Legislatura LIV - Año III - Período Ordinario - Fecha 19910710 - Número de Diario 23

(L54A3P1oN023F19910710.xml)Núm. Diario:23

ENCABEZADO

LIV LEGISLATURA

PODER LEGISLATIVO FEDERAL

DIARIO de los DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de segunda clase en la Administración de Correos, el 21 de septiembre de 1921

PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

Diputado Sami David David

RECINTO LEGISLATIVO

CENTRO MEDICO NACIONAL

DIRECTOR DEL DIARIO DE LOS DEBATES

Héctor de Antuñano y Lora

AÑO III México D.F., miércoles 10 de julio de 1991 No. 23

SEGUNDO PERÍODO ORDINARIO

SUMARIO

ASISTENCIA

La secretaría informa que hay quórum.

SE ABRE LA SESIÓN

ORDEN DEL DÍA

Se da lectura.

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

Sin discusión se aprueba.

COMISIONES DE CORTESÍA

Para participar de la clausura de los trabajos correspondientes al Tercer Período Ordinario de Sesiones del Tercer Año de Ejercicio de la LIV Legislatura.

SOBRE EL PERÍODO ORDINARIO QUE FINALIZA

Toman la palabra los diputados:

Rubén Venadero Valenzuela

Roberto Jaramillo Flores

Juan Jaime Hernández

Alfredo Reyes Contreras

Ignacio Castillo Mena

Abel Carlos Vicencio Tovar

Socorro Díaz Palacios

SOBRE LA CLAUSURA DE TRABAJOS EN EL SENADO

Toma la palabra el senador Héctor Mayagoitia Domínguez.

CLAUSURA

Palabras del Presidente diputado Sami David David

ACTA DE LA PRESENTE SESIÓN

Sin discusión se aprueba. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL DIPUTADO

VICTOR MANUEL CARRETO FERNÁNDEZ DE LARA

(Asistencia de trescientos cincuenta y dos diputados)

ASISTENCIA

El secretario diputado Juan Manuel Verdugo Rosas: - Señor Presidente, hay una asistencia de 352 diputados. Hay quórum.

El Presidente: ( a las 11.50 horas): - Señores diputados, se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

El secretario diputado Juan Manuel Verdugo Rosas:

«Segundo Período Ordinario de Sesiones.- Tercer Año.- LIV Legislatura.

Orden del día.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Comisiones de cortesía.

Intervención de los coordinadores de las fracciones parlamentarias que integran la Cámara de Diputados.

Declaratoria de clausura de labores de la honorable Cámara de Diputados del Segundo Período Ordinario de Sesiones del Tercer Año de Ejercicio.»

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

El secretario diputado Juan Manuel Verdugo Rosas:

«Acta de la sesión de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el día nueve de julio de mil novecientos noventa y uno, correspondiente al Segundo Período de Sesiones Ordinarias del Tercer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Cuarta Legislatura.

Presidencia de la diputada Margarita Gómez Juárez.

En la ciudad de México, Distrito Federal, siendo las doce horas del día nueve de julio de mil novecientos noventa y uno, con una asistencia de doscientos setenta y cuatro diputados, la Presidencia declara abierta la sesión.

Presidencia del diputado Víctor Manuel Carreto Fernández de Lara.

La secretaría da lectura al orden del día y posteriormente al acta de la sesión anterior, misma que sin discusión se aprueba en sus términos en votación económica.

Se da cuenta con las solicitudes de licencia de los diputados Benigno Gil de los Santos y Fernando Córdoba Lobo. La asamblea las considera de urgente resolución, se les dispensan todos los trámites y en votación económica se aprueban los puntos de acuerdo respectivos.

Se da lectura a una comunicación de la Cámara de Senadores, por la que informa los nombres de los senadores que fueron electos para integrar la Comisión Permanente del Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Cuarta Legislatura . De enterado.

Hace uso de la palabra la diputada Guadalupe Rodríguez Carrera, del Partido Acción Nacional, quien presenta iniciativa de reformas y adiciones a la Ley Federal de Educación. Se turna a la comisión correspondiente.

El Presidente concede el uso de la palabra al diputado Ramiro Pedroza Torres, del Partido Acción Nacional, quien presenta iniciativa de reformas a la Ley de Cámaras de Comercio e Industria. Se turna a la Comisión de Comercio.

Sube a la tribuna el diputado Mario Cuervo Hermosillo, del Partido Acción Nacional, quien presenta iniciativa de reformas al artículo sesenta y nueve de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Se turna a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.

Para presentar iniciativa de reformas al Código Civil para el Distrito Federal en materia de Fuero Común y para toda la República en materia de Fuero Federal, y al Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, hace uso de la palabra el diputado Julián Angulo Góngora. Se turna a la Comisión de Justicia.

Se concede el uso de la palabra al diputado Jaime Fernández Sánchez, del Partido Acción Nacional, quien presenta iniciativa de reformas al artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Se turna a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.

También del Partido Acción Nacional, hace uso de la palabra el diputado Sergio Rueda Montoya, quien presenta iniciativa de reformas al Código de Comercio. Se turna a la comisión correspondiente.

El Presidente concede el uso de la palabra al diputado Vicente Luis Coca Alvarez, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, quien presenta iniciativa de reformas a la Ley Federal de Pesca y de Ley de Fomento y Protección a la Juventud. Se turna a las comisiones de Pesca y de Seguridad Social, respectivamente.

En virtud de que el dictamen de la Comisión de Educación Pública, con proyecto de decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Federal de Derechos de Autor, fue impreso y distribuido entre los diputados, la asamblea dispensa la segunda lectura.

Hace uso de la palabra para fundamentarlo, el diputado Onofre Hernández Rivera, del Partido Revolucionario Institucional y para razonar su voto el diputado Jesús Sánchez Ochoa, del Partido Acción Nacional.

Suficientemente discutido en lo general, la secretaría recoge la votación nominal del dictamen y de los artículos no impugnados, misma que resulta aprobatoria por trescientos dieciséis votos.

Para discutir el artículo cuarto, hace uso de la palabra el diputado Ernesto Jiménez Mendoza, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, en contra y en pro, el diputado Alberto Assad Ávila, del Partido Revolucionario Institucional.

Suficientemente discutido, se recoge la votación nominal respectiva misma que resulta aprobatoria por doscientos ochenta y cuatro votos. Pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Por instrucciones de la Presidencia se lleva a cabo la elección de diputados para integrar la Comisión Permanente y por trescientos nueve votos, resultan electos los diputados Augusto Gómez Villanueva, José Murat, Pedro Alberto Salazar Muciño, Rosario Guerra Díaz, Cuauhtémoc Anda Gutiérrez, Victor Hugo Celaya Celaya, Carlos Javier Vega Memije, Napoleón Cantú Cerna, Américo Flores Nava, Abel Vicencio Tovar, Miguel Hernández Labastida, Fernando Antonio Lozano Gracia, Juan Antonio García Villa, Ignacio Castillo Mena, Juan Guerra Ochoa, Jesús Luján Gutiérrez, Juan Jaime Hernández, Roberto Jaramillo Flores y Rubén Venadero Valenzuela, con sus respectivos diputados sustitutos.

En votación económica se aprueba la proposición de la Gran Comisión designando a los miembros de la Comisión Instaladora de la Quincuagésima Quinta Legislatura de la Cámara de Diputados.

Presidencia de la diputada Margarita Gómez Juárez.

A nombre de la Comisión de Relaciones Exteriores, hace uso de la palabra el diputado Raúl García Leal, quien a nombre de todos los grupos parlamentarios presenta un punto de acuerdo relativo a la cumbre de presidentes latinoamericanos.

Se da cuenta con una proposición de la Gran Comisión que modifica la integración de comisiones y comités de la Cámara de Diputados. En votación económica se aprueba.

Para referirse y hacer proposiciones respecto al cobro llamado once cuarenta y ocho de la Comisión Federal de Electricidad, hace uso de la palabra los diputados Sóstenes Melgarejo Fraga y Noé Aguilar Tinajero, del Partido Acción Nacional, éste último en pro de la proposición.

En contra, el diputado Alberto Amador Leal, del Partido Revolucionario Institucional, y para rectificar hechos respecto del mismo asunto, los diputados Astolfo Vicencio Tovar, del Partido Acción Nacional; José del Carmen Enríquez Rosado, del Partido de la Revolución Democrática; Sóstenes Melgarejo Fraga, del Partido Acción Nacional; Alberto Amador Leal, del Partido Revolucionario Institucional y Manuel Ponce González, del Partido Acción Nacional.

Suficientemente discutido el punto de acuerdo, se recoge la votación nominal a solicitud del diputado Vicencio Tovar, misma que resulta reprobatoria por noventa y ocho votos en pro y ciento setenta en contra. Se desecha la proposición.

Para hacer una proposición respecto de las medidas de seguridad para observar el eclipse solar, hace uso de la palabra el diputado Ismael Yáñez Centeno, del Partido de la revolución Democrática, quien presenta un punto de acuerdo firmado por representantes de todos los grupos parlamentarios. Se turna a la Comisión de Salubridad.

Por instrucciones de la Presidencia, la secretaría da lectura a un dictamen de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, por el que se desecha la iniciativa del Partido de la Revolución Democrática que adiciona con dos artículos transitorios la Ley del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

Para prestar a nombre del Partido de la Revolución Democrática un voto particular, hace uso de la palabra el diputado Juan Nicasio Guerra Ochoa.

Presidencia del diputado Víctor Manuel Carreto Fernández de Lara.

La asamblea considera el asunto de urgente resolución, se le dispensa la segunda lectura y se somete a discusión de inmediato.

Para expresar sus opiniones respecto del dictamen, se concede el uso de la palabra a los diputados Ciro Mayén Mayén, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Javier López Moreno, del Partido Revolucionario Institucional, en pro y contesta a una interpelación de la diputada Luisa María Calderón;

Presidencia del diputado Sami David David.

Continúan en el debate los diputados Jesús Ortega Martínez, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Javier López Moreno, para contestar alusiones personales e interpelaciones de los diputados Ávalos Lemus, Ruíz López y Guerra Ochoa; Rodolfo Duarte Rivas, del Partido Revolucionario Institucional, en pro; Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática, en contra y acepta una interpelación del diputado Melo Torres; Ricardo Monreal Ávila, del partido Revolucionario Institucional, en pro; Israel Galán Baños, del Partido del Trabajo, en contra, acepta una interpelación del diputado Alfredo Pliego Aldana; Carlos Navarrete Ruíz, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Aquiles López Sosa, del Partido Revolucionario Institucional, en pro y contesta a una interpelación del diputado Enríquez Rosado; Jesús Ortega Martínez, para contestar alusiones personales y Aquiles López Sosa quien solicita que se dé lectura a un oficio del Registro Federal de Electores.

Para expresar sus opiniones respecto del mismo dictamen, se concede el uso de la palabra a los diputados David Ramírez Márquez, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, quien es interrumpido por una moción de orden del diputado Eloy García, misma que hace suya la Presidencia; Francisco Melo Torres, para rectificar hechos, y en contra, los diputados Gerardo Ávalos Lemus e Ignacio Castillo Mena, ambos del Partido de la Revolución Democrática.

Continúan debatiendo sobre el mismo asunto, los diputados Federico Ruíz López, del Partido Acción Nacional, en contra; Manuel Marcué Pardiñas, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Ulises Lara López, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Carlos Vega Memije, del Partido Revolucionario Institucional, en pro; Bernardo Bátiz Vázquez, del Partido Acción Nacional, en contra; Ciro Mayén Mayén, del Partido de la Revolución Democrática, para rectificar hechos; Miguel Quiroz Pérez, del Partido Revolucionario Institucional, en pro y Miguel Aroche Parra, del Partido de la Revolución Democrática, para rectificar hechos.

La asamblea considera suficientemente discutido el dictamen y por instrucciones de la Presidencia, la secretaría recoge la votación nominal respectiva, misma que aprueba el dictamen por doscientos catorce votos.

Presidencia del diputado Víctor Manuel Carreto Fernández de Lara.

Para referirse a posibles ilícitos de funcionarios del Banco Pesquero y Portuario y a la actuación de la Procuraduría General de la República al respecto, hace uso de la palabra el diputado Astolfo Vicencio Tovar, del Partido Acción Nacional, quien propone un punto de acuerdo al respecto.

A nombre de la Comisión de Justicia, hace uso de la palabra el diputado Napoleón Cantú Cerna, del Partido Revolucionario Institucional, quien informa de las acciones que ha tomado el Procurador General de Justicia.

Para rectificar hechos al respecto, hace uso de la palabra el diputado Astolfo Vicencio Tovar, del Partido Acción Nacional. Se turna a la Comisión de Justicia y a la de vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda.

Para presentar una proposición con el objetivo de extender la veda del borrego cimarrón, hace uso de la palabra los diputados Prisciliano Melendres Barrios, del Partido Acción Nacional y Blas Vergara Aguilar, del Partido Revolucionario Institucional. Se hace una excitativa a la Comisión de Ecología y Medio Ambiente.

Se concede el uso de la palabra al diputado Elías Freig Delgado, del Partido Revolucionario Institucional, quien presenta un punto de acuerdo respecto a los problemas de violencia que se sufren en la frontera norte.

Sube a la tribuna la diputada Rosalía Ramírez de Ortega, para presentar una proposición respecto a hechos que según su dicho vulneran la autonomía de la Cámara de Diputados.

Desde sus respectivas curules, hacen aclaraciones los diputados Juan Medrano Castillo, Ramírez de Ortega, López y Rivas y el mismo Presidente, quien concede el uso de la palabra a los diputados Fernando Córdoba Lobo, del Partido Revolucionario Institucional, a nombre de la Comisión de Cultura y, para rectificar hechos, los diputados Rosalía Ramírez de Ortega, del Partido Acción Nacional; Gilberto López y Rivas, del Partido de la Revolución Democrática y nuevamente la diputada Ramírez de Ortega.

Para referirse a los que llamó ilícitos electorales en el estado de Tamaulipas, hace uso de la palabra el diputado David Ramírez Márquez, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, y para expresar sus opiniones respecto del mismo asunto, los diputados Jaime Rodríguez Inurrigarro, del Partido Revolucionario Institucional; Horacio Treviño Valdés, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana; Jaime Rodríguez Inurrigarro, del Partido Revolucionario Institucional y Lorenzo Treviño Valdés, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana. Se turna la documentación aportada a la Comisión de Información, Gestoría y Quejas.

Presidencia del diputado Víctor Manuel Carreto Fernández de Lara.

Para expresar sus opiniones respecto de las elecciones en el estado de Nuevo León, hace uso de la palabra los diputados Alejandro Díaz Pérez Duarte, del Partido Acción Nacional; Leopoldo Salinas Gaytán, del mismo partido; Miguel Aroche Parra, del Partido de la Revolución Democrática; Yolanda García de Vargas, del Partido Revolucionario Institucional; Alejandro Díaz Pérez Duarte, del Partido Acción Nacional, para rectificar hechos y, también en el mismo sentido, los diputados José Luege Tamargo, del Partido Acción Nacional; Jorge del Rincón Bernal, del Partido Acción Nacional y Leonor Sarre de Guerrero, del mismo partido.

La secretaría da cuenta con una invitación de la Cámara de Senadores a la sesión solemne en la que se impondrá la Medalla Belisario Domínguez. Se nombra comisión para representar a la Cámara de Diputados en dicho acto.

En razón de lo avanzado de la hora, los diputados Gerardo Ávalos Lemus, del Partido de la Revolución Democrática; Espiridión Sánchez López y Gerardo Arellano Aguilar, solicitan que los textos de sus intervenciones, se incluyan en el Diario de los Debates, lo que así ordena la Presidencia.

Agotados los asuntos en cartera, y no habiendo nadie más que haga uso de la palabra, la secretaría da lectura al orden del día de la próxima sesión y el Presidente clausura la de hoy a las dos horas con cinco minutos del día diez de julio de mil novecientos noventa y uno, citando para la que tendrá lugar hoy mismo a las nueve horas.»

El secretario diputado Francisco Melo Torres:- Está a consideración el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, se pregunta a la asamblea si se aprueba.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo levantando la mano... Gracias... Aprobada, señor Presidente.

Presidencia del diputado Sami David David

COMISIONES DE CORTESÍA

El Presidente: - La mesa directiva, con fundamento en el artículo 11 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, para participar que la honorable Cámara de Diputados cerró su Tercer Período Ordinario de Sesiones del Tercer Año de Ejercicio de la LIV Legislatura, designa a los siguientes diputados.

Al Presidente de la República:

Diputados: Socorro Díaz Palacios, Sami David David, Eugenio Ortíz Walls, Sóstenes Melgarejo, Juan José Hernández, Rafael Aguilar Talamantes, Mario Galicia Vargas, Francisco Sánchez Rodríguez, Carlos Rubén Calderón Cecilio, Eduwiges Vega Padilla, Claudia Esqueda Llanes, Juana González Ortíz, Jaime Rodríguez Inurrigarro, María Elena Martínez Carranza, Oscar Navarro Gárate, Fructuoso López Cárdenas, Guadalupe Gómez Maganda, Fernando López Valenzuela y Juan Manuel Verdugo Rosas.

A la honorable Suprema Corte de Justicia:

Julián Ibargüengoytia Cabral, Bernardo Bátiz Vázquez, Juan José Hernández Trejo, Octavio Moreno Toscano, Antonio Gutiérrez Martínez, Ernesto Jiménez Mendoza, Juan Manuel Rodríguez González, Marcos Carlos Cruz Martínez, Marina Blanco Casco, Eraclio Soberanis Sosa, Miguel Martínez Castro, José Luis Alfonso Sampayo, Mercedes Erdmann Baltazar, Javier Gaeta Vázquez, Julián Murillo Navarro, Saturnino Solano Pérez, Jorge Cejudo Díaz, Luis Antonio Muñoz Mosqueda y Sofía Valencia Abundis.

A la honorable Cámara de Senadores:

Graciela Patricia Gómez de Ibarra, Astolfo Vicencio Tovar, José Luis Luege Tamargo, Jorge Martínez Almaraz, Luis Méndez Castillo, Juan Santiago Arana Díaz, Armando Duarte Móller, Israel Félix Galán Baños, Martha Patricia Rivera Pérez, Francisco Salas Hernández, Ramón Alejo Valdés, Adolfo Barrientos Parra, Guillermo Garza Luna, César Ricardo Naumann Escobar, María del Carmen Moreno de Almanza, Gustavo Moreno Ramos, Sergio Francisco Reguero Alarcón y Gerardo Arellano Aguilar.

SOBRE EL PERÍODO

ORDINARIO QUE FINALIZA

El Presidente: - Dentro del siguiente punto del orden del día, han solicitado el uso de la palabra los siguientes diputados: Rubén Venadero Valenzuela, del Partido del Trabajo; Roberto Jaramillo Flores, del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional; Juan Jaime Hernández, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana; Alfredo Reyes Contreras, del Partido Popular Socialista; Abel Vicencio Tovar, del Partido Acción Nacional, y Socorro Díaz Palacios, del Partido Revolucionario Institucional.

Tiene el uso de la palabra el diputado Rubén Venadero Valenzuela, del Partido del Trabajo.

Esta Presidencia ruega a todos los presentes, compañeras y compañeros diputados, guardar el orden y poner atención al orador.

El diputado Rubén Venadero Valenzuela:

- Con su permiso, señor Presidente; Presidenta de la Gran Comisión de la Honorable Cámara de Diputados, Socorro Díaz Palacios; compañeras y compañeros diputados: Es un honor para mí hablar en nombre de mis compañeros de fracción del Partido del Trabajo. Hacerlo frente a ustedes, quienes juntos integramos una Legislatura que constituye un eslabón más en la continuidad histórica de esta soberanía popular y también una Legislatura, compañeros diputados, que por la época que le tocó vivir constituye, sin duda, una de las Cámaras más intensas y dinámicas de la historia parlamentaria posrevolucionaria.

Los diputados que constituyen esta LIV Legislatura pugnamos, en la medida de nuestras limitaciones, por darle voz a la gente como nosotros, que discute los grandes problemas de la nación en la plaza pública, en la calle, en la escuela, en la familia y en las organizaciones sociales.

Posiblemente en esta Cámara pudieron escucharse los sentimientos, las preocupaciones y las demandas populares con una nitidez y fuerza poco usuales en otros periodos legislativos. Por ello, la resonancia de sus debates e incluso de las actitudes de los legisladores que integramos este Congreso, conmocionaron la conciencia de la nación.

Tal intensidad política solo podía ser resultado de su gran pluralidad; pluralidad que tiene su origen en una movilización ciudadana de carácter electoral, sin parangón en la historia moderna de México. La pluralidad de esta Cámara es, sin duda, uno de los aportes políticos más significativos que hemos contribuido con ello al futuro democrático de nuestro país. Tal contribución, compañeros diputados, es fruto de la lucha y del debate en el que todos participamos.

Compañeros legisladores: sería una falta de respeto a nosotros mismos que el día de hoy, cuando clausuramos los trabajos de un Congreso innovador y progresista en la vida política de México, dejáramos de recordar a quienes junto con nosotros empezamos esta extraordinaria travesía política. Es el caso de nuestros compañeros diputados que por distintas razones fallecieron, pero que son parte indiscutida de esta Legislatura.

Compañeros diputados integrantes de la LIV Legislatura: les solicito que respetuosamente guardemos un minuto de silencio por todos ellos.

(Se guarda un minuto de silencio.)

Y en este momento no puedo dejar pasar mi preocupación por la salud de dos amigos, dos diputados, a los cuales les deseo sinceramente su pronta recuperación. El diputado Alexander Santos, del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y el compañero diputado Fernando Palacios Vela, que espero pronto tengan la salud suficiente para atender con éxito sus tareas de organización campesina.

La diversidad ideológica y política de quienes constituimos esta Cámara, es hija del esfuerzo ciudadano del pueblo de México y también responde al tiempo de la época que hoy pugna por una vida más democrática para los que habitamos este planeta, durante los debates de esta Legislatura se han tocado muchos temas de la mayor importancia, temas que por su complejidad están abiertos a la polémica y a la confrontación con los hechos, quisiera referirme a algunos, que por su naturaleza están profundamente vivos en nuestra conciencia y en nuestra práctica política.

Somos, compañeros diputados, testigos privilegiados del fin de una época y de los albores de otra, somos hijos en lo nacional y en lo internacional de una gran transición histórica, como toda transición, quienes crean que todo ha terminado y que el pasado nada fue o quienes piensen que el futuro se construye en el vacio y sin pasado, se equivocan, sus conclusiones son por lo menos apresuradas.

Los países que durante muchos años fueron conocidos como países socialistas, en realidad eran países que haciendo esfuerzos extraordinarios intentaron desarrollarse en un marco de equidad social, pero con limitaciones políticas e históricas tales que terminaron en sistemas sociales despóticos y que a pesar de sus declaraciones de dominación semejante a las capitalistas, pero eran relaciones vergonzantes.

Hoy cuando casi todo el mundo da por hecho que tales proyectos de sistema social son cosa del pasado y de la premodernidad, sin duda que los acontecimientos que a diario nos enteramos por los modernos medios de comunicación, ocurren en los antiguamente llamados países socialistas, como es el caso de la república, de la antigua República Democrática Alemana, Rumanía, Checoslovaquia, Yugoslavia, para citar algunos, las antiquísimas teorías de la economía de libre mercado en estos países, compañeros diputado, ni antes ni ahora resuelven los problemas de desempleo, de hambre, de miseria, en una palabra de desigualdad social.

El socialismo, compañeros diputados, para los integrantes de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo sigue siendo una aspiración social humana válida pero antes como ahora para hacer tal socialismo se requiere intensamente de la democracia, el otro mal llamado socialismo, el socialismo entre comillas, el socialismo sin democracia merece el lugar que los propios pueblos le han conferido, es pasado y ojalá esté enterrado.

En lo nacional, compañeros diputados, nos ha tocado debatir confrontarnos, sobre problemas de la más álgida importancia para el perfil del país que queremos, para el fin de siglo y para el perfil de país que queremos para el próximo siglo. Aquí hemos discutido temas que han puesto en cuestión las viejas relaciones políticas y que han planteado nuevos proyectos sociales, económicos y políticos.

Nos ha tocado a esta Cámara confrontarnos sobre el tema de la privatización bancaria ahora, como en su momento, reafirmamos nuestra convicción de que es justo y necesario exigir eficiencia en las empresas de interés público o de interés estratégico. Pero ahora ya con muchos elementos en la mano, con elementos en la conciencia de la nación podemos afirmar que quienes pretenden que los problemas del país se resuelven pasando a plantear como modelo el de la privatización sin más, se equivocan, la privatización bancaria hoy está poniendo en peligro de nuevo los intereses de la nación, porque seguramente los que ya son y serán los nuevos dueños de los bancos, son quienes más han especulado con nuestra propia soberanía nacional. A quienes nos preocupa la fortaleza de nuestra soberanía, pensamos que darle los bancos a quienes son los dueños de las casas de bolsa, es dar y dejar en manos de Lutero a la Iglesia, es dejar en manos de quienes han debilitado la soberanía nacional, es dejarle en sus manos las propiedades de la Nación.

En este sentido, ayer como ahora, decimos que: eficiencia no es sinónimo de privatización. Pero también, ayer como ahora, en manos del sector público, del privado también decimos: los bancos no son entidades en abstracto.

Nos interesa la situación de quienes trabajan y laboran, Ayer como ahora, exigimos derechos plenos para los trabajadores bancarios.

Ayer se esgrimía el pretexto de que eran empresas de interés público para limitar sus derechos sindicales; ahora se esgrime el planteamiento exactamente contrario. Por eso, ayer como ahora, en nombre de mis compañeros de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo, planteamos la necesidad de tener de que estos trabajadores mexicanos cuenten con derechos plenos.

Asistimos también a una discusión histórica. Asistimos a un hecho que también sus resultados son evidentes: el de la privatización de Teléfonos de México.

También hay dogmáticos como lo hay en la izquierda. Seguramente estos dogmáticos de derecha están revisando ya sus tesis, si son consecuentes con sus críticas a los dogmáticos de izquierda. Porque Teléfonos de México, y su privatización, para el pueblo de México, compañeros diputados, lo único que ha significado no es más eficiencia sino más ineficiencia, pero eso sí, más ganancias para sus dueños. (Aplausos).

Hemos asistido en lo internacional y en lo nacional a la discusión sobre si el futuro de las economías es que estén abiertos o no. En lo internacional queremos señalar lo siguiente, compañeros

diputados: creemos que en esta Cámara se ha discutido parcialmente el tema, y por su complejidad no podíamos esperar otra cosa. ¿Por qué decimos nosotros que se ha discutido parcialmente el tema? Porque yo creo, compañeros diputados, que sólo los que han visto la historia, ciegos y cerrados, pueden desconocer que si los países socialistas se cerraron no fue solo por su propia voluntad, sino fue porque del otro lado se practicó una política de guerra fría que los aisló de la comunidad internacional.

Entonces, ¡bienvenidas las economías abiertas! Pero la historia es clara: la cerrazón de esos países y su aislamiento no sólo dependió de su propia voluntad, sino de la práctica política de los países, y específicamente de los gobiernos imperialistas de Europa y Norteamérica.

Cuando se habla en lo nacional de la necesidad de que la economía mexicana se abra, para nosotros es un asunto constitucional.

Para empezar, también decimos que aquí se ha exagerado los términos del debate. La economía mexicana nunca ha sido cerrada; el proyecto constitucional de México nunca ha sido cerrado. El proyecto constitucional de México siempre ha admitido la inversión extranjera. Pero el proyecto constitucional de México se ha preocupado por que esta inversión extranjera fuera complementaria al desarrollo nacional.

Puede ser, compañeros diputados, lo admitimos, que ahora se requiere mayor competencia para traer el capital extranjero, que se necesitan hacer modificaciones a nuestros reglamentos o incluso a las leyes nacionales. Pero lo que nos preocupa, es que en este extremismo de la idea de que México hay que abrirlo como si esto nunca hubiera sido, primero rechazamos ese extremismo y después decimos, hay que abrirlo respetando el texto Constitucional.

Queremos una nación, hay que regular la inversión extranjera. Queremos una nación, hay que atraer el capital, pero también hay que pensar que ese capital se ha invertido en beneficio de nuestro propio país con las administraciones que ello mismo implica.

Compañeros diputados: también nos tocó asistir a un debate de la mayor importancia: el problema de la nueva legislación electoral. Este seguramente será el signo de la época. Los diputados que hoy estamos aquí llegamos demandando una reforma más amplia; los diputados que estamos aquí debatimos y luchamos por una reforma política más amplia; los diputados que estamos aquí deseamos aunar un régimen electoral, donde sea el voto ciudadano quien decida en los gobernantes.

Nosotros como miembros de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo, no hemos quitado en absoluto el dedo del renglón. Nosotros, compañeros diputados, hoy insistimos en que la mayor garantía para la estabilidad política de México es un juego electoral limpio, transparente y objetivo, es el resultado y el respeto al voto ciudadano. Pensamos que con todas las limitaciones que ha habido, que con todas las polémicas que hemos tenido en la Cámara y fuera de la Cámara, compañeros diputados, sin lugar a duda, y de eso estoy convencido, una legislación electoral y el respeto a una práctica electoral democrática, será siempre el resultado del esfuerzo ciudadano de construir partidos fuertes, de hacer trabajo ciudadano en el pueblo, de polemizar abajo y con la gente, de hacer que el voto ciudadano sea respetado en la propia raíz. Para esto necesitamos, y esto consideramos que es el punto nodal, compañeros diputados, aceptar que somos hijos de la transición y como tales consecuentes con la voluntad de un país más democrático.

Por todo esto, para nosotros compañeros, el balance de este honorable Congreso es que juntos, con el debate, con la polémica, aprendimos a construir un México más tolerante, un México más plural y un México más democrático.

El Presidente: - Esta Presidencia concede el uso de la palabra al diputado Roberto Jaramillo Flores, del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, haciendo asimismo un respetuoso exhorto a que mantengamos el tiempo de 15 minutos con que fuimos determinados para hacer uso de esta tribuna.

El diputado Roberto Jaramillo Flores: - Señor Presidente; compañera Socorro Díaz Palacios; compañeras diputadas; compañeros diputados: La LIV Legislatura de la Cámara de Diputados se ha desarrollado en un marco político inédito en la historia parlamentaria reciente de nuestro país. La actual Legislatura no sólo ha sido la que registra la mayor presencia de las fuerzas políticas del país, sino también la que ha recuperado paulatinamente el espacio parlamentario para analizar y debatir los grandes problemas nacionales.

Esta recuperación de la actividad parlamentaria, del debate profundo y muchas veces áspero de los diputados de los diversos partidos políticos, es sin duda uno de los resultados más prometedores de la contienda electoral de 1988. Después de esta experiencia la acción legislativa encontrará en la

pluralidad, la tolerancia, el respeto a las posiciones diferentes y el debate apasionado y racional, los parámetros de evaluación más adecuados.

En la actual Legislatura la novedad de su funcionamiento no radicó únicamente en su composición por la gran presencia de la oposición, lo que le dio vitalidad y flexibilidad, sino también en el quehacer específicamente legislativo.

La insurgencia electoral de 1988 fue la respuesta de la población a dos crisis entrelazadas: la crisis económica, manifiesta en la disminución de la producción, la especulación financiera y bursátil, el retraimiento de la inversión privada y pública, la caída de la producción agraria y sobre todo el empobrecimiento absoluto de la mayoría de la población; y la crisis política, patente en la incapacidad gubernamental de ofrecer alternativas democráticas y viables a los justos reclamos de los trabajadores campesinos y...

El Presidente: - Permítame diputado Jaramillo, ruego a los integrantes de esta asamblea respetuosamente guardar el orden y silencio y poner atención al orador.

El diputado Roberto Jaramillo Flores: - El enlace de la crisis económica y la crisis política fue el impulso para que una gran parte de los ciudadanos votara por las opciones políticas opositoras al régimen y al partido oficial. Sería ingenuo suponer por otra parte, que el actual proceso electoral continuara con el mismo comportamiento mostrado al de 1988; de julio de 1988 a agosto de 1991, se ha modificado cualitativamente el espacio social y político, nacional e internacional.

Las condiciones son distintas, tanto en sus referencias económicas como en las políticas; sin embargo, a nuestro parecer lo sucedido en 1988 no puede considerarse como un pasado ignoto, como un acontecimiento aislado, por el contrario, mostró la posibilidad del tránsito pacífico a una democracia más real; pensamos que después de esta experiencia amarga en ocasiones pero siempre apasionada de la LIV Legislatura, a nadie, repetimos, a nadie conviene regresar a formas adocenadas y restringidas de vida parlamentaria. Hoy debía ser claro para todos pero sobre todo al gobierno y al partido mayoritario, que la política de carro completo y de mayorías calificadas o constitucionales no sólo es ajena a la verdadera representación política, sino también ignorante de las experiencias recientes de sistemas monolíticos. No avanza en la modernidad simulando la democracia sino ejerciéndola. Sería lamentable y sin duda un retroceso en la modernización nacional, a pesar de todas las desregulaciones económicas que se hagan suponer legítima una LV Legislatura que repitiera los esquemas parlamentarios anteriores a ésta. Sabemos que esto es una tentación muy poderosa cuando se intenta modificar profundamente los espacios económicos sobre todo a consecuencia del Tratado de Libre Comercio. Si algo ronda en el ambiente político electoral de estos tiempos, es el fantasma del autoritarismo que facilita las reformas económicas a costa de lo ya ganado en la pluralidad de base y concertación política; es una posibilidad que no debe descartarse pero sin duda sería un error muy costoso, un error puede desaprovechar una oportunidad de avanzar paralela y profundamente en las reformas políticas y económicas, convocando a fuerzas inerciales a sabotearlas una y otra vez.

Pero también un inconveniente en las relaciones internacionales que bien pudiera frenar o volver más difícil la transformación económica. Ya sabemos que cada vez más la imagen internacional y las expectativas políticas definen las decisiones de inversión. El debate del Tratado de Libre Comercio arrojó una lección que es imprescindible, aprender, elecciones limpias, respecto a los derechos laborales y humanos y al medio ambiente, son límites precisos de cualquier negociación nacional e internacional y esta observación no es gratuita, se refiere al contexto en que se mueven las decisiones del gobierno y de alternativas de la oposición.

Lo hemos dicho varias ocasiones, desde las primeras intervenciones de los encargados del gabinete económico, el sector externo es uno de los frentes más delicados para el crecimiento económico sostenido, pero también para el margen de maniobra del gobierno. Si es una buena medida el financiamiento del esquema de crecimiento se funda en el superávit de la cuenta del capital, la vulnerabilidad de la economía y la estrategia gubernamental es evidente. Para conseguir atraer capitales y divisas cada vez más se depende de la voluntad del exterior, no sólo en materia económica sino también política.

La fortaleza para avanzar las reformas económicas y políticas consiste precisamente en hacerlas paralelas en que se apoyen mutuamente. Ni el Tratado de Libre Comercio ni la productividad, ni las reformas al campo tendrán éxito en el sentido de soberanía y bienestar popular si reaparecen las formas arbitrarias con su política y las formas reconcentradoras de la riqueza. Ninguna estrategia sexenal puede eludir la realidad percibida por el pueblo que hoy se resume en demandas de mayor participación democrática, de recuperación del nivel de vida, soberanía nacional y distribución de la riqueza.

Las elecciones de agosto y la representación popular que de ellas resulten, deberán ser consecuentes con los avances democráticos y pluralistas reconocidos en esta Legislatura, pero tendrán a la vez, la responsabilidad de intervenir para afianzar las reformas políticas y económicas, en un sentido que todavía por desgracia, o está ausente o es insuficiente, el bienestar de la población, la irreversibilidad de los procesos y las decisiones democráticas y respeto a la soberanía nacional. Hemos avanzado por la fuerza de los hechos en el cumplimiento del esquema republicano de división de los poderes y autonomía estatal y municipal; sin embargo, todavía encontramos funciones o funcionarios del Poder Ejecutivo y algunos gobernadores, que continúan pensando en el México de un pasado que queremos abandonar, las decisiones desde arriba, la prepotencia de los cargos, el interés de la estabilidad de una burocracia insaciable.

Los acuerdos para la democratización de la vida política nacional, no se reducen a la transparencia y legitimidad de los procesos electorales, a todas luces indispensables, sino que deben atender al cumplimiento efectivo de las bases constitucionales de nuestro régimen político, la soberanía e independencia de los poderes de la Unión, el respeto a las garantías individuales y los derechos sociales de todos los mexicanos.

La estrategia económica ha tenido éxito relativo; incluso podría pensarse que es el inicio de una recuperación sostenida. Así lo muestran varios indicadores macroeconómicos; sin embargo, es necesario resaltar, una y otra vez, que ha sido posible por una gran transferencia de recursos y activos del Estado al capital privado, lo que ha propiciado una reconcentración escandalosa de la riqueza y simétricamente un estancamiento del nivel de vida de la gran mayoría de la población.

Es indispensable que ninguna recuperación económica sostenida tiene sentido, si no se traduce en bienestar inmediato de los trabajadores y campesinos. Hay que advertir las reservas políticas de un estilo de crecimiento, que identifica una salida de la crisis con la concentración de la riqueza, beneficios al capital privado, nacional y extranjero y mantenimiento de bajos ingresos de los grupos mayoritarios de la nación. En este proceso electoral ya se advierte, a nuestro juicio, un desencanto, una indiferencia de los ciudadanos hacia la política; no sólo se muestra en la abstención sino más aún, en el alejamiento de sus intereses en la participación y discusión política.

Parece que la política no es asunto de ciudadanos, sino de cotos políticos cerrados y todo se resuelve en la negociación entre ellos. Se corre el riesgo de que la lucha democrática se distancie de la vida cotidiana de los individuos, sobre todo si no se identifica con un mejoramiento sustantivo de su nivel de vida. Tenemos que pensar qué sentido tendrían las reformas políticas y económicas que nosotros hemos discutido, si en lugar de fortalecer la convivencia y la tolerancia y de mejorar la vida de los ciudadanos, se concentre aún más la riqueza y la represión popular.

Sólo a las oligarquías conviene un esquema de modernización, centrado en la brutal privatización económica y en el neocorporativismo político. Frente a una modernización concentradora y despolitizante, es necesario seguir oponiendo el ideal democrático e igualitario del socialismo. Las ideologías del mercado ocultan, tras su liberalismo, un rostro conocido de autoritarismo e intolerancia. Más que nunca, el socialismo sigue siendo un ideal por el cual hay que luchar.

Amigas diputadas, amigos diputados: al terminar nuestro trabajo en la Cámara, aunque nunca hemos abandonado nuestra labor y nuestra lucha entre el pueblo, todos quizá la reanudemos con mayor vigor. Por nuestra parte, continuaremos luchando por encontrar o hacer realidad nuestros sueños y también alcanzar nuestras muy particulares utopías. Muchas gracias.

El Presidente: - Tiene la palabra el diputado Juan Jaime Hernández, del grupo parlamentario del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

El diputado Juan Jaime Hernández: - Señor Presidente; compañeras diputadas; compañeros diputados: Sic transit gloria legatus, ( Así pasa la gloria de ser diputado). Para la fracción parlamentaria del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, la democracia constitucional a los albores del Siglo XXI se encuentra en una crisis puesto que la Constitución ha sufrido una importante desvalorización funcional y una pérdida de prestigio. A esto se debe la alarmante indiferencia de los ciudadanos destinatarios del poder frente a la Constitución, que a juicio de nuestro partido constituye una actitud que está conduciendo finalmente a una atrofia de la conciencia constitucional.

En nuestros días, no solamente existe una atrofia, en la conciencia constitucional sino una atrofia en la conciencia democrática y en la pérdida del sentido al valor jurídico del Sufragio Efectivo consagrado en la Carta Magna, como consecuencia de las luchas revolucionarias de 1910, sustento de la ideología del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, principio y fin, de la lucha emprendida por nuestro instituto político en

cuanto a guardar la salvaguarda de los principios originales de la Constitución de 1917, de la cual nos hemos constituido en defensores.

En este contexto, la fracción parlamentaria del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, a partir de agosto de 1988, en el colegio electoral, se constituyó en la oposición razonada, esgrimiendo los argumentos veraces y sólidos en contra de aquellos dictámenes cuyo origen constituían un eterno homenaje a la antidemocracia, en los que priva la sinrazón de la justicia.

En esas intervenciones del Partido Auténtico señalamos oportunamente los actos y hechos que originaron violaciones al proceso electoral, solicitamos la nulidad de los mismos, pero también en aquellos dictámenes en los que se traslucía la justicia y la voluntad popular, emitimos nuestro voto favorable.

El 9 de septiembre de 1988 señalamos con precisión nuestra posición en contra del dictamen de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, porque consideramos que los argumentos vertidos por dicha comisión, así como la negación rotunda para abrir los paquetes electorales, establecían de esta manera la duda sobre la legitimidad de la elección presidencial. Y así señalamos, que no solaparíamos ni avalaríamos el contenido de ese dictamen.

En el transcurso de esta Legislatura, en sus periodos ordinarios, extraordinarios y las comisiones permanentes, presentamos innumerables iniciativas, buscando con ello el beneficio ciudadano, entre otras, la de los pensionados y jubilados, la Ley sobre Arrendamientos, las reformas al Código Penal y de Procedimientos Penales en materia de Delitos Sexuales, las que protegen a los menores, nuestra iniciativa de reforma a la Constitución en Materia Electoral y la del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, esto, como muestra de mayor relevancia política.

Denunciamos los actos antijurídicos y de corrupción de altos funcionarios, gobernadores, presidentes municipales, diputados locales, que de una forma o de otra lesionaban gravemente a los ciudadanos, no importando ni su afilación política o credo religioso; lo que nos importó fue lograr la solución a sus problemas.

Nos cabe el honor de informar al término de este último período ordinario, que con la misma fuerza con que iniciamos en el colegio electoral, el número de intervenciones habidas por los diputados integrantes de esta fracción, consistentes en iniciativas, proposiciones, toma de posesiones, declaraciones y denuncias, sin falsa modestia podemos señalar que estadísticamente y porcentualmente logramos ser la primera fracción parlamentaria con presencia en esta Legislatura.

Es evidente que en la lucha emprendida por nuestra fracción en contra de las injusticias inquisitoriales de las leyes fiscales, y ante la enconada cerrazón de la Comisión de Hacienda, presidida en su tiempo por el diputado Cavazos Lerma, realizamos la primera huelga parlamentaria en la historia de México independiente, y obtuvimos el apoyo de estas acciones de las fracciones parlamentarias del Partido Acción Nacional, de la Revolución Democrática y del Popular Socialista. Con ello dimos una muestra a los ciudadanos del país de la responsabilidad de quienes militando en la oposición pensamos y actuamos en favor de todos los mexicanos.

Ante la responsabilidad que por primera vez en la historia de nuestro instituto político el pleno de esta Cámara le encomendó al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana de presidir la Comisión de Artesanías y las secretarías de Ecología y de Asentamiento Humanos y de Justicia.

Dejamos constancia de nuestro esfuerzo al entregar a la ciudadanía, y por unanimidad, la Ley que Fomenta y Protege a las Artesanías, inmersa en la Ley Federal del Fomento a la Microindustria y a las Actividades Artesanales, así como la eficacia de los diputados en el desempeño de las secretarías de las Comisiones de Ecología, Asentamientos Humanos y Justicia.

Debatimos sobre todos los temas y en especial en la gravedad y el daño que puede causar a nuestro país el Tratado de Libre Comercio, y con toda honestidad señalamos que el Ejecutivo de la Nación, con su programa modernizador, basado en una política de claudicación, estaba promoviendo el desmantelamiento de las instituciones que la Revolución Mexicana había edificado para impulsar nuestras fuerzas productivas, corregir las desigualdades y fortalecer la soberanía de nuestras decisiones, pues esta modernidad y este desmantelamiento de la empresa pública y las ilimitadas concesiones de nuestros recursos naturales a la oligarquía nación y a los extranjeros, nos condena al autoritarismo y a la manipulación, pues con ello se abandonaba la búsqueda de la justicia y de la independencia, con lo cual hemos manifestado nuestro total desacuerdo.

El programa Nacional de Solidaridad fue criticado por nuestra fracción parlamentaria, no como una modalidad ni como un principio de oposición por oposición, pues a lo largo de las intervenciones de los integrantes de esta fracción se probó que el referido programa para los mexicanos más empobrecidos,

en situación de extrema necesidad, constituía un medio de manipulación política para que el sistema y el partido en el poder buscará la recuperación de los descalabros de 1988, y también constituía la realización de programas impuestos tanto por los gobiernos de los Estados Unidos de América, como por los usureros del Banco Mundial, como parte esencial para la renegociación de la deuda externa, de tal manera que mientras el Ejecutivo de la Nación ofrece a los mexicanos más empobrecidos, en situación de extrema necesidad panem et circum, por otro lado el Ejecutivo determina el acceso al poder de la tecnoburocracia cuya visión del país coincide con la de los centros financieros internacionales, cuyos actos están dirigidos con el propósito de desnacionalizar la economía e integrarla a una nueva estructura para convertirnos en un país súbdito, en contra de los principios revolucionarios contenidos en nuestra Constitución.

En cuanto al Pacto de Estabilidad y Crecimiento Económico, manifestamos con claridad nuestro desacuerdo, pues como todos los pactos que se han hecho hasta ahora, se mantienen porque los grandes comerciantes y empresarios así lo quieren, pues acrecentan sus ganancias y en contra partida, para los obreros y campesinos se disminuyen notablemente cada día sus ingresos.

Recalcamos nuestro desacuerdo con el gobierno, que sin consultar a la representación nacional, desregula actividades sociales básicas, trasladándola a particulares, como en el caso de la aeronavegación, la petroquímica, las telecomunicaciones, los bancos y la red de abasto popular, que se han venido por la trastienda, sin importar que su control pase a manos extranjeras, y que los señores secretarios, encargados del ramo, se hayan negado sistemáticamente a través de esta soberanía informar al pueblo sobre las razones, el monto, los términos y los destinatarios de las operaciones.

Que se afirme que con el futuro de estas operaciones se sanearán las finanzas públicas, y con los excedentes se atenderán necesidades básicas de la población, esto solo constituye la recolonización y la desintegración del Estado.

En el marco político señalamos con claridad que no hubo avance democrático, y debatimos ampliamente sobre la reforma constitucional en materia electoral; votamos en contra porque constituyó un severo golpe a la democracia. Con la contrarreforma político- electoral, se sigue burlando la voluntad popular en las urnas, y se trata de engañar al ciudadano con un padrón electoral amañado e inconfiable.

Lo más grave de esta contrarreforma es que atenta contra el pluripartidismo, que significa el libre juego democrático de todas las corrientes políticas que influyen en todo el país y que, por ende, tienen un electorado definido.

El sistema se derechiza al pretender construir un bipartidismo al estilo estadounidense; el partido oficial cede, abre requisitos para su nuevo aliado, con el objeto de ganarse al exterior una nueva imagen, aunque persista ratoneramente en su intento de aplastar la voluntad popular.

Atendimos la invitación al diálogo que hizo el Ejecutivo al examen y a la crítica, y estuvimos de acuerdo en la invitación a una concentración, mientras ésta sirva para reorientar el rumbo general del país, y que con seriedad se tomen en cuenta los planteamientos, las críticas, pues de esto resulta la actitud democrática y el respeto a la pluralidad concertada en las decisiones fundamentales del país, y no en debates cerrados y negociaciones entre las cúpulas partidistas.

Hasta hoy el gobierno no ha dado muestras de buscar la concordia nacional, cuando sigue cometiendo los mismos vicios en la preparación de los comicios federales, así como en los procesos electorales que acaban de transcurrir, pues aplica una política excluyente contra la oposición democrática.

El Partido Auténtico de la Revolución Mexicana en su nueva era, se ha pronunciado por la preservación de la vida y la defensa de las garantías constitucionales. Nos pronunciamos en contra de la despenalización del aborto, y en su oportunidad, los diputados de esta fracción, con argumentos eminentemente jurídicos, tanto de las leyes civiles como penales, y apoyados en la Constitución General de la República, demostramos que la modificación del Código Penal, al permitir la realización del aborto, constituye un atentado al derecho, a la vida y a la libertad.

Con respecto criticamos la actitud del honorable Congreso del estado de Chiapas, y con energía salvaguardamos las garantías constitucionales muy a pesar de quienes opinaron lo contrario en esta Cámara.

Dejamos bien claro que el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, respetamos estrictamente la libertad de cultos y libertad de creencias religiosas. Porque sabemos que la inmensa mayoría de los mexicanos profesan la fe católica. Defendemos su derecho constitucional. Pero jamás deberá confundirse esta fe, con las aspiraciones de tipo político del clero. Respetamos el entusiasmo del pueblo de México por la visita de

Juan Pablo II. Y en forma razonada, los parmistas le dimos la bienvenida, porque reconocemos la incansable lucha que en favor de la paz mundial, las naciones endeudadas, los desposeídos y la integración familiar, que realiza el Sumo Pontífice. Pero exigimos los parmistas el estricto cumplimiento de lo señalado por los artículos 3o. 24 y 132 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativos a la educación laica, a la libertad de creencias y a la separación de la Iglesia y el Estado. Pero también asentamos que jamás consentiremos que esta visita se le endosaran motivos políticos. Estuvimos de acuerdo en la decisión tomada por el presidente Salinas, de nombrar un representante personal ante el Papa Juan Pablo II, y a su vez que el jefe de estado Vaticano, hay designado a un representante personal ante el jefe de la nación.

Por otra parte, debemos reconocer la capacidad de nuestro compañero diputado Guillermo Jiménez Morales, que en todo momento logró que los coordinadores de la fracción partidista que componen esta Legislatura, unificaran criterios logrando el debate y la resolución de la problemática que pudo haber desquiciado el sistema repúblicano, puesto que en los últimos momentos se logró la instalación de este Congreso y a lo largo de nuestros trabajos legislativos, se obtuvieron logros y frutos que aunque no nos satisfacen, aceptamos que beneficiaron al país.

En los relevos habidos para que muchos de nuestros compañeros emprendieran batallas electorales en las diversas candidaturas, el diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala solicitó licencia para aspirar a la Asamblea de Representantes. Quiero dejar constancia de su lucha, combatividad y esfuerzo en la unidad y cohesión de nuestra fracción, la cual siguiendo instrucciones de nuestro Presidente nacional, logró que nos significáramos ante propios y extraños, como la oposición combativa bajo el principio de la razón y de la justicia.

Creemos verdaderamente justo también, dejar constancia de nuestro reconocimiento a la Oficialía Mayor del Congreso; a todo el personal de apoyo, a los asesores, a nuestras secretarias, a las edecanes, a los meseros, a los encargados de la seguridad, a los funcionarios, personal de limpieza, telefonistas, recepcionistas, trabajadores y sindicato. Y en fin, a todas las personas que con su concurso, apoyo y buena voluntad, soportaron las largas jornadas de trabajo y lo hicieron eficiente en todas sus instancias; a los medios de información y difusión que en todo tiempo estuvieron pendientes de los acontecimientos que se dieron dentro y fuera de los debates y que mantuvieron informada a la nación, de los avances de la democracia, así como de las trubulencias e impulsos que se dieron dentro del recinto parlamentario y que con sus artículos, comentarios y críticas, nos orientaron a buscar siempre los caminos de la concordia en beneficio del país.

Compañeros diputadas y diputados: hemos convivido durante tres años; realizando debates en los que ha habido coincidencias y disidencias; hemos externado nuestras opiniones y puntos de vista personales, de partido, ideologías y creencias; nos hemos respetado; hemos sido testigos y protagonistas; hemos compartido alegrías y sinsabores; hemos conocido nuestras virtudes y soportado nuestros defectos; hemos conllevado nuestras luchas buscando en ellas la solución de los problemas de quienes representamos, y de mejoramiento de México; hemos asumido nuestra responsabilidad histórica, y a ella nos atenemos. Pero lo más importante es que hemos logrado, apesar de nuestras diferencias políticas, la unidad y la amistad. Por ello, compañeros diputados: At mutos annos vivas. Que sean siempre felices. Gracias.

Presidencia del diputado Sami David David.

El Presidente: - Se concede el uso de la palabra al diputado Alfredo Reyes Contreras, del Partido Popular Socialista.

El diputado Alfredo Reyes Contreras:

- Señor Presidente; señoras y señores diputados: A juicio del Partido Popular Socialista, esta Legislatura tiene importancia histórica porque en su composición se reflejó la más amplia unidad de las fuerzas democráticas de México, y en su integración influyó de manera particular el Frente Democrático Nacional, que logró entre 1987 y 1988, la más amplia y vigorosa movilización popular de que se tenga memoria en el México moderno, en torno a un programa revolucionario, en torno a candidatos y diputados progresistas y revolucionarios.

En la jornada que culminó con la integración de la Cámara de Diputados de esta LIV Legislatura, volvimos a vivir la lección histórica de la unidad del pueblo mexicano que ha tenido en los momentos estelares de su lucha para fortalecer su independencia y reafirmarse en el ámbito internacional, como una nación soberana.

Fue la presencia de los diputados pertenecientes al Frente Democrático Nacional, lo que le dio un

contenido cualitativamente nuevo al Congreso de la Unión, representando a diversos y amplios sectores populares, partidarios de la independencia nacional, de la democracia y del bienestar del pueblo.

Esta Cámara de Diputados, por su composición, por la presencia de representantes de la clase obrera y de otras capas populares, por la presencia de diputados progresistas y revolucionarios y de los partidos democráticos, impidió las reformas contrarrevolucionarias que la derecha ha estado demandando desde siempre a nuestra Carta Magna, y que otra vez una de esas fuerzas reaccionarias por boca de Karol Wojtyla, y en el extranjero, volvió a demandar en presencia del propio titular del Ejecutivo Federal mexicano, en una actitud francamente intervencionista de ese individuo.

Sin exagerar, podríamos afirmar..., señor Presidente: le ruego que tranquilice a los diputados de la derecha.

(Desorden.)

Sin exagerar, podríamos afirmar que el sector democrático de la LIV Legislatura, representó un valladar en contra de aquellas fuerzas que a pretexto de la modernización, impugnan la validez y vigencia de nuestra Carta Magna y en la práctica violando varios de sus preceptos fundamentales y renegando de la historia nacional, han violentado el orden constitucional. Parte de esas fuerzas está representada por el breve grupo neoliberal que subrepticiamente y casi mediante un golpe incruento se apoderó del gobierno nacional en 1982.

(Aplausos.)

Aquí en los debates que sostuvimos, y que ya forman parte de la historia parlamentaria de México, se pudieron identificar claramente dos tendencias fundamentales que se enfrentaron una y otra vez en torno a los asuntos discutidos y que en este momento se vuelven a enfrentar. Por una parte, los partidos del grupo neoliberal, enemigos declarados de la Constitución mexicana, promotores de un proyecto antinacional y antipopular que ha quebrado los pilares fundamentales de la independencia económica de México, que ha profundizado las ligas de dependencia con el exterior y a sumido a grandes masas de mexicanos en la miseria, que es lo único que el pueblo ha recibido como signo de la llamada modernización.

Por otra parte, están los diputados patriotas y revolucionarios, que forman mayoría en esta Cámara de Diputados, partidarios del proyecto nacional revolucionario, con profundas raíces en la historia mexicana, defensores de lo más avanzado y positivo de la Constitución de nuestro país, a la que consideran como un programa y una bandera del pueblo mexicano, para hoy y para el futuro inmediato.

Partidarios del desarrollo económico con independencia. Firmes impulsores de la vida democrática y promotores de múltiples iniciativas orientadas a mejorar sustancialmente el nivel de vida del pueblo.

Por el predominio de diputados con pensamiento y actitudes democráticas, fue posible que en los trabajos de esta Cámara de Diputados varias iniciativas de ley enviadas por el Ejecutivo Federal, sufrieron cambios significativos para eliminar o disminuir efectos negativos que afectaban los intereses populares y los intereses de la nación.

A pesar de la intención declarada del grupo neoliberal y de prácticas que pretenden implantar el bipartidismo en nuestro país, esta Cámara cerró el paso a ese proyecto antidemocrático, a pesar de la contrarreforma constitucional en materia electoral, aprobada por el Partido Revolucionario Institucional y por el Partido Acción Nacional. Y que en los trabajos de esta Legislatura queda como el aspecto más negativo, a lado de la desnacionalización de la banca!

En medio de la ofensiva neoliberal, falsamente modernizante, impulsada por el gobierno federal, aquí se levantaron voces de diputados patriotas en defensa del sector estatal de la economía y en defensa del patrimonio del pueblo mexicano que ha sido virtualmente puesto a remate en condiciones inmejorables para los intereses privados, extranjeros y domésticos, con grave perjuicio para los intereses de la nación y del pueblo.

Tiene un extraordinario valor político el reciente pronunciamiento de esta Cámara de Diputados, para mantener a la industria eléctrica en manos del Estado; rechazando de manera categórica cualquier intento de privatizar al organismo que por mandato constitucional, genera, conduce, transforma, distribuye y abastece le energía eléctrica.

También pasará a la historia parlamentaria de México la contribución de esta Cámara, particularmente la de sus diputados progresistas y revolucionarios que han defendido con firme convicción patriótica la vigencia de los artículos 3o., 24, 27, 123 y 130 de la Constitución mexicana; resultado de grandes y cruentas luchas populares y que hoy es escudo, defensa y programa de nuestro pueblo.

A pesar de los intentos contrarrevolucionarios de la derecha, se mantendrá la escuela pública, se mantendrá el ejido, los derechos de la clase obrera y la no intervención del clero en las cuestiones políticas del país. Decisiones tomadas en su tiempo, con profundo sentido nacional y popular.

A pesar de la lucha intensa que aquí se dio y que vivimos todos los integrantes de la Cámara de Diputados, si miramos objetivamente y en retrospectiva el trabajo realizado, podríamos decir que esta soberanía nacional no ha sido partícipe ni se ha convertido en cómplice del proyecto contrarrevolucionario del grupo neoliberal que gobierna, grupo que a puesto todas sus fuerzas y todos sus recursos en la conformación de una LV Legislatura que le sea dócil para consumar, legislativamente, todas las contrarreformas aplicadas en la administración pública.

Señoras y señores diputados: los trabajos de esta soberanía popular se dieron en medio de cambios drásticos a nivel mundial, muchos de ellos de consecuencias imprevisibles en estos momentos, vivimos una época de convulsiones, estancamientos y retrocesos, pero vendrán tarde o temprano cambios profundos en el desarrollo general de la humanidad, porque su porvenir no puede fincarse en el régimen capitalista que desde su nacimiento ha sido el reino de la explotación, el reino de la injusticia, de la miseria, del hambre y de la muerte.

Nadie, señoras y señores diputados, ni siquiera los enemigos declarados del socialismo pueden negar las conquistas alcanzadas en todos los terrenos de la actividad humana por este régimen que sigue siendo por hoy el único sistema que garantice el desarrollo progresivo de la humanidad.

(Aplausos.)

Hoy es evidente que nos encontramos ante un nuevo reparto de los mercados internacionales, un nuevo reparto de la áreas de dominio, influencia de las grandes potencias capitalistas, todos ustedes saben que en América Latina el imperialismo norteamericano busca afianzar sus cadenas de dominio y con este propósito ha concebido la Iniciativa de la Américas, dentro de la cual juega un papel importante el Tratado de Libre Comercio de Estado Unidos con Canadá y México.

Este hecho ha concentrado el interés de todas las fuerzas económicas y políticas del país por las implicaciones y consecuencias mediatas e inmediatas que acarrearía a nuestra patria, desgraciadamente en los últimos meses de los trabajos de esta Cámara se mantuvo una abierta oposición para que esta soberanía participara activamente en la discusión del Tratado de Libre Comercio. Es evidente que la oposición para que participara la Cámara fue del grupo que gobierna, porque siempre se ha pronunciado y en la práctica ha tomado medidas para lograr la integración de México a la economía norteamericana, en un claro proyecto que atenta contra la independencia de nuestra nación.

El Partido Popular Socialista ha reiterado permanentemente desde esta tribuna y hoy lo reitera una vez más su rechazo al Tratado de Libre Comercio, porque se contrapone a nuestro desarrollo económico independiente, al bienestar de los mexicanos y representa el interés de convertirnos en una colonia de los capitales norteamericanos, frente a este proyecto el Partido Popular Socialista asumiendo su responsabilidad histórica, ha planteado un programa que está a consideración de las fuerzas democráticas del país y de su sector revolucionario para impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas de la nación, promover la verdadera y auténtica integración latinoamericana e impulsar el establecimiento de un nuevo orden económico mundial justo y equitativo.

En relación al desarrollo de las fuerzas productivas, el Partido Popular Socialista ha planteado la necesidad de impulsar el desarrollo tecnológico que nos permita tener tecnología propia y en su caso adaptar, transformar y mejorar la que se pueda conseguir en otros países sin menoscabo de la soberanía nacional.

(Aplausos.)

Para lograrlo se hace indispensable y urgente fortalecer los laboratorios y centros de investigación del sector estatal y crear aquellos que requiere el avance de la ciencia y la técnica a fin de alcanzar la productividad y calidad necesarias, que permita satisfacer las necesidades del mercado interno y participar en el mercado internacional.

La integración latinoamericana requiere eliminar progresivamente las barreras arancelarias y no arancelarias, para promover el libre flujo de mercancías entre los diferentes países de la región, aumentar la transferencia de tecnologías, la infraestructura de comunicaciones y servicios, mantener para cada nación las empresas que son estratégicas para su desarrollo, crear las empresas que impulsen el desarrollo económico de cada nación y nacionalizar las que tienen carácter estratégico; crear grandes empresas industriales y de servicios multinacionales con capital latinoamericano;

ampliar la cooperación científica y cultural entre los países latinoamericanos.

La llamada globalización que promueven los grandes intereses capitalistas no debe transformarse en cambios que conviertan a los países en vías de desarrollo en colonias de los grandes centros de poder económico mundial.

Frente al nuevo reparto de los mercados mundiales y frente a los afanes de dominio económico y político de las potencias capitalistas, se ha reiterado con insistencia, y en esta Cámara de Diputados se dieron varios debates sobre el tema, que debemos mantener la exigencia de un nuevo orden económico internacional, basado en la equidad, la igualdad soberana, la cooperación entre los estados con distintos sistemas económicos y sociales, el progreso económico y social de todos los países, el fenómeno de relaciones económicas y comerciales con equidad y el interés mutuo, y la más amplia cooperación comercial, científica y técnica que robustezca la independencia económica de los países en desarrollo, establezca relaciones económicas más equitativas y promueva el desarrollo social entre las más amplias capas populares.

Esta Cámara de Diputados conoció y discutió problemas que interesan directamente a la comunidad internacional y a toda la humanidad. Fue permanente su actitud con base en la tradición nacional, en la defensa de la soberanía de los pueblos de América Latina y del mundo; fue constante su rechazo a las agresiones militares y permanente su preocupación por el desarme general y completo por la paz mundial.

Por eso, fueron frecuentes en esta representación nacional los acuerdos exigiendo respeto a los principios de no intervención, de autodeterminación, de arreglo pacífico de las controversias y de otros principios que deben tener vigencia en las relaciones internacionales.

Sin duda, los trabajos que realizó esta Cámara en el curso de sus tres años fueron positivos, a pesar del esfuerzo a la intención de ciertas fuerzas bien identificadas, tanto en el seno del gobierno como fuera de él, orientadas a desprestigiar la actividad parlamentaria. Enemigos de la Cámara de Diputados y del Poder Legislativo de México, recurrieron frecuentemente a la falsificación de lo que aquí ocurrió, haciendo a un lado el aporte y la contribución que la representación nacional realizó en momento críticos, evitando la inestabilidad política y consolidando la autoridad de la Cámara frente al Poder Ejecutivo.

Honorable Asamblea: vivimos una época de importantes transformaciones y de cambios muy acelerados en la vida política, económica y social de la mayoría de los pueblos del mundo. El Partido Popular Socialista es partidario de los cambios progresivos, es partidario de los cambios que afianza en nuestra independencia económica, que reafirmen la soberanía nacional, desarrolle la vida democrática y se traduzca en bienestar del pueblo. Hay logros y avances científicos y tecnológicos que pueden y deben utilizarse, aún en las difíciles circunstancias en que vivimos para alcanzar esos objetivos históricos del pueblo mexicano.

Las fuerzas democráticas y el sector revolucionario de México, tiene el deber de hacer su aporte para que la crisis que padecemos y los cambios que se operan a nivel mundial y nacional, nos conduzcan a la realización plena de los objetivos de independencia, democracia y bienestar. La tarea más urgente del momento actual, la tarea inaplazable de todos los mexicanos patriotas y revolucionarios, es aplicar la táctica y estrategia que nos conduzca a retomar y ampliar, en medio de las transformaciones mundiales, el camino popular, nacional, revolucionario, pues constituye un mandato de la brillante historia del pueblo mexicano.

El Partido Popular Socialista asume plenamente su responsabilidad! Muchas gracias. (Aplausos.)

El Presidente: - Se concede el uso de la palabra al diputado Ignacio Castillo Mena, del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática.

El diputado Ignacio Castillo Mena: - Señor Presidente; compañeras y compañeros diputado: Al llegar a su fin el último período de sesiones de la LIV Legislatura, se impone puntualizar los grandes renglones que configuran nuestra actuación política del cumplimiento de la responsabilidad a la representación popular, ya que no es el caso hacer un balance de nuestra participación, pues ello corresponde hacerlo al pueblo, el único titular de la soberanía nacional, en nombre de la que actuamos en esta Cámara...

El Presidente: - Permítame diputado. Esta Presidencia le ruega a todos los presentes guardar orden, silencio y poner atención al orador.

El diputado Ignacio Castillo Mena: - Para el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, que por mérito propio y por trabajo acreditado se desempeñó como vocero

del pueblo mexicano, como la auténtica fuerza de oposición revolucionaria, su actividad comenzó por luchar por impedir las acciones de gobierno conducentes a una política antinacional, antidemocrática, antipopular y contrarrevolucionaria, que define su perfil político. No fue mucho lo que a este respecto se pudo hacer, ante la balanza formada por el gobierno, por su partido oficial y por las alianzas o la complicidad de algunos partidos, bien identificados por el pueblo, que no tuvieron empacho en formar frentes comunes que algunos de sus propios seguidores calificaron de inconvenientes, negativos e inclusive de antinacionales.

Hemos de insistir que esta división radical de las opiniones de los mexicanos, acerca de la estrategia del gobierno, se guíen al actual sexenio, como continuación de esa política antinacional y nefasta del gobierno de Miguel de la Madrid. El grupo parlamentario de nuestro partido, en una actitud congruente con su ideología, estuvo siempre del lado del pueblo, de la democracia y del interés nacional.

En uno de los extremos de esas opiniones divergentes se ubicó el grupo de la tecnocracia, que formando el sector gubernamental, financiero, hacendario y comercial ha logrado imponer como modelo de desarrollo económico para nuestro país, el del crecimiento dependiente, antisoberano y desnacionalizador; el del equipo del gobierno, que conformado con una oligarquía no ha sabido asumir los comentarios supremos de gobernar en beneficio del pueblo y desde ahí se ha aliado a los intereses del capital transnacional para adueñarse del país y explotarlo en su beneficio. Desde esa posición se ahonda en las diferencias socioeconómicas de los mexicanos, se conduce a las clases populares a su completa depauperización, alejándolas de cualquier posibilidad de mejoramiento y de recuperación política social y económica.

Los seguidores de un sistema así concebido y puesto en práctica, son los integrantes de ese pequeño grupo de beneficiarios, los que imitan ciegamente los modelos que no son adecuados para México y por eso debemos rechazarlos.

En el otro de los extremos han dejado al pueblo, al que trabaja con un esfuerzo físico y mental, con su innegable creatividad e inventiva, con su tesón y esfuerzo al pueblo empobrecido también por un efecto de una política económica que lo abandona y que lo margina cada vez más, que encuentra cerrados los caminos de la superación y también los de la existencia decorosa y esperanzadora.

Desde nuestra perspectiva, la política entraña una fundamental responsabilidad de no perder de vista que legislar es una tarea representativa del pueblo mexicano que debe cumplirse en su beneficio, de acuerdo con los supremos empeños de la patria, de su legado histórico, preservando su independencia y la integridad de la soberanía; impone claridad de percepción de lo que a la nación la motiva y le interesa, claridad de pensamiento para elegir los mejores medios en orden a esos superiores fines de servicio.

Con todo ello, la acción política de los individuos y de los grupos que actúen en ese terreno en el actual momento histórico, habrá que medirse y valorarse por la claridad de la visión de la necesidad política de México, por la decisión de intentar sin desmayos, las acciones conducentes al logro de esos objetivos, bien por nuestra historia y por nuestro constitucionalismo, así como por la incorruptible voluntad política de ser leales y formales al Ideario y al Programa. El cometido social del legislador se cumple y se justifica únicamente si no se claudica ni se traiciona al pueblo, si se lucha por las causas populares, ninguna otra forma en nuestro sistema jurídico y político, la continuidad histórica no puede variarse sin que el pueblo lo decida o en su defecto lo demande y lo exija como lo exige ahorita de los gobernantes.

La entrega de las empresas patrimonio de la nación y de sus recursos en manos del capital transnacional y de sus servidores y socios, así como la devolución de la banca desnacionalizada a sus antiguos usufructuarios en un retroceso histórico y un atentado contra el bien de la nación. Así lo reconoce mi partido, así lo entiende el pueblo mexicano.

Ninguna estadística podrá justificar un balance equilibrado, las pérdidas se cargan sobre las espaldas del pueblo y su menguada economía, ninguna política sana se construye ni debe constituirse contra los intereses y el patrimonio de la nación. Una economía en que se favorece a unos pocos a costa del extenuante trabajo de los más como son los campesinos, los obreros, los asalariados, las clases medias, las amas de casa y de los marginados sociales en general, es y tendrá que ser un economía antipopular a más de serlo anti-nacional y sobre todo injusta. Los sueños de la salvación de la patria por virtud y efecto del Tratado que nos impone nuevas ligas y nuevos compromisos que sólo nos perjudican, quedan en eso, en sueños, solución típica de los tecnócratas que llegan al poder y que se identifican como gobernantes sin sensibilidad popular, sin arraigo

histórico, sin sentido de nacionalidad ni de patria, por eso y por otras muchas razones prolijamente expuestas en diversos medio, momentos y circunstancias, en el Partido de la Revolución Democrática nos opusimos y nos seguiremos oponiendo a la firma del Tratado de Libre Comercio que como nos hemos (aplausos) opuesto a diversos e importantes renglones en que se sustenta la política económica y social del régimen.

De excepcional composición de nuestra Legislatura, junto con otros elementos que no conviene olvidar, hicieron que esta LIV Legislatura sea ya una legislatura histórica, ha sido histórica porque por primera vez en su composición se expresa representativamente el mosaico configurativo de nuestra geografía política, porque el partido oficial no tuvo la mayoría acostumbrada para imponer las directrices gubernamentales, porque esa misma composición pluripartidista propició el debate poniendo de relieve ante el país la ideología de los partidos, su fidelidad representativa y popular y su congruencia o falta de ésta al actuar en defensa del pueblo y del interés nacional, porque permitió que le pueblo mismo fuera interpretado y se dejara escuchar por voz de los diputados genuinamente populares del Partido de la Revolución Democrática en la más alta tribuna del país y sus ecos llegarán a muchas partes del mundo denotando su vocación democrática, su ideología liberal y su nacionalismo revolucionario y popular.

Ha sido histórica esta LIV Legislatura porque ha servido de advertencia a los diputados de su olvido de las causas populares como cometido central y de la urgencia de resumir tales responsabilidades, porque ha representado un claro avance en el autoconocimiento de nuestras posibilidades de integrar y hacer operable el sistema de división de poderes, con la dignidad y el decoro que debe corresponder a cada uno de ellos.

También ha sido y seguirá siendo histórico porque ha servido de elementos vivificador de nuestra tarea representativa en lo individual y de dignificación de la Cámara de Diputados en la actual Legislatura. Asimismo, porque sienta un precedente que no debe ser abandonado ya, en el sentido de seguir avanzando en la real independencia del Poder Legislativo frente al Ejecutivo que lo ha subordinado y convertido en una mera instancia aprobadora y formalizadora de las iniciativas presidenciales.

Pensamos que como la Cámara representativa popular, tuvimos la oportunidad de avanzar aun más en el fundamental cumplimiento de nuestra tarea representativa del pueblo mexicano, para dar pasos seguros en el camino de la democracia, mediante nuestra función legislativa. El análisis de las circunstancias que lo impidieron, será tarea que inevitablemente habrá de realizarse cuando las exigencias de los menesteres cotidianos y de las pasiones expresivas de nuestros antagonismos políticos e ideológicos, hayan dejado tiempo a la reflexión autocrítica y a la serena valoración. Por ahora, nos corresponde hablar desde nuestras respectivas posiciones ideológicas, ante el supremo interés de la nación.

Con qué autoridad pueden los voceros de un partido que traiciona y que claudica, presentarse ante el pueblo en demanda de su voto. Solo el desempeño leal justifica y autoriza. Los artificios electoreros no podrán ser más usados para seguir atentando contra el pueblo, contra la independencia, contra la democracia y contra las conquistas de la Revolución. La contrarrevolución en marcha no debe prosperar, no podemos dejar que prospere.

En lo personal y en nombre del grupo parlamentario, los diputados del Partido de la Revolución Democrática hemos reconocido nuestras limitaciones para haber llegado a concretar, con nuestra participación, mejores logros para la nación y su pueblo. Nuestra lucha ha sido sólo un episodio de esa lucha histórica del pueblo mexicano por esa independencia, por su libertad, por su soberanía y por el mejoramiento de sus oportunidades y condiciones generales de existencia, en que se concreta el verdadero engrandecimiento de México.

Seguiremos adelante exigiendo democracia ya, patria para todos. Muchas gracias.

(Aplausos.)

El Presidente: - Se concede el uso de la palabra al diputado Abel Vicencio Tovar, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional.

El diputado Abel Vicencio Tovar: - Señor Presidente; señores diputados: Este último período legislativo, termina cuando se avecina uno de los principales eventos que dan sentido a la vida política: las elecciones. Por este motivo deseo expresar, a nombre del grupo parlamentario del que formo parte, el del Parido Acción Nacional, que la elección no es más para nosotros que la última etapa de un proceso que se inicia con el estudio, conocimiento de la realidad de una patria y termina con la construcción de una nueva patria, a la medida de los ideales que la iluminan.

La política así, creemos nosotros, tiende un puente entre la realidad y el ideal y en medio el estudio, el proselitismo, la convivencia, la existencia.

Las elecciones así son una culminación natural de un proceso y no una agitación estéril ni una competencia o apetencia por los puestos.

Las próximas elecciones tienen una dosis de esperanza, como todo lo ubicado en el futuro de una expectativa para el hombre. Las posiciones están definidas. Una oligarquía que trata de recuperar espacios que los mexicanos le niegan, y estos mexicanos, en su gran mayoría ubicados en los partidos independientes que tratan de construir un Estado moderno, es decir, un Estado donde el pueblo esté organizado y sea dinámico.

En el camino del tiempo que nos lleva a la elección del 18 de agosto, se encuentran expresiones de un sistema que multiplica promesas, incumple plazos y obligaciones y pretende con buenas maneras, o mantener la confianza de los electores, como si esto pudiera modificar el cumplimiento de esas obligaciones innegables.

Cuantas veces hemos escuchado al director del Registro Nacional de Electores y a los que le siguen, multiplicar las promesas y decir que todo está bien, y la expectativa de este país es el 18 de agosto, pudiera ser que en el Distrito Federal cerca de un millón de mexicanos se quedará sin poder emitir su voto y en la República cerca de seis millones.

Con promesas reiteradas, señores, la autoridad no puede cumplir sus funciones. Lo que pasa es que muy en el fondo de este problema, como explicación de un sistema que sólo es democrático en la forma, existe la lamentable confusión entre gobierno y partido, más aun, entre Estado y partido, que ha mantenido en el subdesarrollo político a la mayor parte de las instituciones nacionales.

Si el Estado es la expresión jurídica y política de la nación, constituye una realidad a la que todos pertenecemos, en la que todos vivimos, a la que todos aportamos nuestros esfuerzos y resulta, por tanto, inicio, profundamente inmoral y absolutamente ilegal a la actitud del gobierno de este Estado mexicano, que utiliza sin tasa los recursos que el pueblo genera con su esfuerzo para apuntalar a un partido que por oficial que se le suponga, por su definición, solamente representa a una parte de la población...

El Presidente: - Permítame diputado Vicencio Tovar. Esta Presidencia respetuosamente ruega a los integrantes de esta asamblea, guardar el orden, silencio y poner atención al orador. Continúe diputado Vicencio.

El diputado Abel Carlos Vicencio Tovar: - Se ha hablado mucho de solidaridad. La solidaridad es un concepto, señores, de raíces muy antiguas y venerables. Puedo haber sido una magnífica aportación de este gobierno, pero se frustró cuando el gobierno manchó su objetivo con intenciones partidistas.

Lo propio sucede con el desvío abierto de toda clase de recursos por parte del gobierno para las campañas políticas del partido del poder, lo cual, no por haberse repetido durante muchos años puede validar la costumbre ni mucho menos dejar de ser radicalmente perverso.

Vasconcelos decía: "Que ni una eternidad por sí misma sería capaz de limpiar una injusticia que hubiera quedado son reparar". En este entorno de profunda inequidad se proclaman triunfos y se acumulan cifras, como en Nuevo León.

Efectivamente, no existen o no existieron espectaculares y grandes acciones fraudulentas, sólo se multiplican las acciones ilegítimas o abusivas que, son por cierto, connaturales a un gobierno que se disfraza de partido y que nunca pierde, por tanto, el preponderante lugar que desde el poder lo privilegian, así se proclama el triunfo.

Pero es evidente que los triunfos "legales", sólo pueden ennoblecer a quienes los obtienen si son moralmente válidos. Si no es así, sólo se logra la satisfacción y las ventajas del poder, pero nunca la potestad de la autoridad y sin autoridad un país no puede ser grande, por más que su pueblo lo sea.

Nuestra Cámara de Diputados es también expresión de esta confusión desquiciante entre Estado y partido y además se ve gravada por la supeditación indiscutible al Ejecutivo, como una expresión del desarrollo político mexicano.

Mi partido, Acción Nacional desde 1946 en que acreditó en la Cámara de Diputados sus primeros representantes, no ha cesado de pugnar por una sana independencia del Poder Legislativo, lo cual no quiere decir necesariamente permanente agresión, pero si en verdad se quiere servir a la nación, desde la existencia respetable e independiente de cada poder, se pueden aportar valores de gobierno en servicio de México.

Gracias a la diputación panista, y gracias a la oposición verdadera, esta Legislatura pudo vivir

momentos históricos por la dimensión y calidad de los debates desde el Colegio Electoral, por el avance de la misma en las posiciones en la estructura de la Cámara, como en los puestos directivos, en las comisiones legislativas que fueron servidas con eficiencia.

La proporcionalidad entre el peso específico de los grupos parlamentarios y su presencia en la administración y dirección de la Cámara, deberá ser cuidadosamente aplicada.

La presencia del pueblo a través de los grupos parlamentarios independientes como el de Acción Nacional, logró fundamentarles modificaciones a los proyectos legislativos oficiales y conmovió al país con la supresión, por ejemplo del cheque en el banco que para la contratación de la deuda externa tenía el Ejecutivo, con la introducción de garantías sociales en la reprivatización bancaria, con la formación de la Comisión Investigadora de la minoría parlamentaria en el escandaloso y no resuelto caso del Banco Nacional Pesquero y Portuario, con la presentación de diferentes denuncias penales y su seguimiento en múltiples casos de defraudación por parte de los funcionarios gubernamentales, con el sacudimiento a la Contaduría Mayor de Hacienda por la realización de auditorías en los pocos claros manejos financieros de la Comisión Federal de Electricidad, etcétera. Sin embargo, a pesar de que la Cámara de Diputados creció en número, en las dimensiones de su casa que después se quemó, en la presencia pública, no ha hecho lo propio en su independencia y en su respetabilidad como uno de los órganos del Poder Legislativo.

Es evidente la falta de capacidad decisoria de los dirigentes camarales para resolver cosas tan fundamentales como la legislación de su estructura interna, la Ley Orgánica, el Reglamento, como la aprobación solicitada por todos los partidos de leyes como la de Cooperativas, largamente esperada y de un incalculable beneficio social se sigue escondiendo, y hasta para decidir el destino de los legendarios paquetes electorales que sin ningún objetivo visible ocupan espacios y mantienen en la ociosidad a soldados del Ejército mexicano.

En cuanto a iniciativas, el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional presentó 108; fueron dictaminadas ocho y se acumularon así a la frustración, también legendaria, provocada por la irresponsabilidad de los directivos y por la falta de dictamen, nuevamente cien de ellas. (Aplausos.)

La oposición auténtica está prestando en la Cámara un importante servicio a la maduración y toma de posición que le corresponde en el contexto de las estructuras políticas. Podría parecer iluso que exijamos directamente definiciones legislativas y políticas a los miembros de la Cámara y especialmente a sus directivos.

No ignoramos la realidad de su dependencia, pero deseamos ayudar a superar para el bien de México, no en contra de nadie sino a favor de una Cámara en plenitud de funciones.

La reforma política tiene que pasar por la Cámara de Diputados. Las experiencias de los últimos tiempos vuelven a demostrar que las reformas económicas sólo pueden quedar al servicio del pueblo dentro de una auténtica reforma política. (Aplausos)

Pero en tanto que todos los órganos del Estado mexicano requieren de esa reforma, el más abocado para lograrla por su composición, por su sensibilidad, por la coparticipación en ella de dirigentes sociales y políticos que agotan prácticamente lo fundamental del espectro ideológico nacional, es nuestra Cámara de Diputados.

Nos hemos enriquecido y seguramente haciéndolo en la cultura, en la capacidad de servicio, cuando convivimos y cuando debatimos.

Esta Legislatura, señores, nos ha permitido interesantes experiencias que podemos convertir en valores de convivencia para el bien de los mexicanos.

La indispensable reforma política, la coyuntural reforma económica, la fundamental reforma del Estado mexicano, pasarán para ser realidad por la reforma de la Cámara de Diputados, y sobre todo, por la reforma personal de cada diputado. Los diputados del Partido Acción Nacional hemos aceptado esta vocación. Gracias.

El Presidente: - Se concede el uso de la palabra a la diputada Socorro Díaz Palacios, del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

La diputada Socorro Díaz Palacios: - Con su permiso, señor Presidente; compañeras y compañeros diputados; señores representantes de los medios de comunicación; señas y señores: Hoy llega a su término el último Período Ordinario de Sesiones de la LIV Legislatura de la Cámara de Diputados. Es ésta una ocasión propicia para valorar sus significados políticos e históricos y evaluar sus trabajos, bajo la perspectiva de una de las etapas más cambiantes y dinámicas del México contemporáneo.

Reflejo y síntesis de los tiempos de transformación acelerada que vivimos, nuestra Cámara ha sido, por espacio de casi tres años, expresión clara de la realidad social en movimiento del fin de siglo.

Aquí se ha manifestado con suficiencia y de múltiples maneras, la profunda transición que hoy apreciamos en todos los ámbitos de la vida nacional. Nos ha tocado, por imperativo de nuestra propia historia, asumir la representación de una sociedad cada día más activa, participativa, demandante, creativa y crítica, que ha decidido hacer de la democracia el instrumento fundamental para la construcción del México moderno.

A los empeños y afanes de esta nueva sociedad, ha buscado siempre responder la Cámara, a través de sus debates y de sus trabajos legislativos.

El mandato popular que conformó a esta Legislatura, se definió por una serie de hasta entonces inéditas pautas de ejercicio político, hacia un redescubrimiento de los asuntos públicos y de su carácter claramente ciudadano.

Ese mandato originó una nueva correlación de fuerzas políticas al interior de la Cámara de Diputados.

Como nunca antes en su historia se han apreciado aquí acontecimientos que nos hablan del nuevo vigor democrático adquirido por la sociedad mexicana.

La inédita correlación de fuerzas ha requerido de nuestra parte un esfuerzo excepcional en términos de diálogo, de concertación, de búsqueda, en fin, de consensos básicos.

Pero un grupo parlamentario mayoritario, como es el grupo del Partido Revolucionario Institucional, a nombre de la cual habló, no puede ni debe renunciar a uno de los principios claves de la gobernabilidad en un régimen democrático como el que vivimos, ese principio es el principio de mayoría.

(Aplausos.)

Hemos construido alianzas y acuerdos, tantos y con tantos grupos parlamentarios como ha sido necesario y posible para resolver los retos inéditos que esta Cámara ha vivido y para llevar adelante nuestros trabajos legislativos. Este hecho nada tiene hoy de excepcional; nos hemos acostumbrado a él porque lo hemos vivido y porque forma parte de la práctica común en la vida parlamentaria moderna.

En mi calidad de coordinadora del grupo mayoritario, y por el tiempo que me ha correspondido ejercer esta alta responsabilidad, quiero patentizar mi agradecimiento a los coordinadores de todos y cada uno de los grupos que integran esta Legislatura. En cada uno de ellos, en cada uno de ellos he encontrado no sólo al defensor leal de las causas y puntos de vista diferentes al mío, sino al legislador que asume tareas de corresponsabilidad para fortalecer y ampliar la vida institucional del Poder Legislativo en México.

La aportación de la Cámara a la vida contemporánea de nuestro país, se sintetiza a mi juicio, en tres conceptos y realidades: democracia, modernización y actividad política. Esta Cámara de Diputados ha demostrado a la nación la viabilidad del régimen democrático, la pertinencia de avanzar por la vía del consenso y la negociación, buscando la unidad en lo fundamental.

Frente a los pronósticos que un momento, aquel momento, alentaban o aseguraban la ruptura del orden constitucional e institucional de la República, esta Cámara ha dado muestras evidentes de que democracia, orden constitucional e instituciones sólidas, no sólo son aspiración deseable sino posible, para todos los mexicanos. Hoy estamos seguros de ello.

La contribución más trascendental que deja esta Legislatura, es la hecha en favor del desarrollo democrático del país. Hemos sido, tal y como ha sido expresado por múltiples voces, tránsito, etapa renovadora en la historia legislativa de México.

El concluir hoy nuestros trabajos, los diputados, espíritus inquietos como son los espíritus de los políticos, podemos tener la tranquilidad del deber cumplido. Hemos cumplido con el deber que nos estableció el pueblo de México y con su mandato, y hemos cumplido con nuestra responsabilidad institucional. (Aplausos.)

El debate y el análisis sobre los grandes problemas nacionales, se han expresado aquí sin cortapisas crisol de opiniones y de posiciones diversas, procedentes de todo el espectro político e ideológico contemporáneo, esta Cámara ha impactado de manera favorable, a la vida política nacional abriéndole perspectivas de nuevo aliento e insertando en ella un nuevo ánimo de participación y discusión social sobre el presente y el futuro de la nación.

No hay sólo voluntad manifiesta para impulsar y conducir al país por la vía de una reforma política

permanente, ya hay resultados concretos, específicos. Estos resultados se expresan en nuevas normas; nuevas instituciones y nuevas prácticas, si todos los partidos contribuimos al diseño y puesta en marcha de este ciclo de cambios.

Sigamos todos afirmándonos en esta corresponsabilidad, con la madurez y seriedad que nuestra circunstancia y nuestra responsabilidad exige.

En el marco de los profundos cambios que tienen lugar a nivel global y nacional, la LIV Legislatura de la Cámara de Diputados, ha intervenido de manera decisiva y sustancial; ha caminado al ritmo de la modernización de México. En conjunto, hablamos aquí de una profunda reforma legislativa tendiente a dar nuevos marcos de referencia jurídica, capaz de responder a los nuevos tiempos que vivimos.

En materia política, económica y financiera, hemos realizado grandes y trascendentes reformas. Se han decidido aquí transformaciones orientadas al cumplimiento de los objetivos históricos de México, en el contexto de circunstancias nacionales e internacionales, en mutación acelerada.

Todas las comisiones legislativas y comités de esta Cámara, han desarrollado sus trabajos bajo la nueva óptica de pluralidad que distingue y significa a la institución.

Los grupos parlamentarios hemos participado en una revaloración del trabajo en estos organismos fundamentales de la vida cameral. El resultado ha sido una nueva dinámica política, que a su vez se ha reflejado a lo largo de nuestras sesiones en el pleno; por eso logramos votaciones por unanimidad. Con todo, no podemos ni debemos declarar complacencia o ufanía.

Se lograron resolver problemas claves, ciertamente; se logró dar cauce a asuntos sustantivos, pero podríamos haber hecho más. El camino recorrido puedo ser, quizá, más ancho y menos accidentado. Tenemos derecho a estar insatisfechos, porque la autocomplacencia, está en la base de los derrumbes de las civilizaciones, de las instituciones y de los individuos.

Principio y fin de una época legislativa en México, esta Cámara de Diputados ha explorado, no sin contradicciones y obstáculos, un nuevo sendero para la vida democrática de la nación. Los resultados están ya a la vista de todos; no nos corresponde hacer un juicio definitivo sobre nuestro propio desempeño. Sin embargo, creemos que la lección más perdurable, el aspecto más rescatable de estos tres años intensos de trabajo, lo constituyen los nuevos espacios y las nuevas actitudes ganadas y generadas a favor de la democracia y del quehacer político.

Lo que hayamos hecho, poco o mucho, lo hemos logrado a partir de la política, con la política y en favor de la política. Hemos hecho política, y a partir de esa voluntad, hemos demostrado que la política es y sigue siendo, no sólo el más alto quehacer humano, sino también un instrumento insustituible para impulsar el desarrollo integral de México, en este final de siglo. (Aplausos.)

Al llegar a la Cámara, aceptamos que el nuestro, era, es, un tiempo eminentemente político, y que reclama de los auténticos políticos, de los que saben que la política es pasión, pero también reflexión; de los que saben que la política es proyecto amplio, pero también mesura. Hoy lo ratificamos y estamos ciertos de haber participado en la lucha política en favor de objetivos, a partir de nuestros valores y de nuestros principios.

Compañeras y compañeros diputados: como integrantes de la mayoría parlamentaria, un solo denominador común ha orientado nuestros trabajos: el interés superior de México que se sintetiza en un pensamiento. Luchamos por el desarrollo con soberanía nacional y equidad social. Libertad para el hombre, justicia para el pueblo y soberanía para la nación, han sido nuestras ideas rectoras y permanentes.

Somos hombres y mujeres de convicción democrática, de convicciones democráticas comprometidos con un programa de modernización. No se trata de una modernización hecha de cualquier forma y para objetivos confusos; queremos una modernización democrática y con sentido social, que tiene como objetivo central, salvaguardar la viabilidad de la nación y el ejercicio soberano del Estado mexicano, en tiempos en que países hasta hace poco integrados, se están desgarrando. ¡En ese propósito modernizador somos solidarios con el presidente Carlos Salinas de Gortari! (Aplausos.)

Empecé estas palabras aludiendo a la democracia y concluyo refiriéndome a lo que es su raíz y su razón de ser. No hay, en este momento de conclusión de nuestros trabajos legislativos, no hay en nuestro ánimo ni nostalgia ni actitudes crepusculares. Del pueblo venimos y a él vamos a regresar para servirle. En nuestra convicción profunda está la certeza de que es el pueblo, y el pueblo de México, fuente de toda inspiración, de toda grandeza, de toda auténtica y perdurable victoria. Muchas gracias. (Aplausos.)

SOBRE CLAUSURA DE TRABAJO

EN EL SENADO

El Presidente: - Encontrándose a las puertas del salón de sesiones una comisión de senadores, se designa para introducirla a los siguientes diputados: Pedro Salazar Muciño, Napoleón Cantú, Rosario Guerra, Noé Peniche, Juan Díaz Aguirre y Cirila Sánchez.

Cumpla esta comisión con su cometido.

Los distinguidos senadores que vienen a cumplir con esta representación de la Colegisladora son: Héctor Mayagoitia Domínguez, Adolfo Vega Camacho, Ricardo Camero Cardiel, Cristina Sangri, Gustavo Almaraz y Roberto Robles Garnica.

Al saludarlos, pedimos al senador Héctor Mayagoitia Domínguez pase a hacer uso de la palabra .

Ruego a los integrantes de la asamblea guardar el orden y silencio, y poner atención a nuestro invitado.

El senador Héctor Mayagoitia Domínguez: - Señor Presidente; honorable asamblea: Por acuerdo del pleno de la Cámara de Senadores, tenemos el alto honor de informar a esta honorable Cámara de Diputados del término de los trabajos del Segundo Período Ordinario de Sesiones, del Tercer Año del Ejercicio Constitucional de la LIV Legislatura de la Cámara de Senadores.

México, como todo el mundo, experimenta cambios profundos y sustanciales impuestos por una dinámica que transforma trepidantemente esquemas, teorías y dogmas que hasta hace poco se pensaban inconmovibles.

Es incuestionable que el proceso modernizador en que se encuentra inmersa la sociedad mexicana, ha tocado casi todos los temas y las instituciones del país, y en consecuencia el Senado de la República no ha sido ajeno a este movimiento nacional, reflejando los avances experimentados en el amplio y promisorio debate político e ideológico que caracteriza a esta época del diálogo democrático, en un ambiente de pluralidad política que propicia la confrontación de ideas y perspectivas, a veces divergentes o contrapuestas, pero siempre vinculadas con un genuino ejercicio de la democracia política.

Durante este período, entre otras acciones , se aprobaron 16 leyes y decretos varios, se desecharon dos acuerdos y se sancionaron 14 decretos con permisos para aceptar y usar condecoraciones de gobiernos extranjeros y rectificación de 53 grados militares, 5 de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y dos de magistrados del Tribunal Fiscal de la Federación.

Por otra parte en el ramo secreto, se aprobaron 20 convenios de acuerdos internacionales y se ratificaron seis nombramientos de embajadores y cónsules de México.

Deseamos destacar el sistemático trabajo conjunto de las comisiones de trabajo del Senado de la República con las correspondientes comisiones de trabajo de esa honorable colegisladora, tanto en el análisis de las iniciativas presidenciales como de las propias emanadas de esta legislatura, lo que permitió profundizar y enriquecer el trabajo legislativo del Congreso de la Unión.

En el mismo ambiente de cordialidad y pluralidad partidista participamos conjuntamente senadores y diputados en muy diversas reuniones parlamentarias, celebradas tanto en el país como en el extranjero y en todas ellas, juntos defendimos los intereses supremos de la nación.

Por todo ello quisiéramos manifestar nuestro sincero reconocimiento a la encomiable labor realizada por esta honorable Cámara de Diputados, si hace votos por el bienestar personal de cada uno de los miembros, con la seguridad de que ahora desde aquí y posteriormente en otras trincheras seguirán luchando por el bien de México y de todos los mexicanos. Muchas gracias. (Aplausos.)

El Presidente: - Señor Presidente de la Comisión de la Cámara de Senadores: En la Cámara de Diputados se ha enterado que la colegisladora dio por terminadas sus labores del Segundo Período Ordinario de Sesiones del Tercer Año de Ejercicio de la LIV Legislatura, agradecen los diputados las expresiones vertidas y que ha formulado.

A nombre de esta Cámara, afectuosamente, retorno al saludo de los señores senadores y hago votos por su prosperidad y bienestar personal.

CLAUSURA

El Presidente: - Compañeras y compañeros diputados: es tiempo de balance, de tomar medida, de continuar el camino con el cumplimiento del mandato constitucional y popular, de ver el porvenir del país con un optimismo y responsabilidad, por eso al concluir a los trabajos de este período de sesiones del vicepresidente y esta Presidencia quieren con el permiso de la asamblea

hacer los siguientes reconocimientos a los secretarios de este ejercicio de la legislatura por su esfuerzo y dedicación; al personal en general de la honorable Cámara de Diputados. (Aplausos.)

Al personal en general de la honorable Cámara de Diputados, particularmente del Proceso Legislativo, que coordina María Elena Sánchez Algarín. (Aplausos.)

De Taquigrafía Parlamentaria, a María de los Ángeles Durán; el Diario de los Debates, de don Héctor de Antuñano; de Apoyo Parlamentario, de Arturo Garita y se Servicios Parlamentarios de don Alejandro Azcoytia. (Aplausos.)

Asimismo reconocemos el esfuerzo de don Antonio Rodríguez, de la Dirección de Imprenta de esta Cámara de Diputados; asimismo, del compañero y amigo Reyes Rodolfo Flores Zaragoza, Oficial Mayor de la Cámara de Diputados. (Aplausos.)

Esta Presidencia, asimismo, quiere compartir con los miembros de la asamblea el reconocimiento a todos los representantes de los medios de comunicación por su respetable trabajo profesional. (Aplausos.)

Y esta mesa directiva saluda a todos los compañeros diputados, integrantes de los grupos parlamentarios, por este largo e intenso esfuerzo de servicio al país y al proceso de desarrollo democrático. Muchas gracias. (Aplausos.)

Pido a los miembros de la asamblea ponerse de pie.

"Hoy, 10 de julio de 1991, la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Cuarta Legislatura del honorable Congreso de la Unión, declara formalmente terminados sus trabajos correspondientes al Segundo Período Ordinario de Sesiones del Tercer Año del Ejercicio de la LIV Legislatura." (Aplausos.)

ACTA DE LA PRESENTE SESIÓN

El Presidente: - Sírvase la secretaría dar lectura al acta de esta sesión.

El secretario diputado Gerardo de Jesús Arellano Aguilar:

«Acta de sesión de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el día diez de julio de mil novecientos noventa y uno, correspondiente al Segundo Período de Sesiones Ordinarias del Tercer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Cuarta Legislatura.

Presidencia del diputado Sami David David.

En la ciudad de México, Distrito Federal, siento las once con cincuenta horas del día diez de julio de mil novecientos noventa y uno, con una asistencia de trescientos cincuenta y dos diputados, el Presidente declara abierta la sesión.

La secretaría da lectura al orden del día y posteriormente al acta de sesión anterior, misma que sin discusión se aprueba en sus términos en votación económica.

La Presidencia designa las comisiones de cortesía que informarán sobre la clausura del Segundo Período de Sesiones del tercer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Cuarta Legislatura al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, a la Cámara de Senadores y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Para hacer una evaluación de los trabajos de la Cámara de Diputados, hacen uso de la palabra los coordinadores de los grupos parlamentarios de los partidos del Trabajo, del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional; del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana; del Partido Popular Socialista; de la Revolución Democrática; Acción Nacional y Revolucionario Institucional.

El Presidente informa que a las puertas del salón se encuentra una comisión de senadores y designa una comisión para introducirlos.

Se concede el uso de la palabra al senador Héctor Mayagoitia Domínguez, quién informa de la clausura de los trabajos de la Colegisladora.

El Presidente, a nombre de la Cámara de Diputados retorna el saludo a los senadores y hace votos por su prosperidad y bienestar personal.

Puestos todos de pie el Presidente declara: "Hoy, 10 de julio de 1991, la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Cuarta Legislatura del honorable Congreso de la Unión, declara formalmente terminados sus trabajos correspondientes al Segundo Período Ordinario de Sesiones del Tercer Año de Ejercicio de la LIV Legislatura."

Agotados los asuntos en cartera, el Presidente pide a la secretaría dé lectura al acta de la presente sesión."

Está a discusión el acta...

No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada, señor Presidente.

El Presidente (a las 14.24 horas): - Se levanta la sesión de la Cámara de Diputados y en su oportunidad se abrirá la sesión de Congreso.