Legislatura L - Año II - Período Ordinario - Fecha 19771219 - Número de Diario 47

(L50A2P1oN047F19771219.xml)Núm. Diario:47

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS "L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II México, D.F., Lunes 19 de Diciembre de 1977 TOMO II. - NÚM. 47

SESIÓN MATUTINA

SUMARIO

Apertura.

Orden del Día.

Acta de la sesión anterior. Se aprueba.

Invitación.

Al 162 aniversario luctuoso de don José María Morelos y Pavón, el día 22 del actual, en esta ciudad de México. Se designa Comisión.

Proposición de la Gran Comisión.

De esta Cámara, a fin de que la discusión del dictamen sobre la Iniciativa de Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, se lleve a cabo en las sesiones matutinas de los días 19, 20, 21 y 22 de los corrientes. Asimismo, propone que en las sesiones vespertinas se traten los demás asuntos inherentes a este período de sesiones. Se aprueba la proposición.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales

La Asamblea dispensa la segunda lectura del dictamen. A discusión en lo general. Intervienen, en contra el C. Guillermo de Carcer Ballescá; en pro el C. Rafael Oceguera Ramos; en contra el C. Jorge Garabito Martínez; en pro el C. Eugenio Soto Sánchez; en contra el C. Jacinto Guadalupe Silva Flores; por la Comisión el C. Miguel Montes García; en pro los CC. Francisco Ortiz Mendoza y Enrique Ramírez y Ramírez; por segunda ocasión, el C. Silva Flores y el C. Ramírez y Ramírez. Se aprueba en lo general por mayoría. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. GUILLERMO COSIÓ VIDAURRI

(Asistencia de 168 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 10:20 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. secretario Gonzalo A. Esponda Zebadúa:

"Sesión matutina.

Segundo Período Ordinario de Sesiones.

"L" Legislatura.

Orden del Día

19 de diciembre de 1977.

Lectura del acta de la sesión anterior.

El Departamento del Distrito Federal invita al Acto Cívico que con motivo del 163 aniversario luctuoso de don José María Morelos y Pavón, tendrá lugar el próximo jueves 22 de los corrientes.

Proposición de la Gran Comisión.

Dictamen a discusión

De la Comisión de Estudios Legislativos, Sección Constitucional con proyecto de Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales."

El C. Presidente: La Presidencia se permite informar que el Orden del Día previsto para esta sesión y al que se dio lectura al terminar la que tuvo lugar el viernes de la semana anterior, fue modificada por la Presidencia en virtud de haberse recibido una solicitud de la Directiva de la Gran Comisión a la que se dará lectura oportunamente.

Proceda la Secretaría a dar lectura al acta.

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- El mismo C. Secretario:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día dieciséis de diciembre de mil novecientos setenta y siete.

Presidencia del C. Guillermo Cosío Vidaurri.

En la ciudad de México, a las diez horas y veinte minutos del viernes dieciséis de diciembre de mil novecientos setenta y siete, con asistencia de ciento cincuenta y dos ciudadanos diputados, la Presidencia declara abierta la sesión.

Lectura del Orden del Día y del Acta de la sesión anterior, verificada el día de ayer, misma que sin discusión se aprueba.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

La Secretaría da lectura a un dictamen suscrito por la Comisión de Estudios Legislativos, Sección Constitucional, que contiene el proyecto de Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales; asimismo, por instrucciones de la Presidencia, se da lectura al escrito firmado por la Diputación del Partido Popular Socialista, por el que manifiesta las razones por las que el C. Héctor Ramírez Cuéllar, miembro de la Comisión dictaminadora no firmó el dictamen en cuestión.

La misma Secretaría da lectura al voto particular del C. diputado Ramón Garcilita Partida, miembro de la Diputación del Partido Acción Nacional e integrante también de la Comisión Dictaminadora. Primera lectura e imprímase.

Agotados los asuntos en cartera, se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima.

A las catorce horas y quince minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el lunes diecinueve de los corrientes, a las diez horas."

Está a discusión el Acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada.

INVITACIÓN

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D.F. - Departamento del Distrito Federal.

México, D.F., a 5 de diciembre de 1977.

C. diputado licenciado Guillermo Cosío Vidaurri, Presidente de la H. Cámara de Diputados. - Donceles y Allende. - Presente.

El Departamento del Distrito Federal por conducto de esta Dirección General, atentamente invita a usted al acto cívico que tendrá lugar a las 10:30 horas, del próximo jueves 22 del actual, para conmemorar el CLXII aniversario luctuoso del Siervo de la Nación, José María Morelos y Pavón, frente al monumento erigido a su memoria, en la Plaza de la Ciudadela de esta capital.

Al propio tiempo, me permito rogarle tenga a bien dictar sus respetables instrucciones con objeto de que una comisión de ese H. Cuerpo Legislativo asista al acto de referencia y efectúe el depósito de una ofrenda floral, con la representación de esa H. Cámara de Diputados que usted preside.

Reitero a usted con mi reconocimiento, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

El Director General, licenciado Salvador Robles Quintero."

El C. Presidente: Se designa en comisión para asistir a ese acto a los CC. diputados Jorge Mendicutti Negrete y Gloria Carrillo Salinas.

PROPOSICIÓN DE LA GRAN COMISIÓN

- El C. secretario Gonzalo A. Esponda Zebadúa:

"México, D.F., diciembre 17 de 1977.

Honorable Asamblea:

Con el objeto de darle la mayor amplitud y ordenación posibles a la discusión del Dictamen sobre la Iniciativa del C. Presidente de la República, de la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, cuya segunda lectura figura en la Orden del Día de la sesión del 19 de diciembre en curso, a nombre de la Gran Comisión nos permitimos someter a su consideración la siguiente propuesta:

Que la discusión del Dictamen se efectúe de la siguiente manera:

Sesión del lunes 19 de diciembre, discusión en lo general.

Sesión del martes 20 de diciembre, discusión en lo particular del Título Primero, Título Segundo, Capítulos I al XII, que comprenden los temas: Partidos Políticos, Organismos Electorales y Registros de Electores.

Miércoles 21, discusión en lo particular del Título Segundo, en sus Capítulos XIII A XVII, Y Títulos Tercero y Cuarto, que comprenden los temas: Sistemas Electorales y Proceso Electoral, y la sesión del jueves 22 se destine a la discusión en lo particular del Título Quinto: De lo Contencioso Electoral, y Votación.

Al mismo tiempo nos permitimos proponer que en sesiones vespertinas se incluya en las Ordenes del Día que al efecto se formulen conforme al Reglamento, la lectura de entrada a las diversas Iniciativas recibidas y a las que se sigan recibiendo, así como a darle primera lectura a los Dictámenes que produzcan las Comisiones a las cuales sean turnadas dichas Iniciativas.

Atentamente.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Presidente, diputado licenciado Rodolfo González Guevara. - Secretario, diputado licenciado Antonio Riva Palacio López."

Está a discusión la proposición...No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba...Aprobada.

DICTAMEN A DISCUSIÓN

Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales

El C. Presidente: El siguiente asunto del Orden del Día es la segunda lectura al dictamen relativo a la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales. En

atención a que este dictamen ha sido ya impreso y distribuido entre los CC. diputados, ruego a la Secretaría consulte a la Asamblea si se le dispensa la segunda lectura y se pone a discusión en lo general.

El C. secretario Gonzalo A. Esponda Zebadúa: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica, se pregunta si se dispensa la segunda lectura al dictamen y se pone a discusión en lo general. Los CC. diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Se dispensa la segunda lectura al dictamen.

El C. Presidente: En consecuencia, está a discusión en lo general. Se abre el registro de oradores...

Esta Presidencia se permite informar que se han inscrito para hablar en contra, los CC. diputados Guillermo de Carcer Ballescá, Jorge Garabito Martínez y Jacinto Guadalupe Silva Flores; y se han inscrito para hablar en pro los CC. diputados José Ramírez Gamero, Rafael Oceguera Ramos, Eugenio Soto Sánchez, Miguel Montes García, Francisco Ortiz Mendoza y Enrique Ramírez y Ramírez.

Tiene la palabra el C. diputado Guillermo de Carcer.

El C. Guillermo Carlos de Carcer Ballescá: Señor Presidente.

Señoras y señores diputados.

Congruente con nuestra comparecencia ante la Comisión Federal Electoral, con nuestro voto negativo general a las reformas constitucionales propuestas y con las objeciones que planteamos en lo particular a los artículos constitucionales que discutimos en esta tribuna, nos hemos inscrito en contra del dictamen que aprueba la iniciativa de ley enviada por el Ejecutivo sobre organizaciones políticas y procesos electorales, para oponernos a un instrumento que consideramos confuso, contradictorio e insuficiente para lograr un verdadero desarrollo democrático del país. Además, porque este instrumento, en sí mismo, implica un retroceso en muchos aspectos reglamentarios importantes en relación con la legislación hasta hoy vigente, y no sólo no impulsará una mayor participación de los ciudadanos y de los partidos políticos, sino que desalentará dicha participación, puesto que los coloca en una situación cada vez más dependiente de la voluntad estatal.

Cuando se convocó a todos los partidos políticos registrados y a los grupos que aspiran al registro y a muchas personas interesadas, a expresar su opinión ante la Reforma Política propuesta por el señor Presidente de la República, Acción Nacional compareció ante la Comisión Federal Electoral y manifestamos con toda claridad que el país exigía una Reforma Política a fondo y no una simple modificación legislativa, que contemplara cambios de las técnicas y las prácticas electorales. En esa oportunidad manifestamos: "Una Reforma Política a fondo requiere la modificación de disposiciones constitucionales y de leyes secundarias, tanto para corregir instituciones jurídicas deficientes, como para constituir las que se consideren necesarias, pero, además de estas modificaciones legales, es indispensable modificar las bases reales de sustentación del poder, contrarias a todo sistema democrático y suprimir prácticas que, al margen de las leyes o en contra de ellas, mantienen a grandes sectores de la población en un estado de sujeción al Gobierno, que se traduce en votos cautivos y una serie de controles ilícitos, que vulneran seriamente la libertad política y facilita manipular las elecciones y alterar sus resultados.

El reto central de una Reforma Política seria, no reside en forma principal en la simple mutación de disposiciones legales electorales. Las disposiciones legales justas sinceramente aplicadas y respetadas en plenitud son imprescindibles, pueden ser un elemento más en el camino que ha de recorrerse. Si se acepta, el poder no es sólo fuerza y capacidad de coerción sino verdadera autoridad respetada y obedecida en sus decisiones, por estar fincadas en los valores fundamentales de la vida social.

El poder político ha de ejercerse sujeto a límites de derecho y este ejercicio puede legitimarse aún más cuando la consulta y el consentimiento expreso de los gobernados se reflejan en los actos de la autoridad política y cuando es técnicamente capaz de enfrentar y dar solución adecuada a los problemas de la sociedad, cuando hay correspondencia comprobable entre tales actos decisorios y las necesidades de la comunidad humana del pueblo todo.

En términos de desarrollo político de las sociedades, un problema capital es el difícil logro institucional de la transferencia pacífica del poder, sobre la base de la representación del consenso de la ciudadanía. Ello implica la aceptación voluntaria del cambio en las personas encargadas de tomar las decisiones que afectan a toda la sociedad y coincidentemente, la clara opción de compartir las responsabilidades del poder de decisión, de tal manera que las minorías puedan ser mucho más que fuentes de opinión, más o menos interesantes, más o menos tolerada, instancias reales de poder y alternativas viales de gobierno.

Si quiere hablarse ya de desarrollo político, específicamente de tipo democrático, los procedimientos electorales y las normas que deben regirlos, constituyen parte de la técnica de la democracia y no se identifican con la doctrina de fondo de la misma. Pueden no ayudar a fortalecer los supuestos fundamentales de una sociedad democrática, pueden o no aparentar adhesión sincera a las exigencias de los principios de una vida democrática para todos y en todos los órdenes; pueden o no ser congruentes con la búsqueda y realización constante y perpetua por parte de todos, de las condiciones sociales, económicas, políticas, que

favorezcan y fomenten el desarrollo pleno de las personas y de la sociedad; puede esa técnica estar o no al servicio de la justicia; en otras palabras, la técnica electoral no representa ni el único ni el principal de los problemas de la vida política y de las posibilidades de una sociedad democrática en México, el problema fundamental es de voluntad política y es el caso, señores diputados, que esta Iniciativa de Ley no responde a las necesidades y a los anhelos del pueblo de México para vivir una auténtica democracia, ni constituye un instrumento técnico y legal, eficaz, para garantizar los derechos de los ciudadanos y de los partidos políticos. Es notorio a pesar de todo lo que se dice en la Exposición de Motivos y de algunas disposiciones que pueden considerarse como un adelanto deseable, que el propósito fundamental del régimen al promover esta nueva Ley Electoral, es el de mantenerse en el poder por medio de la simulación de mayorías constantes frente a aparentes minorías que no tienen perspectiva alguna de romper el monopolio del poder, el cual se trata de fortalecer por medio de este instrumento legal.

No hay una sola disposición que garantice efectivamente el respeto del voto y el resultado de las elecciones, la Iniciativa de Ley no garantiza una mejor integración del padrón electoral, ni la forma de acreditar la calidad del ciudadano, la integración de los organismos electorales a pesar de que se introduce la novedad de la composición de los comités distritales y de las comisiones locales electorales, mediante sistema de insaculación, no garantiza la imparcialidad porque todo depende de las listas que se tomen como base de la insaculación. Se atribuye a la Comisión Federal Electoral, un cúmulo de facultades arbitrarias que garantizan el control del partido gobierno sobre el proceso electoral, tanto por la forma de integración de la Comisión, como por las mismas facultades que la propia Ley le otorga.

Se introduce el sistema híbrido de representación proporcional, tratando de hacer creer que representa una posibilidad de acceso significativo, al menos en la Cámara de Diputados, para los partidos de oposición y al mismo tiempo se facilita el registro de nuevos partidos políticos entre los que se repartirán los 100 escaños a que se refiere este sistema con lo que en realidad se limita el número de diputados que podrían acreditar conforme al sistema anterior de diputados de partido.

Por otra parte, es evidente que las facilidades que otorga la iniciativa para el registro de nuevos partidos, tiende a fortalecer al sistema y a legitimarlo, manteniendo la apariencia de democracia. Además el sistema de representación proporcional en sí mismo considerado, no significa ningún avance en el desarrollo democrático de México, por cuanto que este sistema como el de mayorías relativas, será bueno o malo si se respeta o no el voto, si no se sigue manipulando al electorado.

Debe hacerse notar también, que el mencionado sistema de representación proporcional, propuesto por la iniciativa, es innecesariamente complejo y confuso, mientras que por una parte la iniciativa de Ley manifiesta la intención de alentar la vida pública del país, mediante las facilidades relativas que propone para el registro de nuevos partidos, por otra parte, coarta libertades fundamentales de decisión a los propios partidos y establece una serie de controles de estos organismos, cuya única posibilidad de fortalecimiento debe radicar en el más absoluto respeto y en su más amplia libertad. De acuerdo con la nueva Ley resulta que los partidos políticos no tienen la facultad de decidir si participan o no en un proceso electoral, en virtud de que si no lo hacen en dos elecciones consecutivas se cancelaría su registro y esto señores diputados, es un atentado a un derecho fundamental de todo partido político. De acuerdo con disposiciones semejantes a la anterior, el Estado fuerza a los partidos a participar con un número mínimo de candidatos a diputados en toda la República y esta es otra evidente limitación de derechos fundamentales, porque cada instituto político debe tener el derecho absoluto para decidir cuántos diputados y en que lugares puede y quiere presentar candidatos. Agrava aún más esta situación la prohibición contenida en el artículo 18 del Proyecto de Ley, en el sentido de que no pueden ser los mismos candidatos uninominales los candidatos que se propongan para la elección de las circunstancias plurinominales.

Por estas razones y otras semejantes a éstas, porque en el fondo no se percibe en el Proyecto de Legislación que estudiamos en estos momentos ningún propósito de reforma política a fondo y porque el proyecto adolece de graves defectos de técnica legislativa y electoral, los diputados miembros de Acción Nacional votaremos en contra del Dictamen, señalando una vez más que lamentablemente se ha perdido una magnífica oportunidad de una auténtica apertura democrática y de un cambio profundo de estructuras políticas que requiere urgentemente el país.

Las condiciones sociales, económicas y políticas de México, exigían ese cambio profundo, esa voluntad política del régimen de vivir una vida democrática, y tenemos que, de no enmendarse la ley y de no rectificar su actitud el régimen, el pueblo pierda totalmente la fe en los cauces pacíficos del derecho y se estén propiciando caminos ajenos a éste. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Gil Rafael Oceguera Ramos.

El C. Gil Rafael Oceguera Ramos: Con su permiso, señor Presidente;

Honorable Asamblea.

La mayoría parlamentaria de esta Cámara de Diputados, desea expresar durante el desarrollo de esta discusión en lo general, su

propósito sincero de que todos los diputados, de que todos los oradores que participamos en este debate, por encima de apreciaciones meramente partidistas, busquemos encontrar, conjuntamente los distintos puntos de vista, las síntesis válidas que nos permitan aportar análisis también válidos, para que esta iniciativa, examinada por la Comisión de Estudios Legislativos, se convierta en los próximos días en un instrumento real para la lucha democrática del pueblo de México.

Todos conocemos que han sido muchos los esfuerzos que nuestro país ha desarrollado para lograr un perfeccionamiento de nuestra democracia política, puesto que el talento político del pueblo ha comprendido, desde hace muchos años, que es precisamente a través de la democracia política, como los mexicanos podremos alcanzar el régimen de democracia económica y de democracia social, para luchar por la democracia, supone, de una manera definitiva, luchar también por el triunfo de las libertades y de los derechos políticos, porque es precisamente a través de las libertades y del respeto a los derechos políticos, como podremos constituir un régimen cabalmente democrático y la Iniciativa de Ley, el Dictamen que la Comisión ha elaborado sobre la Iniciativa de Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, evidentemente queda caracterizado como un instrumento real para esa lucha política democrática, que todos debemos - con sinceridad y honestidad -, emprender por el mejoramiento del país.

Debemos discutir la Iniciativa de Ley en lo general, compañeros de las fracciones minoritarias de esta Cámara, fundamentalmente en función de los principios que la inspiran y de los objetivos que persigue. Si nosotros podemos determinar que los principios que han hecho posible esta Ley, son principios válidos y son principios identificados con los intereses de cada uno de los partidos que integran esta honorable Representación Nacional, si estamos de acuerdo con esos principios que inspira la Ley, por considerarlos identificados por los intereses de nuestro Partido, todos debemos de aceptar que esta Ley es válida y todos debemos votar en favor de ella en lo general.

Debemos de examinar también si los propósitos de esta Ley, los propósitos que persigue con las normas contenidas en ella son válidos y son acordes con los propósitos por los cuales están luchando cada uno de nuestros Partidos.

La fracción mayoritaria considera importante declarar, que en efecto esta Ley persigue propósitos válidos para los intereses que representamos en nuestro Partido y también esta Iniciativa de Ley, contiene principios que consideramos válidos de acuerdo con nuestras tesis y de acuerdo con nuestras doctrinas y programas.

¿Por qué afirmamos lo anterior?

Porque los diputados de la mayoría, militamos en un Partido Político, que se ha caracterizado precisamente por lograr que haya un mayor respeto al sufragio emitido por cada uno de los electores.

Somos un Partido, somos miembros de un Partido que se ha caracterizado también por lograr que los propósitos de todos los hombres que participamos en quehacer político, estemos orientados fundamentalmente hacia el logro de una democracia con justicia social.

Y consideramos que esta Iniciativa de Ley, que ahora nos encontramos discutiendo, es una Iniciativa que esta buscando ampliar los cauces de la participación política de todos los mexicanos y todos sabemos que esta Ley tiene su origen precisamente, tiene su explicación solamente, a través de un largo proceso de gestación de que se desarrolló, a partir de que el Presidente López Portillo, exhortó a todas las corrientes políticas y a todos los hombres distinguidos de nuestro país, a expresar sus distintos puntos de vista, para lograr la implementación de una Reforma Política, que hiciera posible que nuestro Estado de Derecho, se siguiera manifestando los distintos puntos de vista de las distintas corrientes de opinión y de las distintas ideologías del país para lograr un mayor desarrollo de nuestro pueblo y para lograr una mejor unidad nacional.

Y es por eso que nosotros consideramos destacar durante el desarrollo de estos debates, que la Iniciativa persigue fundamentalmente lograr que esta Cámara de Diputados esté constituida con una representación más auténtica de todas las corrientes de opinión que concursan en el país.

Y es que debemos con honestidad aceptar que la experiencia nos ha demostrado que los sistemas electorales implementados para lograr la expresión de las minorías a través de la lucha institucional y a través de la participación política formal, se han agotado. Es muy importante que nosotros pensemos acerca de que este fue uno de los motivos que inspiraron el nacimiento de esta Iniciativa de Ley: lograr que la representación nacional tenga una Constitución más adecuada; lograr que todas las minorías puedan tener acceso a la representación nacional; establecer mejores mecanismos para la representación de todos los intereses y de todas las ideologías que coexisten en el país y nada más saludable para la República que la implementación, compañeros diputados, de un pluripartidismo sano, maduro y responsable que propicie la expresión auténtica de cada una de las corrientes ideológicas que coexisten en el país; que haga posible que, dentro de un marco de legalidad aprobado y renovado a través del derecho y a través de las leyes, se expresen los distintos puntos de vista partiendo de la seguridad de que serán respetadas sus iniciativas y de que sus tesis serán válidas para encontrar el mejor destino de nuestro país.

Hemos escuchado con mucha atención los cuestionamientos que a la Ley ha expresado el señor diputado de Carcer en el sentido de que esta Ley que nosotros nos proponemos aprobar es confusa y contradictoria. También

afirmó de una manera muy grave que esta Ley significa un retroceso en la lucha democrática.

Yo quisiera convocar a una mayor reflexión a los compañeros representantes de las minorías acerca de si este documento que estamos discutiendo representa un retroceso democrático para el país, acerca de que si es justa esta apreciación que se acaba de hacer, puesto que es para nosotros una apreciación demasiado parcial e infundada. No podemos nosotros calificar de retroceso a nuestra democracia por el contenido que esta Ley señala, puesto que pensamos que dentro de la Ley están, precisamente en contra de lo que han afirmado los representantes de Acción Nacional, establecidos caminos para lograr un mayor progreso democrático, para encontrar una mejor expresión de la voluntad popular, para regular la participación de todos los Partidos Políticos en un marco de legalidad más adecuado y más congruente con nuestra realidad política.

¿Cómo vamos a aceptar que sea calificada esta Ley como un retroceso en nuestras luchas democráticas, si es precisamente un espíritu completamente contrario a lo que aquí se afirma, el que ha inspirado esta Ley si pensamos nosotros que garantiza los derechos políticos de todos los ciudadanos y, además, regula el desarrollo y vigilancia de los procesos electorales?

También ha afirmado el compañero diputado de Carcer, que esta Ley hace más dependientes a los Partidos Políticos en relación al Gobierno, puesto que, a través de la Comisión Federal Electoral, concebida de acuerdo con esta Ley, se busca mantener una mayor intervención, sostener prácticas de mayor intervención en la vida interna de cada uno de los Partidos Políticos.

¿Como es posible que nosotros aceptemos como ciertas las afirmaciones de los representantes de Acción Nacional, puesto que, es precisamente a través de la Comisión Federal Electoral, como el Partido, como los Partidos reglamentarán su vida política?

A través de la Comisión Federal Electoral, se podrá vigilar la participación de los Partidos Políticos en los procesos electorales, buscando que éstos se apeguen a todas las normas contenidas en la Ley, pero de ningún modo pretende, a través de las atribuciones que se le han conferido a la Comisión Federal Electoral, esta Ley tratar de intervenir en la vida interna de los Partidos.

Aquí se ha hablado también por los representantes de Acción Nacional acerca de que el poder político en nuestro país no reconoce limitaciones de ninguna índole. Esta afirmación tiene el propósito de sostener que nuestros gobiernos constituidos, que nuestros gobiernos surgidos de la Revolución, no sujetan sus actos a las normas superiores de nuestro Derecho Constitucional, tratando de sostener malévolamente que a través del poder el gobierno actual pretende intervenir en los procesos electorales para violar la voluntad soberana del pueblo.

También ha afirmado que esta Ley no es el problema real para Acción Nacional y para las minorías, dice que esta Ley no es la verdadera traba al desarrollo de nuestra democracia, que el problema real de nuestro país, como expusieron ellos en su comparecencia ante la Comisión Federal Electoral, es un problema de voluntad política, como si no estuviera el régimen actual precisamente demostrando a través de esta Iniciativa la voluntad política que lo caracteriza, voluntad política precisamente caracterizada por un sentido abiertamente democrático, caracterizada por un propósito altamente patriótico, de lograr un nuevo consenso a través de los nuevos mecanismos electorales, que nos hagan posible a través de una unidad más fortalecida, que nos hagan posible una lucha más coherente que nos permita defender los grandes propósitos nacionales con mayores recursos políticos y con una mayor organización del pueblo.

Nosotros no concebimos, compañeros de la minoría, como el Estado Nacional habrá de ejercer sus funciones rectoras de la economía para lograr un desarrollo más independiente, equilibrado y democrático y es precisamente a través de la organización democrática del pueblo, precisamente a través de la participación organizada de los mexicanos, debemos comprender con honestidad que un país, que un pueblo desorganizado no influye en las decisiones políticas, en las grandes decisiones políticas que el Estado toma y es precisamente ese objetivo el que nosotros quisiéramos valorar muy altamente para que todos aquí reflexionando con detenimiento, pudiéramos llegar a un acuerdo en lo esencial, la aprobación de esta Ley por considerar que persigue propósitos de organización democrática del pueblo que nos permitan renovar nuestras fuerzas para encontrar un mejor destino para la nación.

Pensamos, los representantes de la mayoría que integramos esta Cámara, como lo piensa también el Ejecutivo de la Unión, que el pluripartidismo político que estamos requiriendo en nuestro país es un instrumento eficaz para lograr el cambio de nuestras estructuras políticas, para lograr que a través de la expresión ideológica de cada una de las clases sociales, de cada uno de los sectores de nuestro país, tratemos de encontrar las estrategias concretas que nos permitan definir el rumbo de la nación y qué importante es que nosotros entendamos cuáles han sido los propósitos de la mayoría al promover compartidamente con el Ejecutivo de la Unión este proyecto de Iniciativa de Ley; qué importante es, digo yo, que comprendamos los propósitos que animan al Gobierno Mayoritario de este país al promover esta clase de cambios políticos, porque si comprendemos la importancia de ello, podríamos entender que la mayoría no se encuentra de ningún modo empeñada, como aquí falazmente se ha afirmado, en monopolizar la representación nacional, en evitar la gravitación, en cancelar la gravitación y la presencia de las minorías

en nuestras decisiones, por el contrario, la mayoría respeta los derechos políticos de las minorías incluso, de las minorías que no se encuentran representadas actualmente en esta Cámara.

La mayoría desea que las minorías tengan una adecuada representación en esta Cámara de Diputados, acorde a su número y a su calidad.

Así como la mayoría actualmente tiene una representación, un número de representantes acorde a su fuerza, nosotros deseamos una mejor expresión para las minorías, y qué bueno que esto lo pudiéramos comprender así porque cabría pedirles a los representantes de la minoría, que adoptaran una actitud parecida de grandeza y de amplitud en cuanto a la concepción del papel que les corresponde jugar, que así como las mayorías propician el arribo de las minorías a esta elevada representación nacional, que las minorías permitieran la presencia de otras minorías que no están aquí representadas, que por encima de los intereses de sus partidos, creyeran y pensaran en la necesidad de lograr, que todas las voces por minoritarias que sean, de nuestro país, tengan una expresión política constitucional.

Queremos dejar claro, honorable asamblea, que el propósito fundamental de esta iniciativa, los objetivos de mayor trascendencia social para el país, deben ser comprendidos y apoyados por las fuerzas más democráticas y progresistas de esta honorable Cámara de Diputados, porque verdaderamente, sinceramente, a través de la Ley, los representantes de esta mayoría pensamos que habremos de encontrar cauces para la expresión de las diversificadas corrientes de opinión, caminos más adecuados para el desenvolvimiento de los partidos políticos, vías para lograr que el desarrollo económico, independiente, nacional, articulado y democrático que perseguimos, alcance su cabal expresión. Muchas gracias." (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Jorge Garabito Martínez.

El C. Jorge Garabito Martínez: Señor Presidente:

Señoras y señores diputados.

Los conceptos que voy a vertir en esta Tribuna, son ya conocidos por muchos de ustedes porque fueron expuestos en su mayoría en el seno de las Comisiones Dictaminadoras durante los trabajos que se realizaron para revisar la Iniciativa, en las Comisiones Dictaminadoras expusimos nuestras objeciones, nuestra manera de pensar y compartimos el trabajo de revisar el Proyecto de Ley, no sólo en cuanto a las observaciones de fondo, sino también en muchas formas de estilo y de redacción. Ciertamente no está a discusión ya la Reforma Política que fue introducida en la Constitución. Contemplamos ahora un instrumento legal que pretendidamente trata de reglamentar la Reforma Constitucional.

Las objeciones en lo general al Dictamen y al Proyecto de Ley, he dicho que son cuatro en términos generales:

Que la ley es anticonstitucional.

Que es antidemocrática.

Que es odiosa, advirtiendo que el término "odiosa" lo uso exclusivamente en el concepto del Derecho Romano de una ley que es específica en contra de determinada persona, es una ley odiosa; y, por último.

Que es una ley arbitraria.

En las sesiones - numerosas sesiones que tuvimos en el seno de las comisiones -, al contestarse las objeciones hubo muchas contestaciones declamatorias, hubo muchos discursos de los que conocemos aquí en la tribuna, se habló mucho de revolucionarismos, se habló mucho de ideología; ésto me satisfizo mucho porque, como válvula de escape, en las comisiones, espero que entremos aquí la discusión, a las objeciones realmente expuestas y nos dejemos ya de lirismos y de discursos demagógicos; que cuando yo digo que es anticonstitucional y pretendo demostrar la inconstitucionalidad de la Ley, vengan a demostrarme que es de acuerdo con el texto constitucional y no vengan a hablarme de revolucionarismo y de ideología revolucionaria.

Dos de las objeciones se ligan íntimamente, la anticonstitucionalidad y la odiosidad de la ley van íntimamente ligadas en muchos de sus aspectos. La Ley es anticonstitucional porque rebasa, excede y con mucho, en algunos aspectos, el cauce constitucional. La Constitución ya ha sido reformada y está aprobada - eso no esta a discusión -; la Ley que pretende reglamentarla, excede la norma constitucional y por lo tanto la ataca y no debe ser aprobada.

Que muchas de estas disposiciones legales - como dijo un periodista - tienen dedicatoria para Acción Nacional, es cierto, no solamente hoy, es larga ya la historia de reformas legales dedicadas exclusivamente en contra de Acción Nacional.

Rápidamente: en unas elecciones, el Partido Acción Nacional consideró que había sido tal el desbarajuste, que habían sido tal las violaciones al proceso electoral, que no era posible decir quién había ganado y quién había perdido y que en consecuencia determinaba que los candidatos que fueran reconocidos como candidatos triunfantes y por lo tanto como diputados, no acudieran a la Cámara de Diputados.

Este es un derecho perfectamente legítimo de cualquier partido político, en cualquier país democrático y no vinieron los diputados de Acción Nacional a la Cámara de Diputados; y se reformó la Ley "cuando un partido político determine que sus diputados no vayan a la Cámara, será cancelado su registro".

No dice Acción Nacional, pero se refiere a Acción Nacional.

Se creó un organismo que nosotros considerábamos un organismo válido, valioso, por que era un organismo técnico, jurídico, además de político como es la Comisión Federal Electoral con facultades técnicas jurídicas y nosotros tenemos mucho interés, en que la política se desarrolla dentro de los cauces jurídicos y acudimos a la Comisión Federal Electoral y

expusimos nuestras tesis y nuestros puntos de vista y dijimos perfectamente esto es un órgano valioso, porque este órgano y la Comisión Federal Electoral, es una área en donde concurren los partidos políticos y la Administración General y es el área lógica donde la administración escucha a los Partidos Políticos y pueden entenderse y buscarse soluciones a los problemas del país, pero llega un momento en que la Comisión Federal Electoral, se atasca en discusiones estériles y no quiere conceder absolutamente un ápice de razón y dice el comisionado de Acción Nacional; no es posible seguir avanzando, no es posible seguir por este camino, no se da un paso adelante, es inútil seguir en la Comisión Federal Electoral y el Partido retira al comisionado en la Comisión Federal Electoral.

Ejercitaba un derecho perfectamente limpio, correcto, el comisionado de Acción Nacional se retiró de la Comisión Federal Electoral; se reforma la ley: "El Partido Político que retira a su comisionado de la Comisión Federal Electoral, le será cancelado su registro". No dice Acción Nacional, pero va con dedicatoria a Acción Nacional.

Nosotros impugnamos el Colegio Electoral, lo impugnamos porque consideramos que no es el Tribunal adecuado para examinar la validez de un proceso electoral, sobre todo porque está constituido por los mismos interesados, no solamente en el resultado, si no por los autores de fraude cometido.

Cómo es posible que en un proceso político se constituya a la misma persona en juez y parlante, interesado en que el fraude cometido, en que el robo realizado no sea sancionado y no asistimos al colegio electoral, ahora aquí en esta ley a nuestra consideración, viene la reforma, seis años de suspensión de derechos cívicos al diputado que se niegue a formar parte del Colegio Electoral y cancelación del registro al partido que ordene que sus diputados no formen parte del Colegio Electoral.

Y ¿quiénes forman parte del Colegio Electoral? Los candidatos minoritarios que tengan la más alta votación: Acción Nacional.

Y yo digo ¿en dónde está el fundamento constitucional de esta reforma? La reforma constitucional que aprobamos no contemple este tipo de sanciones.

Se excede y con mucho, el proyecto de Ley a la Reforma Constitucional, no tiene fundamento constitucional este tipo de sanciones.

Objetamos en la reforma constitucional la intromisión de una institución que nos parece extraña e indebida para la vida democrática del país, como es la representación proporcional. La objetamos. Está bien. Ya se aprobó.

Aprobada la Constitución, el jefe del partido le dice al Secretario de Gobernación: está bien, existen ya, por haber sido aprobada la Constitución, diputados en distritos uninominales por mayoría relativa, y posibilidad de diputados en distritos plurinominales a voluntad de los partidos políticos.

Cuando un partido político solicite participar en las elecciones plurinominales deberá satisfacer determinados requisitos fijados por la Constitución y el jefe de Acción Nacional le dijo al Secretario de Gobernación: "Acción Nacional se inclina por las elecciones uninominales porque es el camino de la democracia directa; postularemos candidatos en las elecciones uninominales y pelearemos las elecciones uninominales porque ahí es donde la democracia debe realizarse". Así pues, reforma al canto, es obligatorio a todos los partidos participar en las elecciones plurinominales. ¿En dónde dice la Constitución que sea obligatorio? Excede y con mucho al texto constitucional. La Constitución dice textualmente: "Para obtener el registro de sus listas regionales, el partido político nacional que lo solicite deberá acreditar que participa como candidato a diputados de mayoría por lo menos en 100 distritos". Y si no lo solicita ¡ah!, si no lo solicita se le cancela el registro. ¿Dónde, en donde está el fundamento constitucional de este sistema que está adoptando la Ley Electoral, la Ley de Organismos Electorales?

No tiene fundamento constitucional ninguno; no lo tiene porque la Constitución, la idea del Ejecutivo cuando envió su proyecto de reformas a la Constitución, no contemplaba estas situaciones; la idea del Ejecutivo era muy otra; la idea del ejecutivo era facilitar el acceso a la Cámara de Diputados de voces disidentes, de grupos disidentes pequeños que no encontrando manera de hacerse oír recurren a la subversión y a la violencia y al terrorismo y al anarquismo para hacerse oír y para hacerse notar su inconformidad y esto yo lo dije muy claramente, esto es saludable; es de salud social darle cauce legal a estas disidencias porque así no se perjudica la estructura social, pero el proyecto Constitucional del Ejecutivo no contemplaba para nada estas imposiciones odiosas, porque están dirigidas a una persona concreta, determinada, a una persona moral que se llama Acción Nacional.

El sistema propuesto por la Ley a consideración, el Dictamen que propone su aprobación, es antidemocrático, y representa no sólo un paso atrás de la presente Ley; el diputado de Carcer decía un paso atrás, pero, en términos generales, retroceso, y el diputado Oceguera dice: "¿En qué consiste el retroceso?".

Pues son muchos los retrocesos.

Ya lo veremos en la discusión en lo particular, como muchos de los dispositivos de la Ley a consideración, pues significan un retroceso en relación con la legislación vigente, pero en términos generales, simplemente, basta una consideración en relación con la presencia de la minoría dentro de la Cámara que es lo que al diputado Oceguera le preocupa tanto. ¿Cómo es posible si se van a dar 100 diputados de oposición en la próxima Cámara de Diputados? Pues es un retroceso, porque de acuerdo con la Legislación ya no vigente, porque se acaba de, es decir, porque ya la Reforma Constitucional ya está aprobada, pero, de acuerdo con el sistema anterior, el sistema de los diputados de partido, la Constitución contemplaba la posibilidad de un tope de 25 diputados a los

partidos minoritarios, estando registrados 3 partidos minoritarios, de tal manera que la misma Constitución estaba considerando la posibilidad de 75 diputados de minoría para los tres partidos, 75 diputados de minoría en un Congreso de 196 Distritos Electorales. Saquen la proporción en un Congreso de 400 diputados, la oposición nada más tiene el 25%.

Quiere decir, entonces, en términos relativos, significa un retroceso muy grande, porque, además, estaban en formación varios grupos con posibilidad de acceder a la personalidad de partidos políticos, por lo menos tres de ellos y si se hubiera seguido la misma línea, pues habríamos tenido 6 partidos de oposición con posibilidad de 150 diputados frente a 196 curules de mayoría. Entonces el establecer un congreso de 400 diputados con 100 diputados de minoría nada más, es en términos generales, un retroceso.

Es antidemocrática por otros muchos conceptos el sistema adoptado por los redactores, no por el Ejecutivo, por los redactores de este texto que se les indigestó el francés y estuvieron traduciendo textos europeos y tratar de introducirlos a la realidad mexicana pues a veces con calzador e inventan un sistema que en Francia, en Alemania también, pero fundamentalmente en Francia estuvo en vigor y nos lo presentan como la última maravilla.

Yo con mucho gusto asistí a la reunión de prensa en Lafragua el sábado, en donde se les explicó a los señores periodistas el funcionamiento de las dos fórmulas y deseo sinceramente que lo hayan entendido, porque así entenderán claramente las objeciones que vamos a hacer en lo particular, pero sí quiero advertir que el diputado Hugo Castro presentó este sistema con absoluta mala fe. Hablaba de 12 mil votos de los cuales se quitaban por concepto mayoritario 2 mil votos y por concepto minoritario 400 votos. Totalmente falso, diputado Castro.

De acuerdo con las últimas elecciones realizadas, en donde se emitieron 15 millones de votos, tendríamos que quitar por concepto minoritario de los partidos que no alcanzan el 1.5%, que en las últimas elecciones, fueron digamos los candidatos no registrados, etc., tendríamos que quitar 40 mil votos en 15 millones, y tendríamos que quitar gravemente 800 mil votos por concepto de votos nulos, pero de los votos supuestamente válidos, supuestamente válidos, tendríamos que quitar, echar al cesto de la basura, 13 millones de votos del partido mayoritario, para tener en consideración exclusivamente 2.5 millones de votos de los partidos minoritarios.

¿Es democrático este sistema en donde al cesto de la basura se echa la inmensa mayoría de los votos que se reconocen previamente que son válidos? No son 2,000 como decía el diputado Castro, es la inmensa mayoría, en 15 millones de votos tendríamos que echar al cesto de la basura 13 millones de votos válidos. Esto ya lo veremos con más detalle cuando discutamos en lo particular.

Tan se le indigestó al redactor el francés, que introdujo en el texto del proyecto de Iniciativa un sistema en donde los primeros diputados que se adjudicaban a los partidos minoritarios eran dos; claro, así lo dice la traducción, es decir, así lo dice el sistema francés y lo tradujo bien, "se aplican dos diputados...", y se le olvidó la Constitución; la Constitución dice: "...los diputados a que tengan derecho los partidos..." y puede haber casos en que un partido tenga derecho a un diputado en una circunscripción plurinominal; tan fue evidente, que las comisiones - y sin decir nada - lo modificaron y dicen, por esta fórmula se aplicarán : el primero o los dos primeros".

Si leen ustedes con cuidado su primer proyecto, verán que en el proyecto se dice: "Los dos primeros diputados se aplicarán..." y pues esto era claramente anticonstitucional y las comisiones tuvieron que modificar esto para decir: "el primero o los dos primeros..." de tal manera se introdujo un elemento de confusión más que ojalá y los señores periodistas lo hayan entendido para que entiendan las objeciones que vamos a hacer luego.

Por último, la Ley es arbitraria, la reforma constitucional deja a la Ley lógicamente el establecimiento de determinados requisitos reglamentarios para el funcionamiento del sistema electoral propuesto por la misma Constitución, pero la Ley no reglamenta la Constitución, la Ley que debiera dar las bases para el funcionamiento del sistema electoral simplemente remite a la Comisión Federal Electoral las bases sobre las cuales debe funcionar el sistema.

...¿Sobre qué bases, se van a dividir las circunscripciones plurinominales? ¡Ah!, sobre lo que acuerde la Comisión Federal Electoral.

¿Sobre qué bases se van a determinar los diputados que corresponden a cada circunscripción plurinominal? No se preocupen, eso lo resuelve la Comisión Federal Electoral. Entonces, la Ley no sirve para nada. Bastarían dos artículos, dos exclusivos artículos y nos evitábamos tantas discusiones.

Primer artículo, el 55, "...se dará toda clase de facilidades para las asociaciones políticas". Saludable socialmente, estoy de acuerdo.

Segundo. La Comisión Federal Electoral, organizará las elecciones conforme a ella le parece que conviene al pueblo de México. Y nada más, porque esta es la esencia de la ley. La Comisión Federal Electoral dirá cómo se divide el país, si es una o si son cinco; dirá cuántos diputados le corresponden a cada circunscripción plurinominal y dirá qué sistema o qué fórmulas seguir.

La ley sale sobrando, todo lo dirá la Comisión Federal Electoral, que todos sabemos que es el Secretario de Gobernación. Entonces, el Secretario de Gobernación, árbitro absoluto en el olimpo político mexicano, dirá cómo se van a celebrar las próximas elecciones; sale sobrando toda la ley y todo el articulado con este tipo de disposiciones.

En consecuencia, no es posible aprobar una ley de este tipo que pretende ser reglamentaria de la Constitución y excede a la Constitución; que pretende ser reglamentaria de la Constitución y no reglamenta nada, porque todo lo

deja al arbitrio del Secretario de Gobernación. Yo les ruego que piensen detenidamente esto, no es posible en conciencia, aprobar una Ley que excede a la Constitución, cuando conscientemente estamos viendo que contiene disposiciones no contenidas en la Constitución y no es posible aprobar una Ley que todo lo remite al arbitro de un funcionario.

Yo no dudo en lo absoluto, no dudo de la buena fe del señor Secretario de Gobernación, es más, creo que el señor Secretario de Gobernación está lleno de las mejores intenciones, pero no podemos aprobar una Ley en donde todo se deja al arbitrio del señor Secretario de Gobernación.

Muchas gracias." (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Eugenio Soto Sánchez.

El C. Eugenio Soto Sánchez: Señor Presidente; honorable Asamblea:

A ninguno de ustedes escapa el conocimiento de que la historia del México Revolucionario es la historia reiterada de la lucha por la democracia y que la Revolución Mexicana surge como una consecuencia necesaria de las carencias del pueblo mexicano, como una reivindicación política, económica y social de los derechos adquiridos desde la vida independiente de México que se fueron deteriorando en beneficio de un grupo oligárquico que detentaba el poder, es una historia eminentemente social, se gesta en la entraña misma del pueblo, el cual lucha ofrendando su vida para hacer posible un cambio que logre erradicar la desigualdad, la injusticia, la miseria, la ignorancia y la explotación inicua del hombre; para hacer posible su logro, se llega al extremo de empuñar las armas como movimiento violento en el que convergen todos los sectores de la población, desde el campesino hasta el profesional y surge como líder de este movimiento en contra de la dictadura, la figura de don Francisco I. Madero que, con el Plan de San Luis, se lanza en contra de la dictadura y protagoniza la lucha revolucionaria, junto con todos aquellos hombres que captaron la esencia y trascendencia del movimiento revolucionario. La lucha por la democracia que inicia Madero, dio como fruto una conquista popular de gigantescas proporciones en beneficio de las generaciones posteriores.

Es claro y evidente que el pueblo de México siempre ha luchado por vivir en paz y la paz implica orden y justicia dentro de la libertad, por eso en su lucha permanente por conquistarla, jamás ha escatimado esfuerzos, recursos y sacrificios por alcanzar tan alto valor y teniendo como base firme de sustentación su desenvolvimiento pacífico, ha venido consolidando con paso firme y vigoroso su vida democrática.

A este esfuerzo permanente de nuestro pueblo, corresponde actualizarlo el gran anhelo de llegar a perfeccionar la democracia como una práctica social realizable todos los días a lo largo y a lo ancho del territorio nacional.

Toda vez que el partido al que pertenezco ha sido el directo destinatario de la ideología revolucionaria, ya que nuestro partido fue integrado por revolucionarios que protagonizaron directamente el movimiento armado y, por lo tanto, cuenta con casi 70 años de experiencia revolucionaria, siendo fiel intérprete de los objetivos y postulados revolucionarios que se vinieron a concretar como realidad nacional en la Constitución Política de 1917 y por ser el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y, por consecuencia, un partido político que postula los principios revolucionarios y democráticos que tanto quiere el pueblo mexicano, no podemos estar en contra de una ley que constituye - esto es incontrovertible - un sólido avance democrático, ya que interpretando el sentir popular, la misma se presenta en este momento histórico para responder a la realidad, aportando avanzadas ideas, creando y regulando sistemas legales, para hacer posible que la democracia esté a la vanguardia de la vida popular ciudadana.

En efecto, la Iniciativa de Ley que se ha puesto a nuestra consideración con el rubro de Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, constituye, esto es incuestionable, un paso más que viene a complementar y consolidar, todo el procedimiento de la Reforma Política que se está llevando a cabo durante el sexenio del señor Presidente José López Portillo.

Como cuerpo legal, lo encontramos vigoroso por su contenido y depurada técnica jurídica, así como por su redacción revestida de una gran claridad y objetividad, por lo que se puede considerar como un valioso instrumento para el derecho positivo mexicano.

La Iniciativa de Ley en comentario, además de responder a nuestra realidad política y social, en forma visionaria, se hace extensiva a las necesidades futuras y contempla una mayor integración ciudadana en la corresponsabilidad de las gestas electorales.

Es plausible, dentro de sus innovaciones, la que permite una participación activa e intensa de los distintos grupos políticos, tales como partidos, asociaciones, frentes, confederaciones y las coaliciones para fines de carácter electoral.

Se establece en forma clara, que la participación de los partidos no será optativa, sino que tendrá carácter compulsivo en las contiendas de las jornadas electorales, para evitar así que permanezcan en forma contemplativa durante dichos procesos como ha ocurrido en la práctica, toda vez que la Iniciativa en este sentido, es nociva tanto para la democracia como para el pueblo, que cada día reclama con mayor ahínco el respeto de su voto y la autenticidad y capacidad de sus representantes, derecho legítimo que estimamos será realidad con la vigencia de la ley, que ahora se nos ha presentado para su discusión.

La equidad del espíritu de la iniciativa, no tiene paralelos, al asimilar a distintos grupos minoritarios, que antes actuaban al margen de la ley, sin garantías y careciendo de seguridad jurídica a pesar de ser importantes las corrientes y opinión que representan y ser fuentes de opinión pública respetable, dentro de los

distintos factores de poder que integran nuestra organización política y social, facilitando la participación inclusive, con partidos políticos de registro condicionado, al resultado de las elecciones.

Se establece un sistema de propaganda electoral más justo y avanzado, eliminando el tradicional uso de propaganda irrefrenada, que sólo podría cubrir todo candidato o partido con dinero en abundancia y que constituía verdadero derecho de fortuna en forma efímera, con el consiguiente insulto para el pueblo, que carente de trabajo, recursos o medios, hubiera preferido mejor que algo de ese dinero se hubiera utilizado en su provecho con función social. Con la desventaja consiguiente de los partidos y candidatos, que o faltos de recursos o con un criterio más democrático dejaban de hacer juego en esa competencia ilimitada de derroche de propaganda y dinero, pero se hacían menos notorias y conocidos ante sus electores.

El establecer que los gastos de campaña y propaganda política sean razonables - racionales - e igualando las fuerzas de los partidos y candidatos, evitará el despilfarro de recursos económicos, que no deben distraerse ni de la producción, ni del desarrollo de México. Predominará un denominador común en la conciencia de los electores al depositar el sufragio.

Se votará por el más apto, el más honesto y el que verdaderamente tenga vocación de servicio y se convierta en auténtico representante popular. La lucha ideológica se propicia, así como la participación de los partidos y de sus miembros en la promoción de sus ideologías, programas de acción y realización de actividades de carácter y beneficio social.

Esta iniciativa viene a dar un trato igual a los desiguales, en beneficio de éstos, permitiendo el uso en forma permanente de los medios de comunicación masiva como son la radio y la televisión, en forma amplísima de objetivos, no sólo para propaganda política, sino de esparcimiento y con la meta fundamental de que el pueblo a nivel nacional se compenetre del contenido y existencia de los partidos políticos y organizaciones de este tipo para su mejor selección y simpatía, con la garantía de que la Comisión Federal Electoral y la Secretaría de Gobernación actuarán como órgano de coordinación y de producción teórica respectiva.

Un capítulo importante por los resultados que pueden arrojar en las contiendas electorales, es el relativo a la depuración del padrón electoral tan necesario para garantizar la pureza del sufragio, contemplando su debida integración con la participación de los órganos electorales, autoridades federales, locales y municipales, así como partidos políticos, organismos del mismo tipo, ciudadanos en general y electores.

El sistema sistematizado y diversificado de recursos que se establecen con verdadera coherencia, facilita su manejo, interposición y debida sustanciación ante los órganos y autoridades competentes para conocer de los mismos, lo que equilibra de una manera consciente la participación ciudadana y el interés por votar, por asegurar eficientemente su voluntad en el sufragio.

El contencioso electoral se depura de nueva cuenta con el sistema de nulidades claramente establecido, tanto de votos como de elecciones en los distintos distritos, casillas y regiones a los que corresponda la votación. Las sanciones que contempla la Ley, cuya iniciativa se nos ha sometido, íntimamente ligados con la libertad y seguridad jurídica de las elecciones, responde efectivamente a nuestro sistema de derecho, porque busca la preeminencia y la observancia de la ley como norma reguladora de la conducta de actividades ciudadanas.

Innovación importante de la ley la constituye el hecho de que la integración de las Comisiones Locales y Electorales y Comités Distritales se llevará a cabo por el sistema de insaculación, lo que garantiza una mayor imparcialidad en la selección de los mismos y, consecuentemente, se asegura la pureza del sufragio.

Al establecer terminantemente la ley que nos ocupa que a todo aquel partido político que en dos elecciones consecutivas no obtenga el 1.5% de la votación se le cancelará el registro como tal, se elimina la existencia complaciente de membretes de partidos políticos o que éstos sean estáticos, para exigir como lo quiere y requiere el pueblo de México, que los partidos y organizaciones políticas justifiquen su existencia y participen realmente y se vuelve obligatorio para todo partido y organización política, si quieren existir, sean dinámicos e inconformes, para que en la contienda abierta se imponga el mejor, tanto por sus hombres, ideología, doctrina y sistemas.

Es necesario señalar que, a nuestro juicio, a juicio del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, la iniciativa de ley que contiene el Dictamen no es contraria a la Constitución, como se ha dicho, ni está fuera de ella, pues precisamente como Ley secundaria debe reglamentar los preceptos básicos de la Ley fundamental y tiene que observarse en su contenido, la amplitud y claridad suficiente para reglamentar la norma básica, sin dejar lagunas perjudiciales, que darían lugar a una indebida e injusta interpretación y aplicación de la misma, para el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, la presente Iniciativa es el fruto óptimo de toda una serie de esfuerzos compartidos de muchas autoridades, partidos y gente en lo particular, que tiene inquietud política y fe en la democracia, y en especial, del Presidente José López Portillo, a quien lo inspira el mejor propósito y buena fe.

Creemos sinceramente en la bondad y buena intención de esta obra. Nos satisface su contenido en cuanto a espíritu y alcance, pero deben estar ciertos de que en la medida de nuestras posibilidades, estaremos pendientes de su acatamiento en cuanto sea promulgada, así como de su observancia y respecto en forma general, porque hacer lo contrario o siendo omisos, se traiciona al pueblo, beneficiario y destinatario de la democracia, régimen político que se ha dado.

Es por ello que la diputación Parmista se pronuncia en favor del Dictamen, que es congruente con la Iniciativa y su exposición de motivos.

Por todas las razones expuestas y por considerar el beneficio que entraña, así como porque los principios básicos e inmanentes de la Revolución el espíritu del Plan de San Luis de Francisco I. Madero y los supuestos normativos que determinaron las decisiones políticas fundamentales del Congreso Constituyente, se actualizan con la realidad social en la fiel interpretación que de ella hace el Presidente de México. Muchas gracias."

El C. Presidente: Tiene la palabra C. diputado Jacinto Guadalupe Silva Flores.

El C. Jacinto Guadalupe Silva Flores: Señor Presidente:

Diputados de México.

El eminente jurista español Francisco Suárez, da seis puntos básicos y fundamentales para que una ley llene las condiciones.

El primero, que se dé a una comunidad; el segundo que tienda al bien común; el tercero, que proceda del poder público; el cuarto, que sea justa y dada justamente; el quinto, que sea estable, esto es con cierta perpetuidad y el sexto y último, que esté suficientemente promulgada.

Por lo que se refiere a que sea dada para una comunidad esta ley satisface el requisito; procede el poder público, ciertamente también está dada con fines de que tenga cierta perpetuidad; por lo que se refiere a las otras condiciones que tienda al bien común, habría que pensar - y debo advertir con toda claridad que no tengo nada en contra de ninguno de los diputados de la mayoría ni con ninguno de los otros partidos personalmente -, habrá esta Ley, podrá esta ley modificar, cambiar lo que hasta ahora han sido las elecciones en México; se podrá contemplar en el amplísimo articulado de la Ley que estamos discutiendo, forma y manera de terminar con el fraude electoral, con el acarreo de votantes, sin prejuicios, pero con la certidumbre de que el sistema ha sido permanentemente viciador de todo el proceso electoral, no es posible aprobar un ley que deja tantas facultades a la Comisión Federal Electoral. En este año hace unos meses, un miembro del Partido Revolucionario Institucional, Director Político de la Cámara de Diputados en la XLVI Legislatura, Presidente del Partido Revolucionario Institucional después y Jefe degollado del Departamento Central por último, produjo unas declaraciones que en su boca vienen a demostrar con claridad lo que han sido las elecciones en México.

Todo el problema político, decía Alfonso Martínez Domínguez, se resolverá cuando se les reconozcan las victorias a la oposición.

Sería fácil para algunos de ustedes demostrar que en la Ley se contempla la cierta posibilidad de que ya la oposición no sea despojada de sus victorias, de que ya los mexicanos no vayamos a ser víctimas de manipulación electorera, mas ahora todavía, ayer salen unas declaraciones del actual director político de esta Cámara, curándose en salud, sabemos lo que va a decir la oposición, "sabemos que va a condenar la aplicación masiva de los trabajadores".

Acción Nacional también sabe los argumentos de siempre del sistema, son derechos de los sindicatos, son organizaciones que pueden determinar qué hacer con sus miembros.

Señores diputados, pero no contra la Ley, no contra la Constitución o vivimos en un régimen de derecho, donde está garantizado el derecho del mexicano a disentir, a crear y a pensar o ese derecho constitucional se anula en el momento que al sistema le conviene; por supuesto que vamos a seguir diciendo y condenando la afiliación masiva de trabajadores del campo y de la ciudad, en tanto los sindicatos, en tanto las comunidades agrarias sigan manteniendo en sus estatutos la obligación para sus miembros que se afilien al partido oficial, porque eso quiebra, rompe el bien común nacional y la dignidad del hombre.

El otro principio, que sea justa y dada justamente. En la Reforma Constitucional cuando se aprobó dar medios a los partidos para desarrollar sus actividades, había una palabra connotativa "En forma equitativa". Yo desde ahora me pregunto si realmente será equitativo el otorgamiento de esos medios no dudo que a partir del poder concentrado en la Comisión Federal Electoral se determina equitativamente otorgar esos medios, pero ¿qué va a pasar con el otro beneficiario del sistema?, ¿con el poder económico?

Al mismo tiempo que al Partido Revolucionario Institucional le prestará cientos de camiones la alianza de camioneros, ¿se los prestará también a los partidos de oposición? Al mismo tiempo que se pongan unidades en la capital y en los Estados para acarrear grupos de gentes para simular popularidad, ¿se dará la misma posibilidad? ¿Se exigirá que esos particulares den las mismas posibilidades a los partidos de oposición? Lo dudo.

En la campaña del gobierno del Estado de México, todos los anuncios del alcohol de Pedro Domecq, de la noche a la mañana aparecieron con retratos de Jiménez Cantú... todos, ¿dónde va a estar la diferencia? Yo creo que ahí.

El sistema tiene el otro brazo, el poder económico que siempre lo auxilia, la burguesía nacional que por mucho que se la quieran cargar sobre las espaldas a Acción Nacional, eso ya nadie lo cree, la burguesía nacional es miembro del Partido Revolucionario Institucional y la usan, por ese canal estará la enorme diferencia entre lo que tengan los partidos de oposición y los que tengan el Partido Revolucionario Institucional para desarrollar sus campañas. ¿Cómo podemos pensar que el sistema de un golpe piense realmente en igualar condiciones de un partido y otro para hacer sus campañas?

No es justa esta ley, porque no va a ser justo y equitativo el trato que se dé a un partido y a otro. Y por otro lado, en el supuesto caso de que ya no sólo estuvieran las calles de las

ciudades de los pueblos, de los ranchos, llenas de colgijos de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional, sino que en igualdad de condiciones, también hubiera colgijos de los partidos de oposición, ¿sería justo y racional que se despilfarrara tan infamemente el dinero del pueblo de México?

¿Será justo, señores diputados, que todas las condiciones que se ponen a un votante para identifircarse en una casilla, por otro lado se anulen con el último inciso? La firma, el retrato, la credencial y por último, por el conocimiento que los miembros de la mesa tengan del votante.

Siempre habrá un señor del PRI que conoce a todo el mundo, siempre, y se acabaron las otras condiciones, no habrá identificación del votante y esto no es justo, es guardarse las cartas debajo de la manga para seguir dominando la vida pública de México.

Otra condición que esté suficientemente promulgada.

Señores diputados yo no sé si en México no tengamos gente capaz para crear un sistema propio, adecuado a México, que sirva a México, que tenga presente lo que somos los mexicanos, los que aquí nacimos, aquí hemos vivido toda nuestra vida y aquí nos vamos a morir. Que tenemos una forma de ser muy distinta de cualquier otro pueblo, tienen que ir a traer de Europa un sistema para encajárnoslo, que realmente aquí no hay quien pueda crear un sistema.

Así somos tan tarugos.

Porque el que esté suficientemente promulgado en una ley señores diputados, no quiere decir que todos los mexicanos la conozcan por los forros; no quieren decir que la tengan en sus manos o que la traigan bajo el brazo para que por osmosis se enteren. Que esté suficientemente promulgada significa, conocimiento de la ley, entendimiento de la ley, entendimiento de la ley y yo me temo que si aquí escogiéramos algunos de los señores diputados, para que nos explicarán la formulita y todo el sistema, me temo que habría algunos que no la hubieran entendido.

¿La entenderá el pueblo?

¿La comprenderá?, ¿Qué necesidad había de este sancochado vicio?, que han hecho de un sistema que quedó en operación en Francia para encajárselo al pueblo de México.

Ojalá y en los barrios obreros y en los pueblos y en los ranchos, haya quién pueda explicar esto, porque no tengo duda, la van aprobar, contra toda lógica, contra toda razón despreciando la capacidad que algunos mexicanos puedan tener para crear un sistema, más propio, más sencillo, más diáfano, más claro, más nítido para que las elecciones sean eso: claras, sencillas, nítidas, límpidas.

Los mexicanos, en concreto, yo me temo que les vaya a costar mucho trabajo entender esta ley y nunca estará suficientemente promulgada.

Si no se conoce la ley, moralmente hablando por toda la sociedad, esa ley no obliga. Y no se diga, como se ha dicho aquí ya en la tribuna, que esta ley es para darle aire, para impulsar a los partidos de oposición. Acción Nacional no necesita impulsos; vale lo que vale por su propio esfuerzo; no necesitamos que el Gobierno nos impulse.

Y creo en las mismas condiciones pudieran pensar varios de los partidos por registrarse.

Preferiríamos una ley llana, abierta, clara, para disputar mayorías con ustedes, sólo mayorías pero ustedes juegan, el sistema juega con un elemento psicológico muy importante, avienta a los perros las garras que sobran del poder para que allí se hagan pedazos los partidos de oposición y el candidato en las listas plurinominales psicológicamente está ya, por razón natural, frenado en sus impulsos por conquistar una mayoría, tanto más que ustedes están pensando en que sean los mismos en una y en otra lista, en una y en otra elección.

Se ha hablado aquí de buena voluntad; yo pudiera creerlo, lo dudo, pero supuestamente vamos a creerlo.

¿Qué una ley se hace, se crea se organiza y se aprueba para que sólo cuando hay buena voluntad tenga sentido su aplicación y beneficie a la sociedad?

¿O una ley se aprueba y se crea y se promulga con el objeto de que independientemente de la autoridad que la aplique, la ley misma obligue a la autoridad a aplicarla debidamente y a hacer el beneficio de la comunidad?

No se trata de buena fe, se trata de que la Ley es mala. Debemos crear la Ley para que cualquier autoridad, por buena o mala fe que tenga, los resultados de su aplicación sean de beneficio común, que no esté sujeta a que la manejen autoridades de buena fe.

Por otro lado, históricamente, ¿cómo podemos creer, pues, que ya se van a acabar los hechos que han pasado en la historia y que mencionaba Martínez Domínguez? ¿Porque a él le tocó vivirlos?

El, siendo Presidente del PRI, impidió, cometió el fraude en seis Distritos Locales de Baja California y en Tijuana y Mexicali, ganados por Acción Nacional.

¿Ya habrá buena fe? ¿Se habrán acabado esas cosas? ¿Así nomás, porque el señor Presidente y el señor Secretario de Gobernación son de buena fe?

Señores, vivimos en una sociedad que tiene el pleno conocimiento, independientemente de que ustedes lo crean, independientemente de que ustedes lo irán a negar, tiene pleno conocimiento de cómo han sido hechas las elecciones en México.

¿Todo eso se acabará? Yo no veo por donde.

Empeñados en mantener a los obreros uncidos al partido oficial contra su voluntad y a los campesinos. Claro yo los entiendo también por otro lado. En el momento en que ustedes obren democráticamente liberen a los trabajadores de ese yugo, en ese momento se aplican el harakiri. Se suicidan porque es tanta la miseria en México, ¿qué tantos trabajadores, campesinos y de la ciudad, tienen que aceptar dejar en el dintel de la fábrica sus convicciones

y principios por conseguir qué comer? Lo mismo pasa con los campesinos. Por lo demás, señores diputados, Acción Nacional seguirá luchando junto al pueblo de México, para que se vayan entretejiendo los hilos, las voluntades que históricamente, algún día, a pesar nuestro, a pesar de ustedes, implante un sistema democrático en México, para beneficio de los mexicanos. Muchas Gracias" (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Miguel Montes García, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos.

El C. Miguel Montes García: Señor Presidente. Compañeros diputados:

Yo quisiera que mi intervención ante ustedes no sea ni un discurso, aunque no por esto deje de ser vigoroso en la defensa de las tesis de mi partido, que no tenga la finalidad de llegar a su emoción más que a su razonamiento; pretendo una plática, una conversación en la que juntos tratemos de analizar el contenido de la ley discutimos y las aparentes serias observaciones que los diputados de Acción Nacional han expresado en esta tribuna.

Me veré en la necesidad de contestar en primer lugar esas aparentemente serias observaciones, debo decir que en los general es notorio que todas las observaciones de los diputados de Acción Nacional tienen un substrato común: Acción Nacional se siente tan importante dentro de las minorías que piensa que la ley está destinada a destruirla y no hay tal propósito. Acción Nacional ni tiene esa importancia, ni nuestro sistema tiene esa mala fe. Ese es un prurito, ese es un criterio muy propio de quien está acostumbrado a decir que monopoliza la oposición y como monopoliza algo más, ya son los "únicos representantes del pueblo de México", han dicho en esta tribuna, seguramente nosotros fuimos electos por todo un pueblo extranjero.

No se trata de eso señores. Se trata de analizar con objetividad, con argumentos lógicos, hasta donde no sea posible, con la limitación de nuestra personal capacidad, el contenido de la ley.

Empezó a decir Acción Nacional que congruente con su postura y con su comparecencia ante la Comisión Federal Electoral venía a atacar este proyecto por confuso, por contradictorio, por insuficiente para el desarrollo democrático y porque representaba un retroceso respecto a la ley vigente porque hace depender la voluntad de los ciudadanos y de los partidos, cada vez más, de la voluntad estatal. Yo creo que sí hay una congruencia en Acción Nacional, la congruencia de un partido que no sabe vivir su momento, que se olvida de las lecciones de la historia y que ahora, como en 1964, viene a oponerse a un avance democrático, en aquella ocasión a las diputaciones de partido, casi con los mismos argumentos que ahora y negando la historia; sin embargo, ahora todo mundo reconoce que las diputaciones de partido fueron un avance en nuestro sistema democrático y en aquel momento Acción Nacional, con argumentos similares, se opuso a ese avance, se opuso a esa democratización del sistema, a pesar de que luego lo usufructuó. Así ahora, con esos argumentos viciados en su origen, quiere oponerse porque le duele, le duele profundamente, sabe que es verdad, que está en riesgo su existencia porque las minorías que no militan en Acción Nacional tendrán voz, resonancia, opinión en esta Cámara de Diputados; por esa razón, Acción Nacional en el fondo es por la que se opone a la aprobación de esta ley.

Vamos a ver, ¿es la ley confusa? Este es un argumento que se ha venido repitiendo dogmáticamente, como la mayoría de los argumentos que expone Acción Nacional; dogmáticamente la ley tiene estas características porque ya lo decidió Acción Nacional ante ella y por ella. ¿Es confusa la ley? ¿Qué partes de confusión tiene?

Cuando se habla de la confusión inmediatamente se refiere a las fórmulas electorales que "son de difícil compresión", señalan; bueno ya aquí hay una petición de principios, el que una cosa, un objeto, una fórmula, una ciencia, sea de difícil comprensión, no significa que sea confusa. Lo que significa es que debemos preocuparnos por entenderla, por estudiarla, por analizarla, por comprenderla; pero no significa que sea confusa, pero además, las fórmulas electorales solo constituyen un máximo de diez artículos dentro de una ley de 249 artículos y por estas fórmulas electorales (10 artículos), se dice que toda ley es confusa. ¿Es confuso cómo se integran las autoridades electorales? ¿Es confuso cómo se va a desarrollar la votación? ¿ Es confuso acaso, cuáles son los medios para impugnar las resoluciones de las autoridades electorales? ¿Es o no un avance, el contencioso electoral? ¿Se puede afirmar en lo general tan irresponsablemente que la Ley es confusa?... yo creo que no, debemos decir quizá que sean de difícil comprensión las fórmulas electorales, pero ya veremos, ya veremos que esta difícil compresión, tiene más de aparente porque les leemos de primera intención, cuando no estamos acostumbrados a estos manejos, porque habíamos vivido en un sistema electoral simplemente de mayoría relativa y que si comparamos estas fórmulas de proporcionalidad con las que existen en cualquier parte del mundo, éstas son mucho más sencillas. Debe decir con toda cordialidad, que no tengo una impresión distinta de la explicación que el diputado Castro dio a las fórmulas electorales, no creo que haya sido de mala fe, es una impresión distinta; creo que se trató de simplificar los ejemplos, para hacerlos de una común compresión, pero que igualmente esos ejemplos pueden manejarse con las cifras reales que arroje el padrón electoral y tendremos oportunidad de señalar qué tan simples, qué tan sencillas son estas fórmulas electorales, sólo que hay que acostumbrarnos a ellas; también cuando se empieza a estudiar matemáticas, nos parece muy complejo lo que finalmente es, quizá y concedo ahí o supongo ahí de difícil comprensión, pero no confusa, que son cosas absolutamente distintas.

Se dijo por el señor diputado de Carcer, que la Reforma Política a fondo era la necesaria y que los cambios que se proponen son superficiales. Que no se modifican las bases reales de sustentación del poder y que permite - y luego lo repitió Jacinto Guadalupe Silva como él acostumbra decir las cosas hiriendo siempre quizá hasta sin querer, eso va con su naturaleza, no puede hablar de otra manera, hay que tenerle paciencia, hay que ser cuidadosos con él, cuando vuelva a ser diputado quizá ya no hiera tanto y sea más congruente con las tesis mesiánicas que proclama, empiece por tener caridad a sus prójimos, quizá, eso lo veremos en el futuro -, pero aquí lo que ocurre es que, mis estimados amigos, las modificaciones que se hacen no le parecen profundas a Acción Nacional porque se cambia sustancialmente el estrato de la legitimación de quienes venimos a esta Cámara; Acción Nacional quisiera que las minorías impusieran su criterio y por eso le parecía muy atractivo el que con el sistema de los diputados de partido, y registrados y a seis partidos de minorías y nada más habiendo 196 curules de mayoría, los partidos políticos minoritarios pudiesen llegar a tener, tan sólo por el sistema de partidos, 150 curules y 196 la mayoría; eso le parece muy equitativo que las minorías sean representadas por 150 y las mayorías por 196 candidatos, independientemente de que en los distritos mayoritarios podrían tener los minoritarios aisladamente algunos triunfos más; esto haría definitivamente inoperante el trabajo de la Cámara, un trabajo colectivo ya de por sí complejo se transformaría definitivamente en ineficaz, pero se nos olvidaron otras muchas combinaciones matemáticas y aquí, es una habilidad de presentación de las impugnaciones, se presenta la impugnación en lo que conviene y no se presenta totalmente porque su mismo desarrollo natural nos llevaría a conclusiones no deseadas por el que impugna; no se ha dicho que hay posibilidad real de que en la siguiente legislatura si se aprueba el sistema que contiene esta Ley, haya muchos más de cien representantes de las minorías; se parte del supuesto (y ahí hay cierto problema de complejo de inferioridad), se parte del supuesto de que las minorías no podrán ganar ningún distrito por mayoría relativa y que sólo tendrán acceso a las circunscripciones plurinominales, pero no, las combinaciones matemáticas y - en lo particular si así se desean podemos desarrollarlas, también en lo personal las podemos desarrollar con las gentes de la oposición -, las combinaciones matemáticas, si ustedes quieren un tanto cuanto teóricas, dan posibilidad de que en la legislatura las minorías estén mucho más vigorosamente representadas, que obtengan muchas más de cien curules.

Claro, era necesario aumentar los distritos uninominales, ¿por que? Por una razón de principio que se debe defender siempre; esta ley y las reformas constitucionales y todo el complejo de reforma que hemos identificado comúnmente como Reforma Política, pretenden conservar el poder para las mayorías, no para un partido determinado, simple y sencillamente para las mayorías, para quienes sean mayorías y esta reforma - que es de denominante mayoritaria -, nos parece absolutamente justa, lo que se quiere, lo conveniente, es que en los regímenes democráticos gobiernen, tomen decisiones, las mayorías, pero sin olvidar, porque sería injusto, la responsabilidad, la opinión, la toma de decisiones en el grado que les corresponda a esas minorías que por el sistema de mayoría relativa siempre queda sin representación y el esfuerzo fundamental de la ley es facilitar que las minorías auténticas tengan representación, tengan opinión, tengan voz en los órganos colegiados que tomen las decisiones políticas.

El diputado de Carcer señaló que el poder ha de ejercerse sujeto a límites de derecho. Es absolutamente cierto, coincidimos con esa opinión y coincidimos los representantes de las mayorías en esta Cámara, en la Colegisladora y en el Ejecutivo Federal. Nunca más que ahora se ha hablado en nuestro país, de la necesidad de un régimen de derecho.

Régimen en donde las autoridades sólo puedan lo que la ley les autorice, en donde los particulares pueden todo lo que la ley no les prohibe y en donde los organismos de interés público, como los partidos políticos, ejerciten sus derechos, pero cumplan sus obligaciones, porque entendámoslo, el que los partidos políticos funcionen adecuadamente, no es sólo un interés del partido singularmente considerado, si concebimos a los partidos políticos como intermediarios entre la voluntad de los ciudadanos y la voluntad del Estado, como formadores en un momento determinado, de la voluntad estatal, si entendemos a los partidos políticos como coadyuvantes a la orientación definitiva que se le dé ejercicio del poder, debemos entender que así como están facultados para ejercer sus derechos, deben estar obligados a cumplir los deberes jurídicos que se les imponen.

Y aquí es donde entra el verdadero problema. En una forma brillante, el diputado Garabito señala que las obligaciones que se les imponen a los partidos, van contra su naturaleza. A mí me parece todo lo contrario - y lo discutimos y lo ampliamos así en comisiones, no con discurso -, si no con análisis a donde la capacidad de cada uno de nosotros lleva y permite.

¿Qué se establece a los partidos políticos como derecho? Tendrán acceso a los medios de difusión, tendrán ayuda de elementos básicos del pueblo de México a través del Estado que es su legítimo representante, para realizar sus campañas, para realizar publicaciones, ese tipo de ayuda la tendrán, se les facilitará el trabajo de ganarse la voluntad popular.

A cambio de que ¿a cambio de que por capricho en un momento determinado y quizá, quizá para tratar de chantajear al gobierno constituido, se enojen, se molesten y digan ahora no participo?

¿Qué no son conscientes, no son congruentes las sanciones que se aplican? Vamos a

señalar señores la esencia del Partido Político y no es inconstitucional, lo señala en el artículo 41 y el señor diputado brillante abogado Garabito sabe que la interpretación de la ley no es meramente letrística, es obligación de los Partidos Políticos participar en las elecciones y lo proviene al artículo 41 constitucional que nosotros aprobamos, no lo dicen con esa letras, pero si leemos cuidadosamente su redacción y en lo particular, si quieren lo analizaremos o podemos hacerlo aquí, si así lo desean. Previene expresamente que los Partidos Políticos deben participar en las elecciones, para eso se les ayuda, para que puedan ellos también conformar la voluntad ciudadana y reflejarla en el poder público. Esos Partidos Políticos (e insisto), deben participar en las elecciones y recuerdo que el artículo 41, sufrió modificaciones en cuanto a la colocación de los párrafos, pero no en cuanto al contenido mismo del artículo. Me gustaría leerlo para que desprendamos de él, si de verdad se le señala o no esas obligaciones a los Partidos Políticos.

El artículo 41 entre otras cosas dice: "Los Partido Políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática Contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal libre, secreto y directo."

¿No es esta obligación de participar por el único medio en que nuestra democracia puede llegar al Poder Público? De la única manera en que se puede conformar la voluntad ciudadana, la representación nacional, que es nuestro sistema electoral. ¿Si está dentro de las finalidades de los Partidos, no está dentro de su naturaleza misma, no está dentro de sus obligaciones? Yo creo que sí e invito a que hagamos una reflexión serena. En comisiones se llegó a coincidir, que dentro de la naturaleza de los Partidos estaba participar en los actos electorales, pero además en esta ley y en esta redacción del 41 Constitucional, se ve muy claramente cual es la idea. Sería absurdo que se les facilitará todo lo que se les da, para que ganen la voluntad ciudadana y que finalmente ésta no se reflejará en la única manera que tiene el Estado de saber su contenido. En las elecciones, pero, ¿qué es lo que ocurre en el fondo?

¡Ah! Lo que ocurre en el fondo es que la oposición, Acción Nacional., sólo estará contenta - y por eso el diputado Guadalupe Silva habla de harakiri -, cuando la mayoría graciosamente les ceda el poder.

Entonces sí estaremos contentos. Ahora sí ya es muy justa la ley. Ahora sí ya son buenas las reformas porque las mayorías ya aceptaron que Acción Nacional, sin haberse constituido en mayoría, gobierne este país.

Y no se trata de eso; se trata de conservar el poder para las mayorías - hay que decirlo una vez más -, independientemente de qué partido las aglutina, que ésta es la ventaja de esta ley.

Se dice, quizá con razón, que la técnica electoral no representa el único camino democrático y lo hemos oído como bien lo dijo el señor diputado Garabito. El sostiene que los partidos, independientemente de que participen en los actos electorales o no, pueden tratar de ganarse la voluntad ciudadana por otros medios y que esa es su esencia, pero su fin es participar en la voluntad ciudadana.

Además, la ley no es tan drástica como aquí se ha dicho en la tribuna. ¿De dónde se infiere que los partidos políticos tienen la obligación de participar en la elecciones aparte del 41 constitucional de la ley? ¿De qué señala la ley que si los partidos no obtienen el 1.5% de la votación en dos elecciones consecutivas se cancelará su registro? Para obtener la votación es indudable que deberán participar. Si no participan no obtendrán el 1.5% de la votación, pero aun la redacción de este artículo deja la posibilidad de que no participen en una elección, posibilidad con la que en lo personal yo no estoy de acuerdo, pero deja esa posibilidad de que no participen en una elección pero ¿qué sentido tendría, por favor, qué sentido tendría que un partido político no propusiera candidatos a una elección? ¿Cuál sería el trabajo de ese partido político?

Si no quiere proponer candidatos, si no quiere participar en las luchas electorales de nuestro país, si no quiere ejercitar la vía democrática para llegar al poder, si no quiere llegar al poder, que deje de ser partido político, que se transforme en asociación; si no desea de verdad el poder, si lo que quiere es conservarse como una minoría políticamente privilegiada por su característica de minorías, que se transforme en asociación; si tanto desea conservar un status que quizá le haya beneficiado que sólo sea asociación o que constituya un frente electoral, que también le da posibilidades la ley, pero que deje a los partidos que sí desean llegar al poder, que desean mantener el poder, que desean ejercer el poder, cumplir con su función esencial de partidos políticos .

Se ha dicho - y esto es grave - ...el diputado Garabito terminó muy afectistamente su intervención señalando que esta ley lo único que requiere son dos artículos; en uno, en el que señalara - dijo él - que se le darán facilidades, las que crean convenientes, a las asociaciones para lograr su registro, y otro, que la Comisión Federal Electoral se encargará de organizar las elecciones. A él con estos dos artículos le parecería completa la Ley, y dice el que todo proyecto son equivalentes a ellos.

Esa es la idea. En primer lugar, yo me temo que estemos bloqueados quizá, para entender las bondades de la Iniciativa.

¿Qué acaso es negativo el que se facilite la asociación de los ciudadanos, la organización de los ciudadanos en asociaciones políticas? ¿Qué acaso esas corrientes minoritarias que están actuando políticamente de facto, porque hay un requisito de tiempo para su reconocimiento, de facto están actuando, no es lógico

que se les de la posibilidad de que, coaligadas con partidos políticos, puedan participar hasta en la elecciones?

¿No reflejará esta oposición el temor al que ya nos hemos referido de Acción Nacional? Y, por otro lado, es falso que la Comisión Federal Electoral, pueda hacer lo que quiera y las Comisiones tuvieron cuidado en reformar algunos artículos, suprimiendo la palabra "juicio", cuando se señaló que las resoluciones de la Comisión Federal Electoral, no están sujetas a ningún recurso, no se pueden recurrir, pero suprimimos la palabra "juicio" y en eso estuvimos de acuerdo todos los que participamos en las discusiones, pero, además, la Comisión Federal Electoral no resuelve todos los problemas electorales.

Resuelve, como es lógico, lo de los registros de partido, y es lógico porque la Comisión Federal Electoral, y ese no sé si tampoco sea un avance, que en lugar de resolverlo la Secretaría de Gobernación, lo resuelve ahora, en el Proyecto de Ley, la Comisión Federal Electoral, que, quiérase o no, en el grado cualitativo que se desee, está integrada por todos los partidos políticos con registro o por todos los partidos políticos con registro; pero no resuelve los problemas electorales concretos respecto a candidatos.

En esto, la Ley es tan amplia y la reforma constitucional lo fue, que llega hasta el recurso de Reclamación ante la Suprema Corte, para algunos casos extremos pero además, ¿qué sería deseable crear una anarquía de que ningún órgano de poder o de Gobierno legalmente constituidos, resolviera los conflictos?

Bastante difícil es ya mantener una paz, un equilibrio adecuado, justo, equitativo, entre quienes actúan políticamente por las pasiones que engendra la actuación política, por las desviaciones que, son naturales a los actos políticos, desviaciones de criterio humano, para no querer que nadie resuelva los problemas jurídico - políticos que se planteen. Toda la ley tiene como consecuencia una autoridad encargada de aplicarla y en este caso la autoridad está integrada por todos los partidos políticos.

Y aquí hay una cosa de algo que dijo el diputado Jacinto Guadalupe Silva, que si bastaría que una ley se haga que se cumpla con buena voluntad.

Yo creo, mantengo por convicción que todas las leyes, absolutamente todas, tienen la pretensión de ser cumplidas voluntariamente, absolutamente todas, no hay una ley que renuncie a su pretensión de validez universal y que no quiera ser cumplida, todas quieren ser cumplidas voluntariamente.

La violación de la ley es excepción en cualquier sistema jurídico y la violación de esta ley tiene que ser excepción.

Las leyes no se hacen para que se apliquen coactivamente por el poder público, las leyes se hacen para que sean cumplidas voluntariamente por la generalidad de los ciudadanos, en la generalidad de los actos que realicen y en los casos de excepción que el poder público pueda obligar a su cumplimiento, pero si de la violación se partiera para hacer la ley no sería posible nunca realizar un sistema jurídico.

Entonces sí, señor diputado Guadalupe Silva, esta ley como todas, tiene la pretensión de ser cumplida voluntariamente por los sujetos a quienes se dirige. Esa pretensión la tiene todas las leyes.

Yo quisiera referirme a estos puntos (discúlpenme de lo despeinado de mi intervención).

Se dijo que el sistema es viciador del sistema electoral y luego se recurrió a casos concretos, no sé si existentes o no y se llegó a conclusiones que la ley no plantea y se nos sacó de tema y se dijo que si la ayuda del Estado aun suponiendo que fuera equitativa bastaría para que todos los partidos estuvieran en igualdad de condiciones de competición, que si la Alianza de Camioneros, esas cosas, esas cosas que hay que resumir en una frase, el Estado, representante del pueblo, ni en la Constitución ni en esta Ley se está comprometiendo a resolver todos los problemas de los partidos políticos, los problemas económicos; en última instancia, y eso es positivo, este tipo de problemas dependerá de los miembros que integren el partido político. Yo no veo por qué se extrañe alguien de que los miembros de un partido favorezcan de la manera que puedan a su partido; la ley no previene eso, no lo reglamenta, estamos fuera de tema tocando este punto; le tocamos porque así se trató de sorprender, como ya no se tuvo la posibilidad de decir que el Estado iba a colocar en desigualdad de oportunidades a un partido respecto de otros, ahora se señaló: "¡ah! Pero otros organismos que no son estatales pueden colocarlo de esa manera". Sí, pero nosotros, nosotros no aspiramos a que las fuerzas de partidos políticos opuestos al nuestro nos auxilien; quizá aspiremos a conquistarlas por bondad de tesis, pero no den un auxilio incondicionado sin militancia partidista y por lo que hace ese tema que tratando de ridiculizar al licenciado González Guevara se señalaba de que ya sabemos también lo que el PRI nos va a contestar, si aquí no estamos en problema de no averiguar cómo pensamos cada uno de nosotros, se tienen muchos años enfrentadas las tesis de un partido con las de otros partidos para todavía no saber su contenido.

Es cierto que Acción Nacional pugna por que no exista afiliación colectiva ¿por que?

Porque eso le lesiona, pero se ha olvidado que la afiliación colectiva es congruente con la voluntad de los trabajadores, es congruente con la voluntad de los sindicatos, es congruente con la voluntad de las organizaciones obreras y es congruente con la voluntad de los partidos políticos y que quitarlo sí sería inconstitucional y en cambio mantenerlo no resulta inconstitucional, sería lesionar la libertad de asociación de ciudadanos de partidos políticos y organizaciones obreras o campesinas pensar de manera distinta, pero además, la afiliación colectiva de una asociación no implica necesariamente la afiliación individual de cada uno de sus miembros y eso está muy

explotado y todos los sabemos, un ejemplo muy claro es el Sindicato de Maestros y lo hemos comentado en muchas ocasiones, el Sindicato de Maestros, colectivamente pertenece a una central de nuestro partido, pero sus miembros, sus miembros militan en el partido que desean y no sólo son candidatos del partido de sus simpatías, y en esta Cámara hay representantes del Sindicato de Maestros, de partidos distintos al Revolucionario Institucional y hemos visto las publicaciones del propio sindicato, en donde señala: el sindicato sostiene a sus candidatos, a fulano, a zutano, perengano, por el Partido Revolucionario Institucional y a perengano y zutano por el Partido Popular Socialista (no recuerdo de algún caso de Acción Nacional, pero quizá lo haya), entonces, hay que entender así la filiación colectiva.

Yo creo que esto que además será debatible en su momento, Acción Nacional presentó una modificación al artículo 41 constitucional, en ese sentido y en ese momento se podrá debatir con toda profundidad, por cierto fue una presentación antitécnica, pero no viene al caso suscitarlo en este momento.

El diputado Garabito señaló que atacaba la ley en lo general por cuatro circunstancias: primero, por anticonstitucional; segundo, por antidemocrática; tercero por odiosa, entendiendo por esto, que es específica en contra de alguien; y cuarta, por arbitraria; las razones de anticonstitucionalidad que él apuntó, tendrán que ser discutidas en lo particular. No podemos quizá entrar a la discusión en este momento en lo general, pero hay que señalar desde ahora que la Comisiones opinan que no existe tal inconstitucionalidad, que son diferentes criterios de interpretación, los que esgrime el diputado Garabito; porque la constitucionalidad él la hace residir fundamentalmente en la obligación de los partidos de participar en la elecciones y a mi juicio el artículo 41 constitucional reformado, contiene esa obligación, la hace constituir en la obligación de que los partidos políticos tengan que participar en las circunscripciones plurinominales y en los distritos uninominales. Hay que analizar si un partido tiene o no, para bien de la participación ciudadana, esta obligación de la Constitución; no debe olvidársenos que la Constitución impuso el requisito de que para poder participar en las circunscripciones plurinominales, se tengan por lo menos 100 candidatos en los distritos uninominales.

En cuanto a que es odiosa porque se destina a un sujeto singular, a un sujeto individual, creo que estas son figuraciones, la Ley en ningún momento señala al Partido de Acción Nacional, esto, sí señala y con razón, que a un diputado que no cumpla con la representación que obtuvo de los ciudadanos que votaron por él, se le suspenden sus derechos ciudadanos. Pero porque sea de determinado partido, no. No se le suspenden sus derechos ciudadanos porque está defraudando al negarse a cumplir con esa obligación a quienes por él votaron; qué cómodo sería, qué fácil sería presentarse como candidato, obtener un triunfo y negarse a cumplir la responsabilidad, ¿quiénes son los auténticamente defraudados? ¿El sistema? No, los ciudadanos que depositaron la confianza, en ese partido o en ese candidato.

La ley, pretende evitar el que al pueblo mexicano se le desoriente más y se le hagan chantajes grandes o pequeños, eso es verdad y eso nos parece debido y nos parece adecuado.

Señaló el diputado Garabito en una aparente disgresión, lo relativo a la representación proporcional y volvió a insistir en la tesis que ellos sostuvieron de que el único camino democrático auténtico era el de la mayoría.

Esto me parece que técnica y teóricamente está definitivamente superado, ya sabemos que la mayoría es un sistema en ocasiones tan injusto en sistemas democráticos, que en ocasiones esas mayorías electorales, caso de los Estados Unidos, en muchas ocasiones, no son verdaderas mayorías ciudadanas. Por eso la necesidad de que las minorías estén representadas.

Debemos preguntarnos con honestidad intelectual si estamos impugnando la Ley o estamos defendiendo un partido, el criterio de las Comisiones fue el análisis de la Ley; debemos de decir que reconocemos que no es una ley perfecta, quizá ninguna ley lo sea, que es una ley perfectible, y que es trabajo nuestro el perfeccionarla; quizá algunas modificaciones puedan resultar del debate sereno que se realice en esta tribuna; debemos insistir que la Reforma Constitucional y esta Ley no agotan el proceso de la Reforma Política, sólo lo inicia; debemos señalar, en esto coincidimos con el diputado De Carcer y parcialmente con el diputado Guadalupe Silva, de que la ley por si misma no implica avance, que es el cumplimiento de la ley, entiéndase lo que quiero señalar, es el cumplimiento de esta ley, la conducta a la ley lo que en la realidad implicará el avance; las leyes por sí mismas son instrumento para uso, como todos los instrumentos, del hombre, en su perjuicio, en su beneficio, según los emplee mal o bien; pero la ley como instrumento y en un sentido quizá profundo, no es ni buena, ni mala pero es un instrumento adecuado, útil, para lograr un avance adecuado, pero insistimos de que la nueva Reforma Política no es ni buena ni mala pero es un instrumento adecuado para lograr un avance democrático. Coincidimos en que la Reforma Política debe ser forma de conducta y que para eso se crea este instrumento, para que las conductas se adecúen al instrumento y que la responsabilidad mayor de la Reforma, es el avance que a través de esas conductas se logre.

Yo quisiera finalizar mi intervención, no sé si haya dejado una cosa en lo general de contestar, haciendo una reflexión del significado profundo de la actividad política, como responsabilidad diaria, como responsabilidad ciudadana fundamentalmente, como exigencia que nos llevará en forma natural a tratar de superar nuestros prejuicios personales, hasta nuestros criterios partidistas en algunas ocasiones, para realizar análisis objetivos y prevenirlos contra esos dos vicios extremos tan generalizados, quizá, en el que actúa políticamente:

el vicio de la soberbia que nos lleva a sostener que sólo lo que personalmente mantenemos es cierto, que sólo lo que personalmente sostenemos es verdad; vicio en que quizá incurramos hasta de manera insensible y el vicio del otro extremo, el de la desilusión ligado con éste, que cuando, una tesis personal que sostenemos no es aprobada o hecha valer por un sistema, tenemos la reacción que desilucionarnos de evitar actuaciones futuras porque decimos "¿Para qué?

Aquí se trata de un análisis objetivo hasta donde sea posible, de no caer en estos extremos peligrosos que desnaturalizan la actuación política. De tener conciencia plena de que aparte de ser militantes de un partido determinado todos los aquí presentes, somos representantes de ciudadanos, obligados a analizar con la mejor de nuestras capacidades, el contenido de las normas que discutimos, con el propósito de que esas normas se reflejen en un beneficio precisamente de los ciudadanos que representamos.

Quizá esto sea el esfuerzo que más tengamos que hacer en esta ley que permite adoptar posturas tan serias, ley que yo considero que es un llamado a la responsabilidad, a la responsabilidad de todos, de los diputados que estamos aquí presentes, de los señores periodistas que informarán a la opinión pública del país y que en cierto sentido conformarán esa opinión pública, esfuerzo de entendimiento que nos representará un mayor o menor grado de dificultad, pero que definitivamente no nos conducirá, como se mostrará en el debate, a ninguna confusión.

Y termino mis palabras con un llamado a esa reflexión y a que aprobemos, porque lo merece, con las modificaciones que el juicio sereno de ustedes determine para bien, la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales que está a nuestra consideración. Muchas gracias." (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Ramírez Gamero.

El C. José Ramírez Gamero: Reservo el uso de la palabra para la discusión en lo particular.

El C. Presidente: Se tiene por hecha la manifestación, señor diputado Ramírez Gamero. Tiene la palabra el ciudadano diputado Venustiano Reyes López.

El C. Venustiano Reyes López: Reservo el uso de la palabra para mañana.

El C. Presidente: Se tiene por hecha la manifestación, señor diputado Reyes López.

Tiene el uso de la palabra el señor diputado Francisco Ortiz Mendoza.

El C. Francisco Ortiz Mendoza: Señor Presidente; Honorable Asamblea. Es difícil, bien difícil abordar la Tribuna de la Cámara de Diputados, para abordar un problema de la vida democrática de México cuando unas horas antes se ha estado con compañeros reunidos en plazas de diferentes Estados de la República que sufren los efectos de violación de los actos y normas electorales.

Así ha sido en Puebla, así ha sido Oaxaca, así ha sido en Michoacán y en Guerrero. Si el Partido Popular Socialista respondiera a sus pasiones más que a su necesidad de ver con criterio democrático y revolucionario este debate, nuestra conducta sería otra, pero entendemos bien lo que acontece en México; sabemos diferenciar la lucha que se da en las poblaciones pequeñas o grandes, donde predominan los intereses menores de caciques de todo tipo. La lucha que se da en lugares apartados del país donde cerradamente se oponen a que llegue el aire de estos debates, y abrir la vida democrática respecto a lo que sucede en nuestro país. En este momento en México se ha desatado una feroz campaña para desviar la ruta democrática, patriótica, nacionalista que, con mil dificultades y titubeos, han venido siguiendo los diferentes gobiernos que en los, en los últimos 40 años se han sucedido en México. Las fuerzas que la impulsan llegado el momento de, si no tomar totalmente el poder, si compartirlo, alejando a las fuerzas democráticas de la gran masa de nuestro pueblo.

En los últimos días, en las últimas semanas, en los últimos meses, hemos sido testigos de estos hechos, hemos luchado contra ellos, los hemos denunciado desde esta tribuna. Por esa razón no advertir que en torno al debate de esta iniciativa de ley se mueven las mismas fuerzas, sería un grave error de las fuerzas democráticas de México en las que el Partido Popular Socialista milita.

Hay razones de fondo, bases esencialmente económicas que dividen a nuestro país, a nuestro pueblo, en dos grandes sectores. La revolución mexicana ha producido un hecho histórico, ha dado un fruto, quizá el más rico de todos, que es la piedra de toque de la conducta de los mexicanos en este momento. Ese fruto valioso es la participación del estado en el desarrollo económico de México.

Hace algunos ayeres, cuando el maestro Vicente Lombardo Toledano planteaba como única vía para resolver las contradicciones de México, su desarrollo industrial con base en la participación del Estado en la economía; cuando en una análisis certero, esencialmente marxista, de los que acontecía en México y en el mundo convocaba a las mejores fuerzas para llevar adelante estos principios que señaló en histórica conferencia convocada por las tres organizaciones fundamentales del partido en el poder, conferencia llevada a cabo en el Palacio de las Bellas Artes; cuando estaba por concluirse la Segunda Guerra Mundial, al elaborar el nuevo programa del sector revolucionario de México, pocas veces y pocas fuerzas impulsaron este programa, más todavía cuando se entró en la etapa de la guerra fría, en que resultaron muchas de las fuerzas que dieron impulsar hacia adelante ese programa.

A estas alturas, ya ninguna persona ningún hombre o mujer que se precie de militar en el campo revolucionario, se atreve a dudar de lo positivo que es la participación cada vez mayor del Estado en la Economía Pero, en la contraparte, está la fuerte penetración del capital extranjero en México, particularmente en la industria de la transformación, aunque no en

menor grado en otros sectores de las actividades económicas de México. Y no sólo la participación económica extranjera es la peligrosa, sino también el fortalecimiento de la burguesía, no la nacionalista, sino la burguesía reaccionaria de México que se ha enriquecido de una manera casi ilimitada y que ha fortalecido el campo de sus finanzas a grado tal, que asociado con las fuerzas del extranjero, ha ido conquistando campos importantes de la vida económica, política, social y cultural de México. Ese sector es el que se enfrenta al sector democrático y revolucionario que pretende impulsar cada día más la participación del Estado en la economía nacional.

En las últimas semanas, hemos presenciado una batalla violenta, una campaña violenta para tratar de que el Estado mexicano abandone lo conquistado hasta hoy. Se hacen renacer concepciones ya caducas de la calidad de mal empresario del Estado y a esta tesis ayudan muchos que, diciéndose revolucionarios, han traicionado la Revolución misma, se han enriquecido en el poder, han desprestigiado al sector estatal de la economía, si antes cuando México todavía no rompía de una manera definitiva su régimen agrícola y minero, los gobernantes que traicionaban al movimiento democrático y revolucionario de México, se convertían en latifundistas y ganaderos, ahora, aliados a la gran burguesía financiera e industrial de México, muchos gobernantes al enriquecerse se apoderan o se convierten en accionistas de plantas industriales, comerciales, distribuidoras y financieras. Han encontrado el camino de la corrupción los sectores de la burguesía y han hecho caer a muchos malos funcionarios. De eso se aprovecha la burguesía. Y eso causa desconcierto en las filas del pueblo.

Ante esa realidad, se presenta esta iniciativa de Ley de las Organizaciones Políticas y Procesos Electorales.

En el seno del poder, en el propio partido mayoritario, se da la lucha de clases. En esta misma Cámara, en el propio sector mayoritario hay contradicciones de clase. Aquí, hay diputados que sirven abierta y públicamente a organismos financieros; hay diputados de la mayoría que sirven a empresas de la iniciativa privada y que son concesionarias. Pero hay una enorme mayoría de diputados que combaten honestas y firmemente en el campo democrático y revolucionario.

Esta iniciativa no responde de una manera plena y cabal a las aspiraciones del pueblo, pero en su esencia es positiva, aunque está matizada por esas contradicciones. Cabe preguntar: ¿a qué sector de las fuerzas gubernamentales responde la iniciativa que está a debate? A nuestro juicio, responde al sector democrático y patriótico, que es el que predomina en el gobierno, que es el que predomina en el Partido Revolucionario Institucional, enmedio de duras luchas.

Esa es la razón de fondo por la que el partido de la reacción en esta Cámara se opone a su aprobación. No es verdad que sea confusa o ininteligible o incomprensible; no es verdad que los ingenieros de Acción Nacional no hayan entendido el proceso matemático, porque en última instancia también en las escuelas privadas les enseñan aritmética a los ingenieros. Es claro el procedimiento, pero no es clara la conducta del Partido de Acción Nacional Presidente lo que va a suceder. Por eso el diputado José Guadalupe Silva ha venido a darnos casi una oración fúnebre; es un presentimiento. Sabe bien que desde hace algún tiempo se ha ido estrechando la influencia política y la capacidad de acción de su partido; sabe bien que el pueblo le ha ido dando la espalda a Acción Nacional en la medida en que se han ido clarificando sus verdaderas intenciones; en el seno de su partido se dan también graves contradicciones, duras contradicciones que le han hecho alejarse de la batalla electoral. En las últimas 14 elecciones estatales sólo de una manera ocasional encontramos a Acción Nacional, en muy pocos Estados de la República, en muy pocos municipios, en muy pocos distritos electorales. Y esto se debe a que hay fuertes luchas en su seno. Ellos no quieren la presencia de otros partidos en la Cámara; eran felices cuando estaban solos aquí, frente al Partido Revolucionario Institucional. Por esa razón, se opusieron a la presencia de los diputados de partido. Alguna vez el presidente de la Cámara le decía al maestro Lombardo Toledano: "señor, es que si ese dictamen que se discutirá, en lo que se refiere a los diputados de partido, lleva el filo con el que se ha elaborado, Acción Nacional se va a retirar de la Cámara. El maestro Lombardo les respondía: "a los diputados de Acción Nacional ni con tractores los sacan de la Cámara". Y la práctica lo ha demostrado.

Si el sector reaccionario del poder público, si el sector reaccionario del Partido Revolucionario Institucional, hubiera elaborado esta iniciativa, no la hubiera presentado de esta manera. Quizá hubiera presentado un sistema bipartidista y Acción Nacional estaría aquí aplaudiendo esa iniciativa. Porque, ¿qué es lo que la reacción quiere? En realidad, como un régimen de gobierno, el máximo sueño es el de la desaparición de todos los partidos y el predominio absoluto de los conservadores; un régimen como el de Chile es ideal; no hay problemas, no hay discusiones y la reacción lo ha demostrado. Los conservadores siempre han sido intransigentes cuando están en el poder, nunca han concedido nada. Lo ideal, y lo dijeron muchas veces, es el bipartidismo, una cosa similar a lo que acontece en ese pantano de corrupción política que es el bipartidismo en los Estados Unidos. A intercambiarse el poder entre el sector más reaccionario del poder público en México y el Partido de Acción Nacional. Eso sería aprobado inmediatamente, no habría discusiones en la Cámara en este momento. Pero resulta que la iniciativa la impulsa, la alienta el sector democrático del partido en el poder mismo, y le abren las puertas a otros partidos.

Desde afuera también ha habido voces contradictorias. Nosotros desde ahora y desde aquí, los miembros de la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, damos la bienvenida

a los otros partidos. En la próxima legislatura estarán aquí camaradas del Partido Comunista Mexicano, compañeros del Partido Socialista de los Trabajadores, y, lo que les escuece, un partido de derecha que les compita. Quizá otros más. A los del campo revolucionario, a los del campo democrático, desde hoy les damos la bienvenida. Lamentablemente ellos ahora no pueden abordar la Tribuna para dar respuesta a mis palabras, pero no podemos dejar nosotros de señalar algunas cuestiones que les importa aclarar a las voces que desde afuera critican esta Iniciativa. Es verdad que el Estado es un órgano político, jurídico, que responde a la clase social que detenta el poder; desde el punto de vista de la teoría clásica eso es riguroso, pero a estas alturas no podemos calificar al Estado de la misma manera en todas partes y en todos los momentos. No es lo mismo el Estado en los Estados Unidos que el Estado en Alemania o el Estado en Francia o el Estado en Japón o el Estado en la Unión Soviética o el Estado en Polonia o en Hungría o en México; el Estado se matiza en función de la lucha de clases que se da en su seno; de la correlación de las fuerzas que actúan; y a México, al Estado Mexicano no se le puede calificar de la misma manera que al Estado francés o al Estado de la Alemania Federal o al Estado de los Estados Unidos. En México, como hicimos notar al principio de nuestra intervención, el Estado, en este momento histórico, es producto de la Revolución Mexicana. Es un Estado que responde a las necesidades actuales de la Revolución Mexicana; que se fortalece cada vez más desde el punto de vista económico, y es el único que es capaz de enfrentarse con vigor y con éxito a la fuerte penetración del capital extranjero.

Hablar de la Iniciativa Privada, ahora; hablar de la libre competencia, ahora; es hablar de dejar las puertas abiertas al capital extranjero para que se apoderen de todos los recursos de nuestro país. Gracias a ese Estado mexicano diferente se han nacionalizado el petróleo, la electricidad, los ferrocarriles, la siderurgia, y los mejores recursos de México; gracias a la Revolución Mexicana y al Estado actual, jamás volverá la tierra mexicana a ser propiedad de latifundistas extranjeros. Esos son los hechos de la Revolución Mexicana y los hechos del Estado Mexicano, y por esa razón no podemos dibujar en un esquema el enfrentamiento de la clase trabajadora en el Estado de México; la clase trabajadora, los campesinos, los intelectuales revolucionarios y patrióticos, incluso la burguesía nacionalista, impulsan al Estado, lo apoyan y lo fortalecen; unos de una manera crítica, y otros porque se benefician con ello. Pero de no hacerlo así, las puertas de México se abrirían de par en par al capital extranjero y al imperialismo norteamericano. Esa es la línea estratégica y táctica trazada por Vicente Lombardo Toledano y seguido por el Partido Popular Socialista.

Nos satisface que a estas alturas muchos de los partidos que todavía no llegan a esta Cámara, manejen estas tesis; pero las condicionan. Este frente nacional y patriótico del que nosotros hablamos y que otras fuerzas lo denominan de diferente manera, no es un frente orgánico, no es un aparato, no es un instrumento al que le pongamos una horma desde hoy y digamos quién lo debe dirigir y quién debe ir a la retaguardia.

El frente nacional democrático y patriótico, o para hablar en términos generales, la unidad de las mejores fuerzas de México para seguir avanzando por la vía de la independencia, de la elevación del nivel de vida del pueblo, de la ampliación de la vida democrática, se integra y se desintegra todos los días de acuerdo con cada problema concreto, y la vanguardia de esa lucha concreta la toma quien mejor comprenda este problema concreto.

Poner la condición de que esa unidad la debemos encabezar las fuerzas de izquierda, es ponerle una horma a ese movimiento de masas, a ese movimiento en el que se deben agrupar los hombres democráticos de México, y obligarlo a que siga con un esquema que no puede adoptar.

Si hoy estamos en la lucha por ampliar la vida democrática - y estamos de acuerdo en que esta iniciativa de Ley abre perspectivas valiosas para el pueblo mexicano -, debemos aceptar que quien la propuso es el Ejecutivo, quien la impulsa es el sector democrático del partido mayoritario y nuestro deber de revolucionarios es empujar esta iniciativa para que la haga suya todo el pueblo y de aquí en adelante la vida democrática de México se eleve cada vez más. (Aplausos.)

Y esta misma conducta debemos seguir en turno de todos y cada uno de los momentos en que México se encuentre frente a dilemas que lo obliguen a tomar decisiones para avanzar hacia un futuro mejor.

El derecho es una superestructura que tiene como base el desarrollo económico, es decir, las normas de derecho están sustentadas sobre el desarrollo económico; pero a su vez, estas normas de derecho que son efectos de una causa, se convierten a su vez en causa que producen efectos. Esta iniciativa de ley es un efecto de ese proceso revolucionario y democrático que hemos vivido hasta hoy; es un efecto de la acción de esos diputados de Partido, que en esta Legislatura por última vez existen, y quienes fuimos criticados, duramente criticados en el momento en que aceptamos serlo: diputados de regalo, diputados por concesión y permiso. Mil argumentos se dieron en contra nuestra pero esta iniciativa es un efecto de esos 13 años de debate que se han producido en esta Cámara con la presencia de diputados de Partido. Es un efecto de la ampliación de la vida económica de México, responde a una necesidad de nuestro país; pero una vez aprobada, una vez que lleguen aquí los diputados de otros Partidos, advertiremos que con la presencia de ellos, habremos de cotejar nuestras ideas, de enfrentarlas de una manera leal y abierta y con ello México ampliará cada vez más su perspectiva histórica y se reflejará esta realidad de la Cámara en las medidas

económicas que se adopten en el futuro. No es contradictoria esta ley con el presupuesto que acaban de proponernos, que nosotros quisiéramos que avanzara más, que no nos place que se incremente en un 23%, pero que tiene medidas positivas como es el planteamiento esquemático de un programa quinquenal, de una ruta que marcan para nuestro país. Y veremos entonces que con nuevas ideas en la Cámara, producto de esta iniciativa de ley habrán nuevos avances en la vida económica de México.

Por esa razón llamamos desde aquí a esas fuerzas que se denominan todas de izquierda para que advirtamos que no podemos pedirle al partido mayoritario que por medio de una ley que él mismo elabora, desaparezca.

Pedir que se suicide el partido mayoritario es infantilismo puro. Debemos ser objetivos respecto a la realidad en que vivimos.

El sistema en México, producto de la Revolución Mexicana tiene muchas partes oscuras, pero tiene mucha claridad en muchos campos.

Nosotros luchamos por construir el socialismo en nuestro país, pero estamos convencidos que la semilla del socialismo se siembra en el campo del capitalismo.

Estamos convencidos de que la construcción del socialismo pasa por esta tribuna y por estos debates; pasa por la existencia de debates en esta Cámara; pasa por leyes, decretos, iniciativas, proposiciones que sin ser socialistas, consolidan la vida democrática e independiente de México. Sabemos bien, es nuestra convicción personal y de partido, que el socialismo habrá de venir, pero debemos aprender a luchar en el campo en el que la vida actual nos ubica; por eso le damos la bienvenida desde ahora a las nuevas fuerzas. Y más que a nadie, a ellas les tendemos la mano para llegar alguna vez a una unidad orgánica. Pero ahora, para unificarnos todos, con los del PRI, con las fuerzas democráticas del poder público, con los obreros, los campesinos y los intelectuales, unirnos con la burguesía que arriesga su capital en beneficio de México para consolidar esa independencia y llegar a vivir pronto en el mejor de los mundos posibles. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Antes de conceder la palabra al C. diputado Enrique Ramírez y Ramírez, con cuya intervención se cierra el primer turno de oradores inscritos en contra y en pro de este dictamen, la Presidencia, tomando en consideración que van a transcurrir 4 horas desde que se iniciara esta sesión, de acuerdo con lo dispuesto en el Reglamento, dispone que se prorrogue por el tiempo necesario para agotar los asuntos listados en el orden del día.

Tiene la palabra el C. diputado Enrique Ramírez y Ramírez.

El C. Enrique Ramírez y Ramírez: Con su venia, señor Presidente.

Honorable Asamblea. Consta a todos los asistentes atentos a esta sesión que no se ha expresado un solo argumento de peso para oponerse en lo general al dictamen que está a discusión. Todas las razones expuestas por los señores diputados de Acción Nacional, se refieren a aspectos, más o menos importantes, pero particulares, de la Iniciativa de Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, del Presidente José López Portillo.

Por tanto, a estas alturas del debate, después de las razones de apoyo a este proyecto de Ley, expuestas en esta tribuna esta mañana por los diputados del Partido Popular Socialista y del Partido Auténtico de la Revolución; y, sobre todo, después de esa magnífica exposición, puntual, precisa, sólida, del diputado Miguel Montes; tal vez después de todo esto, podría parecer excesivo el venir aquí, una vez más, a defender el dictamen en lo general.

Pero no lo es si se considera la necesidad de que tanto la asamblea de los diputados, como la opinión política nacional, atenta y vigilante, tengan elementos para ir un poco más allá en el examen del significado trascendente y profundo de la reforma política, que se inicia con las reformas a la Constitución, aprobadas ya por el Poder Constituyente Permanente, y va adelante - no termina, no se agota, pero va adelante -, con la ley que hoy empezamos a discutir en esta cámara.

Quiero, por tanto, a mi vez, aportar algunos elementos de juicio al examen de esta cuestión de importancia histórica y debo comenzar por subrayar legítimamente un hecho de no pequeña significación que no podemos dejar que pase inadvertido.

El dictamen que estamos examinando aprueba en todo lo fundamental la iniciativa de ley del Presidente de la República; pero no es un dictamen, como todos lo sabemos, si lo hemos leído, que apruebe de principio a fin, invariable y totalmente, el proyecto del Presidente de la República, tal y como fue enviado a esta Cámara.

Se han hecho a ese texto del proyecto original del Poder Ejecutivo más de 50 modificaciones, en el curso del estudio y de las discusiones de la Comisión respectiva. Es decir, ha habido una actuación vigorosa de la Cámara de Diputados, a través de sus órganos competentes, no sólo para examinar el proyecto de Ley, sino para cernirlo; distinguir sus elementos correctos de los incorrectos a nuestro juicio, y modificarlo, en muchos casos formalmente, pero también en algunos casos sustancialmente; de tal modo que se puede decir con toda propiedad que los diputados de la mayoría estamos defendiendo ahora un proyecto de Ley que es fundamentalmente el proyecto de Ley del Presidente López Portillo, pero que ha pasado a ser también, por obra de la participación de la Comisión, incluso de algunos diputados de Acción Nacional, ha pasado a ser un proyecto de la que se puede ya considerar también coautora: la Cámara de Diputados. Y este es un hecho relevante, que se debe tomar en cuenta, si se quiere poner las cosas en su sitio, y que podría mover a reflexiones más serias en relación con esa leyenda negra, que hay quienes

se empeñan en seguir sosteniendo, de que la Cámara de Diputados es solamente un cuerpo votante, sumiso a toda Iniciativa que venga del Poder Ejecutivo.

Creo legítimo afirmar que ya en el tratamiento que la comisión ha dado a este proyecto de Ley, cosa no nueva, pero acentuada frente a este proyecto, ya está presente el espíritu de la reforma política mexicana, que no solamente tiende a enmendar y mejorar los procesos electorales, sino que tiende también, entre otras cosas, como lo vimos aquí al tratar la reforma constitucional, a fortalecer al Poder Legislativo y a hacer más claras las relaciones, en nuestro sistema de división de poderes, entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo Federal.

Realmente las objeciones de esta manera de algunos de los señores diputados de Acción Nacional han sido poco afortunadas. Ni siquiera han tenido, por razones que yo me explico perfectamente, ese calor ofensivo que es tan de la naturaleza, por ejemplo, del señor diputado Guadalupe Silva.

Es que este proyecto de Ley, al llegar aquí, ha pasado ya por una amplísimo debate nacional. No hay razones profundas para oponerse a esta Ley y por esta razón no asiste siquiera a los señores de Acción Nacional la fuerza de convicción con la que pudieran oponerse, con gran energía argumental, al gran proyecto de Reforma Política que se cristaliza en esta Ley. Por esa razón, esta mañana hemos escuchado del PAN quejas, recriminaciones, lamentaciones, expresiones de temor ante el futuro, pero de ninguna manera juicios objetivos, profundos y serenos; sólo afirmaciones generales, sin la comprobación respectiva.

El señor diputado Garabito es un maestro de la exposición parlamentaria... ésta mañana su exposición ha sido realmente débil...

Hay otros juicios, no de nosotros, no del Partido nuestro, juicios de Partidos de inveterada oposición, que son más objetivos. Dice el Partido Comunista de México en un desplegado de hace unos días: "La Iniciativa de Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales es un paso adelante en relación a la Ley Electoral vigente. Si comparamos objetivamente las dos leyes, los avances son importantes". Y dice también, en unión de algún otro partido socialista: "Las nuevas disposiciones constitucionales y el proyecto de Ley Reglamentaria recogen algunas proposiciones de esas fuerzas a las que había mencionado llamándolas 'diversas organizaciones democráticas' aunque se nieguen a aceptar el contenido de otras muy importantes que en conjunto integrarían una legislación de tipo democrático. Y dice, por último, ese mismo escrito del Partido Comunista: "Tanto las modificaciones constitucionales como la Iniciativa en discusión son resultados de la capacidad de las fuerzas progresistas, de la relación actual de fuerzas y del grado en el que el grupo gobernante ha recogido las necesidades del cambio político. Ambas pueden ser útiles en la lucha por un cambio democrático, aun cuando en sí mismas constituyen reformas limitadas que introducen algunas innovaciones, lo cual requiere ser bien ponderado por las fuerzas de izquierda".

Esta es una posición objetiva ante la Ley; posición que yo comparto, como miembro del Partido Revolucionario Institucional, y que hemos compartido aquí diputados del Partido Revolucionario Institucional, al afirmar que la Ley no es una panacea; que la Ley no es perfecta; que la Ley no hace partidos, no suple las deficiencias de los Partidos; que la Ley no representa una reforma política consumada totalmente, sino que es parte de un proceso que se ha iniciado; que, justamente, con las mismas palabras que ha usado el Partido Comunistas y que en otras ocasiones ha usado aquí textualmente el diputado Garabito, la Ley y la reforma son un avance.

Por consiguiente: sí, es una reforma limitada, no es una reforma total, es una fase de un proceso; pero un proceso es algo que va adelante, es algo que está en marcha y, por consiguiente, apoyamos, aprobamos y aplaudimos esta reforma, en todo lo que significa un avance para el desarrollo democrático nacional

Eso es lo que a nosotros nos parece lógico decir en un debate como el de hoy, que es un debate en lo general. Las objeciones particulares las vamos a discutir los días siguientes; pero para ajustarnos a las reglas de un juego limpio parlamentario, al discutir lo general vamos a discutir lo general, y no vamos a tratar de tachar lo general, lo fundamental de la Ley, con observaciones u objeciones de tipo particular.

Acción Nacional no ha discutido esta mañana la Ley en lo general; se ha adelantado a hacer objeciones en lo particular. Pero ¿por que?... ¿Por que no conocen las reglas del debate los señores diputados de Acción Nacional?... Las conocen como quien más pueda conocerlas; son veteranos en esta Cámara de Diputados, son veteranos en el Parlamento mexicano.

Es que, a mi juicio, en los señores diputados de Acción Nacional está dominando a medias la conciencia y sobre todo la subconsciencia.

¿Cuál es la actitud de Acción Nacional ante la Reforma Política? No es la actitud de entender que la Reforma Política viene como una imposición del desarrollo histórico del país; que es en parte, el resultado de luchas que han librado los diversos sectores políticos, incluso Acción Nacional.

Es el complejo de inferioridad ante el futuro, ante un futuro que se ve incierto. ¿Por qué? Por las mismas razones que yo apunté aquí al discutir la reforma constitucional y que ya son entendidas y comprendidas de una manera general.

El señor diputado Garabito dice que la Ley es odiosa porque tiene dedicatoria. Está dedicada, dice, a Acción Nacional. De una manera formal yo le voy a dar la razón al diputado Garabito: sí tiene dedicatoria la Ley; está dedicada a Acción Nacional, en buena parte, porque pone en peligro el

monopolio y la exclusividad de la oposición que ha detentado varios años al Partido Acción Nacional. Sí esta dedicada, en parte, a Acción Nacional. Porque viene a acabar con ese dilema de hierro, al que se enfrentaban cientos de miles, tal vez algunos millones de votantes, hasta la fecha: ¿por quién votar, si no están de acuerdo con el PRI, si consideran que el PRI tiene estos o aquellos defectos y no quieren votar por el PRI?

¿Por quién votar? Pues por quien dice que es el único partido de oposición: por el PAN. Y es así como el Partido Acción Nacional ha querido monopolizar la oposición al PRI, y ha capitalizado el descontento respecto al PRI. Y a falta de un programa positivo, ha explotado una plataforma de puras negaciones, recriminaciones e injurias contra el gobierno y contra el Partido Revolucionario Institucional.

Es en ese sentido como la ley viene acabar con la soledad del Partido Acción Nacional como Partido, según él, de única y auténtica oposición, en ese sentido la Ley viene a disipar un modus vivendi que ya resultaba muy cómodo para el Partido Acción Nacional.

Ahora los electores van a a tener otras opciones. No una nada más, ni dos siquiera, ni tres, ni cuatro. Tantas opciones como las que puedan organizarse en Partidos Políticos dignos de ese nombre.

Pero también lleva dedicatoria esta Ley contra otras realidades, contra otras situaciones, contra otras opciones que no son Acción Nacional. Lleva dedicatoria contra la teoría de que el único camino para transformar la sociedad mexicana es el camino de la violencia; lleva dedicatoria contra los sentimientos golpistas, contra la teoría de la lucha armada como único camino de transformación social. Y lleva dedicatoria contra la abstención, que es... ¿Que cosa es la abstención cuando se ha establecido un régimen democrático que permite la lucha pacífica y democrática por el poder? Es un volver la espalda, ya no solamente a una obligación constitucional, sino a un interés histórico fundamental del pueblo de México; porque esta reforma política constitucional y legal viene a consagrar el camino pacífico, democrático y constitucional como camino justo para la lucha por el poder y por la transformación política de la sociedad mexicana.

Es contra todo eso contra lo que lleva dedicatoria la Ley; no sólo contra Acción Nacional.

Otros argumentos del diputado Garabito: De acuerdo con el sistema de diputados de partido - dijo - que ha estado en vigor, 3 partidos, los actualmente registrados, aparte del PRI, pueden tener 75 diputados. La nueva Ley sólo concede 100 diputados para 6 o más Partidos de minoría.

Hay en esto un defecto, una falacia de argumentación, porque ya vemos que estando en vigor la actual Ley, la Ley de los diputados de Partido, Acción Nacional no ha podido satisfacer sus más altas metas en esta ocasión.

De acuerdo con la Ley, podía tener aquí 25 diputados. No los ganó en las elecciones pasadas.

Entonces, no es verdad que esta nueva Ley venga a limitar las posibilidades de los Partidos de minoría.

¿Y por qué, con tal de argumentar contra la Ley, el Partido Acción Nacional ahora abandona su viejo estribillo de que es un Partido capaz de obtener docenas de Distritos por mayoría? ¿Esta aceptando ya Acción Nacional, definitivamente, que no puede disputar los Distritos de mayoría relativa al Partido Revolucionario Institucional? ¿Está consagrándose a sí mismo e irremediable e ineludiblemente como un Partido de minoría? ¿No es éste un argumento desde las posiciones de un complejo de inferioridad?...

Creo, honorable Asamblea, que es preciso llevar a la convicción del pueblo de México el significado más importante de esta reforma política.

Ya dijimos que esta Reforma Política significa un avance pero ¿qué es lo más importante de esta Ley?

A mi juicio, lo fundamental de esta nueva Ley es que permite como instrumento legal, con apoyo constitucional, abrir paso a una nueva etapa en la historia política del país. Esa nueva etapa es la de los grandes Partidos Políticos; es la etapa en que la política mexicana va a alejarse de las antiguas luchas de tipo personalista, caudillista, y faccional, para encuadrarse, como debe ser, en grandes organizaciones que representen la opinión, la ideología y los intereses de grandes sectores del pueblo. Y esta no va ser una conquista menor, sino una grandiosa conquista del pueblo mexicano.

La reforma constitucional y la nueva Ley van a rebasar, no la Constitución, señor diputado Garabito; van a rebasar el cuadro estrecho de cuatro partidos, uno de ellos muy vigoroso y muy poderoso y los otros débiles, en que se ha debatido en gran parte la lucha política nacional en los últimos 30 años, por lo menos.

Ese cuadro de partidos, los representados aquí en la Cámara, era un fruto natural de nuestra evolución hasta hace unos cuantos años. Se formó alrededor de los años 40. Fue hacia el final del gobierno de Lázaro Cárdenas cuando se fundo el Partido Acción Nacional para combatir las conquistas revolucionarias del gobierno de Cárdenas. Más tarde se integró, se fundó el Partido Popular, de tendencia radicalmente anti - imperialista, y socialista, para representar una alternativa hacia la izquierda; y después surgió el Partido Auténtico de la Revolución, una especie de variante menor en el cuadro de los partidos democráticos.

Esos cuatro partidos realizaron el juego político nacional durante largo tiempo, y no cabe duda que su lucha produjo avances y tuvo aspectos positivos. No cabe duda de que la acción del Partido Acción Nacional ha tenido efectos positivos también, no sólo negativos; y no cabe duda de que los ha

tenido la acción del Partido Popular Socialista; y también hay elementos positivos en la acción del Partido Auténtico de la Revolución; pero hacia 1970, en los finales de los años 60, y más en el año de 1975, era ya absolutamente claro que este cuadro de cuatro partidos registrados estaba lejos de sus límites toda la energía y todo el potencial de energía políticas del pueblo mexicano.

Fuera de estos partidos, incluso de mi Partido, hay corrientes muy importantes, muy dignas de respeto y de atención que deben pasar a formar parte del cuadro político fundamental de la nación.

Las reglas del juego se habían también gastado. Había grupos de mayor o menor importancia que perdieron toda fe en la lucha política y empezaron a tomar los rumbos extraviados del motín, de la algarada e incluso de la actividad criminal; y había fuera de los grupos políticos militantes una masa enorme de ciudadanos descreída; no conquistada por ninguno de estos partidos. El cuerpo político nacional comenzó a volverse exangüe; aumentó la abstención, como una forma del descreimiento de la incredulidad o de la protesta pasiva e ineficaz; mientras tanto el desarrollo del país hacía más clara la necesidad de fraguar una lucha política enérgica y más elevada, porque la nación no puede ir adelante si no es con el concurso activo y consciente de las mayorías.

¿Qué ha ocurrido en las últimas décadas? Que se han ido marginando de la lucha política considerables y respetables sectores del pueblo; que ha aumentado el descreimiento, no sólo respecto al gobierno y al Partido de gobierno; (no, señores, esta interpretación sectaria no es correcta) respecto a todo lo que es actividad política. Han avanzado las corrientes del escepticismo; se ha debilitado la conciencia política de la nación.

El desarrollo económico y social del país ha dejado atrás el desarrollo político y cultural; y la política es cultural.

Por eso era necesaria la Reforma Política; por esas razones y no por las menores de inventar trampas, a que alude monótonamente Acción Nacional.

¿Cuál es pues el sentido fundamental de esta Reforma Política?

Que se va a acabar la soledad de los cuatro partidos; que va a acabar también, lo digo yo, miembro militante y leal de mi Partido, va a acabar la preponderancia abrumadora que el Partido Revolucionario Institucional tuvo, ha tenido, durante cerca de 50 años.

¿Por qué esa preponderancia abrumadora del Partido Revolucionario Institucional? Con ojos de profundidad histórica debemos verlo. El Partido Revolucionario Institucional tiene muchos defectos, ha cometido yerros, se le puede tachar por varios aspectos; pero hay una razón fundamental de su larga vitalidad: este es el partido que tomó en sus manos, con fuerza, la bandera de la victoriosa Revolución Mexicana. Este es el partido fundado por los generales, y los estadistas, y los pensadores, y los políticos de la Revolución. ¿Cómo no iba a tener fuerza, si surgió de un proceso de lucha armada que tardó casi 10 años y se prolongó después en contiendas sucesivas; proceso que costó un millón de vidas? De otros de los partidos mexicanos se puede decir que surgieron en gran parte elaborados en el salón en el gabinete; pero la verdad es que el Partido Revolucionario Institucional, el P. N. R. como se llamó al principio, Partido Nacional Revolucionario, vino de los campos de combate y de las sesiones del Congreso Constituyente de Querétaro. ¿Quién convocó a la formación de este Partido? Pues convocó, es cierto, convocó el Estado; ¿pero qué Estado convocó a la formación de este Partido?

Pues el nuevo Estado originado en la Revolución Mexicana. ¿Y quiénes fueron los fundadores de este Partido? Pues fueron el general Calles, el general Jara, el general Mújica, el general Lázaro Cárdenas...¿Cómo no va a ser fuerte este partido a lo largo de los años? De ahí que su fuerza haya sido abrumadora. ¿Por qué fue abrumadora? ¿Por qué no tenía competencia importante? Porque es el único partido que había salido de la entraña de la gran Revolución.

¿Por qué no tenía oposición de derecha importante? Porque la derecha había sido golpeada y derrotada en la lucha armada; y pasó mucho tiempo antes de que se pudiera organizar un partido de derecha como Acción Nacional, u otro partido de derecha como el partido sinarquista.

¿Y por qué eran débiles también otros partidos, no de derecha, sino de izquierda? Porque se apartaban en cierto modo del gran torrente de la revolución popular del país, porque acudían a fórmulas no totalmente arraigadas en este pueblo.

Pero toda esa etapa larga está terminando. La sociedad mexicana ha cambiado; la política nacional no puede ser ya conducida por un solo partido tan abrumadoramente dominante. Se abre paso el régimen de partidos por la transformación de la sociedad mexicana; por que la sociedad mexicana se está volviendo cada día más y más plural, económica, social, cultural y políticamente.

Porque por más que consideremos que la opción que ofrece nuestro partido, el partido gobernante, es satisfactoria y se ajusta a las exigencias de la realidad histórica de la nación, hay cientos de miles, millones tal vez, de ciudadanos mexicanos que no lo estiman así, y piensan de otra manera; y hay otras tendencias que buscan su sitio en la vida política nacional.

Esa es la significación más importante de la reforma política, que va a acabarse la política de un solo partido de tal modo preponderante; y también la política de una sola oposición preponderante entre las minorías.

No podrá seguir teniendo un dominio tan absoluto el Partido Revolucionario Institucional; y tampoco podrá seguir ostentándose como único partido de la oposición, y tal vez ni siquiera el más importante, el Partido Acción Nacional.

Vamos a entrar en una nueva etapa de la vida nacional, dentro de unos ocho días, cuando ya esté en vigor esta ley. Y dijo muy bien el diputado Ortiz Mendoza; hay que hacer frente a los nuevos tiempos; bienvenidos a la arena del primer plano de la política nacional, el Partido Comunista, y el Partido Socialista de Trabajadores, y el Partido Demócrata Mexicano, y todos los partidos que tengan una verdad fuerte que sostener, su propia verdad, aunque no nos parezca a nosotros esa verdad suya. Y que haya en esta Cámara un debate de todas las ideas.

¿Cómo podría en el futuro haber un verdadero parlamento nacional sin la concurrencia de esa derecha que va a representar el Partido Demócrata, el principal competidor del PAN, porque le va a competir en su propio terreno con más decisión y claridad; porque la tragedia del PAN es la indefinición, la ambigüedad, porque ni el PAN sabe ya a quién representa realmente en la política nacional.

Esa es la tragedia de Acción Nacional; no la ley, no el PRI, sino su propia indefinición.

Dice Jacinto Guadalupe Silva: la burguesía no está con nosotros. Sí, ya lo sabemos, ya lo sabemos; la burguesía nacional no es tan torpe para atenerse a un partido tan débil a un partido tan flaco mental e ideológicamente, como es el Partido Acción Nacional. (Aplausos.)

No está la burguesía nacional con Acción Nacional, pero tampoco está el proletariado, ni tampoco están los campesinos, ni tampoco la clase media; porque gran parte, la mayoría de la clase media está en el Partido Revolucionario Institucional, y va a estar otra parte en algunos de los otros partidos que se formen.

Bienvenida, pues, la nueva lucha política. ¿Cómo podría haber una vida política más intensa sin un parlamento de la mayor latitud, de la que esté ausente el pensamiento de los marxistas más radicales y de los derechistas más claros?

Que vengan esos partidos de izquierda y de derecha, y que se fragüe aquí, con el debate, una nueva línea histórica para el país.

Esa es la línea que van a determinar la lucha de los contrarios y el ejercicio de una democracia más efectiva, más alta, más amplia; de una democracia mexicana que vaya, como lo quiere nuestro partido en su Declaración de Principios, y en su Programa Básico, hacia la constitución de un estado nacional democrático, con la participación equitativa de todas las clases populares, y bajo la dirección de una fuerza de vanguardia.

Inútil, señor diputado Garabito, oponerse con pequeñas razones al paso importante de la historia. ¿Cómo querer convencer a esta asamblea de que el proyecto de ley del Presidente López Portillo es contrario al proyecto de reformas constitucionales del Presidente López Portillo? ¿Cómo querer hacer pequeñas maquinaciones teóricas oponiendo al Secretario de Gobernación al Presidente de la República? Estas son pequeñas y fútiles maquinaciones de aldea o de pasillo; no son razones profundas.

¡Hagámosle frente al porvenir! Esta reforma política consagra el camino de México como un camino que tiene que pasar por la lucha entre grandes partidos, representativos de grandes ideologías, de grandes porciones del pueblo, de grandes intereses; que tiene que pasar por la democracia; alejándose de las tentaciones de la violencia; que tiene que pasar también bajo el amparo de nuestra Constitución democrática, que establece en su artículo 39 el derecho inalienable y soberano del pueblo a modificar su propia forma de gobierno, a transformar la sociedad. Esta ley, que tiende a desalentar la violencia fratricida, que tiende a descalificar el abstencionismo - porque si un partido no combate, y no combate dentro del marco de la Constitución, es un partido que no merece vivir al amparo de la Constitución de México -; esta ley, que abre los caminos del porvenir, que llama a todas las fuerzas a la lucha política, es un signo de los nuevos tiempos, y señala la superioridad de visión del Presidente López Portillo, y ¿por qué no decirlo? de nuestro partido, protagonista de la historia de México, casi en la soledad y en el desierto político, durante 50 años; pero, al mismo tiempo, partido capaz de aplicarse el método autocrítico más riguroso, y de abrir, aunque sea en detrimento de sus intereses secundarios, los grandes caminos del porvenir, que son los caminos de la democracia nacional." (Aplausos.)

El C. Presidente: El señor diputado Jacinto Guadalupe Silva Flores ha solicitado hacer uso de la palabra en su segundo turno.

- El C. Jacinto Guadalupe Silva Flores:

Solamente con el objeto, señor Presidente, de agradecer al señor diputado Ramírez y Ramírez que por fin haga suya la burguesía nacional y que se le haga bueno el propósito y el deseo de tener, efectiva y realmente, una derecha a la que, en realidad, le pueda clavar los dardos que siempre ha pretendido clavarle a Acción Nacional. (Aplausos.)

El C. Enrique Ramírez y Ramírez: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra, para su segundo turno, el diputado Enrique Ramírez y Ramírez.

El C. Enrique Ramírez y Ramírez: Señor Presidente:

Pues sí, señor diputado Guadalupe Silva, es la agonía también de esa clase de respuestas, la reforma política va a acabar con esas concepciones tan pobres, como la que usted ha expresado hace unos instantes aquí.

Yo no reivindiqué para mi uso personal a la burguesía, yo simplemente dije que Acción Nacional se había quedado sin amo, porque en otro tiempo, cosa confesada por algunos dirigentes de Acción Nacional, sí tuvo el apoyo entusiasta y resuelto de una parte de la burguesía nacional. Sólo que de la parte más reaccionaria y más cerril de la fracción de la burguesía nacional que en los años de 1939 era

partidaria de Franco, de Hitler y de Mussolini, de esa burguesía reaccionaria que se ha opuesto, contra toda razón, al libro de texto gratuito, que se ha opuesto a la educación popular y democrática. Esa fue la fracción de la burguesía nacional que dio apoyo y aliento al partido Acción Nacional.

En cuanto a otras fracciones de la burguesía, afortunadamente no han estado en otro frente y no tenemos para la sola palabra de burguesía el espanto pavoroso de que ahora quiere dar aquí muestras el señor Jacinto Guadalupe Silva, mientras exista el sistema social que existe en nuestro país, mientras exista la economía mixta, mientras exista la sociedad de clases en que vivimos, mientras exista una Constitución que ampara diversas formas de propiedad y por consiguiente diversas clases sociales, la burguesía nacional es un elemento de la nación mexicana y nosotros no tenemos por qué hacer demagogia para venirnos a curar en salud a última hora, como lo pretende hacer con su partido el diputado Jacinto Guadalupe Silva, no tenemos por qué hacer aspavientos de radicalismo que están también fuera de moda. (Aplausos.)

El C. Presidente: Consulte la Secretaría a la Asamblea si se encuentra suficientemente discutido el dictamen.

El C. secretario Gonzalo Armando Esponda Zebadúa: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido el dictamen en lo general. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Suficientemente discutido.

Se va a proceder a recoger la votación nominal en lo general. Se ruega a la Oficialía Mayor haga los avisos a que se refiere el artículo 161 del Reglamento Interior.

(Votación.)

Se emitieron, señor Presidente, 164 votos en pro y 19 en contra .

El C. Presidente: Aprobado en lo general el proyecto de Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales.

El C. secretario Héctor Ximénez González: Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera. Se va a dar lectura al Orden de Día de la próxima sesión.

"Segundo Período Ordinario de Sesiones.

"L" Legislatura.

Orden del Día

20 de diciembre de 1977.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Dictámenes de primera lectura

De las Comisiones unidas Segunda de Hacienda, Crédito Público y Seguros, Primera de Justicia y de Estudios Legislativos, Sección Fiscal, con proyecto de Ley Orgánica del Tribunal Fiscal de la Federación.

De las comisiones unidas Segunda de Hacienda, Crédito Público y Seguros y de Estudios Legislativos con proyecto de Decreto que reforma y adiciona el Código Fiscal de la Federación.

De las Comisiones unidas de Asuntos Agrarios y de Estudios Legislativos, con proyecto de Decreto que reforma la Ley Federal de Crédito Rural.

De las Comisiones unidas Segunda de Desarrollo Educativo Sección Educación Superior, Desarrollo Agropecuario y Estudios Legislativos con proyecto de Decreto por el que se modifican los artículos 10, 12 y Segundo, Tercero y Cuarto Transitorios de la Ley que crea la Universidad Autónoma Chapingo.

De la Comisión de Desarrollo Regional, Sección Zona del Río Balsas con proyecto de Decreto que abroga el de 18 de octubre de 1960, que creó la Comisión del Río Balsas.

De las Comisiones unidas Primera de Desarrollo de la Seguridad Social y Salud Pública, Sección Previsión Social, con proyecto de Decreto que reforma diversas disposiciones de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado".

- El C. Presidente (a las 14:55 horas): De conformidad con lo aprobado en el transcurso de esta sesión, se levanta y se cita para la que tendrá lugar el día de hoy, a las cinco de la tarde.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"