Legislatura L - Año II - Período Ordinario - Fecha 19771123 - Número de Diario 35

(L50A2P1oN035F19771123.xml)Núm. Diario:35

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre 1921

AÑO II México, D.F., Miércoles 23 de Noviembre de 1977 TOMO II.- NUM. 35

SUMARIO

SUMARIO

Apertura

Orden del Día

Acta de la Sesión Anterior. Se aprueba

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Cuentas Públicas de 1976

De conformidad con el Acuerdo aprobado el día 17 de los corrientes, se somete a discusión el análisis Sectorial de los Organismos Descentralizados y Empresas del Gobierno Federal, principiando con el Sector Agropecuario

Hacen uso de la palabra, en contra el C. Sergio Lujumbio Rafols; en pro los CC. Artemio Iglesias Miramontes y Ezequiel Rodríguez Otal; en contra el C. Jacinto Guadalupe Silva Flores; en pro el C. Enrique Alvarez del Castillo; para una aclaración el C. Jorge Garabito Martínez. Se declara un receso.

Se reanuda la sesión, continúa el debate, hablan en pro los CC. Pastor Murguía González, Antonio Tenorio Adame, Román Ramírez Contreras, Mario Hernández.

A discusión lo relativo al Sector Industrial y lo relacionado con Turismo. Intervienen, en contra el C. Sergio Lujambio Rafols; en por los CC. Julio Zamora Bátiz, Enrique Alvarez del Castillo, Héctor Ramírez Cuéllar y Esteban Garaiz, quien da contestación a una interpelación formulada por el C. Jorge Garabito Martínez.

Orden del Día

Se da lectura a la Orden del Día de la próxima sesión. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. VICTOR MANZANILLA SCHAFFER,

(Asistencia de 168 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 10:20 horas): Se abre la sesión

ORDEN DEL DÍA

- La C. prosecretaria Lucía Betanzos de Bay: "Segundo Período Ordinario de Sesiones. "L" Legislatura.

Orden del Día

23 de noviembre de 1977.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Dictamen a discusión

De la Comisión de Presupuestos y Cuenta relativo a las Cuentas de la Hacienda Pública Federal y del Distrito Federal."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- El C. secretario Alberto Ramírez Gutiérrez:

"Acta de la sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día veintidós de noviembre de mil novecientos setenta y siete.

Presidencia del C. Porfirio Cortés Silva.

En la ciudad de México, a las diez horas y veinticinco minutos del martes veintidós de noviembre de mil novecientos setenta y siete, la Presidencia declara abierta la sesión, una vez que la Secretaría manifiesta una asistencia de ciento setenta y cinco ciudadanos diputados.

Lectura del Orden del Día y del acta de la sesión anterior verificada el día de ayer, misma que sin discusión se aprueba .

Se da cuenta de los documentos en cartera:

La Comisión de Presupuestos y Cuenta, suscribe un dictamen con proyecto de Decreto, relativo a las Cuentas de la Hacienda Pública de la Federación y del Departamento del Distrito Federal, por el ejercicio fiscal de 1976.

La Presidencia expresa que, de acuerdo con la proposición aprobada por la Asamblea, en la sesión del día diecisiete de los corrientes, se procederá a la discusión en lo general del dictamen en cuestión.

A solicitud de la propia Presidencia y en virtud de que el dictamen ha sido impreso y

distribuido entre los ciudadanos diputados, la Asamblea en votación económica, le dispensa el trámite de segunda lectura.

A discusión en lo general.

Hacen uso de la palabra, en contra el C. Jorge Garabito Martínez; en pro el C. Julio Zamora Bátiz; en contra el C. Ramón Garcilita Partida.

Presidencia del C. Víctor Manzanilla Schaffer.

Continúa el debate, intervienen, en pro los CC. Jorge Efrén Domínguez Ramírez, Armando Labra Manjarrez, Marcela Lombrado de Gutiérrez y Enrique Alvarez del Castillo; por segunda ocasión, el C. Garabito Martínez; para refutar al orador, hablan los CC. Labra Manjarrez y Alvarez del Castillo .

En vista de lo avanzado de la hora, la Presidencia declara un receso.

A las diecisiete horas y quince minutos, con asistencia de ciento setenta y un ciudadanos diputados, se reanuda la sesión.

A discusión en lo general la Cuenta de la Hacienda Pública de la Federación.

Hacen uso de la tribuna, en contra el C. Guillermo de Carcer Ballescá; en pro la C. Carlota Vargas de Montemayor, en contra el C. Francisco Pedraza Villarreal; en favor los CC. Esteban Mario Garaiz, Héctor Ramírez Cuéllar y José Antonio Zorrilla Pérez; el C. Jorge Efrén Domínguez Ramírez, inscrito para hablar en pro, declina hacerlo por considerar que ya no es necesario.

Agotados los asuntos de Orden del Día, se da cuenta con el Orden del Día de la sesión próxima.

A las veinte horas y diez minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el día de mañana a las diez horas."

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba... Aprobada.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Cuentas Públicas de 1976

El C. Presidente: En relación con el Acuerdo aprobado por esta honorable Asamblea en la sesión del día 17, la discusión matutina de este día versará sobre el Análisis Sectorial de los Organismos Descentralizados; sobre Empresas propiedad del Gobierno Federal, y sobre el Sector Agropecuario.

En consecuencia, se abre el registro de oradores...

En contra del Partido de Acción Nacional, el diputado Sergio Lujambio y el diputado Jacinto Guadalupe Silva .

En pro, del partido Revolucionario Institucional, Artemio Iglesias Miramontes, Pastor Murguía, Antonio Tenorio Adame, Agapito Duarte, Mario Hernández Posada, Isaías Duarte y Julio Zamora.

Del Partido Popular Socialista, Ezequiel Rodríguez Otal y Román Ramírez Contreras.

En tal virtud, se concede el uso de la palabra al diputado Sergio Lujambio, del Partido de Acción Nacional.

El C. Sergio Lujambio Rafols: Señor Presidente:

Vamos a hacer un esfuerzo de síntesis para poder hablar en treinta minutos, de todo el contenido realmente, de la Cuenta Pública, de los apoyos, de los subsidios, de los traspasos, de las Secretarías de Estado, de la operación de Ingresos y Egresos del Gobierno Federal, de las ventas, de las compras, de los gastos de las paraestatales.

Este es un análisis completo sobre la Cuenta Pública.

Conviene que definamos qué es la Cuenta Pública, qué es físicamente la Cuenta Pública.

La Cuenta Pública son, aproximadamente, 140 mil volúmenes de comprobantes, cobro de impuestos, derechos, productos, aprovechamientos, ventas de productos de bienes o de servicios, de gastos, de sueldos, de compras, de inversiones, etc.; eso es la Cuenta Pública, 140 volúmenes de comprobantes.

¿Quién la tiene que revisar para dar respuesta a las cuales leyes de vigilancia y fiscalización del gasto público. Nuestro organismo dependiente, la Contaduría Mayor de Hacienda. ¿Que tendría que ser la Contaduría Mayor de Hacienda para, de acuerdo con las leyes actuales dar respuesta a esta revisión, vigilancia y fiscalización de toda la operación del gasto público?

Calculamos que esta supuesta Contaduría Mayor de Hacienda debía de tener un edificio propio de 8 pisos, 300 metros por piso, aproximadamente ahí tendrían que trabajar 800 o 900 personas calificadas, preparadas con criterios de auditoría y fiscalización, niveles de jerarquía de aptitud, 4 personas con grado académico especializado, responsables de 8 áreas básicas operativas en la revisión; equipo: un computador de memorias múltiples, el equipo grande, algo parecido a lo que tiene Hacienda y el Seguro Social; escritorios, calculadoras, sumadoras, equipo de oficina, y sobre todo tendría que tener la autoridad moral y legal sobre oficinas dependientes del Ejecutivo.

¿Qué presupuesto operativo? El presupuesto de instalación cuesta trabajo definirlo, depende de las condiciones, y de operación aproximadamente costaría 32 millones de pesos mensuales; tres veces más que el presupuesto que autorizamos todos los meses para la operación de esta Cámara de Diputados.

Nuestra Contaduría Mayor de Hacienda le ha de costar al país 300% de nosotros.

¿Qué tenemos ahorita para hacer la revisión del Gasto Público? ¿Qué es realmente ahora nuestra Contaduría Mayor de Hacienda? Instalaciones. Una modesta oficina, 30 o 40 escritorios en Plaza de la República 17, segundo piso, la parte frontal del Frontón México, ahí le pagamos renta a Moisés Cosío; en Lucas Alamán, esquina con 5 de febrero, al fondo a la derecha, nos hace favor de prestarnos una oficina a la Contaduría de la Federación, pero

ya nos quieren correr, porque necesitan ampliar su archivo; otra oficina en Revillagigedo 11, esquina Independencia, aquel antiguo Edificio de Bomberos, deshabitado totalmente, hay 40 o 50 escritorios; las personas que trabajan ahí, no tienen el equipo necesario; en la oficina de Contaduría, ni los escritorios son de nosotros; no hay ni sumadoras, los empleados tienen que llevar sus calculadoras de bolsillo para poder trabajar; el personal que se ocupa son 297 personas en dos y tres turnos, turnos muy pequeños de horas, y, desde luego, tienen una preparación limitada y representan actualmente un costo de un millón 850 mil pesos, que es lo que aprobamos en las sesiones secretas.

No hay equipo. Con estos recursos tan escasos, cualquiera diría que la Contaduría Mayor no puede hacer nada. Pero buscan y encuentran. De la Cuenta Pública que ustedes aprobaron para 1975, la oficina que está en Revillagigedo esquina con Independencia, ha elaborado 1,067 pliegos de observaciones por erogaciones no comprobadas, que representan mil ciento nueve millones de pesos; ha mandado al Departamento Central estas cartas de inconformidad y ¿qué pasa?, ni siquiera contesta el Departamento Central, y estamos buscando aplicar responsabilidades que es el destino final que marca la Constitución. De las oficinas que revisan el gasto del Gobierno Federal, en las revisiones que han hecho en 1971 a 1975 han enviado 4 mil cartas de inconformidad porque no encuentran en las pólizas de egresos los comprobantes o la partida de presupuesto adecuado, que representan 60 mil millones de pesos. ¿Qué pasa? No contestan, ni siquiera contestan. El Legislativo no funciona como Poder. En este caso no como Legislativo sino como Administrativo. ¿Quien le va a hacer caso a la Contaduría Mayor de Hacienda? Nadie, esto para los que nos quedamos con Montesquieu en la vieja teoría de la división de poderes que parece que pretende volar a tomar auge, entre otras razones por que es la esencia misma del Mandato Constitucional, la más importante. Para los que nos quedamos pensando en que el Legislativo en poder, es inadmisible. Y este es otro de los fundamentos por los que vamos a solicitar a esta Asamblea que esta Cuenta Pública, que el Dictamen de la Cuenta Pública, no sea aprobado.

Hemos hecho un esfuerzo, total para la identificación de todas las partidas de gastos que están contenidas en la Cuenta Pública; lo logramos parcialmente nada más, a partir de la clasificación sectorial. Nos preocupó mucho cuando empezamos a estudiar la Cuenta Pública y que en el gasto del Gobierno, en la clasificación administrativa una expresión de ramos generales decía: Erogaciones Adicionales, 103,000 millones de pesos esto no se vale; en la clasificación económica, del gasto del Gobierno 274,963 millones, pero no identificadas, 119,715 millones. En la clasificación sectorial, no identificadas, 55,036 millones; en la clasificación funcional, "otros gastos de fomento económico", 75,662 millones. Hemos hecho un esfuerzo para, partiendo de la clasificación sectorial hacer la definición posible del destino del gasto. Teníamos que pensar que cada peso del pueblo esté contenido en el presupuesto, que haya una definición del destino del gasto, que haya una justificación y la presunción, cuando menos para esta Cámara, antes de ver la acción revisora de la Contaduría Mayor de Hacienda, la presunción que quisiéramos haber leído en el dictamen de que este dinero ha sido gastado con aptitud y con honradez. Bien hemos realizado el estudio de la Cuenta Pública por sectores para que definido el sentido del gasto, poder ubicarlo dentro del sector correspondiente y lograr el gasto total, propiciando con esto valorizar el costo - benéfico sectorial.

Al mismo tiempo conoceríamos del costo operativo del total de las entidades gubernamentales, que aunque no sean motivo de control presupuestal, deben ser definidas en la Cuenta Pública para que el pueblo conozca el destino final del gasto. No es posible, ni la Cuenta Pública, ni el informe de la Contaduría Mayor de Hacienda nos dice en que se gasto 25,342 millones de pesos, entre apoyos, subsidios, traspasos, transferencias, inversiones, en el sector agropecuario hay insuficiencia de información del destino final del gasto de 8,906 millones de pesos.

En el sector industrial no hay definición a quién se dieron 2,709 millones, en el sector desarrollo social, encontramos el destino de 5,581 millones excedentes que restaremos al final.

En el sector transportes y comunicaciones, el gobierno no dice a quién se le dieron 2,122 millones y en el sector turismo falta información sobre el destino de 230 millones. En el sector administración, Defensa y Poderes, falta decir en qué se gastaron 16 mil 956 millones.

Total 30,923 millones, no identificados menos una definición en el sector de desarrollo social, por 5 mil 581 millones, falta de información sobre el destino del gasto, 25 mil 342 millones en la cuenta que nos entregaron a nosotros.

Con la mayor sorpresa hemos visto, que el dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta de esta Cámara, identifica el destino del gasto por valor de 6 mil 563 millones, destino del gasto que no esta contenido, ni en la Cuenta Pública nos entregaron a nosotros, ni en el informe de la Contaduría Mayor.

¿Es que la Comisión tiene una cuenta distinta a la que nos dieron a nosotros?, y si la información y la respuesta es por la afirmativa, ¿hay varias Cuentas Públicas? De cualquier manera, les concedemos el beneficio de la duda, por que no sabemos si el dinero salió de la cuenta corriente o de la cuenta de capital o del gasto de alguna paraestatal .

De cualquier modo, suponiendo sin conceder la información adicional que da el dictamen, faltaría identificar en qué se gastaron 18,779 millones, aunque después sea Contaduría Mayor la que defina si hubo probidad en el manejo del Gasto Público. Este será otro

fundamento de nuestro voto contra y del que pretendemos convencer, si se puede, a la mayoría para que vote en contra de este dictamen.

¿Cuál es la filosofía económica - política, cual a sido la filosofía económica - política de Luis Echeverría?. Buscamos una distribución en el manejo del dinero de todo el Sector Público. Creemos que podemos encontrarla. En apoyos, subsidios y traspasos ha destinado 73,679 millones de pesos y sólo el gasto de 26 organismos que representan 29,000 millones de pesos, son motivo del control presupuestal. Quiere decir, que 40,000 millones de pesos que se destinan a las paraestatales, no son motivo de control presupuestal. En el análisis posterior vamos a ver cuáles, es necesario que esta Cámara de Diputados someta al control presupuestal. Dentro de estos 73,679 tengo que admitir que hay una partida de quebranto, la del Banco Nacional de Crédito Rural por 10,000 millones de pesos. Esto limitaría a los gastos ordinarios presupuestados, aunque no respetados, de 30,000 millones de pesos.

En el gasto de las Secretarías por sector, en los convencionales, Agropecuario, Industrial, Desarrollo Social, Transportes y Comunicaciones y Turismo, se destinan 85,365 millones. En poderes 1,175 millones.

Legislativo 516 millones; aquí en sesión secreta nosotros aprobamos por 120, quiere decir que los senadores se gastan 400, ¿o nosotros nos gastamos más?

En el judicial 204, y el Ejecutivo 445 millones. Nos dice en qué, correcto. Secretaría de la Defensa Nacional 5,680 millones. Industria Militar, 247 millones. Ramos Administrativos 10,131, analizados de la siguiente forma: Secretaría de la Presidencia 711, Gobernación 980, Relaciones Exteriores 776, Hacienda y Crédito Público 5,266 la Procuraduría 2,099, Secretaría del Patrimonio 2,099. En pagos de la Deuda Pública, por amortizaciones 44,614 millones, por interés 35,030 millones. Participación Estados de Impuestos Federales 19,436. Apoyos a Estados para Obras 2,956, Gastos Contingentes 6,279, otros 37,410. De estos 37,410 si hay que reconocer que 26,733 son el quebranto en la banca paraestatal. Total, 322,022 y el gasto de las empresas en sus operaciones, 196 mil millones porque ya le hemos rebajado las amortizaciones y los intereses para poder definir cuánto es en verdad el gasto natural en sus operaciones habituales. Total, 518,000 millones de pesos.

La primera conclusión a la que podemos llegar - haremos expresiones de algunas para entrar después de lleno a las operaciones sectoriales - es que vivimos un centralismo total. Nuestro federalismo es nada más aparente. De los 518,000 millones que gastó el sector público , el Presidente Echeverría tiene gobierno sobre el destino final del 96.2%. Sólo se entregaron a los gobernadores de los Estados 19,436 millones de pesos, el 3.8%. Y esto, si esta entrega no es condicionada. De ser así, pues el Presidente de la República tiene gobierno y decisión sobre el destino final de todo el gasto público. Esto, administrativamente, es inaceptable. Aquí el principio de Peters hace crisis. Un solo hombre no puede tomar decisiones tan ambivalentes en todos los ámbitos de la actividad económica del país.

Cuesta trabajo pensar cómo ha sido, esto operativo; ¿es que el Presidente Echeverría ha tenido que tomar acuerdo con 900 personas aproximadamente? Técnicas administrativas que pretenden tener una operatividad práctica nos hace pensar en términos de que un hombre debe tener la dirección, el control de 7,8 o 10 máximo, pero no de 800 o 900 personas.

Algunas de las conclusiones a las que nos ha llevado el estudio profundo, serio, responsable que hemos hecho sobre la Cuenta Pública: Somos un país empobrecido, de escasos recursos con relación a las necesidades de nuestra creciente población. El gobierno pudo estimular el desarrollo del país pidiendo dinero prestado para proyectos redituales a corto plazo que se autofinanciaran, o para grandes proyectos como Las Truchas o las de la Comisión Federal de Electricidad y ser autosuficientes en acero y fluido eléctrico, qué bueno, siempre que estuviera enriqueciendo al país en el sector agropecuario a través de incrementos notable de su producción, que soportan los proyectos de largo alcance.

Pero lo que no se puede hacer, es pedir dinero prestado para grandes proyectos redituales a largo alcance, y al mismo tiempo desatender nuestra producción agropecuaria y dar apoyos, subsidios, traspasos y servicios sociales con dinero prestado.

Populismo, paternalismo, ruina de nuestra economía. Esto es desarrollo, esto es desarrollismo, que no habiendo descansado en el enriquecimiento gradual del país a través del incremento de la producción agropecuaria e industrial, nos ha dejado una deuda enorme.

Y nos se ha creado la obra infraestructura que justificara este terrible endeudamiento, aquí ha habido un gasto desordenado, irracional.

Hemos intentado, deveras, con sentido de responsabilidad, valorizar cuál es la obra de infraestructura, aquí hay licenciados en economía, aptos, partidistas, secretarias, pero aptos. Ojalá hubiera la oportunidad en alguna ocasión, de que, aun fuera del ámbito de la Cámara de Diputados tuviéramos una reunión seria en que valorizáramos realmente cuál es el costo de la obra de infraestructura.

Demagogia y corrupción. Dos cánceres que ahogan a México. Mucha politiquería y poca administración pública.

La deuda. Para financiar estos crónicos e improductivos déficits presupuestales el gobierno ha venido arrastrando una deuda creciente que incrementa por impacto de la devaluación ya representa un lastre terrible en nuestra economía.

Al 31 de diciembre el sector público ya debe 588 mil millones de pesos. Externa, Interna, etc.

No quiero abandonar mucho en cifras, parece que aquí no son del agrado. Pero no es todo

el principal. Hay otros compromisos que tenemos que pagar. Tenemos que pagar intereses por 175,700 millones de pesos.

Y las empresas por sus pasivos naturales deben 42 mil millones de pesos. 806 mil millones son los compromisos reales. Esta es la herencia que llega al pueblo de México la administración pasada. Pensar que vamos a salir de deudas por el petróleo, es un error. Veremos la operación de PEMEX cuando hablemos del área sectorial de la industria. Podemos adelantar que lo que nos preocupa, después de haber estudiado profundamente todo el problema petrolero, no es el tubo; el tubo es el aprovechamiento secundario del gas. Son los dos millones de barriles diarios que se pretenden sacar.

El gobierno requiere hacer racional el ejercicio del Gasto Público, acorde con nuestras posibilidades de desarrollo reales, incrementar nuestra producción agropecuaria e industrial.

Otros financiamientos del déficit presupuestal. El circulante monetario, de lo que aquí se habló ayer.

En enero de 1976, en billetes y monedas en poder del público, había 49 mil millones de pesos. Para diciembre, la administración del licenciado Echeverría había inundado el caudal del circulante monetario con 31 mil millones de pesos adicionales, y terminamos el año con 80 mil millones de pesos en billetes y monedas. Esta es una decisión eminentemente inflacionaria. El Gobierno no puede negar su responsabilidad en esto.

El periódico "El día", de Ramírez y Ramírez, informa el 7 de noviembre que, en lo que va del año, ya han retirado de la circulación 11,200 millones en moneda y billetes, para evitar la presión en los precios que representaba el tremendo impacto del circulante monetario.

El Gobierno no puede, o más bien dicho, sí puede, pero no debe, tan sólo porque tiene una máquina de imprimir billetes, financiarse así; ésto es inflacionario; ésto es una decisión económica insana en cualquier sistema político. En cualquier sistema económico.

El total del circulante monetario incluidas cuentas de cheques. En enero de 1976, 110 mil millones. Para diciembre del 76, 154 mil millones, esto es inflacionario, esto no tiene discusión.

Amortizaciones y costo de la Deuda. En 1976 abonamos a lo que debemos nada más 44 mil millones de pesos, y el costo por intereses, no los servicios Riva Palacios, el costo por intereses, son 35,030 millones de pesos; no se puede nada más pedir prestado y no hacerlo producir.

Gran parte de las transferencias que el Gobierno tiene que hacer a sus empresas se debe precisamente a esto, a que su ineficiencia no les permite dar respuestas a los compromisos financieros contraídos, y el gobierno tiene que ir a su rescate.

Decíamos ayer, Cosío Vidarrui. Cómo nos pegó la devaluación. Nos hizo pedazos. Este año de 76 al Sector Público, la devaluación le cuesta 151,358 millones; el impacto en la deuda directa del gobierno fue de 40,355 y además absorbió el quebranto de su banca propia por 38,094 millones de pesos, total al gobierno 78 mil millones de pesos que tenemos que pagar adicionalmente.

Y a las empresas motivo de control presupuestal, 72,909 millones de pesos les cuesta. Desde luego a las empresas no se les nota fácilmente, porque al aumentar sus pasivos, revaluaron sus activos, pero la pérdida concreta son 72,909 millones de pesos para las empresas.

Este año 151,000 millones de pesos nos cuesta la devaluación al Sector Público.

Sobre las arcas de la Hacienda Pública. Para el ejercicio del presupuesto de 1976, la Hacienda Pública tiene una modificación líquida en contra, de 95,000 millones de pesos; la Hacienda Pública es 95,000 millones de pesos más pobre por el ejercicio del Presupuesto en 1976.

Sobre cómo anda el Sector Público en liquidez. Las empresas tenían en efectivo el primero de enero de 1976, 3 mil 750 millones, pero para fin de año, ya nada más tenían 320 millones. Carecemos de capacidad, de liquidez para nuestros compromisos a corto plazo; y el gobierno que inició con 8 mil millones, terminó con 12 mil. Se nos pasó la mano en pedir dinero prestado. Tenemos un superávit del déficit por 11 mil 686 millones.

En el balance de la Hacienda Pública, existe un renglón precioso que se llama: "Fideicomiso", 29 mil 884 millones; pero no dice ni a qué fideicomisos se ha entregado esta cantidad ni en cuánto tiempo.

De la información adicional que viene del Dictamen. A los fideicomisos le dieron 1,089 millones de pesos para sus quebrantos, y no hay un solo fideicomiso que sea motivo del control presupuestal, que su operación pueda ser observada por esta Cámara. También de esa información adicional, en ocasiones de última hora, propio del Dictamen, a la Asociación Hipotecaria Mexicana, 1,504 millones; al Fideicomiso del Azúcar, 1,577 millones para quebrantos.

Del gasto total del Sector Público. Gasto total los 518 mil millones de pesos; pero de nuestros centavos, de nuestro dinero, el gobierno de impuestos, derechos, aprovechamientos, 160 mil; las empresas por venta de bienes y servicios, 160 mil, quedando un total de 321 mil; y de dinero prestado, 196 mil millones de pesos; el 62% de nuestro gasto es de nuestros propios recursos; el 38% de dinero que pedimos prestado. Vamos a tener que seguir pidiendo dinero prestado, pues cuando se cae en una crisis de esta magnitud, tenemos que seguir en esto. Pues el chiste es incrementar nuestra producción, poner a nuestro país a trabajar en serio. Ayer se habló, y esto fue motivo de una pifia de un periodista sobre los servicios personales. Ahora vamos a decirles, "sueldos y salarios" para que no haya confusión. El total de sueldos pagados en el sector

público son 83,000 millones de pesos, esto representa una carga muy grande para nuestra economía y cuando hacemos una crítica de esta situación, ayer mencionábamos que hablábamos de aviadores, no nos referimos en verdad a los burócratas o empleados de ingresos bajos o medios sino ¿cuánto ganan los altos funcionarios del Gobierno y sus empresas? ¿Qué impuesto pagan? ¿Qué número de personas le sirven en lo personal con cargo al Erario? ¿Qué privilegios tienen en forma de compensaciones, usos de transporte de vehículos propiedad del Estado, y por qué? En esta Cámara de Diputados no sabemos nada de esto, perdón; a través de la televisión o de los periódicos nos informamos de cuánto gana el Rey de España, el Presidente de Estados Unidos, y si le congelaron el sueldo a la Reina de Inglaterra, pero en nuestro país, no sabemos cuánto gana nadie, ni qué criterios se usan para otorgar privilegios especiales. En toda la Cuenta Pública el costo de los no "servicios personales", de los sueldos de los salarios, son una clave misteriosa. Teniendo en cuenta la magnitud del gasto que representaron durante 1976, es imperativo que esta Cámara de Diputados someta a control presupuestal a las siguientes entidades: Sector Agropecuario, Banco Nacional de Crédito Rural, que representó un gasto de 17,856 millones, 10 mil, propio del quebranto devaluatorio, pero ya había un presupuesto de 7,000 millones. A quien en el campo azucarero se hayan dado 4 mil 443 millones, no dice a quién se los dio. No sabemos si es la comercialización, si son cañeros, si la Comisión Nacional de Ingenios UNPASA, a Financiera Nacional Azucarera, a quien le hayan dado 4 mil 443 millones, tiene que ser motivo de control presupuestal.

Al fideicomiso del Azúcar, en el sector industrial que se le dieron 1,577 millones, también en el sector desarrollo social, la Cámara de Diputados tiene que ver la operación del CAPFCE, substraerlo al tutelaje de la Secretaría de Educación, porque su operación costó 4 mil 358 millones de pesos. En el sector transportes y comunicaciones tenemos duda si Teléfonos de México, a quién se entregaron 1,158 millones, puede ser motivo de control presupuestal. Hay accionistas privados que pueden ser un impedimento.

En el sector Turismo, FONATUR, a quien se dieron 850 millones, del mismo modo conviene que esta Cámara de Diputados, observe el comportamiento de la PIPSA , los fideicomisos Bahía de Banderas y Llano Largo y el FONAFE. A quién se destinan cantidades muy importantes, este último aunque sea para conocer de su proceso de liquidación.

Hemos agotado las posibilidades de información de la Cuenta Pública con relación a lo que ha inquietado al pueblo de México a través de informaciones periodísticas, para saber de los costos de los siguientes proyectos:

Fideicomiso Bahía Banderas (en la información adicional del dictamen dice que se le dieron 96 millones de pesos) para el escándalo que se ha armado, a propósito de esto, creemos que 96 millones de pesos es una cantidad muy discreta, el Fondo Nacional Fomento Ejidal, se habla - desde luego no hay ninguna información en la Cuenta Pública - que se le han destinado 5 mil millones de pesos a este proyecto.

El costo de los viajes presidenciales, no hay modo de saber nada de eso. El costo de la ayuda al Tercer Mundo. El costo del Proyecto Cancún, nada. El costo de la Universidad del Tercer Mundo, la única mención que hay en el dictamen es 30 millones de pesos; en tratándose nada más de 30 millones, yo creo que no habría una objeción mayor. El costo del Colegio Militar, nada. El costo de mantenimiento de la PIPSA, nada.

Como estamos fundamentando bajo dos aspectos muy específicos, la intención de convencer a ustedes sobre la desaprobación del dictamen que presenta la Comisión de Presupuesto y Cuenta con relación a la cuenta pública de 1976 en dos aspectos fundamentales a través de esta intervención, la indefinición del destino del gasto y la falta de operatividad de la Contaduría Mayor de Hacienda, que diera respuesta a los compromisos legales, actuales, hemos hecho todo el estudio sectorial buscando la definición del destino del gasto.

En "Apoyos, Subsidios y Traspasos" los 73,000 millones que les acabo de decir. El gasto de las empresas, los 244,909 millones, aunque esté ubicado aquí el gasto de amortización e intereses, y gastos de las secretarías, 85,365 millones.

Vamos a ver cómo opera el sector agropecuario. Al sector agropecuario se destinaron 82,767 millones y los índices de productividad, que ya han sido muy sobados, llevamos ya muchas sesiones hablando de indicadores económicos, todos de catástrofe, ya nos parece muy reincidente seguir hablando sobre esto, tan reincidente, como las menciones de los lugares comunes de Fuentes que se han hecho en esta tribuna.

Al sector agropecuario: Apoyos subsidios y traspasos, 33,985 millones. Gastos de las Secretarías del sector, la mitad, 17,988 millones; y gastos de las empresas del sector, 30,794 millones. Total 82,767 millones, canalizados a este sector con una productividad de 8.7 en agricultura que tenemos en los indicadores económicos del Banco de México.

Verdaderamente es inadmisible que nuestro campo sea manejado con estos criterios.

Vamos a ver a quién se destinan los apoyos, subsidios y traspasos.

A CONASUPO le dan 3,579 millones del gobierno.

A la banca, fondo y seguro agropecuario, 21,681 millones.

A Fomento Agrícola, Forestal Ganadero y Riego, análisis de estos 21 mil millones, 1,176.

Nosotros lo damos como una partida definida, pero no puede haber nada más ambiguo que decir fomento agrícola forestal, ganadero y riego.

Al Banco de Crédito Rural pendiente, 150 millones a la asegura...

El C. Presidente: Le informo al señor orador que le quedan cinco minutos de su tiempo reglamentario.

El C. Sergio Lujambio Rafols: Es imposible con el mayor esfuerzo de síntesis, poder hablar de esto en 30 minutos.

Me voy a referir a estos cinco minutos a algunas consideraciones muy breves sobre algo en lo que López Portillo se nos adelantó en Yucatán el viernes de la semana pasada...

El C. Enrique Alvarez del Castillo: A nombre de la Comisión propongo que se le dé el mayor tiempo al señor orador para el efecto de que haga toda su exposición.

El C. Sergio Lujambio Rafols: Voy a intentar ser lo más breve...

El C. Presidente: Sírvase la Secretaría consultar a la Asamblea si se otorgan 30 minutos más al orador que le hace uso de la palabra.

- La C. secretaria Lucía Betanzos de Bay: Se consulta a la Asamblea si se concede al diputado Lujambio Rafols el tiempo necesario para concluir su intervención. Los que estén de acuerdo, sírvanse manifestarlo... Concedido.

El C. Sergio Lujambio Rafols: (continuando): Continuamos con el sector agropecuario, agradeciéndole al diputado Alvarez del Castillo esta deferencia de solicitud.

¿A quién se dan en el fomento agrícola, forestal, ganadero y riego, 1,176 millones? ¿A quién tenemos que pensar en cada peso del gasto: presupuesto, destino, justificación aptitud y honradez de quién lo realizó. Si esta es la Cuenta Pública que recibe la Contaduría Mayor, ya no pensamos en términos de como va a responsabilizar "otro subsidio", no se puede buscar un responsable de "otro subsidio"; tampoco se puede, si le damos un concepto tan ambiguo como "fomento agrícola, forestal, ganadero y riego", esto no es de elemental técnica administrativa, esto es no ser tecnócrata, es elemental técnica de administración y definición del destino del gasto.

Al Banco de Crédito Rural, 150 millones; a la Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera, 480 millones; al Banco Nacional de Crédito Rural, 17,856 millones; a Obras de Infraestructura Rural, 285; a la Campaña contra la Garrapata, 135; a las Empresas Lecheras, 200 millones; "otras", Banrural, 164 millones.

Aquí no se puede identificar en el concepto Banca - Fondo - Seguro Agropecuario, 1,235 millones. Admitido que todavía damos por cierto expresiones ambiguas, pero a estos 1,235 millones, ni siquiera referencia hacen.

A Productos Pesqueros Mexicanos, les damos 462 millones. Es increíble que teniendo 10,000 kilómetros de costas no seamos un pueblo de coma pescado. Las aparentes cooperativas que explotan nuestros mares, no funcionan en el nivel de propiciar, captar, la cantidad de especies de primera magnitud que tenemos en nuestras costas; nosotros teníamos que ser un pueblo que se alimente de pescado; no señor manejos políticos y demagógicos también en el mar.

A organismos forestales, 413 millones. Ahí mencionan Forestales Vicente Guerrero, productos Forestales Mexicanos, pero no se dice a quién se dan 110 millones de pesos; al "campo azucarero", pues, 4,443 millones, tampoco se define a quién, y otros subsidios de 3,407; buscando y hurgando en la Cuenta Pública, encontramos que al Instituto Mexicano del café se le dieron 498 millones, pues, los rebajamos con tal de definir el destino, todavía faltan 8,906 millones no definidos.

Les preocupa en el Dictamen la definición del gasto de las Secretarías. A nosotros no nos preocupó tanto, pues, con el hecho de que hubiera una mención que dijera "Secretaría de Agricultura y Ganadería, 4159 millones", casi lo dábamos por bueno; Secretaría de la Reforma Agraria. 1,199 millones; Secretaría de Recursos Hidráulicos, 12,630 millones. En este caso, Obras Públicas, Construcciones, etc., 10 mil millones, y aquí como ya son tan operativas a largo alcance, las "comisiones" de los ríos, siento que también tiene que ser motivo de discusión, que todas las comisiones de los ríos sean motivo de control presupuestal, al Río Balsas, 488 millones, no sabemos qué hicieron con eso; al Río Grijalva, 376 millones, a la del Río Fuerte, 332; a la del Río Papaloapan, 645; al Valle de México, 544 millones, éstas tienen que ser también motivo de control presupuestal - pienso yo -.

Y el gasto de las Empresas CONASUPO, realizó un gasto de 19,212 millones, el Instituto Mexicano del Café, de 5,197, Productos Pesqueros Mexicanos, 6,228, Productos Forestales Mexicanos, 67 millones y Forestal Vicente Guerrero, 90 millones.

Hay definición del destino, hay estados financieros, no quiere decir que creamos, que todo este dinero ha sido usado, con aptitud y honradez probada; pero como hay definición del destino, que era la preocupación que teníamos nosotros, lo estamos aceptando. Nos preocupó mucho, en la comparecencia de Fernando Solana, los 2 millones y medio de toneladas de granos, entre maíz, sorgo y trigo que importa el país.

En la Cuenta Pública y en el dictamen, esta expresión es reiterativa, hombre, que pidamos dinero prestado para hacer un proyecto como Las Truchas a largo alcance verdad. Oribe Alvanos decía que eso era algo parecido a las Pirámides de Egipto, que había que realizar un esfuerzo de una cantidad de años brutales con tal de lograr ese propósito, vamos a suponer sin conceder; pero que pidamos dinero prestado para comprar granos, granos que podía producir el campo de México, esto es inadmisible. Para terminar con en sector agropecuario, me voy a referir brevemente a la operación del Banco Nacional de Crédito Rural. Criticó su operación severamente López Portillo, en Yucatán, en refiriéndose al henequén, pero yo creo que bien podemos hacer extensiva esta crítica ahora por parte de nosotros no sólo al

henequén, sino a toda la producción agropecuaria de México. Miren ustedes, el Banco Nacional de Crédito Rural tiene un capital de 1,500 millones de pesos, pero tiene pasivos, debe, tiene que pagar 43,000 millones de pesos. Esto no es propiamente un balance, es un estado de balance, pero dice que tiene cuentas por cobrar, tiene activos por 43,000 millones. En unas declaraciones de Everardo Espino, Director, ayer o ante ayer, en el periódico, decía "que el 15% de todas estas cuentas son incobrables. Y debido a la investigación que nosotros hemos estado haciendo, creemos que es a la inversa que es el 85% lo que no va a ser cobrable porque hay brutal, brutal indefinición del destino del financiamiento a las áreas agrícolas, no se sabe, no se sabe cuándo es un crédito, un financiamiento subsidiado, nosotros admitimos que esto es dé, no somos tan radicales de una crítica absurda, sentimos la necesidad de subsidiar algunas áreas del campo, pero no se define cuál es el subsidiado y cuál es el crédito que debía ser sano recuperable; entonces, esto propicia una corrupción brutal en el campo, sin contar con la actividad de los inspectores de campo que a los ejidatarios les hacen firmar por 250,000 y nada más les entregan 150.

Entre, - sigo hablando del Banco de Crédito Rural - entre descuentos préstamos directos, préstamos de habilitación, avíos, refaccionarios, etc., hay 30,000 millones de pesos. A mí me cuesta trabajo pensar que se vayan a recuperar 5,000 millones, 25 mil millones de pesos se van a perder. Y se van a perder porque desde que se presta, ya hay la idea de que no van a ser cobrados.

El Banco Nacional de Crédito Rural, tiene que tener una reorganización total, en el presupuesto ya existía la definición del destino de un subsidio por 7 mil y pico millones de pesos. Y se le dan 17 mil millones y esto es algo de lo más curioso, le dicen externo, puros dólares diría, al - el Banco de Crédito Rural - entonces le han tenido que absorber el quebranto, mientras no demos solución a la posesión permanente, jurídica, creando unidades viables de producción en el campo, y tengamos un financiamiento técnico, para la producción agropecuaria, no vamos a poder salir de esta crisis en que estamos inmersos.

No quiero abusar de la tribuna, hay mucha gente que sube aquí y se encariñan para echarnos unos rollazos preciosos, me quedo con el sector agropecuario e insisto a ustedes, porque no existe la definición total del destino del gasto y porque tenemos la certidumbre de que la Contaduría Mayor de Hacienda, no es operativa en las exigencias legales de que la Ley obliga, - le obliga - pido a ustedes que voten en contra del dictamen de la Comisión. Gracias (Aplausos.)

El C. Presidente: se concede el uso de la palabra al diputado Artemio Iglesias Miramontes, del PRI.

El C. Artemio Iglesias Miramontes: Con su permiso, señor presidente honorable Asamblea:

Confieso que después de haber escuchado al diputado Lujambio, lo único que siento y advierto, y me da motivo de felicitar a la Comisión es de que esto, este informe, este dictamen prestando a esta Asamblea, está hecho con toda objetividad, sin esconder, sin ocultar absolutamente ninguna de las cifras. Prueba de ello que tuvo quizá un poco de lucidez, aunque también es claro decirlo, se le hizo poca la reata al diputado en el manejo de los números.

Muchas manganas con motivo de los números. Son piales en que no caemos, compañero. Esto utilizando expresiones castizas.

De lo que se trata en esta reunión, en esta confrontación, es de justificar la cuenta pública, justificarla, entiéndase en estos conceptos, desde el punto de vista jurídico está justificada, de acuerdo con los objetivos del presupuesto que fueron aprobados por la Cámara de Diputados. Justificarla desde el punto de vista económico y desde el punto de vista jurídico. Esta Cámara, este dictamen, es lo que pretende y lo que aspira en estas confrontaciones.

De ninguna manera, como lo pretenden los diputados de Acción Nacional, vamos a convertir a la representación del pueblo al hablar de esto que es tan delicado, es un problema de barandilla o de plaza pública como ellos quieren y nosotros no estamos dispuestos a aceptar. Analizan una serie de números, definitivamente, ante falta de ideas, de programas, de principios en las filas que participan y militan, esto es, ante una carencia de hacer política cualitativa, a lo único que se ha venido aquí es hacer demagogia cuantitativa.

Se refiere, analiza, fundamentalmente el sector agropecuario.

Los números están claros. Cuando él se refiere, por ejemplo, a la partida "otros", ¿qué acaso no fue aprobado en el presupuesto esta partida de "otros" por la cantidad de 8,345 millones, de los cuales se ejercieron 3,407 millones, por lo que significa un decremento de 59.2% menor que lo que estaba aprobado?

Cuando él se refiere a la participación de las dependencias del gasto Directo del Gobierno Federal, es muy importante subrayar que aun con los quebrantos, aun con los aumentos de salarios a la burocracia nacional, la Secretaría de Agricultura y Ganadería ejerció solamente el 8.1% mayor del presupuestado.

La Secretaría de Reforma Agraria, que es una institución de servicio, fundamentalmente, en donde no se realiza, no se hace capital, no se agrega capital adicional, en este país en obras, en hechos concretos que se puedan materializar, solamente, ejerció un presupuesto de más del 3% sobre lo presupuestado.

Recursos Hidráulicos ejerció un presupuesto de menos del 9.3%. Cuando él se refiere al Banco Rural, a Fondos y Seguros, definitivamente estos cuadros hablan por sí solos, compañero. Significa que el Gobierno incorporó por vía de crédito de avío refaccionario y además para la función de quebrantos del Banco de Crédito Rural, partidas adicionales para

crear alimentos para este pueblo y consecuentemente él mismo nos explica, de que hubo tantas aportaciones para la Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera. Se dio crédito, se dio financiamiento, no hubo producción, pero esto significa que el Estado Mexicano estuvo pendiente, el Gobierno de la República estuvo pendiente de incrementar la producción, apoyando a los campesinos de este país que por cuestiones climatológicas, como habremos de explicarlo, no tuvieron la producción que esperaban, tuvieron que acudir a la Aseguradora Nacional Agrícola, a pagar los quebrantos, a pagar los siniestros que pudieron haber acontecido. Esto da por resultado producción financiada, producción que no se dio, de que el país tenga que adquirir los granos donde se encuentren. Por esa razón tiene una aportación del 135.2% de lo presupuestado, por encima de lo presupuestado a CONASUPO, porque si comprar alimentos no es capitalizar en determinadas circunstancias fortuitas a este país, yo reto a cualquier persona, a cualquier pueblo, que deje de comer cinco o diez días y verá la descapitalización que se habrá de dar, señores.

Esto es lo que hizo el Gobierno.

Se refiere y maneja que no hubo la productividad suficiente.

Hablar de cifras alegóricas cuando se ignora lo que acontece en el campo mexicano, es demasiado grave, demasiado grave. Las cifras aquí están, los decrementos fueron para algunos renglones importantes, de 710 toneladas menos por hectárea de alfalfa verde; de avena en grano de 751 kilos fue la variación de menos; de caña de azúcar de 8 toneladas 526 kilogramos de menos en 1976 respecto de 1975; de garbanzo menos 243 kilogramos; de jitomate 1,101 toneladas, 112 kilos menos; maíz menos 83 kilos; sorgo en grano, menos 649 kilos; soya menos 275. El trigo se incrementó en 165 más promedio por hectárea, pero ¿qué significa esto, compañeros diputados?

Significa simple y sencillamente de aquí hay contingencias climatológicas. Dígase si algunos ejemplos concretos y les voy a hablar de un millón de hectáreas por ejemplo, no es de una o de dos parcelas. ¿Qué acontece en el año de 1974 en las zonas temporaleras de Durango, Chihuahua, Zacatecas, Aguascalientes? Llueve a tiempo, se siembra, participa el Estado, se otorgan en ese año como nunca facilidades al crédito, facilidades a la asistencia técnica. Viene el hielo el 25 de septiembre sobre un millón de hectáreas en Chihuahua. Viene el hielo sobre medio millón de hectáreas en Durango. ¿Qué sucede?

En el año de 1975, compañeros, también condiciones desfavorables para la agricultura. Viene el ciclo de sequía en el mes de agosto. Posteriormente lluvias intensas en el mes de septiembre. Uno y otro fenómeno vienen a concurrir con el propósito de aminorar el crecimiento y el desarrollo de las plantas, compañeros. Viene el hielo en condiciones normales el 5 de octubre, pero porque no había una reproducción total completa de estos dos fenómenos de agosto y septiembre, contrapuestos los dos, viene el hielo y acaba con toda producción. El año pasado, simple y sencillamente, se perdió medio millón, pérdida total de frijol y de maíz en Durango; medio millón de toneladas entre frijol y maíz.

¿Qué acontece, por ejemplo, con el cultivo de la avena del año pasado? No alcanza a madurar. Este año, tuvo que adquirirse semilla del Estado de Guanajuato para sembrar en Chihuahua y Durango, proporcionada por la Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera. Esto lo explico para que no se impugne como a veces hace nuestro pueblo en forma graciosa.

Cuando llueve, bendito sea Dios; cuando no llueve, este Gobierno que no nos manda nubes.

Esto es, no hay Decreto, compañero, no hay Decreto, no hay ley que dé malos cielos, haga buenos cielos, que dé malas tierras, haga buenas tierras, ni es éste, ni es ningún país.

Es grave cuando se acusa en todas las calamidades, porque subyace una actitud de tipo reaccionario, por que en esto se está cuestionando el reparto de tierras, principio vertebral de la Revolución Mexicana; porque aquí se está diciendo a los campesinos que no trabajan.

Quiero que vaya de paseo a Tenango, al Estado de México. Ahí, en los patios de las casas de las familias, ahí, en un pedazo cualquiera, está sembrado un poco de maíz para dar de comer a este pueblo; quiero que vaya a una parte alta del Estado de Guerrero, que vaya a Testa, por ejemplo, ahí encontrará hortalizas, ahí encontrará maíz en cualquier joyita de la tierra que encuentre.

Que no se acuse a los campesinos que no han participado en el proceso productivo de este país. Ellos lo han hecho, ellos están dispuestos, en tanto existan condiciones climatológicas para poder incorporarse a la producción, porque siempre, con técnica, sin técnica con aportaciones y sin aportaciones, siempre nos han dado de comer a este pueblo. (Aplausos.)

Para rematar, compañeros diputados, me viene a la mente - toda semejanza en mera coincidencia, diputado Lujambio - aquel conferencista que en forma tan docta habla de los problemas agropecuarios, de índices de productividad de una serie de eventos que acontece teóricamente en la mente de muchos y por ahí un campesino le preguntó con esta mordacidad y agudeza que les caracteriza: perdone usted, señor conferenciante, ¿cuál sería la mejor técnica para poder sacar un burro de una milpa? y asustado, el conferenciante respondió: discúlpeme usted ¿qué es una milpa? Es el mismo sentido de las cosas en el Sector Agropecuario.

Dentro del análisis sectorial del gasto público, quedamos, compañeros diputados, que el dictamen que rinde la Comisión es inobjetable, es veraz, justificado desde el punto de vista político, desde el punto de vista económico y desde el punto de vista jurídico; problema será cuando se remita a la Contaduría Mayor de Hacienda para que ella, en el plazo constitucional, en el

plazo legal, rinda a esta Asamblea el informe sobre la comprobación de cada uno de los gastos. A nosotros nos comprende y nos toca señalar los enfoques "macros", vamos a llamarle de una vez.

El análisis, compañeros diputados, del gasto público por sectores, permite profundizar en el estudio de la acción económica del Poder Ejecutivo y contar con mayores elementos de juicio para su evaluación, de acuerdo con los fines perseguidos por los gastos, cuyo cumplimiento los justificaría.

Realizada la revisión de la Cuenta Pública del año anterior en los términos tan amplios que se hizo el día de ayer, no sólo investigando si los egresos están o no de acuerdo con las partidas del presupuesto, sino extendiendo el examen a la exactitud y la justificación de los gastos hechos. Corresponde ahora a estudiar la estructura presupuestal y del ejercicio, atendiendo a las prioridades fijadas en el presupuesto aprobado por esta representación popular.

Podemos señalar que en este capítulo el gasto total del Sector Público Federal se analiza separando el que ejerce el Gobierno Federal en forma directa por medio de sus Secretarías y Departamentos de Estado y de que él mismo transfiere para financiar y complementar la prestación de servicios semejantes a los que proporciona normalmente. Asimismo, se estudian por separado los apoyos a organismo y empresas sujetos a control presupuestario, para compensar eventuales pérdidas de operación o bien para financiar su expansión, los gastos de adquisición y liquidación de pasivos de esas mismas entidades.

Por último dentro del dictamen, se prestan los gastos con cargo a recursos propios del Sector Paraestatal.

El análisis sectorial del Gasto permite, compañeros diputados, destacar las prioridades fijadas por el Sector Ejecutivo en su Gasto, para impulsar al desarrollo económico e industrial ejercido en forma directa, transferido para cumplir funciones conexas al Gobierno Federal u otorgado con apoyo para acelerar la actividad productiva del país.

Ante la injustificada retracción de la inversión privada, la insuficiencia del esfuerzo productivo profundo, lo más hondas raíces de los problemas estructurales que hacen desigual la distribución de la riqueza y del ingreso nacional y el peligro de una recesión económica más severa, una recesión que peligrosamente pudo haber sido más severa, el Sector Público hubo de aumentar su gasto para compensar esos efectos negativos y crear empleos. El esfuerzo tuvo que ser aumentado ante la elevación nacional e internacional de los precios, de los servicios que utiliza en su operación y de los que utiliza para esta misma y para su expansión lo realizó, respetando, como lo señaló el diputado Jorge Efrén Domínguez el día de ayer, la estructura presupuesta.

El Gobierno Federal estaba obligado a efectuar sus máximos esfuerzos para que no decayera la actividad económica ante la especulación que implicó (dicho en sentido neutro, pero es un hecho tangible y concreto), la salida del país de varios miles de millones de dólares restados al esfuerzo nacional y financiados con la adquisición de deudas que ahora se critican. Respondió el Estado Mexicano con la fortaleza que nace de sus principios, fortaleza política que nace de su auténtica representatividad popular, inherente a un Estado producto de una revolución nacionalista y democrática; fortaleza económica que aunque se deteriore por las acciones antimexicanas, descansa definitivamente en la actividad laborante de sus grandes masas trabajadoras, únicas y autenticas creadoras de verdadera riqueza.

Este Estado fuerte, compañeros diputados, no obstante las acciones emprendidas en contra de México, puede, ha podido y va a poder sortear la crisis a condición de que declinen las actitudes soberbias, desconfiadas, de quienes debiendo su riqueza a la sociedad, no la revierten hacia ella en inversiones productivas y creadoras de empleo llegando hasta el hecho de que, al negarse a hacerlo, empiezan a cavar su propia tumba.

Visto en este contexto sobre la base de respetar la estructura presupuestal, el Sector Público excedió su gasto en la industria, 25%; desarrollo social, 11.2%; administración, defensa y poderes, 38%; sector agropecuario, 3.4%; transportes y comunicaciones, 1% y el turismo 1.8%.

Por una parte ese era el orden de prioridades, aparte de las eventualidades que todos y cada uno conocemos y que estamos analizando ciertamente un gasto déficitorio por todo lo que aquí se ha expresado y se ha dicho.

Dado el gasto público federal por otra, salvo el excedente de gastos administrativos en donde se cargan los quebrantos financieros motivados por la devaluación, también los excedentes atendieron a las prioridades con los cambios que la situación exigía, un mayor esfuerzo en las actividades productivas, industriales, generadoras de mercancías y de empleo en plazos cortos sin descuidar, dígase lo que se diga, del sector agropecuario. El gasto por sectores cumplió su objetivo económico y político. Es justificable a la luz del Estado moderno la búsqueda del fortalecimiento de su acción, el incremento de la eficiencia social. Los criterios de evaluación de los organismos y empresas del sector paraestatal no pueden ser los mismos que para el sector privado. Objetivos diferentes requieren diferentes criterios de calificación. La regulación de los factores productivos, la garantía de abastecimiento de energéticos e insumos industriales básicos, el apoyo a la producción y comercialización de los productos del campo, fueron objetivos que absorbieron más de dos terceras partes del gasto paraestatal; 58 por ciento en el sector industrial; un 21.7 por ciento se ejerció en los organismos de desarrollo social y un 8 por ciento en los ubicados en el sector transportes y comunicaciones.

Jerarquización similar se observa en el renglón de apoyos a los organismos y empresas.

¿Por qué requieren apoyos estas empresas de participación estatal o del Estado? Obviamente porque si bien sus gastos de operación pueden ser financiados con sus ingresos propios, sus planes de expansión requieren para ser cumplidos de una aportación conjunta. Es decir, debemos considerar con un criterio de solidaridad nacional que es nuestra responsabilidad financiar la ampliación de la planta productiva infraestructural o resignarnos a la transferencia permanente de recursos desde el Gobierno Federal; ante una baja carga fiscal, ello implica la persistencia del déficit.

Así pues, los problemas del Sector Público deben ser analizados en forma conjunta, Gobierno Federal más Sector Paraestatal y el equilibrio del gasto y del ingreso, en un aspecto de alternativas en los niveles de la carga fiscal y de los precios y tarifas de los bienes y servicios producidos por el Sector Público.

Los elevados niveles (estamos de acuerdo) en el sector administración, defensa y poder, han sido objeto de ya continuas críticas. Se ha explicado también reiteradamente que aquí se agrupan conceptos muy diversos y que en ellos incidió con mayor claridad la devaluación por reflejar la asunción de pasivos de instituciones de crédito y otros y porque, como lo dice el dictamen, era obligación atender con preferencia hacia el factor más sensible a la restitución de la demanda interna agregada, tanto en relación con este problema, como en términos de la elevación de precio de los bienes adquiridos por el Sector Público.

El incremento de los niveles de precios internos confrontados desfavorablemente con los efectos positivos de la devaluación, ocasionó que se destacaran los resultados negativos de la flotación del peso y se pregunta: ¿entonces por qué se devaluó?

En términos sencillos y simples, se devaluó porque nuestros niveles de precios internos no se correspondían con los internacionales; porque se estaba favoreciendo a las importaciones en contra de las exportaciones; porque la debilidad de nuestra moneda no soportaba el antiguo tipo de cambio fijo; porque el déficit del Sector Público y del Sector Externo, la elevada carga de la deuda, aconsejaban la devaluación. Esta se aceleró, dicho en sentido neutro también, por las elevadas salidas especulativas de capital, que tuvo que financiar el Gobierno.

Ahora bien, ¿por qué ese gran aumento del circulante a que usted se refiere, dentro de su disertación; el déficit público creciente, el endeudamiento progresivo?

Señores diputados: en última instancia, porque si los ingresos públicos son insuficientes para atender los requerimientos de gastos, hay que acudir a la deuda; porque ese raquitismo de los ingresos se bebe a bajas cargas fiscales y a precios y tarifas preferenciales del sector paraestatal. Ello incide definitivamente, interna y externamente en el ámbito en que México se desarrolla, sin desconocer la necesidad de nuestra propia productividad. Estos son los factores fundamentales que obligaron al Estado Mexicano a incrementar su gasto, a hacer una serie de desviaciones que están justificadas dentro del dictamen de la cuenta pública, el desequilibrio de la balanza comercial por otra parte también es una responsabilidad común, son principalmente los particulares los que exportan o importan, más lo segundo que lo primero.

Aquí también cabría invocar por parte de ellos su falta de confianza, aduciendo que el mundo no les compra; pero para qué quieren competir si México les ofrece y les ha ofrecido un mercado cautivo en donde el pueblo mexicano está obligado a comprarles a los precios tan elevados y con tan mala calidad sus productos.

En eso ha intervenido también el Estado Mexicano para formar la base técnica y económica de este país, pero son ellos.

Si tuviésemos nosotros mercancía, una iniciativa privada agresiva, una iniciativa privada agresiva desde el punto de vista producción y productividad, no tendrá el Estado que estar exportando en estos momentos o hacer tratos para exportar un recurso que debe ser definitivamente para las generaciones futuras que nos sucedan: el petróleo mexicano.

Si ellos no contribuyen, el Estado tiene que salir adelante porque es una responsabilidad fundamental para él. Los convocamos desde esta tribuna, los convocamos a una participación compartida. Que no hagan tratos rusonianos, que durante veinte o treinta años estuvieron establecidos con ellos, porque es muy peligroso un trato de esta naturaleza.

Simple y sencillamente porque se expresa de esta manera: "Gobierno, hago contigo un trato siempre a mi gusto y en mi total provecho que observarás en cuanto me plazca y cumplirás en tanto me convenga".

Son los tratos que no quiere el Estado Mexicano con los mexicanos nacionalistas. Los otros los mencionó el Presidente López Portillo el 1o. de diciembre. No le hace que no nos ayuden. Nada más que nos dejen hacer las cosas como nosotros queramos.

Imputar, compañeros diputados, la culpa de nuestros problemas al Gobierno es ejercer estéril y mala política; con su guía y conjuntamente, la resolución de los problemas compete a todos los mexicanos; en la búsqueda de la independencia económica nacional todos somos responsables. Debemos superar nuestros problemas gestados históricamente no en un año ni en un sexenio. Bajo el principio trazado desde 1917, perfectamente delineado en nuestra Constitución, Constitución que de una u otra forma, de acuerdo con las circunstancias eventuales o coyunturales o estructurales, han cumplida los gobiernos de mi país y que, por principio, han atendido a la necesidad fundamental y rectora de pretender, de querer, de aspirar a hacer de la igualdad una igualdad esencial de todos los desiguales de este país.

Eso es lo que ha hecho por principio en su mandato de Gobierno la Revolución Mexicana. Cuando tuvo que aplicarse el desarrollo estabilizador, no satanizar. Definitivamente, cumplió su objetivo, ha agotado sus posibilidades, de la misma forma como todo proceso social que se resuelve genera otro tipo de problemas, así este problema fundamental de política económica. Creo que podemos convocarnos, todos juntos, sin estar buscando aquellas cuentas que es el objeto que nos ocupa en este momento, aquellas, cuentas que no están sujetas a control presupuestal, si porque han elevado mucho, cuantitativamente, sus cargas económicas sobre el Erario nacional, deban ser motivo de que se incluya en el control presupuestal, podemos y tenemos facultades en esta Cámara para hacerlo y estoy de acuerdo con ello: peso que se gasta en este país, peso que se compruebe para el pueblo mexicano; de ninguna manera el Partido Revolucionario Institucional, que está en el poder y habrá de conservarse en el mismo, puede consentir el oportunismo que el chantaje, que la búsqueda de posiciones de enriquecimiento o para apetencias personales, sirva a unos o a otros para enriquecerse ellos mismos. En eso estamos y estaremos definitivamente de acuerdo, a riesgo de que dentro del Partido, de que dentro del Gobierno, podamos todos nosotros los que los compartimos, aplicar un recurso heroico, ser menos, pero mejores. Muchas gracias (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Ezequiel Rodríguez Otal, del Partido Popular Socialista.

El C. Ezequiel Rodríguez Otal: Con su venia, señor Presidente. Compañeras y compañeros diputados: México ha sido, es y seguirá siendo, un país que lucha por su independencia nacional en todos los campos, tanto en el político como en el económico y el social. Este es el camino que nos han trazado nuestros más insignes patricios, y es el camino que debemos seguir los revolucionarios de hoy y de mañana. Este juicio se expresa fácilmente, pero sabemos que el proceso de desarrollo de nuestra sociedad está sujeto a leyes perfectamente bien conocidas, y sólo el análisis a la luz de estas normas, dará el resultado del camino justo y real.

El tema a debate en esta sesión es, en esencia, de calificar la participación del Estado en el desarrollo industrial de nuestro país.

El Partido Popular Socialista no caerá en el juego reaccionario, y llegamos hasta esta tribuna a plantear tesis serias para enjuiciar lo positivo y negativo de la orientación, escúchese bien, la orientación del Gasto Público.

Fundamentalmente existen dos tesis que se han manejado desde esta alta tribuna de la nación; y encontramos, por un lado la tesis ya vieja pero transformada, de los voceros de la reacción que se pronuncian fundamentalmente por el concepto del Estado, como una organización jurídica por encima de las clases sociales, al margen de sus antagonismos y sus luchas, y de la exigencia histórica de la nación, dedicado a orientar el proceso económico, dejando a los particulares que creen en competencia libre, las fuentes de la riqueza, las desarrollen, comercien, establezcan y administren los servicios públicos.

Este es el verdadero trasfondo que tiene el ataque constante el Estado como "mal administrador" de la riqueza nacional. Los que así se manifiestan ignoran o tratan de ignorar que el Estado jamás ha existido el margen de las clases sociales. La aparición del Estado se debe precisamente al surgimiento de las clases sociales. Nadie ignora que el régimen gentilicio fue destruido por la división del trabajo, que separó a la sociedad en clases, y que ese régimen fue sustituido por el Estado. Este es un producto de la sociedad que aparece cuando ésta llega a un grado de desarrollo determinado. En principio, trató de coordinar los intereses de las clases en pugna, pero como nace en medio del conflicto social, se convierte automáticamente en el instrumento de la clase más poderosa, de la clase económicamente dominante, y, como consecuencia de ello, en la clase social que domina también políticamente.

El Estado antiguo - Grecia, Roma - es el estado de los esclavistas para mantener sometidos a los esclavos. El Estado feudal es el Estado de los nobles para sujetar a los campesinos siervos, y el Estado moderno es el instrumento de que se sirve el capitalismo para explotar el trabajo asalariado. En México, el Estado no ha sido nunca neutral ante los diversos intereses sociales. Antes de la Conquista no había Estado, porque no existían naciones que pudieran organizarse jurídicamente. Nuestros antepasados formaban tribus que se hallaban apenas saliendo del comunismo primitivo. La dominación extranjera no hizo de la Nueva España un Estado porque no hizo de ella una nación, sino que utilizó el territorio descubierto y a sus pobladores como una colonia de su imperio naciente. El Estado mexicano surge con la independencia política de la nación.

La orientación del Estado a través del tiempo, ha seguido las directrices que fijó la correlación de fuerzas en cada momento histórico, hasta que en 1917 el Congreso Constituyente de Querétaro discutió la doctrina liberal y su aplicación a la realidad del país. Este es un documento liberal en el campo político e intervencionista en el terreno económico. Con apoyo en esos objetivos, los gobiernos que han regido a México en el período comprendido desde la vigencia de la Constitución de 1917 hasta hoy, han aumentado la intervención del Estado en la economía, presionados por las demandas urgentes del pueblo y por los apremios de tipo nacional para asegurarle a México un desarrollo independiente. En el caso de nuestro país, la intervención del Estado en el campo económico tiene su inicio a partir de la victoria de la revolución Mexicana, y es precisamente la Reforma Agraria la que representa la más grande intervención del Estado en la historia de la economía del país. Es esta intervención en el campo económico lo que hizo a México

de país de agricultura arcaica a la etapa inicial de la industrialización, de tal manera que para 1950 el valor de la producción industrial sobrepasó por primera vez en nuestra historia al valor de la industria agrícola y minera cuando, creando posteriormente por el camino de las nacionalizaciones y la formación de empresas productivas, de transporte, comunicaciones y de servicios públicos propiedad de la nación y dirigidas por el Gobierno como instituciones descentralizadas del poder público, lo que hoy llamamos el sector estatal de la economía.

A partir de 1917, México con esta intervención en su desarrollo toma la estructura de un capitalismo de Estado, que en un país semicolonial como el nuestro, influido por el imperialismo es una forma progresista de avanzar con independencia del extranjero. Este proceso dinámico no puede mantenerse en equilibrio entre el Estado y la iniciativa privada, debiendo fortalecer al primero que, por su propia dinámica, tendrá que ir reemplazando a las empresas privadas en algunas ramas de la economía importantes, pues de otra manera la intervención del capital extranjero se acentuará en perjuicio de la independencia del país y de las amplias masas del pueblo que resultarían afectadas en su bienestar.

La reacción, sin embargo, se sigue manifestando y actuando en contra de la participación del Estado en nuestra economía, disfrazando sus ataques con su calificativo de "mal administrador", ellos declaran que el Estado no debe ser propietario, empresario, o casero. Esta afirmación no sólo la revisión del concepto histórico del Estado en nuestro país, sino la liquidación de las instituciones y la anulación de las prácticas que el Estado ha tenido y sigue teniendo en los aspectos de la vida nacional.

Acción Nacional quisiera que para que las empresas estatales se manejaran con eficiencia, tal vez se pasara el control de los grandes monopolios, ya que éstos, ellos manifiestan, si tienen verdaderas ganancias. Pero hay que aclarar que esas ganancias son el producto de la explotación irracional hacia los habitantes de nuestro pueblo.

Quisieran que PEMEX tal vez fuera controlada por el grupo Monterrey. Que la CFE por el grupo oligárquico de Puebla y que la CONASUPO por la Cámara Americana de Comercio. Creo que Acción Nacional confunde las normas de la contaduría privada de las empresas con las reglas de la Hacienda Pública. Ellos suspiran porque la iniciativa privada sea la rectora del desarrollo económico nacional, pero en un país como México que pasó de la condición de la colonia del Imperio Español a semicolonia de los Estados Unidos, hablar de la iniciativa privada como motor de la producción y los servicios, significa abrir las puertas de par en par que los monopolios extranjeros se apoderen directa o indirectamente de las ramas de la economía nacional que aún no tienen en sus manos.

La iniciativa privada ha sido absolutamente incapaz de atender siquiera las necesidades más apremiantes del desarrollo económico y aún más ha contribuido en los momentos de crisis a que se agudizara el año próximo pasado, a sembrar la desconfianza y la confusión en nuestro país con su rapaz sed de enriquecimiento rápido y fácil.

Por esta causa es que la intervención del Estado a través del las empresas en las diversas ramas, desempeño un papel tan importante en estos momentos críticos. Estamos de acuerdo con el dictamen cuando cita: "el sector público aportó diversos bienes y servicios destinados a satisfacer las demandas, tanto de grupos sociales mayoritarios como de actividades productivas estratégicas, no obstante el decaimiento general y las condiciones adversas que a menudo afectaron al nivel general de la actividad".

Al sostener y aumentar la oferta de bienes y productos en las ramas de energéticos, siderurgia, petroquímica, fertilizantes, el Estado asumió un papel de contención del receso económico.

Las presiones de toda índole que incidieron sobre la producción y que se sitúan en el origen del ciclo depresivo, hubieran tenido efectos aún más graves si el gasto público se hubiera reducido en las mismas proporciones en que lo hicieran las inversiones productivas de los sectores privados.

La participación del Estado en la economía nacional y en favor del pueblo evidentemente que no es un fenómeno particular de nuestro país, sino que es un sistema de lucha de los pueblos en desarrollo o semicoloniales, y así lo muestra el documento de la ONU A/9716, anexo 10, al citar: "que de 1960 a 1974, en 60 países en vías de desarrollo se registraron 875 nacionalizaciones de empresas extranjeras o de instauración de control sobre ellas, con la particularidad de que en 1970-1974, la tasa de nacionalización superó en el doble a la de los años 60s".

¿Cuál es el fin de estas nacionalizaciones? Terminar con la explotación rapaz del imperialismo norteamericano. Según datos oficiales, en el periodo de 1971- 1974, el importe total de las inversiones privadas directas de los Estados Unidos en Asia, África y América Latina, creció en más de 5 mil millones de dólares, y el de las ganancias que entraron a los Estados Unidos procedentes de esta zona, pasó de 25 mil millones de dólares.

En datos muy concretos, deseamos demostrar el grado de exportación sufrida por nuestros países semicoloniales y en función de esto, la importancia de la participación del Estado, al recurrir al sistema de tomar bajo su control los sectores productivos y sobre esta vía lograr la mejor distribución de la riqueza; pero el aumentar la influencia de las fuerzas democráticas sobre la magnitud y orientación de las empresas estatales es uno de los objetivos más importantes de los partidos progresistas y revolucionarios de los países en desarrollo en la lucha por pasar de la liberación nacional a la emancipación social.

En este momento histórico nacional, la libre concurrencia es una lucha desigual entre los

capitales nacionales en formación, y los capitales extranjeros, que no se reducen al dinero que colocan en ellos, sino que disponen del enorme poder de los trust que representan. El progreso sin la elevación del nivel de vida del pueblo no es progreso, sino explotación de la riqueza humana, la única verdadera, y sin independencia respecto del extranjero, no es progreso sino suicidio.

Al Estado corresponde la responsabilidad de que ninguna de las dos cosas ocurran. Los mexicanos que estudiamos nuestra historia con un sentido objetivo, dialéctico y revolucionario, sustentamos la tesis de que el problema histórico del país ha sido, en esencia, su dependencia respecto a grandes potencias capitalistas que ha determinado el curso de su desenvolvimiento, el grado de desarrollo que ha alcanzado y las modalidades de dicho desarrollo.

Y ante esta realidad histórica, los miembros de la Fracción Parlamentaria del Partido Popular Socialista sostenemos que le único camino para eliminar la dependencia del exterior es el de acelerar el desarrollo y elevar de manera firme los niveles económicos y culturales del pueblo. El avance por este camino sólo se logra si se fortalece el movimiento obrero y campesino asegurando su independencia de acción, elevado su politización y activando su militancia. Si se amplía sustancialmente la intervención del Estado en la actividad económica, especialmente como empresario en los puestos de mando de la económica tales como la banca, el comercio exterior, la energía, la industria básica y los servicios públicos.

Si se lucha por que el sector estatal de la economía se maneje eficazmente y con sentido nacionalista de beneficio popular; y si se hace que los obreros participen en una forma efectiva en la dirección de las empresas estatales, nacionalizándose las empresas extranjeras que sean necesarias, para que se nacionalice la riqueza, dirección y propiedad de los negocios.

Si se moviliza al máximo los recursos nacionales para elevar la tasa de inversión con capitales mexicanos y, consecuentemente, reducir la deuda externa. Si se lucha por todos los medios posibles para reducir el poder económico de la oligarquía nacional, asegurando una mayor distribución de la riqueza y el ingreso nacional.

Claro que los enemigos del progreso nunca entenderán esta realidad y siempre la combatirán, pero son fácilmente identificados aunque se cambie de careta o se pronuncien como revolucionarios ortodoxos. Nosotros no los perdemos de vista, y en todo momento les saldremos al paso para descubrirlos y ubicarlos en su verdadero lugar.

Hoy, con el debate en turno de la Cuenta Pública, quieren aparecer como los redentores del pueblo, pero éste ya no se deja engañar. La reacción grita su impotencia transformándola en su oposición sistemática e irresponsable, acusando de todos nuestros males al Estado en su conjunto, y no siendo capaces de hacer el menor análisis objetivo para valorar lo positivo y negativo que en él existe. La fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista votará en forma del dictamen, ya que consideramos que la participación del Estado, a través de sus empresas, en su conjunto, es positiva, y además porque esto ha permitido que el camino del desarrollo independiente de México se fortalezca.

Compañeros diputados: son muchas las responsabilidades que descansan sobre nosotros, y una de ellas, que considero la de mayor importancia, es la de impulsar y robustecer la independencia económica del país, y esto sólo se logrará, como lo muestra el dictamen a discusión, ampliando la participación del Estado en la industria, con sentido revolucionario. En breve, en este mismo recinto, se discutirá y aprobará el presupuesto. Esperamos que la mayoría de los presentes nos pronunciemos por ampliar aún más la intervención del Estado en el desarrollo acelerado de las fuerzas productivas del país y en favor del pueblo. Muchas gracias.

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Jacinto Guadalupe Silva, del PAN.

El C. Jacinto Guadalupe Silva Flores: Señor Presidente; señoras y señores diputados.

La insistencia de quienes, obligados por su dependencia con su propio partido, con el sistema que gobierna a México, de dejar de lado, no hacer caso, ignorar, las argumentaciones de fondo de Acción Nacional, para insistir pretendiendo justificar la Cuenta Pública que hoy se dictamina, en que el exceso de gastos, de apoyos y traspasos, de desviaciones, se justifican por haber sido dedicados al desarrollo social, a la infraestructura, a la creación de empleos.

De los 83,000 millones de pesos gastados en el sector agropecuario nacional, quisiéramos encontrar, saber a través de las comisiones, cuál es la realidad concreta, si es que sirvieron para el desarrollo social, si es que sirvieron para desarrollar la infraestructura para crearla, si es que se crearon muchas fuentes de riqueza, de trabajo.

No con palabras mías, con palabras del licenciado Rojo Lugo, en su declaración de ayer se cuestiona y se invalida el argumento sistemáticamente sosteniendo en esta Cámara por las Comisiones.

Dice el licenciado Rojo Lugo, que "de los 30 mil ejidos constituidos en el país, dos terceras partes no son rentables", ¿dónde está el desarrollo de la agricultura nacional?

¿Dónde está la comprobación de la argumentación de las Comisiones?

De que estos gastos se justifican, independientemente de las violaciones constitucionales, en la presentación del dictamen.

Sigue diciendo el licenciado Rojo Lugo: "la organización interna de la Secretaría de la Reforma Agraria es inadecuada y la excesiva concentración de personal, ha propiciado la lentitud en la solución de los problemas agrarios y la corrupción".

No son los de Acción Nacional, los que están hablando de corrupción en el agro mexicano, es el actual funcionario público

encargado de manejar y de resolver y de impulsar la producción agrícola nacional. Aseguró el licenciado Rojo Lugo, que el Estado para intervenir en la explotación directa de la tierra, se asociará con los campesinos. Ya no se dejará a grupos que surgen de la nada, que surgen a última hora, para entregarles presupuesto, poder de decisión para agitar al campo mexicano. Ojalá y de aquí en adelante se responsabilice el Estado en serio, de la intervención en el campo y que no se vuelvan a crear los grupos de agitadores y demagogos que destrozaron la agricultura nacional y derrocharon el dinero del pueblo. (Aplausos.)

Mas todavía, es el actual Presidente de la República, quien en declaraciones anteayer, habló de lo mismo en Yucatán, afirma que hay necesidad de independizar créditos y subsidios, porque esta revoltura no a traído nada bueno. No somos de los de Acción Nacional, es el actual Presidente de la República, quien está cuestionando, quien está condicionando, junto con su Secretario de Reforma Agraria, la herencia del pasado régimen gubernamental. Hay, señores diputados, en los 83 millones gastados en el sector agropecuario, hay algo que las comisiones pudieran hacernos favor de informar, que pudiera comprobar la inversión:

¿Viven nuestros campesinos mejor? ¿Hay menos miseria en el campo? ¿Está explotándose la tierra adecuadamente para beneficio primario de los campesinos y después de toda la sociedad? ¿Se aumentó la producción?

No, es que el clima nos traicionó, es que la naturaleza que no entiende de problemas de hambre y de miseria en México nos volvió a fastidiar.

Bueno, ¿ en qué quedamos? ¿Hay 20 mil ejidos no rentables, hay corrupción o es la naturaleza?

Varios miles de millones, seis mil más o menos, dedicados a Productos Pesqueros Mexicanos, 6,228 millones más 462 de apoyo.

Y, los 10 mil kilómetros de Costa que tiene México, siguen esperando y desafiando a la organización de la República para que extraiga la alimentación del pueblo.

Cuántos mexicanos - y quienes hemos nacido en el campo y sido campesinos de niños y no me vaya a mandar, diputado Miguel Montes, a la Universidad, porque yo no tuve oportunidad de pisar una escuela - de niño, campesino, yo vine a conocer el pescado hasta llegar a México. Es posible que quienes viven ahora en el rancho donde yo nací ya conozcan el pescado. pero no nos engañemos y no tratemos de engañar a los demás.

Hay muchos mexicanos que no saben lo que es comer pescado, que no lo conocen, que no lo han visto, con diez mil kilómetros de costa.

¿Qué pasa? ¿A dónde fue a dar ese dinero? A los pulpos sociales que el Estado ha organizado hasta ahora, que controlan y monopolizan impidiendo la entrada o la organización real del Estado.

No nos oponemos a que se el Estado quien organice la pesca. No miente el Partido Popular Socialista cuando afirma que Acción Nacional se opone a que el Estado intervenga responsablemente en la economía nacional.

No, señores diputados, lo que pasa es que hay un gravísimo desorden en todos los renglones de la economía nacional. Lo que pasa es que no estamos dispuestos a ver, no a través del vidrio político, del cristal político los problemas de la nación mexicana. Los vemos a través de un partidarismo cerrado que condena la posibilidad cierta y real de apertura hacia un verdadero desarrollo nacional.

Yo no creo, y cuando más por las declaraciones de los propios funcionarios públicos, que hay un verdadero desarrollo social en México; que haya servido la inversión y el gasto público en el sector agropecuario, para desarrollarlo, crecerlo, multiplicarlo, dar de comer a los campesinos, ¿no han visto ustedes, en esas rancherías perdidas en el campo mexicano, en una de las cuales nací, donde las mujeres campesinas tienen que caminar kilómetros y kilómetros con el cántaro al hombro, para arrimarse un poco de agua para la necesidades diarias de la casa? ¿No han visto ustedes a los campesinos con el morral, saliendo a las 4, 5 de la mañana, para llegar a labrar en el cerro como mi padre y yo y a punta de azadón arrancarle el alimento para la familia y para nosotros? ¿Cuántas rancherías siguen igual? ¿Cuántos poblados campesinos en México siguen sin conocer la luz, el agua, el drenaje? Y 83 millones de pesos, son, señores diputados, muchos pesos. ¿Para qué sirvieron? ¿Será cierto lo que dice el Presidente de la República y el Secretario de la Reforma Agraria, que hay corrupción?

Yo no sé que irán a contestar las Comisiones el Presidente de la República y al Secretario de la Reforma Agraria, porque el planteamiento es de ellos, no mío, para justificar todos los traspasos y desvíos y manejo anárquico, desordenado de todo el sexenio pasado.

Y en todo el sexenio, pues creo que se gastaron alrededor de 240 y tantos mil millones de pesos. 249,375. Son muchos pesos.

Es mucho sudor; mucho trabajo acumulado de todos los mexicanos.

No, no estamos satanizando a ningún gobierno; lo único que estamos pretendiendo, es que, si no le quieren entrar al toro, como es su obligación y responsabilidad, de buscar los responsables de este desastre, pues por lo menos quisiéramos pedirles en serio, pero que sea en serio, no con piales o manganas, con afinación de charros y además moralistas, que les disgusta la palabra "público", ya la pronuncié muchas veces, no, con sentido patriótico, en serio. ¿Será posible (yo así lo quisiera), que a partir de estas declaraciones se organizara realmente el campo de México, para bien de los campesinos y de toda la sociedad? ¿Que no se volviera a utilizar demagógicamente a pandillas de desestabilización del campo mexicano? Porque no se vale, señores diputados, para usar el técnico del Director Política de la Cámara, no se vale a pretexto de expropiación de verdaderos latifundistas, acelerar a los campesinos mexicanos para que invadan propiedades sujetas a derechos y a las normas

mexicanas; eso no se vale; no se vale que un Presidente de la República tome el lugar de agitador en lugar de ser el responsable del orden y de la paz social y quien falte al derecho, quien tenga culpa, quien sea realmente latifundista, pruébelo y Acción Nacional aplaudirá el término definitivo de todo latifundio de propiedad agrícola, pero como pretexto de eso, trasladar miles de familias para invadir indiscriminadamente la tierra. Esto no se puede volver a dar, si estamos realmente sujetos a derecho.

Responsable el sexenio pasando del destrozo, sí; los anteriores también. En realidad el Presidente de la República con el sexenio pasado no hizo más que usar todas las posibilidades que le da el sistema que gobierna México y en cualquier momento puede seguir otro, no hay mecanismos que frenen un despotismo desatado; no hay mecanismos en el Gobierno que frenen una agitación nacional para establecer el orden y la paz y si lo hay abdican de su responsabilidad en beneficio del sistema. Es el sistema el malo, es el sistema y es por eso que los señores de la Comisión Dictaminadora, están empeñados en defender este Dictamen contra toda razón, contra toda lógica, contra toda argumentación, porque no defienden el Dictamen, sino que defienden el sistema.

Ese nicho en el cual colocan el sistema, al Presidente de la República, intocable, intocable, por eso de aquí en adelante yo le diría al pueblo de México y a todos los mexicanos: ¿quieren ser impunes de deveras, pero de impunes, hagan lo que hagan, cometan los delitos que cometan?: logra ser Presidente de la República. ¡Serás intocable!

¿Cómo es posible que el Partido Revolucionario Institucional vaya a votar en contra de la imagen de la Presidencia de la República, si es lo que sustenta al sistema, si es al que elevan cada sexenio al nivel de semidiós?

Lo ponen en el pedestal y de ahí en adelante sabe todo: sabe de agricultura, de química de industria, de farmacéutica, de todo de leyes, de contabilidad, de abonos para la tierra. lo sabe todo. Esto les dará a entender, señores diputados, que a mi no me extraña que ustedes estén defendiendo lo indefendible porque se están defendiendo a sí mismos, enclavados como están enclavados como están en el sistema.

Yo quisiera solamente decir para terminar esto: a una autoridad absoluta y total, donde el Presidente de la República nombra a través del sistema, prácticamente a todos los ediles en los municipios, a todos los gobernadores del país; nombra, a través del sistema, todos los funcionarios públicos; nombra y controla a todos y cada uno de los cuerpos policíacos; donde no hay un título de maestro que no sea autorizado por el Gobierno; con este poder absoluto que en el sexenio pasado, por la persona que fue el titular, se convirtió incluso en despótico. A ese aparato, a ese absolutismo corresponde, si no me equivoco, una responsabilidad absoluta de todo lo que pasó en México

No podemos quedarnos en las premisas y no llegar a las conclusiones lógicas

Ayer oímos aquí una preciosa intervención sobre el estado de derecho - yo no soy abogado, si hubiera podido eso es lo que hubiera sido - pero el estado de derecho a que se refirió el diputado Alvarez del Castillo, de sostenerlo y de apoyarlo, ¿cómo se sostiene y cómo se apoya? ¿Qué pasó en el sexenio pasado?

Entró a saco un individuo que se excedió en lo que los anteriores habían sido más o menos prudentes, pero que el sistema lo permite y dicen "no se puede tocar a la Presidencia de la República."

Cualquier padre de familia - con este ejemplo termino - les diría que él hiciera si alguien entrara a su casa a perturbar, a denigrar la individualidad de su propio hogar. Eso es lo que deben hacer ustedes, condenar precisamente a quien mal usó de la Presidencia de la República. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Enrique Alvarez del Castillo, por la Comisión.

El C. Enrique Alvarez del Castillo: Señor Presidente; señores diputados.

En el nombre de la Comisión de Presupuesto y Cuenta, he solicitado el uso de la palabra en razón de que el señor diputado Lujambio, al realizar concretamente el examen del análisis sectorial de la operación del Gobierno Federal y de sus organismos descentralizados y empresas paraestatales, consideró y así lo demostró en su exposición que este examen habría de comprender de nueva cuenta la acción general y el gasto público por parte del Poder Ejecutivo.

Esta Comisión fue perfectamente consiente de que examinó una Cuenta Pública deficitaria; que su dictamen habría de reflejar con absoluta verdad y entereza que la gestión de la economía en todos sus aspectos en el país, fue desfavorable; que obviamente estamos en números rojos en la casi totalidad de los órdenes y así se explicó con claridad en el dictamen, así se refleja también en la Cuenta Pública. Y no tiene mayor sentido aprovechar precisamente esa claridad para venir aquí, a repetirla, a exponerla martajando números y cifras, con la finalidad no de demostrar causas, no de contraargumentar las causas que se hacen valer en el dictamen de la Cuenta, sino simple y sencillamente para aprovechar esas cifras y esos números, para sembrar lo que ayer decíamos: confusión y escándalo.

No es para nosotros, diputados de la mayoría parlamentaria ninguna sorpresa que Acción Nacional trate de aprovechar ese déficit de 1976, correspondiente al Gobierno anterior y tan precisamente expuesto en el dictamen, para realizar con ello un aprovechamiento seudopolítico que no conduce a ninguna parte, ni resuelve absolutamente nada. Porque no es esa la forma de demostrar un fracaso que se pretende, sobre el sistema político, social y económico de Gobierno.

Ayer el Partido de Acción Nacional por conducto del señor diputado Garabito y comentado por el señor diputado Armando Lambra, afirmaba con toda energía que no tiene ya liga capitalista, que se han desprendido de ese factor, al que en un momento de su historia respondieron con relativa eficacia. Eso nos hace concluir en una realidad muy escueta: el Partido de Acción Nacional ha quedado en este momento, huérfano de ideología, porque ya no puede sustentar tesis, racionalizar sus argumentos, sino que tiene que cifrarse para subsistir, en la posibilidad de la crítica, en vivir del ataque, fundado o infundado, en tirar escopetazos al cielo a ver si cae alguna paloma, pero de ninguna manera puede ello salirse de lo que se refleja esa posición: oportunismo, oportunismo político, aprovechamiento de frases de ocasión de frases ya muy manidas, de frases que está en la conciencia de todos que no tienen certeza alguna, que son absolutamente falsas.

Se confunde también - y lo oímos en la voz del señor diputado Silva -, lo que constituye un llamado ataque al sistema, pero que en realidad no es más que una medrosa forma de escapar y de atacar precisa y decisivamente a la Revolución Mexicana, a sus causas y a sus efectos.

La mayoría parlamentaria que no es una prolongación de nuestro Partido Revolucionario Institucional en esta Cámara, obviamente que tiene y responde y sostiene la misma ideología, los mismos principios, las mismas tesis que sustenta nuestro partido y que tienen como fundamento, para no repetir con exageración lo que es de todos conocido, la doctrina del pueblo, sostener las causas populares y colocarse al servicio de las clases populares desprotegidas de la nación, y procurar que en ellas se cifre fundamentalmente la acción de Gobierno, tanto en lo inmediato como en lo mediato, para descartar las posibilidades de una injusticia, de una injusticia ardiente y quemante, que vivimos todavía.

Pero nosotros, diputados de la mayoría parlamentaria, nosotros miembros del Partido Revolucionario Institucional, sabemos perfectamente que por encima de quienes han gobernado este país, por encima de quienes con toda la respetabilidad que supone la Primera Magistratura de la Nación, y que no es debido poner en tela de juicio nada más con frases, sino habría que hacer argumentos, habría que ir al fondo de los problemas, habría que examinar una realidad con conciencia y no con inconsciencia ni con ignorancia.

Sabemos perfectamente que sobre todas esas personas respetadas por nosotros se encuentra siempre la vigencia de la Revolución, la vigencia de sus principios, las causas del pueblo y que jamás nosotros por interés político circunstancial, por elevada que pudiera ser la personalidad de hombres que han servido a México, vamos a renunciar al examen a fondo de la problemática nacional y menos cuando se vive en una crisis, en una crisis coma la actual.

Tenemos (y así lo hizo la Comisión de Presupuesto y Cuenta), que examinar con toda conciencia esas realidades, pero para fundar en ellas tesis, caminos de solución, posibilidades de corrección en desviaciones, posibilidades de corregir errores; errores que son obvios, tanto en lo humano como en lo social, y como en lo público.

No creo que tenga ningún sentido lanzarse simplemente contra un régimen anterior en el momento en el que pudiera aplicarse aquello de "Amor muerto, gran lanzada".

Eso es medroso, por no emplear otro término.

Los diputados de la mayoría, la Comisión de Presupuesto y Cuenta, no caeremos en el juego al que nos provoca el Partido de Acción Nacional, de abandonar nuestra responsabilidad de defender como una secuencia histórica que ha venido resolviendo paso a paso los problemas de México, al régimen, a los regímenes de la Revolución, concluidos con mayor o menor fortuna, pero concluidos siempre en la buena fe en los destinos de México y con el propósito cierto, absoluto y demostrado de que así ha sido de acción, de acuerdo con las circunstancias históricas del momento que cada uno de esos regímenes vivieron, pero sin desapartarse en lo más mínimo de las líneas de los principios de la Revolución Mexicana y de nuestro Partido, que sustentó su lección y la llevó al triunfo, fundado en el pueblo, en el pueblo que responde que piensa en su seguridad próxima, en un futuro mejor, pero llevando siempre en función de quien propone tesis, de quien da soluciones y de quien no simplemente critica para destruir, sino criticas para construir (Aplausos.)

No creemos que este Dictamen de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, racionalizado en lo técnico, fundamento en lo político, con una estrecha liga con las tesis que estamos obligados a sostener como diputados del Partido Revolucionario Institucional, no creemos que este Dictamen pudiera ser ajeno a la exposición de tales tesis, no creemos que este Dictamen no tuviera en su esencia como principio y como fin al pueblo de México y a sus intereses.

Tampoco podemos, en forma alguna, caer en otro tipo de juego, el que nos plantea el Partido Popular Socialista cuando realiza, en forma también de oportunidad, un juicio laudatorio a como dé lugar, de un sistema crítico, cuando piensa que ese aprovechamiento de principios que sustenta el Partido de la Revolución Mexicana, pudiera de alguna manera fortalecer o sembrar inclusive duda en todos los diputados. Es el régimen de la Revolución el que está presente en toda esta defensa realizada por nosotros.

La Cuenta Pública que presentó el Poder Ejecutivo, el Dictamen que hemos realizado en la Comisión de Presupuesto y Cuenta, están hechos con toda la objetividad que requiere una situación critica y están hechos con la verdad, porque la verdad es un principio de la Revolución Mexicana.

Este Dictamen permitió leer todo tipo de cifras; hacer con ellas todo un juego, porque ya no solamente a los políticos o a los abogados se nos puede imputar que con las palabras hagamos demagogia, sino que ahora también existe la demagogia de los números y esa demagogia a veces poco entendible, siembra después, en aprovechamiento desconcertados o en informaciones de todas las personas, precisamente una confusión más grave todavía.

Creemos que en esta discusión de la Cuenta no hemos, desgraciadamente, logrado realizar un proceso dialéctico e indispensable para llegar a conclusiones que, de, alguna manera aprovechen al buen gobierno de México. Creemos que el Dictamen en sí mismo es la propia dialéctica y es la conclusión verdadera, porque es una dialéctica imposible la que pretendemos establecer y que son: la dialéctica de la razón, la dialéctica de la tesis, la dialéctica de los principios, frente a la simple demagogia de las cifras, de las críticas y, sobre todo, cuando estas cifras se pronuncian y se enfatizan a gritos.

No creemos, ni queremos que se pueda pensar que por parte nuestra se ha formado este verdadero herradero parlamentario que críticas injustificadas y que la sinrazón quieren propiciar. Queremos, por esto, pese a todo este tipo de argucias y oportunismo, sostener nuestro Dictamen en su exacta proporción y que cabalmente cumple los propósitos constitucionales y políticos.

No es posible confundir conceptos tan claros, tan bien establecidos por la Constitución y por la ley, como son los fines que se persiguen al revisar la Cuenta Pública con funciones también relevantes que nosotros mismos en el Dictamen hemos señalado y hemos señalado con mayor claridad de lo que se no dijo y que es la necesidad de una Contaduría Mayor de Hacienda y un organismo técnico que llegue a cumplir con flexibilidad y con congruencia la glosa de la propia Cuenta.

Nosotros en el Dictamen, permítaseme enfatizar esta frase, decimos con toda claridad que, "además de la importante reforma que en el año pasado sobre la ley orgánica de la Contaduría Mayor, aprobada, además, es indispensable, en los hechos, estructurar o reestructurar esta Contaduría Mayor como un organismo técnico y eficaz de la Cámara de Diputados y rescatarlo de la pobreza, el olvido y la obsolencia". Esa es una verdad y es una verdad revolucionaria; no es una verdad que nos esté surgiendo en este momento quienes por la crítica pretendan destruirnos las tesis.

Tampoco es lícito confundir funciones.

Una cosa es que la Comisión de Presupuesto y Cuenta con todos los informes y datos aportados, que no parten de la nada, porque es indispensable considerar que el propio Poder Ejecutivo tiene sus sistemas de control y tiene su contabilidad, que es perfectible, no hay nadie que lo dude, pero tiene y proporciona bases a esta Cámara de Diputados, y que en esta ocasión, pase a las carencias, la Contaduría Mayor logró hacer un informe apreciable y resolver las cuestiones los propios diputados de la Comisión le planteamos para mayor claridad y para satisfacer críticas que en el pasado se nos hicieron.

Una cuestión es justificar la cuenta, justificar su destino, justificar el ingreso contra el egreso en función de valuar resultados y otra cosa es y debe ser comprobar, comprobar la propia cuenta, respaldarla con documentos, glosar esos documentos, y para ello, la Contaduría Mayor todavía dispone de plazo para hacerlo y en su esa glosa evidentemente que habrán de realizarse las funciones constitucionales establecidas actualmente y clarificadas en el futuro por la reforma política, por la reforma constitucional que hicimos y que fue proposición generada en esta Cámara al artículo 74 de la propia Constitución.

Creemos, en consecuencia, que no puede simple y sencillamente negarse la preocupación y el esfuerzo que en este caso debemos compartir todos los diputados que tengamos todavía buena fe y ganas de hacer las cosas.

Quizá han ocurrido que el PAN, principalmente, pensó que la Comisión de Presupuesto y Cuenta, apoyada en la opinión de los diputados de mayoría, de los diputados en general, pudiera haber optado por 2 caminos: uno primero, fundado en el pseudovalor, en un valor y en un coraje con fundamento en la nada, por virtud del que emprendiéramos en la cuenta una verdadera cacería de brujas y tratáramos de un ataque radical, constante, a un Gobierno, pero recuérdese que ese Gobierno concluido es un Gobierno de la Revolución; es un Gobierno que opera dentro de la historia moderna de México y que de ninguna manera podía apartarse de esa secuencia. Tuvo sus accidentes, tuvo sus coyunturas, tuvo sus desequilibrios, tuvo, incluso, hasta el infortunio, tuvo la fuerza mayor, tuvo hechos fortuitos, tuvo todo ello, pero a pesar de eso siguió adelante con los principios del partido y enfatizando primeramente su acción en la protección, en la restablecimiento de una equidad social y en el trabajo por crear una infraestructura que permitiera a un país que trabaja en conjunto un mejor éxito en lo económico, en lo social y en lo político. (Aplausos.)

Un segundo camino que verdaderamente hubiera provocado un regocijado o un a regocijada felicitación a esta Comisión por el aprovechamiento que el mismo significaba, era la posibilidad del ocultamiento de las cifras: del ocultamiento de los resultados de la Hacienda Pública; de la deformación de las incidencias económicas en el Gasto, en el Egreso, en la acción administrativa del Gobierno Federal, pero ese camino tampoco lo emprendimos para insatisfacción de nuestros críticos, no tuvimos por qué, no había razón para hacerlo porque hay que insistir en que tanto la verdad que refleje, la verdad que exponga a la luz pública y se racionalice las causas de esa verdad, las tesis se sostienen y se fundamentan.

Es la Cuenta Pública en sí misma y es el dictamen que reflejan déficit, pero que, sin embargo, han permitido llevar un estudio a fondo mismo de los problemas, a la explicación de sus causas, de sus causas técnicas, de sus causas políticas y no hemos de apartarnos, de esas causas, de esas explicaciones exclusivamente para dar lugar a un festín, en que tratemos como fieras devorar una administración pública de un Estado que vive y que se sustenta en los principios de la Revolución.

No podíamos olvidar nuestra responsabilidad revolucionaria y a la vez eso nos implica, como lo señalábamos ya, y como se expresa con toda amplitud en el dictamen, que no se puede ignorar el fenómeno de la dependencia.

Los efectos que este fenómeno provoca, no se pueden tampoco dejar de lado: La retracción económica que sufrió en lo internacional y en lo nacional, y tampoco podemos olvidar la desconfianza con que se vivió en los últimos años derivada de prejuicios políticos reaccionarios.

Este dictamen verdadero me parece a mí que ha resultado un hueso demasiado duro para los roedores emboscados en la crítica, porque nosotros no somos oportunistas dedicados a la persecución de quienes nos gobernaron, pero tampoco a defender como dé lugar todos y cada uno de los actos de los hombres que gobernaron.

Nuestras tesis se cifra en que han de ser defendibles todas esas conductas, todas esas acciones e inclusive los desaciertos normales, si respondieron a la defensa de los intereses populares; si procuraron de alguna manera, frente al fenómeno real que vivimos de un enfrentamiento de clases, proteger y, porque por ello se justifica la intervención del Estado, defender precisamente a los desprotegidos. Si eso es así, podemos decir nosotros, que los Gobiernos de la Revolución han cumplido, podemos decir que la Revolución, que en sus principios, que sus tesis, no son la figura de un Presidente, es cierto que el Presidente ejerce la Suprema Magistratura del país y lo conduce, pero no es, inocente pensar que lo pueda realizar con omnisapiencia y omnipresencia, eso nadie, nadie, no es humano en un país de 60 millones de habitantes, un país ya complejo, con tantos recursos por explotar, con tantas situaciones por resolver, pretender lisa y llanamente, que una persona sea el factor, la clave, la solución en el concomiendo, la sabiduría de México.

La Revolución no es un Presidente. No es un Presidente en el poder. Es todo el pueblo. Es toda la nacionalidad que se significa en una sucesión de generaciones que van arrojando fines y que han propiciado la solución de sus propios problemas. La nacionalidad se vive, la nacionalidad se hace, pero se hace en la historia y se proyecta en el futuro, lo único que la política y los políticos deben hacer y es su obligación fundamental, es conducir esa nacionalidad siempre, con vistas a la justicia social, fundamentalmente, entendida ésta como igualdad de oportunidades para todos los mexicanos.

Todo este fenómeno nos exige decirnos y colocarnos, tomar frente a la crisis o una actitud serena, valerosa, creativa frente a la adversidad o bien irnos por el camino de la exaltación, del temor o del escapismo o colocarnos fuera del momento en que vivimos.

Me pregunto, finalmente: ¿Qué tanto puede asustar la verdad? ¿Por qué siempre una verdad ahuyenta a la gente menos frente a una crisis? ¿Qué acaso un dictamen racionalizado y verdadero, claro, que refleja una cuenta deficitaria, pero racionalizada su causa, qué tanto ese dictamen puede producir el terror?

Siempre habrá quienes corran en la guerra y antes los mexicanos pudimos no evadir el compromiso y enfrentarnos con el precio de la sangre, pero ahora es el trabajo el precio del trabajo, el que se nos exige para afrontar esta guerra difícil y crítica que es económica. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Garabito Martínez: Señor Presidente, solicito cinco minutos para aclaraciones.

El C. Presidente: En aplicación del artículo 102 del Reglamento, se concede el uso de la palabra al diputado Garabito, de Acción Nacional, para aclaraciones.

- E C. Jorge Garabito Martínez: Señor Presidente; señores diputados; cinco minutos para aclaraciones.

El día de ayer en boca del diputado Ramírez Cuéllar, del partido Popular Socialista, se tuvo a bien leer una serie de coincidencias para denominarnos coincidentes con el pensamiento del Fondo Monetario Internacional y algunos capitalistas, de absoluta mala fe.

Hoy en la mañana un diputado del Partido Popular Socialista también nos dirigió algunos insultos. Está bien; pero no podemos pasar por alto ya la andanada de insultos que escuchamos ahorita de boca del diputado Alvarez del Castillo, roedores, oportunistas, huérfanos ideológicos.

Contéstenos con argumentos y no con insultos, los argumentos que venimos a exponer.

Acción Nacional tiene su propia doctrina, que no voy a exponer en este momento ni en este lugar por que no es el adecuado. Jamás hemos representado al capitalismo ni lo representamos nunca ni ahora, ni lo representaremos jamás. Representamos a un millón y medio de mexicanos que votaron por nosotros en las urnas.

Exponemos nuestros argumentos. Podemos estar equivocados, pero del error discutido libremente, hace la luz y yo prefiero el error discutido y no el dogma de la verdad revolucionaria, que no admite crítica ninguna.

¡Ustedes son la mayoría. Peguen, pero escuchen! (Aplausos.)

- El C. Presidente (a las 13:15 horas): A fin de continuar el debate sobre la Cuenta Pública de 1976, en los capítulos señalados al Inicio de esta sesión, se declara un receso para reanudar esta sesión a las 17 horas en punto.

Quedan en turno, de acuerdo con el registro de la presidencia, los diputados: Pastor Murgá González, Antonio Tenorio Adame, Román

Ramírez Contreras, Mario Hernández Posadas, Agapito Duarte Hernández e Isaías Duarte Martínez.

(RECESO)

El C. Silva Flores: (Desde su curul, y después del declarado el Receso): Una aclaración.

Cedo el derecho, al reanudarse la sesión, si es necesario usar de mi segundo turno.

- El C. Presidente (17:10) horas): Se reanuda la sesión. Tiene la palabra el diputado Pastor Murguía, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Pastor Murguía González: con su venida, señor Presidente. He pedido el uso de la palabra para continuar el análisis y hacer algunas consideraciones con relación al Dictamen de la Cuenta Pública que estamos discutiendo.

Desde luego esto no lo ha entendido no lo ha querido entender el Partido de Acción Nacional. En esta ocasión, como en años anteriores, han venido a exponer argumentos vertidos a medias, sofismas, afirmaciones falaces que no han desvirtuado los fundamentos del Dictamen de la Cuenta Pública.

Esto, por lo demás no es raro. Desde que subió a esta tribuna su primer orador, anunció categóricamente que su voto sería en contra del dictamen, cerrándose de antemano a toda argumentación, a toda apertura del entendimiento.

Esto también se congruente con la actividad del Partido de Acción Nacional, en todos los años anteriores, cuando se ha discutido la Cuenta Pública, cuyo voto siempre ha sido en contra del Dictamen, pero es grave que al manejar argumentos vertidos a medias y al no objetar con verdaderos fundamentos las argumentaciones sólidas que contiene el Dictamen de la Cuenta Pública, cause en un momento dado o pretenda causar, desorientación que en los momentos que vivimos puede se causa, incluso, de pesimismo.

Por eso, como diputado perteneciente al Partido Revolucionario Institucional, y no puedo soslayar algunas de las afirmaciones que han hecho aquí que ha hecho, sobre todo, particularmente, el diputado Jacinto Guadalupe Silva.

Pregunta el diputado Jacinto Guadalupe Silva, si el dinero destinado al sector agropecuario generó empleos, sirvió para aumentar la producción y el nivel de vida del campesino mexicano. Claro que sí ha servido el dinero destinado por los gobiernos de la Revolución Mexicana, para mejorar las condiciones de nuestros campesinos. Quien haya recorrido el campo, quien esté en contacto directo con el sentir de nuestro pueblo rural, habrá fácilmente de advertir que la condición del campesino no es la misma de antes de la Revolución, ni siquiera de hacer unos cuantos años a la fecha.

Claro que los 83 mil millones que maneja, por los cuales pregunta el diputado Silva, se han destinado para impulsar realmente al sector agropecuario. La acción que se bifurca en sentidos, que no sólo comprende la Reforma Agraria como un movimiento tendiente a la justicia social y al reparto de la riqueza mediante la entrega del principal instrumento de producción que es la tierra, a los campesinos que la trabajan, sino que significa también créditos al campo, obras de infraestructura, está hecha y la pueden comprobar los que recorran los caminos de México y ve los distritos de riego rehabilitados, las presas para aumentar la productividad del campo; es obvio que no se han superado todos los problemas del campo. Ante esta verdad, la cantidad destinada al sector agropecuario resulta insuficiente; se requiere aún mucho más. Por otra parte, sí se ha aumentado la producción. Es cierto que ésta no ha ido al mismo nivel que el crecimiento demográfico, pero en términos absolutos, y haciendo a un lado las contingencias climatológicas, el campo mexicano produce cada día más; más cantidad que en todo caso pueda resultar insuficiente porque somos muchos más los mexicanos y la tierra de que disponemos en condiciones buenas para producir no es equivalente a este crecimiento.

Claro que hay muchos ejidos que no producen todo lo que deben producir, que no son rentables. Ese es precisamente el reto de nuestro tiempo. Eso es lo que da sentido y vigencia a la Reforma Agraria: no solamente repartir la tierra que aún existía, lo que, como dijo el señor Presidente López Portillo, no solamente es un imperativo de justicia para el campesino, sino un imperativo social. Por eso a la par que repartir la tierra se requiere organizar cada vez más ejidos y cada vez mejor para hacerlos producir con toda la técnica moderna.

Es necesario que comprendamos entonces, compañeros diputados, que estas inversiones llevadas a cabo están dando sus frutos y deberán darlos aún más en el futuro y se requerirán más inversiones para que el campesino mexicano produzca todo lo que el pueblo de México reclama.

También es cierto que tenemos ineficiencias, deficiencias y corrupción no sólo en la Reforma Agraria, sino en muchos otros ángulos de la vida nacional y en todas las áreas en el país, pero lo expresó el Presidente López Portillo en Yucatán, en una actitud de autocrítica, como una expresión de los principios y los objetivos de la Revolución Mexicana a través de nuestro Partido Revolucionario Institucional. Estamos por superar todas las deficiencias y los trabajos ineficaces; estamos por combatir y combatiendo toda manifestación de corrupción; solamente logrando superar estas lacras que no son de ahora, sino que viven heredadas de generaciones anteriores y de situaciones difíciles de nuestra historia, podremos realmente sentar las bases para el México que todos queremos.

No es cierto, por otra parte, que las invasiones de tierra en ningún momento haya sido método, mecanismo de trabajo para activar la Reforma Agraria; todos reprobamos las

invasiones de terrenos. La Reforma Agraria respeta los terrenos particulares, respeta la pequeña propiedad, actúa porque debe actuar por mandato constitucional y por imperativo histórico contra los latifundios ostensibles o simulados, pero condenamos con energía todo tipo de invasiones que tiendan, en un momento dado a desquiciar la tranquilidad y la paz social y a violentar el derecho.

Nunca un régimen de la Revolución Mexicana - sería absurdo pensarlo - que actuara contra sí mismo violentando la ley forzando su propia acción, puede usar como mecanismo de activación agraria las invasiones a las que tanto se ha hecho mención. Que la producción ha aumentado en lo general y que sólo en términos relativos respecto al crecimiento demográfico ha decrecido, nos lo demuestran algunos de los hechos que todos conocemos en el sector agropecuario; por ejemplo, nada más por citar un caso, la producción del café. En el caso del café la producción ha ido aumentando en los últimos años a razón de 6% anual y ha permitido que en la cosecha iniciada en 1976, se levantaran cuatro millones y medio de sacos de café que en su mayor parte se exportaron al extranjero y generaron divisas para el país por más de 16 mil millones de pesos y contribuyeron a fortalecer el presupuesto nacional con 6 mil millones de pesos. La Reforma Agraria, a pesar de los ataques del Partido de Acción Nacional, a pesar de todas las calumnias, a pesar de todos los emboscados críticos, tiene que seguir adelante, es un imperativo de nuestra historia, se finca en nuestras más antiguas y profundas raíces desde los tiempos de la Conquista cuando nuestros indígenas fueron despojados y los propios Reyes de España tuvieron que protegerlos a través de disposiciones reales y que luego Abad y Queipo denunció antes del estallido de la Revolución de Independencia, que hizo crisis con Porfirio Díaz y que la Revolución de 1910 y la Constitución de 1917 encauzó, institucionalizó como un movimiento no solamente distribuidor, distributivo de la riqueza nacional, sino como una forma de hacer que los mexicanos fueran propietarios del propio territorio de su país.

El imperativo de redimir al campesino, de elevar sus condiciones de vida, está siendo cumplido y ha sido cumplido en el período que nos ocupa, en el que abarca la Cuenta Pública que hoy comentamos, y debo afirmar con referencia a lo dicho por el diputado Jacinto Guadalupe Silva que sí está traducido en obras de electrificación, en obras de agua potable, en obras de drenaje, en caminos de penetración y en obras de infraestructura que no sólo han acercado al campesino mexicano a los beneficios que dan los grandes centros de producción, los grandes centros de habitación, sino que también han elevado su nivel de vida y le han permitido comercializar mejor sus productos.

Por otra parte, y ya para terminar, sólo he de decir que se justifica el gasto aplicado al sector agropecuario si pensamos que contribuyó al atender al campesino a mantener la estabilidad política de nuestro país, que ha permitido que el pueblo de México en este momento, no de desastre, como dice el diputado Silva, sino de crisis, crisis que en todo caso pone a prueba el temple de los hombres de que no son producto de un momento, sino de acciones que se fincan en muchos años anteriores en una acción coherente de carácter internacional, de este estado de crisis.

El pueblo de México camina hacia adelante con vistas al porvenir, seguro de su destino optimista de conquistar como espera alrededor de su gobierno, alrededor del Presidente López Portillo, metas superiores. Muchas Gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Antonio Tenorio Adame, del PRI.

El C. Antonio Tenorio Adame: Con permiso de la Presidencia. Compañeros diputados, hoy continuamos la discusión de la Cuenta Pública del año 1976.

Se ha pretendido dar la impresión de que se concluye con dicha discusión el análisis de la Cuenta Pública. Lo cierto es que ha de pasar como parte de un proceso de análisis para su glosa y su examen a la Contaduría Mayor de Hacienda, a efecto de que posteriormente sea enviado a esta Cámara de Diputados.

Es en esa razón, en la cual, a partir del artículo 4o. del propio dictamen, nosotros emplazamos a que las dudas y aquellas impugnaciones que a su vez ha hecho el Partido Acción Nacional, sean analizados con mayor rigor a través de la Contaduría Mayor de Hacienda.

Por otra parte el hecho de que los oradores del Partido Acción Nacional hayan realizado un derroche de cifras; desbordado con conocimientos contables y comparativos no demuestra más que un avance relativo dentro de los esfuerzos a los cuales todos hemos contribuido para aclarar y definir con precisión las cuentas del Estado Mexicano.

Antes, el Partido Acción Nacional se quejaba de que no se entendía la Cuenta Pública, hoy, han realizado un avance y discuten sobre renglones y partidas específicas. En particular, pienso, que han caído dentro de un contabilismo, que manejan una numerología abundante, cuantitativa, como ha sido señalado por diversos compañeros que me han antecedido en el uso de la palabra, pero sin embargo estos elementos se plantean aisladamente, carecen de cuerpo orgánico para darle categoría de una crítica profunda y válida. Son cifras que desplazan y que emiten para crear un terrorismo contable.

Nos dan o nos quieren dar la impresión de que la contabilidad de empresa, que las finanzas particulares, que la fianzas comerciales, son las adecuadas para dirigir un país.

Nos quieren dar la impresión de que este es un negocio que tiene que bajar la cortina.

Las finanzas públicas del gobierno mexicano se orientan con técnicas modernas. No creemos en el desequilibrio presupuestario. Eso corresponde

a la tesis del liberalismo y ha sido superado hace mucho tiempo.

Pensamos que en todos los países; excepto la Unión Soviética, quizás, por sus avances programáticos; los resultados financieros, los resultados de las finanzas públicas, permanentemente son deficitarios. Aun los países de alto desarrollo industrial, los países europeos y los propios Estados Unidos de Norteamérica, tienen déficit y presupuestos deficitarios.

Lo importante, los significativo, es demostrar que ese déficit, que ese faltante, que ese desequilibrio presupuestario ejercido a través del gasto público, ha tenido una aplicación razonable.

Por ello, yo conmino a los compañeros diputados de todos los partidos, a que justifiquemos y aprobemos la Cuenta Pública.

La Cuenta Pública es un documento técnico, veraz y ajustado a la realidad y a la verdad. Cumple con los requisitos constitucionales y con los requisitos jurídicos que establece la propia Ley.

La falta de definición y destino de gasto que considera y alude el Partido Acción Nacional para justificar la Cuenta Pública, no es cierta, en tanto que el proceso de la Cuenta Pública aún no ha concluido. La definición y destino del gasto es posible alcanzarlo y precisarlo a través del ejercicio de la Contaduría Mayor de Hacienda.

Pero aquí se presenta el contraargumento; nos dicen que la Contaduría es imposible que realice las gestiones; que para ello fuera necesario un gran aparato de ocho pisos; una adnocracia, ya no una burocracia. Propiamente erigir una Universidad para estudiar punto por punto, cifra por cifra, ese gasto público .

De esta manera, nos cierran el paso para considerar que no es posible hacer el examen adecuado de la Cuenta Pública. No obstante, existen técnicas modernas.

La técnica de muestreo es una de ellas. Aquí mismo nosotros hemos modificado las leyes para examinar el estado financiero de las empresas del Estado, y tenemos oportunidad de seguir penetrando en el laberinto de las finanzas públicas.

Por esa razón el gasto público de ha ejercido con honradez y merece ser aprobado por nuestra legislatura.

Por cierto que la frase de mucha politiquería y poca administración tiene un corte netamente porfiriano, y es lógico, porque hay una vinculación también de origen ideológico, o una remembranza de aspirar a volver a viejos tiempos.

Pero no todos los viejos tiempos fueron los mejores, vivimos nuevos tiempos, y éstos, sin ser los mejores, sí son diferentes y aceptamos el reto que nos impone el presente para asumir las contradicciones de nuestro tiempo, para ser dialécticos, para procurar recuperar los rezagos en que se encuentra nuestro país, para procurar superar nuestras limitaciones y lograr salir adelante con la responsabilidad que como generación y como mexicanos tenemos frente a nuestro propio país.

Ciertas tesis fueron esgrimidas hoy en la mañana, con preocupación se decía que cómo, siendo un país con recursos marítimos amplios, diez mil kilómetros de costas y litorales, no alcanzamos a desarrollarnos en el ramo de la pesca.

Yo también diría que no nos hemos desarrollado en el tráfico navegante de cabotaje o en el de altura. Que carecemos de puertos y que tenemos una carencia de infraestructura marítima mucho mayor que lo que aquí se ha dicho.

¿Pero para qué se ha esgrimido este argumento? Se ha esgrimido con una utilidad política precisa, con un utilitarismo a propósito de señalar que toda la responsabilidad es del Estado, que el Estado es el causante de todos los males , que él es quien procura los males a este país.

Si queremos examinar los problemas de México, tenemos que atender a su geografía, y tenemos que atender su historia.

Pienso con sinceridad, que el Partido de Acción Nacional tiene ideología, porque tiene una práctica política, ya lo dijo el compañero Garabito; no la han utilizado, es cierto; esa ideología es idealista, actualmente la refieren al solidarismo; es idealista y por tanto también es individualista y liberal. Sin embargo, ellos no han utilizado su ideología para plantear sus tesis; ellos han utilizado la contra ideología para denigrar a la Reforma Agraria, para juzgar a la Revolución Mexicana.

La búsqueda de un culpable, en el último de los casos, es un pretexto, y ellos lo que buscan a falta de historia, a falta de origen auténtico, es el apoyo en el desarrollo mismo de nuestra patria y en el desarrollo mismo de nuestro organismo como Partido Político, y en su expresión a través del Gobierno Federal, como gobierno y como poder.

Pero no atender ni a la geografía ni a la historia, los lleva a estos errores, de creer que solamente basta con la voluntad para que la realidad se modifique. Si la realidad no concuerda con su tesis, peor para la realidad.

La geografía, la historia de México, determinó que la concentración demográfica se hiciera en el altiplano, se concentrara en el Bajío. Desde los asentamientos culturales prehispánicos, estuvieron localizados en estos sitios; nuestras costas fueron productos de colonización posterior, y nuestros trópicos sólo pudieron aceptar el poblamiento una vez minados los problemas de salubridad al cambio y modificación del hábitat para hacer posible la vida social en esos lugares.

De pronto, en un año, quizá en un sexenio, tenemos que resolver el problema de la alimentación, el problema de la pesca y el problema de la producción agrícola.

Todo lo que ha sido historia en este país se olvida; país que surgió de la explotación colonial, en la explotación de los minerales preciosos, el oro y la plata de Zacatecas y Guanajuato, y posteriormente su desarrollo agrícola y quizá en el liberalismo de a mediados del

siglo XIX, los intentos con Anteñano para industrializar este país.

No caprichosamente se inventa la historia, y no podemos tampoco con la imaginación modificar las estructuras sociales, somos una sociedad de mercado, y dentro del contexto internacional, somos una sociedad dependiente. ¿Por qué entonces, cuando señalan que nosotros estamos apoyando al sistema y que no apoyamos al dictamen, sino al sistema, porque somos, en todo caso, gentes de interés particular?

¿Por qué el PAN no señala la dependencia de nuestro país?, ¿por qué no señalan los sectores que intervienen dentro de la producción?, ¿por qué no señalan los factores históricos que ha vivido nuestra patria? Porque, en este caso sólo buscan el enjuiciamiento de los avances radicales del pueblo de México. Lo que buscan es detener la reforma agraria; lo que buscan es que la revolución mexicana pierda su caracterización y su identificación cultural con el pueblo de México.

Lo que buscan es inocular al pueblo de México para que se cree un vacío ideológico profundo y así no se pueda seguir avanzando por sendas revolucionarias.

Y recurren también a "slogan" y afiches. Nos dicen que somos populistas, que somos paternalistas; ahí nuevamente pretenden desviar nuestra identidad histórica, nuestra vinculación con el pasado, nuestros proyectos hacia el futuro.

Nos señalan que somos populistas, cuando este es un Estado revolucionario que sus mayores avances han sido la consagración de los derechos sociales.

Nosotros sí, sin duda, sin ambages, por principio, apoyamos el artículo 3o. constitucional, que es garantía social para generar la igualdad social entre los mexicanos, y apoyamos el derecho a la tierra, a través del artículo 27 constitucional, porque es la garantía del Estado para ejercer la soberanía sobre los recursos nacionales.

Yo bien quisiera que alguna vez el Partido Acción Nacional tuviera la identificación, ya no con las encíclicas más avanzadas que la "Rerum Novarum" y la "Mater Magister", sino con la "Quincuagésimo Año", de 1931, del Papa Pío IX, quien hace una plena identificación y una defensa amplia de la nacionalización.

(Desde su curul, Jacinto Guadalupe Silva, diputado del PAN, dice: Pío XI.)

Aceptada la corrección; el orden de los factores no altera el producto. Y bien, Pío IX, Pío XI, de todas maneras, fuera bueno que lo aceptaran; a esa erudición histórica debería de corresponder una erudición moral de lo dicho con los hechos para, ser congruente con las proclamas y los reclamos que ellos ejercitan.

La Cuenta Pública que hoy se discute debe ser aprobada y la vamos a aprobar en razón de que indudablemente correspondió al orden de prioridades con que fue aprobado el dictamen del ejercicio del gasto público. Las prioridades de la agricultura, los energéticos, la petroquímica, la minería, y la siderúrgica, los bienes de capital, transportes y bienes de consumo, están comprendidos en la Cuenta Pública y son atendidos.

La Cuenta Pública es el resumen de un gasto que buscó alcanzar los equilibrios sociales intersectoriales, trató de auxiliar la desigualdad existente entre el desarrollo urbano y el desarrollo rural. La desigualdad existente entre el desarrollo industrial y el desarrollo agrícola; la desigualdad existente entre los propios sectores.

Es eso lo que también se discute como tesis fundamental.

Hacer justicia al pueblo de México es ejercer presupuestos y gastos públicos con razón democrática, con sentido social para que no haya mexicanos privilegiados porque están ubicados en determinados marcos urbanos o en determinados estratos sociales.

El sistema del que formamos parte al cual criticamos y aspiramos su modificación, es un sistema que tiene que ser modificado por los instrumentos fiscales, por la captación de mayores recursos, por la captación de una mayor proporción de la renta nacional, por la aplicación de los gastos con mayor eficiencia , a través de una orientación con sentido social.

Y por lo que respecta a la agricultura, se les ha olvidado a quienes han detractado esta mañana los esfuerzos del pueblo de México que si bien el año 1975 se importaban 3 millones de toneladas de cereales, en 1976 esta proporción fue disminuida.

La insuficiencia de alimentos, la aparente insuficiencia de alimentos es en todo caso no un corolario manifiesto de la falta de trabajo y de la agudeza mental de los mexicanos, es resultado de una inadecuada distribución de la riqueza, del ingreso y de la propiedad; es resultado de una deformación del propio desarrollo que sufre nuestra sociedad de consumo y nuestra sociedad de mercado.

Quiero explicarme, México produce alrededor de 120 millones de toneladas de alimentos, ante una población de más de 60 millones de habitantes, el promedio correspondería a dos toneladas por habitante para su alimentación sin embargo, conocemos los déficit alimentarios, nuestro país no consume en promedio una quinta proporción de proteínas necesarias para una dieta balanceada, y además una gran cantidad de mexicanos no consumen proteínas de origen animal, entonces: ¿dónde está la irregularidad entre quienes consumen mucho, en abundancia y tienen que acudir al médico para cuidar su dieta para que les reduzca el peso, y quienes tienen que ir al médico llevando al pequeño porque está en estado de inanición a punto de morir?

El problema consiste en que el desarrollo nos ha modificado nuestras estructuras de consumo y nuestras estructuras de producción. Nos ha modificado las estructuras de producción en el campo; hoy actualmente, cuando tenemos cultivadas 16 millones de hectáreas en nuestro país, parte de ella se utiliza a fines industriales,

a materias primas y a fines de exportación. Muchas veces tienen más acceso los pies de cría y la ganadería que el alimento humano destinado para que nuestra especie siga viviendo.

Estas irregularidades han sido introducidas en el desarrollo del capitalismo moderno del México actual. Estas irregularidades son injusticias que no han querido ver por el enfado de perjudicial al examen objetivo de una Cuenta Pública que ha sido técnicamente bien elaborada.

La historia de nuestra agricultura nos señala que de 1930 a 1940 hubo una importación de 15 a 20% de cereales. En 1960 desapareció esta importación, en 1963 a 68 en cambio logramos la exportación de nuestros cereales, no obstante que en ese momento hubiera sido conveniente crear bancos alimentarios, pero ya en 65 la producción de maíz se había estancado, en 9 millones de toneladas, cuando el consumo real interno era de 11 millones de toneladas.

¿Dónde operaba entonces la revolución verde? Revolución operada ciertamente en México parcialmente, en el Oriente, en Asia, en la India, que ha logrado incrementos sorprendentes. En nuestro país operó en cierto modo en la producción triguera, pero nuestra producción principal, la producción del maíz fue olvidada por la llamada revolución verde; la cual logró a través de variedades de plantas, de las prácticas agrícolas superadas por medio del mejor uso del suelo, de las láminas hidráulicas, el deshierbe de las plantas, así también la revolución verde, fue producto de un bajo precio en los fertilizantes que pudieron ampliar su marco de consumo, para ponerse al alcance de los campesinos y sobre todo de la inversión ejercida por el sector público, por la inversión ejercida por el Gobierno Federal. Esta revolución verde ciertamente significó mayores niveles de producción pero no siempre mayores niveles de consumo.

Significó mayores niveles de capitalización, capitalización que por cierto en México corresponde en unas dos terceras partes al valor de la tierra, eso significa que la obra hidráulica que arranca con los gobiernos de la Revolución, que la obra hidráulica que está en el contexto de la Reforma Agraria también, ha sido la promotora de la modificación del campo mexicano y que en cierta medida ha sido el factor más dinámico para ayudar a la capitalización interna del campo.

Y a ello, a ello no se alude, para ello hay amnesia, amnesia intencional, para ello hay olvido, reputación para lo inmediato como si ya fuera la historia misma. El balance de esa manera nos resulta incompleto y frente a ello somos inconformes.

En 1970 volvieron a aparecer las importaciones de granos, con el resultado que aquí hemos señalado, la tendencia ha sido la disminución. Claro nuestro propósito es evitar y asegurar hasta donde la organización social lo permite porque en esta vida nada hay seguro.

Cómo podemos determinar que el pueblo de México tenga al alcance alimentos suficientes, se dice, se ha dicho que es producto del desorden en el gasto público, como tesis fundamental; ¿qué se reclama? Un plan nacional agrícola.

Sin embargo, este es justificado y reclamado por todos los mexicanos, sin embargo no puede ser un plan sectorial aislado, es necesaria la recurrencia de todos los sectores productivos, es necesaria la recurrencia de todas las instituciones y elementos de poder existentes de nuestro país, para elaborar un Plan Nacional de Desarrollo.

El C. Presidente: Le recuerdo que le quedan cinco minutos al orador.

El C. Antonio Tenorio Adame (Continuando): Señores diputados, ha sido mi intención recalcar a ustedes que el proceso de análisis de la Cuenta Pública, no ha sido agotado, quedan en el ánimo de todos nosotros, los avances y aplicación del gasto público en forma racional y eficiente y sobre todo honrada y justa.

Pero no quiero abandonar la tribuna sin antes recurrir a un hombre que por su sabiduría y por su estilo de vida merece que lo tengamos presente. El decía: "mientras que pocos individuos están en posesión de inmensos e incultos terrenos que podrían dar subsistencia para muchos millones de hombres, un pueblo numeroso, crecida mayoría de ciudadanos, gime en la más horrenda pobreza, sin propiedad, sin hogar, sin industria ni trabajo.

Ese pueblo no puede ser libre, ni republicano, y mucho menos venturoso, por más que cien constituciones y millares de leyes proclamen derechos abstractos, teorías bellísimas, pero impracticables, en consecuencia del absurdo sistema económico de la sociedad.

De esta manera la Nación así lo quiere, los pueblos lo reclaman, la lucha está comenzada y tarde o temprano, esa autoridad justa recobrará su predominio. La gran palabra Reforma, ha sido pronunciada y es en vano que se pretenda poner diques al torrente de la luz y de la verdad". Ponciano Arriaga. Gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Román Ramírez Contreras, del Partido Popular Socialista.

El C. Román Ramírez Contreras: Señor Presidente, señores diputados: En la jornada de hoy en la mañana, el diputado Jacinto Guadalupe Silva, del Partido Acción Nacional, expuso que a ellos les preocupa mucho que se ha propiciado la corrupción en los empleados y en los funcionarios públicos.

Nosotros decimos al respecto que precisamente para evitar que se corrompa a los servidores del pueblo, hemos siempre cuestionado, hemos siempre pedido que la educación sea solamente dada por el Estado, porque es precisamente la educación particular la que trabaja en ese sentido, es por eso mismo que nosotros aquí aplaudimos la intervención del diputado Ortiz Tejada cuando en forma gráfica demostró cómo casi no sirve de nada la

educación que se da también en las aulas que controla el Estado, si a través de los órganos de difusión se está dando otra educación a los niños y a los jóvenes.

Por eso nosotros seguiremos insistiendo hasta lograr que el artículo 3o. constitucional, se le dé vigencia plena, que se respete el artículo 3o. constitucional y que se suspendan todas las escuelas particulares pero principalmente las escuelas confesionales que controla la iglesia.

Pregunta también el diputado del PAN, trayendo la voz de la iniciativa privada, y lamentando el hecho de que los campesinos exijan que se les dé la tierra que está en manos de los latifundistas, preguntaba él que si estábamos sujetos a derecho.

Claro que estamos sujetos a derecho, pero a un nuevo derecho, al que ha hecho la Revolución Mexicana.

Cuestionó también la actuación de todos los Presidentes de la República, anteriores.

Nosotros creemos que para este diputado sólo ha habido un buen Presidente posrevolucionario. Ese es seguramente el que aprobó la Iniciativa de Ley que el PAN un año antes había propuesto. Esto es, el derecho de amparo a los terratenientes.

Para él, quizás, el único Presidente bueno ha sido Miguel Alemán.

A otro inquirimiento que hizo el diputado, queremos responder a todos los diputados del PAN que no olviden que estamos en un proceso revolucionario y continuaremos en ascenso.

Seguiremos nosotros llevando la Revolución hasta que ésta consiga su meta final que es la de establecer un nuevo régimen, en el que los patrocinadores del PAN ya no existan.

Vino otro diputado del PAN aquí a decir que el Partido Popular Socialista los había ofendido groseramente.

El Partido Popular Socialista siempre se ha manifestado con respeto en esta tribuna; siempre ha tenido respecto a esta tribuna, que es la más alta de la nación.

Mi compañero Héctor Ramírez Cuéllar, el día de ayer, se refirió a una noticia dada el martes 25 de octubre en el periódico "El Día", que dice así: "Muchos miembros del PAN son del grupo de Monterrey; son empleados, sin embargo, no por eso el Grupo influye dentro del Partido". Esto lo dijo el diputado Panista Martínez Gil.

Dijo que el diputado Jorge Garabito, de Acción Nacional, que son muchos los miembros del PAN que trabajan para el grupo Monterrey, y que en lo personal, el diputado Garabito es empleado de Vidriera de Monterrey, pero que de ninguna manera tiene que ver con las decisiones que el Grupo toma.

Las afirmaciones de Garabito fueron hechas a propósito de las críticas y la actitud del Grupo Monterrey ante el Grupo Estatal de Nuevo León, dentro de una entrevista en la que señaló que los empresarios son ciudadanos que pueden participar en política.

Sigue diciendo el periódico "El Día": "Garabito expuso poco antes a una pregunta que resultaba una falsa perspectiva el hecho de considerar que el Grupo Monterrey influyera dentro del PAN, tan sólo porque panistas cómo José Jesús Martínez Gil, que es empleado de Seguros América, estuviera trabajando para el consorcio industrial, financiero y comercial del Norte.

Tras de calificar a Martínez Gil como dignísimo funcionario del Grupo Monterrey, agregó que sin embargo él no es del Grupo Monterrey, no toma decisiones del cartel, y que incluso no hay forma de llegar al Partido con el Grupo tan sólo por ser empleado.

Con esto nosotros queríamos responder algunas de las cuestiones que se plantearon hoy en la mañana y venimos a esta tribuna a hacerles saber que el dictamen a discusión, para nosotros viene en forma favorable a la corriente revolucionaria, y que por eso el Partido Popular Socialista dará su voto en pro.

El dictamen es realista cuando asienta que en el producto interno bruto, el sector agropecuario es el que menos ha avanzado; sólo tiene en la tasa real el promedio de crecimiento del 2.57. Es esto precisamente, esa realidad la que nos debe llevar a hacer un breve examen de los problemas de este sector, ya que estamos de acuerdo por completo también, en el razonamiento hecho por el Presidente de la República en su Primer Informe de Gobierno, en el que asienta que la solución de los problemas de la economía nacional comienza con el impulso a la agricultura. Efectivamente, en la agricultura es en lo que menos hemos progresado debido a que no ha habido un plan de desarrollo agropecuario nacional, por eso la crisis en este fundamental e importante sector, pero cómo iba a haber un plan nacional revolucionario en el sexenio pasado si al frente de la agricultura mexicana estaba un hombre que se enorgullece en pertenece al grupo Rockefeller, y que era Oscar Bravo Herrera. Por eso también la insistencia nuestra en el sentido de hacer avanzar a la Reforma Agraria que sirvió para romper la vieja estructura feudal entregando la tierra a los campesinos, sin esto, México sería hoy una perfecta colonia dependiente del extranjero.

Sin la Reforma Agraria, no se hubiera dado las condiciones para el impulso al desarrollo económico de nuestra nación; fue la Reforma Agraria quien consolidó y afianzó la Revolución Mexicana. Sin sacar a los campesinos de las grandes haciendas dedicadas al autoconsumo por completo, no a la producción extensiva, el estancamiento económico hubiese hecho fracasar a la Revolución.

Para el Partido Popular Socialista, la Reforma Agraria debe proseguir hasta sus últimas consecuencias, para aprovechar los cambios positivos que el programa económico vaya presentando; por eso seguimos sosteniendo que para que la Reforma Agraria cumpla sus objetivos y marche sin mayores obstáculos, es inaplazable la nacionalización de la banca privada para canalizar el crédito hacia actividades productivas; tales como la creación de

verdaderas empresas agroindustriales estatales en la que participen los ejidatarios, los pequeños propietarios, incluso la Iniciativa Privada.

Con la nacionalización de la banca privada se podrían crear también empresas estatales para producir máquinas para llevar la tecnificación al campo y comenzar a exportarlo científicamente.

Si el Estado crea toda la infraestructura: ferrocarriles, carreteras, presas pequeñas y grandes, y no participa en la creación de empresas agroindustriales, y no planifica a nivel nacional la agricultura, no marcharán las cosas. Nosotros estamos convencidos de que el sector revolucionario enfilará en el sentido de acabar con el individualismo que hasta hoy se ha infundido a la gente del campo, y que se irán a organizar a los campesinos y pequeños agricultores para la planeación de la economía agrícola, organizando el crédito, el comercio interior y el exterior; a hacer las investigaciones sobre el desarrollo agrícola para beneficiar a nuestro país y acabar con la costumbre que principalmente en el Noroeste del país se lleva a cabo, donde nuestra agricultura la han convertido en complementaria de los Estados Unidos.

Se debe continuar con el reparto de la tierra hasta acabar con los latifundios que aún existen. Se debe impulsar la explotación colectiva de la tierra ejidal y columnal, convenciendo a los campesinos de que ésta es la mejor forma de la explotación y que sólo así podrán tener la maquinaria y los elementos necesarios para salir de su atraso. Poner a trabajar todas las tierras ociosas como lo intenta el Presidente de la República, pero también llevar a los hombres del campo a las labores agroindustriales, para esto habrá que enseñarlos primero, y las inversiones en este sentido serán positivas.

Dentro de una serie de reformas que se deben hacer, está también la de investigar en los ejidos, para descubrir verdaderamente a quienes poseen parcelas indebidamente; suprimir de la ley agraria el derecho de los ganaderos a poseer terrenos de cultivo; suprimir los certificados de inafectabilidad agrícola y concesiones de inafectabilidad ganadera. En el campo cada día más hombres necesitan la tierra, principalmente los jóvenes; para poder repartirla la única solución es derogar el derecho de amparo a los terratenientes suprimiendo el artículo 27 de la Constitución el tercer párrafo de la fracción 14, devolviéndole así el espíritu revolucionario al artículo 27.

Los nuevos distritos de riego deben convertirse en verdaderas empresas agrícolas e industriales de participación estatal y seguir haciendo obras grandes, medianas y pequeñas de riego que amplíen esta superficie.

Se debe aplicar estrictamente la Ley Federal de Aguas; mantener una escala móvil de los precios de garantía por los productos agropecuarios a efecto de que los productores puedan elevar sus condiciones de vida y ponerse a salvo de la elevación de los costos; instalar centrales de maquinaria por zonas agrícolas determinadas es urgente para poder elevar el nivel técnico de las labores agrícolas.

En la industria azucarera creemos que ésta debe nacionalizarse por completo; es necesario legislar para regular las relaciones de esta importante industria. Impulsar la ganadería intensiva que da mayores rendimientos, prohibiendo la exportación del ganado en pie y crear así las condiciones para el aprovechamiento integral de la industria ganadera. Debe facilitarse a los campesinos pobres el uso de abonos, fertilizantes, fungicidas e insecticidas dándoles todas las facilidades de pago.

Los seguros agrícolas deben seguirse ampliando para cubrir cada vez más el mayor número de personas; el Estado debe promover la organización colectiva de los ejidatarios y pequeños propietarios para incorporarlos también al cultivo de legumbres y frutas, que es lo que da mayor remuneración. Planificar el cultivo del algodón para proteger a los campesinos pobres y proveer a las zonas algodoneras de despepitadoras y fábricas de aceite para el aprovechamiento integral y la industrialización de este producto. Hacer todo esto en el campo, será revolucionario; se afectarán grandes intereses y surgirán problemas, claro está, cuando se vayan a dar estos pasos se volverá a hablar de las pandillas de desestabilizadores que invaden al campo; a los enemigos del pueblo les dolerá por siempre la entrega de la tierra a los campesinos de Sonora, y mas todavía, cuando López Portillo ratifica que no se devolverá ni un centímetro de la tierra entregada. La reacción truena ahora porque sabe que el Presidente de la República no ha dado un paso atrás en el camino señalado por la Revolución, y además, porque sabe que en torno a su posición de no dar un paso atrás cuenta con la unidad revolucionaria de las fuerzas democráticas y patrióticas. Muchas gracias.

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Mario Hernández Posadas, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Mario Hernández Posadas: Señor Presidente; señores diputados. El problema sobre el gasto público que hoy parece conturbar las buenas conciencias de los diputados de Acción Nacional, es el que sufrimos en 1975 y que estamos tratando de rebasar ahora. No es lo importante lo gastado, sino la forma en que fue gastado; el destino del gasto público de acuerdo con lo que fue aprobado en esta Cámara de Diputados. No es el problema que se haya gastado mucho, sino que nos faltó dinero para poder aliviar carencias, resolver problemas y acabar con necesidades en el campo de nuestro país y en todo México. De ninguna manera podríamos nosotros justificar como representantes del pueblo de México, el hecho de que el dinero hubiera estado guardado y no se hubiera gastado siendo un país de carencias y de necesidades. Por lo que se refiere al sector agropecuario, creo que todos estamos perfectamente conscientes de lo que autorizado por esta Cámara para aplicarlo a la política económica del campo, llevó el rumbo señalado. No se puede negar que fue repartida intensamente la tierra en 1976, ¿quién

puede negar la agresividad y el vigor que tomó la Reforma Agraria durante el pasado régimen?, y que sigue en continuidad, como aquí fue señalado, porque así lo manifestó el actual régimen de José López Portillo. Se entregó la tierra a los campesinos solicitantes. A los agraristas que de acuerdo con la ley hicieron sus solicitudes y, mucho cuidado diputado Jacinto Guadalupe Silva, porque los solicitantes de tierra no son pandillas desestabilizadoras. Porque ser agrarista, diputado, requiere vocación primaria: querer ser hombre y ser libre. Si hubo quienes faltaron a la ley, las instituciones adecuadas aplicaron los castigos y las sanciones correspondientes. Se depuraron los ejidos para que quedaran en posesión plena de la tierra quienes tenían el derecho que la Ley Federal de Reforma Agraria señala para estos casos y se expidieron masivamente certificados de derechos agrarios individuales que hicieron que ingresaran al crédito y a la producción, muchos miles de ejidatarios de este país. Se renovaron autoridades ejidales en miles de ejidos de este país, para acabar así con los cacicazgos de comisariados ejidales que se perpetuaban en los puestos.

Se expidieron masivamente certificados de inafectabilidad agrícola y ganadera, aceptando con esto el respeto absoluto del régimen de la Revolución a la pequeña propiedad privada.

De ninguna manera, podemos decir que se desvió el destino del gasto público en materia de Reforma Agraria. Hubo semillas mejoradas, producidas por la institución correspondiente; fertilizantes al alcance de los campesinos; campos de investigación agrícola para obtener mejores variedades de plantas anuales y perennes que pudieran darnos mayores rendimientos por unidad de superficie.

Parcelas y campos demostrativos donde los campesinos ejidatarios y pequeños propietarios pudieran asistir precisamente a las demostraciones que los técnicos mexicanos hicieron, para lograr el mejoramiento y el cultivo intenso de sus parcelas y pequeños propietarios. El aumento de los rendimientos por unidad de superficie, se buscó con gran afán, así como la comercialización de la producción a través de varios organismos la organización revolucionaria de los productores, para lograr que llegara a ellos lo que justamente vale su esfuerzo de trabajo, sin intermediarios que se llevaran la mayor parte, fue también cumplido por muchos organismos especializados y la CONASUPO entre otros.

El riego, presas de almacenamiento, derivadores y reguladoras que hicieron posible nada más en 1976 la incorporación de 8 mil 740 hectáreas al riego, los pozos equipados. Claro, se viene a manejar aquí el descenso de la producción. Ha quedado debidamente aclarado por mis compañeros de Partido que me antecedieron en el uso de la palabra, que no hubo tal descenso en la producción; claro, nos enfrentamos a contingencias climatológicas que no se pueden evitar, pero en la continuidad revolucionaria, el Presidente López Portillo, ha ordenado la creación de los sistemas de los distritos de temporal, para cuidar la producción en esas zonas que pueden ayudar en mucho, elevando la producción al lograr mejores rendimientos, y a lograr lo que tanto nos está haciendo falta. El aprovechamiento integral de la madera, la comercialización e industrialización del café; la tecnificación del cultivo de este producto; Tabacos Mexicanos; tantos organismos creados que han logrado una mejoría en el campo. De ninguna manera se pueden justificar los ataques que aquí se han vertido, puesto que la Cuenta Pública es un documento objetivo, un dictamen sin ocultar datos ni cifras, que el sector agropecuario fue atendido en este régimen, claro que lo fue, independientemente de lo que hemos mencionado, debemos citar las escuelas rurales en el campo, los caminos, los centros de salud, electrificación, en fin, todas las obras de infraestructura que se lograron y que ahí están como prueba de que el Gasto Público, repito, fue destinado como se autorizó en esta Cámara de Diputados, no hay falta de definición, nosotros sabemos perfectamente bien, que fue bien empleado, que faltó dinero para aliviar muchos otros problemas, las zonas desérticas, muchas cosas más que fueron atendidas pero que requirieron la mayor inversión, más dinero para poder así lograr objetivos mejores.

No creo yo que sea una postura adecuada la que adopta el Partido de Acción Nacional, de estar siempre listo para chiflar pero nunca dispuesto a aplaudir.

Faltaron muchas cosas de realizar, pero hubo muchas realizaciones y sobre todo las hubo, con la aplicación estricta en el sentido en que fue aprobado el presupuesto.

El Gobierno Federal, el Estado y mi Partido, no actuaron ni han actuado como agitadores que desestabilizan el país. Eso sí, se permitió y alentó en las condiciones en las conciencias particularmente de los campesinos, el reclamo de sus justos derecho, dentro de la Ley y la Constitución; y en el Partido en que milito, en mi organización, también supimos hacer llegar el mensaje a los campesinos, y que será permanente: ¡que no les tiemblen las piernas ni se les apague la voz para reclamar lo que justamente les corresponde! Muchas gracias."

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Agapito Duarte Hernández, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Agapito Duarte Hernández: Señor Presidente, con su permiso; honorable Asamblea.

He pedido el uso de la palabra a propósito del análisis sectorial que la Cuenta Pública se hace, para hacer algunas breves consideraciones del aspecto pesquero nacional.

Procurará con éstas, dar respuesta a las inquietudes aquí planteadas por los diputados de Acción Nacional.

Al sector agropecuario y al pesquero, les ha correspondió dentro de la economía nacional ser los principales generadores directos de los alimentos básicos que el pueblo de México demanda.

Ambos, han tenido que esperar el paso de muchos años para que se les reconozca su importancia cabal, y sin que todavía reciban el

apoyo económico necesario que les permita su desarrollo pleno.

Si el campo de México estuvo condenado por largo tiempo a subsidiar las ciudades y a la industria, a la pesca le ha tocado ser una actividad subestimada como generadora de alimentos básicos y más aún, como generadora de divisas.

El Estado Mexicano, por su alta tasa de crecimiento demográfico, y por lo deficitario de la balanza comercial, está doblemente obligada a aprovechar el amplio potencial pesquero, privilegiado por nuestra propia situación económica, en que las características de la plataforma dan lugar a zonas de gran importancia biótica. Tenemos recursos pesqueros, tanto de aguas frías, tropicales, templadas, dentro de nuestros extensos litorales.

El Gobierno de la República, en los inicios del régimen anterior, creó por Decreto Presidencial de febrero de 1971, la empresa Productos Pesqueros Mexicanos, Sociedad Anónima de Capital Variable, como un organismo de participación mayoritaria que coordinará las actividades de todas las empresas paraestatales dentro del sector pesquero, asignándole como principales tareas las siguientes:

Fomentar la actividad pesquera nacional; ofrecer al público consumidor los productos del mar, a precios accesibles a las clases populares, y, consolidar la oferta en el mercado externo, a efecto de lograr mayores beneficios para los productores mexicanos.

Para 1976, Productos Pesqueros Mexicanos estaba integrado por 22 empresas filiales; siete que integran la división noroeste, y desarrollaban funciones de captura, industrialización y comercialización; diez, dedicadas a la captura e industrialización, y cuatro, dedicadas exclusivamente a la comercialización, dos de estas últimas operando en el extranjero y encargadas de la exportación y venta del camarón principalmente, y en baja escala, de langosta, abulón y atún enlatado.

Para dar una idea de la importancia de este sector como generador divisas, conviene destacar aquí, que con la sola exportación de estos cuatro productos antes mencionados, la pesca ocupa el tercer renglón en la exportación, siendo superada sólo por el petróleo y el café.

Señores diputados Sergio Lujambio y José Guadalupe Silva: Coincido con ustedes en que debemos ser un país que sustente en mayor grado su alimentación en los productos del mar, no sólo por los extensos litorales que tenemos, y que ustedes han señalado, sino porque tenemos además, grandes potenciales en los mismos.

Estoy de acuerdo con ustedes, repito, sólo que esto que ustedes pretenden, es lo que está empeñado también Productos Pesqueros Mexicanos con sus acciones de captura, industrialización y comercialización fundamentalmente; pero yo quiero preguntarles a ustedes: ¿qué puede hacer una empresa a la que en 1975 se le autorizó como apoyo federal a ejercer, sólo 516 millones de pesos para el año de 1976, y que sólo ejerció 462, repito, sólo como apoyo del Gobierno Federal? ¿Será posible que con estos dineros pueda concurrir al mercado ofreciendo al público consumidor en todo tiempo y a bajos precios, estos productos? Yo creo que no.

Espero, y estoy seguro, que así será, que Productos Pesqueros Mexicanos, se convertirá en la Conasupo de los productos del mar, garantizando efectivamente la consolidación del mercado interno tanto a los productores como a los consumidores.

Espero, señores diputados de Acción Nacional, que al aprobar en esta Cámara el Presupuesto de Egresos para 1978, tengan ustedes presente sus afirmaciones de esta mañana, para que permitamos a esa empresa los elementos económicos mínimos necesarios que le permitan salir con eficiencia al mercado nacional.

Para cumplir con sus funciones de comercialización en el mercado interno, Productos Pesqueros Mexicanos contó en 1976 con 70 centros distribuidores en los principales centros de consumo: 30 en el Distrito Federal y 40 en las principales ciudades de provincia.

Estos centros de distribución están programados para hacer, en un futuro próximo, verdaderas pescaderías integrales que permitan al público consumidor obtener en todas las épocas del año, los productos frescos que demandan, además, de los productos que actualmente expenden.

Con esta organización, que básicamente es la misma desde su hacinamiento, Productos Pesqueros Mexicanos reportó un promedio de crecimiento anual experimentado por sus ingresos totales del 26% durante el período de 1973 a 1976.

La comprobación de los gastos de esta empresa durante el período que nos ocupa, es claramente justificado en el dictamen sujeto a discusión, por lo que no hay razón para repetirlo en esta breve exposición.

Por último, cabe hacer notar que no obstante los resultados satisfactorios de esta empresa, la actividad pesquera se encontraba dispersa, haciéndose más difícil su programación y la obtención de resultados mejores. En estas condiciones, al aprobarse por esta Legislatura la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, Productos Pesqueros Mexicanos, se integra con todas sus filiales al sector pesca, representado por el Departamento de Pesca.

A Iniciativa del Presidente López Portillo, sabemos de la elaboración de un ambicioso programa pesquero, debidamente estructurado ya, por las autoridades pesqueras, que sin lugar a dudas, habrá de brindar mejores oportunidades a los pescadores nacionales, y reportará un franco y decidido apoyo a la economía nacional. Muchas gracias. (Aplausos.)"

El C. Presidente: Está a discusión el dictamen en lo relativo a los Sectores Industrial y de Turismo. Se abre el registro de oradores...

La lista de oradores es como sigue: En contra, de Acción Nacional, el diputado Sergio Lujambio. En pro, el diputado Alvarez de Castillo y el diputado Julio Zamora. Repito: diputado Julio Zamora, del Partido Revolucionario Institucional, diputado Alvarez

Castillo del mismo Partido, diputado Garaiz, del mismo Partido, diputado Ramírez Cuéllar, del Partido Popular Socialista, diputado Víctor Alfonso Maldonado, del Partido Revolucionario Institucional.

Tiene la palabra el diputado Sergio Lujambio:

El C. Sergio Lujambio Rafols: ¿Que qué queremos los de Acción Nacional? Queremos vivir un régimen de libertades, dentro de una economía de mercado como la que vivimos; queremos un régimen de economía mixta; queremos un plan nacional de desarrollo donde se definan las áreas de acción donde se muevan el Estado y las paraestatales y la actividad económica de los particulares; queremos el avance del país; queremos un régimen democrático donde el pueblo se manifieste libremente, una democracia donde no exista un proceso electoral viciado, donde exista la posibilidad, donde este régimen admita la posibilidad de que hombres de 2 o más partidos políticos puedan ejercer las labores de administración pública y de gobierno, para que alguien le pida cuentas a alguien, que es la esencia misma de la Constitución.

Y, viviendo dentro de una economía de mercado mixto, donde se muevan los particulares y donde se mueve el Estado, tenemos que hacer una valorización de cuál es el resultado de los dos sectores. Cuando se trata de poner en tela de juicio el retraimiento de la inversión privada, nosotros somos los primeros en llamar a los empresarios a la necesidad de hacer una inversión adicional en este tiempo de crisis, para dar solución al grave problema del desempleo. Pero, ahorita estamos hablando de la acción económica del Estado.

Se han dicho aquí barbaridades, que si quisiéramos que PEMEX fuera del Grupo Monterrey... Queremos ver al gobierno interviniendo en la economía nacional, pero haciéndolo con los criterios elementales de técnica administrativa: eficiencia, productividad, operación óptima, honestidad. Nos parece muy justificado que esté el Gobierno en PEMEX, desde luego no puede haber otra posibilidad, en la Comisión Federal de Electricidad, en Guanos y Fertilizantes, en SICARTSA también. Ya lo cuestionamos un poco en la acción operativa de Diesel Nacional, Siderúrgica Nacional y CONCARRIL. Como el tema; según fui informado, era sector industrial y turismo, pues despacharemos turismo por importancia menor. 1,554 millones de pesos es el gasto total del sector público en el área de turismo, es un 0.3% de los 518 millones de pesos que gasta el Gobierno. En apoyo subsidios y traspasos, 1,269 millones, la Secretaría del sector 275 millones, no hay empresas paraestatales, total 1,544 millones. Es obvio, que por nuestra frontera con los Estados Unidos lo podíamos capitalizar, en otros muchos sentidos, ellos toman provecho de nosotros, pues nosotros en el área de turismo podíamos tomar provecho de esta vecindad; si queremos que vengan los judíos americanos, pues no hagamos declaraciones antisionistas, o si nos interesa más hacer declaraciones antisionistas pagaremos e sacrificio de que no vengan los judíos americanos. En los proyectos turísticos como Ixtapa, Cancún o Puerto Vallarta, en donde el de la voz ha estado recientemente para ver lo de Bahía Banderas, pues es carísimo esto.

Ixtapa, Cancún y Vallarta pues son proyectos hechos probablemente para los judíos americanos. Porque el turista mexicano no puede ir a estos lugares.

A mí me parece que el gobierno tenía que intentar inversiones y proyectos más viables. A economías más limitadas, en lo personal, lugares donde se pudiera ir con un gasto menor inclusive alimentar la posibilidad de que nuestro turismo interno tuviera acceso a estos lugares.

Si quisiéramos darle a esto una importancia mayor, por los beneficios que esto pudiera representar tendríamos que hacer erogaciones adicionales. Sin embargo, dentro del contexto del gasto público esto representa una partida pequeña.

Para hablar del sector industrial. El gasto de la Secretaría que se mueve dentro de este sector son 1,090 millones de pesos. En aquella época era Industria y Comercio.

Un gasto discreto dentro del volumen total; ente apoyos, subsidios y traspasos al sector se le fueron 22 mil 745 millones de pesos y el gasto de las empresas del sector fue de 141,256 millones, esto, en verdad nos dice poco y realmente habría que observar que de los apoyos a Petróleos Mexicanos, se le dieron 1,807 millones, a la Comisión Federal de Electricidad 8,944 millones.

Hay una mención en la cuenta pública que no hemos podido hacer coincidente con los estados financieros de Las Truchas que dice que se les destinaron 1,628 millones. A los subsidios al comercio y a la industria, subsidios a importadores y exportadores, 4,872 y 2,625, al Fideicomiso del Azúcar 160 millones y otros subsidios. Esta grave indefinición del gasto, otros subsidios también al sector industrial 2,709 millones. Pero realmente yo pienso que para hablar de esto, lo que tendríamos que hacer, es hablar de la actividad propiamente dicha, de cada una de las empresas que se mueve dentro del sector. Escogeremos para iniciar esta exposición del grupo Sahagún, fíjense qué cifras, porque no es que nos quedemos en el contabilismo, es que dentro de una economía de mercado, mixta, los números son elocuentes de suyo. Si por pereza mental no se quiere prestar a la atención de los números y darles una evaluación, una interpretación adecuada, pues ya eso no es cosa de nosotros. Estos tres proyectos, la Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril, Siderúrgica Nacional y Diesel Nacional, de suyo, desde el principio, nacieron como un proyecto a base de pedir dinero prestado. Lógicamente los pepenó la devaluación con una deudas externas y los hizo polvo. Las tres ya están con capital negativo, no tienen capital de trabajo, en ninguno de los casos el Estado acudió en su ayuda y los dejó morir solos.

Diesel Nacional: Ingresos corrientes 4,884 millones, de capital 208 millones. Este año

pasado pidió dinero prestado, claro, no tiene, por 2,906 millones. El gobierno no le dio nada. Absorbió su propio impacto por la devaluación por 1,267 millones. Tiene activos por 6,600 millones y pasivos por 8,000. Su capital es negativo en 1,100 millones. O el Gobierno va al rescate de Diesel Nacional o esto se agota.

Siderúrgica Nacional. Tiene ingresos corrientes por 667 millones e ingresos de capital por un millón. Pidió dinero prestado por 313 millones. Tiene pérdidas de 206 millones de pesos, la mayor que ha tenido. De su capital original de 400 millones le quedan 40 millones. El gobierno no le dio ningún apoyo.

Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril. Ingresos corrientes por 1,308 millones de capital, 62 millones. Pidió dinero prestado por 173 millones. El gobierno no le transfirió nada. Arroja una pérdida de 356 millones.

La devaluación le causó un impacto de 443 millones. Activos por 2,915 millones y pasivos por más de 3,000 millones. Su capital es negativo en 131 millones.

Hemos estado estudiando qué problemas puede haber con las empresas del grupo Sahagún, algunos son explicaciones que efectivamente da el dictamen y las consideramos valederas en algunos casos, pero esto es algo de definición, si esto nada más se tiene para emplear personas, vamos a hacer operativa la posibilidad de que funcione un seguro al desempleo, porque esto es un barril sin fondo.

Estas tres empresas es una canalización terrible de recursos del Estado. Ya este año no pudo apoyarlos más.

Es en verdad muy satisfactorio que un país sea autosuficiente en petróleo, en energía eléctrica y en acero. Bases fundamentales del desarrollo de cualquier país.

Sin embargo, para echar andar proyectos tenemos que contar con ciertos recursos.

El proyecto de Las Truchas, independientemente que parece que se resiste a un juicio técnico por ubicación, posibilidades de ingredientes en el proceso de elaboración del acero, es un proyecto terriblemente costoso para nuestros recursos.

Durante el año pasado, no tuvo ingresos. No ha empezado a operar, pero se han invertido ya 18 mil quinientos millones de pesos, de los cuales debe nueve mil setecientos millones de capital, y seis mil ciento noventa y ocho millones de pesos de interés; el patrimonio original es de 6 mil millones.

Este año siguió pidiendo prestado. Otros tres mil treinta y cuatro millones. El Gobierno no le dio nada.

Es fácil adoptar una actitud demagógica y decir: "Ya acaben con Las Truchas"; lo que se metió ahí no tiene ninguna posibilidad de recuperación.

No queremos adoptar esas posiciones críticas. Nuestras posiciones críticas tienen fundamentos, no adoptamos posiciones críticas radicales por el prurito de ser oposición.

No conocemos qué motivaciones tuvo el Ejecutivo para detener durante el año pasado, la segunda operación de Las Truchas. Sí quisiéramos oír mayores explicaciones de la Comisión elaboradora del Dictamen, sobre cuál va a ser el destino de esto. Para lo que está produciendo ahorita, un poco de varilla corrugada y alambrón, cualquier empresa media de aquí, del área metropolitana puede producirlo. Nos parece que fue un proyecto muy ambicioso, demasiado ambicioso para nuestras posibilidades, sobre todo porque no tuvo un soporte financiero adecuado, y fundamentalmente porque sentimos que el proyecto fue puesto en manos de personas que no eran idóneas. Publicaciones periodísticas informan de gente que han tomado provecho de todo este proyecto, nada nos conste, pero que nos sentimos obligados a decir.

La Comisión Federal de Electricidad. Ingresos corrientes 15,000 millones de pesos, y de capital 2,176 millones, suman 17,300 millones, pero durante el año la Comisión Federal pidió 16,700 millones de pesos prestados, y el gobierno todavía la apoyó con 8,834 millones, tuvo pérdidas por 2,700 millones de pesos, y estas pérdidas están originadas en su financiamiento, en los intereses que tiene que pagar. Tiene activo por 117,000 millones y pasivo por deuda, 78,000 millones e intereses por 26,000 millones más, aparte, 20,000 millones de pasivos por operaciones ordinarias. Mayores son sus compromisos que lo que suman sus activos.

No queremos decir que la Comisión Federal está quebrada, porque ya tuvimos una respuesta el año pasado, las empresas del Estado no están quebradas; si hace falta pedimos más dinero prestado o imprimimos más billetes o lo que sea, las empresas del Estado no quiebran, pero el hecho, de suyo es que esto de lo que nos sentimos tan orgullosos, lo debemos todo; ese es el hecho, de suyo.

La devaluación le pega con una deuda externa brutal: 23 mil millones de pesos adicionales. El Dictamen lo menciona. En la mañana nos dijeron que manejamos las mismas cifras del Dictamen, pues sí; sí es la misma Cuenta Pública que tuvo el Dictamen que nosotros, pues, sí.

No criticamos el proyecto de un endeudamiento brutal para ser autosuficientes en energía eléctrica, el país tiene que ser autosuficiente, lo que criticamos es que para llevar estos proyectos adelante, no tengamos un soporte en otras áreas que enriquezca al país para que podamos dar respuesta a estos compromisos.

Nuestra economía, de suyo es un contexto, una ambivalencia, donde si queremos llevar adelante estos proyectos tenemos que apoyarnos en el crecimiento de otras áreas.

Sobre la operatividad de la Comisión Federal de Electricidad, pues las gentes que trabajan ahí mantienen niveles de ingresos muy elevados. Recuerdo en el debate de la discusión de la Cuenta Pública del año pasado, Alvarez del Castillo calificó estos ingresos como los "menos peores". Bueno, pero es que dentro de la pobreza de nuestro país, esto crea desajustes sociales, es una ambición brutal de alguien

por entrar a trabajar a la Comisión Federal de Electricidad, porque esa es una área donde va a percibir ingresos especiales, es un privilegio trabajar ahí, y trabajando para una empresa fundamental, un pilar fundamental para el desarrollo económico de México, casi se debía de entrar a trabajar ahí con un sentido profundo de solidaridad nacional, a sueldo mínimo, para propiciar que tengamos al costo más bajo energía eléctrica para el país. Casi son del dominio público el enriquecimiento de las constructoras y las gentes que participan en los contratos de obras. Es la corrupción lo que estamos empeñados en señalar: corrupción que ha sido reconocida en esta tribuna, nada más que los criterios se manejan distintos. La mayoría reconoce la corrupción, pero dice borrón y cuenta nueva, y hace un catálogo de buenas intenciones. Nosotros también reconocemos la corrupción, y por el rescate de la enseñanza de la ciudadanía, por un ejemplo para los que ahora participamos en la administración pública, pensamos que es necesaria la delimitación de las áreas de responsabilidad; es la función de la Cámara de Diputados.

No es una cacería de brujas. Casi haríamos concesiones. Los periódicos, fuentes de información a veces deformada, según vimos aquí ayer, mencionan la presencia en México, un viaje a FAO relámpago, de Bauer, que devolvió diez millones de pesos. Desde luego, a mí no me consta. Bueno, pues cuando menos que esa definición de responsabilidad propiciara que la gente, los que hayan tomado provecho ilegal, le devuelvan a las arcas de la hacienda pública el total posible o un parcial de lo que dispusieron ilegalmente, aunque se les perdone, pero que el gobierno de algún modo rescate el provecho que se tomó ilegalmente.

La Compañía de Luz y Fuerza del Centro. Pocos comentarios. Ingresos corrientes por 6,928 millones, de capital 546 millones; consiguió dinero prestado por 4,987 millones; el gobierno no le dio nada, tiene activos por 7,500 millones y debe mucho más. Estamos informados que está en proceso de liquidación.

Deliberadamente he dejado para el final a Petróleos Mexicanos. Yo de algún modo siento que como ha sido administrado este país por los gobiernos revolucionarios, si no hubiéramos tenido petróleo y la posibilidad de braceros cruzando la frontera a trabajar en Estados Unidos, hubiéramos hecho crisis hace muchos años.

Afortunadamente tenemos petróleo. Sus operaciones financieras operaron más o menos así: ingresos propios 46,000 millones de pesos; utilidad antes de impuesto 10,000 millones, impuestos pagados, contribuyó con 9,660 millones al Erario Público; utilidad neta 300 millones; deuda, tiene unas deudas tremendas PEMEX ya desde ahora, para sus nuevos proyectos tendrá que endeudarse mucho más, deuda por 52 mil millones más intereses por pagar 14,000 millones PEMEX tiene ahora compromisos por 66,000 millones de pesos antes de iniciar todos sus nuevos proyectos. Este año pasado consiguió dinero prestado por 21,000 millones, apoyos del gobierno 1,807 millones; la evaluación lo impactó con 14,000 millones de pesos, 13,803.

¿Qué podríamos decir de PEMEX y cuánto esperamos de PEMEX?, que la crítica de nosotros no ayuda en nada a superar la crisis del país es una falacia, la crítica de nosotros ayuda en la medida en que ustedes, haciendo abstracción de la defensa del sistema, propiciaran que las gentes que tomaron provecho ilegítimo en esta Cuenta Pública de 76, que es lo que aquí se discute, de algún modo devolviera el provecho ilegítimo, pero el hecho es que PEMEX no se maneja en la mejor forma posible, existe en sus acciones operativas, en esta falta de transparencia que mencionaba Fernando Solana de los subsidios, una canalización inadecuada: PEMEX subsidia a Guanos y Fertilizantes y le da el amoníaco muy barato, pero la definición del subsidio de Guanos en las áreas productivas es difusa. Del mismo modo PEMEX recibe de alguna forma subsidios de la Comisión Federal de Electricidad que a veces no le sirven a sus exigencias y tiene que tener plantas de vapor para generar la electricidad.

Se paga por entrar a PEMEX, no pasa una o dos semanas en que digan que en PEMEX se venden las plazas - los periódicos -. Si esto no es cierto que se pruebe, los niveles de ingresos de la gente que trabaja en PEMEX, son otro privilegio parecido al de la Comisión Federal de Electricidad.

Son tremendas las prestaciones, también en PEMEX, trabajar aquí, pilar fundamental de nuestra economía, tenía que ser un privilegio, el trabajador de PEMEX, tendría que castigar casi de sus recursos para propiciar el desarrollo del país al costo más barato. La acción industrial, el proyecto industrial, las áreas industriales donde el gobierno toma parte, creemos que podía haber habido un ahorro muy importante en su operación, un ahorro que de alguna manera nos hubiera permitido un endeudamiento menor.

Porque hay faltas del destino final del gasto, en el área industrial y en el área turismo. Y porque creemos, porque estamos convencidos, porque aquí ha sido reconocido por la mayoría que hay corrupción. pedimos a esta Asamblea, que no apruebe el dictamen de la Cuenta Pública. Muchas gracias.

- EL C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Julio Zamora Bátiz, del Partido Revolucionario Institucional.

- EL C. Julio Zamora Bátiz: Con su venia señor Presidente; honorable Asamblea: El diputado Lujambio acaba de decir que el Partido Acción Nacional quiere vivir en un régimen de libertades, si no viviéramos en un régimen de libertades, ¿de qué otra manera se podrían proferir las palabras que aquí han proferido los voceros de Acción Nacional? ¿De qué otra manera podría darse una situación en la cual, orquestadamente desde muy diversos sectores de los medios de comunicación, se ataca, se

miente y se difama, sin que nadie les ponga cortapisas?

No estamos aquí para discutir con gritos y denuestos la Cuenta Pública. Estamos, y eso es lo que hemos tratado de precisar a lo largo de este debate, para entender si la acción del Estado, que se refleja en las cuentas que aquí hemos recibido, es consecuente con las necesidades del país y con los planteamientos que el propio gobierno hiciera al solicitar de esta Cámara a finales de 1975, la autorización de un Presupuesto de Egresos. Hasta ahora esto, que es el tema básico del debate, no ha sido ni siquiera comentado y mucho menos atacado en forma seria y sistemática.

Se habla de miles de millones, se ensartan cifras sacadas de una , de otra, y de otra más de las páginas del dictamen, pero no se examina si el uso de esos dineros estuvo acorde con las necesidades del país. Se ha hecho un escándalo de los miles de millones que arroja nuestra Cuenta.

Estos miles de millones corresponden exactamente a las necesidades de este país, un país que ha tenido que sufrir no sólo las consecuencias de varios avatares económicos internacionales, sino también las consecuencias de su dependencia, a la cual aquí nos hemos referido, y las consecuencias también de elementos incontrolados y de presiones internas.

Eso es en resumen lo que está como trasfondo de la Cuenta Pública que hoy consideramos.

Señores: Se ha hablado de miles de millones y el presupuesto total aprobado por el Congreso difiere de las cantidades ejercidas en un total de 17.9%.

La autorización fue apenas 78 mil millones de pesos inferior a lo ejercido. El gasto público de organismos, empresas y gobierno federal, montó 518 mil millones.

Esta variación de 18% se entiende muy rápidamente, si lo que se quiere es hacer un análisis de buena fe.

Si se considera que el gobierno federal tuvo que absorber el quebranto cambiario de muchas de las organizaciones nacionales de crédito, que a su vez sustentan el sistema bancario privado, que es el que da el financiamiento directo mayoritario en este país de economía mixta, a la actividad económica.

Estos quebrantos por la diferencia cambiaria significaron 38 mil millones de pesos, que hubo que agregar al gasto del sector público en este año.

Y si consideramos también que el sector público, el gobierno federal concretamente, tuvo que revaluar sus deudas contraídas a 12.50 pesos por dólar, con el cambio de paridad, a la paridad flotante de 22 pesos y centavos, encontramos un ajuste contable de 40 mil millones de pesos.

Ahí están explicados los 78 mil millones que tiene la variación del presupuesto consolidado de todo el sector público entre lo autorizado y lo ejercido.

Eso es lo que debiera de haberse analizado por el Partido Acción Nacional, cuando estuvo hablando de miles de millones, y no hacer caso omiso de la utilidad que tienen estos gastos y de la necesidad que hubo de realizarlos en las circunstancias económicas nacionales e internacionales, en que se desenvolvió el ejercicio presupuestal de 1976.

También pidió el diputado Lujambio un plan de desarrollo.

Curiosamente, cuando se trata de establecer marcos concretos a la actividad económica dentro del régimen de economía mixta, el sector privado se llama a limitado de libertad de ejercicio económico. Mi partido, el Partido Revolucionario Institucional, ha sido un sostenedor, desde sus orígenes, de la planificación del desarrollo nacional. Así están el Plan Sexenal de Cárdenas; el Segundo Plan Sexenal, de Ávila Camacho; ahí están las mesas redondas y las Juntas de Programación, y los Consejos de Planificación Económica y Social que en diversas campañas presidenciales ha venido realizando el Partido.

Y para hablar del momento presente, ahí está el Plan Básico de Gobierno que sustentó la campaña del licenciado López Portillo y de los diputados y senadores que fueron apoyados, no por un millón de votos, por 17 millones de mexicanos y que por eso estamos aquí en mayoría. (Aplausos.)

Si no viviéramos en un régimen democrático, no habría diputados de partido. En un régimen de votación mayoritaria, los diputados de Acción Nacional no alcanzaban más que curules de excepción.

Hubo que hacer, por el partido mayoritario, una reforma, que se acaba de perfeccionar con otras que hemos aprobado aquí, para dar oportunidad a la oposición minoritaria de que tuviera representación. Estamos tratando de facilitar el diálogo. Estamos precisamente en un régimen democrático, evitando que alguien diga que no tiene facilidad para venir a expresar en la Cámara de Diputados los puntos de vista de su partido.

Pero queremos puntos de vista, no críticas sin fundamento, no simples argumentos de plazuela, sino análisis sereno y constructivo, que venga a ayudar a toda la población en el esfuerzo conjunto que debemos desarrollar para superar nuestras carencias, que el Partido Revolucionario Institucional es el primero en señalar, pero señalándolas para poner un remedio, para ofrecer una alternativa positiva frente a los lamentos y gemidos de las plañideras de la derecha. (Aplausos.)

Estamos considerando, compañeros diputados, el sector industrial. No hubo mucha argumentación del diputado Lujambio en contra de la intervención del Estado en el sector industrial. Raro, porque normalmente se quejan de que no se permite a la iniciativa privada el ejercicio pleno de este sector. Se citó algunos sectores o subsectores de este sector industrial, como petróleo, electricidad y. acero, y yo quiero recordar que no hace muchos meses,

precisamente durante el ejercicio contable que estamos analizando, el Estado, una vez más, tuvo que acudir a rescatar una importante industria de un sector estratégico como es el acero, que la iniciativa privada había sido incapaz de mantener en operación.

El 44% de Fundidora Monterrey ha sido adquirido por el Gobierno Federal para rescatarla de la situación de quiebra en que estaba. Esa quiebra de la que solamente se habla cuando se refieren a los organismos estatales. Pero se omite decir que la mayor parte de las ocasiones las empresas del Estado fueron adquiridas por la incapacidad del sector privado para pagar las deudas que contrajo con los organismos de financiamiento para el desarrollo, que ha establecido el Gobierno de la Revolución.

Durante 1976 la acción gubernamental en el sector industrial estuvo muy claramente encaminada a respaldar la marcha de la economía. Los sectores en los que opera el gobierno en el área industrial, son estratégicos, fundamentales, para el desarrollo de toda economía nacional. Ahí estuvo atento el Estado para evitar que la situación difícil que vivía toda la economía nacional, se agravara en el caso de que estos sectores básicos disminuyeran su actividad o, en un momento dado, fueran incapaces de responder a la necesidad general. Claro que hubo gastos mayores de lo presupuestado. ¿Cómo no iba a haberlos en una situación inflacionaria?, si estas empresas no viven en una campana de cristal, si tienen que adquirir equipo material, para su trabajo diario en el mercado que estaba sometido a presión inflacionaria y con precios crecientes día a día.

Es cierto también que algunas de estas industrias no pudieron mostrar un resultado favorable en su contabilidad. Consideramos, por ejemplo, el caso de la Constructora de Carros de Ferrocarril: Mal que se haya procedido a comprar una serie de partes para desarrollar un contrato en vez de ir comprando gradualmente las partes, a medida que se cumplía el contrato; pero se trataba precisamente de evitar que el proceso inflacionario hiciera incosteable las adquisiciones necesarias para su operación. Desgraciadamente hubo que cancelar, por Ferrocarriles Nacionales de México el pedido, en virtud de que la situación económica general no ameritaba la incorporación inmediata de los carros de ferrocarril que se habían ordenado y entonces la Compañía Constructora de Carros quedó no sólo sin vender, sino además teniendo que amortizar el inventario que había adquirido para esos propósitos.

Si nos pusiéramos a examinar en detalle cada una de las operaciones del gobierno en el sector industrial, encontraríamos explicaciones lógicas a la situación.

Una tercera parte del gasto público está encaminado a la promoción industrial. No sólo al gasto directo que realizan los organismos y empresas del Estado en esta área, sino a casi 7,000 millones de pesos que el Sector Público entrega a los importadores y a los exportadores y a los industriales nacionales, a manera de subsidio, para permitirles, para facilitarles su operación y su competitividad. Si la industria no es capaz de aprovechar estos subsidios directos y muchos otros que constituyen un ambiente propicio para la ejecución de la actividad industrial, no es problema del Estado. Es problema de cada uno de los industriales. ¿Por qué hay industriales que sí pueden competir en el exterior? ¿Por qué hay industriales que sí pueden aumentar su producción y tener precios realistas, y por qué hay otros que son incapaces de realizar esto? Es un problema de administración, pero no de administración pública sino de administración del propio sector privado.

Se habla del apoyo dado a PEMEX, al sector eléctrico y a otras empresas del Estado, para su operación. Si no hubiera habido operación de PEMEX y del sector eléctrico, no estaría en marcha la economía mexicana. Tan sencillo como eso. El 90% de la energía que consume el país se origina en el petróleo. ¿Es posible detener, aumentar minimamente la marcha de la industria petrolera y pensar que puede marchar bien el país? No. La industria petrolera tiene que ir adelante, tiene que aumentar más que la marcha general del país, para hacer posible la generación de la energía, sin la cual el resto de la economía se detendría.

Sería innecesario discutir el detalle contable de PEMEX. Nos consta que es el principal pagador de impuestos. Caso curioso: siempre que se compara PEMEX con las empresas internacionales que comercian con el petróleo, se les olvida, al hacer esas comparaciones, que aquéllas, las "Siete Hermanas" famosas y todas sus subsidiarias, son empresas de lucro que explotan a países en desarrollo; que recién hace unos años se enfrentaron por primera vez a una actitud consciente y organizada de parte de los gobiernos de esos países explotados, con la formación de la OPEP; y se olvidan que PEMEX opera - junto con la exploración y la explotación y la refinación y la distribución del petróleo y sus derivados, a precios inferiores a los vigentes en la mayor parte de los mercados - a precios de subsidio para muchas industrias, por ejemplo el gas natural a precios de subsidio para que indirectamente, através de Comisión Federal de Electricidad y de otras entidades públicas y privadas, existan costos menores. Se olvidan de que todos estos elementos en los costos de PEMEX tienen que reflejarse en su contabilidad.

Siempre se argumenta que las prestaciones al personal son muy elevadas; yo aquí tengo los conceptos que integran la percepción diaria de un trabajador de PEMEX. Son su salario, un fondo de ahorro, 21 pesos como cuota fija para el fondo de ahorro; 50 pesos, 56.17 para ser exactos, como ayuda de renta de casa - y yo quisiera ver en dónde se renta una casa por 1,500.00 pesos al mes en estos tiempos - y un aguinaldo de 20 días de salario ordinario, además de los servicios médicos y otras prestaciones como préstamo para casa y seguro de vida.

No es tan importante eso, no es tan caro si se considera que PEMEX, además, absorbe muchos gastos de infraestructura en los sitios en donde realiza sus operaciones y da muchas ayudas para la creación de beneficio social en esas zonas.

No, no es culpa del Estado el que se vendan plazas en PEMEX, señor diputado Lujambio. No es culpa del Estado, es de la corrupción del individuo, del que vende y del que compra las plazas. Estamos tan en contra de esto como puede estar cualquier persona honesta y no lo patrocinamos ni lo ocultamos. Han sido gentes del Partido Revolucionario Institucional y han sido funcionarios del Gobierno, apoyados por este Partido, los que más han criticado esta situación. No corresponde a la Cuenta Pública la discusión de los problemas individuales de determinado sector obrero.

No se trata, finalmente quisiera decirlo, de hacer borrón y cuenta nueva al estar discutiendo la Cuenta Pública, porque si bien aquí se han lanzado alegremente una serie de epítetos sobre corrupción, no se ha propuesto nada concreto; la Comisión Dictaminadora, por el contrario, sí ha hecho una propuesta concreta, sin acusaciones falsas, sin festinar el manejo de números y sobre todo sin enjuiciar sin pruebas y extrajudicialmente a quienes son acusados. Está a la vista de todos ustedes el artículo 4o. del proyecto de Decreto que dice:

"Ordénese a la Contaduría Mayor de Hacienda, por conducto de la Comisión Inspectora, que una vez concluido el examen de los libros de contabilidad y la glosa de los documentos justificativos y comprobatorios que integran la cuenta, envíe el informe correspondiente a esta Cámara de Diputados, también por conducto de la Comisión Inspectora, en los primeros diez días de septiembre de 1978, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 28 de la Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda".

Yo no soy abogado pero el examen de las leyes, me permite afirmar que este artículo, lo que nos va a dar como resultado, es que si existen responsabilidades qué fincar, como manda el artículo 65 constitucional vigente, tendremos las pruebas para fincarlas, porque habrá ya la glosa, el análisis detallado de los elementos, que justifiquen el ejercicio del gasto. Entonces estamos sí luchando concretamente contra la corrupción.

Yo quisiera resumir la acción del gobierno en el sector industrial, con unas cuantas palabras: en esta cuenta se refleja esa acción con exactamente los mismos criterios de fundamentación que han venido respaldando la acción del Estado Mexicano desde hace muchos años en esta materia.

Se trata de mantener y de acrecentar la participación del Estado en los sectores estratégicos de la economía nacional, para garantizar que el ejercicio de la economía mixta se hará de acuerdo con el régimen de libertades en que vivimos; y para garantizar que el desarrollo económico se irá aproximando paulatinamente, con el paso firme y seguro de la justicia social a que aspira el Partido Revolucionario Institucional.

Yo quisiera, señores diputados de Acción Nacional, que reflexionaran sobre el tono que han querido imprimir al debate. No nos van a arrastrar al diálogo de plazuela; no vamos a contestar los insultos con insultos. Defendemos la cuenta de 1976 porque su ejercicio está justificado por las realizaciones y por la situación en que se desarrollaron esas actividades.

Lo defendemos con criterio de unidad revolucionaria, de solidaridad revolucionaria. No renunciamos a ninguno de los actos del gobierno de la Revolución, porque estamos orgullosos de ellos; porque sin esos actos del gobierno de la Revolución, México no tendría la situación que tiene hoy, que puede ser difícil coyunturalmente, pero que comparada con la situación que recibió el gobierno de la Revolución, es una situación mucho mejor. Estamos decididos a continuar actuando revolucionariamente. Tenemos un programa básico que se está implementando a través de programas sectoriales en este régimen; y se seguirá adelante en la lucha por la justicia social y el desarrollo equitativo y equilibrado para todos los mexicanos, no para una sola clase social.

Yo quisiera, señores diputados de Acción Nacional, que como dijo José López Portillo, hace apenas doce días, "planteen los problemas no para reprocharnos, no para echarnos la culpa, no para 'satanizarnos', sino para resolverlos. Esa es la gigantesca operación de destrabe que tiene que ser consecuencia de la toma de conciencia de los mexicanos". Muchas gracias. (Aplausos.)

- EL C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al C. diputado Enrique Alvarez del Castillo, del Partido Revolucionario Institucional.

- EL C. Enrique Alvarez del Castillo: Señor Presidente; señores diputados. Quisiera antes de iniciar, una breve explicación, precisar para los efectos de información, algo que me parece deformado y que no se expresó así y no se ha expresado así en ningún momento en esta tribuna, por ninguno de los oradores. En un diario de la tarde, aparece como una información, como una denuncia de Partido, como una denuncia concretamente del señor diputado Lujambio, todas las cifras, las cuentas, las deudas, el déficit, que están precisamente, si se quiere emplear el término, denunciadas, más bien, diría yo, expuestas con toda precisión en la Cuenta Pública y en el dictamen. Cifras que han sido base de esta discusión, que han sido base en su justificación, que han sido base de su conformación y su manejo, pero cifras que al final de cuentas, estaban y están expresadas por la Cuenta Pública y por el dictamen. Hecho lo anterior, manifiesto que me complace coincidir en que el Sector Eléctrico, en que la Comisión Federal de Electricidad es un servicio público nacional que debe manejarse por el Estado, es una industria básica para el desarrollo integral del país y eso es innegable.

De ahí que su expansión en instalaciones para generación, transmisión, distribución, venta sea imprescindible para satisfacer tanto la demanda actual como para prever la demanda futura.

Recuerdo que hace 7 años, nuestro problema era muy diferente al que resentimos actualmente. Las empresas del sector eléctrico operaron con un margen de utilidad del 8% anual, pero la causa muy simple, muy sencilla era que durante los seis años anteriores, la construcción no fue necesaria con la intensidad con que la construcción de generación que es lo más caro, se requirió durante los últimos años. Esto es, la capacidad de generación satisfacía la demanda eléctrica del país, pero esa capacidad de generación utilizada vía la distribución, agotó sus posibilidades hace exactamente siete años y era necesario entonces emprender un programa amplio, ambiciosos de construcción eléctrica, para el efecto de elevar la capacidad de generación de 6 millones generados hace 7 años, a los casi 12 que se generan en este momento, en la inteligencia además de este otro dato muy importante: hace 13 años la capacidad del país era de 3 millones de kilowatts, y satisfacía los requerimientos y hace 13 años, del año 13 llamémosle, al año 7, se duplicó la capacidad de generación del país, pero se duplicó de tres a seis. Ahora se duplica de seis a doce, diferencia esencial. Y en este próximo sexenio, por razón del crecimiento natural del país, de la expansión industrial - comercial que no podemos frenar por escasez eléctrica, habrá que duplicarse a cerca de 24, millones de kilovatios, por lo que no entraría elevación de gasto.

El programa, pues, de generación eléctrica, de no realizarse expone al país a riesgos sumamente severos.

Hacer consideraciones, quizás un tanto teóricas, sobre qué cuesta más, el endeudamiento y sus intereses, o dejar al país sin energía eléctrica.

Claro, ésta era posible cuando se frenaba vía la energía eléctrica por las empresas privadas, transnacionales, que manejaban toda la capacidad tanto de generación como de distribución. Era factible porque se deseaba, exclusivamente como empresa, la obtención de utilidades vía la electrificación exclusivamente de aquellos puntos que eran rentables, pero de ninguna manera se usaba al energía para promover nuevas fuentes de trabajo, ni tan siquiera para satisfacer las necesidades mínimas de poblaciones marginadas, era una energía eléctrica explotada para utilidades. Y esto, y alguna vez ya lo mencionamos, pero creo que viene al caso, nos permite recordar cuáles fueron los antecedentes en la creación de la Comisión Federal de Electricidad, cómo fue simplemente una oficina con un proyecto y una planeación, para el efecto, no inmediato, sino mediato, de ir adquiriendo el Estado de las empresas eléctricas.

Quizá entonces se hubiera criticado el por qué no se incentivaba más ese trabajo. Ese trabajo se incentivó y empezó el Estado a construir y generar electricidad con costos elevados y a venderla precisamente a las empresas particulares. La Mexican Light and Power, concretamente, para que éstos, con la reventa, siguieran obteniendo utilidades importantes.

Siguieron, inclusive disfrutamos de una cláusula anual y bienal, de ajuste por virtud de la que, en función de las presiones salariales o de las presiones impositivas, podían aumentar hasta un 21/2% el costo de las tarifas por año, para el efecto de resarcirse de estos perjuicios.

Esta posibilidad la explotaron al máximo, a veces usando inclusive la presión obrera para aumentar algo, para dar quizá mejores prestaciones, pero, a cambio de eso, obtener mayores utilidades.

Todo ello no refleja y no vamos a discutir en lo más mínimo las cifras aquí citadas, cuál es o cuáles son las causas de la descapitalización que vive el Sector Eléctrico, los defectos de su estructura financiera, que no son de ahora, que son de mucho tiempo y que colocan al Sector en una situación en la que, para resumir quizá de forma más cruel, si se quiere, más cruda, lo que decía Sergio Lujambio, que el activo total actual de la Comisión Federal de Electricidad, de cada peso, 21 centavos se financian con recursos propios y 79 centavos con crédito.

Y ¿a qué ha conducido todo este fenómeno? Primero en la orden del tiempo (de la importancia de los mismos manejarlos de una u otra manera), el hecho de que las tarifas por razones precisamente de fincar una infraestructura eléctrica para desarrollo del país, se mantuvieron fijas desde el año de 1962 hasta 1973; los aumentos efectuados tanto en 1973 como en 1975, - no considero para este efecto de los de 1976 que aprobamos en año pasado porque afectarán hasta el presente año de 77-, esos aumentos que recuerdo con alguna experiencia personal, haber estudiado el primero con toda intensidad y haber tenido la esperanza de que con ese lográramos un refinanciamiento de la Comisión Federal de Electricidad y de su subsidiaria o su empresa también, la Compañía de Luz, fueron insuficientes, repito y fueron insuficientes porque no pudieron, por los fenómenos que tanto hemos referido al fundamentar las causas de esta Cuenta Pública, no pudieron compensar los gastos de los años pasados, gastos derivados de incrementos internos y externos de los costos que tampoco permitieron una generación de recursos suficiente para siquiera financiar parcialmente los programas de inversión, de ahí esa utilización que parece exagerada pero que es indispensable de los recursos crediticios.

Una segunda situación muy clara:

El aumento de los precios de los insumos que requiere operación de expansión del organismo eléctrico, materiales, equipos, muchos de ellos son extranjeros; combustibles, mano de obra, etc., que son una consecuencia natural del fenómeno inflacionario tanto internacional como local.

Otra causa, el compromiso casi soldado de cubrir la totalidad de la deuda contraída para la

adquisición de todas las empresas extranjeras y que todavía venían gravitando sobre nosotros, sobre el sector Eléctrico, sobre el Erario Nacional, sobre el pueblo de México..

Todo eso nos lleva a definir también que es una empresa que nace por la necesidad, se constituye en la necesidad y por el ingenio de los mexicanos, y que no tuvo, desde un principio, aportaciones patrimoniales de capital necesarias y que son características de cualquier industria eléctrica que quiera fincar números negros y unas finanzas absolutamente sanas vistas desde un punto de vista privado absolutamente.

También se refirió aquí, no voy a repetirlo, que la pérdida cambiaria que experimentó la Comisión Federal de Electricidad en el año pasado, incrementó necesariamente su pasivo. De ello viene resultando, así aparece en la Cuenta Pública, la Comisión Federal de Electricidad tuvo un remanente positivo en operación de 1,700 millones de pesos (cerraba Lujambio) en 1976; pago de intereses, deuda con cargo operación, fue de cerca de 4,300, arrojándose ese déficit de 2,671. Todo ello, evidentemente, nadie lo niega, nos refleja que es indispensable, necesario, recapitalizar esta empresa que es del pueblo, pero vía de los propios recursos del pueblo, porque de otra manera seguiremos construyendo esta empresa con financiamiento o detendremos la marcha general del país.

Alguna consideración adicional.

Nos referíamos también a que han pesado, en la Comisión Federal de Electricidad, aumentos extraordinarios en salarios y prestaciones determinados por la situación en que vivimos, por la inflación, por el restablecimiento de la capacidad adquisitiva de esos trabajadores; donde creo yo que diferimos totalmente es en la explicación del porqué son menos mal pagados y cómo es la consecuencia o la explicación de esa causa. Es en esto muy sencillo: La industria eléctrica tiene el costo fundamental de salarios y prestaciones en el aspecto técnico, en el aspecto profesional, en la clasificación de sus trabajadores que cada vez con menos gente proporcionan y generan en planta mayor número de kilowatts y tienen una productividad derivada del uso adecuado de la tecnología moderna mucho mayor. Simplemente habría que considerar este ejemplo tan curioso: Necaxa, que hace 30 años, en los 40's generaba la casi totalidad de la energía eléctrica que consumíamos quienes ya teníamos la oportunidad de vivir en el Distrito Federal, generaba 10,000 Kw. y la hacía y lo sigue haciendo por la necesidad, con 800 hombres. Actualmente se puede pensar que en plantas como Valle de México, como Tula, que está por inaugurarse si es que no se inauguró ya, estoy un poco fuera de noticia, pero plantas que generan 300,000 Kw. con turnos de 30 hombres en el día. Es la diferencia de la tecnología y es el por qué esas gentes deben ganar más. Claro, estamos en un ejemplo extremo, pero si vemos que aparte del alto riesgo de su trabajo, que justifica sus prestaciones y que justifica el por qué de jubilaciones adelantadas en edad, porque no es lo mismo subirse a esos postes que trabajar en un escritorio; pues bien, todo ello hace y provoca y justifica la necesidad de un buen pago, que digo yo y repito, es el menos malo de los que reciben los trabajadores de la industria nueva mexicana.

Y claro, también hay que considerar y en eso se despega totalmente este misterio y este tabú de esta situación que se quiere imputar hacia los trabajadores, el que en los trabajadores de la construcción que utiliza el sector eléctrico, en muchos casos para eliminar contratismo y eliminar precisamente causas de corrupción, a esos trabajadores de construcción prácticamente se les mantienen los mismos salarios del mercado. Quizá se les reconocen prestaciones, pero no se les da ni siquiera planta en términos generales.

Todo ello nos lleva a una conclusión, una conclusión que sentábamos desde un principio:

De acuerdo. Una industria eléctrica como Servicio Público Nacional es una industria eléctrica que indispensablemente, en un país como el nuestro, tiene que crecer con endeudamiento general y déficit porque sostiene sobre sus hombros la capacidad industrial y la vida humana de todos nosotros que no podemos prescindir de este fluido; otra manera sería volver a las tinieblas de la edad media que cuando menos en el Partido de la Revolución, no queremos.

Quisiera finalmente -es una consideración que me permitan ustedes, mucho muy breve - referirme y quizá aquí lo haga en lo personal, a ese fenómeno que a todos nos preocupa y que no debe quedar - como decía hace un momento Lujambio -, simplemente en idea o en buenos propósitos o en mandamientos de carácter religioso o ético, pero sin coacción alguna, que es el fenómeno de la corrupción.

Nadie la niega. Todos la conocemos y quizá de una u otra manera la practicamos. Pero es precisamente el estado de derecho al que nos hemos referido el que es, para mi modo de ver, la base, el fundamento sólido, inicial, sobre el que podemos nosotros ir reestructurando una conducta digna, una conducta honrada de todos, porque no es sólo responsabilidad del Estado y de sus funcionarios, es responsabilidad compartida, porque es principio del estado de derecho regir para gobernantes y gobernados y tan mal hace el gobernado que cumple los esquemas iniciales de la corrupción, como el gobernante que los acepta. Debemos procurar no justificar a ninguno. Vivir en el derecho es sentar la base para vivir en la honradez y hacer un nuevo país.

Gracias. (Aplausos.)

- EL C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Héctor Ramírez Cuéllar, del PPS.

- EL C. Héctor Ramírez Cuéllar: Señor Presidente; compañeros diputados: Para examinar la política internacional de un país, se recurre a criterios contables; no solamente se había aplicado este método para examinar la política económica del Gobierno, sino también para valorar la política exterior del Presidente Echeverría. Se dice: si el apoyo del pueblo de Palestina, al gran pueblo árabe de Palestina, vejado, humillado y agredido por el sionismo israelí, si el apoyo que prestó el Gobierno de Echeverría

a ese gran pueblo nos trajo problemas, entonces para qué lo apoyamos; si queremos que vengan los turistas judíos a nuestro país, entonces para qué apoyamos a la lucha histórica del pueblo de Palestina; es decir, con criterio mercantil se pretende elaborar la política exterior de México; con este criterio entonces el Presidente Echeverría no hubiese apoyado la lucha heroica del pueblo chileno, no hubiese propuesto y hecho aprobar la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, y en general, la política exterior activa y en muchos aspectos una política profundamente anti - imperialista, no se hubiese podido realizar por criterios contables, entonces apoyemos siempre la política exterior de los Estados Unidos y entonces no habrá ningún problema. Ese criterio me parece francamente aberrante. Si Lázaro Cárdenas hubiese seguido el criterio contable de Acción Nacional, los aspectos más luminosos de su política exterior, no se hubiesen realizado.

La política exterior tiene riesgos, como cualquier política profunda, avanzada, progresista, y anti imperialista. Quien pretenda aplicar una política que no lesione, que no afecte y que no provoque la respuesta del imperialismo, es mejor que se sume íntegramente a su política.

El sector industrial decayó notablemente el año pasado. Había sido hasta ese año uno de los sectores más dinámicos de la economía de nuestro país.

Dice el dictamen que el sector industrial ejerció un 25% más de los recursos presupuestados y que en general las erogaciones públicas, por 165 mil millones de pesos, se hicieron para enderezar al sector industrial. Pero aquí se presenta la diferencia que tenemos, en cuanto al funcionamiento del sector industrial y en cuanto al criterio, al contenido y a la proyección que deben tener los apoyos, las transferencias que el Gobierno Federal otorga a las empresas del Estado; los principales apoyos y transferencias se registraron para la Comisión Federal de Electricidad a PEMEX, a SICARTSA, a Diesel Nacional, Guanos y Fertilizantes, y a la Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril.

Pese a los apoyos financieros, a los subsidios, a las transferencias del Gobierno Federal, a estas empresas básicas, se perdió el ritmo de crecimiento del sector industrial.

Y no solamente en el sector público sino más aún en el sector privado. Durante muchos años, el Gobierno Federal aplicó una política que ahora vemos como equivocada, al sobreproteger, al sobreestimular, a la inversión privada en la industria, a efecto de proceder a la industrialización nacional, a efecto de proceder a la industrialización nacional, a efecto de intensificar la formación de capital y a efecto de acelerar el desarrollo económico del país. Se sobreprotegió de tal manera la industria privada, que ciertamente ahora nuestro país tiene un importante grado de desarrollo industrial. Podría decir que México ahora es un país industrial de desarrollo medio. Sin embargo, la industria privada creció enanizada y durante estos 50 años de vida política de nuestro país, el sector industrial privado, no solamente ha sido incapaz de abastecer el mercado nacional, mucho menos de competir en el mercado internacional. Cada seis años la producción de energía eléctrica tiene que duplicarse; la electrificación es fundamentalmente para promover el desarrollo industrial de cualquier país. Si se detiene la generación de energía eléctrica, se frena todo el desarrollo económico. La necesidad de financiar las operaciones de PEMEX, rebasan a sus propios ingresos. Las necesidades de expansión y fortalecimiento de esa empresa vital no interesan solamente a los directivos de esa empresa, sino al Gobierno Federal en su conjunto. Pensar que la política de transferencias, de subsidios y de aportaciones del Gobierno Federal a las empresas del Estado es una muestra evidente de ineficiencia sistemática, es un grave error.

PEMEX, la Comisión Federal de Electricidad y otras empresas, están íntimamente vinculadas al funcionamiento y a la política general del Gobierno de nuestro país. Pensar que vamos a dejar a la suerte financiera a esas empresas, sin la presencia del Gobierno Federal, sería un grave error, porque la intervención del Estado en la economía es única e indivisible y no podemos separar las obligaciones financieras de estas empresas industriales, con la responsabilidad histórica que tiene el Gobierno Federal.

¿Cómo mejorar el financiamiento del sector industrial?

Estamos muy preocupados nosotros, la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, por la creciente deuda externa que observan esas empresas del sector industrial.

Nosotros consideramos que estas empresas deben hacer notables esfuerzos, financieros, administrativos, con el objeto de captar mayores recursos de carácter nacional y considerar siempre que los recursos de carácter externo, son y deben ser siempre complementarios; pero de esa preocupación de la abultada deuda externa de estas empresas, el escándalo publicitario que se hace en la prensa de ayer y de hoy, hay una gran distancia.

Nosotros consideramos que las inversiones del Gobierno Federal, los apoyos y las transferencias a esas ramas de la economía, de ninguna manera tienen efectos inflacionarios. Ciertamente, las inversiones en material de acero, son recuperables a mediano y largo plazo, pero sin acero, sin electrificación, sin petroquímica, no hay desarrollo posible.

Ciertamente los frutos de la producción de acero en nuestro país se verán a un plazo de diez a quince años, pero con qué resultados tan positivos para equilibrar nuestra balanza comercial.

Ahora, México importa maquinaria, equipo, productos siderúrgicos que cada vez más se encarecen en el mercado internacional.

Con frecuencia se olvida, deliberadamente, porque no puede ser de otra manera, que en gran medida la situación financiera de estas empresas se ha debido a la inflación que

importaron, productos de sus compras en el exterior; a que los bienes de capital, los bienes industriales, se han elevado notablemente en el mercado mundial capitalista; a que los precios de la maquinaria y del equipo moderno, se han elevado en este año por lo menos en un nueve por ciento; es decir, estas empresas con el nivel de importación que tienen, tuvieron a su vez que importar, trasladaron la inflación que se daba y que se da en los Estados Unidos y en otros países capitalistas, y la trasladaron a sus plantas industriales con el consiguiente abatimiento de la producción de esas instalaciones.

Es decir, para nosotros está muy claro que es necesario que haya suficiente producción de acero, no sólo para abastecer el mercado nacional, que sería muy importante, sino más que eso, para ser un país exportador de productos siderúrgicos.

Si México llega a ser un país autosuficiente en material de acero, podremos desarrollar la industria pesada de este país.

Y podemos exportar productos siderúrgicos, podremos equilibrar de una manera rápida y muy importante nuestra balanza comercial y de pagos.

La devaluación también provocó graves daños a los estados financieros de estas empresas. Tuvimos que pagar de esta manera un amargo costo de la dependencia económica, científica y tecnológica de nuestro país.

A ese precio, al precio de la devaluación, tuvimos que pagar en el año pasado, los graves costos de esta dependencia, la imposibilidad que tiene el país de desarrollar la ciencia y la tecnología para ser autosuficiente en los conocimientos modernos y para aplicarlos a la producción económica.

Dependemos de un solo mercado para nuestras compras y para nuestras ventas. Dependemos, por desgracia, de una sola fuente de financiamiento. Parece ser que sólo existen en el mundo los Estados Unidos para muchos funcionarios, y ahí están los resultados trágicos de esta política sistemática que se empecina en no buscar nuevos horizontes, en tratar de olvidar que el Presidente Echeverría creó dos instrumentos importantes: el Instituto Mexicano de Comercio Exterior y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Ahora mismo, el Director de IMCE declara de una manera cínica que para qué buscamos mercados en otras partes, teniendo el mercado más grande del mundo tan cerca, para qué vamos a Europa, para qué vamos a Japón, si tenemos aquí a los Estados Unidos a unos cuantos kilómetros. Mejor organicemos el comercio exterior a ese gran mercado.

Este funcionario, Adrián Lajous, está desvirtuando al contenido que le dio Echeverría al IMCE, contenido positivo que es el de diversificar nuestro comercio exterior y nuestras fuentes de crédito.

Entre la tesis del PAN que tenemos que referirnos a ellas, no porque estén aquí los diputados del PAN, sino porque históricamente es una tesis, que ¿en qué consiste esta tesis? Que la política de apoyos, de subsidios y de transferencias del Gobierno Federal, el tan negativa porque de esa manera oculta, empaña u obscurece la sistemática ineficiencia de las empresas del Estado.

La otra tesis, la tesis nuestra es la de que estos subsidios, estos apoyos y estas transferencias no son negativos en sí mismos, sino en función del resultado correcto que tengan en la operación de esas empresas en el conjunto de la economía.

Vemos los resultados económicos y sociales, de estos apoyos, transferenciales, que tanto molestan a Acción Nacional, en estas ramas de la economía.

PEMEX, durante un período, estaba importando petróleo, y esto era muy grave. Los recursos financieros de PEMEX se agotaban, y todos sabemos la trágica suerte que tienen hoy los países que no tienen petróleo, la grave situación en que se encuentran sus balanzas comerciales y de pagos.

Si Echeverría no hubiese apoyado, como apoyó, el esfuerzo financiero de PEMEX para ampliar sus actividades, para perforar más pozos, para explotar más yacimientos, el país estaría en este momento importando hidrocarburos con una grave consecuencia para nuestro país.

Apenas en un año PEMEX dejó de ser importador de hidrocarburos y pasó a ser un exportador, y ahora es un exportador creciente. Tan ha cambiado la situación de PEMEX que precisamente nos preocupa cómo utilizar y cómo manejar esta creciente capacidad exportadora de PEMEX.

La Comisión Federal de Electricidad duplicó la producción de energía eléctrica. Como se ha afirmado aquí, si no se electrifica nuestro país, no hay desarrollo en la agricultura ni hay desarrollo en la industria, es decir, el resultado fue que la generación de energía eléctrica se duplicó en este período.

Ciertamente a producción de acero aún no es optimista para nosotros; sin embargo, consideramos que en la primera etapa que ha terminado de la construcción de "Las Truchas" se sientan ya las bases para producir en unos cinco años, varios productos de tipo siderúrgico; los productos más complejos de esta rama no los podremos tener en cuatro o cinco años, sino quizá en ocho o diez años, pero ya con la construcción de la primera fase de "Las Truchas", tenemos ya riqueza siderúrgica muy importante, y aquí se demuestra el espíritu visionario de Echeverría, el de sentar las bases de la creación de la industria siderúrgica, espíritu que inició por cierto el general Lázaro Cárdenas; es cierto, estos resultados, las inversiones de Las Truchas se verán a mediano y a largo plazo, pero, ¿acaso no demuestra esto un espíritu profundamente visionario? Claro, a nosotros nos preocupa la situación financiera de estas empresas del sector industrial. Nosotros al apoyar con calor, con energía y con espíritu revolucionario estas empresas, no estamos ocultando las deficiencias que tienen y con los cuales han operado hasta hoy. Nosotros pedimos que estas

empresas fortalezcan su capacidad financiera y administrativa; que racionalicen sus operaciones para el efecto de tener mayores ahorros; que planifiquen sus inversiones y que las vinculen con el desarrollo nacional y regional.

Hay corrupción administrativa en PEMEX, en la CFE, hay venta de plazas, en algunas secciones sindicales hay gansterismo sindical, producto de la grave deformación que tienen grandes sectores del movimiento obrero; hay miles de trabajadores transitorios, pero por encima de todo, PEMEX sigue siendo el pilar fundamental de nuestra economía; la corrupción existe en PEMEX, pero PEMEX no está a la venta por la corrupción, ni existe el propósito de ponerlo en subasta por este defecto.

Aquí se ha caído en un grave error al querer explicar en un aspecto particular el aspecto de la corrupción como un fenómeno general. Ciertamente en PEMEX hay corrupción, pero PEMEX sigue siendo el principal contribuyente del Erario Federal, pese a todo, PEMEX sigue siendo una esperanza fundamentada para equilibrar nuestra balanza de pagos y nuestra balanza comercial.

La corrupción tiene que eliminarse en la medida que los trabajadores participen bajo fórmulas de control obrero, y en las decisiones administrativas de estas empresas; pero los ataques de la corrupción no deben permitirnos dejar de ver el panorama general. ¡Qué bueno fuera que todos los trabajadores de México tuviesen los salarios y las prestaciones que tienen los trabajadores de PEMEX, de la CFE y de otras empresas! Nosotros no podemos estar de acuerdo en que para ser patrióticos, para ser revolucionarios, necesitamos tener salarios tener salarios de hambre. No compartimos la idea de que el revolucionario tiene que vivir en condiciones insalubres e infrahumanas para poder ser revolucionario, porque en el fondo lo que se oculta es pensar que la comunidad degenera al revolucionario, lo entorpece y lo denigra. ¡Qué bueno que todos los trabajadores de México tuvieran los salarios que tienen esos trabajadores de esas empresas! En cambio, lo que no se justifica es que los empresarios nacionales y extranjeros sigan teniendo tarifas bajas, casi regaladas; sigan gozando de combustible barato, sigan usufructuando transportación casi gratuita, a pesar de que históricamente lo sobreprotección a la industria no ha dado los resultados que esperaban los desarrollistas de este país, a pesar de eso, seguimos otorgando estos subsidios en combustibles, en transportación y en tarifas a la empresa privada y la hemos enanizado, los hemos convertido en un hijo mimado, en un hijo dependiente, que no puede desarrollarse por si mismo y esta situación tiene que terminar.

Nosotros consideramos que deben revisarse la estructura tarifaria de PEMEX, de CFE y de otras empresas, a efecto de hacer una distribución más racional de las tarifas, y afectar las grandes utilidades de las empresas nacionales y extranjeras, porque no se van de nuestro país, como ellos afirman, porque las utilidades bajarían pero no tanto como ellos lo suponen. Sin embargo, esto permitiría que las empresas del sector industrial del gobierno tuviesen más recursos económicos y de esa manera podríamos transitar por un camino menos honeroso, menos difícil y menos ligado con el imperialismo norteamericano.

Nosotros decimos no al contratismo, no a esta práctica profundamente viciosa de estas empresas que han enriquecido a muchas empresas, sobre todo empresas extranjeras. En el fondo del contratismo se oculta una incapacidad profunda para tener los instrumentos necesarios para la producción y para la exploración. En muchos casos esta empresas nacionales prefieren otorgar las concesiones a empresas extranjeras y no a empresas nacionales, lo que es muy grave para nuestra economía.

En síntesis, señores diputados, el sector industrial del gobierno y del sector privado se vino abajo en cuanto al crecimiento normal que había observado. Sin embargo, Echeverría sentó las bases estructurales o, mejor dicho, fortaleció esas bases para tener más electricidad, más petroquímica, más petróleo y más acero. Estos componentes son esenciales para la lucha histórica de nuestro pueblo. Muchas gracias. (Aplausos.)

PRESIDENCIA DEL C. PORFIRIO CORTÉS SILVA

- EL C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al C. diputado del PRI, Esteban Garaiz.

- EL C. Esteban M. Garaiz: Señor Presidente; H. Asamblea. En este momento, hoy que estamos nosotros aquí debatiendo el Dictamen de la Cuenta Pública, hay en Venezuela, en las llanuras del Orinoco, construyendo una nueva planta siderúrgica, un equipo de 140 técnicos y obreros calificados mexicanos. Están ayudando a un país hermano latinoamericano a su liberación económica nacional, a la construcción de un auténtico desarrollo interno. Este equipo, señores diputados, es el que construyó la planta de Lázaro Cárdenas - Las Truchas. En palabras del diputado Garabito "esto es ineptitud pura". Se los llevó el gobierno venezolano remunerándoles cuatro veces lo que ganaban en México; de seguro, de seguro señor diputado Garabito, se los llevó por ineptos. Para demostrar "la democracia gigantesca, cancerosa, que tuvo como característica la ineptitud", nos daba ayer, señor diputado, tres botones de muestra; por corresponder al tema industrial, me voy a fijar específicamente en el tercero: Lázaro Cárdenas - Las Truchas. Para ser decente, para respetar el Reglamento de este recinto, no le llamaré mentiroso; simplemente me voy a atrever a decirle respetuosamente que la parte correspondiente de su intervención de ayer, señor diputado Garabito, está plagada de sofismas. Decía usted y decía muy bien, que el proyecto Lázaro Cárdenas - Las Truchas es un proyecto viable, un proyecto importante, un

proyecto que venía en teoría a resolver un requerimiento del desarrollo. Decía usted también que se proyectó a un costo de 10 mil millones de pesos y que el costo real fue más del doble; yo me atrevo a negarlo, señor diputado Garabito; el costo real en términos de dólares de los Estados Unidos de América fue de 945 millones de dólares; me estoy refiriendo exclusivamente a la cuenta de capital, es decir, el capital de construcción de la planta misma, no al gasto corriente, es decir a la operación que en el año 76 y en este año está utilizando la empresa. De estos 945 millones de dólares se gastaron 413 millones de dólares en moneda nacional, es decir 5 mil 161 millones de pesos; quedan manejados en préstamos contraídos en el extranjero, 532 millones de dólares.

A pesos de agosto de 1976, es decir al tipo de cambio de $12.50, esto supondría 6 mil 650 millones de pesos; a sea, lo ejercido en moneda nacional, un total de 11 mil 811 millones. Si lo calculamos al precio que realmente hubo que ejercer, es decir a pesos de julio de 1977, los 532 millones de dólares, de 6 mil 650 millones de pesos, se nos vuelven once mil novecientos setenta millones de pesos; lo cual viene dando un total, de 17 mil 131 millones de pesos.

Como usted podrá observar, no es más del doble de la cifra presupuestada en un inicio. Los 9 mil 375 millones de pesos, si los contabilizamos en forma de pesos de agosto de 1976, supondrían un costo resultante de 26% mayor del planteado; 26% de incremento no representa más que la tercera parte de la inflación internacional ocurrida en el período 73-76.

Debo añadir también, por que considero que también el diputado Lujambio esta tarde en su intervención, procedió con sofismas, que ese costo para los organismos internacionales de desarrollo, que tienen un cálculo ya generalizado, de lo que consideran apropiado para invertir en una planta semejante. Para el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y para el Banco Interamericano de Desarrollo -que financiaron ambos parcialmente el proyecto y que lo aprobaron, y que lo aprobaron en su lugar, considerándolo el lugar óptimo, señor diputado Lujambo -, una cantidad razonable de inversión en la planta, es de mil dólares por tonelada anual producida. La capacidad total teórica, la capacidad instalada, es de un millón trescientas mil toneladas de acero líquido anuales, que reducidas a lámina sólida, representan un millón de toneladas. Suponiendo, suponiendo una operación razonable del 90% de la capacidad teórica, podríamos calcular fácilmente que hay 900 mil toneladas de capacidad real.

Yo quiero aprovechar esta tribuna, para rendir un homenaje al hombre que dirige a este grupo que yo he mencionado, este hombre, un mexicano de primerísima categoría, un extraordinario técnico, el ingeniero Carlos Molina Rodríguez, construyó la parte correspondiente de la presa de Anzaldúas, la parte correspondiente de la Presa Falcón, se dio el lujo de terminar la parte nuestra antes que los norteamericanos; construyó la Presa de Malpaso; realizó una obra de infraestructura por 750 millones de pesos que supone un drenaje y riego en 83 mil hectáreas, hoy puestas al cultivo en las zonas tropicales, en las zonas entonces pantanosas de Tabasco; ha construido Sicartsa y hoy está ayudando a un país hermano a construir otra Siderúrgica, la Siderúrgica del Orinoco.

Es un hombre no sólo un gran técnico, no sólo un gran patriota mexicano, es un hombre honesto, es un hombre honrado, y para mí honrado significa no sólo serlo financieramente, no sólo manejar los dineros adecuadamente; para mí la honradez debe ser también una honradez profesional, y honradez profesional, es no subir a esta tribuna a desorientar la opinión pública del pueblo de México a través de los medios de difusión, llámense prensa, radio o televisión. (Aplausos.)

- EL C. Jorge Garabito: Señor Presidente, ¿me permite una interpelación al orador?

- EL C. Presidente: Si el orador la acepta, la Presidencia está conforme.

- EL C. Garabito: ¿El señor orador podría informarme cuál es la producción actual de SICARTSA y qué porcentaje representa en relación a su capacidad instalada?

- EL C. Esteban M. Garaiz: Con mucho gusto; pensaba hacerlo, señor diputado. Le ruego a usted que me dé oportunidad de seguir mis notas.

En el año de 1975 había en México una capacidad global de producción de 5.2 millones de toneladas anuales en el país. Esto frente a países que en el mismo año, como la Unión Soviética, producían 141 millones de toneladas, los Estados Unidos de Norteamérica 106 millones de toneladas; Japón 102 millones de toneladas; Alemania Federal 40.4 millones de toneladas, etc.

De ustedes, de todos ustedes es conocido, señores diputados, que uno de los índices de auténtico crecimiento interno, de verdadero desarrollo es precisamente la producción siderúrgica.

México en 1975 contaba con 5.2 millones de toneladas de capacidad de producción anual. Si el gobierno revolucionario, aun a riesgo de inversiones que en un momento dado se presentan deficitarias, no se lanza a esta política de auténtico desarrollo interno, cómo queremos que este país logre progresar, logre avanzar.

Porque, si lo que queremos es que eso no ocurra, entonces cabe en el sentido estricto de la palabra, que cualquier tiempo pasado fue mejor, y entonces, repito, en el sentido estricto de la palabra, cabe llamar a quien defienda esta tesis, reaccionario.

Conviene hacer notar aquí - y esto, supongo que contestaría un poco las preguntas planteadas antes por el señor diputado Lujambio y ahora directamente por el señor diputado Garabito - que toda planta de este tipo, y esto lo aclararon perfectamente bien los asesores británicos que vinieron a ayudar a los técnicos mexicanos que construyeron la planta, que se

requiere un mínimo de tres años para llegar a su capacidad total racional, es decir, a un promedio del 90% respecto a su capacidad total instalada.

En este momento, señor diputado Lujambio, señor diputado Garabito - me estoy refiriendo a los datos más recientes que tengo, que son de septiembre de 77-, existen almacenamientos por cuarenta mil toneladas producidas en Lázaro Cárdenas - Las Truchas. Lógicamente, se podrá uno preguntar ¿por qué existen esos almacenamientos? ¿Por qué no ha salido esa producción adelante?

Con mucho gusto señor diputado Garabito.

Esa producción no ha podido salir al mercado nacional por la fuerte recesión económica que tiene toda nuestra industria constructora; es decir, además de que hay una importante reducción en la demanda nacional e internacional, aunque se ha exportado alguna cantidad cuya cifra no tengo en las manos, sí hay dificultad para exportar.

Por otro lado, no hay que olvidar que el proyecto fue planteado en 1971; una decisión política importante, considerable, que planteaba para la primera fase, la primera etapa de desarrollo de la industria, la producción básicamente de varilla y alambrón, y para la segunda etapa lámina.

La producción de varilla y alambrón que fue escasísima en los años 71, 72, 73 y 74, con una terrible escasez para la construcción, llevó a algunas empresas siderúrgicas nacionales a producir varilla y alambrón. Esto ha significado también, aunque en una cantidad reducida, un aumento de la oferta.

Si tenemos, señor diputado Garabito un aumento en la oferta nacional de varilla y alambrón, y tenemos al mismo tiempo una contracción fuerte de la demanda en estos momentos, no podemos ni siquiera como económicamente viable, pensar en echar a andar aquello que técnicamente es posible; es decir, técnicamente el año 77 debía llegar al final, es decir en diciembre de este año, a estar caminando la planta a un 30% de su capacidad; no lo están haciendo por razones de tipo económico, de la crisis que todos conocemos y de la que definitivamente no tiene la culpa la Cuenta Pública.

Se ha preguntado el señor diputado Lujambio, ¿por qué un proyecto tan terriblemente costoso está en esa etapa de producción? Yo podría preguntarle ¿por qué hay otras muchas plantas, no sólo siderúrgicas, de cualquier tipo, y no sólo en este país, señor diputado Lujambio, en cualquier parte del mundo, están trabajando a un 10, a un 20, a un 30 y hasta un cero por ciento de su capacidad instalada? En México hay plantas industriales totalmente cerradas; en otros países hay plantas industriales totalmente cerradas en estas fechas, y no me estoy refiriendo exclusivamente a la siderúrgica. Este en un proceso consecuencial de la recesión económica internacional. No tiene nada que ver, quiero ser preciso, con la capacidad técnica de la planta, que fácilmente hubiera podido llegar al presupuesto que se había marcado; es decir, al 30% de su capacidad instalada en diciembre de este año de 1977.

Espero, señor diputado Garabito, haber contestado satisfactoriamente su pregunta.

Hay otra cosa que conviene aclarar. Cuando se tomó esta importante decisión política, fue en el año de 1971 cuando todavía -esto nos va a llevar a una tesis importante en cuanto la política económica del régimen revolucionario, en 1971, repito, cuando el gobierno revolucionario no contaba todavía con la mayoría en la producción siderúrgica. En 1972, y se hechó a andar en 1973, se construyó la Comisión Coordinadora del Sector Siderúrgico; hoy, esa Comisión, coordina tres empresas de participación estatal: Altos Hornos de México, la Fundidora Monterrey y la Siderúrgica Lázaro Cárdenas - Las Truchas.

¡Qué se pretende hoy al haber diferido, no suprimido, la construcción de la las Truchas? ¿Se pretende poder coordinar y a través de esa coordinación determinar cuáles serán los productos siderúrgicos que podrán atender las plantas del norte, para un puerto marítimo, como prácticamente todas las nuevas siderúrgicas que hoy se construyen la demanda del norte; y la planta que está en el mundo, señor diputado Lujambio. De paso no voy a resistir la tentación Nos quejamos, ustedes también lo han hecho, de la hipertrofia de esta capital, nos quejamos de este monstruo capitalino; queremos que el gobierno decentralice la industria, las fuentes de trabajo. A 25 kms. de la planta están los depósitos de minerales más importantes del país; a 13 kms. está la fuente de energía eléctrica, a 2 kms. el puerto. El ramal del ferrocarril que se está terminando de construir, a 200 kms. Una zona de la costa donde tradicionalmente no había más que una producción agropecuaria relativamente escasa, se está estableciendo un complejo industrial, no sólo siderúrgico, de enorme importancia. ¿No le parece a usted, señor diputado Lujambio, que fue una sabia decisión haber colocado precisamente la planta ahí? Entre paréntesis diré que cuando tanto el Banco Interamericano de Desarrollo como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento - Banco Mundial - concedieron los créditos parciales, analizaron cuidadosamente la situación de la planta, y la aprobaron sin discusión.

La actualización de los planes de esta segunda etapa, definiendo coordinadamente la tarea que deberán realizar las empresas siderúrgicas actuales, dispone aplazar hasta que haya sido superada la recesión internacional, esta nueva fuente de inversión que es fuerte; y yo quisiera hacer notar finalmente que esto nos lleva a la conclusión doctrinaria de que, si como decía el diputado Lujambio, es necesario planear la economía nacional, no basta con las estructuras básicas industriales hablar de planeación, hay que ir un poco más allá, ojalá al contar el Estado mexicano, el gobierno, con una mayoría en la

producción siderúrgica del país, no sólo pueda planear, pueda también planificar; no sólo pueda inducir la producción de los empresarios privados que no siempre responden a los intereses nacionales, como se está demostrando en el caso de que ahora tenemos excedente de producción de varilla y en cambio tenemos déficit en producción de lámina. Yo creo -y estoy convencido de ello - que al ganar terreno en la producción siderúrgica nacional, la planeación podrá ser mucho más precisa, mucho más exacta y casi, casi planificación.

Bien, yo quisiera nuevamente insistir en que si por circunstancias, por coyunturas, en este momento de la Planta de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas, Las Truchas no ha llegado a su plena producción, por razones económicas, por razones financieras internacionales, por razones de demanda y por razones técnicas - que aún así deberían estar detenidas, como dije, en un avance normal que lleva a que en 3 años pueda llegar a su plenitud la producción -, si tenemos esa circunstancia coyuntural, eso no nos puede a nosotros disuadir del empeño, del interés que como rector de la economía debe tener el Estado mexicano en seguir impulsando la siderúrgica nacional. Y yo siento, estoy convencido, de que uno de los logros más importantes del gobierno de José López Portillo será precisamente la continuación de esa segunda etapa, como él lo ha dicho, oportunamente. Este no en el momento oportuno; lo sabemos porque no hay condiciones de demanda, no hay las condiciones de financiamiento tampoco; pero llegará, esperamos, antes de que termine la administración de López Portillo, el momento oportuno para lanzarse a la construcción de la segunda etapa de desarrollo de la siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas. Y esto supondrá un paso muy importante en el desarrollo de nuestro país. Muchas gracias. (Aplausos.)

- EL C. Presidente: Se le concede el uso de la palabra al C. Víctor Alfonso Maldonado.

- EL C. Víctor Alfonso Maldonado: Renuncio a mi primer turno. Muchas gracias.

- EL C. Presidente: Esta Presidencia le tiene por desistido del derecho de hablar.

En virtud de la renuncia que hace el diputado Víctor Alfonso Maldonado a participar en el debate, y por lo avanzado de la hora, se ruega a la Secretaría dé lectura al Orden del Día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. secretario Alberto Ramírez Gutiérrez:

"Segundo Período Ordinario de Secciones.

'L' Legislatura.

Orden del Día

24 de noviembre de 1977.

Lectura del Acta de la sesión anterior.

El Congreso del Estado de Aguascalientes, invita a la sesión solemne en la que el C. profesor J. Refugio Esparza Reyes, Gobernador Constitucional del Estado, rendirá el tercer informe de su gestión administrativa, que tendrá lugar el 27 de los corrientes.

Dictámenes a discusión

De la Comisión de Presupuestos y Cuenta relativo a las Cuentas de la Hacienda Pública Federal y del Distrito Federal."

- EL C. Presidente (a las 20:50 horas): Se levanta la sesión y se cita para la próxima que tendrá lugar el día de mañana a las 10:00 horas, en la que se continuará éste debate.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"