Legislatura L - Año III - Período Ordinario - Fecha 19781109 - Número de Diario 29
(L50A3P1oN029F19781109.xml)Núm. Diario:29ENCABEZADO
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS "L" LEGISLATURA
Registrado como artículo de 2a., clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921
AÑO III México, D.F., Jueves 9 de Noviembre de 1978 Tomo III.- Num. 29.
SUMARIO
Apertura
Orden del día
Acta de sesión anterior. Se aprueba
Invitación
Al 330 aniversario del natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, el día 12 de los corrientes. Se designa comisión.
Informe de labores.
Desarrolladas por la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, durante el lapso de un año. Resérvese en el Archivo.
Proposición.
Del C. Víctor Manzanilla Schaffer, a fin de que se investigue a mexicanos involucrados en los sobornos de la Compañía "International Telephone and Telefraph". Se turna a comisión.
SOLICITUD DE PARTICULAR
Cargo consular
La C. Sara Chávez de Flores solicita autorización para desempeñar el cargo de Vicecónsul Honorario de Costa Rica, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Se turna a Comisión.
DICTAMEN A DISCUSIÓN
Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, en Materia Nuclear.
Dictamen que contiene el proyecto de Ley expresada. Se dispensa la segunda lectura. A discusión en lo general. Hablan; en contra del dictamen el C. Ezequiel Rodríguez Otal; en pro de la C. Ifigenia Martínez Hernández; en contra el C. Francisco Ortiz Mendoza; en pro los CC. Jacinto Guadalupe Silva Flores y Carlos Ortiz Tejeda; por segunda ocasión el C. Ortiz Mendoza; por las Comisiones el C. Manuel Villafuerte Mijangos. Se aprueba en lo general por la mayoría. Se levanta la sesión.
DEBATE
PRESIDENCIA DEL C. ENRIQUE ALVAREZ DEL CASTILLO
(Asistencia de 160 ciudadanos diputados.)
APERTURA
- El C. Presidente (a las 11:20 horas): Se abre la sesión.
ORDEN DEL DÍA
- El C. Prosecretario Héctor González Lárraga:
Tercer período ordinario de sesiones.
'L' Legislatura.
Orden del Día
9 de noviembre de 1978.
Lectura del acta de la sesión anterior.
El Departamento del Distrito Federal invita al acto que con motivo del 330 Aniversario del Natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, tendrá lugar el próximo 12 de los corrientes.
En cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 93 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas remite el Informe de labores correspondientes al período del 1o. de septiembre de 1977 al 31 de agosto de 1978.
Proposición del C. diputado Víctor Manzanilla Schaffer.
Solicitud de particular.
De la C. licenciada Sara Chávez de Flores, para que se le conceda el permiso constitucional necesario para aceptar y desempeñar el cargo de Vicecónsul Honorario de Costa Rica, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Dictamen a discusión
De las Comisiones Unidas Primera de puntos Constitucionales, de Estudios Legislativos, Sección Constitucional y de Desarrollo de los Recursos Naturales y Energéticos con
proyecto de ley reglamentaria del artículo 27 Constitucional, en Materia Nuclear. ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR
- El mismo C. Prosecretario:
"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada del día ocho de noviembre de mil novecientos setenta y ocho.
Presidencia del C. Enrique Alvarez del Castillo.
En la ciudad de México, a las once horas y veinticinco minutos del miércoles ocho de noviembre de mil novecientos setenta y ocho, la Presidencia declara abierta la sesión una vez que la Secretaría manifiesta una asistencia de ciento setenta y cuatro ciudadanos diputados.
Lectura del Orden del Día y del acta de la sesión anterior llevada a cabo el día de ayer, misma que sin discusión se aprueba.
Se da cuenta con los documentos en cartera:
Las Legislaturas de los Estados de Chiapas y Nayarit, participan actos relativos a sus funciones legislativas. De enterado.
La Presidencia informa a la Asamblea que, como se anunció el día de ayer, en esta sesión se discutirá en lo particular el proyecto de Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda.
En virtud de lo anterior se abre el registro de oradores para la discusión de los artículos previamente reservados.
A debate el artículo 3o., fracción III.
Intervienen, para proponer una adición a la fracción III, el C. Héctor Ximénez González; a nombre de las Comisiones el C. Pericles Namorado Urrutia acepta la adición.
La Asamblea, en votación económica aprueba la adición aceptada por las Comisiones.
Suficientemente discutido el artículo 3o., en votación nominal se aprueba con la adición a la fracción III, presentada por el C. Ximénez González, aceptada por las Comisiones y aprobada por la Asamblea, por ciento setenta y un votos en favor y cinco en contra.
A discusión el artículo 4o. fracción I.
Hacen uso de la palabra, para proponer una modificación, el C. Ildelfonso Reyes Soto; por las Comisiones el C. Augusto César Tapia Quijada rechaza la proposición; para insistir en sus argumentos, nuevamente el C. Reyes Soto y el C. Tapia Quijada.
Consultada la Asamblea, ésta, en votación económica, rechaza la modificación propuesta por el C. Reyes Soto.
A debate el artículo 4o., en su fracción II.
Usan de la tribuna, para proponer nueva redacción, el C. Armando Labra Manjarrez; en favor del dictamen, el C. Guillermo de Carcer Ballescá; para insistir en sus proposición, nuevamente el C. Labra Manjarrez; el C. Profirió Cortés Silva, a nombre de las Comisiones acepta la proposición y la Asamblea, en votación económica la aprueba.
En votación nominal se aprueba el artículo 4o., fracción II con la modificación presentada por el C. Labra Manjarrez y aceptada por las Comisiones, por ciento cincuenta y siete votos a la afirmativa y trece de la negativa.
A discusión el artículo 14.
Hablan, para proponer una adición, la C. Ifigenia Martínez Hernández; por las Comisiones el C. Víctor Alfonso Maldonado acepta la adición.
La Asamblea en votación económica aprueba la adición.
Suficientemente discutido el artículo 14, en votación nominal se aprueba con la adición propuesta por la C. Ifigenia Martínez y aprobada por la Asamblea, por unanimidad de ciento setenta votos.
A debate el artículo Primero Transitorio.
El C. Saúl Castorena Monterrubio propone una modificación que las Comisiones, por conducto del C. Ricardo Castillo Peralta, aceptan.
En votación económica, la Asamblea aprueba la modificación.
Se aprueba en votación nominal el artículo Primero Transitorio con la modificación propuesta por el C. Castorena Monterrubio y aprobada por la Asamblea, por unanimidad de ciento sesenta y cinco votos.
Los artículos no impugnados, incluyendo la fracción I del artículo 4o., cuya modificación propuesta fue discutida y desechada por las Comisiones, se aprueban en votación nominal, por unanimidad de ciento setenta y cinco votos.
Aprobado el proyecto de Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda, tanto en lo general como en lo particular. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.
Agotados los asuntos en cartera se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima.
A las trece horas y cincuenta minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el día de mañana nueve de noviembre, a las once horas". - El C. secretario Héctor González Lárraga: Está a discusión el Acta...No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba...Aprobada.
INVITACIÓN
- El mismo C. Prosecretario:
"Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Poder Ejecutivo Federal.- México, D. F.- Departamento del Distrito Federal.
México, D. F., a 3 de noviembre de 1978.
C. diputado licenciado Enrique Alvarez del Castillo, presidente de la H. Cámara de diputados.- Donceles y Allende.- Presente.
El departamento del Distrito Federal por conducto de esta Dirección General, atentamente invita a usted al acto que con motivo del CCCXXX Aniversario de la Insigne Poetisa, Sor Juan Inés de la Cruz,
tendrá lugar el próximo domingo 12 del actual, a las 10:00 horas, ante el busto erigido a su memoria en la Calzada de los Poetas, a un costado del Lago del Viejo Bosque de Chapultepec.
Al propio tiempo, me permito rogarle tenga a bien dictar sus respetables instrucciones con objeto de que una comisión asista al acto de referencia y efectúe el depósito de una ofrenda floral, con la representación de esa H. Cámara de diputados que usted preside.
Reitero a usted, con mi reconocimiento, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
El Subdirector de Acción Cívica, licenciado Jorge Escobosa."
El C. Presidente: Para asistir a este acto en representación de la H. Cámara, se designa a los siguientes ciudadanos diputados: María Elena Marquéz de Torruco y Gloria Carrillo Salinas.
INFORME DE LABORES
- El C. Prosecretario Héctor González Lárraga:
"Escudo Nacional.- Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas.
Ciudad de México, 3 de noviembre de 1978.
C. diputado licenciado Enrique Alvarez del Castillo, Presidente de la H. Cámara de Diputados.- Donceles y Allende.- Presente.
Anexo al presente y de conformidad con lo dispuesto por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, me es grato remitir a usted el Informe que describe y sintetiza las labores desarrolladas por la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas a mi cargo, en el lapso comprendido del 1o. de septiembre de 1977 al 31 de agosto de 1978.
Reitero a usted las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
El secretario, arquitecto Pedro Ramírez Vázquez."
- Trámite: Recibo y resérvese en el Archivo para consulta de los ciudadanos diputados y córrase traslado a la H. Cámara de Senadores.
PROPOSICIÓN
- El C. secretario Abelardo Carrillo Zavala:
"Licenciado Víctor Manzanillas S., diputado federal.
México, D. F., a 6 de noviembre de 1978.
Señor Presidente de la H. Cámara de Diputados. Congreso de la Unión.- Presente.
La prensa nacional ha dado cuenta de las actividades ilegales realizadas por la Compañía "International Telephone and Telegraph (ITT) en nuestro país, así como las declaraciones efectuadas en la capital de los Estados Unidos de América en el sentido de sobornos a funcionarios mexicanos y a personas de la iniciativa privada.
Conociendo el alto grado de corrupción de dicha Compañía y los procedimientos de que se vale, no sólo para realizar operaciones mercantiles, sino aún -lo que es más grave -, para intervenir en los asuntos interiores de los países latinoamericanos, y por considerar saludable el precedente, vengo a solicitar se someta a consideración de la Asamblea elevar, por los conductos debidos, al C. Procurador General de la República, la petición de esta Honorable Cámara de Diputados en el sentido de que se realice una investigación a fondo sobre este asunto y se den a conocer los nombres de los responsables.
Asimismo, valiéndose de las buenas relaciones interparlamentarias que tenemos con Senadores y Diputados norteamericanos, elevar, por acuerdo de esta Asamblea, una atenta petición a fin de que se comuniquen oficialmente los nombres de los mexicanos que recibieron el soborno, y de ser posible, una copia
de las actuaciones que se llevan a cabo.
por lo expuesto, someto a consideración de la H. Asamblea para su aprobación los siguientes puntos de
ACUERDO
Primero. Que por los conductos debidos se solicite al C. Procurador de la República, una investigación a fondo sobre las actividades comerciales y de otra índole que la Compañía "International Telephone and Telegraph" lleva a cabo en nuestro país.
Segundo. Que la Mesa Directiva de esta H. Cámara de Diputados se dirija al Presidente de la Cámara de Representantes y del Senado de los Estados Unidos de América, a fin de que se envíe una copia de las actuaciones o en su defecto, se proporcionen los nombres de los mexicanos involucrados en los sobornos de la Compañía "Internacional Telephone and Telegraph". Atentamente.- Rúbrica.
-Trámite: Túrnese a la Primera Comisión de Gobernación.
SOLICITUD DE PARTICULAR
Cargo Consular
- El mismo C. Secretario:
"Noviembre 7 de 1978.
C. diputado licenciado Enrique Alvarez del Castillo, Presidente de la H. Cámara de Diputados.- México, D. F. He sido honrado por el H. Gobierno de Costa Rica, C. A., para ejercer el cargo de Adhonorem de Vicecónsul General de Costa Rica, en la ciudad de Monterrey, N. L. Para dar cumplimiento a lo establecido en la Fracción Segunda del Inciso B del Artículo
37 Constitucional, por medio de la presente me permito solicitar ante este la H. Congreso de la Unión el permiso correspondiente, asegurando de antemano que si se me concede, pondré mi mejor esfuerzo, dedicación e inteligencia en el ejercicio de tan delicado cargo Ad - Honorem.
Esperando que mi solicitud sea resuelta favorablemente, me suscribo.
Atentamente, Lic. Sara Chávez de Flores."
-Trámite: Recibo y a la Comisión de permisos Constitucionales.
DICTAMEN A DISCUSIÓN
Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, en Materia Nuclear.
"Comisiones Unidas Primera de Puntos Constitucionales; de Desarrollo de los Recursos Naturales y Energéticos, Sección Energía Nuclear y de Estudios Legislativos, Sección Constitucional.
Honorable Asamblea:
Las Comisiones Unidas Primera de Puntos Constitucionales; de Desarrollo de los Recursos Naturales y Energéticos, Sección Energía Nuclear, y de Estudios Legislativos, Sección Constitucional, proceden a dictaminar sobre la Minuta de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear, enviada por el Senado de la República en el mes de diciembre de 1977.
En la Minuta que se dictamina, es reconocida la relevancia mundial que han adquirido los energéticos y la necesidad de contar con fuentes alternativas de energía. A este respecto, la utilización pacífica de la energía nuclear, principalmente en la generación de electricidad, ha experimentado un notable adelanto en los países industrializados que disponen de los recursos para producirla, y para exportar su tecnología a naciones con menor grado de desarrollo.
Es un hecho que países como Estados Unidos, la Unión Soviética, Francia, Canadá, Japón, Gran Bretaña y otros, son poseedores de una amplia y avanzada legislación en materia nuclear, lo que es explicable no sólo por la importancia estratégica de la energía nuclear como material bélico, sino porque además está destinada a ser un complemento indispensable y más económico que los hidrocarburos en la generación de energía eléctrica y en otros usos productivos.
México, por el acelerado crecimiento de su población, por la magnitud de sus recursos y por el avance técnico y científico que ha alcanzado, debe impulsar la exploración, explotación y beneficio de sus materiales radiactivos, para poder desarrollar su industria nuclear. Por lo tanto, urge reforzar de inmediato las actividades relacionadas con el aprovechamiento de la energía nuclear, mediante un vigoroso programa que permita incorporarla como fuente básica de producción energética, en un amplio y decidido apoyo al desarrollo de la economía nacional.
En ese contexto, el Proyecto de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear, aprobado con algunas modificaciones por la Cámara de Senadores y turnado a la Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales, fue por objeto de cuidadoso estudio y revisión por las Comisiones que suscriben, de modo que respondiera al propósito de estructurar los elementos jurídicos indispensables que han de dar impulso a la industria nuclear nacional.
En virtud de que el proyecto se presentó casi al final del segundo período ordinario de sesiones de la actual legislatura, y dada la trascendencia del asunto, las Comisiones Unidas decidieron suspender el dictamen inmediato del documento, realizar una amplia investigación sobre los antecedentes jurídicos en materia nuclear, tanto en la legislación mexicana como en la de otros países, y llevar a cabo audiencias públicas y visitas a las instalaciones del Instituto Nacional de Energía Nuclear (INEN), con el propósito de tener oportunidad de conocer diversos puntos de vista sobre la materia. En las reuniones efectuadas se plantearon aspectos técnicos, jurídicos y políticos concernientes a la potestad del Estado en cuanto al aprovechamiento de los minerales radiactivos y a su importancia en la política nacional de energéticos. Se discutieron además otros aspectos científicos y tecnológicos aún controvertibles, así como cuestiones de carácter administrativo y laboral, relativas a la organización del Instituto Nacional de Energía Nuclear.
Como resultado de los trabajos efectuados, de las opiniones recabadas en las audiencias, y en las visitas realizadas, las Comisiones Unidas consideran conveniente reforzar aquellos aspectos de la Minuta sobre los cuales se configuraron elementos de consenso, y al efecto proponen reformas y adiciones que tienden a crear el instrumento jurídico más adecuado, para la consecución de una política nacional de largo alcance en materia de energía nuclear.
El proyecto que se somete a la consideración de la Honorable Asamblea hace énfasis en la exclusividad del Estado en materia nuclear en todas y cada una de las etapas del proceso industrial, en estricto apego al espíritu del Artículo 27 Constitucional.
Se propone que los Artículos 1 y 2, 4 y 5 de la Minuta, sean aprobados en los términos que contiene la determinación de la Minuta Proyecto de Decreto, así como el contenido de los Artículos 12, 15, 16, 18, 21 a 23, y 30 a 32 y 34 de la Minuta, incluidos en el Proyecto de estas Comisiones con numerales distintos a los primitivos, en virtud de la nueva distribución que se utiliza en este dictamen. Se sugiere la supresión del Artículo 33 de la Minuta, referente a la inclusión del personal del Instituto de Nacional de
Investigaciones Nucleares dentro del Apartado "B" del Artículo 123 Constitucional, por ser cuestión ajena a esta Ley. El artículo 33 del Proyecto de Decreto que ahora se propone a la Asamblea, se refiere a aspectos totalmente distintos a los incluidos en el original de ese número.
Las modificaciones y adiciones que presentamos a la consideración de la Asamblea son los siguientes, que se fundamentan en las razones y los propósitos que han quedado expuestos con anterioridad:
En concepto de estas Comisiones los artículos 3, 7 y 9, son fundamentales dentro de la Ley porque en ellos debe plasmarse lo dispuesto por el artículo 27 Constitucional en cuanto a la exclusividad del Estado en materia de Energía nuclear.
Al efecto, el párrafo segundo del Artículo 3o. del dictamen señala que:
"Es facultad exclusiva del Estado Mexicano llevar a cabo la exploración, explotación, beneficio y comercialización de minerales y materiales radiactivos, en los términos de esta Ley. Los minerales radiactivos no podrán ser objeto de concesión o contrato". Por su parte el Artículo 7o. expresa que "Podrán otorgarse concesiones o asignaciones para la exploración o explotación de sustancias minerales que se encuentren asociadas numeralógicamente a minerales radiactivos, sólo cuando a juicio de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial los minerales radiactivos no sean técnica y económicamente aprovechables, oyendo la opinión de la Comisión Nacional de Energía Atómica y URAMEX. En cualquier caso la Secretaría fijará las condiciones técnicas de las explotaciones y vigilará que se cumplan las obligaciones que señale, de conformidad con el artículo 6o. de esta Ley".
El artículo 9o. quedó redactado en los siguientes términos: "Cuando el concesionario o asignatario a que se refiere el artículo 8o. dé aviso de la existencia de minerales radiactivos a ésta se comprueba por otros medios, el Estado, según lo decida, podrá:
I. Hacerse cargo de los trabajos de exploración, explotación y beneficio en los términos del artículo 3o. de esta Ley, y poner los minerales no radiactivos a disposición del concesionario o asignatario correspondiente, mediante el pago que estos últimos le hagan por la explotación y beneficio de los minerales devueltos;
II. Nombrar un inspector para evitar que el concesionario o asignatario explote o beneficie los minerales radiactivos y que, de extraer algunos, los ponga a disposición del Estado".
Con el mismo propósito se incluyó un nuevo precepto, que en el dictamen aparece con el número 10 y que a la letra dice: "La exploración de minerales y materiales radiactivos requiere autorización de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial".
Las Comisiones Unidas prestaron cuidadosa atención a un tema largamente debatido en las audiencias públicas, el de la división del Instituto Nacional de Energía Nuclear en dos organismos: Uranio Mexicano (URAMEX) encargado básicamente de la exploración, explotación aprovechamiento y comercialización de los minerales radiactivos, y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), abocado fundamentalmente a la investigación y el desarrollo de la tecnología nuclear, así como la creación de un tercer organismo, propuesto en la Minuta del Senado denominado Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas. Si la proposición contenida en la iniciativa del Ejecutivo Federal y aceptada en la Minuta es ratificada por esta Asamblea, como se contempla en el presente dictamen, debe igualmente resolverse sobre la coordinación eficaz entre los nuevos organismos nucleares, para la toma de las decisiones fundamentales.
Las Comisiones Dictaminadoras consideran que una forma adecuada de garantizar la coordinación que se pretende, es la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica, bajo la responsabilidad de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial; la Comisión Nacional de Energía Atómica ha de tener, entre otras, la muy destacada función de articular e integrar los planes y labores de URAMEX y del ININ,además de las que le confiere la ley, si la Asamblea acepta este dictamen.
Por todo ello, proponemos a Vuestra Soberanía la creación de un Capítulo III referente a dicha comisión Nacional de Energía Atómica, con los nuevos Artículos del 11 al 15. Los Capítulos sucesivos de la Minuta deberán correrse, así como sus numerales, para así conformar una estructura complementaria.
Otros artículos de la Minuta deberán adicionarse con la mención e intervención de la Comisión Nacional de Energía Atómica que ahora se propone, tal y como se pone a la consideración de la Asamblea en la parte conclusiva de este dictamen, y que, además de los ya mencionados, involucren a los artículos 14, 24 y 35 de la Minuta, que en el dictamen llevan los numerales 21, 30 y 40.
El progreso y la consolidación de una industria nuclear requiere la existencia de un plan de desarrollo energético que defina los objetivos generales y particulares por alcanzar. En tal virtud, se estima pertinente incluir en el proyecto de Ley Reglamentaria, la obligación de elaborar dicho plan, así como ligarlo estrechamente con las condiciones bajo las cuales, y sin perjuicio del interés de la Nación, podrá efectuarse la exportación de materiales radiactivos. Por esta razón el artículo 18 determina que: "No se autorizará la exportación de minerales o materiales radiactivos, hasta que la Secretaría apruebe un plan de desarrollo energético nuclear que cuantifique las necesidades del país por un período no menor de 15 años. Tampoco será autorizada la exportación si con ello se afectan las reservas
probadas que, en estos términos, requiere el país. En su caso, la autorización no podrá exceder, anualmente, al 5% de las reservas probadas que el país habrá de requerir, conforme al plan que menciona este artículo".
En igual sentido, el artículo 17 establece en su parte conducente: "URAMEX tiene por objeto ser el agente exclusivo del Estado Mexicano para importar y exportar minerales radiactivos y combustibles nucleares; esto último, una vez satisfechos los requerimientos que dicte el desarrollo energético nacional.
De conformidad con la más aconsejable técnica jurídica, el dictamen evita las consideraciones de carácter laboral, relativas a la regulación de las relaciones de trabajo del personal con los organismos nucleares, al suprimir el primer párrafo del Artículo 17 y la totalidad de lo dispuesto en el Artículo 33 de la Minuta, por ser esta materia objeto de las Leyes del Trabajo. Por las mismas razones se propone eliminar los artículos 5o., 6o. y 7o. transitorios. Además se suprime el segundo párrafo del Artículo 17, por contener un privilegio fiscal no justificable.
El dictamen concede especial relevancia a una concepción integral de la industria nuclear que abarca todas las etapas del proceso.
Si bien es cierto que las actividades de exploración y explotación de los minerales radiactivos constituyen renglones de gran importancia, no representan sino una primera fase, dentro de la serie que integra la industria nuclear. En tal virtud este dictamen también regula la producción y procesamiento de los minerales radiactivos en combustibles nucleares y abarca el renglón de reactores. Establece el apoyo indispensable a los proyectos de ingeniería y de desarrollo en las áreas de diseño y tecnología en la fabricación de los componentes nucleares, la construcción misma de los reactores, así como la preparación del personal especializado en todas las etapas del proceso, tal como puede apreciarse en general en el proyecto y en forma específica en las fracciones II, IV y V, del Artículo 30:
Artículo 30. Para el cumplimiento de su objeto, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares tendrá las siguientes atribuciones:
II. Realizar la investigación pura y aplicada en los diversos campos de la ciencia y la tecnología nucleares; prestar asistencia técnica a los
organismos que crea esta Ley, a la Comisión Federal de Electricidad y a las entidades públicas y privadas que lo requieran, en el diseño y construcción de plantas nucleoeléctricas y, en su caso, en la contratación de dichos servicios.
IV. Asesorar a la Comisión Federal de Electricidad en el diseño, desarrollo de la ingeniería y contratación de la construcción de los reactores nucleares requeridos para la generación de energía eléctrica, los cuales serán propiedad de la Comisión Federal de Electricidad, quien será responsable de su operación.
V. Ser agente exclusivo del Gobierno Federal para programar, coordinar, promover, producir, vender e importar y en general, realizar el aprovechamiento de los materiales radiactivos no energéticos requeridos por el desarrollo nacional; promover y realizar el desarrollo de las aplicaciones de las radiaciones y radioisótopos en sus diversos campos, así como llevar al cabo trabajos de investigación y experimentación relativos a estas aplicaciones.
Todo ello permite sentar las bases para asimilar y desarrollar tecnologías que hagan factible la expansión de la industria nuclear nacional.
Cabe notar que el espíritu y el contenido de los preceptos de este proyecto no comprometen al país en determinada vía tecnológica. México abre así la posibilidad de aprovechar las tecnologías extranjeras en nuestro recursos disponibles, garantizando, sobre todo, la aplicación de los criterios de máxima independencia y participación nacional, así como las mejores y más factibles perspectivas de desarrollo, como se observa en el artículo 30, fracciones I, IX y X:
Artículo 30.
I. Realizar e impulsar las actividades que conduzcan al desarrollo científico y tecnológico en el campo de la energía nuclear, así como promover la transferencia de tecnología en esta materia.
IX. Promover el intercambio nacional e internacional para favorecer la investigación y el desarrollo en materia nuclear; fomentar la celebración de reuniones y otros eventos con los mismos propósitos.
X. Solicitar, recibir y distribuir internamente los servicios de asistencia técnica, asesoría y otros que proporcionen el organismo Internacional de Energía Atómica y demás organismos internacionales.
Finalmente, a continuación se mencionan otras modificaciones incluidas en el proyecto:
En el artículo 8o. se incrementa la cuantía de la multa a un máximo de $ 1'000,000.00.
En el artículo 16, las siglas de URAMEX, que eran las únicas que aparecían en la Minuta, se hicieron proceder del nombre completo Uranio Mexicano.
En el artículo 25, se modificó la redacción, de modo que la adquisición de combustible nuclear proveniente del extranjero sea contratada por URAMEX.
En el artículo 26, se modificó la redacción para incluir la vigilancia por parte de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, sobre los combustibles nucleares utilizados por los organismos dedicados a esas actividades.
En el artículo 28, al nombre del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares se agregan sus iniciales.
Para equiparar las estructuras de los organismos nucleares, URAMEX e ININ, el dictamen propone que el órgano supremo del propuesto Instituto Nacional de
Investigaciones Nucleares, y que en la Minuta se señala como una Junta de Gobierno en los Artículos 25, 26, 27 y 29, se configure ahora como un Consejo Directivo, en los Artículo 31, 32, 33 y 34 del Proyecto de Decreto.
Los órganos de gobierno de URAMEX e ININ serán presididos por el Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía Atómica, como se establece en los Artículos 21 y 32 del Proyecto, modificándose también la estructura de dichos órganos, en lo que toca a los miembros que ahora los integrarán.
Se reconstruye el Artículo 34 de la Minuta, para su mejor redacción y entendimiento, dividiéndose en dos disposiciones, bajo los números 40 y 41.
Se propone un nuevo transitorio mediante el cual, de acuerdo con las atribuciones conferidas a la Comisión Nacional de Energía Atómica, se le asigna la facultad de distribuir entre ININ y URAMEX el patrimonio, derechos y obligaciones que correspondían al INEN.
Por lo anteriormente expuesto, y después de tomar en consideración las observaciones manifestadas en las audiencias públicas, así como por el gran interés de numerosos sectores de opinión, y el propio deseo de la Cámara de diputados por imprimir a la legislación sobre energía nuclear un espíritu que responda ampliamente a los requerimientos y objetivos del interés nacional, las Comisiones Unidas que suscriben someten a la consideración de esta Honorable Asamblea el siguiente
PROYECTO DE LEY REGLAMENTARIA
DEL ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL
EN MATERIA NUCLEAR
CAPÍTULO I
Disposiciones generales
Artículo 1o. Los minerales radiactivos, el aprovechamiento de los combustibles nucleares y los usos en general de la energía nuclear, se regirán por las disposiciones de esta Ley.
Las disposiciones de esta Ley son de orden público y de observancia general en la República.
Artículo 2o. Para los efectos de esta Ley se entiende por:
1. Mineral Radiactivo:
El que contiene uranio, torio a la combinación de ambos y los demás minerales susceptibles de ser utilizados para la fabricación de combustibles nucleares, que determine expresamente la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial mediante la declaratoria que sea publicada en el Diario Oficial de la Federación.
2. Combustible Nuclear:
El uranio natural, uranio empobrecido hasta el grado que fije la autoridad competente y el material fisionable especial.
3. Ciclo de Combustible Nuclear:
El proceso que se inicia con la extracción del mineral radiactivo, continúa con la fabricación de combustible nuclear y su utilización en el reactor nuclear y termina con el reprocesamiento del combustible gastado para separar el uranio y el material fisionable especial de los desechos radiactivos; así como el debido tratamiento y eliminación de éstos, cuidando la preservación del medio ambiente.
4. Material Nuclear:
Los materiales básicos y los materiales fisionables especiales: a)Son Materiales Básicos:
El uranio constituido por la mezcla de isótopos que contiene en su estado natural.
El uranio en que la proporción de isótopo 235 es inferior a la normal.
El torio.
Cualquiera de los elementos citados en forma de metal, aleación, compuesto químico o concentrado.
b) Son Materiales Fisionables Especiales:
El Plutonio 239 y el 241.
El uranio 233.
El uranio enriquecido en los isótopos 235 o 233.
5. Material Radiactivo:
El material que emite radiación ionizante.
6. Quemado de Combustible Nuclear:
Es la operación mediante la cual los elementos combustibles se utilizan en un reactor nuclear para la generación de energía nuclear, produciendo el combustible irradiado.
Artículo 3o. Corresponde exclusivamente a la Nación el aprovechamiento de los combustibles nucleares para la generación de energía nuclear, así como regular su utilización para otros propósitos.
Es facultad exclusiva del Estado Mexicano llevar al cabo la exploración, explotación, beneficio y comercialización de minerales y materiales radiactivos, en los términos de esta ley. Los minerales radiactivos no podrán ser objeto de concesión o contrato.
Artículo 4o. Se declaran de utilidad pública, la investigación y la tecnología nucleares, así como la industria de los combustibles nucleares. Artículo 5o. El Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial:
I. Fijará los lineamientos relativos al aprovechamiento y desarrollo de la energía y tecnología nucleares, de acuerdo con la política nacional de energéticos;
II. Autorizará los programas y proyectos sobre el uso y la aplicación de energía nuclear, que deberán someter a su consideración las entidades públicas o privadas y los particulares en su caso, de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 40 de esta Ley.
III. Dictará los acuerdos que se refieren a la seguridad nuclear y salvaguardias, así como los demás que correspondan a la política nacional de energéticos.
CAPÍTULO II
De la exploración, explotación y beneficio de minerales radiactivos.
Artículo 6o. Los yacimientos de minerales radiactivos constituyen reservas nacionales que sólo el Estado puede explotar. Los minerales
radiactivos en todos los casos son propiedad de la Nación.
Artículo 7o. Podrán otorgarse concesiones o asignaciones para la exploración o explotación de sustancias minerales que se encuentran asociadas mineralógicamente a minerales radiactivos, sólo cuando a juicio de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial los minerales radiactivos no sean técnica y económicamente aprovechables, oyendo previamente la opinión de la Comisión Nacional de Energía Atómica, y de URAMEX. En cualquier caso la Secretaría fijará las condiciones técnicas de las explotaciones y vigilará que se cumplan las obligaciones que señale, de conformidad con el Artículo 6o. de esta Ley.
Artículo 8o. Toda persona física o moral que tengan información sobre yacimientos de minerales radiactivos, deberá notificarlo por escrito a la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial.
Cuando los titulares de las asignaciones o concesiones mineras descubran en los lotes respectivos, la existencia de minerales radiactivos, deberán dar aviso por escrito a la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial, dentro de los 30 días naturales siguientes al descubrimiento. En caso de no hacerlo, se harán acreedores a la aplicación de una sanción económica consistente en una multa en efectivo hasta de $ 1'000.000.00, sin perjuicio de que proceda la cancelación de la asignación o concesión según corresponda.
Artículo 9o. Cuando el concesionario o asignatario a que se refiere el Artículo 8o. dé aviso de la existencia de minerales radiactivos o ésta se compruebe por otros medios, el Estado, según lo decida, podrá: I. Hacerse cargo de los trabajos de exploración, explotación y beneficio en los términos del Artículo 3o. de esta Ley, y poner los minerales no radiactivos a disposición del concesionario o asignatario correspondiente, mediante el pago que estos últimos hagan por la explotación y beneficio de los minerales devueltos;
II. Nombrar un inspector para evitar que el concesionario o asignatario explote o beneficie los minerales radiactivos y, de extraer algunos, asegurar que los ponga a disposición del Estado.
Artículo 10. La exploración de minerales y materiales radiactivos requiere autorización de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial.
CAPÍTULO III
De la Comisión Nacional de Energía Atómica
Artículo 11. Se crea la Comisión Nacional de Energía Atómica, integrada por un Presidente, que será el Secretario de Patrimonio y Fomento Industrial, un Vocal Ejecutivo y un Secretario, que serán designados por el presidente de la República.
Artículo 12. La Comisión Nacional de Energía Atómica tendrá las siguientes atribuciones:
I. Coordinar los planes de trabajo y las actividades de los Organismos Públicos Descentralizados a que se refieren los Capítulos IV y VI de esta Ley.
II. Hacer los estudios y formular los proyectos y programas que servirán de base al Ejecutivo Federal para ejercer las facultades a que se refieren las fracciones I y II del Artículo 5o.
III. Elaborar los dictámenes que servirán de base a la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial para el ejercicio de las facultades a que se refieren los Artículos 7o. y 10 de esta Ley.
IV. Las demás que le confiera esta ley.
Artículo 13. Cada tres meses, y además en cada ocasión que así lo juzgue necesario el Presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, ésta celebrará una reunión conjunta con los órganos de gobierno de las entidades a que se refiere la fracción I del artículo anterior, para conocer y evaluar los resultados y los avances que los organismos hayan obtenido dentro de sus actividades y se tomen los acuerdos que resulten necesarios para la mejor coordinación entre ellos.
Artículo 14. Además de las atribuciones que le señala el artículo anterior, la Comisión recibirá en cualquier tiempo las observaciones que URAMEX e ININ deseen poner en su conocimiento en materia de coordinación de sus respectivas labores, tomando de inmediato las medidas necesarias para el buen funcionamiento de tales organismos.
Artículo 15. La Comisión Nacional de Energía Atómica contará con el personal técnico y administrativo estrictamente necesario para cumplir las funciones que esta Ley le precisa.
CAPÍTULO IV
De URAMEX
Artículo 16. Se crea Uranio Mexicano (URAMEX) como organismo público descentralizado del Gobierno Federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios.
Artículo 17. URAMEX tiene por objeto ser el agente exclusivo del Estado Mexicano para explorar, explotar, beneficiar y comercializar minerales radiactivos; realizar las diversas etapas del ciclo de combustible nuclear, excepto aquellas operaciones que le sea imposible efectuar, y el quemado; e importar y exportar minerales radiactivos y combustibles nucleares, esto último una vez satisfechos los requerimientos que dicte el desarrollo energético nacional. Por lo que toca a las actividades de investigación básica investigación y desarrollo tecnológico del ciclo de combustible nuclear, éstas serán realizadas en el ININ, bajo la coordinación y aprobación de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
El quemado de combustible nuclear para la producción de energía eléctrica se reserva en exclusiva a la Comisión Federal de Electricidad, la que cumplirá las disposiciones que señale la Comisión de Seguridad Nuclear y Salvaguardias.
Artículo 18. No se autorizará la exportación de minerales o materiales radiactivos hasta que la Secretaría apruebe un plan de desarrollo energético nuclear que cuantifique las necesidades del país por un período no menor de 15 años. Tampoco será autorizada la exportación si con ello se afectan las reservas probadas que, en estos términos requiere el país. En su caso, la autorización no podrá exceder, anualmente, al 5% de las reservas probadas que el país habrá de requerir conforme al plan que menciona este artículo.
Artículo 19. El patrimonio de URAMEX estará por los bienes, derechos a la explotación, uso o aprovechamiento de bienes de propiedad nacional que el Ejecutivo Federal asigne y los que adquiera; así como las subvenciones, subsidios y donaciones que se le otorguen, y los rendimientos que obtenga por virtud de sus operaciones.
Artículo 20. Uranio Mexicano (URAMEX) se gobierna por los siguientes órganos:
Consejo de Administración y Dirección General.
Artículo 21. El Consejo de Administración será presidido por el Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía Atómica y se integrará por el Director General del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), y cuatro miembros más que serán designados por el Ejecutivo Federal por conducto de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial. Por cada Consejero Propietario, se designaría un Suplente.
El consejo de Administración debe celebrar sesiones ordinarias cuando menos una vez cada dos meses y las extraordinarias que sean necesarias a juicio de uno o más de sus miembros.
El Presidente del Consejo convocará a sesiones ordinarias y a las extraordinarias.
El Consejo designará un Secretario cuyo nombramiento recaerá en persona ajena al Consejo.
Artículo 22. El Director General será nombrado por el Ejecutivo Federal y tendrá las siguientes atribuciones:
I. Representar legalmente a URAMEX.
II. Vigilar el funcionamiento del organismo y elaborar los planes de manejo y explotación de sus bienes.
III. Las demás que le señale el Consejo de Administración.
Artículo 23. El Director General tendrá todas las facultades que corresponden a los mandatarios generales para pleitos y cobranzas, para actos de administración y de dominio, y las especiales que requieran cláusula especial conforme a la ley, en los términos de los primeros tres párrafos del Artículo 2,554 del Código Civil del Distrito Federal; para obtener créditos y para otorgar o suscribir títulos de crédito; para formular querellas en los casos de delitos que sólo se puedan perseguir a petición de la parte ofendida y para otorgar el perdón extintivo de la acción penal. El Director General podrá otorgar, sin perderlos, y revocar poderes generales o especiales, pero cuando sean en favor de personas ajenas a URAMEX deberá recabar previamente acuerdo del consejo de Administración.
CAPÍTULO V
Del aprovechamiento de los combustibles nucleares y del uso de la energía nuclear.
Artículo 24. El uso de la energía nuclear sólo podrá tener fines pacíficos en cumplimiento de lo establecido en el párrafo séptimo del Artículo 27 Constitucional.
Artículo 25. El abastecimiento de combustibles nucleares que provengan de minerales radiactivos procedentes de yacimientos ubicados en el territorio nacional será contratado por URAMEX.
La contratación para adquirir combustible nuclear en cualquier grado de procesamiento, proveniente del extranjero, será realizada por URAMEX.
Artículo 26. Los usuarios pondrán a disposición de URAMEX los combustibles nucleares que hayan utilizado, cualquiera que sea su procedencia. La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias a que se refiere el Artículo 40 de esta Ley, vigilará el procesamiento, almacenamiento y eliminación que URAMEX haga de estos materiales.
Artículo 27. La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias a que se refiere el Capítulo VII de esta Ley, deberá revisar, evaluar y autorizar las bases para el diseño, construcción, operación y modificación de las instalaciones nucleares, así como lo relativo al manejo y transporte de combustibles nucleares, productos y subproductos radiactivos y los almacenamientos y eliminación de desechos.
CAPÍTULO VI
Del Instituto Nacional de Investigaciones
Nucleares
Artículo 28. Se crea el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), como organismo público descentralizado del Gobierno Federal con personalidad jurídica y patrimonio propios.
Artículo 29. El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares tendrá por objeto planear y realizar la investigación y el desarrollo en el campo
de las ciencias y tecnología nucleares, así como promover los usos pacíficos de la energía nuclear y difundir los avances alcanzados para vincularlos al desarrollo económico, social y científico y tecnológico del país.
Artículo 30. Para el cumplimiento de su objeto, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares tendrá las siguientes atribuciones:
I. Realizar e impulsar las actividades que conduzcan al desarrollo científico y tecnológico en el campo de la energía nuclear, así como promover la transferencia de tecnología en estas materias.
II. Realizar la investigación pura y aplicada en los diversos campos de la ciencia y la tecnología nucleares; prestar asistencia técnica a los organismos que crea esta Ley, a la Comisión Federal de Electricidad y a las entidades públicas y privadas que lo requieran, en el diseño y construcción de plantas núcleo- Eléctricas y, en su caso, en la contratación de dichos servicios.
III. Apoyar y asegurar a URAMEX en la formulación de sus planes y programas para el desarrollo de sus actividades, siempre bajo la coordinación de la Comisión Nacional de Energía Atómica, conforme al Artículo 5o. de esta Ley.
Asimismo, tendrá a su cargo las actividades relacionadas con la investigación básica y la investigación y desarrollo tecnológico del ciclo de combustible nuclear.
IV. Asesorar a la Comisión Federal de Electricidad en el diseño, desarrollo de la ingeniería y contratación de la construcción de los reactores nucleares requeridos para la generación de energía eléctrica, los cuales serán propiedad de la Comisión Federal de Electricidad, quien será responsable de su operación.
V. Ser agente exclusivo del Gobierno Federal para programar, coordinar, promover, producir vender e importar y, en general, realizar el aprovechamiento de materiales radiactivos no energéticos requeridos por el desarrollo nacional, promover y realizar el desarrollo de las aplicaciones de las radiaciones y radioisótopos en sus diversos campos, así como llevar al cabo trabajos de investigación y experimentación relativos a estas aplicaciones.
VI. Impulsar las actividades específicas que sobre investigación y desarrollo nuclear realicen las universidades, institutos o centro de educación superior del país, en coordinación con los programas del propio Instituto.
VII. Planear e impartir programas de formación y especialización en las disciplinas que son de su incumbencia incluyendo la capacitación de investigadores para proveer a sus propias necesidades.
VIII. Preparar y ofrecer, previa solicitud expresa, cursos de entrenamiento y capacitación para el personal en diferentes niveles de Dependencia del Ejecutivo Federal, organismo y empresas, que hicieren uso de la energía nuclear en sus diversas aplicaciones.
IX. Promover el intercambio nacional e internacional para favorecer la investigación y desarrollo en materia nuclear; fomentar la celebración de reuniones y otros eventos con los mismos propósitos.
X. Solicitar, recibir y distribuir internamente los servicios de asistencia técnica, asesoría y otros que proporcionen el Organismo Internacional de Energía Atómica y demás organismos internacionales.
XI. Asesorar el Gobierno Federal, en todas las consultas referidas a su objeto.
XII. Difundir la información y desarrollos en la materia a través de publicaciones, programas y otros medios, dirigidos a grupos de interés y al público en general, incluyendo los servicios de una biblioteca especializada.
XIII. Participar en eventos internacionales relacionados con la energía nuclear a los que México asista; y
XIV. Realizar las demás actividades conexas con las anteriores; las que se determinen en las leyes o en disposiciones aplicables, en sus reglamentos internos y las que resuelva conforme a su objeto su Consejo de Administración.
Artículo 31. El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares se gobierna por los siguientes órganos: Consejo Directivo y Dirección general.
Artículo 32. El Consejo Directivo se integra con el Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía Atómica, los Directores Generales de la Comisión Federal de Electricidad, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, del Instituto Politécnico Nacional y de Uranio Mexicano, y de los Rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad Autónoma Metropolitana.
El presidente del Consejo Directivo es el Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Por cada representante propietario se designará un suplente.
Artículo 33. El Consejo Directivo debe celebrar sesiones ordinarias cuando menos una vez cada dos meses y las extraordinarias que sean necesarias a juicio de uno o más miembros propietarios.
El Presidente del Consejo convocará a sesiones ordinarias y a las extraordinarias.
El Consejo designará un Secretario.
Las decisiones se tomarán por mayoría de votos y en las sesiones deberán estar presentes, cuando menos, la mitad más uno de sus miembros.
En caso de empate el Presidente tendrá voto de calidad.
Artículo 34. El consejo Directivo es el órgano Supremo del Instituto de Investigaciones Nucleares y a él corresponde:
I. Determinar las actividades o dictar los acuerdos procedentes para el cumplimiento de los objetivos que se marcan al Instituto en el Artículo 3o. II. Examinar y, en su caso, aprobar el programa de trabajo y el proyecto de presupuesto anual del Instituto que someta a su consideración el Director General.
III. Administrar el patrimonio del Instituto.
IV. Aprobar, en su caso, los contratos que celebre el Director General.
V. Integrar comités técnicos, permanentes o temporales, en el seno del propio Organismo, para el estudio, coordinación o ejecución de los programas de desarrollo en el campo de la tecnología nuclear.
VI. Otorgar distinciones honoríficas a los profesionales que destaquen en las materias relacionadas con las investigaciones nucleares.
VII. Delegar en el Director General las atribuciones que considere convenientes.
Artículo 35. El Director General tendrá las siguientes facultades y obligaciones:
I. Representar legalmente el Organismo.
II. Ejecutar las resoluciones que le comunique el Consejo de Administración.
III. Proponer al Consejo de Administración las normas de organización, administración y funcionamiento del Instituto.
IV. Elaborar los proyectos de presupuesto anual del Organismo, los que deberán someterse a la consideración del Consejo de Administración.
V. Ejercer el presupuesto de Organismo.
VI. Presentar al Consejo dentro de los tres primeros meses de cada año, un informe anual de las actividades realizadas por el Organismo, informe que deberá acompañar del balance contable y de los demás documentos inherentes.
VII. Nombrar al personal de confianza del Instituto y recabar la aprobación del Consejo en los nombramientos de mayor categoría.
VIII. Firmar en nombre del Organismo los contratos que éste celebre para la realización de sus fines.
Artículo 36. El Patrimonio del Organismo se forman con:
I. Los bienes muebles e inmuebles, derechos a la explotación, uso o aprovechamiento de bienes propiedad nacional que le asigne el Gobierno Federal y los que adquiera por cualquier otro concepto.
II. El subsidio que le asigne el Gobierno Federal.
III. Los beneficios que se establezcan en su favor.
IV. Las percepciones que obtenga por la prestación de servicios relacionados con su objeto.
Artículo 37. El Instituto podrá convenir con los centros de formación técnica y profesional del país, a fin de que los pasantes de las carreras que se estimen de utilidad para sus fines colaboren con éste dentro de las posibilidades del Instituto.
Artículo 38. El Organismo gozará de exención de pago de impuestos y derechos y tendrá franquicia postal y telegráfica.
CAPÍTULO VII
De la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias
Artículo 39. Se crea un órgano desconcentrado dependiente de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial que se denomina Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias.
Artículo 40. La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias depende directamente del Secretario de Patrimonio y Fomento Industrial, y salvo las atribuciones que las leyes confieren a otras dependencias o entidades, ejercerá las siguientes funciones:
I. Establecer normas para que en el desarrollo de la industria nuclear se garantice la seguridad de los habitantes del país.
II. Vigilar que se cumplan en el territorio de los Estados Unidos Mexicanos las disposiciones legales los tratados internacionales de los que México es signatario en materia de seguridad nuclear, física, radiológica y salvaguardias.
III. Revisar, evaluar y autorizar las bases para el diseño, construcción, operación modificación y la documentación de plantas e instalaciones nucleares.
IV. Establecer y manejar el sistema nacional de contabilidad y control de materiales nucleares.
V. Establecer normas de seguridad nuclear, física y radiológica y salvaguardias para el buen funcionamiento de las plantas e instalaciones nucleares del país.
VI. Autorizar la importación de materiales radiactivos no energéticos.
VII. Las demás que le fije el Reglamento de esta Ley.
Artículo 41. La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias contará con un Consejo Consultivo y un Secretario Técnico. El Consejo Consultivo estará integrado de la siguiente manera: un representante designado por los Secretarios de Relaciones Exteriores Defensa Nacional, Marina, Agricultura y Recursos Hidráulicos, Comunicaciones y Transportes, Asentamientos Humanos y Obras públicas, Salubridad y Asistencia, Trabajo y Previsión Social, y el Secretario de Patrimonio y Fomento Industrial, quien presidirá el Consejo Consultivo.
También podrán formar parte del Consejo Consultivo, sin derecho a voto, mediante invitación que se les formule, representantes de otras dependencias del sector centralizado, o entidades del sector paraestatal, entidades federativas, municipios o particulares involucrados directamente.
TRANSITORIOS
Artículo primero. Esta Ley entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Artículo segundo. Se abroga la Ley Orgánica del Instituto Nacional de Energía Nuclear, del 30 de diciembre de 1971, publicada en el Diario Oficial de la Federación del 12 de enero de 1972, y todas las disposiciones que se opongan a la presente Ley.
Artículo tercero. La Comisión Nacional de Energía Atómica distribuirá el patrimonio, los derechos y obligaciones del INEN entre URAMEX e ININ de conformidad con los objetivos, facultades y funciones que a tales organismos les otorgue esta Ley.
Artículo cuarto. Las asignaciones y concesiones ya otorgadas para la exploración o explotación de sustancias minerales que se encuentren asociados mineralógicamente a minerales radiactivos, continuarán en vigor siempre que se sujeten a las condiciones técnicas y obligaciones que determine la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial, la que vigilará su cumplimiento.
Artículo quinto. Las referencias al Instituto Nacional de Energía Nuclear contenidas en la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Minera, deberán entenderse que corresponde a URAMEX.
Las asignaciones que se hayan otorgado para la explotación de minerales radiactivos se transfieren a URAMEX.
Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- México, D. F., a 4 de octubre de 1978.- Primera de Puntos Constitucionales:
Rodolfo González Guevara.- Víctor Manzanilla Schaffer.- Antonio Riva Palacio López.- Víctor Alfonso Maldonado Moreleón.- Manuel Gutiérrez Zamora Zamudio.- Gonzalo Armando Esponda Zebadúa.- Reynaldo Dueñas Villaseñor.- Raúl Caballero Escamilla.- Porfirio Cortés Silva.- Enrique Ramírez y Ramírez.- Ángel Sergio Guerrero Mier.- Ricardo Eguía Valderrama.- Fernando Moreno Peña.- Augusto Cesar Tapia Quijada.- Lucía Betanzos de Bay.- Pericles Namorado Urrutia.- Carlos Manuel Vargas Sánchez.- Crescencio Herrera Herrera.- Eduardo Andrade Sánchez.- Roberto Leyva Torres.- Raúl Bolaños Cacho Guzmán.- Enrique Alvarez del Castillo L.- Mirna Esther Hoyos de Navarrete.- Ricardo Pedro Chávez Pérez.- Jaime Alberto Ramírez Gil.
Estudios Legislativos: Presidente, Miguel Montes García; Secretario, Pericles Namorado Urrutia.
Sección Constitucional. Antonio Riva Palacio López.- Enrique Alvarez del Castillo.- Raúl Lemus García.- Manuel Villafuerte Mijangos.-Porfirio Cortés Silva.- Héctor Terán Torres.- Roberto Leyva Torres.- Luis Priego Ortiz.- Pastor Murguía González.
Desarrollo de los Recursos Naturales y Energéticos: Jesús Alberto Mora López.- Homero Tovilla Cristiani.- Julio Cesar Mena Brito Andrade.- Armando Labra Manjarrez.- María Refugio Castillón Coronado.- Crescencio Herrera Herrera -José de las Fuentes Rodríguez.-José Mendoza Padilla.- Nicanor Gómez Reyes.
-Víctor Alfonso Maldonado M.- Pastor Murguía González.- Leonardo Peraza Zamudio. Sección Energía Nuclear: Manuel Villafuerte Mijangos.- Nicanor Gómez Reyes.- Reveriano García Castrejón.- Ricardo Pedro Chávez Pérez.- Gildardo Herrera Gómez Tagle.- Francisco Cinta Guzmán.- Oswaldo Rodríguez González.- Miguel Portela Cruz."
El C. Presidente: El siguiente punto del Orden del Día es la segunda lectura al dictamen relativo al proyecto de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, en Materia Nuclear.
En atención a que este dictamen ha sido ya impreso y distribuido entre los ciudadanos diputados, ruego a la Secretaría consulte a la Asamblea si se dispensa la segunda lectura y se pone a discusión en lo general.
- El C. secretario Abelardo Carrillo Zavala:
por instrucciones de la Presidencia, con fundamento en el artículo 59 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, se consulta a la Asamblea en votación económica, si se le dispensa la segunda lectura y se pone a discusión de inmediato...Dispensada la segunda lectura.
El C. Presidente: En consecuencia, está a discusión en lo general. Se abre el registro de oradores.
Esta Presidencia informa que se han inscrito, para hablar en contra, los siguientes diputados: Ezequiel Rodríguez Otal Y Francisco Ortiz Mendoza y, para hablar en pro, los siguientes diputados: Ifigenia Martínez Hernández, J. Guadalupe Silva Flores y Carlos Ortiz Tejeda.
Tiene la palabra el ciudadano diputado Ezequiel Rodríguez Otal.
El C. Ezequiel Rodríguez Otal: Señor Presidente, compañeros diputados, señoras y señores:
Los recursos naturales que la sociedad ha aprovechado en el curso de su Historia, han variado cuantitativa y cualitativamente en razón directa del nivel alcanzado por las fuerzas productivas y las relaciones de producción que los hombres establecen movidos por la necesidad de la producción y sobre esa base, su propio progreso.
En tiempos remotos, casi todas las riquezas del Subsuelo, eran riquezas muertas que no desempeñaban ningún papel en la producción social, pero a raíz del surgimiento de las relaciones capitalistas de producción en el mundo, y particularmente a partir, de la llamada Revolución Industrial, estas riquezas pasaron a ser explotadas y utilizadas en una vasta escala.
El papel histórico de los recursos naturales es común dividirlo en dos grandes grupos: La primera, en la que el hombre, aún no desarrollaba la ciencia y la técnica, dependiendo la vida social directamente de los recursos naturales, y la segunda en la que el hombre descubre las leyes que rigen a la naturaleza y revoluciona su técnica, dominando a ésta, poniéndola a su servicio en una escala y variedad antes desconocida.
Por otra parte, Marx escribió también sobre el tema, explicando que las formaciones de la naturaleza se agrupan económicamente en dos grandes categorías: riqueza natural de medios de vida, como la fecundidad del suelo, riqueza pesquera, fauna y flora, etc., riqueza natural de medios de trabajo, como saltos de agua, ríos navegables, madera, metales, carbón, hidrocarburos, etc., agregando que en los comienzos de la civilización fue fundamental y decisiva la primera clase de riqueza, pero al llegar a un cierto grado de progreso, la primacía corresponde a la segunda.
Es conveniente aclarar que antes de que la sociedad humana llegara a la etapa del capitalismo, la correlación interdependiente entre la organización social y los recursos naturales transcurría a través de contradicciones internas que se resolvían también internamente y en la que los recursos de cada región hasta entonces conocidos, eran aprovechados por sus
habitantes de acuerdo con sus propias condiciones sociales.
Pero al surgir el capitalismo, éste se lanzó a la conquista de territorios poblados, sometió por la fuerza a los aborígenes y los convirtió en esclavos para el saqueo de sus riquezas, alterando así la relación antes interna y normal entre los recursos naturales y las relaciones sociales de producción de los países sometidos, obedeciendo a una de sus leyes, la formación de imperios coloniales y la aplicación de una política también colonial y mediante técnicas traídas de fuera por los colonizadores, los pueblos sojuzgados distraen grandes riquezas de su tierra, en una proporción desconocida por ellos y que no podían ser utilizados para su provecho, convirtiéndose en una maldición para los nativos y fuente de riqueza y bienestar para sus opresores.
El sistema mundial del colonialismo surge no por la debilidad de las fuerzas productivas, sino por su expansión acelerada en los países capitalistas. Y en las colonias o semicolonias, el atraso no depende de la escasez y desconocimiento de las riquezas naturales sino de las relaciones de producción y el freno de las fuerzas productivas impuestas desde el exterior.
América Latina le toca sufrir en todas sus consecuencias la política colonial del capitalismo naciente. Este período colonial de un poco más de tres siglos, se caracterizó por la explotación de los metales preciosos que tenían un enorme valor como instrumento de riqueza y a la vez de dominio cuya explotación se realizaba con el trabajo esclavo del indígena considerado también como recurso natural que se consumía simultáneamente a los metales que se extraían.
Los colonialistas de entonces, como los de nuestros días, sólo buscaron el beneficio como móvil por medio de la aplicación de métodos y procedimientos violentos, más las contradicciones engendradas en el seno de la sociedad bajo la dominación colonial se agudizaron al extremo y ligadas con factores externos se resuelven en las luchas por la independencia política en la primera década del siglo XIX dando lugar en forma simultánea a las nuevas naciones latinoamericanas. Sin embargo, el movimiento que conquistó la independencia para las colonias de España en América, no anuló el sistema esclavista feudal de la dominación española, porque ese movimiento fue iniciado en algunos países latinoamericanos y consumado en todos por los latifundistas criollos, lo que impidió que los pueblos de América Latina pudieran disponer de sus riquezas naturales. De esta manera, al iniciarse el siglo XX las grandes potencias imperialistas encontraron en América Latina una estructura económica que parecía organizada a las medidas de sus necesidades.
El latifundio les garantizaba una explotación de sus fuentes de materias primas a muy bajos precios, un freno permanente contra todo intento de desarrollo de la industria nativa y regímenes políticos fundados en la dictadura personal que ofrecía plena seguridad al capital invertido en tierras, minas, fábricas y transportes. Es así como los pueblos latinoamericanos históricamente transitan en la condición de colonia de España a las condiciones de semicolonias del imperialismo internacional.
Dentro de este breve y esquemático cuadro social y político, el pueblo de México ha llevado a cabo una larga lucha expresada en sus tres Revoluciones, la de Independencia, la de Reforma y la democrático burguesa, nacionalista y antiimperialista de 1910, por constituir una nación plenamente soberana, dueña de sus recursos naturales y de la riqueza de su subsuelo, para servir a las amplias masas populares y a la propia Nación mexicana.
Con base en la experiencia de estas luchas, es por lo que la victoria de las masas rurales campesinas pequeño burguesas, intelectuales sobre el régimen semifeudal y esclavista, entregado al capital extranjero, que presidió Porfirio Díaz al estructurarse jurídicamente el nuevo régimen con la Constitución vigente de 1917, se preocupa acentuadamente por la incorporación total de sus recursos naturales y de su subsuelo a la Nación mexicana.
Todo ello queda resumido en el artículo 27 constitucional con sus modificaciones positivas constituye actualmente el mejor instrumento para el progreso de la Nación con independencia, ya que también sienta las bases para un desarrollo económico progresivo, de acuerdo con la intervención del Estado, liquidando de esta manera la vieja tesis de la libre concurrencia y establece el de imponer a la propiedad privada las necesidades que dicte el interés público.
En base en el derecho establecido en este artículo, se ha impulsado la reforma agraria que con todas sus debilidades en cuanto a su aplicación representa la más grande intervención del Estado en la historia de la economía del país, así como la expropiación y la nacionalización petrolera en el año de 1938 por cuyo decreto se declara por causa de utilidad pública y a favor de la nación todas las instalaciones industriales, bienes muebles e inmuebles propiedad de las diversas compañías extranjeras que hasta entonces explotaron para su exclusivo provecho los hidrocarburos del subsuelo.
En nuestros días estamos viviendo dentro de un marco de un acelerado cambio en la ciencia y en la técnica que afecta los dominios de la vida social de manera profunda incluyendo la revisión de valores.
Como consecuencia de este cambio que se ha dado en llamar revolución en el campo de la técnica, los yacimientos de los nuevos tipos de minerales útiles vienen a ocupar preocupación importante para los pueblos, pero también para los países imperialistas, principalmente los Estados Unidos de Norteamérica que con el afán de cuidar sus recursos no renovables como reservas ante el peligro de verlos agotados, echan su mirada sobre la de los países semicoloniales para explotar
las reservas de éstos en beneficio de su enorme desarrollo industrial.
Dentro de estas condiciones es necesario ubicar la discusión que hoy nos ocupa con motivo del proyecto de ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia nuclear y el Dictamen correspondiente.
Nosotros sostenemos la tesis de que la historia no se repita, y esto es consecuente con la dialéctica de la vida social, sin embargo, el caso que discutimos nos lleva a hacer las siguientes reflexiones:
"Hace más de 50 años el Ejecutivo de la Nación, envió al Congreso de la Unión una Ley Reglamentaria en materia petrolera, con un sentido nacionalista; las presiones procedentes del exterior, concretamente de los Estados Unidos de América, conllevaron a rectificar el hecho en principio patriótico, implícito en la legislación, de tal manera, según las crónicas, fue el propio Ejecutivo quien recomendó al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declarar anticonstitucional esta legislación."
Son estos antecedentes, compañeros diputados, los que nos obligan a tomar una decisión en extremo cuidadosa; son estos hechos históricos los que nos hacen que adoptemos con rigurosa acuciosidad una postura profundamente nacionalista que interpretemos con ese sentido nuestro artículo 27 constitucional, y no dejamos por descuido algún resquicio que abra la oportunidad a la intervención de intereses ajenos a la nación.
En este debate, que por sus condiciones y antecedentes, es de relevancia histórica, está en juego un renglón muy importante de nuestra vida interna, y que de acuerdo a la posición que adoptemos aquí, el día del mañana se nos juzgará.
Para la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, no hay duda, por eso somos claros en nuestros juicios.
El artículo 27 constitucional sólo tiene una interpretación en este renglón, que para nosotros es díafana cuando en el texto se cita: "Tratándose de petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos y gaseosos o de minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos ni subsistirán los que se hayan otorgado".
En este enunciado tan escueto y sencillo es en donde debemos basar todo nuestro alegato, pues a nuestro juicio aquí se encierra lo esencial del artículo mencionado. También consideramos que una Ley reglamentaria como la que hoy nos ocupa, en ninguna circunstancia puede alterar la esencia de la Constitución, que en este caso es muy clara en cuanto a que el Estado es el único facultado en nombre de la Nación, a explorar, explotar y transformar las materias primas motivo de esta Legislación.
Hoy, el uranio como energético es lo que el petróleo representó en los años 20s. Por eso, nuestra fracción parlamentaria está en contra de que la legislación que discutimos deje cualquier oportunidad, por mínima que sea, que permita más tarde la intervención de la iniciativa privada en este campo.
Para el Partido Popular Socialista, es una cuestión de principio lo que está a debate, por lo que, en cuanto a lo que nos corresponde, nada, nadie y ningún interés puede estar sobre los intereses de la Nación mexicana. En esta virtud, lo revolucionario está precisamente en no alterar el sentido profundamente nacionalista y patriótico del artículo 27 en esta materia, conducta que adoptara nuestro Secretario General, compañero Jorge Cruickshank García, cuando, desde la tribuna del Senado hiciera un llamado patriótico a sus compañeros de Cámara, para que meditaran su postura y no lesionaran los intereses nacionales, argumentación que no fue escuchada por la mayoría de los senadores y que con el voto en contra de nuestro compañero y otro único senador aprobaron la legislación en los términos ya conocidos.
Para la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista es evidente que la discusión sobre el dictamen de esta ley, se da dentro de un cuadro de severas presiones contra el gobierno de México, semejantes a las que se ejercieron hace más de cincuenta años, cuando el mismo Congreso de la Unión legisló en materia petrolera.
Y como ayer, hoy, estas presiones proceden de los consorcios monopolistas económicos y políticos de Norteamérica, cuyos voceros recientemente expresaron la conveniencia de que el gobierno de los Estados Unidos ante la incapacidad para resolver nuestros problemas, intervenga en nuestra vida interna.
También hay que tomar en cuenta los últimos acontecimientos ocurridos dentro y fuera del país que a nuestro juicio llevan esta misma dirección, tal es el caso del problema de los nacionales indocumentados que en fechas recientes ha tomado una importancia relevante y que se está manejando como medio de presión para ablandar la postura del gobierno de México, así como también las recientes noticias del pretendido soborno, nada menos que de la ITT, empresa transnacional, de corte fascistoide, con ya muy negros antecedentes en su historia.
Por otro lado, tenemos, y eso es lo que más nos preocupa, sucesos que ya han dejado de ser enunciativos y pasan al campo de los hechos, ¿quién asegura que los últimos "accidentes", ocurridos en el gasoducto de PEMEX no llevaron el sello de la CIA?, ¿quién puede asegurar que la falsificación de billetes mexicanos puestos en circulación para aumentar el circulante y agudizar la inflación, no fueron impresos en talleres de la misma corporación norteamericana?
No es posible manejar estos hechos de una manera aislada, debemos hacer este análisis de una forma serena pero a la luz de la experiencia de la historia. No olvidemos que estos sistemas ya han sido utilizados por la tristemente célebre CIA para socavar la postura nacionalista de gobiernos en otras latitudes.
Para la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, es evidente que en la Iniciativa de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear enviada al Senado, paralelamente a que se abrían las puertas de la inversión privada en este renglón, se propone la creación de varios organismos que en formas diversas intervienen en todo el proceso del aprovechamiento del uranio, lo que obviamente sólo conduce a la diversificación que la experiencia de las actividades industriales, aun de los propios países capitalistas, comprueba que resulta negativa, y que se manifiesta en la falta de integración entre la investigación y su aplicación en el proceso productivo.
En base en este razonamiento, mi partido se ha pronunciado por la formación de un solo organismo con el nombre de Comisión Nacional de Energía Nuclear, que se encargue de la exploración, explotación, aprovechamiento y comercialización de los minerales radioactivos, así como de la investigación y desarrollo de la tecnología nuclear, seguridad nuclear y salvaguardia, pues de insistirse en la creación de varios organismos burocráticos, sólo sería para complicar y detener el desarrollo de la industria nuclear, retardando de esta manera nuestro desarrollo tecnológico, renglón muy importante para el avance general de nuestro país con independencia.
Compañeros diputados, apoyados en el frente de las fuerzas revolucionarias, democráticas y patrióticas y en el contenido de la fracción relativa del artículo 27 Constitucional, consideramos que esta legislación no debe tener resquicio alguno que aliente la participación de la iniciativa privada en materia nuclear. De lo contrario, sería abandonar el camino de nuestro desarrollo económico con independencia trazado por la Revolución Mexicana.
Desde esta tribuna nacional, la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, hace un llamado patriótico y nacionalista a todos los diputados progresistas y democráticos, para que juntos logremos introducir las reformas necesarias al dictamen y dejemos a salvo el futuro del país en este renglón.
Por estas razones y considerando que el dictamen a discusión todavía tiene errores trascendentales, estamos en contra de que se apruebe en sus términos y en este sentido emitiremos nuestro voto. Muchas gracias."
- l C. Presidente: Tiene la palabra la ciudadana diputada Ifigenia Martínez Hernández.
-La C. Ifigenia Martínez Hernández: Señor Presidente de la Cámara de Diputados, honorable Asamblea, compañeros y amigos:
Nos hallamos aquí presentes, para discutir en lo general el Dictamen en materia de energía nuclear a la consideración de esta honorable Asamblea. Quisiera que se me permitiera abordar el tema del desarrollo de la industria nuclear en México, empezando por señalar cuál es el significado de la energía en el progreso y bienestar de la humanidad, así sea muy brevemente.
La energía es el común denominador de todos los sistemas naturales y humanos. Cuando el hombre aprende a utilizar el fuego, tiene la posibilidad de mejorar su existencia al poder calentarse, realizar la cocción de sus alimentos, iluminar la noche, producir artículos de cerámica para tomar sus alimentos y otros usos, y emplear los metales también para múltiples usos, para la caza y obtener animales que podrían enriquecer su mesa y mejorar su vida.
Con anterioridad a la revolución industrial, ese gran fenómeno que afectó a todo el progreso de la humanidad, la productividad del hombre estaba determinada principalmente por su propio esfuerzo, y por el de los animales domésticos como el caballo y el buey, cuya fuerza se siguió aplicando en la agricultura hasta la primera guerra mundial. Y cuya fuerza, la del hombre, la del caballo, la mula y el buey todavía se aplica en muchos de nuestros campos, determinando en buena parte la pobreza del campesino.
El molino de viento aparece por primera vez en Europa en el siglo XII. Se utilizaba para moler grano, extraer minerales y bombear agua, y en ocasiones alcanzaba una potencia de doce mil kilowatios.
En el siglo XVI la rueda hidráulica era el motor más importante, siendo la base de la industrialización posterior de Europa Occidental.
Los comienzos de la revolución industrial estuvieron precedidos, pues, por las ruedas hidráulicas y los molinos de viento como motores primarios. La localización de fábricas, industrias y ciudades estaban determinadas principalmente por su proximidad a estas fuentes de energía.
La presencia del hombre en la civilización preindustrial, de carácter agrícola y citadina iniciada hace unos diez mil años, casi no altera la entrada y salida de energía del planeta. Por esta razón es que ahora aparecen grupos antiprogreso llamados amigos de lo verde, "amigos de la tierra", que tratan de que vuelva el hombre otra vez a utilizar estos primitivos métodos de producción, sin considerar que con ellos será imposible mejorar la existencia de millones de seres humanos, que necesitan de la aplicación de la ciencia y la tecnología, a la producción en gran escala, para poder llevar una vida digna.
La civilización industrial es cierto que altera cada vez más el balance energético y ecológico del planeta, al quemar combustibles fósiles no renovables como el carbón y el petróleo. Existe el peligro inclusive que debido al fuerte aumento del consumo en los últimos años, la energía almacenada en el subsuelo de la tierra, se consuma en 500 años más.
Se calcula que para el año 2000 la demanda de energía mundial se habrá duplicado, en los Estados Unidos, el mayor consumidor de energéticos, se habrá triplicado, y en México aumentará 7 veces si la tasa de crecimiento es del 10% anual y 4 veces si la tasa es del 7% anual.
La utilización de la energía depende de dos factores: 1o., que existan los recursos energéticos, 2o., que se adquiera la preparación científica y tecnológica para convertir dichos recursos en calor y aplicarlos a la producción de satisfactores.
La aplicación del conocimiento científico a la producción en escala industrial es relativamente reciente, como decíamos, data de 1750, cuando surge la revolución industrial y se pone a funcionar uno de los inventos que más ha afectado el bienestar de la humanidad: la máquina de vapor, que permite mover fábricas de hilados y tejidos en Inglaterra, operar las grandes fundiciones de hierro en Escocia, extraer carbón, producir hierro, máquinas- herramientas, motores, bombas para desaguar minas, rieles, locomotoras, barcos.
Para 1800 funcionan ya cientos de máquinas de vapor en Inglaterra, Francia y Estados Unidos principalmente; fue cuando estos países aventajaron grandemente al resto del mundo, y sobrepasaron a otros países como la India y China, que llevaban un adelanto cultural; no se explicaría el desarrollo del ferrocarril, de los transportes marítimos, de la industria fabril, de la construcción, sin el descubrimiento de la máquina de vapor.
El combustible que se utilizaba para mover estas máquinas era fundamentalmente la leña, con lo cual se arrasaron muchos bosques, y el carbón. Para el alumbrado público se utilizaba muchas veces aceite de ballena.
El petróleo y productos afines, no comenzaron a extraerse en cantidades significativas sino hasta 1880, aproximadamente; desde entonces su producción ha tenido un crecimiento casi exponencial, estimado en una tasa continua del 7% de 1890 a 1970. En los 102 años que llevamos transcurridos de 1857 a 1959, se produjo el 50% del volumen de petróleo extraído hasta 1970, y tan sólo en una década, en la década de los 60, se consumió el otro 50%. Esto nos da una idea del aceleramiento en el uso y la producción de este energético que es el petróleo y el gas.
El uso del petróleo y sus derivados permitió cambiar totalmente el modo de vida de la civilización occidental, al permitir el desarrollo de un segundo invento: el motor de combustión interna, con lo cual se pudo fabricar el avión y el automóvil. Aparece la cultura del automóvil, que se extiende y permea toda la civilización contemporánea, ya que el transporte y la urbanización proceden a un ritmo acelerado.
Se calcula, según datos del Instituto Norteamericano del Petróleo, que se pueden obtener 2,347 productos del petróleo, o sea, el avance científico y tecnológico en la utilización de este energético, ha sido verdaderamente asombrosa; la diversidad de productos derivados es de una gran variedad; desde diferentes clases de crudo, gasolinas, carburantes, aceites lubricantes, parafinas, betunes, sustancias químicas, polímeros, todos los diversos productos de la petroquímica, y, recientemente, hasta proteínas y biomasas para la alimentación.
Otro avance importante lo constituyó la producción de energía eléctrica. Inicialmente se empezó a generar energía eléctrica en 1882, en Inglaterra, con pequeñas plantas de alumbrado público, que utilizaban como combustible el carbón. Por lo menos un siglo de investigación básica en el campo electromagnético, en el que sobresalen científicos como Farady y Lolrd Kelvin, antecedieron a la generación de energía en escala industrial.
En 1893 se inició, después de muchos intentos, la construcción de una línea de transmisión de energía hidroeléctrica, utilizando la caída de las Cataratas del Niágara, la construcción de generadores de energía eléctrica, y de motores eléctricos, es el tercer gran invento que ha cambiado la forma de vida de la humanidad.
Estos generadores de energía eléctrica, de potencia cada vez mayor, no se desarrollan sino hasta después de la Primera y Segunda Guerra Mundiales, utilizando como fuerza generadora la potencia hidráulica o la energía térmica proveniente de combustibles fósiles: carbón, petróleo o gas.
La energía hidráulica tiene, sin embargo, sus limitantes, la existencia de caídas de agua naturales o artificiales, que las plantas deben localizarse en el sitio en donde se encuentra la energía, y que su transporte a grandes distancias es costoso.
Con el uso de la electricidad, se desarrolla una industria que abarca múltiples aspectos de la vida moderna, como la refrigeración, el aire acondicionado, aparatos electrodomésticos, iluminación, comunicaciones, radio y televisión, cálculo electrónico, computadoras, tranvías, trenes eléctricos, productos de aluminio, hornos eléctricos de fundición, sistemas de bombeo y motores en general de uso alternativo a los motores de combustión interna. Es realmente hasta fines del siglo pasado y en este siglo, provocado también por la Segunda Guerra Mundial, cuando aparece el uso acelerado y diversificado de los energéticos.
En este encuadre, a principios del siglo, se descubre una nueva fuente de energía; las sustancias radiactivas. Ahora sabemos que la radiactividad es la manifestación inmediata de la energía del núcleo del átomo, que se vuelve evidente por la emisión espontánea de radiaciones.
En 1903, Pierre Curie calculó que un gramo de radio produce en una hora el calor suficiente para fundir un gramo de hielo y aumentar su temperatura hasta la ebullición, sin que por años el radio se deteriore.
Los experimentos subsecuentes demostraron que al cabo de 1,620 años el gramo inicial de radio disminuye medio gramo por decaimiento nuclear y potencia, pero en este lapso, es decir en 1,620 años emite energía suficiente para fundir y calentar hasta la ebullición cientos de toneladas de hielo.
Sin embargo, el radio no se puede emplear como una fuente ventajosa de energía por su escasez, su elevadísimo costo y su alta peligrosidad. Actualmente se calcula que las existencias mundiales de radio separado no pasan de los 3 kilogramos.
Intensa investigación básica permite, después de 40 años, descubrir en el laboratorio la fisión del uranio 235. A partir de entonces entramos en la era de la industria nuclear, ligada en sus inicios con la fabricación de armas destructivas de enorme potencia.
La utilización pacífica de la energía nuclear fue el resultado de largas, pacientes y costosas investigaciones que se realizaron en los Estados Unidos, Europa y la URSS. Pero no fue sino hasta 1954, es decir, apenas hace 24 años, cuando Rusia puso a funcionar el primer reactor de potencia para generar electricidad. A partir de entonces, es decir, de 54, ha tenido un desarrollo notable en países industrializados como Estados Unidos, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Alemania Federal, Japón y en otros de menor desarrollo como la India, Argentina, Brasil e Italia, que también han elaborado importantes programas de desarrollo de la industria nuclear.
La relevancia de esta industria es aún mayor en aquellos países que como el nuestro, por el tamaño de su población y por la magnitud de las necesidades a satisfacer es indispensable la búsqueda de nuevas fuentes de energía. Sin embargo su potencial destructivo lo ha ligado a la industria bélica de las grandes potencias que han desarrollado una tecnología especial que guardan con celo y regulan con suma cautela. Sabemos que los países industrializados, sobre todo Estados Unidos, tienen una franca, abierta y decidida política de impedir el conocimiento tecnológico y el avance de la industria nuclear en otros países. Igual que los dioses que envidiosos porque Prometeo llevó el fuego a los hombres, lo castigan igual estos países, sintiéndose dioses todopoderosos tratan de evitar que se conozcan la tecnología nuclear que después de todo es asequible a la comunidad científica, por lo que es imposible, y los propios Estados Unidos ya lo reconocen que se puedan oponer al desarrollo de la ciencia nuclear y de la tecnología aplicada a la producción.Es cierto que por su importancia bélica se le considera una actividad estratégica que debe ser manejada, intervenida y vigilada por todos los gobiernos,. Incluso existe un organismo internacional de energía atómica con sede en Viena, al cual pertenecen casi todos los países del mundo, México entre ellos, y que tiene por función vigilar los usos pacíficos de la energía nuclear. El uso acelerado de combustibles fósiles en resumen, permite la vida tal como la conocemos, pero al mismo tiempo nos advierte que se trata de un recurso finito, que su volumen de uso provoca serios problemas de contaminación y que su uso futuro debe ser hecho con cautela y complementarlo con otros combustibles. A la luz de todos los usos que tiene el petróleo, vale la pena preguntarse si hay que quemarlo o más bien transformarlo en otros productos de mayor valor que no tengan sustitutos. En este sentido la energía nuclear amplía considerablemente el horizonte de los recursos energéticos. En esta breve introducción hemos hablado de las fuentes energéticas que se están aplicando actualmente a escala industrial y no de las que probablemente se desarrollen en el futuro, como la energía solar, la del viento, las mareas, etc.
El caso en pro de la energía nuclear es arrollador, en términos de seguridad, protección del ambiente y disponibilidad a largo plazo, a pesar de la propaganda que se haga en contra y de las manifestaciones y organizaciones de grupos ambientistas y otros.
El hecho es que se está ampliando enormemente la capacidad de reactores y de generación de energía. Estados Unidos está estableciendo actualmente una capacidad cinco veces mayor a la que tiene, Rusia también cinco veces, Japón dos veces, Francia y la URSS también están ampliando grandemente su capacidad de generación nucleoeléctrica.
La industria nuclear de México debe estar ligada a todo el problema de la disponibilidad y fuentes de energéticos. Se dice que la principal competencia para la humanidad está dada en términos de carbón, en términos de petróleo y gas o en términos de uranio y energía nuclear, puesto que la generación de energía eléctrica, como ya dije, tiene limitantes importantes.
Como es sabido México tiene reservas muy pobres de carbón, pero en cambio tenemos reservas abundantes de petróleo y gas. Según las últimas cifras proporcionadas a la opinión pública, las reservas probadas de petróleo son de 20 mil millones de barriles y las reservas potenciales de 120 mil millones de barriles.
Pero el hecho que no debemos olvidar es que la producción en México, tanto para consumo nacional como para exportación, está creciendo tan rápidamente, que para el año 2000, de continuar las mismas tasas de crecimiento, sea de un siete o un diez por ciento anual, las reservas probadas se agotarán en 20 o 30 años. Claro que todavía tenemos las reservas probables, pero ni así podríamos nosotros irresponsablemente decir que las reservas de hidrocarburos en México son tan abundantes que podemos disponer de ellas libremente.
Todo lo contrario, tenemos que tener bien claro que las reservas de hidrocarburos del país, por muy extensas y amplias que sean son finitas, sobre todo teniendo en cuenta que nuestra población se duplicará muy probablemente para el año 2010. Que para el año 2000 seremos 120 millones de habitantes. Que tenemos muchas necesidades por satisfacer. Que grandes grupos de nuestra población requieren de mayores satisfactores básicos para llevar una vida digna.
Desde luego, que las alternativas de uso que le damos a nuestros hidrocarburos y de la tasa
de crecimiento del consumo dependerá el ritmo de agotamiento de las reservas probadas, que son las técnicas y económicamente explotables; es decir, del juego que se haga entre consumo interno de petróleo, de gas, industrialización petroquímica y exportación.
Importante es tener conciencia que nuestras reservas por muy grandes que sean, son limitadas, y que un ritmo de consumo como el que tienen los Estados Unidos de 60 barriles anuales por habitante, las agotarían rápidamente y esto, aun considerando un consumo mucho más modesto, como el de Europa, de 25 barriles anuales por habitante, México sólo tiene por ahora un consumo de ocho barriles anuales por habitante.
Quisiera yo recordar ante esta tribuna que ya en una ocasión anterior se agotaron las reservas redituables de petróleo de México, que en ese entonces eran las que se hallaban a poca profundidad, a una profundidad de 200 metros, 400 metros en Poza Rica y en la zona del Golfo. Las compañías extranjeras, cuando se dieron cuenta de este fenómeno, abandonaron la producción de México y se fueron a Venezuela y a otros lugares. En 1923 alcanzamos la máxima producción de petróleo, y cuando se hizo la expropiación, ya la producción venía en picada. Gracias a un tremendo esfuerzo interno, nacionalista, producto de una política clara y bien definida y de la conciencia y del apoyo popular, en 1975 México sobrepasó por primera vez la cantidad máxima de petróleo que había producido bajo las compañías extranjeras. Cierto es que esta producción que se está obteniendo ahora -no lo olvidemos-, ya no es la producción que aparecía a 200 o 400 metros debajo del suelo. Es producción que se está obteniendo a 5,000 a 6,000, a 7,000 metros de profundidad. Es decir, estamos cavando las entrañas del país para sacar esta reserva de energéticos y traerlo a la superficie. De ahí el uso cuidadoso, planeado e integral, que debemos darle, junto con otros energéticos.
Ahora bien, como decíamos, todos estos no son más que antecedentes de por qué México necesita diversificar sus fuentes de energéticos y acudir a la explotación de la energía nuclear. Debe impulsarse la exploración, explotación y beneficios de los yacimientos uraníferos, y desarrollar la industria teniendo en cuenta las experiencias adquiridas por el Instituto Nacional de Energía Nuclear en 22 años de actividad, de 1956 a 1977. Puede considerarse que ésta ha sido una primera fase preparatoria de creación de una infraestructura y de formación de recursos humanos. Ahora, se requiere una avanzada legislación que permita poner en marcha nuestra propia industria nuclear. En este sentido es conveniente considerar los siguientes antecedentes jurídicos:
"El 31 de diciembre de 1949, se expide la Ley que declara reservas mineras nacionales los yacimientos de uranio, y demás sustancias de las cuales se obtengan isótopos que puedan producir energía nuclear."
Si bien en esta ley se declaran reservas nacionales los materiales fisionables, no se aclara la forma cómo serán utilizados, ya que el reglamento no se expidió sino hasta 1952. En este reglamento se designa la Comisión de Fomento Minero, como el organismo estatal encargado de explotar los minerales radioactivos o de otorgar contratos a particulares de nacionalidad mexicana.
El 19 de diciembre de 1955, se expide la Ley que crea la Comisión Nacional de Energía Nuclear. Este ordenamiento representó un gran avance, ya que amplía y hace explícitas las funciones del Estado en esta materia, al atribuir a la Comisión el control, vigilancia, coordinación, fomento y la realización de muchas actividades, tanto de explotación y exploración de yacimientos de materiales atómicos; le da la exclusividad de la explotación y exploración de tales materiales, la producción y uso de la energía nuclear, asesorar al gobierno sobre legislación internacional, y todos los asuntos relacionados con esta materia.
En relación con esta ley que crea la Comisión Nacional de Energía Atómica, no quisiera yo pasar inadvertido el mérito de mexicanos visionarios que hicieron posible el que México, desde el primer momento, se incorporara al desarrollo de la energía nuclear. Me refiero a gentes como el doctor Nabor Carrillo Flores, uno de los científicos más notables que ha producido el país, ya fallecido, y ese fuera rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, como los maestros, doctor Carlos Greaf Fernández y el doctor Alberto Barajas, y otros mexicanos, científicos eminentes, con un gran espíritu nacionalista.
Esta Ley, sin embargo, no especificaba hasta dónde llega la jurisdicción de la Comisión Nacional de Energía Nuclear, y dónde comenzaba la de la Comisión Federal de Electricidad, en lo que se refiere a la instalación y manejo de los reactores para las futuras plantas nucleoeléctricas.
Fundamentalmente para superar esta deficiencia, el 30 de diciembre de 1971 se expidió una nueva Ley en la materia: la Ley Orgánica del Instituto Nacional de Energía Nuclear, que es la vigente.
Esta Ley deroga los ordenamientos anteriores, y atribuye al Instituto las funciones de programar, coordinar y promover los usos pacíficos de la energía nuclear, vinculándolos al desarrollo económico, social, científico y tecnológico del país.
También le otorga funciones para explorar y explotar los yacimientos minerales, beneficiar y procesar los minerales radiactivos para obtener combustible nuclear, vigilar e intervenir en cuestiones de seguridad, exportar e importar minerales y combustibles para reactores, y asesorar al Gobierno en la materia, entre otras.
A nuestro juicio, la Ley vigente constituyó, en muchos aspectos, un retroceso en relación con la anterior Ley de la Comisión Nacional de Energía Nuclear, porque no define los campos y atribuciones que faltaban por legislar, y
además sólo se queda en la etapa de obtener el combustible y supervisar la operación de los reactores, olvidando algunos aspectos que ya se contemplaban en la Ley anterior, como los de la investigación básica y la producción de energía nuclear. En 1975 se eleva a rango constitucional el precepto que señala que corresponde exclusivamente a la Nación el
aprovechamiento de los combustibles nucleares para generar energía nuclear y la regulación de su aplicación con otros propósitos.
Finalmente, en diciembre de 1977, el Senado de la República aprobó la iniciativa del Ejecutivo de Ley Reglamentaria del artículo 27 Constitucional en materia nuclear. La minuta que al respecto envió al Senado a esta Cámara provocó una fuerte oposición tan pronto como fue conocida en la comunidad científica y en amplios grupos de la opinión pública y de los trabajadores.
La Cámara de Diputados consideró, en vista de la importancia de esta materia y de lo avanzado del segundo período de sesiones, someter la iniciativa a mayor estudio y a debate público. El dictamen que ahora presentan las Comisiones Unidas, contiene el resultado de haber escuchado en audiencias públicas, diversas y diferentes opiniones de gente conocedora en la materia y de gente que tiene en sus manos la toma de decisiones.
También fueron muy importantes los artículos aparecidos en periódicos y revistas como manifestaciones de la opinión pública e incluso las manifestaciones que hicieron los trabajadores que nunca fueran sentidas por esta Cámara de Diputados como fuerzas de presión sino como manifestaciones de un sentimiento colectivo, de una expresión colectiva, en un asunto de interés nacional y especialmente de profunda importancia para los manifestantes.
La Cámara de Diputados por tanto, de acuerdo con la representación popular que ostenta y que le otorga la Constitución estuvo en posición de entrar como legítimo representante del pueblo, aireando y ventilando en forma abierta el dictamen. La Cámara de Diputados se percató así de la opinión de grandes sectores de la comunidad científica y técnica y del deseo que permeaba en todos ellos por imprimir a la legislación sobre energía nuclear un curso que claramente respondiera a los requerimientos y objetivos de una política nacional de energéticos.
Como la Constitución es muy clara a este respecto, entonces realmente sólo se trató de revisar cuidadosamente la minuta para fortalecerla en este aspecto y no dejar ningún resquicio que pudiera violar el proyecto constitucional de que la energía nuclear en todas sus fases debe ser explotada exclusivamente por el Estado, y de que no deben entrar en este campo ni los particulares ni mucho menos la inversión extranjera.
Se hizo así un paralelo entre la energía proveniente de los hidrocarburos y el desarrollo de la industria petrolera y el desarrollo y la integración de una industria nuclear nacional.
En forma destacada, el dictamen considera los siguientes puntos: 1o. A fin de evitar la posibilidad de interpretaciones inconstitucionales y la aplicación de criterios subjetivos que pudieran abrir la puerta a la actividad de empresas privadas y a la penetración de empresas extranjeras un detrimento de la exclusividad del Estado Mexicano sobre el aprovechamiento de los materiales radioactivos, la minuta fue fortalecida para explicitar y reafirmar el espíritu y contenido del artículo 27 Constitucional .
2o. La Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional. en Materia Nuclear, debe ser el instrumento legal idóneo para responder a una política del Estado en materia del desarrollo de la energía nuclear.
Por tanto se consideró de fundamental importancia que la regulación abarque todas y cada una de las fases de la industria nuclear y no solamente la relativa a la exploración y explotación de los materiales radioactivos. Estos aspectos, no obstante su importancia, sólo representan la primera etapa dentro de la secuencia de las actividades que conforman la industria nuclear nacional.
Yo creo que sería muy conveniente compañeros, que rápidamente, porque esta es una materia muy compleja, dijeramos cuáles son los principales elementos que constituyen la industria nuclear.
En primer lugar tenemos los aspectos de minería, o sea por la exploración, explotación y beneficio de los minerales radioactivos. La exploración que se ha hecho en México es sumamente limitada, se calcula que tan solo se ha explorado un diez por ciento del millón de kms. cuadrados que tienen mayores posibilidades de encerrar este mineral. Se calcula una reserva probada de 8,500 toneladas de uranio, suficiente para surtir las plantas de Laguna Verde por 30 años.
Aquí desde luego, ya sobresale la necesidad urgente de incrementar la exploración del mineral radioactivo, porque si no tenemos una suficiente reserva, pues mal podemos desarrollar una industria nuclear. Lo que sí queremos es que esta exploración se haga con técnicos de URAMEX, o sea con técnicos del órgano creado por el Estado para este propósito, y con los recursos suficientes para hacer una explotación económica y que el beneficio se pueda aplicar al desarrollo de la propia industria nuclear.
También se trata de crear una planta de beneficio del mineral que produciría lo que se llama la pasta amarilla. Se tiene un proyecto de una planta de beneficio de 1,000 toneladas diarias de mineral. Este proyecto también se puede hacer por técnicos mexicanos y evitar el contratismo y que lo realicen técnicos extranjeros.
Creo que vale la pena, y a lo largo de todas las fases de la industria hemos puesto mucho
énfasis en destacar que todo lo que sea posible hacer se debe hacer con técnica mexicana y con tecnología nacional.
Debemos de proteger la tecnología surgida en el país, y a nuestros técnicos y científicos, de la misma manera, y aún de mejor manera, de como protegimos el desarrollo de la industria nacional.
Ningún país, ni los Estados Unidos, se hubiera podido industrializar si no es protegiendo su propia industria. Y ahora estamos presenciando en una guerra económica las múltiples medidas que se toman para proteger la producción industrial de las grandes potencias. El mismo celo existe para proteger su tecnología.
Hagamos nosotros también lo mismo. Procuremos fortalecer, fomentar, promover el trabajo y la labor de los técnicos y los científicos mexicanos.
La segunda fase de la industria es la fabricación de elementos combustibles, o sea la fabricación de uranio enriquecido o uranio natural que son los que se van a utilizar como combustible en los rectores.
Aquí también hay posibilidades de incorporar paulatinamente técnica mexicana a aquellos proyectos y aquellas alternativas que estén más de acuerdo con nuestras disponibilidades y con nuestros costos internos.
Posteriormente viene la ingeniería de diseño y la construcción de reactores. También aquí hay posibilidades de incorporar paulatinamente la técnica mexicana en la investigación básica y experimentación, capacitación y realización en la construcción de reactores subcríticos, de reactores de potencia cero, de plantas piloto de agua pesada, reactores de potencia intermedia; para poder así estar preparados e ir avanzando para llegar a la producción de reactores industriales. Recuerden ustedes que todas estas industrias, la del petróleo, la de generación de energía eléctrica, la automotriz, se llevan muchos años de gestación. Hay que planear con 10, 20, 30 años de anticipación. La producción de un modelo de automóvil producido en serie no es redituable sino hasta después que se ha producido por 20 años.
De manera que todo esto hay que empezarlo a hacer, ahora. De ahí la urgencia de aprobar esta ley y, la urgencia de tener programas y proyectos concretos. Los reactores industriales se utilizan fundamentalmente para generar energía eléctrica. Existe la posibilidad de no sólo tener los reactores de Laguna Verde, cuyos elementos han sido importados, sino también participar desde ahorita en la construcción y de todos los detalles de operación de estos reactores. Nos enteramos con sorpresa de que los técnicos y científicos del Instituto Nacional de Energía Nuclear no están participando en la construcción, ni tampoco están cerca de estos reactores de la Comisión Federal de Electricidad. El dictamen sobre el proyecto de ley, que ahora discutimos trata de coordinar y estrechar más los canales de comunicación entre las distintas empresas del Estado, para hacer un aprovechamiento óptimo y máximo de nuestros recursos, de nuestros conocimientos y de los equipos que tienen el conocimiento científico y técnico.
Además los reactores industriales se pueden emplear en México no solo para generar electricidad, como una fuente alterna una generación más barata, que substituiría o puede substituir con ventaja, no en todos los casos, pero sí en muchos casos, a los hidrocarburos y ser complemento en la generación de energía eléctrica.
También se pueden utilizar los reactores industriales como desaladores de agua e aquí un uso importantísimo de
la energía nuclear ya que tenemos amplias costas en el norte del país, concretamente en Sonora y Baja California, en donde algunas desaladoras ya en operación utilizan combustibles térmicos, sería muy conveniente tener más desaladoras de tipo nuclear si así lo determinaran los estudios correspondientes.
De todas maneras, éstas no son más que posibilidades de uso técnico. También se usan los reactores para producir radioisótopos; se han fabricado más de 200 tipos de radioisótopos, de los 92 elementos naturales. Hay una serie de usos no eléctricos de la energía nuclear, sumamente importantes y que sólo ella puede proporcionar. Los radioisótopos se utilizan para el diagnóstico médico, para hacer fotografías de tiroides, tumores, anemias, terapia de cáncer, esterilización de jeringas, hilo; en la agricultura, para el metabolismo y nutrición de plantas, selección de fertilizantes, herbicidas, conservación de alimentos; por ejemplo, en papas y tocino ya hay un gran avance. También quiero mencionar la construcción de aceleradores que pueden ser de fabricación nacional. Se utilizan fundamentalmente para la investigación básica como el acelerador Van de Gray, de la Universidad Nacional Autónoma de México, para conservación de alimentos, desinfestación de granos, mejoramiento de fibras de henequén, etc.
De manera es que se trata de una industria, la nuclear, que ya está aquí, que es un presente y que tiene un gran futuro. Se sabe que tenemos reservas de uranio; urge intensificar la exploración para poder contar con reservas probadas, es decir, reservas que puedan explotarse técnica y económicamente; tenemos cuerpos científicos y técnicos, tenemos también una infraestructura de investigación y de producción incipiente en la materia. Por lo tanto, este dictamen ha tratado de ver la Ley Reglamentaria como un ordenamiento jurídico que establece la integración y el desarrollo de la industria nuclear para utilizarla no aisladamente, nosotros no la contemplamos aisladamente, sino contemplamos la industria nuclear integrada a un Plan Nacional de Energéticos, que a su vez forme parte de un Plan de Desarrollo Nacional. Porque cabe hacer la siguiente reflexión: ¿De qué ha servido el desarrollo acelerado de la industria eléctrica? ¿De qué ha servido de que crezca a una tasa del 7, del 10 o del 13% anual? si no tenemos una industria pesada básica que
produzca el equipo y maquinaría pesada para extraer y producir petróleo, y la misma energía eléctrica? ¿De qué sirve que estén electrificados cantidad de pueblitos y poblaciones rurales, si no hay agroindustrias y la industrialización del país procede a un paso relativamente lento, sobre todo, la industria pesada, del hierro, la automotriz, la de tractores, de transporte colectivo? Por tanto, liguemos esta nueva fuente de energía, ligémosla a un Plan Nacional de Desarrollo Económico, para tener, en un futuro previsible y con metas y objetivos bien definidos una infraestructura económica básica, del país que permita dar alimentación, empleo, salud y escuela, a la población mexicana.
Compañeros, por todas las razones aquí expuestas, y porque éstas constituyeron el espíritu que guió a las Comisiones y a los demás miembros que colaboraron en el dictamen. Dictamen sobre la iniciativa de Ley que ahora discutimos, es que pido su aprobación en lo general.
Cuando se discuta el dictamen en lo particular, habrá oportunidad de hacer ajustes si la Asamblea así lo estima. Pero en este momento pido la aprobación, en lo general, a esta honorable Asamblea para el dictamen del proyecto de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia de Energía Nuclear, porque permitirá sentar las bases para incorporar a México a un desarrollo moderno, científico y técnico de gran alcance social y que, permitirá satisfacer en un plazo previsible y programado las necesidades populares. Muchas gracias. (Aplausos.)
- l C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Francisco Ortiz Mendoza.
- l C. Francisco Ortiz Mendoza: Señor Presidente. Honorable Asamblea.
Hacía ya muchos años que no se daba un hecho extraordinario como el que se ha dado en esta ocasión en torno al debate de la Ley Reglamentaria sobre Energía Nuclear del artículo 27 Constitucional. Quizás desde 1938 al expropiarse el petróleo no se había logrado un frente nacional, democrático, patriótico, en el que se aglutinaran todas las fuerzas conscientes de lo que México debería ser en este momento y en el futuro, como es el caso que se ha dado en torno a este debate de la Ley de Energía Nuclear.
Indudable es que en la integración de este frente, mucho han tenido que ver los trabajadores, la clase trabajadora en general y particularmente los trabajadores del Instituto Nacional de Energía Nuclear; me refiero incluso a los trabajadores de la ciencia. Mucho han tenido que ver también diputados que están en está Cámara y fuerzas de fuera de ella, que han comprendido lo que está en juego en este momento, y eso es alentador.
Cómo hubiera yo querido que lo que acaba de declarar en esta tribuna la distinguida diputada Ifigenia Martínez; cómo hubiera yo querido que eso, estuviera en el texto del dictamen que estamos discutiendo. Si todo lo que ella dijo en esta tribuna, estuviera plasmado en el articulado del dictamen, el Partido Popular Socialista votaría a favor del mismo. Pero no está en el articulado. No podemos referirnos a las conversaciones, a las reuniones, a los cambios de impresiones que hemos tenido desde el día en que se dio la primera lectura al dictamen y el momento en que éste está a debate; lo que está a discusión es el dictamen tal como está, y tal como está, el PPS no lo puede aceptar y se declara en contra. Si tuviéramos alguna duda que pudiéramos estar mal, bastaría el solo hecho de que va hablar a favor de él el Partido de Acción Nacional para convencernos de que estamos en lo justo.(Aplausos.)
¿Qué es lo que está en juego en esta ley? La diputada Ifigenia Martínez, a quien le tenemos una gran consideración por su capacidad y su espíritu democrático, ha señalado en apretada síntesis, la importancia de la energía nuclear y los problemas energéticos,y ha señalado también a grandes trazos, lo que está en juego, y nosotros coincidimos con ella; por eso debemos analizar las cosas más a fondo.
Me quisiera referir solamente a 4 cuestiones esenciales que están a debate: está a debate la independencia nacional; y está a debate el desarrollo económico de México; está a debate la independencia científica y tecnológica; está a debate, incluso, la perspectiva del desarrollo de la educación superior de nuestro país. Tal parece que todo eso está entrelazado y está entre líneas en el dictamen que estamos discutiendo.
Está a debate la independencia nacional, por que si se lee el articulado del dictamen, se advierte que, con enormes contradicciones en su texto, en unos artículos se habla de que sólo el Estado es el que puede explorar, explotar y beneficiar los productos de uranio; pero en artículos más adelante se abre la posibilidad de concesionar a la iniciativa privada -ya sabemos lo que es la iniciativa privada: en su enorme mayoría, un simple puente del capital extranjero para penetrar en nuestro país-. Basta recordar lo que ha pasado con la industria de los alimentos que estaba toda ella, en manos de capital privado, y que en un término no mayor de veinte años ha sido entregado por la iniciativa privada al capital extranjero; analizar la industria químico farmacéutica, la industria del hule, y así muchas ramas industriales que originalmente estaban en manos de capital mexicano, en manos de capital privado, y a estas alturas, la iniciativa privada ha entregado esas trincheras económicas al capital extranjero.
Entonces, si en el articulado de este dictamen que discutimos, sus artículos 3o., 6o., 7o., 8o., 9o., incluido el 10, que es inútil que exista en este dictamen, veremos que se abren las puertas, subrepticiamente, a la iniciativa privada y al capital extranjero. No podemos aceptarlo, no podemos permitir que ese articulado, tal como está abra las puertas a los enemigos de México.
Por eso hablamos de que está en juego la independencia nacional. Está en juego la
independencia nacional, porque tendremos obligadamente, como está el dictamen, que recurrir al mercado extranjero para obtener plantas nucleares, para obtener el elemento básico para hacerlas trabajar, y está en juego por la forma como está operando el capital extranjero y concretamente el imperialismo norteamericano.
Veamos nada más su plan de energéticos: el 50 por ciento de los hidrocarburos que utilizan los Estados Unidos, es importado y tienen un crecimiento en el consumo energético anual del cuatro por ciento.
Los importan por múltiples razones, que no vamos a analizar aquí, pero, esencialmente, porque les conviene más -y por eso es el problema del Medio Oriente- traerlo importado que explotarlo de su propio territorio. Y logran dos objetivos: obtenerlo a más bajo precio y preservar sus reservas.
Eso pone en riesgo nuestro petróleo precisamente porque lo tienen muy cerca de sus fronteras. Y junto con eso, estaba la Ley Nuclear que se está discutiendo, precisamente ahora en los Estados Unidos. ¿Cuáles son sus objetivos esenciales?:
Primero, restringir el traslado de tecnología y de materiales nucleares al exterior. ¿Con qué objeto? Con el de que los países como el nuestro no reciban esa tecnología y no se desarrollen en el campo nuclear.
Segundo objetivo: limitar, reducir el tiempo de producción de reactores de potencia de uranio enriquecido a seis o siete años a efecto de incrementar sus ganancias.
Y como último y tercer objetivo, a pretexto de que no se desarrolle en otros países la carrera armamentista y la fabricación de armas atómicas, imponernos determinadas condiciones bilaterales con las que nos obliguen a cuestiones que nosotros no discutiremos aquí, sino que nos impondrán ellos desde afuera. Está entonces en juego, de manera implícita en el dictamen, nuestra independencia, nuestra soberanía nacional y por eso, tenemos que analizar artículo por artículo, como a coma, de cómo va a quedar redactado para garantizar plenamente la independencia de nuestro país.
Está en juego el desarrollo económico. ¿Por qué está en juego el desarrollo económico de México? Porque esta industria nuclear, por ser una industria del futuro, una de las industrias más importantes, de las que jalonan a todas las demás ramas de la economía nacional, como es la industria del petróleo, como es la industria eléctrica. Si no sentamos las bases para desarrollarlas económicamente a favor de nuestro país, lo que vamos a lograr con esto, será consolidar más nuestra dependencia del exterior. ¿Qué ha pasado con la industria petrolera? ¿Qué sucedió durante mucho tiempo y qué lamentablemente sigue todavía sucediendo? El petróleo es nuestro. Lo manejamos nosotros, pero hay una enorme cantidad de plantas de beneficio que son importadas, obligadamente importadas, porque a pesar de tener ya más de 40 años de expropiado el petróleo, no hemos logrado desarrollar nuestra industria básica, nuestra industria pesada, para consolidar la industria petrolera y las industrias afines.
Si nosotros, en esta iniciativa, en este dictamen, no sentamos las bases, como justamente dijo la compañera Ifigenia Martínez; para desarrollar la industria pesada y producir los reactores aquí en nuestro país, durante decenios estaremos dependiendo del capital extranjero, concretamente del de los Estados Unidos, porque tendremos que importar las plantas, los reactores de potencia y todo lo necesario para hacerlos trabajar.
Eso retrasa obligadamente nuestro desarrollo industrial. Los economistas que aquí se encuentran nos lo han hecho saber desde esta tribuna y nosotros lo entendemos con claridad. Mientras en México no se desarrolle la industria pesada, la industria de máquinas para hacer máquinas, la industria de bienes de capital, la dependencia será cada vez más acentuada. Por eso no podemos aprobar este dictamen, porque en ningún artículo, en ninguno de sus artículos leemos que el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares va a producir los reactores de potencia o que se sienten las bases para producirlos y consecuentemente con todo esto entonces, la salida de divisas será cada vez mayor, porque al mismo tiempo que requerimos mayor energía, en ese mismo tiempo, en ese mismo momento, en ese mismo lapso, nuestros técnicos, nuestros científicos, no tendrán posibilidades de desarrollo, saldrán a países extranjeros y nos retrasaremos cada día más, abriendo más, ampliando la zanja que existe entre nuestro retraso y el posible avance; por eso está en juego el desarrollo de México.
Está en juego la investigación científica, la independencia tecnológica y científica, porque al desmembrar la industria, al crear tres elementos, ya no digamos el de seguridad que esa es otra cuestión, ¿cómo dejan al Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares? Sin una perspectiva concreta de investigación. Pretender, que este Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares se convierta en un instituto de investigación básica al margen de los planes productivos, retrasa nuestra investigación en México. Resulta que se manejan dos tesis aquí: cuando presentamos nuestra iniciativa de crear un laboratorio estatal para producir medicinas baratas y de alta calidad para el sector salud de nuestro país y para el pueblo mexicano, se nos dice que no tenemos capacidad de investigación, porque la industria farmacéutica tiene sus grandes laboratorios en los cuales el 97% de los productos químicos se han investigado, se han producido con objetivos específicos y por eso las grandes transnacionales tienen el desarrollo, que nosotros no lo tenemos y por tanto no podemos avanzar en ese sentido; pero cuando se trata de la investigación nuclear, entonces se desmembra la industria, se separa al Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares de URAMEX, que es el que va a explotar, y se les confina a no tener la
coordinación que existe en las grandes empresas de desarrollo en el mundo entero.
Entonces, la investigación se retrasa. ¿Qué sucede por ejemplo, con el CONACYT? Cada vez que hace planes el
CONACYT, jerárquicamente los pone:alimentos, energía, etc., pero son cosas generales; por eso muchos de nuestros investigadores no saben qué hacer, y una de las razones de este problema de la división es que en el seno de nuestros propios investigadores hay confusión: existe un grupo de investigadores que lo único que quieren o desean, es la investigación en abstracto, o la investigación básica; muy buena, por cierto, ya que no se puede avanzar tecnológicamente si no se tiene investigación básica; esto es cierto, pero en este momento estamos hablando de una industria donde los investigadores deben tener concretamente los planes de investigación vinculados profundamente a la industria, y, lógicamente por supuesto, desarrollar la investigación básica en ese mismo instituto, o en las universidades y tecnológicos del país, pero obviamente deben estar vinculados el Instituto de Investigaciones Nucleares y URAMEX, no a través de la cúpula que se formó al final, después de tantas presiones, como una simple salida, como una solución simple.
¿Qué consecuencia tendrá ésto? Multiplicar las cuestiones burocráticas. Si esta estructura de tres organismos estuvieran perfectamente vinculados bajo una sola dirección, bajo un solo plan, las cosas cambiarían; pero tres directores diferentes podrán tener coordinación administrativa, pero en cuanto a investigación científica e industrial van a carecer de ella. Esa es la apreciación de nuestra parte.
Tiene que ver todo ésto, hasta con la educación superior en México.
Es indudable que en la conciencia de todos nosotros está la necesidad de meter mano al problema de la educación superior y de la investigación científica.Las universidades, los tecnológicos, carecen de perspectivas.
Nuestros egresados de las instituciones terminan sus carreras y creen que la solución está en hacer una maestría, en hacer un doctorado o en conseguir becas. Regresan al país o terminan sus carreras sin perspectivas, porque no hay planes de desarrollo del petróleo, no hay planes de desarrollo de la energía eléctrica, no hay planes, ahora, de la energía nuclear.
Claro que todos estamos convencidos de que haya planes. Pero, ¿qué sucedió con Estados Unidos cuando la Unión Soviética los rebasó o más bien dicho les tomó la delantera en la investigación del espació? Tuvieron que revisar sus planes de estudio, desde el high school, para poder preparar a los técnicos y científicos capaces de avanzar en la investigación del espacio. Cada uno de estos jalones de la historia de la ciencia, obligan a revisar la estructura educativa para preparar a los cuadros capaces y suficientes para el desarrollo de esta investigación.
Nosotros estamos discutiendo desde hace años lo que debe ser la Universidad, lo que deben ser los tecnológicos, lo que debe ser la educación superior y ¿qué es lo que sucede?, que estamos metidos en un verdadero caos en la educación superior. ¿Por qué? Porque no hay perspectivas, porque cada quien hace planes y programas de estudio de acuerdo con lo que el dirigente del momento plantea en cada universidad.
Nosotros consideramos que este problema de la energía nuclear tiene que transformar de raíz los problemas de México, la preparación de cuadros, los planes de investigación, desarrollo económicos, técnicos y científicos de México.
Por todas estas razones, señores diputados, el Partido Popular Socialista les pide que se vote en contra de este dictamen. Muchas Gracias."
- l C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Jacinto Guadalupe Silva.
- l C. Jacinto Guadalupe Silva Flores: Señor Presidente;
Señoras y señores diputados:
Surge históricamente la discusión de este Dictamen ante una realidad que la humanidad presente contempla tensa y empavorecida, ante una amenaza violenta, ominosa, generadora de una psicosis escalofriante cuya perspectiva histórica es la aniquilación de la humanidad misma por los armamentos atómicos, fruto del desarrollo del uranio.
Imagino estar ante una gigantesca pinza cuyas gigantescas tenazas oprimen a la humanidad toda, cuyos brazos están uno tomado por el sucio, corriente imperialismo de quien ha hecho, en la historia, del dinero su dios y el otro brazo de la gigantesca pinza, tomado por el otro imperialismo, el de la demagogia, la crueldad, el despotismo y el crimen y en la juntura de la pinza, en el perno, en el eje donde las dos tenazas se unen y deslizan, el nuevo imperialismo amarillo apretando el brazo que estratégicamente le conviene a sus intereses. Y la humanidad, sujeta entre las mordazas de estas dos pinzas, de estos dos brazos, de estos tres imperialismos.
Cómo quisiéramos que esta Cámara diera el testimonio histórico de rechazar por igual, por igualmente amenazantes, por igualmente estrujantes de esta humanidad convulsa, a los imperialismos de cualquier signo, del rumbo que vengan.
El mexicano, si lo es, si legítimamente trasciende el solo hablar a la convicción interior del hombre, el patriotismo, la afirmación de ser patriotas tendrá que condenar igual a todo imperialismo y a todo esfuerzo que amenace con destruir a la humanidad entera.
No es definitivamente inocua la creación del organismo que las Comisiones Dictaminadoras introdujeron en el dictamen. Lo absurdo hubiera sido aprobar, según se tiene costumbre, según lo hizo el Senado, la iniciativa como viene, pero, ¿qué podemos esperar del Senado de la República? Esto, lo que ha producido, donde se aprueba que el Congreso determine interpretando el 123 constitucional, dónde deben estar ubicados los trabajadores. Les pasó la iniciativa de noche.
¿Qué se puede esperar de este Senado de la República, anacrónico, fuera del contexto
histórico, sin sentido? ¿Qué da el Senado de la República?
Sala de espera para lograr otro puesto, o a lo mejor sala de espera para llegar al panteón. No podíamos esperar otra cosa. Ahí no hay vida. Ahí no ha entrado el aire que limpia y barre con viejos polvos y anquilosamientos.
Decía que no es ociosa la creación que hacen las Comisiones en el dictamen del organismo de energía atómica. Si hacía falta un órgano coordinador, un órgano que diera cohesión a la distribución de funciones; un órgano que catalizara y fuera el contacto entre quien es el responsable, que es el Estado y los demás organismos. No, no tenía razón ni la iniciativa original cuando crea organismos por crearlos, ni tampoco tenía razón la
demanda laboral, la demanda del sindicato, de que no se fragmentara. ¿Por qué? La nación toda, el interés nacional, estoy consciente de que estoy hablando frente a los miembros del Sindicato del actual INEN, el interés nacional con este mineral estratégico del que históricamente nos hemos dado cuenta de que hay yacimientos importantes en México, va a quedar pendiente de la fuerza o el quebranto de una comunidad humana pequeña. ¿Sería congruente reconocer en el estado el derecho de manejar estricta y absolutamente la extracción, búsqueda, beneficio y desarrollo tecnológico de la energía nuclear? ¿Sería congruente negarle después del reconocimiento las facultades para organizar justamente todas estas fases en el organismo adecuado?
Creo que no, creo que estando el interés de la nación sobre los individuos y los grupos, por demás, que yo sepa, nadie ha dicho y Acción Nacional estaría en contra si se cancelaran los hechos concretos de la clase trabajadora del actual INEN.
Quiero terminar, señores diputados, con esto:
Por patriotismo, porque el patriotismo es estar con la patria siempre, con el todo, porque el patriotismo significa llorar y sufrir y alegrarse y gritar con la Patria, porque el patriotismo no se puede entender como colaboración de amenaza; por patriotismo, Acción Nacional por mi conducto, demanda del Estado Mexicano, que jamás el uranio se usado para matar, que el uranio jamás sea usado para la muerte, que este mineral estratégico no sea usado para reforzar potencias que acumulan armamentos, no importa que estén contemplando una miseria cada vez más trágica de muchos pueblos de la humanidad actual, que el uranio nunca sirva para matar, que sirva para la vida, siempre para vivir.Muchas gracias. (Aplausos.)
- l C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Carlos Ortiz Tejeda.
- l C. Carlos Ortiz Tejeda: Señores diputados.
Antes de dar lectura a unas notas que preparé para poder abordar con mayor seriedad y firmeza un tema tan importante, quisiera en nombre de la Mayoría Parlamentaria, rechazar de manera solidaria y categórica las afirmaciones del señor diputado Jacinto Guadalupe Silva que afectan a nuestra colegisladora, al Senado de la República.
En nombre de la mayoría parlamentaria, el respeto que se merece.
Señores diputados, si las líneas ágata, las miles y miles de líneas ágata destinadas a desplegados, informaciones noticiosas, editoriales y artículos de fondo, si las manifestaciones obreras multitudinarias, si los pronunciamientos de todo tipo y toda naturaleza, si la movilización responsable de los más diversos estratos sociales, si la conformación de una opinión pública interesada en participante, si la controvertida audiencia abierta y la apasionada discusión interna, son indicador válido para decidir la trascendencia de una acción política, este debate y la norma a que la soberanía que ustedes representan vaya a dar realidad jurídica, pueden inscribirse dentro de la jerarquía de las más altas responsabilidades históricas que a esta Legislatura le haya correspondido.
Consciente de ello no es de extrañar que, pese a saberme yo ubicado en la plena senectud legislativa, comparezca ante ustedes con sobresalto honesto.
Ojalá y la sinceridad de mi convicción y la emoción misma al abordar la discusión de este dictamen tengan la suficiente fuerza y solidez para lograr su persuasión y su convencimiento.
La ley a discusión plantea como una de sus cuestiones fundamentales la necesidad imperiosa de ampliar nuestras fuentes generadoras de energía, pero a partir de este asunto, en múltiples formas contempla otros temas importantes:(Como decía Ortiz Mendoza) La independencia tecnológica, la soberanía nacional, la organización de la industria energética y la formulación nacional en ese sentido de un plan integral, también la función rectora del Estado Mexicano de que hemos estado hablando en otras ocasiones.
Quiero solicitar la tolerancia de ustedes para abordar estos asuntos partiendo de conceptos muy elementales en el más sencillo y en el más claro lenguaje, ese que llegue a los amplios sectores sociales cuyo desconocimiento de términos técnicos y de elaborados análisis no les priva del derecho de conocer las razones que fundan las determinadas que a ellos les afectan y que ustedes van a tomar.
Hablamos de que esta ley pretende incorporar el aprovechamiento de nuestros minerales radioactivos como fuente generadora de energía, tratemos de explicar ese proyecto en términos que lo hagan comprensible a una asamblea sindical, a las mujeres mexicanas dedicadas a las tareas domésticas, a las mayorías campesinas, a muchas de las cuales es evidente aún no llegan los beneficios de la electricidad.
La historia de la humanidad, comenzó a decir Ifigenia, la historia de la humanidad es la historia del trabajo; esto es verdad, pero la energía no es otra cosa sino la capacidad de la materia para hacer o producir ese trabajo, la energía no puede destruirse y sí en cambio, como la materia, transformarse; las formas de la energía son múltiples, mecánica, térmica, sonora, luminosa, solar, eólica y la
nuclear, aquella que se encuentra dentro de esas partículas mínimas de materia que son los átomos.
Para el ser humano violentar la materia y aprovechar su energía en el tiempo y forma precisos no ha sido tarea fácil, por el contrario, muchas veces la energía ha sido más su enemigo que su aliado.
La mayor parte de la historia del ser humano es que no dispuso sino acaso de unas 2500 calorías que exigía el mantenimiento de su propio organismo, el músculo era entonces la única fuerza motriz, pero hubo un momento estelar de la evolución de la especie, las mitologías de todos los pueblos lo relatan; ahí lo que también decía la maestra, cuando se robó el fuego a los dioses, y hay una versión contemporánea que a mí me gusta mucho, la de George Linschten, nos dice que Prometeo no robó el fuego, no lo robó porque él estuviera sometido a las tesis kantianas del deber ser; no lo robó por razones éticas; no, lo robó por un acto de rebeldía, el titán acometió la revuelta en un gesto de independencia y entregó el fuego a los hombres porque no encontró ninguna razón para que éste fuera patrimonio exclusivo de los odiados seres del Olimpo. Si hemos de creer a Esquilo, fue un alarde de solidaridad con los hombres y una muestra de su confianza en la victoria final: La importancia del fuego en lo que reside es en su encendida voluntad, en su consciente utilización, cocinar alimentos, provocar el calor y la luz y esto elevó la energía a cinco kilocalorías diarias por cada hombre.
El combustible entonces no era sino la leña o el estiércol. La primera fuente adicional de energía surgió muchísimos años más tarde, cuando las tribus nómadas se asentaron en un lugar, y entonces la etapa recolectora pasó y dejó su lugar a la agricultura y se descubrió un elemento sustancial, el arnés, que permitía uncir a los animales para explotar su fuerza y esta modesta fuente energética es el nacimiento de las ciudades, de las ciudades originales, en la medida que permitía almacenar algunos pequeños excedentes alimenticios, pero con lentitud de milenios, el hombre va aprendiendo el aprovechamiento de los elementos naturales, el agua, el viento, para la generación de energía en su beneficio.
Europa durante la Edad Media encontró en la hulla el medio para conseguir calor, pero la energía que cada hombre consumió durante estos siglos no excedió a las dos kilocalorías diarias. El próximo paso fue de importancia tal que ya tenemos ubicado hasta quién fue el descubridor: James Watt quien en el siglo XVIII supo aprovechar la energía del vapor y dar pábulo a la sociedad industrial contemporánea.
El avance del hombre, la civilización que está construyendo tiene un desarrollo acelerado y así en unos cuantos años habrán de darse el motor de combustión, el generador eléctrico y para nosotros, dependiendo de nosotros, el reactor nuclear.
En la mitad del siglo XIX en Pennsylvania surge por primera vez el barril de petróleo, el energético del siglo XX, pero así como el aprovechamiento de la energía ha sido elemento definidor de cada etapa de la evolución humana, también los niveles de su utilización son diferenciadores de los pueblos y de los hombres, de las clases sociales, cuando las naciones están compuestas por clases sociales.
El acceso a los beneficios de la energía nos habla con el más objetivo, con el contemporáneo lenguaje de la caracterización de las estructuras sociales. La energía es riqueza y bienestar y como bien, susceptible de uso, aprovechamiento y abuso, elemento discriminador de los pueblos y de los hombres pero si la existencia de los recursos naturales no sigue una regla de justicia distributiva, muchísimo menos acontece con su explotación. El petróleo se encuentra sumamente concentrado en la región geográfica del Medio Oriente. Ahí se cuenta con la mitad de las reservas probadas del mundo y la población es, si acaso, del 2%.
La humanidad consume actualmente energía equivalente a ocho mil millones de toneladas de hulla; de aquella hulla descubierta en el siglo XII, pero menos del 10% de los 160 países que conforman el planeta, controlan la fuente energética principal de la actualidad. Es obvio que esa cantidad global nada dice del consumo de cada ser humano; del consumo de nuestras clases económicamente dolientes.
Hoy, cuando con el final del siglo resulta darse también el final de la era del petróleo, hay grandes porciones del planeta que jamás recibieron sus beneficios. En Etiopía son muy pocas las personas con acceso a la electricidad
Igual sucede en África Oriental o sucede en la India, en Los Andes y ustedes me preguntarán que para qué tengo que viajar tan lejos, porque hace apenas meses hube de hacer, en la Sierra de Puebla, en algunos lugares de Oaxaca un documento fílmico, me encontré hombres, hombres ya ancianos, que jamás habían tenido la oportunidad de encender la bombilla eléctrica. Resulta trágico agregar que hay países andinos que ni siquiera tiene la bestia de tiro de que hablé en un principio. En una sola década, el mundo consumió más petróleo que en los 100 años que siguieron al momento en que se descubrió, pero es que los países industriales, con el 25% de la población, consumen las 3/4 partes de la energía total que se produce en el mundo. Evidentemente los Estados Unidos, con el 6% de la población mundial, consumen la tercera parte de la energía global y el petróleo no es la excepción. Sólo unos cuantos países del subdesarrollo poseen la hulla. Los yacimientos en América Latina y África, cuentan con menos del 1% del mundo, mientras que la Unión Soviética tiene el 56%, los Estados Unidos el 19 y toda Europa el 6%
Y la situación en nuestro país, con todo y sus probadas reservas de hidrocarburos y su producción de carbón suficiente para cubrir los requerimientos siderúrgicos y minero-
metalúrgicos, no puede desprenderse del contexto crítico mundial, menos aún cuando aquí en México el 85% de la energía nacional tiene su origen en el petróleo y el gas. Lo cierto, la verdad sin taxativas, es que el petróleo se agota y que la discusión afecta sólo ya a lo relativo a la fecha límite. Si la demanda continúa con la tasa de crecimiento anual de la década de los 60, las reservas mundiales apenas sobrepasarán el fin del siglo. La esperanza de que las pizarras bituminosas, o las arenas alquitranadas sean una nueva instancia, tendrá que aguardar la tregua a que obligan las necesidades tecnólogicas y económicas, pero no se puede decir aquí con tanta superficialidad y sin entrar a mayor debate, no se puede anunciar que el petróleo se acaba y dejarlo de ese tamaño. El petróleo se agota porque todo lo que es finito ese es su destino, pero se agota ahora por causas que están lejos de la razón y la moral; se agota por nuestra irresponsabilidad y por la sevicia de algunos cuantos; se agota por nuestra carencia de generosidad y también por nuestra irrefrenable devoción al despilfarro y a la violencia. Qué pocos años necesitó el homo sapiens para acabar con la materia un día viva, que el tiempo, mucho tiempo, requirió para transformar en materia inerte pero capaz, sin embargo, de generar la vida.
Todo esto que llamamos la moderna civilización ha creado y se ha mantenido en el abuso de una riqueza que debía de ser una riqueza no sólo del patrimonio universal, sino también de la humanidad futura. Somos una civilización, así nos llamamos, erigida sobre bases indecorosas que han permitido conseguirlo todo hoy, al grado de carecer de todo para mañana.
La producción mundial de petróleo habrá de disminuir al grado que el 80% de las existencias mundiales que se habían consumido, en menos de lo que tiene de edad el más joven de los diputados aquí presentes. Este mundo está hecho para funcionar con el petróleo. ¡Será inútil que nosotros busquemos nuevas fuentes de energía, si no somos capaces de transformar nuestra antigua mentalidad!
De acuerdo a la estimación mencionada de que la totalidad del planeta consume energía equivalente a 8 mil millones de toneladas de carbón y si de acuerdo a datos científicamente corroborados, la energía de origen solar que el planeta recibe, es del orden de 185 mil millones de toneladas, fíjense ustedes que no resulta de manera alguna desorbitada afirmar que si no transformamos de esencia nuestras actitudes vitales, la energía solar, antes considerada inagotable, no lo seguirá siendo frente a nuestra estúpida manera de extinguir la vida.
Decía hace apenas unos días Miguel Espejo, que si la ecología resistiera y todos los habitantes del planeta alcanzaran el nivel de consumo del ciudadano norteamericano medio, la demanda alcanzaría 40 mil millones de toneladas de carbón. De mantener el ritmo de crecimiento actual, bastarían 35 años para que el consumo del planeta alcanzara los 195 mil millones de toneladas, 10 mil millones más de la energía que el planeta recibe del Sol.
Así es, el modelo de desarrollo capitalista evidentemente es capaz de conseguir y a la corta, el agotamiento y quiebra del Sistema Solar, pero hablar de una crisis en la disponibilidad de los hidrocarburos afortunadamente no significa hablar de una crisis energética general. La humanidad no ha llegado a un callejón sin salida. Para ella las opciones no están canceladas.
Fue a partir del dramático final de la Segunda Guerra que pudo considerarse como aprovechable la energía liberada por la reacción nuclear. A partir de ese momento, Estados Unidos, la Unión Soviética, Francia, Inglaterra empeñaron sus esfuerzos en transformar esta nueva energía en electricidad.
En términos muy simples, se trata de aprovechar un elemento radiactivo, en este caso el uranio, como fuente de calor a fin de producir el vapor necesario que ponga en actividad turbinas con generadores rotatorios. Una planta nuclear aparte del reactor, funciona en mucho como las actuales existentes en el país.
El uranio se encuentra en forma natural y es un elemento radiactivo susceptible de ser fisionable. ¿Y qué es fisionable? A mí también me intrigó suficiente y la fisión no es otra cosa que la división del núcleo atómico que ocasiona una generación de energía en cantidades superiores.
Hasta el momento, existen diversas formas de conseguir ese objetivo. Ya hablaremos de eso despúes. Por ahora lo que tenemos que decidir si es la energía nuclear el rumbo indicado para este país. En primer lugar vale señalar que ninguna definición que pretenda una fuente energética excluyente y única puede ser válida y también de igual manera que ni todas las fuentes energéticas combinadas son suficientes si no se programa su uso dentro de un proyecto severo de aprovechamiento intensivo y racional.
¿Cuáles son las opciones energéticas en el aquí y el ahora precisos?
Son varias, una de ellas la geotérmica, o sea el propio calor de la tierra cuando asoma a la superficie, su localización es limitada. La biomasa, que es el total de las cosas vivas que existen en una área determinada y que puede llegar a ser combustible. Los desperdicios orgánicos tratados por medio de un proceso bacteriano, como se hace en China o en la India y que puede ser convertido en gas. Las celdas fotovoltaicas, que transforman de manera directa la luz del sol en fluido eléctrico y cuyo empleo fundamental en la actualidad se concreta a los vehículos espaciales.
Finalmente, existen todas las variantes de la energía solar, desde la captación directa para calentar casas o concentrarlo, o producir vapor, o las maneras indirectas como el viento y las caídas de agua y demás. No son pocas
y de poco valor las opiniones que dicen que tal vez debiéramos optar nosotros por estos caminos en vez de la energía nuclear.
No falta quien se atreva a aconsejar a nuestros pueblos que conviene tomar el atajo, que no atraviesa por el callejón sin salida de los combustibles fósiles o que no se pasea por las costosas avenidas de la energía nuclear, que se debe llegar directa y en primer lugar a las fuentes energéticas solares Que allá esperaremos a los países del mundo industrializado, porque ellos tienen el 90% de su capital invertido en edificios y en equipo de difícil transición.
Lo cierto es que, como lo hemos visto, la historia ha sido en mucho, resultado de las tecnologías productoras de energía en las diferentes etapas de la humanidad. Cada una de estas definiciones energéticas definió no sólo el estilo, sino la calidad de la vida; desde los animales de tiro hasta la máquina de vapor, que generó la revolución industrial y los motores de turbina, de petróleo, que diseñaron los transportes que conocemos, la energía rige y condiciona el desarrollo social.
Es propicia esta crónica, de tan burdos rasgos, para reflexionar que la tecnología energética que hoy vamos a decidir, alcanzará en sus consecuencias positivas o lamentables, los días por venir. Así las cosas, nuestra incorporación a la energía nuclear es con plena conciencia de su problemática. Por ello entendemos a la energía nuclear como una opción a mediano plazo, pero capaz de generar y ampliar por sí misma nuevas y mejores opciones.
Durante mucho tiempo, durante el tiempo que el bloqueo de los defensores pronucleares me permitieron, quise husmear en la trinchera de enfrente y allí importé los más severos argumentos en contra de la energía nuclear y que ahora se los presento sin quitar de algunos de ellos mi propia opinión.
Señalan los enemigos de la energía nuclear, que el sueño de una fuente barata, limpia, segura, se ha desvanecido; ante el surgimiento de problemas técnicos, económicos y morales; el riesgo de que un reactor se funda o se accidente, el que los materiales radiactivos caigan en manos de terroristas, la inseguridad para deshacerse de los residuos nucleares, el alto costo y sobre todo la proliferación armamentista.
En primer término, hay que señalar que la posibilidad de una catástrofe continúa a nivel de hipótesis. Ya hemos dicho que una central nuclear es una instalación destinada a producir electricidad por medio de alternadores movidos por turbinas. Que la gran diferencia con las centrales clásicas es precisamente el combustible, pues el calor que se genera al fisionar el uranio enriquecido en un 3% es lo que provoca esto.
Quienes quieren comparar esta instalación con una bomba atómica, deben recordar que ésta requiere de uranio enriquecido más allá del 90%. La diferencia es notable y entonces el argumento es absurdo.
El accidente más probable en un reactor como el de Laguna Verde es el derretimiento. Contra esto los reactores cuentan con sistemas duplicados de seguridad, suministro de agua para enfriamiento, estructuras de contención, etc. Se ha estudiado que sería más grave y más probable una falla de una presa hidroeléctrica, que el derretimiento de un reactor nuclear.
La Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones definió la dosis máxima admisible para un hombre, en 500 minirem anuales. La radiación tiene un brutal efecto sicológico sobre todo porque nos recuerda Hiroshima y Nagasaki.
Conviene aclarar que la vida, toda la vida sobre la tierra está expuesta a la radiación, que ésta varía según la altitud del lugar en donde estamos o los componentes del suelo que pisamos.
Los edificios de granito producen 10 minirem, la televisión a colores, además de todos los otros daños, un minirem y ambos por separado, más radiación que las actuales plantas nucleares de los Estados Unidos.
Nuestro propio organismo es fuente de radiactividad, merced al potasio 40 y al carbono 14 que está en nuestro organismo.
Finalmente podemos decir que los de ustedes que fumen ocasionan más radiactividad que la que ocasionará Laguna Verde en plena actividad.
El número de accidentes mortales en 30 años han sido de menos de diez y en instalaciones militares o de investigación.
El más grave cargo y sin lugar a dudas y el de menor respuesta es el que constituye el relativo a los desechos radiactivos.
Estos son de dos tipos: desperdicios de bajo nivel o los de alto nivel. Los primeros son los restos del núcleo dividido y sin duda altamente radiactivos, el de mayor peligrosidad, el plutonio, considerado como desecho cuando no se usa como combustible.
Se dice que es tóxico, que está más allá de la propia experiencia humana. Sin embargo, y aunque con fúnebre humor, los defensores de la tecnología nuclear afirman que todos los días manejamos sustancias con riesgos semejantes
La producción anual de amoníaco en Estados Unidos ocasionaría ocho millones de muertos y la de cloro, no menos de cuatrocientos.
No es ciertamente la más afortunada de las explicaciones. Los desechos de nivel alto se habrán de sepultar en formaciones de sal geológicamente estable donde no puedan entrar en contacto con fuentes freáticas.
Se agrega que los residuos son pequeños: dos metros cúbicos por reactor nuclear. Sin embargo, el propio creador del reactor de agua ligera no se compromete a que algo pueda pasar en los próximos mil años.
Y llegamos a un punto que ya se comenzó a tratar aquí: la proliferación nuclear y este es un argumento cínico porque quienes lo
esgrimen son precisamente quienes han hecho del átomo un instrumento de terror y de muerte.
Alegan el control nuclear los países centrales que no respetan ni se ciñen a las disposiciones de la ONU y se ven precisados a la firma de criminales tratados bilaterales.
"Proliferación", dicen, pero ésta se da en dos sentidos vertical y horizontal A ellos les importa que no haya cada día más países con una bomba, pero no les importa tener cada día en sus propios países muchas bombas.
El último acuerdo SALT, le comentaba hace algunos días Sábato a Iván Restrepo, consistía en disminuir las 3,247 armas capaces de matar un millón de seres humanos cada una, a la cifra de sólo 2,952. Pretender desarmar a los desarmados es el velo semántico, dice Sábato, para ocultar la realidad de los intereses que mueven a un Carter de gobiernos a controlar la tecnología y a continuar con la explotación.
Cuando apenas hace unas horas redactaba yo estas notas, alguien me opinó que era absurdo que viniera a hablar de esto a la tribuna, que el discurso debería ser eminentemente político, lo de siempre y que, además, debería concretarme a lo que la ley señala. Y yo, que no me niego a la crítica, esta vez no pude aceptar esta idea porque la opinión pública está expectante desde hace un año; porque no merece la opinión pública que nosotros nos vayamos por la superficialidad de considerar nada más la formalidad de la ley, porque teníamos que demostrar que tenemos un año estudiando y ojalá con buena suerte, aprendiendo, que esta Legislatura va a decidir, y lo va a decidir de una manera que podrá darle la cara al pueblo, cuando nosotros dejemos esta Cámara.
Hace unos momentos Jesús Puente Leyva me decía indignado que yo debería venir a rebatir violento al ingeniero Ortiz Mendoza. Puede que tenga razón, pero yo siempre trato de sacar de las buenas razones los mejores argumentos. Yo al contrario digo que coincido absoluta y plenamente con las críticas de Ortiz Mendoza, pero que si el Partido Popular Socialista hubiera sido más atingente en acompañarnos durante este año en los foros nucleares y en todos los demás eventos en los que nosotros, al principio ignorantes , procuramos encontrar el hilo difícil de la verdad de un tema tan complejo, pues no hubiéramos tenido que llegar a eso. Nosotros, ninguno de nosotros, se atrevería a votar una ley que dejara un solo resquicio, la más leve hendedura para que se colara el interés particular, porque los resquicios del interés particular son las enormes puertas para el interés transnacional.
Queremos decir que no habrá, cuando esta ley se vote el día de mañana en lo particular, un solo artículo del que uno solo de los diputados de esta legislatura no se pueda sentir satisfecho de haberlo votado; que espere Ortiz Mendoza y que esperen los diputados de la fracción del Popular Socialista las reformas que habrán de proponerse el día de mañana. Si ellos pregunta ¿por qué hasta el día de mañana? Pues, porque en primer lugar el Reglamento nos habla de que hay dos tipos de discusiones y el ingeniero nos discutió, hoy que era en lo general, con una particularidad verdaderamente obsesiva, así como Jacinto Guadalupe Silva nos habló tan general, que era un general de división, pero que espere qué va a proponer cada uno de los diputados que participaron en esto, porque se instauró una nueva forma de legislar, porque desde la primera lectura, que yo sepa, aunque no he sido cronista parlamentario es la primera ocasión en que de una primera lectura se deja abierta la opinión pública y se aceptan todas las críticas y se harán todas las modificaciones que vayan de acuerdo a los criterios que privan en esta legislatura, nacionalismo absoluto en los recursos naturales; cerrar las puertas de manera definitiva, porque nosotros sabemos cuáles son las posibilidades de las transnacionales en este país.
Vamos a esperar, ingeniero Ortiz Mendoza, porque queremos que la votación de esta Ley vuelva a ser como algunas otras de interés nacional, unánime. Diferimos en que usted no les cierre las puertas a los compañeros de Acción Nacional; al contrario, los queremos aquí y comprometidos, los queremos así, sumándose a las posturas revolucionarias, que ese no será problema de nosotros
Yo quisiera también, ingeniero, contestar un punto de vista que me preocupa: rechazamos el que nosotros vayamos a dividir el Instituto Nacional de Energía Nuclear. Si en algo hubo consenso durante un año de audiencias, fue la necesidad de transformar ese organismo.
Sirios y troyanos estuvieron de acuerdo en que era necesario transformarlo, orgánica, funcional y esa es la respuesta de lo que se llama la Comisión Nacional de la Energía Atómica: un organismo cúpula, que no es con el simplismo que aquí se plantea. No surge como transacción de coyuntura, no como concesión de términos medios; se trata de un instrumento eficaz de integración, de funcionamiento coordinado, no es el punto final de una discusión, es una meta que ya conseguimos y a partir de la cual la experiencia habrá de ser la instancia última que defina este debate.
Este organismo cúpula puede ser también el embrión de otro organismo más amplio, más ambicioso, que integre todas las posibilidades energéticas y se avoque a la definición de un programa energético global.
Me pasó para leer, Armando, este apunte que es muy clarificador: "La Comisión Nacional de Energía Atómica coordina e integra la investigación y la producción".
Es simplista señalar que se divide una para el ININ y otra para URAMEX, más aún, la producción es compartida tanto para URAMEX en los materiales para usos energéticos, como por el ININ en los materiales para usos no energéticos.
Hay que recordar quién dirige los dos organismos y cómo es una misma persona el que preside los Consejos de Administración, el Vocal de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Rechazamos ser los divisores del INEN, queremos ser los integradores de la industria nuclear de este país.
Unas últimas consideraciones sobre esta ley y cómo se hizo esta ley.
No, se equivocan quienes quieren meter baza en relación con el Senado. Mal estaríamos si cada iniciativa que el Ejecutivo manda nosotros nos viéramos obligados a aceptarla, no hubiera la posibilidad alguna de rechazarla de modificarla o de perfeccionarla. En ese entonces ese país se regirá con acuerdos y decretos; mal estaríamos si una minuta salida de una Cámara de origen fuera una patente de corso, de impunidad y la siguiente Cámara no pudiera opinar en nada.
Nosotros estamos convencidos que esta ley que repito habrá de salir aquí por unanimidad, espero llegará al Senado y encontrará y de inmediato la respuesta favorable.
Y debe ser así, yo lo decía con una broma cuando hablábamos de esta posibilidad de estas dos Cámaras: "no, si el viejo truco de Montesquieu sigue vigente, aquí hay tres poderes y tendremos que saber hacerlos respetar cada uno de nosotros".
Cómo se ha legislado este proyecto, cómo se elaboró este dictamen, hay una palabra que busqué en el diccionario porque se utiliza mucho en los Estados Unidos, se llama "cabildear". Cuando los representantes de los más negros intereses van con los diputados y senadores que generalmente son los representantes de esos intereses en sus diferentes Cámaras y entonces pasan al tanto por ciento los votos de esos diputados, pero hay otra expresión también de "cabildear", que es la que se acomoda como es la que se está haciendo esta ley todavía aquí, dice que es el cabildo abierto, el que se realizaba en las ciudades americanas, cuando algún acontecimiento requería la opinión de las personas más caracterizadas. Se trataba de verdaderas asambleas populares en las cuales el pueblo resolvía su propio destino y esta Ley en este sentido de cabildo abierto, se ha venido haciendo las manifestaciones multitudinarias de los trabajadores del INEN.
Que quede claro que a nosotros los puños en alto, no nos asustan, sobre todo cuando empuñan las mejores banderas nacionales y qué bonito que esos puños sirvan para golpear las cabezas de playa del imperialismo, a mí las que me preocupan no son los puños que se ven, sino las manos untuosas que no se ven y que son las que hipotecan la soberanía nacional debajo del tapete color verde del dólar, corporaciones transnacionales y qué bien que ese sindicato combativo y peleador supo encontrar en el sector obrero de esta Cámara la solidaridad y el eco suficiente para sin deponer sus banderas y seguir su lucha, sí supieron en un momento dado hacer a un lado la táctica para irse a lo grande de la estrategia y entonces es muy hermoso en estos casos, en estos momentos difíciles para México ver los trabajadores de diferentes rumbos y sectores unidos por lo que verdaderamente los liga por encima de cualquier otra cosa, su conciencia de clase.
Yo no me atrevo a hablar a nombre de los trabajadores, le queda muy poco y muy mal a un pequeño burgués hacerlo, que no un burgués pequeño, pero los trabajadores no necesitan intérprete alguno; lo más que podemos aspirar nosotros es a que nos hagan un campito en el coche de la historia, sólo sepan en esta ocasión que la muestra que han dado de solidaridad ese sector obrero de la Quincuagésima Legislatura y ese Sindicato que ha peleado hasta el último momento aquellas cuestiones que considera de principio, es una lección que estoy seguro que el país no va a dejar pasar por alto.
Hay un gran debate por donde se va a resolver lo que ya concretamente es la tecnología nuclear, pues esta ley es un espíritu, este por el que yo vengo a pedir el voto en lo general, esto que quiero que sientan que vibre en esta Ley, es que se va a responsabilizar a la comunidad científica de este país también, para que sean ellos los que vayan con los administradores y los ejecutivos y con la solvencia que da el estar escrito en esta ley, influyan, intervengan, asesoren y se comprometan a escoger para México la mejor tecnología nuclear a que haya lugar.
Pido también el voto en lo general para esta ley, porque va a contemplar para los científicos y los trabajadores y los técnicos mexicanos, la posibilidad de participar en todas las etapas de la industria nuclear.
Cuando alguien ha tenido dudas de sí nuestros trabajadores y nuestros científicos son capaces de participar en todas las etapas, yo recordé unas palabras que le escuché a un profesor universitario que nos platicaba -algunos de ustedes estuvieron presentes allí-, que decía que en una ocasión había un guerrero en estas tribus originarias de las que nosotros descendemos, que tenía un obsesivo empeño en que él había de clavar su flecha en el mero centro de la Luna y obsecado noche a noche se disponía y se iba a tirar su flecha.
Es evidente, evidente que nunca logró su loco empeño, pero ni en su tribu ni en ninguna otra, hubo un guerrero que supiera llegar más lejos su flecha. Eso es lo que queremos nosotros, cuando estamos dispuestos a poner aquí un artículo que para muchos será una ilusión. Nosotros confiamos en los técnicos y en los científicos y en los trabajadores mexicanos.
Nosotros como legisladores nos enfrentamos a una disyuntiva. O somos los que retratemos las condiciones específicas de este momento con lo cual seremos unos políticos objetivos y pragmáticos o si legislamos para mañana y entonces tal vez podamos llegar algún día a decir que somos estadistas capaces de prevenir el porvenir.
Quiero pedir a ustedes su voto en lo general para este dictamen.
No vengo más que a proponerles un último argumento:
Cuando me enfrentaba ayuno de técnica jurídica y sin más bagaje que convicciones ideológicas y mucha obsecación, me encontraba con que los expertos en la hermenéutica jurídica no me hacían válidos mis puntos de vista y cuando me sacaban argumentos algunos de autoridad y me decían: es que el espíritu del legislador, tuve que recordar que hace ya muchos años cuando yo llegué a estudiar a México, los primeros días que fui a la Universidad también escuchaba que todos los maestros para dar una explicación de autoridad para la norma que yo no entendía, me decían que era el espíritu del legislador, coahuilense de origen, duré muchos meses pensando que el espíritu del legislador era Venustiano Carranza.
Pero ya ha pasado mucho tiempo y ahora entiendo quién es el espíritu del legislador para esta ley nacionalista y patriótica, para esta ley revolucionaria y promisoria, yo quiero pedir de cada uno de ustedes su voto favorable porque hoy cada uno de ustedes es el espíritu del legislador, y porque espero que algún día cuando otro desmedrado estudiante provinciano venga a la Universidad y estudie esta ley, ustedes se hayan ganado un rengloncito en la historia, en el capítulo de los precursores que diga que cuando se aprobó la Ley Reglamentaria del 27 constitucional en Materia Nuclear el espíritu del legislador se mostró obsesivo y obsecado en defender los intereses del país. (Aplausos.)
El C. Francisco Ortiz Mendoza: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene la palabra en su segundo turno el diputados Ortiz Mendoza.
El C. Francisco Ortiz Mendoza: Señor Presidente: Honorable Asamblea.
Quisiéramos precisar algunas cuestiones muy sencillas que ha planteado el diputado Ortiz Tejeda.
En primer lugar, yo no agradezco en nada, por revolucionario, que la reacción venga a votar a favor. Es uno de los graves errores que cometen muchos de los que se dicen revolucionarios, esperar que la reacción ayuda a hacer leyes revolucionarias. Eso es pedirle peras al olmo.
En segundo lugar, el Partido Popular Socialista no viene a reclamar aquí ninguna posición respecto al problema que está a debate. Cuando el maestro Lombardo Toledano planteó desde muchos años atrás, la nacionalización de la industria eléctrica y cuando muchos revolucionarios decían que eran una demanda excesiva y cuando la historia demostró que era una demanda necesaria y urgente, yo cometí el error de hablar por teléfono -porque estaba aquí en las tribunas de la Cámara-, para informarle al maestro Lombardo que acababa de leerse el decreto de nacionalización y la modificación correspondiente a la constitución, que yo creía que era el momento de hacer mítines para demostrar que esta lucha la había sostenido Vicente Lombardo Toledano y el Partido Popular Socialista, entre otras fuerzas revolucionarias y democráticas Me dio una lección, me dijo: "Ortiz, este es el momento de hacernos los muertos".
El objetivo se logró. Quien lo logró, eso no importa. Por lo que estamos luchando nosotros es que los pasos revolucionarios se den. No subiremos aquí a esta tribuna bajo ningún concepto si los diputados del PRI vienen a hacer todas las enmiendas revolucionarias que deben hacerse a este dictamen, pero en el momento en que no lo haga, estará aquí el Partido Popular Socialista.
No estamos luchando en lo más mínimo para que se reconozca para el Partido ninguna cuestión que no sea el producto revolucionario de esta Cámara. Esto es todo. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra, en nombre de las Comisiones, el diputado Manuel Villafuerte Mijangos.
El C. Manuel Villafuerte Mijangos: Señor Presidente. Honorable Asamblea; distinguidos concurrentes.
Antes de abordar el tema que considero importante tratar en esta tribuna, deseo ampliar un poco las palabras del diputado Carlos Ortiz Tejeda que, en nombre de la mayoría, dirigió con motivo de los injustificados ataques que el diputado Jacinto Guadalupe Silva dirigió en contra del Senado de la República.
No sólo la mayoría parlamentaria, por mi conducto, rechaza esos ataques, sino que expresa su respeto a la colegisladora y declara que el Honorable Senado de la República ha cumplido debidamente con las atribuciones que le señala la Constitución General de la República. (Aplausos.)
El interés que despertó en todos los sectores del país la Minuta con Proyecto de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en materia nuclear, nos indujo a las Comisiones encargadas del estudio y dictamen de ella, a meditar y analizar con extremo cuidado, con extremo detenimiento, este Proyecto de Ley.
Para esto, como es del dominio público, las Comisiones convocaron a diez sesiones públicas; en ellas, tuvimos oportunidad de escuchar las autorizadas palabras de hombres de ciencia, versados unos en la materia, otros en Derecho Constitucional, otros en Derecho Laboral y escuchamos también la palabra de los trabajadores, que demostraron estar compenetrados tanto en el campo de la ciencia nuclear, como en el campo de la ciencia del Derecho.
No es mi propósito tratar de resaltar la importancia de los diversos aspectos del Proyecto de Ley que nos ocupa. Ya lo han hecho con toda amplitud los diputados Ifigenia Martínez Hernández, y Carlos Ortiz Tejeda, sin embargo, las Comisiones consideran que debe repararse un poco más en otro de los aspectos que causaron gran inquietud en los sectores obreros del país: el aspecto laboral.
Como decía hace un momento, para resolver lo relativo a los problemas laborales que fueron planteados, escuchamos también a los representantes de los trabajadores.
Consideramos imprescindible en estos momentos expresar en esta tribuna por qué causa, cuál fue el argumento que nos sirvió de base para suprimir del proyecto de ley lo relativo al régimen jurídico que deberá regir las relaciones obrero-patronales entre los diversos organismos cuya creación se está proponiendo en el dictamen de la ley que nos ocupa.
Para establecer el criterio que nos sirvió de base para la supresión a que acabo de referirme, analizamos el pasado histórico de nuestra legislación laboral, el artículo 23 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tal como fue legado por el Constituyente del 17 a los trabajadores de México, no hacía distingo alguno respecto a los derechos sociales mínimos consignados en él. Los derechos sociales que reconoció y estableció el Constituyente del 17 en el 123 Constitucional, eran para todos los trabajadores de México sin excepción alguna.
En 1960 se adicionó el 123 Constitucional con determinadas normas especiales para un determinado sector de trabajadores, que son los que laboran al servicio del Estado. Así tuvo que dividirse el 123 en dos apartados, que son el Apartado A y el Apartado B.
El Apartado B contiene excepciones, porque fue precisamente en el que se consignaron los derechos especiales para ese determinado sector de trabajadores de tal manera que el régimen jurídico del Apartado b) del 123 constitucional únicamente es aplicable para las relaciones laborales expresamente establecidas en él. Las relaciones de trabajo que no se encuentren mencionadas en el apartado b) han de regirse por la regla general o sea por el régimen jurídico establecido en el apartado a).
Entonces, no es facultad del Congreso de la Unión como órgano legislativo ordinario el determinar qué régimen jurídico deber regir a un determinado conglomerado de trabajadores; esto ya está establecido en la Constitución; si el Congreso de la Unión determina en un momento dado qué régimen jurídico debe regular las relaciones laborales de un determinado núcleo de trabajadores y esta declaración rebasa o no coincide con el precepto constitucional, indudablemente que estaría actuando al margen o en contra de la Constitución.
Este es el criterio que sirvió de base a las Comisiones para concluir, que no es constitucionalmente posible el incluir en la Ley sujeta a debate en el Dictamen que emitieron las Comisiones, en donde debe establecerse el régimen jurídico que regulará las relaciones laborales entre los órganos que surgirán de llegar a adquirir la categoría de ley el proyecto que estamos discutiendo, puesto que repito, ya eso está establecido en el Artículo 123 Constitucional.
El Apartado B de este precepto es categórico y establece que él se aplicará en las relaciones que surjan entre los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distrito Federal y los trabajadores a su servicio.
Es obvio, pues, que las relaciones laborales entre los organismos que surgirán de elevarse a la categoría de Ley del proyecto que estamos discutiendo y los trabajadores a su servicio, quedarán sujetos, los organismos descentralizados, con personalidad jurídica y patrimonio propios, al régimen del Apartado A, y al desconcentrado al régimen del Apartado B pero recalco que esto no por determinación de las Comisiones no por determinación del Congreso de la Unión, como órgano legislativo ordinario, sino por determinación del artículo 123 constitucional en su estricta aplicación.
Con esto, creo dejar expuesto en forma precisa, el criterio que nos sirvió de base, como señalé en un principio, para suprimir del proyecto de Ley a que se refiere el dictamen que está sujeto a discusión, todo lo relativo al régimen jurídico al que deberán estar sujetas las relaciones laborales entre los organismos cuya creación se está proponiendo y los trabajadores a su servicio Muchas gracias.
El C. Presidente: Consulte la Secretaría si el dictamen se encuentra suficientemente discutido en lo general. - El C. prosecretario Héctor González Lárraga: Por instrucciones de la Presidencia, se consulta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido el dictamen en lo general.
Los ciudadanos diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo Suficientemente discutido.
Se va a proceder a recoger la votación nominal en lo general. Se ruega la Oficialía Mayor haga los avisos a que se refiere el Artículo 161 del Reglamento Interior.
(Votación.)
Se emitieron 145 votos en pro y 11 en contra.
El C. Presidente: 'Aprobado en lo general por 145 votos.
En virtud de lo avanzado de la hora, de conformidad con el artículo 109 del Reglamento Interior del Congreso General, se suspende la discusión del proyecto de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, en Materia Nuclear, para continuarla el día de mañana, a las 10 horas.
- E l mismo C. Presidente (a las 14:30 horas):
Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar mañana, 10 de noviembre, a las 10 horas, repito, a las 10 horas.
TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"