Legislatura LI - Año III - Período Ordinario - Fecha 19810910 - Número de Diario 7

(L51A3P1oN007F19810910.xml)Núm. Diario:7

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"LI" LEGISLATURA

Registrada como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO III México, D. F., jueves 10 de septiembre de 1981 TOMO III. No. 7

SESIÓN SOLEMNE DE CONGRESO

SUMARIO

SUMARIO

APERTURA

La Presidencia expresa el motivo de esta sesión. Recibimiento del Excelentísimo señor Erich Honecker, Presidente de la República Democrática Alemana.

OFICIO DE LA CÁMARA DE SENADORES

Dando a conocer la Comisión de Senadores que acompañarán el señor Erich Honecker.

COMISIÓN DE CORTESÍA

La Presidencia designa a los diputados que introducirán al Salón de Sesiones y acompañarán al retirarse el Presidente de la República Democrática Alemana.

COMITIVA DEL PRESIDENTE HONECKER

La Presidencia da lectura a sus nombres.

PRESENCIA DE DIPUTADOS CHIPRIOTAS

Se comunica su presencia y la del Embajador de Chipre en México.

BIENVENIDA

Después de un receso, hace acto de presencia el señor Erich Honecker acompañado de las Comisiones de Cortesía designadas al efecto, dándole la bienvenida el C. Presidente del Congreso.

DISCURSO DEL DIPUTADO SOBARZO LOAIZA

El Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados se dirige a la Asamblea con motivo de la visita del Presidente de la República Democrática Alemana.

MENSAJE DEL SEÑOR HONEKER

Dirigido a la Asamblea con motivo de la visita que hace a esta Cámara y a nuestro país.

AGRADECIMIENTO

La Presidencia agradece la visita del Presidente Honecker y su comitiva.

ACTA

Lectura y aprobación del Acta de la sesión. Se levanta la sesión solemne.

DEBATE

Presidencia del C. Diputado LUIS M. FARÍAS

(Asistencia de 310 ciudadanos diputados y 54 CC. senadores.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 11:45 horas): Se abre la sesión de Congreso General para recibir al Excelentísimo señor Erich Honecker, Presidente de la República Democrática Alemana, quien se encuentra en México en vista de Estado.

OFICIO DE LA CÁMARA DE SENADORES

- El C. Secretario Fernando H. Barrera Velázquez:

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión. - Presentes.

Para conocimiento de esa H. Colegisladora tenemos el honor de participar a ustedes que

en sesión celebrada en esta fecha, se designaron en comisión para acompañar al Excelentísimo señor Erich Honecker, Presidente del Consejo General de Estado de la República Democrática Alemana, a su arribo y salida del salón de Sesiones del Congreso, a la que asistirá en Sesiones Solemne, que se llevará a cabo el jueves 10 del actual, a los siguientes ciudadanos senadores: Gustavo Baz Prada, Blas Chumacero Sánchez, Martha Chávez Padrón y Gilberto Ruiz Almada.

Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

México, D. F., 8 de septiembre de 1981.

Rafael Minor Franco, S. S. - José Luis Escobar Herrera, S. S."

Trámite: De enterado.

COMISIÓN DE CORTESÍA:

El C. Presidente: Se designa en Comisión para introducir a este Recinto al señor Presidente Erich Honecker y acompañarlo cuando desee retirarse, a los siguientes ciudadanos: diputado Fidel Herrera Beltrán, senador Gustavo Baz Prada, diputado Manuel Terrazas, Guerrero, senador Blas Chumacero Sánchez, diputado Adalberto Nuñez Galaviz, senadora Martha Chávez Padrón, diputado Manuel Stephens García, senador Gilberto Ruiz Almada, diputado Hildebrando Gaytán, diputada Adelaida Márquez Ortiz, diputado Enrique Peña Bátiz, diputada Margarita Moreno Mena.

Los diputados y senadores comisionados para introducir al Presidente de la Alemania Democrática se dirigirán al Salón de Recepción.

COMITIVA DEL C. PRESIDENTE HONECKER

Es muy grato contar en esta sesión con la asistencia también de las siguientes personalidades que acompañan el señor Presidente Honocker:

1. Señor doctor Guenter Mittag, miembro del Buró Político y Secretario del Comité Central del Partido Socialista Unificado de Alemania, miembro del Consejo del Estado de la República Democrática Alemana.

2. Señor Oscar Fichser, Secretario de Relaciones Exteriores.

3. Señor doctor Gerhard Beil, miembro del Consejo de Ministros, Secretario de Estados y Primer Vice - ministro de Comercio Exterior.

4. Señor Peter Lorf, Embajador de la República Democrática Alemana en los Estados Unidos Mexicanos.

5. Señor Franck - Joachim Herman, Secretario de Estados, Jefe de la Cancillería del Presidente del Consejo de Estado de la República Democrática Alemana.

PRESENCIA DE DIPUTADOS CHIPRIOTAS

- El mismo C. Presidente: También contamos con la presencia de una Delegación Parlamentaria de Chipre, en la que se encuentran representados todos los partidos políticos de dicho país. La encabeza el señor diputado Alexis Galanos. Asimismo nos acompaña el Embajador de dicho país, excelentísimo señor Kipros Kipriano. (Aplausos.)

(La Presidencia decreta un receso en espera del señor Presidente de la República Democrática Alemana.)

- El C. Presidente (a las 12:00 horas): Se reanuda la sesión. Se encuentra en el Salón de Recepción de esta Cámara el señor Erich Honescker, Presidente de la República Democrática Alemana. Se ruega a la Comisión designada cumpla con su cometido.

(El señor Erich Honecker pasa a ocupar un lugar en el Presídium.) (Aplausos.)

BIENVENIDA

Excelentísimo señor Erich Honecker, Presidente de la República Democrática Alemana: A nombre de esta Representación Nacional, me permito expresar a usted nuestra más alta satisfacción porque ha aceptado asistir, durante su visita oficial a nuestro país, a ésta que es la casa del pueblo de México.

A nombre de todos los integrantes de esta Legislatura le damos a usted la más cordial bienvenida. (Aplausos.)

Esta sesión se inicia con la palabras del ciudadano diputado Alejandro Sobarzo Loaiza, Presidente de la Comisión de Relaciones. Se le ruega pase a la tribuna.

DISCURSO DEL DIPUTADO SOBARZO LOAIZA

El C. Diputado Alejandro Sobarzo: Señor Presidente Honorable Asamblea: Nos congregamos en Sesión Solemne del Congreso de la Unión para recibir al Presidente del Consejo de Estado de la República Democrática Alemana, Erich Honecker.

Por primera vez en este recinto, que simboliza el México moderno que ve hacia el futuro con optimismo y dignidad, ambas Cámaras reciben a un jefe de Estado extranjero.

Y por primera vez, también, los integrantes del Poder Legislativo de nuestro país reciben a un Presidente de la República Democrática Alemana.

Ello revela que México amplía sus relaciones con el mundo y enriquece sus contactos para buscar en algunas esferas el beneficio mutuo y en otras la acción concertada en beneficio de todos los hombres. Recibimos a un estadista fraguado en la lucha, que desde temprana edad se empeñó

en la defensa de sus principios y se lanzó con decisión a buscar hacerlos realidad.

Aquellos años de fines de los veintes y principios de los treintas fueron formando al joven sindicalista y le fueron dando una visión más completa de sus propio país.

Momentos extraordinariamente difíciles para él sobrevendrían a partir de 1933, en que el fascismo se hace del poder en Alemania.

Una oleada de violencia y las más flagrantes violaciones a la Constitución de Weimar recorren el país. En aquel "país de poetas y pensadores" se desconocen las normas elementales de la dignidad humana, se acude a la prisión arbitraria, a la tortura y a la exterminación masiva en contra de los opositores del nuevo régimen. Como es costumbre en estos casos, se pretendió darle al terror sombra de legalidad. La Ley de Plenos Poderes sería aquí el instrumento de que se echó mano para tratar de justificar la injusticia.

El partido Nacionalista quedó como único partido político de Alemania, estableciéndose penas severas para quienes pretendieran mantener la estructura de otro partido, o pretendieran formar uno nuevo.

La prisión, etapa subsiguiente e ineludible, contribuiría a ir formando al joven militante y a consolidar su ideología, pese a torturas y a privaciones de toda índole.

Destruida la democracia y consolidada la posición de la dictadura, el impulso revolucionario del nazismo ya podía volverse allende las fronteras. Derrotado, como se decía en Mi Lucha, el enemigo interior, ya se daban las condiciones para luchar contra el enemigo externo.

Habría que recuperar aún más de lo perdido por el Tratado de Versalles, había que revivir el nacionalismo pangermano, había que hacer efectiva la demanda de espacio vital y establecer un Nuevo Orden Europeo.

Se "traería a casa" al territorio del Saar, se ocuparía militarmente la zona renana, se anexaría Austria, se "traería a casa" a los Sudetes y se desbocaría la carrera armamentista, ante la mirada indiferente de la Sociedad de Naciones. Lo demás es historia conocida. En un mes de septiembre como éste, se desencadena la segunda conflagración mundial, que sólo Chamberlain y dos o tres más pensaron se habría podido evitar en Munich, apenas el año anterior.

Y tras los altos muros de la prisión de Brandenburgo - Gorden, escenario de crueldad y de asesinatos constantes, sólo se entera fragmentariamente de los sucesos internacionales Erich Honecker, hasta su liberación por las tropas soviéticas en abril de 1945.

Poco después terminaría la Segunda Guerra Mundial con su saldo inaudito de sufrimiento, de destrucción y, peor aún, de 40 millones de vidas humanas.

Ese mismo año, con renovada esperanza, nacería la Organización de las Naciones Unidas, decidida a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra; a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre; a crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones internacionales; y a promover en el mundo el progreso social.

Ese mismo año reanuda tenazmente sus luchas Erich Honecker y dedica todo su esfuerzo a la reconstrucción democrática del país.

Integra la dirección partidista desde el momento de la fundación del Partido Socialista Unificado de Alemania en 1946 y, sin duda, fue uno de los dirigentes más satisfechos al ver el nacimiento de su país en 1949. Desde ese mismo año es diputado de la Cámara del Pueblo.

Al paso que aumentaba su reconocimiento fue alcanzando tareas de mayor responsabilidad en el seno del Partido, hasta llegar a Primer Secretario en 1971.

Pronto llegó a ser miembro del Consejo de Estados y asumió la presidencia del mismo en 1976, el cargo de máxima responsabilidad en la República Democrática Alemana.

Ahora ese hombre es recibido con cordialidad, con admiración, con respeto, por los miembros del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos.

En México, señor Presidente Honecker, nos sentimos muy honrados por su visita. Es la visita del jefe de un Estado con el que hemos ido fincando, al margen de los esquemas protocolarios, profundas relaciones de amistad.

Entre México y la República Democrática Alemana existen vínculos de mutua simpatía. Siempre hemos admirado su espíritu laborioso, su capacidad de reacción intelectual y su disposición singular para las disciplinas artísticas. En la actualidad, su país es un alto exponente de esas virtudes, y sobre todo - desde el punto de vista de los legisladores mexicanos - de la gran virtud que consiste en profesar una doctrina política contraria al armamentismo, contraria el colonialismo y empeñada en la defensa de la paz.

Aunque no son iguales los sistemas de gobierno de nuestro dos países y puedan detectarse con claridad algunas diferencias, ellas ciertamente no suscitan falta de compresión. Nos debemos sentir unidos. Entre amigos, es necesario admitir como posible la disparidad de pensamiento, y admitirla con absoluto respeto al punto de vista que difiera de nosotros, aunque sostengamos el nuestro con la más firme de las convicciones.

En México creemos que la tolerancia es una de las más valiosas señales de la modernidad. La tolerancia, que lejos de casarse con dogmas y axiomas, en el campo de las ideas filosóficas y políticas, es capaz de concebir posturas distintas e incluso antagónicas, es uno de los principios fundamentales de nuestra República. A mediados del siglo XIX, al instaurarse en México la libertad de cultos, se dejó atrás toda una larga época de incomprensión y se consagró constitucionalmente una imagen plural de nuestro sociedad.

Hoy, el pluralismo es uno de los signos de nuestra vida pública. En este recinto del

Congreso de la Unión hay representantes populares pertenecientes a siete partidos políticos, que configuran un variado espectro ideológico. Y estas diversas tendencias, cuya presencia legitimó el voto popular, han encontrado aquí una tribuna donde expresarse, junto con la posibilidad de influir en mayor grado sobre la vida nacional.

Esta amistad que vincula de modo estrecho a México y la República Democrática Alemana se funda en actos y en ambiciones concretas. La lucha contra el armamentismo constituye, seguramente, motivo firme de mutua compresión. En esa lucha coincidimos plenamente y así ha quedado demostrado en foros internacionales y en la tenaz política, invariable y congruente que los dos países practican en relación con ese tema.

En México estimamos que la carrera armamentista es uno de los absurdos mayores y más dañino en que haya podido caer el mundo de nuestros días. No entendemos que el hombre, que al cabo de largos siglos de rigor científico ha logrado elevar la técnica a alturas sorprendentes, enderece ahora esa técnica en contra de sí mismo.

Es difícil, en verdad, comprender el mecanismo mental que parece preponderar en nuestra época. A nombre de la civilización se atenta contra la civilización misma y se esgrimen instrumentos destructivos que han nacido del talento del hombre civilizado.

En México nos negamos a admitir que en el planeta se destinen año con año, a la fabricación y la adquisición de armamentos, sumas que bastarían para satisfacer las necesidades primarias de millones de seres humanos que todavía hoy padecen hambre, carecen de vivienda, se ahogan en la ignorancia y disponen de una brevísima esperanza de vida, acosados por enfermedades que parecerían ser propias de la época medieval, y no de nuestro envanecido siglo XX.

Hace apenas dos días, en un enaltecedor ejemplo de solidaridad, los siete partidos políticos representados en esta Cámara aprobaron, por unanimidad, una resolución condenatoria de la fabricación y el almacenamiento de la bomba de neutrones. Ello compruebe la reprobación del armamentismo por todo el pueblo de México y, dicho sea de paso, que las diversas corrientes ideológicas que aquí se manifiestan saben unificarse cuando tienen convencimiento pleno de que defienden causas justas.

Sabemos, porque así lo han declarado ustedes en el seno de la Organización de las Naciones Unidas y en otras tribunas internacionales, y lo sabemos además porque así lo comprueba su política interna y externa, que la República Democracia Alemana sustenta ante el armamentismo la misma actitud de repulsa, la misma perplejidad y la misma dolorosa sorpresa que experimentamos nosotros.

Se puede comprobar fácilmente que la República Democrática Alemana y México tienen criterios plenamente concordantes - y los manifiestan en todos los foros - sobre los aún fuertes resabios de colonialismo que empañan nuestra era.

Ambos países están convencidos del derecho que tienen todos los pueblos a su autodeterminación y que el sometimiento a la dominación extranjera constituye una negación de los derechos humanos y un obstáculo para el mantenimiento de la paz y la seguridad del mundo. Están convencidos de que el colonialismo, incluidos el racismo y el apartheid, constituye una violación a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y a las normas fundamentales del Derecho Internacional. Están convencidos de que los vetos de algunas Potencias, tendientes a evitar la aplicación de sanciones contra Sudáfrica, no son sólo una medida que atenta contra el negro sudafricano o el pueblo de Namibia, sino contra todos los hombres del mundo que creen en la libertad y en la igualdad de derechos.

En México vemos con gran beneplácito y satisfacción que pronto desaparezca otro resabio colonialista del Continente y se incorpore Belice en fecha próxima, como miembro de pleno derecho, a la Comunidad de Naciones. (Aplausos.)

De igual modo, la República Democrática Alemana y los Estados Unidos Mexicanos participan de una clara tendencia pacifista. México, en cuya historia hay épocas de gran turbulencia, que ha sido una nación atacada e intervenida, ha conquistado al fin, mediante una firme voluntad ética, la paz que durante tantos años ambicionó. Por eso justipreciamos la paz. Por eso defendemos la paz. Por eso nos proponemos a luchar en todos los foros por la paz.

En el mundo contemporáneo la paz no puede ser entendida como simple pausa entre conflictos armados. Hoy sabemos que tales conflictos, a causa precisamente del perfeccionamiento de las armas, pueden aniquilar a vencidos y vencedores y echar por tierra el edificio entero de nuestra civilización.

La paz, ahora, ha de ser no una pausa, sino una paz orgánica, una situación de equilibrio natural, logrado mediante la justicia, la colaboración de las naciones y el respeto recíproco que ellas se profesen.

Entendemos la paz como una consecuencia de valores de alta jerarquía. Como resultado de la buena voluntad de los pueblos y los gobiernos, que reemplace las ambiciones hegemónicas por la solidaridad auténtica, la arbitrariedad por la equidad y la fuerza por el derecho.

La paz que se apoya en el terror es sólo un simulacro de sí misma. No creemos en una paz armada, sino en una concordia que nazca de la alegría del trabajo, de la participación de todos los países en las grandes causas de la humanidad y de la fe que todos pongamos en nuestra capacidad de convivencia.

La República Democrática Alemana sostiene estas mismas ideas, y está animada por las mismas esperanzas. Esto refuerza, con

argumentos concretos y objetivos, la amistad de nuestras dos naciones.

La política internacional mexicana se funda en el pacifismo y en los principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos. Estos dos postulados fundamentales, consagrados en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, son la esencia de la comunidad internacional. México, tal vez porque ha sido víctima de asechanzas imperiales en otras épocas, ha sostenido, a lo largo de toda su historia, esas normas de conducta, y así como ha luchado denodadamente porque se le apliquen cuando ha sido víctima de injerencias extrañas, así también ha propugnado por su observancia en relación con otros pueblos.

El respeto que hemos logrado para nosotros queremos que se otorgue a las demás naciones y queremos además que los seres humanos no reciban trato que no sea el adecuado para la dignidad de que todos, con independencia de la raza del sexo, de la religión y la nacionalidad, estemos investidos.

Este es, señor Presidente de la República Democrática Alemana, el ideario de México en materia internacional. No es un ideario inerte, sino una plataforma de principios que hacemos valer, una y otra vez, ante la comunidad regional y ante la comunidad universal. Ustedes, el pueblo y los dirigentes de la República que dignamente representa, sostienen esencialmente los mismos postulados. Por ello estamos seguros de su absoluta compresión y de que contamos con su plena solidaridad.

Señor Presidente Honecker:

El Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, cuyas dos Cámaras han realizado, a través de los años, una labor legislativa de limpio y sano nacionalismo, al servicio del pueblo, de la justicia y de la libertad, lo saluda con hondo beneplácito y desea para su patria y para usted, la ventura que bien se merecen.

Muchas gracias. (Aplausos).

El C. Presidente: El señor Presidente de la República Democrática Alemana ha manifestado a esta Presidencia su deseo de dirigir a esta Representación Nacional un mensaje.

MENSAJE DEL PRESIDENTE HONECKER

Muy estimado señor Presidente:

Estimados senadores y diputados:

Constituye para mi un gran honor y regocijo el poder hacer uso de la palabra en su Alta Corporación que representa la dignidad, la soberanía y la independencia de la gran Nación Mexicana. Permítanme transmitir a ustedes los saludos más cordiales de los diputados de la suprema representación popular de nuestro país, la Cámara del pueblo de la República Democrática Alemana, en ocasión de este acto importante que ante el mundo entero manifiesta la concordia amistosa entre nuestros países y pueblos.

Permítanme a la vez que les felicite por este nuevo y funcional edificio del Congreso. Formulo votos por una labor exitosa en beneficio del pueblo mexicano.

A base de mi propia experiencia parlamentaria de varios decenios comparto el criterio de que forma parte de las nobles misiones de los parlamentos el trabajar por la amistad entre los pueblos y el buen desarrollo de las relaciones entre los Estados. Observamos con satisfacción que viene acentuándose el papel que los parlamentos desempeñan en la vida internacional. Esta circunstancia se hizo evidente en la Conferencia de la Unión Interparlamentaria celebrada en otoño del año pasado en Berlín, capital de la República Democrática Alemana.

Señoras y señores:

Mi visita refleja el alto nivel de las relaciones existentes entre la República Democrática Alemana y los Estados Unidos Mexicanos y de su desarrollo dinámico y mutuamente ventajoso. Estas relaciones manifiestan la coincidencia en cuanto a los mejores ideales de la humanidad y tienen múltiples raíces históricas, políticas y culturales. Su perspectiva resulta asimismo de nuestra firme decisión de hacer todo por la felicidad y prosperidad de nuestros pueblos, en la borrasca de nuestro tiempo.

Hace casi doscientos años, Alejandro de Humboldt, considerado por muchos pueblos como el "segundo descubridor de América", echó los cimientos de un buen desarrollo de las relaciones germano - mexicanas. Aún hoy nos es motivo de orgullo el hecho de que el legendario Presidente de México, Benito Juárez, concedió al gran hijo de nuestro pueblo como primero y único extranjero el título honorífico de "Benemérito de la Patria". El destacado naturalista y sociólogo era genuino partidario de la lucha de los pueblos de México y de toda América por su independencia.

Alejandro de Humboldt parangonó las históricas transformaciones revolucionarias que en aquel entonces se avecinaban con las "grandes revoluciones que de vez en cuando estremecen a la Humanidad", como dijera él.

Todo su trabajo lo dedicó a esta causa escribiendo en este contexto: "Que este trabajo sirva a los que están llamados a velar por la prosperidad del país".

En particular, ellos deben entender profundamente la importante verdad que el bienestar de la raza blanca está estrechamente ligado al de la indiana y que para las dos no habrá felicidad permanente mientras no tengan participación igual en los logros que resultan del progreso de la civilización y perfeccionamiento del orden social.

Señor Presidente:

Estimados senadores y diputados:

Me es un grato deber recordar en este momento el tiempo cuando la Unión Soviética y los Estados Unidos Mexicanos eran los únicos

países donde los antifascistas alemanes fueron considerados - también por los respectivos Parlamentos y los Gobiernos nombrados por los mismos - como los únicos representantes legítimos de su pueblo, como aliados en la guerra contra Alemania fascista. Ante esta Alta Corporación quiero agradecer al pueblo mexicano que, dando prueba de su dignidad nacional y su responsabilidad ante la civilización humana, ofreciera su hospitalidad y solidaridad a los antifascistas alemanes, viendo en ellos la esperanza a una nueva Alemania humanista. Esta Alemania nueva es representada hoy por el primer Estado obrero y campesino en tierra alemana, la República Democrática Alemana, que no declaró la guerra, sino la paz, no el odio, sino la amistad entre los pueblos como principio de su Constitución.

Hace cuarenta años en México se editó por primera vez en idioma alemán una de las novelas más importantes de nuestro tiempo. Se trata del libro "La séptima cruz", escrito por Anna Segher, que vivió en México junto con los escritores Ludwig Renn y Bodo Uhse, el escritor y político Alexander Abusch y muchos otros. Cuando ellos, después de la aniquilación del fascismo por la coalición antihitleriana y su principal fuerza, la Unión Soviética, regresaban a su patria, manifestaron al Gobierno de México su sincero agradecimiento expresando la promesa de que como fieles amigos de México, trabajarían por la verdadera amistad entre la Alemania democráticamente reestructurada y México.

Recapitulando se puede decir que los representantes de la vida intelectual alemana regresados del exilio en México, participaban activamente en la creación de la nueva Alemania basada en los principios antifascistas, la República Democrática Alemana.

Hace poco, Anna Seghers escribió que México le había dejado la impresión más profunda. En este país, dice, he aprendido mucho. México es un país donde la gente cuando yo viví allá, se articulaba principalmente por las artes plásticas. Los muralistas mexicanos pintaron todo lo que tiene un papel importante en la historia revolucionaria de su pueblo, en su sentir y pensar.

Brindaron un aporte al arte de su propio pueblo y al arte universal, lo que sólo es posible si las ideas que conmueven al mundo inspiran a los artistas. A mí, dice nuestra gran escritora, México es muy presente. Merece nuestra amistad. Mis mejores deseos acompañan a quienes la fomenten y cultiven, escribe Anna Seghers.

Señor Presidente:

Señoras y señores:

El mundo de hoy se distingue fundamentalmente del ayer en que la tarea más importante era la de liberar a Europa de la tiranía nazi. Gracias al triunfo logrado por la unión Soviética y sus aliados en la coalición antihitleriana, y gracias a la lucha valiente de los combatientes de la resistencia alemana por una nueva Alemania y como resultado del desarrollo posguerra en tierra alemana, con la República Democrática Alemana surgió un Estado que desde hace decenios ha probado ser un bastión de la paz y el progreso y que, a la vez, correspondiendo a su deber internacionalista, presta ayuda solidaria a todos los pueblos que en África, Asia y América Latina, luchan por su libertad e independencia del colonialismo, neocolonialismo y pretensiones imperiales.

Conociendo bien los vivos vínculos existentes entre lo nacional y lo internacional, de lo cual habló su Presidente hace poco, nuestro pueblo se siente estrechamente unidos al gran pueblo de México.

El postulado reafirmado muchas veces por ustedes en su política exterior de que nadie debe ser excluido de la cooperación internacional por razón de ser diferente su sistema social, tiene gran relevancia para abrir aún más el camino que garantiza también a los pueblos de América Latina y el Caribe el derecho de elegir su propia forma de gobierno y el orden social. Como señalada expresión de eso consideramos y apreciamos la amistad y cooperación existentes entre México y las revoluciones de Cuba y Nicaragua, así como el reconocimiento de la auténtica oposición popular representativa de El Salvador.

Los resultados positivos del encuentro que sostuvo su Presidente, señor López Portillo, con el Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros de Cuba, Fidel Castro, no pueden sino influir positivamente la realización de nuestros ideales comunes - El afianzamiento de la paz e independencia de los pueblos.

La República Democrática Alemana siempre estará al lado de quienes defienden consecuentemente el derecho de los pueblos a la soberanía nacional y la autodeterminación.

Nos oponemos a cualquier intervención, chantaje e intimidación, a la creación de campos de entrenamiento para terroristas y contrarrevolucionarios que en diferentes países del Caribe deberán realizar actos de sabotaje, atentados y otras actividades subversivas. Con firme resolución denunciamos la criminal agresión llevada a cabo por Sudáfrica contra la República Popular de Angola.

No se puede pasar por alto el hecho de que durante la reciente sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se impidió mediante un veto la condena al régimen racista de Pretoria. El garantizar la paz y la seguridad en el sur de África es una necesidad imperiosa si nuestro empeño de asegurar a toda persona la libertad y dignidad humana debe seguir mereciendo crédito.

Señor Presidente:

Pese a las actividades perturbadoras por parte de sectores imperialistas, la República Democrática Alemana surgió de entre las ruinas de la segunda Guerra Mundial ocupando ahora uno de los lugares entre las 10 naciones más industrializadas del mundo. Dispone de una industria y agricultura moderna, de un alto nivel de la vida intelectual. En las últimas tres décadas, por ejemplo, más de un millón

cuatrocientos mil ciudadanos de nuestro pueblo de casi 17 millones terminaron estudios universitarios y de nivel medio especializados para servir mejor al pueblo.

Algunos de sus colegas ya tuvieron la oportunidad de conocer a nuestro país. Espero que haya podido ver el entusiasmo con que el pueblo de la República Democrática Alemana trabaja por el crecimiento económico y la prosperidad, por la estabilidad y el pleno empleo, por el afianzamiento de una vida pacífica y la felicidad de sus niños. Esta política dirigida al bien del pueblo quedó reafirmada en el X Congreso del Partido Socialista Unificados de Alemania, celebrado en la primavera de 1981. La realidad muestra que dicha política cuenta con el apoyo de todos los trabajadores, del pueblo entero.

El X Congreso del Partido Socialista Unificado de Alemania ratificó para los años ochenta nuestra orientación hacia el desarrollo armónico de la política económica y la social. Pese a las crisis existentes en el mundo y gracias a la estrecha cooperación con los países de la comunidad socialista, gracias a nuestros propios esfuerzos y participando plenamente en la división internacional de trabajo nos pudimos plantear el objetivo de desarrollar dinámicamente nuestra economía nacional también en los años de 1981 a 1985. Planificamos aumentar la renta nacional, la producción industrial de mercancías y la productividad del trabajo en un 5 por ciento anualmente, incrementar en un 4 por ciento los ingresos netos de la población y las ventas del comercio al por menor, manteniendo estables los precios para los artículos de gran consumo, el alquiler y tarifas de servicio. Consideramos como piedra angular de nuestra políticas social la construcción de viviendas.

En los últimos diez años fueron construidas o modernizadas 1.400,000 viviendas. Y en los años 1981 a 1985 serán 950,000 viviendas. Todo eso es el resultado del trabajo creador del pueblo entero, lo que hace posible elevar aún más su nivel de vida material y cultural.

Señor Presidente:

Señoras y señores:

Sea cual fuere el continente donde viven los pueblos lo que ellos necesitan más para dar forma a su existencia de acuerdo con sus anhelos, es la paz.

Apreciamos altamente el aporte que brindan los Estados Unidos Mexicanos, en particular el Presidente José López Portillo, a la solución de esta cuestión vital de la humanidad. Concordamos enteramente con la posición reiterada el 1o. de septiembre del año en curso por su Presidente en el Informe de Gobierno diciendo que se trata de alcanzar una paz que no es simplemente la ausencia de la guerra, sino que es activo proceso de la cooperación internacional en beneficio de todos.

En la política exterior de la República Democrática Alemana tienen prioridad la participación constructiva en el aseguramiento de la paz internacional y la lucha por cesar la carrera armamentista y por la limitación de los armamentos y el desarme. A esto nos obligan de forma especial dos guerras mundiales devastadoras que se desencadenaron en tierra alemana. Tal consecuencia política de paz resulta de la idiosincrasia de nuestro Estado.

Como es sabido la República Democrática Alemana linda directamente con la República Federal de Alemania, es decir, está situada en la línea divisoria entre los sistemas sociales del socialismo y capitalismo, entre las coaliciones militares del Tratado de Varsovia y la OTAN. De ahí que la cuestión de guerra o paz se planea con toda insistencia y consecuencia. Y de ahí que se manifiesta la evidencia fundamental del criterio de que no hay alternativa razonable a la coexistencia pacífica entre los Estados de diferentes regímenes sociales.

El afianzamiento de la paz mundial es la tarea más importante de nuestro tiempo. Debido a las maniobras de los sectores más agresivos del imperialismo y debido a la política de superarmamentismo practicada por la OTAN, se ha deteriorado considerablemente desde cierto tiempo la situación internacional.

Estos sectores, evidentemente, prefieren la confrontación a la distensión de lo que sirven de claras pruebas el programa de rearme a largo plazo adoptado por la OTAN en 1978, la resolución aprobada en Bruselas por la alianza occidental en 1979 sobre el estacionamiento de nuevos cohetes nucleares de alcance medio en Europa Occidental, la no ratificación por EE.UU. del Tratado SALT II y, finalmente, la más reciente decisión de Washington de ahora sí producir la bomba de neutrones. Con todo eso se trata de alcanzar la superioridad estratégico - militar sobre la Unión Soviética y los demás Estados socialistas.

Aunque esto sea ilusorio es, sin embargo, peligroso. Tales medidas dirigidas a una confrontación aumentan considerablemente el peligro de que la humanidad sea precipitada al infierno de una guerra nuclear mundial en que perecería.

Pero eso no debe ocurrir jamás. Para las generaciones de hoy y las venideras la paz debe ser asegurada firmemente, debe llegar a ser la forma normal de vida de los pueblos, la forma normal de sus relaciones.

En este sentido la República Democrática Alemana, al lado de sus aliados, sigue su concepto de política exterior realizando correctamente y en su totalidad el Acta Final de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación celebrada en Helsinki. Procede de acuerdo con aquel sistema europeo de tratados que partiendo también de los resultados de la segunda Guerra Mundial y el desarrollo posguerra, ha creado los fundamentos esenciales para el proceso de la distensión. No quiero dejar de mencionar que nuestro Estado ha contribuido de manera constructiva y múltiple a lograr estos resultados positivos.

Nuestros esfuerzos están dirigidos hacia el cese de la carrera armamentista, hacia avances concretos en la limitación de los armamentos y el desarme conforme a los principios de la igualdad y la seguridad igual que se alcanzarán

a través de negociaciones serias. Tienen particular importancia la limitación de los armamentos estratégicos y la reducción de los mismos. Como se sabe la URSS más de una vez declaró su disposición a continuar sin demora las necesarias negociaciones con EE.UU. Estamos en pro de un moratorio desde ahora del estacionamiento de cohetes nucleares de alcance medio de los países miembros de la OTAN y la Unión Soviética. Eso quiere decir que quedarán congeladas en el actual nivel cuantitativo y cualitativo dichas armas, incluso las armas nucleares norteamericanas de dislocación avanzada en Europa. Sería muy útil si el encuentro de Madrid celebrada a base de la conferencia de Helsinki convocara una conferencia europea sobre la distensión militar y el desarme.

Nuestro continente y el mundo entero no necesitan completamente los arsenales con armas, sino la limitación y disminución de cualquier tipo de carrera armamentista, especial la nuclear. No debe ser nuestro objetivo la intensificación de la confrontación militar, sino su reducción y el desarrollo de la cooperación mutuamente ventajosa. En aras de la paz global es preciso arreglar las cuestiones litigiosas internacionales no por la amenaza o utilización de la fuerza, no por medios militares, sino por una solución razonable y justa lograda en la mesa de negociaciones. Esto es nuestro punto de vista. Como pude observar con satisfacción coincidimos con los Estados Unidos Mexicanos en las cuestiones principales de la paz, el desarme y la distensión.

En la actualidad consideramos como tarea primordial la de eliminar las tensiones agravadas en el mundo y lograr un arreglo de las relaciones internacionales. Todo lo positivo alcanzado a duras penas en el camino hacia la distensión debe ser mantenido y consolidado. Para poder estabilizar de manera duradera la paz no sólo se requiere un saneamiento temporal sino un saneamiento profundo y a largo plazo de la situación mundial. Para salvaguardar la paz, estamos dispuestos a cooperar con quienes tengan sinceramente un objetivo. Es precisamente también la voz de los parlamentarios que en esta cuestión vital de la humanidad tiene tanta relevancia.

Señor Presidente;

Señoras y señores:

Me complazco en constatar que vienen desarrollándose bien las relaciones existentes entre la República Democrática Alemana y los Estados Unidos Mexicanos. Son, realmente, un ejemplo de la fuerza viva de la coexistencia pacífica. También en las relaciones políticas entre nuestro países han probado funcionar de manera excelente sus principios. En el terreno económico nuestros dos países se complementan cooperando en ventaja mutua. Así, en los últimos años, se han desenvuelto favorablemente el intercambio comercial y la cooperación científico - técnica. Logramos llegar a nuevas formas mutuamente ventajosas de la cooperación económica. Estoy convencido de que las conversaciones que sostendré durante mi visita resultarán en nuevos progresos, en beneficio común.

Cuando en 1938 México nacionalizara su industria petrolera, constituyó eso una proeza y un ejemplo, al que pasado un cuarto de siglo, seguían muchos países liberados del colonialismo. Mientras tanto, el principio de la soberanía nacional sobre las riquezas naturales viene ganando cada vez mayor reconocimiento general internacional. Forma parte de la lucha global por la independencia nacional, la libertad y el progreso social.

En esta relación me sea permitido realzar los enormes esfuerzos y múltiples iniciativas que el señor Presidente, mi distinguido anfitrión licenciado José López Portillo, despliega en los más diferentes niveles para que se logren relaciones económicas internacionales democráticas y justas. Es un tema muy importante para la paz y la cooperación económica equitativa entre los pueblos. Asimismo, quiero destacar que coincidimos con el concepto del señor Presidente José López Portillo encaminado a conseguir un consumo racional de energía y materia prima de nuestro planeta, en beneficio de toda la humanidad.

Al hablar sobre las relaciones entre nuestros dos países, merecen ser mencionados los múltiples contactos amistosos que existen en los más diferentes ámbitos y que sirven al entendimiento mutuo. Permítaseme resaltar particularmente también los encuentros entre los parlamentarios. El intercambio de conjuntos artísticos, de exposiciones, artistas, deportistas, científicos y jóvenes ya ha llegado a ser casi un elemento corriente de nuestras relaciones.

El trato sincero y la confianza mutua son a la vez las bases apropiadas para seguir ampliando nuestra cooperación. Los resultados positivos alcanzados en los años pasados nos alientan a enfocar con optimismo el futuro de nuestras relaciones.

Señor Presidente;

Estimados senadores y diputados:

Quedamos profundamente impresionados por la cordialidad y simpatía con que nos han acogido en su país, sentimientos que nos acompañan desde nuestra llegada misma. Es una prueba de la amistad presente entre nuestros pueblos y naciones. El cuidar y profundizar estos sentimientos será nuestra causa común.

Formulo votos por los mayores éxitos en el desempeño de sus cargos responsables, en beneficio del pueblo mexicano.

Les agradezco su atención. (Aplausos.)

AGRADECIMIENTO

El C. Presidente: A nombre del Congreso General agradecemos la cordial visita de nuestros distinguidos invitados. Rogamos a los miembros de la Comisión de Cortesía ya designados, acompañen al señor Presidente Erich Honecker

y a su comitiva, cuando desee retirarse de esta sala de sesiones. (Aplausos.) Proceda la Secretaría a dar lectura al acta de esta sesión.

ACTA

- El C. Secretario Antonio Cueto Citalán:

"Acta de la Sesión del Honorable Quincuagésimo Primer Congreso de la Unión, efectuada el día diez de septiembre de mil novecientos ochenta y uno. Presidencia del C. Diputado Luis M. Farías.

En la ciudad de México, a las once horas y cuarenta y cinco minutos del jueves diez de septiembre de mil novecientos ochenta y uno, la Presidencia declara abierta la sesión de Congreso General, una vez que la Secretaría manifiesta una asistencia de trescientos diez ciudadanos diputados y cincuenta y cuatro ciudadanos senadores.

Oficio del H. Senado de la República, por el que da a conocer la Comisión de Senadores que acompañará al señor Presidente de la República Democrática Alemana.

La Presidencia informa a la Asamblea que esta sesión se lleva a cabo con el objeto de recibir al Excelentísimo señor Erich Honecker, Presidente de la República Democrática Alemana, quien se encuentra en México en Visita de Estado y designa en Comisión para introducirlo al Salón de Sesiones y acompañarlo cuando desee retirarse, a los ciudadanos diputados Fidel Herrera Beltrán, senador Gustavo Baz Prada, diputado Manuel Terrazas Guerrero, senador Blas Chumacero Sánchez, diputado Adalberto Núñez Galaviz, senadora Martha Chávez Padrón, diputado Manuel Stephens García, senador Gilberto Ruiz Almada. Diputado Hildebrando Gaytán Márquez, diputada Adelaida Márquez Ortiz, diputado Enrique Peña Batiz y diputada Margarita Moreno Mena.

La misma Presidencia da lectura a los nombres de los distinguidos acompañantes del señor Presidente de la República Democrática Alemana: señor doctor Guenter Mittag, Miembro del Buró Político y Secretario del Comité Central del Partido Socialista Unificados de Alemania y Miembro del Consejo de Estado; señor Oscar Fischer, Secretario de Relaciones Exteriores; señor doctor Gerhard Beil, Miembro del Consejo de Ministros, Secretario de Estados y Primer Viceministro de Comercio Exterior; señor Peter Lorf, Embajador de la República Democrática Alemana en México y señor Frank Joachim Herrman, Secretario de Estado, y Jefe de la Cancillería del Presidente del Consejo de Estado. Asimismo, informa que se encuentra en el salón de Sesiones una Delegación Parlamentaria de Chipre, en la que están representados todos los Partidos Políticos de dicho país, encabezada por el señor diputado Alexis Galanos; también está presente el embajador de dicho país, Excelentísimo señor Kipros Kiprianos.

La Presidencia declara un receso en espera del Excelentísimo señor Erich Honecker, presidente de la República Democrática Alemana.

Se reanuda la sesión. Encontrándose en el Salón de Recepción de esta Cámara de Diputados el señor Presidente de la República Democrática Alemana, la Presidencia ruega a la Comisión designada cumpla con su cometido.

Una vez que la Comisión lo hace, la Presidencia expresa lo siguiente: Excelentísimo señor Erich Honecker, Presidente de la República Democrática Alemana. A nombre de esta Representación Nacional, me permito expresar a usted nuestra más alta satisfacción por que haya aceptado asistir, durante su visita oficial a nuestro país, a ésta que es la Casa del Pueblo de México. A nombre de todos los integrantes de esta Legislatura le damos a usted la más cordial bienvenida.

A continuación, hace uso de la palabra el C. Diputado Alejandro Sobarzo Loaiza, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.

El C. Presidente del Congreso informa que el señor Erich Honecker ha manifestado su deseo de dirigir a esta Representación Nacional un mensaje.

En seguida el señor Presidente de la República Democrática Alemana da lectura a su mensaje.

La misma Comisión que introdujo al señor Presidente de la República Democrática Alemana, le acompaña al retirarse del Recinto.

A nombre del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, la Presidencia agradece la presencia de los distinguidos invitados."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada, señor Presidente.

El C. Presidente: Rogamos a los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores encargados de ello, acompañen a la Delegación de Parlamentarios de Chipre que han tenido la gentileza de acompañarnos, a la hora que ellos deseen abandonar esta Sala. (Aplausos.) Agradecemos la presencia del señor Embajador Kipros Kiprianos.

(A las 13:05 horas se levanta la sesión de Congreso General.)

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"