del comercio interior.

Estos son nuevos programas. Acciones recién diseñadas para encauzar el desarrollo, la modernización, la simplificación de los procedimientos comerciales. Algunos han empezado ya a funcionar. Se afina el diseño de otros. El gran esfuerzo se iniciará plenamente en enero del próximo año. Pero son programas fundamentales para la concepción de la nueva Secretaría de Comercio .

El tercer objetivo, el más cercano a la emoción popular, el de resultados o fracasos más inmediatos, el más importante del Sector Comercio, es el de protección al consumidor. Orientación y protección. Así están organizadas

las áreas programáticas. La primera a orientar, la segunda a proteger. Y los principales programas que la integran son:

Orientación al consumidor y mejoramiento en los hábitos de consumo.

Transparencia de los precios.

Normas y control de calidad comerciales.

Control de precios.

Cooperativas de consumidores.

Defensa del consumidor.

Programas todos ellos en marcha, rediseñados, encargados los dos primeros al Instituto Nacional del Consumidor, el último a la Procuraduría Federal del Consumidor y el resto a la propia Secretaría de Comercio.

Entre ellos, el que llama la atención y los reflectores públicos hasta hacer pensar a veces que la Secretaría de Comercio es sólo una Secretaría de precios, es el cuarto: el control de precios.

El control de precios, cuando se coordina adecuadamente con otros instrumentos de política económica - la inversión y el gasto público, las políticas fiscal, monetaria y de salarios - es útil como protector del consumidor e, incluso, como regulador de la oferta. Aislado, sería instrumento inútil, irritante, frustráneo.

El esfuerzo del Gobierno, aunado al efecto que la contracción económica ha tenido en la demanda, ha permitido una reducción significativa de los índices de inflación. No obstante, es difícil que en un ambiente de contracción económica, de desempleo, de alzas en los precios - aunque éstas sean cada vez menores - , es difícil, repito, pedir a las familias y a la opinión popular que pongan su atención en el hecho de que la inflación va cediendo. Sin embargo, y por fortuna, cede. Veamos algunas cifras:

En octubre de 1976, el incremento de los precios fue de 5.6% al menudeo y 8.4% al mayoreo. En octubre último, el incremento al menudeo fue de 0.6% - es decir, prácticamente la mitad de 1% - . Y, por primera vez en mucho tiempo, el incremento de los precios al mayoreo en términos absolutos fue negativo en 0.2% ; es decir, fue decremento.

Visto en otra forma, el incremento de los precios al consumidor que llegó al 4 % en promedio mensual durante los últimos meses del año pasado, se ha reducido ahora a menos del 1%.

Empero, la sensibilidad de la economía popular y de la opinión pública, afectadas por la crisis durante un período que puede parecer corto a los técnicos, pero que resulta dramáticamente largo para la economía de las familias manifestó su desconcierto, cuando no su indignación, con las alzas autorizadas por la Secretaría, particularmente en el caso de dos productos alimenticios básicos. Es una reacción comprensible y respetable, que nos obliga a dar en el futuro participación más amplia y sistemática a los grupos directamente interesados, y mayor transparencia a los análisis y a las decisiones correspondientes. De ahí la resolución del Presidente de la República de crear la Comisión Nacional de Precios, que tan justificada y oportunamente solicitaron los trabajadores organizados del país.

Dada una estructura social y económica, en una economía de mercado con intervención estatal, como es la mexicana, los precios suben, primordialmente, por alguna de estas tres causas:

1) Por un incremento en los costos de producción del producto de que se trate.

2) Por una demanda mayor que la oferta de ese artículo, o

3) Por especulación o abuso en el margen de comercialización al consumidor.

El control de precios sirve básicamente para atacar la última de estas tres causas. Pero es inútil e incluso contraproducente, si se maneja aislado, por lo que se refiere a las dos primeras.

La razón determinante de los movimientos de precios está en la relación entre oferta y demanda. Pero ni oferta ni demanda se dan de manera espontánea. Pueden inducirse a través de diferentes instrumentos de la política económica e incluso manipularse en favor de intereses monopólicos u oligopólicos.

A los monopolios los combate el Estado y tiene elementos legales y operativos para ello. Basta pensar en la acción de CONASUPO. Pero con el manejo de los principales instrumentos de la política económica ocurre que si bien influyen en la inflación, afecten también la producción y la creación de empleos. Frecuentemente se plantea así el dilema entre producción y empleo por un lado , y precios más altos por el otro.

De ahí la necesidad de coordinar los diferentes instrumentos y políticas y enfrentar con responsabilidad las difíciles decisiones de las que dependen el desarrollo de nuestra economía, la creación de empleos y los precios.

Un precio inadecuadamente bajo puede, sí satisfacer al consumidor de modo inmediato. Pero reducirá la oferta. Y en el corto plazo provocará un incremento más agudo del que se hubiera dado, de concederse oportunamente un aumento.

La posibilidad real de contener la inflación general no está en el establecimiento por decreto de un precio y en la intervención policíaca de un inspector para imponerlo, sino en las decisiones de política macroeconómica que debemos formular con equilibrio. Y, en última instancia, en el incremento de la oferta, es decir, en el aumento de la producción.

Lo más importante, lo fundamental es, en efecto, la manera de influir sobre la oferta. Y la oferta aumenta sólo si se incrementa la producción - o, en caso de fuerza mayor, permitiendo importaciones - .

Para aumentar la producción el gobierno tiene dos caminos: estimular la inversión privada o ampliar la propia inversión pública

Los instrumentos de política económica orientados a ampliar la inversión privada y pública, sobre todo la que se dirige a incrementar la producción eficiente de los bienes social y nacionalmente necesarios, son los más importantes para determinar la perspectiva del nivel de precios en el mediano y largo plazos.

Inversión y producción, siempre que sean eficientes; que elaboren los artículos de manera económica.

Nunca será excesivo insistir en la importancia de la eficiencia del gasto. Porque inversión y producción ineficientes, como las que padecemos en México en muchas ramas, serán altamente inflacionarias y, en consecuencia, su efecto será contraproducente.

De otra parte están los instrumentos que tienen influencia sobre la demanda. Básicamente son dos: el gasto y el circulante monetario, íntimamente relacionados.

Uno y otro, si se reducen excesivamente, bajarán la demanda, detendrán el alza de precios, pero también contraerán la economía y la posibilidad de crear empleos.

Por el contrario, si se expanden, pueden estimular la economía y ayudarán a crear más empleos, pero impulsarán los precios al alza porque en el corto plazo habrán incrementado la demanda.

¿Qué hacer ante este dilema?

La solución sólo puede estar en la eficiencia del gasto y en el equilibrio al decidir el volumen del mismo.

Difícil decisión del Gobierno. Tan delicada, que la Constitución la encarga no sólo al Ejecutivo sino también al Legislativo a través de esta honorable Cámara. He aquí, en el volumen, destino y financiamiento del gasto, variables determinantes de los precios de los bienes que la sociedad producirá.

Si se queda corto, el gasto público dejará de estimular la producción y afectará los precios a la larga por el lado de la oferta. Si se excede en relación con las posibilidades de realizar un gasto eficiente, estará estimulando la demanda y la producción ineficiente, con efectos inmediatos en las alzas de precios, para encontrar el justo equilibrio entre estimular la producción eficiente, sin presiones excesivas sobre las alzas de precios.

En la medida en que dediquemos una mayor parte del gasto público a la inversión eficiente y productiva y no al gasto improductivo e ineficiente, estaremos sirviendo mejor al desarrollo económico y social del país.

La solución para el manejo de todo este conjunto de instrumentos, a veces contradictorios, está en buscar primero, la protección de los más débiles, y luego, el concilio de las fuerzas en conflicto que pretenderían o desearían ventajas parciales.

Hay que darle un mayor precio al campesino.

¿Pero hasta qué limite?

Hay que proteger al consumidor urbano. Pero esto implicaría un menor precio para los productos del campo. ¿Hasta qué limite?

Hay que darle un buen precio a las pequeñas empresas. Pero eso supone una utilidad excesiva para las grandes empresas. ¿Hasta qué limite?

En la protección de los más débiles y en el equilibrio, habrá que encontrar la respuesta. Sin admitir presiones de grandes grupos de interés, ni ceder a expresiones populistas, ya que en el fondo ambas van contra el verdadero interés popular.

El objetivo número cuatro es el relacionado con el comercio exterior.

Los principales programas a través de los cuales actuamos en esta materia fundamental para todo el conjunto de nuestra economía, son:

La regulación del comercio exterior a través, sobre todo, del manejo de los aranceles y de los permisos de importación.

Las negociaciones comerciales internacionales.

La promoción y los estímulos a las exportaciones.

El desarrollo comercial de las fronteras, y

El financiamiento del comercio exterior.

En todos ellos, la acción se conduce de manera particularmente coordinada con las secretarías de Hacienda y Crédito Público, de Patrimonio y Fomento Industrial y de Agricultura y Recursos Hidráulicos.

Con el manejo flexible del arancel y de los permisos de importación, se armonizan las políticas de comercio exterior y las de comercio interior. Al regular importaciones y exportaciones no sólo se procura mejorar la balanza comercial con el exterior y estimular la producción exportable, sino que también se influye en la oferta y la demanda internas. Múltiples variables para tratar de alcanzar a la vez múltiples objetivos. Pero estoy convencido del enorme acierto de haber colocado los principales instrumentos de manejo del comercio exterior, junto con los de estímulo al desarrollo del comercio interior.

Este manejo coordinado de los aranceles y los permisos de importación para influir en la oferta y, a través de ello, en los precios interiores, está funcionando con razonable eficacia. Tradicionalmente se ha utilizado para asegurar la oferta de granos y de oleaginosas. Recientemente se utilizó con éxito en el café, y empezamos a aplicarlo en el cacao. Lo utilizaremos ampliamente en el caso del huevo, si fuera necesario.

La Secretaría de Comercio dedica particular atención y esfuerzo a las tareas de comercio exterior. Sostenemos permanentemente negociaciones bilaterales y multilaterales a través de nuestras oficinas en los principales centros de decisión sobre el comercio mundial - Washington, Ginebra, Bruselas, Montevideo - . Y trabajamos para abrir las barreras proteccionistas que algunos países desarrollados insisten en poner a nuestros productos. Hemos tenido participaciones importantes, por ejemplo, en negociaciones sobre zapatos, tomate, fibras textiles, azúcar, café y muchos otros productos.

Aunque el presente informe centra su atención en los problemas y programas del comercio interior, vale comentar aquí que el esfuerzo de la nación y el realismo de la nueva política económica, han tenido un resultado excepcional en nuestra balanza comercial. Después de haber acumulado un déficit de prácticamente 6,600 millones de dólares durante el bienio 1975 - 1976 (3,300 millones anuales en

promedio), prevemos para 1977 un déficit de sólo 1,200 millones de dólares. Y ello no obstante que la recuperación de nuestra economía ha hecho crecer las importaciones de equipo, capital e insumos industriales, a partir del mes de julio.

Si en alguna área se hicieron evidentes las ventajas de abandonar la economía ficción - es decir, la economía de los buenos deseos - es en el comercio exterior de México. Su mejoría se debe fundamentalmente al hecho de haber enfrentado la difícil decisión de darle a nuestra moneda su valor real en los mercados internacionales. Esta decisión, que sacudió dramáticamente al país después de 22 años de estabilidad paritaria, nos ha permitido volver a poner los pies sobre la tierra en materia de nuestras relaciones económicas con el exterior. Anunada a ella, la acción decidida del Estado para estimular las exportaciones, la reinstalación de estímulos fiscales adecuados, la moderación de las importaciones innecesarias, el manejo flexible de los aranceles, han permitido este resultado excepcional que hoy coloca a la economía mexicana en una situación si no de solidez absoluta, sí de consistencia para reiniciar el camino ascendente.

La Ley Orgánica de la Administración Pública Federal establece las bases para la puesta en marcha de los nuevos programas de desarrollo del sistema comercial mexicano. Sin embargo, sentimos que su implantación fluida requiere de normas jurídicas adicionales.

Podemos clasificar la legislación comercial en tres apartados:

1. Aquella que regula las relaciones comerciales entre particulares.

2. Aquella que norma la acción reguladora del Estado, que lo autoriza a intervenir para evitar abusos y proteger al consumidor.

3. Aquella que le da bases para llevar adelante su acción transformadora, de desarrollo, de modernización de los sistemas y de los procedimientos comerciales del país.

Contamos con una vieja legislación reguladora del comercio privado. Sin duda perfectible, pero en operación y funcionamiento suficientes.

Contamos con legislación que autoriza la intervención reguladora del Estado para proteger al consumidor, particularmente a través de la Ley sobre Atribuciones del Ejecutivo Federal en Materia Económica y de la Ley de Protección al Consumidor.

Sin embargo, la legislación para apoyar la acción del Estado como promotor del desarrollo comercial, se reduce, de hecho, al artículo 34 de la Ley Orgánica. Legislación substancial, marco de referencia básica, pero aún insuficiente. En atención a ello, el Presidente de la República me ha autorizado para anunciar a ustedes que enviará próximamente a esta Cámara una Iniciativa de Ley con base en la cual se fortalezca la acción del Estado como orientador de las actividades comerciales. Al mismo tiempo se propondrán pequeñas pero necesarias modificaciones a la Ley sobre Atribuciones del Ejecutivo Federal en Materia Económica y a la Ley de Monopolios.

Con estos nuevos instrumentos legales ajustados a la nueva realidad del país, con los programas elaborados en coordinación con la Secretaría de Programación y Presupuesto, con los recursos necesarios que siempre procuraremos utilizar con la mayor eficiencia, con la mayor austeridad, estaremos en condiciones de incrementar substancialmente, a partir del próximo año, las tareas que le permitan a la Secretaría de Comercio inducir la acción pública y la de los particulares, a la prosecución de los cuatro objetivos específicos que hemos señalado.

Señor Presidente de la Cámara.

Señoras y señores diputados.

Nuestros problemas económicos no se iniciaron en agosto - septiembre del año pasado. De hecho, los indicadores empezaron a dar signos de estancamiento de la economía desde 1974. En efecto, todavía en 1973 nuestro producto interno bruto creció a 7.6%. En 1974 bajó al 6%. En 75 al 4%. En 76 se derrumbó al 2.1% Estábamos ya en una cifra inferior al crecimiento de nuestra población. El desempleo aumentaba al 8, al 9%. El gasto público y la deuda externa crecían, sin que se pudiera detener la caída. Nos hallábamos en plena contracción.

El período más agudo de esta contracción se dio entre septiembre de 76 y abril de 77. Luego se inició con lentitud, a veces desesperante, la recuperación. Todavía en el presente 1977 no podemos esperar un incremento de la economía mayor del 2.5%. Y eso, gracias a que en los últimos meses del año la situación empieza a repuntar en forma favorable. Pero sí vislumbramos una perspectiva optimista. Entre otras razones:

Por la mejoría definitiva de nuestra balanza comercial.

Porque la inflación ha disminuido: de 4% mensual en los últimos meses del año pasado, a menos del 1% en octubre último.

Porque se ha iniciado la recuperación de la producción de energía eléctrica . Y la energía eléctrica no se puede almacenar. Cuando se genera más es porque se está consumiendo en las fábricas y en el campo. En el primer semestre del año los consumos de energía eléctrica fueron de sólo 6%; en el segundo se están logrando cifras superiores al 11%.

Porque se ha iniciado un período de mejoramiento substancial de la captación bancaria y ha disminuido francamente la dolarización.

Porque continúa fortaleciéndose la confianza en México fuera del país. En buena medida, sí, por la existencia de crecientes reservas de petróleo. Pero también por la certeza de que este petróleo, esta riqueza, se administrará de manera conveniente a la sociedad nacional. No quisiera cansar a ustedes con enumeraciones. Puedo afirmar, en síntesis, que la tendencia, hasta este momento, según todos los indicadores de la economía, es favorable. 1977 será todavía un año muy difícil. Creceremos menos de lo que crezca la población. Y el desempleo

ha aumentado a una cifra cercana a los 2 millones de personas. Pero se ha iniciado la recuperación económica.

¿A dónde nos llevará esta recuperación?

¿Qué peligros pueden presentarse en los próximos meses, en los próximos años?

¿Qué papel jugará el comercio en los años de bonanza económica?

La presente generación de mexicanos no dejará pasar esta nueva oportunidad. No le basta un mayor incremento del producto interno bruto. La crisis que se ha enfrentado no ha sido sólo económica. Ha sido, fundamentalmente, social. La presente generación de mexicanos desea una economía de crecimiento sostenido. Pero desea también un mejoramiento definitivo de las condiciones de vida de la mayoría. Y, para ser explícito, un mejoramiento concreto de la distribución del ingreso.

Desea una nueva estructura social.

Y desea una nueva estructura de la producción nacional. La presente generación quiere y puede orientar el esfuerzo de sus campesinos, de sus trabajadores, de sus hombres de empresa - pequeños, medianos y grandes - , a la producción de bienes social y nacionalmente necesarios. A la producción de bienes que realmente necesitan los 65 millones de mexicanos de hoy, y los 120 millones de mexicanos del año 2000. Quiere también equilibrar su economía con el exterior y fortalecer así su independencia nacional.

Todo lo anterior supone una acción ordenada, programada y sistemática. Se ha realizado un esfuerzo extraordinario en la actual administración, para traducir en realidad administrativa el espíritu y el contenido de la Ley Orgánica aprobada por ustedes en diciembre pasado. Hoy están mejor y más precisamente establecidas las responsabilidades y la coordinación de cada uno de los órganos del Ejecutivo Federal.

En este panorama, el comercio habrá de jugar un papel particularmente importante y, lo confieso con toda honestidad, en extremo difícil. Si no logramos transformarlo en un sistema de estímulo a la producción y de auténtica protección al consumidor, podría ser un estorbo dramático a los programas de mejoramiento social que la Nación demanda.

En la medida en que vayamos avanzando de la gran contracción y la crisis hacia el mejoramiento, primero lento, luego seguramente más acelerado de la economía, podremos ver un futuro promisorio. Ese futuro depende de nosotros. No bastan los recursos naturales para desarrollar un país. Se requieren, además, la inteligencia, la constancia y la responsabilidad del trabajo de sus habitantes. Esto no podemos olvidarlo.

Difícilmente podría gobernar el Estado toda la actividad económica, como le corresponde hacerlo en su carácter de Estado moderno y revolucionario, si no atendiera a la modernización de los sistemas comerciales del país.

Situado entre el productor y el consumidor, el comercio puede ser una carga innecesaria y pesada de la actividad económica y consecuentemente de la sociedad. Pero puede ser también, si es eficiente, un orientador y estimulador excepcional de la producción, y a la vez, un protector del consumidor. Un instrumento, además, que asegure en una sociedad tan desigual, el acceso de los marginados a los bienes socialmente necesarios.

La instrucción del Presidente de la República es ésa. Construir el aparato administrativo y poner en marcha las acciones y los programas que nos permitan inducir la transformación del comercio nacional hacia esas metas. Es tarea indispensable para un Gobierno resuelto a alcanzar los objetivos sociales y económicos de que hemos hablado.

Con el apoyo de la legislación y los recursos necesarios, los funcionarios que trabajamos en el Sector Comercio comprometemos nuestro mejor esfuerzo para que este propósito vaya logrando en el tiempo resultados concretos. No quedará en buenas intenciones.

Cuando llegamos a rincones apartados del país y los vemos con una tiendecilla o sin tienda alguna, cuando encontramos los precios más altos donde más pobre está la gente, cuando vemos la inmensa complejidad de las cadenas de intermediarios que encarecen los precios de los artículos perecederos en todas las ciudades del país, cuando vemos la pequeñez de las unidades comerciales de las cuales vive una familia, y a las que, si exigiéramos vender a menor precio su mercancía, no haríamos sino quitarles parte de su sustento elemental, nos damos cabal cuenta de la magnitud del problema que confrontamos.

Sin embargo, el comercio es sólo uno de los múltiples frentes en los cuales se libra la batalla del desarrollo del país. Fuente de trabajo que carecería de sentido si no estuviera íntimamente coordinado con los demás. Los instrumentos de política económica que la Ley encarga administrar a la Secretaria de Comercio, sólo pueden tener eficacia y sentido en la medida en que estén íntimamente coordinados con la red completa de instrumentos de política económica que maneja el Gobierno.

Bien entendemos que nos toca lidiar con una contradicción permanente:

El conflicto entre quien produce y quien consume.

El conflicto entre quien vive en la ciudad y quien vive en el campo.

El conflicto entre quien vende y quien compra.

El conflicto entre el gran productor y el pequeño productor.

El conflicto entre el gran comerciante y el pequeño comerciante.

El conflicto entre el mayorista y el que vende al menudeo.

Procuramos siempre encontrar soluciones a estos conflictos en el equilibrio que incline la solución en favor de los grupos más necesitados, pero pensando no sólo en lo inmediato sino en el largo plazo.

El conflicto convertido en lucha, destruye, reduce.

El conflicto hecho síntesis, enriquece, fortalece, hace crecer.

A partir del conflicto podemos encontrar la síntesis del México que todos deseamos.

De esta generación de mexicanos depende que los conflictos aún implícitos en nuestra gran desigualdad social, se conviertan en fuerzas creadoras de un nuevo México, en fuerzas políticas de desarrollo, en la síntesis de ese modelo de país que ha propuesto a los mexicanos José López Portillo." (Aplausos.)

CONSIDERACIONES

El C. Presidente: Por conducto de la Secretaría, llegaron a la Vicepresidencia de esta mesa los nombres de algunos señores diputados que desean hacer uso de la palabra en nombre de sus Partidos. Voy a dar lectura al nombre de ellos para posteriormente concederles la palabra.

Del Partido Popular Socialista, el diputado Héctor Ramírez Cuéllar; del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el diputado Pedro González Azcuaga; del Partido de Acción Nacional, la diputada María Elena Alvarez de Vicencio; del Partido Revolucionario Institucional, el diputado Enrique Ramírez y Ramírez. En consecuencia, se concede el uso de la palabra, al diputado Ramírez Cuéllar, del Partido Popular Socialista.

El C. Héctor Ramírez Cuéllar: Señor Presidente; Señor secretario de Comercio, licenciado Fernando Solana; señores funcionarios de la Secretaría de Comercio; compañeros diputados; compañeras: Hemos escuchado con gran atención el informe que rinde a esta representación nacional, el señor secretario de Comercio licenciado Fernando Solana y en particular nos ha llamado la atención poderosamente el conjunto de medidas de política comercial que esa Secretaría ha aprobado, estudiado y pone en práctica actualmente.

Estamos de acuerdo en la preocupación del señor secretario de Comercio, de que el problema de los precios debe examinarse íntimamente vinculado a los otros factores económicos, e íntimamente relacionado con las otras fases del proceso productivo. Examinar el problema de los precios, de los productos y de las mercancías en forma aislada o en la forma populista, equivale a caer en un grave error político. Este error político puede ser consciente e inconsciente - Estamos de acuerdo en elevar el debate a la altura que se merece el problema de los precios en nuestro país. Una mercancía tiene un valor por ser cristalización de un trabajo social. La magnitud de su valor o su valor relativo, depende de la mayor o menor cantidad de sustancia social que encierra . Es decir, de la cantidad relativa de trabajo necesaria para su producción. El precio no es si no la expresión en dinero del valor. Los costos de producción de un artículo están determinados fundamentalmente por el precio de la fuerza de trabajo que se impregna en forma directa en ese artículo y también por el valor de la fuerza de trabajo que se incorpora a las materias primas, a la maquinaria, al transporte, a los edificios. Al desarrollar las fuerzas productivas de un país, aumenta en forma consiguiente la producción de las mercancías. Si queremos analizar de una manera científica el problema de los precios de los productos, tenemos que hacer un examen correlativo de otro precio, de otra mercancía: la de la fuerza de trabajo de la clase trabajadora. El obrero en la sociedad capitalista trabaja por medio de un salario para adquirir un conjunto de artículos de primera necesidad para mantenerse, para reproducirse, para sostener a su familia y para multiplicarse como clase social explotada, dentro de las condiciones sociales medias de un país. Distintos sectores sociales y fuerzas políticas de México, estamos de acuerdo de que en el fondo del problema de la carestía de la vida, está la grave insuficiencia de la producción del sector industrial y del sector agrícola. Pero las diferencias se presentan cuando tratamos de implementar las medidas para superar la producción nacional.

Unos pretenden elevar la producción nacional, reduciendo los costos del trabajo , castigando los ingresos de los trabajadores, y otros, luchamos por constreñir cada vez más, el volumen de ganancia de las grandes empresas.

El convenio que México suscribió recientemente con el Fondo Monetario Internacional, se inscribe en la primera dirección; pretende elevar la producción nacional, congelando los aumentos de los salarios.

Ha pasado un año de la suscripción de ese compromiso, y los resultados en la producción, no pueden ser más trágicos.

La congelación de salarios al 10% de incremento, ha provocado un desplome vertical del poder adquisitivo de los trabajadores, que fluctúa entre el 30 al 40%, de enero a septiembre de este año, de precios al mayoreo.

La producción industrial ha perdido el dinamismo con que se había caracterizado; la agrícola está estancada. Se han retraído las inversiones productivas del Estado, y la inversión del sector privado está prácticamente ausente de la economía nacional.

A un año de vigencia de ese convenio, nuestra fracción parlamentaria considera que es urgente que la dirección económica de nuestro país, renegocie el convenio con el Fondo Monetario Internacional, particularmente en lo que se refiere a las restricciones impuestas a los incrementos de los salarios y al ejercicio del gasto del gobierno.

Como dice el licenciado Solana, este año que finaliza, será de recesión y de estancamiento general para la economía nacional.

El congelamiento de los salarios está abriendo cada vez más una brecha más profunda con respecto a los precios, y la demanda de bienes y servicios, está severamente contraída en todo el país, y el mercado interno se está estrechando cada vez más.

En estas condiciones la carestía de la vida no puede combatirse en forma eficaz y muchas

de las medidas de la Secretaría de Comercio, medidas justas positivas, no tendrán los resultados que todos esperamos.

La devaluación del peso, produjo efectos profundamente negativos en el sector industrial y en el sector agrícola. En septiembre del año pasado, el Ejecutivo promulgó un decreto sobre "costos - precios", que permitía que las empresas, que obtuviesen un incremento del 5% en los costos de su producción, podían solicitar un incremento de sus precios.

Este decreto, estuvo vigente hasta la semana pasada en que se creo la Comisión Nacional de Precios; con este decreto, cualquier empresa podía justificar el mínimo porcentaje de un incremento del 5% no obstante, que siguiese teniendo altos niveles de utilidades. Comprobaban incrementos del 5% pero no se investigaba el incremento de las utilidades obtenidas el año pasado.

Con frecuencia para autorizar incrementos de precios se afirma que los costos de la producción se han elevado, pero por desgracia nada se dice, acerca de las altas utilidades que obtienen las grandes empresas nacionales y extranjeras el año pasado, en medio de la inflación galopante que azotó y azota a nuestro país.

En época de crisis, en época de inflación, las grandes empresas nacionales y extranjeras, los grandes monopolios, succionan de la riqueza pública, del poder adquisitivo de los trabajadores una parte considerable de esas riquezas, muchos pequeños y medianos productores, sufren en la competencia con los grandes productores y monopolistas y muchos de ellos sucumben y desaparecen en el mercado. Se pide que haya precios realistas, para las mercancías, pero nadie ha pedido que se fije un precio realista a otra mercancía, a otra mercancía, a la fuerza de trabajo.

Se pretende considerar que aumentará la producción si se incrementan los precios de los productos nacionales, pero no se toman medidas, no hemos escuchado medidas hasta hoy, para combatir la presencia de los grandes monopolios internacionales y nacionales en el mercado nacional, y se mantiene intocable la estructura de intermediación excesiva que a tan alto costo paga nuestro pueblo desde hace muchos años.

Estamos convencidos que en gran parte, en gran parte los incrementos de los precios tienen un carácter profundamente especulativo y artificioso, es decir , en gran medida estos incrementos no tienen una razón económica sólida. La tolerancia que durante muchos años ha existido de parte de muchos gobiernos revolucionarios ha propiciado que en las últimas décadas se formen y se consoliden poderosos intereses económicos y políticos, intereses y grupos que asfixian, que obstaculizan el desarrollo del aparato productivo del país.

Ello ha permitido que en estas décadas el capital extranjero, prácticamente se haya adueñado de las industrias químico - farmacéuticas y alimenticia.

Estos poderosos intereses económicos perturban gravemente la producción, la distribución y la comercialización de los productos tales como los perecederos, y hacen imposible cualquier control de precios. A la Secretaría de Comercio le compete reglamentar los procesos de comercialización interna, pero escapa a sus facultades la regulación de otras bases del proceso económico. Si no se controlan los costos de la producción, será imposible controlar o fijar los precios de los productos. Si no existe crédito barato y oportuno para los productores, entonces caerán en manos de los agiotistas y los acaparadores, como ocurre actualmente. Y si no se controla la producción de materias primas, generalmente en poder de filiales de empresas extranjeras, cualquier incremento de sus costos repercutirá inevitablemente en los precios finales.

En el caso del huevo, ha sido claro que las empresas norteamericanas Purina y Api Aba, filiales de la Anderson Clayton, elevaron los precios - lo declaró su gerente - , de los productos balanceados para las aves hasta en un 47%, con los resultados que ya conoce el pueblo de México, en la elevación de este producto.

La comercialización y el viciado proceso de distribución de los productos, están asfixiando el desarrollo de las actividades agropecuarias. Los incrementos de los precios entre el productor y el consumidor, oscilan entre un 100% y un 500%. La producción agropecuaria es acaparada previamente por los intermediarios y los mayoristas, como por ejemplo, en el caso de la papa, en la que se paga al campesino a peso el kilo, y el consumidor final lo adquiere en los mercados públicos a $2.80. Por cada peso del costo de un producto, 60 centavos se distribuyen entre las variadas fases del proceso de intermediación,

Ha llegado el momento, así lo considera la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, de desterrar la falacia de que los precios de los productos perecederos se rijan por la ley de la oferta y la demanda. Esta tesis, este tabú, ha hecho grave daño a nuestro pueblo y aún lo seguimos manteniendo, y ha llegado el momento de desenmascararlo y combatirlo.

Si el Estado no interviene en la fijación y en la regulación de los precios, estos continuarán comportándose por los designios económicos de los grandes acaparadores mayoristas y bodegueros.

Si dejamos a los factores económicos al libre juego de la oferta y la demanda, estamos propiciando el ya de por sí acelerado proceso de monopolización y de concentración económica.

El control de los productos perecederos es francamente drámatico y repugnante, y obliga al Estado a una acción profunda.

Quisiéramos ilustrar a esta representación nacional sobre el control oligopólico de los productos perecederos, y pedir al señor Secretario de Comercio que esa Secretaría realice una investigación acuciosa y tome de inmediato las medidas más conducentes.

Los señores Antonio González, Trinidad González, la familia Torres, acaparan la mayor parte de la producción del jitomate; el

señor Alfredo. Sigue la producción de chile; el señor Antonio Gutiérrez, la uva; el señor Juan Bautista, Adolfo Delgado, el plátano, Domingo Calderón, los limones; la familia Wagner, Gorosabe, Argüello, la manzana; Olegario González, Alvaro Obregón, Adrián Sánchez, Mario Camarillo, el pollo y el huevo; la familia Porras, la ciruela; Ramón Tirado, la semilla de cacahuate; los hermanos Cruz, la cebolla.

A raíz del deterioro en la función reguladora que ha tenido Industrial de Abastos, en que prácticamente se ha desplomado y por desgracia la introducción de este producto está sujeta a la Ley de la oferta y la demanda, que quiere decir, al control de los intermediarios y de los introductores, la situación es como sigue: Cuando nació Industrial de Abastos, regulaba prácticamente el mercado de la carne, el 60% de la producción, actualmente su producción no llega a más del 12% con los resultados que señalo en seguida: Los principales intermediarios ante la ausencia de la función reguladora de IDA, son: Gonzalo Monroy, Francisco Lozano, Anastacio Hernández, Reyes García . La empresa norteamericana General Foods, que hace seis años controlaba el 30 % del proceso de comercialización de la carne por la vía de las empacadoras, ha aumentado su poder al 40%; esto ante el desplome de la actividad de esa empresa del Estado.

Por ello, nosotros pedimos que se haga un estudio profundo acerca de la función reguladora de esta empresa y vuelva a tener el funcionamiento que tuvo en el pasado. Se pretende solucionar el problema restringiendo el empleo a miles de trabajadores; abrir un hoyo para tapar un boquete, cuando que IDA bien podría continuar regulando la introducción de la carne en nuestro país.

En el aspecto de los granos alimenticios, la situación no puede ser más trágica. La Casa Moranchel, Casa Castillo, El Cafeto, Abarrotes México, La Francia, La Villa de Zahuayo, Abarrotes Rivas, Café Mejor, La Valenciana, Figueroa y Bojórquez, El Fuerte de Ocotlán, La Española, El Fénix, La Grecia, controlan una gran parte del proceso de comercialización de granos como el garbanzo, las habas, las semillas de alfalfa, de perejil, de cebolla y otras, es decir, controlan una gran parte de los insumos y de las materias primas que requieren los agricultores y los productores del campo.

Ante esta situación es necesario que la Secretaría de Comercio intervenga en forma decisiva en la regulación de precios en la zona de la Merced, la zona de abastecimiento más importante de productos perecederos de la ciudad de México y de gran parte de nuestro país. Es difícil regular los productos perecederos porque, por lo general, estos no pueden almacenarse. Sin embargo, consideramos que en esta zona de abastecimiento la Secretaría de Comercio debe crear una Bolsa de Precios que permita regular las entradas de los productos y fijar los precios en función de las oscilaciones de las temporadas de cosecha y en función de las necesidades de abastecimiento de la población.

Esta proposición está muy ligada a la necesidad que existe de que se planifique la producción agropecuaria en función de las necesidades de los propios núcleos urbanos y en función de la demanda de los centros urbanos. Esta pesada estructura de comercialización de productos perecederos es un factor muy poderoso que provoca un alza permanente en el costo del nivel de vida. La situación no puede ser más profundamente dolorosa, si tomamos en cuenta que sólo el 7% de la población de nuestro país disfruta de un nivel alimenticio decoroso; la mayor parte de los niños de México, consumen entre 25 y 30 gramos de proteínas diariamente, cantidad baja a nivel internacional. El consumo de carne anual percapita en nuestro país, es de 22 kilos, mientras que según datos internacionales, se requiere un consumo mínimo de 35 kilos para asegurar el desarrollo normal del hombre.

Los grandes acaparadores e intermediarios, controlan, además el 60% de la transportación de los productos, así como las bodegas y los almacenes, durante cuya estancia éstos se elevan notablemente.

Acaparan las principales bodegas de alimentos en la ciudad de México, los señores: Miguel González Cruz, Guillermo Sotelo, Jesús López Mena, Omar Campos, Manuel Delgado, Ramón Corona, Habbib Abb, Gabriel Cipriano Abb; además especulan con el terreno urbano de una manera increíblemente dolorosa.

Los productores agrícolas carecen de un sistema de transportación propio de sus productos, por lo que el precio de los fletes se recarga notablemente en el precio final, y tampoco tienen bodegas o zonas de almacenamiento para sus productos, por lo que consideramos que es necesario que el Estado estructure un sistema propio del Estado y de los productores, de transportación masiva de productos de las zonas productoras a los consumidores, y una red de centrales de abastos y de almacenamiento, ya anunciada por el señor Secretario de Comercio, pero una red manejada y construida por el Estado, y de ninguna manera entregada después a los particulares.

En síntesis, organizar, avanzar en la organización de los productores, para que concurran de una manera más racional al mercado nacional.

La Comisión Nacional de Precios, creada recientemente, termina con una injusticia evidente por la primera vez, se incorpora a los trabajadores en el proceso de fijación de los precios.

Hasta antes de la creación de esta Comisión, la fijación de precios había sido una decisión unilateral del Gobierno, o en consulta con los empresarios.

La presencia en esta Comisión de otras Secretarías dependencias públicas, confirma la tesis de la aprobación de los precios de este producto, es el resultado de un largo proceso cada vez más complejo en las fases de producción, intervienen la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial, Agricultura y Recursos

Hidráulicos, en la comercialización, la CONASUPO, en el crédito, la banca estatal.

De esta manera, se concibe la necesidad de integrar los esfuerzos gubernamentales en una sola dirección económica: beneficiar a los consumidores y estimular la producción.

Este esfuerzo positivo no tendrá éxito si el Estado no avanza por el camino, no sólo de la planificación de sus propias actividades e inversiones, sino también de las que promueve o debe promover la iniciativa privada.

Para elevar la producción agrícola, no sólo es necesario incrementar las inversiones del Estado en esta actividad, sino continuar organizando a los campesinos por los métodos colectivos, iniciados en el sexenio pasado.

Avanzar en la planificación industrial significa no sólo tomar en cuenta los costos reales de la producción, sino también marchar hacia los costos planificados de las empresas. Todos los despilfarros y las irracionalidades de la empresa privada, se trasladan necesariamente a los precios de los productos. No son idénticos los costos de las grandes empresas extrajeras a los de las medianas y pequeñas empresas nacionales.

Con frecuencia, cuando se fija un precio, éste afecta a los pequeños productores nacionales, como ocurre actualmente en la industria químico - farmacéutica, una de las industrias más rentables del mundo y de México.

¿Cómo se puede justificar un aumento de precios en una industria que tiene altas utilidades?, ho hay explicación social alguna, aunque sí técnica. Mientras no se modifique la estructura del régimen de la propiedad, mientras no se desplace al capital extranjero de este industria y de la alimenticia, los aumentos de precios sólo reforzarán el círculo vicioso de la dependencia. Los grandes empresarios, cuando se pretenden afectar sus intereses, amenazan con retirarse del mercado, con abandonar el país, pero sabemos bien que no lo harán, porque en México obtienen altas utilidades, como en muy pocos países del mundo. Estas presiones capitalistas son francamente inadmisibles y rechazamos en forma categórica y nos unimos a la actitud del Secretario de Comercio en este sentido. Es necesario tomar en cuenta el problema de los precios como un todo económico, íntimamente vinculado a la producción, a la inversión y al crédito. Para atacar el problema tenemos que ir a las causas profundas y no quedarnos en la epidermis del fenómeno, incidir en la producción nacional por medio del incremento constante de la inversión productiva y avanzar en la legislación antimonopólica, particularmente en lo que ha anunciado aquí el señor Secretario de Comercio respecto al esforzamiento de las atribuciones económicas del Poder Ejecutivo. Decía Carlos Marx, el fundador del socialismo científico, y quien abriera el camino para los cambios profundos de la humanidad, que el tiempo es el espacio en que se desarrolla el hombre. El hombre que no dispone de ningún tiempo libre, cuya vida prescindiendo de las interrupciones puramente físicas del sueño, la comida, está toda absorbida por el trabajo para el capitalista, es menos todavía que una bestia de carga, físicamente destrozado y espiritualmente embrutecido, es una simple máquina para producir riqueza y, sin embargo, toda la historia de la moderna industria demuestra que al capital si no se le pone un freno, laborará siempre, implacablemente, y sin miramientos por reducir a toda la clase obrera, a este nivel de vida de la más baja degradación." Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado González Azcuaga, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

El C. Pedro González Azcuaga: Con la venia señor Presidente, señor Secretario de Comercio, señores directores de organismos del sector comercio y funcionarios de esta dependencia, compañeros y compañeras diputadas:

Todos nosotros fuimos testigos de la grave crisis por la que nuestra economía ha venido desenvolviéndose y en medio de la cual escuchábamos voces alarmistas, por un lado, o complacientes por otro, que poco aportaba a la posible, a la necesaria solución de nuestros graves problemas.

Todos nosotros hemos sido testigos también de la actitud ponderada y responsable con que el Ejecutivo de la Unión, ha hecho frente a esta crisis económica; todos, en alguna forma, nos hemos corresponsabilizado en la discusión, aquí, y en el análisis mismo de las medidas económicas, sobre decisiones fundamentales en materia comercial, laboral y económica y creo que en aspecto comercial a todos nos preocupa, fundamentalmente, que nuestro país pueda resolver en forma sólida, en forma al menos para cierto lapso definitiva , sus problemas fundamentales de comercialización.

Mi Partido, y los miembros de la fracción parlamentaria del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, debemos de expresar nuestra felicitación al señor Secretario de Comercio por la forma clara en la que nos ha expuesto la problemática fundamental de todo este sector y manifestarles que compartimos la inmensa mayoría de sus preocupaciones y que también creemos en el acierto de muchas de las medidas adoptadas.

Debemos también de manifestar que se ha evitado en el análisis de este asunto tan complejo el acudir a esquemas más o menos fáciles, más o menos populistas, más o menos demagógicos, que pudieran traer una solución parcial o a corto plazo de algunos problemas y reconocer que se ha intentado seriamente buscar el fondo, la raíz de los mismos y actuar sobre de ellos por el bien de nuestro país.

Todos los aquí presentes, como representantes populares, hemos tenido, un contacto directo, vivo, con la angustia, con la verdadera angustia, que generan siempre que se presentan dos aspectos fundamentales de las crisis económicas: la inflación y el desempleo.

Todos nosotros hemos recibido en alguna ocasión un reclamo abierto o de lado de nuestros electores y de todos los representantes de diferentes sectores, por la magnitud de estos problemas.

Todos sentimos que ambos problemas, la inflación y el desempleo, no son sino el

resultado final de un sistema económico en crisis, de una estructura económica que ha tenido que sobrellevar una crisis y que requiere, para superarla, de una acción responsable de todos los sectores.

No eludiremos nosotros, porque sería un esquema fácil y como fácil también falso, al llegar a señalar que en un país capitalista se ha dicho - estamos de acuerdo en el término - la ley de la oferta y la demanda no infieren o no son los aspectos fundamentales quizás, sobre el problema de los precios. Lo ha señalado aquí el señor Secretario con claridad.

Tenemos una oferta y una demanda deformadas, como las tienen todos los países capitalistas y como las tienen peor aún los países subdesarrollados.

Las deformaciones de nuestra oferta son las de la improductividad, las de ineficiencia y las deformaciones de nuestra demanda son también las del desempleo y el crecimiento demográfico.

Tenemos unas y otras, deformadas, pero en ellas es que se manifiesta dramáticamente esta conjunción entre la producción de bienes sociales y la distribución de los mismos. Es en este mercado de bienes y servicios donde lamentablemente quienes menos necesidad tienen de influir son quienes más necesidad tienen de dichos bienes y servicios.

Hemos observado que se pretende razonablemente actuar ambos sentidos. Por el lado de la oferta y por el lado de la demanda. En este segundo término, con todas las medidas de defensa y orientación al consumidor; por el lado de la oferta se ha señalado en muchas ocasiones, dando garantías y trato justo al productor nacional, porque la crisis nuestra también es una crisis de producción y de trabajo.

Como representantes populares hemos sentido que ha hecho falta una adecuada difusión de las medidas oficiales con relación al problema de los precios, porque en esa angustia que se genera entre amas de casa y estratos medios, afectados además por el desempleo, nos encontramos nosotros la conexión más inmediata con los resultados políticos de la crisis. En una sociedad como la nuestra, un proceso inflacionario agravado por el desempleo tiene un inmediato resultado de desestabilización social y es ahí donde pueden generarse actitudes políticas sumamente negativas, sumamente lamentables. Es, en ese tipo de desequilibrios, donde los enemigos de México pueden encontrar el terreno fértil también para actuar contra México. Y si no, que lo digan los estudiosos sobre el fenómeno del "cacerolismo" en el Cono Sur de nuestro hemisferio.

Esta crisis económica manifiesta explosivamente en los problemas de precios y desempleo, requiere sin duda de una actitud nueva ante los problemas; de una actitud exenta de esquemas que responsablemente delimite el papel del sector público y del Estado Nacional Revolucionario como orientador fundamental de nuestro sistema económico.

A nuestro juicio, se han esbozado aquí los objetivos fundamentales de una política comercial. Creemos nosotros que ésta debe incluir la garantía de disponibilidad de alimentos y productos básicos para las grandes mayorías del país.

Que debe incluir necesariamente, su pena de suicidarnos, la garantía para el funcionamiento de nuestra planta productora industrial y agropecuaria, su ampliación y su fortalecimiento.

Que debe incluir la política comercial del gobierno, una racionalización y una programación sumamente cuidadosa de nuestra política comercial internacional, que nos permita disponer de tecnología y bienes de capital necesarios, sin comprometer ni la disponibilidad de nuestros recursos naturales ni nuestra independencia nacional.

Creemos que esto puede obtenerse mediante el otorgamiento y la garantía de precios justos a los productores agrícolas, cualesquiera que sea su calidad; el que en México produce, merece que se le aliente para producir, porque también nuestro problema es de falta de producción, lo mismo con los productores industriales y de todo tipo, para fomentar además, la inversión en todas las ramas.

Creemos que esto puede obtenerse mediante una eliminación progresiva y cuidadosa de los intermediarios, buscando en todo momento las fórmulas de comercialización directa que permitan un mejor precio, un mejor contacto, entre productor y consumidor.

Creemos que debe fortalecer la Secretaría de Comercio su actividad y vigilancia para evitar el acaparamiento y la especulación, particularmente en los productos básicos, alimentos y medicinas.

Creemos, los miembros del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, que el Estado, a través de sus instrumentos reguladores, debe incrementar su participación en los procesos de comercialización de productos básicos, particularmente, si en estos momentos no fuera posible o conveniente la medida que algunos sectores han señalado, de nacionalización de la industria farmacéutica, nosotros sí creemos necesario y conveniente que el instrumento regulador del Estado, que en esta materia que puede serlo la CONASUPO, se convierta en un gran distribuidor de medicamentos y productos de este tipo para que puedan llegar a precios adecuados o lo más adecuado posible a las mayorías nacionales.

Creemos también que debe buscarse en el mercado exterior un apoyo fundamental para nuestro mercado interior; que habremos de obtener de aquél todo lo que sea necesario para nuestro desarrollo y debemos vender en las mejores condiciones posibles todo aquello que hoy no podemos consumir. Políticas nacionales en ese sector hemos visto que han empezado a ser aplicadas y que están empezando a ser programadas.

Creemos que es una vía fundamental para compensar las deficiencias de nuestro subdesarrollo.

Nos preocupa, fundamentalmente, que nuestra relación con el exterior no se convierta en

un lastre sino en un apoyo de nuestro desarrollo económico, por ello, las actividades del sector son fundamentales en el cuidado de nuestro mercado internacional para que la balanza de pagos no represente una descapitalización permanente, como lamentablemente, en muchos momentos, ha venido presentándose.

Debemos señalar que en este aspecto se han dado pasos importantes que han tenido ya su efecto directo, significativo, en nuestra balanza comercial, pero hay que hacer una necesaria reflexión. La reestructuración de nuestro comercio, que es lo que ha venido a plantear el señor Secretario ante nosotros , un cambio fundamental de nuestras estructuras de comercialización, implica el traer a éste un grado de eficiencia necesario, implica depurarlo, implica hacerlo como debe de ser: un distribuidor más justo de las cargas del desarrollo.

A nuestro juicio este es un paso necesario y fundamental. El provocar el pago justo a la participación de todos, productores, comerciantes, trabajadores: trabajadores y comerciantes y productores que a su vez todos, son consumidores y, como tales, también beneficiarios de esta eficiencia necesaria de nuestro aparato comercial, pero sería necesario también pensar, que durante mucho tiempo y pese a todas las medidas que el Gobierno de la República ha puesto en práctica, grandes sectores de nuestra población, tienen hoy todavía una deficiente alimentación, una subalimentación crónica y padecen, simple y llanamente, hambre.

Ha hablado con una gran claridad el señor Secretario sobre la necesaria eficiencia social del gasto que hace el Sector Público y habremos de meditar: ¿Qué no gran parte de este gasto, el que se hace en educación y en seguridad social, lamentablemente no será óptimamente aprovechado por esa existencia de una población desnutrida, subalimentada, de esa población hambrienta?

Hablar de subsidios parece ser que en materia económica ha venido a ser un poco hablar de los "tabús" del pasado, hablar de los errores del pasado.

¿Qué, la eficiencia del aparato comercial, podrá garantizar la alimentación a todos los mexicanos?

Si así fuera, entonces esta reflexión no es necesaria, pero nosotros creemos que no, nosotros creemos que habrá de pensarse necesariamente en la posibilidad, durante las etapas en que sea necesario esto, subsidiar no quizás la producción, sino el consumo de algunos alimentos y productos básicos para las grandes mayorías nacionales.

Creo que será una forma sumamente útil de aprovechar el gasto social; creo que es una reflexión oportuna y necesaria. La hacemos con honestidad, convencidos de que no han sido los subsidios problema fundamental de nuestra economía. Ha sido, quizá, algunas otras cosas relacionadas con ella, pero si se lucha verdaderamente contra la corrupción, si nos organizamos, si estructuramos nuestro aparato comercial y nuestro sistema comercial adecuadamente, entonces, un subsidio a determinados productos alimenticios para el consumo popular, será plenamente justificado y plenamente aprovechado por nuestra población más necesitada.

Hemos traído ante ustedes estas reflexiones, conscientes de que por primera ocasión en esta gran Asamblea Nacional, en esta gran tribuna, se viene a comentar y a discutir el problema fundamental de precios y de la comercialización de los productos fundamentales para la familia mexicana.

Creemos que se han tomado medidas adecuadas. Sugerimos lo que creemos adecuado que se implemente, pero estamos conscientes de que con actitudes responsables como las que José López Portillo ha asumido en materia económica, este país va a superar esta crisis y cualquiera otra que se presente. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra a la diputada Alvarez de Vicencio, del Partido Acción Nacional.

- La C. María Elena Alvarez de Vicencio: Señor Presidente: señor Secretario de Comercio; señores diputados.

Estamos participando en esta sesión como respuesta a las inquietudes que algún problema causa en el pueblo de México.

Como representantes del pueblo, los diputados de Acción Nacional nos sentimos responsables de ocuparnos de dar una respuesta adecuada a las inquietudes que nuestros representados manifiestan. Por eso hemos coincidido en que era necesario para orientar nuestro juicio, la comparecencia del Secretario de Comercio, que nos ayudara a poder emitir ese juicio y a apartar las soluciones que pensamos que el problema planteado recibiera. Esta mañana al ir escuchando la intervención del Secretario de Comercio por momentos yo pensaba si este señor Secretario y esta nueva Secretaría no eran quizá parte ya de este sistema revolucionario que nos ha venido gobernando hace varios años, muchos años, porque en momentos me daba la impresión como si se partiera de cero, como si la nueva Secretaría de Comercio empezara a hacer planes sobre cosas que antes no existían, pero yo pienso que ojalá pudiera esto no coincidir solamente con las cosas que hemos visto cada sexenio, que los cinco últimos años del sexenio de dedican a decir que todo está bien y que aquí no pasa nada y que todo va marchando y el primer año del sexenio se dedica a analizar que no hay nada y que ha habido muchos errores, pero que de aquí en adelante todo se va a componer. Yo quisiera que no fuera ésta la situación de este momento, sino que en verdad pudiéramos dar un viraje hacia un cambio total que solucionara de raíz los problemas que el pueblo está resintiendo y pienso que es necesario que demos este viraje porque no sé si el pueblo vaya a seguir teniendo paciencia para darnos todo el tiempo que se le ha estado

pidiendo y es que la crisis que afrontamos en este momento reviste características especiales.

Sin deseo de ser alarmistas, aun tratamos de ser positivos y de ver la situación nacional con gran optimismo, no podemos dejar de pensar que estamos atravesando por uno de los momentos más críticos de nuestra historia. Estamos sufriendo, y todo mundo está de acuerdo con esto, una gran crisis económica y no nos tranquiliza la idea de que muchos países del mundo estén en las mismas o parecidas condiciones, sobre todo si pensamos que en nuestro caso muchas situaciones pudieron ser evitadas.

Nuestra crisis no es sólo consecuencia de la crisis mundial.

Esta crisis se está dando en nuestro propio consenso.

Esta crisis se está dando dentro de nuestra realidad mexicana y es en gran parte consecuencia de nuestro fracaso administrativo y político.

La gravedad y complejidad de este problema nos obliga en este momento a no tener ya pretextos para despilfarros y ostentaciones confines demagógicos y a no dar ya tampoco excusas a los errores de pseudo técnicos colocados en puestos claves con motivos políticos.

La crisis se esta dando en nuestro contexto, en el contexto particular del pueblo de México y con nuestro sistema mixto de economía capitalista, de mercado libre de oferta y de demanda y en este contexto debemos analizar nuestro problema.

Acción Nacional acepta y quiere este sistema de economía mixta. La intervención del Estado como rector de la economía debe ser aceptada, pero no un Estado como factor de la economía. Es necesaria la operación del Estado, desde luego, en todos aquellos campos en que la iniciativa privada no quiera o no pueda hacerlo, pero el Estado no debe asumir toda la función económica, porque sabemos que todo poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.

Si sólo analizáramos el hecho de que por efectos de la inflación en menos de dos años, los salarios se han aumentado en un 45%, y los precios en un 87, nos daríamos una idea de las enormes consecuencias que esta crisis económica ha estado reflejando en los campos social y político.

En el ámbito social se ha notado un acentuado deterioro en los niveles de vida de los estratos de la población asalariada, que ha tenido que cambiar sus hábitos de consumo. Sentimos que esto está conmoviendo los cimientos mismos de la convivencia humana en México, porque afecta a la familia en su base de sustentación material indispensable para el cumplimiento de su fin y todas las medidas tendientes a garantizar y fortalecer la economía familiar, son del más grande interés para Acción Nacional.

La protección y el mejoramiento de esa economía debe inspirar todas las medidas y los arreglos relativos a los precios, a los salarios, al seguro, a la política agraria a la constitución y defensa de un patrimonio familiar suficiente.

Es cierto que los valores de la familia van más allá de los valores económicos; es cierto que los valores que la familia desarrolla, son más materiales, pero también es cierto que no pueden lograrse los valores humanos y espirituales que la familia debe procrear sin una base de sustentación económica suficiente.

Cómo quisiera en este momento poder hacer algo por esas madres que se esfuerzan, con economías e inteligencia, en hacer que el presupuesto familiar pueda llenar todas las necesidades de su institución; cómo quisiera abogar ahora por esos obreros que, sin hacer despilfarros, y aún tratando de dar a su salario el cauce más adecuado, no logran que sea suficiente para la manutención de esa familia; y cómo me hace sentir, ahorita, necesidad de poder hacer algo por esos niños en que la desnutrición hace estragos en ellos , en que no pueden ir a la escuela o que se duermen en ella, todo porque no ha habido suficiente alimento para que estén en condiciones de crecer.

Todas estas cosas nos preocupan hondamente, porque son cosas que no se van a poder remediar, y el mal que se haga ahora, aunque después se corrijan los problemas, no va a tener solución que borre este mal el hecho en estos momentos.

También es cierto que el proceso social, no será resultado automático del aumento de la riqueza. Si no cambiamos estructuras y mentalidades, aumentará la riqueza y aumentará la injusticia en la distribución de la misma.

Todavía en nuestro país no se distribuyen los bienes justamente entre el pueblo, porque hacen falta en la Administración Pública y en la Iniciativa Privada, suficientes valores morales que animen y sostengan el crecimiento verdaderamente humano, pero es tiempo de entender que todo lo que se haga en materia económica, ya sea en el fomento de las exportaciones, en los estímulos a la inversión, ya sea en la descentralización de la industria o en las misiones comerciales al exterior es tiempo ya de entender que todo esto debe hacerse con beneficio de las minorías.

No se puede lograr la suficiencia para el pueblo, si la estructura política sigue en manos de un grupo atento sólo a sus intereses; mientras no haya democracia política, la actividad económica será siempre en beneficio de los detentadores del poder.

Es cierto, pues, que esta situación económica está incidiendo en esta estructura política; por una parte hay ocasiones en que se tienen que hacer concesiones a algunos sectores y por otra se plantea también la necesidad de endurecer los controles políticos ante la exacerbación del descontento y combatividad de quienes cargan con el mayor peso de la crisis.

Acción Nacional quiere ser constructivo, quiere que analicemos esta crisis, sobre todo con el propósito de encontrar soluciones y de aplicarlas ya para no tener que volvernos a reunir al cabo de los años, para hacer análisis de los

mismos problemas y a volver a proponer las mismas soluciones y ver que hemos avanzado, en la eliminación de estos problemas que ahora nos reúnen. Pero también no podemos dejar de ser objetivos y ver que si por un lado no se le da al pueblo, la facultad de ejercer sus derechos de libertad en la vida política, no se le puede tampoco exigir que asuma toda la responsabilidad y ponga todo lo que esté de su parte, para la solución de esta crisis económica.

Dos factores muy importantes han contribuido a llegar al estado de esta crisis.

En primer lugar desde luego la bajísima producción agropecuaria. Esta bajísima producción agropecuaria ha sido el resultado de la equivocada política agraria, pues a más de 60 años de iniciada su reforma, no ha producido la elevación humana del campesino y ha hecho bajar la producción a niveles alarmantes. El reparto agrario, ha agotado ya las tierras disponibles, ahora debe restablecerse en forma definitiva la seguridad jurídica y el esfuerzo de todos debe concentrarse en el desarrollo rural, dentro de un ambiente de justicia y de libertad. Es indispensable ya promover en el campo. condiciones de suficiencia económica, de seguridad en la propiedad y el trabajo, de elevación humana que reduzca el éxodo rural de quienes podrían vivir dignamente en el campo y pugnar por la ocupación en México y la protección de trabajadores agrícolas, que se ven en la necesidad de buscar trabajo en el extranjero.

El primer paso hacia la solución, sería pues este aumento de la producción agropecuaria, llegar a ser autosuficientes en los artículos básicos, hasta lograr eliminar totalmente las importaciones de ello si fuera posible.

Es tiempo ya de darnos cuenta de que la Reforma Agraria interesa fundamentalmente a toda la nación, no sólo a campesinos y a los agricultores, el bienestar y desarrollo de todos nosotros dependerá en mucho de que se resuelva este problema del campo, ya no tenemos tiempo para hacer de nuevo ensayos ni para permitirnos equivocaciones ni errores.

Junto con esta disminución de la producción agropecuaria, es un hecho también la disminución en la producción de artículos elaborados, que se agudiza por las dificultades de la comercialización, aun de artículos de consumo necesario, por la creciente incapacidad de consumo del mercado.

Esta disminución de la producción genera a su vez un aumento del desempleo. Sólo en la industria textil se han desempleado más de 20 mil personas y en muchas industrias que trabajaban a 3 y 4 turnos, ahora sólo trabajan uno y dos turnos.

No hay todavía datos muy precisos del desempleo. El señor Secretario marcaba un aumento de dos millones y ha habido otras informaciones que dicen que de agosto a la fecha, se han aumentado de 7 a 10 millones los desempleados.

Ya se precisarán, con el paso del tiempo los datos, pero esto no es lo importante, lo que nosotros podemos constatar a cada momento es esa cantidad de brazos ociosos que en muy buena parte se mantienen así por esa falta de oportunidades para el trabajo.

Cómo es lamentable ver por las calles pandillas de jóvenes y hombres que podrían estar contribuyendo a salir de esta crisis con su trabajo, pero que no hay manera de emplearlos porque no hay suficientes fuentes de él.

El Presidente ha dicho que corresponde al gobierno asegurar trabajo para todos los mexicanos. En un país de economía mixta como el nuestro, la aceptación de esta responsabilidad sólo debe entenderse como la creación de una infraestructura que favorezca la producción y la creación de condiciones sociales y económicas favorables para la creación de empleos.

En la 47 Legislatura, Acción Nacional presentó una iniciativa para la creación de un Servicio Nacional de Empleo. Aplicada esta idea en esa fecha, hubiera ayudado a prevenir quizá y a aminorar en parte las fatales consecuencias de la presente crisis, pero en esa creación, como en la época presente, se notó la persistente actitud de despreciar, a siquiera analizar las soluciones propuestas aunque tal vez algo pudiera aportar, cuando éstas vienen de otro grupo que no es el grupo en el poder.

Ha sido también desde luego una causa determinante de esta crisis el gran déficit presupuestal. Este déficit presupuestal, que se originó en gran parte por los excesivos gastos gubernamentales - y no nos referimos a los gastos que forman infraestructura, ni a los gastos que se hacen para generar más fuentes de trabajo y producción - , sino a esos gastos que en nada benefician al pueblo: giras de viajes presidenciales, casi principescas, concentraciones de apoyo, campañas para tender cortinas de humo; estos gastos que se hacen con el dinero del pueblo y que tanto trabajo le cuesta al pueblo obtener, que en nada han beneficiado a este pueblo y que sí han contribuido en gran parte a llevar la crisis a los niveles que presenta.

Otro factor también en este déficit presupuestal ha sido la desviación de fondos públicos por manejos deshonestos. Yo no sé si en el año 3,000 se va a poder hacer una lista exacta de todas estas desviaciones y si nuestras generaciones de esa época van a poder saber hasta dónde han llegado las cuantías de estas desviaciones, pero en nuestra época, por algunos motivos de vez en cuando trascienden algunos puntos y nos vamos informando poco a poco de algunas cosas que nos explican en parte por qué se llegó a estos niveles y se nos habla por ahí de Bahía de Banderas, de Aeroméxico, de colusión de funcionarios del Seguro Social para los precios de compra de las medicinas; del Fideicomiso de Cumbres de Llano Largo; de la compraventa de chatarra; de violaciones de piezas postales, etc.

Quién sabe si vaya a seguir aumentando esta lista o ahí ya vaya a parar, pero es cierto que este factor nos ha llevado también en parte a esta crisis que ahora estamos confrontando, porque; ¿de dónde iba a sacar el gobierno los recursos y de dónde los va a sacar para ir nivelando este déficit presupuestal?

Ha usado y seguirá usando seguramente algunos caminos. Uno de ellos ha sido el aumento de la recaudación interna.

La reforma fiscal que se ha hecho últimamente se ha guiado más por la necesidad de salir de la quiebra de la hacienda pública , que por los criterios de una política fiscal de interés nacional.

El aumento desproporcionado de los impuestos no ha correspondido al aumento real de los ingresos de la mayor parte de los mexicanos de escasos recursos y ha sufrido por esto un grave deterioro en su poder de compra.

Nosotros pensamos que urge una revisión para que haya más proporcionalidad entre los impuestos de sueldos altos y los de menor cuantía.

Otro medio de acercarse fondos, ha sido el endeudamiento interno, se ha multiplicado la emisión de bonos gubernamentales, cuyo resultado final todavía nos parece dudoso. Con los bonos de la Tesorería que se aprobó y que se emitirán, tememos que se pueda crear una situación similar a la de la especulación de los capitalistas ingleses del Siglo XIX; el endeudamiento externo también ha sido otro medio de equilibrar este déficit y de todos es sabido que las proporciones que la deuda actual tiene en relación con el producto interno, son las más altas vistas en nuestra historia económica; ya hemos comprometido el trabajo de varias generaciones y no nos tranquiliza el saber que el petróleo va a ser la salvación a todos los problemas que nos aquejan; no pensamos que pueda ser esto una salvación como magia, que por sí sola va acabar con todas estas angustias económicas que nos afligen.

Es cierto que aunque tengamos riqueza de petróleo no va eso a solucionar, sino que es la respuesta que el Estado y todo el pueblo ve ante la confrontación de esta crisis, porque también nos inquieta pensar, porque se habla solamente de lo que va a ingresar por esta operación del gasoducto, pero no se nos dice claramente a dónde van a ir a parar todos estos ingresos, ni se nos habla prácticamente de los resultados; se nos dice de lo que va a ingresar por la operación, pero no se nos dice cómo se van aplicar los resultados y en qué medida en verdad van a poder dar solución satisfactoria a gran parte de nuestra crisis.

Desde luego que también el aumento del circulante en forma desproporcionada fue otra medida que se tuvo que usar para nivelar esto, actualmente se empieza ya a rectificar en este sentido pero estos problemas que se van haciendo paso a paso a lo largo del tiempo por errores repetidos una y otra vez, no pueden ser borrados en tiempos cortos, todavía vamos a tener padecer, yo creo que no solamente este año, sino muchos más para lograr salir de esta crisis económica; esta crisis económica que para el pueblo que no entiende de términos técnicos ni de mecanismos de economía la ve traducida en una frase muy simple "precios altos". Este es el problema que originó la congregación en esta sesión, porque es lo que le llega al pueblo, porque es lo que le afecta directamente no sólo como preocupación de campo emocional, sino como preocupación de subsistencia vital, porque de no satisfacerla se pone riesgo - como diríamos - la continuación de la estructura de la familia.

Por eso quisiéramos, yo siento la necesidad de hacer algunas preguntas que me inquieta no encontrarles la respuesta clara y que no sé cómo sería dada la respuesta. Quisiera preguntar si podrá la Secretaría de Comercio hacer algo por detener esta carrera de precios y preguntar también si se podrá hacer algo para eliminar los abusos de monopolios y de algunos intermediarios, aún cuando éstos estuvieron apadrinados por políticos influyentes.

¿Se preguntarán usando los subsidios, que son dinero que tanto trabajo le cuesta al pueblo obtener, como premio a la ineficacia de productores privados o como forma de disimular la incapacidad o deshonestidad de quienes manejan las empresas públicas, o se empezarán a usar ya los subsidios como mecanismos de redistribución de la riqueza? Es una pregunta que nos inquieta.

¿Se seguirá tratando al pueblo como menor de edad, ocultándole las causas reales del alza de precios o se le dará a conocer la verdad?

¿Se le permitirá que tome conciencia de la realidad para que pueda dar una respuesta de adulto y lograr así que todos juntos salgamos de esta crisis? ¿Se seguirá manipulando en nuestra economía con transferencias para que por simples necesidades de popularidad o de apoyo político que el régimen no puede satisfacer por los cauces naturales, se mantenga en muchos productos y servicios una economía de ficción?

¿Estará dispuesto el Estado a aceptar el problema de la adecuación de precios de estos productos y servicios a sus condiciones reales?

¿Se atreverá a anteponer el respeto que su función que el pueblo merece, al riesgo del deterioro de su imagen popular?

¿Podrá, por último, la Iniciativa Privada, al fin darse cuenta de que el capital tiene una función social y que no ha de usarlo sólo para beneficio individual?

Las respuestas a estas preguntas no las podremos esperar seguramente en esta ocasión, ciertamente que se le darán al pueblo en el conjunto de medidas y actitudes que el Ejecutivo adopte y la Iniciativa Privada también en lo sucesivo. Nosotros las estaremos esperando. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Ramírez y Ramírez, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Enrique Ramírez y Ramírez: Con su venia, señor Presidente. Honorable

Asamblea; señor Secretario de Comercio; señores funcionarios del Sector Comercio que acompañan al señor Secretario; señoras y señores.

Seguramente que un juicio objetivo encontrarán en esta sesión los elementos que la acreditan como una "Sesión Memorable" en la vida moderna de la Cámara de Diputados.

Siguiendo el método ya aplicado en una visita anterior de un alto funcionario de una empresa del Estado, hoy, con la comparecencia del señor licenciado Fernando Solana, estamos en verdad llevando a cabo, un acontecimiento desusado, poco usado en la vida pública del país: un diálogo abierto, sereno, responsable, con sentido de análisis responsable, con sentido de análisis crítico y autocrítico, entre los titulares, el titular superior de una Secretaría del Poder Ejecutivo, y esta Cámara de diputados, parte del Poder Legislativo en pleno.

Y el diálogo se lleva a cabo no sobre abstracciones ni academias, sino sobre una cuestión viva y quemante, profundamente inquietante, de la vida nacional. Una cuestión que no se exagera si se califica de sangrante y decisiva, porque hiere la entraña del problema fundamental a mi juicio, de la sociedad mexicana de nuestro tiempo.

El problema de la profunda desigualdad económica y social que divide, enfrenta y desgarra a clases diferentes y a porciones extremas de nuestra sociedad.

La clase de la opulencia, y la enorme porción inmensa de los desvalidos, de los menesterosos; sobre esta diferencia profunda, tajante y abismática se recarga el problema de la carestía de la vida, de las alzas de precios que vienen a ser más magro, más débil en capacidad adquisitiva, más pobre, más insuficiente, el ingreso de grandes sectores del pueblo mexicano y del pueblo trabajador, especialmente de las masas trabajadoras que son, debe decirse sin exageración, explotadas por partida doble, explotadas al no pagárseles justa y rigurosamente su trabajo y explotadas después como masa de consumidores, de compradores de los artículos necesarios para su vida o usuarios de los servicios también indispensables para su vida, de muchos de los cuales ellos son los productores o los mantenedores. Esta monstruosa división de la riqueza y del ingreso, que se ha repuesto en su monstruosidad después de toda una revolución armada que costó tantas víctimas al pueblo de México, este es sin duda el problema y el conflicto más deprimente, más degradante, mas infisionador, más amenazante en todos sentidos de la vida mexicana. Es una cuestión y es un problema que no podemos contemplar en ningún momento con indiferencia, ni disminuir su gravedad, porque se desprenden de ese problema amenazas que se proyectan incluso sobre la integridad y la existencia de la Nación Mexicana.

Una nación en la época contemporánea no puede vivir indefinidamente, decenio tras decenio, sometida a esta presión torturante y desgarradora y bajo la influencia de este conflicto que prácticamente, como se ha dicho hace ya varios años, en el caso de México, divide a México en dos o más grandes porciones: la porción de los opulentos, pequeña; la porción quizá de los que pueden vivir razonable y cómodamente un poco más ancha. La porción de los que alcanza a vivir en niveles humanos y luego la gradación descendente de los miserables, de los absolutamente desamparados. Esta no es una cuestión de moral, esta es una cuestión de cohesión, económica social y de también cohesión política y de cohesión nacional. Es cierto, es cierto, todas las prédicas de moral, no bastan a mantener integrada a la familia, si la falta de hogar humano, de vestido, de alimento, de educación, de atención médica, desintegra a la familia. De la misma manera sólo que en proporciones mucho mayores, toda la inspiración patriótica que nos viene del pasado quedaría subordinada, al fin y al cabo, a la dinámica explosiva de las tremendas diferencias sociales y económicas del país.

Esta es, a mi juicio, la magnitud de la cuestión que ahora examinamos, con la presencia autorizada del señor Secretario de Comercio, y quisiera decir, inmediatamente, que siendo tan grave esta cuestión, no podemos examinarla en términos de frivolidad intelectual o de demagogia política.

No podemos, no debemos comerciar políticamente con el hambre del pueblo de México; no es una cuestión que podamos discutir con absoluta frialdad; pero es una cuestión que debemos de discutir con responsabilidad, porque es una cuestión compleja; no podemos aplicarle a esta cuestión, el tratamiento, digamos, religioso que interpreta la historia del mundo como la lucha entre los buenos y los malos, los justos o los injustos.

La exposición del señor Secretario de Comercio está apoyada en una argumentación que yo juzgo docta, pero también realista, y tiene sentido autocrítico, de autocrítica del régimen de gobierno que existe en el país. Una primera afirmación autocrítica: Por primera vez en este gobierno, es decir, por primera vez en el año de 1977, se está planteando el gobierno de la República, la necesidad y la conveniencia de tener una política comercial que nunca tuvo.

- Y esta es una afirmación autocrítica - por primera vez existe una Secretaría de Comercio que nunca existió porque tal vez no se tenía la suficiente visión o la madura visión, para considerar que había necesidad de toda una política comercial, homogénea, coordinada y por consiguiente de un órgano de gobierno apto para dictar, trazar, ejecutar esa política comercial.

Ahí hay una afirmación auto - crítica del gobierno de la República, y al mismo tiempo una buena noticia, estamos trazando ya una política comercial, estamos superando la etapa en que correspondiendo a la falta de una política comercial había una Secretaría de Estado, ambigua, anfibológica, que dividía funciones entre la industria, la económica en general, el comercio de una manera por demás vaga.

Sí podemos y debemos hacer la crítica de esa situación anterior, pero tenemos que

reconocer que al observarse la omisión y al crearse al partir de la nueva Ley Orgánica de la Administración Pública que nosotros examinamos y aprobamos aquí el año pasado, se ha empezado a plantear toda una política comercial de gobierno.

Otras afirmaciones del señor Secretario son de enorme interés para quien se interese en la conducción de la vida nacional, para quien se interese en profundizar los problemas. Y profundizarlos como es necesario profundizarlos, queramos o no queramos, científicamente, no pasionalmente, ¡científicamente!

En realidad, en síntesis, el señor Secretario nos ha hecho una exposición de los defectos de nuestro comercio actual, que yo me atrevería a llevar al mínimo con unos cuantos rasgos; nuestro comercio, nuestro sistema de comercio actual padece de lo caduco, de lo que ya está totalmente rebasado en el tiempo y de algunas formas de comercio que vienen, como él lo señala, desde hace quinientos años, y de lo ineficaz.

Sólo parabólicamente diría yo, en vez de moverse, de transportarse nuestro comercio en avión o siquiera autotransporte capaz de conducirse a cien kilómetros por hora, sigue moviéndose en la vieja carretera, y por los viejos caminos, porque también la insuficiencia y el deterioro de nuestras líneas de transporte y de comunicación repercute perniciosamente sobre el comercio del país; y padece este comercio de lo injusto, de lo injusto. ¿De qué injusto? De la injusta distribución de la riqueza que hay en el país. Porque en el campo del comercio se dan extremos, aunque por distintas razones, dañinos de una manera semejante: el extremo del gran comercio monopolista, y el otro, del pequeñísimo, minúsculo, tristísmo, casi insignificante pequeño comercio. Así como son dos formas atrasadas e ineficaces de la economía del campo, el latifundio y el minifundio, así también son formas atrasadas e ineficaces del comercio e injustas, en el caso primero, el monopolio, la forma monopolista del comercio, y el pequeñísimo comercio. Y lo otro, se resiente nuestro comercio de los superfluo de la producción, la importación y la venta, por la fuerza, por la fuerza de la publicidad, de la venta de muchos artículos superfluos que no hacen falta a la vida humana, que no son indispensables, y que menos hacen falta a las grandes masas pobres del país.

El agravamiento de ese consumismo importado de la metrópoli, costumbres de consumo viciosas en las que hemos sido, lo digo también autocríticamente, tristemente educados, amansados y amaestrados por modelos de otras sociedades. Y luego, lo ilegal; lo ilegal; es nuestro comercio abunda lo ilegal.

En nuestro comercio abunda lo ilegal; abunda la violación de preceptos de la Constitución, y de preceptos de otras leyes.

Todo esto lo ha dicho con mayor o menor énfasis y, desde luego, en forma muy diferente, el señor Secretario, y para comprobarlo basta releer con calma su exposición de esta mañana.

Yo manifiesto la complacencia por esta comparecencia del señor Secretario en esta Cámara; por su exposición de la política de comercio del gobierno de López Portillo, que yo estimo profunda, sagaz, realista. Por los informes y previsiones que ha vertido aquí hace algún momento.

Por el anuncio de que se enviará a esta Cámara, al Congreso de la Unión, una Ley que amplíe, refuerce, las facultades del Estado para intervenir en la economía, porque en la imposibilidad de un comentario detallado a la exposición del señor Secretario, yo diría que lo fundamental y lo esencial de su exposición es que ha venido a plantear una política de comercio del Presidente López Portillo, que pretende modernizar el comercio, hacerlo eficaz; eficaz para qué para lo que él mismo dice, para abastecer al pueblo mexicano de todos los productos y artículos que son necesarios a su vida humana, a su vida civilizada, que pretende también combatir lo injusto, que pretende también ir en contra de lo superfluo que hay en el comercio y que pretende también castigar lo ilegal.

Si estas son las directrices cardinales de la política comercial del Presidente, como aquí lo ha expuesto el señor licenciado Solana, yo aplaudo lo esencial, lo fundamental de esa política, pero creo que es la oportunidad en este diálogo entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo en torno a una cuestión fundamental, para que nosotros y en este caso nosotros diputados miembros del Partido Revolucionario Institucional, del Partido que está en el poder, es la oportunidad para que expresemos también nuestra voz independiente y clara expresando los sentimientos y los requerimientos del pueblo que nos ha elegido en torno a una cuestión tan grave.

Es cierto que los precios son el resultado de todo un proceso, de todo un proceso de operaciones económicas, pero también son resultado de condiciones políticas y también hay que atender esas condiciones políticas.

Está muy bien, señor Secretario, está muy bien promover la producción, impulsarle, elevarla, pero hay que realizar, a juicio nuestro, otras operaciones de orden político que son indispensables. Señor, como usted la ha dicho, el comercio mexicano está dañado de un excesivo intermediarismo; hay muchos intermediarios entre el productor y el consumidor y muchos de estos intermediarios no son servidores del comercio, son especuladores, señor, son ladrones y hay que reprimirlos, no hay que tener ante ellos benevolencia porque son enemigos del pueblo y de la nación. Porque la afirmación totalmente justa , totalmente justa de que la política comercial del Estado tiene como finalidades proteger al consumidor y también hacer justicia al productor, esa política es correcta así traducida, pero tenemos que preguntarnos y asegurarnos de que, por ejemplo, los aumentos de precio en los artículos procedentes del campo lleguen exactamente, y principalmente a manos de los productores del campo, y no se queden

en el camino, entre los intermediarios, porque entonces no estamos satisfaciendo el objetivo que nos proponemos de favorecer y estimular a los productores.

El señor Secretario afirmó con sagacidad que es necesario distinguir entre consumidores. Sí, es necesario distinguir entre consumidores, porque uno es el consumidor de artículos y bienes necesarios, indispensables a su existencia, a su existencia decorosa, no a su simple subsistencia y otro es el consumidor de artículos de lujo o superfluos. Correcto, la distinción es además eficiente porque esa diferencia entre el tipo de consumo de uno y otro, en realidad, lo que lleva detrás es una gran diferencia de clase social; es una gran diferencia de clase social, es decir, uno es el consumidor del pueblo que consume lo que necesita para comer, vestir, educarse, curarse, y otro es el consumidor de las clases acomodadas o de las clases opulentas que incluso derrochan lo superfluo y lo inútil.

Ahí hay una diferencia importante. No debe aplicarse la misma política a uno y a otro consumidor. Mientras se debe proteger al consumidor pobre, digamos, al otro consumidor se le debe por lo menos, o cuando mucho, dejar que siga su suerte.

También, a mi juicio, hay que establecer diferencia entre los productores, porque el término "productor" es un término muy general; ese rótulo de productores esconde grandes diferencias; uno es el productor que yo llamaría, con un guión intermedio, productor - trabajador, que es el ejidatario, que cultiva su propia parcela, y produce para alimentarse y algo para el mercado, y que es también un consumidor, el productor en pequeño que también es un trabajador y que también es un consumidor, y que puede recibir las consecuencias, lo contraproducente de un aumento de precios, porque lo que recibió de más por el cultivo o por sus productos de la tierra, por sus frutos, lo va a pagar tal vez al rato, al comprar los huaraches o los zapatos, al comprar el vestido, al comprar los artículos de producción industrial que tiene que usar.

De manera es que pienso que esa política comercial del Estado, trazada correctamente en lo fundamental, tal vez requiere ser llevada hasta lo concreto, hasta lo casuístico.

Está bien estimular la producción, elevando los precios de los productos del pequeño productor - trabajador y consumidor en pequeño a la vez, pero en realidad ¿necesitará mucho estímulo, o será un estímulo elevar los precios para el gran intermediario, para el productor de tipo monopolista?

¡No se podría pensar en remuneraciones diferenciales, según el origen del producto, como también bien podría pensar también en precios diferenciales, según el consumidor?

Estoy expresando simplemente algunas reflexiones suscitadas por la brillante exposición del señor Secretario de Comercio; porque en definitiva, señor Secretario, algo sí debemos declarar los diputados del Partido Revolucionario Institucional, esta es una cuestión candente, esta es una cuestión de plazo perentorio.

En días pasados, en semanas pasadas, nuestro pueblo ha sido sacudido de indignación, de tristeza, de angustia ante la elevación de precios de artículos fundamentales de la vida como el pan, como la leche, como las medicinas, como el huevo y esta indignación no se calma con todas las explicaciones que podamos dar los técnicos o los políticos, esta indignación requiere una reparación en los hechos, sabemos responsablemente que las composturas, los remedios de la economía no operan de la noche a la mañana, no estamos en plan demagógico, no estamos en plan irresponsable. Miramos con esperanza el trazado de largo alcance de una política comercial que transforme el comercio de México como lo pidió el Presidente López Portillo, en una llave maestra para contribuir, no sólo al desarrollo de la nación, sino a la transformación de la sociedad mexicana; a una nueva sociedad debe corresponder un nuevo comercio, comercio debe ser en el futuro sinónimo de distribución, comerciante debe ser sinónimo de servidor de la nación en la distribución de artículos de bienes de servicios necesarios para la vida, no especulador, no hurtador, pero mientras vamos hacia esas metas superiores, urge acudir en auxilio de los consumidores y, qué faltas, qué leyes, qué ajustes legales, qué armas jurídicas hacen falta al Estado Mexicano, para darle más poder, más capacidad de influir en esta transformación del comercio que será un cambio transcendental en la vida mexicana.

Señor Secretario, dígale usted al señor Presidente de la República, que estamos prestos a recibir sus iniciativas para legislar en apoyo de la política del Estado, para defender al consumo y al consumidor del pueblo de México. También tenemos nosotros los diputados, tenemos en mente la presentación de alguna o algunas iniciativas, para mejorar, hacer más eficaces los instrumentos legales de que se dispone. Particularmente la Ley de Protección al Consumidor. Pero todo lo reclamamos al ofrecer esta colaboración, es la máxima atención a la situación del pueblo, el empleo máximo de los medios legales, políticos y económicos del Estado, para defender la economía popular. Dijo usted: "entre las funciones de la nueva Secretaría de Comercio, y entre los postulados de la política comercial del Estado, está el de sustituir a la Iniciativa Privada en el campo comercial, que se muestra ineficaz para cumplir sus tareas de abastecer productos y artículos necesarios a precio justo y calidad correcta, al pueblo de México.

Señor Secretario, tal vez también estemos retrasados en la aplicación de dicho objetivo, porque visiblemente hay sectores comerciales que han mostrado su total incapacidad para servir al pueblo, así como su gran eficacia para explotarlo.

¿Por qué no sacamos del olvido la Ley de Monopolios? Ahí hay muchos preceptos para castigar vicios y prácticas de acaparamiento, de ocultación de los productos. Vamos a sacarla en esta tarea, en esta función, el gobierno del Presidente López Portillo, no debe sentirse solo, ni debe, de ninguna manera, sentirse la menor

preocupación ante la amenaza o el chantaje, de los sectores, de los círculos, de los personajes, que han hecho un sistema de vida del saqueo de la economía popular; para una política firme y esclarecida de modernizar el comercio, de drenar los conductos entre el productor y el consumidor, de poner al alcance del pueblo las medicinas, los alimentos, el vestido, los servicios que son necesarios, el gobierno de López Portillo debe contar, con toda confianza, con la solidaridad del Congreso, y, lo que es más importante, del pueblo de la nación. (Aplausos.)

El C. Presidente: En vista de que para agotar la comparecencia del Señor Secretario de Comercio, y puesto que falta el comentario a lo manifestado por diversos ciudadanos diputados de los partidos políticos representados ante esta Cámara, y la formulación de las preguntas a las que dará respuesta el propio señor Secretario de Comercio, lo cual requiere prolongar la sesión por lo menos dos horas más, se ruega atentamente al señor licenciado Secretario de Comercio continúe su comparecencia el día de mañana, a las diez horas. Se ruega a la Comisión designada, acompañe al señor licenciado Fernando Solana Morales, cuando él desee retirarse de este recinto.

(La Comisión cumple su cometido. Aplausos.)

El C. secretario Alberto Ramírez Gutiérrez: Señor Presidente, se han agotado los asuntos del Orden del Día.

HOMENAJES

- La C. Marcela Lombardo: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

- La C. Marcela Lombardo: Para hechos.

El C. Presidente: Tiene la palabra la C. diputada Marcela Lombardo.

- La C. Marcela Lombardo de Gutiérrez: Con la venia del señor Presidente; honorable Asamblea; señoras y señores:

He solicitado el uso de la palabra, para desde esta elevada tribuna del pueblo de México, a nombre de mi partido, el Popular Socialista y de mis compañeros diputados, comentar un hecho de transcendencia histórica, la Revolución Socialista de Octubre, cuyo sesenta aniversario conmemoramos hoy con júbilo, al igual que en todos los países de la tierra.

Qué significado tiene para la humanidad este acontecimiento? La Revolución Socialista de Octubre es el movimiento social más trascendental del mundo contemporáneo, es el acontecimiento que abrió una nueva etapa en la historia, porque con él nace el primer Estado socialista, que abre el camino hacia una sociedad libre de explotación, opresión y miseria.

A diferencia de todos los movimientos sociales y las revoluciones producidas a lo largo de la historia, la Revolución Socialista de 1917 es la primera revolución científica. Fue planeada y realizada conociendo las leyes objetivas del desarrollo histórico y del régimen capitalista, la correlación de las fuerzas sociales y las condiciones subjetivas existentes en la Rusia zarista, lo que condujo a la ruptura del eslabón más débil de la cadena imperialista, como decía Lenin, y es conducida por la clase obrera, la clase social revolucionaria por excelencia.

Todos los regímenes por los que ha pasado la sociedad humana: la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo, se basan en la propiedad privada de los instrumentos de la producción y medios de ésta. El régimen socialista, en cambio, es una nueva etapa, diferente y superior a las anteriores. Suprime, reemplaza, la propiedad privada por la propiedad social de los medios de producción y del cambio.

Para el naciente país soviético vinieron tiempos difíciles. Primero fue la guerra civil, que se desató después de la Revolución de Octubre, en la que hubo que derrotar a la contrarrevolución doméstica y al imperialismo internacional, que pretendía aplastar al nuevo régimen en su cuna. Y cuando empezaba a construirse el régimen soviético, vinieron los años trágicos de la gran guerra patria, en los que el pueblo y el gobierno dirigidos por su partido, el Partido Comunista de la Unión Soviética, luchando por algo propio y nuevo, diferente a todo en su pasado, por sus patria socialista, con férrea unidad superior salir avante, aun a costa de la pérdida de más de 20 millones de seres humanos que ofrendaron en defensa de toda la humanidad. Al final de la guerra, el ejército soviético triunfante, en memorable 30 de abril de 1945, izó su orgullosa bandera en lo más alto del Reichstag, anunciando al mundo la derrota del régimen que marca la etapa más oscura, bárbara, cruel y despiadada en la historia del desarrollo de la humanidad.

Esta victoria no sólo consolidó a la Unión Soviética, sino que contribuyó en forma definitiva a la liberación de los pueblos de Europa que habían sido subyugados por la Alemania nazi, los que al ejercer con plenitud su soberanía escogieron el camino del socialismo que, así, traspasó las fronteras de la Unión Soviética, surgiendo el sistema socialista mundial.

No obstante ese difícil y trágico camino recorrido por el pueblo soviético, el ritmo de crecimiento de sus fuerzas productivas no tiene precedente alguno, porque en escasos 60 años, pasó de una economía atrasada a una agricultura avanzada y a una industria que rápidamente se ha colocado a la cabeza de la producción mundial en muchos de los aspectos más importantes.

Esto ha sido posible porque en el sistema de producción socialista no hay intereses privados que busquen su beneficio oponiéndose a los intereses del conjunto social, y con ello, se han eliminado las causas de las crisis económicas, la sobreproducción y el desempleo. Por el contrario, al eliminarse las contradicciones antagónicas en el seno de la sociedad, el desarrollo de la economía y por consiguiente las fuerzas productivas, se desarrollan continuamente y la producción se orienta en beneficio de todo el pueblo. Esto es lo que ha permitido construir una sociedad nueva y consolidarla.

Muchas han sido las contribuciones de la revolución socialista al desarrollo de la humanidad, pero todas ellas han tenido como objetivo fundamental concluir con la querella milenaria entre los hombres y eliminar para siempre las diferencias ancestrales entre hombres y mujeres.

De esta manera se ha formado en la URSS un concepto distinto de la vida, un nuevo humanismo en el que por primera vez en la historia el hombre se desarrolla a niveles nunca antes conocidos, ejerciendo a plenitud sus acción sobre la naturaleza, sobre la sociedad y sobre sí mismo. Ese es el modo de vida socialista.

La sociedad socialista desarrollada de la Unión Soviética es el fruto del intenso y entusiasta trabajo de la clase trabajadora en estos 60 años que han transcurrido desde aquel glorioso 7 de noviembre de 1917, en que Lenin anunció al mundo el triunfo de la clase trabajadora y el establecimiento del primer estado socialista.

La victoria de la Revolución de Octubre es el triunfo histórico de la teoría marxista - leninista que ha demostrado su justeza, validez y eficacia al confirmarse en la práctica sus conclusiones teóricas con la edificación de la sociedad socialista en la URSS.

Por eso es que en todo el territorio de la Unión Soviética encontramos enormes plantas eléctricas, fundiciones de acero y de hierro minas de carbón y zonas petroleras. Aumentan rápidamente las industrias electroenergéticas, la química, la petroquímica y la electrónica. Cada día es más frecuente que en la producción industrial se utilice maquinaria altamente especializada para hacer menos pesada la actividad de los trabajadores. Se trabaja con el objeto de multiplicar los bienes materiales necesarios para que nadie carezca de ellos, porque cuando el hombre ha satisfecho sus apremios biológicos, puede dedicar parte de su tiempo a la actividad que libremente haya elegido y desarrollar sus facultades en ella.

Lo que ahora preocupa al pueblo y gobierno soviéticos, es el crecimiento y el perfeccionamiento cualitativo de la economía. Se lucha por mejorar la calidad del trabajo de todas las esferas y todos los campos de la economía, porque un crecimiento así, conducirá al mejoramiento de las condiciones de vida del trabajador, de su familia, y de todos los ciudadanos.

El país soviético es un estado multinacional, de 260 millones de habitantes, en donde no existen naciones inferiores ni discriminación racial, porque se reconoce que lo fundamental en el hombre no son los caracteres físicos de la persona ni su nacionalidad, sino su facultad de crear, su capacidad para conocer la realidad y transformarla en beneficio del hombre.

Los derechos soberanos de cada república son protegidos y apoyados por la estructura federativa, conjugándolos de manera auténticamente democrática con los intereses generales de la nación, acercándolos continuamente, y fortaleciendo la Federación. Todos los habitantes de las repúblicas son ciudadanos soviéticos.

Si en algún país la mujer encuentra verdadera igualdad en todos los aspectos de la actividad humana, es en la Unión Soviética, no solamente porque así lo establece su Constitución, por las normas y preceptos jurídicos que se derivan de ella, sino porque la igualdad efectiva, real, sólo es posible cuando se han transformado la estructura económica y la vida social en su conjunto, cuando han desaparecido las clases sociales y el hombre ha dejado de ser sujeto de explotación.

Otro de los aspectos más importantes de la Revolución Socialista de Octubre, es su enorme contribución al derrumbe del sistema colonial con su presencia, acción y desarrollo, se han creado las condiciones objetivas para que los pueblos atrasados dejen de ser reservas del imperialismo, y se conviertan en fuerzas revolucionarias, que siguiendo cada cual su propio cambio, transformen sus países en independientes y soberanos, precipitando así la crisis definitiva del sistema capitalista, el derrumbamiento final del imperialismo, su última etapa.

La Unión Soviética tiene convicción profunda de su misión histórica: la creación de un nuevo hombre y de un nuevo sistema de vida social.

Por eso es la abanderada de la lucha por la paz y la coexistencia pacífica entre todos los pueblos del mundo; porque en tanto los países capitalistas buscan en el armamentismo y los conflictos bélicos solución a sus problemas económicos, para la Unión Soviética y los países socialistas, un conflicto armado, actualmente, sería no sólo la destrucción de lo realizado con tantos esfuerzos y sacrificios de sus pueblos, sino la destrucción de la humanidad entera.

La Unión Soviética salvó al mundo por primera ocasión durante la segunda Guerra Mundial, el derrotar al nazifascismo, al poderoso ejército del Tercer Reichstag; después, con motivo del bloqueo a Cuba, hizo retroceder al imperialismo yanqui. evitando un conflicto armado, y ahora, una vez más, ha demostrado ante la opinión mundial, su lucha pacifista: hace apenas seis días, el Presidente Brezhnev declaró: "Somos partidarios de empezar a frenar la carrera armamentista, de rebajar poco a poco el nivel de contraposición militar, queremos aminorar substancialmente, y después, eliminar la amenaza de guerra nuclear, el peligro más terrible para la humanidad".

"La Unión Soviética avanza con paso firma por la senda de la Paz", "queremos que las fronteras que separan al mundo socialista y al capitalista, no las crucen cohetes con cargas nucleares, sino los hilos de una colaboración amplia y multiforme en bien de toda la humanidad".

En estos 60 años que han transcurrido en la construcción de la sociedad socialista en la Unión Soviética, se han operado grandes, profundos y trascendentales cambios.

Al construirse y desarrollarse el socialismo, el pueblo soviético dirigido por su partido, se

encuentra ya en los umbrales de la sociedad comunista. Por esta razón se tuvo la necesidad de redactar una nueva Constitución, superior a la de 1936, que el día 7 de Octubre del presente año fue aprobada con el beneplácito de toda la población.

¡Qué mejor celebración de este 60 aniversario, que establecer las bases materiales, técnicas y espirituales para el advenimiento del comunismo!

En la nueva Constitución las relaciones socialistas se convierten paulatinamente en relaciones comunistas y se educa a la población en ese espíritu, se está formando al hombre de la sociedad del futuro.

Al redactar la nueva Constitución, se conservaron las tesis básicas, los principios fundamentales que son la esencia del régimen socialista; se tomó la rica experiencia de sus repúblicas y de los otros países socialistas; pero por el enorme desarrollo logrado hasta hoy, se enriquece para precisarla y perfeccionarla, dándole un contenido nuevo; se redactó de acuerdo a la época y a las necesidades actuales, ampliando y profundizando la democracia socialista para condicionarla a dar el paso definitivo a la sociedad comunista.

Esto significa que la nueva Constitución amplía los principios democráticos que forman y dirigen a los soviéticos; se fortalecen los lazos entre los diputados y sus electores a quienes deben informar periódicamente y examinar las propuestas que se les presenten.

Se establece que los sindicatos, el Komsomol y todas las organizaciones de masas, tienen derecho a participar en la solución de los problemas económicos, políticos y culturales y también tienen derecho de iniciativa legislativa.

El fundamental derecho al trabajo se complementa con el derecho a elegir profesión y ocupación de acuerdo a la vocación, aptitudes y preparación, así como las necesidades sociales.

Se incluye un derecho de vital importancia para el hombre: que es el derecho a la vivienda.

Se reafirman las libertades soviéticas del ciudadano, adicionando al derecho de éstos para hacer propuestas a los organismos estatales, y para juzgar las acciones de los funcionarios. Sin embargo, estas libertades no pueden ni deben ser utilizadas en contra del Estado Soviético, ni de los interese del pueblo. Se establece el deber ciudadano de defender los intereses y bienes del Estado y de la sociedad soviética. Así como también la defensa de la patria socialista.

Hay tal convicción por la preservación de la paz mundial, que elevan a rango constitucional, la prohibición de la propaganda bélica.

Se establece que debe fomentarse la economía conjugando la dirección planificada y centralizada de ésta, con la iniciativa del individuo en el trabajo.

En suma, se hace realidad lo expuesto en el Manifiesto Comunista, como lo señalaba el compañero Brezhnev, al hablar de la Constitución.

"El libre desenvolvimiento de cada uno, será condición del libre desenvolvimiento de todos".

Esta nueva Constitución de la Unión Soviética, es un acontecimiento histórico para la URRS, y de gran significación internacional. Ejercerá gran influencia en los países que luchan por su plena independencia.

Todos estos históricos cambios de la Constitución Soviética, para la consolidación del socialismo, los comprende y siente el pueblo mexicano, quizá porque los identifica con las aspiraciones de la Revolución Mexicana, que fue la primera revolución democrática, antifeudal y antiimperialista triunfante del siglo XX. Que elevó a rango constitucional esas aspiraciones del pueblo, que quedaron plasmadas en artículos tan importantes como el artículo 3o., el 27, el 123, el 130, que hacen de nuestra Constitución la más avanzada en el campo no socialista. Todo esto explica la razón por la que el pueblo y el gobierno mexicano hayan encontrado coincidencias esenciales con el pueblo Soviético al iniciar sus luchas, y que haya sido México el primer país que en América, estableció relaciones con el gobierno de la Unión Soviética.

Por eso los mexicanos revolucionarios, democráticos y antiimperialistas, estamos convencidos de que cada victoria de la Unión Soviética, es una victoria de la humanidad entera, que lucha contra todas las injusticias sociales; que es la renovación de la esperanza de los pueblos, que saben que esas injusticias habrán de desaparecer en la medida en que los revolucionarios, guiados por el partido de la clase trabajadora, tengan decisión para luchar con firmeza para la construcción del mundo nuevo.

En este nuevo aniversario, el sexagésimo, deseamos al pueblo y gobierno soviéticos, nuevas victorias en su ya extraordinario camino ascendente.

El Maestro Vicente Lombardo Toledano, mexicano de excepción, dirigente nacional e internacional, de la clase obrera, fundador y guía de nuestro Partido. Con su profunda convicción ideológica marxista leninista, que aplicó de manera creadora en la realidad nacional, señalando el desarrollo de la Revolución Mexicana, como la vía propia para hacer de nuestro país una patria socialista, siempre explicó y difundió con pasión y calor, por todos los medios a su alcance, la trascendencia y significación histórica de la revolución socialista y valorando el esfuerzo del pueblo soviético y del Partido de Lenin, que construye una sociedad más justa, en profundos conceptos de su obra Presente y Futuro, decía:

El nuevo humanismo que surge,/ "más grande que la antigua Grecia",/ que del CINQUECENTO de Italia,/ que en el siglo de oro de España,/ más grande que de la proclama juvenil de la Enciclopedia,/ que la recia sabiduría de la ilustración./ El nuevo humanismo abarca/ por primera vez en la historia/ a los hombres de todo el mundo,/ a los amarillos y a los blancos,/ a los negros y a los rojos./ Yo sé que venceremos, decía,/ que será nuestra la victoria,/ que

habremos de sufrir/ pero que llegará el día de/ sol sin nubes,/ de alegría sin dolor/ de paz profunda.

Los miembros de mi partido, el Partido Popular Socialista, y todos los revolucionarios de México, somos una pequeña parte de ese enorme conglomerado humano, que lucha apasionadamente por construir un mundo nuevo en beneficio de toda la humanidad.

Sigamos la luz, que se ha encendido para alumbrar el camino hacia el futuro luminoso, hacia el nuevo humanismo.

Muchas gracias (Aplausos.)

El C. Presidente: Esta Presidencia se permite reconocer la presencia en este recinto, de la diputada por Ukrania al Soviet Supremo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Nina Petrovna Slobodiánik, que viene acompañada de un grupo del Komsomol, que es la juventud del Partido Comunista de la URSS. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Calderón Cecilio.

El C. Carlos Rubén Calderón Cecilio: "Señor Presidente; compañeros diputados.

La historia de México ha recogido la figura de un gran revolucionario, de un hombre que como Juárez y Zapata emerge de las vicisitudes de los sistemas políticos de opresión para convertirse en el guía social y espiritual de un pueblo al que le dio prestigio: grandeza para una raza vilipendiada, marginada y explotada, a la cual le entregó su existencia en aras de sus reivindicaciones sociales. Hoy en este recinto de representaciones, donde se lucha por las aspiraciones máximas de nuestra sociedad mexicana, vengo a hacer remembranza de la personalidad del mártir del proletariado nacional, Felipe Carrillo Puerto, cuyo nombre está escrito aquí. (Aplausos.)

Hace 103 años, en el corazón de la zona henequenera de Yucatán, en la ciudad de Motul, nació Felipe. Hijo de una modestísima familia, se formó trabajando en quehaceres humildes, desde los que aprendió directamente en el dolor y la angustia de nuestro medio rural. Da muestras de sensibilidad y comprensión, desde los catorce años, ante el sufrimiento de los campesinos mayas, siempre desconfiados, pero con un certero instinto para advertir a sus verdaderos amigos.

Inquieto por naturaleza, se desenvuelve con las limitaciones propias de un sistema social caduco, donde chocan la opulencia y la miseria, bajo el dominio y la explotación cobijada por un régimen oprobioso, una dictadura que apoya a una clase social que en Yucatán hace escarnio de la gente cuyos ancestros un día fueron los creadores de una gran cultura que en el presente asombra por la exactitud matemática de sus conocimientos . Aquel mozo de ojos verdes, que aprendía y asimilaba experiencias en la escuela de la vida, adquiere cultura de autodidacta con admirable carácter, para desarrollar una auténtica vocación de servicio.

En Motul desempeña, sucesivamente, oficios de músico, ferrocarrilero, abastecedor de ganado, carretero y periodista. Siempre en contacto con toda la gente - los mayas sobre todo - , habla el idioma nativo con fluidez y emoción. Así llega a hacerse comprender y sentir. El pueblo ve en Felipe a un leal amigo al servidor incansable y al defensor de su raza. Desde ese entonces Carrillo Puerto comienza a tener tropiezos con la reacción. Varias veces es amonestado y encarcelado por las autoridades constituidas por el poder económico al servicio de la plutocracia henequenera; pero esas acometidas de los eternos explotadores sociales no arredran su espíritu rebelde. Lejos de eso, de una manera admirable Felipe va formando su criterio revolucionario en las obras de Marx, Lenin Kropotkin y otros, cuyos ideales y doctrinas le habían sugestionado tanto que toda su atención se la embargaban dichas lecturas, al grado de que se convierte en constante difusor de las nuevas ideas.

Esta conciencia socialista unida al conocimiento vivo de la situación angustiosa que priva en el agro yucateco obligan a Carrillo Puerto a buscar formas para mejorar las condiciones económicas y sociales de su Estado. Su pensamiento político va fortaleciéndose con las ideas revolucionarias que surgen en momentos de crisis en el país. Ideas que desencadenan en un movimiento armado con el ideal de derrocar a un gobierno decadente, a una dictadura al servicio de los intereses de la burguesía. Su fogosidad revolucionaria lo impulsa a buscar las tierras de Morelos en pos del hombre que se ha sublevado con sus hermanos campesinos y lucha con las armas en la mano defendiendo la tierra que trabajan.

Emiliano Zapata conoce y distingue a Carrillo Puerto. En noviembre de 1914 lo nombra coronel de caballería. Este nombramiento es una clara muestra de que el Caudillo del Sur identificó los valores del hombre de la península. El ideal agrario les unió con la limpieza y el desinterés más nobles, antes de contaminaciones y comercios que en otras épocas lo han escarnecido, Felipe lucha, pues junto a uno de los precursores más genuinos de la Revolución Mexicana, de quien para siempre toma y hace bandera suya el grito de batalla agrarista: "Tierra y Libertad".

Luego, Carrillo Puerto, recorriendo incansable los caminos del Mayab, enseñando al indio sus derechos políticos fundamentales y difundiendo las ideas redentoras de las doctrinas socialistas forja, día tras día, su personalidad de líder.

No importa tener que enfrentarse a los intereses poderosos de la sociedad capitalista; a la casta divina que marginaba y veía indiferente el sufrimiento de los campesinos mayas.

Fue colaborador de Salvador Alvarado, cuando este modelo de revolucionario fue Gobernador de Yucatán; diputado al Congreso Estatal y diputado también al Congreso Nacional: tenía el apoyo de su pueblo que consagró su figura política.

El espíritu honorable y justiciero de Felipe Carrillo Puerto, el gran conocimiento de la idiosincrasia de su gente y la perfecta armonía de su pensamiento con la acción, lo llevan a integrar las Ligas de Resistencia, agrupando

a los trabajadores del campo y de la ciudad, que más tarde se consolidarían en el gran Partido Socialista del Sureste, cuyo emblema fue el triángulo rojo con la insignia "Tierra y Libertad".

Con la fuerza arrolladora del Partido Socialista del Sureste, en el año de 1921, Felipe Carrillo Puerto es declarado electo Gobernador del Estado de Yucatán, en unas elecciones ejemplares, para la historia de México.

Durante los 22 meses de su heroico gobierno de lucha, Carrillo Puerto demuestra férreo vigor y entusiasmo y transforma el sistema social del Estado de Yucatán. Obliga a los hacendados henequeneros a construir aulas para las escuelas en donde impartirían conocimientos, maestros suministrados por el Estado; incrementa la producción del henequén, y afronta con valor, hombría y habilidad la crisis del precio de la fibra, artificialmente provocada por el imperialismo para responder a las medidas de comercialización honorable, enérgica y digna, de Salvador Alvarado.

Su más noble esfuerzo es el agrario. Paradigma de honor, de laboriosidad y de valor político, afronta a una de las oligarquías más soberbias y agresivas, exclusivistas y rencorosas del país, y reparte tierras a los campesinos con una grandeza conmovedora, y muy característica de la personalidad de Carrillo Puerto, crea sus jueves agrarios. Inolvidables; y lo rodea la entrega sincera de la confianza, sin límites, del viejo pueblo maya. Carrillo Puerto fue un grande desinteresado y eficaz agrarista de verdad. Selló su agrarismo con su sangre, sangre de mexicano, no con impudicia, venalidad o demagogia, y desde su tumba, como Zapata, es índice que condenan a los traficantes del agrarismo en cualquier época.

Gobernó con sentido universal. En un momento difícil para la naciente Unión Soviética, envió víveres, con gran sacrificio, al pueblo ruso: una acción humilde, sí, pero impregnada de sentido y de auténtica solidaridad. (Aplausos.)

Fue, sí, nuestro gran líder socialista. Sólo la timidez reaccionaria de los simuladores tiembla ante la palabra "socialista". Nosotros, no. Sin abandonar la labor de proselitismo político y de solidificación del credo socialista su gobierno se caracterizó por la creación de la Universidad Nacional del Sureste, la expedición de leyes como las de: Moratoria de Inquilinidad de Hacienda, Catastro, Tierras Ociosas, etc. También se pronunció en favor de los centros asistenciales para la niñez y combatió enérgicamente el comercio de alcoholes y bebidas embriagantes.

Su preocupación por comunicar a los pueblos de Yucatán, lo hacen considerarlo como precursor de la obra vial y gobernador caminero puesto que, como asienta históricamente el general Obregón "Carrillo Puerto inaugura la primera carretera de un Gobierno Revolucionario": de Mérida a Kanasín.

Sería prolijo enumerar todas las obras que hicieron de Carrillo Puerto un gobernante único, honesto, del cual debemos tomar ejemplo todos los mexicanos.

- "¿Pero cómo hubiera podido librarse Carrillo Puerto del polvo sucio de la calumnia que sus enemigos dispersaban a diario detrás de cada acontecimiento de su gobierno?"

Los mancilladores de la conciencia pública, aquellos desocupados que pescan sólo ángulos negativos o ridiculizan o minimizan cualquier tarea de servicio colectivo, los eternos explotadores del hombre, los que buscan la comodidad y la riqueza a costa de los sufrimientos de un pueblo, esos hicieron que la traición cayera sobre la aquel gobernante progresista; y en un contubernio de las fuerzas reaccionarias con los alzados delahuertistas, toman prisionero a Felipe Carrillo Puerto y mediante un juicio fraudulento y sumario lo condenan a muerte, junto con tres de sus hermanos y otros compañeros, siendo fusilado en la madrugada del 3 de enero de 1924, frente a un paredón del Cementerio General de la ciudad de Mérida.

Fue así como asesinaron al líder de los mayas gobernador de Yucatán y presidente del gran Partido Socialista del Sureste.

Tal fue la vida y martirio de Felipe Carrillo Puerto a quien hoy la nación glorifica, y no sólo la nación mexicana, sino que también en el extranjero se le considera como uno de los verdaderos apóstoles universales del proletariado.

El sacrificio de Felipe Carrillo Puerto y compañeros es el sello sangriento de la gran Revolución Agrarista, social y política que estremeció a Yucatán desde 1915.

No importan las injusticias, las calumnias y toda la vesanía de que ha sido objeto por parte de sus enemigos.

¿Qué mejor galardón que el que le han ofrecido y aun le ofrece nuestro país y muchas otras naciones, colocando su nombre en las excelsitudes de la gloria y la inmortalidad?

Aquí mismo, en el seno de este recinto legislativo encontramos su nombre escrito en letras de oro, junto a otros paladines insignes de nuestras libertades públicas. Como dijera José Ingenieros, su actividad gubernativa y vigorosa, enérgica y honrada en servicio de sus ideales sociales, han hecho que Felipe Carrillo Puerto fuera el hombre representativo de una palingenesia como Dantón en Francia, Ibreno en Argentina y Lenin en Rusia.

Los apóstoles nunca se inventan, se fingen o se improvisan. Los verdaderos como Felipe Carrillo Puerto, son aun en sus últimos momentos y con el rictus de la muerte en sus labios redentores, todavía tienen el supremo amor para decir, al disparar los fusiles criminales: "No abandonéis a mis indios". (Aplausos.)

COMENTARIOS

El C. Presidente: En los últimos minutos de nuestra sesión, H. Asamblea, se ha dado una gran coincidencia y la feliz oportunidad de haber escuchado a la diputada Marcela Lombardo de Gutiérrez, rindiendo homenaje justo y merecido a la gran Revolución Socialista de Octubre de 1917 y, al mismo tiempo, hemos escuchado el homenaje justo y merecido a un patricio mexicano, al fundador de un

partido socialista en el sureste de Yucatán, es decir, esta Asamblea ha escuchado, desde diferentes puntos de vista, pero coincidentes, en época, la palabra socialismo.

Después de esta sesión, esta Presidencia tiene la seguridad de que los jóvenes miembros del Komsomol Soviético y los asistentes a esta sesión encontrarán una coincidencia. Si bien es cierto que en octubre de 1917, en la Unión de Repúblicas Socialistas se iniciaba ese gran movimiento transformador, 16 meses antes, en Yucatán, se fundaba el Partido Socialista Obrero, como una parte de la Casa del Obrero Mundial, dentro del gremio ferrocarrilero y, posteriormente, con el apoyo de los campesinos, como ha dicho el diputado Calderón y de los obreros, se fundaba el Partido Socialista del Sureste.

Los partidos socialistas en México se fundaron de arriba hacia abajo, desde el poder. En esa forma se organizaron y sus principios se fueron transmitiendo a las masas, viniendo del poder hacia la base misma de dichos partidos. Fueron partidos regionales, demócratas, progresistas. Quiero recordar que el propio Felipe Carrillo Puerto y los miembros de su partido, cuando se organiza el Congreso Obrero, el 20 de agosto de 1921, en Izamal, Yucatán, deciden en una de sus conclusiones claras y precisas, contundentemente, que el Partido Socialista del Sureste y el Agrario de Campeche, no se adherían a la Tercera Internacional de Moscú, sino que declaraban enfáticamente estar de acuerdo con todos los movimientos encaminados a la transformación social e igualitaria de todos los pueblos del mundo. Es decir, su concepción socialista, que los mexicanos registramos, estaba basada en las particularidades políticas y culturales de nuestro pueblo; estaba basada en la misma esencia del pueblo mexicano.

Lo cierto es que México está abierto al pensamiento universal; que precisamente se defienden los principios de no intervención, de independencia, de libertad, de coexistencia pacífica y dinámica dentro de la paz, porque defendemos el camino propio, como ha sido señalado en esta tribuna, que el pueblo mexicano se ha dado.

Permítame decirle, ciudadana diputada Nina Petrovna Slobodiánik, y a los jóvenes del KOMSOMOL, que lleven ustedes un saludo fraternal de los diputados mexicanos, a todos los miembros del Soviet Supremo, del Soviet de las Nacionalidades, y en este saludo, que vaya el reconocimiento al esfuerzo, al trabajo, a la superación del gran pueblo soviético. (Aplausos.)

Continúe la Secretaría con el desahogo de los asuntos en cartera.

El C. secretario Alberto Ramírez Gutiérrez: Se va a dar lectura al Orden del Día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA

"Segundo Período de Sesiones.

`L' Legislatura.

Orden del Día

9 de noviembre de 1977.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Oficios de la Secretaría de Gobernación

Por el que se solicita el permiso constitucional necesario para que el C. licenciado José López Portillo, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, pueda aceptar y usar la condecoración que le confiere el gobierno de la República Popular de Hungría.

Por los que se solicita el permiso constitucional necesario para que los CC. Carlos Hank González, Porfirio Muñoz Ledo, Alfonso Rosenzweig Díaz, Guillermina Sánchez Meza de Solís, Manuel Bartlett, Enrique Zárate Muñoz, Enrique Velazco Ibarra, Eustacio Salinas, Santiago Roel, María Emilia Téllez, Francisco Merino Rábago, Emilio Martínez Manautou y Manuel Bernal, puedan aceptar y usar las condecoraciones que les confiere el gobierno de la República Popular de Hungría.

Comparecencia del C. licenciado Fernando Solana Morales, Secretario de Comercio."

- El C. Presidente (a las 15:20 horas): Se levanta la sesión y se cita para la próxima, que tendrá lugar, mañana miércoles 9 de noviembre, a las 10:00 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"