Legislatura LIII - Año III - Período Ordinario - Fecha 19871119 - Número de Diario 28
(L53A3P1oN028F19871119.xml)Núm. Diario:28ENCABEZADO
LIII LEGISLATURA
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración de Correos, el 21 de septiembre de 1921
AÑO III México, D.F., jueves 19 de noviembre de 1987 NÚM.. 28
COMPARECENCIA DEL C. SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PUBLICO
SUMARIO
APERTURA
ORDEN DEL DÍA
ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR
Se autoriza sea leída al final de la sesión.
PROPOSICIÓN
El diputado Rubén Rubiano Reyna propone sea suspendida la comparecencia del Secretario de Hacienda y Crédito Público que está por comenzar; el diputado Eugenio Ortiz Gallegos, apoya la propuesta. No es aceptada
ACUERDO DE PRACTICA PARLAMENTARIA
La secretaría da lectura al documento de procedimientos para las comparecencias constitucionales
SE DESIGNA COMISIÓN
Para introducir al licenciado Gustavo Petriccioli Iturbide al salón de sesiones, y para cuando desee retirarse. Se nombra y cumple su cometido
COMPARECENCIA
La presidencia hace mención a los procedimientos y concede la palabra al Secretario de Hacienda y Crédito Público
CRITERIOS GENERALES
El Secretario de Hacienda y Crédito Público, da lectura a explicaciones sobre política económica
REGISTRO DE INTERVENCIONES PARA PREGUNTAS
La presidencia da lectura a la relación de diputados que registraron las fracciones parlamentarias
Por el PRT, pregunta el diputado Pedro José Peñaloza
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PARM, pregunta el diputado Jorge Cárdenas González
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PPS, pregunta el diputado Martín Tavira Urióstegui
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PDM, pregunta el diputado Carlos Barrera Auld
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PST, pregunta el diputado Genaro José Piñeiro
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PMS, pregunta el diputado Miguel Eduardo Valle Espinosa
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PAN, pregunta el diputado Humberto Ramírez Rebolledo
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PRI, pregunta del diputado Luis Orcí Gándara
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
RECESO
La presidencia reanuda la sesión a las 19.00 horas
REGISTRO DE INTERVENCIONES PARA PREGUNTAS
La presidencia da lectura a la relación de diputados inscritos
Por el PAN, pregunta el diputado Juan de Dios Castro Lozano
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PRI, pregunta el diputado Guadalupe López Bretón
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PMS, pregunta el diputado Pablo José Pascual Moncayo
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PDM, pregunta el diputado Roberto Calderón Tinoco
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PARM, pregunta el diputado Reyes Fuentes García
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PRI, pregunta el diputado Jorge Flores Solano
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PAN, pregunta el diputado Amado Olvera Castillo
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PRT, pregunta el diputado Pedro José Peñaloza
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PST, pregunta el diputado José Angel Aguirre Romero
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PPS, pregunta el diputado Hildebrando Gaytán Márquez
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PMT, pregunta del diputado Alejandro Gascón Mercado
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
Por el PRI, pregunta del diputado Porfirio Camarena Castro
Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público
PALABRAS DE LA PRESIDENCIA
En atención al termino de la comparecencia hace consideraciones
ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR
Se da lectura, y se aprueba
INVITACIONES
El Gobierno de la República invita al LXXV11 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, el 20 de noviembre Se designa comisión
Del Departamento del Distrito Federal al LXV aniversario luctuoso de Ricardo Flores Magón el 21 de noviembre. Se designa comisión
ORDEN DEL DÍA
De la próxima sesión. Se levanta la sesión.
DEBATE
PRESIDENCIA DEL C. CÉSAR AUGUSTO SANTIAGO RAMÍREZ
(Asistencia de 285 ciudadanos diputados)
APERTURA
El C. Presidente (a las 11.20 horas): - Se abre la sesión.
ORDEN DEL DÍA
El C. secretario Antonio Espinoza Pablos:
«Cámara de Diputados. Tercer Período Ordinario de Sesiones. LIII Legislatura.
Orden del día
19 de noviembre de 1987.
Lectura del acta de la sesión anterior.
Comparecencia del C. licenciado Gustavo Petriccioli Iturbide, Secretario de Hacienda y Crédito Público.
El Departamento del Distrito Federal, invita al acto cívico que con motivo del LXXVII aniversario de la iniciación de la Revolución Mexicana, tendrá lugar el próximo 20 de los corrientes.
El Departamento del Distrito Federal, invita al acto cívico que con motivo de LXV aniversario luctuoso de Ricardo Flores Magón, tendrá lugar el próximo 21 de noviembre.»
ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR
El C. Presidente: - Con el propósito de proceder de inmediato a desahogar el primer punto del orden día, se instruye a la secretaría, consulte a la asamblea si se autoriza que el acta de la sesión anterior sea leída al final de la comparecencia, en votación económica.
El C. secretario Marco Antonio Espinoza Pablos: - Por instrucciones de la presidencia, se consulta a la asamblea si se autoriza a que el acta de la sesión anterior sea leída al finalizar la comparecencia.
Los ciudadanos diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo.. Se autoriza, señor presidente.
PROPOSICIÓN
El C. Rubén Rubiano Reyna (desde su curul): - Señor presidente, pido la palabra para hechos.
El C. Presidente: - Señor diputado, debo decirle a usted con todo respeto que la presidencia no puede ni debe negar el uso de la palabra a ningún diputado; sin embargo, en el caso que ocurre en este momento, no han ocurrido hechos de ninguna suerte que motiven una interpelación, para hechos, de parte de algún ciudadano diputado, en los términos del propio artículo 110, por lo que estimo prudente recordarle a usted que ésta es una sesión para un propósito exclusivo que está normado por un acuerdo de práctica parlamentaria que vamos a proceder a dar lectura.
El C. Rubén Rubiano Reyna (desde su curul): - Señor presidente, impugno la decisión y me amparo en el artículo 102.
El C. Presidente: - Tiene usted el uso de la palabra, en términos del artículo 102.
El C. Rubén Rubiano Reyna: - Con la autorización. Compañeras y compañeros diputados: La catastrófica devaluación del peso mexicano provocada por el retiro del Banco de México de las operaciones cambiarias, aparece como una desesperada medida del Poder Ejecutivo ante el derrumbe del mercado de acciones, y se traduce en una pérdida de la soberanía monetaria, hasta podría pensarse que se pretende la subasta de mano de obra mexicana por el prurito de una política comercial de exportación que de hecho desatiende el abasto y el mercado interno del pueblo y beneficia, en todo caso, sólo a una pequeña parte del aparato industrial.
La incapacidad del ejecutivo para sustentar programas previsores y respuestas eficientes frente a un devaluación súbita, ha provocado una ola inflacionaria de alcances impredecibles, que desató desde ayer un estado de alarma y una desesperación acaparadora en todo el país y particularmente en la frontera norte.
El análisis de los documentos de la Ley de Ingresos que habrían de ser motivo de la comparecencia del ciudadano Secretario de Hacienda en la sesión de esta Cámara, durante el presente día, se ve afectada por la extorsión que la devaluación de ayer introducirá en toda la aritmética, en los porcentajes y demás números de los proyectos.
La inflación convierte los problemas diseñados en un documento fuera de la realidad y de continuar con el propósito citado para la comparecencia del Secretario de Hacienda, Gustavo Petriccioli Iturbide, llevaríamos a cabo una sesión sobre cifras y medidas que, en vista de la devaluación, se convertirían en un parlamento de mera fantasía o en una insistencia sobre cifras ajenas a la realidad.
De acuerdo con el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, vengo por tanto a formular la siguiente proposición, a la que pido se le dé trámite de urgente y obvia resolución:
«Único. Que se proceda de inmediato a informarle al Secretario de Hacienda y Crédito Público que, debido al siniestro financiero provocado por la devaluación de ayer, se sirva elaborar un nuevo Presupuesto de Ingresos de la Federación que sea redactado sobre supuestos verdaderos, que reflejan la situación emanada a partir de ayer, en la inteligencia de que esta Cámara esperará a la mayor brevedad posible el establecimiento de una fecha próxima para la comparecencia de hoy quedaría suspendida.
Por la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional, diputado Rubén Rubiano Reyna.
Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados, a 19 de noviembre de 1987.»
El C. Presidente: - Habiéndose, en la intervención anterior, presentado una proposición, en términos del artículo 58 del reglamento, se pregunta a los ciudadanos si alguien desea hacer uso de la palabra en pro o en contra.
El C. Jorge Eugenio Ortiz Gallegos (desde su curul): - Pido la palabra, en pro.
El C. Presidente: - Tiene usted el uso de la palabra, en pro.
El C. Jorge Eugenio Ortiz Gallegos: - Con su venia, señor presidente; compañeras y compañeros diputados: No es la primera vez que nos encontramos en un México de quimera, la quimera de los viernes negros que no hizo despertar a la conciencia de que ya se cumplió el ciclo de un régimen que demuestra todos los días su incompetencia específica.
Las cifras del presupuesto que hemos estado estudiando las últimas 48 horas, entregadas por cierto con mucho retraso por presidencias de las diferentes comisiones de Programación y Presupuesto y de Hacienda, nos mostraban un mundo económico y financiero que ya en sí mismo era un comienzo de quimera. Pero hete que aquí el propio sistema oficial bancario se retira de la demanda y oferta de los bienes fundamentales en la materia de exportaciones e importaciones,
Todo el esquema económico en que se basa sobre un presupuesto de una inflación probable del 95% en 1988, se cae por los suelos, porque ya la inflación que comienza a partir de hoy, desfigura las cifras y si el año pasado se anunció que serían del 70% de la inflación, estamos llegando, en este instante a cerca de 140% y vamos a llegar en diciembre probablemente a 200%.
Las cifras del presupuesto de 1988, son una quimera sobre la cual se podrán divertir cuantos funcionarios vengan aquí a exponer las ideas, pero resulta una tomada de pelo para el H. Congreso de la Unión, aquí presente.
Es pues obvio y necesario, que el señor Secretario de Hacienda, con todo respeto, revise sus cifras y venga a discutir sobre bases reales y no sobre esta quimera más en la que hemos caído a partir de ayer, compañeros.
El C. Presidente: - Consulte la secretaría, en votación, económica si se acepta o no a discusión la proposición presentada.
El C. secretario Marco Antonio Espinoza Pablos: - Por instrucciones de la presidencia, se pregunta a la asamblea si se admite o no a discusión la proposición presentada por la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional.
Los ciudadanos diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo.
(Votación.)
Los ciudadanos diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Desechada, señor presidente.
ACUERDO DE PRACTICA PARLAMENTARIA
El C. Presidente: - Se ruega a la secretaría dar lectura al acuerdo de práctica parlamentaria, que establece el procedimiento para el desahogo de las comparecencias constitucionales y del punto de acuerdo que los amplía, presentando en la sesión ordinaria del día 4 de noviembre pasado.
La c. secretaria Patricia Villanueva Abrajam:
«Comparecencias constitucionales de los CC. secretarios de Hacienda y Crédito Público y de Programación y Presupuesto.
Acuerdo de los grupos parlamentarios que establece el procedimiento para el desahogo de la comparecencia constitucional y del punto de acuerdo que lo amplía.
En los términos del artículo 70 de la Constitución general de la República; 38, 39 y demás relativos de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, así como el artículo 30 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, se somete al pleno el acuerdo de práctica parlamentaria que celebran las diferentes fracciones de la Cámara de Diputados de la LIII Legislatura del Congreso de la Unión, mismo que establece procedimientos para el desahogo de las comparecencias constitucionales de los CC. secretarios de Hacienda y Crédito Público y de Programación y Presupuesto.
I. El Secretario del despacho, después de haber sido introducido al salón de sesiones, será invitado por el presidente de la Cámara para que aborde la tribuna y haga la exposición que motiva su comparecencia.
II. Se abre un primer período de la comparecencia, bajo las siguientes reglas:
a) Desde la tribuna participará un diputado por cada una de las fracciones parlamentarias, quien expondrá la tesis de su partido y concluirá con la formulación de preguntas. El partido puede sustituir la formulación de tesis por las preguntas que considere oportunas.
b) El presidente de la Cámara dará oportunidad al Secretario del despacho para que al final de cada intervención del diputado de que se trate, si así lo desea, pueda hacer comentarios o responder al cuestionamiento que se hubiere formulado.
c) Durante este período, cada diputado respetará un tiempo máximo de 15 minutos por intervención; el presidente de la Gran Comisión hará, por los conductos legales establecidos, la sugerencia, de manera que la respuesta del Secretario del despacho tenga una duración equivalente a la de la formulación de la pregunta.
d) El Secretario del despacho dispondrá, en obvio de tiempo y por razones prácticas, de un asiento ubicado en el área de tribuna de la Cámara.
c) El orden de estas intervenciones será:
Tesis PRT. Respuesta Secretario del despacho.
Tesis PMT. Respuesta Secretario del despacho.
Tesis PARM. Respuesta Secretario del despacho.
Tesis PPS. Respuesta Secretario del despacho.
Tesis PDM. Respuesta Secretario del despacho.
Tesis PST. Respuesta Secretario del despacho.
Tesis PSUM. Respuesta Secretario del despacho.
Tesis PAN. Respuesta Secretario del despacho.
Tesis PRI. Respuesta Secretario del despacho.
III. Al término de este período, se abrirá un receso de una hora.
IV. Se inicia la sesión de preguntas y respuestas.
En este período, cada una de las fracciones formulará las preguntas a que tenga derecho de acuerdo con el siguiente orden: Por escrito dos cuartillas como máximo y en forma verbal cinco minutos de tiempo. Las preguntas serán planteadas por los diputados desde su curul. El primer diputado en preguntar, podrá replicar al Secretario, respecto de su respuesta a la intervención del diputado de su partido que participó en la primera ronda. No procede replicar posteriormente. Tampoco se consideran convenientes las interpelaciones.
Orden de intervenciones: PRI, PAN, PSUM, PDM, PARM, PMT, PRI, PAN, PRT, PRI, PST, PPS, PRI.
V. Desahogados los puntos de este acuerdo, procederá la presidencia a levantar la sesión.
México, D.F., a 21 de noviembre de 1985.- Coordinadores de las fracciones parlamentarias: diputados, Eliseo Mendoza Berrueto, PRI; Jesús González Schmal, PAN; Graco Ramírez Garrido Abreu, PST; Arnoldo Martínez Verdugo, PSUM; Antonio Monsiváis Ramírez, PDM; Indalecio Sáyago Herrera, PPS; Carlos Enrique Cantú
Rosas, PARM; Heberto Castillo Martínez, PMT; Pedro José Peñaloza, PRT.»
PUNTO DE ACUERDO
«Único. Se amplía el acuerdo de práctica parlamentaria aprobado en sesión ordinaria el 22 de noviembre de 1985, para que el procedimiento en el establecido sea aplicado a todos los casos de comparecencias que establece el segundo párrafo del artículo 93 constitucional.
El orden de intervenciones de los grupos parlamentarios actuales que integran la LIII Legislatura es: PRI, PAN, PMS, PDM, PARM, PRI, PAN, PRT, PST, PPS, PRI.
México, D.F., a 4 de noviembre de 1987.- Coordinadores de las fracciones parlamentarias, diputados: Nicolás Reynés Berezaluce, PRI; Antonio Monsiváis Ramírez, PDM, Jorge Amador Amador, PST; Pedro José Peñaloza, PRT; Indalecio Sayágo Herrera, PPS; Arnoldo Martínez Verdugo, PMS, Jesús González Schmal, PAN; Carlos Enrique Cantú Rosas, PARM.»
SE DESIGNA COMISIÓN
El C. Presidente: - En atención a que se encuentra en el salón de recepción de esta Cámara de Diputados, el ciudadano licenciado Gustavo Petriccioli Iturbide, Secretario de Hacienda y Crédito Público, se designa en comisión para que lo introduzcan a este recinto y lo acompañen cuando desee retirarse de él, a los siguientes ciudadanos: Mario Murillo Morales, María Luisa Mendoza Romero, Javier Garduño Pérez, Javier Vega Camargo, Augusto Guerrero Castro y José Herrera Arango.
Se ruega a la comisión cumpla con su cometido. (Aplausos.)
COMPARECENCIA
El C. Presidente: - De conformidad con la fracción IV, párrafo II del artículo 74 constitucional, comparece el ciudadano licenciado Gustavo Petriccioli Iturbide, Secretario de Hacienda y Crédito Público.
Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, oportunamente ha sido usted informado del acuerdo de práctica parlamentaria que fija el procedimiento de su comparecencia. El documento relativo constituye la norma conforme a la cual habremos de desahogar los trabajos de esta sesión.
En atención a que el ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público, licenciado Gustavo Petriccioli Iturbide, ha solicitado hacer uso de la palabra, se concede el uso de la palabra al licenciado Gustavo Petriccioli, Secretario de Hacienda y Crédito Público, y se le ruega por tanto pasar a la tribuna.
CRITERIOS GENERALES
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público, Gustavo Petriccioli Iturbide: -Señor presidente de la honorable Cámara de Diputados; señores legisladores; señoras y señores: Tengo el honor de comparecer ante esta soberanía para dar cumplimiento a la fracción IV del artículo 74 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Como en años anteriores, el Ejecutivo Federal les hizo llegar, oportunamente, el documento de Criterios Generales de Política Económica donde se señalan los principales objetivos y metas que se esperan alcanzar el año próximo, así como la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación, correspondiente al ejercicio fiscal de 1988.
Por lo tanto, se intentará explicar con mayor profundidad la política de financiamiento del desarrollo, justificar los diversos ajustes tendientes a continuar el perfeccionamiento de los regímenes impositivo y financiero, así como su articulación con el resto de los instrumentos de política económica; ampliar algunos otros conceptos y disipar dudas, respecto a la situación económica prevaleciente.
Como ya es costumbre en este tipo de sesiones, hoy habrá de darse un excelente ejercicio democrático, donde surgirán puntos de vista divergentes, posiciones encontradas, ideas afines o criterios similares, como corresponde a una asamblea en la que concurren las principales corrientes ideológicas del país.
Estoy convencido que a todos anima un solo propósito: construir un México mejor. La diferencia está en la concepción en los caminos para lograrlo, en el uso de los instrumentos. Se reconoce que nadie tiene la verdad absoluta; que todos tenemos derecho a decir nuestra verdad y a tratar de convencer con ella. Este es un principio esencial de la democracia. Pero su fin último es aceptar las decisiones de la mayoría, respetando los intereses de las minorías.
La premisa del Presidente De la Madrid, desde el inicio de su mandato, ha sido el diálogo y la concertación, como base de la planeación democrática. Ello ha permitido unir esfuerzos, superar dificultades, avanzar en el proceso de renovación nacional, a través de un trabajo conjunto de sociedad y gobierno.
Renovar ha significado preservar lo valioso, corregir lo posible, desechar lo inútil; crear poco
a poco, sin prisa pero sin pausa, las nuevas condiciones que permitan continuar, mejorándola, nuestra vida comunitaria, nuestras relaciones sociales. Este y no otro ha sido el sentido de la renovación política y económica emprendida desde hace cinco años.
La Constitución de 1917 es, y sin duda seguirá siendo, la piedra angular de nuestro proceso de transformación. Síntesis dinámica de nuestra historia, constituye el cauce, el impulso que evita el inmovilismo y obliga a la búsqueda constante de un cumplimiento cada vez más cabal de los objetivos de justicia, igualdad y libertad que han perseguido siempre los mejores hombres de México.
La Carta de Querétaro robustece su vigencia al identificar plenamente a las instituciones con las demandas del pueblo; otorga marco adecuado para el consenso social y político, pues su genealogía y configuración provienen, emanan, de los principales movimientos sociales que registra nuestra historia.
Con esa base, México se ha podido conformar como un país de instituciones fuertes y flexibles, que le han posibilitado adaptarse a las cambiantes circunstancias que caracterizan la era moderna. En el último lustro ello ha permitido resistir, primero, y luego comenzar a revertir, las fuerzas que nos acercaban a un caos económico. Ahora la atención no sólo se pone en las urgencias, sino en superar las trabas estructurales.
La estrategia de gobierno del Presidente Miguel de la Madrid se inspira en la Carta Magna, tiene bases históricas, principios rectores y, a través de un intenso y permanente proceso de consulta popular, ha enriquecido su concepción al nutrirse de las aspiraciones y demandas de la sociedad actual. Se expresa en el Plan Nacional de Desarrollo, que da contenido y dirección al cambio que se ha venido instrumentando. Enmarcada en el régimen de derecho, con ella se han sentado las bases para un mejor desenvolvimiento del país, al fortalecer la capacidad del Estado para regir y promover el desarrollo nacional; reafirmar y precisar la coexistencia armónica, corresponsable, de los sectores público, privado y social; ratificar las libertades económicas, conciliadas con el interés social; garantizar la participación ciudadana en la vida política; descentralizar competencias, facultades y recursos entre los tres niveles de gobierno, así como vigorizar los supremos Poderes de la Unión.
La estrategia del Presidente De la Madrid ha sido consistente en cuanto a objetivos y metas, tanto como en los lineamientos generales de acción porque, hay que insistir, se basa en principios revolucionarios, en nuestra historia, en los caminos que ha marcado la mayoría de la población. Los ajustes tácticos realizados han servido para otorgar mayor congruencia al uso de los instrumentos con las cambiantes circunstancias internas y externas por las que ha atravesado el país. Ni vaivenes abruptos, ni persistencias irracionales caracterizan el quehacer gubernamental.
Los resultados están a la vista. En lo político se han ampliado los cauces de la participación democrática, incrementando las formas de expresión de las diferentes ideologías, haciendo más efectivo el derecho a disentir, denunciar y criticar libremente.
En lo económico se ha partido de la planeación democrática, entendida como una tarea eminentemente política, pues alienta, amplía y encauza el aporte de los diversos sectores productivos. De esa manera, fue posible emprender la reordenación e iniciar los cambios estructurales en las finanzas públicas; el tamaño y orientación de las actividades del sector público; la racionalización de la protección comercial, y la reconversión del aparato industrial, entre otros.
En lo que respecta al desarrollo social se han hecho grandes esfuerzos para elevar el bienestar de la población y mitigar los efectos negativos de la crisis. Baste señalar que se ha reducido el analfabetismo de 14 a 7.5%; ha disminuido de 14 a 10 millones el número de mexicanos que carecen de los servicios de salud y seguridad social; de 1983 a la fecha se han edificado más viviendas que en los anteriores diez años, sin considerar la reconstrucción originada por los sismos.
Sin embargo, sería pueril negar la existencia de añejos lacerantes problemas que aquejan en diferente magnitud a los diversos grupos de la sociedad mexicana. Es mucho lo que falta por hacer, es cierto, pero también es mucho lo realizado. Ello se debe al deseo de superar la adversidad y las circunstancias desfavorables. Ese es el mérito de los mexicanos. Entendámoslo para no caer en falsos triunfalismos ni en situaciones de autodenigración.
El momento crítico no es exclusivo de México; vivimos en un mundo con serias amenazas y dificultades, surgidas de una situación económica internacional donde prevalece el desorden y la incertidumbre. Continúa el debilitamiento de las corrientes del comercio mundial, excesivo proteccionismo, escasez de recursos financieros para el desarrollo, inestabilidad de las tasas de interés y
variaciones abruptas en los mercados bursátiles; en el fondo subyace el problema de la deuda externa.
Se tiene conciencia de la velocidad con que suceden los acontecimientos en el ámbito internacional, de las modificaciones en liderazgos y zonas de influencia, de la fusión de los avances tecnológicos, de la actual evolución desigual de las sociedades. Todo ello plantea retos pero, al propio tiempo, brinda oportunidades que se deben aprovechar para mejorar el bienestar de todos los pueblos.
Por eso México insiste en la necesidad de cambiar las actuales relaciones económicas internacionales; en la búsqueda de soluciones viables; en que la voluntad política que han manifestado gran parte de las naciones industrializadas se convierta en acciones concretas.
En lo interno, se avanza en la corrección de desequilibrios estructurales, rezagos acumulados y fenómenos que han surgido por el propio desarrollo del país. Se ha podido mantener la planta productiva y el empleo, la economía comienza a crecer gradualmente y hay otros signos que evidencian la recuperación.
El período de maduración de los cambios estructurales impide apreciar todos los resultados por ahora. Sin embargo, se debe continuar por esta vía para asegurar los objetivos que nos hemos propuesto.
Se ha adelantado, sensiblemente, en el saneamiento de las finanzas públicas; la balanza comercial registra un superávit considerable; el comportamiento del sector agrícola es alentador y la producción industrial inicia ya su recuperación.
Empieza a observarse, con claridad, una reactivación moderada pero generalizada en todos los sectores productivos impulsada, básicamente, por las exportaciones no petroleras, el turismo, la actividad fronteriza, el fortalecimiento del mercado interno, el aumento en los niveles de inversión privada y la recuperación selectiva de la inversión pública.
Aun cuando existe un cierto rezago respecto de lo previsto, se estima que el crecimiento económico del país, durante el segundo semestre, será mayor al 3%. Debido al escaso dinamismo del primer semestre en el año se crecerá en una ligeramente superior al 1%.
Destaca la evolución reciente de la producción industrial la que después de una importante caída, durante el año pasado, en los últimos meses ha crecido en más de 5%. A su vez, las exportaciones no petroleras, particularmente las de manufacturas, han mostrado un dinamismo notable, al registrar un 48% de incremento en los primeros nueve meses del año; el valor de las exportaciones petroleras se ha elevado y se estima que, durante el segundo semestre, la inversión total del país alcanzará un incremento superior al 10% anual.
Desde otro ángulo, empieza a notarse una estabilización en los niveles de consumo privado, ante la mayor generación de empleos y la recuperación que, en términos reales, comienzan a registrar los salarios contractuales.
Una característica relevante es que la reactivación se está dando, a diferencia de lo acontecido anteriormente con el fortalecimiento de la balanza de pagos y de las reservas internacionales, así como una continuada disciplina en el manejo de las finanzas públicas.
Hay que reconocer, sin embargo, que la inflación ha alcanzado niveles demasiado altos. En primer lugar, el rezago en la recepción de los recursos de crédito del exterior, obligó a diferir, algunos meses, la estrategia antiinflacionaria. Por otro lado, al no contar con recursos externos, el sector público tuvo que recurrir, en mayor medida, al crédito interno para financiar su programa económico, lo que presionó las tasas de interés al alza, creando expectativas desfavorables sobre el nivel de precios. Paradójicamente, la evolución positiva del sector externo, más allá de lo revisto, generó una liquidez excedente que tuvo un indudable impacto adicional en precios.
Lo anterior dio lugar a una disyuntiva en el manejo de la política económica: era preciso encontrar un nuevo equilibrio para la ejecución del programa económico. Insistir en la meta cuantitativa original de inflación hubiese implicado abandonar otros objetivos centrales. En tal virtud, se decidió persistir en el logro de un crecimiento positivo y, al mismo tiempo, aprovechar la oportunidad para reconstruir las reservas internacionales, a niveles que hoy permiten hacer frente a posibles choques externos y, además, fortalecen nuestra autonomía financiera.
La actual administración se ha caracterizado por hacer un uso flexible, realista y coordinado de los distintos instrumentos de política económica. Durante la ejecución de cualquier programa económico aparecen circunstancias que dan lugar a múltiples dilemas: en nuestro caso, hubo que decidir entre eliminar liquidez, que normalmente genera inflación, o continuar el proceso de reactivación;
disminuir el déficit público o rezagar los precios y tarifas; continuar con subsidios indiscriminados o seguir abatiendo el déficit; aceptar alzas en las tasas de interés para incrementar la captación del ahorro interno o reducirlas artificialmente para evitar incrementos en los costos de producción.
El dilema que hemos enfrentado más recientemente es el del mercado cambiario. En las últimas semanas, se realizaron operaciones de prepago de la deuda externa privada con importantes descuentos; en tanto que, en los últimos días se registró una gran inestabilidad en los mercados bursátiles de México y el resto del mundo; ambos factores generaron un crecimiento drástico de la demanda por divisas en nuestro país. Esto inevitablemente, resultó en una corrección del tipo de cambio libre y, naturalmente, en un aumento en el diferencial con el tipo de cambio controlado. El gobierno optó por resolver la disyuntiva permitiendo el ajuste en el precio de las divisas que se comercian en el mercado libre y proteger a las reservas internacionales del país.
El carácter transitorio y especulativo de esta demanda de divisas contrasta con un superávit comercial y un nivel de reservas internacionales sin precedente. El tipo de cambio controlado, que abarca el 75% de las transacciones del mercado y en donde están todas las importaciones y exportaciones que realiza nuestro país, seguirá procurando una adecuada evolución de las reservas internacionales y sobre todo de la posición competitiva de nuestra economía.
La historia de nuestro sistema de tipo de cambio dual, diseñado precisamente para hacer frente a estos fenómenos especulativos, demuestra que inicialmente el tipo de cambio libre sufre un sobreajuste y, al paso del tiempo, conforme pierden fuerza los fenómenos que determinan su elevación tiende a ajustarse a la baja, en términos reales, hasta disminuir sensiblemente el diferencial con el controlado.
Esto ha sido así, incluso en situaciones de desequilibrio estructural en nuestras cuentas con el exterior. A lo largo de este año la balanza de pagos ha mostrado una extraordinaria fortaleza: la balanza comercial y la cuenta corriente han registrado superávit sustanciales. Bajo estas circunstancias es predecible que el tipo de cambio libre evolucione hacia su nivel de equilibrio.
El Ejecutivo Federal ha actuado con objetividad para alcanzar el mejor equilibrio entre las distintas variables económicas; enfrentando con realismo las diversas coyunturas que se presentan día a día, en un mundo de recursos escasos. La estrategia sigue siendo la misma. El camino trazado es el correcto. Los desequilibrios fundamentales del pasado están siendo corregidos.
Dentro de estas circunstancias, se mantiene el combate a la inflación. En 1988 no se prevé una acumulación adicional de reservas internacionales, el impacto del choque petrolero habrá menguado, los cambios estructurales habrán tenido el tiempo necesario para mostrar sus resultados y se continuará con una estricta disciplina fiscal.
Alcanzar el objetivo en materia de inflación requiere de la participación decidida de todos para que, en un esfuerzo de concertación y solidaridad, sociedad y gobierno aseguremos avances mayores. Nuestras actitudes y expectativas serán determinantes.
Además de intensificar las tareas para combatir la inflación, la política económica para 1988 tendrá como objetivos prioritarios, lograr una recuperación gradual y sostenida, en un contexto de equilibrio de balanza de pagos y fortalecimiento del ahorro interno; profundizar las medidas de cambio estructural; y continuar asegurando un manejo honesto y eficaz de los fondos públicos.
La política de financiamiento del desarrollo se abocará a obtener los recursos necesarios para los objetivos descritos, a través del manejo realista y coordinado de las políticas de ingresos y financieras.
En una sociedad como la nuestra, con desigualdades, carencias y limitaciones, es imperativo que exista un Estado con capacidad suficiente para hacer efectivos los propósitos establecidos por la ley. Ello requiere de la solidaridad de los ciudadanos para que aporten, justa y equitativamente, al logro de esos objetivos. Uno de los principales instrumentos es el sistema fiscal.
De ahí que, como parte del proceso de cambio estructural, el año pasado el honorable Congreso de la Unión aprobara una reforma con alcances de mediano y largo plazos, que busca dar un decidido apoyo a los esfuerzos nacionales para retomar la senda del crecimiento, sobre bases más sólidas y duraderas, a través de un sistema tributario moderno, eficaz y acorde con la evolución y necesidades cambiantes de la economía.
El resultado de la reforma fiscal es satisfactorio; en su primer año de vigencia, no sólo ha revertido la tendencia decreciente que se había venido observando en la recaudación del impuesto sobre la renta de las empresas, sino que se espera se
incremente en 12% en términos reales, respecto al año anterior. El ingreso total del gobierno federal crecerá en 9.5% durante el mismo período.
Además, las reformas fiscales han propiciado una estructura financiera más sana para muchas empresas. Diversos indicadores muestran una significativa disminución en sus niveles de endeudamiento y una marcada tendencia hacia la capitalización.
El paquete fiscal, que ahora se somete a la consideración de esta soberanía, busca, fundamentalmente, consolidar la reforma aprobada en 1986; estimular la inversión privada y social; continuar con la recuperación de los ingresos del gobierno federal; así como simplificar y modernizar la legislación y administración tributarias.
Para apoyar el objetivo de mantener, en términos reales, el ingreso de las grandes mayorías, se hace uso de los diversos instrumentos de política económica en favor de esos segmentos de la población. En nuestro caso, se propone eliminar los rezagos en el pago de las utilidades a los trabajadores; deducir del impuesto sobre la renta los ingresos obtenidos por ese concepto, así como los derivados por jornada extraordinaria y prima vacacional. Además, se sugiere la desgravación del Impuesto al Valor Agregado en los intereses pagados al Fondo de Fomento y Garantía para el Consumo de Trabajadores (Fonacot). Paralelamente, se plantea realizar un ajuste semestral a la tarifa del impuesto sobre la renta a las personas físicas para evitar la sobregravación que resulta del proceso inflacionario.
Las perspectivas y potencialidades del país, dados los objetos de reactivar la economía y elevar los niveles de empleo. brindan marco propicio para fomentar la inversión productiva. Por ello, se propone generalizar la aplicación del sistema de deducción inmediata a la inversión financiada con capital propio, así como autorizarla desde el momento en que se realiza la erogación.
Difícilmente podría pensarse siquiera en descentralizar decisiones, actividades y oportunidades, si no se vigorizan los fiscos estatales y municipales, de manera que se facilite la atención directa a las demandas de sus propias comunidades. En ello radica la importancia de la modificación que se sugiere al Sistema de Coordinación Fiscal. Se pretende que los gobiernos estatales y municipales participen del 30% en su recaudación directa del Impuesto al Valor Agregado, asegurando mediante un fondo de contingencia de duración trianual, que sus participaciones no se vean afectadas con el cambio de esquema.
Durante este año se realizó el Foro Nacional de Simplificación Fiscal, donde se recibieron opiniones y propuestas de diversos sectores. Muchas sugerencias han sido instrumentadas y otras están en proceso. Ahora se plantean adecuaciones legales para darle permanencia institucional a esta tarea de simplificación. Adicionalmente, se acentuará la desconcentración y modernización del aparato tributario, con el fin de adecuarlo a los requerimientos futuros del país. Al mismo tiempo se reforzará la cruzada nacional para combatir la evasión fiscal que, sin tener fines persecutorios, busca, primordialmente, crear conciencia en el cumplimiento de los deberes fiscales, hacer efectiva la justicia y equidad tributarias, así como ampliar el universo de contribuyentes.
El esfuerzo de la sociedad mexicana será la base del desarrollo del país. Las políticas monetaria y de tasas de interés seguirán manejándose de manera racional y flexible para incrementar el ahorro interno; el financiamiento externo se utilizará sólo como complemento. No debemos volver a supeditar nuestro crecimiento a fenómenos externos fuera de nuestro control.
Mil novecientos ochenta y ocho presenta un reto especial para el sistema bancario nacional; apoyar las tareas de la renovación económica del país. Por una parte, es preciso redoblar los esfuerzos para alcanzar una mayor captación. Por la otra, la dinámica de la economía exige que la banca prosiga y amplíe su labor de promoción y estímulo a las actividades prioritarias.
De otro lado, el marcado de valores constituye una fuente de recursos de largo plazo para los sectores productivos; ofrece la posibilidad para que las empresas, mediante la colocación de capital y deuda, puedan alcanzar una situación financiera, y brinda amplias oportunidades, en el mediano y largo plazos, al público inversionista.
Esas razones favorecieron el desarrollo reciente de nuestro mercado de valores. El período enero - septiembre de 1987 registró niveles sin precedente en su crecimiento y, en las últimas semanas, ha registrado bajas importantes en sus indicadores. Ello se debe a la conjunción de muy diversos factores tanto de índole externa como interna.
Si bien es cierto que el mercado mexicano, por su tamaño y características, no tiene relación directa con las bolsas del mundo, lo que ocurre en otras
latitudes le afecta, tanto por el contagio que provoca, como por las expectativas acerca del entorno económico internacional
En lo interno, un desequilibrio entre la oferta y la demanda dio lugar a una sobrevaluación de muchas acciones que hacía previsible un ajuste en el mercado bursátil. Más aún, factores como la toma de utilidades, el escaso conocimiento de muchos de los participantes en un mercado en vertiginosa expansión y la insuficiente orientación al inversionista precipitaron la fuerte caída en el índice bursátil.
Desde otro ángulo, la mayoría de las empresas que cotizan en bolsa presentan resultados altamente favorables, en un ambiente de recuperación económica. Por tanto, la actual situación está afectada, sin duda, por factores subjetivos que no corresponden a la realidad que se vive en el proceso productivo nacional. Los principales indicadores económicos registran un repunte en prácticamente todas las actividades productivas. Es de esperarse, entonces, que el mercado de valores tenderá a recuperarse y a retomar su dinámica normal.
En materia de deuda externa, durante el último lustro se ha realizado un intenso trabajo. Por un lado, se insistió tercamente, en reestructurarla y reabrir las corrientes de financiamiento hacia México. Por el otro, se ha actuado en diversos foros e instancias realizando planteamientos tendientes a resolver de fondo el problema de la deuda.
Aún cuando todavía no está resuelto, es mucho lo que se ha avanzado. Sin mengua de la soberanía, sin arriesgar independencia, en estricto apego a sus leyes, México ha podido crear un ambiente propicio para que el asunto del endeudamiento se analice, se juzgue con una óptica más amplia que la estrictamente económica; para que tanto acreedores como deudores se hagan corresponsables de su solución; para que ésta se dé al amparo de un renovado concepto de la relación entre el desarrollo, el comercio y la deuda.
Cinco años después de haber iniciado esas tareas, el país tiene resultados alentadores. Por el camino de la concertación, de evitar choques y enfrentamientos estériles, ha sido posible transformar estructuralmente el endeudamiento externo. Lo hemos hecho compatible con nuestra capacidad de pago. La nación, hoy, está menos endeudada que en 1982: la acumulación de reservas internacionales y el desendeudamiento neto privado, más que compensan el crecimiento del endeudamiento público externo en este período. Además, la deuda tiene, ahora, un perfil más favorable, pues se han ampliado los plazos y reducido su costo, en forma significativa.
Esa tendencia deberá continuar. En la actualidad la sociedad mexicana vende más al exterior que lo que compra; el país tiene un importante nivel de reservas; se ha revitalizado nuestro prestigio y capacidad de negociación en el exterior.
Hoy por hoy, se ha iniciado una nueva etapa cuyo objetivo fundamental es no sólo reducir el costo del servicio sino, también, el monto total del capital. En el ámbito internacional, existe un nuevo ambiente que permite ya un mejor concurso y, por tanto, una mayor participación de gobiernos, instituciones y organismos, en los planteamientos y propuestas realistas de solución al problema.
Señores diputados: El pueblo de México está unido al amparo de propósitos, normas, valores e instituciones que ha definido a lo largo de su historia. En la Constitución expresa sus decisiones fundamentales, al afirmar la voluntad de conservar nuestra identidad. Esta es la raíz y razón del pacto social que nos une como nación.
Por eso hemos tenido la fortaleza interna para superar la adversidad y enfrentar con éxito las crisis, porque contamos con un modelo político, económico, social y cultural sólidamente establecido: el proyecto nacional de la Carta Magna.
El Presidente Miguel de la Madrid ha renovado ese proyecto y sus principios: el nacionalismo revolucionario, la democracia como sistema de vida, la economía mixta con rectoría del Estado, las libertades individuales y los derechos sociales. Ha actuado con el mandato del pueblo, en armonía con los lineamientos revolucionarios que recogen las aspiraciones y demandas de la sociedad.
Desde un principio se propuso viabilidad en los propósitos, para alcanzar permanencia en los beneficios y no su avance temporal. No se han planteado utopías o fórmulas desvinculadas de la realidad nacional que, en ocasiones, responden más a concepciones parciales, estrictamente académicas o a intereses de grupo.
La premisa ha sido que un gobierno responsable, tiene que proponerse el logro de los objetivos nacionales con la mayor celeridad; pero debe hacerlo con realismo. Frente a las necesidades siempre se han considerado las restricciones impuestas por la crisis y las limitaciones de recursos. No se ha confundido voluntad de cambio con voluntarismo, menos aún con populismo.
A partir de las siete tesis que recogen los valores y principios de la Revolución mexicana, se establecieron prioridades, objetivos y programas. Han sido el pivote del gran esfuerzo colectivo para superar las circunstancias desfavorables e iniciar el proceso de renovación nacional. Este es el rasgo singular de la actual estrategia de desarrollo; con el sustento de una sólida filosofía política, se han combatido las raíces de la crisis y atenuando sus efectos. En el balance hay que reconocer, insisto, tanto los avances sustanciales, como los retrasos y desviaciones.
Hoy, México no es el mismo de hace cinco años. Aún con algunas resistencias, hay cambios de actitud, de hábitos y formas de vida; las estructuras política y económica se han vigorizado y modernizado.
Las transformaciones estructurales que experimentamos no son exclusivas; un gran número de países de diferentes ideologías se están modificando en la misma dirección. Frente al próximo siglo no podemos quedar a la zaga. Los cambios que se observan presentan nuevos retos y ofrecen oportunidades.
La tarea no está acabada, ni terminará el año próximo. El Presidente Miguel de la Madrid, siempre ha estado consciente, y así lo ha hecho saber, que las grandes transformaciones sociales no se agotan en un sexenio. Su mérito radica no sólo en superar lo urgente sino, fundamentalmente, en sentar bases para un crecimiento sostenido, en haber iniciado el proceso de renovación.
Lo ha podido hacer porque entiende los problemas, concierta acciones con los diferentes grupos sociales, ejecuta programas viables, se adelanta a su tiempo.
Vivimos épocas complejas que requieren tenacidad y perseverancia, consolidar lo alcanzado, continuar la obra de mediano y largo plazos. En estos momentos, cuando los márgenes de acción todavía son reducidos, hay que evitar el pesimismo, la irritación, el encono social, el agobio y la debilidad, así como el riesgo de perder el rumbo.
La presente administración, en su último año, se ha comprometido a emplearse más a fondo en las tareas, que tiene encomendadas, con responsabilidad y entusiasmo, con orden y disciplina administrativa y financiera, con firmeza y congruencia. La sociedad estará atenta y vigilante de este compromiso.
Sin embargo, corresponde a la población toda, a los grupos sociales, a los partidos políticos, continuar el camino de la renovación, del perfeccionamiento de la democracia, de dar permanencia y plenitud a la satisfacción de las necesidades fundamentales de los mexicanos.
El C. Presidente: - Se ruega al señor Secretario pasar a ocupar el lugar que le ha sido asignado.
REGISTRO DE INTERVENCIONES PARA PREGUNTAS
EL C. Presidente: - Procederé a desahogar el primer punto del acuerdo de práctica parlamentaria para el desarrollo de esta comparecencia. Para tal efecto, han solicitado el uso de la palabra, los siguientes ciudadanos diputados: Pedro José Peñaloza, del PRT; Jorge Cárdenas González, del PARM; Martín Tavira Urióstegui, del PPS; Carlos Barrera Alud, del PDM; Genaro José Piñeiro López, del PST; Miguel Eduardo Valle Espinosa, del PMS; Humberto Ramírez Rebolledo, del PAN y, Luis Orcí Gándara, del PRI.
Tiene la palabra el ciudadano diputado Pedro José Peñaloza, del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
E. C. Pedro José Peñaloza: - Señor Secretario; señoras y señores diputados; trabajadoras y trabajadores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que hoy nos acompañan: El día de ayer la economía mexicana vivió un nuevo sismo, provocado por la inestabilidad y creciente especulación a que ha sido sometido el mercado cambiario y cuya responsabilidad central es del gobierno.
En la medida en que lejos de actuar decididamente para frenar la dinámica impuesta por la banca paralela, dejó correr la situación por consideraciones de tipo político.
Esta devaluación en nuestro peso es la conclusión lógica del descontrol gubernamental en el manejo de la economía, y muestra que las proyecciones oficiales que hoy venimos a discutir están, desde este momento, haciendo agua.
La conclusión evidente de este hecho es que nuestra economía está sometida a los caprichos de un reducido grupo que son los que imponen las reglas del juego del gobierno.
La devaluación da al traste con la declaración del Ejecutivo de que no ha habido ni habrá sorpresas. Por lo menos para la mayoría de los mexicanos, sí las hay, y cada vez son peores, en este caso porque la devaluación representa mayor inflación, mayor deterioro del salario y, por supuesto, mayor inseguridad.
Primero fue la llegada de los llamados recursos "frescos" a tiempo; después la espiral especulativa en la Bolsa Mexicana de Valores. Ahora, es la devaluación del peso. ¿Qué sigue ahora, señor Secretario? Obvio es que el aumento a la gasolina, ¿o qué otra medida?, ¿más impuestos? ¿Qué otra sorpresa depara el gobierno para que el pueblo reciba el año nuevo?
Señor Secretario: Hoy, como en años anteriores, ustedes convocan a los mexicanos a tener confianza en este gobierno y sus medidas de política económica son la convocatoria que nos ofrecen.
¿Sobre qué bases esperan que se les pueda creer, señor Secretario? La nueva Ley de Ingresos tiene que ser analizada necesariamente en una perspectiva sexenal y no únicamente circunscrita al año próximo.
Afirmamos que, faltando el último año de la actual administración, el fallo de la mayoría de los mexicanos es contundente: el gobierno ha fracasado en su política económica, colocando al grueso de la población en condiciones de extrema miseria, y que millones de mexicanos son hoy más pobres que en 1982.
La pregunta clave que nos tenemos que hacer para aclarar este debate, señor Secretario, es la siguiente: ¿Cuál es el balance que nos ofrece su gobierno para poder entender los elementos más significativos que han caracterizado su política?
Hablemos de la deuda externa, como un primer tema. En este campo, el gobierno no ha tenido empacho en señalar que las negociaciones que ha sostenido con la banca internacional han sido beneficiosas para nuestro país. Pero el gobierno parece ignorar que la deuda externa ha significado un medio brutal de expoliación de las economías de América Latina.
La deuda externa es y seguirá siendo un eficaz instrumento de dominación de la banca privada internacional, de los gobiernos poderosos y de los organismos internacionales que los representan, como el Fondo Monetario Internacional.
Pero en realidad, siendo franco, el gobierno no desconoce el papel de la deuda. Por supuesto que no. El gobierno no es ignorante a los diversos fenómenos económicos.
Lo que en sentido estricto sucede, es que el régimen mexicano ha asumido una clara actitud frente al usuro internacional, y no ha sido otra, permítaseme decirlo, la solución frente a la voracidad de la banca internacional.
Con esta actitud, que yo califico de pusilánime, el gobierno ha trazado un camino que es natural, desde el punto de vista de los intereses de clase que éste representa. Pero resulta especialmente antinacional, en la circunstancia actual por la que atraviesan México y diversos países latinoamericanos, frente a los acechos y agresiones de los países imperialistas.
El gobierno mexicano ha aceptado las condiciones draconianas impuestas por los grupos financieros internacionales, las cuales agreden a nuestra soberanía y nos han colocado en condiciones de extrema vulnerabilidad frente al exterior.
El régimen no se ha opuesto al monitoreo internacional, que a través de las llamadas cartas de intención y otros documentos igualmente lesivos, han profundizado la dependencia de nuestro país.
Lejos de eso, el gobierno ha sido un escrupuloso pagador de los intereses de la deuda, con lo cual ha trasladado miles de millones de dólares a las arcas del agio internacional, priorizando así los intereses del exterior contra los acuciantes requerimientos de millones de mexicanos.
El gobierno ha diseñado una política en materia de deuda externa que ha cumplido religiosamente y que se ha basado en estrangular los niveles de vida de la mayoría de los mexicanos, con tal de no dejar pagar dólar sobre dólar a la banca internacional.
Hoy, no obstante su fracaso, el gobierno nos informa que continuará por la misma ruta, como lo muestra el hecho de que el año próximo se deberá abonar unos 8 mil 400 millones de dólares de intereses. Claro, siempre y cuando las tasas no continúen aumentando; y 6 mil 480 millones en amortizaciones de capital, o sea, casi 15 mil millones de dólares se transferirán al exterior, vía servicio de la deuda.
Paradójicamente ésta se incrementará entre un mínimo de 962 y un máximo de 2 mil 300 millones de dólares, ya que el superávit comercial, que no superará los 10 mil millones, resulta insuficiente para pagar el servicio.
Ahora, el gobierno se involucrará en una cuarta ronda de negociaciones de la deuda, ya que las medidas hasta ahora intentadas, no han sido efectivas. En los últimos cinco años, México pagó 67 mil 417.7 millones de dólares, y la deuda, señor Secretario, en lugar de disminuir aumentó en 23 mil millones. Ello significa que se abonó a los acreedores una cantidad casi igual
a la del total de sus adeudos de 1982; y, sin embargo, ahora debe mucho más que antes, y la deuda sigue creciendo.
Pero no obstante, esta evidente realidad, el gobierno tiene una actitud que yo podría calificar de dominado, de conquistado, puesto que ha llegado al extremo de homenajear a uno de los depredadores de nuestra soberanía e independencia, como todos sabemos, lo es el señor Paul Volcker, ex presidente de la junta de la reserva federal del gobierno de Estado Unidos.
Supuestamente, dicen, por servicios prestados ante la comunidad financiera internacional para lograr el más adecuado tratamiento de su deuda externa.
Por eso, el gobierno le entregó recientemente a este usurero, la condecoración del Águila Azteca, dicho acto lastima severamente a la mayoría de los mexicanos y, por lo tanto, no puede y debe ser avalado por el pueblo de México.
Esta es la realidad inequívoca; éste es el lenguaje frío de las cifras.
Pero, ¿qué pasa con la mayoría de los mexicanos, señor Secretario?
Sí, me refiero a la mayoría de los mexicanos que no están especulando en la bolsa; sí, la mayoría de los mexicanos que tienen su salario estacionado y deprimido; sí, los que no tienen empleo. ¿Qué les espera a estos mexicanos para 1988?
El rostro de la crisis social del desempleo será inocultable: 3 millones 809 mil personas en el sector informal; 4 millones 459 mil personas sin trabajo, en total 8 millones 268 mil personas sin remuneraciones seguras, ni siquiera mínimas, más aún los 8 millones 268 mil trabajadores sin pago seguro, significarán 33 millones de mexicanos por las personas que dependen de ellos, fuera de la economía viviendo de nada, y eso significa ni más ni menos que el 40% de los mexicanos.
Esto quiere decir que el crecimiento del 3.5% que se proyecta de nada va a servir, ni siquiera para satisfacer mínimamente las necesidades del momento; y si a ese terrible hecho le agregamos el fenómeno de la inflación, que ha sido incontrolada pero al mismo tiempo fomentada por el propio gobierno, cuyos propósitos han sido severamente desmentidos, nos damos cuenta de que los mexicanos que viven de vender su fuente de trabajo, están prisioneros de una dinámica que los hunde cada día más.
Si nos preguntamos qué es la inflación, yo me quedaría con una definición; la inflación, señor Secretario, es la revuelta de los ricos contra los pobres.
Nosotros pensamos que el gobierno tiene que reconocer el fracaso de la política antiinflacionaria aplicada, pues ésta se convirtió en bandera central de la actual administración, así fue reiterado en el Plan Nacional de Desarrollo y los documentos que han orientado la política económica de los años subsiguientes.
Hay que señalar, que en relación a la inflación, después de los relativos éxitos de 1983 y 1984, en los que la inflación - crecimiento, a partir de 1985, ésta volvió a cobrar fuerza, es así como en el mes de enero de 1985 al mes de octubre de 1987, la inflación acumulada alcanza la cifra de 556% desde esa fecha el último día de septiembre de este año, los precios de la ropa, el calzado y los accesorios han crecido en 528%, los de muebles y aparatos domésticos 548.2%, los de salud y cuidado personal 584.4%, los de transporte 533.2% y los de educación y esparcimiento 535.8%.
Pero además en el mismo lapso, en enero de 1985 a septiembre de 1987, los sectores de menores ingresos son los que se han visto afectados en mayor medida por la inflación, el índice de precios correspondiente a las familias con ingresos de hasta un salario mínimo se incrementó 500.75%, el correspondiente a las familias con ingresos de entre uno y tres veces el salario mínimo, se incrementó 500.3%, familias con ingreso superiores a tres veces el salario mínimo aumentó 500.59%.
Siendo en extremo optimistas y pensando que para 1988 la inflación se situará en 106%, resultará que ésta se multiplicará a niveles escandalosos, rompiendo la barrera histórica en el México moderno.
A respecto de la inflación debe recordarse que el gobierno justificó los terribles resultados de 1986 señalando tres causas:
Primero. Baja del precio internacional del petróleo.
Segundo. Nula disponibilidad del crédito externo.
Tercero. Pronunciado deslindamiento de la moneda, mejor conocido por devaluación.
Pero resulta que para el año que está por concluir, según su torcida lógica tales casuales ya no funcionan, a menos que ahora, la devaluación de
ayer sea el argumento para esquivar el cauce económico que estamos viviendo y un nuevo pretexto para justificar lo injustificable.
Por supuesto, el gobierno, tiene recursos políticos verbales y por supuesto financieros para defender su política; es más, ahora mismo el gobierno, no obstante los resultados negativos, nos ofrece continuar cavando la misma tumba en nombre de un inexplicable realismo económico y de una supuesta racionalidad de nuestros recursos. Por eso, estamos convencidos que la propuesta que nos envía el Ejecutivo en materia de ingresos, carece de argumentos sólidos y propuestas justificadas para continuar con la misma política que ha mostrado a palmo su inconsistencia, veamos algunos ejemplos de su inconsistencia señor Secretario.
En los criterios generales de política económica para 1988, los técnicos del gobierno se jactan de mantener un programa sin cambio, como una manifestación se dice de la congruencia, por lo tanto no habrá novedades en lo hecho hasta ahora, de tal suerte que los próximos días viviremos una intensa campaña propagandística para tratar de convencer a la población que su política ha sido justa; este documento no resiste la confrontación con la realidad, por ejemplo ¿quién puede creer lo siguiente?:
La política de desarrollo seguida apunta, subrayo apunta, hacia una sociedad más igualitaria en todos los aspectos, incluido el económico; apunta, pero para cuándo, si no existe ningún indicador ni oficial, ni privado que prevea la recuperación del poder adquisitivo del salario, lejos de eso, todo apunta, eso sí, a la depresión de los niveles de vida de la mayoría de los mexicanos por eso no es todo, señor Secretario. El documento es una expresión, es una expresión que nos parece un insulto a la mayoría de los mexicanos, dice en cuanto a empleo lo siguiente que también vamos a ver quién lo cree.
Prevé la incorporación de empleos productivos y bien remunerados de los desempleados, subempleados y de quienes por primera vez buscan empleo; por supuesto, dicho planteamiento es temerario y lo decimos pues la situación financiera está a la vista; un dato, apenas 38 de cada 100 pesos que el gobierno erogue, serán para gastos productivos y sociales. En fin, señor Secretario, realismo, continuidad y racionalidad son vocablos que han sido utilizados como divisas incuestionables para imponer una política antipopular; por cierto, lo voy a aclarar muy enfáticamente, no los estamos acusando de falta de éxitos en la aplicación de su política, pero la forma de medir para nosotros, es en función de la clase a quien ha sido beneficiada, en este caso la burguesía sin duda, y en función de esto un golpe a la burguesía también puede entenderse como beneficio para los trabajadores, pero en viceversa, un golpe para los trabajadores es un triunfo de los capitalistas.
Señor Secretario; señoras y señores diputados: quiero advertir muy francamente, que esto no es un debate entre pesimistas y optimistas, es frívolo plantearlo de esa manera, más bien, se trata de una confrontación de ideas y de proyecto de nación que tienen lecturas distintas sobre lo que acontece en el seno de las clases sociales. Nuestro interés de debatir con el Poder Ejecutivo, tiene bases legales constitucionales que indican que debe ser el Poder Legislativo el que determine la ley que hoy se discute. Por supuesto, estamos conscientes del papel que se les ha asignado a los legisladores, cuando se discuten estos asuntos, ya que la realidad nos muestra que el Poder Ejecutivo es el único legislador real de nuestro país.
También estamos claros que la transformación de estas desiguales relaciones, entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, están condicionadas por los cambios que se den en el conjunto de la sociedad. Sabemos que el poder político que hoy sustenta el PRI, es una circunstancia histórica, que puede concluir una vez que las mujeres y los hombres, los jóvenes y los ancianos que viven de vender su fuente de trabajo, tomen el poder en sus manos y consigan una sociedad profundamente democrática, libertaria y burocrática que garantice el pleno ejercicio de las potencialidades humanas en el campo político, en el económico; pero, por supuesto, también en la cultura; en las diversas expresiones del arte, en el deporte; en fin, estamos hablando de una sociedad que tenga como denominador común, la solidaridad humana, desterrando los vicios mezquinos que afectan el funcionamiento de los grupos y clases del capitalismo.
Por supuesto, señor Secretario, quiero aclarar también, estas ideas que hoy expreso, están supeditadas a lo que ocurra fuera de este recinto. Veremos si estas aspiraciones que seguro comparten muchos mexicanos, están basadas en hechos y en función de ello, actuaremos. Este es el debate, señor Secretario. Ni más ni menos. Gracias. (Aplausos.)
El C. Presidente: - ¿Desea, señor Secretario, hacer uso de la palabra?
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Sí, señor.
El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado Peñaloza; señores diputados; señoras y señores: La intervención del señor diputado Peñaloza, nos da la oportunidad de ampliar algunos conceptos, de precisar algunas cuestiones y creo que es interesante que nos plantee el diputado Peñaloza este debate, para poder informar mejor a la opinión pública de lo que está sucediendo.
El primer tema que aborda el diputado, se refiere a la medida recientemente tomada, de que el Banco de México no participaría en el mercado libre. Esto me permite precisar algunas cuestiones importantes.
Primero, en México tenemos dos tipos de cambio, en México tenemos dos mercados: uno, el controlado y otro, el libre. El mercado controlado es el mercado que sirve a la gran mayoría de las transacciones, a todas las importaciones y exportaciones de mercancía no ha sido afectado; por lo tanto, no hay razón válida al sostener el tipo de cambio controlado que en el cual están de nuevo la gran mayoría de las transacciones, se pueda afectar la economía, las finanzas fundamentales del país, incluyendo los precios.
El mercado libre es, básicamente, el mercado en donde se realizan cierto tipo de movimientos de capital; por lo tanto, esto no está directamente relacionado con el bienestar de las grandes mayorías.
La modificación en el tipo de cambio libre y sólo en el tipo de cambio libre, la hemos efectuado varias veces durante el sexenio. Su efecto es simplemente evitar la erosión de nuestras reservas internacionales, no el flujo de comercio, el flujo de transacciones de nuestra economía con el exterior, por lo tanto, dado que en importaciones, en exportaciones, en servicio de la deuda, en materia de tecnología, en materia de operaciones internacionales, quedan tal como está; por lo tanto, las proyecciones de ingresos y de gasto no se ven afectadas. No hay ninguna razón válida para pensar que por el hecho de que se haya dejado al mercado libre que pudiera fluctuar de acuerdo con la oferta y la demanda que podamos cambiar los niveles de producción, de ocupación, de ingreso, el presupuesto de gastos, esto no es así. También la experiencia nos ha señalado que durante los primero días y quizá semanas, cuando se deja en libertad el tipo de cambio libre, tiene un sobreajuste inmediato, y paulatinamente va tomando su propio nivel y se va ajustando; es natural que en momentos de nerviosismo haya una demanda de dólares en el mercado libre, y esto hace que su precio se eleve.
El día de ayer el tipo de cambio llegó a ser, en términos generales, del orden de 2 mil 300 pesos por dólar; sin embargo, ante la medida en todo el país, en mercados tan grandes, hubo ciertamente operaciones aisladas, operaciones producto de falta de comunicación, a un tipo de cambio superior. El mercado poco a poco se va a ir ajustando y se va a ir haciendo un mercado nacional, con una tendencia inicialmente ascendente y seguramente después irá disminuyendo hasta converger con el tipo de cambio controlado; esto sucedió en 1984, esto sucedió en 1985.
¿Por qué se tuvo que tomar esta medida? Simplemente esta medida hubo que adoptarse, que naturalmente no es una medida grata, pero aquí nos enfrentamos a uno de esos tipos de dilema que enfrenta un gobierno, cualquier gobierno, y se tiene que actuar con responsabilidad. El dilema era no hacer frente con oportunidad, yo diría hasta con valentía política, aun fenómeno que sí podía llegar a tener costos muy importantes para la población en su conjunto. El no haber actuado con oportunidad, con rapidez ante los fenómenos que estaban ocurriendo, hubiera significado una pérdida constante, sustancial de las reservas internacionales, que le permiten a México no solamente tener los recursos para hacer frente a vaivenes o choques externos, sino que nos hubiera puesto una vez más en condiciones de debilidad financiera frente al resto del mundo. Había que proteger las reservas internacionales que tiene el país; en un mundo de incertidumbre como el que vivimos ahora, en donde no sabemos realmente qué va a pasar con el precio del petróleo, en donde no sabemos qué va a pasar con la tasa de interés, en donde no sabemos si va a haber medidas proteccionistas o no. En otros países, en un mundo incierto, es fundamental para el país mantener un nivel adecuado de reservas, un nivel que nos permita hacer frente a estas contingencias, que nos permita continuar nuestro propio programa de desarrollo; por lo tanto, no podíamos dilapidar las reservas. El haberse esperado, no solamente tenía pérdidas cuantitativas importantes en este fenómeno especulativo, sino que esto iba a acelerar, a retroalimentar una mayor demanda de divisas en el mercado libre; hubiéramos entrado en una verdadera cascada creciente, autoalimentada hasta quedarnos sin reservas, y en algún momento tendríamos que haber tomado la medida, tarde o temprano; más valía hacerlo en el momento en que teníamos, como tenemos, una fortaleza en los niveles de reserva.
La reserva internacional del país en estos momentos es aproximadamente la misma, no inferior a la que anunció aquí en la Cámara el señor Presidente de la República en su último informe.
Ese volumen de recursos son los que tenemos que cuidar, y no ponerlos a la disposición de sectores o grupos que quieran invertir en otro país.
Teníamos que evitar que esto sucediera, sin afectar el flujo de todo el resto del comercio con el exterior, que son, insisto, todas las exportaciones, todas las importaciones; por lo tanto, la medida de sólo el tipo de cambio libre no afecta el resto de las transacciones y por lo tanto el resto de la economía en forma directa.
Tampoco afecta el movimiento temporal del tipo de cambio libre en ningún sentido nuestros propuestos de ingresos, nuestros presupuestos de gastos no tienen una relación; lo que pasa es que se confunde el tipo de cambio libre con el tipo de cambio general; esta pequeña parte del mercado es la que sufrió el cambio, el resto continúa y por lo tanto, la parte financiera fiscal de nuestro programa no ha sido afectada.
El señor diputado que hace estos cuestionamientos, también se refiere al hecho de que el gobierno no ha anunciado que no habrá sorpresas, no habrá mayor inflación y considera que el hecho de que se haya dejado de participar en el mercado especulativo libre, significa necesariamente una mayor inflación y una sorpresa. No es sorpresa, en el sentido de que existe en dos tipos de cambio precisamente para estos problemas, para atacar problemas transitorios, para atacar problemas temporales, para atacar problemas de circunstancia; no tener que mover el tipo de cambio de todas las mercancías, de todo el comercio de todos los movimientos por factores circunstanciales. Cuando vino la caída, la incertidumbre del precio del petróleo, un fenómeno ajeno a nosotros, movimos el tipo de cambio libre; cuando ocurrieron los terremotos en septiembre de 1985, volvimos a mover el tipo de cambio libre y se volvió a ajustar. Ahora cuando tuvimos una presión sobre el mercado en las últimas semanas, primero porque muchas compañías, ante la posibilidad de aprovechar los descuentos en el precio de la deuda que se ofrecían por la banca extranjera, optaron por adquirir esa deuda con un importe descuento; para ello, tenían que comprar los dólares en el mercado libre, presionando el mercado libre para hacer estos prepagos en condiciones bastante adecuadas.
Esto nos presionó, esa demanda en el mercado libre y en los últimos días; a esa demanda extraordinaria se agregó la demanda especulativa, la demanda derivada del nerviosismo ante la caída de las cotizaciones bursátiles, hecho que por otro lado ocurrió también en otras partes del mundo.
Pero son fenómenos transitorios, son fenómenos temporales. Aquí, el mérito, si es que se considera que hay un mérito en esto, es haber actuado, insisto, con oportunidad, con rapidez, no esperamos a quedarnos sin reservas y actuar, porque hubiéramos tenido que actuar de todas formas y quizá en condiciones mucho más difíciles.
Con esta medida se garantiza, se asegura que las reservas que requiere el país siguen en el país, y siguen para proteger la economía del pueblo mexicano, la economía del país y tener para el año de 1988 muchas mejores condiciones, mucho mayor margen de maniobra que el que teníamos en 1986 y en 1987. Esto nos permite, incluso, poder cumplir con el programa económico que estamos planteando en criterios.
De no haber actuado, de no haber protegido las reservas y éstas se hubieran agotado, entonces sí quizá tuviéramos que enfrentar la necesidad de hacer otro programa. Esta medida, al limitar la salida de fondos, nos permite contar los recursos para financiar, apoyar el programa que hemos presentado a la consideración de esta honorable Cámara.
Señor diputado Peñaloza, también hace algunos comentarios en torno de la deuda externa. El señor diputado afirma que México ha aceptado las condiciones que se le han impuesto en el exterior, en materia de la reestructuración de su deuda y en materia de la obtención de los recursos adicionales que requería nuestro país, con motivo de la caída de los ingresos externos por los precios del petróleo, la grave caída de 1986.
No es así, no hemos aceptado las condiciones que califica el señor diputado de draconianas; fueron negociaciones, ustedes las conocen, la opinión pública las conoce, de largos meses, difíciles meses en donde hubo necesidad de negociar los términos de México, en donde con firmeza hubo de imponerse las condiciones que México estaba estableciendo.
La primera condición, la primera que pusimos, es que cualquier arreglo tendría que estar de acuerdo con la capacidad de pago real de nuestro país, que no íbamos a aceptar ninguna reestructuración, ningún nuevo arreglo que no correspondiera a la realidad mexicana, o sea, a su capacidad de pago; por lo tanto, teníamos que pensar en una nueva estructura a muy largo plazo. Digo muy largo plazo, porque para un banco comercial extender la deuda, para un banco comercial a veinte años les sonaba a un plazo demasiado largo; sin embargo, México, con tesón, con insistencia, con firmeza logró que se obtuvieran esos veinte años, logró que toda la reestructuración se hiciera a costos inferiores, no mayores, a costos muy inferiores a
como estaba concertada la deuda anterior, México logró que se pusiera cláusula de contingencia, de recursos adicionales, en el supuesto que sucedieran circunstancias fuera del control de nuestro país. Estos fueron avances notables en la tesis de la deuda.
Se logró que se aceptara que primero era el desarrollo económico, social de nuestro pueblo, antes de la atención al servicio de la deuda, que había que, primero, que crecer para después estar en condiciones de cubrir el servicio de la deuda. Por eso obtuvimos siete años de periodos de gracia para el pago del capital; pudimos hacer que se reconociera que el problema de la deuda no era un problema de los países deudores exclusivamente; que el problema de la deuda era un problema que no podía ser resuelto sólo por los deudores, que no tenía solución porque los deudores no podían solos resolver el problema a base de ajustes internos.
Se aceptó el criterio, el principio de corresponsabilidad entre deudores y acreedores.
Lo que quizá fue lo más interesante en las negociaciones pasadas y en las futuras, es el reconocimiento de la interrelación necesaria e indispensable que existe entre desarrollo, comercio y deuda, que el problema de la deuda no se puede ver en forma aislada, sola, si no se incluyen los aspectos de comercio y sobre todo del desarrollo de nuestros países.
Pudimos no solamente reestructurar la deuda pública, sino obtener condiciones favorables para la deuda total del país, es decir, también para la deuda privada.
Ciertamente el problema de la deuda no está arreglado ni para México ni para ningún otro país; se han hecho avances notables, se ha hecho conciencia del problema, se ha logrado la participación de las partes en la búsqueda de soluciones de fondo; el problema de la deuda sigue existiendo, lo pudimos manejar, lo pudimos alargar, lo pudimos abaratar, lo pudimos condicionar a nuestra capacidad, pero no lo hemos desaparecido.
La siguiente etapa es la de lograr disminuciones en el servicio y en el capital; en eso México, junto con otros países deudores, está trabajando seria, firmemente. Hemos escogido el camino duro, difícil, pero responsable de la negociación, no el de la confrontación, no el de la guerra económica que no arreglaría, de ninguna manera, el problema de la deuda y sí nos generaría muchos, muchos problemas que perjudicarían a la gran mayoría del pueblo mexicano.
Igual que en la política exterior, que no estamos a favor de las confrontaciones violentas, sino de la solución negociada y pacífica de las controversias, así estamos terca, firmemente negociando nuevas condiciones de la deuda, con todos los países deudores.
Se han hecho algunas consideraciones sobre la política económica, en material social, que plantea la administración para el año de 1988.
Se cuestiona la meta, el objetivo de una tasa de crecimiento de 3.5% en términos reales para el año próximo; puede parecer baja esta meta y en cierta perspectiva lo es, no creo que haya ningún mexicano que no estuviera de acuerdo en que esta tasa la pudiéramos elevar a cinco, a seis, a siete, a ocho, a 10 ó a 12%, desafortunadamente esto no es posible, por atractivo que pudiera parecer.
Tenemos que movernos en un mundo de escasez de recursos, acelerar el índice de crecimiento a través de una serie de medidas que impulsarán artificial y a corto plazo el crecimiento para el año próximo, sería ciertamente espectacular, sería para mucha gente algo deseable; pero no hay la menor duda que después tendríamos de nuevo otra crisis de recesión, de desempleo, de inseguridad.
Quisiéramos, claro, crecer al 10, al 8, no al 3.5% no tenemos los recursos para crecer a una cifra superior por deseable que sea; el echar a andar la maquinita de hacer billetes o aumentar en forma excesiva la deuda a corto plazo con este propósito, sería perjudicial para las grandes mayorías. Tenemos que hacer el esfuerzo de transformación del país, de cambios de estructuras básicamente con nuestros propios recursos.
La meta, dadas las condiciones existentes en el país y en el exterior, no nos permiten plantear realmente, objetivamente, un crecimiento superior a esto. Elevar esta cifra significaría mayor inflación, mayor déficit con el exterior, mayor déficit presupuestal y volveríamos a ponernos en riesgo de un gran caos financiero.
Señor diputado, usted hace una referencia a la condecoración que el gobierno mexicano le dio al señor Paul Volcker hace algunas semanas por servicios prestados a México. Quiero subrayar que, efectivamente, el señor Paul Volcker como presidente del sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos, y no es, un usurero, sino un serio funcionario; hasta hace algunos meses tuvimos el apoyo del sistema de la reserva federal, y particular y personal de este gran hombre, y en todos los pueblos y en todos los países existen funcionarios buenos y malos.
En Estados Unidos existía hasta hace poco un magnifico funcionario, amigo de México que nos ayudó mucho no solamente en este problema de la reestructuración de la deuda, en los propios Estados Unidos, sino con su prestigio, con su capacidad, con su inteligencia, con el resto de los países. Fue un hombre que creyó siempre en el potencial de México, que creyó en los mexicanos, que nos dio la mano cuando fue necesario, una gente que merecía este reconocimiento porque tenemos que aceptar que el pueblo mexicano conoce y distingue a sus amigos y a sus enemigos; Paul Volker, es un gran amigo de México. Muchas gracias.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el ciudadano diputado Jorge Cárdenas González, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.
El C. Jorge Cárdenas González: - Con su venia, señor presidente; estimados diputados; señoras y señores; señor licenciado Gustavo Petriccioli, Secretario de Hacienda: Voy a ser breve, le voy a dirigir a usted unas preguntas en la forma más clara posible, en representación del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana. Le ruego, respetuosamente, que sus respuestas sean en el mismo sentido. Pero antes, un breve comentario.
Hace aproximadamente un año tuve la oportunidad de saludarlo y cuestionar temas relacionados con su función pública en unión de la fracción parlamentaria a la que pertenezco. En aquél entonces, me dio la impresión que su semblante como sus comentarios reflejan cierta intranquilidad e inseguridad, y en ocasión, hace una semana, me dio gusto verle a usted una imagen completamente contraria.
Ahora, pasaré a las preguntas que deseo me haga el favor de contestar. Primera pregunta. La semana pasada que estuvimos con usted, tratamos el tema de la deuda externa. Usted mencionó que en este sexenio, en lugar de aumentar había disminuido. Quiero entender que se refirió usted al pago del servicio de la deuda y no al monto de la misma.
¿Quisiera explicar usted desde la tribuna en qué consiste esta supuesta disminución, cuando todos estamos enterados de que el monto del principal aumentó?
Segunda pregunta. Con respecto a la inflación, hace un año usted estimaba que sería de un 70% y que la decisiva lucha que el presupuesto para el año de 1987 presentaba, era precisamente disminuir los índices de inflación. Es evidente que dicho objetivo no se logró y que al margen del disparo de precios ya conocidos y sufrido por todos, y la baja tan estrepitosa de la bolsa de valores, el gobierno federal reconoció ya un 140% de inflación al término de este año.
Aunado a esto, el Banco de México acaba de aumentar las tasas de intereses bancarios sobre el 100%, y usted bien sabe que éstos son inflacionarios.
Señor Secretario: ¿Significa esto que el gobierno ha modificado su estrategia contra la inflación y que ha reconocido su fracaso en este año, o que para detener la estampida de dinero fuera del país, provocado por la caída de la bolsa, ha tratado de detener a los ahorradores con altas tasas de interés en los bancos; como tercera opción, se ha vuelto a la vieja teoría del sexenio pasado: desarrollo con inflación?
Tercera pregunta. El gobierno federal ha emprendido un muy anunciado programa de venta - fusión y liquidación de empresas paraestatales no prioritarias. ¿Podría explicarnos el avance del mismo y el costo financiero?
Cuarta pregunta. Respecto a los incrementos del precio de la gasolina. ¿No cree usted que sería mejor que dichos incrementos fueran mensualmente de acuerdo a la devaluación de nuestra moneda, que tengo entendido incide en estos precios? Y dentro de este mismo rubro, ¿podría usted señalarnos qué porcentaje del valor del litro de la gasolina es por impuesto y cuánto es para Pemex?
Señor Secretario: estoy consciente de la enorme responsabilidad que tiene usted al frente del manejo de las finanzas del país; pero todos, absolutamente todos y cada uno de los mexicanos, tenemos derecho de cuestionar aquello que consideremos que no se ajusta al bien común; soy de la opinión de que la política y la economía van del brazo y si no hay congruencia en una, no puede haberla en la otra y con el debido respeto que me merecen las instituciones de mi país, mientras no despertemos la confianza necesaria y elevemos la producción, continuaremos sufriendo descalabros económicos como el de ayer en que nuestra moneda recibió otra devaluación que repercutirá enormemente en la economía de las clases populares. Muchas gracias por su atención.
El C. Presidente: - ¿Desea el señor Secretario hacer uso de la palabra? Tiene usted el uso de la palabra.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Con su venia, señor presidente; señor diputado Cárdenas González: Intentaré ser breve en mi res puesta.
En primer lugar, usted se refiere a la necesidad que tenemos de aclarar las cifras, los montos, la situación de la deuda externa, porque ciertamente sí hay confusión en esta materia.
Hemos dicho, lo reitero, que del principio de esta administración, finales de 1982 a este momento, ha habido un desendeudamiento del país frente al exterior, no, el país no se ha endeudado más, sino que la situación ha sido una disminución en su endeudamiento; voy a mencionar las cifras pertinentes:
La deuda pública en 1982 era de 59 mil millones de dólares, en 1987 de casi 80 mil millones de dólares, hubo un aumento. La deuda privada fue en 1982 de 19 mil millones de dólares, actualmente una disminución a 16 mil millones de dólares; la deuda bancaria mexicana en el exterior en 1982 era de 8 mil 300 millones, ahora es sólo de 5 mil millones; el total en 1982 era de 87 mil millones de dólares, esta cifra era la que México en su conjunto debía al exterior, 87 mil millones de dólares, en el año de 1987, la deuda total del país, es de 100 mil millones de dólares, o sea, 1986, contra cien mil uno en 1987. Pero, al mismo tiempo, hemos tenido un fenómeno de endeudamiento.
El sector público se ha desendeudado en términos de monto, de monto, no de servicio de deuda, de monto; por una cifra cercana a los 1 mil 500 millones de dólares provenientes básicamente de la conversión de deuda por capital, o sea, se pagaron 1 mil 500 millones de la deuda existente.
El sector privado, ha prepagado 1 mil 800 millones de dólares. Por lo tanto, la deuda neta deducidas el desendeudamiento, subió de 87 mil, la cifra que existía en 1982, a 97 mil, o sea 10 mil millones fue lo que subió la deuda de 1982 a 1987, 10 mil millones de dólares.
Sin embargo, en 1982, no solamente no teníamos reservas internacionales, sino que debíamos sobre ellas, por una cifra cercana a los 2 mil millones de dólares. Teníamos una reserva negativa; en cambio ahora, tenemos una reserva del orden de 15 mil millones de dólares. En pocas palabras, si bien la deuda neta subió de 87 a 97, las reservas internacionales subieron mucho más que eso, por lo que, si de la deuda le restamos lo que tenemos, las reservas, tenemos un desendeudamiento neto total importante en el país. Eso es por lo que se refiere a el monto de la deuda, no al servicio de la deuda. Y esto es en términos nominales; si además queremos hacer el cálculo más preciso, tendríamos que hacerlo en términos reales. La deuda externa en términos reales, ha disminuido en 4.5% y esperamos, de acuerdo con el programa que presentamos a la consideración de esta Cámara, en el año de 1987, en términos reales, disminuir la deuda externa pública, en un 10% adicional.
En relación a la segunda pregunta, que se refiere a la inflación, el gobierno de la República no ha cedido en su programa antiinflacionario. Seguimos considerando, seguimos estimando, tenemos la convicción de que México no puede desarrollarse con justicia social en un entorno inflacionario. Tenemos juntos que seguir atacando este verdadero fenómeno de la inflación.
Como intentaba yo explicar hace un momento, la medida de liberar el mercado libre, libre, solamente libre, no tiene por qué constituirse en un fenómeno inflacionario; lo sería ciertamente, si se hubiera incorporado en él, el mercado controlado, pero al hacerlo sólo con el libre, no tiene un efecto inflacionario y por lo tanto es consciente, es congruente con nuestra meta de inflación.
¿Por qué la inflación el año pasado se aceleró de una meta entre 70 y 80 que habíamos planteado, a una meta que ciertamente terminará el año en el orden del 140? ¿Por qué ésta muy importante desviación cuantitativa en materia de inflación?
Primero, el retraso en la obtención final de los recursos externos, este proceso que podríamos calificar casi de tortuoso para obtención de los recursos con las firmas de todos los bancos del mundo, retrasó el programa antiinflacionario. Los recursos los obtuvimos hasta abril - mayo, por lo tanto, empezamos el año ya con un retraso. En esa parte del año tuvimos que financiar parte del gasto a través de presiones en el mercado, presiones en la tasa de interés, con lo que tuvimos una presión inflacionaria.
Pero también hubo otro fenómeno, en materia de corrección del equilibrio externo, del desequilibrio en nuestras cuentas con el exterior, resultó paradójico, pero tuvo más éxito que el esperado, las exportaciones no petroleras, las exportaciones petroleras con el repunte del precio del petróleo, el regreso de capitales, nos permitieron elevar el nivel de reservas, pero también originaron una liquidez adicional sobre la economía que tuvo ese efecto en los índices de precios. Todo eso sumado nos aceleró el crecimiento de los precios.
Pero el año próximo estos fenómenos, por lo menos el mayor de ellos, no tendrá el efecto que tuvieron en este año. En primer lugar, no se contempla como propósito incrementar las reservas el año próximo, creemos y precisamente para poder mantener el programa, que había que
detener rápidamente la pérdida, la erosión de reservas y así si no obtenemos crecimientos adicionales importantes que no se contempla, no habrá una monetización, resultado de un incremento de las reservas internacionales.
Señor diputado Cárdenas González, también hace una consulta sobre el proceso de desincorporación de empresas no prioritarias y estratégicas.
Quisiera yo hacer algunas menciones, porque a veces no son muy conocidas, del proceso que sigue el gobierno de la República para realizar esta desincorporación.
En primer lugar, cada coordinador sectorial, cada secretaría que coordina un sector, propone dentro de las empresas que están bajo su jurisdicción y sobre la tesis de hacer más eficiente el trabajo del sector público y desde luego reforzar la rectoría del Estado y quitarle peso, la venta, liquidación, fusión o transferencia de las entidades bajo su coordinación.
Esta propuesta la eleva a la consideración de la comisión gasto - financiamiento donde los titulares de las distintas secretarías, analizan todas y cada una de estas propuestas, después el Ejecutivo Federal a través de la Secretaría de Programación y Presupuesto, toma la decisión final y se comunica a la Secretaría de Hacienda que puede poner a las instituciones de crédito, puede pedirles que mediante un esquema transparente, público, de subasta, se pongan a la venta si fuera el caso, las ventas de los sectores.
El informe sobre lo que ha sucedido a la fecha, y que corresponde a la responsabilidad que se le dio a la Secretaría de Hacienda en los últimos meses es el siguiente:
Se nos encomendó la venta de 162 empresas, se han vendido 102 en un monto de 336 mil millones de pesos, 162 se nos encomendó a la venta, ya se vendieron 102, en proceso de finalización de firma de papeles tenemos cuatro, hay una que no es visible para su venta, 30 están siendo evaluados por los posibles interesados en participar en la subasta, y tenemos en las instituciones de crédito, realizando la evaluación técnicofinanciera 17 más y en proceso de análisis tres. Es el informe relativo a la venta de empresas.
En relación a la pregunta de, ¿cuánto es de impuestos del precio de venta de las gasolinas y cuánto es para Pemex? La respuesta es: El 61% es en diferentes impuestos, incluyendo el del IVA, el de producción, hidrocarburos, puestos especiales, etcétera, en total 61% son impuestos y 39% es el precio para Pemex.
Por último, quiero coincidir con entusiasmo con el compañero Jorge Cárdenas, en su reflexión, que necesitamos como factor importante para movilizar el país, la confianza y la producción. Muchas gracias.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el diputado Martín Tavira Urióstegui, del Partido Popular Socialista.
El C. Martín Tavira Urióstegui: - Señor Presidente; señoras y señores diputados; señor Secretario de Hacienda, Gustavo Petriccioli Iturbide; Nosotros afirmamos, los diputados del Partido Popular Socialista, que estamos viviendo el desmantelamiento del Estado, surgido de la Revolución Mexicana. Se han abandonado líneas fundamentales que estaban conduciendo a la independencia económica de la nación y al mejoramiento de las condiciones de vida de nuestro pueblo.
El proceso de descolonización, a través de la política de nacionalizaciones no sólo ha sido parado sino ha habido un retroceso considerable. Los consorcios imperialistas conservan enclaves en nuestro país, que no han tocado ni quieren ser tocados. Pero se magnifica la inversión extranjera como vía directa para remediar los desajustes económicos y dinamizar la producción. Se ha desandado el camino peligrosamente en nuestro desarrollo con independencia y justicia social. Un paso trascendental, dado en 1982, fue la nacionalización de la banca, vieja y renovada demanda de todas las fuerzas democráticas y progresistas.
La medida fue radical; como las circunstancias lo exigían; la oligarquía mexicana había perdido uno de los enclaves que le daban inmenso poder económico y político. Los banqueros constituían una fuerza ante la cual el gobierno solía inclinar la cerviz. Los secretarios de Hacienda, solían rendir sus informes anuales, ante los capitales de las finanzas, como si fueran los árbitros de la economía nacional. Pero la actual administración ha querido contenerlos devolviéndoles gran parte de lo nacionalizado, sin justificación alguna, desde el punto de vista de una política progresista revolucionaria.
Las indemnizaciones a los banqueros fueron tan altas e injustificadas, que fueron convertidos en realmente en vendedores privilegiados de sus intereses. Las empresas de la banca expropiada han sido devueltas; se ha entregado a la burguesía una posición privilegiada para la especulación y el enriquecimiento acelerado: Las casas de bolsa, que ha devenido en banca paralela, al captar alrededor del 40% del ahorro nacional.
¿Qué justificación podría darse al desmantelamiento del sector paraestatal? ¿Cómo se explica la venta de empresas tan redituables y sanas como Atenquique, que estaba laborando con números negros? ¿Qué razones de peso, de peso revolucionario toma en cuenta el gobierno para poner en venta empresas estratégicas en el campo de las comunicaciones, como es la Compañía Mexicana de Aviación? ¿Y qué criterios se toman para seleccionar a quiénes se debe vender? Es evidente que el carácter progresista y democrático de un gobierno, se mide por su política de distribución de la riqueza, en particular de la renta nacional. La depauperización de la clase trabajadora ha dejado atrás todos los cálculos pesimistas, el poder adquisitivo del salario mínimo es igual al 45% que tenía hace 10 años a pesar de que en los últimos cinco se incrementó en un 363%. La masa de los salarios redujo su participación en el producto interno bruto del 40.3 en 1976 a sólo el 27% en 1982, según reciente estudios del Colegio Nacional de Economistas.
Los especialistas de esa organización expresan que el 10% de las familias más ricas del país se apropian el 50% del ingreso nacional, mientras que el 90% de las familias restantes se distribuyen la mitad del ingreso, las cuales son las que sufren los efectos de las crisis, con menos salarios, más desnutrición y perspectivas sombrías; en cambio, las inversiones especulativas reciben toda clase de estímulos y las ganancias han subido a los cielos. En 1974 las rentas financieras representaron el 2.2% del PIB; en 1983 el 14.9 y en este año de 1987 algo así como el 13.5%, superior al monto de los impuestos que recauda el gobierno.
La deuda pública interna en esta administración ha crecido en forma no vista en mucho tiempo; según se apunta, llegará en 1988 a 104 billones de pesos, 6 billones mayor que la deuda externa. El problema no es tanto el crecimiento de la misma sino los fines para los que se ha servido. ¿Quiénes han mejorado su situación? Ciertamente no ha sido la gran mayoría del pueblo, sino el gran capital improductivo, la tremenda especulación que en nuestro país se ha dado a partir de la creación de la banca paralela, esto es cuando en diciembre de 1982 se dio marcha atrás en la nacionalización de la banca y ante el regreso al sector privado del 34% de las acciones, la devolución de empresas, aseguradoras, arrendadoras, almacenes de depósito y uniones de crédito. La especulación realizada durante la presente administración hizo crisis el pasado mes de octubre en el mercado de capitales y ayer nos encontramos con una devaluación del dólar libre según las autoridades del 32%, 2 mil 300 pesos pero en la práctica en la frontera llegó a 3 mil pesos.
En los cinco años de esta administración ¿podría decirnos, señor Secretario en qué tanto por ciento o por mil se ha devaluado nuestra moneda y si hay procedentes dramáticos y brutales como lo ocurrido apenas hace unas horas? ¿En qué etapa de nuestra historia, etapa pacífica, se ha dado una situación semejante a la que ha ocurrido hace unos momentos? Y por lo que ve a la deuda externa, señor Secretario, usted nos acaba de dar algunas cifras, pero quizá enredados por el lenguaje sabio de los criterios de política económica que se ha puesto en nuestras manos, nuestras pocas luces no nos alcanzan a alumbrar el sendero para poder entender muchas de estas cifras del manejo de los criterios sobre política económica.
¿Cuál es el saldo? Usted acaba de hablar de 101 ó 7 mil millones de dólares. ¿No le parece que es un argumento, una especie de argumento de los tahúres restarle a la deuda externa las reservas internacionales, o es acaso que la Secretaría de Hacienda, usted mismo como jefe de ella, firmó un giro por este concepto y se hizo la sustracción respectiva?
Le pedimos seriedad, claridad, señor Secretario, porque el pueblo de México no está constituido por retrasados mentales a los que se les puede engañar con el manejo grotesco y diríamos tramposo de las cifras.
Nuestro país ha caído en el neocolonialismo financiero. Si nosotros cotejamos las recetas del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, de la propia reserva de Estados Unidos y el Departamento de Estado, con la política económica seguida en esta administración, fácilmente caemos a la cuenta que hay una total compaginación, un embonamiento absoluto entre las exigencias de los centros financieros internacionales, y las líneas que se han seguido en México para que podamos seguir siendo "favorecidos" por la banca internacional.
Revisemos el Plan Backer, revisemos todas las teorías de la escuela de Chicago, y la lista de condiciones establecidas por el Banco Mundial y el Banco de Reconstrucción y Fomento, y nos daríamos cuenta que ha habido una obediencia a esos lineamientos, y que la dignidad de nuestro país se ha lastimado profundamente; el neocolonismo financiero de que somos víctimas se ha traducido en México en una economía servil, en una economía de obediencia a esos centros financieros internacionales.
Y no tan sólo se ha devaluado nuestra moneda, señor Secretario se ha devaluado nuestra dignidad. La crisis produce toda clase de devaluaciones; económicas, devaluaciones ideológicas, devaluaciones teóricas y devaluación de la dignidad también.
Ahora resulta que el señor Paul Volcker, capitán de la reserva de Estados Unidos, como decir el banco oficial de aquel país, es un gran hombre, lo acaba de decir usted, es decir quienes han diseñado esta política neoliberal, quienes han querido, han apretado las tuercas para asfixiar a nuestro pueblo y a la nación, resultan benefactores de la humanidad.
Nuestros verdugos merecen ahora las condecoraciones más altas del gobierno de México. ¿Cómo estarán las cosas que los representantes del imperio reciben las más altas presas que otorga el Estado mexicano? ¿En qué mundo vivimos, señor Secretario, cuando un acto indigno, un acto grotesco, digamos un grosero brochazo, ennegrece lo que ha sido la política internacional de México?
¿No le parece a usted, señor Secretario, que hay una contradicción flagrante entre la iniciativa presidencial apenas enviada al Senado de la República para elevar a rango constitucional los principios de política internacional?
Se han desmentido de tajo por un acto que debió meditarse más profundamente y que la historia va a juzgarlo en el futuro, no tan lejano, porque la historia, lo hemos repetido aquí, es el tribunal infalible, el tribunal que condena o absuelve a gobernantes y a gobernados, a traidores y a benefactores también.
Señor Secretario: diría perogrullo que la política económica que siga un gobierno tiene que responder al tiempo y al espacio en donde se formula y se lleva a la práctica. No es ocioso recordar que México es un país forjado en tres grandes revoluciones, que le dieron un camino para que por él siga avanzando. Pero hay dos maneras de negar una revolución. Haciéndolo abiertamente, oponiéndose a ella, o afirmando de palabra sus postulados, pero tergiversándola y haciendo lo contrario de lo que ella se propuso alcanzar.
En México ha surgido una literatura política barroca, llena de frases, grandes y pequeñas, que hacen el panegírico a diario de la Revolución Mexicana, pero no olvidemos que obras son amores y la mejor forma de demostrar que se ama a la Revolución Mexicana es siguiendo sus mandatos, avanzando por la vía que ella trazó, sin claudicaciones, sin componendas o conciliaciones con los enemigos de ella.
Para poder saber en qué medida una política económica es fiel a la Revolución Mexicana, es necesario cotejarla con las grandes demandas que la lucha social planteó con nitidez.
La Revolución Mexicana fue claramente un movimiento antiimperialista, que planteó como tarea histórica conquistar la independencia económica cuyo primer paso era reivindicar nuestras riquezas de manos de los consorcios extranjeros.
Un gobierno leal a la Revolución tiene que realizar este mandato plasmado en la Carta de Querétaro. ¿Cómo? No precisamente con simples frases, sino justamente quitándole al imperialismo lo que aún conserva en México, es decir, siguiendo la política de las nacionalizaciones.
Además, la autodeterminación económica tiene que conquistarse con base en el esfuerzo por fincar nuestro desarrollo para beneficio del pueblo mexicano, de sus masas laboriosas y no doblegándose ante los dictados de los centros que han forjado el neocolonialismo financiero.
La Revolución Mexicana escribió con sangre montañas de papeles, exigiendo el mejoramiento constante de las condiciones de vida del pueblo trabajador. No fue la Revolución de la conciliación nacional, no fue la Revolución de la conciliación nacional para que ricos y pobres, poderosos y débiles armonizaran sus intereses. La Revolución ordenó una mejor distribución de la riqueza, y lo dijo tajantemente en el artículo 27 constitucional.
¿Pero una mejor distribución de la riqueza nacional se logro suplicando a los que la poseen para convencerlos de que se desprendan de sus bienes y lo repartan entre los pobres? No, señor Secretario, de ninguna manera. Una revolución ordena y sus mandatos tienen que cumplirse, so pena de negarla y traicionarla. Una revolución, pues, de las premisas, da los principios, da los cimientos sobre los que se construye el edificio de la nación y la felicidad del pueblo.
¿En qué medida estamos negando los postulados más prístinos de nuestro movimiento de 1910? Ya hemos cuestionado la política económica. Quisiéramos respuestas unívocas, concretas, de acuerdo con los cuestionamientos concretos también que se han hecho. Porque podemos vagar y divagar en teorías y terminologías técnicas, pero lo que el pueblo mexicano está esperando, es una claridad. El pueblo quiere saber dónde está el origen de su pobreza, dónde está el origen de su
miseria, dónde está el origen de la baja del nivel de vida, porque el éxito de una política económica no se mide por el beneficio que reciben unos cuantos, sino por el beneficio que recibe la mayoría.
Nosotros decimos categóricamente, que esta política económica le ha hecho más daños al pueblo de México, probablemente que todas las dictaduras en el Siglo XIX y en el Siglo XX.
Nuestro partido, el Partido Popular Socialista, quiere llamar al pueblo de México, a decirle que se apreste a derrotar esta política económica. O le preguntamos: ¿Está conforme el pueblo de México con la miseria impuesta, con la entrega de la burguesía voraz y a las fuerzas imperialistas? ¿Quiere el pueblo mexicano seguir empobreciéndose? ¿Quiere el pueblo mexicano que volvamos la espalda a los gravísimos problemas y nos embriaguemos en una fiesta de palabrería hueca, que sólo lleva como propósito adormecer a las grandes masas para que sigan encadenadas a criterios falsos y a un lenguaje seudo revolucionario, o revolucionario que refleja una hipocresía de parte de quienes debían cumplir los mandatos más sagrados de nuestro movimiento social?
Queremos que el pueblo mexicano lo decida, porque en última instancia el pueblo es el autor de su historia. Los hombres que dirigen son pasajeros, los grandes hombres lo son en la medida en que saben interpretar los anhelos populares, en la medida que se convierten en el pensamiento, en el brazo ejecutor de sus anhelos. Si esto no ha ocurrido, si el pueblo mexicano sigue por la senda de su propia devaluación, como pueblo digno, como pueblo valeroso, como pueblo revolucionario, entonces la historia, compañeros diputados, la historia juzgará la época de transición, hacia dónde: ¿hacia la luz?, ¿hacia las alturas del progreso, de la independencia o hacia las profundidades, hacia lo oscuro de la inseguridad, de la miseria, de una rebaja trascendental de todos los valores que el pueblo mexicano ha construido a base de inmensos sacrificios y de raudales de sangre? Muchas gracias.
El C. Presidente: - ¿Desea el señor Secretario hacer uso de la palabra? Tiene usted la palabra.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Con su venia señor Presidente: Son tan amplios, tan vastos los temas que toca el señor diputado, a algunos de ellos creo que he hecho algunas referencias, por lo que voy a concretar a hacer algunas reflexiones generales y puntualizar algunos aspectos.
En primer lugar, quiero recordar que gracias a los regímenes revolucionarios y al proyecto social, a nuestro pacto social expresado en la Carta de Querétaro, en nuestra Constitución, hemos podido, en un período histórico, relativamente corto, transformar nuestro país.
Recordemos cuál era la situación que enfrentaba la nación justamente, en 1917, cuando un puñado de mexicanos redactó un proyecto extraordinario. ¿Cuáles eran esas condiciones de vida de nuestro país, de nuestro pueblo?; que no teníamos una infraestructura física, no teníamos instituciones, no teníamos producción; una economía semifeudal; una economía primitiva de actividades primarias.
En solamente unas cuantas décadas hemos tenido un profundo cambio en la estructura de nuestro país. Hemos hecho frente a uno de los crecimientos demográficos más rápidos del mundo; hemos dado escuela, hemos dado educación primaria, estamos dando en este momento a prácticamente a todos los niños mexicanos; estamos combatiendo el analfabetismo.
Se han edificado viviendas, habitaciones, casas por miles y miles a lo largo del territorio. Tenemos comunicaciones, tenemos carreteras, tenemos electricidad, tenemos producción, tenemos empleo.
Se ha progresado realmente mucho. Comparemos el crecimiento en estos 50, 60 años con cualquier otro país del mundo; la transformación en México ha sido notable.
Hemos progresado en un país en desarrollo; hemos progresado con y sin petróleo; hemos progresado en depresiones mundiales; hemos avanzado en conflictos y guerras internacionales; hemos avanzado en acosos del exterior, siempre con independencia, el país se ha cambiado, se ha modificado, se ha hecho mucho y sobre todo lo hemos hecho en paz, en unión, en concordia, hemos avanzado, hay mucho que avanzar ciertamente, hay mucho que hacer, no podemos estar ninguno de nosotros satisfechos mientras existan rezagos, marginación, pobreza, insalubridad, ignorancia tenemos que seguir trabajando y tenemos que hacer un esfuerzo mayor pero dentro de las posibilidades que tiene el país de su propia independencia.
Hay algunos aspectos concretos que quisiera yo comentar de la intervención del señor diputado. En primer lugar, quiero insistir, no es palabrería,
no es manejo de cifras, no hay trampas en las cifras, simplemente es un hecho; esta administración se ha desendeudado en términos nominales y en términos reales, respecto a la situación prevaleciente en 1988; por lo tanto, el monto de la deuda externa es no sólo inferior en sí misma, sino inferior en términos per capita, inferior en términos a los activos que tiene el país, con lo que no quiere decir, de ninguna manera, lo estamos diciendo, que estemos satisfechos, cómodos con el nivel de deuda, simplemente estamos señalando un hecho, no se ha incrementado la deuda externa del país en este período.
¿Por qué restamos el volumen de reservas internacionales?, porque naturalmente no es lo mismo deber cien o la cifra que sea, sin reservas que con reservas, con reservas internacionales que podemos utilizar, no solamente para mantener el país, sino poder mantener la firmeza en nuestras negociaciones con el exterior, porque no es lo mismo negociar con reservas negativas que cuando se tiene un alto nivel de reservas, y porque desde el punto de vista de obligaciones frente al exterior tenemos obligaciones menores en este momento que las que teníamos hace cinco años, pero además con un volumen de reservas que no teníamos.
El señor diputado hace menciones en relación al papel de las casas de bolsa, y afirma que están gastando algún porcentaje, que por ahí perdí y lo tengo anotado acá, de el ahorro y que es una competencia de banca paralela frente a la banca nacionalizada, frente a las instituciones de crédito. Esto es una distorsión de la realidad con todo respeto, señor diputado; la banca tiene una función específica que es la intermediación en el crédito, las casas de bolsa tienen otra función que es la intermediación en el mercado de capital, en el mercado de deudas, en el mercado accionario.
No existe esa aparente competencia, ni es banca paralela, no tiene funciones de banca; permítanme poner un ejemplo muy sencillo: Si una persona adquiere en una casa de bolsa, acciones por mil pesos, le paga a la casa de bolsa, normalmente con un cheque. Ese cheque significa un depósito en su banco; la casa de bolsa, sí es una emisión primaria, quiere decir que le ha puesto a la venta la empresa; ese cheque lo deposita en su banco y a su vez le da un cheque para que la empresa lo deposite en su banco. Si es una transacción en el mercado secundario en la bolsa, se lo da al cliente que está vendiendo esto. Por lo tanto, los recursos de la banca siguen siendo los mismos y si hago traspasos de un banco a otro, pero las casas de bolsa no manejan esos recursos, simplemente son intermediarios; es como un comerciante que compra y vende una mercancía, la mercancía se llama valores, pero no están interviniendo en el campo de la banca.
Por otro lado, usted está en contra de que se haya colocado el capital del 34% de la banca. ¿Qué significa esto? Significa varias cosas. En primer lugar, que el gobierno mantiene el 66% del control de esta institución, lo que quiere decir, el control total de la institución; pero utiliza recursos del mercado porque las reglas de venta fueron muy claras, que sólo se permita adquirir hasta el 1% para una persona física o moral; lo que significa que ese 34% está distribuido en miles y miles de pequeños ahorradores, significa que el gobierno no tiene que capitalizar, no tiene que aumentar su participación con recursos fiscales insuficientes en la capitalización de los bancos; significa que los bancos se fortalecen, pueden crecer con la cooperación de estos pequeños o medianos inversionistas que compran estos certificados de participación patrimonial. Significa que estamos utilizando el sistema que estoy tratando de describir, para fortalecer a la banca y no a costa del fisco, sino con la participación de los pequeños o medianos y miles de inversionistas.
No se ha abierto el manejo de la banca a los particulares. La banca sigue siendo gubernamental, oficial. No se ha abierto. Simplemente se ha aprovechado llevar recursos a los bancos.
Señor diputado, usted tiene la impresión de que el precio que se pagó por la indemnización bancaria, fue un precio muy alto. Esto es bastante discutible. Las utilidades simplemente que ha tenido la banca, ya manejada por el gobierno, son muchas veces superior al precio que se pagó por la indemnización bancaria. Así es de que ni siquiera desde ese punto de vista se justifica la observación.
Por otro lado, usted también afirma que se devolvió, las empresas que tenía la banca o las participaciones accionarias que tenía la banca, que se devolvieron a los particulares; formal, jurídicamente y la intención fue nacionalizar la banca, que fue lo que se hizo, no las empresas o participaciones en donde la banca estaba porque la banca tenía participaciones en cientos y cientos de empresas. No era la intención nacionalizar esas empresas; por lo tanto, éstas quedaron fuera del decreto expropiatorio y lo que se nacionalizó fueron los activos de la banca, la banca misma en su función, no las intervenciones que por razones de mercado de inversión, etcétera, podía tener la banca.
El gobierno mexicano ha tomado la decisión de modernizar al país, ha tomado la decisión de
realizar un esfuerzo para atacar los grandes desequilibrios económicos y sociales que han estado afectando al país. Está intentando, en un esfuerzo, realizar los grandes cambios estructurales que requiere nuestro país.
El gobierno mexicano no está inspirado en lo que suceda en otras latitudes; sin embargo, es un hecho que los grandes países o pequeños países están realizando cambios similares, cambios en la profundidad de sus estructuras económicas. Esto lo observamos claramente en la Unión Soviética, lo observamos en la República Popular China, se están modernizando, están haciendo cambios de estructuras, ¿por qué? porque igual que en México, quieren llegar al Siglo XXI en una situación de poder participar en la economía mundial y no estar rezagado.
Estos cambios están sucediendo en todo el mundo, en regímenes de distinta naturaleza incluyendo los regímenes socialistas. Están desincorporando empresas, se están realizando esfuerzos porque el Estado no tenga cargas excesivas que tiene que trasladar a la población. Tenemos que ser mucho más eficientes. México no es el único país que está intentando su modernización.
En relación a la venta de empresas que usted menciona, como ejemplos pone el caso de Atenquique y el caso de la Compañía Mexicana de Aviación, ninguna de estas empresas es, ni estratégica ni prioritaria para el país y pueden ser manejadas por el sector privado o el sector social.
El gobierno mexicano está fortaleciendo su rectoría, su participación en la economía, pero esto no se relaciona directamente con tener el manejo administrativo de estas empresas.
En relación a sus comentarios respecto a la distinción, al reconocimiento que se le hizo al señor Volker, creo que ya di mi opinión. Sin embargo, quiero simplemente subrayar que no juzguemos los méritos de las gentes por sus nacionalidades, no juzguemos los méritos que hacen los ciudadanos del mundo por el país en donde viven o tienen origen, sino por los servicios que dan al país.
El hecho de que el señor Volker haya sido funcionario de una institución como la reserva federal o que sea norteamericano, de ninguna manera se descalifica para objetivamente reconocer servicios de cualquier país, de cualquier signo. No agregaría más sobre ese tema.
Usted sienta una premisa que no corresponde a la realidad, y se lo digo con todo respeto; usted menciona que funcionarios del gobierno de la República, de un gobierno que es revolucionario, fuimos a inclinar la cerviz; es absolutamente falso.
Independientemente de ideologías, independientemente de estrategias, independientemente de la posición que transitoriamente cada uno de nosotros ocupa, antes que nada, todos somos buenos mexicanos y sabemos lo que es México y sabemos como preservar y cuidar con inteligencia, con habilidad, con sagacidad, los principios fundamentales de México. En ningún sentido y que yo conozca, no he visto a un funcionario mexicano que incline la cerviz ante nadie. (Aplausos.)
Señor, usted afirma que no nos manejamos con seriedad ni con verdad, tampoco coincido con esta apreciación.
Yo pienso, que usted, el resto de los diputados o de los miembros de partidos de oposición, son gente seria, son gente que dice su verdad. Le ruego aceptar que nosotros también somos serios y que también obramos con verdad, no puedo decirle cuál es la mejor verdad, pero la nuestra la decimos, la comentamos, no la ocultamos, no la soslayamos y tratamos de convencer con nuestra verdad, y que podemos distinguir entre la utopía, la fantasía, el sueño y la realidad, que en ocasiones no es tan grata como quisiéramos, y de ninguna manera hacemos un manejo tramposo.
Podemos coincidir o no en un concepto, podemos discutir cualquier cifra, pero no hacemos trampas. El gobierno del Presidente De la Madrid y los gobiernos de la Revolución no hacemos trampa.
Hubo ciertamente una devaluación de una parte del tipo de cambio, de una porción del mercado, no, y vuelvo a insistir, en el tipo de cambio general, en la parte más pequeña, fue en la que se devaluó, no el resto, pero de ninguna manera, por lo menos nosotros hemos devaluado, sino al contrario, nuestra dignidad y esta medida, en esta parte el tipo de cambio, que no es una devaluación de todo el tipo de cambio ni de las devaluaciones anteriores, una parte de nuestro tipo de cambio, es la que nos permite justamente, poder manejar la situación económica para el año próximo y los años futuros.
Coincido con usted, señor diputado, éste es un régimen de transición, así es, así lo ha planteado el Presidente De la Madrid, pero una transición hacia un México mejor, en que podamos, mediante los cambios de estructura, realmente ir al fondo de los problemas y no a su raíz, poder
llegar a un México mucho mejor que el que tenemos para el próximo siglo, para nuestros hijos y para nuestros nietos.
El camino que estamos siguiendo creemos que es el correcto. Siempre discutimos y estamos dispuestos a discutir estrategias, tácticas, uso de instrumentos, y lo seguiremos haciendo. Pero creemos que estos cambios de estructura económica son los que van a sacar al país de este proceso de crisis recurrentes, de recesiones, impulsos de injusticias, de incertidumbre, Estamos empezando a construir un México mejor. Esto ciertamente es un régimen de transición. La tarea no está acabada, la acabarán nuestros nietos. Muchas gracias. (Aplausos.)
El C. Presidente: - Tiene la palabra el ciudadano diputado Carlos Barrera Auld, del Partido Demócrata Mexicano.
El C. Carlos Barrera Auld: - Con su permiso, señor presidente; ciudadano Gustavo Petriccioli, Secretario de Hacienda y Crédito Público; ciudadanos diputados; señoras y señores: En la fracción parlamentaria del Partido Demócrata Mexicano, analizamos con interés el documento de Criterios Generales de Política Económica con el que el Ejecutivo fundamenta la iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, correspondiente al que será el último año del gobierno del Presidente Miguel de la Madrid.
Destacamos la importancia de los propósitos y objetivos que se enuncian. Y si hemos de ser sinceros, debo manifestarle que lo vemos con optimismo, sobre todo porque se reitera el deseo de un desarrollo más justo y permanente, mediante la corrección a fondo de los desequilibrios acumulados durante muchos años en la economía nacional. Este optimismo lo queremos mantener aun cuando, como se señala reiteradamente en el citado documento, representa la continuidad de la política trazada a principios de sexenio, a pesar de los fracasos de algunas de las acciones emprendidas en este orden y que se manifiestan actualmente en el deterioro social y económico que vive el pueblo de México.
El Partido Demócrata Mexicano, señor Secretario, ha reconocido que la actual administración recibió un país con una pronunciada crisis heredada de los sexenios anteriores. Por ello, valoramos en su oportunidad los esfuerzos iniciales del gobierno federal, para enfrentar y sanear nuestra maltrecha condición. Sin embargo, lamentamos que estas acciones se hayan ido abandonando paulatinamente sin lograr el propósito de una reordenación que ustedes mismos diseñaron, adecuándola a las exigencias del pueblo y a los requerimientos de una buena administración.
En el documento de criterios que comentamos, se nos señala que no ha habido ni habrá sorpresas. ¿Cómo podemos tomar el hecho de que, como se ha dicho, si manteníamos un tipo de cambio subvaluado en relación con el dólar, el día de ayer nuestro peso haya sufrido una drástica caída? El pueblo lo entiende como una devaluación más.
No compartimos el retruécano de que se ha dicho lo que se ha hecho y se ha hecho lo que se ha dicho, porque, mire usted, por citar algunos casos de los que se han dicho y no se han hecho o no se han logrado: en 1983 se pronosticó una inflación del 50% y fue del 81%; en 1984 se dijo que sería del 40% y fue del 70%; para 1986, se pronosticó sería del 45% y llegó a 105%; para este año de 1987, se nos anunció en la presentación del presupuesto, que sería del 70 u 80% y todos sabemos que llegará al 140% en el mejor de los casos. ¿Qué sucederá en este renglón para 1988?
Ahora bien, con la sorpresa que nos llevamos los mexicanos el día de ayer con motivo de la devaluación del peso, se entiende bien que en tanto esta medida la resiente la mayoría de los mexicanos, permitía que una minoría que se dedica a hacer negocio a través de la especulación, vieran con buenos ojos esta medida, ya que retirado el Banco de México del mercado cambiario, dejaron al arbitrio de éste el manejo de la cotización de la moneda estadounidense.
En nuestra opinión, que no será la constancia y la claridad en los objetivos, como se afirma, pues ha sido muy común en la presente administración, el cambio de políticas, por ejemplo, en el caso del peso, cuando consideran que así conviene, se pondera el hecho de que el desliz cambiario sea mayor porque esto alienta las exportaciones; y en otras se justifica el menor deslizamiento porque ello ayuda a detener la inflación.
Parte de la inconsistencia de esta política se vio en este año en la medida que la inflación crecía y el tipo de cambio manifestaba una baja al igual que las tasas de interés. es por eso que le preguntamos, señor Secretario, ¿cuánto espera que termine el tipo de cambio este año y cuánto para el año de 1988?
Durante los últimos meses nos hemos estado moviendo en un ambiente de incertidumbre, motivado principalmente por las acciones que se han registrado en los mercados bursátiles. En este
recinto, en no pocas ocasiones, distintas representaciones partidistas, hemos hecho referencia a este asunto con marcada preocupación; en lo que respecta al Partido Demócrata Mexicano, dijimos que las fluctuaciones, sobre todo cuando insistentemente se dan a la baja, tienen una honda implicación con diversos aspectos de la economía nacional, y porque son reflejo de varios hechos socio económicos que deben ser objeto de nuestra atención.
Las variaciones en la bolsa, según comentarios de expertos financieros, fue uno de los factores que movieron a la elevación de la tasas de interés y a un mayor deslizamiento del peso frente al dólar para evitar la fuga de divisas.
En el PDM, siempre hemos sostenido que el peso debe tener una paridad real y que su relación de intercambio no debe estar sujeta a maniobras, a objetivos a corto plazo, y menos a manotazos de ahogado.
Con las acciones recientes, ha quedado claro el porqué de nuestra preocupación, de que ante la vista de las autoridades se haya conformado un mercado excesivamente especulativo, en el que se dieron comportamientos no muy adecuados por parte de la Secretaría de Hacienda y de la Dirección de la Comisión Nacional de Valores, propias de corredor de bolsa interesado, al aconsejar a los tenedores de acciones que no vendieran, cuando en la bolsa, por su naturaleza, hay un libre juego de oferta y demanda.
Nos preocupa, asimismo, que la bolsa se haya convertido en un instrumento para financiar el gasto corriente del gobierno, por la colocación desmedida de valores gubernamentales, como son Cetes, Petrobonos, etcétera, cuyo monto en bolsa ha sido superior al de los 9 billones de pesos.
Nos preocupa, porque eso incrementa la ya excesiva deuda interna, lo cual puede tener desastrosas consecuencias, pero en el aspecto específico de las casas de bolsa, esto puede explicar el excesivo consentimiento y cariño con el que se les trata. Uno de ellos, el más grave, es el que se permita que las casas de bolsa en lugar de ser intermediarias neutrales y profesionales de la inversión bursátil, se conviertan, con los inmensos recursos que acumulan, en especuladoras y en decisorias del mercado, de maniobras oscuras que trastocan el mismo, y en algunos casos en unión con instrumentos oficiales.
Volviendo a la evolución económica para 1988, que como se nos advierte, la estrategia fijada pretende ajustarse a los propósitos iniciales de la administración, es evidente que el combate a la inflación, de estar en primer término, se ha ido corriendo en el numeral de los objetivos que se fijan para cada año. Para 1987 se ubicó en segundo término de los cuatro objetivos trazados, y en el presupuesto que se nos presenta para 1988 se ubica como el tercer objetivo al intensificar los esfuerzos para combatir la inflación.
Lo anterior nos hace suponer que se persiste en la idea de que por fuerza debemos acostumbrarnos a vivir con una inflación creciente, lo que sin duda dificultará la creación de expectativas de crecimiento y el logro de objetivos fijados, no solamente en los planes estructurales del gobierno, sino en todos los niveles de la economía en los que está involucrado el pueblo de México en su conjunto.
Esto indiscutiblemente obligará a efectuar ajustes constantes en el presupuesto que se nos está presentando. Se nos ha manejado, se ha manejado en diversas instituciones de investigación, que la economía subterránea continúa en franco crecimiento en nuestro país, motivado por la elevada carga tributaria.
Se ha demostrado a las autoridades que los impuestos son tan elevados en algunas industrias, como en el caso de la automotriz, que ha originado que nuestros precios no sean competitivos en relación a otros países. Si las industrias han sufrido trastornos y bajas en la producción, imaginemos lo difícil que resulta para la pequeña y mediana industrias sobrevivir en las condiciones de desigualdad existentes.
Reconocemos que se ha manifestado una pequeña recuperación en los ingresos tributarios. Esto debido principalmente a una recuperación económica y no a un manejo eficiente de la política fiscal. De hecho, el gobierno esperaba una recuperación mucho mayor que la lograda, así como ampliar el padrón de contribuyentes y disminuir significativamente la evasión fiscal.
En reiteradas ocasiones se ha propuesto reducir los impuestos, no como un recurso populista, sino para estimular en verdad la actividad productiva y alentar la manifestación voluntaria de los diferentes giros comerciales, así como la simplificación de la disposiciones legales en materia fiscal, que faciliten el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Hemos podido observar que en diversos países ha quedado demostrado que a menor carga tributaria se da un mayor crecimiento y a la vez se obtiene una mayor recaudación fiscal.
En cuanto a los apoyos que se ofrecen para estimular el crecimiento en lo que respecta a la
posibilidad de un aumento en las disponibilidades de crédito, con un simple ejercicio aritmético se observa que la absorción de recursos por parte del sector público para financiar su déficit, será tan elevado que la disponibilidad para el sector privado será la más baja de la historia.
En base a este ejercicio, actualmente representaría menos del 3% del producto interno bruto, comparado con el 6% que recibieron en uno de los peores años de la actual administración.
Lo anterior resta las posibilidades de crecimiento como lo exigen las proyecciones que se plantean en el mismo documento de criterios, y más aún cuando un alto porcentaje del presupuesto de ingresos está destinado para el pago del servicio de nuestra creciente deuda interna.
Es evidente que, como lo han venido manifestando, seguirán el proceso de negociación de nuestros adeudos con el exterior. Esperamos se den acciones en este campo con criterio político, entre los que se debe considerar la solidaridad internacional y la corresponsabilidad de la comunidad mundial en el desarrollo de todos los pueblos.
De ninguna manera, el pago de la deuda debe limitar la atención a necesidades básicas, como son el que los mexicanos comamos bien, contemos con servicios de salud suficientes y se resuelva el problema de la vivienda.
Respecto a precios y tarifas, al analizar los ingresos presupuestales, se observa una reducción significativa de los ingresos que obtiene el gobierno federal de Petróleos Mexicanos.
La única explicación que encontramos al respecto, es por una parte, que hayan rebajado los impuestos a esta empresa y por otra, que el ajuste en los energéticos internamente se vayan a reprimir con respecto a la inflación. ¿Nos podría comentar algo al respecto?
En este mismo renglón de política y tarifas, se supone que ya se corrigió en gran parte el rezago con ajustes continuos y acelerados, que en alguna forma constituyeron golpes traumáticos en la economía familiar de los mexicanos, pero que tratamos de entender cuando se explicaron las razones que motivaron estos ajustes. Sin embargo, hay la creencia de que cuando los ingresos tributarios bajan, se quieren compensar con aumentos en los precios y tarifas de los bienes y servicios a cargo del sector público, como son gasolina, electricidad, transporte, etcétera.
Reconocemos como positivo el que se desgraven los ingresos de los trabajadores, exentando no solamente el monto del salario mínimo, sino otros ingresos que se perciben en función de las prestaciones que las leyes de la materia prevén.
Insistimos en que debe darse también una desgravación de los impuestos al consumo, como lo es el gravoso Impuesto al Valor Agregado, que como se ha demostrado, beneficia más a los que lo retienen y no lo pagan, además de que provoca mayor inflación y alza de precios al consumidor.
A propósito de demanda de desgravar el IVS, principalmente en lo que se refiere a alimentos, medicinas, ropa y calzado, se nos ha contestado que es imposible por la reducción que significarían los ingresos tributarios. Seguimos sosteniendo que con menor gasto público se pueden cobrar menos impuestos. Es importante señalar además, que no sólo desde la oposición se ha manifestado necesaria la desgravación de los impuestos al consumo, sino que a través de sectores como la CTM, también se ha pedido al gobierno federal atenuar el proceso inflacionario con la ampliación de la exención del impuesto al valor agregado.
Señor Secretario, nuestro país vive momentos de inquietud; la crisis se manifiesta más claramente y los signos de recuperación se ven cada vez más lejanos, con los acontecimientos recientes que se han dado en el ámbito económico. Lo anterior nos hace pensar que las autoridades están obligadas a estabilizar la situación económica, política y social. Hasta ahora, las medidas anunciadas no han logrado esto, con lo cual, las posibilidades de que se instrumente un plan de estabilización son cada vez más crecientes.
Un conocido centro de estudios como lo es el ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de la Ciudad de México), ha señalado que las condiciones contables para establecer un plan heterodoxo están dadas en nuestro país. El éxito o el fracaso del mismo, dependerá de la disciplina fiscal y monetaria que obliga a un ajuste drástico del sector público en su gasto, hecho que en los actuales momentos políticos puede ser considerado por ustedes como algo imposible.
Hemos observado que esta posibilidad, la actual administración la maneja con mucha prudencia y cautela. Casi no habla de ello, son más bien los medios especializados los que hacen referencia a la necesidad de llevar a cabo un programa de choque y no de tipo gradual y esto se apoya en los siguientes elementos:
La inflación mantiene una clara tendencia ascendente; se manifiesta una reducción del poder de compra de la población; la incertidumbre de la
sociedad en relación a los resultados obtenidos, hecho que genera desconfianza y desalienta el ahorro y la inversión; los niveles de subempleo y desempleo que están provocando serias tensiones sociales; las repercusiones políticas que representan el peligro potencial de una recesión en 1989.
Con respecto a las características de que un plan de estabilización sea de corte heterodoxo, es porque las medidas que hasta ahora se han manejado en México son semejantes a las que adoptaron en su momento Argentina, Brasil e Israel.
Pero no sólo los economistas del ITAM sostienen lo anterior, también economistas de la CTM han insistido en la implementación de un plan, que por lo que se desprende de los elementos en que apoyan esta insistencia, sería de tipo populista, al estilo peruano. Que desde nuestro punto de vista, presenta resultados económicos muy pobres, con una clara tendencia al fracaso.
Tradicionalmente, los presidentes de nuestra nación desean terminar su mandato lo mejor posible. El actual Presidente no tiene por qué ser la excepción. Esto hace prever que la realización de un ajuste económico se vea hasta el próximo sexenio, con el consecuente riesgo de que para esas fechas la situación económica, política y social, sea de mayor gravedad a la que enfrentamos.
Finalmente, debo aclarar, señor Secretario, que al analizar los momentos que vive el país, no encontramos otros términos que los expresados para manifestar nuestra honda preocupación.
De antemano, agradezco su disposición para las respuestas a esos planteamientos y de la misma forma, conocer ampliamente sus comentarios. Por la fracción demócrata, su servidor Carlos Barrera.
El C. Presidente: - ¿Desea usted, señor Secretario, hacer uso de la palabra? Tiene usted el uso de la palabra.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado Barrera: Le pido de antemano disculpas si no me refiero a todos y cada uno de los puntos que ha usted tratado en su intervención, a algunos de ellos he hecho referencia, y otros seguramente continuarán estando presentes durante el transcurso de los debates de hoy en la mañana y en la tarde.
Quisiera iniciar mis reflexiones afirmando una vez más, que no se ha abandonado de ninguna manera el combate a la inflación, seguimos considerando que la inflación es el enemigo a vencer y que siendo un objetivo central, fundamental, desafortunadamente no es el único objetivo. Podríamos ciertamente tomar acciones más vigorosas, más de fondo para frenar la inflación; sin embargo, el costo de esas medidas, el costo social, el costo económico para el país, sería muy grande.
Una de las posibilidades de poder frenar la inflación rápidamente, sería provocar una profunda recesión, eso podría tener resultados en términos cuantitativos de índice de inflación, pero el costo sería muy serio, no solamente en índices cuantitativos de cierre de empresas, de despidos masivos, de deprimir aún más los niveles de vida de la población.
Ningún índice cuantitativo, podría reflejar el costo humano que tendrían que pagar nuestros compatriotas por medidas violentas para frenar la inflación. Tenemos que seguir trabajando gradual, persistentemente ante este fenómeno, pero no a través de medidas que pudieran provocar graves males para la nación.
En este criterio, en este contexto, es el que explica el porqué no estamos dispuestos a establecer un plan de choque, un plan heterodoxo, un plan de estabilización; posiblemente o seguramente en el mundo estricto de la academia, en el mundo estricto de la teoría, en el manejo de las variables económicas en un pizarrón, puede resultar conceptualmente atractivo un plan de esta naturaleza.
Su concepción es muy sencilla, congelamos la situación actual, congelamos todos y cada uno de los precios nacionales porque los internacionales no los podemos congelar; congelamos las estructuras actuales; congelamos los desequilibrios existentes; congelamos las injusticias; congelamos la relación que existe en este momento entre todos y cada uno de los sectores. Congelamos todo y después, ¿cómo salimos de haber congelado todo o ahí nos vamos a quedar en un país congelado? Naturalmente que esto no es una opción.
En la teoría puede funcionar. En un país tan grande como México, en un país de una movilidad social, en un país que está dinámicamente creciendo, en un país complejo como el nuestro, no es fácil ni conveniente congelar la situación en un momento dado.
Yo afirmo que no existen las condiciones necesarias fundamentales para asegurar que un plan de choque va a tener éxito. En todo caso, puedo
aceptar que el éxito pudiera ser temporal, transitorio, espectacular; que en unas cuantas semanas el índice de inflación pudiera ser el cero, pero no lo íbamos a poder sostener en esos términos.
Un país tiene que seguir creciendo, tiene que seguir desarrollándose, tiene que seguir avanzando en la distribución justa de los beneficios de la sociedad y no congelar la situación actual. En la práctica, los planes de choque desafortunadamente no han tenido el éxito esperado. Y no han tenido el éxito esperado porque se atacan los efectos que produce una inflación; no se ataca la raíz, el origen de la inflación y mientras existan los desequilibrios estructurales, existirá una inflación latente que romperá el sistema de choque, por decreto. Por lo tanto, consideramos que éste no es el camino de México, pero tampoco significa que vamos a abandonar la lucha contra la inflación; pero lo tenemos que hacer gradualmente, persistentemente. El dilema es: "la menor inflación posible, con el máximo desarrollo, reactivación de la planta productiva y el empleo".
No nos movemos en un mundo en inflación cero y con una baja de la producción importante. No ganamos nada con tener una inflación de cero, si el precio es preservar la injusticia y producir recesión, desempleo, producir desencanto en el país. Esa no es la disyuntiva de México.
Condiciones excepcionales, nos influyeron en el alto, muy alto índice de inflación que tuvimos en 1987, vuelvo a insistir, si hubiéramos tomado la decisión de frenar la inflación ante los factores que se presentaron, hubiéramos evitado la reactivación de la economía; la economía mexicana se está reactivando en la gran mayoría de sus sectores, de sus segmentos. Está aumentando la actividad económica, con lo que se están generando empleos.
Ya pasamos el momento de la urgencia de conservar la planta productiva y el empleo, ahora entramos a una nueva etapa: la de incrementar la planta productiva y el empleo.
En este segundo semestre de este año, estamos teniendo crecimientos anualizados del orden del 3% en el segundo semestre; lo que sucede, es que en el primer semestre no se pudieron lograr estos incrementos por varias razones: una, el retraso de la llegada de los créditos; dos, los efectos todavía de la crisis tremenda de 1986, que tuvimos que absorber en el primer semestre de este año; el impacto en la baja de los precios del petróleo y el desequilibrio presupuestal interno y externo, con las cuentas al exterior que nos produjo este brutal choque petrolero.
No pudimos en un solo año, 1986, absorber todo el impacto de este tremendo choque; se nos metió en 1987, en el primer semestre o parte del primer semestre; de ahí que las medidas antinflacionarias, las medidas para contener la inflación y para reactivar la economía, tuvieron que ser ejecutadas básicamente en el segundo semestre.
Pero distingamos entre los dos semestres: el primer semestre fue serio todavía, el segundo semestre ya es diferente; el país se está movilizando, está creando, empleos, está invirtiendo, están aumentando las exportaciones no petroleras, el precio del petróleo mejoró respecto al año anterior. Tenemos unas claras evidencias de que la situación está cambiando, pero todo se desfasa entre el primero, el segundo semestre nos elevó la inflación hasta 140%.
Pero con confianza podemos esperar para el año próximo, que se puedan bajar ya los índices inflacionarios, no súbitamente, no abruptamente, no espectacularmente, pero gradualmente. El programa económico de la administración para su último año, contempla una disminución gradual de la inflación de los primeros a los últimos meses del año, pero no mediante un programa de choque, sino mediante una política coherente del uso de instrumentos.
No podíamos durante el primer semestre de este año, acelerar la apertura comercial como instrumento antiinflacionario, porque no teníamos el nivel de reservas adecuadas, porque no habían llegado los recursos, se retrasó la apertura comercial que implicaba un combate a la inflación; además, muchos de los cambios estructurales como este de la apertura comercial, toman su tiempo en tener sus efectos; los efectos de la apertura que estamos realizando se verán ya en 1988 como una fuerza antiinflacionaria, la disciplina presupuestal de ingreso y gasto lo seguirá siendo.
Hay otro punto en donde no coincido con las apreciaciones del señor diputado Barrera. Con todo respeto: la disminución de los impuestos y la desgravación, él mismo, en algún pasaje de su intervención, afirma que la política de precios y salarios de los bienes y servicios que vende el sector público, son el resultado de una carencia de recursos tributarios y porque no somos capaces de generar esos ingresos tributarios, nos vemos obligados a aumentar precios y tarifas, esto no es así.
En primer lugar, realmente, efectivamente están las cifras en todos los informes que hemos enviado a esta honorable Cámara, hay una
recuperación en los niveles de ingreso tributario en el año de 1987, y hay una elevación de estos ingresos del fisco del gobierno, a pesar de la baja en la actividad económica en los primeros meses del año, no como afirma el señor diputado, que son la consecuencia de la elevación en la actividad económica; la actividad económica no fue lo elevada que queríamos, sin embargo, los ingresos tributarios crecieron y crecieron fundamentalmente por la reforma que ustedes aprobaron el año pasado y sólo en el primer año de su aplicación, por lo tanto, es de esperarse que 1988, en donde ya el nuevo esquema ocupa el 40% de la base tributaria de las empresas y no el 20% como en este año, los ingresos seguirán mejorando junto con una mayor actividad económica; esto sí nos permitirá financiar sanamente el gasto público y no incidir en el déficit.
Señor diputado Barrera, también me preocupa que las casas de bolsa hayan tenido y tengan un papel importante en la colocación de la deuda interna mexicana, básicamente de Cetes; pero si no tuviéramos este mecanismo de colocación de deuda interna, Cetes, tendríamos que financiar el gasto público directamente con la maquinita de hacer billetes, esto querría decir una hiperinflación, un desbocamiento acelerado de la inflación.
Estamos financiando el gasto en la parte correspondiente, transfiriendo ahorros del público al gasto gubernamental por la vía de los Cetes, en lugar de que el Banco de México emita sin base 1 mil millones de pesos o 500 millones de pesos, ¿qué hacemos? Emitimos bonos de los Cetes que se colocan a través de las casas de bolsa naturalmente, y el público, al adquirir estos recursos, está financiando al gobierno pero en una forma sana, no inflacionaria; éste es un papel importante para el financiamiento del gasto público y de las casas de bolsa.
El señor diputado Barrera piensa que la decisión del día de ayer, de proteger las reservas, fue un manotazo de ahogado. No es así, fue una medida preventiva ante una realidad, ante un hecho, ante una demanda excesiva, excesiva de dólares en el mercado libre, insisto, libre, la que hizo que el Banco de México considerara que no podía financiar la salida de divisas con las reservas del banco central.
Las grandes mayorías de la población no participan en el mercado libre, no son los que están especulando contra el peso, no son los que se van a afectar por la medida, porque la medida no toca el mercado controlado, que es donde recibimos verdaderamente los dólares a través del esfuerzo de exportación.
No estamos hablando de una devaluación de todos los tipos de cambio, uno solo, en donde participan muchos o pocos especuladores; el pueblo mexicano no participa en este mercado. Estamos dejando que el mercado se ajuste, pero no se está afectando ni el patrimonio, ni el nivel de vida, ni la ocupación, ni las empresas; se está afectando a los que quieran comprar dólares en el mercado libre y que no sean producto de una exportación, de una entrada turística, etcétera.
Hay alguna mención a la preocupación que compartimos, en el sentido de que es necesario, diputado Barrera, asegurar un mínimo de financiamiento para el sector privado y social; quiero comentar que este crecimiento en el año de 1987, fue en términos reales del 2% y en cambio, en el programa para 1988, se estima un financiamiento adicional para el sector público y social de parte de las instituciones de crédito, del orden de 5.1%; esto significaría el 3.5 del PIB, del producto interno bruto, lo que quiere decir, que no solamente no se va a restringir, sino se va a aumentar en más del doble en términos reales, el financiamiento al sector privado.
Hay otro comentario sobre la deuda interna, ya no sobre la deuda externa, sobre la interna. También aquí hay juicios, hay opiniones, hay percepciones de que la deuda interna ha crecido en una forma desmedida y peligrosa; quiero señalar que en este mundo de inflación, en donde se manejan tantos ceros en cada una de las cifras, a veces resultan distorsionadas. Por eso es conveniente analizar estos fenómenos en términos reales, deducido el fenómeno inflacionario para ver su magnitud. Analizando así en 1987, este año, la deuda interna del sector presupuestal en su conjunto, ha disminuido casi el 12%, ha habido una disminución en el monto de la deuda interna del sector presupuestal mexicano, del orden del 12% en términos reales.
En los objetivos de política económica que tenemos para el año de 1988, planteamos una disminución adicional en el volumen de deuda interna en términos reales del orden de casi 2%. En este año de 1987, la deuda interna en términos reales, significa el 49% del producto; para el año próximo, esperamos que esta misma deuda disminuya al 44% del producto, es decir, hay una disminución en la deuda pública interna.
Vuelvo a expresar mis disculpas al señor diputado Barrera, que quizá haya tema que no contesté en esta ocasión, pero insisto, seguramente saldrán en el resto del día, y a otros, ya había hecho referencia. Muchas gracias.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el ciudadano diputado Genaro José Piñeiro, del Partido Socialista de los Trabajadores.
El C. Genaro José Piñeiro López: - Con su permiso, señor presidente; ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público: Se ha dicho que la política es economía concentrada, que la política es la ciencia de conocer y determinar las fuerzas, calibrando con exactitud la magnitud de cada una y su peso dentro de la sociedad y poder, gracias a ello aprovechar unas, dominar otras, anular algunas, corregir las más y dirigir a todas, es decir, gobernarlas para beneficio de la propia colectividad. Comentar por lo tanto los criterios de la política económica para el año de 1988 y las iniciativas fiscales del Ejecutivo, es sencillamente un ejercicio fundamentalmente económico.
En el documento que bajo el título de Criterios Generales de Política Económica correspondientes a 1988 nos entregó el Ejecutivo, en sus páginas iniciales números cinco y seis, se reconoce que atravesamos una grave crisis económica y se señala que ésta es distinta a la anterior, a la de 1981-1982.
Los sucesos de ayer confirman esa afirmación; no creemos relevante saber si la crisis es la misma u otra, pero sí afirmamos en el Partido Socialista de los Trabajadores, que el documento soslaya ahondar en las causas de la crisis, que aún aceptando que sean dos distintas, desde nuestro punto de vista, tienen la misma causa: premiar la inversión financiera con carácter especulativo, afectando con esto el nivel de bienestar de los grupos mayoritarios de nuestro país.
El Partido Socialista de los Trabajadores afirma y sabemos que esta afirmación es absolutamente demostrable, que la causa principal de la crisis está en la fuerza y el peso que en la sociedad tiene el gran capital privado. Son los dueños de las grandes empresas mexicanas, actualmente ya con intereses comunes con empresas productivas y financieras del exterior, los principales causantes de la crisis 1981-1982 y de la actual.
Grave cosa es, por ejemplo, que las grandes empresas industriales mexicanas se conviertan en agentes especuladores por excelencia durante el presente año, obteniendo el 80% de sus ganancias por el lado de la actividad financiera y tan sólo el 20% de las mismas ganancias, vía su actividad productiva, y más grave aún es, que frente a las espectaculares caídas de la bolsa, hayan encaminado su especulación financiera a una demanda masiva de dólares, hasta obligar al gobierno a disminuir su reserva monetaria, que en unos pocos días se vio menguada en unos 1 mil 500 millones de dólares, aproximadamente.
Desde luego, si la causa de la crisis está en la fuerza, en el peso específico que en la sociedad tienen los dueños de los grandes capitales, cualquier política que tienda simplemente a fortalecer los capitales privados, está fortaleciendo las causas de la crisis, aunque se obre bajo la ilusión de que el capital privado promoverá el interés general, por encima del suyo propio.
Es por esto, señor Secretario, que nuestro partido considera que la continuación de la política económica para el año próximo, con la misma estrategia adoptada en este año, en que no se cumplieron ninguna de las metas económicas, será inadecuada par mantener el empleo y la capacidad de compra de los grandes grupos sociales, y sí en cambio, continuará premiando la especulación financiera, cuyas consecuencias fácilmente previsibles serán: más inflación, incontenible devaluación y fuga de capitales, y con esto vendrá mayor dependencia y mayor vulnerabilidad de nuestra soberanía, al fincar la capacidad productiva del país en fuentes externas del financiamiento. Ese es el error, a juicio nuestro, de la política económica que hasta ahora se ha seguido y no es posible decir que no, porque de otra forma, ¿cómo explicar que el impuesto sobre la renta, al deteriorarse en relación a las otras fuentes de ingreso del sector público, no se fortaleció a tiempo mediante la simple medida de gravar con ese impuesto, digamos, a una tasa de 42% las ganancias del mercado accionario?
En opinión del presidente de la Comisión Nacional de Valores, expresado ante comisiones de esta Cámara de Diputados hace unas semanas, el mercado accionario valía 70 billones de pesos; con un impuesto del 42% se hubieran obtenido ingresos para el erario público de más de una cuarta parte del Presupuesto de Egresos de la Federación para 1987. Pero no sólo eso, sino fuera de un hecho que la política económica está encaminada a privilegiar al gran capital privado, ¿cómo explicar que los cerca de 1 mil 500 millones de dólares sustraídos de la reserva monetaria del banco central, se usarán para sostener la paridad, en lugar de reactivar la producción agropecuaria y pesquera, vía tasas más bajas y precios de garantía más justos, y con ello propiciar una mayor producción de alimentos básicos, y no para hacer frente a la demanda especulativa de dólares?
Después de los señalado, en el Partido Socialista de los Trabajadores decimos que entendemos y nos explicamos el porqué el gobierno tuvo que obrar así a principios de sexenio, que comprendimos las razones y hasta reconocimos ventajas en la actitud adoptada, pues era necesario gobernar la crisis y convenía evitar la polarización de la fuerzas.
En lo político, se conservó el pacto con el movimiento obrero; en lo económico, se prefirió la alianza con la fuerza económica del capital, pero el primer paso se convirtió en el único, cuando era necesario pasar a la ofensiva.
El gobierno se abstuvo y se limitó de disponer más de lo mismo, y lo que vino, no fue la superación de la crisis, sino su profundización, su retroalimentación.
Sabemos lo que se nos puede contestar, que la política también es la ciencia de lo posible y en las actuales circunstancias, para poder gobernar la crisis, no es practicable otra política, hablando realistamente; pero revisemos nuestra historia. Si en 1938, hace 49 años, se hubiera dicho que no era posible expropiar el petróleo, imagínense el país que tendríamos.
Sí, ya sabemos que eran otras las circunstancias de don Lázaro Cárdenas que se vivían en ese tiempo. Don Lázaro Cárdenas tenía el pueblo de su parte y lo tenía organizado y movilizado. Y esa fuerza siempre será superior a cualquier otra. Sin embargo, hay que recordar. don Plutarco Elías Calles trató inútilmente que Cárdenas se apoyara en los empresarios de entonces, muchos de ellos, nuevos latifundistas gracias a los premios de sus acciones en campaña; por el contrario, plenamente consciente del mandato de la Revolución, escrito en la Constitución, de que la obra emancipadora de la Revolución no estaba sujeta a condiciones favorables, el Presidente Cárdenas concibió y practicó la teoría política de la emancipación nacional y social, sobre la base de la lucha concertada entre el gobierno constitucional y el pueblo organizado y movilizado, unidos con el objetivo común de conquistar una democracia de los trabajadores y una patria verdaderamente independiente y justa.
¿Por qué nos hemos sometido a los dictados de los acreedores internacionales? Al grado de propiciar una salida de recursos mayor en proporción a la que se impuso a los países derrotados en las dos guerras mundiales. ¿Por qué la política fiscal que nos propone ahora, es reiterativa del gran atentado de reproducir el déficit fiscal del gobierno federal, sólo para mantener intocadas las ganancias especulativas de los capitales más grandes que depredan nuestro país?
¿Por qué la política crediticia llega a absurdos tan lamentables, como el de invitar a la banca nacional que destine un 6% de su captación al financiamiento de inversiones bursátiles, dicho claramente, al financiamiento de la especulación de la bolsa, ni más ni menos que el mismo porcentaje que se destina al financiamiento para vivienda de interés social?
Si las condiciones dadas no permiten una política económica favorable a la nación y al pueblo ciudadano Secretario, coincidimos con usted porque la respuesta más consecuente es el realismo, pero consideramos que hay dos tipos diferentes de realismo: uno, el realismo conservador que estima las condiciones dadas, en este caso, el peso abrumador del capital privado sobre la economía y las decisiones del gobierno como algo inamovible, y se reduce a hacer lo que más se pueda dentro de los márgenes tan estrechos que esas condiciones permitan.
El otro, es el realismo revolucionario, el que no se limita a contemplar y contemporizar con las condiciones adversas, sino que recurre a las fuerzas más profundas y permanentes de la sociedad: los trabajadores, para cambiar esas condiciones y así desglosar el camino para que se desarrolle el proyecto histórico de la emancipación nacional.
Un ejemplo histórico de realismo revolucionario, es el gobierno cardenista; todavía hoy y durante muchas generaciones, seguiremos aprovechando sus frutos.
Después de los resultados lamentables de la política económica en la economía familiar verdadero termómetro del pueblo para medir la responsabilidad de su gobierno; después de las experiencias también lamentables del saqueo masivo de la riqueza nacional, que ya es norma consuetudinaria para los mexicanos ricos cada fin de sexenio desde 1976, y que indudablemente esta vez ya se inició después de que la bolsa de valores ha vuelto a sus verdaderas dimensiones, evidenciando la pasión por el artificio de algunos de nuestros políticos y la vocación al fraude y la especulación de los núcleos empresariales más poderosos del país. Después de todo esto, ¿sigue usted creyendo en el realismo económico conservador de las condiciones dadas o que nos oprimen como nación y como pueblo? ¿O bien, comienza usted a sospechar que ya es hora de rescatar el realismo revolucionario de Cárdenas y reconocer que por el camino andado durante los últimos cinco años volvemos a donde empezamos, al punto en que la nación se nos deshace entre las manos?
Le prometo, señor Secretario, que en los próximos días, la fracción parlamentaria del PST, presentará una iniciativa de ley para expresar el anhelo popular de rescatar a la nación y defender la economía familiar. Le anticipo que el núcleo de la proposición, será sustituir al gran capital privado como eje de la economía nacional y reemplazarlo por el trabajo y el interés nacional. Le aseguro que el interés del pueblo está en
erradicar la economía especulativa y reimplantar una economía realmente productiva. Los trabajadores y sus organizaciones lo demandamos, y más temprano que tarde lo alcanzaremos. Por sus comentarios, gracias de antemano.
El C. Presidente: - ¿Desea el señor Secretario hacer uso de la palabra? Tiene el uso de la palabra.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado Piñeiro; permítame iniciar esta intervención con un dato que conviene aclarar antes de entrar al fondo de sus planteamientos.
Las reservas internacionales del país, las reservas del banco central, la reservas del pueblo mexicano, no se disminuyeron en 1 mil 500 millones de dólares, como usted lo afirma.
La fuga de capitales no llegó, de ninguna manera, de ninguna manera, a esa cifra. La oportunidad con que se tomó la medida fue precisamente para evitar que pudiera suceder esto, qué 1 mil 500, 2 mil ó 3 mil millones de las reservas del pueblo mexicano, pudieran salir del país.
Tuvimos unos días de especulación a partir del viernes de la semana pasada. Justamente para evitar que sucediera lo que usted afirma que sucedió, fue que se tomó la decisión de dejar en libertad el tipo de cambio libre; fue precisamente para proteger el nivel de las reservas que tanto requiere, necesita este país. No llegó a presentarse esa situación, pero sí había el serio riesgo, la evidencia que esto podía suceder en cualquier momento y que empezaba a manifestarse el fenómeno.
Por eso se decidió cortar por lo sano y elevar este tipo de cambio que no afecta -y vuelvo a insistir - a las transacciones internacionales que realiza la gran mayoría de los mexicanos. La gran mayoría de los mexicanos no están en el tipo de cambio libre; se ven afectados, claro por el tipo de cambio en las importaciones que reflejan un efecto de precios; por el tipo de cambio de las exportaciones, que reflejan el ingreso; el esfuerzo que realiza la comunidad mexicana para vender productos en el exterior, eso no ha sido afectado.
Lo que se afectó fue esa parte del mercado especulativo y precisamente para evitar lo que a usted y a mí y a todos nos preocupa; fue una medida en cierto sentido preventiva ante la situación real que estaba sucediendo el viernes de la semana pasada, el lunes y martes. Por eso se tomó esa medida con oportunidad, para evitar que perdiéramos 1 mil 500, 2 mil o 3 mil millones de dólares. Ese es un primer punto.
El segundo tema que quisiera yo comentar con usted, es que en México tenemos una economía mixta consagrada por nuestra Constitución. Tenemos un esquema nacional, plural, en donde participan y deben de participar en armonía, en justicia, todos los elementos de la producción.
Una empresa es no solamente el gran capital, una empresa es una fuente de trabajo para los mexicanos; una empresa es fuente de producción, de bienes y servicios que, si no realiza esa empresa, tuviéramos que importar; una empresa es la conjunción no solamente del gran capital o sea sus accionistas, sino de los trabajadores, de los técnicos, de los obreros, de sus proveedores y de fuente de apoyo al esfuerzo fiscal; es una fuente también de tributación.
Una empresa está reglamentada, fiscalmente tiene obligaciones que cumplir; una empresa que además está inscrita en la bolsa, tiene una transparencia fiscal que no siempre tienen las empresas que no están inscritas en la bolsa. Una empresa al inscribirse en la bolsa, se obliga a presentar públicamente todas sus cuentas; una empresa no puede estar en la bolsa si no cumple estrictamente sus obligaciones fiscales, sus obligaciones laborales, sus obligaciones con la sociedad.
Una empresa, en el momento en que pasa a ser inscrita en la bolsa, en ese momento se constituye en una empresa transparente en el sentido que tiene la obligación de informar al público en general, de cuál es la situación estricta que tiene; por lo tanto, las empresas inscritas en la bolsa podemos constatar mucho más fácil su cumplimiento fiscal, lo que no sucede necesariamente o es más difícil con las empresas que no están inscritas en la bolsa; por lo tanto, podemos estar en posibilidades de hacerlo.
No hubo esa fuga de capitales, precisamente se tomó la medida para evitarlos.
El gran tema que usted plantea, señor diputado Piñeiro, es el del realismo revolucionario, yo coincido con esta necesidad de una política económica realista y realista revolucionario, yo coincido con este homenaje que usted hace al gran presidente Lázaro Cárdenas, yo coincido en que es necesario el realismo revolucionario. Pero yo interpreto que el realismo revolucionario está ligado directamente con el bienestar de las grandes mayorías, con su progreso, con la paz interna, yo interpreto por ejemplo, que una guerra económica, que una moratoria, que una actitud de confrontación y de lucha en este campo, no es realismo económico, no estoy diciendo que usted lo esté proponiendo, estoy diciendo que para mí,
el realismo revolucionario es poder arreglar en beneficio del pueblo los problemas de estructura; realismo económico, es propiciar empleo, es propiciar la ocupación, es poder proteger a los grandes grupos; realismo económico, es poder atender las necesidades básicas de la población; realismo económico, es entender que los recursos económicos con los que cuenta un Estado son limitados, éste es un realismo revolucionario.
No podemos irnos por una actitud populista, porque esto no sería realismo revolucionario: gastar más de lo que se tiene ¿cómo lo vamos a financiar? Esto no es realismo revolucionario, esto es contrarrevolucionario, porque el déficit lo tendríamos que financiar imprimiendo billetes, causando una hiperinflación, que es lo contrario a realismo revolucionario. El elevar nuestro endeudamiento con el exterior, tampoco creo que sea realismo revolucionario; realismo revolucionario, es intentar todo lo que esté de nuestra parte para incrementar el ahorro, para canalizar ese ahorro en una economía mixta, a la creación de empresas, empresas que cumplan con sus obligaciones fiscales, laborales, sanitarias y de distinta naturaleza; realismo revolucionario, es aceptar que hay empresarios nacionalistas que cumplen con todas sus obligaciones, que crean fuentes de trabajo, que exportan, sustituyen importaciones. Para mí, ése es realismo revolucionario.
Realismo revolucionario, es tener una disciplina presupuestal, tener una disciplina monetaria, tener una disciplina tributaria; realismo revolucionario, es crear las condiciones que ataquen la raíz de los problemas y no sus efectos; realismo revolucionario, es descentralizar, es desconcentrar; realismo revolucionario, es fortalecer las instituciones que tiene este país; realismo revolucionario, es entender la realidad y entenderla tal como es, pero en beneficio de las grandes mayorías. Programas parciales de concepción limitada, programas ideales, utópicos, no son realismo revolucionario; realismo revolucionario, es persistir en el camino de la Revolución, es hacer el esfuerzo máximo para depender de nosotros mismos en el esfuerzo de los mexicanos.
Realismo revolucionario, en ocasiones es elevar la tasa de interés. ¿Por qué? Porque tenemos que proteger el ahorro y si no lo hacemos, se nos va el ahorro. Eso es realismo revolucionario, porque si no contamos con ese ahorro ¿con qué vamos a impulsar el desarrollo del país? Es realismo, pero también es revolucionario; realismo revolucionario, es tomar la medida que se tomó ayer para evitar lo que usted apuntaba, que se nos salieran el ahorro, las divisas del pueblo mexicano, eso es realismo revolucionario.
No existen, no existen en una economía como la nuestra, otro camino que el realismo, que el realismo revolucionario, es mantener la soberanía del país.
Usted hace una sugestión de que se pudieran gravar los 70 billones de pesos que tenía aproximadamente el valor en libros, las empresas cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores, 70 billones en principios de octubre de este año. Sobre esta cifra tan impresionante, quiero comentar que solamente alrededor del 10%, es lo que realmente se está comerciando en la bolsa, porque los 70 billones es la suma del valor de todos los capitales de las empresas que están en bolsa, pero lo que realmente está en las operaciones, es alrededor del 10% de esto, el resto, son los capitales de las empresas que están en manos de sus propietarios o de instituciones, etcétera; lo que se está comerciando, solamente es el 10%: 7 billones. Esos 7 billones, no 70, sino siete, se disminuyeron en la caída, en la cotización, alrededor de 2 billones después de la caída. En pocas palabras, el valor de lo que se cotiza en el mercado, por lo menos después de la caída, es alrededor de 2 billones y no de los 70 billones que es el valor total de todas las empresas inscritas.
Ahora, usted sugiere que habría que gravar esta parte de la riqueza de los activos nacionales. Es una idea atractiva. ¿Qué es lo que vamos a gravar? ¿Las utilidades de las casas de bolsa? Las utilidades de las casas de bolsa están regidas por la Ley General del Impuesto sobre la Renta y cubren puntualmente las utilidades que esas empresas tienen en sus operaciones normales, existe el régimen general, como cualquier empresa cubre su impuesto sobre la renta.
Otra posibilidad podría ser la de gravar las utilidades de las personas físicas que intervinieran en las operaciones de bolsa, ya no a las casas de bolsa, a las personas físicas.
Pero si gravamos la utilidades que se obtienen en una operación de bolsa, tendríamos también que acreditar las pérdidas que tuviera la persona que participara en el mercado. En otras palabras, en el esquema fiscal usted, al gravar utilidades, tiene que reconocer también pérdidas y hacer el ajuste correspondiente.
Si hubiera existido una disposición de ese tipo, el monto de millones y millones de pesos que hubiéramos tenido que pagar a quienes perdieron en la baja de la bolsa, hubiera sido inmenso Tendríamos que haber sacado de la Tesorería, de los fondos públicos, cantidades impresionantes para pagar a quien ha participado en la bolsa. En
un criterio de especulación o no especulación, de inversión o cualquiera que sea, hubiéramos tenido que compensar pérdidas si vamos a gravar utilidades, eso hubiera sido un descalabro.
No me quedó muy claro, señor diputado, su comentario sobre un 6% del banco central relativo a canalización a financiar a las casas de bolsa. Hay alguna disposición que se refiere al 1% de su captación marginal, en que está el sistema bancario autorizado para dar créditos de margen a las cosas de bolsa, pero no el 6%. En todo caso, el 0.1% que pueden dar de crédito de todo el volumen que maneja la banca, el 0.1% a financiamiento a las casas de bolsa.
Hizo usted algunos comentarios sobre las deficiencias en la recaudación que ya se habían presentado en el pasado y quiero volver a insistir en ello. El impuesto sobre la renta sobre las empresas en donde usted me parece que afirmaba que habían disminuido, no es cierto, el impuesto sobre la renta a las empresas ha crecido en este año 9% más que el producto interno bruto.
Esto no sólo se debe a la recuperación económica que apenas se inició en el segundo semestre, sino justamente a las modificaciones en la Ley del Impuesto sobre la Renta, en impuestos sobre las empresas que fueron aprobadas el año pasado y también a una más intensa política de fiscalización y de control.
En el caso del Impuesto al Valor Agregado, el IVA, éste ha crecido en términos reales en 12%. Muchas gracias.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el ciudadano diputado Miguel Eduardo Valle Espinosa, del Partido Mexicano Socialista.
El C. Miguel Eduardo Valle Espinosa: - Compañero presidente; compañeras y compañeros diputados; ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público: Hemos supeditado nuestro crecimiento a fenómenos externos fuera de nuestro control. Estoy seguro que al citar la fuente de quien afirma esto, usted coincidirá conmigo; quien ha afirmado esto es el licenciado Gustavo Petriccioli hace unos momentos.
En la página 15 de su comparencia, dice que no debemos de volver a supeditar nuestro crecimiento a fenómenos externos fuera de nuestro control. Yo estoy de acuerdo, precio del petróleo, precio de las materias primas, movimientos especulativos en los sistemas financieros internacionales, pero en primerísimo lugar, en primerísimo lugar, tasas de interés internacional.
¿Quién determina las tasas de interés internacional? Es un fenómeno que está fuera de nuestro control; lo determinan los grandes en el sistema financiero internacional y usted tiene razón, las tasas de interés están fuera de nuestro control y no debemos de supeditarnos a ellas.
Hace un año, estábamos discutiendo esto, licenciado Petriccioli, usted me dijo que no se sentían sometidos a las reglas de la banca internacional, pero las reglas de la banca internacional, son básicamente dos: reconocer la deuda y pagar las tasas de interés que ellos fijan y México reconoce su deuda y paga las tasas de interés al nivel en que ellos fijan.
Le decía aquella ocasión, hace 12 meses, que necesitábamos actuar con decisión y patriotismo y con inteligencia; parece que en función del convenio de marzo, que ha sido considerado por muchos de nosotros inconstitucional, no se ha actuado con patriotismo, no se ha actuado con decisión y lamentablemente, parece ser que ni siquiera se ha actuado con inteligencia.
La deuda externa de México a niveles nominales, lo acaba usted de decir, vale 100 mil millones de dólares. ¿Cuánto vale en el mercado internacional a nivel real? ¿50 centavos por dólar? A nivel real, la deuda externa de México vale 50 mil millones de dólares y no 100 mil millones de dólares.
¿Y cuánto estamos pagando de intereses? ¿Estamos pagando por 100 mil millones de dólares nominal, 50 mil millones de dólares real? Estamos pagando 8 mil millones de dólares. En términos aparentes, pagamos 8% de interés, en términos reales pagamos 16% de interés; 16% de interés a las tasas que los señores de la banca internacional determinan por monto propio y por decisión que nos imponen.
Esto no es actuar con patriotismo, esto no es actuar con decisión, y el gobierno de México, tampoco está actuando con inteligencia. Hay una propuesta por ahí, vamos a salir de las reglas de la banca internacional, vamos fijando nosotros también a qué tasa de interés histórico podemos pagar los intereses; hay una propuesta del 4%, podría ser 5%, podría ser de 3%, pero vamos actuando con esta decisión que nos reclama el pueblo de México, vamos actuando con patriotismo y con inteligencia.
Hay una nueva renegociación, usted la anuncia, ojalá y que el gobierno de México entienda la desesperación del pueblo mexicano frente a lo que está ocurriendo. Ojalá el gobierno entienda que tenemos que regresar a las fuentes de la historia de nuestro país, en donde el valor, en donde la decisión y la audacia, son fundamentales para continuar adelante.
Por ejemplo, lo sucedido ayer, hablemos con la verdad. ¿Qué fue lo que sucedió ayer? El gobierno se enfrentó a una disyuntiva: dejar las puertas abiertas para saquear las reservas o presionar y cerrar, hacer lo que se hizo, salir del mercado libre para que subiera adelante la inflación. Esta fue la disyuntiva real, una disyuntiva demoníaca, una disyuntiva muy difícil. Pero aquí hay una pregunta, aquí está don Miguel Mancera, ¿por qué no nos explica de una buena vez esta situación, Mancera? ¿Cuándo entró el Banco de México al mercado libre? ¿Desde cuándo está el Banco de México ofreciendo dólares a quienes se les ocurre pedir dólares en términos claros, de las fuerzas reales del marcado, que se reconocen en el interior, pero no se reconocen en el exterior? ¿Es una regulación sucia? Lo que se practicó durante tanto tiempo en términos del mercado libre ¿fue una regulación sucia? ¿Sí había dólares del Banco de México en el mercado libre? Porque ya salió y si salió, es que alguna vez entró.
Tiene usted razón, licenciado Petriccioli, a corto plazo, a muy corto plazo, transacciones por 15 mil millones de dólares, de alrededor de 60 mil anuales, son afectadas por la medida tomada por el gobierno, más o menos de 60 mil, un global de transacciones, 60 mil anuales, 15 mil, el 25% a corto plazo, pero a largo plazo, a mediano plazo, transcurriendo los meses, el dólar controlado se va a ir para arriba, porque se tiene que poner en consonancia con el dólar libre. Esa es la tendencia necesaria y obligada en la vida económica internacional, y es la experiencia que tenemos. Pero entonces, aquí se plantea un problema, el gobierno dice que están en contra de los subsidios ¿de todos? Porque aquí hay un subsidio virtual; los que tengan acceso a los dólares controlados, van a tener un subsidio virtual, simple y llanamente porque ellos van a pagar mucho menos que como está el dólar en el mercado libre, y eso es un subsidio, pues yo diría que por muchos cientos de miles de millones de pesos. Pero además, hay otra cosa con lo ocurrido ayer; el efecto sicológico, la gente está molesta, angustiada por esta situación. Pero la gente es muy abstracta. Los comerciantes que ayer cerraron las puertas de las tiendas para reetiquetar, ellos están muy contentos, porque ahora sí, está abiertamente expresado un proceso de especulación con inventarios, ellos están reetiquetando y la reetiquetación empuja la inflación.
Nosotros hemos propuesto, Heberto Castillo lo ha gritado por todo lo largo y ancho del territorio de la nación, que hay que suspender el servicio de la deuda para poder negociar. No suspender para la guerra; suspender para negociar, para negociar una tasa de interés fija; para negociar que se reconozca el valor real de nuestra deuda y no continuemos con esta pesada loza de valor nominal.
Licenciado Petriccioli, no fundemos la inteligencia del pueblo, mire usted: en 1982, pagamos de amortizaciones y de interés 20 mil millones de dólares en 1983, 17; 16 en 1984; total, que por una deuda nominal de alrededor de 100 mil, hemos pagado alrededor, en términos de amortización, de 100 mil.
No podemos continuar así, es imposible continuar así, el país no acepta de ninguna manera, que se continué con esta política, no ofendemos la inteligencia del pueblo, no se puede decir, según sus propias cifras que la deuda interna ha disminuido, aquí está el informe sobre la deuda, aquí está su documento que habla sobre esta situación: deuda interna 1986, al final; 23.7 billones de pesos, creció la deuda interna en 22 billones de pesos, casi un 100% mientras tanto, la inflación, en términos del índice de precios al consumidor, sólo creció en 93.1% de enero a septiembre; por lo tanto, en términos reales y en términos absolutos nominales, ha crecido también la deuda interna.
Impuestos: ¿Hay medidas positivas? Por supuesto que hay medidas positivas, la desgravación que hoy se hace, algunos recursos líquidos que reciben los trabajadores a la hora del reparto de utilidades, a la hora de créditos en el Fonacot. Esas son cosas que tienen que ser apoyadas por esta Legislatura, porque son cosas positivas, pero ¿esto es suficiente? ¿Qué no hace falta globalizar los ingresos de los individuos para poder aplicar tasas que efectivamente vayan para arriba y así quien más tiene y quién más recibe pague más? ¿Esto es suficiente? Pareciera que no, pareciera que tenemos que gravar las utilidades de la especulación financiera que tenemos que gravar las utilidades ilegítimas, no ilegales, pues legales sí son, ilegítimas de la reetiquetación y de la especulación con inventarios y vayamos, ciudadano Petriccioli, a los problemas de la reactivación.
Se nos está cayendo el precio del petróleo de nueva cuenta, el precio del dólar en esos 15 mil millones de dólares, ahorita ya se fue para arriba y el controlado se irá para arriba con subsidio virtual; el problema de la sequía en el noroeste nos va a pegar muy fuerte, puede afectarse la producción del frijol en el noroeste cuando ya ha sido afectada la producción de trigo, y estos procesos de reetiquetación criminal en contra de los intereses del pueblo. Tenemos que pensar, esta nación ha reflexionado en otros momentos con enorme lucidez, desde Mariano Otero hasta
Andrés Molina Enríquez y también con Lázaro Cárdenas; tenemos que pensar, tenemos que pensar también en que una ciudad suicida como la nuestra, sea ciudad cara; yo estoy de acuerdo, esta implementación de un incremento prácticamente al doble de los impuestos prediales, bueno encarece la ciudad, pero ¿por qué no pensar también por el otro lado para darle empleo a la gente del campo? Porque mientras la gente no tenga empleo en el campo vendrá a las ciudades por más caras que sean las ciudades, y yo, en esos términos, espero que esta Legislatura diferencie al máximo el impuesto predial; no es lo mismo San Angel y la Colonia del Perro de López Portillo, que las cosas que se ven alrededor de esta Cámara de Diputados con la gente pobre, sufriendo su salario, un salario absolutamente deteriorado en términos de un 50%.
Ciudadano Petriccioli, yo creo que la situación del país es extraordinariamente difícil, que tenemos que movilizar a la nación, pero por si acaso, me parece que tenemos que cumplir con algunos ordenamientos legales, por ejemplo, yo estoy seguro que usted conoce la fracción II del artículo 76 de la Constitución, donde dice: que es una prerrogativa jurisdiccional o constitucional del Senado, el ratificar los nombramientos que el mismo funcionario, el Presidente de la República haga de ministros, agentes diplomáticos, cónsules generales, empleados superiores de Hacienda. Por aquí está el señor Escali y yo estoy seguro que usted le podrá mostrar al país la ratificación del Senado del nombramiento del señor Escali, porque si no, los problemas son graves porque hay nulidad de derecho de los actos del señor Escali como director de aduanas.
Este es un problema que tienen ustedes enfrente también, y hay otro tipo de problemas, hay un problema que se plantea; yo creo que en términos de una angustia de este país: si la estructura general de precios toma como referencia al dólar libre, porque es el dólar disponible, entonces el gobierno puede disparar el gatillo de la hiperinflación, la hiperinflación es muy peligrosa en un país en donde hay millones y millones de jóvenes desempleados y sin futuro hasta el momento.
Entonces, licenciado Petriccioli, si tomamos en cuenta lo que la gente dice en la calle, si tomamos en cuenta que, por ejemplo, el equivalente anualizado del rendimiento de Cetes a 28 días anunciado ayer, es de 180% o sea que por cada peso de deuda interna esto significará una deuda en el año de 2.80 pesos, si tomamos en cuenta nuestros gravísimos problemas de producción, y si tomamos en cuenta la especulación que unos cuantos hacen alegremente, después del lunes negro, licenciado Petriccioli, y lo comentamos en su despacho después del lunes negro, los inversionistas al estilo de Isidoro Rodríguez, que suena por ahí (Isidoro Rodríguez creo que le acaba de regalar algo al señor Carlos Salinas de Gortari,) los inversionistas de este tipo se fueron sobre las reservas internacionales; usted los paró, hizo bien, licenciado Petriccioli, no se podría permitir que saquearan las reservas. Este es un acto que hay que reconocer precisamente cuando usted sabía que venía para acá, y eso tiene un valor político.
Pero esto es solamente un acto aislado, nosotros pensamos que la situación tiene que cambiar, cambiar cuando el gobierno que hasta ahora no ha mostrado mucho patriotismo a la hora de los convenios de marzo, no ha mostrado mucha inteligencia a la hora de defender los intereses nacionales, y no ha mostrado tampoco mucha decisión a la hora de enfrentarse con los especuladores que consideran que este país nuestro es una nación.
Que quede claro, licenciado Petriccioli, tiene usted razón, hay dilemas, hay dilemas para México, pero en estos dilemas hay dos ópticas: la óptica de una mayoría desesperanzada, desorganizada y descreída, y la óptica de una minoría complacida, complacida con algunas medidas del gobierno, y en este balance que necesaria y obligadamente tenemos que hacer de cinco años de gobierno tenemos que recordar que este gobierno empezó con una inflación se hicieron esfuerzos extraordinarios hasta llegar al hambre y a la miseria en la mayoría de la gente del pueblo, y ha terminado con una inflación que se irá más arriba del 140%.
Licenciado Petriccioli, bien vale la pena preguntar si éste no es un gobierno derrotado por la inflación.
Mientras tanto, mientras uno de los hombres que es uno de los grandes responsables como Miguel de la Madrid, circula por la República en el tren Agualeguas, cuando él fue uno de los principales responsables del diseño de esta política que ha llevado al gobierno a fracasar frente a la inflación, mientras Carlos Salinas circula en el Agualeguas, la gente está pensando en cómo cambiar, porque esto no puede continuar igual, y seguros estamos que independientemente de ustedes, y hasta independientemente de nosotros, la gente del pueblo de México, sus obreros, sus trabajadores, actuarán con la decisión, con la valentía y con la verdad revolucionaria que les ha faltado a ustedes. Muchas gracias.
El C. Presidente: - ¿Desea el señor Secretario hacer uso de la palabra? Tiene usted, señor Secretario la palabra.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado Valle Espinosa: Quiero iniciar mis comentarios sobre alguna de las expresiones que tuvo usted en términos a la negociación última en la reestructuración de la deuda exterior de nuestro país, y que en su opinión nos faltó decisión, patriotismo e inteligencia.
No puedo coincidir con estos puntos de vista. Con decisión con verdadera decisión, planteamos el punto de vista de nuestro país frente a los acreedores internacionales, imbuidos no solamente en una convicción patriótica, sino además con realismo y tomando la expresión anterior, con realismo revolucionario, con patriotismo.
Pudimos llegar hasta donde fue posible llegar, se avanzó mucho, se lograron aspectos muy importantes en relación a como estaba la situación de la deuda, avanzamos mucho en ello.
Muchos países aspiran a llegar hasta donde México llegó en esta materia, desafortunadamente -no lo digo de ninguna manera con un triunfalismo de México, sino al contrario, lo digo con tristeza -, que no hayan podido no sólo llegar a las condiciones que obtuvo México, pero ni siquiera acercarse lo suficiente, porque para nuestro país lo ideal hubiera sido que nos hubieran superado estas condiciones, que hubieran sido mejores a las que obtuvo México, para que en las próximas negociaciones todos los países deudores fuéramos avanzando, que pudiera haber adelantos hasta donde llegó México; desafortunadamente aún esto no es posible, pero tengo optimismo que va a mejorar.
Nosotros hemos dicho, y lo reitero, que no estamos satisfechos con los resultados finales que se obtuvieron, sobre todo en el mediano y largo plazo, que se avanzó hasta donde fue posible avanzar y que fue bastante, pero no suficiente. Por lo tanto, estamos empeñados en seguir avanzando en esta materia y precisamente con decisión, con patriotismo y hasta donde es posible con inteligencia. En este último año, después de haber acordado la reestructuración y el paquete financiero, hemos seguido insistiendo, nuestras tesis básicas y varias de ellas importantes, ya han sido aceptadas.
Algunos conceptos fundamentales para México como son la corresponsabilidad en el problema de deudores y acreedores, ya ha sido aceptada y sobre esos términos estamos negociando. Ha sido también posible que se reconozca los efectos externos, exógenos, que tiene el cumplimiento de la deuda para los países deudores. Este aspecto no había sido reconocido.
Se reconoció también la base fundamental de nuestras negociaciones: crecer para estar en posibilidades de cubrir con el menor peso el servicio de la deuda, ha quedado claro que primero y antes que nada están los intereses de nuestros países, de nuestros pueblos, y después del cumplimiento de la deuda.
Quizá pudiera parecer valiente, pudiera parecer patriótico suspender el servicio de la deuda. En un momento esto pudiera dar popularidad y podría interpretarse como un signo de valentía.
No creo que sea el caso. Creo que haría no sólo más difícil la solución del problema, sino que tendríamos consecuencias adversas sumamente graves. Tendríamos, desde luego, posiblemente represalias en el terreno comercial que ahogarían nuestro esfuerzo de exportación y nuestra posibilidad de obtener divisas.
El simple hecho de suspender definitiva o temporalmente los pagos de la deuda, no los borra sino los acumula más, nos hace más difícil el manejo del problema como ha sucedido, desafortunadamente, con otros países en donde ponemos en riesgo muchas cosas. En cambio, con el convencimiento, con la negociación, con los avances que hemos logrado, creo que podemos manejar el problema de la deuda, pero en el fondo de la misma, no solamente en su parte formal.
Efectivamente, la deuda pública mexicana tiene en algún sector de la banca, en algunos casos, un descuento que debemos aprovechar en beneficio del país, pero esto no corresponde, de ninguna manera, a los 100 mil millones de dólares aproximadamente que es el monto de la deuda. Estos mercados secundarios de la deuda es marginal y en un mercado pequeño, debemos utilizar esta circunstancia, pero no se refiere al monto total de la deuda externa.
Estamos planteando varias propuestas para solucionar el fondo del problema. El objetivo de éstas propuestas es: uno, disminuir el servicio de la deuda, y dos, disminuir el monto total de la deuda.
Una posibilidad es la que usted apunta, como por ejemplo, congelar el pago de los intereses alrededor de un porcentaje fijo en términos reales. Ese es un camino posible. Ciertamente no es el único y mi opinión es que la solución va a estar dada por la combinación de una serie de fórmulas, no por una sola fórmula.
Esta propuesta es atractiva, es útil, ¿qué nos ayudaría de congelar el pago de intereses? No resuelve el problema del capital, nos resuelve el
problemas del servicio. Tenemos que combinar otros elementos para ir avanzando en la solución del servicio y del capital.
Usted hace algunas consideraciones, señor diputado, en torno a la medida que tomaron las autoridades, que tomó el banco central y está de acuerdo con ellos, y eso muestra una vez más su capacidad, su percepción de los problemas del país.
¿Por qué hasta ahora el Banco de México se retiró del marcado? Bueno, hemos tenido en los últimos meses, en el último año, un superávit en la cuenta corriente, es decir, el Banco de México recibía en cuenta corriente muchos más dólares que los que vendía. En cuenta de capital también tenía un superávit: regresaban capitales al país. El Banco de México recibía más dólares que los que vendía por ambas cuentas.
En esos momentos, el cambio fue la disminución en los recursos, en los dólares que recibía el Banco de México, no por la cuenta corriente que es la que está manejada por el mercado controlado, sino por la cuenta de capital. En la cuenta de capital fue donde se empezó a notar el problema que obligó a esta medida preventiva; que usted, como estoy seguro, muchos mexicanos de buena fe pueden entender que era la medida indispensable que queríamos tomar.
Usted piensa que esto en el mediano plazo va a provocar un rápido crecimiento hacia arriba del tipo de cambio controlado. No necesariamente tiene que suceder esto. Mientras tengamos este superávit en la cuenta corriente, mientras estemos exportando más de lo que importamos, mientras tengamos un tipo de cambio de equilibrio para la gran mayoría de las transacciones legítimas que hace nuestro país, no hay razón para pensar que esto va a suceder.
En cambio si hay razones para pensar que el tipo de cambio libre va a estar sobreajustado en una primera etapa, y que después tomará su nivel de equilibrio. Esto, insisto, a sucedido en el pasado cuando hemos tenido que mover el tipo de cambio libre y después de algunas semanas, el propio tipo de cambio empieza a descender.
No tengo una información precisa de lo que ha sucedido el día de hoy en el mercado cambiario; pero me parece que en las gran mayoría de las transacciones que se están haciendo en este mercado, ya no se encuentran por el desconcierto inicial de las medidas, operaciones a más de 2 mil 500 pesos por dólar. Creo que se está organizando ya este mercado y se han hecho el día de hoy muchas operaciones a 2 mil 300, quiere decir que independientemente que pueda o no seguir subiendo, depende de un mercado como está ahora, absolutamente libre de oferta y demanda de mercado.
Usted afirma que mantener el mercado controlado o el tipo de cambio, el mercado controlado significa un subsidio del gobierno a los participantes en este mercado; no, no es así, y no es así en tanto tengamos en cuenta que el mercado controlado también está regido por la oferta y demanda que tengamos en nuestro comercio exterior, básicamente con el exterior, en la medida en que el mercado controlado se esté financiando, autofinanciando mediante el ingreso a las reservas del Banco de México de exportaciones dinámicas y de importaciones que tendrán que aumentar paulatinamente a medida que aumente la recaudación del país, podrá autofinanciarse y no habría, ni veo ningún subsidio.
En el mercado controlado, quiero insistir en que están las importaciones totales del país; en el mercado controlado que sigue siendo el vigente, que no se ha modificado, ahí están, a ese mismo tipo de cambio de ayer, de hoy, con el desliz establecido, con ellas están financiando la importación de maquinaria, de equipo, de materia primera, de tecnología, etcétera. Por lo tanto, todas las necesidades que nuestro país no puede cubrir en el exterior y que cubre mediante importaciones, no están siendo afectadas por el mercado libre.
Usted pone en duda una cifra que había yo mencionado del monto de la deuda interna, la diferencia es aparente, pequeña, relativamente pequeña en las cifras de diciembre a septiembre; yo me refería a las cifras de todo el año de 1987, quizá el corte a septiembre puede producir esa variación y de ahí la diferencia de las cifras, pero en todo caso, el concepto fundamental que, incluso con su propia cifra de septiembre que quizá por alguna razón tiene alguna variación, que no tengo una explicación en este momento, pero el hecho sigue siendo el mismo, de que en términos reales no ha habido aumento de la deuda interna del sector paraestatal.
Igual que usted me preocupan los fenómenos meteorológicos en nuestro país, en función de la producción agrícola. Realmente, todavía no solamente nuestra economía es vulnerable a factores externos fuera de nuestro control, sino también a factores de clima; por eso mismo es que es tan importante preservar el nivel de reservas internacionales, para poder palear, compensar en su caso, los efectos trágicos en muchas ocasiones de una baja en la producción agrícola debido a la sequía.
No es lo mismo obtener los alimentos para el pueblo de México por fenómenos de sequía cuando tiene uno dólares para pagar en cualquier parte del mundo, que adquirirlos cuando no tenemos divisas internacionales, de ahí esa importancia vital, estratégica, que tienen las reservas internacionales del país y que nos permiten hacer frente a este tipo de contingencias si se llegan a presentar.
Le agradezco al diputado Valle también sus comentarios en términos a la necesidad de poder hacer revisiones, ajustes en el impuesto predial. Para que pueda esta gran ciudad seguir funcionando, necesitamos evitar un deterioro grave de las finanzas del Departamento del Distrito Federal, no es posible que tenga disminuciones tremendas, graves, en sus ingresos reales y al mismo tiempo las necesidades lo obligan a hacer cada día gastos mayores. Confío en que esta honorable asamblea pueda aprobar la propuesta de revisión del esquema en el predial.
Me permito hacer un último comentario de un tema que, efectivamente, nos preocupa a los funcionarios de la Secretaría de Hacienda y es la mención que hace el diputado Valle sobre el mandato constitucional de que el Senador ratifique a funcionarios de la Secretaría de Hacienda.
Se ha enviado ya una propuesta al Senador de la República, estamos definiendo el procedimiento, y ya existe el acuerdo para cumplir cabalmente, como no hay otra posibilidad, con este mandato constitucional. Confío, con todo respecto, que el Senador de la República pueda establecer ya el procedimiento y las bases para esta ratificación de los funcionarios de la Secretaría de Hacienda. Muchas gracias. (Aplausos.)
El C. presidente: - Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Humberto Ramírez Rebolledo, del Partido Acción Nacional.
El C. Miguel Eduardo Valle Espinosa (desde su curul): - Para hechos, señor presidente.
El C. Presidente: - Diputado, con todo respeto me permito recordarle a usted que esta comparecencia está sujeta a un acuerdo de práctica parlamentaria, que todos quienes han hecho uso de la palabra anteriormente, han acatado. Estamos próximos a concluir esta primera ronda, por lo que apelo a su cordura para permitirnos concluir la ronda y en la segunda parte, tendrá usted y su partido la oportunidad de formular los comentarios.
El C. Miguel Eduardo Valle Espinosa (desde su curul): - Señor presidente, voy a acceder a su solicitud, pero yo entiendo que de ninguna manera puedo participar, pues es pasar por arriba del reglamento que rige la vida interna de esta Cámara; sin embargo, en esta ocasión me evita usted poco y sólo por esta razón debo...
El C. Presidente: - Estoy seguro de su cordura, señor diputado.
El C. Humberto Enrique Ramírez Rebolledo: - Con su venia, señor presidente; señor secretario de Hacienda y Crédito Público, licenciado Gustavo Petriccioli Iturbide; compañeras y compañeros diputados: El grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, demando a esta Cámara de Diputados un acto de congruencia política solidaria con el pueblo de México, al iniciar el proceso de la comparecencia esta mañana, solicitando el acuerdo del pleno de diputados para cancelar ésta y la inmediata petición de un nuevo proyecto de presupuesto de ingresos, formulado acorde con la realidad económica, financiera y social resultante de la catastrófica devaluación de nuestra moneda decretada por usted en su carácter de responsable administrativo de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México, en cumplimiento a las políticas y órdenes del Presidente Miguel de la Madrid.
Esta devaluación, con sus efectos, entierra el proyecto de Ley de Ingresos para 1988 antes de aplicarse, por lo que se hace notoriamente irreal el intentar comentarlo.
La mayoría relativa de esta asamblea, representada por los diputados del partido oficial, rechazaron tal muestra de respeto al pueblo mexicano y votaron en contra de suspender su comparecencia y mucho menos de pedir nuevos presupuestos de ingresos y egresos nacionales; sin embargo, queremos dejar constancia ante nuestros compatriotas, que el Partido Acción Nacional sostiene que en la catastrófica devaluación del peso ante el dólar americano, provocada por el retiro del Banco de México del mercado cambiario, catastrófica en sus efectos hacia la economía interna.
Atendiendo esta devaluación a la política monetaria dictada por el Presidente de la República, como respuesta a la fuga de capitales provocada por el derrumbe de la bolsa de valores, se ha traducido nuevamente en una pérdida de soberanía monetaria.
Además, queremos manifestar la irresponsabilidad del Poder Ejecutivo para procurar, a sabiendas de su decisión de devaluar, medidas de respuesta a la magnitud y violencia del deterioro monetario expresadas en el virtud saqueo y posterior negativa de venta de los productos en las tiendas, especialmente en la frontera norte del país.
Por ello, insistimos en que esta Cámara de Diputados debió decretar un receso en esta comparecencia, hasta en tanto los secretarios de Hacienda y Programación y Presupuesto, sometieran un nuevo proyecto de leyes de ingresos y egresos nacionales; no obstante, por lo anteriormente expuesto, lo ocioso de la discusión de una ley que fue rebasada antes de su aprobación, queremos marcar claramente ante el pueblo de México como testigo, algunas de las graves deficiencias que contiene el proyecto de Ley de Ingreso y sus anexos.
La iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para 1988 y el documento de soporte enviado por el Presidente de la República llamado "Criterios Generales de Política Económica", contiene plenamente los elementos de un triunfalismo económico, un triunfalismo económico del sexenio del Presidente Miguel de la Madrid, que queremos refutar y poner en su verdadera dimensión.
La tónica de estos textos y su intervención inicial en esta comparecencia y posteriores, nos hablan de una situación casi de privilegio para el pueblo mexicano, en donde hay una estrategia de reordenación y cambio estructural que ha sido implementada con firmeza y cuyos resultados son excelentes al confrontarlos con él. Si no lo hubiéramos hecho, el desastre sería peor; la realidad es otra, la realidad que vivimos los mexicanos que trabajamos para vivir, como obreros, empleados, campesinos, profesores, etcétera, y que no obtenemos los privilegios de la élite del poder.
Para nosotros, los resultados del plan del gobierno actual con sus distintas denominaciones: Plan Nacional de Desarrollo, programa Inmediato de Reordenación Económica, PIRE, ampliado PIRE II, Programa de Aliento y Crecimiento y demás, producto del anterior Secretario de Programación y Presupuesto, hoy candidato oficial del grupo en el poder, se puede sintetizar de la siguiente forma y demuestran lo irreal de sus resultados:
El sexenio de 1982 - 1988 tendrá el peor saldo económico en los últimos años, atendiendo al decrecimiento del producto interno bruto, al decrecimiento del poder de compra de nuestra moneda, de la paridad monetaria ante el dólar, de la inflación y de la distribución de la riqueza. No hay peor gobierno que el actual en sus resultados, desde que hay datos estadísticos de referencia.
Durante los sexenios comprendidos entre 1941 y 1982, se mantuvo una tasa de desarrollo igual al crecimiento de la población, consolidado en el producto interno bruto, menos la tasa de incremento poblacional, resultante del 3.1% de crecimiento anual en promedio.
En contraste, el sexenio del actual gobierno 1983-1988, medidos en sus resultados, registrará una tasa negativa de desarrollo menos 2.3% anual en promedio; esto significa que los mexicanos nos hemos empobrecido la mayoría, descartando de éstas los privilegiados del sistema.
Durante el régimen del Presidente De la Madrid, que a la fecha nos ha empobrecido en un 11.5%, que aumentará con toda certeza para 1988.
Para remontar la caída de los niveles de bienestar, la economía está obligada a crecer un 8% de promedio anual en todos los años del sexenio 1988-1994; este hecho es imposible con un régimen priísta, con un régimen democrático es difícil de lograr, pero no imposible. Con tasas de crecimiento del 3% anual, posibles aunque poco probables con el actual manejo de la economía, tendríamos los mexicanos que esperar cinco sexenios, 30 años, para unificar el deterioro del régimen de la estrategia, de la reordenación y del cambio estructural. Entonces, allá por el año de 2018, los mexicanos habremos recuperado los niveles de bienestar de 1981 con los niveles reales de hoy, de un poco más del 1% en su crecimiento en el producto interno bruto y descontando el efecto poblacional, nunca lo lograremos, seguiremos siendo pobres eternamente, ¡qué triste destino nos espera si no cambiamos de régimen de gobierno!
La inflación en los cinco años del gobierno actual, suma ya más de 1 mil 117% acumulada, con la perspectiva de que a esto le agreguemos 30, 40, 50% más, como producto de la devaluación del día de ayer.
La deuda interna ha llegado a niveles superiores a los 50 billones, y se presupuesta para el año próximo que se aumente en 70 millones más, con su secuela de carga por intereses y mayores presiones inflacionarias.
Al empezar el régimen actual, prácticamente no existía; tenemos hoy más de 7 millones de desempleados y la presión de generar cada año un mínimo de 800 mil nuevas plazas de trabajo; la tasa del desempleo abierto se ubicó en el 11.7% en comparación con la tasa de 1981 que era del 4%; los salarios disminuyeron su capacidad real de compra, a pesar de los aumentos trimestrales en un 48%, cifra que empeorará en estos próximos meses como producto de la dramática depreciación de ayer.
El tipo de cambio controlado se devaluó más de 1 mil 300% en los años del sexenio actual; la fuga de dinero en los primeros cuatro años 1983-1986, fue de más de 8 mil millones de dólares; el regreso estimado en el ciclo 1986-1987 ha sido de más de 5 mil millones, que con el derrumbe de la bolsa de valores han emprendido nuevamente su salida del país; el resultado es una devaluación del 45%, promedio adicional.
Creemos que estas tristes realidades demuestran claramente que el triunfalismo económico del régimen y la recuperación, sólo se da en los documentos oficiales que matizan y describen una situación económica, social y política que está muy lejos de corresponder a la sociedad y condición de la mayoría de los mexicanos; por ejemplo, se nos dice que la inflación actual es de naturaleza muy diferente a la inflación de 1983, ya que hoy es de costo e inercial. Bonito remedio para los que la sufrimos y que en aquellos tiempos era de demanda, causada por una inestabilidad en los mercados financieros y el abultado déficit en las finanzas públicas. Hoy, mencionan los autores de la iniciativa y de los criterios generales de política económica, que la inflación de costos e inercial de 1987 la determinan otros factores estructurales; descartan el déficit, descartan la presión de la demanda. Estos factores estructurales le llaman cuellos de botella en la economía, y refieren el caso de muchos productos de consumo popular en que el intermediarismo excesivo amplía el sobreprecio, que por encima del costo de producción el consumidor paga, convirtiendo así lisa y llanamente al comercio, como el supuesto culpable.
Sin embargo, si revisamos las cifras del déficit público en 1982 y la comparamos con el actual, ambos del rango del 16, 18% del producto interno bruto, encontramos la misma variable empujando la inflación a los mismos niveles, más del 120% anualizado. Esto es un hecho, no obstante, continúa el libreto oficial del pronóstico, el criterio económico, diciéndonos a los mexicanos que estamos bien, ya que la inflación no se ha vuelto explosiva y que la perseverancia en las medidas tomadas ha permitido avanzar también en la construcción de una economía estructuralmente más sana y más fuerte.
¿Quién se lo cree? El mexicano común y corriente no se lo cree; entonces si comparamos los resultados, similares inflaciones, similar pobreza del pueblo, similar perspectiva con los dichos y contradicciones oficiales, el caso parece mejor corresponder a un escenario de falsedad. La inflación persiste por el desordenado gasto público y por el reiterado desequilibrio financiero del gobierno en su deuda, aunados a la crónica enfermedad de ineficiencia en las entidades paraestatales.
Igual condición se da en el manejo del tipo de cambio; el documento presenta un tipo de cambio que puede calcularse en promedio en 2 mil 450 pesos para el año de 1988, y sólo con la devaluación de ayer ya ha sido superada esta relación de intercambio entre el peso y el dólar.
Ahora, nos dijo usted, señor Secretario de Hacienda, que el retiro del Banco de México se debió a que fenómenos anormales y movimientos especulativos en la demanda de dólares estaban afectando las reservas y que ante el imperativo de conservarlas, se resolvió retirarse del mercado cambiario, produciéndose la grave devaluación que hoy nos pone de rodillas a los mexicanos, ante la galopante inflación que desde ayer mismo se dejó sentir; en cambio, nos dice que el dólar controlado sigue bajo control y que no nos preocupemos, que no se afecta el servicio de la deuda ni las transacciones con el exterior, ni los precios internos de los bienes nacionales, en fin, que prácticamente no pasará nada.
Conclusión: la inflación para el gobierno ya no es problema y por ello han abandonado la lucha en contra; ni las variaciones de cambio tampoco, aunque estos fenómenos signifiquen los dos más lacerantes caballos del apocalipsis para el resto de nosotros, los ciudadanos mexicanos comunes y corrientes.
Otra demostración de este cuadro increíble kafkiano y absurdo, lo son el panorama que en materia tributaria nos plantea: se insiste en la reforma fiscal del año anterior, para algunos profusa y confusa, diciéndonos que ahora sí la van a poner entendible, pero lo único que entendemos es que ahora sí van a permitir la deducción, a las empresas de pérdidas en la bolsa, y desechen de plano la iniciativa que presentamos para que paguen impuestos las utilidades obtenidas en estas acciones especulativas.
Se nos dice que van a proteger el salario y se autorizarán pequeñas deducciones en los pagos que reciban los trabajadores por concepto de horas extras, reparto de utilidades, prima vacacional, a más de un ajuste en la tarifa correspondiente, cuando lo que debiera hacerse es desgravar todos los salarios en un mínimo equivalente a dos veces el salario mínimo general, y reducir significativamente la tasa del Impuesto al Valor Agregado, hoy convertido en un Impuesto sobre Ingresos Mercantiles, solamente que 275% mayor, y decretar de nueva cuenta el traslado expreso y por separado del monto del impuesto, para impedir el hoy altamente inflacionario efecto en
cascada y los niveles de promoción reales de evasión fiscal, que se dan cuando al decidir el consumidor no pedir comprobante en su compra, ante la amenaza de un cargo adicional al importe ya caro de su compra por el 15% del IVA, no lo obtienen.
Finalmente en este tema, no queremos dejar de señalar que los impuestos creados especificamente para la reconstrucción, ahora son señalados con vigencia permanente, poniendo de manifiesto una vez más la voracidad del sistema fiscal para hacerse de recursos en la forma que sea.
En este tenor, señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, podríamos seguir demostrando que aún antes de los efectos de la devaluación de ayer, ya el presupuesto no estaba soportado en bases reales y en diagnósticos congruentes en materia de agregados monetarios, en donde por ejemplo, utilizan para presentar un panorama positivo, el indicador de "M5" y se olviden de hablarnos de los comportamientos de los indicadores monetarios que se conocen técnicamente como "M1" y "M3"; se olvidan de hablarnos de políticas de empleo y de políticas de salario suficientes y remuneradoras, de niveles suficientes y las formas de lograrlos, de inversión pública y privada, de precios y ajustes no inflacionarios, de la gasolina y de otros bienes que vende el gobierno.
Se insiste en la permanencia de las bases especiales de tributación, injustas para todos los mexicanos, excepto para los beneficios del sistema político y que, como ejemplo más lacerante lo representa el caso del autotransporte.
En el presente régimen se ha pagado por servicio de la deuda externa, un monto superior a los 50 mil millones de dólares, de los cuales, únicamente el 24% ha sido hecho amortizando el capital, y el restante 76% en pago de intereses. Este hecho práctico tiene en sí una gran riqueza, la seguridad de que existe una gran potencialidad en la economía, y la certeza del gran valor humano del pueblo mexicano.
Además, demuestra como verdad incontrovertible el que somos un gran país, con una gran tragedia representada en la pésima administración pública y en el peor gobierno, política y socialmente hablando, y que como país podríamos salir de nuestros graves problemas y de la crisis en que hemos vivido sumergidos, literalmente hablando, casi sin poder respirar, como resultado de la quincena trágica del patrón de gobierno tecnocrático burocrático que ustedes representan, problemas que se resolverían si tuviéramos los mexicanos un buen gobierno.
Esta carencia es la verdadera tragedia de nuestro tiempo. España -permítaseme ejemplificar -, que no tiene ni de lejos los recursos que nosotros tenemos pero que de unos años para atrás cuenta con un gobierno democrático, ha logrado constituir una reserva de oro y de divisas que alcanza para pagar toda la deuda exterior española, tanto pública como privada, y como consecuencia natural de esto, es que la peseta se revalúa internacionalmente; hay un aumento en el poder de compra de los salarios y en los niveles de bienestar y baja la inflación a cifras de un solo dígito.
Cuando usted, señor Secretario de Hacienda, o quien lo suceda, pueda informar al pueblo de México, y en su caso, a esta Cámara de Diputados, que tenemos reservas sin el empobrecimiento del pueblo para pagar todas nuestras deudas externas, del gobierno y de la sociedad, y no tengan que devaluar drásticamente para proteger sus reservas internacionales hoy mecanismo de aseguramiento de la permanencia en el poder, estaremos ante una verdadera nueva etapa del desarrollo económico mexicano, y no ante exposiciones que corresponden quizá a un país imaginario, pero que de ninguna manera representan la realidad mexicana, tal y como usted ha expresado en esta comparecencia.
Hoy usted ha dicho de manera reiterada que estamos mal, pero que podríamos haber estado peor y que esto no sucedió por sus atinadas intervenciones.
El Partido Acción Nacional ha sostenido en todas las tribunas nacionales, durante sus 48 años de existencia, la incapacidad crónica de los gobiernos derivados del PRI para gobernar con atingencia a nuestro país.
Usted representa un estado crónico de ineficiencia, de corrupción y de despilfarro como medio para sostener en el poder, cosa que todo mexicano está comprobando al seguir la campaña del licenciado Carlos Salinas y su costo de magnitud infinita y alevoso en su agravio al compararlo con las carencias y pobrezas de nuestros conciudadanos. Y más aún al verificar la miopía en su actual, que ha hipotecado el futuro de México y los derechos que sobre ello tenemos los mexicanos y las generaciones que vendrán.
Acción Nacional sostiene que el proyecto de Ley de Ingresos de la Federación, que hoy usted está defendiendo y la nuevamente implementada política de devaluaciones sorpresivas y abruptas, están hechas para ocultar en las cifras oficiales de los presupuestos públicos el gasto político de la campaña presidencial del partido oficial, ya que
de otra manera, ningún ciudadano racional entendería el supuesto de que sobre una inflación proyectada para 1988, del orden del 90% se indexe la carga fiscal y el endeudamiento a tasas del 125% o más de crecimiento.
Nosotros sostenemos que debe regresarse este proyecto de ley a la dependencia que usted atiende y proceder de inmediato a ajustarlo a la realidad, atendiendo el reclamo prioritario de reducir en su origen y asignación los términos que representa la deuda pública, tanto externa como interna.
No es sano para las finanzas públicas, no es deseable para la economía familiar de nuestros conciudadanos, para sus efectos y declinaciones en la inflación, controles salariales y desabasto que se presupuestó, que el 88% de la producción total del país, de la producción de todos los mexicanos, sea únicamente materia de deuda pública. Y su importe de 202 billones al compararle con lo esperado en recaudación de sólo 69 millones, demuestran nuevamente su incapacidad para manejar su política económica y para gobernarnos en justicia para todos.
Al pueblo de México le urge una nueva alternativa de rectoría política, económica y social, que no hipoteque la soberanía nacional ni el futuro de nuestros hijos en aras de una permanencia infinita en el poder.
En Acción Nacional estamos conscientes en que debemos redoblar nuestros esfuerzos de trabajo político, para hacer que nuestros compatriotas se den finalmente cuenta del problema económico de México, que sólo se resolverá cuando se haya logrado la instauración de la verdadera democracia y el sufragio efectivo por lo que luchó Francisco I. Madero y que mañana cumplirá 77 años de su inicio, y que sigue siendo únicamente una aspiración legítima del pueblo mexicano.
Cuando este despertar ciudadano se manifieste en las opciones políticas electorales, ustedes, los que detentan el poder de todas formas, tendrán que comprender la solución, ya que con ustedes o sin su participación, el cambio en la estructura política generará un nuevo orden económico que resolverá las carencias nacionales.
En la libertad y con la democracia verdadera y plural, en Acción Nacional pensamos que los mexicanos haremos de nuestro México una patria digna, justa, generosa para todos.
Señor Secretario de Hacienda y Crédito público, don Gustavo Petriccioli Iturbide; señoras y señores huéspedes de esta Cámara; compañeras y compañeros diputados: en la página tres de los Criterios Generales de Política Económica, su gobierno afirma: "Se ha dicho lo que se ha hecho y se ha hecho lo que se ha dicho".
Permítaseme disentir, porque no se hace lo que se dice, porque se dice lo que no se hace, porque vivimos en un régimen de verdades al revés, de falsedades que se presentan como verdad.
Decía el poeta español Antonio Machado: "La verdad es lo que es y sigue siendo verdad aunque se piense al revés". Lo repito compañeros: "La verdad es lo que es y sigue siendo verdad aunque se piense al revés".
El, Antonio Machado Ramiro de Maeztu y Federico García Lorca, fueron víctimas de la violencia que explotó cuando el diálogo se convirtió en conversación de sordos, en imposición de verdades que no eran, en desconocimiento de verdades, cuando las verdades menospreciadas seguían, sin embargo, siendo verdades.
Y los decires al revés, la propaganda masiva; el revés de la verdad quebró al fin el firmamento de España. Y la violencia cayó sobre sembradíos, fábricas y hogares; sobre las casas, los palacios y las iglesias.
No es cierto que en México no hayamos caído ya en este extremo. El extremo de la violencia y la violencia no se ha confesado y es una verdad; existe la proliferación de los atracos a los hogares, a los bancos y a las factorías. Y tales asaltos del hampa son sólo representativos de la otra violencia física, de la otra verdad inocultable: de que los ordenadores electrónicos inventan credenciales falsas de elector; de que la violencia se realiza en la burla del voto, en la falsedad de los resultados electorales, en la tenencia y retenencia del poder por los conocidos métodos de prepotencia del poder que sólo trabaja para la retención del poder.
¿Y qué otra violencia más verdadera que no se puede esconder, que es este despojo de la inflación? Despojo en que sucumben los salarios, en el altar ominoso del partido político oficial que pretende el ejercicio vitalicio de su dictadura disfrazada.
El C. Presidente: - ¿Desea usted, señor Secretario, hacer uso de la palabra? Tiene usted el uso de la palabra.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito público: - Con su venia, señor presidente: perdón si la cinta no es textual, señor diputado. Usted dijo algo parecido: "La verdad es lo que es y sigue siendo verdad a pesar de lo que se diga al revés".
La verdad es que el pueblo de México sigue siendo revolucionario, y en un esquema democrático, sigue apoyando a los gobiernos revolucionarios.
Esa es la verdad, a pesar de que se diga al revés ¿Y por qué el pueblo de México sigue siendo revolucionario? Porque está consciente, está consciente de que la Revolución fue la que sentó las bases de un cambio en las estructuras económicas, sociales y políticas del país y no quiere retroceder.
Sigue siendo revolucionario porque está consciente que la Constitución de 1917, producto del movimiento revolucionario fue la que nos dio el pacto social que nos une a todos los mexicanos.
Quiero hacer algunas reflexiones sobre un tema que ha planteado el señor diputado Ramírez; opina que en virtud de la decisión cambiaria de permitir la elevación mediante el retiro del banco central en una parte del tipo de cambio, que no fue una devaluación generalizada, insisto, sobre sólo en una parte las transacciones, hace que ya no tenga vigencia, validez, el proyecto económico que estamos presentando a esta soberanía para el año de 1988, en lo que se refiere a la Ley de Ingresos y al presupuesto del año próximo.
Quiero afirmar que esta medida necesaria, urgente, oportuna e indispensable para proteger las reservas del pueblo de México, no afectan en lo substancial el proyecto económico para 1988.
Esta modificación del tipo de cambio y el cerrar los cambios para fuga de capitales, no afectan la estructura, los objetivos, las bases de nuestro proyecto económico para 1988.
Usted usa expresiones como la catastrófica devaluación del paso; no fue una devaluación del peso en todos sus sentidos, fue simplemente una medida para evitar la especulación y la fuga de capitales y estamos seguros que va a ser una medida temporal, transitoria, mientras el mercado encuentra su propio equilibrio. Usted afirma que esta medida que el día de ayer significó la pérdida de la soberanía monetaria, yo me permito disentir, señor diputado, y afirma que es exactamente al revés, es un acto de soberanía monetaria, hubiéramos perdido soberanía monetaria si nos hubiéramos quedado con los brazos cruzados mientras los dólares cruzaban nuestras fronteras, que nos hubiéramos quedado sin reservas, que hubiéramos entrado en una cadena inmanejable de inestabilidad financiera; el haber tomado la medida que se tomó ayer, es precisamente para preservar la soberanía monetaria de nuestro país, es al revés.
Nosotros no vemos ninguna razón para modificar la Ley de Ingresos que estamos presentando a la consideración respetuosa de la Cámara de Diputados, creemos que el proyecto fiscal de ingresos no se ve afectado por esta medida, de una parte marginal del tipo de cambio y del mercado cambiario.
Usted afirma que tanto en el documento de criterios como en las propias leyes que presentamos a la consideración de esta asamblea, estamos hablando de un triunfalismo; no, no estamos triunfalistas, no tendríamos razón para estarlo, pero tampoco estamos pesimistas, agobiados, no estamos fomentando el encono, no estamos fomentando la desesperación y la angustia, estamos analizando la situación con objetividad, con cuidado, con realismo, reconocemos todo lo que hay que hacer, reconocemos las desviaciones que hemos tenido, las explicamos, las ampliamos, pero también tenemos que reconocer todo lo que se ha hecho.
Señor diputado, usted afirma que el saldo de la política económica del régimen actual, es un saldo negativo; que es un saldo, que es el peor saldo económico que se ha tenido en los últimos años. En primer lugar, creo, señor diputado, que tenemos que analizar el resultado económico en una perspectiva. La perspectiva de cuál era la situación de nuestro país, la situación económica en 1982. Tenemos que tener memoria para ver cuáles eran estas condiciones hace sólo cinco años. Verdaderamente cerca del caos financiero, había que reconstruir, había que ir al fondo del problema y éste ha sido el empeño de la presente administración.
Hay que tomar en cuenta cómo estábamos hace cinco años y lo que se ha avanzado en este periodo; hay que recordar también, que pocas veces en la historia económica de nuestro país habíamos estado sujetos a catástrofes externas y de la propia naturaleza, como tuvimos que afrontar en esta administración. Pero no cayó el ánimo, no cayó la voluntad de continuar. ¡Por qué hubo desviaciones en las metas? Porque estuvimos sujetos a fenómenos no predecibles como la brutal caída de los ingresos externos por la baja de precio del petróleo, de las materias primas, la falta de recursos externos, por los sismos de 1985. Eso fue lo que desvió las metas cuantitativas, pero no las cualitativas, no la voluntad de superar los problemas y llegar al fondo de ellos; no con acciones espectaculares, populistas o utópicas, sino atacando la raíz.
En su perspectiva negativa, pesimista, usted no contempla algunos datos: en 1970, de todo lo que han hecho los regímenes revolucionarios en este
periodo, nuestra población era de 51 millones; ahora tenemos prácticamente 80 millones. Es un aumento importante en la población y a pesar de esto, se ha avanzado mucho en la satisfacción de las necesidades sociales de la población. En el año 1970, el analfabetismo, como porcentaje de la población total, era del 13% y al término del año pasado, del 5%.
El número de estudiantes entre preprimaria y preparatoria, en el año 1970, para tener la perspectiva de lo que han hecho los regímenes revolucionarios, era de 10 millones; ahora tenemos el doble de estudiantes: 21 millones.
La esperanza de vida en 1970, era de 61.9 años, esta esperanza de vida se ha mejorado sustancialmente; el número de doctores, el gasto en salubridad, se ha más que duplicado; las habitaciones disponibles se han duplicado; el agua potable ha subido en porcentaje de 39 a 76%; se ha aumentado el drenaje; las poblaciones con electricidad, no quiero cansar con números y cifras, aquí están a la disposición de todos; el número de teléfonos, las poblaciones con servicio de correos, los obreros cubiertos por seguridad social; los obreros trabajando en la frontera, las tasas de desempleo, etcétera. Hemos tenido, dentro de limitaciones de recursos, un avance muy importante.
No es posible, frente a los acontecimientos inesperados, dolorosos, por los que ha atravesado el país en estos años, asegurar que ha fallado la política económica de la Revolución Mexicana.
Se dice que ha habido un descontrol, desconcierto en las finanzas públicas, en la administración del Presidente De la Madrid. Quiero comentar que en el déficit económico primario, el que mide la relación entre los ingresos y los egresos del sector público en su totalidad, ha mejorado notablemente. En esta administración, todos los años se ha tenido un superávit primario, superávit que en 1983 fue de 4.4%; en 1984 de 4.9%; en 1985 de 3.6%; en 1986, debido a las condiciones de ese año, pero tuvimos superávit primario de 1.7%; en 1987 esperamos tener un superávit de 5.0% y estamos proyectando para 1988, 5.4%.
Esto es una disciplina fiscal estricta, ¿qué está pasando en este año de 1987 frente a su visión catastrofista, su visión negativa? La producción industrial, en términos de crecimiento anual en este año, en el tercer trimestre ha aumentado 5.7% la producción industrial; para el cuarto trimestre, esperamos mantener esta tasa de crecimiento: 5.7%.
En la producción manufacturera tuvimos en el tercer trimestre de este año, ya un crecimiento de 6.4% y esperemos con las tendencias observadas, que terminemos el cuarto trimestre con 8.7% de crecimiento.
Los asegurados permanentes en el Instituto Mexicano del Seguro Social, en términos de crecimiento anual, también en el tercer trimestre, aumentan en 3.6% y esperamos en el cuarto trimestre 3.8%.
En la producción agropecuaria, frente a las bajas que tuvimos muy importantes al año pasado, en el tercer trimestre ya tenemos un repunte de 0.5%, y en el cuarto trimestre de 0.8%.
Habíamos tenido una disminución muy importante en la inversión fija bruta, sobre todo en la inversión privada, el tercer trimestre, ya da muestra de crecimiento en la inversión privada y existen proyecciones también positivas para el cuarto trimestre del año; la situación, de ninguna manera es desesperada.
En el año actual, todavía tuvimos que afrontar efectos de la gran crisis de 1986. Se afirma que han emprendido su salida del país 5 mil millones de dólares; sus fuentes de información no son las adecuadas, no hemos tenido una salida de dólares por fuga por ese monto. Precisamente por eso se tomó la medida, para evitarlo, no ha habido, de ninguna manera, esa salida, ha habido una entrada neta de dólares en este año.
Usted tiene dudas sobre el origen de la crisis y de la inflación; creo que es importante para poder atacar cualquier problema, llegar a un diagnóstico correcto: ¿qué es lo que está sucediendo?, para en ese sentido poder actuar.
Por ello es importante que distingamos el origen de la crisis, el origen de la inflación en 1982-1983 del problema actual. Si el origen y la raíz son diferentes, las soluciones también tienen que serlo, y efectivamente es un hecho demostrable, que el origen de la crisis era el desequilibrio presupuestal. Pero ya se ha corregido y las cifras son las que acabo de mencionar; por lo tanto, el origen de la inflación en estos momentos es otro y por lo tanto, su combate, su ataque, tiene que ser diferente al que fue en el día de ayer.
Usted vuelve a plantear que hemos abandonado la lucha contra la inflación y que nos vamos por el camino fácil de dejar la inflación que sea la que estimule la actividad económica. No es cierto, seguimos insistiendo en que la política económica de la presente administración y en su
próximo, último año de gobierno, será una política antiinflacionaria, antiinflacionaria pero compatible; compatible con la recuperación económica del país, con el crecimiento de la producción, del empleo, con el fortalecimiento de la balanza de pagos, tanto en la balanza de cuenta corriente, como en la balanza de capital.
Tiene una propuesta usted muy interesante que se refiere a disminuir impuestos, toda clase de impuestos. Y después nos dice que el proyecto que estamos presentando no hay congruencia en los agregados nuestros. Me parece que es muy atractiva esta política de disminuir impuestos. Dentro de lo posible, dentro del manejo de las variables económicas, hemos estado ajustando los impuestos y las tasas hacia abajo; consideramos que el problema tributario no es elevar las tasas de impuestos, por eso no las hemos propuesto; por eso no nos hemos ido por el camino fácil de aumentar las tasas, no; queremos una justicia tributaria no aceptamos que el gobierno se vea afectado por el proceso inflacionario y en términos reales pueda recaudar menos cifras. De ahí la razón de la reforma del año pasado, que ha tenido resultados satisfactorios.
Precios y tarifas: los precios y tarifas del sector público, los que tenemos que manejar en términos de mantenerlos en su precio real; no podemos tener un rezago, un atraso en la política de precios y tarifas del sector público frente a los incrementos en los precios privados. Esto significaría, si aumentan más los precios privados, que los precios públicos que en términos nominales y en términos reales, estemos haciendo una transferencia de los recursos públicos muy escasos para atender las necesidades del país para el sector privado. Por lo menos tenemos que tener un equilibrio entre los precios públicos y los privados, para evitar subsidios inconvenientes a la población o bien acelerar la inflación para llenar ese hueco.
Usted pone como un desideratum que el monto de las reservas internacionales puedan ser iguales o equivalentes a la deuda externa. No puedo opinar sobre otros países, depende de su nivel de reserva. Cada país tiene que cuidar un nivel de reservas óptimo.
Nosotros consideramos que el nivel de reservas actual y que estamos y queremos proteger y estamos y queremos proteger y estamos protegiendo, es un nivel razonable. No creemos que debemos aumentar más el nivel de reservas. No podemos plantear como objetivo que el nivel de reservas en México, por lo menos en la próxima década, pudiera ser del orden de 100 mil millones de dólares, esto crearía una presión inflacionaria imposible y sería un sacrificio inútil, porque no requerimos ese nivel de reservas. Lamento mucho, señor diputado, que nosotros no tengamos una varita mágica, que nos gustaría tener para desaparecer todos los problemas y arreglar todas las dificultades; no hemos ofrecido y no vamos a ofrecer ninguna varita mágica, ningún milagro, sólo trabajo, esfuerzo y honestidad, empezando por nosotros mismos, ser congruentes con lo que decimos y con lo que hacemos. Muchas gracias. (Aplausos.)
El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Luis Orcí Gándara, del Partido Revolucionario Institucional.
El C. Luis Manuel Orcí Gándara: - Con su permiso señor presidente; compañeras y compañeros diputados; ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público, licenciado Gustavo Petricioli: Dentro del marco de separación de poderes que caracteriza a nuestro sistema político, los diputados pertenecientes al Partido Revolucionario Institucional, lo recibimos hoy ante esta Cámara, en su carácter de Secretario del ramo y en cumplimiento del artículo 74 fracción IV de la Constitución Política de nuestro país.
Hemos escuchado los planteamientos y las tesis que animan la política económica que el Ejecutivo presenta a esta soberanía, ello para el ejercicio fiscal de 1988 y como continuación misma de los esfuerzos que a lo largo de los últimos cinco años hemos venido dando en nuestro país.
Hemos también escuchado en voz de los representantes de otros partidos políticos, sus tesis y sus planteamientos, respetables todos indudablemente, pero inmensas brechas nos separan, ya que dentro de sus postulados partidistas, algunos infieren o refieren lo que se hace en otras latitudes, a veces a costa de sus propias libertades, mientras que otros apuntan con volver a un pasado que luchamos por superar y en el que predominan los privilegios para unos cuantos y la injusticia para todos los demás. Qué importante en este contexto, recordar la verdad y recordar el origen de los partidos políticos que participamos en este recinto.
En su análisis del acontecer nacional, desde esos extremos, critican por sistema, con planteamientos aislados, y sin ofrecer opciones viables; parten de diferentes proyectos de nación, porque la lucha que tenemos que continuar librando para superar la persistente crisis económica nacional, que también es mundial, requiere de nuestra decisión irrevocable: de encarar con serenidad las tareas que debemos cumplir todos los mexicanos. Nuestro partido abandera y apoya políticas y medidas que aumenten los ingresos y la calidad de
vida de la población y que se traduzcan en la reactivación permanente de nuestra economía, que generen los empleos para una fuerza laboral creciente y abatan la inflación, ese mal social que tanto daño nos hace y que debemos erradicar.
En su análisis, ciudadano Secretario, es claro que cuando se actúa con la responsabilidad del mando, las aventuras y las improvisaciones no tienen cabida, y que en un contexto económico internacional como el actual, complejo y difícil en crisis e inestable, las opciones que se nos presentan no son sencillas, ni su aplicación puede ofrecer soluciones fáciles.
El programa económico que el Ejecutivo ha venido aplicando en estos años difíciles, ha dado ya importantes resultados que nos deben animar, para enfocar todos nuestros esfuerzos en resolver esos reductos de la crisis que aún no se eluden, y que tienen un contenido social de la más alta prioridad.
Es claro que la recuperación económica gradual pero constantes, que los indicadores de la producción industrial y agrícola, así como de la inversión y generación de empleos, dan fe de una economía que después de tantas décadas de dinamismo y un período de crisis profundo, está ya de nuevo iniciando su proceso de reactivación y recuperación. La balanza de pagos es fuerte, las exportaciones no petroleras han tenido una evolución sin precedente histórico, las reservas internacionales han ampliado nuestros márgenes de maniobra y la banca nacional, pilar del sistema financiero, genera hoy y canaliza crecientes volúmenes de recursos para apoyar los programas prioritarios.
También es claro que ha habido importantes resultados en los objetivos de cambio estructural, que están fortaleciendo nuestra planta productiva, la competitividad de nuestra economía y el saneamiento de las finanzas públicas, sentándose así las bases para el desarrollo futuro que demanda nuestra población.
Es cierto también y no tenemos por qué desconocerlo, el que todos, sin embargo, hayan sido resultados favorables. La inflación sigue siendo fuerte, un ambiente especulativo afecta el mercado cambiario libre y el mercado bursátil, y la economía internacional amenaza con entrar en mayor inestabilidad y crisis.
En cuanto a la evolución del mercado cambiario, apoyamos enégeticamente la decisión de no utilizar las reservas internacionales del país, para financiar las fugas de capitales o las demandas extraordinarias de divisas. Consideramos efectiva la operación del mercado cambiario dual que existe, por una parte porque garantiza la disponibilidad de divisas para todas las importaciones prioritarias, a través de esto, del mercado controlado, y a una paridad libre de los efectos especulativos para todas las demás importaciones que requiere la economía.
Por otra parte, porque la operación del mercado dual aísla y contiene las presiones especulativas para proteger lo más posible las actividades económicas nacionales, al canalizar dichas presiones a ese pequeño mercado cambiario que es el libre.
El sistema de cambio que opera en México desde 1982, ha dado resultados positivos, porque a través de su acción hemos sorteado con éxito momentos especulativos en el pasado, al brindarle una absoluta certidumbre a las actividades productivas, porque las crecientes reservas internacionales están disponibles para financiar precisamente esas importaciones prioritarias, esas importaciones que la población y la economía requieren y que bajo ningún concepto deben utilizarse para financiar fugas.
En cuanto a la generación de ahorros y su canalización a las actividades prioritarias de producción y de desarrollo, la tesis de nuestro partido es que debemos continuar reduciendo nuestra dependencia de las fuentes externas, formando y fomentando nuestros propios recursos financieros. Estamos con una banca comercial y de fomento en México, nacionalista, activa e importante receptora de los ahorros de los mexicanos y que canaliza cada vez más y más recursos a las actividades prioritarias en lo económico y en lo social.
A la vez, debemos continuar haciendo esfuerzos por diversificar también la estructura de nuestro sistema financiero, porque cada intermediario tiene un papel a desempeñar en este país nuestro, grande, y en esta economía tan diversificada y compleja. El mercado es un importante componente de esta estructura que debemos fortalecer, porque a través de su acción, las empresas mexicanas se pueden capitalizar con la participación de nuevos aportantes a sus estructuras de capital. Este mercado, como hemos visto, puede ser volátil, puede estar sujeto a exterior del país y puede causar movimientos espectaculares como en las últimas semanas, tan claramente lo han demostrado.
Por esto es tan importante hoy enfatizar que el mercado bursátil es una opción para quienes deseen canalizar ahorros de mediano y de largo
plazo, quienes han visto en ese mercado posibilidades de especular bajo el supuesto de que se trata de una fuente inagotable de ganancias, obviamente se han equivocado.
Esta Cámara de Diputados ha reformado la Ley del Mercado de Valores seis veces ya en los últimos 12 años, como parte misma del apoyo que se le quiere dar buscando en todo momento que el marco legislativo determine un ambiente regulatorio que proteja a los inversionistas de abusos y de fraudes y proporcione un desarrollo institucional que vaya creando cada vez más un mercado de valores más profundo y más estable.
Seguiremos estudiando la evolución de dicho mercado como es nuestra responsabilidad, pero debemos cuidarnos de las pretensiones de quienes, por razones muy respetables, no concilian la existencia de este mercado con sus esquemas partidistas o de aquellos que ven en él una bandera política de oportunidad.
No negamos los problemas que en este campo nos aquejan, pero actuar con precipitación o con miopía ideológica, es contrario al objetivo de buscar el sano desarrollo de esta importante fuente de ahorro para la inversión productiva.
La deuda externa, señor Secretario, es otro de los temas que esta Cámara ha seguido con particular atención. Llevamos a cabo en el pasado, una serie de foros de consulta a nivel nacional para escuchar el pensamiento de los mexicanos sobre este complejo tema, es claro que los procesos de renegociación que a lo largo de los últimos años se han venido dando, responden a los planteamientos que los mexicanos hemos hecho y a la mayoría de los planeamientos que escuchamos en esos foros y que los resultados recientes han sido de gran importancia: corresponsabilidad, límites a la capacidad de pago, solución económica y política, negociación, y la búsqueda de una solución justa de largo plazo, que aún tenemos que encontrar, deben continuar animando nuestros esfuerzos.
Nuestro partido refrenda su convicción de que el mundo acreedor tiene que aceptar las prioridades del mundo en desarrollo, relacionadas con sus necesidades sociales y económicas; tienen que cumplirse en primera instancia, que las obligaciones financieras con el exterior, también tienen necesariamente que conciliarse con esta realidad, y que la solución de la deuda no puede verse aislada de lo que ocurre con el comercio mundial, con los flujos financieros del exterior y con las políticas económicas y financieras de los países industriales.
Finalmente, señor Secretario, nos ha presentado el Ejecutivo un paquete de 11 iniciativas de ingresos y de leyes fiscales que tienen la clara orientación de cumplir varios objetivos, entre los principales: elevar la recaudación del Estado para permitirle atender las necesidades de gasto que la sociedad demanda, y por el otro, avanzar en la equidad del sistema tributario, mediante desgravaciones fiscales hacia los asalariados de más bajos ingresos para dar cumplimiento a las tesis fundamentales que en este campo sostiene nuestro partido, que es: el que más tiene más debe aportar.
Vemos con satisfacción los avances en la reforma fiscal durante el año en curso así como la clara tendencia por consolidarla en 1988, que el impuesto sobre la renta de las empresas haya crecido en términos reales, revirtiéndose la tendencia y recuperando el papel central que este impuesto debe tener en nuestro sistema tributario.
Reconocemos también los esfuerzos por reducir el recurso al endeudamiento externo a 1988, así como la gradual disminución de la carga de la deuda interna que se programa para el año próximo como parte misma del esfuerzo que tenemos que continuar haciendo para sanear las finanzas públicas y simplificar los mecanismos tributarios.
Compañeros diputados; ciudadano Secretario: Ha tenido usted la oportunidad de constatar la preocupación común de la representación popular por la marcha de la economía. La inflación y las presiones especulativas sobre los mercados bursátiles y de divisas, han sido reiteradamente mencionadas en esta tribuna, son temas de preocupación legítima que demandan serenidad en el análisis y una gran responsabilidad para resolverlos.
Estamos conscientes los diputados del grupo parlamentario mayoritario, que esta comparecencia, en un momento como el que estamos viviendo, tiene que ser aprovechado para criticar en forma acerva las políticas gubernamentales por parte de los grupos parlamentarios de oposición. Por una parte, para exponer y exaltar sus propias tesis, y por la otra, para ganar adeptos.
Aquí se ha dicho inclusive que el gobierno de la República está detentando el poder. Detentar es retener uno lo que no es suyo, pero el gobierno de la República lo está ejerciendo como fruto de un mandato legítimo del pueblo de México.
Estamos conscientes también de que el gobierno del Presidente Miguel de la Madrid ha tomado
medidas que no podían dejar de tomarse, y que nos han permitido iniciar la recuperación de nuestra economía: de lo que estamos seguros también, es que lo que sea hecho es con el propósito de defender a México y a los mexicanos. Con esto se ratifica la postura del Presidente de la República, de sacrificar popularidad efímera, figura personal inclusive, en aras de seguir defendiendo con gran valentía los intereses superiores de la nación. Muchas gracias.
El C. Presidente: - ¿Desea usted, señor Secretario hacer unos de la palabra? Tiene el uso de la palabra el señor Secretario de Hacienda.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor presidente: En virtud de mi coincidencia con los temas que ha planteado el señor diputado Luis Manuel Orcí Gándara, y también en consideración a la hora, le pediría que me excusara de hacer comentarios en este momento, para continuar este fructífero debate en lo que nos resta de la tarde y de la noche. Muchas gracias.
RECESO
El C. Presidente: - Se declara un receso de 60 minutos.
Siendo las 19:00 horas se reanuda la sesión.
REGISTRO DE INTERVENCIONES PARA PREGUNTAS
El C. Presidente: En los términos del acuerdo de práctica parlamentaria que norma esta reunión, se va a proceder a desahogar el segundo punto.
Señor licenciado Gustavo Petriccioli Iturbide, Secretario de Hacienda y Crédito Público: Varios ciudadanos diputados han manifestado su deseo de hacer a usted algunas preguntas en relación con la iniciativa de Ley de Ingresos para el Ejercicio Fiscal de 1988. Han sido inscritos para estos efectos, los siguientes ciudadanos diputados: Juan de Dios Castro Lozano, Guadalupe López Bretón, Pablo José Pascual Moncayo, Roberto Calderón Tinoco, Reyes Fuentes García, Jorge Flores Solano, Amado Olvera Castillo, Pedro José Peñaloza, José Ángel Aguirre Romero, Hildebrando Gaytán Márquez, Alejandro Gascón Mercado y Porfirio Camarena Castro.
Le ruego, señor Secretario, pase a la tribuna. Y tiene el uso de la palabra el señor diputado Juan de Dios Castro Lozano.
El C. Juan de Dios Castro Lozano: - Señor Secretario de Hacienda y Crédito público: La fracción II del artículo 76 de la Constitución general de la República, señala como facultad del senado, el ratificar los nombramientos, entre otros, de los empleados superiores de Hacienda.
Ante la pregunta que la formulara el compañero diputado Eduardo Valle, sobre la deficiencia e incumplimiento por cuanto a la falta de ratificación al nombramiento del director de aduanas, usted contestó que estaba ya en trámite la solicitud de la ratificación, esto significa que el director general de aduanas, todavía no ratificado, ha actuado y está actuando como tal desde su nombramiento.
Con independencia de las cuestiones de nulidad ya planteadas, que la actuación de ese funcionario produzca, yo quiero resaltar que dicho funcionario, sin la ratificación exigida, no pudo ni puede ni podrá actuar como director general de aduanas, que es un empleado superior de Hacienda.
Si ha actuado como tal y sigue actuando hasta el día de hoy, lo ha hecho y lo hace con autorización de usted, señor Secretario, a sabiendas de que no ha sido ratificado por el senado de la República, es decir, con su indudable consentimiento.
Por lo tanto, de su contestación se desprende lo siguiente: que el director general de aduanas ha cometido y sigue cometiendo el delito de ejercicio indebido de servicio público, en los términos de la fracción I del artículo 214 del Código Penal, porque ejerce funciones sin haber tomado posesión legítima y sin satisfacer los requisitos legales. La posesión legítima del cargo la da precisamente la ratificación del senado.
Mi opinión en este caso, señor Secretario, es que no se continúe haciendo las gestiones para que se obtenga dicha ratificación, porque estoy seguro, aquí hay algunos respetables senadores, que no aprobarán el nombramiento de alguien que está actuando en forma delictuosa como es el director general de aduanas.
Por otra parte, señor Secretario, no sé si usted sabe que el convenio de la renegociación de la deuda, no ha sido entregado a los señores diputados de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional, a pesar de que usted ha manifestado que se ha divulgado su contenido, sin embargo, una revista de circulación nacional, dio a conocer el texto de ese convenio de renegociación de la deuda y según ese convenio se insertó en el mismo el contenido del artículo 4o.
del Código Federal de Procedimientos Civiles, que determina que en los juicios, el Estado adopta la condición de parte igual que un particular, pero que en ningún caso se podrá librar mandamiento de ejecución o de embargo en contra de las propiedades del Estado.
Con eso se ha pretendido dar a conocer a la opinión pública que el convenio de renegociación no implica, de ninguna manera, mengua a la soberanía nacional, usted lo dijo en su intervención de esta mañana; sin embargo, señor Secretario, yo sustento el criterio de que ese artículo 4o. del Código Federal de Procedimientos Civiles, rige para las órdenes libradas por los tribunales del país, y en ese convenio de renegociación se aceptó la jurisdicción de las cortes de Nueva York y de Londres, México en ese convenio acepta la jurisdicción de tribunales extranjeros. Yo pienso que aunque se incluya ese artículo 4o. en el convenio, nada impide, señor Secretario, que tribunales extranjeros, en este caso los de Nueva York o de Londres, en caso de incumplimiento del convenio por parte del prestatario que en este caso es México, nada impide que puedan librar órdenes de embargo y de ejecución en contra de bienes de la nación, radicados por ejemplo en puertos extranjeros. Yo quisiera sus comentarios a esta parte del convenio y sus comentarios en relación al nombramiento del señor director de aduanas. Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Con mucho gusto, señor diputado, voy a hacer algunos comentarios en relación a algunos planteamientos que usted ha hecho.
En primer lugar conocemos los conceptos establecidos en el precepto constitucional en el artículo 76, no soy abogado, pero estoy enterado de esta situación.
Entiendo que para poder instrumentar, poner en práctica el cumplimiento de este precepto constitucional, se requiere la aprobación por el senado de la República, de las reglas generales que definan que establezcan cuáles son con claridad los puestos, los procedimientos relativos a esto.
Usted opina, piensa que por ejemplo el director general de aduanas, puede estar incluido en esta lista de funcionarios de la Secretaría de Hacienda que tendrán que ser, que serían ratificados por el senado de la República. No argumento de si debe ser este funcionario u otros funcionarios, mientras el senado de la República no determine cuáles son exactamente estos funcionarios.
El senado de la República está en estos momentos estudiando estas reglas, en sus comisiones respectivas; precisamente el día de ayer, derivada de una propuesta de la Gran Comisión, está estudiando la comisión respectiva de la Cámara de Senadores, cuáles serían justamente los funcionarios superiores de Hacienda que tendrían que ser ratificados por el Senado de la República.
La propuesta, no solamente implica la lista, la definición de los puestos éstos, sino que los criterios por medio de los cuales el senado de la República, las bases por las cuales el senado daría o no la ratificación correspondiente.
Estos elementos están siendo estudiados, repito, por las comisiones del senado para cumplir con este precepto y al mismo tiempo no coartar, no vulnerar las facultades administrativas del Ejecutivo. Estamos en ese proceso y naturalmente que el Ejecutivo y en concreto la Secretaría de Hacienda, respetarán tanto la definición de los puestos, como los procedimientos o reglas para su aprobación.
En virtud de no existir en estos momentos este reglamento, no estamos en condiciones de presentar a la consideración del senado esta ratificación, pero estamos conscientes del problema que usted plantea y en espera de la decisión del senado de la República, para cumplir puntual y escrupulosamente, como lo ha hecho el Ejecutivo y en el caso del compareciente, la Secretaría de Hacienda.
En el momento en que el senado nos da la definición de los puestos y los procedimientos, las reglas, el reglamento respectivo, lo cumpliremos, señor diputado, en una forma escrupulosa, puntual y plena.
En lo que se refiere a los planteamientos que usted ha hecho en materia de los convenios de la reestructuración, renegociación de la deuda externa y que concluyeron en marzo del año pasado, yo quisiera, insisto, sin ser abogado, que si bien es cierto que se pactó la jurisdicción de los tribunales de Nueva York y Londres por razones prácticas, quiero aclarar que lo fundamental es que se aplica la legislación de nuestro país, la de México. Nuestra ley permite el sometimiento, jurisdicciones distintas a las mexicanas en materias mercantiles; el Código de Comercio en sus artículo 1092 y 1093. Esto hace posible que podamos haber realizado esta reestructuración y que podamos salvar ese problema práctico y jurídico en sólo dos ciudades del mundo.
Nuestros contratos con la banca mundial, en todo el mundo, con multitud de países, nos hubieran
obligado a ir a todos y cada uno de los países. Esto es una operación común, práctica.
Todos los acreedores hubieran deseado, cada uno de ellos, los japoneses, los de Arabia Saudita, los de España, los de Italia, los de Francia, etcétera, etcétera, la jurisdicción de sus propios países y ellos estuvieron en condiciones de renunciar a su fuero. México no renunció en el sentido en que se incluye a México como jurisdicción en esto.
No estoy muy seguro del alcance de su comentario, de su preocupación, señor diputado, pero me parece que usted ponía en duda o implicaba, que hubiéramos renunciado a la inmunidad soberana, esto no es así. Se establece la inmunidad de ejecución de que gozan los bienes de la nación, esto quedó claramente establecido y que se refieren al artículo 4o. del Código Penal de Procedimientos Civiles, en cambio, sí se renuncia a la inmunidad otorgada por las leyes promulgadas en otros países, en lo que se refiere a Estados Unidos y la Gran Bretaña.
Señor diputado, entiendo, comprendo y participo de sus preocupaciones, de que en todas estas negociaciones se cumpla no solamente con la parte económica, financiera, funcional, de poder obtener para nuestro país beneficios adicionales o ventajas; comprendo esta preocupación y además participo en ella, pero quiero asegurarle que además de haber logrado los objetivos centrales, fundamentales, de poder lograr este avance en las condiciones de la deuda exterior mexicana, quiero decirle que se cumplieron escrupulosamente todos y cada uno de los requisitos jurídicos.
Hemos estado informando puntualmente a la Cámara de Diputados de todos y cada uno de los pasos y de la Evolución que ha tenido este largo complejo proceso, estas largas en las negociaciones, la multitud de documentos de todo tipo que se han realizado con instituciones hemos proporcionado a la Cámara, incluso los contratos relativos, los contratos que se celebraron. Tenemos la seguridad de que no solamente dimos un paso importante, sino que además, cumplimos estricta y puntualmente con los requisitos que establecen las leyes mexicanas.
Me parece que es legítimo, es útil, poder analizar todos y cada uno de los contratos haber si hay alguna falla. No la hay, y si hay problemas de interpretación, quizá radiquen en el desconocimiento de estos temas y de la forma en que se han realizado.
Los funcionarios de la Secretaría de Hacienda, señor diputado, han estado cuidando escrupulosamente todos estos aspectos. Muchas gracias.
El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra la ciudadana diputada Guadalupe López Bretón , del Partido Revolucionario Institucional.
La C. Guadalupe López Bretón: - Señor Secretario Gustavo Petricioli: Es opinión popular que el problema de la economía subterránea, forma malévola para infringir la ley, incide en la política de ingresos con la práctica de la evasión y alusión fiscales.
Lamentablemente se afirma que ambas se han difundido y proliferado día a día. De lo que sí hay conciencia generalizada, es la existencia del fenómeno no privativo de México y que tal vez aflora hoy con más fuerza y se magnifica por la crisis.
Lo que me preocupa de manera fundamental, son sus efectos sobre la recaudación, porque ello impide el cumplimiento de las metas que se ha propuesto alcanzar el Estado.
El no pagar impuestos es actitud irresponsable y negativa, es además de ilícita, limitativa de la capacidad del gobierno. ¿Con qué se van a construir escuelas, caminos, viviendas, obras de agua potable y otras? ¿Con qué se van a dar los apoyos al campo y a las industrias?
El no pagar impuestos es un grave obstáculo que no permitirá al Estado atender debidamente las elementales y justas demandas del pueblo. La evasión y la alusión fiscales desalientan tanto a los contribuyentes responsables, que ellos han expresado airadamente y no sin dignificación, su duda de la existencia de instrumentos eficaces de captación de impuestos y su creencia de que cumplir con sus obligaciones fiscales, más parecen la excepción que la regla.
Como legisladora, me consta y reconozco, el interés del Ejecutivo Federal y el esfuerzo conjunto que hemos realizado para combatir el problema a través de las modificaciones de las leyes presentadas y aprobadas por este cuerpo legislativo.
Reconozco también la decisión de adecuar los mecanismos administrativos en búsqueda de mejores soluciones. Sin embargo, como maestra, tengo el interés de saber si el problema de la evasión fiscal tan complejo, antiguo, difícil, no resuelto en ningún país ni en ninguna época para intentar resolverlo, la Secretaría a su cargo ha tomado en cuenta el grado de escolaridad de la población tributaria, ajustando el proceso de simplificación de sus programas al nivel educativo de la mayoría de sus contribuyentes.
También me interesa conocer si la Secretaría de Hacienda ha diseñado dentro de una concepción moderna, instrumentos de recaudación más convincentes, que sin ser eficaces, no reflejen el concepto de persecución ni de sanción.
Señor Secretario, podría darnos sus comentarios al respecto y ampliarnos ¿qué acciones concretas y programas ha implementado la Secretaría de Hacienda para combatir la evasión y la alusión fiscales?, así como precisarnos si las cifras de recaudación del presente año y la que se espera en el próximo, registra los esfuerzos cuantitativamente de los objetivos propuestos, autorizados en el anterior período legislativo y la que está sometida a la consideración de esta Legislatura para 1988. Mucho le estimaré sus comentarios.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Gracias, señora diputada: Sin duda, usted plantea un tema, yo calificaría de crucial, de fundamental, de gran significación, no sólo en el manejo de la política macroeconómica, sino desde el punto de vista de solidaridad, de equidad y de justicia.
Efectivamente, nos basta con diseñar una política fiscal adecuada que llene todos los requisitos y contenga las características de nuestro país y de la necesidad de incrementar en justicia los recursos fiscales para evitar caen en problemas de inflación o de endeudamiento externo. Decía, no basta con una buena política fiscal, tampoco es suficiente; es condición necesaria pero quizá no suficiente, el tener un buen esquema jurídico, una buena ley tributaria, si no se refleja en un cumplimiento adecuado, puntual, de las obligaciones fiscales.
Es cierto, como usted lo anota, que el crecimiento de la población, las añejas, viejas, lacerantes necesidades de nuestro país, a todos nos impulsan a su solución urgente. Pero esto requiere de recursos y que estos recursos, los sanos recursos que no desquicien la economía, tienen que provenir de la contribución de la población, en términos de equidad y de justicia.
El fenómeno de evasión, también es cierto, como usted lo apunta, no es único, no es exclusivo de nuestro país. Todos los fiscos del mundo en cualquier esquema, tienen ese problema. Tenemos que actuar con firmeza, con rigidez, es cierto, ante el fenómeno de la evasión o elusión; pero también tenemos que actuar en el convencimiento, en la llamada a la solidaridad ciudadana para actuar en este terreno. Tenemos que ser patriotas no solamente el 16 ó 15 de septiembre, sino a través de un cumplimiento durante todo el tiempo, de nuestras obligaciones fiscales.
Hemos estado tomando acciones importantes para evitar la evasión. Tenemos que corresponder a esa necesidad del pueblo mexicano. Estas acciones no son de tipo coercitivo, sino resultan de una acción razonada, consciente, programada, para poder elevar el universo de los causantes y poder disminuir este grave problema de la evasión.
Tenemos tres tipos de acciones que corresponden a tres tipos de problemas: el primero, este grupo de mexicanos que siendo sujetos de un gravamen, no están registrados en el mismo. básicamente todo este esquema de economía subterránea y otros sectores. Entonces, la primera acción se refiere a registrar a los no registrados, ésta es una tarea permanente del fisco federal, estatal y municipal, tenemos que tener el padrón a los mexicanos sujetos a un impuesto por ley. En este año, a través de diversas acciones en ese terreno para atacar la evasión por la vía de registrar los causantes, hemos hecho avances; hemos hecho la incorporación directa, hemos incorporado en este año a 8% más de los contribuyentes que no estaban inscritos en forma directa y avanzamos en un 13% adicional de los contribuyentes que participan en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales en forma indirecta.
Primero registrar a los que no están registrados; la segunda etapa o el segundo programa, el segundo hecho, es hacer cumplir a los que estando registrados no cumplen con sus obligaciones; en esto estamos fortaleciendo las labores de fiscalización, de auditoría, de revisión de los registrados pero que no cumplen.
En lo que va del año hemos realizado 42 mil 500 ediciones y ya se tiene información en estos momentos de 163 mil contribuyentes, en donde hemos encontrado algunas fallas, omisiones menores o mayores; pero éste es otro segundo esquema del programa de los registrados, los que no cumplen y hemos encontrado y añadido para su cumplimiento un número significante de causantes.
El tercer grupo, el tercer tipo de problemas que enfrentamos, es a los que están registrados; cumplen, pero cumplen mal, no cumplen en la medida, en los montos que tienen la obligación de cumplir. En este sector encontramos causantes muy importantes desde el punto de vista cuantitativo, ahí estamos y hemos hecho el máximo esfuerzo dentro de las limitaciones de recursos, para fortalecer la capacidad de revisión. En este terreno, cumplen pero quizá no cumplen plenamente con el 100% , tenemos cerca, del año pasado, al 2.7 de los contribuyentes y actualmente ya tenemos en este sistema de revisión profunda, al 5% de los contribuyentes.
Estas son las acciones que está desarrollando la Secretaría a mi cargo, en materia de evasión. Con estos esfuerzos de combatir la evasión, de simplificación, pero sobre todo basados en la reforma tributaria que aprobó esta honorable Cámara el año pasado, el impuesto sobre la renta en empresas, mencionaba ha crecido en 9% más que el producto interno bruto y este aumento en la recaudación, no sólo se debe al incremento de la actividad económica que se inicia en la segunda parte del año, sino a las nuevas reglas, al nuevo sistema recaudatorio.
Mencionaba también que en el caso del IVA el incremento en términos reales ha sido el 12%. Esto no lo digo con triunfalismo, no lo digo satisfecho totalmente, simplemente como un informe a la honorable Cámara de Diputados, del estado que estamos en la recaudación, e informar que estamos avanzando, que estamos haciendo un esfuerzo con resultados reales en esta importante materia del cumplimiento estricto de las obligaciones fiscales, pero estamos conscientes que mucho todavía mucho tenemos que caminar, no en política fiscal, no en tasas impositivas, pero sí en corroborar el cumplimiento estricto de las obligaciones fiscales.
Hemos hecho acuerdos importantes con las tesorerías y los fiscos estatales, para juntos, continuar en esta campaña para evitar las evasión. Muchas gracias.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el ciudadano diputado Pablo José Pascual Moncayo, del Partido Mexicano Socialista.
El C. Pablo José Pascual Moncayo: - Señor Secretario: Antes de iniciar mi intervención, quisiera hacer una breve reflexión. Me parece que esta ocasión es una gran oportunidad para discutir y debatir, para confrontar las diversas opiniones y visiones que tenemos de los grandes problemas nacionales y de las tareas y las respuestas que se han tenido que dar a estas tareas, a estos problemas nacionales.
Hago este señalamiento porque el compañero diputado que habló a nombre del Partido Revolucionario Institucional, calificaba de una manera, desde mi punto de vista arbitraria, las intervenciones de los grupos parlamentarios de oposición.
Me parece que sí estamos de acuerdo, señor Secretario, en que es un momento de debate y que el país requiere del debate; el halago, la sumisión van en contra del país, van en contra del encuentro, de las respuestas y van más a favor de tomar medidas fáciles que no conducen a nada, sino simplemente a la subordinación. Haciendo esta aclaración, quisiera pasar al tema. Usted, señor Secretario, evidentemente conoce la Constitución; me gustaría dar lectura al primer párrafo del artículo 25 de la Constitución que habla sobre la rectoría económica del Estado y dice así: "Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral, que fortalezca a la soberanía de la nación y su régimen democrático y que mediante el fomento del crecimiento económico del empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución".
Me parece, señor Secretario, que cabría preguntarle si ustedes consideran que efectivamente lo que ha sucedido en México en los últimos tiempos y particularmente en los últimos días, corresponde efectivamente a la responsabilidad que tiene el Estado para ser rector del desarrollo económico del país y lograr una justa distribución del ingreso.
Me parece que vale la pena preguntarse esto, porque podría dar la impresión los últimos acontecimientos de que esta facultad del Estado se ha concedido a unos cuantos millonarios, a unos cuantos que han concentrado ilegítimamente la riqueza generada por millones de mexicanos.
Hago referencia a esto, señor Secretario, porque desde mi punto de vista y el punto de vista de mis compañeros, las respuestas que usted ha dado no han sido plenamente satisfactorias a los cuestionamientos que se le han hecho. Me parece que es una oportunidad para que hablemos más frente a la nación que frente al resumen sexenal, más en términos de las posibilidades reales del desarrollo nacional que hacer un balance subjetivo de los logros del actual gobierno en los cinco años que van de lo que será el sexenio del Presidente Miguel de la Madrid.
Me parece que está es una oportunidad en la cual usted, de cara a la nación debería dar una información precisa, no de lo que aconteció exclusivamente ayer, sino ¿por qué se dio lo de ayer? ¿Por qué cedió esto, independientemente del mundo de la fantasía en la cual se mueven algunos funcionarios, está pegando en la economía del grueso de todos los mexicanos y que los tiene en una situación de inseguridad y de indefensión?
Me parece que debería ser aprovechada esta oportunidad para que se informara puntualmente
de una relación que se ha dado en el curso del sexenio entre el gobierno y los ex banqueros. Una relación perversa, en la cual en un tiempo se le da un apoyo irrestricto a los ex banqueros, se les otorga un sinnúmero de facilidades, se les dan las casas de bolsa, se les dan prácticamente patentes de corso de esta casa de bolsa, se da una especulación desmedida que en algunos momentos, algunos funcionarios, llegaron a calificar como una muestra de confianza hacia las medidas económicas del actual régimen. Y de repente cambia radicalmente el panorama.
Y sucede que da la impresión que en esta relación, en la cual se da un apoyo irrestricto, pasa algo y esta gente, poseedora del dinero, ya ha tenido los grandes privilegios, empieza a especular, no solamente empieza a especular frente al peso, señor Secretario, está especulando frente al futuro del país, y la respuesta que se da es a todas luces insatisfactoria, porque da la impresión de que efectivamente no se cumple el mandato constitucional, y el Estado no es rector del desarrollo económico nacional, sino simplemente es administrador de los diferentes conflictos que se tiene con los dueños del dinero.
Me parece que en esta medida, debería darse un debate en torno a las respuestas que se requieren en este momento. Estaremos de acuerdo todos que somos patriotas, que el país, que es nuestro país, nuestro pueblo, que la nación requiere de respuestas, no de hipotecas, requiere de alternativas, y esto tiene que ver con la verdad, tiene que ver con la información, tiene que ver con el debate nacional.
En la medida que se oculte a la gente, se le impide buscar alternativa, se le impide buscar soluciones, en la medida que se informe, se podrá debatir abiertamente, no solamente desde el poder, sino desde todos los sectores de la sociedad, las alternativas que merece nuestro país.
Me parece que este mundo de inseguridad, en el cual se mueven el grueso de los mexicanos, millones de mexicanos que viven en la inseguridad del empleo, del hambre, de la miseria, de la falta de vivienda, de la falta de salud, de muchos mexicanos empresarios que quieren producir y se ven inmersos en un mundo de especulación; donde se promete que disminuirán las tasas de interés, aumentan las tasas de interés; donde se promete que habrá dinero para la inversión, no hay dinero para la inversión, hay manejo en la especulación; donde ni los trabajadores ni los empresarios tienen seguridad, sino exclusivamente un pequeño sector, merecen estas respuestas, merecen esta información.
Señor Secretario, esto no es un juicio a la Secretaría de Hacienda es un debate que nosotros como representantes de la nación exigimos. Y me parece que usted, asumiendo su responsabilidad, ha tratado de dar respuesta, insisto, desde mi punto de vista, insuficiente.
Es el momento en el cual también dado la dramática coyuntura en la que estamos, y digo lo de dramático no para hacer énfasis, sino porque así es, no por las noticias del vespertino que habla de 6 mil pesos el dólar, de que a pesar de que digamos que no va a haber inflación, que aunque digamos que el precio del dólar controlado se mantiene y el precio del dólar controlado se mantiene y el precio del dólar libre se maneja, sabemos muy bien, usted lo sabe y lo sabemos todos los que estamos aquí, lo saben todos los mexicanos, que si no manejan los términos de dólar controlado y dólar libre, sí sabe que esta inflación pega en los precios, y que inexorablemente el dólar libre jalará al dólar controlado a un mayor nivel de precios, y que esto afecta, como ya está afectando en este momento, la economía.
Hablamos también del problema de la deuda, que ha sido muy socorrida, ha sido parte del debate que varios de mis compañeros inscribieron en el curso de las discusiones. Y se nos dice que se han logrado avances importantes; de acuerdo, podríamos estar de acuerdo, yo no estoy de acuerdo, que se ha logrado; sin embargo, esto usted lo señala en su intervención, es algo que gravita dramáticamente, también dramáticamente, sobre el pueblo mexicano, sobre las posibilidades de un desarrollo sano, de una consolidación de la soberanía de buscar la justicia social, etcétera.
Es el momento entonces, de preguntarnos si no vale la pena hacer el ejercicio democrático, de confrontar las alternativas, de plantearnos las grandes respuestas.
Evidentemente, no hay ninguna vara mágica ni ninguna medida que por sí sola pueda sacar a nuestro país de esta grave crisis en la que se encuentra; pero sí hay una suma de medidas y una particularmente: que es la voluntad política de superar estos problemas accediendo y llamando no exclusivamente a un juego que sea convertido en un juego morboso del manejo de la variables económicas por los entendidos, sino un juego democrático, que es convocar al pueblo al debate, que es convocar a la nación asumir responsablemente, en colectivo, el futuro del país y dar las respuestas necesarias.
En esa medida, es necesario confrontar entonces los grandes planteamientos. Hace años se criticó mucho el control del cambio, porque se dijo que,
entre otras cosas, la frontera, la salida de divisas, etcétera. Bueno, aquí está el director del Banco de México que fue uno de los críticos acerbos del control de cambios.
Señores, unos años después, ustedes los críticos encuentran una situación en la cual hay una incontrolable compra de dólares; estamos de acuerdo en que las reservas no deben servir para fuga de capitales, que hay que conservarlas para la nación; pero también hay que proteger el bolsillo de los consumidores hay que proteger el bolsillo de los trabajadores.
Es una de las grandes preguntas que hay, ¿por qué no control de cambios? Sabemos también las respuestas que se han dado. No es fácil. ¿Por qué no un planteamiento más enérgico frente a la deuda?
En fin, señor Secretario, ¿por qué no un ejercicio más democrático en el cual el Estado recobre lo que constitucionalmente se le da y se le obliga, que sea realmente el rector de la economía y no el subordinado de unos cuantos. Gracias por sus respuestas, señor Secretario.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el señor Secretario de Hacienda.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Publico: - Gracias, señor diputado Pascual Moncayo: Usted plantea una serie de cuestiones de fondo en una propuesta de debate que creo que todos los mexicanos debemos participar.
Creo que es legítimo que podamos explorar todos los mexicanos las distintas opciones y alterativas que tenemos en la realidad para poder avanzar en el progreso de nuestro país y en la justicia social y en el impulso de la democracia.
En primer lugar, como usted, y creo que la mayor parte de los mexicanos entendemos, estamos normalmente envueltos en un problema de recursos escasos, si no hubiera esta escasez de recursos, escasez realtiva, podríamos alcanzar todos y cada uno de los fines que la sociedad demanda. Desafortunadamente, la realidad no es siempre así y tenemos constantemente en la responsabilidad de gobierno de optar, de buscar la mejor solución, pero naturalmente nos enfrentamos a dilemas difíciles de resolver.
Se ha hablado mucho en la mañana,usted a tocado de nuevo el tema de este dilema que tuvimos en días pasados, cual era la solución adecuada, permitir que siguieran saliéndose el ahorro, las divisas del pueblo mexicano o actuar para frenar a tiempo y en oportunidad, no demasiado tarde, no tarde y evitar ese proceso de retroalimentación, de la especulación, y hacerlo, lo hubiéramos tenido que hacer a un costo mucho más alto.
Estábamos conscientes de que esta medida tendría ciertos efectos que usted y los compañeros diputados y la opinión pública le preocupan, había que escoger en este dilema o frenar la salida de dólares, de los especuladores, del gran capital si se quiere usar esta expresión o mantener esas reservas en nuestro país, y cómo hacerlo para no afectar a la gran mayoría de la población, simplemente como se hizo, utilizando un esquema que estaba justamente diseñado para eso, justamente hemos tenido siempre en esta administración, esa herramienta no hacer una devaluación general que afecte a exportadores e importadores y toda clase de transacciones. También hemos rechazado como opción el control de cambio generalizado, pero no quiere decir que nos íbamos a quedar con los brazos cruzados, teníamos que actuar, y el dilema era importante y había que obrar rápido y había que obrar con inteligencia y ante este dilema se optó por proteger las reservas y simplemente dejar ese tipo de cambio, la especulación.
Que tiene ese tipo de cambio un efecto sicólogo, un efecto, yo diría, importante en la opinión, es un hecho, pero examinémoslo con serenidad: ¿qué tiene que ver con la elevación de ese tipo de cambio, el que quiera adquirir dólares en ese mercado que cuestan 600, 700, 800 pesos más caro, qué tiene que ver con los explotadores, importadores que seguirán con una política de desliz en el tipo de cambio controlado y con un tipo de cambio que corresponde al desarrollo del país?, ése es el tipo de dilemas que tenemos.
En relación a sus observaciones relativas al artículo 25 de la constitución, yo quiero comentar que el Estado Mexicano y el gobierno del Presidente De la Madrid, se han preocupado precisamente en cumplir cabalmente con su función de rectoría económica; ese tipo de medidas como la de ayer o todas las que hemos estado reseñando y hemos estado comentando o que están en criterios, son medidas justamente de rectoría económica, son medidas para proteger a las grandes mayorías y no a un grupo pequeño que son los que especulan contra el peso y los que compran las divisas para sacarlas del país.
Tenemos que seguir actuando en este campo que nos establece la Constitución de una más justa distribución del ingreso, tenemos que elevar la producción, la productividad, el ingreso el empleo y la distribución del mismo.
¿Cómo lo está haciendo el gobierno del Presidente De la Madrid? Una forma de hacerlo y eso será motivo seguramente de unos interesantes comentarios el próximo lunes, a través del gasto público. El gasto público, tiene como propósito justamente esta preocupación y este señalamiento de nuestra Constitución; inducir, propiciar alentar, dirigir en la rectoría del Estado una mejor distribución del ingreso a través del gasto, social, a través de la inversión pública. Desde el punto de vista de los ingresos, de la Ley de Ingresos, exactamente estas adecuaciones, modificaciones, reformas en materia de ingreso, tienen este propósito, un propósito de distribución de ingresos a través de las cargas fiscales.
La política de estímulo, la política limitada de subsidios, también tiene ese propósito; la política social; educación, salud, vivienda, salubridad, agua potable todo ello tiene que ver con la distribución del ingreso y no solamente por sectores de la población, que es importante, sino desde un punto de vista geográfico, nacional; el desarrollo regional, el impulso a los municipios, la reforma municipal, el fomento a las comunidades, los programas de electricidad, los programas de comunicación, etcétera. Todo ello tiene que ver con la distribución del Ingreso.
Que no ha hecho todo, estamos de acuerdo. Hay limitación de recursos; ¿adicionar a los recursos disponibles? , ¿cuáles son las vías?, ¿mayor endeudamiento?, ¿mayor financiamiento inflacionario?, creo que no es lo que tenemos en mente ni usted ni yo. Que tenemos que aplicar mejor las leyes fiscales, el tema que estamos desarrollando, estoy totalmente de acuerdo.
En relación a su preocupación relativa a la información, yo también creo como usted, que no solamente es una obligación del gobierno informar, sino de conveniencia para el propio gobierno y para todos los mexicanos.
Tenemos, no sólo la obligación, sino el deseo, y ha sido la práctica del régimen del Presidente De la Madrid, informar, pero además informar con oportunidad y con veracidad. No hay esos tratos ocultos, esas cosas misteriosas que algunos tienen en mente; hay una transparencia en los actos de gobierno.
Se pueden discutir los efectos de una medida, la oportunidad de una medida, hasta su justificación, pero no actuamos a espaldas de nadie. Todo está en informes, en comunicación; no hay nada en ese sentido de oculto y misterioso en el quehacer gubernamental.
Usted establece una relación especial, por ponerle algún calificativo, entre el gobierno y los dueños de las casas de bolsa. No hay esa relación especial ni particular ni oculta. Simplemente, el gobierno ha considerado que es necesario, que es útil, conveniente para el desarrollo del país, que además de que haya una interpelación en el crédito indispensable para las empresas, haya una intermediación en el capital, en las acciones, en la deuda de las empresas. No estamos naturalmente inventando nada nuevo, simplemente la etapa de desarrollo, la modernización del país, la reestructuración y reconversión industrial, requieren de recursos que no sólo recursos de Crédito.
Para poder realizar ese gran cambio de la modernidad, para poder impulsar la industrialización de nuestros recursos y orientar empresas apropiadas para la exportación, aumentar el empleo, necesitamos capital, el factor escaso en México, relativamente hablando frente a trabajo, es capital. Necesitamos más capital para poder proseguir, modernizar, aumentar y dar empleos, ese capital lo proporciona el mercado de valores.
Las casas de bolsa están sujetas a una reglamentación especial a requisitos; las empresas inscritas en la bolsa también.
Se ha intentado poder reforzar, hacer más claras las operaciones. Se creó una nueva figura que son las sociedades de inversión, de renta fija o de renta variable; justamente, primero para que el gran público tuviera acceso a esas oportunidades de inversión y no tuviera que estar escogiendo directamente entre una acción y otra para proteger el manejo de esas acciones, para ampliar el mercado.
La empresa mexicana ha encontrado en el mercado de valores una fuente de financiamiento permanente, de largo plazo. El crecimiento de la bolsa permitió a muchas empresas capitalizarse, ampliarse, modernizarse, con recursos que no hubiera tenido. Muchas de las empresas tenían un problema de pasivo muy grande, de obligaciones muy elevadas en pesos o en dólares, necesitaban fortalecer su estructura de capital y eso lo encontraron en el mercado.
También para el inversionista representa una oportunidad, pero también un riesgo, participar en este mercado accionario, ¿por qué? Subieron los precios de las acciones en este año en una forma tan vertiginosa, tan violenta, tan explosiva , hubo muchas razones: una de ellas fue que al principio del año el valor de las empresas cotizadas en bolsa, el valor de su cotización, era
inferior, en muchos casos muy inferior al valor contable de las mismas empresas, había allí unas posibilidades de crecimiento, y empezaron a crecer la demanda de valores. Y esa demanda de valores, dados los precios que existían y al no aparecer a tiempo, rápidamente una oferta de valores adicionales, descompensó el crecimiento de los precios o la relación de precios, cuando se fue generando una demanda de acciones y la oferta no la pudo cubrir.
Existen reglamentaciones escritas en el mercado de valores, existe una capacidad financiera en las casas de bolsa que no tenían hasta hace un año; se establecieron requisitos altos de capitales, de capitalización, ahora las casas de bolsa ya tienen una capacidad de respuesta frente a problemas de liquidez de insolvencia, etcétera. No existe ningún trato especial, las casas de bolsa cubren puntualmente los impuestos como cualquier otra empresa, no existe ningún favoritismo en el caso de las casas de bolsa, y tampoco existe ninguna relación especial con las casas de bolsa, como no existe con ningún sector de la economía, Creemos que es un sector útil, conveniente, que tenemos que regular, que tenemos que cuidar, que tenemos que evitar abusos, desinformación, transacciones ilegales, etcétera, pero es un magnifico instrumento para el desarrollo de la producción del empleo, que es lo que está atrás de todo eso.
Hizo usted algunos comentarios en relación a la tasa de interés; es difícil, muy difícil, señor diputado, usted creo que lo conoce, que podamos tener una rigidez en el manejo de las tasas de interés. Tenemos la flexibilidad para adecuar ese precio que es la tasa de interés, a las condiciones que en un momento dado existían en un mercado.
Ahí nos enfrentamos a otro dilema, a un dilema difícil: si la tasa de interés es suficientemente baja, podemos hacer que descienda el precio de los créditos, el costo de los créditos con una tasa muy baja, ¿pero qué es lo que sucede con una tasa muy baja?, no captamos fondos, y si la competencia objetiva en términos de rendimiento es mayor en otras actividades dentro del país, o lo que es peor fuera del país, nos vamos a encontrar con una tasa baja, pero sin posibilidades de tener los recursos que quiere el financiamiento, las actividades prioritarias, el campo mexicano, la industria pequeña, mediana, la agricultura, la vivienda, etcétera.
Tenemos que tener una tasa de interés en términos reales que nos permita captar recursos del mercado, frente a todas las opciones que existen dentro y fuera del país. Pero también si la tasa es demasiado alta, demasiado alta, creamos un problema en los usuarios de la tasa. Es el tipo de dilemas que tenemos que manejar todos los días.
Si usted le pregunta, señor diputado, a un importador, ¿qué opina de un determinado tipo de cambio controlado?, y le hace esa misma pregunta a un exportador, la respuesta va a ser diferente. Uno quiere un tipo de cambio controlado más alto para poder, o exportar más o tener mayores utilidades, en cambio el importador va a querer una tasa más baja para poder abaratar el costo de la importación.
Si yo le pregunto a un ahorrador, ¿cuál es su opinión de la tasa?, me va a decir que es muy baja; si le pregunto a un usuario de crédito, va a decir que es muy alta. En la realidad, en la vida diaria, es el tipo de dilemas que tenemos que enfrentar y tenemos que buscar el equilibrio.
¿Por qué subimos la tasa en la última semana?, la tasa bancaria y las tasas de Cetes, por la misma razón, teníamos que proteger el ahorro interno. Si en estos momentos no hacemos este ajuste, corríamos también el riesgo de perder el ahorro interno, que el ahorro de los mexicanos se nos fuera del país.
Esperamos que con la medida cambiaría, las cosas tomen su nivel y necesitamos tener esta flexibilidad en el manejo de las tasas para estar viendo cuáles son las reacciones del mercado.
Estoy de acuerdo que el mayor ejercicio democrático es exactamente estudiar estas alternativas, estudiar esos dilemas, debatir sobre los mismos dentro de las circunstancias que existen un momento, dentro del momento que existe, quizá lo que fue bueno hace 10 años, puede ya no ser bueno hoy. Los fenómenos mundiales se están generando a una gran velocidad, tenemos que adecuarnos también al entorno internacional. ¡Qué bueno que tengamos como hoy, como en esta oportunidad en nuestro país, la posibilidad de abierta, claramente, francamente, respetuosamente, examinar las distintas alternativas y ver cómo resolvemos estos serios dilemas para todo el país! Muchas gracias.
El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Roberto Calderón Tinoco, del Partido Demócrata Mexicano.
El C. Roberto Calderón Tinoco: - Señor Secretario: Quiero referirme a dos cosas solamente, que de alguna manera, han sido comentadas a lo largo de la sesión pero que quiero plantear con un diferente enfoque, como es la devaluación del peso y la inflación.
Mire, creo que usted debe estar de acuerdo en que la inflación es un fenómeno inercial, es un problema inercial en el que los costos tienen un factor predominante y por lo tanto, el incremento en el tipo de cambio y tasas de interés, necesariamente repercutirán en el aumento de la tasa de inflación.
Respecto a los posibles efectos de la devaluación del peso, usted ha dicho que no afecta a la vida nacional o al nivel de vida de los mexicanos; que no se debe traducir en un aumento a los precios. Nosotros en esto, señor Secretario le preguntaríamos, ¿Cómo le van a hacer para impedir que suceda esto?, y ¿Cómo le van a hacer para orientar a los prestadores de servicios y que éstos a su vez entiendan que no deben realizar incrementos a los precios de consumo necesario y a todas las acciones económicas de nuestro país, con motivo de la devaluación?, ¿en qué forma se va a orientar y en qué forma se va a convencer a los involucrados en la vida económica, para que se ajusten a estas indicaciones?
Nosotros tenemos informes, que precisamente ya el día de hoy se han estado manifestando reetiquetaciones de las mercancías; que los efectos de esta devaluación y de los aumentos desmesurados de los precios, se están sintiendo tanto en la franja fronteriza como el resto del país.
Nosotros, señor Secretario, cuando para fundamentar algunos de nuestros cuestionamientos, recurrimos a aspectos de tesis de nuestros partidos, se nos contesta o se nos trata de descalificar en cuanto a la veracidad de nuestros cuestionamientos.
Yo quiero en esta ocasión referirme, con todo respeto, a lo que dijo el senador Hugo B. Margáin, ex secretario de Hacienda, en relación a este problema: que la devaluación es un indicador de que la economía mexicana tiene defectos estructurales serios y que esto traerá efectos inflacionarios; que los precios y los financiamientos, así como los préstamos a la industria, van a pegar a la espiral ascendente de la inflación, ascendente de la inflación, esto, repito lo dijo un senador priísta. Yo le aseguro, señor Secretario, que aquí en este recinto hay un buen número de diputados de un mismo partido que quisieran decir lo mismo, que urge eliminar los defectos estructurales que tienen en situación difícil a todos los mexicanos. Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Muchas gracias, señor diputado Calderón Tinoco: Coincido básicamente en su preocupación, y la que aparentemente en algún comentario que no conozco del senador Margáin, de que el problema está en lo que aparentemente llama defectos estructurales. Este es el punto central; mientras tengamos esos defectos estructurales, mientras tengamos esos desequilibrios extructurales, no vamos a poder corregir los defectos, las consecuencias, las manifestaciones de esos desequilibrios estructurales.
Podríamos hablar de varios desequilibrios estructurales, uno de ellos es el desequilibrio estructural frente al exterior; esto es un problema que vulnera la economía mexicana, que afecta a la economía mexicana, que la hace dependiente de fenómenos ajenos a su voluntad, a su esfuerzo, a su trabajo.
Por ello, uno de los primeros propósitos de corrección estructural, es corregir nuestra relación con el exterior, marcada o registrada en la balanza de pagos, en la balanza en cuenta corriente y en la balanza de capital. Este es un problema estructural que se ha corregido sensiblemente en esta administración, esto es corregir los defectos estructurales.
El otro problema estructural y ambos ligados con la inflación, es el manejo de las finanzas públicas, con un déficit estructural, con un desajuste en las finanzas públicas, no podemos tener una economía sana. De ahí el empeño, la terquedad de esta administración por ajustar sus cuentas; ingreso y gasto, ése es otro defecto estructural que se ha corregido.
Otro gran defecto estructural es la existencia de un proteccionismo excesivo para nuestra economía, en donde se pueden establecer monopolios, oligopolios, elevaciones de precios que no tienen una competencia con el exterior; éste es otro fenómeno estructural que al final de cuentas paga el consumidor. De ahí la tesis valiente de lograr una racionalización de nuestro comercio exterior, de nuestra protección arancelaria para poder evitar, combatir, sancionar, en ese sentido, mediante la competencia, los abusos que se tienen en este terreno.
A usted y a todos los mexicanos, nos preocupa que una medida no directamente relacionada con un forma clara, importante, sustantiva, como es una variación en un tipo de cambio para transacciones financieras, afecte las transacciones comerciales y de la vida de los mexicanos.
El gobierno de la República, tiene los instrumentos necesarios para poder combatir estos fenómenos; la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, tiene los instrumentos para poder combatir estos fenómenos de abusos en los precios de los bienes y sobre todo en los básicos.
Tenemos también el instrumento arancelario; si hay abusos, abriríamos todavía más los aranceles para combatir estos abusos indebidos.
Vamos a estar, el gobierno de la República en las próximas semanas, muy, muy atentos a estos abusos, a éstos que se aprovechen grupos de la sociedad en perjuicio de las grandes mayorías a través de un fenómeno que directamente no afecta el comportamiento de la economía, y que fue tomado por las razones que hemos explicado o intentado explicar varias veces; estaremos sumamente vigilantes y creo que la sociedad toda estará vigilando este proceso.
Quisiera informar, aprovechando su pregunta, señor diputado, que está habiendo todavía, en este segundo día de ajuste, en una parte del tipo de cambio porque no fue una devaluación de todo, no fue una devaluación del tipo de cambio sino de una parte, la que rige las operaciones financieras, que existen sin lugar a dudas casos en donde se están realizando transacciones a niveles muy altos, y no corresponden al mercado ni a la pauta generalizada.
El día de hoy, los bancos del país, las casas de cambio, y me refiero a información sólo de la Ciudad de México; en este momento, es que el tipo de cambio estuvo fluctuando alrededor de 2 mil 300 en las casas de cambio y en los bancos, y el mercado estaba ofrecido, quiere decir que había dólares que estaban ofreciéndose para su venta.
Esto significa una diferencia con el tipo de cambio controlado del 29%. Que haya operaciones en algún sitio a niveles mayores, no lo dudo, seguramente son ciertas, pero no corresponden a la gran parte del mercado del dólar libre. Muchas gracias. (Aplausos).
El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Reyes Fuentes García, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.
El C. Reyes Fuentes García: - Señor Secretario: El presupuesto de 1988 señala que el 21.8% del producto interno bruto se dedicará al pago de intereses de la deuda.
¿Podrá así, señor Secretario, con esa carga, el presupuesto desempeñar el papel de instrumento del crecimiento económico y la reactivación? Es menester negociar la moratoria del pago de intereses, afirma como tesis, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.
En lo referente a la devaluación del peso frente al dólar, usted dijo que ello se hizo porque estaban amenazadas las reservas en dólares del país, y entre otras causas, cita que empresas privadas pagaron deudas al exterior anticipadamente, y se sumaron a la demanda. ¿Acaso estas empresas, señor Secretario, son especuladoras y transnacionales incontrolables, y forzaron con sus maniobras la devaluación de nuestra moneda? En tal caso, ¿será necesario tomar medidas económicas o legales para frenar a esas empresas especuladoras y antinacionales?
Y el otro aspecto, señor Secretario; aunque éste sea mal menor, entendemos. Esta devaluación no tendrá efectos negativos en cierta industria que depende de importación de insumos, refacciones y otros, al tener que adquirir esos insumos a mayor precio en dólares, ¿o no afectará la devaluación a estas empresas dependientes de la importación de insumos, porque se apoyarán en el dólar controlado?
Estas son las preguntas del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana. Por su atención, señor Secretario, muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Muchas gracias, señor diputado Reyes Fuentes García; Su primera pregunta se refiere a que en el presupuesto de 1988 que se ha sometido a la consideración de esta honorable Cámara, se establece un porcentaje de pago de intereses. Efectivamente, en el presupuesto de 1987, se destina en el porcentaje del producto interno bruto, el 21% para el pago de intereses y para el pago de 1988, el porcentaje es de 21.4% esto es, en lo que se refiere a intereses totales tanto internos como externos.
Su pregunta es si tomando en cuenta esta parte del presupuesto que se destina al pago de intereses de deuda interna y externa va a ser posible mantener una política de reactivación, de atención a las necesidades sociales. Mi respuesta categórica es; sí va a ser posible, pero seguramente éste va a ser un tema importante de debate el próximo lunes con mi compañero, el Secretario de Programación y Presupuesto, pero adelanto que definitivamente el presupuesto de gastos tiene justamente éstas y otras finalidades.
En relación a la necesidad de establecer la moratoria, es un tema que ya hemos debatido desde el año pasado, la respuesta es: la moratoria no resuelve el problema puesto que simplemente la deuda se pospone, y al posponerse la deuda, se acumulan intereses y no solamente intereses normales, sino intereses moratorios. Que el hecho de establecer unilateralmente una moratoria, no desaparece la deuda, la obligación del pago continúa, se acelera y se acumula. Además
de que esto colocaría al país en una verdadera guerra económica, en donde no habría ningún vendedor, todos perderíamos.
Nos parece que esta actitud de una moratoria sería en perjuicio de las grandes mayorías del pueblo mexicano. Se nos cerrarían los mercados de exportación y posiblemente tendríamos problemas de abastecimiento y de importación. Creo que no sería aconsejable.
En relación con la mención que se ha hecho y que corresponde a una realidad de que parte de la demanda de dólares en las últimas semanas en el mercado libre, se originó en la compra de dólares que hicieron empresas privadas mexicanas para el pre - pago de su deuda, que si esto fue especulativo o se refiere a las empresas llamadas multinacionales, otras nacionales, la respuesta es como sigue: algunos bancos han aceptado recibir, en pago adelantado de su deuda, una cantidad muy inferior al valor nominal de su deuda. Y algunas empresas privadas han logrado convencer a algunos bancos que les vendan a ellos mismos un pre - pago por adelantado con descuentos verdaderamente importantes. Conocemos casos de varias empresas privadas, que han logrado comprar dólares a 15, a 20, a 30 centavos por dólar. Desde un punto de vista a mediano y largo plazo, no cabe duda de que es para el país conveniente, en virtud de que con eso se disminuye el monto de la deuda del país en su conjunto, no de la deuda pública, sino del país en su conjunto. En lugar de que esos dólares, esa empresa los tuviera que comprar en el futuro para comprar a 100, ahora esos dólares que anticipa su compra ahora, para comprar a 20, 30, etcétera, nos permite una economía de dólares en el conjunto. Y algunas empresas, las que han tenido la liquidez en pesos, han ido a adquirir esos dólares. No son empresas ni especuladoras, ni sacadólares en el sentido usual de falta de confianza, han utilizado sus dólares para disminuir su deuda en dólares y para las empresas es bueno.
Sin embargo, si han presionado el mercado, sí han creado esa demanda fuerte en el mercado mexicano. Ahora, con un tipo de cambio más alto a ver cuál es la reacción.
En relación con su preocupación de que la industria mexicana se ve afectada por la elevación del tipo del cambio en el dólar libre, no afecta la industria mexicana. No la afecta porque todas las importaciones están regidas por el mercado del dólar controlado. Por lo tanto, no hay ningún cambio; una empresa que compra materia prima ayer, antier, la semana pasada y la semana próxima y las que siguen, tendrá exactamente el mismo tratamiento, no se afecta la adquisición de bienes mediante importación legal; obviamente, el que quiera una importación ilegal, naturalmente que tendrá que ir al mercado libre, además de que está violando nuestras leyes. Pero la importación legal tendrá todos los dólares del mercado controlado que quiera a los precios del mercado controlado. Esos serían mis comentarios. Gracias, señor diputado.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el diputado Jorge Flores Solano, del Partido Revolucionario Institucional.
El C. Jorge Flores Solano: - Ayer se adoptaron medidas necesarias y convenientes a nuestra economía. Es evidente que el gobierno de la República y usted en lo personal, podrían haber previsto que hoy en esta sesión serían utilizadas con enfoques populistas y demagógicos para criticar espectacularmente, como ha acontecido esta mañana, sin aportes propositivos razonados a la política económica del régimen.
La oportunidad con que fueron adoptadas esas medidas, ratifican la conducta política de la administración federal, de anteponer el interés nacional a las conveniencias temporales de imagen pública o de partido y la voluntad política de asumir con valor la responsabilidad en el ejercicio de las funciones públicas.
Expreso a usted el reconocimiento y la solidaridad de los diputados priístas por esta actitud, como expreso mi solidaridad y compromiso con la política económica del Presidente Miguel de la Madrid.
Señor Presidente; señor Secretario: Por su importancia para el crecimiento de nuestro país de economía mixta como el nuestro, quiero referirme a la política fiscal como elemento vital de la política económica, pues el manejo de sus instrumentos ingreso - gasto y deuda pública, influyen en la redistribución del ingreso, en la oferta y en la demanda, así como el proceso productivo y financiero.
En esta época de crisis, la política fiscal reviste un papel fundamental, no sólo por el nivel de sus recursos, sino por su composición.
El presente régimen revolucionario refleja el más claro propósito de reordenación, modernización y cambio estructural. Así pues, su manejo requiere del diseño de una política responsable, nítida y flexible, como ha sido la seguida por el presidente Miguel de la Madrid. Así lo hemos reconocido los miembros de mi partido, pues constatamos el estricto apego a sus principios.
Los resultados están a la vista. Así, de acuerdo con el último informe sobre la situación económica y las finanzas públicas, presentado por el Ejecutivo a esta soberanía, los indicadores muestran una tendencia lenta pero segura hacia la recuperación de la actividad económica y hacia la creación de condiciones de un crecimiento moderado pero estable, no obstante el crítico entorno.
Sin embargo, es casi ya una constante el que grupos interesados critiquen la política económica actual de ineficaz, en el mejor de los casos, o de causante de la actual crisis del país. Y ya es lugar común las recetas simplistas, de desaparición de la rectoría del Estado, Así como otras extremas de su intervención.
Hemos escuchado y sabemos que es cierta la necesidad de reducir el déficit público, no obstante, ninguna propuesta se refiere a la más simple de las medidas, a la obligación constitucional que tenemos los mexicanos de contribuir al financiamiento del gasto público. Es más, lo común de las posiciones es oír la solicitud de derogación de impuestos.
La incomprensión abarca la política de precios y tarifas, pues sólo ven el efecto primario que produce en el nivel de precios y no en la corrección de un déficit operacional, cuyo financiamiento por otros medios tienen repercusiones más nocivas sobre el mismo proceso inflacionario.
Por ello, quiero referirme ahora en particular, a la política de ingresos que tan poca solidaridad recibe y sí constantes críticas, algunas de las cuales, aunque parecen razonables, aisladamente consideradas, no lo son si se comprende el juego de toda la política fiscal en su conjunto.
A lo largo de esta Legislatura, hemos recibido tanto en la ley de Ingresos de la Federación como en la ley que Reforma y Adiciona Diversas Disposiciones Fiscales, popularmente conocida como Miscelánea Fiscal, una serie de modificaciones tendientes a darle al sistema impositivo un enfoque de modernidad y eficacia, de vertebrarlo para hacerlo un instrumento eficiente, conforme a las circunstancias que vive el país.
Hemos sabido de su papel en el financiamiento, no sólo del gasto público federal, sino de los estados y los municipios, por la vía de la coordinación fiscal, eficiente solución de nuestro sistema federal al problema de la doble tributación con los estados, coordinación que, sin duda, deberá de adquirir mayor relevancia en el perfeccionamiento de nuestro Sistema Nacional de Planeación; coordinación fiscal cuya época moderna usted inicio en 1973.
Aunque el informe al que he hecho alusión permite calificar los esfuerzos del sector Público sobre sus finanzas desfavorables, no estamos satisfechos. No podemos estarlo ante la crisis; de ahí nuestro interés de preguntarle y de hacerle los siguientes planteamientos.
En el documento de Criterios Generales de Política, se señala que una de las 10 acciones para el alcance de los objetivos, será consolidar la reforma fiscal con el objeto de fortalecer la recaudación, eliminar los efectos de la inflación sobre la base de los impuestos y aumentar la equidad y eficiencia del sistema tributario.
Se indica que se pondrá especial atención a la simplificación de la Legislación y de la administración tributaria, en la modernización y en la descentralización del aparato recaudatorio.
En la exposición de motivos de la ley de Ingresos de la Federación para 1988, se señalan objetivos particulares del paquete fiscal, los de consolidar las reformas fiscales aprobadas en 1987, estimular la inversión en los sectores privado y social, simplificar la legislación y la administración fiscal y continuar con la recuperación de los ingresos del Gobierno Federal.
Señor Secretario, el sector popular de mi partido está consciente de la evolución jurídica, pero también desea saber más sobre los campos de la administración tributaria, en suma: ¿cuál será el esquema futuro de nuestro esquema fiscal? ¿Cuál es su papel como promotor del desarrollo y de la reordenación del cambio estructural? ¿Cómo opera en este esquema la relación federación y estados de la coordinación fiscal? ¿Qué se ha hecho a la luz de la descentralización de la vida nacional y de la modernización con la evolución del aparato administrativo?, y ¿cuáles son los avances de la simplificación fiscal que usted mencionó?
En materia del impuesto sobre la renta, el principal impuesto de nuestro sistema impositivo, ¿Cuál es su moderno papel en la resignación de recursos para promover la mayor productividad, ocupación y protección al salario? Muchas gracias, señor Secretario.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Muchas gracias, señor diputado Flores Solana: Ha tocado usted con conocimiento, con profundidad, uno de los temas sustantivos no sólo en la solución, en el planteamiento de los problemas del México de hoy, sino del México del mañana.
Si partimos del principio de que el desarrollo futuro del país cada día tiene que ser financiado en mayor proporción, en la máxima proporción con recursos internos, y que tenemos que hacer frente a una serie de obligaciones que tiene el Estado para la población: gastos crecientes de educación, de salud, de comunicaciones, de seguridad, de justicia, de infraestructura, etcétera, esto no lo vamos a poder realizar si no contamos con un eficiente, eficaz aparato tributario. Me parece que es algo de lo que debemos llamar siempre la conciencia de todos nosotros, de esta obligación constitucional, de esta obligación ciudadana, de esta solidaridad con nuestro país, a través del cumplimiento estricto de las obligaciones fiscales.
Necesitamos, para hacer frente a este reto, no solamente la conciencia, la solidaridad nacional, sino modernizar el aparato tributario en nuestro país, adecuarlo a las condiciones, a las complejidades, a la realidad de nuestro País. Estamos, en la Secretaría de Hacienda, empeñados por instrucciones de señor Presidente de la Madrid, en un cambio estructural, es un cambio profundo del aparato recaudatorio.
Algunos de los principales programas que se han venido realizando con intensidad en la secretaría, es el que se refiere a esta modernización del aparato recaudatorio.
Para el fin del año próximo, dada la limitación de recursos y a los problemas técnicos que esto significa, todas y cada una de las oficinas federales de la Secretaría de Hacienda, estarán automatizadas, computarizadas; se dará con ello no solamente un mejor servicio, sino, sobre todo, una mayor recaudación.
En los tiempos actuales, el fisco Mexicano requiere estar a la altura de las circunstancias del número de contribuyentes y requiere tener oficinas capaces, aptas para esta tarea.
Al término de esta administración, insisto, por lo tanto, habremos modernizado el sistema, procedimientos, simplificación y automatización de todas y cada una de las oficinas de Hacienda en el país.
También, con el deseo de dar un mejor servicio y elevar la recaudación tributaria, se están estableciendo en cada una de las entidades federativas, es decir, en cada uno de los estados de la Unión, una administración tributaria en cada estado. Al terminar el año próximo, estarán instaladas estas oficinas en los 31 estados del país. Con esto mejoraremos la parte de administración tributaria.
El marco General para la política fiscal y para la administración fiscal para el año de 1988; en este esfuerzo de recaudación y que podamos mantener o incrementar el superávit primario y por lo tanto incluir en el proceso antiinflacionario, va a ser, como se menciona en el documento de criterios y como usted lo apunta, es consolidar, afirmar las reformas fiscales que aprobó esta honorable asamblea el año pasado.
Tenemos que hacer un esfuerzo para continuar el aumento de la recaudación, pero no sólo en términos nominales, sino fundamentalmente, en términos reales; evitar este deterioro de los ingresos tributarios por el proceso inflacionario, pero al mismo tiempo, tenemos también que apoyar las condiciones de ingresos a grandes sectores de la población, me refiero en especial al sector de trabajadores.
Aquí estamos proponiendo una desgravación, como lo hemos ya señalado y como está en el documento respectivo a consideración de ustedes, una desgravación para los niveles asalariados.
También, dentro de los objetivos que estamos planteando, objetivos básicos de política económica para el año 1988, además del combate a la inflación y a la reactivación de la actividad económica, necesitamos impulsar la inversión privada, la inversión social, para impulsar esta creación de empleos, este gran reto que tenemos y que ha sido mencionado varias veces con objetividad, que es la gran preocupación; crear empleo a través de facilidades a la creación de nuevas empresas en materia de nueva inversión, a través de una extensión del régimen de depreciación no solamente a la parte que corresponde al nuevo esquema o al nuevo sistema aprobado por ustedes, sino se generaliza a los dos sistemas mientras existan ambos en vigor. Con eso se da un apoyo, una motivación a través de la depreciación que se generaliza a los dos sistemas: a la inversión privada y social.
Al mismo tiempo, también se generalizan estos estímulos a la inversión y se permite dar una facilidad de tiempo a la depreciación, a partir del momento en que se realiza esta inversión y no hasta que la inversión está terminada.
En un esquema de estabilidad de precios, no hace mucha importancia si la depreciación se acepta cuando se inicia la inversión o cuando se determina esta inversión, pero en un esquema inflacionario es importante para la inversión que su depreciación empiece a contarse en paso y medida que se va realizando y no hasta que la inversión está totalmente terminada.
Los otros campos en los que tenemos que actuar, estamos actuando, y que hay una demanda de la comunidad, es la simplificación de toda la legislación, disposiciones, reglamentación prácticas, operaciones tributarias.
La complejidad que requiere un esquema fiscal y sobre todo en este período de transición de dos esquemas, hace necesario hacer el máximo esfuerzo de simplificación. Por ello convocamos a principios del año, durante el primer semestre, a una serie de foros, en donde escuchamos la opinión de especialistas, de causantes, de académicos, de expertos fiscales, de empresas, tuvimos el gusto de tener la representación de esta honorable Cámara en todos los foros y se avanzó notablemente en propuestas que fueron aceptadas por la Secretaría de Hacienda para simplificar todas estas disposiciones tributarias; se dio un gran avance en esto. No se ha terminado el proceso.
Muchas de las modificaciones que ustedes encontrarán en esta llamada Miscelánea Fiscal, no tienen otro propósito ni son neutras en materia de recaudación, ni tienen propósito recaudatorio, ni tienen propósito de desgravación; simplemente su propósito es simplificar, simplificar trámites, simplificar operaciones, simplificar o editar papeleos inútiles, es ir haciendo más clara, más entendible la ley fiscal.
Sí quiero aclarar que, por su propia naturaleza, no es posible llegar a una simplificación excesiva que a todos nos gustaría tener, pero que esto atentaría contra la equidad, la justicia o la administración tributaria, pero se está avanzando en esta materia de simplificación.
Otro aspecto de la administración tributaria importante, se refiere a los esquemas y a los acuerdos de coordinación con las entidades federativas. Ahí también, en este año, se ha dado un gran avance, sobre todo en el sistema de distribución de las participaciones federales, así como de estímulos especiales a las entidades que administran algunos impuestos federales, por ejemplo el IVA, por cuenta de la administración, y ahora se les permitirá retener el 30% de lo recaudado directamente, es decir, es un apoyo al esfuerzo que están haciendo los estados y municipios.
Tenemos todavía que caminar en desconcentración, modernización, combate a la inflación, coordinación con los estados, se está avanzando en esto y esperamos, repito, al término de esta administración, dejar una administración tributaria moderna, eficiente, honesta, al servicio de México Muchas gracias. (Aplausos).
El C. Presidente: - Tiene la palabra el ciudadano Amado Olvera Castillo, del Partido Acción Nacional.
El C. Amado Olvera Castillo; - Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, Gustavo Petricioli: La ciudadanía mexicana está convencida de que las finanzas públicas han sido mal dirigidas, de que a partir de un gasto exorbitante, por encima de los ingresos fiscales, hace 17 años el gobierno ha contratado una enorme deuda pública, ha hipotecado la soberanía nacional y encadenado al pueblo a una pobreza creciente.
Usted ha reconocido, señor Secretario, que la acumulación de reservas en el Banco de México, ha contribuido a la inflación, pero no ha sabido reconocer que la bolsa de valores ha sido un casino para las apuestas que un grupo privilegiado de mexicanos asociados con los bancos oficiales, que arrastraron a cerca de 400 mil pequeños ahorradores a un falso "boom" de inversión que los llevó a la pérdida de sus ahorros.
Lo mismo ocurrió en 1979 y en 1981, siendo usted el Presidente de la Bolsa Nacional de Valores. Muy pocas empresas, señor secretario, han recibido directamente el beneficio de recibir fondos para la inversión a través de la bolsa de valores.
A nombre del Partido Acción Nacional, voy a hacerle algunas preguntas, cuyas respuestas desea escuchar la ciudadanía: ¿Es su criterio que se mantenga el paraíso fiscal de no pagar impuestos en los casinos de mercados de valores, rechazando la propuesta de Acción Nacional, de que se graven las utilidades de los jugadores de bolsa?
Hemos sostenido que la exorbitante deuda pública es factor inflacionario; sin embargo, el gobierno sostiene su excesivo gasto público, apoyado en la deuda pública, y en estos cinco años ha hecho crecer la deuda interna a límites ya incontrolables, a través de la emisión de valores como Cetes, Pagares y Petrobonos, que han desplazado a través de la banca y de la bolsa. ¿No cree usted que es un contrasentido pretender el combate a la inflación y promoverlo por la vía del endeudamiento interno y externo?
Nuestra economía se encuentra ya indexada y esto hará que la carrera de precios - salarios se acelere y se prevé que el gobierno usará medidas de choque en lo futuro, pese a que ustedes dicen lo contrario. ¿No cree usted, señor Secretario, que para implementar y aplicar este tipo de medidas, se requiere capacidad y que el gabinete económico que usted dirige, demostró incompetencia y fracaso en la reordenación económica?
La actitud del gobierno de decir no, cuando va a actuar en sentido afirmativo, como por ejemplo anunciar que no habrá sorpresas, y luego devaluar el peso en 55%, esta acabando con la poca confianza que resta. Si esto continúa así, ¿no cree usted que esto puede convertirse en un caos, como el ocurrido a finales de 1982?
Por ser un tema de vital importancia, y no obstante que fue tocado por usted a la pregunta de una diputada sobre economía subterránea, quiero agregar algo más; que la existencia de esta economía camuflada, no se deriva de actitudes simplistas o irresponsabilidad de los ciudadanos o empresas, esta actitud de alusión y de evasión, se debe a varias razones de las que hacemos responsable a la Secretaría a su cargo y a otras dependencias.
En primer lugar, el fracaso de la simplificación administrativa, las trabas burocráticas que se ponen a quienes desean registrarse en el padrón de contribuyentes y las decenas de trámites que un aspirante a contribuyente debe hacer para darse de alta y luego tener que vérselas con una docena de inspectores corruptos, son la verdadera causa, la verdadera razón de la evasión fiscal.
Si finalmente, señor Secretario, el prospecto a contribuyente logra darse de alta como tal, la aplicación de impuestos desproporcionados e injustos se encargarán de acabar con una fuente de trabajo.
Aunque en un área diferente, algo parecido le pasa a los campesinos que en vez de sembrar maíz o trigo o cualquier otro de los granos que importamos, prefiere salirse del marco legal y sembrar mariguana, cuyo beneficio económico después es lavado en negocios camuflados en la economía subterránea o se invierten en la bolsa antes del "crack".
Los beneficios de la corrupción también han pasado a incrementar la economía subterránea, que según los economistas representa el 35% del producto interno bruto.
El reparto equitativo de la carga tributaria con impuestos justos para los contribuyentes y facilidades en los trámites de registro, podría ayudar a abatir la economía subterránea y a una mayor captación de impuestos. ¿Podría usted decirnos, qué medidas piensa implementar en contra de este fenómeno o si debemos resignarnos a vivir con economía subterránea y a pagar impuestos más altos para equilibrar por los que no pagan?
Señor secretario, esta mañana usted afirmó aquí, que la devaluación del 55% del peso mexicano frente al dólar, no afecta el mercado interno. Una investigación simple llevada a cabo esta mañana en tiendas de autoservicio y agencias de automóviles, después de la aseveración que usted hizo, da como resultado que los precios de ayer se incrementaron para hoy y por ejemplo, en los autoservicios ya había reetiquetación de servicios de uso necesario; y por ejemplo, en el ramo de automóviles, hay ocultamiento del precio en algunos casos y en otros hay incrementos hasta del 15% en el precio.
Ante esta circunstancia, ¿Cuáles son las expectativas? Que la inmensa mayoría de los mexicanos ya no pueden ni siquiera adquirir lo indispensable con un salario cada vez más miserable y ante una cada vez más creciente inflación. Por su respuesta, gracias, señor Secretario.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Algunas precisiones a sus comentarios, señor diputado: No he tenido el privilegio de ser presidente de la bolsa de valores, no sé de donde saca esa información, pero sí sé de dónde saca otras; pero esto no he sido nunca.
Segundo, la deuda interior, el manejo de la deuda interior usted la tacha de inflacionario, ¿si no se documentara la deuda en Cetes, no sería mucho más inflacionaria? Me pregunto yo mismo, es el tipo de dilema, de disyuntivas que tenemos; ¿qué es más inflacionario, echar a andar la maquinita de hacer billetes o trasladar ahorros reales existentes para el complemento del financiamiento del servicio público?
Menciona también usted que el gasto público es excesivo frente a otros planteamientos de que no es suficiente, bueno la verdad es que el gasto público se está reduciendo como porcentaje del producto en el programa. En el manejo de las finanzas públicas, lo mencionaba yo en la mañana, daba la información: el superávit primario se ha mantenido y se ha incrementado, se está haciendo un verdadero esfuerzo en el manejo de las finanzas públicas.
Usted afirma, usted tiene una bola de cristal especial que vienen las medidas de choque, yo lo ignoro, simplemente digo que no es conveniente para el país, que no existen las condiciones para hacerlo, que lo considero no la solución, lo consideraría yo como intento de solución de corto plazo, espectacular, pero que no corrige los defectos estructurales. Por lo tanto, la opinión de esta administración es que tenemos que terminar de corregir los desequilibrios estructurales que son la raíz fundamental de la inflación y de otros efectos.
Usted dice que la política económica ha fracasado, es una consideración, un punto de vista respetable; no quisiera yo abundar en todos los hechos de lo que se ha avanzado en materia económica de 1982 a la fecha; que hemos tenido y tenemos problemas, naturalmente que sí y lo reconocemos, ¿Por qué se han desviado algunos objetivos, primero en 1986 y después, en otro sentido en 1987? Por acontecimientos desafortunados, o en 1985 los temblores, pero la línea es firme; estamos corrigiendo justamente los desequilibrios estructurales internos y externos.
Se afirma, se vuelve a afirmar en términos generales que la devaluación fue general para todo el mercado, para todo tipo de cambio. Vuelvo a insistir, lo fundamental del tipo de cambio en el mercado controlado sigue siendo el mismo, y por lo tanto no se justifican variaciones, efectos diferentes a los que ocasiona directamente el manejo de las cuentas financieras en el mercado libre. Que si hay abusos, que si aprovechamientos, vamos a intentar hacer el máximo esfuerzo para poner todos los instrumentos que tenga el gobierno para evitar y castigar estas medidas.
Usted se refiere a que la bolsa es un casino. No dudo que haya gente que participe o que tenga esa impresión, y parte del problema que puedan tener en lo personal los que así lo pensaron, es que no siempre en los casinos se gana. El mercado de valores no es un casino, es un mercado en el cual acuden las empresas para colocar sus valores y adquieren los compradores que quieren invertir en esas empresas, y acude el propio gobierno para poder colocar su deuda y poder financiar los gastos indispensables.
Se está proponiendo que se graven las utilidades de las casas de bolsa. Quiero informarle que las utilidades de las casas de bolsa están gravadas como cualquier otra sociedad. Habría quizá alguna intención, lo ignoro, de poner utilidades especiales a ciertas empresas, a ciertas entidades, a ciertas organizaciones, pero esto rompería el esquema fiscal generalizado. Establecer impuestos, hoy especiales, a las casas de bolsa, mañana a las cervecerías, pasado mañana a otro tipo de empresas automotrices, en fin, en opinión nuestra, nos llevaría a un caos fiscal.
Usted afirma que la Secretaría de Hacienda aplica impuestos desproporcionados e injustos. La Secretaría de Hacienda aplica los impuestos de ley, los impuestos legales, los impuestos que le determina la honorable Cámara de Diputados; la Secretaría de Hacienda ni pone ni quita impuestos.
¿Qué medidas estamos utilizando para evitar la economía subterránea? las mencionaba ya:
Primero. Elevar el número del universo de causantes. Estamos haciendo un esfuerzo minucioso, responsable, en toda la República, para registrar a quienes no están registrados. El fenómeno de la economía subterránea, como se reconoció en la mañana, no es un fenómeno único exclusivo de México. Naturalmente que es un fenómeno que nos preocupa a todos, no es fácil, no es fácil de combatir, sin embargo, estamos haciendo los intentos para que esta economía deje de ser subterránea. Usted, en una forma muy precisa, ha determinado que la economía subterránea representa el 35% del producto interno bruto. Una de las características de la economía subterránea es precisamente que es subterránea, si no fuera subterránea, si estuviera a la luz, en el suelo, en el piso y la viéramos todos, ya la estuviéramos metiendo en el registro, ya sabríamos quiénes son. qué manejan, en dónde están, pero si es subterránea, no la podemos cuantificar, por lo tanto, afirmar que ella significa el 35% no deja de ser una estimación que yo no puedo ni refutar ni aceptar, porque no la veo. No digo que no exista, sí existe y nos preocupa, pero medirla, me parece difícil de lograrlo.
Creo que serían todos mis comentarios, señor diputado.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el ciudadano diputado Pedro José Peñaloza, del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
El C. Amado Olvera Castillo (desde su curul): - Señor presidente, solicito se me conceda el derecho de réplica.
El C. Presidente: - Señor diputado: La presidencia se permite, con todo respeto para usted, manifestarle que ya hemos avanzado en el desarrollo de esta comparecencia, cumpliendo todos los compañeros diputados, puntualmente, el acuerdo de práctica parlamentaria, que incluso ha sido observado por distinguidos miembros de su partido. En términos de ese acuerdo, no hemos aceptado la réplica y por lo mismo no se ha presentado hasta esta solicitud suya, que yo, con todo respeto, le pido reconsiderar en beneficio de los compañeros diputados que han estado inscritos y esperando pacientemente su turno para hacer uso de la palabra como usted ha hecho y que lo hemos escuchado con todo respeto.
El C. Amado Olvera Castillo (desde su curul): - Señor presidente: le pido respetuosamente que la Secretaría lea la parte conducente del acuerdo.
El C. Presidente:- Con todo gusto procederemos a dar esa lectura, pero insisto, señor diputado, es un asunto que hemos comentado ampliamente y que en mérito a proseguir la comparecencia con el resto de oradores que están inscritos, apelamos compañero diputado, al respeto para todos los miembros de las diputaciones que aún faltan de hacer uso de la palabra.
El C. Amado Olvera Castillo (desde su curul): - Señor presidente: Pido que se respete el derecho que tengo a hacer uso de mi réplica.
El C. Presidente: - Proceda la Secretaría a dar lectura al punto cuarto del acuerdo de práctica parlamentaria que suscribieron todas las fracciones parlamentarias.
La C. secretaria Patricia Villanueva Abrajam: - "Se inicia la sesión de preguntas y respuestas En este período cada una de las fracciones formulará las preguntas a que tenga derecho, de acuerdo con el siguiente orden: por escrito, dos cuartillas como máximo; y en forma verbal, cinco minutos de tiempo. Las preguntas serán planteadas por los diputados desde su curul, El primer diputado en preguntar podrá replicar al Secretario respecto de su respuesta a la intervención del diputado de su partido que participó en la primera ronda. No procede replicar posteriormente, tampoco se consideran convenientes las interpelaciones".
El C. Presidente: - No procede interpelar posteriormente.
Tiene la palabra el diputado Pedro José Peñaloza, del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
El C. Pedro José Peñaloza: - Señor Secretario; quisiera plantearle cuatro puntos básicos que quedaron pendientes en el encuentro que tuvimos en la mañana y que me parece imprescindible tratar de escuchar su opinión sobre ellos.
El primero de ellos es sobre devaluación. Lo primero que deseo aclarar, señor Secretario, es que no estamos aquí en una escuela de párvulos, no se trata, como ha hecho usted, de venir a explicar como lo hizo en la mañana, los dos tipos de cambio que hay; esto cualquier mexicano lo sabe, saben que hay el llamado dólar libre y el dólar controlado.
No es por lo tanto un problema de confusiones a los que hizo alusión usted. La devaluación de ayer, ustedes intentan justificarla a partir del pago por adelantado de la deuda externa que tienen diversas empresas privadas y por la inestabilidad del mercado bursátil. Yo quiero, señor Secretario, que me conteste lo siguiente: ¿Cuántos dólares se fueron en estos últimos días? Quiero también que nos aclare una cosa; hasta donde sabemos, la deuda de la mayoría de las empresas privadas está afircocada; esto es, regida por el tipo de cambio del dólar controlado.
Luego entonces, ¿cómo es que una serie de empresas recurrieron al mercado del dólar libre para pagar? ¿Cuáles son esas empresas? Me gustaría que nos ilustrara, y ¿a cuánto asciende el supuesto pago hecho por ellas? Otro dato que seguramente interesa a mucha gente.
También sobre la devaluación, permítame apuntar lo siguiente, señor Secretario: dice usted que ésta no afecta al grueso de la población. Esto es rotundamente falso, se lo digo yo francamente; y mal hace el gobierno en tratar de seguir engañando al pueblo de México, porque, señor Secretario, yo creo que usted lo sabe, la noche de ayer muchas empresas y muchos comercios reetiquetaron e hicieron una serie de mecanismos para especular con los precios Quiero hacerle también otra observación, el salario mínimo del trabajador mexicano, a partir de hoy, de acuerdo a la devaluación, quedó situado en 2.39 dólares, cuando que al principio de esta administración era superior a los cuatro dólares. El salario ya de por sí bastante magro, ha quedado reducido casi a nada. Estos son los hechos, señor Secretario, sobre este aspecto.
Una última observación sobre este primer punto: Al hablar de un mercado del dólar libre y otro del controlado, se reconoce que el primero de ellos refleja el precio real de nuestra moneda, en tanto que el segundo, el del dólar controlado, es un precio subsidiado. ¿Quién está pagando, señor Secretario? ¿Quién esta pagando ese subsidio? ¿Es cierto o no que ese subsidio se cubre con los impuestos que paga la población, en tanto que las empresas exportadoras reciben toda clase de canongías económicas y fiscales?
Segunda cuestión: en relación con el mercado de valores tan comentado acá, usted, en su exposición de la mañana, pasó por alto lo que es en esencia el mercado de valores y qué representa. Representa la especulación, ni más ni menos; digamos usted, ¿a cuánto asciende el total de recursos que la bolsa ha destinado a la inversión realmente productiva? ¿Qué porcentaje representan éstos de los billones de pesos que en este año han pasado de una mano a otra, enriqueciendo a unos cuantos sin beneficio social alguno?
Afirmó usted que el desequilibrio de la bolsa, entre otros factores, obedece al escaso conocimiento de muchos de los participantes. ¿Pero es que ya se le olvidó, señor secretario, que fue el gobierno el principal impulso de la especulación en la bolsa, al obligar a los verdaderos pequeños ahorradores a buscar otras alternativas de inversión para contrarrestar la escalada inflacionaria?
Ahora resulta que los pequeños inversionistas son los responsables de la debacle bursátil. Esto es quererse burlar de la gente sin más.
Tercer aspecto, señor Secretario: Usted y yo comentamos en la mañana una especie de balance sexenal.
Señor Secretario: ha afirmado usted que vista en perspectiva, la política económica seguida por el gobierno arroja un balance positivo. Permítame refutar con hechos, su apreciación. Voy a los hechos.
El Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988 planteó entre otras cosas, los siguientes propósitos; al finalizar este sexenio y en promedio, el producto interno bruto estaría creciendo a tasas de entre 5% y 6%. La realidad es más cruda que sus propósitos, aun en su proyección de crecimiento de 3.5% del PIB para el año entrante; resulta que la tasa promedio de crecimiento de estos seis años, señor Secretario, será 0.2% anual; en tanto, la población se habrá incrementado a una tasa anual del 2%.
Habrá 8 millones de mexicanos en busca de comida, educación, empleo, esparcimiento; y por contra, el ingreso per cápita no sólo habrá dejado de crecer, sino que habrá caído a niveles de hace 15 años.
Otro dato. señor Secretario: la inversión pública debería estar creciendo a partir de 1985 a tasas ente 8% y 10%, según ustedes, incluso en 1986, se nos dijo que la inversión pública para este año crecería a una tasa real del 15%; contrariamente a este temerario balance, sucede que en este sexenio dicha inversión habrá decrecido en términos reales en más del 20%, en tanto que para el año que está por terminar la tan prometida inversión creciente se ha convertido en una cifra real del 0.4%.
En cuanto a la inflación, que por cierto quiero reivindicar, no sé si esté de acuerdo con mi tesis, mi concepción sobre la inflación, en la mañana lo dije y hoy lo rectifico: la inflación ha sido, es la revuelta de los ricos contra los pobres. Esto lo voy a demostrar.
En cuanto a la inflación de la que año con año se nos ha venido a decir que la van a bajar, sólo quiero decirle una cosa sobré este tema; al finalizar el sexenio de Miguel de la Madrid, la inflación habrá fijado un nivel récord en toda la historia del país.
En concreto: el Índice Nacional de Precios al Consumidor, esto es la tasa inflacionaria, se habrá multiplicado por 40 veces y en este terreno los salarios de los trabajadores están de muestra para dar fe.
En efecto, el salario real de los mexicanos ha descendido en sólo cinco años, en 50% y todavía falta el año entrante.
Ustedes hablaron de que la prioridad era el hombre y que buscaban la igualdad Pero, ¿dónde quedó la igualdad, Señor secretario? ¿Donde la estabilidad económica?, ¿donde el creciente de la económica?, ¿el del empleo? No señor secretario, no se trata, como dijo usted, de hacer ofertas atractivas; no estamos en eso, para crecer a tasas de 6% u 8%. Se trata de que en estos seis años no creceremos. Y eso es lo que viven y sienten millones de mexicanos.
Cuarto punto. Un último punto que queremos dejar claro, señor Secretario, el relacionado con la precisa y clara definición que ha hecho hoy usted de lo que era el gobierno del PRI. Según usted lo dijo muy enfáticamente, la estrategia del Presidente Miguel de la Madrid se basa en principios revolucionarios; nosotros afirmamos de cara a los mexicanos, que no tiene nada de revolucionario el empobrecer a un pueblo que lo ha hecho como lo ha hecho este gobierno, que para nada es revolucionario el haber empeñado la soberanía de la nación como se ha hecho en ente sexenio, en fin, queda claro que hablamos de dos conceptos de lo que es ser revolucionario, y por cierto, sobre este mismo asunto, sobre lo revolucionario, usted afirmó que la reciente condecoración que se entregó al señor Paul Volcker, es por los servicios prestados a México, que ese, ese reitero, "usurero", es amigo del pueblo de México, licenciado Petriccioli, le recuerdo que el señor Volcker es empleado de Ronald Reagan y que la lógica seguida por usted, expresada en esta reunión, deberían enviarle una réplica del águila azteca al que hace algunos años fue un mal actor en Hollywood.
Señor Secretario, para el Partido Revolucionario de los Trabajadores, para el pueblo de México, no hay pero enemigo que el gobierno de Reagan y sus personeros; por eso estamos en contra de este premio que le dieron a este, repito con mucho gusto, "usurero internacional".
Finalmente, señor Secretario, le digo una cosa francamente y muy sinceramente: ya nos
empobrecieron, ya nos dilapidaron nuestros recursos, ya violentaron nuestra soberanía, por favor, dejen que el pueblo de México escoja a sus amigos, ustedes ya tienen los suyos. Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Algunas precisiones primero, señor diputado Peñaloza: Primero, efectivamente afirmamos que una de las razones para una demanda súbita, brusca, importante; un cambio en la demanda en el dólar libre, fue la que realizaron empresas mexicanas para el pre - pago de su deuda y explicamos las razones que tuvieron y el efecto que esto tuviera.
Esta demanda fue en el mercado libre, en virtud de que las disposiciones existentes hacen que, para propósitos de pre - pago, en pagos anticipados de Ficorca, están a un plazo de 20 años, sólo se pueden efectuar con dólar libre, los dólares libres en el mercado libre; por lo tanto, fue una demanda en el mercado libre. Los pre - pagos , vuelvo a insistir, fueron hechos con substanciales descuentos de los bancos norteamericanos básicamente, con eso se disminuyeron el monto real de la deuda del país, por lo menos en esa parte de la deuda.
Hace usted una comparación entre los salarios en México en términos de dólares, a mí me parece un ejercicio muy interesante, pero en México, gastamos en pesos y nuestros ingresos son en pesos. Podríamos hacer la misma conversión con el mismo ejercicio en otras monedas, pero lo que interesa es el salario en México y el gasto en México, en pesos.
Y en relación a los salarios, quiero mencionar que el dato de este año, de enero a julio de 1987, los salarios contractuales, incluyendo prestaciones, tuvieron un aumento respecto a 1986, es decir, se detuvo el deterioro.
En algunos sectores, tuvimos aumentos mayores que en otros, pero por ejemplo, en la industria manufacturera, los salarios reales aumentaron también en términos reales.
En el programa que estamos planteando para 1988, estamos manteniendo una política en materia salarial, de por lo menos sostener el salario real para el año de 1988, es decir, se frenó el deterioro y no se plantea mayor deterioro en la política salarial.
Hay otros comentarios que hace usted, compañero, señor diputado Peñaloza, y me pregunta cuál son los recursos efectivamente canalizados en 1987 a través del mercado de valores.
El gobierno federal pudo colocar en el mercado de valores 9.4 billones de pesos vía Cetes y otros instrumentos, es decir, fue el sistema bursátil el medio por el cual el gobierno pudo colocar estos fondos para uso público.
Por su parte, el sector privado y social colocó ampliaciones, nuevas inversiones, modernización, etcétera; 1.6 billones, en total, el mercado de valores, en este año, lleva 11 billones de pesos canalizados a actividades productivas. Una cifra, creo, importante.
En relación a la carga fiscal, el impuesto sobre la renta, en el factor trabajo, como por ciento del PIB, esta carga, en 1980, era de 1.8%; en 1985, 1.4%; en 1987, 1.3% y en 1988, será del 1.22%, es decir ha habido una baja importante de 1.80% a 1.22% en la carga fiscal del impuesto sobre la renta en el factor trabajo.
Quiero aclarar que en esta cifra de 1.22% para 1988, se incluye, se deducen ya todas las desgravaciones que estamos proponiendo en favor del factor trabajo.
La otra precisión, es un tema naturalmente debatido, pero creo que poco objetivo y vuelve a salir el caso del ex presidente del Sistema de Reserva Federal, el señor Paul Volcker.
Usted, primero lo califica de usurero. Ni en lo personal él ni en su institución se dedican a esto, el Banco de la Reserva Federal tiene otros propósitos. Los que prestan son los bancos, las instituciones multilaterales, los bancos de todo el mundo, pero no el banco de la reserva Federal que tiene como propósito. la regulación monetaria.
Que VolcKer ha ayudado a México es un hecho indiscutible , que se le diera reconocer que en un medio difícil, en ocasiones hostil en los propios Estados Unidos, con factores y con elementos y con sectores muy, muy, diría yo, enemigo de México, Volcker estuvo siempre dando las peleas. Usted califica también al señor Volcker como funcionario del actual presidente de Estados Unidos; no es así, el señor Volcker fue designado presidente de la reserva desde hace muchos años y por alguna razón habrá salido del puesto que ocupaba.
Independientemente de su nacionalidad, ha sido un amigo de México como hemos tenido en todos momentos y en todos los casos de la historia, amigos de muchos países, varios de estos amigos han hecho lo que han podido a favor de nuestro país y con un conocimiento de nuestro país. Por eso mereció esta distinción.
Usted vuelve a insistir con el tema de la soberanía de la nación en términos de la reestructuración de la deuda. En la medida en que hemos podido aliviar la carga de intereses del servicio de la deuda, en la medida que hemos podido bajar el costo de la deuda, en la medida en que hemos podido obtener facilidades especiales; no solamente es a costa de la soberanía, sino al fortalecer nuestra posición de reservas, nuestra posición financiera, estamos no diría yo, afirmando nuestra soberanía, porque nunca ha estado en juego, pero sí nuestra capacidad de negociación. La soberanía del país no ésta en juego, ni está en discusión, ni está en subasta en ninguna de las negociaciones, es un asunto estrictamente comercial de poder obtener los máximos plazos, las mejores condiciones, los mejores costos y, pasada esa etapa que es la de ir a fondo del problema. Ya no se trata de reestructurar la deuda de 20 a 25 años o a 30; no se trata por ahora de obtener recursos adicionales, se trata de atacar a fondo el problema de la deuda. Por lo tanto, no hay ningún elemento, por ningún lado, que tenga que ver con la soberanía de la nación.
Efectivamente, en el Plan Nacional de Desarrollo, se establecieron ciertas metas cuantitativas de crecimiento. Desafortunadamente, tuvimos problemas que nadie podría haber previsto, no creo que nadie hubiera podido prever el efecto de los terremotos de septiembre de 1985 y el efecto que tuvo, no solamente en vidas, en bienes, sino económico; el costo de este terremoto, que nos desvió muchas de las metas de 1985.
Tampoco pudimos prever el terremoto económico de 1986 en términos de este desplome brutal de los precios del petróleo a niveles que nadie imaginó que iba a llegar el precio del petróleo y todo el resto de circunstancias ajenas a nosotros, externas, que han estado presionando la economía mexicana. Todo eso no estaba previsto, naturalmente, en el Plan Nacional de Desarrollo; ni los terremotos, ni una caída de esa naturaleza, de esa magnitud, del precio del petróleo y otros problemas que hemos estado combatiendo.
Usted dice que la inflación es una vergüenza que todavía estemos metidos en este problema. Se han hecho todos los esfuerzos posibles y se seguirán haciendo, pero estamos seguros que al no repetirse los fenómenos que han originado esta presión inflacionaria, podemos ir gradual pero firmemente, erradicando este problema de la inflación. Si mantenemos la disciplina presupuestal, como la vamos a mantener; si mantenemos la apertura comercial, como la vamos a mantener, si mantenemos el esfuerzo de mantener en México el ahorro doméstico, si podemos manejar un cierto equilibrio en nuestra balanza con el exterior, nuestra balanza de pagos, en cuenta corriente y no tenemos creaciones de liquidez importantes, provenientes del exterior, podremos bajar las causas de la inflación y atacar la inflación inercial en esto.
Este movimiento de hoy, y vuelvo de nuevo, volvemos, porque pues ha sido el tema de todo el día, por sí mismo, insisto, no tiene un efecto. Y tenemos, vuelvo a repetirlo, el gobierno, la responsabilidad de actuar para evitar abusos, para evitar aprovechamientos, para evitar pretextos que no tienen que ver nada con la medida, puesto que se afecta el precio de un mercado especial. que no es el precio de los dólares generales.
Usted afirma, señor diputado, que mediante el mercado controlado estamos dando un subsidio al exportador; no es así, señor diputado, en la balanza en cuenta corriente o más precisamente en la balanza de mercancías, tenemos superávit, o sea, los exportadores entregan más dólares al país que los que sacan los importadores, por lo tanto, tenemos un excedente de dólares que utiliza el resto de la economía. El sector exportador está generando esos dólares, vienen al país esos dólares que sirven para que sean utilizados por otros sectores, incluyendo el sector público, por lo tanto, no hay ningún subsidio al sector exportador, sino al contrario, hay una, se utilizan los dólares que generan los exportadores para el resto de la economía, así es que pensar que hay un subsidio, no.
Para usted, el mercado de valores representa la especulación, he dado algunas cifras en donde trato de informar a esta honorable Cámara, de los datos reales, de los fondos que han sido canalizados a través del mercado de valores, a la inversión productiva. Muchas gracias, señor diputado.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el diputado José Ángel Aguirre Romero, del Partido Socialista de los Trabajadores.
El C. José Ángel Aguirre Romero: - Señor Secretario: De todas sus respuestas yo deduzco algunas conclusiones que me permitirán someter a la prueba de su inteligente disposición a contestar sin ambigüedad, los cuestionamientos precisos que formulamos los diputados.
La política económica del gobierno para 1988, no persigue eliminar la inflación, puesto que prevé una tasa anual aproximada de 95%. Pero sobre todo, porque finca la política de ingresos en un
45% en la vía del endeudamiento interno. Baste recordar aquí, que el gobierno se propone hacer una emisión de valores diversos, por un total de 105 millones de pesos y que la tendencia más probable de las tasas pasivas de la banca, es al alza, razón por la cual, podríamos decir que el endeudamiento interno remedia temporalmente el déficit gubernamental. Pero al costo de multiplicarlo para el ciclo siguiente.
Ciudadano Secretario, ¿tiene la mínima idea de cómo y cuando romper ese círculo vicioso?, ¿en qué funda su seguridad de que el desarrollo de esta espiral durante el próximo año, no desembocará irremediablemente en una hiperinflación?
Segunda pregunta: Su respuesta al diputado Piñeiro fue precisa. El Banco de México no perdió 1 mil 500 millones de dólares durante los cinco días de pánico dolarizado, que se inició el pasado viernes 13. Muy bien, eso nos complace; pero si no llegó a 1 mil 500 millones de dólares, ¿a cuánto sí ascendió la pérdida, para que las autoridades razonablemente concluyeran que, de seguir en el mercado, no habría recuperación de la pérdida inicial, sino más perdidas? En nombre de la transparencia que debe normar las relaciones entre las autoridades y los ciudadanos, le ruego nos dé la respuesta más precisa que le sea posible.
Tercera: pensando en otra respuesta suya al diputado Piñeiro, no quedó claro que el financiamiento autorizado a la banca comercial para operaciones bursátiles no es del 0.6%, sino el 0.01% de la captación marginal. Sin embargo, el porcentaje reducido no nos tranquiliza, pues hablando de cantidades, eso equivale a un financiamiento de 250 millones de pesos, dado que la captación marginal, tengo entendido, asciende hasta octubre hasta los 18 billones de pesos. Yo concluyo que la estrategia económica del gobierno alimenta, hasta ahora, el carácter especulativo de la economía y mi pregunta es, ¿durante 1988 habrá menos o más de lo mismo?
Cuarta. Para abundar sobre el tema, me parece muy generosa su apreciación de que en la bolsa se dejan de gravar cuando mucho 7 billones de pesos, es decir, el 10% del valor de todo el mercado bursátil.
Según nuestros datos, hasta octubre las operaciones de compra - venta de acciones fueron por un monto de 18 billones sin gravamen alguno, mismo que sumados a los 190 billones por compra - venta de Cetes que se gravaron levemente, nos dan un total de 210 billones de pesos, cantidad nada despreciable sobre la que se podrían fincar o incrementar gravámenes para financiar programas de utilidad social indiscutible.
En el fondo planteo no sólo un reclamo justificado por el déficit gubernamental y las necesidades de nuestra población, hay también una cuestión de principios, ¿cómo justifica usted que ganancias de 500 o más por ciento estén libres de impuestos?
Conste que hablo no de las utilidades de las casas de bolsa por concepto de su función intermediadora, sino de las utilidades del inversor que gana al realizar la compra - venta de valores en la bolsa, independientemente del agente bursátil del que se valga.
¿Dónde queda el principio constitucional y de equidad tributaria? ¿De dónde saca usted la teoría de que el gravamen a las utilidades bursátiles obligan al Estado al resarcimiento en caso de pérdidas? Hasta donde yo sé, si no hay ganancias no hay impuestos, lo demás es simple prolijidad en beneficio de los especuladores.
Finalmente, un comentario marginal a propósito del monto de la deuda externa en 1982 y 1987: usted afirmó en dos ocasiones que el monto de la deuda en 1987 es menor que en 1982; a propósito de esto viene a mi memoria lo siguiente: nosotros éramos miembros de un grupo de maestros en servicio que estudiábamos la Normal Superior, queríamos ser maestros de matemáticas y un día el maestro de álgebra superior nos dijo: tres es igual a cinco y desde luego nosotros protestamos eso no es verdad; luego replicó el maestro y nos dijo: ¿si yo les demuestro que tres es igual a cinco lo van a creer?, desde luego el más inteligente del grupo dijo: bueno si usted nos lo demuestra no nos queda más remedio que creerlo, y apoyándose en axiomas, postulados y utilizando artificios y paradojas matemáticas, llegó con su razonamiento a demostrarnos que tres es igual a cinco.
Yo no le voy a hacer nuevamente la pregunta acerca del monto de la deuda en 1982 y 1987, para evitarle el trabajo de demostrarnos que fue mayor en 1982 que en 1987. Le agradeceré sus comentarios a mis cuatro primeras preguntas. Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Muchas gracias, señor diputado Aguirre Romero: En relación a un tema de técnica fiscal, en relación a un tema de política fiscal, un tema verdaderamente interesante, apasionante, que es la gravación al mercado de valores, usted me acusó de ser proclive, fue la palabra que usted empleó, al mercado de valores. Creo que es injusto, como sería sumamente injusto de mi parte, inadecuado de mi parte, que
yo pudiera pensar siquiera que usted es proclive a otra fracción parlamentaria que me acaba de tocar el mismo tema y que creo que hizo una iniciativa; yo no diría que usted es proclive a esa situación, como también creo que usted tampoco podría decir que en este tema difícil, técnico, que voy a tratar de responder a su inquietud, pero usted, como premisa ya me está diciendo que soy proclive a no gravar estas utilidades.
Déjeme empezar por el tema. En primer lugar, afirmaba yo que este valor de 70 billones era el valor que tenía todo el capital, todas las acciones del mercado de valores a principios de octubre o a finales de septiembre de este año; que eso no era el mercado de valores, sino era el valor que tenía todas las acciones de todas las empresas, que lo que realmente se operaba en el mercado de valores era el 10% de esto que eran 7 billones, pero las cifras a que hacíamos referencia eran las de finales de septiembre. Esa cifra el día de hoy son 2 billones; nada más es una precisión porque yo no le estoy intentando demostrar que tres es igual a cinco.
Usted plantea este tema fascinante de cómo gravar la actividad bursátil. Vamos a ver qué es lo que se pretende y qué es lo que se puede hacer.
Se puede pretender, vuelo a insistir, gravar a las casas de bolsa; hemos visto que las casas de bolsa tienen el gravamen de Impuesto sobre la Renta que corresponde a cualquier empresa mercantil y tiene un gravamen igual que todas. No creo que se esté planteando un nuevo gravamen.
El segundo gravamen, o la segunda posibilidad: gravar las utilidades, las utilidades que obtengan las personas físicas, porque las utilidades que obtengan las empresas ya están gravadas. ¿Cuál es la utilidad, la utilidad que una persona física tiene en el mercado de valores?, ¿la que dice la cotización?, ¿la que está en los libros¿, ¡la que está en las cotizaciones? ¿Esa es la utilidad?
Si yo compro una acción en 100 pesos y esa acción sube a 120, ¿eso sería el objeto del gravamen, o sería hasta que yo vendiera esa acción a 120 y realizara una utilidad de 20? Esos 20 serían los gravables; pero si yo al mismo tiempo tengo otra operación en la que tengo pérdida, tendría el derecho a deducir la pérdida de la utilidad.
¿Si vamos a gravar las utilidades de todas y cada una de las operaciones, y si se hacen 100, 1 mil o un millón de operaciones, vamos a gravar sólo las que tengan utilidad realizada y no vamos a deducir las pérdidas que tengan? Sería un sistema fiscal sui generis, diría yo.
Por otro lado yo le aseguro que en la práctica no acreditarían puntualmente todas las pérdidas, con un comprobante: "aquí perdí tanto. Oye, pero si ganaste tanto acá. Sí, pero aquí está la prueba de que perdí tanto en esta otra".
Entonces, gravar la utilidad obtenida en la bolsa, es un aspecto difícil, no niego que pueda haber alguna posibilidad, pero creo que desde el punto de vista de técnica fiscal, es difícil aplicarla.
¿Qué otra cosa se puede gravar? No gravar las utilidades, tampoco las pérdidas, se pueden gravar las transacciones, no importa que sea utilidad o pérdida, se grava cada operación, cada compra venta. ¿Qué es lo que sucedería? Que las operaciones se harían fuera del mercado regular, no existiría un mercado de acciones fuera del mercado de cotizaciones, el cual todavía más delgado, más pequeño porque el grueso de las operaciones para evitar el gravamen, serían fuera del mercado, y entonces, el mercado con unas cuantas acciones al hacerse más pequeño se puede manipular.
Es un tema fascinante desde todos los puntos de vista. Tenemos que estudiarlo más a fondo, pero no tiene nada que ver con una actitud de proclividad hacia este sector.
Usted afirma, señor diputado Aguirre, que nuestro programa económico, en el programa de criterios, en la Ley de Ingresos, en el Presupuesto, no se persigue eliminar la inflación. No, no intentamos eliminar súbitamente la inflación, lo que intentamos es disminuir su ritmo de crecimiento, disminuirlo de 140 a la cifra en que termine, a 95; que tampoco es algo que nos tenga muy contentos, pero intentar bajar la inflación al menos de 95, sería incompatible con otros propósitos de reactivación económica, de mantenimiento de los salarios reales, de gasto social que requiere el país, creemos que lo más que podemos hacer es bajarla a 95. Ojalá se pudiera reducir un poco más abajo, pero éste es un rango de magnitud del esquema que estamos planteando. Creemos que es congruente y compatible una disminución de 140 a 95, con un crecimiento del 3%.
¿Por qué creemos que es posible bajar la inflación de 140 a 95? Vuelvo a insistir, porque vamos a mantener una disciplina presupuestal estricta; desde el punto de vista de ingresos, al entrar en su segundo año la reforma fiscal, esperamos tener mejores resultados todavía que este año en que entró solamente en un 20%; el año próximo ya el impuesto en su nuevo esquema es del 40%. eso nos va a dar mayores recursos.
Tercero. Porque ya no se intenta acumular reservas adicionales, crean liquidez al monetizarse y convertirse en pesos, este efecto del sector externo ya no lo vamos a tener.
Cuarto. El efecto inflacionario inercial que teníamos, después del impacto de 1986, lo absorbimos ya en la primera parte de 1987, por lo tanto, ya no vamos a tener ese impacto en 1988.
Quinto. Los efectos de la apertura comercial que significan un factor antiinflacionario, tan los vamos a tener en 1988, eso será un freno a los abusos en precios de sectores importantes en el país: la apertura en la competencia con el exterior.
Por todo ello, podemos prever como objetivo, como meta, como programa, una inflación del orden de 95%, o sea, inferior a la del año pasado. Eliminarla, no podemos eliminarla.
Efectivamente, tenemos el riesgo y hemos estado en un círculo vicioso: mayor inflación, mayores tasas de interés, mayor déficit financiero, etcétera. ¿Cuál es la manera de ir rompiendo ese círculo, de irlo cambiando? Disminuir los índices de inflación, con lo que se disminuye la tasa de interés, con lo que disminuye el déficit financiero. Creemos que con este programa podemos ir rompiendo, a través de un ataque firme y persistente este círculo vicioso.
Se había afirmado por el diputado Piñerio, hoy en la mañana, de una cifra tentativa de 1 mil 500 millones de fuga de capitales, y usted me pregunta que cuánto fue la pérdida.
Honestamente no estoy en posibilidades de darle la cifra exacta, porque estamos hablando de una masa común de fondos que entran y salen a la reserva todos los días. Es un movimiento que integra, que incluye muchos conceptos y prepagos, fugas reales de capitales, operaciones legítimas de pagos, no pre - pagos de cualquier pago al exterior, y una serie de factores que lo hace. Vamos a tener que tener un tiempo para analizar todo esto y saber cuánto fue cada uno de los sectores. Lo que sí le puedo decir, es que la pérdida que tuvimos fue mínima en relación al volumen de reserva y que de no haber actuado con la rapidez que lo tuvimos que hacer y la oportunidad para hacerlo, hubiéramos tenido claramente una gran fuga de capitales que se evitó en beneficio del país.
También usted insiste en el tema del apoyo al mercado de valores a través de un porcentaje mínimo de las disposiciones del banco central; y el 0.1% de apoyo, que en su caso, es el máximo que se podría dar, sería una cifra cercana a los 18 mil millones por todo el sistema bancario de todos los bancos del país, 18 mil millones y no los 250 mil que usted estima, una cifra muy diferente. Y esto sería el apoyo que en su momento podría requerir el desarrollo del mercado petrolero. Esas serían mis respuestas, señor diputado.
El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra el diputado Hildebrando Gaytán Márquez, del Partido Popular Socialista.
El C. Hidelbrando Gaytán Márquez: - Gracias, señor presidente; señor Secretario: Usted señaló que se da en el mundo el proceso de renovación. Es cierto, en los países socialistas se da un proceso de renovación para afirmar y profundizar en los principios, el socialismo.
En países altamente industrializados del capitalismo, como la Gran Bretaña, se ha procedido también a una renovación que consiste en la reprivatización de las empresas y ese concepto lo han estado propalando, sugiriendo, impulsando, para todos los demás países, es decir, los de América Latina.
El objeto de la renovación, esta del capitalismo, es fortalecer a este sistema perpetuarlo todavía más, ¿cuál debe ser el proceso de renovación en un país como México, que hizo una revolución, una profunda revolución feudal y antiimperialista?
Nosotros pensamos que las características de la renovación en México deben ser por la vía de la Revolución Mexicana para encauzarla, ensanchar su rumbo y fortalecer las instituciones que de ésta han surgido.
La vía de la Revolución Mexicana en el aspecto económico, del desarrollo industrial, se ha fundamentado, ha tenido su apoyo en la política de nacionalizaciones. Si la nacionalización petrolera, después la de la industria eléctrica, y en años recientes la de la banca privada, seguramente que México no contaría con todos aquellos aspectos positivos que usted mencionó también en la mañana.
En consecuencia, ampliar a la revolución mexicana debe ser en el sentido de continuar con esta vía de desarrollo independiente; ¿Qué medidas de nacionalización ha tomado el actual sexenio, el actual régimen?
Porque estas medidas que tienden a darle fortaleza económica al Estado, son las que facilitan el
cumplimiento de dos tareas históricas que debe cumplir el Estado surgido de la Revolución Mexicana. Una en el aspecto social, es la de elevar las condiciones de vida del pueblo.
No es ocioso por eso que la democracia en México se entienda de esa manera, como la elevación constante del mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo. Y en este sexenio, en lo que se refiere a las condiciones de vida del pueblo, ¿cómo se ha cumplido este aspecto de la democracia? Porque la distribución de la riqueza ha fortalecido a la minoría de la burguesía reaccionaria y en cambio la gran masa trabajadora ha disminuido notablemente sus percepciones.
Ya mi compañero Tavira había señalado datos concretos de los que esperábamos algún comentario.
El otro objetivo, la otra función que debe cumplir el Estado mexicano, es de carácter histórico: garantizar la independencia económica del país, pero esta política económica está dentro de ese marco de la Revolución Mexicana, esa renovación cumple exactamente con lo que el pueblo mexicano trazó por la vía de la Revolución Mexicana, veamos.
Los sectores de la reacción en México y el imperialismo, la derecha, el Partido Acción Nacional, desde siempre han estado reclamando que el Estado les venda las empresas, y ahora se ha procedido sin límite casi en este sentido y menciono esto porque es grave que todavía ahora en los Criterios Generales de Política Económica en el punto número seis de las 10 acciones que señala, advierte que va a continuar con la venta de empresas en este concepto del redimensionamiento del Estado, y además hay juicios muy graves sobre este tema de las empresas del Estado.
¿Por qué si la petroquímica básica está considerada en la Constitución con el carácter de estratégico exclusivo para el Estado, por qué se ha procedido, a diversos productos de la petroquímica básica, simplemente reetiquetarlos como de secundaria y pasarlos a la explotación de la empresa privada? Y no solamente de la empresa privada, sino que se le abre el campo al capital extranjero, y además se señala que de petroquímica secundaria Pemex se aparta totalmente, eso para nosotros debe ser reconsiderado, Pemex debe ser impulsado en sus recursos, en su financiamiento para atender estos otros aspectos de la industria petrolera. Pero, señor Secretario, ¿qué conceptos, qué criterios hay alrededor de las empresas que se denominen prioritarias?, porque de acuerdo con el escrito de los Criterios Generales de Política Económica, la industria quimicofarmacéutica de la que se retira también el Estado, en lo que haya tenido, por cuanto a que no la consideran prioritaria, ¿qué criterios hay al respecto?; nosotros pensamos que las industrias prioritarias deben considerarse aquellas que responden a la liberación económica de México, las que satisfacen directamente los problemas fundamentales del pueblo, como en este caso sería el de la salud y que se desarrollen sobre productos naturales que son caros para la nación.
Señor Secretario, la política económica ha sido aplaudida y apoyada por la alta burguesía de este país. ¿Se puede conciliar ese interés de clase de la alta burguesía que es la que ha provocado los caos de tipo económico que nos han sumido en situaciones graves y peligrosas? ¿Se pueden conciliar esos intereses de espalda a la revolución mexicana, con los intereses de la clase de la clase obrera y campesina? Por que si recibe esa política económica el apoyo y el aplauso de esos sectores, hay un juicio significativo y de criterio que no se puede soslayar y, en cambio, de parte del pueblo, ¿cuáles han sido las aportaciones que ha dado en todos estos años?
En el caso, permítame decirle de paso, del reconocimiento que se le dio al señor Volcker, que es muy lamentable, consideramos que fue prácticamente más lamentable toda esta defensa que usted le ha hecho, porque prácticamente no correspondió a su secretaría esta decisión.
Muy lamentable que el pueblo mexicano trate ahora de ver a estos altos representantes de la nación norteamericana, de la que nosotros, el pueblo mexicano, por la experiencia de nuestra historia debemos tener una actitud vigilante, se proceda con este tipo de homenajes.
Señor Secretario: Pienso que no se debe ver con ligereza lo que ha ocurrido el día de ayer y sigue hoy profundizándose: la devaluación de nuestra moneda, en el caso, como se dice, del dólar libre, que no del controlado, sin embargo, ¿qué no va a tener repercusiones para inducir en la devaluación del dólar controlado?, ¿qué no va a tener repercusiones para la elevar la inflación considerada este año en los meses siguientes?, ¿Qué no va a llamarnos a la reflexión de que existen estos aspectos vulnerables de nuestra economía, en donde los sectores de la especulación y el enriquecimiento ponen en peligro nuestra estabilidad y toda la marcha que el pueblo desea para su bienestar?
(Voces.)
El C. Presidente: - Se ruega a los presentes guardar orden, en términos del artículo 21, fracción II.
El C. Hildebrando Gaytán Marquez: - Señor Secretario: Pensamos nosotros que ha llegado el momento de aplicar el control generalizado de cambios, que tomando la experiencia, mejorando su aplicación, se debe defender el patrimonio de la nación mexicana, que se debe también proceder, en estos casos concretos, a la nacionalización de todo el sistema financiero y crediticio y, finalmente, éste es el sentido de la lucha de mi partido, respecto de la Revolución Mexicana y de su aplicación en el gobierno, que se aplique, que se lleve adelante exactamente en el sentido como se ha tomado anteriormente y es el que ha dado frutos valiosos a la nuca de nuestro pueblo y no con medidas que más que renovación significan una ratificación en este proceso del pueblo mexicano.
Agradezco su atención. Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado Gaytán Márquez: Naturalmente, obviamente, congruentemente, sus puntos de vista, sus posiciones, corresponden a su ideología y a su posición partidista, y como todas las ideologías y todos los partidos son respetables y, por lo tanto, tenemos que escuchar, reflexionar sobre los puntos de vista de la oposición y sobre las posiciones ideológicas.
Usted presenta una posición muy crítica, sumamente, gravemente crítica a la política económica, a la que voy a hacer referencia en algunos momentos, pero las propuestas que usted está haciendo, en nuestra opinión, no son las que resuelven el problema del desarrollo económico del país.
En primer lugar, no hay que confundir una política revolucionaria, una política de renovación, con necesariamente una política de nacionalización. Creo que son cosas diferentes.
La independencia económica del país se da por muchos otros caminos, en primer lugar, con el desarrollo del mismo país, con un gobierno fuerte, con un gobierno estructurado, con un gobierno con la capacidad económica para mantener la rectoría del Estado.
La independencia económica se da cuando podemos hacer el esfuerzo de incrementar el ahorro interno en beneficio de la economía y de las mayorías; cuando podemos elevar el ingreso que haga posible atender los requerimientos sociales en un marco, vuelvo a insistir en ello, de limitaciones económicas, de escasez de recursos. La desincorporación o redimensionamiento del sector público no tienen que ver con la independencia económica del país, ni con la renovación.
Al concentrarse el gobierno de México en las empresas estratégicas, en las empresas prioritarias, a lograr la reestructuración, hacer más eficientes, más productivas y más fuertes a esas empresas, está aumentando la independencia económica y no al revés. La independencia económica no está ligada al número de empresas que pueda tener en un momento dado el Estado, sino a su capacidad de orientar el gasto público, el ingreso, sus políticas, en beneficio de las grandes mayorías del país, y no en el número de empresas que tenga, es exactamente al revés.
El redimensionamiento, al Estado lo fortalece, lo agiliza y no está de ninguna manera afectando la independencia económica del país, ni las facultades del Estado. Por eso, el Estado mexicano conserva, naturalmente, todas las entidades estratégicas que señala nuestra Constitución, nuestra Carta Magna, y además, mantiene las empresas que están, que han sido consideradas prioritarias, para justamente la independencia y el manejo económico del país y de prestaciones sociales; éstas estratégicas y prioritarias son, como todos sabemos: el petróleo, la petroquímica básica, los ferrocarriles, la electricidad y energía, el correo, telégrafos, telecomunicaciones, bancos, etcétera, etcétera. Esos se mantendrán dentro del sector público.
La prioridad en las empresas no tiene que ver con la actividad de estas empresas. Una empresa puede dedicarse a producir pan y en este sentido el pan es prioritario, pero no quiere decir que el Estado se meta de panadero, a pesar de la prioridad que tiene la producción de pan por ejemplo, o de tortillas; son conceptos diferentes, señor diputado.
La petroquímica básica prioritaria, será conservada por el Estado, pero en cambio la petroquímica secundaria, podrá ser manejada por los particulares, pero mexicanos, señor diputado, ahí no se acepta la inversión extranjera.
Coincido con usted, en que es necesario fortalecer a Pemex, ésa es la industria básica, fundamental, el eje de nuestro desarrollo. Hay que fortalecer en forma importante la institución, nuestra institución, petrolera por todo lo que significa para México. Pero para poderlo hacer, en escasez de recursos, tenemos que deshacernos de otras empresas que no tienen esa importancia estratégica ni prioritaria, al desincorporar estas empresas, nos allegamos de los recursos justamente para fortalecer las empresas prioritarias.
Volviendo al tema del tipo de cambio libre, hemos reconocido que en un primer momento, en una primera etapa, el tipo de cambio libre se va a
sobreajustar, o sea, que va a elevarse por encima del controlado rápidamente. Pero, podemos prever, como ha sucedido en el pasado, en las tres ocasiones que se ha usado el procedimiento, que pronto comenzará a descender y acercarse al tipo de cambio controlado. Por lo tanto, será en todo caso, un efecto transitorio, un efecto temporal.
También propone el señor diputado Gaytán Márquez, establecer el control generalizado de cambios. El control generalizado de cambios no sería operable en nuestro país y nos crearía varios problemas, independientemente de su manejo prácticamente imposible y sobre todo en la frontera, que tendríamos la rigidez de un solo tipo de cambio. Y ante fenómenos de cualquier naturaleza como el sismo, caídas en el precio del petróleo, movimientos especulativos, fugas de capitales, tendríamos que mover todos el tipo de cambio de todo.
Por otro lado, ¿valen la pena los riesgo de tener este control generalizado de cambios, sólo cuando mucho por el 25% de las transacciones que se realizan en el país, si tenemos controlado lo que podemos controlar, que es el 75% del comercio exterior de México?
Creo que es todo lo que podría comentar, señor diputado. (Aplausos.)
El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra el C. Alejandro Gascón Mercado.
El C. Alejandro Gascón Mercado: - Hace unas horas, me habló de la ciudad de Mexicali, la profesora Graciela Romo de Medina, me dijo que le preguntara, señor Secretario, ¿qué va a pasar ahora con las tarifas eléctricas? Le expliqué que un grupo de diputados del PRI sacaron el acuerdo de la Cámara, de revisar con la Secretaría de Hacienda, las tarifas eléctricas, proponiendo que se rebajaran en un 50% esta tarifas en las zonas calurosas. Los de la oposición poco podemos hacer en este sentido y ahora que los diputados de su partido encabezados por Acedo Samaniego y López Moctezuma, han hecho esta proposición, esperamos que se haga caso.
Me dijo también que estaban muy preocupados en la frontera con la devaluación del dólar. Que un maestro gana 80 dólares al mes y un recolector de hortalizas de Estados Unidos gana 80 dólares en dos días. Me dijo, ¿qué vamos a hacer? Le prometí pasarle el recado a usted y eso estoy haciendo.
Todos sabemos de la gran dependencia económica que hay en nuestro país respecto de Estados Unidos. Los que no la pueden expresar teóricamente, la sienten, ése es el problema. El pueblo mexicano que no conoce las cuestiones de carácter económico sabe bien que cuando Estados Unidos tiene un resfriado, a México le da pulmonía.
Por eso, independientemente de los mecanismos, de dólar libre, del dólar controlado o lo que sea, la verdad es que desde hace años en México las operaciones, de manera indirecta, se realizan en dólares; los comerciantes y aun los particulares están pendientes de cuánto cuesta el dólar para poner precio a sus productos, así son las operaciones en México.
Pero si las empresas pueden tener algunas ventajas para sus compras y ventas en el extranjero, esto no le pasa a todos los particulares; por eso hablamos de distintas cosas el señor Secretario y algunos de los diputados, de cosas diferentes como si fuéramos de mundos diferentes, esto es lo que realmente pasa.
Se nacionalizó la banca, muchos dijimos, ¿realmente va a beneficiar la banca a los obreros? Vamos a verlo. Resultó que no los benefició, pero da la impresión de que no sólo no los benefició, sino que ahora con la banca paralela, ésta formada por las casas de bolsa, por las aseguradoras y que a veces actúan como banca múltiple, sobre todo en sus relaciones con el City Bank expidiendo cheques y dando tarjetas internacionales, con esa banca paralela salieron ganando mucho más; los que no somos financieros hemos escuchado muchas cosas, primero que las casas de bolsa se dedicaron a ser intermediarios en la compra y venta de las acciones de número de empresas determinado, que durante muchos años éste era un asunto discreto pero luego se votó con una gran prosperidad y ¿quién metió el dinero en las casas de bolsa? Eso se lo preguntan muchos mexicanos, se ha llegado a decir desde esta tribuna que como nadie pedía ni siquiera identificaciones a la hora de los momentos álgidos de la especulación, pudieron haber lavado el dinero, los narcotraficantes, eso se dice.
Que algunos funcionarios públicos ya no tienen que explicar sus riquezas porque ganaron en la bolsa; que también se dice que se compraron acciones de empresas quebradas, es una cosa notable y uno se pregunta aquí: ¿pueden comprar acciones de empresas quebradas los norteamericanos acaso para apoderarse del sistema de producción y del mercado? Muchos dicen: no es posible porque los extranjeros no pueden comprar, está prohibido por la ley, pero en nuestro país con tantos prestanombres e intermediarios que operan aquí, eso se puede hacer.
Realmente uno se encuentra con cifras que no se comprenden. Sería bueno aprovechar a un especialista, hoy el Secretario de Hacienda, para que nos explicara realmente estos asuntos, porque usted fue el presidente de la Comisión Nacional de Valores, eso sí, y el coordinador de la banca nacionalizada; usted sí que conoce el tema.
Algunos dicen que se esfumaron, yo voy a utilizar un término así más abstracto, se esfumaron 30 billones de pesos en esas operaciones ahora que cayó la bolsa. Convertidos a dólares son 15 mil millones de dólares, cantidad equivalente a la que se encuentra en la reserva con la que cuenta el gobierno; una suma importante.
En el mejor de los casos, me da la impresión que el gobierno le jugó a la bolsa también. Bueno, si ustedes salieron ganando y ese dinero lo emplean bien en buena hora, pero en estas operaciones salió evidentemente favorecido un grupo muy pequeño, que constituye la oligarquía financiera del país, que no creo que pasen de 100, muy ligados a los intereses del imperialismo norteamericano.
Hay modernización en el mundo, es cierto; se están modernizando en Estados Unidos, se están modernizando en la Unión Soviética, se están modernizando en México. Pero ¿para que se está modernizando? En Estados Unidos se están modernizando para evitar la crisis del sistema capitalista, y esa crisis para salvarse la están trasladando a los países del sistema capitalista a los que pertenece México y nuestra modernización también va muy a tono con las necesidades del mundo capitalista.
En la Unión Soviética también se está haciendo uso de los avances de la ciencia y de la técnica para modernizarse, pero allá, seguramente que no habrá con la modernización, desocupación; no habrá ganancias ilimitadas para un grupo pequeño, no habrá ventas de empresas para un grupo de especuladores financieros. Son distintas las motivaciones y los recursos que en un momento dado se pueden apreciar.
Por eso, a nosotros nos impresiona esta condecoración; también a mí me impresiona esa condecoración a Paul Volcker. Haberle entregado el Águila Azteca me parece un poco exagerado, porque él declara que así como están las cosas van bien, no hay que hacer cambios fundamentales, que la deuda hay que pagarla, y claro que para ello va bien, pero no para nosotros. Y no porque se trate de un norteamericano hacemos este rechazo, no porque se trate de un extranjero. Francisco Javier Mina es un héroe de la patria mexicana, es español. No, sino porque se trata de un hombre al servicio del imperialismo, aunque lo hayan desocupado temporalmente.
Uno se acostumbra a desconfiar de los banqueros, bueno, cuando menos la gente que procedemos del medio rural y de las colonias populares, yo creo que instintivamente desconfiamos de los banqueros. Nada que les beneficie a ellos le beneficia al pueblo de México, eso es lo que uno ha aprendido.
En primer lugar, estos banqueros no surgieron de las mejores causas de nuestro pueblo. El primer banco que se instaló en este país nuestro, según lo recuerda el magnífico periodista Granados Chapa en uno de sus libros, se instaló por acuerdo de Maximiliano de Habsburgo, a los 10 días de haber llegado a la ciudad de México, se fundó el London Bank of México Sudamérica. Este engendró al Banco de Londres y México que engendró a Serfín, que engendró a Banca Serfín, Instituto Nacional de Crédito.
Ya el origen mismo de este primer banco, está diciendo más o menos que son los extranjeros los primeros que vinieron aquí a organizar la banca y bueno, a uno de todas maneras esto le da desconfianza.
La primera Ley de Instituciones de Crédito en México, fue redactada en 1896 o 1897 y la hicieron los banqueros privados. Y si uno examina las contrataciones que tuvieron los banqueros con los primeros revolucionarios de 1910 ó 1917, aumenta la desconfianza. Y después, ¿cómo se entrelazó la banca privada con los funcionarios públicos? Un ejemplo de eso es Aarón Sáenz, alto funcionario público y alto banquero. Otro ejemplo de eso es Abelardo L. Rodríguez, presidente de la República y después presidente de un banco, es decir, están muy ligados. Ahora vemos también qué hermandad se da entre los empresarios y los funcionarios públicos: hay una verdadera hermandad.
Agustín Legorreta da línea ahora aquí: "El gobierno debe dedicarse a gobernar y dejar a los particulares la productividad; debe dedicarse a crear infraestructura y adelgazar al Estado; vender las empresas paraestatales, permitir la apertura comercial; reducir el gasto público, pues es indispensable para abatir la inflación; la eliminación del reglamento. Esta disminución gubernamental debe hacerse cueste lo que cueste en lo social, humano y económico; aspecto importante es el saneamiento de las finanzas públicas, mediante la aplicación de precios y tarifas realistas. Salinas aplicará la misma política de acierto que el actual régimen".
El 20 de octubre declaraba que era insuficiente aplicar la política de apertura comercial y una devaluación, aunque no lo dijo explícitamente, el sector empresarial exigía desde hace tiempo una mayor devaluación del peso.
Agustín Legorreta demandó libertad absoluta para las inversiones extranjeras directas.
A muchos nos extraña por qué esta gente tiene tal impunidad para actuar en el país. A la diputada Lidia Camarena de la LI Legislatura, que ha demostrado su inocencia, la tienen encarcelada desde hace cerca de cinco años, por 10 millones de pesos, por cierto, ya debieron soltarla, licenciado Petriccioli.
Y esta gente anda suelta y da línea de lo que se tiene que hacer en este país. Que no haya restricciones para la inversión extranjera directa en México; no ven fronteras. Para ellos su religión es el dólar, partido político es el dólar, su teoría filosófica es el dólar, su patria es el dólar. Fueron educados en colegios extranjeros donde no se enseña la vida de Juárez, con toda seguridad.
Yo creo que nosotros tenemos que reflexionar alrededor de los hechos más que de las expresiones teóricas. Yo lo veo ahora tan equilibrado, licenciado, con tanto aplomo en la tribuna que no tenía el año pasado.
Pero hay realidades que usted debe meditar junto con nosotros. Están pagando la deuda con Cetes y con Caps. Cuando uno participa es estos asuntos de la Cámara le manda recado la gente informada; bueno, y yo mucho gusto soy el recadero de alguien que me dijo:
"Salieron al mercado de valores los llamados Caps (Certificados de Aportación Patrimonial), dichos papeles con un valor nominal, en el caso de Bancomer, de 40 mil pesos cada uno y, en el caso de Banamex, de 11 mil pesos. Es hasta la fecha un misterio de cómo se adquirieron o de qué forma se dieron dotaciones de este tipo de papeles o hasta dónde se pudo haber especulado, siendo que tan sólo en nueve meses los Caps de Bancomer tuvieron un valor de 500 mil pesos y los de Banamex de 350 mil, lo que viene a demostrar una utilidad, en el caso de Bancomer, de 1 mil 150% en tan sólo nueve meses; y en el caso de Banamex, de 3 mil 080%.
Dichos Caps fueron puestos en su totalidad, a la venta a las casas de bolsa y al público en general o a las instituciones bancarias se reservaron un porcentaje de papeles, subastándolos posteriormente a pesos inflados y hoy los papeles valen la ridícula cantidad, en el caso de Bancomer, de 5 mil pesos nominales, y en el caso de Banamex de 7 mil nominales, hasta octubre; en noviembre bajaron 800 pesos, lo que demuestra abiertamente la manipulación en las acciones de estos papeles.
Yo creo que este es algún ardido, pero, ¿hasta dónde está diciendo la verdad? Estos son hechos.
Licenciado, ¿quién se quedó con los 30 billones entonces? y ¿En dónde están? ¿A dónde fueron? ¿O eran parte de la fantasía que manejamos algunos mexicanos?
Yo creo que éste ya no era un casino, no era una ruleta pueblerina, eran actos de magia, de magos de carpa, que de pañuelos sacan conejos, de conejos sacan muchachas, en fin, es especular lo de la bolsa de valores.
Ustedes siempre nos consuelan: la inflación la sostuvimos en tal posición, no hay hiperinflación. Y entonces, claro, los mexicanos decimos: que buenos son, pero nos dicen: tenemos cáncer, como yo lo expresé aquí en esta Cámara una vez: pero no tenemos SIDA, consuélense. Cómo va a ser así el asunto, no creo que así debamos conducir las cosas.
Lo cierto es que se esta paralizando la producción de los mexicanos, no de los gringos, ya que sabe que hay más de mil maquiladores en el país, pero ésa no se está paralizando en el territorio nacional, se está paralizando la producción de los mexicanos. ¿Por qué? Bueno, porque si alguien tiene 10 millones, los invierte en la agricultura, sale perdiendo; los invierte en la pequeña industria, como están las importaciones, sale perdiendo. Y luego vieron la esperanza de que entrándole a los bancos, manteniendo los 10 millones iban a ganar. Ahora, van a pagar el 100% de intereses, pero la inflación va a llegar a 140, entonces, los 10 millones van a descender en un 40% al año.
Bueno, ¿qué negocios son éstos? Entonces, en la agricultura no funciona; en la industria no funciona, en la especulación financiera no funciona.
¿Qué vamos a hacer?
Creo que nosotros necesitamos cambiar las cosas. Digo, 15 mil millones los tenemos guardados para proteger las operaciones de las empresas, en fin, todas esas cosas, esa estrategia; la mayoría de mexicanos no comprendemos eso.
Si tenemos 15 mil millones de dólares, vámoslos metiendo a la agricultura para poder comer, para hacer producir las tierras, para que por el camino a la agricultura se fortalezca la industria, se eleve
la capacidad de compra de este pueblo, porque si vamos a seguir la fluctuación del mercado, hoy nuestras acciones de la deuda valen en Europa el 50%, vamos a esperar hasta que valgan al 10%; no podemos pagar de todas maneras. Va llegar un día en que nos manden la papelería porque no podemos pagarles, ¿vamos a dedicar a eso las cosas?
Yo no creo que esto sea lo justo. Hagamos un plan para elevar las fuerzas productivas de este país, salir de la miseria, no es posible estar pensando solamente en función de la administración financiera del país, necesitamos pensar en que este pueblo necesita comer.
"Vamos muy bien", "Ahí la llevamos", "no se desesperen". Han pasado 15 años; los próximos 50 años más o menos buscaremos alguna solución; pero la gente come, tiene muchos problemas concretos que resolver y yo creo que esto es lo que puede, en un momento dado, generar la violencia.
Este país, es un país revolucionario. Pues quién sabe, francamente; si viviéramos en una verdadera revolución, ésta favorecería a los intereses del pueblo y hace años que los intereses del pueblo no se favorecen.
Señor Secretario: Usted dice que la Secretaría de Hacienda ni quita ni pone impuestos, es la Cámara de Diputados la que los aprueba. Desde el punto de vista formal esto es cierto; desde el punto de vista real, quién sabe.
Lo mejor es, con un sentido práctico, que se revise todo el sistema fiscal del país, para que éstos, a los que se cobra poco, y ahora en algunas expresiones tuve el temor, inclusive, de que les fuéramos a pagar cuando pierden. Usted dijo: ¿pero cómo vamos a gravar sus ganancias? Eso nos obliga también a ayudarles cuando pierden. A caray, esto sí es excesivo.
No, este pueblo está perdiendo, en vez de darles a los empresarios el dinero, en vez de dárselos a ellos, hay que dárselos a los obreros, a los campesinos, ya no por bondad revolucionaria; debiéramos hacerlo ustedes por instinto de conservación. Por eso.
Y para nosotros esto implica, naturalmente, pues tener mejores condiciones para hacer un cambio revolucionario en el país. Porque yo estoy convencido que si ahora se hace un cambio, se me hace que va a ser para el fascismo, por eso es que no estamos muy interesados algunos, pero ya creando ciertas condiciones, a lo mejor es necesario ya cambiar al gobierno, a este tipo de gobierno que tanto les enorgullece a ustedes.
Señor Secretario: no por la cordura sino por la locura, la mayoría de esta Cámara ha renunciado a la réplica, está usted sobreprotegido, no hay réplica, no abuse entonces; ésta es mi petición, no se despache con la cuchara grande en sus respuestas. Mucho gusto en saludarlo.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Gracias, señor diputado Gascón Mercado. Como siempre y como en todos los casos, los señores diputados lo hemos escuchado con atención, reflexionando en sus expresiones, en sus conceptos y hasta en su ingenio en los temas que ha tratado y que voy a intentar poder comentar.
El primer tema que plantea por su conducto alguna persona de Mexicali, se refiere al tema de las tarifas eléctricas. Me parece entender que se está estudiando este tema con cuidado, como usted lo ha propuesto, y está siendo examinado.
Yo lo que quiero comentar, es que naturalmente que nos preocupan las tarifas eléctricas en términos generales, en términos del tipo de tarifas, en términos del usuario de la energía eléctrica, en términos sectoriales, etcétera, pero también tenemos que no olvidar una realidad: la Comisión Federal de Electricidad tiene que desarrollar una tarea no sólo de mantenimiento del servicio de sus líneas, de inversión y de aplicación de los servicios eléctricos en la República Mexicana.
De aquí que tengamos como país de nuevo un dilema: frenamos el desarrollo de la Comisión Federal de Electricidad, ponemos en peligro las plantas existentes, podemos prescindir de algunas comunidades, ciudades, del servicio por incosteabilidad o tenemos que poder encontrar una solución que permita a esta institución de la revolución continuar con este importante servicio, ampliarlo, mejorarlo.
Tenemos que buscar un equilibrio financiero, tenemos que enfrentar esta realidad financiera y éste es un buen ejemplo. Una solución podría ser el subsidio con fondos públicos, subsidiar a la Comisión Federal de Electricidad; hay dos maneras de financiar este subsidio y no creo que haya muchas otras. Una, es cortar programas importantes prioritarios de gasto, de inversión en otros sectores. No podemos inventar recursos, si vamos a darle recursos de subsidio a la Comisión Federal de Electricidad muy por encima, muy por encima de sus ingresos, tendríamos que cortar programas importantes y es difícil, muy difícil decir si podemos disminuir camas en hospitales, programas de salud programas de educación, programas de seguridad, programas de inversión; o
vamos a frenar la expansión de Pemex, por ejemplo o vamos a frenar la expansión de otras empresas prioritarias o inversiones públicas.
Si no hay recursos adicionales, si trabajamos con una limitación de recursos que es un hecho, ¿cómo vamos a subsidiar a la Comisión Federal de Electricidad? La solución fácil, sobre todo en un año de gobierno, podría simplemente de nuevo echar a andar la maquinaria de hacer billetes, financiar este subsidio y poder entonces bajar las tarifas en estos niveles provocando entonces sí una hiperinflación, sobre todo para el futuro.
La Comisión Federal de Electricidad, no puede permanentemente estar vendiendo energía muy por abajo, muy por abajo del costo de producción. Podemos manejar algún tipo de tarifas. Podemos establecer mecánicas de tarifas diferenciales en hora pico, etcétera, pero tenemos que tener, cualquiera que sea la solución y no me atrevo ahora a aventurar ninguna, simplemente la realidad financiera: ¿cómo tener esos recursos para la Comisión Federal de Electricidad si sus tarifas son muy, muy insuficientes para cubrir el servicio?
Señor diputado Gascón Mercado Usted también se refiere a los efectos reales y psicológicos que la medida de ayer tuvo en la frontera. Ciertamente es el sector que por su relación con la economía norteamericana, las transacciones fronterizas, se vio afectada en el mercado libre.
Las noticias no han sido claras, la gente confunde, confunde el tipo de cambio controlado con el libre; no está claro cuáles transacciones están en el mercado controlado, cuáles están en el libre y ante esa falta de información se angustia y piensa que la elevación del tipo de cambio es para todo tipo de operaciones que se hacen; por la distancia que hay con los centros financieros, no dudo que haya habido, quizá abusos, quizá nerviosismo en los operadores y quizá el tipo de cambio en la frontera en horas que espero, supongo, estoy seguro van a ser horas de desconcierto, puede haber un tipo de cambio mayor, pero que se va a equilibrar muy pronto.
El señor diputado Gascón Mercado se pregunta hasta dónde se benefició el obrero, las clases mayoritarias con la nacionalización de la banca, es un tema muy importante.
La banca en estos cuatro o cinco años, ha tenido que hacer frente a retos, la banca nacionalizada, la banca gubernamental y, sin duda, los ha vencido.
Se enfrenó la banca a la crisis económica más fuerte, seria, que ha tenido el país en la época moderna el shock económico, y la banca salió sin daño en esta prueba de fortaleza. La banca es el eje, la base, el pivote del financiamiento del desarrollo, la banca múltiple y la banca de desarrollo.
La banca se ha expandido, se ha desarrollado, se ha fortalecido, se ha agilizado y ha orientado sus recursos hacia las actividades prioritarias. Y una primera etapa, al inicio, tuvo que enfrentar problemas muy serios de liquidez de empresas, de quiebras posibles de empresas, de reestructuraciones de adeudos de empresas que estaban atravesando en el inicio de crisis por graves problemas. La banca tuvo la flexibilidad, la voluntad; primero, de cooperar al salvamento, a la salvación de estas empresas medianas, pequeñas, grandes, que tenían problemas muy serios en este período.
Posteriormente la banca ha estado en posibilidad, haciendo esfuerzos de captación, de orientar recursos, como se habían dado, a actividades patriotas. El esfuerzo que ha hecho la banca gubernamental en materia de vivienda de interés social, por ejemplo, no tiene precedente. Ha elevado su financiamiento a la agricultura, a la industria mediana y pequeña, a la microindustria, al campo, etcétera. La banca sí ha beneficiado y seguirá beneficiando a las grandes mayorías; primero, preservando las fuentes de trabajo, impulsando, creándolas, desarrollándolas y, sobre todo, en los sectores prioritarios: sector del campo, sector mediana y pequeña empresa, sector exportador.
El balance de la banca es muy favorable, vuelvo a insistir en el tema, de que no existe una banca paralela en nuestro país, existe la banca, las sociedades nacionales de crédito manejadas por el gobierno, y existen otra serie de instituciones con funciones propias, determinadas por la ley y que actúan en el campo financiero, pero operan en campos distintos a la banca. Vuelvo a insistir, la banca es intermediaria del crédito, la banca es la que, a través de las cuentas de cheques, proporciona medios de pago para ejecutar transacciones que no lo pueden hacer los otros intermediarios financieros; la banca tiene una compañía de fianzas, una compañía de seguros o una casa de bolsa, son instituciones totalmente diferentes, no hay una competencia entre estas instituciones, cada quien hace su función y tiene un papel que desempeñar en el desarrollo financiero y en apoyo de las actividades productivas. Todas estas entidades tratan de orientar los recursos hacia el desarrollo, hacia la producción, hacia la atención de necesidades de financiamiento que tiene el país.
Hay la impresión de algunas gentes que coinciden con esta apreciación del señor diputado Gascón Mercado, de qué pasó con los 30, 40, 70 - depende el cálculo - , billones de pesos que se dice se perdieron, se esfumaron, con motivo de las fluctuaciones en el mercado de valores. Y la pregunta es: ¿quién tiene esos 40, 50, 30, 60 billones de pesos? ¿Quién los echó a una maleta y alguien los tiene? Pues si se perdieron, pues alguien los encontró, ¿dónde están? Con eso, convertidos a dólares, pues podríamos pagar una buena parte de la deuda. Simplemente no es así, y tampoco es un acto de magia.
Sin entrar a una posición de las cifras, pero suponiendo o afirmando el hecho de que las empresas, vuelvo a insistir en la cifra, inscritas en la bolsa mexicana de valores; la totalidad de las acciones fueran esos 70 billones, que convertidos a dólares, como se quiera hacer la cuenta en pesos o en dólares, pueden ser 30, 35 billones americanos.
Lo que realmente, vuelvo a insistir, se comerciaba, las transacciones que se hacían en la bolsa, era de sólo el 10%, o sea, esos activos, esos valores que están en las empresas, siguen estando; ese capital de las empresas ahí, pero simplemente se tomó como el valor de todas las empresas que estaban en bolsa y solamente los 7 billones eran los que se estaban comerciando. Esos 7 billones, de pronto, en valor de cotización de mercado, se convirtieron en 2 billones por la variación, partiendo lo máximo siete pasaron a dos, ahí que esa parte que se esfumó ya no es de todos los billones, sino en todo caso, la diferencia entre siete y dos billones, cifras de todos modos muy respetables. Pero ¿qué fue lo que pasó en él? Varias posibilidades: una, que la gente, el inversionista que había metido 100 pesos, esos 100 pesos en octubre podían valer 200, 300, 400, 500, 600, una cifra mucho mayor, dependiendo de cada acción o en promedio de todas las cotizaciones. Eso es lo que ese señor había, con muchas comillas, ganado. Pero si esta persona no vendió, no había vendido, no había realizado su ganancia, tenía en libros una utilidad de 200, 300, 400, la que fue. Este señor cuando ahora el índice baja, a, vamos a decir, al nivel que tenía en enero, o por encima, ese señor no ha perdido, pierde si vende por abajo del costo que le compró, el resto es una cotización, es decir, es variación en la cotización.
En otras palabras, esa pérdida, esa magia de que se perdieron todos esos billones, no corresponde a ninguna realidad. En primer lugar, no estaban en bolsa los 70 billones, sólo estaban siete y de ahí, en valor de cotización, esos siete valen dos.
Quizá dentro de equis tiempo y no estoy haciendo ningún pronóstico, ese dos se vuelva a convertir en siete o en ocho, pero nadie se ha llevado ese dinero en billetes. Conviene subrayar esto, porque si no se queda la impresión de que dónde está todo ese dinero, desapareció o alguien se lo llevó. Esa es explicación.
Usted se pregunta y con razón: México, ¿para qué se está modernizando? Coincidimos todos los que vemos lo que sucede en el mundo, que los países se están modernizando, la mayoría de los países se están modernizando; y usted dice: bueno ¿para qué se está modernizando México con todo lo que esto significa? México se está modernizando precisamente para fortalecer su independencia económica, para hacer cada vez menos dependiente, para ser cada vez un país en donde podamos elevar los niveles de vida de la población, pero no lo podemos hacer con una industria sobreprotegida, con equipos obsoletos, necesitamos modernizar la industria, necesitamos modernizar nuestros esquemas, empezando por el aparato tributario, por el esquema fiscal. Necesitamos modernizar todo eso para fortalecer a nuestro país, fortalecer al Estado, fortalecer el futuro. Estamos ya muy cerca del próximo milenio para eso para que entremos al próximo milenio, como un país moderno, no un país atrasado, no un país de tallercitos o de changarritos, sino de un país moderno, con una agricultura saneada, productiva, eficiente; con una industrial con infraestructura, que podemos generar las divisas que requieren nuestro desarrollo, ¿como? a través de exportaciones. Un país diferente que el país que tenemos, mucho más, para eso nos estamos modernizando.
Nosotros no afirmamos, señor diputado Gascón Mercado, que en materia de deuda la situación este bien; no, esta mejor que como estaba, se avanzó, se dio un avance sustancial pero no es lo que queremos, no es lo que requiere este país y puedo hablar en términos generales; la totalidad de los países deudores, aún no está bien y falta mucho para que esté bien y estamos trabajando con el resto de los deudores para lograr esto. Tenemos estrategias, objetivos, coordinación, básicamente con los países latinoamericanos, hemos constituido el Grupo de los Tres: Argentina, Brasil y México, como los principales países latinoamericanos cuyos jefes de estado próximamente estarán en México y ahí el problema de la deuda va a ser un problema central en esto; tenemos el grupo de los países latinoamericanos, el Consenso de Cartagena, ahí también estamos examinando todos estos problemas, ¿Porqué? porque no estamos conformes con la situación de la deuda de los países, porque
tenemos fórmulas, tenemos posibilidades viables de resolver este problema, no afirmamos que la situación esté bien.
En relación a los puntos de vista expresados por algún vocero del sector privado, México es un país plural, es un país que tiene estudiantes, trabaja dores, obreros, empresarios, toda clase de sectores y grupos y afortunadamente tenemos la libertad para cada uno de nosotros, de expresar nuestros puntos de vista, nuestra visión del país. Hoy mismo, en el transcurso de este día, hemos escuchado con interés muchas visiones del país, distintos proyectos de país; nosotros en el gobierno, en el partido que pertenecemos, tenemos un proyecto de país, hay mucha gente que tiene otro proyecto de país, lo respetamos, pero todos tenemos un proyecto mejor a único, la independencia, el progreso, el México mejor; diferimos en algunas concepciones, en el uso de instrumentos, podemos diferir en tiempos, podemos diferir en fórmula, en estructura ideológica, pero no en el deseo común de mejorar el país.
Y estoy seguro, absolutamente seguro, que de este debate de hoy y muchos otros que tenemos todos los días en la libertad y en este país estamos todos cooperando a la construcción de un México mejor. No tenemos la verdad absoluta, nadie la tiene, la verdad va formándose a través del diálogo, del diálogo listo, con la mente abierta para escuchar, para aprender. Con una mente que pueda rechazar los argumentos, no por su origen, sino por su contenido, estamos todos es ese esfuerzo, señor diputado Gascón Mercado. Muchas gracias.
El C. Presidente: -Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Porfirio Camarena Castro, del Partido Revolucionario Institucional.
El C. Porfirio Camarena Castro: - Señor Secretario: A lo largo de esta sesión, muy prolongada por cierto, usted, como lo ha señalado, ha observado los distintos estilos personales, planteamientos, concepciones ideológicas y formas de plantear la apreciación que cada uno de los representantes tiene en esta Cámara del desarrollo económico de nuestro país, y por supuesto de todo ha habido, incluyendo nuestras mejores expresiones histriónicas y hasta recados le han hecho llegar.
Pero, señor Secretario, vamos a seguir debatiendo los temas que tienen que ver con el proceso, la forma, la estrategia de desarrollar nuestro país, y particularmente la forma de financiar este desarrollo.
Para muchos de nosotros, la política económica puede servir, por supuesto, como una atractiva bandera para nuestros ejércitos de proselitismo, para utilizar lo que provenga de las inconformidades de algunos grupos, y en fin, servirá pues para los propósitos políticos que impliquen a veces confusiones desorientación, desubicación y claro, aquí se ha dicho muy bien, y finalmente así debe respetarse y aceptarse, porque todos somos representantes populares, y el pueblo finalmente tiene que hacer su evaluación de los resultados de la política económica, Y en esto quisiera ser muy claro, muy claro, como es el origen del sector del que provengo, el de los trabajadores.
Gracias a que la política económica de los gobiernos de la Revolución ha conseguido establecer todo un sistema, todo un gran aparato de instrumentos, de acciones y sobre todo de instituciones y programas que han producido indudablemente grandes beneficios para la población, es que a pesar de las dificultades y complejidades de la crisis, el que todavía la mayoría de los mexicanos estemos seguros de que existen indudablemente posibilidades y oportunidades y optimistamente lo señalamos, posibilidades de llevar adelante y a buen destino los resultado del esfuerzo de todos los mexicanos.
Y lo decimos con esta responsabilidad, licenciado Petriccioli, porque los trabajadores desde hace ya muchos años hemos venido planteando posibilidades de alternativa al desarrollo nacional, y le cito muy concretamente que, a partir de 1968 la CTM y el Congreso del Trabajo dieron una clara orientación de por dónde queríamos el desarrollo del país, y desde esa fecha señalamos que el desarrollo del país, diera o debió haberse financiado, con una estrategia que permitiera, primero, sustentar ese financiamiento en la movilización de los recursos internos del país, que por supuesto, en segundo orden, debiéramos buscar los apoyos del ingreso que proviene del aparato de producción y servicios del Estado, y en consecuencia, fortalecíamos totalmente el apoyo del Estado como rector de la economía y, que en tercer orden, debiéramos acudir al endeudamiento externo. Y por supuesto, de una manera complementaría, al desarrollo de la inversión extranjera.
Ahora estamos justamente en estas condiciones, el financiamiento que es de hecho el tema de esta sesión, financiamiento del desarrollo del país, lo estamos haciendo justamente así, como en 1968 lo planteó el movimiento obrero y el Congreso del Trabajo.
Forzadamente por supuesto, forzados por las circunstancias económicas internacionales, ahora hemos dejado de acudir al endeudamiento externo y tenemos la obligación de movilizar, de una o de otra manera los recursos internos del país, y por ello las preocupaciones indudablemente que vienen a la discusión de esta asamblea, de ¿por dónde tenemos que movilizar, a quién tenemos que movilizar, en qué sectores y a quién tenemos que acudir para buscar un financiamiento que permita el desarrollo indudablemente equitativo y justo?
Por eso, el movimiento obrero ha señalado con claridad que deben ser propósitos básicos dentro de este financiamiento del desarrollo, el de la realización de una auténtica política fiscal, que vía una reforma, auténtica también, cree opciones que permitan al Estado de la Revolución, ejercer una auténtica rectoría sobre los procesos económicos; afiance su soberanía nacional y, por supuesto, impacte precios, salarios, ingresos, utilidades y una diversidad de variables instrumentos que por lo demás, son importantes para inducir la recuperación económica y alentar las expectativas de nuestro desarrollo.
Queremos y lo hemos señalado y lo reiteramos ahora, que la política fiscal del régimen, se convierta en un elemento redistribuidor de la riqueza, redistribuidor del ingreso, porque queremos que éste sea la base de un Estado cuyo consenso mayoritario lo obligue a materializar los propósitos de bienestar popular que emergen del movimiento de 1910.
Así es como el sector obrero se ha pronunciado por esta reforma fiscal, y por eso seguimos insistiendo en las grandes posibilidades que existen en el país, de implementar medidas de carácter revolucionario, que no solamente permitan al Estado fortalecer su autonomía y su capacidad de orientar el desarrollo, y lo más importante, que permitan traducir, en condiciones de bienestar para los grandes grupos, los esfuerzos de este desarrollo.
Por eso, no nos apartamos de una línea congruente no solamente con los esfuerzos que realiza el gobierno de la República, porque nosotros sí creemos que ha habido congruencia, que ha habido firmeza, que ha habido decisión, que ha habido una serie de valores que aquí se han adjetivado en distinta forma, pero que, finalmente, permiten asegurar que ningún gobierno de la Revolución se ha propuesto perjudicar al pueblo o se ha propuesto deteriorar de una manera directa las condiciones de vida de las grandes mayorías.
Las condiciones económicas han sido adversas en distintos tiempos y ahora aún más, pero eso no puede cancelar nuestro espíritu de lucha y nuestro esfuerzo para seguir combatiendo todas aquellas deficiencias que impiden este proceso de desarrollo equitativo y justo.
Por eso insistimos en que la instrumentación de la política económica debe estar orientada precisamente a combatir esos vicios y desviaciones de la estructura económica. Combatir la especulación, por supuesto que hay que combatirla sea ésta en el mercado bursátil o en los bienes y servicios o en el del régimen cambiario de nuestra moneda.
Tenemos que actuar indudablemente por un sentido patriótico y de justicia, porque así lo demandan las mayorías del país y sabemos que eso ocurre cuando se diseña la política económica y año a año la debatimos aquí y la mayoría representada en eta Cámara aprueba las orientaciones de la política económica. Y por eso pensamos que en este caso, de nueva cuenta, tratando la orientación de esta política económica, vale la insistencia y valen las coincidencias también que tengamos con muchos de los compañeros, como válidas son también las profundas diferencias de que aquí se hablaba, porque en algunos casos, con algunos de los pronunciamientos, ni siquiera en coincidencia de proyectos y de proyectos nacionales menos, porque no alcanzan esa categoría.
Pero para los trabajadores, señor licenciado, nos preocupa la defensa de la económica popular, la defensa del ingreso, las modificaciones estructurales que debe tener nuestra economía, la lucha y el combate a la concentración de la riqueza y a todos aquellos vicios y desviaciones de nuestra estructura, que indudablemente cancelan, limitan o postergan las expectativas de este desarrollo que buscan los trabajadores.
Por ello, y concretando, señor licenciado, quisiéramos que de alguna manera, por supuesto, con la concreción que ya la altura de este debate reclama, nos pueda usted hacer algunos señalamientos respecto a estas formas concretas de hacer la defensa de la economía popular y, particularmente, la forma como la orientación de la política que ustedes nos ha venido a presentar, se orienta en defensa de los salarios reales, de los ingresos de los trabajadores y de las condiciones de su bienestar. Muchas gracias.
El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Muchas gracias, señor diputado: Permítame iniciar mis comentarios con el señalamiento de algunos hechos relacionados con el tema fundamental de la protección del salario, de los ingresos de los trabajadores.
En la política que se plantea para 1988, un propósito esencial es mantener el poder de comprar de los trabajadores; pero además, estamos presentando a esta soberanía propuestas para apoyar las condiciones de vida del sector de trabajadores.
Primero, reconocemos dos problemas en lo que se refiere a la participación de utilidades a los trabajadores establecida por nuestras leyes. Uno, el rezago en el análisis y el dictamen de las inconformidades del sector obrero. Hemos establecido una mecánica a propuesta del Congreso del Trabajo, para poder desahogar este rezago que hay en la decisión o definición de las observaciones o inconformidades que se han planteado.
Primero desahogar el rezago y al mismo tiempo establecer una mecánica que permita en un corto período, llegar a una decisión o dictamen en torno a la procedencia o no de estas inconformidades.
Este sistema es injusto en tanto que si no se desahogan rápidamente estas inconformidades, se corre el riesgo de que sólo la inflación misma, en el supuesto, en los casos que sean procedentes, el monto que reciben los trabajadores , en términos reales, ya sea menor. Tenemos juntos que atacar este problema importante.
El segundo, es eximir del pago del impuesto sobre la renta en una proporción importante, estos ingresos que reciben los trabajadores en el reparto de utilidades, con un tratamiento mucho más favorable.
También se está planteando a esta soberanía, propuestas para disminuir la carga fiscal en los ingresos de los trabajadores, cuando éstos deriven de ingresos por horas extras, primas vacacionales, ingresos de la jornada dominical, etcétera.
Estamos eliminando también el IVA en las operaciones que realicen los trabajadores con Fonacot.
Estamos reduciendo la carga fiscal, en general a los trabajadores, de dos a cinco veces salario mínimo en 48%. El costo de estas medidas es del orden de 800 mil millones de pesos; pero consideramos que es indispensable mejorar las condiciones de vida de este sector mexicano, patriota; de este sector muy importante de nuestra economía, en estricta justicia.
En general, la política fiscal ha estado encaminada a disminuir la carga fiscal del impuesto sobre la renta en el factor trabajo y elevarla en el factor capital. La carga fiscal, como porcentaje del producto interno bruto, en 1985 era de 1.4%, en 1987 la disminuimos a 1.3% y estamos planteando para 1988, en el paquete fiscal, una disminución adicional, en relación al producto de la carga fiscal, para el factor trabajo.
Dentro del terreno tributario, estamos haciendo el máximo esfuerzo por apoyar el ingreso real y los beneficios del trabajo del sector obrero.
Coincidimos totalmente, señor diputado Porfirio Camarena, con la necesidad que han presentado los trabajadores de movilizar los recursos internos. Por las razones que usted ha explicado con toda claridad, las dificultades internacionales etcétera,en el presente y en el futuro tenemos que tener una mayor capacidad para movilizar nuestros propios recursos en beneficio de la producción nacional.
Esta es la tesis central en los programas de financiamiento al desarrollo que estamos planteando en la Secretaría de Hacienda.
Por lo que hace a esta secretaría, nosotros tenemos dos instrumentos básicos para impulsar esta movilización de recursos internos: uno, el financiamiento para el desarrollo a través de la banca múltiple de las sociedades nacionales de crédito para atender las necesidades de la producción en todo el país, ése es el primer instrumento que trataremos que sea cada vez más eficaz en la promoción de la inversión y por lo tanto de empleos; ahí es donde tenemos una capacidad para movilizar recursos internos por el lado financiero.
El segundo gran instrumento, es el de la política fiscal, si no adelantamos, avanzamos, perfeccionamos, ajustamos nuestros esquema financiero, no podemos desarrollar y movilizar estos recursos en beneficio de las grandes mayorías.
Esto lo tenemos que hacer para darle mayor autonomía financiera al país, para darle mayor autonomía financiera al Estado, al gobierno federal, al sector público; pero también para beneficiar más directamente a los sectores obreros, campesinos, populares, a través de esa movilización nacional de recursos.
Ciertamente hemos pasado y estamos pasando por tiempos difíciles, pero creo que es un hecho que en estos cinco años México gobernó a la crisis, la crisis no nos gobernó, la crisis no nos deshizo, la crisis no nos destruyó, la crisis no nos desalentó, la crisis más importante, el impacto más grande que ha tenido el México moderno los tuvimos en esta administración, se mantuvo prácticamente intacta en una primera
etapa la planta productiva y el empleo, a pesar de la violencia de la crisis se pudo mantener el país caminando, tuvimos problemas, naturalmente, tuvimos limitaciones como nunca habíamos tenido de recursos, pero se pudo hacer frente con los escasos recursos a la atención de los problemas centrales.
Se hizo mucho más, se avanzó más en el campo social, en el campo de la inversión física, en la inversión real, en el campo de la tensión en medio de la crisis.
Ahora, después de haber gobernado, manejado a la crisis, entramos a una nueva etapa en donde tenemos, como lo sugiere el diputado Porfirio Camarena Castro, que movilizar todas las fuerzas, el ahorro, la inversión, la capacidad humana, los recursos naturales, nuestra capacidad de negociación con el exterior en todos los terrenos, tenemos que movilizar juntos los mexicanos el gran potencial que tenemos.
Ciertamente en el mundo existe inseguridad, incertidumbre, cambios violentos, pero también es cierto que existen junto a esos riesgos, existen oportunidades para el país, oportunidades dentro del país y oportunidades, si sabemos aprovechar las coyunturas que nos ofrece la situación internacional.
Tenemos que enfrentar retos serios, retos muy importantes, tenemos que hacerlo con serenidad, con objetividad, desde luego, con patriotismo, tenemos una gran capacidad en este país, tenemos tamaño del país, recursos naturales, instituciones que han probado su fortaleza al mismo tiempo que su flexibilidad, tenemos un pueblo empeñoso. Hemos insisto, gobernado la crisis, no nos destruyó la crisis, no nos gobernó la crisis. Ahora estamos en otra etapa, ya los indicadores están mostrando signos de recuperación, ya tenemos una relación favorable a México en sus relaciones con el exterior, el sector externo; tenemos que aprovechar estas circunstancias para poder seguir avanzando.
Un problema es exceso de pesimismo, agobio, cansancio; es, encono social, es falta de diálogo, es confundir en ocasiones fines con medios. Ojalá que pudiéramos tener todos los recursos que requieren todos y cada uno de los programas, de las ideas que se han expresado aquí o que se expresan en la sociedad. No es posible, tenemos que seguir jerarquizando, dando prioridades, tenemos que avanzar en muchos, muchos terrenos; tenemos que mantener con firmeza el trabajo para poder movilizar todo ese potencial que tenemos en nuestro país.
A todos ustedes, gracias por su presencia, por su permanencia hasta estas horas. Estoy cierto que hoy aprendimos algo de todos. Muchas gracias. (Aplausos.)
PALABRAS DE LA PRESIDENCIA
El C. Presidente: - Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: Afirmamos que es de la mayor trascendencia para la vida política de la República, la revisión, el estudio y, en su caso, la aprobación de las leyes.
La Cámara en el ámbito que le es propio, se empeña en cumplir con fidelidad sus atribuciones con amplia participación política de las distintas ideologías que conviven en ella, con el propósito de que todo lo que aquí se discuta y apruebe, propicie el desarrollo de la vida social, atendiendo a los superiores intereses de México. Pero si ésta es una tarea fundamental que la Cámara desempeña con responsabilidad y con una amplia participación democrática, el estudio y discusión de la legislación de ingresos, la estructura impositiva y, posteriormente el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, producen una preocupación mayor y un interés sobresaliente que hoy ha quedado aquí de manifiesto.
Por eso justamente el Constituyente en los artículos constitucionales relativos, precisó con el mayor poder jerárquico normativo de nuestra vida institucional, el procedimiento para que estas iniciativas se presenten a la Cámara y la obligatoriedad a los responsables de las secretarías correspondientes, para comparecer a exponer las motivaciones, los fundamentos y las razones que están sustentando estas iniciativas.
Las intervenciones de los señores diputados de los ocho partidos políticos nacionales, han dejado constancia del manifiesto interés y preocupación por analizar estos temas, tal vez con distintas ópticas, pero unidas todas en el interés común por ofrecer al país los mejores instrumentos para garantizar el bienestar colectivo.
La iniciativa que usted hoy ha comentado para el ejercicio fiscal de 1988, seguramente que motivará amplia discusión y debates vehementes en el seno de la Cámara, como corresponde a la importancia del tema en la vida económica y política del país.
Motivará profundas reflexiones y un análisis mejor informado no sólo de los pormenores de la iniciativa, sino también del contexto económico nacional e internacional en que ésta se da.
Por eso su comparecencia, que se da en el ejercicio de la facultad constitucional que corresponde a esta Cámara, dentro de un régimen de separación y colaboración de poderes, tiene un amplio significado porque permitirá ahora un análisis con mayor conocimiento de los propósitos que animan a la iniciativa y de los objetivos que se persiguen.
Su información y amplios comentarios, corresponden al interés demostrado en las participaciones de los señores diputados.
La mesa directiva, por todo ello, le expresa por conducto de la presidencia, su reconocimiento por su comparecencia, por los comentarios y explicaciones de la iniciativa, que enriquecerán sin duda el amplio debate que esta Cámara, en su oportunidad, habrá de dar. Muchas gracias.
Se ruega a la comisión designada acompañar al señor Secretario cuando desee retirarse de este recinto.
(La comisión cumple su cometido.)
A los ciudadanos diputados se les ruega permanecer en el recinto hasta concluir el orden del día.
ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR
El C. Presidente: - Se ruega a la secretaría proceda a dar lectura al acta de la sesión anterior.
La C. secretaria Patricia Villanueva Abrajam:
«Acta de la sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Tercera Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día 17 de noviembre de mil novecientos ochenta y siete.
Presidencia del C. César Augusto Santiago Ramírez
En la ciudad de México, a las once horas con veinte minutos, del martes diecisiete de noviembre de mil novecientos ochenta y siete, con asistencia de doscientos sesenta y siete diputados, la presidencia declara abierta la sesión.
Se dio lectura al orden del día y al acta de la sesión anterior llevada a cabo el día viernes 13, misma que sin discusión se aprueba.
La secretaría da cuenta con una invitación del Departamento del Distrito Federal al acto cívico del LXXVII Aniversario luctuoso de Aquiles Serdán, el 19 de noviembre. La presidencia designa para asistir a este acto, a los diputados Carlos Palafox Vázquez, Melquiades Morales Flores y Heriberto Morales Arroyo.
La misma secretaría informa que el Banco de México envió el informe que corresponde al movimiento diario que durante el tercer trimestre de 1987 tuvieron el financiamiento interno del Banco de México y la Cuenta General de la Tesorería de la Federación, mismo que se turna a las comisiones de Hacienda y Crédito Público y de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública, a las que también se envía el informe sobre la situación económica y las finanzas públicas correspondiente al tercer trimestre del ejercicio fiscal de 1987.
El presidente informó que las iniciativas sobre Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 1988, Ley de Ingresos del Departamento del Distrito Federal para el ejercicio fiscal de 1988, Ley que establece, reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones fiscales, Decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley de Hacienda y del Departamento del Distrito Federal, Presupuesto de Egresos del Departamento del Distrito Federal para el ejercicio fiscal de 1988, Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 1988, así como los Criterios Generales de Política Económica, informe sobre el uso de la facultad en materia arancelaria que confiere al Ejecutivo Federal el artículo 131 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, informe sobre la moneda de 500 pesos, informe del Control de Cambios, informe sobre la Operación de las Sociedades Nacionales de Crédito correspondiente a 1987, están impresas y se distribuyen entre los señores diputados, por lo que se les dispensa la lectura y fueron turnadas a las comisiones.
Acto seguido la secretaría da cuenta de los siguientes oficios:
De la Secretaría de Gobernación por el que se solicita el permiso constitucional necesario para que la C. Rita Contreras Calleja preste sus servicios en la Embajada de la República Popular de Hungría en México. Se turnó a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
De la Secretaría de Gobernación por el que se solicita permiso constitucional para que presten sus servicios los CC. José Salazar López, Aurora Guadalupe Castellanos Dávila, María Isabel Gutiérrez de Díaz y Manuel Gómez Millán, en la Embajada de la República Islámica de Pakistán,
en México. Se turnó a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
Del Senado de la República por el que remite minuta proyecto de decreto que reforma la fracción X del artículo ochenta y nueve de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Se turnó a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
La presidencia informa que para presentar iniciativas se inscribieron los diputados Héctor Hugo Varela, Nabor Camacho Nava, Ubaldo Mendoza y María de la Luz Gama Santillán; para proposiciones, los diputados Carlos Arturo Acosta González, Beatriz Gallardo, Carlos Barrera Auld, Ricardo García Cervantes, Jorge Alcocer Villanueva y Nabor Camacho Nava; para presentar denuncias el diputado Hildebrando Gaytán Márquez; para celebrar diversas efemérides, los diputados Melquiades Morales Flores, Alejandro Cañedo Benítez, Vicente Calvo Vázquez, Nabor Camacho Nava, Antonio Monsiváis Ramírez, Magdaleno Yáñez y Justino Delgado.
Hace uso de la palabra el diputado Héctor Hugo Varela, que presenta iniciativa sobre reformas a los artículos 404, 406, 409, 412 fracción II, 414, 415 y 419 - bis de la Ley Federal del Trabajo. Se turna a la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
Hace uso de la palabra el diputado Nabor Camacho Nava, para presentar proyecto de decreto sobre mejoras al salario y a las prestaciones del trabajador. Se turna a la Comisión de Trabajo y Previsión Social. Continúa en el uso de la palabra y presenta iniciativa sobre proceso electoral que se celebrará el primer miércoles de julio de 1988. Se turna a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
Hace uso de la palabra el diputado Ubaldo Mendoza Ortiz para presentar iniciativa que reforma y adiciona la Ley Federal de Vehículos. Se turna a la Comisión de Comunicaciones y Transportes.
Hace uso de la palabra la diputada María de la Luz Gama Santillán para presentar iniciativa sobre la Ley que modifica la fracción II del artículo 171 del Código Federal Electoral. Se turna a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
La asamblea dispensa de primera lectura el dictamen que reforma la Ley Federal del Trabajo, y del dictamen que reforma el artículo 29 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del apartado B, del artículo 123 constitucional, y adiciona el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo.
Se da lectura a los dictámenes de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales por el que se concede permiso a la C. Alicia Philippe Ponce para prestar sus servicios en la Embajada de la República de Ecuador, en México.
A los CC. Guillermina Hernández Montes y Jorge Estrada Ortiz, para prestar servicios en la Embajada de la República de Bolivia, en México y a las CC. Adriana Guadalupe Cárdenas Campos y María Elena Tatay Visairo para prestar servicios en los consulados de Estados Unidos de América, en Guadalajara, Jalisco y en Tijuana, Baja California.
Se dispensa la lectura de dictamen de Ley sobre Metrología y Normalización. Se abre el registro de oradores para discusión en los general. Habla el diputado Lorenzo Serrano Gutiérrez para razonar el voto. Para hablar en pro, hace uso de la palabra la diputada Gabriela Guerrero Oliveros y manifiesta estar de acuerdo con la iniciativa presentada.
Para cumplir con lo que establece el artículo 97 del Reglamento para el Gobierno Interno del Congreso de la Unión, el presidente hace el registro de los artículos impugnados, y acto seguido en votación nominal se aprueba en lo general la ley y los artículos no impugnados por 242 votos en pro y cinco en contra.
El diputado Héctor Pérez Plazola hace consideraciones. Se acepta la discusión de la totalidad del Capítulo V del Título II; el diputado Oswaldo Harris Muñoz hace consideraciones en contra y presenta propuestas en nombre del Partido Mexicano Socialista. El diputado Amín Zarur Menez, hace aclaraciones a la intervención del diputado que le antecedió y solicita se acepte únicamente la modificación al artículo 73. A petición del diputado Cuauhtémoc Amezcua se le concede la palabra a la diputada Gabriela Guerrero, antes de la votación; ésta hace consideraciones y propone cambios y adiciones a los artículos 34, 35, 36, 37, 38. En votación se desechan; se lee la propuesta del diputado Oswaldo Harris Muñoz sobre modificaciones al artículo 37, y en votación económica es aceptada; la modificación a la fracción V del artículo 40 así como la del artículo 41, se desechan. A propuesta del diputado Cuauhtémoc Amezcua se acepta que la votación de los artículos reservados, se haga al final del debate.
En términos del acuerdo de práctica parlamentaria, se declara un receso de una hora.
A las 17:30 horas se reanuda la sesión ordinaria. Se abre registro de oradores para hablar del artículo 58, en contra la diputada Gabriela Guerrero; hace aclaraciones el diputado Alfonso Reyes Medrano, y propone adiciones. El diputado Héctor Pérez Plazola amplía lo discutido. La diputada Gabriela Guerrero Oliveros, propone que se agregue en el artículo 37, al Instituto Politécnico Nacional, como integrante del Consejo Nacional de Metrología; en votación económica se acepta la propuesta de la diputada. En votación económica se aceptan las proposiciones a los artículos 58, fracción II, presentadas por el diputado Alfonso Reyes Medrano Se declaran suficientemente discutidos los artículos 58 y 60. Se abre el registro de oradores para los artículos 61, 63, 69 y 73, reservados. La diputada Gabriela Guerrero propone una adición al artículo 61 y solicita tratar también el 69, se le concede y se propone reformar el segundo párrafo del mismo. El diputado Héctor Pérez Plazola propone reformas al artículo 73 para que su interpretación sea más clara. El diputado Lorenzo Serrano Gutiérrez propone reformar el artículo 73. El diputado Miguel Romero Sánchez, propone reformar el artículo 63. Se desechan las modificaciones propuestas por la diputada Gabriela Guerrero; las propuestas del diputado Miguel Romero Sánchez respecto al artículo 63, son aceptadas; son desechadas las propuestas presentadas por el diputado Héctor Pérez Plazola al artículo 73; del diputado Lorenzo Serrano al artículo 73; de la diputada Gabriela Guerrero al artículo 69. Se declaran suficientemente discutidos los artículos tratados. Se abre registro de oradores: la diputada Gabriela Guerrero propone modificar el artículo 89, en relación con el 69, que se desecha. El artículo 89 se considera suficientemente discutido. Registro de oradores para el artículo 110. El diputado Héctor Pérez Plazola hace consideraciones y solicita se incluya una reforma al artículo segundo transitorio. El diputado Arturo Ruiz Morales propone modificaciones al artículo 110, y la presidencia solicita que la secretaría pregunte si se acepta la modificación presentada por el diputado Héctor Pérez Plazola al artículo 110, la cual es aceptada. Se consulta a la asamblea sobre la propuesta del diputado Arturo Ruiz Morales al artículo 110, fracción I, la cual es aceptada. Respecto a la presentada por el diputado Héctor Pérez Plazola sobre el artículo segundo transitorio, la asamblea, en votación económica la desecha. Se consideran suficientemente discutidos los artículos 110 y el segundo transitorio. Se pone a votación los artículos 33, 34, 35, 36, 38, 39, 40, 41, 42, 61, 69, 89 y el segundo transitorio en sus términos; por 240 votos en pro y 17 en contra son aprobados. En relación al artículo 73 en sus términos, es aprobado por 220 en pro y 36 en contra; se aprueban luego los artículos 37, 58, 60, 63 y 110 con las modificaciones aceptadas, por 250 en pro y siete en contra, quedando aprobado en lo general y en lo particular el proyecto de ley sobre Metrología y Normalización, pasa al Senado para los efectos constitucionales.
Se aprueban dictámenes de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales en que se concede permiso para prestar sus servicios en la Embajada de la Gran Bretaña en México, a los CC. Guillermo Romero Ibarrola y María del Carmen García Plata de Rocha, y pasan al Senado de la República.
Da lectura la secretaría a un acuerdo que envían los coordinadores de las fracciones parlamentarias en el que se establece el procedimiento para la reunión informativa que sostendrán las comisiones del Departamento del Distrito Federal, de Hacienda y Crédito Público y de Programación y Presupuesto y Cuenta Pública, con el ciudadano Jefe del Departamento del Distrito Federal. El diputado Jorge Alcocer Villanueva hace uso de la palabra para hechos y establece precisiones sobre el acuerdo. Pregunta el diputado Juan de Dios Castro Lozano si firmó el PMS; la secretaría informa que ha quedado registrada la firma del PMS. En votación económica se aprueba.
El diputado Jorge Alcocer Villanueva propone un punto de acuerdo para que se solicite a Ferrocarriles Nacionales de México la información referente al alquiler que hizo del tren de pasajeros "Agua leguas" al sindicato ferrocarrilero, tren que usa el candidato presidencial del PRI. La diputada Consuelo Botello habla para hechos; hace consideraciones y alude a las condiciones en que se usa dicho tren.
Los diputados José Luis Díaz Moll, Arturo Ruiz Morales, Jorge Alcocer, María de la Luz Gama Santillán, Pablo Alvarez Padilla, Magdaleno Yáñez, Héctor Pérez Plazola y Genaro José Piñeiro, intervienen para hechos; Pablo Pascual Moncayo, en pro; Santiago Oñate Laborde en contra; para hechos Jorge Alcocer Villanueva y Juan de Dios Castro, quien hace una proposición para que la Secretaría de Comunicaciones proporcione a la Comisión de Comunicaciones de esta Cámara las bases bajo las cuales se proporcionó, por parte de Ferrocarriles Nacionales de México, bienes de la nación al Partido Revolucionario Institucional para la campaña de su candidato. El diputado Arturo Ruiz Morales interpreta al respecto. Se pone a consideración la proposición del diputado Jorge Alcocer y es desechada. La proposición del diputado Juan de Dios Castro es también desechada.
Presenta una proposición el diputado Alfonso Aguirre Ramos para que se inscriba con letras de oro en la Cámara de Diputados, el nombre de Leandro Valle. Se acepta a discusión y se turna a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
Presenta una proposición el diputado Ricardo García Cervantes para que una comisión de la Cámara de Diputados investigue hechos delictuosos electorales en el estado de Coahuila. El diputado Ignacio Ramos Espinoza, estima que el problema compete a las autoridades judiciales del estado y propone se respete la soberanía del Poder Público. El diputado Juan de Dios Castro Lozano hace consideraciones sobre otros sucesos pasados. En votación se desecha la proposición.
El diputado José Piñeiro López propone punto de acuerdo para que se instruya a la Comisión del Distrito Federal, y para que se realice una reunión de trabajo antes de la comparecencia del Regente del Distrito Federal, en la que respondan a las preguntas de los miembros de la comisión, los CC. Secretario de Protección y Vialidad del Distrito Federal y el responsable de Desarrollo Urbano y Ecología. Es desechada.
El diputado José Luis Díaz Moll Propone punto de acuerdo para que se turne la denuncia sobre las instalaciones de la Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional, dependiente de la Secretaría de Gobernación, a la Comisión de Derechos Humanos para que ésta a su vez nombre una comisión pluripartidista. El diputado Jorge Montúfar Araujo condiciona la aceptación siempre y cuando se remita a la Comisión de Información, Gestoría y Quejas, y ésta a su vez informe. El diputado Juan de Dios Castro Lozano hace una aclaración. En votación es aceptado el punto de acuerdo; el diputado Ricardo García Cervantes hace una aclaración. Se turna la proposición a la Comisión de Información, Gestoría y Quejas.
Hace uso de la palabra el diputado Lorenzo Serrano y denuncia sucesos en el municipio de Taxco, Guerrero y en el municipio de Sultepec, con relación a la pobreza y marginación en que viven sus habitantes, y propone sea turnada a las comisiones de Asentamientos Humanos, Ecología y a la de Gestoría y Quejas. Se acepta y se turna a la Comisión de Asentamientos Humanos.
El diputado Hildebrando Gaytán Márquez presenta un informe sobre dos importantes conferencias internacionales de las fuerzas de la Paz, en Buenos Aires, Argentina: la Conferencia Internacional sobre el Atlántico Sur y la Reunión de los Movimientos de Paz de las Naciones del Grupo de los Seis; solicita a la presidencia se incluya este informe en el Diario de los Debates. El presidente ordena que así se haga.
El diputado Melquiades Morales Flores hace mención al 18 de noviembre de 1910, fecha en que estalla la revolución social de México en Puebla. El diputado Nabor Camacho Nava, hace mención de la familia Serdán que se unió y tuvo como compañeros de lucha a obreros textiles tlaxcaltecas. El diputado Antonio Monsiváis Ramírez, hace remembranzas de don Ponciano Arriaga sobre su vida y participación en la historia de México. El diputado Hildebrando Gaytán Márquez, recuerda a la asamblea que se cumplen setenta y siete años de la Revolución Mexicana. El diputado Justino Delgado Caloca, presenta iniciativa para que se inscriba en los muros del recinto de la Cámara, con letras de oro, el nombre del patriota Ricardo Flores Magón. Es aceptada a discusión y se turna a comisiones. El diputado Magdaleno Yáñez Hernández hace remembranzas de la Revolución Mexicana.
Agotados los asuntos en cartera, se da lectura al orden del día de la próxima sesión.
A las veintiuna cuarenta y cinco horas se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el próximo jueves 19 de noviembre a las diez horas, en la que comparecerá el C. licenciado Gustavo Petriccioli Iturbide, Secretario de Hacienda y Crédito Público.»
La C. Secretaria Yrene Ramos Dávila:
Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada, señor presidente.
INVITACIONES
El C. secretario Eliseo Rangel Gaspar:
«Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos.
El gobierno de la República invita a usted a la ceremonia cívica conmemorativa del LXXVII Aniversario del inicio de la Revolución Mexicana que con asistencia del C. licenciado Miguel de la Madrid Hurtado, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, tendrá lugar el próximo viernes 20 del actual, a las 9:30 horas, frente al Monumento a la Revolución en la Plaza de la República.
Ciudad de México, noviembre de 1987.»
El C. Presidente: - Para asistir a este acto, en representación de esta honorable Cámara, se designa a los siguientes ciudadanos diputados: Nicolás Reynés Berezaluce, César Augusto Santiago Ramírez, Juan Maldonado Pereda, Jorge Montúfar Araujo, Samuel Quiroz de la Vega, Alonso Aguirre Ramos, Mario Murillo Morales, Alicia Buitrón Brugada, Margarita Ortega Villa, Jarmila Olmedo de Garcilita, Mario Niebla Alvarez, Fernando Ortiz Arana, Blas Chumacero Sánchez, Arnulfo Javier Villaseñor Saavedra, Salvador Robles Quintero, Javier Vega Camargo, Gonzalo Castellot Madrazo, Armando Lazcano Montoya, Gonzalo Altamirano Dimas, Pablo José Pascual Moncayo, Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Jorge Amador Amador, Antonio Monsiváis Ramírez, Pedro José Peñaloza y Reyes Fuentes García.
El mismo C. Secretario:
«Escudo. - Jefe del Departamento del Distrito Federal.
México, D. F., a 11 de noviembre de 1987.
C. diputado licenciado César Augusto Santiago. - Presidente de la H. Cámara de Diputados. - Palacio Legislativo. - Presente.
El Departamento del Distrito Federal, hace a usted una atenta y cordial invitación a la ceremonia cívica conmemorativa del LXV Aniversario luctuoso de Ricardo Flores Magón (1873-1922), el próximo sábado 21 del presente. mismo que se llevará a cabo a las 11:00 horas en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil de Dolores, Delegación Miguel Hidalgo.
Al propio tiempo, me permito solicitarle tenga a bien dictar sus respetables indicaciones, con objeto de que una comisión asista al acto de referencia, con la representación de esa H. Cámara de Diputados que usted dignamente preside.
Reitero a usted con mi reconocimiento, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
Atentamente.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
El Jefe del Departamento del Distrito Federal, Ramón Aguirre Velázquez.»
El C. Presidente: - Para asistir a este acto en representación de esta honorable Cámara, se designa a los siguientes ciudadanos diputados: José Herrera Arango, Agustín Bernal Villanueva, Rodolfo Linares González, Javier Pineda Cerino, Antonio Tenorio Adame, Enrique Gabriel Jiménez Remus, Martín Tavira Urióstegui, Manuel Terrazas Guerrero, Reyes Fuentes García, Beatriz Gallardo Macías y Ricardo Andrés Pascoe Pierce. Continúe la secretaría con los asuntos en cartera.
ORDEN DEL DÍA
La C. secretaria Yrene Ramos Dávila: -Se han agotado los asuntos en cartera. Se va a dar lectura al orden del día de la próxima sesión.
«Cámara de diputados. Tercer Período Ordinario de Sesiones. LIII legislatura.
Orden del día
23 de Noviembre de 1987.
Lectura del acta de la sesión anterior.
Comparecencia del C. doctor Pedro Aspe Armella, Secretario de Programación y Presupuesto.
Y los demás asuntos con los que la secretaría dé cuenta.»
El C. Presidente (a las 23:45 horas): - Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el próximo lunes 23 de noviembre a las 10:00 horas, en la que comparecerá el C. doctor Pedro Aspe Armella, Secretario de Programación y Presupuesto.
TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y DIARIO DE LOS DEBATES