Legislatura L - Año II - Período Ordinario - Fecha 19771124 - Número de Diario 36

(L50A2P1oN036F19771124.xml)Núm. Diario:36

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II México, D.F., Jueves 24 de Noviembre de 1977 TOMO II. - NÚM. 36

SUMARIO

SUMARIO

Apertura.

Orden del Día.

Acta de la sesión anterior. Se aprueba.

Invitación

Al tercer informe de la gestión administrativa del Gobernador Constitucional del Estado de Aguascalientes, el día 26 de los corrientes. Se designa Comisión

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Cuentas Públicas de 1976

A discusión los Sectores Social Defensa y Poderes. Usan de la Tribuna, en contra la C. María Elena Alvarez de Vicencio; en pro los CC. Salvador Reyes Nevárez, Jesús González Balandro, Marta Andrade de Del Rosal y Víctor Alfonso Maldonado

A discusión la Cuenta Pública del Gobierno del Distrito Federal y sus Descentralizadas. Intervienen, en contra el C. Miguel Hernández Labastida; en pro el C. Enrique Soto Izquierdo; en contra el C. Adrián Peña Soto; por la Comisión el C. Enrique Ramírez y Ramírez. Suficientemente discutido, se aprueba por mayoría. A discusión en lo particular. Sin ella, se aprueba por mayoría. Pasa al Senado

Orden del Día

Se da lectura al Orden del Día de la próxima sesión. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. VÍCTOR MANZANILLA SCHAFFER

(Asistencia de 179 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 10:20 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. Prosecretario Miguel López Riveroll:

"Segundo Período Ordinario de Sesiones.

"L" Legislatura.

Orden del Día

24 de noviembre de 1977.

Lectura del acta de la sesión anterior.

El Congreso del Estado de Aguascalientes, invita a la sesión solemne en la que el C. Profesor J. Refugio Esparza Reyes, Gobernador Constitucional del Estado, rendirá el tercer informe de su gestión administrativa, que tendrá lugar el 27 de los corrientes.

Dictámenes a discusión

De la Comisión de Presupuestos y Cuenta relativo a las Cuentas de la Hacienda Pública Federal y del Distrito Federal."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- El mismo C. Prosecretario:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día veintitrés de noviembre de mil novecientos setenta y siete.

Presidencia del C. Víctor Manzanilla Schaffer.

En la ciudad de México, a las diez horas y veinte minutos del miércoles veintitrés de noviembre de mil novecientos setenta y siete, con asistencia de ciento sesenta y ocho ciudadanos diputados, la Presidencia declara abierta la sesión.

Lectura del Orden del Día.

Sin discusión se aprueba el Acta de la sesión anterior, llevada a cabo el día de ayer.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

La Presidencia expresa que, de conformidad con el Acuerdo aprobado por la Asamblea en la sesión del día 17 de los corrientes, continúa la discusión del dictamen con proyecto de Decreto relativo a las Cuentas de la Hacienda Pública de la Federación y del Departamento del Distrito Federal, por el ejercicio fiscal de 1976.

En virtud de lo anterior, se somete a discusión el análisis sectorial de los Organismos Descentralizados y Empresas propiedad del Gobierno Federal, principiando con el Sector Agropecuario.

A continuación hacen uso de la palabra los siguientes ciudadanos diputados: En contra el C. Sergio Lujambio Rafols; en pro el C. Artemio Iglesias Miramontes y el C. Ezequiel Rodríguez Otal; en contra el C. Jacinto Guadalupe Silva Flores; en pro el C. Enrique Alvarez del Castillo; para una aclaración el C. Jorge Garabito Martínez.

La Presidencia declara un receso, para continuar el debate a las 17:00 horas.

Se reanuda la sesión.

Hacen uso de la Tribuna en pro, los CC. Pastor Murguía González, Antonio Tenorio Adame, Román Ramírez Contreras, Mario Hernández Posadas y Agapito Duarte Hernández.

A discusión lo relativo al Sector Industrial y lo relacionado con Turismo.

Intervienen en contra, el C. Sergio Lujambio Rafols; en pro, los CC. Julio Zamora Bátiz, Enrique Alvarez del Castillo y Héctor Ramírez Cuéllar. Presidencia del C. Porfirio Cortés Silva.

Continúa el debate, hace uso de la palabra en pro, el C. Esteban M. Garaiz, quien contesta una interpelación formulada por el C. Jorge Garabito Martínez.

El C. Víctor Alfonso Maldonado, inscrito para hablar en pro, declina hacerlo por considerar que ya no es necesario.

Agotados los asuntos en cartera, se da lectura al Orden del Día de la próxima sesión.

A las veinte horas y cincuenta minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el día de mañana, jueves veinticuatro, a las diez horas."

Está a discusión el Acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada.

INVITACIÓN

- El mismo C. Prosecretario:

"CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - México, D.F.

La H. "L" Legislatura del Estado Libre y Soberano de Aguascalientes, tiene el honor de invitar a usted(es) a la Sesión Solemne que se efectuará el día 27 del actual, a las 11:00 horas, en el Cinema Dorado 70 de esta ciudad, declarado Recinto Oficial del H. Congreso del Estado, en la que el C. Profesor J. Refugio Esparza Reyes, Gobernador Constitucional del Estado rendirá el Tercer Informe de su gestión administrativa.

Aguascalientes, Ags., noviembre de 1977. - Profesor Alfredo Macías Reyes, D. P. - Profesor Vicente Ventura López, D.S."

El C. Presidente: Para asistir a este acto, en representación de la H. Cámara de Diputados, se designa a los siguientes ciudadanos diputados: Jesús Martínez Gortari y Camilo López Gómez.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Cuentas Públicas de 1976

El C. Presidente: Se va a continuar con la discusión del dictamen de la Cuenta Pública en lo relativo a los sectores social, defensa y poderes.

Se abre el registro de oradores...

Se va a proceder a dar lectura al registro de oradores: En contra, diputada María Elena Alvarez de Vicencio; en pro, diputados Salvador Reyes Nevárez, Jesús González Balandrano, Manuel Hernández Alvarado, Marta Andrade de Del Rosal, Eduardo Thomae Domínguez y Víctor Alfonso Maldonado.

Se concede el uso de la palabra a la diputada de Acción Nacional, María Elena Alvarez de Vicencio.

- La C. María Elena Alvarez de Vicencio: Señor Presidente, señores diputados:

Hemos estado viviendo en estos dos días el desarrollo de una actividad de las más importantes asignadas a este Congreso.

Nos ha tocado en estos dos días, abocarnos al estudio del dictamen que analizó la Cuenta Pública y es ésta una de las actividades más importantes del Congreso, porque en toda Institución, en toda organización, sólo la base económica, la forma en que se ingresan y se gastan los haberes de esa organización, son los que le dan el cariz, son los que le dan la ruta y los que le dan la manera de conseguir sus fines; por eso es tan importante para el Congreso cumplir con esta función, por eso este debate reviste trascendencia y reviste importancia que en ningún momento debe dejar de considerarse.

Hemos oído en estos dos días expresiones de todo tipo, ha habido desde la acuñación de nuevos términos que serían ya dignos de formar parte de los nuevos diccionarios económicos, hasta expresiones que entre componentes del mismo Partido resultan contradictorias; hemos oído términos de antología como "el terrorismo contable", hemos oído la aplicación de algunas palabras para disimular conceptos de gran profundidad, como estuvimos escuchando ayer lo de pérdida cambiaría, quebranto financiero frases que se acomodan a términos para evitar la dureza que encierra la realidad de sus expresiones y hemos oído también algunas contradicciones porque alguien se sube y dice que la Revolución está terminada para que después alguien venga y diga que todavía no está terminada, que vamos por etapas y alguien dice que somos un país subdesarrollado y después alguien dice no, que estamos en vías de desarrollo.

En fin, pienso yo que en este debate se ha prestado para todo y ha habido de todo y nos estamos acercando ya a los últimos puntos que nos ha tocado analizar y es el momento de hacer un alto de pensar si realmente el debate nos está llevando al fin para el que se está realizando, porque no tendría sentido seguir en un debate infructuoso, seguir un debate que no va a tener ninguna consecuencia positiva para la nación que estamos representando

Tenemos que hacernos de nuevo el planteamiento de cuál es la finalidad de este debate. En primer lugar, tenemos que cumplir el mandato constitucional; tenemos que ser concordes con la fracción 28 del Artículo 73. Esta fracción nos manda que el analizar la cuenta pública nos fijemos en que responda al presupuesto aprobado.

Se ha hablado ya bastante, creo que la diputación de Acción Nacional ha hecho un trabajo que responde a las demandas del pueblo y que responde a la obligación que como diputados auténticos sentimos de responderle al pueblo vigilando los haberes y se ha hecho un análisis numérico que puede, sin lugar a dudas, presentar la realidad de lo que nosotros pensamos y de lo que al pueblo le interesa que se analice en la cuenta pública. Creo que hemos cumplido en lo que llevamos hasta ahorita del debate con este mandato constitucional por parte de los diputados de Acción Nacional, pero esta fracción, al igual que la primera del Artículo 65, también nos da la responsabilidad a los diputados de que veamos si hay justificación en el gasto que se ha hecho. Y esta es una de las partes más importantes a cumplir en este mandato constitucional; si ha habido justificación en los gastos. El sector del desarrollo social al que en este momento estamos llegando en el análisis, es uno de los sectores que reviste, más consecuencia en su desarrollo para la nación mexicana y, desde luego, vimos que en la Cuenta Pública tiene el 22% del total, corresponde al sector del Desarrollo Social.

Nos interesa, pues, saber si las partidas que correspondieron a este sector, están justificadas y estarán justificadas en tanto cuanto hayan servido para atender las demandas de todos los mexicanos que han requerido de atención para su desarrollo social.

Si partiéramos de la idea básica de la necesaria dependencia que el hombre guarda respecto a la sociedad en que vive, tendríamos que pensar que los mexicanos, en la medida en que las diversas instituciones creadas para propiciar el desarrollo social, hayan cumplido con llenar esas necesidades, entonces podríamos decir que el ejercicio del presupuesto anotado en la Cuenta Pública ha cumplido y ha sido justificado.

Decía que este sector reviste una gran trascendencia, porque el objeto de todo el desarrollo económico no es, en sí, la meta de lograr un desarrollo económico, sino de usarlo como un medio simplemente para llegar al fin más alto, que es el desarrollo total de la persona, como persona con parte material y con parte espiritual, y si lo ejercido en esta parte del Presupuesto para desarrollo social no ha cumplido esa meta de servir para la elevación humana del mexicano, no podemos pensar que se deba aprobar, porque no ha llenado las necesidades, no se puede justificar.

En la medida en que llene estas metas, podremos decir que el gasto ha sido justificado, pero si este gasto sólo pudo promover determinada actividad, pudo mejorar los ingresos de algunos sectores o pudo tal vez solamente acrecentar fortunas de funcionarios públicos o privados, pero no mejoró en la misma proporción las condiciones sociales que promueven el bienestar y la elevación de los mexicanos, entonces, no podemos decir que esas partidas estén justificadas.

Tampoco se puede decir que estén justificadas cuando lo que mueve a su aplicación es la necesidad solamente de mejorar artificialmente la imagen del régimen y no la solución a fondo de las necesidades reales.

Y podemos afirmar, después de observar algunos resultados, que en el sector de desarrollo social, el gasto desde luego que no se ajustó al presupuesto, eso ya ha sido analizado, pero también podemos observar que los resultados observables no se pueden decir justificados porque no han llenado todas las necesidades reales de demandas de superación social que el mexicano requiere.

Solamente me quisiera referir a dos aspectos que son los más importantes en este desarrollo social: el aspecto de la salubridad pública. Si nuestros mexicanos no tienen salud, si nuestros mexicanos no cuentan con la parte humana primero, para poder desarrollar el espíritu, no podemos dar los siguientes pasos.

En esta área de salubridad se ejerció la cantidad de 6,237 millones que pudieran parecer muchos, pero que dadas las necesidades cuantiosas de la población, cualquier cantidad resulta insuficiente.

En este sector, para llenar las necesidades que debe abarcar, hay dos instituciones que son las que en gran parte cumplen la función de salud pública: el ISSSTE y el Seguro Social. Estas dos instituciones han ejercido cantidades cuantiosas y hay algunas personas que se sienten satisfechas con el hecho de que solamente las instituciones existan y han expresado el hecho de que se les critique es satisfactorio, porque se les está tomando en cuenta y se sabe que existen.

Yo pienso que no podemos sentirnos satisfechos solamente con que existan las instituciones y algún servicio presten, sino que nuestra obligación debe ser exigir que éstas instituciones presten el servicio más eficiente, presten el mejor servicio; porque pueda rendir mucho más un solo peso actuado con sentido y calidad humana, puede rendir mucho más un escaso presupuesto que se aplica tratando a la persona con calidad de ser humano, que enormes cantidades aplicadas con desprecio, con frialdad o con despotismo, por eso tenemos que exigir que los servicios que las instituciones sociales presten, sean prestados con dignidad, con calor humano, con responsabilidad y desde luego con honradez y justicia.

No habrá presupuesto suficiente que alcance para llenar las demandas crecientes de salud de nuestra población. Es necesario, por eso, hacer hincapié en el buen manejo que se dé a los escasos haberes con que se cuenta y es necesario también que se cree una conciencia de solidaridad para poder dar servicios sin costo de sueldos personales, en trabajo voluntario.

¿Cómo sería positivo que se revisara la acción del trabajo voluntario en la salubridad?

Hay tantos recursos desperdiciados en nuestro país, que si tuvieran motivaciones altas, que si hubiera capacidad de elevar la mira en esos sectores privilegiados, para que pudieran dar de ese tiempo que les sobra sin costo para nadie y poder incrementar en forma positiva los servicios sociales de nuestro pueblo. Y esto es indispensable para que estas instituciones puedan funcionar mejor, porque los fundamentos de estas instituciones de servicio social, están pues en los valores de la solidaridad humana y su finalidad en múltiples aspectos, trasciende los fines del Estado.

Estas instituciones deberían ser autónomas, organizadas y manejadas con gran espíritu de servicio a la comunidad, al margen de la política. Esto sería un ideal que nosotros quisiéramos conseguir y esperamos algún día llegar a lograrlo, porque ahora vemos con tristeza que se ha encontrado la forma de utilizar esas instituciones como instrumentos de control profesional y humano y como medio de propaganda gubernamental, pero no perdemos la esperanza en que llegará el día que esas instituciones que deban ser solamente para el bienestar de la humanidad y sobre todo que nuestros mexicanos sean manejados con este espíritu de solidaridad y de servicio que nosotros estamos analizando y hay un segundo aspecto en este sector de desarrollo social que reviste una importancia enorme y yo me he preguntado al participar en este debate, si tendría algún sentido realmente participar. Antes de abordar este tema que para mí tiene una significación tan especial, yo quisiera considerar, porque me lo he puesto a considerar a mí misma, si tiene algún sentido participar en el debate puesto que ya sabemos que la decisión está tomada, puesto que ya sabemos que no va a haber manera de que un dictamen que a todas luces debía ser rechazado, vaya a ser aprobado y yo he pensado que se le puede dar a este debate un fin práctico y una utilidad positiva para el pueblo de México que representamos y quisiera aprovecharlo para que pudiéramos hacer planteamientos que nos hicieran revisar lo que hasta ahora se ha hecho y se pudiera planear para que en el futuro no sucedieran las cosas negativas que pasaron y se pudiera por lo menos abrir la esperanza a mejorar en estos campos, porque el desarrollo social es algo que no puede quedarse rezagado y que si lo descuidamos la trascendencia se hará sentir a través de muchos años en nuestra población.

Entonces pienso que al tratar este asunto que va a seguir en el desarrollo social como es la educación, más que analizar todo lo que hemos hecho, podíamos pensar en todo lo que no se ha hecho y que podríamos hacer y entonces así sí tendría algún sentido estarle dedicando estas horas al análisis y tendría alguna utilidad práctica para el pueblo cuando viéramos que de aquí puede salir algo positivo que va a redundar en un viaje hacia la corrección de las fallas y hacia llenar los huecos que hemos dejado. La educación que es la base de todo desarrollo, la educación a la que se está destinando un presupuesto que está fuera de nuestras posibilidades y que a pesar de eso es insuficiente y que seguirá siendo insuficiente porque el crecimiento nos arrolla y cuando hemos logrado crecer en el servicio en una línea ya la necesidad es más grande que ese servicio que hemos proporcionado. Sería esta pues la ocasión de pensar en que la educación debe ser atendida desde otro punto de vista. Es ya tiempo de que se piense que esta lucha de la educación la debemos lograr juntos todos, es deber del Estado y del pueblo pero no puede ser monopolio del Estado.

Todos los mexicanos tenemos que poder participar en esta lucha de la educación y el Estado debe abrir los cauces adecuados para que la iniciativa privada pueda aportar todo lo que ella tiene y puede aportar para que la educación sea suficiente en nuestro pueblo.

Sería también conveniente pensar en la promoción de esos maestros, esencialmente de los maestros de la instrucción primaria, porque la educación primaria es la base de nuestra educación y se ha perdido demasiado tiempo por planos y planes que no responden a períodos de tiempo largo, sino que están haciendo cada vez renovados y cuando los maestros acaban de adaptarse a un término, ya viene otro nuevo término. Es necesario que en la educación tengamos una planeación a largo plazo y que no se estén desperdiciando tantos esfuerzos que no se esté perdiendo la oportunidad porque en el tiempo en que no se gana en la educación primaria, después es muy difícil recuperarla en las etapas siguientes.

Ojalá que al hacer el presupuesto, pensemos, no tanto en los números, sino en los planes que se pueden hacer para remediar las lagunas en que en la educación hemos dejado de hacer.

Yo pienso que es necesario que suplamos esta insuficiencia de recursos económicos, ya se han dicho todas las causas que nos han obligado llegar a ella, que suplamos esta insuficiencia de recursos económicos con una campaña de solidaridad nacional en la cual todos, aun careciendo de esos recursos materiales, podamos aportar la riqueza de nuestro contingente humano para salir adelante en esta área del desarrollo social. Si no ponemos estas bases lo que sucederá será que el próximo año, cuando tengamos que volvernos a reunir para revisar la Cuenta Pública, cuando tengamos que volver a entrar a este debate, sucederá la misma actuación de hechos que hemos estado viendo ahora.

Sucederá que el dictamen se va a tener que aprobar sin escuchar las razones, porque la aprobación del dictamen se decide antes de analizar los argumentos y sucederá también que quizá, el año que entra, cuando estemos aquí de nuevo y volvamos a escuchar, nos van a repetir que la "Revolución" se está haciendo por etapas y que ha pasado ya la primera etapa que fue establecer la paz y que vino la segunda etapa de impulsar las actividades económicas y que vino la tercera etapa de entregar la tierra y que vino la cuarta etapa,

de crear estructuras. Y les preguntaríamos ¿qué nos queremos quedar en la quinta etapa? ¿Nos queremos quedar en la quinta etapa, que ha sido la del saqueo, del despilfarro y la ineficacia; no sería mejor que con nuestro voto en contra, pusiéramos límite a esta etapa y la pudiéramos cortar lo antes posible? Porque si no salimos de esta etapa lo más pronto posible, los representantes del pueblo van a tener que volver a aprobar una cuenta pública van a tener que aprobar un dictamen, que no está respondiendo a las necesidades. Y va a suceder que dentro de un año tenemos que volver a oír a la oposición de seudoizquierda atacar a la oposición de Acción Nacional, atacarla para poder con esos ataques, pagar el precio de sus curules y de su escaño y poder así ayudar a que el voto aprobatorio sea de una mayoría aplastante.

Pero yo pienso de que es tiempo ya de que el Congreso se abra a escuchar la razón, se abra y llegue a ser un verdadero parlamento, en donde vengamos aquí al debate con la mente abierta. Que vengamos a este debate a escuchar los argumentos y después de escucharlos poder tomar la decisión de como va a ser nuestro voto, sólo así estaremos respondiendo a las demandas del pueblo, sólo así podremos decirle que estaremos cumpliendo con el encargo que nos ha hecho.

Yo espero que sea esta la última vez en que funcione así la aprobación de un dictamen, que vengamos abiertos y que podamos decir, hemos aprobado el dictamen por convicción y porque los argumentos nos han convencido, no porque ya traíamos la decisión previamente marcada. (Aplausos.)"

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Salvador Reyes Nevárez del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Salvador Reyes Nevárez: Con su venia, señor Presidente.

Honorable asamblea:

Realmente, este debate en torno al Dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta ha tomado un cariz, desde el principio, de terco forcejeo en que participan, por una parte, los representantes de la oposición que yo llamaría no precisamente oposición, sino simplemente negación, y por otra parte, los representantes de la mayoría parlamentaria de nuestro Partido Revolucionario Institucional.

Por un lado se esgrimen las cifras y por otro lado se argumenta con razones.

Las cifras podrían parecer convincentes, elocuentes, demostrativas por sí mismas. Nosotros creemos sin embargo y lo hemos sostenido así en esta tribuna, que las cifras son equivocadas si se les despoja, si se les cuenta desnudas y sin asideros, desprovistas de razones.

Hemos, durante estos tres días; compañeros diputados de Acción Nacional, procurado hacer lo que acaba de pedir la diputada Alvarez de Vicencio; hemos procurado que el debate no sea una comunicación imposible entre dos bloques que se rehusan recíprocamente a entender las posiciones del contrario.

No lo hemos logrado según podemos comprobarlo, y según ya habíamos podido imaginar desde un principio.

Pero les aseguro que la intransigencia, la cerrazón ante los argumentos del interlocutor no están en nosotros, sino en ustedes.

Las razones que apoyan estas cifras, las razones que dan sentido a las cifras de la Cuenta Pública, han sido ya expuestas más de una vez; han sido expuestas en múltiples ocasiones durante estos tres días en esta misma tribuna.

No voy a repetirlas; no voy a insistir en que el subdesarrollo no es una hipótesis más o menos fantasiosa que se nos haya ocurrido para tratar de explicar determinados quebrantos financieros.

No voy a insistir en que el Tercer Mundo no es una invención de fantasías más o menos calenturientas. No voy a declarar una vez más que estos quebrantos que registra la Cuenta Pública y que numéricamente son verdaderamente muy considerables, fueron tratados de evitar por el Gobierno de la República, por el Gobierno de la Revolución, a través de medidas de política financiera, de política económica, que arrojan estos resultados, que no son desde luego - y mis compañeros economistas y los señores economistas en general podrían suscribirlos - los peores resultados que se hubiera podido obtener.

La señora diputada Alvarez de Vicencio no entró realmente al meollo de la cuestión. Más que referirse al Ejercicio de 1976, aludió - y esto, aunque excede los límites del debate, no me parece en principio censurable - aludió a lo que debiera ocurrir en próximos ejercicios; más que hablar del pasado ella pensó en lo futuro. Desde el punto de vista estricto del debate, la materia pues es escasa para una réplica a la señora diputada Alvarez de Vicencio. Sin embargo, conviene señalar algunos puntos que dejó establecidos desde el principio de su intervención y que los diputados del Partido Revolucionario Institucional no querríamos pasar por alto. Se refirió mi antecesora en esta tribuna a determinadas contradicciones que ella creyó advertir entre los diputados del Partido Revolucionario Institucional. Dijo, por ejemplo, que alguno de nosotros había considerado concluida la Revolución, en tanto que otros más habíamos afirmado que la Revolución sigue en proceso.

Otra de las contradicciones que creyó observar la diputada Alvarez de Vicencio se refiere a nuestro estado de desarrollo o de subdesarrollo. Yo creo que no deberíamos realmente prestar demasiada atención a estas contradicciones que - todos podemos asegurarlo - , en caso de existir literalmente en el texto de los discursos, se deben, como es obvio, más bien a imprecisiones del lenguaje que a imprecisiones ideológicas, que en estos puntos, en relación con nuestro movimiento revolucionario, son absolutamente, impensables y no podemos incurrir en ellos. La Revolución, todos lo sabemos, es el signo del México contemporáneo; inclusive, ustedes como miembros del PAN son de

alguna manera un producto de la Revolución; si no existiera la Revolución y si no fuera un proceso fecundo, un proceso que ha impreso en este país el estilo que ahora nos distingue, entonces AN simple y sencillamente no habría nacido. Acción Nacional, sin la Revolución ya estuviera muerta, ya fuera simplemente un dato histórico, no seguiría luchando en la oposición como ahora lo hace.

En cuanto al desarrollo y al subdesarrollo, me parece que el asunto realmente no vale la pena. Podemos considerarnos, desde el punto de vista industrial, - y creo que esta es la coyuntura donde la diputada Alvarez de Vicencio articula su objeción - , podemos decir que en cuanto al desarrollo industrial somos un país de nivel medio, pero el desarrollo industrial no es todo. Realmente el concepto de desarrollo es el que definió la señora Alvarez de Vicencio: se trata de un proceso que atañe primordialmente a la persona humana, a la persona humana no concebida únicamente ni como sujeto de consumo ni como objeto de determinadas manipulaciones o determinadas operaciones de carácter económico. Entonces, si estamos en nivel medio en lo que se refiere a nuestro crecimiento industrial, no podemos en cambio presumir que hayamos alcanzado las mismas alturas por lo que atañe al verdadero y total concepto de desarrollo.

Pero, en fin, yo quisiera simplemente, corregir, o limar, o suavizar, para ver si podemos entendernos, algunas de las expresiones que me parecen claves, de la intervención de la señora diputada de Acción Nacional.

Ella dijo que en la cuenta de 1976, relativa al sector de Desarrollo Social, estaría justificada si se hubieran alcanzado las metas de este importantísimo sector de la actividad pública.

Si todos los mexicanos disfrutáramos ya, en virtud de aquel ejercicio de 1976, y, claro, de los ejercicios anteriores, disfrutáramos de esta situación de desarrollo cabal a la que tienden todas estas actividades del régimen.

Me parece que hay en estas apreciaciones, por lo menos, un exceso; un exceso porque es impensable, y la señora Alvarez de Vicencio seguramente lo reconocerá así, es impensable que durante un solo año de la historia de un país, y más tratándose de un año crítico, como fue evidentemente, 1976, el régimen se dé el lujo de alcanzar, definitivamente, o por lo menos, de alcanzar de una manera muy seria, muy notoria, todas las metas que se ha fijado una política que no está planeada para el corto plazo de manera exclusiva, sino también para el modelo y para el remoto plazo.

Yo no soy especialista en cuestiones de salud. Es posible que alguno de mis compañeros pueda referirse con mucho mayor acierto, a estos temas y más que posible, es absolutamente seguro. Así, pasaré sobre este primer inciso de la intervención de la señora Alvarez de Vicencio para llegar al segundo que es el de educación.

Aquí es donde debemos mirar con mucha atención la actitud de nuestros amigos y opositores de Acción Nacional.

Yo creo, y creo que de ello estamos convencidos todos, que la educación ciertamente es una empresa que nos incumbe, sin ninguna excepción a quienes habitamos en este país. Desde este ángulo podría ser inobjetable la postura de la diputada Alvarez de Vicencio.

El Plan Nacional de Educación que acaba de ser elaborado en la Secretaría del ramo es fundamentalmente un plan que implica la participación de todos los ciudadanos, no solamente de los profesores y de los alumnos, no solamente de los padres de familia, sino de la sociedad en su conjunto en esta fundamental cruzada que hemos de proseguir - porque ya está emprendida - , que hemos de proseguir para alcanzar mayores niveles de instrucción, de educación y de capacidad para el trabajo.

Pero cuidado; la participación de la sociedad en una empresa que la Constitución de la República atribuye al Estado, al Estado como rector, como director, de acuerdo con principios fundamentales de nuestra organización política, es una cosa muy distinta de procurar que el Estado abdique esa función rectora y a nombre de una insuficiencia de recursos que a todos nos consta, pero que de ninguna manera podría justificar el retroceso que nos propone Acción Nacional, a nombre de esa insuficiencia de recursos, confiar, ceder, poner la educación en manos de los particulares. Esto, compañeros diputados de Acción Nacional, la República a la que representamos mayoritariamente en este Congreso, los ciudadanos progresistas de México, que son la mayoría, como lo expresa la proporción en que estamos aquí reunidos diputados de distintas ideologías, esto no lo podríamos admitir jamás. No lo podríamos admitir porque equivaldría a dar marcha atrás a la historia misma.

Porque representaría la enajenación, la pérdida, la quiebra, la autoquiebra de una de las conquistas más importantes que nos definen, con otras muchas, como un país verdaderamente moderno. No podemos transigir en la intervención de los particulares. Y, como sabemos, detrás de este vocablo, "particulares", empiezan a aparecer cofias y revuelos de manteos y de casullas. No podemos admitirlo. Es cierto que nuestro país no anda sobrado de recursos; que a pesar de que año con año el presupuesto que se destina a las labores educativas es más y más cuantioso, siempre no va ganando la carrera un factor que está fuera, en este momento, de nuestro Gobierno, que es el factor demográfico.

Todo esto es cierto. Pero también es innegable que la Revolución, que los regímenes emanados de esta Revolución que sigue en marcha, ha logrado avanzar terrenos verdaderamente enormes. También es cierto que existen en el país escuelas rurales, escuelas primarias, secundarias, tecnológicas, agropecuarias, institutos tecnológicos regionales que hace apenas 10 años formaban si acaso un esquema ideal, cuya realización se habría podido considerar muy

difícil, en tan corto lapso. Todo esto lo hemos logrado. En manos de nuestros hijos están los libros de texto gratuito, que no establecen ninguna diferencia; que no son los mismos en una humildísima escuela rural del rincón más remoto que pueda imaginarse, que los que por lo menos, debieran ser leídos en los colegios particulares de lujo de la capital de la República. ¿Qué más podría decirse? Impugnar algunas otras afirmaciones de carácter político de la diputada Alvarez de Vicencio podría ser importante, de hecho es importante.

Se refiere ella por ejemplo a la división en etapas del movimiento revolucionario de nuestro país, se refiere a esta quinta etapa que a su juicio es una etapa de despedazamiento, de anarquía y de falta de ética en la conducta de quienes conducen la vida pública. Todo esto me parece, más que afirmaciones, más que puntos de una crítica seria, me parece simples botones que tratan de provocar en nosotros una respuesta de algún tono poco parlamentario o que rompan la cordialidad que debemos mantener dentro de esta sala. Simplemente habría que recordar que aquí estamos para hacer verdaderamente crítica, pero no para repetir murmullos, cosas que se oyen, no sé, en los cafés, en las reuniones de amigos, y tal vez en el salón de belleza y que realmente no implican ni un ataque que requiera repuesta ni mucho menos un señalamiento de verdaderos errores, de verdaderos defectos del México actual.

Yo pido, compañeros, que por lo que respecta al sector de desarrollo social y concretamente al subsector educativo, se considere, como en todos sus demás puntos, válido el Dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta, y que sea aprobado, porque la Comisión a este respecto como en relación con todos los demás puntos del Dictamen de la Cuenta, logró establecer la justificación del gasto .

Se ha repetido hasta la saciedad, pero creo que vale la pena volver una vez más sobre el asunto que ya la comprobación, partida por partida de ese gasto, no es asunto que nos incumba, sino a la Contaduría Mayor de Hacienda. Muchas gracias compañeros. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al C. Diputado Jesús González Balandrano, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Jesús González Balandrano: Con su venia, señor Presidente. Honorable Asamblea.

Analizamos en la Cuenta Pública los gastos efectuados durante el año de 1976 en lo que respecta fundamentalmente al desarrollo del sector social y en especial quisiera tocar el tema de salud.

Nosotros consideramos que es muy importante analizar ese factor, puesto que ha sido una de las preocupaciones que todos los Gobiernos Revolucionarios han tenido en mente, una preocupación por proteger cada día más la salud del pueblo mexicano.

Entendemos como salud no solamente la aplicación de métodos curativos, porque en muchas ocasiones desvirtuamos el concepto salud en la aplicación de tratamientos meramente curativos y olvidamos otros factores que las instituciones del Gobierno Federal y los sectores paraestatales están realizando en una forma permanente y constante: los métodos preventivos, la introducción de agua potable, en fin, una serie de condiciones que provocan o que buscan la salud del pueblo mexicano.

Nosotros consideramos que esta preocupación, que tiene su inicio en las etapas revolucionarias, prerrevolucionarias y que quizá también haya sido una de las preocupaciones sólidas que los obreros de México plasmaron en la Constitución de 17, esta preocupación estaba plasmada en la fracción 29 del artículo 123: "buscar sistemas que dieran al obrero mexicano la seguridad social a la que ellos han aspirado".

¿Y qué es lo que sucede en el momento actual?

Nosotros analizamos en el sector Desarrollo Social, una serie de gastos, una serie de transferencias que, a nuestra manera particular de ver, están perfectamente justificadas.

Coincidimos por lo mencionado por la diputada Alvarez de Vicencio, en cuanto a la importancia que tiene el desarrollo social para la comunidad mexicana; coincidimos también en que en este debate de la Cuenta Pública, ha sido un análisis, ha sido una evaluación de los datos que se nos proporcionaron; coincidimos también en que damos vigencia a los mandatos constitucionales; pero, sin embargo, hacemos un análisis de lo mencionado por ella en cuanto que si ha tenido o no justificación, si ha servido o no para dar mejor desarrollo a la comunidad mexicana. Yo puedo asegurar que estamos seguros que ha contribuido de manera importante en el desarrollo social del pueblo mexicano; si consideramos que esta salud es preocupación constante; si consideramos que la salud nos proporcionará mejores métodos de vida y tendremos también una mayor capacidad, un mejor pueblo, una serie de mejores mexicanos para poder dar cabal cumplimiento al desarrollo económico, social y político al que todos aspiramos.

Se mencionaba que si la inversión en el gasto público de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, había sido justificada; se ha mencionado también que si las mencionadas transferencias a estos sectores de salud, abarcando la Secretaría de Salubridad y Asistencia, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado y el Instituto Mexicano del Seguro Social, habían sido justificadas. Están tan justificadas que es con nuestros recursos, con estos recursos con los que se ha podido continuar la labor de desarrollo social del sector salud que el Gobierno Federal ha emprendido desde hace tiempo y que continuará. Coincidimos también en que en ese sector, ese 21.7% del presupuesto ejercido, fundamentalmente es acorde con lo que en esta Cámara fue aprobado en presupuesto del año de 1975 para el ejercicio de 1976.

Que las desviaciones no fueron importantes, que realmente su aplicación fue plenamente

justificada y los motivos de desarrollo social poco a poco los estamos viendo.

Quizá esto debamos recordarlo para que cuando al aprobar el presupuesto del año siguiente, tengamos en mente precisamente que este sector de desarrollo social necesita una mayor cantidad para poder dar mejores búsquedas y cabal cumplimiento a todas las aspiraciones que el pueblo de México tiene derecho.

Se mencionó aquí que las instituciones de Seguridad Social, necesitan mayor solidaridad, pero son precisamente los estatutos jurídicos y - hablando específicamente - como trabajador de la salud y hablando también del Instituto Mexicano del Seguro Social, podría decirles que su estatuto jurídico precisamente, le impide desarrollar otro tipo de actividades que no sean aquellos a los que la misma ley del Seguro Social ampara, pero sin embargo, desde el año de 1973 en que se realizaron una serie de modificaciones aprobadas por este congreso, se dio cabal cumplimiento a una serie de condiciones del que el pueblo de México buscaba.

Se encontraron esquemas modificados del Sistema de Seguridad Social y se aprobó la solidaridad social esta solidaridad social que el momento actual abarca a más de dos millones y medio de mexicanos; que sin tener la capacidad contributiva para su inscripción en el Seguro Social, en las Instituciones de Seguridad Social, está plenamente fundamentada y desde luego tiene un cabal cumplimiento en los sistemas de solidaridad social.

Se encontraron también una serie de esquemas modificados que permitieron a una serie de trabajadores que sin reunir los requisitos específicamente señalados, en el precepto jurídico de la Ley del Seguro Social, se encontró la fórmula de poderlos asegurar y de tener el derecho a la salud.

Todo esto nos implica que necesariamente esas transferencias efectuadas, ese gasto público plenamente justificado con estas acciones, sea precisamente en el Dictamen de la Comisión, uno de los factores para solicitar la aprobación por este H. Congreso.

Las instituciones de desarrollo social, las instituciones gubernamentales, han dado cumplimiento cabal a lo presupuestado dentro de sus límites de presupuesto y perfectamente justificados.

Sin embargo, quisiera comentar que todos estos factores han sido motivados.

Quizá ya se ha hablado mucho aquí de los problemas de devaluación, de la crisis económica que sufrimos en el año de 1976 y que lógicamente implicaron que estas transferencias fueran más abundantes.

Se ha mencionado en muchas ocasiones y hace poco en esta tribuna la señora diputada Alvarez de Vicencio lo mencionaba, que ojalá que esas instituciones tuvieran solidaridad social, que esas instituciones tuvieran trato humano.

Como trabajador de la salud sí puedo decirle señora diputada, que es preocupación no del pueblo, es preocupación de los propios trabajadores de la seguridad social, el encontrar en forma interna, los mejores métodos que nos permitan actuar cada día mejor, porque estamos plenamente conscientes de que el único límite que tendremos será nuestra propia capacidad, pero tenga usted la plena seguridad que los trabajadores de la seguridad social y en este caso me refiero a los sistemas de seguridad social ISSSTE y Seguro Social, siempre están dispuestos a atender a todos aquellos que requieren la atención y que solicitan nuestra intervención para poder atacar los efectos de la salud.

Muchas ocasiones se han mencionado aspectos de fraudes, aspectos de condiciones inhumanas, de trámite inhumano.

Sin embargo, hablando en una forma general, siempre mencionamos algo que es muy fácil de decir: dejar al libre albedrío lo que puede ser mencionado de esta manera.

Nosotros, las instituciones de seguridad social siempre estamos preocupados por ello y los casos específicos siempre los atendemos porque somos conscientes de que tenemos la obligación de atender a nuestros derechohabientes.

El Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales al Servicio de los Trabajadores del Estado es también una plena muestra de lo que el trabajador de la salud realiza en las actividades de una preocupación que los mismos trabajadores tienen: otorgar mejor salud; otorgar el factor salud a todos aquellos a los que tienen derecho a él y aun en los sistemas de solidaridad social puesto que no existen limitantes para que nosotros en casos de urgencia atendamos de manera indiscriminada a todo aquél que requiera de nuestros servicios.

Sin embargo, nuestros preceptos jurídicos están perfectamente enmarcados; son sujetos de estos sistemas de seguridad social todos aquellos que están incluidos dentro de los preceptos jurídicos que dieron nacimiento a éstos organismos.

Y estamos plenamente conscientes de que habremos de continuar en nuestra lucha por dar mejores condiciones de trabajo, en Salubridad y Asistencia los trabajadores de la salud que abarcan a ese gran porcentaje de mexicanos que aún no están amparados por los sistemas de seguridad social.

Esta distribución en el país, estos grupos de trabajadores de salud en la Secretaría de Salubridad y Asistencia, realizan también esfuerzos múltiples, continuos y constante para poder dar a aquéllos que no están sujetos a los sistemas de seguridad social la atención que ellos requieren.

Para nosotros, este análisis de la Cuenta Pública en el Sector Salud es realmente muy justificado. No vamos a mencionar las cifras que ustedes conocen perfectamente bien y que han sido reiteradamente mencionados en esta Tribuna, sin embargo, sí quisiera referirme de manera especial a algo que se comentó el día de ayer en esta Tribuna.

El día de ayer se mencionaba que en algunas instituciones los trabajadores tenían una serie de prestaciones, que los trabajadores tenían una

serie de condiciones económicas superiores al nivel común; sin embargo, digamos que estos grupos de trabajadores son grupos organizados, son grupos que han luchado por muchos años por conquistar lo que quisiéramos para todos los mexicanos.

Mejores condiciones de salarios.

Y mencionábamos también que ese grupo de trabajadores ha sido precisamente los que en el año de 1976 durante esta grave crisis económica, los que pusieron, han puesto y seguirán poniendo su mejor esfuerzo, porque han sido los trabajadores, el grupo de trabajadores mexicanos, los que se han solidarizado con los gobiernos de la Revolución y los que han contribuido de manera importante para que salgamos todos juntos del bache económico en que nos encontramos.

Pero, ¿qué ha sucedido con la iniciativa privada? La iniciativa privada no ha querido responder a este llamado que desde esa época se les ha hecho para que contribuyan con nuevas fuentes de trabajo, la respuesta, en el año de 1976, año crítico, año crítico que estamos analizando en Cuenta Pública, hubo cierre de empresas, hubo un incremento en el desempleo muy cierto, pero un incremento del desempleo motivado precisamente ¿por qué? Motivado por el despido de un gran número de trabajadores, por cierre de empresas y ¿qué ha sucedido? Durante todo este año todavía estamos esperando la respuesta de la iniciativa privada creando nuevas fuentes de trabajo.

No corresponde al Gobierno Federal crear estas fuentes de trabajo; corresponde al Gobierno Federal, como rector de la economía nacional, el dar, el buscar las facilidades que ha venido otorgando a la iniciativa privada para que pueda crear estas fuentes de trabajo. ¿Qué ha sucedido? Que todavía en estas épocas nos encontramos con problemas serios de desempleo, desempleo porque esa misma iniciativa no ha querido intervenir, no ha querido crear nuevas fuentes de trabajo y los trabajadores mexicanos, poniendo el máximo de su esfuerzo, buscando juntos salir, solidariamente con el Gobierno Federal y con todos los mexicanos, de este bache económico en que nos encontramos.

Datos precisos los tenemos fácilmente comprobables cuando manejamos los incrementos de trabajadores que normalmente teníamos en años anteriores y que la respuesta de la iniciativa privada nos ha mencionado como una disminución cada día más acentuada dentro de las instituciones de seguridad social. En el caso concreto de la seguridad social, en el año que está por terminar, hemos tenido un incremento de derechohabientes de 1.6%. En años anteriores manejábamos porcentajes de incremento de 10.5%, 7% y ¿qué es lo que nos significa esto? Nos significa simple y llanamente que la iniciativa privada no ha querido ni quiere responder a ese llamado que el Presidente de la República les ha hecho. Si esto sucedió en 1976 en nuestro problema crítico económico y que estamos todos conjuntamente solidarios con el Gobierno Federal, buscando la solución a nuestros problemas económicos, no es precisamente no creando fuentes de trabajo ni incrementando la industria en el país como vamos a salir de este bache. Es con la participación solidaria, con la solidaridad nacional, con la participación de todo, industriales, nacionales, extranjeros y con los trabajadores de México, como podremos salir adelante.

El campo, nos va a responder. Tenemos la plena seguridad de ello, pero estamos también conscientes que esta solidaridad debe indefectiblemente participar la iniciativa privada, porque no tenemos manera de crear estas fuentes de trabajo.

Necesitamos esas fuentes de trabajo. Queremos esas fuentes de trabajo y tengan ustedes la plena seguridad que el sector salud sabrá también corresponder con su esfuerzo, con su mayor capacidad para que juntos salgamos de este bache.

Las instituciones de seguridad social en el país, son un importante factor de distribución de ingreso.

Son importantes, porque, a la medida de que cubren la salud de los trabajadores de México, hacen llegar también justicia social a los estratos sociales más necesitados y, por otra parte, con la derrama de presupuestos, produce efectos multiplicador del ingreso de la economía nacional.

El comportamiento del sector dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación y el análisis de los resultados obtenidos, evidencian los esfuerzos y el análisis de los resultados obtenidos y se comprometen en un régimen, en reafirmar a la estrategia política de conducción del país, el sentido social revolucionario congruente con los imperativos constitucionales de equidad y de justicia revolucionaria.

Salud, educación y vivienda, constituyen, sin duda, tres demandas sociales y políticas de primera magnitud.

Aparte, por supuesto, de una demanda fundamental de aseguramiento de niveles satisfactores de nuestro pueblo.

Señores diputados:

No quiero alargar, de ninguna manera, haciendo consideraciones sobre el sector salud. Sólo quiero recordarles que si así como en este sector de desarrollo social son plenamente justificados los gastos que la Cuenta nos detalla, así han sido demostrados en las intervenciones de mis compañeros de partido, del Partido Revolucionario Institucional, todas y cada una de las demandas que han sido presentadas, todas y cada una de las inquietudes que se han manifestado.

Nosotros esperamos que conjuntamente busquemos salir de este bache y estamos plenamente seguros que habremos de salir del bache y aquí me permito solicitar de ustedes, que el voto sea aprobatorio para este Dictamen que la Comisión de Presupuestos y Cuenta pone a su consideración.

Muchas gracias. (Aplausos.)"

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra a la diputada Marta Andrade de Del Rosal, del partido Revolucionario Institucional.

- La C. Marta Andrade de Del Rosal: Con su venia, señor Presidente: Compañeros

diputados, señoras y señores: Hemos escuchado con gran interés brillantes intervenciones en pro del Dictamen; hemos escuchado al partido Acción Nacional, con la libertad que existe en esta Cámara, exponer sus duras críticas y sus preocupaciones.

Yo considero, y digo a la diputada María Elena, que no debe ser pesimista y pensar en que es en vano venir a la tribuna. En muchas ocasiones hemos aceptado lo que ustedes han manifestado en esta tribuna, cuando consideramos que no son críticas sino son aportaciones que vienen a enriquecer los propósitos que animan a todos los diputados de todos los partidos representados en esta honorable Cámara.

Si vamos a aprobar el Dictamen los diputados conscientes, con diputados responsables, los que tenemos fe en los destinos de México y que dejamos a un lado actitudes medrosas y pesimistas, pensando siempre en el incesante progreso de México.

Efectivamente hay gran preocupación, y lo han dicho mis compañeros que me han antecedido en el uso de la palabra en relación a que en el sector social existen todavía grandes carencias. Que ningún presupuesto es suficiente para las necesidades que presentan todavía en sus justas demandas en angustiosas carencias, compatriotas nuestros en todo el país. Pero no podríamos desconocer, pues seríamos injustos, los esfuerzos de los gobiernos revolucionarios, y que todos han coincidido en sus presupuestos para poner en los más importantes renglones de los egresos federales, la educación, la salud, la vivienda, la seguridad social a que tiene derecho todo mexicano.

Yo quiero contestarle al compañero Garabito, compañero de otra legislatura también, que en el renglón de vivienda, aun cuando falta mucho por hacer, los programas de vivienda popular del sexenio pasado resolvieron las angustiosas demandas de miles de conciudadanos. Cómo me gustaría que ustedes me acompañaran a visitar las unidades habitacionales en el Distrito Federal y en la provincia; las del Departamento del Distrito Federal, las del ISSSTE en su Organismo FOVISSSTE, aun las del INFONAVIT.

En mi modesta actuación, me tocó trabajar en el ramo de Vivienda Popular, y creo que una de las más grandes satisfacciones que he tenido en mi vida, es primero, ir a levantar los censos en las zonas de precarismo, donde en forma infrahumana, todavía viven muchas familias mexicanas, pero también la gran satisfacción de entregar las llaves de una decorosa vivienda, ver la satisfacción del matrimonio al recibir su casa, su patrimonio familiar, ver la alegría de los chiquitines al abrir una llave y ver que corre el agua y saber que ya no tendrán que ir al lejano hidrante a cargar esas cubetas para llevar el preciado líquido, para satisfacer sus más indispensables necesidades; ver la tranquilidad de los jóvenes, de los adolescentes, al saber que cuentan con una recámara y evitar así la peligrosa promiscuidad, con asomarse a la ventana o a la puerta de su casa y ver la escuela nueva, la plaza cívica, la zona comercial, la zona de juegos que evita los peligros del niño jugando en la calle y esto es un esfuerzo del gobierno revolucionario y está asentado en el Dictamen en un gasto, que se justifica. Sí falta mucho por hacer, pero en este renglón sí hemos logrado bastante. Los invito a que vayamos a la Vicente Guerrero, donde viven 85 mil almas, o a Ermita Zaragoza con su Casa del Pueblo donde se reúnen las familias para trabajar en comunidad y mejorar sus situaciones en trabajo y en mejorar su vivienda. A los Picos de Iztacalco - Iztapalapa, a la zona de Las Trancas, que quien la conoció, ahora se admiraría de ver cómo está.

Todo esto, señores, no justifica ni mucho menos un egreso así o asado en cifras de 3 o 6 o más ceros, significa una conjunción de esfuerzos de Gobierno y pueblo para llegar a lo que todos deseamos, el bienestar social de la familia mexicana, y en esto coincidimos. (Aplausos.)

Estamos de acuerdo con la preocupación de la diputada María Elena cuando habla de la educación. Dejaría de sentirse maestra y priísta, y lo digo con mucho orgullo, si no sentara yo aquí la tesis que no de ahora, sino de hace muchos años, ha sentado nuestro partido en materia de educación popular. El artículo 3o. constitucional dispone que la educación popular debe ser democrática y nacionalista, tendiente a afirmar en las nuevas generaciones el respeto a la dignidad de la persona y a sus libertades esenciales, a procurarle el conocimiento objetivo de nuestros problemas y de nuestros recursos naturales y humanos. Todo ello dentro del más puro sentido de la solidaridad social, basado en la certidumbre de que el interés colectivo está por encima del interés individual. Las nuevas generaciones de mexicanos se están formando espiritual y socialmente conforme a las más limpias tradiciones de nuestro pueblo, que el lado del amor a la paz, a la libertad, a la devoción por la fraternidad humana y la igualdad de los hombres y de los pueblos, representan el espíritu que anima la enseñanza revolucionaria mexicana. (Aplausos.)

La educación pública, una de las más importantes tareas nacionales, tiene como fundamento el artículo 3o. constitucional de la República, que es la síntesis jurídica de las más enconadas luchas de nuestro pueblo por su emancipación espiritual y su liberación definitiva. Por ello, como uno de sus derechos esenciales, el pueblo de México luchó por una educación popular, sin distingos de clase. La educación es el medio más importante de que dispone el hombre para desarrollar su capacidad creadora y su naturaleza social. La sociedad contemporánea ha llegado a un grado de desarrollo tecnológico y cultural tan complejo, que no es necesariamente más desarrollado el país que tiene más recursos naturales, sino el que sabe aprovecharlos, el que los aprovecha mejor y el que mejor organiza su

inteligencia; es decir, la riqueza reside principalmente en las reservas intelectuales, en la capacidad de organizarlas, y en darles la debida proyección.

La educación tiene que hacer del hombre un individuo consciente en su dignidad de persona responsable y libre ante sí misma y ante los demás, y comprometido con los problemas y las necesidades de su sociedad, consecuentemente debe estimular la observación, el análisis y la creación.

No obstante los esfuerzos que reconocemos y debemos reconocer de los gobiernos emanados de la Revolución, sí existe un desequilibrio socioeconómico y cultural frente a núcleos avanzados de población que no solamente satisfacen sus necesidades, sino que alcanzan lujos extremos y frente a núcleos cada vez mayores que consolidan una posición media, hay otros que viven aún en situaciones precarias, y a ellos va precisamente la acción creadora de los gobiernos que como el pasado, dedicaron esfuerzo y emoción para resolver estas necesidades urgentes. (Aplausos.)

La conciencia que pueda tener el ciudadano mexicano respecto de sus obligaciones y derechos, dependen en medida muy grande de su educación, de su salud, de su bienestar; de aquí la trascendencia del problema de la enseñanza pública, de los programas de salud. Un pueblo ignorante, eso lo sabemos, es presa fácil de explotación de propios y extraños. Queremos niños y jóvenes debidamente alimentados, atendidos y educados. El desarrollo equilibrado en los diversos órdenes de la vida nacional a que aspiramos, tendrá bases precarias si no resolvemos en definitiva el problema de la insalubridad y de la ignorancia.

Cada vez que hemos escuchado un informe presidencial, cada vez que hemos aprobado un presupuesto, cada vez que discutimos una cuenta pública, no podemos negar las realizaciones, las cosas positivas, aun cuando hay el renglón de críticas sanas, también nosotros las sabemos hacer, señores de Acción Nacional.

¿Cómo va a resolverse el problema de Educación?

Ya escuchamos aquí lo que es y será el Plan Nacional de Educación elaborado cuidadosamente por maestros, los maestros de banquillo de todas las comunidades del país, han participado y colaborado: sociólogos, sicólogos, pedagogos, gente con sentido y pensamiento progresista, piensa en que una forma de salvaguardar nuestras instituciones y mejorar la economía de la vida integral de México, es a través de una educación adecuada, y de un manejo de fondos honorables, pero que no, por cicatería, se estorba la consecución y la actividad de un programa que tiende, desde luego, a dar mayores impulsos al desarrollo de México. (Aplausos.)

Compañeros diputados sería ocioso entrar en cifras, y repetir y volver a decir lo que se ha dicho ya aquí, lo que se ha especificado. Nosotros vamos a aprobar el Dictamen cuidadosamente estudiado y realizado por la Comisión; las críticas a que todo mexicano tiene derecho a hacer, serán, desde luego, para pensar y plantearnos cosas que debemos de realizar en conjunto, pero eso sí en una conjunción de esfuerzos, de pueblo y de gobierno, aún de los Partidos de oposición que tengan fe en los destinos de México, lograremos el bienestar de los mexicanos y en lugar de críticas daremos un escalón más en el avance y la prosperidad de México. Esa es nuestra meta. Gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede la palabra al diputado Eduardo Thomae Domínguez, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Eduardo Thomae Domínguez: Señor Presidente, renuncio a mi primer turno .

El C. Presidente: Al renunciar al primer turno se concede la palabra al diputado Víctor Alfonso Maldonado Moreleón.

El C. Víctor Alfonso Maldonado Moreleón: Muchas gracias, señor Presidente. He de ser muy breve compañeros diputados, y he de serlo, porque muchas de las cosas que pensaba decir ya han sido dichas, porque creo que el análisis profundo, que el análisis sereno que se ha efectuado esta mañana, ha sido ejemplo de un debate claro, sobre un documento que es de fundamental interés. Pensaba referirme a algunos aspectos relacionados con temas tales como el turismo, responder algunas de las dudas y preguntas que se plantearon ayer, por ejemplo. Hablar sobre las inversiones y las realizaciones del complejo turístico de Cancún y de Zihuatanejo. Se afirmó que estas inversiones, estaban destinadas al turismo extranjero y que en nada beneficiaban a los mexicanos.

Cancún y Zihuatanejo - se dijo - no benefician sino a turistas extranjeros; una investigación rápida que realicé dio los siguientes resultados: en el año de 1976, Cancún fue visitado por 180 mil 450 personas, de las cuales 113 mil eran nacionales y solamente 66 mil fueron extranjeros.

Zihuatanejo fue visitado por 65 mil personas. De éstas, 52 mil eran mexicanas y 13 mil eran extranjeros.

Ya sabemos que estos complejos no están al alcance de la mayoría de nuestro pueblo, pero ¡qué bien que exista esa infraestructura turística!, ¡qué bien que a medida que se vaya extendiendo el turismo social, a medida que vaya avanzando nuestro pueblo, subiendo en su ingreso; pueda visitar estos lugares que nunca fueron concebidos como un centro exclusivo para extranjeros, y estas cifras demuestran lo contrario!

Por otro lado, en Cancún, en Zihuatanejo, se han inaugurado ya albergues de la juventud, a donde van los jóvenes mexicanos con tarifas muy reducidas; pueden gozar de toda esta infraestructura turística, que no está exclusivamente dedicada a los extranjeros.

Me hubiera gustado también extenderme en el tema que hoy nos ocupa, sobre las

maravillosas realizaciones de instituciones tan serias como CETENAL, el Centro de Estudios del Territorio Nacional que depende de la Secretaría de Programación y Presupuesto, que con las técnicas más modernas, que usando un excelente equipo, ha fotografiado ya, en vuelo alto, el 85 por ciento de nuestro territorio; en vuelo bajo el 46 por ciento de nuestro territorio y tiene un total de cartas editadas de 3,573 cartas que ayudan a la programación y al conocimiento exacto de nuestros recursos.

Me hubiera gustado también hablar del PIDER, hablar de este Programa de Inversiones de Desarrollo Rural, que tanto ha beneficiado a nuestra población campesina, que cubre ya una superficie de 661,232 kilómetros y que ha beneficiado a una población de 4.222,273 campesinos.

Hay mucho que decir sobre esto, pero, pero, señores, no lo haré, porque creo, insisto, que esto ha sido suficientemente discutido. Hemos presentado aquí un esquema de la administración económica del Gobierno de la República, que ha respondido al momento que vive la nación y a las circunstancias y presiones internacionales.

No hemos defendido a ultranza cifras obscuras o carentes de significación.

Estamos, eso sí, tratando de explicar la acción gubernamental en un momento determinado, con una íntima convicción de la solidaridad que incumbe a los miembros del partido de la mayoría, con una clara conciencia de la responsabilidad permanente del sector revolucionario.

Quienes pertenecemos a este sector hemos adoptado y asumido las grandes decisiones económicas del Estado, tal es el sentido profundo de la continuidad revolucionaria.

Se ha presentado aquí un panorama esquemático del comportamiento de la acción pública. El dictamen que rinde la Comisión de Presupuesto y Cuenta no está exento de críticas.

Por el contrario, admitimos observaciones cuando éstas son razonables y profesamos la autocrítica.

Tal ha sido el pensamiento que inspiró la redacción del dictamen que examinamos, y que en sus primeras páginas dice:

"En todo caso - citó - los errores y los problemas de que sea responsable el sector público y el sector privado, o ambos a la vez, deben corregirse si son susceptibles de corrección, o servir de experiencia si son irreversibles."

Esto responde perfectamente al pensamiento del señor Presidente López Portillo. Quiero citar una frase de él, en la última reunión anual de la CANACINTRA: "Reconozco - dijo el Presidente - , reconoceré siempre las limitaciones, las ineficiencias, los inconvenientes de la acción pública, pero qué distinto es analizarlos de común acuerdo para resolverlos, que simplemente recibirlos como acusaciones y como crítica en ocasiones insana".

Tal es, señores, la senda que debemos proseguir, la del esfuerzo conjunto, la de la acción coordinada, la de la crítica constructiva y no los caminos yermos de la crítica estéril de la oposición que a nada conducen y sumergen a quienes la profesan en la frustración, en el derrotismo y , como escuchamos en labios de un miembro de la oposición, en la desesperación. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: A discusión la Cuenta Pública del Gobierno del Distrito Federal y sus descentralizadas. Se abre el registro de oradores...

El registro de oradores es el siguiente: En contra del Partido Acción Nacional, diputados Miguel Hernández Labastida y Adrián Peña Soto. A favor o en pro del dictamen, Enrique Soto Izquierdo, Víctor Manuel Carrasco, Jaime Aguilar Alvarez, Manuel Hernández Alvarado, Isaías Gómez Salgado, Hugo Roberto Castro Aranda y Saúl Castorena.

En tal virtud, se concede el uso de la palabra al diputado de Acción Nacional, Miguel Hernández Labastida.

El C. Miguel Hernández Labastida: Señor Presidente, señores diputados.

Ayer, al igual que antier, escuchamos los de nuestros en contra de las argumentaciones de Acción Nacional y precisamente tenemos que señalar nuevamente que vamos a seguir hablando de números, de cifras y de datos, porque precisamente eso es la cuenta pública, números, cuentas de lo que se gastó, en qué se gastó, cómo se gastó, qué destino tuvo, qué justificación y qué exactitud.

Pero también vamos a señalar una serie de carencias y de problemas del Distrito Federal que de ninguna manera van a venir a ser lamentos y gemidos de la plañidera derecha, como dice el diputado Zamora Bátiz, sino que son demandas y exigencias del manejo del dinero del pueblo en forma honrada y en forma adecuada, y que a sabiendas de que ustedes de cualquier forma lo van a aprobar, les queremos recordar que aquí, en la Cámara, todos ustedes y nosotros, somos al menos debemos de ser, los representantes del pueblo y velar por sus intereses y no considerarnos representantes del Gobierno Federal que al fin y al cabo en ustedes es fácil convertirse en ello, sus defensores porque, a la vez, van a estar defendiendo el sistema que los arrojó en esta ocasión, aquí en la Cámara de Diputados y según los méritos que aquí realicen, en alguna otra dependencia y si son del Estado de México, a lo mejor, en el Distrito Federal.

Vamos a hablar de números, diputado Ramírez Cuéllar, porque esa es la Cuenta Pública, puros números, pero que los vamos a tener que interpretar debida y adecuadamente, velar por sus destinos y para su desgracia, empieza la Cuenta Pública del Distrito Federal, con un balance general.

Es técnico el estudio que se va a realizar y se tiene que realizar. Se ha tergiversado el sentido del análisis de la Cuenta Pública. Es ver, precisamente, cuáles fueron los destinos, no de nuestros dineros como Gobierno , sino de los dineros del pueblo de México.

Ya la exposición de motivos de la Cuenta Pública decía el señor Regente que se había tratado de ajustar el gasto público y la aplicación de los ingresos recaudados a lo que le había ordenado la Cámara de Diputados cuando aprobó el presupuesto de egresos de 1975, pero que había sido presionada esta aplicación, y aquí, apoyado por el Dictamen, por dos aspectos sumamente dramáticos que fueron consecuencia de la situación nacional: La inflación, y el crecimiento demográfico extraordinario que ha tenido el Distrito Federal.

Inflación y flotación monetaria, decía la Comisión en su Dictamen y el crecimiento de la población, fueron dos factores que afectaron seriamente la aplicación del presupuesto en la Cuenta Pública del Distrito Federal, y, efectivamente, hablar de Distrito Federal, tenemos que pensar en esa macrocefalia, en la hipertensión que produce en todos los mexicanos que radicamos aquí, el crecimiento y la problemática que nos afecta.

Ya en su dictamen se establece que se propicia la aplicación de los gastos públicos en la solución de una serie de problemas propiciados fundamentalmente por estos dos factores.

Pensar en Distrito Federal es pensar en una gran ciudad que ha crecido sin medida alguna, desproporcionadamente y que así sea el presupuesto más alto que se aplique al Distrito Federal, va a ser materialmente imposible resolver la problemática si no se anteponen una serie de medidas preventivas a eliminar esa problemática.

Distrito Federal y Zona Metropolitana que no pueden hablarse en forma separada, ya que están íntimamente ligadas, tienen una serie de problemas en que antes que nada, somos 12 millones de habitantes en una circunscripción de aproximadamente 1,500 kilómetros cuadrados; que tenemos 650 mil kilos diarios de smog; producido por 60,000 industrias; en donde millón y medio de automóviles están propiciando una serie de repercusiones que están afectando la vida misma del citadino; más de 6,000 toneladas diarias de basura se están produciendo y apenas tenemos la Planta Industrializadora de Desechos de San Juan de Aragón que puede procesar quinientas diarias. Tenemos que se ha reducido la visibilidad de la ciudad en 10 grados o 12 kilómetros en 1950, a menos cuatro grados o dos kilómetros en 1970; que el medio ambiente del Valle de México está cinco veces más alto que el máximo razonable de respirabilidad fijado por las Naciones Unidas; que se consumen diariamente en el Distrito Federal 15,000 toneladas de gas natural, 5,000 de combustóleo 7,000 de gasolina, 22 millones de cigarrillos, contaminando seriamente el medio ambiente y que apenas tenemos el 2.5% de zonas verdes para combatir o servir de pulmón de la ciudad.

El Distrito Federal en efecto, ha tenido un crecimiento demográfico extraordinario: de 1940 que era un promedio de 5.3 anual, al 6.4% entre 1930 y 1950; al 13.5% de 1950 a 1970, teniendo en la actualidad 5,800 habitantes por kilómetro cuadrado. Es decir 190 veces más que la densidad media del país. Y en esta población tenemos que cerca del 50% , no son del Distrito Federal. Ha habido un éxodo de provincia al Distrito Federal, que ha hecho que a las mismas autoridades materialmente les sea imposible poder aplicar las medidas que se habían estimado, so pena de no poder resolver problemas ingentes en el Distrito Federal.

Tenemos dentro de esa población también el 50% de los ciudadanos que son menores de 20 años y tenemos que estar pensando en cuáles son las medidas que se pueden aplicar a efectos de permitir una ciudad sana, una ciudad pacífica, una ciudad tranquila.

Ya como producto de la política realizada durante el sexenio pasado, se multiplicaron las colonias proletarias, de las cuales se reconocen cerca de mil , que están irregularizadas, que fueron en muchas ocasiones propiciadas por esas invasiones dirigidas de muchos o de algunos funcionarios públicos.

Funcionaron algunas instituciones como INDECO, como FIDEURBE, como CORETT que ahora han sido fusionadas o sustituidas por el CODEUR a efecto de resolver el gravísimo problema, gravísimo problema que se ve afectado por la acción de muchas autoridades menores, agentes, policías, que propician la inseguridad de los ciudadanos de la capital y que lejos de cumplir con su cometido, propician que en vez de tenérseles confianza se les tema.

Esta problemática de crecimiento de la ciudad, se ve ayudada por el gran movimiento y según lo expresa el Dictamen también, comercial e industrial de transacciones nacionales e internacionales, realizadas en el Distrito Federal y su zona metropolitana. Cerca del 46% de todas estas operaciones se realizan en el Distrito Federal y se encuentran en él, el 23 1/2% de los establecimientos industriales, en el puro Distrito Federal, el 28% en la zona metropolitana que propician empleo para personal del 31% equivalente a 820 mil trabajadores en el Distrito Federal y cerca del millón en la zona metropolitana y que de la producción bruta en toda la nación, en el Distrito Federal se produce el 30% y el 45% en la zona metropolitana. De los comercios tenemos también el 30% de los comercios de la nación en la zona metropolitana y Distrito Federal con cerca de 600 mil trabajadores ocupados con unas ventas de cerca de 200 mil millones de pesos. Es natural que todo ese movimiento económico afecta seriamente la situación de la ciudad y lo afecta en forma tal que permite que su operatividad obviamente rebase con creces lo estimado, lo presupuestado. Así vemos que por lo que se refiere a los ingresos que se habían presupuestado en 75 en el Distrito Federal, fueron superados por más de mil millones de pesos. Se habían presupuestado 16,700 millones aproximadamente, de los cuales les correspondían 14,000 al Distrito Federal y 2,600 a organismos descentralizados bajo su

tutela, de su propiedad , en que se vieron superados en un porcentaje del 6.3%, considerado normal dentro de las operaciones de recaudación.

Se puede mencionar que además, por lo que se refiere a empréstitos, el Distrito Federal rebasó en 1,300 millones de pesos sus estimaciones y sus organismos descentralizados lo redujeron en cerca de mil millones de pesos, en forma tal que el endeudamiento se redujo en contra de lo que se tenía estimado en las empresas organismos descentralizados y se excedió en el Distrito Federal.

Por lo que se refiere a las recaudaciones, podemos considerar las más importantes por impuesto predial, traslación de dominio y el adicional del 15% , que en sí reúnen cerca del 80% de la recaudación del Distrito Federal, cerca de 3 mil millones de pesos; por lo que se refiere a los Derechos, destaca lo recaudado por servicios de aguas; lo que se refiere a productos, destaca; lo que se refiere a arrendamientos y explotación de los bienes inmuebles del Distrito Federal; por lo que se refiere a aprovechamiento, los rezagos en 1,129 millones de pesos, y otros no especificados que concretamente son subsidios a taxistas y camioneros, 412 millones, venta de papel 125, finanzas y convenios, otros 27, en total, otros no especificados, se eleva 587 millones, y por concepto de recargo, 201 millones de pesos. Cifras no mañosas, señaladas en el Dictamen, que nos van a hacer que tomemos alguna conclusión.

Por lo que se refiere a la participación en Impuestos Federales, dado el movimiento económico, industrial y comercial que se realiza en el Distrito Federal, se recaudaron 5 mil 615 millones de pesos en participación de impuestos federales, dentro de los que, por esos motivos, destaca Ingresos Mercantiles.

De los organismos extraordinarios, podemos decir que se recaudaron por ingresos ordinarios 1,275 millones de pesos, y por préstamos, pese a que se redujeron, se ejercieron 774.3 millones de pesos, en forma tal que recaudaron 2,049 millones de pesos.

¿Cómo se aplicó todo esto?

El Presupuesto de Egresos aprobado en diciembre de 1975, exigió del Departamento Central, que en primer término se aplicaran los ingresos recaudados por su ley de ingresos en que los gastos autorizados se elevaron a 16,053.5 millones, para el Distrito Federal, 13,500 aproximadamente y organismos descentralizados 2,600.

Y exigían que las autoridades del Departamento Central, aplicaran en forma programática a base de programas y subprogramas este gasto; que en caso de que hubieran excedentes si eran por ingresos ordinarios del Distrito Federal, deberían aplicarse según las prioridades de esos mismos programas y si eran por excedentes a los organismos descentralizados, para el desarrollo de los mismos.

En general los egresos aprobados en el presupuesto se elevaron a 16,053 millones y medio, de los cuales 13.5 millones fueron para el Distrito Federal y 2,553 para los organismos descentralizados es decir, tuvimos un excedente en los egresos, por más de 2 mil millones de pesos. Efectivamente, tenemos que señalar que se debieron a diferentes aplicaciones del presupuesto, transferencias que se realizaron por 847 millones de pesos, erogaciones especiales por 316 millones de pesos.

Pérdida patrimonial.

Perdimos en el movimiento de las tres empresas descentralizadas 1,500 millones de pesos y pérdida en cambios por la deuda pública titulada perdimos 4,523, en total el Distrito Federal perdió 6,033 millones de pesos y su Hacienda Pública se defendió en aproximadamente 1,300 millones de pesos.

No están manejados artificiosamente, están en la Cuenta Pública según lo expresa el licenciado Alvarez del Castillo, no están manejados mañosamente, es la realidad, es la verdad y tenemos que decir que no estamos de acuerdo con este tipo de movimientos.

Por lo que se refiere a la Deuda Pública, el Dictamen y la Cuenta Pública se dividieron en cuatro conceptos fundamentales o sea el pago de la misma, la cancelación de los pasivos, los nuevos empréstitos y la deuda pública titulada.

Para el pago de la deuda se presupuestaron 1,900 millones de pesos, y se ejercieron 3,700, dado que en este concepto no se habían calculado y así lo dice el Dictamen, los adeudos de ejercicios fiscales anteriores, para los cuales se había dado una cifra simbólica de un millón de pesos a cada uno de ellos.

Fue la razón por la que se excedió en el ejercicio en 1,832 millones de pesos y así lo aclara el Dictamen.

Además ahí mismo se propone que para el ejercicio siguiente, sí se haga un cálculo lo más aproximado posible, dado que, contablemente se tienen las cifras.

Por lo que se refiere a la cancelación de pasivos, también de habían presupuestado 1,868, se cancelaron 2,048 a sea 180 millones de pesos más.

Para los nuevos empréstitos, para el Distrito Federal se presupuestaron 1,419 y se ejercieron 2,705 millones de pesos, una diferencia de más en los empréstitos, por 1,286.5 millones.

Para los organismos descentralizados se programó un empréstito de 1,701 millones de pesos para el Metro y se ejercieron 774 millones, una disminución de 927 millones de pesos, en forma tal que en general en contra de lo estimado, sólo se excedió 360 millones de pesos y por lo que se refiere a deuda pública titulada, en 1975 se tenían 9,445 millones de pesos titulados, y con motivo de la devaluación y flotación de la moneda y los empréstitos adquiridos, se elevó a 16,010 millones de pesos, es decir, 6,565, cerca del 70% que incidió preponderantemente la devaluación y la flotación de la moneda.

Es interesante, por lo que se refiere a la deuda, ver que por ella también. pagamos

cerca de 1,600 millones de pesos y que de la deuda concertada se amortizaron 666 millones.

Dentro de la Cuenta Pública que nos fue presentada venían todas las emisiones por las que está comprometido el Departamento Central.

De ahí consideramos interesante destacar estos dos aspectos: de la deuda concertada con vencimientos para este sexenio, se elevó a 10,327 millones de pesos, de los 16 mil que tenemos titulados. Sólo que estos 16 mil que tenemos titulados están calculados por lo que se refiere al adeudo en dólares, al 20 por uno.

Si se toma en consideración que al pagarse en el sexenio siguiente (o sea éste) va a ser a un tipo de cambio mayor, existe el riesgo de que haya una pérdida adicional de 1,700 millones de pesos y la deuda concertada en el ejercicio que estamos analizando (1976) se elevó, también tomado al veinte por uno, a 3,152 millones de pesos, de los cuales también existe el riesgo de perder cerca de 300 millones de pesos si se toma al tipo de cambio actual de 23 por uno. Todo esto se los decimos, ¿con qué objeto? No para envolverlos en cifras que ustedes mismos nos proporcionaron, los miembros de la Comisión y el Departamento Central, simple y sencillamente quisimos plantear la problemática del Distrito Federal y el manejo del Presupuesto el que en verdad consideramos sumamente difícil, porque creemos que si no se toman medidas en forma tal de que el Distrito Federal deje de crecer como lo ha estado haciendo, no habrá presupuesto que alcance.

Por último, los organismos descentralizados, brevísimamente reflejaron una pérdida neta de 1,500 millones de pesos, el Metro 882.4 millones de pesos; el servicio de transporte eléctrico 292.6 y la Empresa Industrial de Abastos 324.9 millones. El Distrito Federal, a pesar de ello los apuntaló, los apoyó con 1,195 millones de pesos más, para el Metro 600, para los trolebuses y tranvías 250 y para Industrial de Abastos 345, habiéndose endeudado por 774 millones de pesos.

El Dictamen y el Regente en la exposición de motivos decían:

"Para resolver la problemática del Distrito Federal es indispensable contar con la participación y cooperación ciudadana".

Nosotros estamos de acuerdo, pero simplemente creemos que para que exista esta participación ciudadana se deben de tomar otras medidas políticas diferentes a las que hemos estado viendo últimamente. Se constituyen Juntas de Vecinos a base de presidentes de manzana que son designados todos por la delegación correspondiente y esa junta de vecinos elige su presidente que según la Ley Orgánica del Distrito Federal no debe ser ningún político, pero hay algunos expolíticos o parientes de políticos y vienen a formar estos presidentes de juntas de vecinos el Consejo Consultivo de la ciudad. Consejo consultivo de la ciudad que no tiene ninguna facultad ejecutiva, que no puede hacer más que recomendaciones. Creemos que sigue siendo el ciudadano del Distrito Federal, ciudadano de segunda, que todavía no tenemos derecho a elegir a nuestros gobernantes del Distrito Federal, que tenemos que elegir nuestro propio gobernador, nuestro propio delegado, nuestras propias autoridades para que exista realmente una auténtica representatividad de la ciudadanía a la cual se le pueda pedir una mayor cooperación. Es indispensable que además se propicie la descentralización tanto de la industria y del comercio como de los organismos del Gobierno Federal. Quisiéramos ver que algunas de las dependencias oficiales empezaran a emigrar de la ciudad a efecto de propiciar que no tengan que estar acudiendo a esta ciudad, gentes que en su localidad ven insolubles sus problemas y decirles a los de provincia que no se dejen llevar por el espejismo de la ciudad de México en la que todavía no resolvemos ni la mitad de nuestros problemas.

Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede la palabra al diputado Soto Izquierdo, del PRI.

El C. Enrique Soto Izquierdo: Con la venia de la Presidencia; señoras y señores legisladores.

El comentario, el análisis de esta Cuenta Pública 1976, en su capítulo correspondiente al Departamento del Distrito Federal, ha dado apenas inicio con una intervención de la oposición que nos place por cuanto el carácter enteramente neutro y objetivo de su glosa, que no arroja preocupaciones mayores respecto de esta Cuenta Pública en lo que se refiere al Departamento del Distrito Federal.

La repetición de algunas de las cifras más significativas de este capítulo de la Cuenta Pública, no hace sino confirmar lo que ya el Dictamen de la Comisión estaba señalando con abundantes razones.

En cuanto se refiere al señalamiento hecho en esta tribuna por el representante de Acción Nacional que me ha antecedido en el uso de la palabra, de problemas de esta Entidad Federativa en la que tienen su asiento los poderes federales, creo que ninguno de los representantes populares que componemos esta Legislatura, ninguno de los diputados por el Distrito Federal, aún más, que viven de manera muy directa los problemas de esta Entidad Federativa, podría disentir o negar que existen este tipo de problemas.

Son los problemas cotidianos en la vida del Distrito Federal.

¿Cómo negar, si precisamente es materia del Dictamen, que el crecimiento desmesurado, un crecimiento que rebasa todas las previsiones del área de la Ciudad de México, de la mancha urbana de la Ciudad de México, conduce a que cada vez más ésta se confunda con el Distrito Federal, y ello conduce, virtualmente, una identificación - sin excluir los problemas y cuestiones que atañen a las cada día más reducidas áreas rurales o semiurbanas, suburbanas, del Distrito Federal - de la problemática del Distrito Federal, con los problemas de la Ciudad de México?

En efecto, esta gran concentración urbana de más de 9 millones de habitantes en lo que

corresponde estrictamente a los límites territoriales del Distrito Federal, y la cual excede los 10 y linda con los 11 o quizá - si las últimas cifras fueran tomadas en estos momentos - los 12 millones de habitantes considerando también la zona metropolitana, ha conurbado la ciudad de México ligando paulatina, progresiva y aceleradamente uno y otros pequeños poblados, colonias hasta ayer aisladas, conformando una sola unidad funcional. De tal manera que cuando hablamos además de los problemas del Distrito Federal, derivados de su expansión territorial y demográfica, es ineludible también referirse a la carga y los resultados de esta conurbación con las zonas vecinas.

Es el Distrito Federal un resumen, una piedra de toque de la problemática nacional. La migración, las corrientes migratorias que desde distintos rumbos del país confluyen hacia este centro neurálgico de la nación, donde en efecto coinciden; se concentran la mayor parte de las actividades económicas, culturales y políticas, agravan su problemática y reflejan la del país ciertamente.

La macrocefalia del Distrito Federal o más bien la ciudad de México, ciudad capital de nuestro país, es cuestión bien evidente; lo que nos toca analizar en todo caso, en lo que se refiere a nuestra tarea del día de hoy que es el examen de la Cuenta Pública, es si en las circunstancias del año de 1976 - que tienen como su marco necesario estos fenómenos de excesivo, desorbitado crecimiento, de conurbación, de expansión territorial y demográfica - , fue aplicado debidamente el presupuesto que aprobó esta Soberanía en su ocasión.

Esta es, concretamente, nuestra tarea, y a ese respecto, parece innegable (las cifras son elocuentes) que este año de 1976 la Cuenta Pública refleja un ejercicio adecuado a las circunstancias, del presupuesto aprobado para ese fin.

Así es en realidad. El gasto total por 15,456 millones de pesos en lo que al Departamento del Distrito Federal exclusivamente se refiere, superó el presupuesto original de 13,462 millones, en un 14.8%. Un 14.8% es una diferencia relativa sumamente razonable, ligeramente superior a la registrada en el año previo, en el de 1975. Pero si sólo se considera la coyuntura económica en que hubo de ejercerse el presupuesto del 76, en la cual - como hemos tenido cuidado especial de subrayarlo en el dictamen - la tasa de inflación oficialmente reconocida fue de 22%, un incremento del 14.6% respecto de la autorización original es de un orden estrictamente razonable y aun conservador. Implica, inclusive, un esfuerzo restrictivo dentro de los límites de lo posible, con el propósito al mismo tiempo, de no abandonar las tareas fundamentales en la atención a las necesidades de la ciudad, del Departamento del Distrito Federal, de la población del Distrito Federal.

Implica eso: un ánimo de restringir en lo posible el gasto, y esto se refleja, por lo demás, en el desglose de los renglones correspondientes.

Por lo que toca al gasto corriente - que es el que tiene eventualmente repercusiones de carácter inflacionario - , el exceso fue de únicamente 10.26%. El rebasamiento mayor respecto de las cifras originalmente autorizadas se registró en el renglón del gasto de capital, pero aun éste si se considera que es del 21.84%, representa un incremento moderado, además en un renglón en el que es posible prever repercusiones que contribuyan al crecimiento económico. Así pues, en lo que al gasto se refiere, fueron muy moderadas las cuentas que nos rinde el Departamento del Distrito Federal, tanto más cuanto que los ingresos por su parte registraron a su vez un excedente, fueron mayores en una suma muy considerable respecto de lo inicialmente presupuestado. Este ingreso adicional, este incremento de la recaudación por encima de lo originalmente previsto, dio una cierta holgura - dentro de las circunstancias - al Departamento del Distrito Federal para realizar las necesarias y autorizadas transferencias a los renglones presupuestarios que requerían, conforme a sus programas, una mayor atención en el momento.

No hay tampoco, en lo que atañe a ingresos, ningún aspecto en el que pudiéramos señalar que hubo un ejercicio, una forma de recaudación de aplicación que la Cuenta recoja, que no se justifique. En los distintos aspectos, digamos de la balanza de la Cuenta del gasto del Departamento del Distrito Federal con respecto a su ingreso, en cuanto se refiere en primer lugar al ingreso ordinario, encontramos resultados perfectamente ponderados, razonables.

Hubo el Departamento del Distrito Federal, por otra parte, de contraer o más bien, que ejercer las facultades que para contraer deudas le fueron dadas por esta soberanía; lo hizo a su vez en términos que resultan perfectamente justificados.

Y lo son porque, en lo que se refiere a los préstamos para el Sistema de Transporte Colectivo, única descentralizada para la cual se concertaron créditos en esta ocasión, fueron también un orden notablemente más reducido del autorizado, en algo más de 900 millones de pesos, pues solamente 770 y tantos millones de pesos fueron contratados con el objeto exclusivamente de cumplir con las tareas indispensables, de responder a las necesidades inmediatas y a los compromisos ya adquiridos en relación con el funcionamiento de este Sistema de Transporte Colectivo.

Por lo que atañe al Departamento del Distrito Federal , en cambio, se rebasó como da cuenta nuestro documento en aproximadamente un 90% de la cifra originalmente autorizada; pero del balance del equilibrio entre ambas cifras resulta en exceso también en lo que al endeudamiento se refiere, sin mayor significación para el caso, de 359 millones de pesos.

La composición de la deuda del Departamento del Distrito Federal, contratada en su mayor parte aunque a través de bancos nacionales, en marcos y en dólares, implica efectivamente una repercusión en cuanto se refiere a la variación de los tipos de cambio que

al tiempo del cierre del ejercicio, y por ello en la cuenta, se contabilizaron, en lo que se refiere al dólar, a veinte pesos por dólar, tipo de cambio vigente al 31 de diciembre, y en lo que se refiere, por otra parte, al marco, a 8.50 40, que era asimismo el tipo de cambio vigente por entonces. En ambos casos, las fluctuaciones que haya de tener el tipo de cambio del peso respectivamente con el dólar y con el marco, repercutirán ineludiblemente en el monto que haya finalmente de pagarse en la oportunidad en que se cumplan las obligaciones respectivas. Y así, efectivamente, es probable que al tiempo de cubrirse los adeudos correspondientes, por una mecánica que es perfectamente explicable y explicada, por una mecánica que es del orden aritmético, haya el requerimiento de pagar sumas que correspondan a ese nuevo tipo de cambio, que puede ser el 23 por dólar que actualmente rige, o uno distinto en virtud de los movimientos de la flotación.

Lo importante, por otra parte, es señalar que este endeudamiento, que este rebasamiento moderado por lo demás de las autorizaciones iniciales, originales, dentro del presupuesto del gasto público del Distrito Federal, responde claramente a las exigencias de la situación económica nacional y a la evolución de la economía internacional.

En efecto, no es de ninguna manera caprichoso el que en circunstancias de lo que los analistas de la situación y de la evolución económica internacional anglosajones han llamado reflación, y que significa que se dan por primera vez en mucho tiempo en las condiciones de la economía mundial, de la economía de muchos países, unas características que hacen coincidir, a la vez, la inflación y la recesión o la desanimación económica, circunstancias que definen el gran cuadro dentro del cual se producen acontecimientos que repercuten y afectan obviamente a nuestro país, el cual no es una ínsula, y al Distrito Federal que es, a su vez, el resumen de la vida de la nación.

El Distrito Federal y la ciudad de México empiezan a vivir la difícil situación de algunas otras de las mayores concentraciones urbanas del mundo. Por un lado, esa expansión desorbitada y gigantesca por sí sola complica su vida, su gobierno; por otro lado, algunas medidas que tienden a frenar ese crecimiento, pero cuyo logro parcial viene siendo simplemente - y no sólo en el caso de México - , el desviar una parte de la migración y del crecimiento natural de la población hacia las zonas geográficas vecinas, sin que éstas dejen de gravitar en torno a la ciudad.

El resultado es la concentración, la conurbación de pequeños poblados y colonias aledañas que no nacieron para ciudades o para partes de una gran metrópoli, cuya estructura misma, cuyos servicios no habían sido pensados, concebidos por nadie, como los correspondientes a una gran urbe. Y en este proceso de conurbación, de absorción de poblaciones, de asentamientos humanos vecinos, viene a generarse una tensión mayor sobre todos los servicios y actividades de las grandes ciudades, de las grandes metrópolis absorbentes como la nuestra. Ocurre, pues, que para, de alguna manera, darle cabal sentido a esta conurbación, para integrar a estas partes al todo, se recargan enormemente los costos de los servicios y de las obras a realizar.

Cuando de suministrar agua potable, energía, corriente eléctrica, cuando de instalar el drenaje, cuando de conectar vialmente y dar fluidez al tránsito entre estas partes se trata. No solamente han de realizarse las obras que en el caso de áreas enteramente nuevas de crecimiento interno, de dentro hacia afuera por así decirlo, de la ciudad, se requerirían, sino también hay que reestructurar difícilmente y conectar partes que no estaban hechas en principio para coincidir.

Y todo ello implica estos recargos sobre los costos, ese encarecimiento de la administración y del gobierno de este tipo de grandes urbes. Este encarecimiento implica, por otra parte, una desproporción con el hecho de que al mismo tiempo, la parte de la población que queda gravitando sobre la ciudad, y sin embargo, fuera del perímetro de su autoridad política y de su ejercicio presupuestal y cuenta por la misma razón, pesa, sin embargo, sobre esta concentración básica.

Sucede que los servicios son utilizados por miles y millones de personas que viven y pagan sus impuestos en otra parte. Mayor presión sobre los servicios entonces, frente a gravámenes que son moderados y recaudación cuya insuficiencia acentúan esos numerosos usuarios, que no son, sin embargo, contribuyentes.

Esta situación se ha dado de manera similar, expectacular inclusive, en otra de las grandes urbes del mundo, la ciudad de New York, que se encuentra en una situación de bancarrota contable declarada, con un interventor que determina los gastos, las erogaciones que puede o no puede hacer y que aconseja y sugiere las medidas a adoptar para enjugar el enorme déficit, para encontrar la forma de darle rumbo adecuado a las finanzas de aquel monstruo urbano.

Evidentemente tendremos en el curso de los años venideros que tomar, que adoptar medidas que nos permitan evitar consecuencias tan graves de la concentración urbana como las que aquí se han señalado y, en el orden pecuniario, financiero, que nos permita mejorar el equilibrio, no solamente en un año especial como el de 1976 o alguno de los venideros, sino a largo plazo, acercarnos al equilibrio financiero de la administración y el gobierno de nuestra ciudad que se prevé tal vez de 25, de 30 millones para el término de este siglo.

Estas circunstancias explican abundantemente cuál ha sido la situación a que nos han llevado los problemas de la ciudad de México, y como el Departamento del Distrito Federal, ha seguido prestando atención prioritaria en 1976 a los grandes problemas, principales problemas de la población, a través por ejemplo del drenaje profundo que en una primera y muy importante etapa quedó concluido durante ese ejercicio permitiendo afrontar los

riesgos fundamentales - no los riesgos totales aún, pero sí los riesgos fundamentales - del drenaje de la ciudad para disminuir sustancialmente la posibilidad de inundaciones incontrolables, o bien de la expansión del servicio del Sistema de Transporte Colectivo al que esperamos que los oradores sucesivos se refieran con mayor amplitud, o bien, las conexiones viales que permitan el desahogo (ante la realidad de una circulación de vehículos automotores muy elevada, incrementada espectacularmente en nuestra ciudad) de la circulación para que se eviten en lo posible, se disminuyan las tensiones del tráfico, tensiones no solamente sobre las arterias viales, sino también sobre las arterias de los propios ciudadanos, arriesgándose constantemente, por la tensión nerviosa, a una serie de problemas que implican no sólo pérdida de tiempo, sino también el menoscabo de la salud.

Sí, en los distintos aspectos que pudieran considerarse prioritarios, como lo es también la extensión de las redes de agua de la ciudad, el Departamento del Distrito Federal hizo las aplicaciones presupuestales correspondientes.

Los mexicanos de esta generación estábamos habituados a la expansión ininterrumpida de la economía, con incrementos del producto nacional bruto generalmente superiores, notablemente superiores al crecimiento poblacional, con el consecuente aumento del producto medio per capita.

De manera que independientemente de las deformaciones de la distribución del ingreso, hemos tenido una tendencia ascendente del mismo en términos reales para muy numerosos grupos sociales, especialmente en esta ciudad y en este Distrito Federal.

La expansión, esta expansión a diferencia de lo que ocurre en otros países, inclusive algunos de los más avanzados, no ha cesado, no cesó tampoco en el año de 1976, pero aumentó en solamente dos por ciento el producto nacional bruto, mientras la población seguía ascendiendo a razón del 3.7 por ciento con el consiguiente deterioro del per capita.

Y, dados los mecanismos de distribución, con una repercusión desfavorable sobre los grupos y sectores de población de menor ingreso.

Ahora bien: la estrategia del desarrollo en un modelo mixto de economía, con un régimen mixto de propiedad privada, social y estatal, implica responsabilidades de todas las partes, y una acción a la vez rectora, alentadora y compensadora del Estado como representantes del interés general, con prioridad de las mayorías para mantener el ritmo y el rumbo del avance.

Esta es una estrategia difícil, compleja, necesariamente flexible y cambiante, en respuesta a circunstancias coyunturales tanto como a la perspectiva a largo plazo.

Esta estrategia ha tenido y tendrá variantes según necesidades y experiencias de sus diversas etapas; anteayer desarrollo estabilizador, ayer desarrollo compartido, hoy alianza para la producción, responden a posibilidades, a situaciones, a experiencias y problemas sucesivos y diferentes, pero con vistas a un mismo modelo de desarrollo y de sociedad: el perfilado por nuestra Revolución Mexicana en la Constitución de 1917, y actualizado por sucesivas reformas en un mismo rumbo justiciero, libertario y humanista. Estas características se reflejan también , señores, en la Cuenta Pública de 1976, por lo que atañe al Departamento del Distrito Federal, sede de los Poderes de la Unión y de la capital de la República. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Adrián Peña Soto, del Partido Acción Nacional.

El C. Adrián Peña Soto: Señor Presidente; señoras y señores diputados; señoras y señores. La ciudad de México, lo sabemos, es una ciudad privilegiada en muchos aspectos y uno de ellos es que puede disponer libremente de los impuestos que se generan dentro de la misma. No hay aquí una fiscalización o digamos una canalización a la propia Federación como acontece con la mayoría de nuestras ciudades y qué decir de aquellos municipios pequeños. Así que no podemos negar que es una ciudad privilegiada, y ante ese señuelo 'del dorado nacional', 'del dorado mexicano', venimos muchos provincianos a radicar en ella.

Pero claro, los problemas municipales, lo reconocemos, son enormes y por su importancia funcional, podríamos decir que los propios servicios para esta enorme comunidad son los más importantes. Pero también es importante el transporte, la movilización ciudadana que diariamente tenemos que hacer todos los que habitamos en esta ciudad. Y qué decir de aquello que a veces nos provoca o llega a provocar, quizá afortunadamente a una minoría, la tensión de la que se hablaba, la tensión ciudadana cuando en alguna o en otra forma nos enfrentamos también al problema de la justicia. Yo pienso que si examinamos estos tres grandes renglones, si los examinamos para dar sugestiones, para señalar las grandes fallas, entonces podremos también estar comentando con una clara objetividad lo que debe ser un presupuesto para la ciudad de México.

La jerarquización de renglones para destinar partidas, es indispensable, pero lo observamos y lo hemos criticado en otras ocasiones, que, no sé, a nuestros altos funcionarios del Departamento Central, del Departamento del Distrito Federal, a veces no quieren ver que la población del Distrito Federal ya no quiere ver muchos foquitos multicolores, ya no quiere ver un primer cuadro que cambia constantemente, quizá agradablemente, ya no es eso lo que quiere.

Lo que queremos los capitalinos es ya no ver una periferia con miseria. Ya no nos referimos aquí porque no podemos hacerlo, a las colonias fuera del Distrito Federal, sino a las que son del Distrito Federal.

Yo creo que las jerarquizaciones necesarias para dar solución a esos graves problemas, de mayoría de los mexicanos, de la mayoría de los capitalinos, tienen que ser vistos con una objetividad fruto de la planificación, porque si de algo ha carecido la ciudad de México, es de eso, de planificación. Y una planificación

que se respete, una planificación que no sea respetada por motivos políticos, una planificación que se lleve hasta sus últimas consecuencias en beneficio de esta gran ciudad.

¿Por qué se invaden a veces predios dedicados a zonas verdes? ¿Por qué no hay predios suficientes para la construcción de escuelas y mercados, cuando en una zona determinada de esas colonias del Distrito Federal, lo exige? ¿Por qué tiene el Departamento del Distrito Federal andar buscando predios que deberían estar destinados en los planos de fraccionamientos y en el plano regulador? ¿Por qué tenemos carencia de parques y jardines suficientes? ¿Por qué nos estamos asfixiando en parte ante la contaminación?, porque no ha funcionado un plano regulador serio, respetado, y se viola constantemente.

Esa infraestructura necesaria para que crezca en orden la ciudad, lo cual es muy difícil de evitar, tenemos que contar con ella. Y en esa planificación tiene que estar naturalmente incluida la movilidad de la que se hablaba, se inicia una obra necesaria, pero se le dan visos de suntuaria, y entonces se realiza a medias.

Yo creo que necesitamos obras que comuniquen los cuatro puntos cardinales de la ciudad de México, pero que la comuniquen con esa objetividad que da la planificación; que comuniquen comunidades que están un tanto cuanto alejadas aun dentro del Distrito Federal, de las cuales es bastante difícil llegar al centro para la población trabajadora, para todo aquél que, por tener su trabajo a grandes distancias, significa un esfuerzo grave y una pérdida enorme de tiempo.

Siempre hemos señalado también en esta tribuna, quizá en cada legislatura, el problema de la justicia, la corrupción de la justicia, y no ha sido posible hasta hoy terminar con esa corrupción, y concretamente, los juzgados de barandilla. La tensión nerviosa del que se ve envuelto en algún delito, por lo que sea, con culpa o sin culpa, o por alguna otra razón. La tensión es mantenerlo ahí a él y a sus familiares, hasta que mediante una tensión tal de desesperación del que ha infraccionado o han inflingido la ley y de la desesperación de los familiares, suelte el dinero, eso es claro, la exención de dinero en los juzgados de barandilla, es un secreto a voces y que nosotros como representantes del pueblo, de todos los Partidos, (porque a veces cuando se dice de nosotros, la fracción de Acción Nacional, pero si sumamos o dividimos los votos, cada diputado de Acción Nacional, lo respaldan 70 mil votos) y tenemos la obligación, así los votos que nos trajeron aquí sean menos; tenemos la obligación de sanear la justicia en el Distrito Federal. Pero nosotros los diputados de Acción Nacional, no lo podemos hacer por sí mismos, tienen que funcionar los organismos federales, tiene que funcionar también, la presión de todos nosotros, para llegar a ese saneamiento que es lacra y vergüenza de la sociedad mexicana.

También se nos acusa, o se nos califica, de tecnócratas, bueno, no es tan sólo eso, si de administrar los fondos del pueblo se trata, tenemos ejemplos, vivos ejemplos, recientes ejemplos: Mérida, un gobierno panista que solamente duró tres años, enseñó al pueblo, demostró la capacidad administrativa de algunas gentes de Acción Nacional. Limpieza, presentación de cuentas, rendición de cuentas al pueblo, en cortes de caja mensuales. ¿Quién lo ha hecho de los administradores de la mayoría?, de los municipios, de las ciudades de los que han gobernado en la mayoría y no es sólo Mérida, tenemos Garza García, en Nuevo León, San Nicolás de los Garzas, Hermosillo y Sonora, es una prueba, no somos tecnócratas, somos individuos que cuando nos dedicamos a servir al pueblo lo hacemos con la entrega, pasión, eficiencia y honradez. ¡Qué miseria cuando uno de los diputados del PPS dice y nos condena a la desaparición! Que quiere que todos los individuos que luchamos en México, con limpieza, desaparezcan y si él lo hace con limpieza, si él lanza esa sentencia de Nerón, de desaparecer; si él lo hace con limpieza, tiene derecho a vivir y tiene derecho a luchar, esa es la diferencia de la filosofía de ellos y nosotros. Ellos quieren la planificación, no urbana, la planificación no nacional, quieren la planificación de la mente, la sujeción, no quieren la confrontación filosófica de ideas, quieren solamente que, el que no piense como ellos, al vagón, al Gulag, al exterminio de los campos de concentración, que todavía existen en Rusia y es la forma en que se planifica a la gente, es la forma en que se planifica a la población, el no apto, el mendigo, al campo de concentración; y ¿qué pasó también con la revolución cultural en China? Cómo se eliminan a los que disienten, ¿eso es lo que quieren para México?; en cambio nosotros, nosotros sí les reconocemos el derecho a vivir, tienen el derecho a vivir, con sus ideas lo tienen perfectamente. Ah, pero eso sí, exigimos y pedimos y luchamos por el derecho a vivir conforme nosotros queremos. Hay rubros en el Departamento del Distrito Federal como 'Servicios Asistenciales y Hospitalarios'. Bueno, a mí me parece que este rubro, salvo de que me convenzan de lo contrario, se trató de llenar con una serie de digamos amalgamas, porque se pone este rubro, que es claro, 'Asistenciales y Hospitalarios', Casa del Conde de Heras, Hospitales, Procuraduría del Distrito Federal, Delegaciones de Policía del Distrito Federal, albergues, edificios de la Forestal, mercados, Tesorería del Distrito Federal, Servicio Médico Forense, reclusorios y edificios diversos. Bueno, pues me parece que está llenado así con prisa o quizá con, a falta de datos, fue llenado.

Se habla también de que para cumplir con esto es necesario la aplicación de un 5% del presupuesto. Bueno, pues yo solamente pido la aclaración, porque francamente le encuentro muy poco sentido.

La Educación, problema total también ahí, al que se refirió la diputada Marta Andrade de Del Rosal, sí, se nos dice que se cumplió con la Ley de Educación empleando el 15%. Bueno, claro que es bueno que se haya cumplido ese mandato, pero se ha mencionado, se admite que no basta del presupuesto para salir adelante con el problema educativo; pero

también se habla, no ella, sino los compañeros de la izquierda, se habla de la necesidad también de desaparecer las escuelas particulares. Bueno, tal vez ellos podrán realizar en el futuro una revolución cultural, y de ahí desaparecerán las escuelas particulares; pero ¿qué es lo que aporta el particular, en forma individual el hombre? Casi nada, aporta hijos; hijos para ser educados; y con toda franqueza se los digo, no quiero que mis hijos sean educados como marxistas leninistas; también admito que los de ustedes no sean educados bajo la filosofía cristiana. Lo admito, pero ustedes no tienen derecho de imponer a los míos y a mí un criterio que es equivocado para mí. Esa es la democracia que nosotros defendemos; como tampoco tiene derecho el Estado a imponer una educación jacobina y laica; ese ha sido el problema toral. ¿Por qué?, porque hay una razón sencilla: Ahí están hablando de estadísticas, ahí están las estadísticas. ¿Bajo qué religión se declara el pueblo mexicano? Díganlo, ahí está claramente; entonces ¿por qué una minoría, una minoría tradicionalmente ha impuesto una educación al pueblo de México en contra suya?, ¿cómo explican ustedes, señores representantes que se dicen de la mayoría, cómo explican ustedes esto?, ¿cómo explican esta contradicción en una tesis filosófica? Cuando el pueblo mexicano se declare en su mayoría, en su mayoría se declare liberal, nosotros seremos minorías evidentemente. Pero nosotros somos mayoría, mayoría filosófica, mayoría que queremos ser educados, conforme somos la mayoría, ese ha sido el problema toral de México.

El gobierno de una minoría, en contra de una mayoría cuantas veces un gobernador que sintió que en su Estado iba a haber democracia - y dijo vayan a votar, vayan a votar - la gente fue a votar, pero votó en contra de lo que él pretendía y entonces -dijo- a no, aquí no hay democracia.

Y este es el drama de México, este es el drama. Y por eso nosotros definitivamente, y que quede bien claro no estamos contra el texto gratuito, estamos contra el texto único. - Porque la diputada dijo - fue elaborado por maestros, sí, ¿y los padres de familia?, se les toma en cuenta...

- La C. Marta Andrade de Del Rosal (Desde su curul): No hablé del texto; hablé del Plan Nacional. ¿Me permite una moción?)

El C. Adrián Peña Soto: No, no permito interrupción, perdón, no permito moción.

Es grave el problema de la Educación, es el problema toral. Y este es el que nos ha debatido en luchas incruentas, pero que queremos superar y hay una nación a la que podríamos imitar si quisiéramos. Y que podríamos resolver los problemas similares a los que existen en México y esa nación es Francia, resuelta por De Gaulle, el grandote.

El con un problema similar con jacobinismos naturales, resabios de las luchas que ha sufrido Francia.

Resuelve el problema educativo, no suprimiendo las escuelas particulares, confesionales o no, católicas o no; que en México hay de las dos. Hay ciertamente escuelas de religiosos y todos lo sabemos, y hay particulares también, y resuelve el problema simplemente reglamentando 'tú escuela particular, ¿quieres ayuda del gobierno, en qué medida, edificio, pago de maestros, qué es lo que quieres?, lo que necesites, dentro de las posibilidades, lo que se pueda dar'.

Así resolvió De Gaulle el problema educativo, porque no es posible, no es posible ante el cúmulo de problemas, que un Estado democrático, representativo, donde hay vigencia de libertades, pueda resolver en sí mismo el problema educativo. No hay presupuesto que alcance.

Volviendo a las obras concretas, hay en el comunicado que nos manda el Departamento - este es un detalle nada más pero que pienso que es conveniente corregir - algunos errores, por ejemplo en la construcción de calles se menciona con error de ubicación la colonia Adolfo López Mateos, Empleados del Departamento del Distrito Federal, la colonia Aviación Civil, el Arenal, como ubicados dentro de la Delegación Cuauhtémoc, y es Delegación Venustiano Carranza. Pedimos por favor que nos manden cuando menos en estos casos, porque se ve mal, se ven mal estos errores de forma, y creo que hay otros errores ahí . Si leemos con detenimiento ese comunicado, ese documento, vemos que hay otros errores parecidos de localización.

Ahora, una pregunta también que necesitamos saber, es el avance del drenaje profundo en nuestra ciudad, porque se destinaron 300 millones y me parece que era la terminación, pero sí nos gustaría saber el avance y lo que falta por construir. Es necesario, el pueblo tiene que saber cuánto falta de ese drenaje. Y también hay a veces omisiones en el programa. Aquí me voy a referir a una que ya hace bastantes legislaturas no se cumplió. Por ejemplo, en la XLVII Legislatura se aprobó un presupuesto para la construcción de una calzada, me supongo que debería ser de doble carril, de camellón, etc., como debe ser una calzada que comunique una zona importante de la ciudad.

Entonces, había una partida para la calzada a Tláhuac. Nunca de hizo. Quisiéramos que el Departamento del Distrito Federal en el futuro, poniendo como ejemplo ese caso ya un poco lejano, que se ciña a los programas cuando se apruebe la construcción de obras determinadas.

Son quince kilómetros de esa calzada, y había el proyecto de hacerla de 44 metros de ancho.

Bueno, los organismos descentralizados son tres los que nos mencionan, y realmente son necesarios dos de ellos. Y ya se habló aquí de que dos de ellos tienen que trabajar; se apuntó que tienen que trabajar en forma conjunta para darle la movilidad de que yo hablaba y que tan necesaria es a la ciudad de México, pero sí quisiera tan sólo apuntar que sería conveniente, dado las grandes y enormes inversiones que se están realizando, que se acaban de iniciar para la ampliación del Metro

en la ciudad de México, sería conveniente y yo creo que eso es lógico, que la presentación del año entrante sea por separado, porque necesitamos y exigimos como siempre, operatividad hasta donde es posible en cuanto al Metro, por ejemplo, sabemos que no la hay, que mediante el cobro del pasaje actual es casi imposible que la haya, pero sí necesitamos que esa vía tan importante de comunicación de la ciudad de México, sea operada con eficiencia como todas las demás empresas y es necesario vigilar compras, costos y también nos referimos, como nos hemos referido, por favor un hasta aquí a más 'aviadores' en ese tipo de dependencias que ya de por sí son gravosas para el pueblo.

También se habla de que se va a iniciar la fabricación de trolebuses, pues claro que es una buena medida y esperamos que esta fabricación de trolebuses sea cuanto antes para que se amplíe este tipo de servicio. Y nada más como un dato quisiera referirme sobre los trolebuses y tranvías, a que el mismo dictamen dice y así lo podemos concluir, que el mantenimiento de la línea alta, o sea la de trolebuses, es 10,000 pesos por kilómetro, en cambio la de tranvías que se programa también la reconstrucción de ellos, el mantenimiento de la vía es de más de $50,000 por kilómetro. Yo creo que definitivamente deberíamos de olvidarnos en el Distrito Federal, de que haya más tranvías. Debemos aumentar los trolebuses. Y aquí va también una sugestión al representante de los camioneros: ojalá pudieran los camioneros sustituir las líneas de camiones por trolebuses. Creo que tienen la capacidad necesaria para hacerlo.

Lo que sí es grave es la Central de Abastos, quiero decir la Industria de Abastos. Realmente es una bancarrota que no podemos soportar más en el Distrito Federal, ya que el mismo dictamen lo dice: 'dejó de funcionar debido a que se abrió el abastecimiento de carne al Distrito Federal'. Entonces, no tiene objeto estar perdiendo tantos millones de pesos y tratar de sostener una industria en esas condiciones. Ahora bien, si no se suprime que se reduzca, que se reduzca para que sus cobros por maquila, etc., todo lo que es inherente a su funcionamiento, la haga realmente útil y no una carga, porque ante la apertura del mercado del Distrito Federal el abastecimiento de los rastros periféricos, es claro le causó una competencia ruinosa. Entonces, pienso que no hay por qué seguir con esa carga. Está el sentido humanitario, los empleados que trabajan ahí, pero si con ese dinero invertido en otras dependencias, se les inyecta más actividad, esos empleados pueden irse a esas otras dependencias, es decir, simplemente la transferencia de dinero que se pierde, canalizarlo a obras necesarias podría así solucionarse la colocación de estos trabajadores, que creo yo, la mayor parte no tiene la culpa de la situación.

Estas son, señoras y señores, las consideraciones que nos sentimos obligados a hacer en este examen y que por su contexto general, en Acción Nacional no podemos aprobar. Muchas gracias. (Aplausos)

El C. Enrique Ramírez y Ramírez: Pido la palabra en nombre de las Comisiones.

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al diputado Ramírez y Ramírez, del Partido Revolucionario Institucional, por las Comisiones.

El C. Enrique Ramírez y Ramírez: Con la venia de usted, señor Presidente; honorable Asamblea.

He pedido la palabra porque estoy de acuerdo con la invitación que, esta misma mañana, hizo desde la tribuna la muy respetada diputada Alvarez de Vicencio.

Ella dijo, en palabras textuales, entre otras cosas: "Es el momento de hacer un alto, de pensar si realmente el debate nos está llevando al fin para el que se está realizando, porque no tendría sentido seguir en un debate infructuoso, seguir en un debate que no va a tener ninguna consecuencia positiva para la nación que estamos representando.

"Tenemos, dijo, que hacernos de nuevo el planteamiento de cuál es la finalidad de este debate."

Tengo la misma impresión que ella a este respecto.. y me alentó todavía más a subir a esta tribuna algo verdaderamente fascinante, la seducción de saber cuál es el fondo de la noticia de aquí acaba de proporcionarnos el señor diputado Adrián Peña Soto, quien nos reveló que en esta Cámara hay un partido integrado por filósofos, cuyas posiciones políticas forman nada menos que la filosofía de la mayoría de la nación.

¿A qué filosofía se referiría el diputado Peña Soto? ¿A la platónica, a la de Aristóteles, o a la filosofía de Santo Tomás de Aquino, o la filosofía de Carlos Marx? ¿A qué filosofía se ha referido? ¿Y como no sabíamos que existía un partido de filósofos en la Cámara de Diputados? Pero en fin, tal vez eso lo aclaremos en el curso de las próximas sesiones.

Me parece que, ciertamente, es necesario volver sobre la cuestión planteada por la diputada Alvarez Vicencio. ¿Qué objeto fructuoso puede tener este debate; objeto para la nación, frutos para el pueblo al que representamos?

Yo pienso hacer algunas consideraciones destinadas a volver serenamente sobre lo que, de acuerdo con nuestra Constitución, y también con la lógica política, debe ser este debate.

Quiero comenzar afirmando serenamente, que como miembro de la Comisión Dictaminadora, autora del dictamen que estamos discutiendo hace varios días, y como miembro de la mayoría de diputados y diputadas miembros del Partido Revolucionario Institucional, me siento razonablemente firme y seguro de la bondad, de la razón y de la justicia de este dictamen.

Tanto se ha dicho aquí en torno a este dictamen que habrá que analizar con calma, para hallar su significado; y tanto ha dicho la prensa de la República y está diciendo en torno a este debate, que de pronto, nosotros, los autores del dictamen, nos hemos sentido llevados: o a la sorpresa o a la ratificación de nuestra

convicción zorrera porque, de pronto, nos hemos preguntado: ¿Qué hicimos, qué es escribimos, qué propusimos en este dictamen, que ha dado lugar al escándalo de prensa más sonado de mucho tiempo; qué por fin atrajo sobre la Cámara de Diputados la atención habitualmente despectiva de algunos órganos de información, de algunos observadores, que ya habían sentenciado hace tiempo que en la Cámara de Diputados no se hace nada ni se dice nada que pueda merecer atención?.

Y la convicción: sí, hemos redactado un informe objetivo, un informe lleno de verdades, incluso de verdades punzantes que afectan, autocríticamente, a la política de los gobiernos, adscritos a la gran corriente revolucionaria nacional, de los últimos 40 o 50 años.

Sinceramente, señoras y señores diputados, escuchando - no lo positivo, no lo razonable, no lo sereno, que mucho se ha dicho aquí de positivo y de sereno y de razonable, desde ésa ala y desde ésta; y desde ésta y ésta - (el orador señala a las diputaciones de los distintos partidos) escuchando mucho de lo puramente pasional, faccional, ofuscado, que también aquí se ha dicho, individualmente, y de una y otra parte; y leyendo algunos supuestos comentarios de supuestos observadores, o supuestas críticas de algunos periódicos, legítimamente cabe preguntar: ¿Realmente se ha leído el dictamen? ¿Realmente se ha leído este documento? ¿Lo estudió en serio la oposición? ¿Lo han estudiado todos los periodistas que están opinando sobre este dictamen?

(Que se me permita un pequeño paréntesis autocrítico.) Yo soy político y soy periodista profesional. Ni una ni otra cosa las he practicado, desde los 14 años de edad, por afición; las he practicado por vocación profunda y por pasión. Creo que la prensa y el periodista tienen muchos privilegios, y que se trata de una de las profesiones más honrosas de la sociedad contemporánea; pero creo que también se trata de una profesión con muchas exigencias; que exige mucho de atención, de constancia, de cultura, de cultura, y sobre todo de honradez y de lealtad para el público al que se quiere informar y para la nación. (Aplausos.)

Autoriza mi pregunta aquella, el espectáculo que ofrece no, por fortuna, todos, ni siquiera la mayoría de mis distinguidos y apreciados y respetados colegas periodistas.

El señor diputado Alvarez del Castillo habló de un erradero parlamentario; pero también ha habido un erradero periodístico en torno a este debate. Hay algunos comentarios, algunas afirmaciones, que demuestran palmariamente que quien los escribió no sabe lo que es la Cámara de Diputados, ni lo que es la Cuenta Pública, ni lo que es el Reglamento de la Cámara de Diputados, ni lo que es un dictamen. Hay que tener, como el otro día lo pedía un señor diputado, respeto para la profesión de informador y para el público.

Aquí está el texto de ese dictamen, que yo rogaría se leyera con atención, siquiera en su parte introductoria.

Este dictamen es un dictamen crítico, no sólo respecto a algunos círculos de la iniciativa privada, como se ha encargado de propalar unilateralmente un sector de la prensa; este dictamen, redactado por diputados miembros del Partido Revolucionario Institucional, es también un dictamen crítico para la política económica del Estado durante un largo período. No vale, no es correcto desmembrar un razonamiento y presentar separadas afirmaciones y aseveraciones que forman parte de un solo núcleo de razonamiento. Esto no es leal, esto no es lícito. Aquí, en este dictamen, hay todo un ensayo, compañeros de la prensa, señores diputados de Acción Nacional; aquí hay todo un ensayo - seguramente imperfecto, seguramente defectuoso -, hay un ensayo proporcionar a la Cámara y a la nación una explicación real y verdadera de las causas por las que se llegó a la situación crítica, extraordinariamente crítica lo afirmamos nosotros y lo afirmó con patetismo insuperable el Presidente López Portillo en su Informe del 1o. de septiembre, a que se llegó hacia el año de 1976, período al que se refiere la Cuenta.

Pero, dice algún señor periodista: ¿Cómo van a aprobar los diputados la Cuenta, si la Cuenta es deficitaria?

Pues, señores, vamos a aprobar la Cuenta, porque la Cuenta es veraz al reflejar la situación deficitaria del país. No la aprobaríamos si dijera que en vez de déficit había habido superávit, en el año de 1976 porque eso hubiera querido decir que la Cuenta había sido falsa.

Entiéndase: no estamos aprobando toda la gestión hacendaria de todos los gobiernos - del anterior y de los anteriores al anterior -, toda la gestión que desembocó junto con otros factores a los que se refiere el dictamen, internacionales y nacionales, en la situación extraordinariamente crítica de 1976. No estamos aprobando eso; estamos aprobando un documento reglamentario constitucional, en el que el Ejecutivo nos envía su versión su Cuenta.

¿Son buenas cuentas? ¿Son malas cuentas? Eso es lo que ocurrió. Nosotros decimos: el documento es veraz, es fiel; no está tratando de ocultar los resultados de la gestión económica; si estuviera tratando de ocultar el déficit en el gasto corriente del Gobierno, de déficit de la balanza comercial y otras expresiones de la crisis que se tornó tan aguda en 1976, entonces diríamos: la Cuenta es falsa, no es fidedigna, no la admitimos, la rechazamos.

Como se dice en el dictamen: la Cuenta Pública no es causa, sino efecto, no es materia tanto de la realidad económica, como reflejo de la realidad económica, como reflejo de la realidad económica.

La Cuenta Pública, por sí misma, no es una política económica; es una manifestación, un reflejo de esa política. Para comprobar los gastos, para verificar contablemente, contablemente, ese documento, está constitucionalmente determinada para ello la Contaduría Mayor de Hacienda, que se encargará, de aquí al año que entra, en los términos de la Constitución,

según la reforma que hicimos el año pasado, de informarnos qué encontró.

Por eso al final en el dictamen se dice:

Artículo 4o. del decreto, del proyecto de decreto: "Ordénese a la Contaduría Mayor de Hacienda, por conducto de la Comisión Inspectora, que una vez concluido el examen de los libros de contabilidad y la glosa de los documentos justificativos y comprobatorios que integran la Cuenta, envíe el informe correspondiente a esta Cámara de Diputados, también por conducto de la Comisión Inspectora, en los primeros días de septiembre de 1978, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 28 de la Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda".

Este es el artículo que habla incluso de la posibilidad o eventualidad de fincar responsabilidades, una vez examinada totalmente la Cuenta por la Contaduría Mayor de Hacienda.

¿Por qué entonces, por qué no ir al fondo, por qué al debatir el Dictamen no se ha querido debatirlo en sus términos, sino que se han debatido otras muchas cosas?

¿Por qué se ha llevado la discusión al terreno de los supuestos, al terreno de las incriminaciones y recriminaciones apasionadas?

Un debate de esa naturaleza, respetable señora diputada, un debate de esa naturaleza, con afirmaciones apasionadas contra uno u otro partido - en las que usted misma* incurrió cuando habló de curules regaladas al PP - no es constructivo; no construye así no estamos respondiendo a la confianza que depositaron en nosotros los electores; así no nos estamos comportando como representantes la nación. Realmente al gran pueblo, realmente a la gran nación, realmente a la querella y al debate tremendos y profundos de nuestro tiempo, en México y en el mundo, nada les aporta un debate como el que en determinados momentos se ha llevado aquí a cabo. Y en eso tienen razón algunos periódicos y algunos periodistas, cuando reclaman que en la Cámara de Diputados no sólo se discuta a base de injurias y de argumentos partidaristas, sino con un sentido - como usted lo pidió; pero no ha sido usted muy consecuente con su afirmación - edificante para la nación.

Si este debate se hubiera realizado así desde el principio, con esa preocupación - no con la de arrinconar contra el muro a determinado partido o a determinada fuerza política o a determinado personaje -, incluso hubiéramos encontrado una serie de coincidencias; una serie de puntos de vista afines que nosotros insistimos que existen entre todos los partidos y entre todas las fuerzas sanas de la vida nacional.

Nosotros, los miembros del PRI, no compartimos los criterios maniqueístas de algunos partidos; nosotros no tenemos una visión bíblica de la política, nosotros no creemos que el mundo se divida en buenos y en malos; nosotros no creemos que haya en el ancho campo de la política nacional o internacional, ni ángeles ni demonios; nosotros hemos afirmado aquí, desde el primer día en que llegamos a esta Legislatura, que veníamos a trabajar preocupados por hacer avanzar a nuestro pueblo, desde nuestras modestas posiciones, en el camino de la independencia nacional, de la liberación social, de la justicia social, de la democracia; que para ello debatiríamos, controvertiríamos enérgicamente, pero con respeto. Y cuando hemos hablado de la Alianza para la Producción y de la Reforma Política, hemos invocado al sentido de responsabilidad de todos los mexicanos, recordándoles que tenemos - la nación tiene - problemas y adversarios, que no sólo están dentro de su territorio, y que suelen hablar, cuando los pueblos se descuidan, y se desgarran entre ellos, el lenguaje más rudo de la fuerza y de la opresión y de la invasión, si no armada, económica o subversiva.

Insistimos en esta posición. Insistimos en ella.

A este debate hemos venido con los ojos puestos en esos altos objetivos; no hemos venido a este debate a defender a nadie.

Los regímenes pasados de México están ante el tribunal del pueblo y de la historia. Del pueblo, no de las facciones; de la historia, no de la anécdota apasionada y muchas veces mentirosa.

No nos preocupa defender a alguien.

Representamos a la nación, no a una facción; y somos un partido ancho, y muy extenso; un partido que no se agota en el interés de pequeños círculos, ni tampoco en el transcurso de un sexenio.

Nuestro partido viene desde 1929, y ha hecho frente a muchas adversidades y desgarramientos y avatares; y persiste, porque, si hemos de ser verdaderos, es el partido que viene desde la Constitución de 17, desde la Revolución de 10; es el partido que está por encima de las debilidades y de los errores, y de las culpas, e incluso de las traiciones de muchos de sus hijos.

No estamos interesados, no estaba la Comisión interesada en hacer el Dictamen perfecto de una Cuenta Pública supuestamente perfecta, de una política económica supuestamente intachable. Teníamos plena conciencia de que estábamos haciendo el análisis de uno de los períodos más difíciles de la vida económica del país, y de un ejercicio económico formidablemente desafortunado.

Y nunca hicimos en el Dictamen una afirmación unilateral; nunca dijimos que sólo el capital privado fuera el responsable de la crisis; ni siquiera nos referimos a todo el sector del capital privado; dijimos lo que es innegable: que algunos círculos capitalistas nacionales y extranjeros habían pasado a una política de sabotaje, más por razones políticas que económicas; y esa es una verdad histórica que nadie va a desmentir. (Aplausos.)

Pero decimos, y lo decimos textualmente aquí en el dictamen, que al Estado le corresponden responsabilidades, que el Estado

* Se refiere a la diputada Alvarez de Vicencio.

cometió errores, lo decimos aquí; no sólo en el sexenio pasado, en otros del pasado; pero ¿por qué, señoras y señores diputados, por qué a toda costa hay que darles explicaciones e interpretaciones personalistas y faccionalistas a los grandes fenómenos históricos? ¿Por qué no se entra al análisis de lo que significa realmente el desarrollo histórico de México? ¿Por qué no se entra al examen de nuestro pasado?

Que somos una nación que entra tardíamente a la corriente del desarrollo moderno, capitalista mundial; que nos independizamos de la Corona Española, y poco tiempo después fuimos atacados por imperios europeos y por el naciente imperio expansionista norteamericano; y que hacia la segunda mitad del siglo pasado penetró a sus anchas el capitalismo extranjero en el país y empezó a colonizarnos económica y financieramente.

¿Por qué no se hace pensar a nuestro pueblo en lo que significa esta dependencia económica? ¿Por qué se quiere ocultar que nuestra nación es víctima de un fenómeno que se llama imperialismo?

Porque si los términos de nuestro comercio internacional fueron equitativos; si los mercados del gran país del norte, y de otros grandes países estuvieran abiertos para nuestros productos (como nuestro país con su pobre mercado está abierto, sin restricciones, para los productos extranjeros); si se nos pagaran justamente nuestras materias primas, nuestros artículos apenas de rudimentaria elaboración, o de mediana elaboración; si se nos proporcionaran los bienes de capital que necesitamos a precios razonables, no tendríamos los tremendos déficit que no en 1976, sino también en otros muchos años, antes hemos padecido. Si no estuviéramos a merced de las fuerzas que regulan el turismo y que lo utilizan como arma de presión política, tampoco sufriríamos grandes desniveles en nuestra balanza de pagos. ¿Por qué hacer a un lado este fenómeno?

Y por qué no reconocer que ciertos círculos del capital llamado nacional, o nacional, han jugado un papel parasitario, especulativo y militantemente reaccionario en la vida del país? ¿No dice el señor diputado Garabito que ellos nunca han sido capitalistas ni voceros del capitalismo? Entonces ¿qué empeño hay en velar esta realidad?

A mí no me asombra que muchos compañeros míos de profesión pongan el grito en el cielo porque en la Cámara de Diputados un dictamen señala que hay responsabilidad de sabotaje en un grupo, no en todos, de los capitalistas de la nación y del extranjero; no me extraña, porque sé a qué punto ha llegado la influencia y el control del gran capital nacional y extranjero sobre ciertos sectores de la prensa del país. (Aplausos.)

Señores: es más temerario a veces, en México, atacar al capital nacional especulativo y al capital extranjero que faltarle al respeto a la Virgen de Guadalupe y al Presidente de la República. (Aplausos.)

Estas son las verdades, estas son las verdades de nuestra realidad.

¿Que por servilismo al Ejecutivo aprobamos todo cuanto dice? ¿No les consta a ustedes, señores diputados de Acción Nacional, las discusiones en las Comisiones, el forcejeo, muchas veces, con representantes del Ejecutivo, para la admisión de determinadas iniciativas, la detención de otras, la corrección de otras? Pero este tema, tocado ayer por el diputado Jacinto Guadalupe Silva es de una extraordinaria importancia. Sobre el papel del Presidente de la República en México.

Quiero invocar una lección de derecho constitucional y de realismo político nacional, que la pluma de un hombre a quien me ligó un claro antagonismo ideológico y, por una larga época, una profunda simpatía humana. Estas son partes del discurso pronunciado por el hombre cuya desaparición yo sigo deplorando profundamente, el antiguo jefe de Acción Nacional, el licenciado Adolfo Christlieb. Recomendaría yo a los estudiosos del Derecho Constitucional Mexicano, de la política real de México, estudiaran ese discurso completo. Dijo aquí en el año de 1965, en discusión con nosotros, conmigo mismo:

"No creo que un gobierno pueda concebirse ya bajo la idea mecánica de que el Presidente está contrarrestado por el Congreso y que Presidente y Congreso están, a su vez, contrarrestados por la Suprema Corte. Un Gobierno no es, ni puede ser, un conjunto de fuerzas ciegas; es un conjunto de hombres con funciones ciertamente diferenciadas, pero con propósitos comunes.

"Pienso, dentro de la concepción dinámica del Ejecutivo y de la Presidencia, a que aquí se hace mención, y con la cual estoy completamente conforme, pienso que no puede haber un buen gobierno sin una dirección y sin una coordinación. No debe buscarse, pues, en la Constitución, un conjunto de interpretaciones antagónicas que hagan imposible un gobierno al mismo tiempo dinámico y estable, ni creo que la Constitución, poniéndose en el terreno de los oradores de la mayoría, sólo admita interpretaciones literales.

"Pero el texto de la Constitución es norma que no puede desecharse acudiendo a un espíritu que no conste tampoco, ni por asomo, en su letra; ni menos puede desecharse el precepto constitucional pensando que la lógica es ajena a la política o al derecho.

"Dentro del régimen presidencialista, en un Estado moderno, es un hecho innegable la concepción, cada día más aceptada del Ejecutivo, como fuerza unificadora de su partido y como jefe de la nación. En el Presidente debe buscarse la encarnación de las tendencias que se desean que un gobierno tenga; un hombre que comprenda su época y las necesidades del país,

con la personalidad y con la iniciativa suficiente para imprimir sus ideas, tanto en el pueblo como en el Congreso.

"Hoy, cada día más, se piensa en el Presidente, que concentra facultades políticas en su persona, y que ejercita, por medio de funcionarios dependientes del mismo, las facultades administrativas y ejecutivas. El Presidente es el director político de la nación, o está en sus manos serlo, y cuando adquiere la confianza del país adquiere también una fuerza política casi insuperable.

"Cuando los padres de nuestro constitucionalismo consagraron, en México, el régimen presidencial, no pudieron prever su evolución política ni el alcance que con el tiempo habría de tener, en cuanto a facultades y deberes, la institución de la Presidencia.

"Nuestra historia se ha desarrollado en tal forma, que en diversos estilos, no pocas veces al margen de la Constitución, se han venido acumulando facultades en favor de la Presidencia, entre otras razones por algo no previsto en todos sus alcances, ni aun en la Constitución de 1917 y que corresponde a la evolución política de México: la elección del Presidente de la República basada substancialmente en el apoyo de los Partidos Políticos, cuyos ideales y programas se obliga a mantener y a convertir en actos de gobierno.

"...Pienso también, como la mayoría, que cuando un Presidente llega al Poder debe llevar consigo las aspiraciones y problemas de sus partidarios y del pueblo todo. Un Presidente tiene poderes políticos no escritos en la Constitución...", etcétera.

Me ahorro parte de la cita, cuyo significado es obvio, en ahorro de tiempo.

No somos nosotros, los miembros de esta Legislatura, servidores sumisos ni serviles del Presidente de la República; ni de ningún funcionario.

No manejemos, señores de Acción Nacional; no manejemos, compañeros míos de partido; no manejemos, compañeros del PPS y del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, no manejemos argumentos poco honorables para el adversario, si no queremos ser, a su tiempo, víctimas de la misma clase de argumentos poco honorables.

En nuestra relación con el Ejecutivo procedemos de acuerdo, no sólo con ese sentido de la Constitución a que se refirió magistralmente Christlieb, sino también de acuerdo con las grandes realidades políticas del país.

¡No somos lacayos del Poder Ejecutivo, somos miembros dignos del Poder Legislativo, somos miembros dignos de nuestro Partido! (Aplausos.)

¿Que estamos queriendo encubrir fraudes?, ¿Que nosotros tenemos a nuestro cargo la responsabilidad del Poder Judicial?

Donde haya fraudes, dentro o fuera del Gobierno, dentro o fuera de nuestro Partido, que la Ley y la justicia los persigan y los castiguen implacablemente; nunca tendrán en nosotros, la mayoría de los diputados miembros del PRI, una simulación, un ocultamiento, una defensa injusta.

¿Alguna vez nos hemos levantado aquí para pedir benevolencia para la corrupción?

No crean los señores, diputados; ni crean nuestros repentinos, o empedernidos y gratuitos y a veces muy merecidos críticos del exterior de la Cámara, no crean que somos conformistas totales y absolutos.

No; tenemos conciencia de lo que es un gobierno, de lo que es una realidad, de lo que es un país, de los que es un partido.

La corrupción es fruto largo, ancestral, milenario, del atraso, de la impotencia del ser humano para darse una vida abundante y justa por medio del trabajo.

Es fruto de la necesidad y también de la ignorancia, y de la falta de educación, y de la falta de rectitud; y no tenemos, nadie tiene la exclusiva de la corrupción en México; ni nadie se salva de ella; y para extirparla y combatirla, no bastan las palabras, es necesaria la acción de la Ley; pero sobre todo es necesario el esfuerzo conjunto que eleve los niveles económicos, sociales, culturales y políticos de la Nación.

Señores del Partido Acción Nacional: ¿Por qué tanto grito contra el PRI? A ustedes les conviene mucho que viva el PRI. Si no viviera el PRI, tendrían que mostrar un rostro profundamente positivo, programático, una línea histórica que hasta ahora no han mostrado. Son un Partido que vive de negaciones. La oposición no sólo es negación, también es construcción.

El Partido que está en el poder es un Partido con muchos defectos, con muchos errores, pero ha dirigido a la Nación durante cincuenta años; la ha salvado de las amenazas de anexión y de invasión y de absorción; recibió a la Nación con 15 millones de habitantes y ahora, en 1976, gracias, entre otras cosas, a la política de salubridad e higiene, a los avances, se quiera o no, de la política social de la Revolución Mexicana, esta es una nación de cerca de setenta millones de mexicanos, en marcha hacia el futuro.

Ya no se mueren en los primeros días de su pobre existencia tantos miles y miles de niños como antes morían; vamos avanzando paso a paso; y sobre todo, gracias al PRI, México ha conservado la paz y la posibilidad de luchar dentro de la paz por un progreso y un desarrollo que incluso limiten y borren los propios defectos y yerros de este Partido.

Pensemos en la Nación, no pensemos tanto en las facciones. A la mayoría filosófica de que se habla, nosotros respondemos con la

mayoría viva de la Nación. Pero queremos que en la gran obra de la construcción y reconstrucción de la Nación se unan todos; no sólo miembros del PRI, la Nación entera. Estamos en nuestro sitio, estamos en una posición crítica y autocrítica.

Preguntaba usted, señor diputado Garabito, amigo Garabito, preguntaba usted, cuya fe, cuya buena fe no pongo en duda ¿De qué revolución hablan ustedes? Yo le voy a decir de qué revolución hablamos los miembros de la mayoría:

Hablamos de la revolución que empezaron los peones de Acayuacan, de las Vacas, de Yereas: hablamos de la revolución democrática que organizó Madero, por la que murió asesinado por el militarismo reaccionario; hablamos de la revolución de Zapata, y de la revolución sangrienta y ensangrentada de Villa; hablamos de la revolución de Carranza (no voy a citar más que muertos, "que ya están exentos de envidia y de rencor y de ambición"); hablamos de la revolución de los obreros de la Casa del Obrero Mundial; de los constituyentes que encabezaron el ala izquierda del Congreso de Querétaro, Jara y Mújica y Victoria; de la revolución, sí, de la revolución de los jacobinos, trasladada a este siglo con el nuevo Partido Liberal; hablamos de la revolución de Cárdenas; de la revolución que expropió la mayor cantidad de las tierras fértiles y fecundas en el sexenio 1934-40; de la revolución que estremeció al mundo, nacionalizando el petróleo desde 1938; de la revolución de los pequeños empleados, de los maestro, de las mujeres y de los jóvenes que han forjado el México nuevo, triste y defectuoso todavía; pero lleno de alientos para el porvenir; hablamos de la revolución de los técnicos salidos de las escuelas de la revolución, y de los hombres de ciencia que forjan el México nuevo; de esa revolución hablamos, que está en pie, y no morirá; y que tiene, como la diosa Esperanza en el poema inmortal de Sor Juana, los ojos verdes, inmortales.

¡Pido se apruebe el Dictamen de la Cuenta Pública! (Aplausos.)

El C. Presidente: En los términos del artículo 116 reglamentario, la Presidencia informa lo siguiente:

Han hablado, en contra del dictamen, del Partido de Acción Nacional: Miguel Hernández Labastida y Adrián Peña Soto.

En favor del dictamen, del Partido Revolucionario Institucional: Enrique Soto Izquierdo y Enrique Ramírez y Ramírez; en consecuencia, ruego a la Secretaría se sirva consultar a la Asamblea si el dictamen está suficientemente discutido en lo general.

El C. secretario Héctor Ximénez González: En votación económica, se pregunta a la Asamblea si está suficientemente discutido el dictamen en lo general... Suficientemente discutido.

El C. Presidente: Antes de proceder a recoger la votación nominal, el personal administrativo de la Cámara cumplirá con la disposición del artículo 161 reglamentario, avisando en las salas de desahogo que se tomará la votación en lo general.

El C. secretario Héctor Ximénez González: Se va a proceder a recoger la votación nominal en lo general.

(Votación.)

Se emitieron 156 votos en pro, y 17 en contra. Aprobado el proyecto de Decreto en lo general.

Está a discusión en lo particular el proyecto de Decreto. Los ciudadanos diputados que deseen impugnar algún artículo, sírvanse manifestarlo...

No habiendo quien haga uso de la palabra, se va a proceder la votación nominal en lo particular del proyecto de Decreto.

(Votación).

Se emitieron 156 votos en pro y 17 en contra. Aprobando el proyecto de Decreto en lo general y en lo particular. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales

Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera. Se va a dar lectura el Orden del Día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. prosecretario Miguel López Riveroll:

"Segundo Período Ordinario de Sesiones.

'L' Legislatura.

Orden del Día

29 de noviembre de 1977.

Lectura del Acta de la Sesión Anterior.

Elección de Mesa Directiva.

Iniciativas

De la Diputación del Partido Popular Socialista, que reforma y adiciona a la Ley Federal de Radio y Televisión.

De la Diputación Obrera, que reforma y adiciona a la Ley Federal sobre Derechos de Autor.

Iniciativa del Ejecutivo

Con proyecto de Decreto por el que se reforma la fracción XXXI del apartado 'A' del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Oficios de la Secretaría de Gobernación

Veintitrés por los que se solicita el permiso constitucional necesario para que los CC. Mariano Lemus G., Pedro González Rubio, Alberto Sales Hurtado, Jacqueline S. de Zetina, Olga Schaufelberger S., Edmundo Flores, Xavier Olea Peláez, José Sánchez Gutiérrez, Carlos H. Bermúdez Dávila, Germán Trejo Zozaya, José A. Vallarta Ceceña, Abraham Campos López, Antonio C. Fernández Peniche,

Felipe García Trujillo, Ignacio Sánchez Ortiz, Martha E. Rico Méndez, Rocío Rojas Samperio, Sergio Loperena García, Sergio Martínez Cárdenas, Roberto Miranda Sánchez, Homero Gamboa Martínez, Roberto García Reyes y Agustín Valladares Castillo, pueden aceptar y usar las condecoraciones que les confiere el Gobierno de la República Popular de Hungría.

Dictámenes de Primera Lectura

Cinco de la Comisión de Permisos Constitucionales con Proyectos de Decreto, por los que se concede permiso a los CC. Refugio Pacheco de López Portillo, Roberto de Lamadrid Romandía, Gustavo Romero Kolbeck, Manuel Bartlett y José Antonio Ugarte, para aceptar y usar las condecoraciones que les confiere el Gobierno de España.

De la Comisión de Permisos Constitucionales con proyecto de Decreto, por el que se concede permiso al C. Félix Galván López para aceptar y usar la condecoración que le confiere el Gobierno de Venezuela.

De las Comisiones Unidas, Primera de Hacienda, Crédito Público y Seguros y de Estudios Legislativos, con proyecto de Decreto que Reforma el que señala las características de las nuevas monedas de diez pesos y de las nuevas monedas de veinte y diez centavos.

De las Comisiones Unidas de Estudios Legislativos y Primera de Puntos Constitucionales con Punto de Acuerdo, relativo a la Iniciativa de Reformas al artículo 56 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentada por la diputación del Partido Popular Socialista.

De las Comisiones Unidas Segunda de Justicia y de Estudios Legislativos con proyecto de Decreto que reforma los artículo 335, 336, 337 y 338 del Código Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común, y para toda la República en Materia del Fuero Federal."

- El C. Presidente (a las 14:45 horas): Se levanta la sesión y se cita para la próxima, que tendrá lugar, el martes 26 de noviembre, a las diez horas:

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"