Legislatura LII - Año II - Período Comisión Permanente - Fecha 19840131 - Número de Diario 6
(L52A2PcpN006F19840131.xml)Núm. Diario:6ENCABEZADO
Diario de los Debates
DE LA COMISIÓN PERMANENTE
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
"LII" LEGISLATURA
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921
AÑO II México, D.F., martes 31 de enero de 1984 TOMO II. NÚM. 6
SUMARIO
SUMARIO
APERTURA
ORDEN DEL DÍA
ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR. SE APRUEBA
INVITACIONES
A la ceremonia cívica conmemorativa en el CLXX aniversario luctuoso del general Mariano Matamoros, que tendrá lugar el 3 de febrero próximo en esta ciudad. Se designa comisión
Al primer informe de gobierno del C. licenciado Enrique Alvarez del Castillo, gobernador de Jalisco, que se verificará el día 4 de febrero próximo. Se designa comisión
COMUNICACIONES
De los congresos de Hidalgo y Guanajuato, relativas a actos inherentes a sus funciones legislativas. De enterado
OFICIO DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN
HOJA DE SERVICIOS
Del general de brigada Carlos H. Bermúdez Dávila, que se remite para los efectos de la fracción VII del artículo 79 constitucional. Se turna a comisión
DICTAMEN DE PRIMERA LECTURA
PRESTACIÓN DE SERVICIOS
Proyecto de decreto que permite a la C. María E. Ramírez Villaseñor prestar servicios en la Embajada de Francia, en México. Primera lectura
DICTAMEN A DISCUSIÓN
EMBAJADOR ANTE EL GOBIERNO DE GRECIA
Punto de acuerdo que ratifica el nombramiento expedido en favor de la C. licenciada Olga Pellicer Silva, como Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de México ante el Gobierno de la República Helénica. Se aprueba. Comuníquese
PROTESTA DE LEY
De la C. licenciada Olga Pellicer Silva, cuyo nombramiento como embajadora acaba de ser aprobado
CONMEMORACIÓN DEL ACTA CONSTITUTIVA DE LA FEDERACIÓN Y DE LA PROMULGACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1917
Por parte de esta Comisión Permanente, en ocasión del CLX y LXVII aniversarios, respectivamente. Una comisión designada al efecto, introduce al Salón de los CC. licenciado Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación, Jorge Iñarritu y Ramírez de Aguilar, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Miguel González Avelar, Presidente de la Gran Comisión del Senado y profesor Jesús Romero Flores, diputado Constituyente de 1917. La presidencia agradece su presencia a los invitados. Usan de la palabra para poner de manifiesto la importancia que entrañan estas conmemoraciones y rendir homenaje a los Constituyentes de 1824 y 1917, en forma especial a don Jesús Romero Flores, único sobreviviente del Congreso Constituyente de 1917, los CC. senador Agustín Téllez Cruces y diputados Bernardo Bátiz Vázquez, Rolando Cordera
Campos, David Orozco Romo, Rafael Aguilar Talamantes, Jesús Luján Gutiérrez y José Luis Lamadrid Sauza
ORDEN DEL DÍA
De la sesión próxima
DEVELACIÓN
La Presidencia invita a todos los presentes a la develación de los bustos de los Diputados Constituyentes Miguel Ramos Arizpe, Francisco Zarco y Jesús Romero Flores, en el vestíbulo de este Palacio Legislativo. Se levanta la sesión
DEBATE
PRESIDENCIA DEL C. DIPUTADO HUMBERTO LUGO GIL
(Asistencia de 25 ciudadanos legisladores.)
APERTURA
El C. Presidente (a las 10:35 horas): - Se abre la sesión.
ORDEN DEL DÍA
La C. secretaria , diputada María Luisa Calzada de Campos:
"Comisión Permanente.
Segundo Receso de la 'LII' Legislatura.
Orden del Día
31 de enero de 1984.
Lectura del acta de la sesión anterior.
El Departamento del Distrito Federal invita al acto cívico que con motivo del CLXX aniversario luctuoso del general Mariano Matamoros, tendrá lugar el próximo 3 de febrero.
El Congreso del estado de Jalisco invita a la Sesión Solemne en la que el C. licenciado Enrique Alvarez del Castillo, Gobernador Constitucional del Estado, rendirá su primer informe de gobierno, que tendrá lugar el próximo 4 de febrero.
Comunicaciones de los congresos de los estados de Hidalgo y Guanajuato.
Oficio de la Secretaría de Gobernación
Con el que se remite la hoja de servicios del C. Carlos Bermúdez Dávila, para los efectos de la fracción VII del artículo 79 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Dictamen de primera lectura
De la Primera Comisión, con proyecto de decreto por el que se concede permiso a la C. María Eugenia Ramírez Villaseñor para prestar servicios como secretaria en la embajada de Francia en México.
Dictámenes a discusión
De la Primera Comisión con punto de acuerdo, relativo al nombramiento de la C. licenciada Olga Pellicer Silva, como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de México, ante el Gobierno de la República Helénica.
Acto para conmemorar los aniversarios del acta constitutiva de la Federación y de la Constitución de 1917."
ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR
La misma C. Secretaria:
"Acta de la Sesión de la Comisión Permanente de la Quincuagésima Segunda Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día veinticinco de enero de mil novecientos ochenta y cuatro.
Presidencia del C. diputado Humberto Lugo Gil
En la ciudad de México, a las once horas del miércoles veinticinco de enero de mil novecientos ochenta y cuatro, la Presidencia declara abierta la sesión, una vez que la Secretaría manifiesta una asistencia de veinticinco CC. legisladores.
Lectura del orden del día y del acta de la sesión anterior verificada el día dieciocho del presente mes, misma que sin discusión se aprueba.
Se da cuenta con los documentos en cartera:
Invitación del Congreso del Estado de Tamaulipas, a la sesión solemne en la que el C. doctor Emilio Martínez Manautou, Gobernador Constitucional del Estado, rendirá el tercer informe de su gestión administrativa, que tendrá lugar el día 29 de los corrientes.
Para asistir a dicha ceremonia con la representación de la Comisión Permanente, la Presidencia designa en comisión a los CC. diputados Manuel Cavazos Lerma y senador José Ramírez Gamero.
La Legislatura del Estado de Yucatán invita a sesión solemne en la que el C. general de división Graciliano Alpuche Pinzón, Gobernador Constitucional de la entidad, rendirá el segundo informe de su gobierno el próximo 29 del actual.
Se designa en comisión a los CC senador Norberto Mora Plancarte y diputado Ricardo Castillo Peralta, Rafael Aguilar Talamantes y Jesús Luján Gutiérrez para asistir a este acto con la representación de la Comisión Permanente.
Los congresos de los estados de Baja California Sur, Guerrero, Jalisco, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Zacatecas, comunican actos inherentes a sus funciones legislativas. De enterado.
Oficio de la Secretaría de Gobernación por el que se da a conocer el nombramiento hecho por el C. Presidente de la República, en favor del C. arquitecto Antonio Calzada Urquiza, como embajador extraordinario y plenipotenciario de México, ante el Gobierno de la República de Colombia. Recibo y a la Primera Comisión.
La C. María Eugenia Ramírez Villaseñor solicita el permiso necesario para prestar servicios como secretaria en el servicio cultural de la embajada de Francia, en México. Recibo y a la Primera Comisión.
Dictamen con proyecto de decreto emitido por la Primera Comisión, que concede permiso a los CC. Virginia Medrano Urquijo, Martha Laura Cecilia Pimentel Foster, Mariano Ernesto Colín Romero y Victor Alan Romero Veit, para prestar servicios como empleados en la embajada de los Estados Unidos de América en México. Es de Primera lectura.
De la misma Primera Comisión, dictamen con proyecto de decreto que concede permiso a los CC. Norma Moreno Daniel y Francisco Caraciolo Ramírez Maldonado para prestar servicios como empleada de nómina y bibliotecario, respectivamente en la embajada de los Estados Unidos de América en México. Segunda lectura.
Sin discusión en lo general ni en lo particular, se aprueba en ambos sentidos por veinticuatro votos en pro y uno en contra. Pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.
El C. diputado Jesús Luján Gutiérrez hace uso de la tribuna para comentar la escasez de agua en muchas colonias del Distrito Federal y la sobreexplotación de los mantos acuíferos de alto y bajo Lerma, que ha provocado cambios ecológicos en varios municipios del estado de México.
Advierte también que con el Plan Cutzamala se generarán modificaciones ecológicas y que de no tomarse las medidas que frenen ese deterioro, en pocos años la mitad del valle de Toluca será una zona desértica.
Por las consideraciones expuestas, en nombre de su partido, el Popular Socialista, presenta las siguientes proposiciones:
Primera. Que se integre una Comisión de diputados de la H. Comisión Permanente para que se traslade y recorra el sistema Cutzamala y verifique las fallas y condiciones de operatividad.
Segunda. Que se instruya a las comisiones del Distrito Federal y de Ecología y Medio Ambiente para que realicen un estudio minucioso de las graves alteraciones ecológicas, ocasionadas en el sistema Lerma y presenten un informe y soluciones al respecto.
Tercera. Que las mismas comisiones estudien las condiciones ecológicas de la zona en que se localiza el sistema Cutzamala y exijan la protección ecológica de la región. Túrnese a la comisiones unidas del Distrito Federal, de Agricultura y Recursos Hidráulicos y de Ecología y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, y a las comisiones unidas del Departamento del Distrito Federal y de Agricultura, Ganadería y Recursos Hidráulicos de la Cámara de Senadores.
Por su parte, el C. diputado Bernardo Bátiz Vázquez, a nombre del Partido Acción Nacional, denuncia diversas acciones que dice se están llevando acabo en algunas dependencias oficiales y descentralizadas, con motivo de la reorganización y reagrupamiento del Partido Revolucionario Institucional, por medios impolíticos, inmorales y anticonstitucionales.
A su vez, el C. senador Manuel Ramos Gurrión usa de la palabra para expresar sus puntos de vista en relación a lo manifestado por el C. diputado Bernardo Bátiz Vázquez. Hace una serie de consideraciones sobre los principios que sustenta el Partido Revolucionario Institucional en todas las actividades políticas, sociales y culturales en todo el país.
Considera la denuncia del C. diputado Bernardo Bátiz Vázquez sin base ni fundamento y concluye señalando que es mejor dejar a sus respectivos partidos actúen como lo son dentro de un país pluralista, ideológico, como el que existe en México.
Para precisar conceptos y hacer aclaraciones interviene nuevamente el C. diputado Bernardo Bátiz Vázquez.
A continuación el C. diputado David Orozco Romo aborda la tribuna para protestar sobre lo expresado por el senador Manuel Ramos Gurrión, sobre el financiamiento dejando asimismo esa afirmación sin base alguna.
Nuevamente interviene el C. senador Mala Iglesia al Partido Acción Nacional, califinuel Ramos Gurrión para reiterar sus conceptos sobre el Partido Revolucionario Institucional y aclarar puntos expresados por los CC. diputados Bernardo Bátiz Vázquez y David Orozco Romo.
Agotados los asuntos en cartera se da lectura al orden del día de la sesión próxima.
A las doce horas y diez minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el día treinta y uno de los corrientes a las diez treinta horas."
Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si aprueba... Aprobada, señor Presidente.
INVITACIONES
EL C. secretario, senador Alfonso Zegbe Sanen:
"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D.F. - Departamento del Distrito Federal.
México, D.F., a 14 de enero de 1984.
C. diputado licenciado Humberto A. Lugo Gil, Presidente de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión. Palacio Legislativo. Presente.
El Departamento del Distrito Federal por conducto de esta Dirección General, invita a usted a la ceremonia cívica que tendrá lugar el próximo día 3 de febrero a las 10:30 horas, con motivo del CLXX aniversario luctuoso del general Mariano Matamoros, en el Altar a los Defensores de la Patria ubicado en el Hemiciclo a los Niños Héroes, del Bosque de Chapultepec de esta capital.
Al propio tiempo, me permito solicitarle tenga a bien dictar sus respetables instrucciones, con objeto de que una comisión asista al acto de referencia con la representación de esa Comisión que usted preside.
Reitero a usted, con mi reconocimiento, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
El Director de Programación y Acción Cívica, arquitecto Karl Godoy F."
El C. Presidente Humberto Lugo Gil: - Para asistir en representación de esta honorable Comisión Permanente se designa a los CC. legisladores, senador Héctor Vázquez Paredes y diputado César Humberto Vieyra Salgado.
El C. secretario, senador Alfonso Zegbe Sanen:
"C. Presidente de la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión, México, D.F.
La 'L' Legislatura del H. Congreso del Estado de Jalisco invita a usted la Sesión Solemne en la que el C. Gobernador Constitucional del Estado, licenciado Enrique Alvarez del Castillo dará lectura a su Primer Informe de Gobierno el próximo 4 de febrero a las 11:00 horas en el Teatro Degollado.
Guadalajara, Jal., enero de 1984."
El C. Presidente: - Para asistir en representación de esta honorable Comisión Permanente se designa a los legisladores, diputado José Luis Lamadrid Sauza, senador Francisco Madero González, diputado Rafael Aguilar Talamantes, senador Agustín Téllez Cruces y diputado Jesús Luján Gutiérrez.
COMUNICACIONES
EL C. secretario, senador Alfonso Zegbe Sanen:
"Pachuca, Hgo., diciembre 30 de 1983.
C. Presidente de la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión. México, D.F.
Para su conocimiento y fines correspondientes, me permito el honor de comunicar a usted(es) que, en Sesión Ordinaria celebrada el día de hoy, se llevó a cabo la Clausura del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones, correspondiente al tercer y último año de su ejercicio legal, de la Quincuagésima Primera Legislatura del H. Congreso Constitucional del Estado de Hidalgo, habiendo sido electa en la propia Sesión, la Directiva de la Comisión Permanente que fungirá durante el receso respectivo del 1o. de enero al 31 de marzo del año de 1984, de conformidad con los preceptos legales establecidos en los artículos 38 y 57 de la Constitución Política del Estado, en concordancia con los artículos 128 y 129 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo de esta Entidad Federativa, la cual quedó integrada en la forma siguiente:
Presidente: diputado licenciado Abel Cerón San Nicolás.
Vicepresidente: diputado profesor Rubén Águila Chávez.
Secretario: diputado licenciado Gabriel Perales Salvador.
Secretario: diputado Arturo Avila Marín.
Prosecretario: diputado Vicente Trejo Callejas.
Suplente: diputado Carlos Andrés Padilla Hernández.
Suplente: diputado Daniel Campuzano Barajas.
Al suplicar a usted(es) se sirvan tomar debida nota de lo anterior, aprovecho la oportunidad para reiterarle(s) las seguridades de mi atenta consideración.
Atentamente.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
El oficial Mayor del H. Congreso Constitucional del Estado de Hidalgo, C. Horacio Silva López."
Trámite: - De enterado.
El mismo C. Secretario:
"CC. Secretarios de la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión. México, D.F.
En debido acatamiento a lo dispuesto por el artículo 26 del Reglamento para el Gobierno Interior del H. Congreso del Estado de Guanajuato, tenemos el honor de comunicar a ustedes que la Quincuagésima Segunda Legislatura Constitucional del Estado, tuvo a bien clausurar su primer periodo ordinario de sesiones, correspondiente al segundo año de ejercicio legal.
Con fundamento en el artículo 69 de la Constitución Política del Estado de Guanajuato, eligió la Diputación Permanente que actuará durante su receso, la cual quedó integrada como sigue:
Presidente: diputado Juvenal Medel Ledesma.
Secretario: diputado Tomás Bustos Muñoz.
Prosecretario: diputado Salvador Tenorio Ortega.
Primer Vocal: diputado Simitrio Celedón Rodríguez.
Segundo Vocal: diputado José Luis Rodríguez Torres.
SUPLENTES:
1o. Diputada María del Rosario López Carmona.
2o. Diputado Francisco Vaca Navarro.
3o. Diputado Jorge Martínez Domínguez.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
Guanajuato, Gto., a 13 de enero de 1984.
Jorge Martínez Domínguez, D.S.; Juan Rojas Moreno, D.S."
Trámite: - De enterado.
OFICIO DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN
HOJA DE SERVICIOS
El mismo C. Secretario:
"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D.F. - Secretaría de Gobernación.
CC. Secretarios de la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Presentes.
Para conocimiento de ustedes y fines legales procedentes, a continuación les transcribo oficio que la Secretaría de la Defensa Nacional dirigió al suscrito, con fecha 12 del mes en curso:
'Por acuerdo del C. General de División D.E.M., Secretario de la Defensa Nacional, agradeceré a usted tenga a bien disponer que por su conducto se haga llegar a la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión, la Hoja de Servicios del C. General de Brigada Diplomado de Estado Mayor Carlos Humberto Bermúdez Dávila (434842), que en veinte fojas útiles se adjunta con carácter devolutivo, para efectos de la Fracción VII del artículo 79 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.'
Al comunicar a ustedes lo anterior, se acompaña con el presente el anexo que en el mismo se cita, reiterándoles en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
México, D.F., a 23 de enero de 1984.
El Secretario, licenciado Manuel Bartlett D."
Trámite: - Recibo y a la Segunda Comisión.
DICTAMEN DE PRIMERA LECTURA
PRESTACIÓN DE SERVICIOS
El mismo C. Secretario:
"Primera Comisión.
Honorable Asamblea: En escrito fechado el 17 del actual, la C. María Eugenia Ramírez Villaseñor solicita el permiso constitucional necesario para prestar servicios como secretaria, en el servicio cultural de la embajada de Francia en México.
En sesión celebrada por la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión el 25 de enero, se turnó a la Comisión que suscribe para su estudio y dictamen el expediente relativo.
CONSIDERANDO
a) Que la peticionaria acredita su nacionalidad mexicana con la copia certificada del acta de su nacimiento.
b) Que los servicios que la interesada prestará en el servicio cultural de la embajada de Francia en México, serán como secretaria.
c) Que la solicitud se ajusta a lo establecido en la fracción II del Apartado B del artículo 37 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Por lo expuesto, esta Comisión se permite someter a la consideración de la honorable Asamblea, el siguiente
PROYECTO DE DECRETO
Artículo único. Se concede permiso a la C. María Eugenia Ramírez Villaseñor para prestar servicios como secretaria en el servicio cultural de la embajada de Francia en México.
Sala de Comisiones de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión. México, D.F., a 27 de enero de 1984.
Diputado Jorge Luis Lamadrid Sauza, senador Agustín Téllez Cruces, diputado Bernardo Bátiz Vázquez, senador Andrés Henestrosa Morales, senador Norberto Mora Plancarte, diputado Ricardo Castillo Peralta, diputado Juan José Osorio Palacios, senador Miguel Borge Martín."
Trámite: - Primera lectura.
DICTAMEN A DISCUSIÓN
EMBAJADORA ANTE EL GOBIERNO DE GRECIA
El mismo C. Secretario:
"Primera Comisión.
Honorable Asamblea: A la Comisión que suscribe, fue turnado para su estudio y dictamen el expediente relativo al nombramiento de la C. licenciada Olga Pellicer Silva, como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de México ante el Gobierno de la República Helénica, que el Ejecutivo de la Unión envió a esta Comisión Permanente para los efectos de la fracción VII, del artículo 79 constitucional .
Del análisis que la Comisión hizo sobre los datos biográficos de la C. licenciada Olga Pellicer Silva, se infiere que nació en México, Distrito Federal; hizo sus estudios profesionales en la Universidad Nacional Autónoma de México y los estudios del postgrado, en la Universidad de París, en donde obtuvo el Diploma del Instituto de Altos Estudios Internacionales en 1961.
En sus antecedentes profesionales encontramos que ha ocupado varios cargos docentes: profesor investigador en el Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México; de los Cursos de Organismos Internacionales,
Derecho Internacional, Política exterior de México y Relaciones México - Estados Unidos, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), y en el Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Como profesor visitante ha asistido a las universidades de Oxford y California, y participado como ponente en más de cincuenta congresos y seminarios nacionales y extranjeros; actualmente es directora del Departamento de Política Internacional del CIDE.
Autora de varios libros entre los que destacan 'México y la Revolución Cubana' y 'La Política Exterior de México; desafíos en los ochentas'. Ha publicado varios artículos sobre historia contemporánea y relaciones exteriores de México en diversas revistas especializadas del país y del extranjero. Entre lo publicado conjuntamente, destaca el libro 'Centroamérica, futuro y opciones'; 'Las empresas transnacionales en México'; 'El afianzamiento de la estabilidad; vida política de México 1957 - 1960,' El entendimiento con los Estados Unidos y la gestación del desarrollo estabilizador; relaciones exteriores y políticas económicas en México 1952 - 1960'.
Es miembro de la Academia de Investigación Científica en México; del Consejo Académico del Programa de Estudios en relaciones Mexicano - Norteamericanas, Universidad de California, en San Diego; del Consejo Académico del Programa Latinoamericano del Centro Woodrow Wilson, Smithsonian Institution, Washington, D.C. y del Consejo Ejecutivo de Relaciones Internacionales de América Latina (RIAL).
En sus actividades en la Administración Pública ha sido: directora de la Unidad de Intercambio Cultural en la Secretaría de Educación Pública; representante de México ante la Comisión de las Naciones Unidas para la Situación Jurídica y Social de la Mujer; miembro de la Comisión Consultiva de Política Exterior en la Secretaría de Relaciones Exteriores y de la Delegación de México al Comité de las Naciones Unidas para el Desarrollo de los Principios de Derecho Internacional, relativos a la convivencia pacífica entre los estados.
Es criterio de esta comisión, asimismo, afirmar, a propósito de la designación de la licenciada Olga Pellicer Silva como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de México ante la República Helénica, que toda misión diplomática debe convertirse en los momentos actuales, en misión de paz, de cooperación y de solidaridad, y de que se cumple con los requisitos, exigencias y condiciones para el desempeño de dicho cargo y de que el mismo contribuirá a estrechar las relaciones internacionales en los términos de la política exterior mexicana.
Por todo lo anteriormente expuesto, nos permitimos someter a la consideración de la honorable Asamblea, el siguiente
PUNTO DE ACUERDO
Único. La Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en uso de la facultad que le concede la fracción VII del artículo 79 constitucional, ratifica el nombramiento de embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de los Estados Unidos Mexicanos ante el Gobierno de la República Helénica, que el Ejecutivo de la Unión expidió en favor de la C. licenciada Olga Pellicer Silva.
Sala de Comisiones de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión. México, D.F., a 21 de enero de 1984.
Diputado José Luis Lamadrid Sauza, senador Agustín Téllez Cruces, diputado Bernardo Bátiz Vázquez, senador Andrés Henestrosa Morales, senador Norberto Mora Plancarte, diputado Ricardo Castillo Peralta, diputado Juan José Osorio Palacios, senador Miguel Borge Martín."
Está a discusión el punto de acuerdo.
No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.
Los CC. legisladores que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobado. Comuníquese al Ejecutivo.
PROTESTA DE LEY
EL C. Presidente: - Se encuentra a las puertas de este recinto la C. licenciada Olga Pellicer Silva, cuyo nombramiento como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de México ante el Gobierno de la República Helénica, acaba de ser aprobado por esta Asamblea.
Para que la introduzcan al salón y la acompañen a rendir la protesta de Ley, se designa en comisión a los CC. legisladores diputado Manuel Cavazos Lerma y senadora Yolanda Sentíes de Ballesteros.
(La Comisión cumple con su cometido.)
El C. secretario, senador Alfonso Zegbe Sanen: - Se ruega a los presentes ponerse de pie.
El C. Presidente: - C. licenciada Olga Pellicer Silva: "¿Protesta desempeñar leal y patrióticamente el cargo de embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de México ante el Gobierno de la República Helénica, que se le ha conferido, y guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión?"
La C. licenciada Olga Pellicer Silva: - "Sí, protesto."
El C. Presidente: - "Si no lo hiciera así, la Nación se lo demande." (Aplausos.)
Se ruega a la comisión designada, acompañe a la C. embajadora cuando desee retirarse.
(La comisión cumple su cometido.)
CONMEMORACIÓN DEL ACTA CONSTITUTIVA DE LA FEDERACIÓN Y DE LA PROMULGACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1917.
El C. Presidente: - Se encuentran a las puertas de este recinto los CC. licenciado Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación, en representación del C. licenciado Miguel de la Madrid Hurtado, Presidente de la República; el licenciado Jorge Iñárritu y Ramírez de Aguilar, Presidente de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, licenciado Miguel González Avelar, Presidente de la Gran Comisión de la H. Cámara de Senadores, y el profesor Jesús Romero Flores, diputado constituyente. Se designa en comisión para introducirlos a este salón, a los CC. legisladores, senador Manuel Ramos Gurrión, senador José Antonio Padilla Segura y diputados Ricardo Castillo Peralta, Bernardo Bátiz Vázquez, Rolando Cordera Campos y Rafael Aguilar Talamantes.
(La Comisión cumple con su cometido.)
Esta Presidencia agradece, en nombre de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la presencia de los señores licenciado Manuel Bartlett Díaz, en representación del C. Miguel de la Madrid, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; del señor licenciado Jorge Iñárritu y Ramírez de Aguilar, Presidente de la H. Suprema Corte de Justicia; del señor licenciado y senador Miguel González Avelar, Presidente de la Gran Comisión de la H. Cámara de Senadores y del profesor Jesús Romero Flores, diputado constituyente, a esta sesión conmemorativa.
El siguiente punto del orden del día es la conmemoración en el CLX aniversario del Acta Constitutiva de la Federación - 1824 - , y en el LXVII aniversario - 5 de febrero de 1917 - , de la promulgación de la Constitución de los Estado Unidos Mexicanos.
Se han inscrito para hacer uso de la palabra en relación a esta conmemoración, los siguientes CC. legisladores: senador Agustín Téllez Cruces, diputado Bernardo Bátiz Vázquez, diputado Rolando Cordera Campos, diputado David Orozco Romo, diputado Rafael Aguilar Talamantes, diputado Jesús Luján Gutiérrez y diputado José Luis Lamadrid Sauza.
Tiene la palabra el senador Agustín Téllez Cruces.
El C. senador Agustín Téllez Cruces: - C. licenciado Humberto Lugo Gil, Presidente de la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión: C. licenciado Manuel Bartlett Díaz, representante personal del señor Presidente de la República; C. licenciado Jorge Iñárritu, Presidente de la honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación; C. licenciado Miguel González Avelar, Presidente de la Gran Comisión de la honorable Cámara de Senadores; C. profesor Jesús Romero Flores, ilustre Diputado Constituyente; honorable Asamblea; señoras y señores:
"Un día como hoy, 31 de enero, pero a 160 años de distancia, en 1824, fue sancionada el Acta Constitutiva de la República Federal Mexicana, que para muchos es considerada como acta de nacimiento de nuestra nacionalidad.
La monarquía y el centralismo absolutista, a los que por siglos estuvieron sometidos los grupos mayoritarios del país, habían originado el fermento popular suficiente para que surgiera el federalismo y la República.
Bajo la falsa ilusión de libertad que produjeron el Plan de Igualdad y los tratados de Córdoba, cayó la Nueva España independiente en peor situación que la sufrida en la Colonia, al quedar en manos del imperio absolutista de Iturbide y borrados por completo, los ideales que inspiraron el pensamiento de los grandes héroes de la insurgencia.
Las ideas de independencia que corrían paralelas con las de igualdad, dignidad, justicia y reivindicación social, habían sido expresadas en el Congreso de Anáhuac, en el acta solemne de la declaración de Independencia producida en Chilpancingo, de la cual emana el decreto constitucional para la libertad de la América Mexicana, firmado en Apatzingán.
No estaba solamente en juego la independencia de la patria. Hidalgo, Morelos y los hombres que forjaron con ellos la gran gesta libertaria, luchaban también contra la desigualdad, la explotación y la injusticia.
Las gestas revolucionarias del pueblo de México, desde la emprendida contra la Colonia en 1810, hasta la de 1910, se entrelazan e identifican en sus ideas de libertad y de justicia.
La abolición de la esclavitud, la cesación de los tributos, la moderación de la riqueza y de la pobreza, determinan con claridad el contenido del pensamiento insurgente. Como ejemplo está la proclama de López Rayón a nombre de Hidalgo, en donde expresa:
"El licenciado don Ignacio López Rayón, por particular comisión del excelentísimo señor don José Miguel Hidalgo y Costilla, capitán general del Ejército de Redención de estas novelísimas y felices américas... Declaro iguales a todos los americanos, sin la distinción consecuente que queda abolida la mísera condición de esclavo y libre todo el que haya sido, como cualquier individuo de la Nación".
También Morelos a nombre de Hidalgo expresaba:
"... Todos los habitantes no se nombrarán en calidad de indios, mulatos ni otras castas, sino todos generalmente americanos. Nadie pade castas que ha adoptado el fanatismo: Esgará tributos, ni habrá esclavos en lo sucesivo y y todos los que tengan serán castigados..."
Estos pensamientos inspiraron el Acta de Independencia y la Carta de Apatzingán, documentos que fueron ignorados en el Plan de Iguala y en los Tratados de Córdoba y atropellados definitivamente al instaurarse la monarquía imperial en el México independiente.
La historia nos enseña que el triunfo de cada una de nuestras revoluciones se ha visto culminado por una nueva constitución: La de Independencia con el acta cuyo aniversario celebramos, antecedente de la Constitución Federal de 1824, la de Reforma con la Constitución de 1857 y la primera revolución Social de este siglo, iniciada en nuestra patria en 1910, por la Constitución del 5 de febrero de 1917, a la que rendimos también homenaje.
En este aniversario tenemos el privilegio de contar con la presencia del único representante de los ilustres diputados constituyentes de Querétaro.
Prolífico escritor, sus profundas convicciones revolucionarias hacen de sus obras, cuya lectura desde años atrás he disfrutado por su generosidad, no sólo testimonio vivo de la historia patria, sino guía orientadora de los ideales revolucionarios.
El es, él encarna corpórea e intelectualmente a la Revolución Mexicana. Cumple casi un siglo de vida heroica y creativa. Símbolo viviente para la renovación moral, ejemplo de rectitud, de lealtad, de superación, de servicio, de perseverancia, de generosidad y de patriotismo. Es un honor y un privilegio que esté usted con nosotros en este aniversario, querido maestro, don Jesús Romero Flores.
Esta Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión, presidía con fina sensibilidad política por el diputado Humberto Lugo Gil, rinde, en la persona del distinguido revolucionario constituyente, profesor Romero Flores, homenaje a los legisladores mexicanos que visionariamente nos dieron la Carta Constitucional de 1917, cuyas avanzadas normas fundamentales le han dado fuerza y vigencia hasta la fecha.
En un mundo atemorizado por la violencia, no tendría sentido celebrar el aniversario de las normas que garantizan la paz y la convivencia humana y que orientan la conducta colectiva a la justicia social, sin sumar el nuestro al denodado esfuerzo de los que luchan por el respeto al derecho ajeno entre los individuos y las naciones.
Vivimos bajo el signo del armamentismo más sofisticado, producto de la lucha por la hegemonía de las más grandes potencias, y nos vemos involucrados inevitablemente en la angustia del holocausto nuclear.
Se ha generalizado la práctica del terrorismo, del atropello a las soberanías, del secuestro, del homicidio y de la matanza colectiva, que sofoca toda protesta contra la explotación, contra la miseria, contra la dominación del hombre por el hombre.
En el Plan Nacional de Desarrollo, cuya formulación deriva de la propia Constitución para determinar los programas de la administración Pública Federal, se expresa textualmente:
"Convencido de la importancia y relieve que en esta época han adquirido los derechos humanos, México incrementará su actuación en este campo. Procurará que tanto los tratados como los pactos internacionales en esta materia se respeten y tengan aplicación y vigencia. Seguirá contribuyendo al establecimiento y formulación precisa de lo que ha venido denominándose como la tercera generación de derechos humanos, de manera que el instrumento que los consigne refleje las realidades de nuestro tiempo".
En cumplimiento de este plan, la administración del Presidente Miguel de la Madrid ha implementado, tanto en lo interno como en el campo internacional, reformas legales y acciones concretas para el logro de la paz y para la protección de los derechos fundamentales del hombre, garantizados por nuestra Constitución.
En el campo internacional la actuación de México es de tal relevancia, que entusiasta y sinceramente unos países, y aparente e hipócritamente otros, han dado reconocimiento a las acciones de nuestro Gobierno, entre las cuales destaca la participación en el Grupo Contadora.
También en el campo internacional debemos sentirnos satisfechos de los esfuerzos que en todos los foros hacen los representantes de México a favor de la paz, ganando importantes reconocimientos, como el Premio Nobel de la Paz otorgado al maestro Alfonso García Robles.
Una forma de precavernos contra la existencia, fabricación y utilización de armas nucleares en nuestro territorio ha sido el Tratado de Tlatelolco.
Como acción encaminada al mejor cumplimiento del Tratado y toda vez que no sólo deben considerarse como armas prohibidas las que afectan la seguridad pública, cuya portación, posesión y fabricación está sancionada con penas leves, considerando que las armas nucleares atentan contra la existencia de todos los seres humanos y de todos los seres sobre la tierra, podría resultar conveniente incluir en el Código Penal donde se reprochan y sancionan las conductas antisociales, un nuevo tipo de delito contra la humanidad, delito de gravísimo peligro, consistente en la fabricación y posesión de armas nucleares y en la investigación que tenga por finalidad el diseño de armamento nuclear.
Si la Constitución garantiza la vida, la salud, el trabajo, las libertades y la justicia social, y la intención del Plan Nacional de Desarrollo es ampliar las garantías a lo que llama Tercera Generación de Derechos Humanos, la inclusión en las normas jurídicas de disposiciones como las propuestas, resultan de evidente congruencia.
Habrá quien piense que el artículo 71 de nuestra Carta Magna, cuyo aniversario estamos celebrando, otorga a los senadores al Congreso de la Unión el derecho de iniciar leyes, y que nos es propio sugerir sin proponer, cuando se tiene la facultad de iniciar.
Sin embargo, una de la tesis que dan fundamento al Plan Nacional de Desarrollo que nos rige, es la planeación democrática. Por lo tanto, la idea, que no tiene pretensiones de originalidad, ni fines personales ajenos a la función legislativa, tendría que ser sometida
a la consulta popular, para que de ahí surgiera su aprobación o su desestimación.
Frente a la crisis, la transformación legal ha sido indispensable. Tenemos la convicción de sus aciertos, de su prudencia y de su necesidad.
Con certeza el representante de los legisladores constituyentes, con elevada autoridad moral, puede decir que el documento fundamental de la Revolución Mexicana se ha robustecido y actualizado, sin desviaciones, ni retrocesos.
Estamos convencidos del acierto histórico del Acta Constitutiva de la República Federal Mexicana, sobre la forma de gobierno y la mayoría de los mexicanos seguimos manteniendo los ideales consignados en la Constitución de 1917, con plena confianza en los destinos de México.
Señor profesor don Jesús Romero Flores, que el próximo aniversario, cumplidos sus cien años de fructífera existencia, pueda usted, con nosotros, contemplar los horizontes de la patria sin nubarrones, con la certeza de un mañana y de un camino, con el promisorio futuro que forjará el esfuerzo, la honradez, la solidaridad y la confianza de los mejores mexicanos. Muchas gracias. (Aplausos)
El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado Bernardo Bátiz Vázquez.
El C. diputado Bernardo Bátiz Vázquez: - Señor Presidente; señor profesor Jesús Romero Flores; distinguidos invitados, honorable Asamblea: Es sin duda meritorio para un pueblo recordar su historia , y es positivo que los mexicanos de hoy acudamos a los hechos del pasado que se han ido acumulando para aportar documentos que dan vida al presente.
México camina en busca de su integración definitiva como nación y en esta búsqueda deben de desempeñar un papel fundamental todas aquellas circunstancias que nos unen por encima de diferencias y discordias; todo aquello que nos es común y que ponemos por encima de polémicas de partido, dará vida al México unido y simultáneamente plural que ya vislumbramos en un futuro no lejano.
El México de mañana será producto de lo que hagamos, de los que construyamos los mexicanos de hoy sobre los cimientos que nos ha dejado los mexicanos de ayer. Sobre el pasado ya no tenemos poder alguno, está hecho y terminado, forma parte del mundo del ser. Pero el futuro es nuestra responsabilidad, lo que transformemos, lo que avancemos , lo que dejemos adelantado será el patrimonio y el signo de nuestra generación que hoy por hoy vive en México y es responsable de lo que en él suceda.
No podemos pasar a la historia como la generación de la corrupción, de la quiebra, de la ineptitud, tenemos que buscar el camino de salida de este laberinto, es posible; para ello un punto de referencia, tan sólo uno entre varios, es la historia de México. El pasado tal como sucedió, con sus triunfos y sus desastres, con sus bajezas y con sus actos heroicos y brillantes, es de todos y a todos nos ha de servir de lección y de punto de referencia.
Por eso es loable recordar los hechos que nos son comunes, que forman el México de hoy. Pero especialmente en este caso en el que no se recuerda una batalla ni un hecho cruento y heroico de los que está colmada nuestra historia, sino un acto formal, puramente jurídico y político, pero esencial para entendernos, básico, gozne verdadero de la historia que definió un camino para siempre y que determinó una esperanza para México.
El Acta Constitutiva de la Federación Mexicana fue sin duda importante en su momento para evitar la desbandada de las provincias, que ya se estaba dando, fue un acto político de vital significado en el momento en que, derrotada la autoridad del imperio de Iturbide, parecía que el país se rompía en 20 pedazos, que seguiría cada uno de ellos su vida independiente. Aportación, entonces, la declaración de los constituyentes, trascendente porque también ahora, a 160 años, en perspectiva comprendemos su valor de bandera, de símbolo de cohesión y de modelo a seguir, y mirando hacia atrás, de débil, pero suficiente barrera para impedir el desborde anárquico total del siglo XIX.
A 160 años, nadie duda ya del valor pleno de sus tres docenas de artículos unos cuantos pliegos escritos con obscura tinta de huizache, entre los que resalta el eje central, indispensable entonces, esencial, todavía ahora, su sobrio artículo 5o.: "La Nación adopta para su gobierno la forma de República Representativa, Popular, Federal". Fórmula más clara y precisa no podíamos pedir, lejos de esos artículos rimbombantes de otras constituciones que Rabasa compara con estrofas; sin que le sobre ni le falte una sola palabra. Fórmula que en 1824, a través de un puñado de hombres públicos, lúcidos e ingenuos al mismo tiempo, fue la respuesta histórica del momento y que en 1824, a través de un amplia clase política y de una opinión pública cada vez más extensa, más informada, más participante, convence y acierta; ya no se concibe otra forma de organizarnos que no sea ésa: República, popular, federal.
Quien sostuviera hoy un sistema distinto al federal, simplemente estaría fuera de la realidad de México.
Y no es que creamos que vivimos un federalismo pleno, pero al menos no hemos variado al modelo, Ramos Arizpe encontró la fórmula precisa, quizá a nuestra generación le toque darle a esa fórmula un contenido definitivo.
Otros talentos de la época, Alamán, analítico y profundo, Fray Servando, inquieto y ágil se equivocaron ambos, y la astucia y la agudeza de Ramos Arizpe tuvo en este punto razón, la crítica de entonces decía que el sistema federal fue en los Estado Unidos de Norteamérica una fórmula para unir lo diverso, para México, a la inversa, fue una manera de dividir la unidad.
No fue así, Ramos Arizpe acertó y de momento la fórmula salvó casi completo al territorio nacional, impidió que surgieran seis o siete repúblicas que fueran como las que
sí se separaron, fácil presa de control extranjero; poco después, errores y actitudes de fatal admiración por los Estados Unidos, darían al traste con la unidad inicial y a pretexto del mismo federalismo, perdimos Texas y en seguida, medio territorio; el sistema federal salvó en su momento al país de ser desmembrado, el federalismo después, unido a las intrigas de Poinset y la falta de visión de nuestros incipientes políticos, dañó gravemente a México.
Hoy, a la larga distancia de 160 años, la paradoja nos sigue asombrando, mientras en la fórmula de la Ley sigamos siendo una república federal, mientras la solemnidad de un artículo constitucional defina a nuestros estados como libres y soberanos en cuanto a su régimen interior, la unidad estará asegurada. Nuestro compromiso es buscar en este momento la implementación del sistema, arraigado en la historia, desarraigado en la cruda realidad de una política centralizadora; podemos decir de la federación lo que alguien ha dicho de la democracia, vamos camino a partir de la que tenemos en el papel a la que queremos en realidad.
Por último, no sólo el artículo 5o. que establece el federalismo es digno de encomio, todos los demás son rica veta en la que hay que explorar, cito sólo el segundo, que también como el 5o. debe seguir siendo nuestro modelo:
"La Nación Mexicana es libre para siempre de España y de cualquier otra potencia y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona." Yo agregaría nada más:
Ni siquiera de la familia revolucionaria.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado Rolando Cordera Campos.
El C. diputado Rolando Cordera Campos: - Señor Presidente; don Jesús Romero Flores; honorable presídium; señoras y señores: Hoy recordamos los 160 años del Acta Constitutiva de la Federación Mexicana, y con unos cuantos días de adelanto el más reciente esfuerzo histórico del pueblo mexicano por definir, a partir de sus más profundos y vigorosos sentimientos, nuevos y más justicieros rumbos para la Nación y de manera explícita para su mayoría trabajadora, todavía hoy desposeída y demandante en que aquellos propósitos, luminosamente consagrados en Querétaro, se cumplan.
Dos grandes proyectos inconclusos, me atrevería a sugerir, resumen a estas dos grandes cartas: la Federación, delineada en 1824 y la Justicia, que a partir de 1917 no puede entenderse, sino como ascenso y reivindicación de la mayoría como justicia social.
De dos grandes y cruciales cuestiones tenemos hoy que hablar: de la forma en que se resuelven, por cierto, depende en lo fundamental la suerte misma de la Nación en esta hora de la verdad impuesta por la crisis. En primer término, porque así lo pide la historia, tenemos que hablar del federalismo, entendido como gran diseño para recoger nuestra proverbial y tan combatida diversidad; diversidad de la geografía, de la cultura de la producción, de las etnias, en fin, del federalismo entendido como el instrumento y a la vez como el mortero en una democracia y un régimen de libertades firme y orgánicamente arraigados en la historia, la fisonomía y las peculiaridades nacionales.
Sin exagerar, hoy podemos afirmar que en el proyecto federativo, tachado más de una vez de simple copia del modelo norteamericano, de ficción sin correspondencia alguna con la realidad, se dan la mano, se funden y se confunden particularidad nacional y aspiración universal, comunidad local y unión trascendente, fundamental, de un pueblo que quiere ser Estado; región y nación, autogobierno libre y soberanía popular y nacional.
Y del mismo modo y con la misma intención tenemos que hablar de la justicia social, esa gran ausente que la crisis hoy magnifica. Tenemos que pensar en lo que se ha hecho para asegurarla, así sea mínimamente, y en lo que no se ha hecho, que es todavía más, es decir, en lo que se ha hecho para alejarla, prosponerla, desfigurarla, hasta convertirla en juguete y burla de un discurso que se aleja de las grandes fuerzas del pueblo que lo originaron y que no parece tener otro sostén que un poder centralizado y vertical, que al afianzarse, y para hacerlo, ha sometido y desnaturalizado a la Federación misma y subordinado a la mayoría y sus derechos sociales fundamentales, imponiéndole la tutela arbitraria de un gobierno, que sin contrapeso suficiente en la base de la sociedad, deriva fatalmente en la práctica y el capricho autoritario.
Ha sido común señalar, no sin razón, como lo hizo Rabasa, que la dispersión y la anarquía reinantes después de la guerra de Independencia, hacían necesario un gobierno fuerte, para acabar de integrar nuestra Nación.
Lo que no está escrito, ni tampoco se probó entonces, es que ese gobierno fuerte debiera ser necesariamente un gobierno centralista y autoritario. El mismo Rabasa anotaba que la mayoría de los gobiernos que tuvo nuestro país en el periodo de la anarquía, fueron precisamente gobiernos centralistas y conservadores, autoritarios y reaccionarios. El centralismo entonces tuvo un mayor número de oportunidades y, sin embargo, fracasó en el intento de identificarse con el pueblo y hacer surgir de él una verdadera nación, unificada y soberana.
El federalismo, en cambio, triunfó y se convirtió en una obsesión popular, ineliminable de nuestra historia política y al final también de nuestra Constitución Política Orgánica.
En el manifiesto en el cual el Congreso General Constituyente, presidido por don Lorenzo de Zavala, dio a conocer la Constitución de 1824, aparte de reconocer que "Se había tenido un modelo que imitar en la república floreciente de nuestros vecinos del norte" - así se dice - , se exponen con toda claridad las razones más profundas de nuestro naciente federalismo.
Ni los hechos del momento ni la historia han desmentido a nuestros Constituyentes de
1824. Permítaseme citarlos: "Solamente - decían - la tiranía calculada de los mandrines españoles, podía hacer gobernar tan inmenso territorio por unas mismas leyes, a pesar de la diferencia enorme de climas, de temperamentos y de su consiguiente influencia". ¿Qué relaciones de conveniencia y uniformidad puede haber entre el tostado suelo de Veracruz y las heladas montañas de Nuevo México? ¿Cómo pueden regir a los habitantes de la California y la de Sonora las mismas instituciones que las de Yucatán y Tamaulipas?, la inocencia y candor de las poblaciones interiores ¿Qué necesidad tienen tantas leyes criminales sobre delitos e intrigas que no ha conocido?; los tamaulipecos y coahuilenses reducirán sus códigos a 100 artículos mientras que los mexicanos y los jalisciences se nivelarán a los pueblos grandes que han avanzado en la carrera del orden social.
"He aquí, se consignaba, las ventajas del sistema de federalización darse cada pueblo a sí mismo leyes análogas a sus costumbres, localidad y demás circunstancias: dedicarse sin trabas a la creación y mejoría de todos los ramos de prosperidad; dar a su industria todo el impulso de que sea susceptible, sin las dificultades de que oponía el sistema colonial, u otro cualquier gobierno, que hallándose a enormes distancias, perdiera de vista los intereses de los gobernados; proveer a sus necesidades en proporción a sus adelantos; poner a la cabeza de su administración sujetos que, amantes del país, tengan al mismo tiempo los conocimientos suficientes para desempeñarla con acierto; crear los tribunales necesarios para el pronto castigo de los delincuentes y la protección de la propiedad y seguridad de sus habitantes; terminar sus asuntos domésticos sin salir de los limites de su estado; en una palabra, entrar en pleno goce de los derechos de hombres libres."
Paradojas de ayer y hoy, insuficiencias y aberraciones, excesos y manipulaciones, como las que han acompañado a nuestro federalismo no han sido suficientes para negar la superioridad del proyecto federal en la prespectiva de un desarrollo democrático para nuestro pueblo.
Ningún proyecto centralista o autoritario ha militado jamás a favor de la democracia. En el fondo su punto de partida ha sido, casi sin excepción, la concepción de un pueblo irremediablemente atrasado, a cuya voluntad debe sustituirse la voluntad ilustrada de la autoridad.
Contra los pueblos dispersos o indisciplinados, según el pensamiento autoritario, no cabe más que la fuerza bruta y el mandato sin condiciones. México en una perspectiva, resulta ser el fruto de la acción de los dictadores y los presidentes dotados de un poder extraordinario y absoluto.
El federalismo así, implica, en sí mismo, mucho más de lo que pudo expresar en su versión original.
El federalismo, a la luz de nuestra historia, es enemigo de la concentración autoritaria del poder y de la consiguiente pérdida de la libertad de la ciudadanía en su conjunto. Pero es también enemigo de la dispersión, el separatismo y el desorden. Los estados o provincias son concebidos en el proyecto federalista como comunidades con voluntad propia y ésta no puede ser más que la voluntad común de los ciudadanos que la integran.
En el origen de cada estado está el contrato social en su doble forma de comunidad originaria y de organización política que decide la creación de un orden superior que es, precisamente, el pacto federal. Vale decir, el orden político en el cual todos los pueblos pueden reconocerse e identificarse como partes integrantes de una comunidad nacional.
El estado federal no es más que la forma política que la nación ha decidido adoptar.
Así se consigna con claridad en diversos artículos del Acta Constitutiva de la Federación:
Para volver a citar, porque no es suficiente, el artículo 5o.:
"La nación adopta para su gobierno la forma de república representativa, popular y federal." Y en el artículo 6o., se afirma que la nación, convertida república federal, queda integrada por "estados independientes, libres y soberanos, en lo que exclusivamente toque su administración y gobierno interior, según se detalle en esta acta y en la Constitución General." Y, finalmente, en el artículo 34 se establece: "La Constitución General y esta Acta garantizan a los estados de la Federación la forma de gobierno adoptada en la presente Ley y cada estado queda comprometido a sostener a toda costa una unión federal." La unidad nacional, de esta forma, en nuestro primer proyecto federal sólo tiene sentido cuando es resultado del acuerdo de comunidades libres; pero si los sujetos fundadores de nuestro orden político tienen que ser comunidades libres, por consiguientes, no hay en el nuevo Estado lugar para la dictadura o el gobierno autoritario a menos que sea derogada la libertad de las comunidades ciudadanas que le dieron origen.
Para los socialistas mexicanos de hoy, las ideas de los padres fundadores del federalismo siguen siendo todo un programa para el pueblo mexicano. Nadie podría poner en duda la convicción federalista que el Constituyente de 1916 y 1917 dejó cuenta en nuestra actual Carta Magna. Los artículos 40, 41 y el 49 que consagran la división de poderes a través de la cual se integra el sistema político nacional son, en ese sentido, contundentes. Era, a estas alturas de nuestra historia, una experiencia largamente adquirida que no puede haber verdadero pacto federal si no existe una auténtica división de poderes. Cualquier desequilibrio entre los poderes de la unión socava y desvirtúa la Federación.
Por desgracia, eso es lo que ha ocurrido en nuestro actual sistema político. El desarrollo del presidencialismo ha corrido parejas con la decadencia y el deterioro del pacto federal. La enorme concentración de facultades en el Ejecutivo de la Unión ha determinado la debilidad de los otros poderes y su subordinación al Ejecutivo, y ha sido la causa principal de la pérdida de autonomía de las entidades federales
y su sometimiento y dependencia respecto de los poderes centrales. El presidencialismo en México ha bloqueado la evolución de todas nuestras instituciones democráticas y en particular de la Federación como cauce para el desarrollo democrático de nuestro pueblo.
La lucha por un auténtico federalismo, así, forma parte de la lucha por la democracia; en primer término porque la restauración de una verdadera Federación quiere decir limitar y someter a estricto control los poderes presidenciales; y en segundo término, porque la Federación debe ser el marco nacional en el cual se desarrolle la democracia.
En las antípodas de la democracia sólo existe el gobierno autoritario o la dictadura, de la misma manera que en las antípodas del proyecto histórico de nuestro federalismo no encontramos más que dictadura y gobierno autoritario.
No hay nación sin federación; tampoco la habrá, sobre todo en esta época de intolerancia imperial y de desenfreno manifiesto, tampoco habrá nación sin justicia.
He aquí los grandes derroteros de la política y de la ley en este tiempo de cambio y crisis. Muchas e importantes libertades ha ganado el pueblo mexicano con su lucha en la historia: Hablar, creer, pensar y agruparse en libertad, todo ello es hoy factible y su consagración constitucional guarda una cierta correspondencia con la realidad.
Pero falta, y falta mucho. En particular tenemos que mencionar aquí y ahora, a dos grandes, vitales libertades ausentes: La libertad frente a la necesidad, que es para muchos carencia absoluta de los mínimos para vivir, y la libertad frente al medio. Ellas definen el itinerario legislativo, pero sobre todo político, para todos aquellos que quieren honrar, cumpliéndola, a la Constitución, la que se inicia en 1824 y desemboca en 1917.
Cambios en la Constitución, sí; pero en ésa, y sólo en esa dirección. No vamos a liberarnos de la necesidad privilegiando a las minorías siempre favorecidas, sino ampliando los derechos sociales, pugnando porque sean realidades extensas, irreversibles, al alcance de la mayoría. Cambios, sí, pero para tener una Constitución que no admita discriminación de los trabajadores, todavía hoy presente, en los inaceptables apartados A y B del artículo 123, y mucho menos una Constitución que propicie o solape su persecución, como ha sucedido lamentablemente en estos últimos seis meses con los honorables y heroicos trabajadores nucleares organizados en el SUTIN.
Sólo así, por lo demás avanzaremos como colectividad y nos liberaremos del miedo, ese gran enemigo de la humanidad en este siglo XX. No son los privilegiados los que requieren seguridad y garantía para su existencia; no son ellos los que requieren cambios constitucionales, son los desprotegidos y los explotados, los que hoy cargan con una crisis que para ellos no es sino más necesidad, más carencia, más acoso, más incertidumbre respecto del presente para no hablar del futuro.
Son ellos los que exigen protección, atención, respeto; protección, atención y respeto que no pueden ser otra cosa, porque se trata de los más, que justicia, democracia y libertad: las reglas de oro del auténtico que hacer constitucional mexicano, los mandamientos irrenunciables de una política popular y nacional: Del pueblo y para el pueblo. (Aplausos).
El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado David Orozco Romo.
El C. diputado David Orozco Romo: - Señor don Jesús Romero Flores; distinguidos visitantes; honorables colegisladores; señoras y señores: Estamos realizando un homenaje plural al Acta Constitutiva de la Federación. Y este homenaje sólo pudo ser plural para ser idóneo, porque la Federación implica y predica pluralidad en todos los sentidos y en esa pluralidad tiene su base. En otros foros este homenaje sería paradójico, antitético y casi irónico.
En esta pluralidad de estilos y de pensamientos, tomó la idea de Ernest Bloch, de que para comprender al pasado hay que comprender el presente, ir de lo conocido hacia lo desconocido, y de esa manera a las figuras distinguidas del pasado no enterrarlas en un ave de mitología, en un walhalla o si quieren ustedes en la Divina Comedia, deshumanizados, descarnados, como sombras, sino traerlos a nuestro presente como combatientes, como polemistas, tratar de apropiarnos de su figura como las comadres lo hacen con un bebé hermoso y traerlos a nuestra problemática.
Y viendo en ese sentido la lucha por la Federación que se entabló en 1824, llego a la conclusión de que los que defendían el federalismo tenían la razón histórica. Ahí se enfrentaban dos posturas: La centralista, que de alguna manera era maquiavélica, aunque no reconocieran a Maquiavelo, en el sentido de que tenía una concepción desesperanzada del hombre, una concepción pesimista y que las regiones no podían gobernarse por sí mismas y habían que ser tutelares.
Y una concepción que no era utópica, porque la concepción utópica desfigura al hombre, sino una concepción que tenía en cuenta las potencialidades del hombre para llegar a ser, pero una base en la realidad, en esa prospectiva que sostenían los federalistas con toda razón, cuando afirmaban, como aquí ya se ha dicho, darse cada pueblo a sí mismo leyes análogas a sus costumbres, localidad y demás circunstancias. Una proyección de la humanidad en su propia posibilidad de proyectarse y para dedicarse sin trabas a la creación, mejoría de todos los ramos de prosperidad.
Sin embargo, si ellos estuvieran aquí como colegisladores, ante la afirmación y que se les rindiera homenaje como autores de una federación que estuviéramos viviendo, posiblemente ellos pedirían la palabra para hechos y nos dirían: no. sembramos la semilla pero es una obra inacabada que ustedes tienen que completar. Porque quedó establecida formalmente en la trilogía a que se ha hecho referencia
de que es federal, pero al mismo tiempo es representativa y popular.
Como en nuestra vida faltó ese elemento de que fuera representativo y popular, el federalismo dio ocasión a que fuera sostén de los cacicazgos en la historia de nuestro siglo XIX, que tantas dificultades les pusieron a los gobiernos, inclusive a los de Juárez y a los de Lerdo y a los cuales Porfirio Díaz acabó, pero no por eso Porfirio Díaz instauró el federalismo al terminar su deformación, que es el cacicazgo, porque convirtió a los gobernadores en virreyes y en delegados, en los estados, y el liberalismo, hasta ahora, es una obra inacabada; es una obra por la que tenemos que luchar completándola con los otros dos elementos de ser representativo y de ser popular, y que exista una auténtica democracia para que los ejecutivos de cada estado que integra la Federación, ni sean caciques, ni sean virreyes, ni delegados y mucho menos sátrapas de un chámat mayor; y ése es el homenaje que le rendimos; traer a Ramos Arizpe, a Rejón, a Vélez, a Gordoa, a Gómez Farías, a García Godoy a esta Sesión de la Comisión Permanente, en su pensamiento, para que nos recuerden cuáles fueron sus principios.
Nos repartieron una edición familiar de esta Acta Constitutiva - hacía referencia el compañero Bátiz de la sencillez en legislar - , espero que no sirva nada más para hacer cuerpo de biblioteca, sino que nos oriente en nuestra tarea de legisladores, sin pedanterías, con sencillez, con precisión.
Y estamos rindiéndole homenaje también a la constitución de 1917, que fue fruto de la pasión; pero también de la razón en medio de la pasión; que establece un régimen de libertades con justicia social; que no todo en ella es perfecto, que es una obra humana.
A mí alguno de sus preceptos me desagrada, y lo digo, como el 130 que es renovable, pero no tan remendable; que si le rendimos homenaje, los constituyentes pueden decir, por qué tanto homenaje le han hecho, trescientas y tantas modificaciones le han cambiado el contenido, el 50% de su contenido.
Sí, es cambiable con el tiempo, etcétera, pero con seriedad, con profundidad, con conciencia. Y también, como con la Federación, hay que respetarla y hay que luchar por ella. Hay que luchar por esta Constitución en nuestra tarea legislativa para no crear leyes antitéticas. Hay que luchar para que sus ideales positivos lleguen al pueblo y no sean meros formalismos.
Y entonces, por parte del Demócrata, este homenaje a estos dos documentos legislativos, es una moción para que se siga luchando por ellos, por la Federación que todavía no existe en su plenitud y por la justicia y la prosperidad que tenemos que alcanzar. Gracias. (Aplausos).
El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado Rafael Aguilar Talamantes.
El C. diputado Rafael Aguilar Talamantes: - Señor Presidente de la Comisión Permanente, licenciado Humberto Lugo Gil; señor Presidente de la Gran Comisión del Senado; representantes del Poder Ejecutivo y Judicial; diputado Constituyente don Jesús Romero Flores: Recordar el momento en que el doloroso proceso de la insurgencia tuvo culminación en una de sus primeras fases con la aprobación del Acta Federativa, es ocasión para que reflexionemos muy seriamente en el valor político, en el valor histórico que esta recordación representa.
Hemos escuchado con mucho interés lo que los diputados y el señor senador que nos antecedieron en la palabra, han señalado y nos parece que la adopción del sistema federal y los 160 años transcurridos desde entonces nos hablan de una tarea nacional todavía inconclusa. Fue dura la lucha, algunos la califican lucha de facciones, pero lo cierto es que era la lucha del pueblo que sirvió a Hidalgo y que continuó con Morelos tratando de ser libre.
Cuando se reúne el Congreso de Anáhuac en Chilapancingo, ocho personas discuten el porvenir del pueblo y ese Congreso tiene el valor de asumir la representación de un pueblo que estaba impedido de reunirse entonces en asambleas para decidir su destino, y ese Congreso tiene el entendimiento para otorgar a Morelos el cargo de generalísimo y de hacer representar en la capacidad y el talento de Morelos los anhelos libertarios del pueblo.
No podemos hablar de federalismo sin pensar en lo que éste tiene como contenido: La majestad del pueblo, la soberanía del pueblo, y fue Morelos portador de esa soberanía. Y cuando la gran batalla ideológica y política se da, en la esencia del federalismo está el principio de la soberanía popular.
Quienes pretendían negar esa soberanía estaban en contra del federalismo, como lo están hoy; si algo tiene de lección esta recordación, es el que extraigamos la lección de que el protagonista del federalismo fue el pueblo. Y cuando el artículo 5o. se establece como forma de gobierno la de un gobierno representativo, popular y federal, es la categoría de popular la que le da contenido a la lucha de esa época.
A nosotros nos parece que ese contenido, hoy más que nunca, debe ser rescatado, restaurado. En 160 años los mismos intereses creados , que entonces se opusieron al ejercicio pleno de la soberanía del pueblo, hoy, más poderosos, más desarrollados y vinculados a una potencia imperialista que tiene nuestra economía sumida en la crisis, conspiran permanentemente con nuevas banderas para negar ese ejercicio de la soberanía popular.
Por eso decíamos que esta es ocasión propicia para reflexionar cómo si en la Constitución de 1824 se estaba trazando el porvenir de nuestro pueblo, hoy, en 1984, fuerzas similares a las que se opusieron a ese anhelo popular están conspirando hoy también contra la libertad y contra la democracia de nuestro pueblo.
Nosotros consideramos que habiendo sido dura la batalla por integrar la Federación, es decir, por integrar la Nación, y encontrándose
inconclusa esa tarea, los que aquí estamos, en buena medida tenemos la responsabilidad de continuar ese proceso histórico, todavía inconcluso, cuando en su momento seamos capaces de incorporar a la población del Distrito Federal para que vivan en un estado libre y soberano.
Falta todavía integrar a la Federación, a más de diez millones de mexicanos que viven aquí en la ciudad. Falta profundizar, también, este proceso, ahora que todas las fuerzas políticas, acudiendo al llamado del Presidente Miguel de la Madrid, seamos capaces de impulsar el poseso de reforma municipal. Tenemos una vida municipal raquítica y solamente se podrá vigorizar en la medida en que, entendiendo con profundidad el contenido del federalismo, demos paso al fortalecimiento de la vida democrática en los municipios.
Finalmente, quisiera hacer algunos señalamientos. Estamos viviendo el serio peligro del reavivamiento de la reacción. Sufrimos una derecha ensoberbecida, sobre todo por los últimos triunfos electorales. Es el mismo partido conservador de las siete leyes, hoy hablando con lenguaje diferente. Y este acto es ocasión propicia para alentarnos frente al peligro que representa la reacción.
Es necesario que en ese acto se inicie un proceso de toma de conciencia respecto a lo que esto representa. El diputado Bátiz prácticamente nos decía que había que congelar el pasado, borrón y cuenta nueva - prácticamente decía - . Este no es el momento de la conciliación, es el momento de la lucha, es el momento del reagrupamiento de las mejores fuerzas nacionales y populares, para hacer realidad los ideales de quienes sostuvieron la lucha en 1824 y la continuaron de manera azarosa hasta legarnos el México en el que actualmente vivimos.
Nosotros pensamos que es la hora de pensar seriamente en frenar el avance de la reacción; pensamos que no podemos seguir siendo un pueblo que desconozca su Constitución Política; no podemos seguir siendo un pueblo de analfabetas políticos. El mejor homenaje que podemos rendir a don Jesús Romero Flores es tomando aquí conciencia de que es necesario alfabetizar al pueblo de México, alfabetizarlo políticamente, que el pueblo de México conozca el abc de la política.
Deberíamos, junto al acta de nacimiento, entregar a cada mexicano un ejemplar de la Constitución. Deberíamos percatarnos del peligro que significan los avances de la reacción y el proceso de derechización de la vida nacional, que está siendo propiciado e impulsado por las fuerzas que en el siglo pasado se opusieron al progreso y a los ideales de nuestros mejores hombres.
Esa es una responsabilidad y una obligación de todos nosotros. No es posible vivir en un país donde circulan como best seller 300 mil ejemplares de Lo Negro del Negro Durazo, mientras el pueblo desconoce los elementales derechos escritos en la Constitución. Un pueblo analfabeta será víctima de la reacción, como lo fue víctima en determinados momentos de la historia en el siglo pasado. Si queremos ser una comunidad vigorosa, no congelemos el pasado, recordémoslo, pero rescatemos lo mejor, lo ejemplar que tiene ese pasado.
El tener aquí a don Jesús Romero Flores, significa para nosotros, los que postulamos la vía constitucional al socialismo un aliento, porque sabemos que a veces nos ponemos a pensar cómo se sacudirá desde su gabinete, donde estudia y analiza todavía con un vigor extraordinario los problemas nacionales, cómo se sentirá don Jesús Romero Flores, cuando conoce de los casos de corrupción de algunos funcionarios públicos, cuando conoce los casos de violación de nuestra Constitución, cuando conoce los casos de retroceso en algunos aspectos de la vida nacional, a veces se propician desde el poder público, hoy por hoy, penetrado por la reacción.
Por eso, para nosotros, maestro, es usted un ejemplo de lo que debemos todavía hacer, de lo que debemos esforzarnos por hacer realidad las mejores aspiraciones de los constituyentes.
Yo insisto que este homenaje, como el pasado, no debe ser un acto de congelación, debe ser un acto mediante el cual surja el compromiso de enfrentar ese peligroso proceso de derechización de la sociedad que está siendo impulsada por fuerzas transnacionales y por fuerzas nacionales en nuestro país, que parece que han terminado por imponer una versión ideologizada y falsa de la crisis que vivimos, tratando de minimizar el papel del pueblo como protagonista de una recuperación económica; sembrando la confusión y sembrando la división, esta reacción de hoy, como la reacción de ayer, pretende frenar el progreso del pueblo de México.
Nosotros, por eso, rendimos homenaje en esta ocasión a los que en 1824 tuvieron la visión de dotarnos del principio del federalismo como forma de gobierno, y hoy rendimos homenaje a gentes como el maestro Romero Flores, que estoy seguro que recuerdan muy bien que el contenido esencial del federalismo es el gobierno popular.
Hoy, la única forma de luchar contra la reacción y de frenar sus avances, es rescatar ese contenido popular del federalismo. Sólo el pueblo puede hacer realidad el federalismo y sólo el pueblo puede hacer la felicidad de la Nación.
Gracias. (Aplausos.)
El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado Jesús Luján Gutiérrez.
El C. diputado Jesús Luján Gutiérrez: - Señor Presidente; don Jesús Romero Flores, ilustre constituyente de 1916 - 17; licenciado Manuel Bartlett Díaz, representante personal del Presidente de la República; licenciado Miguel González Avelar, Presidente de la Gran Comisión de la Cámara de Senadores; señor Presidente
de la Suprema Corte de Justicia; señoras y señores legisladores; distinguidos invitados:
En esta fecha, los mexicanos recordamos dos acontecimientos que significaron, cada uno en su tiempo y en sus circunstancias, avances importantes en la historia nacional.
Cuando recordamos estos acontecimientos, no lo hacemos los mexicanos con afanes de carácter académico; recordamos y conmemoramos para mantener vivas las experiencias que han forjado en su largo y penoso batallar, al pueblo y a la Nación Mexicana.
Y recordamos también, para extraer de los momentos culminantes de nuestro desarrollo histórico, fuerza y enseñanzas que nunca pueden olvidarse si queremos cumplir fielmente con el mandato de la historia patria.
Y también recordamos, para mostrarles a los administradores del pasado, que su lucha está condenada al fracaso; que sus aspiraciones antipopulares y contrarrevolucionarias se han topado y se encontrarán con un pueblo lúcido, y que les espera la derrota una vez más.
La historia del pueblo mexicano ha estado, es cierto, llena de dramatismo, porque ha tenido poderosos enemigos del exterior y esos enemigos han encontrado fieles servidores en el seno de nuestro territorio nacional. Esto solo sin el apoyo que históricamente han recibido de fuera, jamás hubieran representado nada y el pueblo mexicano los hubiese barrido y borrado para siempre. Cuando las luchas en el escenario nacional han sido sin interferencias groseras del exterior, las minorías privilegiadas o sus peones han sido claras o contundentemente derrotadas por el pueblo. Esta es una enseñanza que extraemos de nuestra historia.
Al consumarse la independencia, la generación de hombres patriotas formó filas en el campo de quienes, inspirándose en las ideas universales más avanzadas, verdadero patrimonio de la humanidad, lucharon por establecer el federalismo en México, en tanto que la corriente con mentalidad colonial pretendía mantener el centralismo como forma de gobierno y como modelo de desarrollo económico.
En ese periodo lleno de inestabilidad en que surgió el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana, los reaccionarios combatirían a los federalistas por adoptar ideas exóticas, por declararse partidarios de la forma de organización política prevaleciente en las recién independizadas 13 colonias.
El pueblo y sus dirigentes sabían perfectamente que la organización federal respondía a los intereses del pueblo y la Nación, que había surgido y se había consolidado en medio de 300 años de opresión. La historia nacional nos enseña que el pueblo siempre ha hecho suyas las ideas más avanzadas de la humanidad y las adapta a sus necesidades y condiciones. Por eso en México sólo los ignorantes o las personas de mala fe, por conveniencia hablan de ideas exóticas. Esto nunca debemos olvidarlo. Las ideas del federalismo se abrieron camino en medio de una intensa lucha en contra de los defensores del pasado y se impusieron con nuevas ideas. De ahí que no hubiera surgido directamente la Constitución de 1824 y le hubiera precedido el Acta Constitutiva.
Fue el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana la que sirvió de base para que la Asamblea Constituyente discutiera y redactara la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de octubre de 1824. El Acta Constitutiva, a la vez contiene manifestaciones del pasado como la intolerancia religiosa, producto de 300 años de coloniaje y opresión contra el pueblo, apunta con claridad las nuevas ideas para organizar la vida de la Nación, que daba sus primeros pasos por un camino escabroso y desconocido.
El acta recogía las ideas más avanzadas y valiosas que el pueblo había generado desde que inició la lucha por independizarse. Además, recogiendo las ideas que presidían el desarrollo de la humanidad, fundiéndolas con las de la nación, el Acta Constitutiva incorporaba la división de poderes; se incorporan algunas de las garantías individuales y se confirmaba las ideas del Siervo de la Nación, al establecerse como norma fundamental el principio de la soberanía popular, tan combatida hace 160 años por los centralistas, y todavía combatida hoy por quienes, sin aceptarlo son herederos de esa corriente retardataria y servidores de intereses ajenos y contrarios a los de nuestro pueblo.
En la formulación del Acta Constitutiva sobresalen los nombres de patriotas cuya actividad y conducta han resistido el paso de los años: Valentín Gómez Farías, Miguel Ramos Arizpe y Manuel Crescencio Rejón.
El otro acontecimiento, señoras y señores legisladores, cuya huella encontramos por todas partes del México actual, es la promulgación de la Constitución de 1917.
La Carta Magna, que entró en vigor el primero de mayo de 1917, denominada por los reaccionarios almodrote de Querétaro, representó después de la de 1824 y la de 1857, el Código Fundamental que no sólo organiza las instituciones públicas del país, sino que influye en el desarrollo nacional.
A pesar de las conjuras que los enemigos del pueblo levantaron, levantan y mantienen contra nuestra Constitución, ésta cada día se enriquece, incorporando a su texto las disposiciones necesarias para consolidar la independencia, la democracia y la justicia social.
Nadie, en su sano juicio, pretenderá que la Constitución como norma fundamental sea intocable. Pero si el Poder Constituyente facultó al Constituyente Permanente para que la adicione, ha de ser para avanzar y no para retroceder. Las reformas y adiciones tienen necesariamente que responder a los elevados intereses de la Nación y del pueblo.
Por eso el pueblo y sus fuerzas democráticas rechazan firmemente la pretensión acariciada desde que la Constitución de 1917 entró en vigor, de aquellos que vieron afectados sus intereses, o aquellos que, con sentido de revancha
pretenden recobrar fueros que sólo el dominio colonial les otorgó.
La conmemoración del LXVII aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, es ocasión propicia para alertar a los patriotas mexicanos en tono a los peligros que se ciernen sobre el régimen constitucional que nos rige.
Es cierto que nunca las fuerzas reaccionarias han dejado de combatir los postulados más avanzados que nos legó el Constituyente de Querétaro, a quien debemos un homenaje permanente; es cierto que hasta se atrevieron a preparar un proyecto alternativo de constitución en ese episodio vergonzoso que se conoce como la rebelión de los cristeros, vergüenza y afrenta para quienes la dirigieron y sostuvieron. Precisamente, el proyecto de Constitución Cristera es un documento concebido con estilo hipócrita y dogmático, representativo del minifundio político, agrario, fiscal, familiar y moral.
Es cierto, sostenemos, que los reaccionarios tienen su proyecto constitucional, adverso de manera absoluta al interés nacional y popular. Y ahí está la muestra: Todos los días, sin excepción, a través de diferentes medios se combate a los artículos 3o., al 27, al 123, al 130 y, desde hace poco, al 25, 26 y 28 de la Constitución vigente; pero de los ataques destacan los que se orientan contra el 130, que niega derecho a la Iglesia como institución.
Las fuerzas democráticas advierten que en México con el clero político se está generando peligrosamente una situación de excepción. Esa situación de impunidad que nuestro orden jurídico no acepta, está dejando sin castigo a los delincuentes que violan flagrantemente la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El artículo 130 es perfectamente claro al negar a los ministros del culto religioso el carácter de ciudadanos. Pero además, es tajante la prohibición que les impone para hacer críticas de las leyes fundamentales del país, de las autoridades en particular, y en general del gobierno. Existen sanciones penales para castigar a quienes violen las disposiciones del artículo 130 constitucional. Sin embargo, hay tolerancia por parte del Gobierno, tolerancia que se convierte en grave responsabilidad de los funcionarios, que tienen directamente la obligación de velar por el respeto y el cumplimiento de la Constitución.
De nada serviría que en este acto solemne, con la presencia de uno de los constituyentes, se rinda homenaje en su persona a los que participaron con sentido patriótico en aquella jornada histórica de 1916 - 1917. No tendría ningún sentido que recordemos el 5 de Febrero, como fecha histórica, si al mismo tiempo no demandamos con energía respeto a la Constitución y ejemplar castigo a los delincuentes, si no exigimos al Ejecutivo que termine con esa situación de impunidad para unos cuantos, que violan permanentemente la Carta Magna.
Así entiende el Partido Popular Socialista este acto, que debe tener la suficiente repercusión para parar en seco al clero político y para exigir la responsabilidad a los funcionarios del poder público, que permiten que se destroce la herencia que los revolucionarios nos dejaron con la Constitución de 1917.
Conmemorar la fecha histórica del 5 de Febrero es ocasión, a nuestro juicio, para recordar, pero también para demandar, a quienes ratifiquen, a quienes han dejado de cumplir con sus responsabilidades. Muchas gracias.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado José Luis Lamadrid.
El C. diputado José Luis Lamadrid Sauza: - C. Presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión; C. Secretario de Gobernación; C. Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; C. Presidente de la Gran Comisión del Senado; C. Jesús Romero Flores, ilustre Constituyente, CC, legisladores, señoras y señores:
Ciertamente, a lo largo de varios lustros he tenido la suerte y el deber de, frente a diferentes tribunas, hacer uso de la palabra y, ciertamente, en pocas ocasiones me he sentido en la necesidad de pedir por adelantado disculpas al auditorio y comprensión para mis palabras. Soy partidario de la deliberación parlamentaria en términos libres y, pudiéramos decir, libérrimos; pero creo que la deliberación, la reflexión de una asamblea, sin menoscabo de la libertad, debe ordenarse por cauces en donde se establezcan las mejores condiciones para esa reflexión conjunta.
Señor Presidente: No siempre hemos podido discurrir en torno a la materia y a los puntos a que hemos sido convocados en esta mañana.
Queremos reflexionar sobre aniversarios, el de la promulgación de la Constitución; por mi parte, precisa estimar que la presencia personal del ilustre Constituyente es la forma más significativa de expresar nuestra convicción y nuestra lealtad a la Constitución de 1917.
Minutos después de mi intervención, se develarán los bustos de tres ilustres constituyentes: Ramos Arizpe, para simbolizar el Constituyente de 1824; Zarco para simbolizar el constituyente de 1857, y Romero Flores para simbolizar el constituyente de 1917.
Es acertado que estos símbolos estén en el recinto del Congreso de la Unión, porque su presencia cotidiana nos llama y seguirá llamando al espíritu democrático que animó el debate de los constituyentes. La deliberación que confía en el diálogo que surge del ejercicio racional, de la discusión que confía en que la reflexión colectiva rinde decisiones positivas, y al reflexionar sobre estos símbolos de los tres constituyentes, me he preguntado: ¿El criterio, el principio que forma parte del discurso político y del que hemos hablado con frecuencia a lo largo de los últimos meses, esto es, el criterio realista, fue ingrediente de la deliberación que condujo a las decisiones del Constituyente?
Mi respuesta es que todo constituyente que obtiene el triunfo histórico, debe incluir una gran dosis de realismo, pero esta afirmación de partida nos conduce a pensar que no puede hablarse de un simple y un solo realismo.
El discurso político permite no un solo realismo, permite realismos, y ¿cuál es el realismo armónico con la función constituyente? Yo pienso que el realismo armónico con la función constituyente es un realismo crítico, no un realismo ingenuo; es un realismo cálido, no un realismo frío. El realismo de la función constituyente es un realismo que no es sordo a la historia ni es miope a la utopía.
El realismo crítico parte de la historia, y enlazado con la trama de la historia ejercita a la prudencia del realismo. El realismo crítico se permite, en la claridad del día, el soñar los sueños diurnos que acercan la utopía, para que de regreso de la utopía sea fecundo el realismo de la prudencia.
A este realismo, el realismo crítico, al realismo histórico, al realismo con calor es el que yo atribuyo al Constituyente, a los constituyentes. Y cuando la mayoría gobernante se ha reclamado del realismo, ha aludido al realismo de nuestros constituyentes, la mayoría a ese realismo se atiene.
Ciento sesenta años nos separan del 31 de enero de 1829. Yo coincido con quien entiende que el ejercicio histórico, que no quiere ser simple erudición o mera crónica, es siempre la construcción de una historia desde el presente.
Se ha dicho en la expresión paradógica: La verdadera historia es siempre historia contemporánea.
La conciencia histórica tiene sus mecanismos automáticos, uno de ellos son las cincuentenas y las centenas; al llegar la cincuentena y la centena sucesiva, el mecanismo nos moviliza al ejercicio histórico. Entonces, me he preguntado durante estos días: ¿Por qué hemos decidido en la Permanente detenernos en aniversario que no es ni cincuentena ni centena? Yo tengo una explicación a partir de la tesis de la historia como presente, porque 1983 ha sido para México un año difícil, un año crítico, nosotros nos detenemos en este CLX aniversario, porque 1823, el año que desembocó en el 31 de enero de 1824, fue para el México que vivía, para el México que nacía, uno de los años más críticos. 1823 vivió frente al dilema: Federación o desintegración. Conducidos por los federalistas, liberales, los mexicanos desembocaron en el Acta Constitutiva de la Federación. El Acta Constitutiva de la Federación representa el acta confirmatoria de la Independencia. El Acta Constitutiva de la Federación representa el nacimiento del Estado Mexicano, y decir Estado Mexicano, es decir el México que ha sido, que es y que mañana seguirá siendo.
El ejercicio histórico nos da claridad y consistencia, y nos da optimismo y estímulo para la lucha, 1824 y su Acta Constitutiva fortalecen a los mexicanos en el duro que hacer de nuestros días.
Quiero precipitar la conclusión de mi intervención, subrayando un hecho nuevo.
¿Cuál es este hecho nuevo? Coincidencia de todas las posiciones partidistas en su valoración histórica del federalismo. Yo pienso, impulsado por esta coincidencia, en la apreciación histórica del federalismo, que la idea federal está en el orden del día de los mexicanos. Se ha afirmado en el orden del día para estos años, porque estamos ciertos que el régimen del Presidente De la Madrid ha emprendido y emprenderá acciones que impulsan el federalismo, que ensanchan la descentralización y que fortalecen la vida municipal. Esto, por ser la cristalización de una necesidad nacional, es por lo que pone la idea federal en el orden del día.
Pero la mirada a lo que los federalistas originales hicieron en el año de '23 y '24, constituye, en mi opinión, una llamada de atención para el presente.
Renovar e impulsar el federalismo supone que Gobierno, que partidos, que ciudadanos, que universidades, construyamos el nuevo espíritu del federalismo.
Los federalistas, fundadores de la Federación, supieron crear este espíritu del federalismo. Lo hicieron abiertos a la historia, a las ideas universales y sometiéndose a los dictados de la realidad. El espíritu del federalismo que debe responder en el presente, debe formar ese nuevo espíritu federal, abriéndose a todas las experiencias que la idea federal ha tenido en una centena de años en todo el mundo.
Debe precisar la relación de diferencia o de identidad entre el descentralizar y el federalizar; debe buscar con espíritu creativo e imaginativo; debe tener presente que la idea federal clásica forma parte indisoluble de la idea liberal y democrática, pero que ya en el siglo XIX el pensamiento y la acción socialista injertó en su tronco la idea federal.
El nuevo espíritu federalista que formemos debe considerar que el esquema clásico, y esto aclara puntos de vista expresados en esta tribuna, fue un esquema para una economía que sí existió, no existe en el presente; para una concepción del Estado, armónica con esa economía. El Estado que debe organizarse con la nueva idea federal, es diferente del Estado del federalismo clásico. El federalismo organizó la función de los poderes públicos y yo me pregunto: ¿la idea federal no debe inspirar la estructuración de actividades sociales, de actividades que tienen interés social?
Estas reflexiones sucintas, apresuradas y apretadas, concluyen en esa demanda. Formemos, como supieron hacerlo nuestros federalistas, un nuevo espíritu federal.
C. Presidente, hemos escuchado que el federalismo mantiene como un alto valor el respeto a la diversidad y a lo local; acogiéndome a los valores del federalista, quiero concluir exaltando la figura de los federalistas y
liberales jaliscienses. En el año crítico de 1823 formaron la vanguardia del federalismo, que si de manera indiscutible, Ramos Arizpe es el progenitor, el artífice, el ideólogo del federalismo, un jalisciense, Prisciliano Sánchez, fue el político del federalismo. Muchas gracias. (Aplausos.)
ORDEN DEL DÍA
La C. secretaria, diputada María Luisa Calzada de Campos:
Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera.
Se va a dar lectura al orden del día de la próxima sesión.
"Orden del Día de la próxima sesión.
"Comisión Permanente.
Segundo receso de la LII Legislatura.
Orden del Día
7 de Febrero de 1984.
Lectura del acta de la sesión anterior.
Invitación del Departamento del Distrito Federal al acto cívico que con motivo del CLIII aniversario luctuoso del general Vicente Guerrero, tendrá lugar el próximo 14 de febrero.
Dictámenes a discusión
De la Primera Comisión con punto de acuerdo, relativo al nombramiento del C. arquitecto Antonio Calzada Urquiza, como embajador extraordinario y plenipotenciario de los Estados Unidos Mexicanos ante el Gobierno de la República de Colombia.
De la Segunda Comisión con punto de acuerdo por el que se ratifica el grado militar al C. Carlos Humberto Bermúdez Dávila.
De la Primera Comisión con proyecto de decreto por el que se concede permiso a la C. María Eugenia Ramírez Villaseñor para prestar servicios como secretaria en la Embajada de Francia, en México.
Sesión secreta."
Y los demás asuntos con los que la Secretaría dé cuenta."
El C. Presidente (a las 13:00 horas): - Se levanta la sesión, y se cita para la que tendrá lugar el próximo martes 7 de febrero, a las 10:00 horas, y se invita a todos los presentes a pasar al vestíbulo de este Palacio Legislativo para develar los bustos de los diputados constituyentes Miguel Ramos Arizpe, Francisco Zarco y Jesús Romero Flores.
TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y DIARIO DE LOS DEBATES