Legislatura L - Año III - Período Ordinario - Fecha 19780908 - Número de Diario 8

(L50A3P1oN008F19780908.xml)Núm. Diario:8

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO III México, D.F., Viernes 8 de Septiembre de 1978 TOMO III. - NÚM. 8

SUMARIO

Apertura

Orden del Día

Acta de la sesión anterior. Se aprueba

Análisis del Informe Presidencial

Para hacer consideraciones sobre los aspectos políticos del citado Informe, hablan los CC. Eugenio Soto Sánchez, Francisco Ortiz Mendoza, Ramón Garcilita Partida y Carlos Ortiz Tejeda

Orden del Día

Se da lectura del Orden del Día de la siguiente sesión. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. RODOLFO GONZÁLEZ GUEVARA

(Asistencia de 150 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 11:20 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El secretario Héctor Francisco Castañeda Jiménez:

"Tercer Período Ordinario de Sesiones.

"L" Legislatura.

Orden del Día

8 de septiembre de 1978.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Análisis del Segundo Informe Presidencial."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- El mismo C. Secretario:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día siete de septiembre de mil novecientos setenta y ocho.

Presidencia del C. Rodolfo González Guevara.

En la ciudad de México, a las once horas y veinte minutos del jueves siete de septiembre de mil novecientos setenta y ocho, la Presidencia declara abierta la sesión una vez que la Secretaría declara una asistencia de ciento setenta y cinco ciudadanos diputados.

Lectura del Orden del Día.

Sin discusión se aprueba el Acta de la sesión anterior llevada a cabo el día de ayer.

La Presidencia, en cumplimiento del Acuerdo tomado por la Asamblea en la sesión del día cuatro del presente mes, hace del conocimiento de los ciudadanos diputados, que la sesión de hoy se dedicará a continuar el análisis minucioso del Segundo Informe de Gobierno del C. Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Señala que en la sesión de hoy se comentará la segunda parte de los aspectos sociales del Informe, en lo relacionado a los problemas agrario, salud pública y seguridad social.

Asimismo, la Presidencia da lectura a los nombres de los cuatro ciudadanos diputados que harán uso de la palabra.

En seguida para hacer consideraciones sobre lo enunciado, intervienen los CC. diputados Saúl Castorena Monterrubio y Gonzalo Altamirano Dimas.

En virtud de que el tercero orador inscrito, diputado Jesús Luján Gutiérrez no se encuentra en el Salón, la Secretaría, por instrucciones de la Presidencia, da lectura al Artículo 99 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, que a la letra dice:

"Artículo 99. Siempre que algún individuo de los que hayan pedido la palabra no estuviere presente en el Salón cuando le toque hablar, se le colocará a lo último de su respectiva lista."

De conformidad con lo anterior, usa de la Tribuna el C. Diputado Bernabé Arana León y finalmente, el C. Diputado Jesús Luján Gutiérrez.

No habiendo otro asunto que tratar, se da lectura al Orden del Día de la sesión siguiente.

A las doce horas y cuarenta y cinco minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el día de mañana, a las once horas."

Está a discusión el Acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada.

ANÁLISIS DEL INFORME PRESIDENCIAL

Esta Presidencia hace del conocimiento de esta H. Asamblea que de acuerdo con lo resuelto por esta Cámara de Diputados en sesión celebrada el día 4 del presente mes, se continuará con el análisis minucioso, detallado, del Segundo Informe de Gobierno del C. Presidente de la República. En esta sesión se harán comentarios sobre aspectos políticos del Segundo Informe de Gobierno

La Secretaría ha informado a esta Presidencia que para participar en el análisis de la sesión del día de hoy, se han inscrito los siguientes ciudadanos diputados: diputado Eugenio Soto Sánchez, diputado Francisco Ortiz Mendoza, diputado Ramón Garcilita Partida y diputado Carlos Ortiz Tejeda.

Tiene la palabra el C. diputado Eugenio Soto Sánchez.

El C. Eugenio Soto Sánchez: Honorable Asamblea:

Acudo nuevamente a la más alta tribuna de la patria y esta vez es para hacer del conocimiento público el pensar y el sentir de la diputación de Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, ante la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, en relación con el Segundo Informe de Gobierno que rindiera a la nación, en cumplimiento del mandato constitucional, el Presidente de la República, licenciado José López Portillo, siendo ésta, ciertamente, una magnífica oportunidad para analizar con seriedad y patriotismo, en un plano de altura y con apego a la realidad, lo fundamental y trascendente que se ha realizado en nuestro país en el aspecto político a lo largo de 12 meses.

Es una realidad incontrovertible que en México, la soberanía nacional reside en el pueblo, ya que el poder público se ejerce por el mandato libremente conferido por la voluntad popular y con base y apoyo en el mandato que el pueblo le confirió el pasado primero de septiembre, José López Portillo, informó a la nación cómo ha respondido a ese mandato del pueblo, para que lo gobernara y ejerciera en su nombre y representación, el poder para servirle.

El Primer Magistrado del país, señaló, ante todo, que ha actuado y lo seguirá haciendo al límite de su capacidad y que para merecer la confianza en él depositada y estar a la altura del compromiso contraído, tiempo y circunstancias, ha empeñado toda su voluntad y ofrecido su vida.

Este es el punto de partida, toda vez que establecida esta premisa podemos afirmar categóricamente, que el Presidente de México se condujo con honestidad y patriotismo utilizando el lenguaje de la verdad y claridad que se conjugan en él y que lo definen como un auténtico revolucionario de su tiempo y como un mandatario que entiende y comprende que la congruencia, entre lo que se dice y lo que se hace, es la forma adecuada, la última forma para contar como cuenta, con el pleno respaldo del pueblo en torno a sus actos de gobierno.

El Jefe de la Nación ha establecido con toda claridad que la línea del destino de México, es de superación y se proyecta por encima de las facciones y de los intereses parciales, de los extremismos y de la intolerancia y se aparta lo mismo de la anarquía social, que de la tiranía del Estado y que su marcha es hacia el progreso de la libertad, hacia la transformación de la sociedad y el mejoramiento integral de todos los mexicanos, teniendo como propósito la evolución de la sociedad en su conjunto para exhibir y acabar con las insultantes desigualdades que aún se contemplan en México. Efectivamente, gracias a todos aquellos hombres que con las armas en la mano o con el pensamiento revolucionario hecho ley, pusieron las bases del México de hoy, el nuestro es un país de instituciones y leyes, como lo dijera el Presidente López Portillo y cabe señalar que durante su gobierno ha fortalecido y dado nueva dimensión a las instituciones políticas del país que bajo su mandato está viviendo una etapa fecunda.

Es cierto, rigurosamente cierto, que de la participación y el enfrentamiento, nadie saldría victorioso y que el enfrentamiento sólo podría beneficiar a los enemigos de México, los de dentro y los de fuera que agazapados sólo esperan el momento oportuno para dar el golpe y ante esta situación, ante este inminente riesgo es necesario que el esfuerzo de renovación nacional que va a requerir nuestro futuro inmediato, nos encuentre a todos unidos y trabajando solidariamente, sacrificando intereses personales o de grupo, teniendo cada mexicano un puesto en la batalla y desempeñándolo con absoluta entrega, alentado por la certidumbre de que el progreso de cada uno es prosperidad general y que la condición de un auténtico fortalecimiento es la participación igualitaria en el quehacer nacional.

Coincidimos con el Primer Mandatario cuando dice que no debemos creer que la Revolución ya se hizo, ya se acabó que tenemos que realizarla y ganarla todos, porque es evidente que nuestra Revolución está inconclusa y el admitirlo acelera su marcha: ni se irá de bruces, ni volverá la espalda para convertirse en estatua de sal, ya que su fin último es el hombre, que genéticamente, biológica, y socialmente, nunca retrocede y que la ruta de México está trazada por nuestra propia experiencia histórico - política, ya que el sistema en que vivimos tiene el consenso y el apoyo del pueblo y por ese camino habremos de continuar, sin falso optimismo, pero también sin desalientos toda vez que debido a la estabilidad política de la Nación, que se funda en las grandes transformaciones efectuadas, el país ha podido consolidar durante este último año, un ritmo de crecimiento económico firme y sostenido, pero debemos de entender y comprender cabalmente que la paz de que disfrutamos no significa de manera alguna, complacencia y estancamiento, sino proceso de cambio y

desarrollo mientras la siga normando la ideología de nuestros grandes movimientos sociales.

Por esta razón debemos de cuidar de no perder la lucidez en que nuestros próceres penetraron la realidad de México, porque hacerlo sería tanto como equivocar el rumbo de nuestra propia historia.

Con motivo del análisis y discusión de la Reforma Política y posteriormente de la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales en su oportunidad establecimos nuestra posición al respecto, señalando en el primer caso, que la diputación parmista entendía y respaldaba al Presidente López Portillo en el gigantesco esfuerzo por perfeccionar nuestro sistema político, por vigorizar nuestra vida democrática y por seguir haciendo con ferviente y apasionado patriotismo la Revolución dentro de la Constitución y en el segundo que la Ley puesta a nuestra consideración constituía un sólido avance democrático, ya que interpretando el sentir popular, la misma se presentaba en ese momento histórico para responder a la realidad, aportando avanzadas ideas, creando y regulando sistemas legales para hacer posible que la democracia estuviera a la vanguardia de la vida popular ciudadana y que como cuerpo legal lo encontrábamos vigoroso por su contenido y depurada técnica jurídica, así como por su redacción revestida de una gran claridad y objetividad, por lo que se podía considerar como un valioso instrumento para el derecho positivo mexicano.

Estos conceptos vertidos hace algunos meses, tienen ahora plena vigencia, ya que el registro condicionado otorgado a tres nuevos partidos políticos que habrán de participar en las elecciones federales de 1979, efectivamente vigoriza la contienda electoral y despierta el interés de la ciudadanía, lo que viene a demostrar que en todo momento hemos estado conscientes del papel que nos corresponde desempeñar dentro del contexto de la política nacional y que entendemos el momento histórico que vivimos, actuando en concordancia con los anhelos del pueblo de México.

La Reforma Política, que es todo un proceso, se complementa y enriquece con las dos iniciativas que el Ejecutivo Federal habrá de enviar al Poder Legislativo como son, la que reglamenta la facultad del Senado de la República para declarar que ha llegado el momento de designar Gobernador provisional de una entidad Federativa cuando han desaparecido los Poderes Constitucionales y la Ley de Garantías al Derecho a la Información. Ambas, nos parecen positivas y en su momento habremos de emitir nuestro juicio al respecto, pero adelantándonos un poco al hora del análisis y discusión respectivo, anticipamos que habremos de exigir que en el derecho a la información se preserve el derecho ciudadano a estar debidamente informado, que se estipule con toda claridad la obligación de los funcionarios públicos de informar ampliamente y respetar la personalidad de los partidos políticos como miembros aglutinadores de la opinión pública.

El anuncio hecho por el titular del Ejecutivo Federal en el sentido de que en breve enviará una Ley de Amnistía, reviste para nosotros trascendental importancia, ya que independientemente de que en su oportunidad habremos de conocer en sus términos las razones que se han esgrimido para llevarla a cabo, ponen de manifiesto la fuerza, la solidez y el humanismo, del hombre que rige los destinos del país, así como su confianza en que los mexicanos habremos de responder a este patriótico esfuerzo de reconciliación nacional.

Manifestamos desde ahora que habremos de apoyar dicha iniciativa y señalamos algo que nos parece sumamente importante: que sólo en un gobierno que sustenta su fuerza en el pleno respaldo popular, pueden surgir leyes de esta naturaleza, nunca en las dictaduras que se sustenten en la razón de la fuerza y de la violencia.

México es respetado en los foros internacionales por su limpia e invariable política exterior. Estamos conscientes de que en esta hora del mundo, nuestras relaciones diplomáticas siguen siendo la expresión de los inmutables principios filosóficos y jurídicos que sustentan nuestra soberanía y nutren nuestra conducta externa: el respeto a la autodeterminación de los pueblos; el principio universal de la No Intervención de un país en los asuntos internos de otro; la igualdad jurídica de las naciones; la resolución pacífica de las controversias internacionales; la cooperación de los grandes países para el desarrollo económico y social de los países pobres y, como consecuencia de todo ello, la lucha por la paz.

Estos son los argumentos que ha esgrimido el Presidente de México en el exterior y continuando la lucha por la desnuclearización de América Latina, preconizado por México, que señala una esperanza en el camino hacia el desarme atómico universal, logró que la Unión Soviética suscribiera el protocolo del Tratado de Tlatelolco, lo que viene a constituir un triunfo más del derecho internacional mexicano y un paso de la humanidad hacia el objetivo de evitar los horrores de una guerra que sería a no dudarlo el final de todo.

Ya para concluir y por ser un acto de estricta justicia, quisiera destacar que la republicana de José López Portillo, su fortaleza cívica, su vocación de servicio, su espíritu progresista, su hondo y patriótico sentido del deber y su dramática entrega al trabajo nacional, van imprimiendo huella imborrable en el acontecer nacional.

Y para los mexicanos su acción política constituye una elección cotidiana de verticalidad ideológica, responsabilidad creativa y moral pública. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Francisco Ortiz Mendoza.

El C. Francisco Ortiz Mendoza: Honorable Asamblea:

Cuánta razón asiste al C. Presidente en su Informe, cuando señala que el más grave

de los problemas a que nos enfrentamos es del problema social. Cuánta razón le asiste cuando explica que en la solución de este problema está implicado el futuro del país.

El Partido Popular Socialista considera que en el problema social es verdad que está implicado el futuro del país, pero también es verdad que envuelve todos los problemas graves que ha tenido hasta hoy. El no haber resuelto adecuadamente el problema social, ha traído consigo dificultades serias para el desarrollo revolucionario de México.

Alguna vez se ha dicho y lo señalaba nuestro partido, que si se quisiera explicar la historia de México, ésta quedaría enmarcada en la definición de un pueblo en lucha por alcanzar su independencia y plena soberanía, por elevar su nivel de vida y por ampliar el régimen democrático. Estas fueron, por cierto, las raíces programáticas del Partido Popular en su momento, y siguen las del Partido Popular Socialista por que todavía a estas alturas, esos grandes objetivos históricos ancestrales del pueblo mexicano siguen siendo valederos. El pueblo mexicano lucha por conquistar su cabal independencia, ejercer plenamente su soberanía, elevar su nivel de vida y ampliar la vida democrática de México.

Desde el momento en que el gobierno generado por la Revolución Mexicana olvidó que ésta se hizo para beneficiar a los de abajo - como contestó a Plutarco Elías Calles el Maestro Lombardo Toledano en alguna ocasión - , y no a los de arriba, desde que se olvidó esa ecuación, se entró a una grave crisis en la solución del problema social. Grandes esfuerzos han hecho por resolverlo algunas fuerzas positivas democráticas, patrióticas, de dentro y fuera del poder público, pero también grandes esfuerzos han hecho los que se oponen a su solución adecuada.

De esa manera podríamos, en vuelo rápido, advertir cómo escudándose en el explosivo crecimiento de la población, se deja fuera de toda posibilidad de educación superior a millones de jóvenes mexicanos, todos ellos pertenecientes a la clase trabajadora y campesina; es decir, la educación superior y la investigación científica han quedado en manos sólo de la pequeña y la gran burguesía, no obstante que el pueblo mexicano ha generado con su esfuerzo todos los instrumentos para formar estas instituciones educativas de las que es rechazada la clase trabajadora y campesina. Todavía más; alejada de la posibilidad de prepararse, el nivel de estudios va siendo cada vez más bajo para estos sectores de México que fueron los que hicieron la Revolución Mexicana, y así advertimos que el promedio educativo en el campo no rebasa el cuarto año de primaria.

Eso evidentemente genera un grave problema social, porque la pequeña burguesía, con aspiraciones lógicas de gran burguesía, es insaciable, aspira siempre a tener cada vez una mejor posición económica; una mejor posición política; una mejor posición social, y se desarraiga de los orígenes de la Revolución que les proporcionó esa educación superior. Y ahora ocurre que en las empresas del Estado, en el gobierno mismo, están profesionistas, tecnócratas, especialistas, preparados en esas instituciones, sin conciencia revolucionaria la mayoría de ellos, despreciando a las empresas del Estado, donde laboran y, muchos procedentes incluso de las escuelas superiores de la burguesía.

Eso ha creado un grave problema social en todos los campos, porque todos somos testigos de que es cuesta arriba hacer que esos jóvenes, preparados en las instituciones del Estado o en las instituciones sostenidas por el Estado, participen de las luchas democráticas y revolucionarias de su pueblo.

Con la Revolución Mexicana se ha avanzado enormemente en el problema de la salud, pero todavía, por desgracia, tenemos como un problema social, el que millones de mexicanos no cuentan con posibilidad de resolver ese tipo de dificultades que se presentan en el seno de su familia, cuando carecen de los servicios médicos del Estados o de los Instituciones creadas por él, como el Seguro Social y el ISSSTE.

Por eso, es saludable el primer paso dado con el convenio entre el Seguro Social y Educación Pública para proporcionar servicios de salud a los niños de las primarias. Lo saludamos con entusiasmo, porque es un paso importante para llegar a la solución de uno de los grandes problemas de México, que es el derecho a la salud. Nosotros consideramos que se puede dar un paso inmediato más: el derecho a la salud, por lo menos a todos lo niños , sean escolares o no. Basta con que sea niño - desde recién nacido -, para que sea atendido de inmediato por las instituciones de salud.

Pero ese es un problema social; es un paso importante para resolver muchos problemas entre el ISSSTE y el Seguro Social, que todos estamos convencidos de que se deben unificar en sus servicios, junto con los de Salubridad, para que el derecho a la salud sea una realidad, y dejen de cometerse errores tan serios como los que en ocasiones realizan algunos dirigentes del ISSSTE que dan servicios subrogados a instituciones particulares, en lugar de utilizar, por ejemplo, de una manera coordinada, las del Seguro Social, que en muchos lugares están sin ser empleados a su plena capacidad.

Pero un problema social o una parte del problema social más que han generado los grandes problemas de México, es el del bajo nivel de vida del pueblo. Implica esta cuestión la mala distribución de la riqueza, que apasionadamente tocaba el Presidente en su Informe.

Reconoció, y en eso estamos todos acordes, que la clase trabajadora y los campesinos, han resistido el peso mayor de las situaciones conflictivas económicas y social es de México.

En el informe abre las perspectivas de darle solución, pero nosotros creemos que hay cuestiones que están a la mano para empezarse a resolver.

En el caso del salario, el Partido Popular Socialista tiene presentada una iniciativa que pretendió argumentar con la realidad misma, con el objeto de encontrar algún camino para que automáticamente los salarios sean aumentados, cuando los precios se elevan en un porcentaje determinado.

En el lenguaje de la clase trabajadora, el término que a este sistema se aplica, es el de escala móvil de salarios, pero llamémosle de cualquier manera, lo que pretendemos y sugerimos, es que se aplique porque el principal argumento que utilizan en su contra, es que con ella se inicia la carrera de precios y salarios, tratando de ignorar que esta carrera se inició hace mucho tiempo y desde hace mucho tiempo también, ha sido ganada por los precios.

Si los salarios siguen perdiendo su poder adquisitivo, el problema social no tendrá una solución adecuada.

Este planteamiento del Presidente de la República en su Informe es absolutamente justo, porque con su solución se atenderán cuestiones del futuro de México, pero este futuro de México tiene sus raíces en este pasado del que estamos hablando. ¿Por qué se produce , por ejemplo, la reforma política? algunos dicen que es una dádiva que el gobierno otorgó graciosamente a las fuerzas menores que nunca hubieran podido acceder a esta Cámara, por ejemplo, o a posiciones de gobierno en los Ayuntamientos, si no se hubiera dado esta reforma política.

Otros, sostienen la tesis totalmente contraria, que la reforma política obedeció a las presiones de las grandes masas, a las movilizaciones para obligar al Estado a realizar este cambio. Nos parece que ni la otra cosa son ciertas; esta reforma obedece a ese problema que tocó el Presidente de la República, que es el problema social, el problema del desarrollo económico de México; obedece a que la clase trabajadora ha ido aumentando en número y ya podemos hablar de que ha ido creciendo y fortaleciéndose en su conciencia de clase Responde la reforma política a ese problema social no resuelto, y, responde, por supuesto, a la diferenciación de las clases sociales ya que al ir acumulándose el capital en pocas menos y al ir aumentando el número de trabajadores, obligadamente tiene que resolverse esta contradicción en el seno de la sociedad mexicana, por la vía democrática o por la vía de la represión de tipo fascista, no quedan más que dos caminos. En América del Sur, por ejemplo y por desgracia, advertimos que todos los países casi sin excepción, se encuentran en esa grave crisis, misma que la Revolución Mexicana ha resuelto por la vía de la reforma política, para evitar que México caiga en enfrentamientos que en lugar de traer soluciones positivas, harían que retrocediera a situaciones ya superadas como lo dice el Presidente de la República en su Informe.

Pero ¿todos los sectores entienden la reforma política? A nosotros nos parece que no. En la última asamblea del partido de la mayoría, que a todos nos preocupa porque es el de la mayoría y porque es el que está en el poder y lo que resuelva o lo que haga, nos afecta, querámoslo o no. En su asamblea, en los trabajos previos, evidentemente entraron en conflicto varias fuerzas internas; es claro, es evidente, que el sector democrático, el sector progresista, impulsó las reformas positivas, pero dentro del propio partido de la mayoría, en toda la República, hay un sector de partidarios no de la reforma, sino de la contrarreforma que manejando a veces cuestiones positivas, en la práctica, actúan en contra de la reforma política.

Nosotros como partido de clase nos lo explicamos, no nos confundimos, no nos aturde esa situación, porque sabemos bien que es un problema de clase, de clase social. Nuestro partido con todas las fallas que pueda tener, el Partido Popular Socialista, es un partido declaradamente marxista leninista, que lucha por instaurar en México, en el momento que las condiciones nacionales e internacionales lo permitan, el socialismo, porque la propiedad privada pase a ser propiedad social, y porque la distribución de la riqueza sea de carácter social.

Es evidente que los que se han consolidado en lo económico, en lo político, en lo social, en una ranchería, en un municipio, en un estado de la República, en una región de la República o en el país mismo a nivel nacional, a pesar de que pudieran tener en algunos aspectos concepciones avanzadas, concepciones democráticas, concepciones patrióticas, en el momento de resolver problemas de carácter clasista, obviamente se unifican, incluso con las fuerzas más negativas de su propio partido, o de esa región o de ese estado, para impedir que avance el partido de clase.

Por eso no nos aturde, lo entendemos. Ejemplos hay múltiples - y no quisiera que aquí en este momento se considerara como una lamentación sino un ejemplo de lo que pasa - . Acabamos de pasar elecciones de Teziutlán. Consideramos que estas elecciones que se realizaban ocho días después de todas esas declaraciones positivas; se llevarían a cabo con una lucha que respondiera a la reforma política.

Y, ¿qué presenciamos? Que muchos compañeros que están en esta Cámara, que sabemos bien que tienen ideas progresistas, positivas, democráticas, incluso coincidentes en mucho con las aspiraciones que nosotros tenemos, los encontramos en la elección de Teziutlán junto con las personas más negativas y presionando para que un convenio al que llegamos las fuerzas democráticas tanto del PRI como del PPS para que por la primera vez en México dos partidos democráticos, como dice el texto del convenio, reconocieran sus fuerzas y sus victorias, para que entremos con entusiasmo a una lucha de partidos en un alto nivel, media hora después de firmado, esos mismo compañeros progresistas, democráticos, actuaban en las casillas violando el convenio y llevando a las urnas a todos los que no podían votar por acuerdo entre los dos partidos y el

comité municipal electoral, para que nadie votara fuera del padrón electoral.

Es explicable por las razones que damos, pero de ahí se deriva otra cuestión. La reforma política, si no se busca el camino adecuado para que el padrón electoral no se falsifique, va a tener, graves tropiezos, graves dificultades Y es interés no del PPS para una elección determinada; es interés para todo el sector democrático de México. Si el padrón electoral no se modifica, la reforma política puede no aplicarse de una manera adecuada, y puede prolongarse la solución del problema social.

En Nayarit tuvimos elecciones hace ocho días. Públicamente reconocimos y lo reconocemos ahora: no tuvimos la mayoría en ningún distrito electoral. Pero no podemos desconocer o dejar de decir que se cometieron los mismos errores de una manera innecesaria, puesto que no estaba en riesgo la victoria para el partido mayoritario. Y sin embargo, se cometieron exactamente los mismos errores. ¿Por qué? Porque es muy difícil resolver el problema social que durante tantos años se ha venido acarreando y que ha originado la consolidación de grupos interesados en que nada se mueva es este país .

Contra eso tenemos que luchar, como lo dice el propio Presidente de la República, y hoy mismo, en la prensa nacional, aparece este concepto: "Tenemos que luchar unificados todos los que queremos que México avance hacia situaciones cada vez mejores". Es decir, hacia la solución del problema social.

Termina el Presidente de la República con una cuestión que es de suma importancia para nosotros. Penetra en un campo al terminar su informe, en un campo muy escabroso: el problema de la amnistía. Y lo hace de una manera decidida porque todavía, unos días antes, se movieron todas las fuerzas enemigas de los avances de nuestro país, para que el Presidente de la República no se pronunciara por la amnistía. Nos conmovió a todos, cuando improvisando un breve párrafo, dice:... "Ya tenía escrita la decisión, ahora la ratifico". Plantea la amnistía. Quisiéramos tomar este tema, tocar este problema, y lo hacemos, como es lógico suponerlo, a nombre de nuestro partido, y bajo la responsabilidad exclusiva de nuestro partido. No somos voceros de nadie más que de los miembros del Partido Popular Socialista.

Cuando en la guerra mundial pasada, por razones de defensa, se establecieron algunas leyes de emergencia, una de esas fue la que configuraba el delito de disolución social. Al concluir la guerra mundial, el Presidente de la República, Miguel Alemán, lo incorpora con variantes al artículo 145 bis, y en lugar de aplicarlo, como fue en la guerra mundial a los fascistas, lo empieza a aplicar al sector democrático. Desde el primer día que esta aberración jurídica quedó establecida, el Partido Popular entonces, y el Partido Popular Socialista después, encabezado por el maestro Lombardo Toledano, luchó todos los días para que desapareciera del Código Penal, esa figura delictiva. Luchábamos contra el artículo 145 bis, y luchábamos todos los días porque salieran de las cárceles los que estaban acusados por ese delito; los primeros, tres compañeros nuestros, Nicandro Mendoza, Mariano Molina y Raúl Lemus, dos años y medio en la cárcel, acusados por el delito de disolución social; después de ellos, muchas gentes del campo democrático; equivocados o no, pero del campo democrático; nada menos David Alfaro Siqueiros, estuvo en la cárcel varios años acusado de ese delito. Se logró que desapareciera, no quedamos satisfechos con la modificación; quedaron configurados otros delitos que nos parece que deben también desaparecer o ser modificados.

El Partido Popular Socialista comprende que en México, como en cualquier otro país de cualquier régimen de que se trate, el Estado, debe configurar delitos para los que actúan en contra del Estado mismo, eso es entendible; nada más que aquella vez se perseguía a las ideas, no a los hechos, ese era el problema; al desaparecer este delito y al pasar los años, se vio que en México, muchos jóvenes, particularmente estudiantes, no encontraban vías para resolver el problema social del que hemos venido hablando y como lo reconoce el Presidente de la República en su informe, no encontraban caminos adecuados para resolver las graves contradicciones sociales de México y en 68 esta situación hizo crisis, pero no porque fuera un problema exclusivo de México, era un problema en el que estaba también implicada toda la situación de las contradicciones del sistema capitalista. Los grandes movimientos juveniles buscaban caminos, pero desde varios años antes, y lo hemos denunciado desde esta tribuna, el imperialismo norteamericano había estado haciendo un análisis sicológico de la juventud mexicana; presentamos documentos varias veces aquí, hemos entregado a la Procuraduría de la República denuncias, no ahora, desde hace más de 25 años.

El maestro Lombardo, en 1953, denunció el Plan Tanaca para América Latina, elaborado por Milton Einsenhower, cuando recorrió América, y al informar a su hermano respecto a lo que había observado, diseñó un Plan para América Latina, había que capturar la inteligencia, había que dirigirse en una estrategia bien meditada - eso está publicado en noviembre del 53 - , para capturar la conciencia de las nuevas generaciones de América Latina - decía Milton Einsenhower - , y cambiar su concepción anti - yanqui en una conciencia favorable a nuestros intereses, y hablaba de cómo debía penetrarse a través del idioma, cómo debía penetrarse a través de las escuelas, cómo debía penetrarse a través de las becas, cómo debían irse ocupando posiciones en todos los niveles educativos y económicos de México.

No se escuchó la voz de Vicente Lombardo Toledano en 1953, y cuando en 1968, estalló este conflicto estudiantil dirigido con todas las instituciones y organizaciones juveniles y del Magisterio, para que fueran quebradas y los jóvenes y los maestros no tuvieran ya instrumentos posibles de defensa, se advirtió que,

mezcladas con este conflicto, estaban las fuerzas de la Agencia Central de Inteligencia (CÍA), denunciadas en múltiples ocasiones.

Los miembros del Partido Popular Socialista jamás cayeron en esa trampa fuimos todos alertados a tiempo, en un memorable documento del 5 de agosto de 1968 que elaborara el maestro Lombardo Toledano a nombre de la Dirección Nacional del Partido, para que este asunto quedara claro, pero no todos pudieron comprender el problema, recuerdo que íbamos a las escuelas a explicarles a los jóvenes y a los compañeros maestros la situación, en la escuela de la que procedo, la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, en la asamblea de maestros, al explicar la penetración de la CÍA me dijo un maestro muy querido, doctor en matemáticas, fallecido ya por desgracia para México, el doctor Enrique Bustamante, me dijo, Ortiz Mendoza yo le creeré lo que usted me está diciendo, si me enseña a un agente de la CÍA. El me dio clases de electrónica, le dije: usted maestro, me enseñó electrónica, me enseñó a manejar sus efectos pero jamás me enseñó un electrón. El maestro me dijo, tiene usted razón y se sentó.

Ese es el problema de la CÍA. no traen credencial, no se les puede identificar, pero se les conoce por sus efectos. Conducidos los movimientos muchas veces por agentes de la CÍA, centenares de jóvenes abandonaron sus estudios. se fueron por la vía del vicio y muchos perdieron la vida.

Es absolutamente legítimo que exista la posibilidad de que todos estos jóvenes se reintegren a la vida normal de nuestro país, pero cuando se empezó a hablar de la amnistía general, el Partido Popular Socialista llamado por algunas fuerzas para que secundara este planteamiento o a que; como en el caso de los delitos de disolución social lo encabezara, no aceptó. Porque estaban mezclados los casos de los que sí deben ser beneficiados con la amnistía y los de los agentes de la CÍA, los provocadores, los terroristas, que actúan todos ellos no por ideología sino por paga y que han estado metiendo a México en una situación bien difícil.

Si las cosas en México no se hubieran resuelto por la vía que se resolvieron por esta vía democrática, que nos permite estar en esta tribuna, quizás seríamos uno más de los países de América Latina ensangrentados por una guerra civil.

El Partido Popular Socialista está totalmente de acuerdo con la amnistía, pero en ese conflicto de 68 y en los años posteriores, dos tesis se manejaron; la que planteaba el Partido Popular Socialista, línea en la que no retrocedió nunca, de caminar por la vía de la solución democrática de los problemas que se presentaban y así se les hizo ver a los sucesivos Presidentes de la República y la que planteaba la necesidad del enfrentamiento y del guerrillerismo; el Partido Popular Socialista siempre declaró que estaba en contra de una guerra civil en México porque con ella los norteamericanos meterían la mano hasta los codos, nos armarían a los dos y después ellos pondrían las condiciones. Le ha costado mucho esfuerzo al PPS sostener esta línea en muchos lugares, pero a diez años de distancia, muchos de los que estaban en contra de ella la han reconocido como adecuada y aceptan el encauzar sus actividades por la vía constitucional, porque la Constitución Mexicana es de las más avanzadas, la más avanzada, diría yo, del campo capitalista y permite a todas las fuerzas luchar dentro de su cauce, transformando la Constitución por el proceso dialéctico del desarrollo del país para transformar las leyes y la transformación de las leyes para desarrollar al país.

Por esa razón, porque querían meter en un solo saco a todo mundo, el Partido Popular Socialista explicó más de una vez, que teniendo presos políticos, y voy a explicar el término. Ruego a la Presidencia me perdone unos minutos si me he excedido.

El C. Presidente: Con permiso del Ciudadano diputado Ortiz Mendoza, sírvase la Secretaría consultar a la Asamblea si en los términos del artículo 103 del Reglamento se permite al C. diputado continuar en el uso de la palabra.

El C. prosecretario Pedro Ávila Hernández: Por instrucciones de la Presidencia, se pregunta a la Asamblea si se le concede el tiempo que solicita el señor diputado Ortiz Mendoza, de acuerdo con lo que marca el Reglamento. Los que estén de acuerdo favor de manifestarlo ... Aprobado.

El C. Presidente: Continúe el diputado Ortiz Mendoza en el uso de la palabra.

El C. Ortiz Mendoza: Gracias señor Presidente.

Deseamos aclarar el problema de los presos políticos, porque en el campo de la izquierda, este término se maneja de una manera muy suelta. Que yo sepa no existe en México un solo preso acusado de pertenecer a un partido político o de manejar determinada ideología.

Después de desaparecido el delito de disolución social, los presos que hemos tenido no lo han sido con el cargo de ser miembros del Partido Popular Socialista, sino que les configuran un delito: abigeato, invasión de tierras, múltiples cargos; pero todos sabemos que es por ser miembros del Partido Popular Socialista; pero el Partido Popular Socialista no considera que es la vía de la amnistía por la que van a salir nuestros compañeros de la cárcel, sino que los hemos sacado demostrando que los cargos son falsos, evidenciando que los persiguen por ser miembros del Partido Popular Socialista, porque esos encarcelamientos responden, otra vez, a un problema de la lucha de clases, porque saben bien los que los encarcelan, que si se permite el desarrollo y crecimiento del Partido Popular Socialista en determinada región, los latifundistas de la zona, los explotadores del pueblo en el lugar, los caciques que dominan a la población van a tener problemas.

Ayer decía mi compañero Indalecio Sáyago, en Veracruz, que a los del Partido Popular

Socialista no los encierran, los entierran; y es verdad, la lista es larga en Veracruz, la lista es larga de Oaxaca.

Aquí, hemos denunciado varios casos, hemos avisado que están amenazados de muerte dirigentes del Partido. La Cámara de Diputados no tiene esas funciones, por supuesto. Lo entendemos, pero tenemos la esperanza de que repercuta en la zona.

No, los asesinan, pero pedimos amnistía para los compañeros porque sabemos que el problema es de lucha de clases, porque sabemos bien que si un compañero del Partido Popular Socialista es encarcelado, al salir de la cárcel inmediatamente continúa la lucha. No la va abandonar.

Nosotros luchamos por conquistar el poder. Somos débiles ahora, pocos, pero todo mundo sabe que pretendemos conquistar el poder .

Y que yo sepa, las amnistías equivalen a un perdón, a decir: "olvido lo que hiciste, te quito los cargos, reincorpórate". Y el ciudadano amnistiado se reincorpora, incluso muchas veces con el grupo o el poder que lo amnistió.

Pero en nuestro caso no es así. Con las fuerzas de izquierda, cuando se nos libera, al día siguiente estamos otra vez en la lucha.

Aquí estuvo como diputado en la legislatura anterior el compañero José Nataret, de Oaxaca, preso seis años, acusado de abigeato. Ahí terminó su primaria e hizo su secundaria. Bromeando el Gobernador decía: no lo vuelvo a encarcelar porque va a terminar de abogado. Pero estaba encarcelado por ser dirigente del Partido Popular Socialista y, confabulado el Procurador del Estado de Oaxaca con los ganaderos de la región, lo tuvieron encarcelado 6 años. Nunca pedimos perdón. Exigimos la libertad y demostramos que eran falsos los cargos. En el caso de los amnistiados de que se trata hoy, son compañeros que por errores, por inexperiencia, muchos por convicción también, cometieron delitos. Deben ser amnistiados. Y por eso, estaremos de acuerdo en que (cuando llegue la iniciativa la discutiremos en sus términos), se apruebe la amnistía. Pero lucharemos en contra - desde ahora lo declaramos - , de que esto se haga con libertad, y que con ellos vayan agentes de la CÍA, provocadores, terroristas por paga, sin ideología alguna. Y yo sé bien que hay marxistas que están en este problema también, acusados muchos de ellos de manera indebida porque les han configurado delitos. Lucharemos junto con ellos para demostrar lo falso de sus cargos para que sean liberados. Todas estas reflexiones señoras y señores diputados, nos produjo el Informe del señor Presidente de la República. Con optimismo él ve el porvenir de México, pero lo condiciona a la unidad de las fuerzas democráticas y patrióticas de los mexicanos para lograr nuestra cabal independencia y poder resolver el problema social que tantos males ha traído a nuestro México. Muchas gracias (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Ramón Garcilita Partida.

El C. Ramón Garcilita Partida: Señor Presidente:

Honorable Asamblea:

Hoy termina, en esta sesión, el análisis que se ha venido haciendo por parte de los partidos políticos representados en esta Cámara, del Informe rendido a la nación por el Presidente de la República.

La diputación del Partido Acción Nacional, ha venido realizando este análisis en una forma objetiva y realista. Hoy, como se anunció por la Presidencia, corresponde analizar el aspecto político.

Hay un dato que quiero destacar como punto de arranque del examen que, a nombre de la diputación de mi partido, hago y es que la mayor parte del Informe se refiere a los problemas económicos - sociales.

Indudablemente que este hecho tiene una razón de ser, y la encuentro porque el problema económico con sus proyecciones sociales, ha venido a explotar en una de las más terribles crisis que se registran en la historia de México. Nunca como ahora, se había llegado a destruir el aparato productivo de los productos alimenticios que nos da el campo; las puertas hacia el exterior concretamente, hacia la frontera de los Estados Unidos de Norteamérica, han sido cruzadas por todos los campesinos de México que no encuentran en nuestra patria ni las condiciones materiales, ni la seguridad, ni los alimentos necesarios para poder producir; se registra un tremendo desnivel de la producción agropecuaria con relación al constante aumento de la población y este desnivel se traduce en hambre y miseria, en el alza del nivel de los precios de los artículos de primera necesidad y para remediar una de las necesidades más apremiantes del hombre, hubo necesidad de importar granos, de importar leche, de importar carne, en una palabra, los alimentos que necesitan los mexicanos para poder vivir y como es natural, la Balanza de Pagos, la Balanza Comercial, se ha disparado, afectando a la estabilidad y al poder adquisitivo del peso, pero también por obras artificiales, por la falta de no manejar con verdadera técnica nuestro aparato monetario, se ha destruido y se ha desequilibrado ese mismo aparato.

Las consecuencias de esta tremenda crisis económica la están resintiendo en carne viva todos los mexicanos, todas las familias, es insuficiente el ingreso de los salarios para poder alcanzar a la carrera que se proyecta a niveles muy altos de los precios.

Yo encuentro precisamente que este panorama que ligeramente he trazado fue la razón para que la mayor parte del Informe se dedicara al problema socio - económico, pero, señores, muy poca importancia se le dio al aspecto político, no obstante que la raíz de los problemas socio - económicos están en lo político y, por lo tanto, quiero plantear ante ustedes como un análisis de Informe del Presidente de la República, la importancia que tiene lo político en volver a reordenar, en volver a encauzar nuestro aparato productivo, nuestras

comunidades sociales, nuestras comunidades intermedias, para ordenar la vida nacional desde la persona humana, hasta llegar a ese concepto tan caro para los mexicanos, como es el ser nacional, la Nación.

Hay otra tremenda crisis, una crisis tan importante o quizás que supere a la crisis económica, esta crisis es la crisis del hombre, la crisis del Estado, de las dos columnas que deben ser el sostén de toda la estructura nacional encerrada dentro de la idea de lo que debe ser una patria.

Esas dos columnas dañadas, debilitadas, han venido a cuartear los cimientos de nuestra patria y el mexicano no encuentra en México las condiciones necesarias para poder vivir, perfeccionarse, no encuentra la luz, el calor, el amor que implica el más alto concepto de la patria.

La columna del hombre, cómo se ha dañado, qué terrible conmoción en el mismo ser del hombre cuando se ha perdido la noción de los valores morales, de los valores culturales que deben confirmar a nuestra existencia, que deben darle el sentido de una recontabilidad y realización misma de la razón de ser del hombre.

Se ha despertado un tremendo materialismo, hay una razón en la convivencia humana que es la explotación del hombre por el hombre, de la ganancia, del lucro desmedido, se ha perdido completamente el sentido de la solidaridad social.

Esto, señores diputados, es algo muy grave porque está afectando a la célula de nuestra sociedad que es la persona.

En seguida, en escala ascendente del desenvolvimiento de las necesidades humanas, cuando son insuficientes la capacidad, los esfuerzos, la inteligencia, los medios materiales y que se parte de la familia, del municipio, de las comunidades de trabajo, de sindicatos, de organizaciones profesionales, hasta llegar al Estado, estas comunidades han sido también desnaturalizadas porque por motivo de la corrupción política del sistema, estas comunidades naturales se han desviado de sus propios fines, se les ha usado, se les ha manipulado y esta situación viene a agravar esa crisis de lo humano. Pero también la columna del Estado presenta cuarteaduras. Nosotros concebimos el Estado como la organización política de la sociedad; claro, algo tan necesario como es la forma para la existencia humana. Nosotros queremos un Estado fuerte, un Estado rector, pero un Estado que realice todas sus funciones con miras a la realización del bien común.

El señor Presidente de la República usa precisamente en el Informe el término de bien común y habla que para revitalizar la solidaridad nacional es necesario hacer funcionar a esas comunidades intermedias dentro del contexto de la mexicanidad. Y ¿qué es el bien común? No es un concepto abstracto, sí un concepto importante, es un concepto pivote, es la idea central para poder plantear en términos reales, cualquier conocimiento que se quiera tener sobre la sociedad y sobre el Estado.

El bien común no es otra cosa más que el conjunto de condiciones que se deben crear por parte del hombre de las comunidades intermedias y del Estado, para poder tener todas las condiciones espirituales, todos los recursos materiales para que el hombre pueda perfeccionarse.

Esto debe ser la finalidad del Estado y desgraciadamente, repito, nuestro Estado mexicano a consecuencia del sistema político imperante, ha perdido la razón de ser del bien común.

Tenía razón, vuelvo a decir, la preocupación del Ejecutivo para rehabilitar nuestras estructuras sociales. Esta preocupación debió haber sido realmente el pivote de la Reforma Política a la que paso a referirme y no, la Reforma Política - se declara en el informe - , no tenía otro objeto más que ampliar la representatividad.

En otras palabras, era la manera de buscar la forma, en controlar a todos los grupos subversivos, a todos aquellos que formando unas asociaciones políticas inconformes con nuestra estructura social y política, buscaban la manera de hacer manifestar las inconformidades; y en este aspecto, se dan todas las condiciones indispensables, tanto en la Constitución como en la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, para la proliferación de partidos políticos.

Pero la Reforma Política no tocó el problema toral, precisamente el problema político, a pesar de la razón de ampliar la representatividad. Sí, señores, la representatividad es la base de un gobierno democrático. La representatividad debe ser lo que le dé a la autoridad pública su razón de ser, pero la estructura de la Reforma Política impide el funcionamiento mismo de la representatividad porque el aparato electoral, desde la Constitución, de la Comisión Federal Electoral, pasando por todos los procesos, todo está perfectamente proyectado para impedir la representatividad y mantener al partido oficial durante muchos años en el poder, presidiendo la vida pública de México.

Es cierto de que se llama a la oposición, de que aumenta el número de diputados de los partidos llamados de oposición, que integrarán próximamente la LI Legislatura, ¿pero qué papel van a representar? Ninguno. Tan sólo un elemento de decoración para decir: en la Cámara de Diputados funciona la democracia. Pero, ¿para tomar decisiones? Para que sus razonamientos, para que sus ideas, para que sus tesis se tomen en cuenta, eso no, señores diputados, porque esto amenaza a la estructura misma del Sistema.

Esto es muy grave, que se sigan manteniendo estos mismos sistemas, sobre todo electorales, que unánimemente han sido repudiados por toda la opinión pública, reflejada en los medios de comunicación. Hay que ir afrontando verdaderamente con todo valor, el hacer que la Reforma Política sea realmente el instrumento necesario que se

necesita para poder reestructurar todo ese aparato de nuestra nacionalidad, que amenaza estar en ruinas por la desestabilización que han tenido las dos columnas que lo sostiene: la persona y el Estado.

No se refleja absolutamente nada en el régimen, la voluntad política realmente reconocer cuándo se puede perder. Siempre, sistemáticamente se gana. Es necesario de que tenga la voluntad política para concebir a México como un sistema pluripartidista en que todos los partidos estemos en igualdad de condiciones y no haya uno que tenga la primacía sobre los demás y que presida la vida pública del país y que sea el que la configure y que la determine, no por el simple hecho, como se ha dicho aquí, que sea el producto de la Revolución Mexicana, sino que el partido oficial deje de estar alimentado con los fondos del Estado y deje de estar sustentado por la afiliación masiva y forzosa de las organizaciones intermedias. Si no hay representatividad, no hay legitimación en una mayoría y el Presidente de la República habla en su Informe de que hace votos porque aprendamos juntos a sumar, a estar de acuerdo en la posibilidad de desintir en todo, menos en que son las mayorías las que resuelven y resuelto todos, hasta los que la hicieron queden obligados por las generalidades de la ley; si esa mayoría es el producto de una votación limpia, de votos contados, sí estamos de acuerdo de que las minorías deben sujetarse a las decisiones de las mayorías, pero si la categoría de mayoría va a ser el resultado de una prefabricación de manipulación de votos y de mantener un sistema de corrupción no estamos de acuerdo de que se dé el poder a la mayoría, porque esto es una dictadura.

Reitero por último, señores diputados, nuestros puntos de vista que hicimos valer en los debates de la Reforma Constitucional y la Ley de Organización de Partidos Políticos y Procesos Electorales. En estas reformas no hay representatividad; en estas reformas no se ha tocado tampoco la Constitución y composición del Estado Mexicano; vivimos un federalismo ficticio, vivimos esa es la realidad, un centralismo agudo, con menosprecio, con la razón de ser de la miseria de los Estados y principalmente de los municipios, no se da en nuestro sistema político, la división de los poderes para el funcionamiento realmente de una democracia; hay la supremacía, hay la supremacía, el Ejecutivo. Es necesario hacer una distribución equitativa también del producto nacional para fortalecer a la célula que es la base de nuestra organización política y administrativa en el municipio.

Acción Nacional no se desalienta ante los resultados de la Reforma Política, pero sí se preocupa de que si no se piensa realmente en hacer una modificación para darle a México una auténtica reforma política, señores diputados, las elecciones serán como las del Estado de México: soledad en las casillas, que el Presidente de la República le llama tranquilidad, la ausencia de los ciudadanos y la pérdida cada vez más de la confianza del pueblo para el gobierno.

Acción Nacional, a pesar de esas condiciones, está dispuesto a seguir luchando por transformar la organización política de México, desde las bases, hasta la cumbre.(Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Carlos Ortiz Tejeda. (Aplausos.)

El C. Carlos Ortiz Tejeda: Compañeros diputados:

La Mayoría Parlamentaria me ha hecho la encomienda de formular algunos comentarios al II Informe del señor Presidente de la República.

Para atender a ese encargo, había dos posibilidades: Recluirme a estudiar el documento y procurar su evaluación a partir de las definiciones políticas que enuncia, en cuyo caso, al margen del error o el acierto, el trabajo se constreñía al punto de vista individual. La opción, la opción era platicar con ustedes, con el mayor número posible de ustedes para que así, al final de cuentas, yo fuera, con mayor o con menor eficacia, sino el compilador de una variada y múltiple opinión.

Estas notas no son otra cosa. Permítanme responsabilizarme de ellas, presentándolas en primera persona y la primera pregunta que se me ocurrió, fue ésta:

¿Y a qué vino el Presidente de México el 1o. de Septiembre a este Recinto?

Yo pienso que el 1o. de Septiembre, el Presidente de México acudió ante nosotros a rendir un informe, pero principalmente, a presentarnos un proyecto; para el primero, solicitó nuestra aprobación, para el segundo, reclamó nuestra solidaridad. Para conseguirla, presentó argumentos, explicó causas, definió criterios; había opciones, analizar posibilidades y nos cedió la palabra. Toca ahora a esta representación razonar y decir, decir lo que apruebe o rechace, lo que no esté claro, lo que se debe corregir o lo que debe enriquecerse y puesto que su intención era hablar de mañana, el planteamiento tuvo que venir desde atrás y así el mensaje del 1o. de septiembre se inició con la evaluación rigurosa de la historia contemporánea de México. Visión retrospectiva como base de su explicación, que no de justificaciones, un retorno de cinco pasos para hincar en la raíz alegatos posteriores, señalamiento de avatares trascendentes, para exigir el razonamiento y no caer en la racionalización. Airear de una vez por todas el pasado a fin de no reincidir en él todos los días. Y se tuvo que decir de nueva cuenta 68, decir lo que fue, lo que sigue siendo y lo que no debe volver a ser, señalar su valor preciso y precioso, rescatar su esencia, mantener su espíritu y rechazar la trágica ironía en que empezaba a convertirse.

Lo que fue inconformidad, denuncia, rebeldía y también entusiasmo, generosidad y

entrega, se estaba tornando en conformismo, en abstención, en irresponsabilidad y, lo que es peor, en amargura y en rencor.

No, 68 no podía terminar convirtiéndose solamente en la mala conciencia de una generación, y a partir de estas consideraciones saneado el ánimo y hecho el balance, sin festinar logros pero haciendo pasta al regodeo masoquista, el análisis nos ubicó en el aquí y en el ahora precisos del que sólo nosotros somos responsables.

Ninguna tormenta del mañana será siembra del pasado, a partir de ahora y habiendo ya caminado una tercera parte de la etapa que este régimen le toca presidir, el Presidente nos hizo una propuesta, formuló el diseño de un modelo de país que nosotros de aprobarlo habremos de construir. Hablemos de ello aquí, con la solvencia que dan información y memoria, el Presidente de México hizo una denuncia, el problema social, el conflicto que diría Lujambio, ayer, antier, antes de antier, hemos oído la versión cuadrafónica, a veces en alta fidelidad y otras en frecuencia modulada de este asunto.

Por mi parte, obligado al esquematismo extremo diría que podemos asomarnos a la comprensión del problema con sólo pensar que el modelo previsto para este país contemplaba la mitad de los actuales mexicanos, ¿quiere decir esto que sobran mexicanos o que nos falta país?

Y la pregunta por simple nos arroja la respuesta: no, lo que nos hace falta es un modelo, un proyecto nuevo para adecuar el país a los mexicanos que somos y a los que van a ser. En los días anteriores hemos oído los grandes números, los números rojos de México; ojalá y no resulte temerario penetrar un terreno de economistas y descender otros escalones que nos lleven a entender mejor el fondo de la crisis, el problema social es el de todo México. Para asomarse a él, cualquier rendija es suficiente: habitación, salud, educación, alimentos; aquí cualquier nota es primero. El ingenio del maestro Ruiz Jarrel nos decía: "Si en 1970 en el D.F. todo el mundo hubiera tenido casa, esto querría decir que el 40% de las que están inservibles no lo hubieran estado y que si ningún otro factor ajeno a este ejemplo viniera a arruinarlo, pues resultaría para 1971 que como 400,000 parejas formaron nuevos hogares y sólo se construyeron 90,000 casas, ya tendríamos un déficit de 300,000". "Para 1976, dice el Banco de México, las cosas seguían en igual medida, 200,000 casas contra 527,000 uniones y en su espléndido estudio a este respecto Puente Leyva prevé que en 5 años habrá un déficit de 7 millones de casas - habitación". Y para qué decir que una de cuatro viviendas del D. F. es de un solo cuarto y ni qué agregar también o para qué hablar entonces de la alimentación, o mejor dicho de la desnutrición nacional. Cada año nace un promedio de dos y medio millones de niños; de ellos medio millón son intrauterinamente desnutridos por mala alimentación, el detalle de las consecuencias me resisto a relatarlo, pero estos niños, de sobrevivir serán adultos de escaso potencial cerebral y físico, por eso resulta estúpido hablar indiscriminadamente del mexicano flojo cuando es un mal nutrido antes de nacer.

La maestra, mi maestra Ifigenia, conoce como nadie la injusta distribución del ingreso; con ella apenas ayer ratifiqué este dato, el 10% de la población concentra el 50% del ingreso familiar y el otro 50% se reparte entre el 90% de la población restante, pero hay otros indicadores - creo que así se dice - tres millones de toneladas se destinan como forraje para producir carne, leche, huevos para el consumo de las clases altas y cuatro para el consumo de los sectores débiles, qué cerca están de consumir más los animales destinados a los ricos que los pobres. En México hay leche para dar medio litro a cada niño menor de 15 años y, sin embargo, 5 millones de menores de cinco años jamás la han probado.

Yo creo que estos datos los conocieron todos ustedes en la campaña, porque los que somos de ciudad salimos al campo y entonces los números se convirtieron en ideología y entonces ahí sentimos lo que era la verdad esto. Yo lo confieso personalmente porque tenía mucho tiempo de no hacerlo. Padre de una sola niña siempre pensé que todo, todo para mi hija era poco, pero cuando me adentré en el campo de La Laguna me di cuenta que muchas cosas eran demasiado.

El 30% de la población carente de recursos utiliza entre el 6 y el 10% del volumen total de alimentos, pero un 15% de mexicanos consume más de la mitad. El grado de escolaridad en México es de 3.6 grados y sólo un cuatro % tiene estudios superiores a la secundaria.

Es cierto, año con año los esfuerzos gubernamentales por la educación primaria se acrecientan, la tasa anual de crecimiento en los últimos años es de 5.5 pero en las áreas rurales la gran mayoría no terminan la primaria, la incomunicación amenaza agravarse considerablemente, porque de diez millones que habitan 83,000 localidades de menos de 500 habitantes, aumentarán para el año 2,000 a una población rural de 23 millones, habitando localidades menores de mil personas.

Y la medicina, cada año ingresan a las Escuelas de Medicina 23,000 estudiantes; cada año se gradúan 8,000. Actualmente hay 60,000 médicos, pero el 80% está en ciudades mayores de 50,000 habitantes. En las grandes urbes hay a veces un médico por cada 400 personas; en las áreas rurales un médico por cada 10,000. Hay 97,653 comunidades de 2,500 habitantes y de esas 2,600 tienen servicios profesionales de salud.

Está claro que un grupo muy reducido de mexicanos disfruta de un bienestar social equiparable al que tiene las clases altas de los países industrializados, en tanto que los grupos más olvidados de nuestra población viven en

condiciones semejantes a las que padecen los pueblos más pobres del planeta; es decir, que en nuestro país conviven dos mundos, el de la opulencia y el de la miseria; el del desarrollo industrial, la elevada tecnología, las modernas comunicaciones, el urbanismo, junto al mundo del hambre, la ignorancia, la insalubridad y la explotación. Y nadie ignora que los renglones más desarrollados de la economía han fundado su crecimiento en base a aplazar las necesidades sociales de grupos fundamentalmente rurales y que son ellos, sin embargo, los que hicieron posible el desarrollo industrial, pero no nos asustemos, que estas palabras no son mías, forman parte del proyecto aprobado por el Presidente de México para la instauración de las zonas marginadas en 1977. Después de lo anterior, estoy convencido que no excedo ni adelanto el juicio de la asamblea, si afirmo que el Presidente de México conoce, entiende y siente el problema social de México, pues a partir de un planteamiento objetivo, única posibilidad científica de llegar a conclusiones válidas, se nos propuso aquí un proyecto político diferente. Sin ninguna pretensión limitativa y sólo para facilitarme a mí mismo la elaboración de estas notas, me formule una pregunta simple pero básica, que el signatario, que el autor del diseño, el responsable de la planeación y la planificación, de los tiempos, de las jerarquías, de las metas y los objetivos. ¿A quién compete su aprobación primero y su ejecución posterior? ¿En qué consiste? ¿Cuál es su objetivo? ¿Que recursos materiales le dan factibilidad? ¿Cuál es el instrumento idóneo para su realización?

A la primera respuesta me auxilió grandemente Jaime Aguilar Alvarez. Desde un principio me recalcó la insistencia con que el Informe reitera la preeminencia del Estado de la vida y el acontecer nacionales y es verdad, en el documento de manera expresa y explícita se asienta sin tapujos la función del Estado para sanear la vida social, para crear las condiciones institucionales de infraestructura y para dirigir la economía, no hay aspecto ni sector en que no sea así, ya sea para controlar, estimular, sancionar, para autorizar o prohibir, el Estado se afirma en el dicho textual del Presidente como el rector del destino nacional y esta definición política a mí me parece fundamental.

Al día siguiente del Informe, yo lo comentaba con un gran amigo y le insistía en que esto era clave y le hacía ver que el Presidente estaba rescatando para el Estado esta función rectora, no me contestó, pero me sugirió: ...si vas a la tribuna, quita la palabra "rescató" o "restituyó", un diputado del PRI no puede hablar con esas palabras, tú concrétate a decir que "reafirmó". Tal vez me deje provocar, pero en ese momento me propuse venir a decir que el Presidente rescató para el Estado la función rectora del Estado, porque además sentí que ya era tiempo que de decir la verdad, de lo que cada quien piensa que es la verdad, lo que cada quien piensa lo que es la verdad en esta tribuna, no deba ser obligación de un solo hombre en México.

Es a nosotros a quien compete a través de nuestra tarea legislativa, aprobar la propuesta, pero corresponde a todo el pueblo, esencialmente a los que su acepción ideológica son en verdad el pueblo.

¿En qué consiste el proyecto del Presidente? Pues, en el Orden Económico lo describió al detalle, y Puente Leyva nos dio explicaciones vastas. Se trata del cabal aprovechamiento de nuestros recursos, dar al gas como a todas las materias primas su valor real, asegurar excedentes del petróleo y de nueva cuenta, fortalecer al Estado y aumentar el patrimonio de la Nación, pero y políticamente, el problema político es la suma de los problemas sociales. Para ellos el Presidente propone organizar un conjunto de respuestas, si somos un país fragmentado por la miseria, el punto de unificación habrá de ser un programa político que con inteligencia y paciencia histórica, sea capaz de unir la nueva fuerza económica a las posibilidades, ahora efectivas, de justicia social, esta es la meta, conseguir una plataforma económica de sustentación para erigir un programa político de integración. Vamos a ser ricos, pero la riqueza nunca ha sido garantía de justicia; por eso el proyecto que nos propone contempla una verdadera transformación de las superestructuras; una plena renovación y ampliación de los recursos políticos necesarios, para que quienes sufren los problemas sociales, se integren a la lucha por sus derechos, se acrecentará el patrimonio nacional, pero para que se transforme en aulas y maestros, en médicos y medicinas, en alimentos y techo, en diversión y cultura, para no crecer con inequidad, necesitamos información, organización, militancia, representatividad, en suma, una vida política activa y responsable que llegue a las grandes mayorías y que las involucre en las responsabilidades y derechos comunes, se propone el proyecto, la ampliación del ámbito democrático, de las bases de sustentación de un Estado comprometido en un proyecto histórico de Nación, legitimado permanentemente y sostenido por un combativo poder popular. Al proceso que persigue esos objetivos, lo conocemos como Reforma Política y es el instrumento del proyecto que analizamos, no es un acto, por trascendente que sea, dijo el Presidente, a partir de entonces muchos pasos importantes han sido dados.

A nosotros correspondió hacer la Ley cuyas normas rigen la vida política nacional. Ojalá esta Legislatura, sin distingo de partidos, sepa hacer consecuentes los próximos procesos electorales que la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE) no sea para nosotros, curriculum, sino compromiso, ojalá que frente a toda clase de intereses y presiones de cualquier tipo, los diputados de la "L" Legislatura fuéramos los mejores garantes en nuestros respectivos distritos, de que la Ley que promulgamos se perfeccione en su cumplimiento y aplicación y entender nosotros, los priístas, que los triunfos electorales los

alcanzaremos sólo en la medida en que sepamos, en estos momentos, compartir las derrotas económicas del pueblo.

Nuevos partidos que han ampliado el espectro político nacional, vendrán a enriquecer con sus ideas el quehacer legislativo, pero sobre todo, permitirán integrar la actividad pública a millares de mexicanos y cancelar los riesgos de que las justas demandas se tornen violencia.

Dice el pueblo que prefiere ver una vez, que oír cien veces. El anuncio sobre las Iniciativas de Ley que el Ejecutivo remitirá al Congreso, ha despertado en la opinión nacional, expectativas que sería una infamia de nuestra parte cancelar. Estas iniciativas son esenciales de este Proyecto de país que estamos discutiendo, son condiciones previas no sólo para lo que ha de venir, sino para hacer posible y cierto en la conciencia ciudadana la idea de que la transformación que se promueve no es a la turbia manera del gato pardo, cambiarlo todo para que todo quede igual.

¿Cuál es la importancia efectiva de inscribir en la Constitución el Derecho al Trabajo?

Para nosotros, la Constitución no sólo consagra principios, al mismo tiempo, anticipa realizaciones. Revolución y Constitución son las dos fuerzas polares que, integradas dialécticamente, producen la dinámica del pueblo.

La Revolución dio origen a la Constitución vigente, y a su vez, la Constitución se encarga de hacer permanente la Revolución que la produjo.

Hablar de Revolución y Constitución, es referirse al doble anhelo nacional de estabilidad y cambio, consagrar al más alto rango el derecho al trabajo, es la más abierta declaración del propósito de transformar de cuajo a este país y para que no haya subterfugios ni triquiñuelas de los escribas de nuevo cuño, para que no pretendan interpretaciones a conveniencia, dejemos establecido que entendemos por trabajo la acción de cada hombre, su colaboración personal, intelectual o física en la creación de la vida.

Sabemos que el capital es trabajo acumulado, en nuestro sistema socialmente producido y privadamente disfrutado, entendemos que el patrón puede trabajar a veces jornadas tan exhaustivas como uno o tres obreros y que seguramente, merced a su preparación y capacidad, rinda mayores beneficios, pero junto a todo esto, también sabemos que los grandes capitales no son resultado del esfuerzo individual, sino suma del trabajo no remunerado de las grandes mayorías y a esas grandes mayorías es a las que contemplará la Ley. Y aquí desearía recoger un comentario externado por un mexicano quien además de dirigente nacional de un partido político es, a mi juicio, hombre de probidad y entender.

Cada día más esta tribuna será para dialogar con el pueblo y no está de más empezar cuanto antes. Dice el profesor Heberto Castillo, que en el informes aceptan como inmovibles la libertad cambiaria, la economía de mercado y la propiedad privada. Es triste, sí que lo es, confundir la oposición política con el afán de fatigar al Apocalipsis, porque en primer término, la economía de mercado, la propiedad privada y la libertad cambiaria, están enunciadas como hechos, como limitantes a la realidad actual, a manera de marco teórico, a partir del cual proponer hipótesis. No son juicios de valor, ni paradigmas o postulados, síntomas en todo caso de un mal que no desaparece por ignorarlo, modificar las condiciones que limitan nuestro desarrollo sólo puede intentarse a partir de su conocimiento y comprensión.

Transformar, transformar es un acto político de correlación de fuerzas, perder esto de vista es insensato y a la postre, estéril, pero además frente a esta simple enunciación que en unas o en otras palabras entiende todo el mundo y que no tiene significado ideológico alguno, se plantean en el proyecto sin comparación de intención y énfasis como me lo evidenció Armando Labra, formas diferentes de organizar la producción que reflejan la decisión política del Estado de ofrecer nuevas alternativas de propiedad, es tan evidente fracaso del predominio de la concentración del ingreso, la riqueza y el poder en minoría privilegiadas de corte oligárquico, recae ahora sobre los pequeños y medianos empresarios, los trabajadores y el Estado, la responsabilidad que no pudieron. Dice Labra: "afortunadamente recoger los grandes industriales, los comerciantes y los financieros, el pueblo retomará el rumbo perdido; rumbo perdido en aras del espejismo de estabilidad. El Estado se legitimará de nueva cuenta en las mayorías y caminaremos hacia formas superiores de organización social; al comprometerse el Estado a garantizar el trabajo de los mexicanos no sólo les está asegurando la autonomía personal que les permite el ejercicio de sus derechos ciudadanos, está además sentado las bases de un nuevo tipo de relación entre las fuerzas productivas, un reordenamiento de los grupos sociales que integran el Estado, en palabras llanas y simples, la gestación de una sociedad diferente y nueva".

¿O es que se conoce alguna sociedad de libre empresa y de economía de mercado que haya podido por sus intrínsecas características ofrecer trabajo a todos sus miembros? ¿No es el desempleo condición de las economías de mercados?

Entonces, ¿por qué no deponer banderías y participar en la gran contienda para romper los diques y las amarras?

Ciertamente no nos preocupa alterar la geografía, pero como estamos obsesionados en transformar la historia, aprobemos el proyecto de quien hace 24 meses solicitó perdón y ahora ofrece trabajo. Apoyemos la iniciativa presidencial, porque un país con más de la mitad de su fuerza laborar desempleada, es tristemente un país a la mitad. Durante años hemos sido un país capitalista sin capital, aprobemos el proyecto que nos asegure el capital y nos convoque a ser un país de trabajadores.

Compañeros diputados:

Tratar con ustedes el tema de la información de alguna manera me hace sentir que estoy recitando la ficha de los Fenicios. Creo que no ha habido una sola ocasión en la que yo me presente con ustedes en que no sea para tratar este tema, sólo puedo decir que entendemos la información como la gran posibilidad, que la información cuando es objetiva y cierta y plural como dice el proyecto, transforma y revoluciona, que nos negamos a una información de carácter vertical, a un monólogo de plumilla y que pedimos una comunicación horizontal, democrática y amplia; que tendremos que romper todos los monopolios que existen en la información en este país.

No me quiero ir sin dejarles cuando menos unas cifras de lo que es la desinformación.

El maestro Bernal según nos dice en sus estudios, que mensualmente en México se publican más de 5 millones de revistas para señoras, con los temas y contenido que ustedes se imaginan, estupidizantes y vanidosos. Para niños una sola editorial publica mensualmente 12 millones de historietas de dibujos y ya saben ustedes que esos seres infantiles forman en nuestros hijos pautas y modelos de conducta importados también sabemos de dónde. En suma, mensualmente en México se publican 35 millones de revistas desinformadoras. Ojalá que en el debate que tengamos sobre la reglamentación del 6o. Constitucional sepamos entender todas estas cosas.

Y yo de participar en él ofrezco mi preparación y agudeza para traer a la consideración de ustedes algunos datos más.

He querido dejar para el final la ley que a todos ustedes les llegó hondo, el mensaje que caló. Yo quiero dar primero una explicación, pretenciosamente científica, de por qué fue la amnistía. Yo pienso que en la amnistía hay condiciones objetivas y sujetivas; pienso que las condiciones objetivas que la hicieron posible son, primero, la fuerza del Estado. Dice Paul Valery que un Estado es más fuerte cuanto más puede consentir en su seno lo que actúa en contra suya. Y éste es un Estado fuerte, pero también hay que reconocer que como condición objetiva, estuvo en este caso una opinión pública activa y favorable, pero también hay condiciones subjetivas; es una decisión política, es una moral revolucionaria y es una hombría de bien.

Amnistía es amnesia, amnesia de los delitos, pero yo propongo: conciencia de las causas reales y de fondo esos delitos. Olvidemos los delitos, pero si olvidamos lo que los motivaron, aquí estarán otro grupo de diputados dentro de uno, dos o tres años, aprobando de nueva cuenta una ley de amnistía. Hay cosas que no pueden retrasarse. Hace ya algunos años, algunos de los presentes, sus nombres valen no mencionarlos, no suene a denuncia, recorríamos estas calles también en la protesta, también exigiendo cosas. Y cuando fuimos llevados alguna vez a los despachos lujosos de esos que siempre son los asesores, los incendiarios de antes y bomberos de últimos momentos, los que han hecho valer la cínica expresión de que no ser socialista antes de los 20 años es una canallada y seguirlo siendo después de los 30 una estupidez. Los señores que podían hablar también con las palabras progresistas, los que también conocían el método dialéctico y conversaban con nosotros estudiantes y nos decían: pero si estamos de acuerdo en que los obreros tomen el poder, pero en este país los obreros son la minoría. Claro que estamos de acuerdo en que los medios de la producción estén es sus manos, pero si nuestra capacidad instalada es insignificante, claro que hay que repartir la riqueza, pero primero vamos a hacer esa riqueza, era la vieja tesis de producir primero los tuberculosos para después de construir los hospitales, pero resulta que hay veces en que no se puede tener paciencia y resulta que a veces las condiciones objetivas lanzan a alguien que todavía ni siquiera razona, a la lucha por algo que no es ni siquiera una ideología, sino una dolencia; por eso es la amnistía, la amnistía es para que lo podamos apreciar, para los jóvenes el reconocimiento de la Reforma Política, es el pasaporte de la Reforma Política en las universidades; es acreditarla ante la inteligencia y es mostrar la buena fe.

La amnistía es una ley, muy concreta, se refiere a medio millar de mexicanos, pero a mí se me ocurrió que hay otra amnistía, que nosotros debemos hacer valer, porque si son delitos políticos a como hay delitos políticos por ahí pendientes, tal vez las promesas de los representantes populares no cumplidas; o tal vez la abulia de los funcionarios públicos y graves delitos de esa patria, los evasores fiscales y los promotores de corruptelas, también a ellos cuando menos, que les llegue la sombra de la amnistía, que nos llegue a todos nosotros; pero la amnistía para nosotros también representa algo muy importante: es la oportunidad, la oportunidad aquí en las manos de hacer más activa y más responsable, nuestra vigilancia de los derechos ciudadanos, no quedamos en que éramos vigilantes de los derechos ciudadanos, es una triste realidad que en todos los países del mundo existan en este momento hombres privados de su libertad por haber atentado contra el orden imperante en razón de sus ideas políticas.

Pretender transformar un sistema al margen del derecho es enfrentar la ley, ingenuidad y torpeza es exigir con el agravio impunidad, no hay organismo sin defensa, hasta por instinto. La razón y el derecho de cada uno a la permanencia, son a la corta el poder, pero a la larga la historia, pero un Estado que a voluntad y por convicción se afirma democrático y revolucionario, conforma sus ordenamientos jurídicos en esa medida, se impone a sí mismo pautas y controles, sabiendo que su existencia histórica es resultante de la fidelidad con que comparezca sus actos a los fundamentos éticos de la filosofía que le dio origen. Son los riesgos de la democracia.

Aceptar los contrarios como elementos propios, y aun auspiciar su actividad para revitalizar, prever e inscribir en el estado en que se sustenta, las posibilidades de su propia transformación; autobligarse al respeto de las propias normas para alcanzar la calidad moral que le permita hacerlas respetar. Por estas y otras consideraciones, pienso que la Iniciativa Presidencial de la Amnistía, hace estos tiempos propicios para comprometer al futuro.

El Estado Mexicano se reserva y ejercerá el derecho a preservar su integridad, hará valer todos los recursos que su autoridad implica para enfrentar a sus opositores, pero lo hará dentro de las reglas del juego que él mismo ha promulgado, hacerlo en el contrario sería asegurar por encima del triunfo circunstancial su derrota ante sí mismo y que en la aplicación de la ley sea siempre sin detrimento del derecho: que perseguir el delito no implique la comisión del delito, que al acusado se le consigne, al consignado se le juzgue y si es condenado, que se le castigue, pero a la luz del día y de cara a la nación; que al terrorismo estúpido y reaccionario no se combata con la represión institucional e inconstitucional, porque estos no son opuestos que se anulan, sino semejantes que se reproducen.

A México no llegará el fantasma que desde el cono sur recorre América, México jamás será país de ciudadanos desaparecidos ni mucho menos masacrados, ni el Estado lo necesita, ni la Patria lo merece. (Aplausos.)

Aprobemos la Ley de Amnistía, aprobémosla en su momento, hagámosla no por generosidad, sino por conciencia, no pretendamos la innoble transacción de solicitar bandera y convicciones a cambio; sería tan indigno pedir como aceptar, por el contrario, si algo pudiéramos exigir, exijamos reincorporación plena a la vida ciudadana, lo que condenamos no es la subversión, es la violencia, y de ésta, su irracionalidad, su desubicación, su contraproducente resultado.

Quien por su ideal, equivocado o cierto, pagó el precio de su libertad, tendrá, al menos, convicción y audacia. No son héroes ni expresidiarios, son mexicanos con quienes queremos reencontrarnos en la tarea de la reconstrucción nacional.

Estos son los puntos de vista que someto a ustedes.

Sólo quiero referirme un segundo a un elemento para mí importante de la política, que es la emoción, y decir que el 1o. de septiembre, aquí, hubo emoción que a todos nos llegó, que se metió en los entresijos, y que compañeras diputadas tuvieron su nudo en la garganta, y que a algunos se nos resecó la boca, y que quisimos creer, estoy seguro que todos quisimos creer.

Me preguntaba Mena Brito: ¿Y por qué los del PAN no aplauden? Yo le dije: "Yo creo que contra su voluntad".

Yo creo que, además, por principio y creo que hacen bien, creo que hacen bien porque no podría ser que unos aplaudieran por un lado y otros por otro, además, a la mejor esa indivisión es más honesta que muchos aplausos que aquí se escucharon y que parecían que no eran para apoyar, sino que para que no se oyera más lejos la voz del Presidente.

No, más vale así, emocionados, decir que lo escuchamos y que lo entendimos, que lo vamos a seguir razonando, pero que nuestro apoyo no es de aplauso, sino de compromiso.

La primera vez que yo vine a esta Tribuna confesé que yo no sabía conjugar el verbo "creer", pero que afirmaba ser un hombre de fe, porque tener fe no es creer en lo que no existe, sino creer lo que se desea que exista. Y yo el primero de septiembre supongo que igual que ustedes, renové mi fe en el destino de México. Muchas gracias. (Aplausos)

El C. prosecretario Pedro Ávila Hernández: Señor Presidente: se va a dar lectura a la Orden del Día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA

"Tercer Período Ordinario de Sesiones.

"L" Legislatura.

Orden del Día

12 de septiembre de 1978.

Lectura del acta de la sesión anterior.

El Congreso del Estado de Guerrero invita a la Sesión Pública que para conmemorar el 165 aniversario de la Instalación del Primer Congreso de Anáhuac, tendrá lugar el 13 de los corrientes.

El Departamento del Distrito Federal invita al acto que con asistencia del C. licenciado José López Portillo, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, tendrá lugar el próximo 13 de los corrientes, para conmemorar el 131 aniversario de la Exaltación de los Niños Héroes.

Invitación del Departamento del Distrito Federal al acto que con asistencia del C. licenciado José López Portillo, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, tendrá lugar el próximo 16 de los corrientes, con motivo del homenaje que los Tres Poderes de la Unión rinden a los Héroes de nuestra Independencia.

Iniciativa del Ejecutivo

De Decreto que reforma el artículo 42 Bis de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Reglamentaria del Apartado B del artículo 123 Constitucional. Iniciativa de ciudadanos diputados

De Decreto que reforma la Ley General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, presentada por Ciudadanos Diputados a la "L" Legislatura miembros del Partido Acción Nacional.

En cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 93 Constitucional la Secretaría de

Comunicaciones y Transportes remite el Informe correspondiente al período del 1o. de septiembre de 1977 al 31 de agosto de 1978.

Protesta de ciudadanos diputados.

Proposición de la Gran Comisión.

Solicitudes de particulares

De las ciudadanas Ma. Guadalupe Zarzoza de Domínguez, Dora Alicia Rodríguez Ramírez, Ana María Rodríguez Limas y Juana Villarreal Martínez, para que se les conceda el permiso constitucional necesario para prestar servicios en el Consulado General Norteamericano, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Del C. Apolonio Rodríguez Jiménez, para que se le conceda el permiso constitucional necesario para prestar servicios como vigilante, en la Embajada de Italia, en México.

Del C. Carlos Roberto Pérez Mancillas, para que se le conceda el permiso constitucional necesario para aceptar y desempeñar el cargo de Cónsul Honorario de la República de Francia, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Dictámenes de Primera lectura

Tres de la Comisión de Permisos Constitucionales con proyectos de Decreto por los que se concede permiso a los ciudadanos Armando Espíndola Bernal, Jaime Jiménez Muñoz y Mario Armando Amador, para aceptar y usar las condecoraciones que les confieren los Gobiernos Extranjeros.

De las Comisiones Unidas Primera de Desarrollo de la Seguridad Social y Salud Pública y de Estudios Legislativos, con proyecto de Decreto por el que se reforman los Artículos 85, 194, 195, 196, 197 y 198 del Código Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en Materia Federal.

De las Comisiones Unidas Primera de Desarrollo de la Seguridad Social y Salud Pública y de Estudios Legislativos, con proyecto de Decreto por el que se adiciona el párrafo 2o. del Artículo 541 del Código Federal de Procedimientos Penales."

- El C. Presidente (a las 13:45 horas): Se levanta la sesión y se cita para la próxima que tendrá lugar el martes 12 de septiembre, a las once horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"