Legislatura LI - Año III - Período Ordinario - Fecha 19811021 - Número de Diario 18

(L51A3P1oN018F19811021.xml)Núm. Diario:18

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"LI" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO III México, D. F., miércoles 21 de octubre de 1981 TOMO III. NUM. 18

SESIÓN SOLEMNE DE CONGRESO GENERAL

SUMARIO

SUMARIO

APERTURA.

MOTIVOS DE LA SESIÓN

La Presidencia manifiesta que esta sesión se lleva a cabo para recibir al Excelentísimo señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa, que se encuentra en nuestro país en Visita de Estado.

OFICIO DE LA H. COLEGISLADORA

Dando a conocer la Comisión de Senadores que acompañarán al distinguido visitante. De enterado.

COMISIONES DE CORTESÍA

La Presidencia designa las Comisiones de Cortesía para recibir e introducir a la Comitiva del señor Presidente de Francia así como al señor Francois Mitterrand.

BIENVENIDA

Después de un breve receso, la Comisión designada para el efecto, introduce al C. Presidente de la República de Francia, señor Mitterrand, quien toma su lugar en el Presídium. El C. Presidente de la Asamblea a nombre del Congreso de la Unión expresa al señor Presidente, de la República Francesa, su más alta satisfacción por haber aceptado asistir a este Recinto, que es la casa del pueblo de México

DISCURSO

El C. Diputado Humberto Hernández Haddad usa de la Tribuna para expresar la importancia de la visita del gran estadista francés al Parlamento Mexicano, y poner a manifiesto las buenas relaciones que han existido entre ambos países

MENSAJE DEL SEÑOR MITTERRAND

En seguida el señor Presidente de Francia hace uso de la palabra para dirigir un mensaje a la Representación Popular y a todo el pueblo, así como para agradecer el honor de que ha sido objeto al ser recibido por los legisladores mexicanos.

AGRADECIMIENTO

La Presidencia agradece de nueva cuenta la presencia del señor Presidente Mitterrand, así como su reconocimiento a la señora Danielle de Mitterrand por su asistencia y de igual manera expresa su agradecimiento a la Comitiva del señor Presidente de Francia. La misma Comisión que introdujo al Jefe de Estado, le acompaña al retirarse.

ACTA

Se da lectura y se aprueba el acta de esta sesión. Se levanta la sesión de Congreso General.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. HESIQUIO AGUILAR DE LA PARRA

(Asistencia de 318 CC. diputados y 54 CC. senadores.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 10:45 horas): Se abre la Sesión de Congreso General.

MOTIVOS DE LA SESIÓN

El C. Presidente: Se abre la sesión de Congreso General para recibir al excelentísimo señor

Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa, quien se encuentra en México en Visita de Estado.

OFICIO DE LA H. COLEGISLADORA

- El C. secretario Antonio Cueto Citalán:

"CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados al H. Congreso de la Unión. - Presentes.

Para conocimiento de esa H. Colegisladora, tenemos el honor de participar a ustedes que, en sesión celebrada en esta fecha, se designaron en comisión para acompañar al señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa, a su arribo y salida del Salón de Sesiones del Congreso, a la que asistirá en Sesión Solemne que se llevará a cabo el miércoles 21 del actual, a los siguientes ciudadanos senadores:

Vicente Coral Martínez, Horacio Labastida Muñoz, Nicolás Reynés Berezaluce y Jorge Cruickshank García.

Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

México, D. F., 20 de octubre de 1981. - Rafael Minor Franco, S. S. - Luis León Aponte, S. S."

- Trámite: De enterado.

COMISIONES DE CORTESÍA

El C. Presidente: Se designa en Comisión para que reciba e introduzca a la Comitiva del Presidente de la República Francesa a los siguientes legisladores: diputado Arturo Romo Gutiérrez, diputado Mauricio Valdés Rodríguez, diputado Federico Granja Ricalde, diputado Alfonso Zegbe Sanen, diputado Carlos Amaya Rivera, diputado Pablo Gómez Alvarez, diputado Martín Tavira Urióstegui, diputado Jorge Amador Amador, diputado Luis Alberto Gómez Grajales y diputado Gumercindo Magaña Negrete.

Se designa en Comisión para recibir e introducir al señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa, a los siguientes ciudadanos legisladores: diputado Alejandro Sobarzo Loaiza, Vicente Coral Martínez, diputado Héctor González Guevara, senador Horacio Labastida Muñoz, diputada Graciela Santana Benhumea, senador Nicolás Reynés Berezaluce, diputado Arturo Robles Aparicio, senador Jorge Cruickshank García, diputado Aristeo Roque Jaimes Núñez, diputado Graco Ramírez G. Abreu, diputado Esteban Zamora Camacho, diputado Ramiro Lupercio Medina, diputado Manuel Stephens García, diputado Roberto Picón Robledo, diputado Ezequiel Rodríguez Arcos, diputado Juan Delgado Navarro y diputado Gustavo Gámez Pérez.

El C. Presidente: Se ruega a las Comisiones designadas cumplir con su cometido, en su oportunidad.

El C. Presidente: Se declara un receso en espera del señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa.

(Receso.)

BIENVENIDA

El C. Presidente: Se reanuda la sesión. Se encuentra en el Salón de Recepción de esta Cámara de Diputados el señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa. Se ruega a la Comisión designada cumpla con su cometido.

(La Comisión cumple con su misión.)

- El mismo Presidente: Excelentísimo señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa. A nombre de esta Representación Nacional me permito expresar a usted nuestra más alta satisfacción por haber aceptado asistir durante su visita oficial a nuestro país, a este Recinto, que es la casa del pueblo de México.

A nombre de todos los integrantes de esta Legislatura, le damos a usted la más cordial bienvenida. (Aplausos.)

DISCURSO

El C. Presidente: Esta sesión se inicia con las palabras del ciudadano diputado Humberto Hernández Haddad. Se le ruega pase a la tribuna.

El C. Humberto Hernández Haddad: Honorable Asamblea:

Esta Sesión Solemne del honorable Congreso de la Unión, nos permite hoy reflexionar sobre nuestro pasado y analizar nuestra condición presente en el marco de la visita de un distinguido estadista.

Posee la historia de México una vasta riqueza que se alimenta hasta hace apenas cinco siglos de la concepción cosmogónica de nuestras estirpes mesoamericanas para luego fundir la sangre de nuestros abuelos aztecas, mayas, toltecas y otomíes en el cauce abundante de otras culturas cumpliendo su ciclo transformador por el cual todos los hombres están llamados a ser hermanos sin distinción de raza o condición social. Pocos pueblos han ejercido un liderazgo intelectual tan lúcido como el que ha desempeñado Francia para el mejoramiento de la condición humana. Cómo olvidar la cuna de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y su grandioso legado de igualdad, libertad y fraternidad en un tiempo agitado que acrecienta la legitimidad de estos principios políticos universales.

Para el pueblo que los creó y legó al mundo este Congreso de la Unión presenta un saludo fraternal que toma forma en un deseo: larga vida y prosperidad para la nación, que inconforme frente a la injusticia, inteligente frente a los enigmas de la naturaleza y creadora incansable

de belleza, nos permite recibirla hoy representada en sus mejores tradiciones democráticas por nuestro ilustre visitante. Francois Mitterrand. Presidente de la República Francesa.

(APLAUSOS.)

Señor Presidente Mitterrand:

Esta es la ciudad que Cuauhtémoc, nuestro Joven Abuelo, defendiera con sufrimiento y perseverancia como jamás príncipe y pueblo alguno lo mostraron, según la afligida expresión de Michel de Montaigne. Este es el país que nació a la independencia con Hidalgo, Morelos y una generación de insurgentes que se inspiró en las ideas del enciclopedismo y de la Ilustración, que vinieron a América con el brillo de la triunfante Revolución Francesa; esta es la nación que en la guerra de Reforma reivindicó la potestad del poder civil y creó un Estado moderno y laico que representa a todos, respetando su fe, sin atentar contra la fe de nadie; estado que inspiró a Víctor Hugo una lúcida descripción:

"México se ha salvado por un principio y por un hombre: el principio es la República, el hombre, Juárez." (Aplausos.)

Por ello, cada nueva generación de mexicanos tiene presentes las palabras de Emilio Oliver:

"Benito Juárez fue un hombre de Plutarco, del que cualquier nación podía enorgullecerse".

Es el país donde se produce la primera revolución social de este siglo y nace un nuevo concepto constitucional que coloca al Estado más allá de la función mediadora de un árbitro y lo convierte en tutelador de las garantías constitucionales de la clase trabajadora, abriendo un nuevo concepto para la gestión del Estado frente a las desigualdades sociales y en esos Congresos Constituyentes que sintetizan nuestro pasado, frecuentemente se invocaron las ideas de Juan Jacobo Rousseau y Benjamín Constant; es también el país de un soldado de la Revolución Mexicana, que supo leer en el porvenir y se anticipó a su tiempo, expresando el más puro nacionalismo: Lázaro Cárdenas, reivindicador del petróleo de México (aplausos); país que actualmente ha llegado a la convicción de que para garantizar la estabilidad política internacional, sin cancelar el proyecto de vida de los países no productores, el petróleo deberá ser tratado como un patrimonio común de la humanidad, dentro de un plan mundial de energía.

Así encuentra a México, en una etapa constructiva de renovación; constructiva, porque estamos creando los conceptos y las instituciones que resuelvan los problemas sociales del país; de renovación, porque nuestro ideario político se ha visto enriquecido con el advenimiento de nuevos valores como son fundamentalmente los que dieron contenido a la reforma política, que es un proceso de transformación viertan en los instrumentos más poderosos que de nuestras instituciones, para que éstas se conaseguren a nuestro pueblo su destino de libertades.

México es un país joven que está luchando por un destino mejor, que se ampara en los sanos y vigorosos principios de nuestra política internacional. En todas estas manifestaciones la significación del pensamiento francés está presente en la vida de México. Un pensamiento que se distingue por la búsqueda de objetivos sociales que resulten del equilibrio entre libertades individuales, derechos humanos y necesidades colectivas. En esa dirección se escuchan las voces plurales que desde este recinto legislativo representan un proyecto histórico nacionalista y un programa de libertades sociales que concilian nuestras diversas adhesiones ideológicas y aseguran la unidad nacional.

Para usted, señor presidente Mitterrand, la función parlamentaria ha sido un ejercicio importante en su formación de hombre de Estado; una larga experiencia como diputado de la Asamblea Nacional Francesa, le señala como militante distinguido de la democracia. Su admiración por Jean Jaurés, León Blum y Pierre Mendes France, confirman su elevado sentimiento de respeto por la voluntad mayoritaria. Y seguramente en la disciplina que impone el debate parlamentario, habrá adquirido esa actitud que todos le admiran, la force tranquille, la fuerza tranquila, que sabe imprimir a su trabajo y que revela la experiencia del veterano parlamentario.

Sus libros, sobre una amplia gama de temas, le convierten en un escritor pródigo, afirmando su carácter de hombre representativo de una de las más altas cualidades de la cultura de Francia. El buen político francés está comprometido a ser un elegante exponente de las letras francesas.

En México seguimos con mucha atención el desenvolvimiento de su gobierno deseando que una vez más Francia derrame el tesoro de su honda espiritualidad universal. Jean Jaurés escribió a principios de siglo, cómo al descubrir en unos archivos un fragmento del Diario de Babeuf, leyó con estremecimiento de alegría estas palabras:

"En aquel gran peligro de la libertad pública comprendieron los demócratas que, por un interés tan sagrado, debían, exponiendo sus vidas, salvar a aquellos de sus perseguidores que tanto les habían traicionado, pero que no podían perecer sin que la misma libertad sucumbiese."

Así se defienden los valores políticos superiores sin más intención que lograr su sobrevivencia en momentos que todo amenaza con destruirlos.

No es una contradicción y menos una casualidad el que México y Francia hayan hecho coincidir su vocación democrática en las actuales circunstancias, sin ambigüedades que acrecienten aún más las tensiones internacionales.

La posición franco - mexicana expresada el pasado 28 de agosto, en un comunicado dirigido a la Asamblea General de las Naciones Unidas,

es un llamado oportuno y sincero para que se detenga la pérdida de vidas que hoy destruyen a la nación salvadoreña, genocidio que debiera ser motivo suficiente para avergonzar a las conciencias civilizadas y frente al cual nadie ha sido capaz de presentar una solución.

No fue intervencionismo, fue respeto por la vida del pueblo salvadoreño, lo que movió a los gobiernos de Francia y México, abandonando la cómoda posición de una indiferencia que oculta la gravedad de lo que ahí ocurre.

Francia y México no se equivocaron, quienes dudaron de la sinceridad de sus propósitos debieran recordar que armarse es un acto soberano que cualquier gobierno puede realizar en nombre de su seguridad, pero que hacerlo para destruir a su propio pueblo es un acto reprobable en nombre del más elemental respeto a los derechos humanos.

La historia pondrá en su justo sitio esta acción diplomática que muestra al mundo una deficiencia preocupante: la falta de medios reales para la resolución de conflictos que pueden solucionarse a tiempo, sin dejar crecer el fantasma de la guerra y la aniquilación, ausencia del mecanismo que distorsionó este esfuerzo para ayudar a los salvadoreños a prescindir de la violencia y evitar la internacionalización del conflicto.

Frente a esos vacíos que el Derecho Internacional público encuentra en las actuales circunstancias, deberá concertarse un trabajo inteligente que perfeccione y amplíe la observancia de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas.

Francia y México pueden ser promotores importantes de este proceso de fortalecimiento de las instituciones y el Derecho Internacionales, con apego a su tradición de pueblos pacifistas que comparten un rasgo común; son puertos seguros para defender del naufragio de la libertad a los refugiados, a los perseguidos del mundo, a través del asilo político en una continuada tradición de respeto a la dignidad humana.

Los autoritarismos políticos por determinantes económicos, son un riesgo de nuestros días. La fatiga de algunos conceptos, la falta de una doctrina económica, meta - keinesiana, estancan las negociaciones del acomodo mutuo que requiere el actual orden mundial.

¿Hasta dónde pueden sustraerse del proteccionismo los países en vías de desarrollo, si la economía internacional tiene un costo de escalada aguda en términos de eficiencia y crecimiento? ¿Es la democracia un valor exclusivo para las sociedades industriales?

Autarquía y autoritarismo han roto su asociación histórica y hoy resultan términos contrapuestos.

Este es un dilema político que tendrá que ser resuelto con los nuevos conceptos de una economía mundial que incluya a todos sin desestabilizar a nadie.

¿Hasta dónde abrir las economías al libre cambio sin cancelar la soberanía nacional?

¿Pueden dejarse libres las fuerzas del mercado internacional sin pérdida de la estabilidad política de los países menos desarrollados?

La respuesta está en el porvenir, podrán darla interlocutores razonables que conciban un nuevo orden económico para un tiempo que requiere una nueva división internacional del trabajo.

Decía Ortega y Gasset que vivimos en un tiempo en que el hombre, dueño de todas las cosas, no es dueño de sí mismo; algunos, perdidos en medio de su propia abundancia; un hombre moderno al que le está pasando lo que se decía del regente durante la minoría de Luis XV, tenía todos los talentos excepto el talento de hacer uso de ellos.

Para mañana todos deseamos un fructífero encuentro de hombre - estado que propicie el rápido hallazgo de los nuevos equilibrios internacionales. El talento de los hombres de Cancún es seguramente suficiente para usar la historia como aliada; "si nuestro tiempo gusta de juzgar el pasado con arreglo a la grandeza, la cumbre de Cancún es un gran paso para mejorar el futuro de la humanidad." En esa cumbre, señor Presidente Mitterrand, usted hace presente una vez más el pensamiento avanzado de Francia al servicio de la humanidad.

Gracias. (Aplausos.)

MENSAJE DEL SEÑOR MITTERRAND

El C. Presidente: El señor Presidente de la República Francesa ha manifestado a esta Presidencia su deseo de entregar a esta Representación Nacional un mensaje:

Señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa, tiene usted la palabra (aplausos.)

- El señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa: Señor Presidente;

Señores miembros del Congreso:

Yo sé lo que es el mandato parlamentario, conozco las obligaciones que esto implica y también he conocido las tareas fascinantes que esto representa. Quisiera agregar que me encuentro con sumo agrado, incluso, si es únicamente por unos pocos momentos, en un parlamento; efectivamente me conmueve su invitación porque este privilegio que tengo hoy de dirigirme a ustedes, no lo tengo en Francia.

Sí, efectivamente, en mi país el Presidente de la República es el único ciudadano que nunca puede ir al Parlamento porque sólo se comunica con las Cámaras mediante mensajes leídos por el Presidente de la Asamblea, que no son objeto de debate. Entonces comprenderán que aprecio por lo tanto muchísimo este encuentro breve con personas que me son familiares, puesto que me hacen ustedes el honor excepcional de ser recibido por ustedes, pero más allá de estas consideraciones de tipo personal, tengo otras muchas razones de tener sumo agrado de estar aquí esta mañana con ustedes.

No sólo porque acabo de escuchar un magnífico discurso de su colega el señor Humberto Hernández Haddad, discurso lleno de cultura y de vista sobre el mundo en el cual encuentro el eco de una cultura común a ambos países, pero también porque tengo cierto número de cosas que expresarles desde un punto de vista general y sobre la política de mi país.

En primer lugar, México es uno de los pocos países de la región que se ha gobernado por un Estado de Derecho y constituye por lo tanto una referencia para muchos pueblos que están esperando el momento en el cual unas instituciones democráticas les van a permitir sentirse libres.

Y quiero precisar que por lo que se refiere a México, sus instituciones, como lo recordó usted, no nacieron ayer; son antiguas. Han tenido que superar muchísimas pruebas y no sólo han demostrado su solidez y su eficacia, sino que también han permitido una evolución constante en el sentido deliberativo.

Sus instituciones efectivamente han dedicado, han consagrado, mejor dicho, la instauración del pluralismo sin el cual no puede haber democracia auténtica. Y en un mundo en el cual los parlamentos dominados por la técnica, algunas veces por la tecnocracia, tienen tendencia, es el movimiento general, a dejar el paso al Poder Ejecutivo y a veces incluso en provecho únicamente de la administración.

Ahora bien, México nos ofrece el magnífico ejemplo de una evolución en sentido inverso: es decir, que sin revolución, sin revolución tiene ruido. Pero eficazmente el Congreso ha subido, en el período reciente, asumir nuevos poderes. Sus asambleas se ejercen actualmente sin volver a poner en entredicho los principios de sus sistemas ni tampoco la estabilidad de sus instituciones.

Al proceder de esta manera, por etapas, pero por etapas significativas, el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos ha evitado que el incremento de sus responsabilidades se haga mediante uno de estos conflictos de poderes, siempre difíciles de superar.

Las responsabilidades que ejercen ustedes nos parecen, por ello, más duraderas que las conquistadas en caliente y que una vez que ha pasado ya el acontecimiento desaparecen poco a poco y entonces se restablecen las costumbres de la vida institucional. Uno de los grandes regímenes presidenciales que conocemos perfectamente han tenido recientemente la experiencia de ellos, sin que sus instituciones hayan evolucionado profundamente por ello.

Algunos se preguntan a menudo:

¿Un parlamento es necesario todavía en nuestros días?

¿Un parlamento para qué?

Es una pregunta que se oye en cada reunión de la Unión Interparlamentaria, cuando los Parlamentos del mundo entero se encuentran y confrontan sus experiencias y es una pregunta que se hace muchas veces los parlamentarios mismos cuando comparan sus medios con los medios del Ejecutivo.

Quisiera que me permitan evocar un recuerdo personal que me va a permitir contestar esta pregunta.

Cuando yo era diputado, mi grupo parlamentario, que era el grupo socialista, había adoptado una regla sencilla, que era la siguiente: sus elegidos no tenía derecho a mantener relaciones en el marco de las instituciones organizadas en el seno de nuestro parlamento con los Estados que no tenían parlamento, pues si nosotros, socialistas, considerábamos que un Estado sin parlamento era un Estado sin democracia; y, sin embargo, no queríamos volver a instituir los regímenes que habíamos conocido, a través de horas gloriosas o tristes, 3a. y 4a. República, en la cual la institucional era un sistema de beneficio de asambleas soberanas y tampoco deseamos un régimen en el cual el parlamento sólo tendría que callar.

Naturalmente, no somos unos ignorantes.

Sabemos muy bien que un Parlamento no es suficiente para dar a un Estado el calificativo de democrático, otras condiciones tienen que reunirse. Sin embargo, hay que reconocer que en una parte en que exista un Parlamento también existe una posibilidad democrática, más o menos grande, más o menos afirmada, pero existe, y esto es lo esencial por lo menos para el principio. Por eso realmente me satisface muchísimo poder encontrar al Parlamento de un Estado democrático y que quiere ser cada día más pluralista.

Señoras y señores miembros del Congreso de la Unión:

He deseado poder exponer ante ustedes las grandes orientaciones de la política exterior de Francia, tal y como la llevamos a cabo desde mi elección el 10 de mayo pasado. Es normal que lo explique a mis amigos, Francia no explica sus actos sino ante la conciencia universal, pero debe explicar cuál es su acción a los países de los Parlamentos, a los gobiernos y a los pueblos, para quienes tiene consideración y entonces tiene que explicar lo que hace, lo que quiere hacer, cuáles son sus objetivos y cuáles son sus opciones.

La visión más alta de la política exterior de Francia, además de garantizar su seguridad, consiste en estar por todas partes donde pueda estar un elemento de paz y poder ayudar a la solución de los conflictos. Me dirán, la tarea desde luego es difícil, Francia mantiene en Europa relaciones estrechas y buenas con todos los países miembros de la Comunidad Europea.

Naturalmente unas divergencias nos separan a veces y podemos tener con nuestros interlocutores discusiones bastante difíciles de solucionar, pero para lo principal el acuerdo existe y está encaminado a dar al conjunto de los 10 países de la Comunidad una cohesión mayor y un peso económico y político que se incremente en el mundo.

Nos parece que en una época que se tiene tendencia a encerrase en dos bloques antagonistas en el momento en el mundo se divide en estrategias militares y en rivalidades, nos parece que Europa, a la cual pertenecemos, y específicamente por el azar de la historia, para no decir de la geografía, nos parece que la Europa Occidental de la Comunidad Económica Europea puede desempeñar un papel determinante para el porvenir de todos nosotros.

Saben ustedes que el miembro de pleno derecho, con toda soberanía de la Alianza Atlántica, alianza defensiva, pero sin pertenecer a la OTAN o NATO, es decir al mando unificado integrado de la Alianza. Francia ha adoptado posturas claras por lo que se refiere a las relaciones Este - Oeste.

Consideramos por ejemplo, que la paz sólo puede resultar del equilibrio de las fuerzas; cuando este equilibrio no se encuentra garantizado existe un peligro para el mundo entero. Todo lo que hacemos va en esta dirección.

Acabamos de pasar por un período en el cual cada una de las superpotencias ha querido incrementar sus medios militares, pensando así preservar su seguridad, y quizás su imperio.

Esta preocupación legítima no puede llegar hasta establecer, en nuestra opinión, relaciones de fuerza de dominación. La hora de la negociación, puesto que las cartas están boca arriba, ha llegado ya.

Francia conservará el libre dominio de sus fuerzas que garantizan la independencia de sus decisiones, sin olvidar nunca la negociación internacional, específicamente en el marco de la Organización de las Naciones Unidas, o en el marco de sus instituciones especializadas, siempre fundamental para la búsqueda de la paz en el mundo, que pasa naturalmente por establecimiento de un desarme auténtico y controlado, desarme, arbitraje, seguridad colectiva.

Francia siempre estará dispuesta a facilitar los intercambios, los acercamientos, las reconciliaciones con pleno respeto de sus amistades y de sus compromisos.

En varios conflictos actuales, aparentemente insolubles, la paz no se podrá obtener por la adopción de posturas categóricas, solemnes y naturalmente estériles; será conveniente buscar los caminos, todos los caminos de la paz, sin exclusiva. Tendremos que intentar convencer a los adversarios determinados a ignorarse, pero tendrán ellos, en su propio interés, si quieren escapar al dominio de más potentes, que ellos tendrán que dialogar tarde o temprano. Esto se aplica al Medio Oriente, a África y quizás a Centroamérica. Se aplica en todas partes.

Al respecto quisiera referirme a El Salvador.

Considero al respecto, como ya ha sido dicho por mi predecesor en la tribuna de este Congreso, considero, digo, que la declaración franco - mexicana ha contribuido a hacer posible una toma de conciencia indispensable, como lo dije ayer en mi discurso pronunciado en la Plaza de la Revolución, es necesario que la desgracia, la violencia y la muerte dejen de ser lo que ocurre a diario en pueblos deseosos de vivir libres por fin. (Aplausos.)

De una manera más general no existe para Francia en el mundo de hoy en día ni paz ni estabilidad basadas sobre la injusticia económica social, es la explicación misma de nuestra postura interior, de nuestra opción, la prioridad que se nos impone a todos sin importar el estado de desarrollo de nuestras sociedades, es contribuir adentro a una repartición más justa del beneficio nacional y a la instauración de un orden económico mundial más equitativo y, por lo tanto, más viable. Es por esta razón, señoras y señores miembros del honorable Congreso de la Unión, que aprobé con convicción la Iniciativa tomada por el señor Presidente López Portillo en nombre de los Estados Unidos de México y por mi amigo Bruno Kreisky en nombre de Austria de reunir en Cancún a partir de hoy en la noche a 22 naciones para tratar ahí de los problemas Norte - Sur.

Francia, país que empezó desde el mes de mayo a incrementar de manera significativa su ayuda a los países en vías de desarrollo, espera que los participantes en la Conferencia de Cancún sabrán a la vez abarcar los problemas de manera global y buscar pragmáticamente resultados concretos. Estoy pensando, en particular, a los problemas de las materias primas, pienso en cierto orden monetario mundial, pienso en la energía, este patrimonio del que hablábamos anteriormente, patrimonio de la humanidad.

Por mi parte yo lo haré en lo que se refiere a Francia y deseo independientemente de su Jefe de Estado, cuyo pensamiento conozco bien y cuya acción admiro mucho, yo deseo que los demás Jefes de Delegación comprendan esa necesidad. Esto fue, señoras y señores miembros del honorable Congreso, lo que les quería decir acerca de la política exterior que lleva hoy en día mi país, Francia, las pláticas que sostuve con el señor Presidente López Portillo han mostrado la similitud de nuestros análisis y la convergencia positiva de nuestras orientaciones. Es muy raro que en 48 horas podamos haber hablado tantos problemas sin sentirnos tan bien como nos sentimos aquí en México, con el sentimiento de que a través del Atlántico, Francia y México son aliados por tantos recuerdos y por muchas acciones, y ahora lo son aún más por las grandes opciones que van a determinar la humanidad. Desde mi llegada a su país, yo comprendí que México y Francia podían seguir adelante, recorriendo el uno al lado del otro la distancia todavía larga que nos separa de nuestros objetivos comunes. Es decir, el lugar primordial que ocupan las relaciones anglo - mexicanas en la política exterior francesa. También, es decir, hasta qué punto, sobre este continente, al igual que en los demás, el desarrollo de nuestra amistad y de nuestra cooperación les parecen a muchos como un testimonio y un ejemplo.

¿Cómo no pensar ahora en el pueblo mexicano que ustedes representan aquí?

Yo imagino, si puedo permitirme imaginar, al conocer tan mal tantas regiones de México, imagino, sin embargo, a la luz de mis lecturas, de las reflexiones, de lo que me han dicho, lo que es el pueblo mexicano en toda su diversidad; su caminar a través de los siglos, esta pirámide de culturas y, finalmente, seta simbiosis o síntesis, la que hace que estén ustedes todos reunidos, este pueblo que vive y que ustedes tienen a su cargo, pueblo del cual expresan de manera contradictoria los intereses y las aspiraciones para hacer un todo que se va a llamar la historia de México, de la que ustedes son responsables.

Más allá de nuestros debates parlamentarios, muchas veces yo pensaba en los recintos de mi país, ya una vez pasadas las peleas, las divisiones, que los que se iban a enfrentar precisamente, los que se habían enfrentado en un momento del día y en muchos momentos de su vida, sentían la importancia de estar juntos representantes del mismo pueblo, expresar la voz del pueblo, interpretar estas necesidades del pueblo, defender sus intereses y ya que ustedes tienen la confianza de su pueblo, asumir esta confianza sin sustituirse nunca al pueblo y vigilar para que a través del tiempo el pueblo sea el que cada vez más pueda directamente escoger. Pero la expresión representativa siempre será necesaria ya que permite serenamente en el vigor del pensamiento, del debate, permite sentirse responsable de la historia de un pueblo.

Señores miembros del Honorable Congreso:

No solamente en razón de vuestras personalidades, no solamente en razón de aquello que habéis reservado para Francia, sino también por haber demostrado a través de vuestra imagen del pueblo mexicano. Finalmente, vuestra vida, aquella que también yo creo, es la de construir la moderna historia del siglo presente.

¿Viva el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos! ¡Viva el pueblo mexicano! ¿Viva Francia! ¡Viva México!

AGRADECIMIENTO

El C. Presidente: Señor Presidente Francois Mitterrand, el Congreso General agradece a usted de nueva cuenta, su presencia ante esta Representación Nacional. Al mismo tiempo, desea por mi conducto expresar su reconocimiento a la Señora Danielle de Mitterrand, por su asistencia de este solemne acto. (Aplausos.)

También expresa el Congreso su agradecimiento a la Comitiva del Presidente de la República Francesa. Muchas gracias.

Se ruega a las Comisiones designadas para acompañar al señor Presidente de la República Francesa lo hagan cuando él deseé abandonar el salón.

(La Comisión cumple su cometido.)

ACTA

El C. secretario Antonio Cueto Citalán: Se va a dar lectura al acta de esta sesión.

"Acta de la Sesión del Honorable Quincuagésimo Primer Congreso de la Unión, efectuada el día veintiuno de octubre de mil novecientos ochenta y uno.

Presidencia del C. Hesiquio Aguilar de la Parra.

En la ciudad de México, a las diez horas y cuarenta y cinco minutos del miércoles veintiuno de octubre de mil novecientos ochenta y uno con asistencia de trescientos dieciocho ciudadanos diputados y cincuenta y cuatro ciudadanos senadores, la Presidencia declara abierta la sesión de Congreso General.

La propia Presidencia informa a la Asamblea que esta sesión se lleva a cabo con el objeto de recibir al Excelentísimo señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa, que se encuentra en nuestro país en Visita de Estado.

Oficio de la H. Colegisladora por el que comunica la designación de los CC. senadores que acompañarán al señor Presidente de la República Francesa, a su arribo y salida del Salón de Sesiones del Congreso de la Unión. De enterado.

A continuación la Presidencia designa las siguientes Comisiones de Cortesía:

Para recibir e introducir al Salón a la Comitiva del señor Presidente de la República Francesa, a los ciudadanos diputados Arturo Romo Gutiérrez, Mauricio Valdés Rodríguez, Federico Granja Ricalde, Alfonso Zegbe Sanen, Carlos Amaya Rivera, Pablo Gómez Alvarez, Martín Tavira Urióstegui, Jorge Amador Amador, Luis Alberto Gómez Grajales y Gumercindo Magaña Negrete.

Para recibir e introducir al Salón al señor Francois Mitterrand, Presidente de la República Francesa, a los ciudadanos legisladores diputado Alejandro Sobarzo Loaiza, senador Vicente Coral Martínez, diputado Héctor González Guevara, senador Horacio Labastida Muñoz, diputada Graciela Santana Benhumea, senador Nicolás Reynés Berezaluce, diputado Arturo Robles Aparicio, senador Jorge Cruickshank García, diputado Aristeo Roque Jaimes Nuñez, diputado Graco Ramírez G. Abreau, diputado Esteban Zamora Camacho diputado Ramiro Lupercio Medina, diputado Manuel Stephens García, diputado Roberto Picón Robledo, diputado Ezequiel Rodríguez Arcos, diputado Juan Delgado Navarro y diputado Gustavo Gómez Pérez.

La misma Presidencia ruega a las Comisiones designadas, cumplan en su oportunidad, con su cometido.

Se declara un receso en espera del distinguido visitante.

Se reanuda la sesión.

Encontrándose en el Salón de Recepción de esta Cámara de Diputados el señor Francois Mitterrand, Presidente de Francia, la Comisión designada para el efecto, lo introduce al Salón de Sesiones y toma su lugar en el Presídium.

El C. Presidente de la Asamblea, a nombre de la Representación Nacional, expresa al señor Francois Mitterrand su más alta satisfacción

por haber aceptado asistir, durante su visita oficial a nuestro país, a este Recinto, que es la casa del pueblo de México.

Acto seguido, el C. diputado Humberto Hernández Haddad, a nombre del Congreso de la Unión hace uso de la palabra para darle cordial bienvenida y manifestar la importancia de las buenas relaciones que siempre han existido entre el pueblo francés y el pueblo mexicano. Menciona a los héroes franceses así como a los héroes de México.

Concluye con los siguientes conceptos: "Si nuestro tiempo gusta de juzgar el pasado con arreglo a la grandeza, la cumbre de Cancún es un gran paso para mejorar el futuro de la Humanidad."

En seguida el señor Presidente de la República Francesa, señor Francois Mitterrand, hace uso de la Tribuna para dirigir un mensaje a la Representación Nacional y a todo el pueblo de México, así como para agradecer el honor de que ha sido objeto al ser recibido por el Parlamento Mexicano.

La Presidencia agradece de nueva cuenta al señor Presidente Mitterrand, su presencia ante esta Representación Nacional, así como su reconocimiento a la señora Danielle de Mitterrand por su asistencia a esta sesión solemne. De igual manera manifiesta su agradecimiento a la comitiva del señor Presidente de la República Francesa.

La misma Comisión que introdujo al distinguido Jefe de Estado de la República Francesa, le acompaña a retirarse del Salón."

Está a discusión el Acta de esta sesión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba...Aprobada, señor Presidente.

- El C. Presidente (a las 11:45 horas): Se levanta la sesión de Congreso General. Se ruega a los ciudadanos diputados permanezcan en sus lugares para iniciar la Sesión Ordinaria de Cámara de Diputados.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"