Presidencia
del diputado
Fidel Herrera Beltrán |
ASISTENCIA
Ruego a la Secretaría haga del conocimiento de esta
Presidencia el resultado del cómputo de asistencia del registro de firmas de los
diputados, para conocer si existe el quorum reglamentario.
La secretaria
Aracely Escalante Jasso: |
Se informa a la Presidencia que existen registrados
previamente 265 diputados. Por lo tanto, hay quorum, señor Presidente.
El Presidente (a
las 10:31 horas): |
Se abre la sesión.
ORDEN DEL DIA
La secretaria
Aracely Escalante Jasso: |
Se va a dar lectura al orden del día.
«Primer Periodo de Sesiones Ordinarias.- Segundo Año.- LVII Legislatura.
Orden del día
Lunes 21 de septiembre de 1998.
Lectura del acta de la sesión anterior.
Comunicaciones de los congresos de los estados de: Guanajuato, Puebla y Sinaloa.
Proposición de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política.
Comparecencia del secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, ingeniero
Romárico Arroyo Marroquí, (Política económica).»
ACTA DE LA SESION ANTERIOR
El siguiente punto del orden del día, es la
discusión del acta de la sesión anterior.
Solicito a la Secretaría consulte a la Asamblea si se le dispensa la lectura al acta,
tomando en consideración que ha sido entregada copia de la misma a los coordinadores de
los grupos parlamentarios para sus observaciones y si esto es así, se proceda a su
votación.
El secretario
Ricardo Arturo Ontiveros
y Romo: |
Por instrucciones de la Presidencia se consulta a la
Asamblea si se le dispensa la lectura al acta de la sesión anterior, tomando en
consideración que ha sido entregada copia de la misma a los coordinadores de los grupos
parlamentarios para sus observaciones y se proceda a su votación.
Los diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...
Los diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Se dispensa la
lectura.
«Acta de la sesión de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el
viernes dieciocho de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, correspondiente al
Primer Periodo de Sesiones Ordinarias del Segundo Año de Ejercicio de la Quincuagésima
Séptima Legislatura.
Presidencia del
diputado
Arturo Núñez Jiménez |
En la capital de los Estados Unidos Mexicanos, a las
diez horas con treinta minutos del viernes dieciocho de septiembre de mil novecientos
noventa y ocho, con una asistencia de doscientos ochenta y siete diputados, el Presidente
declara abierta la sesión.
La Secretaría da lectura al orden del día y la Asamblea dispensa la del acta de la
sesión anterior, que se aprueba en sus términos en votación económica.
El Presidente informa que a las puertas del salón de sesiones se encuentra el ciudadano
Juan Carlos Ruiz García, electo como suplente en el séptimo distrito electoral del
Estado de Nuevo León y designa una comisión para que lo introduzca y lo acompañe en el
acto de rendir su protesta de ley.
Terminado el acto protocolario, el diputado Ruiz García toma posesión de su encargo de
inmediato.
Se da cuenta con oficios de los congresos de los estados de México y Veracruz, con los
que informan de actividades propias de sus legislaturas. De enterado.
Dos comunicaciones del Senado de la República, con las que informa de actividades de su
legislatura. De enterado.
Otra de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, informando de cambios
en las comisiones legislativas. De enterado.
De la misma comisión, se da cuenta con un oficio con el que remite la solicitud del
diputado Gerardo Sánchez García, para que se guarde un minuto de silencio por la
pérdida de vidas humanas por la tromba que se abatió sobre el poblado de La Estancia del
Carmen, Maravatío, Salvatierra, Guanajuato. Se hace como se solicita.
Cinco oficios de la Secretaría de Gobernación, con los que se solicitan los permisos
constitucionales necesarios para que los ciudadanos:
Fernando Francisco Lerdo de Tejada Luna, pueda aceptar y usar la condecoración que le
confiere el gobierno de la República de Chile.
Mario Sánchez Santos, pueda prestar sus servicios en la Embajada de Grecia en México.
Leopoldo Enrique Márquez Sáenz, Laura Cecilia Hernández Rodríguez y Erick Gómez
Rosales, puedan prestar sus servicios en los consulados generales de los Estados Unidos de
América en Matamoros, Tamaulipas y Ciudad Juárez, Chihuahua, respectivamente.
Se turnan a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.
El Presidente informa que se encuentra en el salón de protocolo la doctora Rosario Green
Macías, secretaria de Relaciones Exteriores, invitada a esta sesión para el análisis
del cuarto informe sobre el estado que guarda la administración pública de la nación y
nombra una comisión para que la introduzca en el salón de sesiones.
Conforme al acuerdo parlamentario del tres de septiembre próximo pasado, se concede el
uso de la palabra a la Secretaria de Relaciones Exteriores y analizan y hacen preguntas
respecto a la política exterior, los diputados: Jorge Alejandro Jiménez Taboada, del
Partido Verde Ecologista de México; José Luis López López, del Partido del Trabajo;
Juan Carlos Espina von Roehrich, del Partido Acción Nacional; Carlos Antonio Heredia
Zubieta, del Partido de la Revolución Democrática, quien hace entrega de su
intervención completa, a fin de que se integre al Diario de los Debates, además de la
versión estenográfica y así lo ordena el Presidente, y Francisco Javier Morales Aceves,
del Partido Revolucionario Institucional, a quienes la Secretaria de Relaciones Exteriores
da respuesta.
Hacen uso de su derecho a réplica, los diputados representantes de los partidos: Verde
Ecologista de México, Acción Nacional, de la Revolución Democrática y del
Revolucionario Institucional.
A las trece horas con dieciocho minutos, el Presidente ordena un
RECESO
Presidencia del
diputado
Fidel Herrera Beltrán |
Para cumplir con el acuerdo parlamentario mencionado,
declinan su participación los grupos parlamentarios de los partidos: Verde Ecologista de
México y del Trabajo y hacen preguntas para analizar el Cuarto Informe de Gobierno, los
diputados: Luis Guillermo Villanueva Valdovinos, del Partido Acción Nacional; Gilberto
Parra Rodríguez, del Partido de la Revolución Democrática, quien hace una proposición
respecto al formato de las comparecencias y el Presidente lo turna al órgano de gobierno
correspondiente, y Abraham González Negrete, del Partido Revolucionario Institucional, a
quienes la Secretaria de Relaciones Exteriores, da respuesta.
Hacen uso de su derecho a réplica los representantes de los partidos: Acción Nacional,
de la Revolución Democrática y Revolucionario Institucional.
Al finalizar la intervención del diputado Parra Rodríguez, el Presidente da la
bienvenida a miembros del Parlamento Latinoamericano y miembros de la Comisión de la
Juventud.
El Presidente, a nombre de la mesa directiva, reconoce la presencia de la doctora Green
Macías y al término de la comparecencia, la misma comisión designada acompaña a la
doctora Green hasta las puertas del recinto Legislativo.
Se da cuenta con una iniciativa que adiciona el Presupuesto de Egresos de la Federación,
a fin de hacer frente a las catástrofes naturales en los estados de Oaxaca y Chiapas. Se
turna a la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública.
Agotados los asuntos en cartera, la Secretaría da lectura al orden del día de la
próxima sesión y el Presidente clausura la de hoy, a las quince horas con treinta y
cinco minutos, citando para la que tendrá lugar el lunes veintiuno de septiembre de mil
novecientos noventa y ocho, a las diez horas.»
Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación
económica se pregunta si se aprueba.
Los diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...
Los diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada el acta,
señor Presidente.
ESTADO DE GUANAJUATO
El secretario
Ranulfo Tonche Pacheco: |
Se va a dar lectura a varias comunicaciones:
«Escudo Nacional de los Estados Unidos Mexicanos.- Honorable Congreso del Estado de
Guanajuato.
Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión.-
México, D.F.
El honorable LVII Congreso Constitucional del Estado Libre y Soberano de Guanajuato,
comunica que en sesión celebrada el día de hoy, procedió a la clausura de su segundo
periodo de sesiones ordinarias, correspondiente al primer año de ejercicio
constitucional; eligiendo la diputación permanente a fungir durante el periodo de receso
respectivo, la cual quedó integrada de la siguiente manera:
Diputados: José Ramírez González, presidente; José Justino Arriaga Silva,
vicepresidente; Fernando Ramírez Ponce de León, Héctor Reyna Alonso, secretarios;
Ricardo Padilla Martín, primer vocal; Jesús Paz Gómez, segundo vocal; José Rivera
Carranza, tercer vocal; María Elena Cano Ayala, cuarto vocal; José Antonio Cruz
Rodríguez, quinto vocal, Alejandro Torres Aguilar, sexto vocal; Joel Vilches Mares,
séptimo vocal; Susana Stephenson Pérez, José Abenamar González Herrera, Carlos Ernesto
Scheffler Ramos, Miguel Gutiérrez Hernández, Carlos Chaurand Arzate, suplentes.
Sin otro particular, nos es grato reiterarles las seguridades de nuestra consideración
distinguida.
Atentamente.
Sufragio Efectivo No Reelección.
Guanajuato, Guanajuato, a 10 de agosto de 1998.- Diputados José de Jesús Serrano
Aguilera e Ignacio Barajas Orozco.»
De enterado.
ESTADO DE PUEBLA
El secretario
Francisco Javier Santillán
Oseguera: |
«Escudo Nacional de los Estados Unidos Mexicanos.-
Honorable Congreso del Estado de Puebla.
Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión.-
México, D.F.
De conformidad con lo dispuesto por los artículos 24 de la Ley Orgánica, 24 y 25 del
Reglamento Interior ambos del Poder Legislativo, en junta preparatoria celebrada con esta
fecha, la LIII Legislatura se declaró legítimamente constituida para funcionar durante
la sesión extraordinaria a celebrarse el miércoles 26 del actual; asimismo se eligió a
los diputados que integrarán la mesa directiva, quedando de la siguiente manera;
diputados: Enrique Nacer Hernández, presidente; Alejandro del Castillo Avila,
vicepresidente; José Juan Venustiano Cervantes Pérez, Yolanda Zegbe Sanen, secretarios;
Laura Roldán Rubio y Luis Manuel Méndez de la Rosa, prosecretarios.
389,390,391
Lo que hacemos de su conocimiento por disposición de esta
legislatura para los efectos correspondientes.
Atentamente.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
Heroica Puebla de Zaragoza, a 25 de agosto de 1998.- Diputados: Enrique Nacer Hernández,
presidente; José Juan Venustiano Cervantes Pérez, Yolanda Zagbe Sanen, secretarios.»
«Escudo Nacional de los Estados Unidos Mexicanos.- Honorable Congreso del Estado de
Puebla.
Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión.-
México, D.F.
Por disposición de la LIII Legislatura de este Poder Legislativo, y en relación con el
artículo 66 del Reglamento Interior del honorable Congreso del Estado, nos permitimos
informar que con esta fecha, se clausuró la sesión extraordinaria a que fue convocada
por la Comisión Permanente.
Lo que hacemos de su conocimiento para los efectos correspondientes.
Atentamente.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
Heroica Puebla de Zaragoza, agosto 26 de 1998.- Diputados: Enrique Nacer Hernández,
presidente; Laura Roldán Rubio y Yolanda Zegbe Sanen, secretarias.»
De enterado.
ESTADO DE SINALOA
El secretario
Enrique Padilla Sánchez: |
«Escudo Nacional de los Estados Unidos Mexicanos.-
Congreso del Estado Libre y Soberano de Sinaloa.
Ciudadano diputado Arturo Núñez Jiménez, presidente de la Comisión de Régimen Interno
y Concertación Política de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión.-
México, D.F.
Preocupados e interesados por los problemas que afectan al campo y en virtud de que la
actividad agrícola es fundamental para el país en general y especialmente para la
economía sinaloense y ante las circunstancias que han afectado a esta actividad en
relación a la insuficiencia de apoyos para los productores agrícolas, la diputación
permanente de la LV Legislatura del Congreso del Estado de Sinaloa, por unanimidad de sus
integrantes, en sesión celebrada el martes 8 de septiembre del presente año, aprobó el
siguiente
PUNTO DE ACUERDO
Primero. Solicitar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que en la formulación
del Presupuesto de Egresos de la Federación de 1999, no se afecte el rubro destinado al
sector agropecuario, sino que por el contrario, se tome muy en cuenta la situación
general de deterioro que vive el campo mexicano, asimismo se considere el propio sentir de
los productores agrícolas, quienes demandan un incremento sustancial en los recursos
destinados al sector.
Segundo. Solicitar a las comisiones de Agricultura; Hacienda y Crédito Público y de
Programación, Presupuesto y Cuenta pública, de la Cámara de Diputados del honorable
Congreso de la Unión, que durante la revisión y aprobación del Presupuesto de Egresos
de la Federación para el año de 1999, se amplíen las partidas correspondientes al
sector agrícola con el propósito de apoyar oportuna y adecuadamente a los productores
del campo mexicano.
Acompaño al presente, copia del punto de acuerdo, aprobado para mayor ilustración.
Lo anterior lo comunicamos a usted para su conocimiento y con la atenta súplica de
suintervención para atender las demandas planteadas por los productores de nuestro
Estado.
Atentamente.
Culiacán Rosales, Sinaloa, a 9 de septiembre de 1998.- Diputado Víctor Manuel Gandarilla
Carrasco, presidente de la Gran Comisión del honorable Congreso del Estado de Sinaloa.»
Recibo y túrnese a las comisiones de Hacienda y Crédito Público, Programación,
Presupuesto y Cuenta Pública y de Agricultura, para su conocimiento.
COMISIONES DE TRABAJO
La secretaria
Aracely Escalante Jasso: |
«Diputado Arturo Núñez Jiménez, presidente de la
mesa directiva.- Cámara de Diputados.- Presente.
Con fundamento por lo dispuesto en los artículos 34, 27 incisos b y d y 45 fracciones I y
VI de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, así como por
el artículo 21 fracción III del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos y por los artículos 5o. y 9o. del Acuerdo
Parlamentario Relativo a las Sesiones, Integración del Orden del Día, los Debates y las
Votaciones de la Cámara de Diputados, aprobada en la sesión efectuada el día 6 de
noviembre de 1997, adjunto a la presente podrá encontrar el siguiente documento, signado
por el diputado Francisco José Paoli y Bolio, subcoordinador del grupo parlamentario del
PAN, donde solicita cambios de su fracción, lo anterior para que se le dé el trámite
correspondiente.
Que el diputado Rubén Fernández Aceves, sustituya al diputado Germán Martínez
Cázares, en la presidencia de la Comisión de Población y Desarrollo.
Que la diputada Margarita Pérez Gavilán, sustituya al diputado Rubén Fernández Aceves,
en la secretaría de la Comisión de Población y Desarrollo.
Que la diputada María del Carmen Corral Romero, sustituya al diputado Edgar Ramírez
Pech, en la secretaría de la Comisión de Desarrollo Social.
Sin otro particular, quedo de usted.
Atentamente.
Palacio Legislativo, México, D.F., a 18 de septiembre de 1998.- Enrique León Martínez,
secretario técnico de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política.»
«Escudo Nacional de los Estados Unidos Mexicanos.- LVII Legislatura.
Diputado Arturo Núñez Jiménez, presidente de la Comisión de Régimen Interno y
Concertación Política de la Cámara de Diputados.- Presente.
Me permito notificarle que el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, va a
realizar los movimientos de diputados en comisiones que a continuación se presentan:
Comisión de Población y Desarrollo
Diputados: Rubén Fernández Aceves, sustituye a Germán Martínez Cázares; secretaria
Margarita Pérez Gavilán Torres, sustituye a Rubén Fernández Aceves.
Comisión de Desarrollo Social
Diputados: secretaria María del Carmen Corral Romero, sustituye a Edgar Ramírez Pech.
Le envío un cordial saludo.
México, D.F., a 18 de septiembre de 1998.- Diputado, Francisco José Paoli y Bolio,
subcoordinador del PAN.»
En votación económica se pregunta si se aprueba la proposición.
Los diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...
Los diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada la
proposición, señor Presidente.
ANALISIS
AL IV INFORME DE GOBIERNO.
POLITICA ECONOMICA
Se encuentra en el salón de protocolo de esta
Cámara de Diputados, el ingeniero Romárico Arroyo Marroquí, secretario de Agricultura,
Ganadería y Desarrollo Rural, invitado a la sesión de esta fecha en que se llevará a
cabo el análisis al IV Informe de Gobierno, en materia de política económica.
Se designa en comisión, para que lo reciban y lo introduzcan a este recinto, a los
integrantes de la mesa directiva de la Comisión de Agricultura, los diputados: Ricardo
Castillo Peralta, José Gascón Mercado y Genaro Alanís.
Se pide cumplan con su cometido.
De conformidad con el acuerdo parlamentario, aprobado el 3 de septiembre, que norma el
procedimiento para el análisis al IV Informe de Gobierno, nos acompaña el ingeniero
Romárico Arroyo Marroquí, secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
Para dar cumplimiento al punto segundo, incisos A, B, C y D del acuerdo mencionado, se
concede el uso de la palabra.
Señor Secretario, tiene usted de la palabra.
El secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural,
Romárico Arroyo Marroquí: |
Muchas gracias, señor Presidente; señoras y
señores diputados:
Es para mí un alto honor comparecer ante esta soberanía, porque agradezco su
requerimiento para abordar los aspectos relacionados con la política agropecuaría y de
desarrollo rural, correspondiente con el IV Informe de Gobierno.
Este ejercicio de diálogo republicano servirá sin duda al propósito común de legislar
y de atender al campo desde el Ejecutivo en mejor forma.
La política sectorial impulsada por el Presidente de la República, ha emanado de una
amplía concurrencia ante productores y autoridades. Sus instrumentos y programas de apoyo
parten también de un diagnóstico colectivo que reconoce la gran diversidad al interior
del sector en cuanto a aspectos productivos y socioeconómicos.
Esta política plantea, como política de Estado, como fundamento, como objetivo,
fortalecer el ingreso de los productores para mejorar sus condiciones de vida y hacerlo
vía productividad.
El impulso a la producción atiende al interés de fortalecer la seguridad alimentaria y
la estrategia de lograrlo vía productiva, sirva el propósito de elevar los niveles de
ingreso, rentabilidad y competitividad.
La política reconoce que todos los tipos de productores enfrentan necesidades y retos.
Los productores comerciales, adelantados en lo productivo, encaran una competencia más
intensa en el nuevo marco comercial. Un gran número de productores que se encuentran en
fase de transición, requieren apoyos a la productividad, para capitalizarse y enfrentar
condiciones de mercado. Para los productores con mayor rezago, la política reconoce que
la estructura agraria, la orografía, la ubicación geográfica de la producción, la
dispersión de la población rural y sus niveles de desarrollo tecnológico y
socioeconómico, son factores de caracter estructural, que determinan su problemática
productiva y los consecuentes índices de marginación que se presentan en el medio rural.
Para apoyo de esos productores, el impulso a la producción agropecuaría es sin duda
importante plataforma, pero no puede ser la única, requiere más recursos y en su
atención se avanza con una forma de hacer las cosas que implican la revaloración del
sector rural.
Esta es precisamente la convocatoria de Alianza para el Campo, sumarnos todos, entender
que el desarrollo del sector rural no es sólo producción de alimentos para fortalecer
nuestra seguridad alimentaria, sino que es también tranquilidad y cohesión social, es
preservación de nuestros recursos naturales, es ocupación del territorio y condición
para un crecimiento con equidad y justicia.
En congruencia con la política del sector, los instrumentos con que cuenta se orientan a
defender el ingreso y a fomentar la productividad. El Procampo, los apoyos a la
comercialización y los programas de atención a contingencias, se encaminan a fortalecer
el ingreso de los productores. Por su parte, los apoyos de alianza y el empleo temporal
tienen el propósito de estimular la inversión productiva y hacerla accesible para
quienes no podrán hacerla con sus recursos propios.
392,393,394
Dentro del presupuesto sectorial se destinan 14 mil 89
millones de pesos a los programas sustantivos para apoyar el ingreso y la inversión
productiva; los correspondientes a apoyo al ingreso suman el 80%.
Respecto al Procampo, se ha presupuestado mantener su valor en términos reales a partir
de 1996; se ha reducido significativamente su periodo de entrega, se beneficia a 2.8
millones de productores en promedio anual con un monto total de 8 mil 522 millones de
pesos.
A los apoyos para la comercialización de básicos se destinan en el presente año 2 mil
458 millones. Con base en la política de precios y en estos recursos, ha sido posible
compensar la drástica caída registrada en las cotizaciones internacionales del trigo,
maíz y sorgo, de tal forma que nuestros productores han obtenido precios de entre el 25%
y el 50% superiores a los internacionales.
A través de la alianza, cada peso del presupuesto se triplica. Durante el presente año
los apoyos de 2 mil 379 millones de pesos han permitido a los productores llevar a cabo la
inversión de 7 mil 054, que es 36% más que en el año anterior.
A los programas de desarrollo rural, se aplica el 36% del presupuesto de alianza y empleo
temporal. Siete estados, precisamente los de mayor marginación, concentran el 57% de los
recursos de este programa.
Los programas de alianza se enmarcan en criterios pertinentes como los de atención
diferenciada por regiones y tipo de productores, así como un firme compromiso con la
política de federalización y descentralización, que fortalece la corresponsabilidad,
sitúa las instancias de decisión en el ámbito regional y pone la administración de los
recursos en manos de los propios productores, constituyendo así una nueva forma de llevar
a cabo la gestión pública para atender al campo,
Contamos ya con un nuevo arreglo institucional en cada entidad. En los consejos estatales
agropecuarios, encabezados por los gobernadores, se definen prioridades y distribución de
los recursos. Las fundaciones Produce, son el principal promotor del cambio tecnológico y
mediante los fideicomisos para integrar recursos federales y estatales, se busca que sean
los productores quienes compren y contraten.
La alianza prevé en su normatividad la publicación obligatoria y sistemática de los
apoyos a cada productor, con objeto de asegurar transparencia y proporcionar información
a la sociedad, para que ésta se constituya en el mejor auditor de la gestión y del
destino de los recursos.
Para los agricultores, la alianza pone a su disposición apoyos dirigidos a la
tecnificación de riego y así mejorar el uso del agua, la energía, reducir sus costos y
al mismo tiempo incrementar rendimientos. Con 360 mil hectáreas apoyadas al término del
presente año, habremos duplicado la capacidad de riego tecnificado que tenía el país al
inicio del programa.
Con los apoyos a la tecnificación se impulsa la adquisición de equipos e implementos
necesarios para prácticas agrícolas, como la mínima labranza, que son más rentables y
pertinentes en cuanto a conservación y aprovechamiento del agua y el suelo. Al concluir
este ejercicio se habrán atendido 3 millones de hectáreas.
Con el Programa Kilo por Kilo se fomenta la cultura de uso de semilla mejorada, que
impulsa la productividad y reduce la vulnerabilidad de los cultivos, sobre todo de la
agricultura de temporal. Esta medida apoya con asistencia técnica a los productores, de
tal manera que han incrementado los rendimientos en amplias zonas de temporal entre el 15%
y el 20%; se ha incorporado a esta práctica 1 millón 500 hectáreas.
En cuanto al sector pecuario, los ganaderos cuentan por primera vez con un esquema
integral de apoyos para la tecnificación de sus explotaciones de sus ranchos mediante
programas orientados a mejorar la alimentación del ganado, la calidad genética y la
salud animal. Estos apoyos les permiten reducir costos, incrementar índices productivos y
asegurar la calidad sanitaria reduciendo también el impacto de contingencias.
El avance comprende 3.2 millones de hectáreas ganaderas; se han incorporado 595 mil
cabezas de calidad genética y se han apoyado más de 15 mil proyectos para la producción
de leche.
Los logros en las campañas sanitarias de hato, piara y parvada, han permitido impulsar la
producción e iniciar la exportación de cárnicos; la producción de leche, uno de los
grandes retos, ya muestra una firme tendencia de crecimiento con incrementos del 3.3%
durante 1997 y aumentos esperados del 5% durante el presente año. Esto es resultado de
una política integral que incluye criterios de precios, normas de etiquetado,
orientación de los apoyos productivos y administración de las importaciones.
Los programas de desarrollo rural se dirigen hacia las regiones y grupos de productores
con menor desarrollo relativo, incluyen la atención a grupos vulnerables como mujeres
indígenas y jornaleros.
Asimismo se impulsa el crecimiento de cultivos como el cacao, café, el hule, la palma
africana, que representan valiosas opciones de impulso a la economía regional, sobre todo
en el sureste y particularmente en Chiapas y constituyen por otra parte una gran
oportunidad de fortalecimiento de nuestro comercio exterior.
Con un enfoque integral que procura elevar la producción de lo que la familia consume,
mejorar la productividad de lo que vende e incrementar su patrimonio, se transforman las
prácticas ancestrales como la del arroz, tumba y quema, en sistemas productivos de
carácter sustentable.
Con este propósito y en los tres años de vigencia de la Alianza en los programas de
desarrollo rural, se ha apoyado la adquisición de 900 mil implementos agropecuarios, de
460 mil cabezas de ganado ovino, bovino, caprino, porcino y 846 mil paquetes de traspatio
para especies menores. Más de 200 mil hectáreas reciben apoyos para la agricultura
sustentable, manejo integral de las zonas áridas, parcelas demostrativas y agricultura
que permite incrementar la oferta de productos tradicionales que no se comercializan
tradicionalmente.
Dentro de estos apoyos se ha beneficiado a un gran número: 450 mil mujeres. Poco más de
un millón de productores recibe los beneficios de los programas de capacitación,
extensión rural y asistencia técnica.
Con el programa de empleo temporal se benefician 250 mil productores entre mujeres y
hombres de 6 mil 800 localidades.
Para profundizar en el enfoque integral y en el combate a la pobreza, desde 1997 se puso
en marcha el Programa de Desarrollo Regional Productivo Sustentable, en regiones de alta
marginación y con importante presencia indígena.
El programa es producto de un intenso trabajo de cambio con una amplia participación
campesina y en el que se conjugan los programas de desarrollo productivo con los de
carácter social.
Durante el presente año, se trabaja en 14 regiones de nueve estados, con una población
objetiva de 3.9 millones de habitantes, de los cuales 1.6% son indígenas. En 1999
llegaremos a 24 regiones.
La producción agropecuaria del país, refleja necesariamente los impactos de las
condiciones climatológicas, ya que el 70% de la superficie dedicada a la agricultura es
de temporal y desde luego prácticamente la totalidad de la ganadería.
Durante la segunda mitad de 1997 y la primera de 1998, la producción se vio impactada por
condiciones particularmente adversas, principalmente las de reducción de lluvia.
En este contexto, la producción agropecuaria en sus cuatro apartados: el de básicos, el
de frutícolas, el de hortalizas, plantaciones y forrajes y el sector pecuario, han tenido
el siguiente desempeño: durante 1996 en los tres apartados agrícolas se alcanzaron las
máximas históricas. Durante 1997 la producción de básicos se redujo de 31.2 a 30.2
millones de toneladas. Esto es, un 3.6%.
La producción frutícola se mantuvo en el mismo nivel con 11 millones de toneladas y la
de hortalizas, plantaciones y forrajes, alcanzó su máximo con 78.4 millones de
toneladas, 2.2% más que en 1996.
Durante el presente año, en básicos se estima una
producción de 29.3 millones de toneladas. En frutas se espera mantener nuevamente la
producción y en hortalizas, plantaciones y forrajes, se prevé un incremento cercano al
7% sobre el máximo histórico alcanzado en 1997.
En el sector pecuario, la producción de carnes en 1997 superó en 2.7% al máximo que se
había obtenido en 1995. Para este año se espera un incremento adicional del 4.7%.
La política de comercio exterior ha permitido diversificar las exportaciones y elevar el
nivel de comercio agroalimentario. En el periodo 1993-1997, la tasa media de crecimiento
anual de las exportaciones agropecuarias ha sido del 14.7%, el de las importaciones del
7%. En 1997, el déficit agroalimentario y agropecuario se redujo en 50% y 60%. Durante el
presente año se esperan saldos del mismo nivel que los del año anterior.
El avance de las campañas sanitarias y su reconocimiento en los términos de las
convenciones internacionales ha permitido resolver viejas controversias, como los casos
del aguacate, de flores, de alimentos semiprocesados y sumar la explotación de carne y
granos a la ya diversificada oferta agropecuaria del país.
En el contexto de la realidad en que vivimos y de la política que atiende al sector, el
empeño y avance que van logrando nuestros productores merece el más alto reconocimiento.
Señoras y señores diputados: con los apoyos al ingreso y programas de alianza, el sector
dispone de instrumentos que le permiten avanzar en la dirección propuesta.
Habrá sin duda que robustecerlos y ampliar su cobertura y su accesibilidad. Para nuestros
productores comerciales, que son competitivos, que en muchos casos lo son destacadamente
competitivos, pero que aún enfrentan rigideces y costos excesivos en las fases de
poscosecha, hemos de mantener los apoyos a la comercialización, vincularlos cada vez más
a esquemas de agricultura por contrato.
Igualmente se requiere promover la inversión en almacenamiento y transporte, fortalecer
los instrumentos de financiamiento de las cosechas y persistir en la estrategia de
regionalización de los mercados y de integración de las cadenas productivas.
Para los productores en transición, que en buena medida comparten la problemática de los
comerciales, se requiere aumentar el estímulo a su organización económica y fortalecer
los apoyos que proporciona la alianza, lo que les permite seguir adelantando en sus
niveles de productividad.
Para los productores de las regiones con mayor rezago resulta urgente ampliar los
programas de apoyo integral y diversificar las opciones de empleo productivo mejor
remunerado. Asimismo, es necesario mejorar su acceso a los servicios básico y su
vinculación con el ámbito urbano a fin de reducir los costos de la relación con el
resto de la economía; es decir, los costos de adquirir lo que necesitan y de vender lo
que producen.
Señoras y señores: en su actual contexto nuestro sector incluye tanto una agricultura
tecnificada como una gran parte de ella en transición y también regiones en las que no
hemos logrado romper la inercia del rezago. El contraste no es suficiente como evaluación
del avance ni tampoco es medida de nuestro potencial, pero sí es razón para profundizar
en el esfuerzo de reducir las diferencias.
Quedo de ustedes respetuosamente atento a sus comentarios e interrogantes.
Muchas gracias.
PRIMER TURNO DE ANALISIS
Gracias, señor Secretario:
Para el primer turno de preguntas por 10 minutos, con derecho a réplica por cinco
minutos, se han inscrito los siguientes diputados: por el Partido Verde Ecologista, Miguel
Angel Garza Vázquez; por el Partido del Trabajo, Luis Patiño Pozas; por el Partido de
Acción Nacional, Joaquín Montaño Yamuni; por el Partido de la Revolución Democrática,
Leopoldo Enrique Bautista Villegas; por el Partido Revolucionario Institucional, Odorico
Vázquez Bernal.
En consecuencia, tiene la palabra para su intervención hasta por 10 minutos el diputado
Miguel Angel Garza Vázquez, del Partido Verde Ecologista.
395,396,397
El
diputado Miguel Angel Garza Vázquez: |
Con su permiso, señor Presidente; compañeras y
compañeros diputados; señor Secretario Arroyo:
Es costumbre en esta Cámara que cuando comparece un Secretario de Estado ante la misma,
los erróneamente llamados "diputados de oposición" nos dediquemos a criticar y
devaluar el trabajo hecho por el Ejecutivo. El PVEM, a quien en este momento represento y
mi persona, no coinciden con esta actitud y es por ello que utilizaré esta tribuna más
que para criticar, proponerle posibles alternativas en el tan importante trabajo que su
Secretaría realiza, ya que el resultado de su tarea representa la seguridad de
producción de alimentos en calidad y cantidad que nuestro país necesita.
Al analizar cuidadosamente el informe rendido por el señor Presidente a este poder,
pudimos observar que la tendencia actual de los programas agrícolas es procurar la
inversión en tecnología para aumentar la productividad, reducir los costos de
producción y optimizar el uso de los recursos naturales, a mejorar las condiciones de
vida de los habitantes del campo a través del impulso a la capitalización, la
competitividad y la rentabilidad del sector, objetivos que si bien no dejan de parecer
atractivos y deseables para el progreso del agro, deben conducirse dentro de los
estándares ambientales, ya que de ser orientados solamente a la vertiente capitalista
para obtener el mayor ingreso al menor costo para las producciones agrícolas, se pone no
sólo en juego de manera irresponsable los recursos naturales con los que nuestro país
cuenta en la actualidad, sino además de aquéllos con que contarán las generaciones
futuras.
La agricultura intensiva cuida más de los beneficios inmediatos que de la conservación
de los suelos para su explotación en el futuro, produce efectos tales como la erosión,
la contaminación de las aguas por descargas químicas, el aceleramiento en la
disminución y agotamiento de los mantos freáticos. Además, la manipulación de las
especies clonadas, incluso algunas de ellas para su uso y explotación comercial ganadera,
también acarrea consecuencias ambientales no deseadas, como el empobrecimiento de la
riqueza biogenética de las especies que conducirá ineludiblemente a frenar su evolución
y a largo plazo una posible extinción.
La aplicación de hormonas al ganado para acelerar la elaboración de productos derivados
o para su engorda, causa daño no sólo a las especies a las que se les suministra, sino
al consumidor de los productos, que es el ser humano.
Consideramos que debe existir una reorientación en los sistemas de producción intensiva,
ya que si bien en los fertilizantes tipo químico aumentan la producción en cantidad, la
degradan en calidad, resultando no óptimo para el consumo humano, por lo que le
proponemos que la Secretaría a su cargo debiera coordinarse con los gobiernos de las
grandes urbes para aprovechar los desechos orgánicos que éstas producen, los cuales
servirían para producir un fertilizante orgánico que nutriría los suelos aprovechables
y mejoría en mucho los productos agrícolas, esto traería como beneficio que el valor
del producto aumente, ya que en el extranjero el valor de los productos ferro-fertilizados
y producidos de manera orgánica es mucho mayor que el producido por agroquímicos.
Otra de las alternativas para disminuir los costos de producción del sector agropecuario,
es el de dar trato preferencial a dos de los factores de producción más importantes, que
son: la energía eléctrica y los combustibles derivados del petróleo; esto traería
beneficios directos al productor, al tener un mayor margen de utilidad entre
costo-beneficio, también un mejoramiento indirecto, ya que el valor de sus productos y la
transformación de los mismos se mantendría estable, lo cual nos evitaría una cadena
inflacionaria.
Por otra parte, el PVEM considera indispensable los programas de Procampo, Alianza para el
Campo y otros, pero consideramos que éstos pueden ser mejorados si desburocratizamos la
forma de aplicarlos, ya que existe una constante hacia los productores de no recibir en
tiempo oportuno los créditos, lo cual provoca la ineficiencia del sistema. Además,
señor Secretario, con todo el respeto que puedo ofrecerle, le solicito un mayor cuidado y
que haga hincapié en sus colaboradores para erradicar la mala costumbre de otorgar con
discrecionalidad los créditos y recursos que su Secretaría maneja, ya que no se debe
dividir el país en partidos o ideologías políticas, somos un mismo México.
Nuestro país fue dotado por la naturaleza de una gran variedad de microclimas, agua dulce
y tierra fértil, elementos que reunidos con la voluntad humana son suficientes para
satisfacer las necesidades alimentarias del país. Sin embargo nuestra irresponsabilidad
en la cada vez mayor productividad industrial sin control, nos ha llevado a lesionar la
biosfera, el único lugar donde la vida es posible. Ejemplo de esta degradación es la
destrucción de la capa de ozono que en algunas zonas ha disminuido hasta en un 60%, lo
cual trae como consecuencia inmediata que la radiación solar penetre en la atmósfera en
lugar de ser refractada, produciendo un sobrecalentamiento y al calentarse el aire y el
agua se producen fenómenos como el conocido como fenómeno de la corriente de "El
Niño", alterando el sistema climático o microclimas provocando una alteración del
clima a nivel mundial.
En nuestro país ha sido evidente este tipo de fenómenos, lo podemos ver en las grandes
sequías que provocan además incendios forestales, los devastadores huracanes e
inundaciones, hoy mismo lo estamos padeciendo en el Estado de Chiapas y en otros estados.
La solución pudiera ser muy sencilla pero sin embargo es muy difícil de aplicar. Se
pudiera evitar este tipo de problemas tan sólo evitando el lanzamiento a la atmósfera de
carbonos y clorofurocarbonos, entre otros gases, producto de la combustión de
combustibles fósiles como son el petróleo y el carbón vegetal, que disminuyen la capa
de ozono y eso daría una solución inmediata, pero los intereses económicos y en
ocasiones políticos no nos lo han permitido.
Pero de este tipo de fenómenos tan comunes en el mundo ahora podemos ver un lado positivo
en México, este desequilibrio climático trae como consecuencia grandes descargas de agua
que pudiésemos aprovechar en contenedores artificiales o presas y de ellas desprender una
gran cantidad de canales de riego para producir nuevas zonas activando las zonas de
cultivo permanente donde las tierras y los productores normalmente estan supeditados a la
existencia de este vital liquido.
Como última propuesta el PVEM considera que para erradicar la tan perjudicial costumbre
de arrasa, tumba y quema que provoca hasta el 90% de los incendios forestales en nuestro
país y que la Secretaría a su cargo promovió en periodos pasados con tanto ahinco, debe
realizar una campaña intensiva en los medios masivos de comunicación y en forma
particular en el campo, tendiente a contrarrestar esta nociva costumbre que no sólo
provoca la pérdida de nuestros recursos forestales y madereros, sino que produce una alta
contaminación en el aire, erosión al suelo, facilita la pérdida de los mantos
freáticos, ya que son los bosques y selvas los que mantienen la humedad en el suelo y en
la atmósfera y son también los principales captores de los carbonos dispersos en el aire
y los más importantes productores de oxígeno en la biosfera terrestre.
Señor Secretario, no tenemos preguntas qué hacerle, pero quisiéramos conocer sus
comentarios con respecto a estas propuestas que le hacemos el Partido Verde Ecologista de
México y yo mismo.
Gracias.
Tiene la palabra el señor Secretario de Agricultura.
El
secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Romárico Arroyo Marroquí: |
Muchas gracias y con todo gusto, diputado Miguel
Angel Garza. Su comentario inicial respecto a que es un planteamiento propositivo ratifica
nuestra convicción y seguridad de que trabajando en este ámbito vamos a ir mejorando
nuestros planteamientos.
Afortunadamente encontramos con mucha frecuencia una muy clara correlación entre los
criterios ambientales y el incremento de productividad en el sector agropecuario.
Ciertamente en algunas etapas se privilegió técnicas intensivas en el uso de los
recursos naturales e intensivas también en el uso de agentes químicos para controlar
plagas o para estimular artificialmente los rendimientos.
Hoy nos queda muy claro que es necesario, como vía de rentabilidad, operar de tal forma
que seamos más consecuentes con la preservación del agua y del suelo. No solamente y por
eso creo que hay una gran coincidencia entre lo ambiental y lo productivo en la
agricultura y en la producción agropecuaria en general, por la preservación misma que es
fundamental, sino también porque en el corto plazo, en la actividad inmediata
generalmente se encuentra uno con sobrecostos cuando exceden los niveles recomendables en
el uso de energía o en el uso del agua.
Tenemos en el país ciertamente un compromiso que hay que renovar en relación con el
cuidado de nuestros mantos acuíferos, más de 80 de ellos, de 160 ó 170 que tienen un
valor económico muy claro, están siendo sobreexplotados. La combinación de exceso de
extracción con el aumento de la profundidad nos da una clara resultante de mayor consumo
energético.
Generalmente tenemos coincidencia entre la preservación de recursos como agua y suelo,
nos llevan a prácticas de conservar mejor la energía, conservar mejor el suelo vía
esquemas como los de mínima labranza y ahí encontramos rápidamente una conciliación
entre los dos propósitos.
Respecto a las propuestas técnicas que se han hecho, creo que tenemos que analizarlas con
todo el compromiso de ver sus posibilidades de implementación; uno de los que mayormente
preocupan es el aspecto de las prácticas como la tumba, roza y quema; ahí lo único que
mandaría es que no es una promoción de la Sagar ese esquema de producción que realmente
lo hemos estado haciendo en todo el planeta y lo hemos estado haciendo por siglos, 30% de
la superficie que se dedica a la explotación agrícola en el mundo, agropecuario en el
mundo, incluye en algunas de sus etapas de preparación la quema de la tierra.
En nuestro caso el hecho de que la población que ha crecido en las regiones donde se
practica esta forma de agricultura, ha implicado el que se ha roto el balance también
entre la posibilidad de estar dejando transcurrir varios años, volver a la explotación
de la misma parcela quemándola o de la misma porción de la parcela quemándola en los
años subsecuentes ya no es un esquema productivo que nos dé continuidad.
Hemos iniciado una transformación de la práctica, actualmente se trabaja ya en
aproximadamente 30 mil hectáreas, en términos de proyectos piloto, en las diferentes
regiones del país. Estas 30 mil hectáreas en realidad protegen la no quema de un
múltiplo de seis, aproximadamente 180 mil hectáreas.
El programa, con las prácticas que pueden reemplazar a la tumba, roza y quema, ya
perfectamente establecidas, con una aceptación creciente por parte de los productores,
nos va a permitir en el resto de la administración, cambiar la práctica en un total del
orden de 250 mil hectáreas que implica la protección a más de 1 millón y medio de
hectáreas que actualmente se someten a este proceso de quema periódica para preparar las
explotaciones de los ciclos siguientes.
No solamente es indeseable la práctica, porque ha roto el equilibrio entre la capacidad
de los suelos de recuperarse en los lapsos en los que se regresa al mismo sitio, sino que
además implica una pérdida de patrimonio en la unidad familiar, en la medida en que no
se puede descansar la tierra los suficientes años, esta práctica implica que cada vez se
tengan menos suelos y una reducción de la productividad.
Esta práctica implica no solamente recursos, implica una aceptación que se va logrando
en muchas de las áreas de trabajo; inició este esquema de fomento en 1996 y este año
podemos confirmar que se trabaja ya en 30 mil hectáreas, duplicando cada año el área
servida.
Es probablemente uno de los cambios más importantes con los que México puede contribuir
a las cuestiones ambientales internacionales, las emisiones que se derivan de la quema de
superficies agrícolas, es una de las más importantes y este cambio ha despertado
suficiente interés de las instituciones internacionales involucradas en estos temas, como
para que estemos hoy cuantificando si puede ser contabilizado como parte de las
contribuciones que se derivan de la convención de Kioto y que nos permitirían incluso
obtener recursos adicionales de fundaciones internacionales para impulsar este cambio.
Respecto a las regulaciones que se tienen para el uso de los químicos, existe un esquema
colegiado de varias dependencias que tienen en sus diferentes atribuciones la tarea de
asegurar que los productos químicos que se incorporan a la producción, sean los más
pertinentes.
398,399,400
Existe también un Comité Nacional de Biotecnología, que
nos permite explorar con cuidado las implicaciones de incorporación de nuevos tipos de
semillas a prácticas productivas que implican cierta manipulación genética.
Hemos incorporado en México, en el presente año, un programa de impulso por ejemplo a la
producción de algodón con semilla transgénica, se ha experimentado sobre esta materia
durante varios años, lo incorporamos y la vigilamos con perfecto apego a los criterios de
qué proporción de superficie en cada región y qué proporción en total podemos aplicar
este tipo de semillas.
Hoy está en esa tendencia de cambio tecnológico en el caso del algodón y la soya
solamente en tres o cuatro países. Para nosotros es una opción productiva, pero puedo
asegurarle que hemos tomado todas las medidas para que los criterios que impliquen
cualquier o los aspectos que impliquen cualquier riesgo para la biodiversidad son tomados
en cuenta y se lleva muchos años de verificación de resultados, ya no a nivel
experimental si no en grandes regiones.
En nuestro caso, las primeras autorizaciones de hace tres o cuatro años se hicieron para
superficies de 20 mil hectáreas y pudimos seguir con todo cuidado las implicaciones que
va teniendo en la biodiversidad.
Respecto al Procampo, el Procampo tiene sus tiempos, se entrega vinculado a las fechas de
siembra. La Secretaría no maneja créditos pero sí los recursos de alianza, que buscan
hacer como dicho, más accesible la inversión productiva para aquellos que no tendrían
la posibilidad de llevarla a cabo con sus propios recursos.
En aspectos tan importantes como la conservación del agua, como la conservación del
suelo, las prácticas más pertinentes son, afortunadamente, compatibles con un menor uso
de la energía. En las regiones donde han incorporado ya el tipo de equipos de tecnología
intermedia que permite cambiar las prácticas agrícolas, hemos podido medir reducciones
en el uso de combustible, son prácticas de mínima labranza que requieren menos energía,
que reducen en el orden del 40% el consumo.
En el caso de los sistemas de fertoirrigación es normal encontrar reducciones del 40% en
la energía necesaria y utilización que implica reducir el fertilizante que no absorbe
directamente la planta, en más del 60%.
Respecto a las propuestas, con todo gusto abordaremos esos temas, señor diputado, porque
creo que es precisamente esa línea de proposición la que nos puede llevar con todo el
sustento técnico a ir identificando nuevas formas de utilizar nuestra agua, de ser más
consistentes y más pertinentes en la acción productiva.
Muchas gracias.
Diputado Garza Vázquez, ¿desea hacer uso de su
derecho a réplica? En ese caso tiene usted la palabra hasta por cinco minutos.
El
diputado Miguel Angel Garza Vázquez: |
Señor Secretario, los militantes del Partido Verde
Ecologista de México no nos oponemos al desarrollo, somos partícipes de él, pero deben
procurar de manera responsable que la producción agrícola sea efectiva y que no destruya
la calidad de los alimentos producidos. Debemos de cuidar que los sistemas de producción
no degraden los suelos y más aún, no contaminen con agentes químicos u otros igualmente
tóxicos, el agua y el aire, ya que estos dos elementos componen el 90% del alimento que
el cuerpo requiere para sobrevivir y sólo un 10% está compuesto de vitaminas, minerales,
proteínas, entre otros. Por tanto, es necesario proteger con mayor recelo estos recursos
indispensables para la vida.
Es todo, señor Secretario. Gracias.
Muchas gracias, señor diputado:
Está inscrito para hacer uso de la palabra por el Partido del Trabajo, el señor diputado
Luis Patiño Pozas. Se le concede la tribuna hasta por 10 minutos.
El diputado Luis
Patiño Pozas: |
Gracias, señor Presidente; compañeras y compañeros
diputados:
Estamos convencidos de que no se riñe la criticidad con la capacidad propositiva y así
intentaremos hacer nuestro planteamiento.
Primeramente queremos manifestar que para el Partido del Trabajo existen fundamentalmente
dos factores que sobredeterminan nuestras apreciaciones respecto al análisis y comentario
sobre el informe presidencial.
Por una parte, el hecho de que estamos a un poco más de un año que se formalice la
contienda electoral para renovar el Congreso de la Unión y el Poder Ejecutivo Federal, ya
existen precandidatos prematuros y consecuentemente las opiniones o posiciones
partidarias, tienden a interpretarse como inclinaciones o rechazos a tales o cuales
presuntos aspirantes.
Nuestro partido de ninguna forma actúa en razón de ello. Este informe y los dos
próximos son para nosotros la evaluación de un régimen de Gobierno monopartidista, que
durante setenta años se ha sostenido en el poder y ha desarrollado una política
económica conforme a sus intereses y alianzas locales internacionales que han favorecido
sólo a una minoría.
En nuestra apreciación, existen condiciones para que la oposición en su conjunto, la que
decidió la ciudadanía en julio de 1997, se aboque a rescatar lo rescatable del país y
reconstruya uno más justo, democrático y equitativo.
Por otra parte, existen evidencias contundentes del límite a que ha llegado la política
neoliberal. La globalización de la economía y el libre mercado, especialmente
financiero, ha generado hundimiento de economías nacionales, deudas impagables, miseria y
más miseria en la mayor parte de los pueblos del mundo.
Ya se abocan los grandes magnates en torno al Fondo Monetario Internacional, a diseñar la
arquitectura financiera internacional del Siglo XXI, una vez agotado el modelo actual,
ellos mismos lo reconocen.
Esos dos factores, el del orden político nacional y el del orden financiero
internacional, cruzan hoy por hoy el destino de todos los mexicanos.
Por lo anterior, reiteramos la necesidad impostergable de abordar la reforma del Estado
entre todas las fuerzas políticas, que discutamos el modelo político monopartidista del
Gobierno, que ha prevalecido durante setenta años, que se ha anotado; el modelo
económico de mercado global, al cual se nos ha ungido como país y que éste está en
crisis.
En ambos casos, tenemos que encontrar respuestas con la participación y decisión de
todos los mexicanos. Entremos en materia:
En 30 años la población de nuestro país se ha duplicado. Ahora somos más de 96
millones. En este lapso la población rural pasó de ser del 41% al 25%; en muchos países
esta proporción existe. Sin embargo, en México aún se ocupan de la agricultura, el 25%
de la población económicamente activa, en tanto en los países más desarrollados, no
rebasa el 5% o el 8%.
Parte del dilema del campo mexicano es el siguiente: la población económicamente activa
en nuestro país, es de cerca de 60 millones de mexicanos, de los cuales el 25% vive en
medio rural; la población ocupada es de 37 millones, de los cuales 9 millones se ocupan
en el medio rural. Eso significa, señor Secretario, que en el campo existen 6 millones de
desempleados; en poblaciones menores de 6 mil habitantes, que presuponen medio rural y
conforme acomodaron las estadísticas de referencia de 1991, el 19% de la población no
recibe ingresos.
Esta cifra pasó en 1997 a 23.4 millones de familias sin que reciban ingresos.
En este mismo universo de la población, el 57% de la población recibió ingresos menores
de dos salarios mínimos, ahora esta cifra subió a 53%, ello significa alrededor de 40
millones de mexicanos. Ello se traduce en que los asegurados por el IMSS, en el campo,
apenas representaban en 1990 el 6.5% y para 1998 se redujo a 4.3% del total
respectivamente. Incluso en números absolutos descendió de 683 mil a 559 mil
beneficiarios en todo el país, desde luego.
Parte de la explicación de este fenómeno, está implícita en el informe presidencial
considerando los principales cultivos, la estructura productiva de nuestro país, pasó
del 67.5% de temporal en 1990 al 80% en 1998. En otras palabras, la superficie de riego se
redujo en 250 mil hectáreas, ¿cuál es la explicación, señor Secretario, son sólo los
efectos meteorológicos de "El Niño"?
Pero además, ¿cree usted que la libre fuerza del mercado creará condiciones para que
nuestra agricultura de temporal dominante, sea objeto de inversión, sea objeto de
desarrollo tecnológico y de competitividad?
¿Por qué no ha ocurrido en casi tres decenios de pleno liberalismo económico? ¿Por
qué no ha llegado la inversión al campo? Ante este perfil indiscriminado del mercado
internacional de productos agropecuarios, ¿cuánto tiempo más cree, señor Secretario,
que el mercado reactivará la economía del campo?
Lo anterior de ninguna manera es demagógico, sólo que si considere usted el informe del
presidente Zedillo, ya que todos estos datos fueron tomados del anexo estadístico al IV
Informe Presidencial.
Se supone que contamos con una banca de desarrollo especializado para el medio rural,
usted seguramente conoce mejor las cifras, pero es necesario refrescarlas para que nos dé
una respuesta.
De 1988 a 1998, en 10 años, el Banrural tuvo 7 millones y medio de hectáreas en el país
y ahora sólo un millón y medio. La atención se redujo en cerca del 500%, ¿ésta es una
banca de desarrollo?
En cuanto a la estadística vemos dos mundos rurales distintos, opuestos, permítame
disentir de esos números y centrarme en los resultados. El maíz y frijol, alimento
básico de las familias mexicanas, se redujo en el mismo periodo la atención de 3
millones 200 mil hectáreas a 570 mil en maíz; el frijol de 1 millón 180 mil a sólo 400
mil. ¿En dónde está el bienestar para la familia?
En contraparte en el mismo periodo de producción de maíz, de 10.5 millones de toneladas
a 16.5 millones; el frijol pasó de 662 mil toneladas a 1 millón 470mil. Pero esto,
señor Secretario, es un esfuerzo campesino, esto no es un esfuerzo gubernamental, la
recopilación de estadísticas, no los hace partícipes al Gobierno en este desarrollo.
Al sector agropecuario se destina por la banca comercial, un poco más del 5% del total de
sus créditos y por la banca de desarrollo igualmente. Del total de créditos, sólo el
5.75% se destina al desarrollo agropecuario. Es curioso, sin embargo, advertir que la
banca de desarrollo financia al Gobierno con el 60% de su presupuesto, ¿por qué ocurre,
señor Secretario, esta proporción?
Por lo que respecta a la cartera vencida, el porcentaje total del sector representa tanto
de la banca comercial de desarrollo, solamente un 13% en 1996, incluso por 1998. Ello
implica que el sector rural no es el principal sector deudor. ¿Qué impide entonces la
reactivación del crédito en el campo?
Pero además, dada la magnitud de la cartera vencida, que conduce a un círculo vicioso de
que no hay crédito por sobreendeudamiento crónico, ¿cómo se plantea entonces reactivar
el campo? ¿Cómo se plantea en su caso recuperar la cartera vencida y rehacer como sujeto
de crédito a la mayoría de los campesinos?
¿Cree usted sinceramente que el Banrural aún puede jugar un papel en ese sentido o
engrosará las filas del Fidelic? ¿La cartera del Banrural fue absorbida por el Fobaproa?
Todos estos elementos explican en parte el hecho de que el porcentaje del producto interno
bruto del sector se reduzca de 1990 a 1997 y que en el primer trimestre de este año sea
negativo en un 5.3%.
En otro orden de ideas, Alianza para el Campo representó en 1997 sólo el 6.7% de los
recursos destinados al Fobaproa. ¿Cómo puede suponer interés en la familia campesina
por parte del actual Gobierno?
Debemos señalar que no obstante la buena intención de Alianza para el Campo, además de
su raquítico presupuesto, resulta que en los estados, los gobernadores, a pesar de que en
general aportan menor proporción de los recursos proyectados, se han aprovechado, con la
complacencia del Gobierno Federal, para utilizar estos recursos como proselitismo o
clientelismo político.
401,402,403
Una cuestión es reconocer en el papel la participación de
los productores y otra muy distinta la que los cacicazgos estatales y aun municipales
imponen.
Finalmente, señor Secretario, pero sobre todo, compañeras y compañeros diputados, el
campo mexicano vive una situación deplorable, concentra uno de los niveles más elevados
de pobreza y marginación; es la fuente, sustento alimenticio para todos los mexicanos, es
la base para no empeñar nuestra soberanía y ello tiene que traducirse en presupuesto que
estamos próximos a abordar. Pero al igual que en otros aspectos de la estructura
económica, no sólo es cuestión presupuestal; finalmente nunca alcanzará para todo lo
necesario; es también sobre todo enfoque y método.
En nuestra opinión existen dos aspectos del sector que se complementan y enlazan para una
alternativa de desarrollo rural: cadenas productivas y zonas o regiones.
Ya concluyo, señor Presidente. Para el campo mexicano no hay que escatimar esfuerzos, aun
cuando las políticas del Fondo Monetario Internacional pregonen lo contrario. Es preciso
fortalecer la participación de los productores con recursos gubernamentales en la
regularización de precios, en el fortalecimiento de mercados locales y regionales
complementarios, que no dejen a los campesinos indefensos ante una frontera abierta. Ello
es parte de esta Cámara de Diputados. El próximo presupuesto ya nos espera.
Muchas gracias.
Señor Secretario de Agricultura, Ganadería y
Desarrollo Rural, por favor.
El
secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Romárico Arroyo Marroquí: |
Muchas gracias, señor Presidente:
Señor diputado, en efecto, cuando abordamos los indicadores generales del sector rural, y
por eso vale la pena reflexionar sobre los comentarios que usted ha hecho, encontramos ese
difícil contraste, difícil de explicar, mucho más difícil de aceptar, entre una
tendencia de incremento productivo y una situación general que no parece acabar de
reflejar lo que la parte de producción agropecuaria representa.
Creo que reconocemos todos, sin distingos, que en el campo tenemos una gran deuda, que
tenemos desde luego que incrementar los recursos, pero, sobre todo, asegurarnos de que las
formas sean mejores, que lleguemos realmente a las áreas donde podemos incidir en cambios
significativos y que lo hagamos de tal manera que el avance sea más rápido.
Algunos de los puntos, cuando se identifican los puntos que menciono, comentaría muy
rápido: cuando se hace una identidad entre población rural y ocupación agropecuaria,
caemos precisamente en ese problema de considerar, que es a base de la actividad
agropecuaria que podemos mejorar las condiciones generales en regiones amplias.
Comentaba en mi intervención que ciertamente es muy importante; es quizá el actor
económico como sector, que mayor trascendencia, que mayor impacto puede tener en la
condición de empleo y en la condición de vida en el campo, pero definitivamente no
podemos mantener una identidad entre clasificación de población rural, que en muchos
países adelantados también es del 27 y del 30% y equivalencia a ocupación en el sector
agropecuario.
Creo que tenemos que reconocer, sin duda, que habrá de hacerse el mayor esfuerzo para que
el sector agropecuario productivo dé empleos más remunerados y más diversificados.
Pero, sin duda, como ya viene sucediendo en algunas regiones, es la diversificación del
empleo con la concurrencia de otros sectores, lo que finalmente nos puede ir dando niveles
de empleo más aceptables.
En varias regiones del país ha sucedido; hace dos o tres años, varias de las
dependencias estábamos ocupados en ver cómo incrementar el empleo, por ejemplo, en la
región lagunera. Le podría decir que en el ciclo pasado fue necesario contratar la
maquinaria de Sinaloa y de Tamaulipas para recoger la cosecha de La Laguna, porque ya no
hubo mano de obra disponible y la razón ciertamente no es el incremento de la producción
agropecuaria, aunque sí se dio de manera importante: en leche, en algodón, en productos
que son tradicionales a La Laguna, los incrementos fueron importantes a pesar de la
reducción en la disponibilidad de agua. Pero el empleo realmente se generó por la
concurrencia de actividades industriales, particularmente las que utilizan precisamente la
producción láctea y la producción de algodón.
En relación con los instrumentos tales como el de alianza y el de financiamiento, yo
sólo trataría de resaltar que por la vía de alianza, con los criterios de apoyar a la
inversión productiva y apoyar precisamente esa inversión, la que hace más rentables las
operaciones, buscamos fortalecer la calidad crediticia de la actividad económica del
campo.
El hecho de que clasifiquemos diferente los apoyos de tipo financiero, hoy habría que
comparar cuánto vale lo que se transfiere como subsidio para la inversión productiva en
relación con cualquier impacto en la parte de crédito. Pero no es solamente el crédito
del Banrural el que concurre en el campo. Y le podría decir que la tendencia que se lleva
y dependiendo de los periodos que tomemos, desde luego son las diferencias. Pero el
financiamiento a los pequeños productores en la presente administración, se ha
incrementado entre 1995 y el programa de 1998, en 86%, que en el caso particular del maíz
donde el crédito formal, como usted lo menciona, atiende hoy a menos hectáreas, habría
que tomar como componente adicional, por ejemplo el crédito a la palabra, que va
precisamente dirigido a ese tipo de productores y que por sí solo implica 1.25 millones
de hectáreas.
El total que presta el Banrural, lo que cubre el Banrural no es 1.5 millones de
hectáreas, sino que está llegando este año a 2.3 millones de hectáreas. Es ciertamente
el Banrural el que más ha concurrido.
Yo creo que la posibilidad de incrementar el trabajo productivo, considerando apoyos a la
inversión de capital, las diferentes modalidades de apoyo de crédito y la asistencia
intensa y permanente en los aspectos de asistencia técnica, nos va a permitir revertir
tendencias como lo que se ha mencionado aquí de la cartera vencida, que ciertamente en
este caso ha recibido un tratamiento muy diferente en sus conceptos, a lo que venía
siendo el tratamiento a la cartera agropecuaria en los años anteriores.
Yo creo que el Banrural puede y debe continuar, porque la banca de desarrollo tiene como
tarea llenar aquellos espacios en que todo el sistema financiero todavía no esté
concurriendo.
Y respecto a su desempeño, el Banrural tiene hoy una de las tasas de recuperación más
altas de las que tiene toda la banca, tanto comercial como de desarrollo.
Ninguno de los resultados que se reportan sobre el campo, diputado, de ninguna manera
pretenden ser medida del éxito o del empeño de las instituciones públicas. Creo que lo
que todos reconocemos ahí, es un gran empeño y una gran capacidad de nuestros
productores. Nos toca sí, ampliar y mejorar los instrumentos para apoyarlos; que los
sistemas de asistencia técnica sean pertinentes; que los programas de asistencia
financiera sean cada vez más accesibles y en eso creo que el planteamiento que hemos
descrito respecto a la forma de hacerlo en el marco de Alianza para el Campo, nos
proporciona un muy prometedor cambio en la forma de atender al campo.
Muchas gracias.
Diputado Patiño Pozas, desea usted hacer uso de la
palabra. Tiene la palabra hasta por cinco minutos.
Esta Presidencia ha sido notificada por la Comisión de Agricultura, que invitó para el
desahogo de esta comparecencia y se encuentran en la sala y los saludamos, dirigentes de
la Confederación Nacional Campesina, de la Confederación Campesina Independiente, de la
Central Independiente de Obreros Agrícolas Campesinos, CIOAC; de la Unión Nacional de
Organizaciones Regionales Campesinas, UNORCA; de la Unión Campesina Democrática, UCD; de
la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas, CODUC; de la Central
Campesina Cardenista; de la Alianza Campesina del Noreste; de la Unión Nacional de
Trabajadores Agrícolas y la Unión General de Obreros y Campesinos de México, UGOCEM.
¡Bienvenidos a esta comparecencia!
El
diputado Luis Patiño Pozas: |
Gracias, diputado Presidente; señor Secretario:
Independientemente de las diferencias en la estadística insistimos, fueron tomados del
anexo estadístico del informe; sin embargo, sí sentimos que el debate esencial aún
subyace; el debate esencial no ha sido tomado y no lo dijo en su intervención, señor
Secretario.
El productor mexicano, el pequeño productor es, por naturaleza y por experiencia
centenaria, productor de diversos productos, aunque tenga uno como principal.
Fortalecer su unidad económica local y propiciar su integración vertical con
innovaciones tecnológicas y sobre todo con su participación organizada para generar y
aprovechar economías de escala es, desde nuestro punto de vista, el aspecto fundamental
para que efectivamente el campo de México salga de la crisis en la que vive.
Implica ello una fuerte intervención estatal, no a la manera paraestatal ni paternalista,
sino creando flujos de recursos, flujos efectivamente, certidumbre de dinero en el campo
que dé certeza y puedan los productores planear, por lo tanto a mediano y largo plazo y
efectivamente tomando en cuenta las altas y las bajas del temporal.
Pero a la vez requieren una intensa actividad creativa para mantener la humedad en los
suelos, para incorporar tecnología de punta como riego por goteo, para hacer los
fertimejoradores de la estructura de suelo y desde luego, la combinación de variedades
mejoradas, sobre todo con fertilización de origen orgánico.
Nosotros pensamos que ésos son algunos elementos que pueden diferenciar a nuestro modelo
de agricultura con otros y por ende, encontrar nichos de mercado.
Es a los campesinos, a los pequeños productores, a donde se debe abocar el Fobaproa, a
generar esquemas, insistimos, de flujos financieros que acompañen sus procesos
productivos de transformación, de comercialización y de organización empresarial.
Rescatar y desarrollar la cultura corresponsable de los ejercicios financieros es tarea de
todos, señor Secretario y en ese sentido sí esperemos que podamos continuar con este
debate de cómo sacar al campo de México de la crisis en la que vive.
Muchas gracias.
Muchas gracias, señor diputado.
En el uso de la palabra, el señor diputado Joaquín Montaño Yamuni, del grupo
parlamentario de Acción Nacional y hasta por 10 minutos.
El diputado Joaquín Montaño Yamuni: |
Con su permiso, señor diputado Presidente; diputadas
y diputados:
Debo reconocer, a pesar de nuestra diferencia de opinión, la amplia disposición del
titular de la Sagar para el diálogo con los diputados federales. Esperamos que sigamos
conservando esta comunicación.
Decía el Secretario de Hacienda, José Angel Gurría, en su dogmática intervención el
pasado día nueve de este mes, que el país semejaba un paciente con problemas de
apendicitis etcétera.
El problema, señor Secretario, no es el paciente, porque no hay paciente, México no
está enfermo, el problema es el doctor y el problema del doctor se llama miopía; la
miopía se define como la anomalía que provoca visión imperfecta a distancia,
conservándose la visión cercana y esto viene a colación debido a que las cifras y
estadísticas oficiales distan mucho de la realidad que ha vivido y vive el campo
mexicano; existe una distorsión fundamental del Gobierno mexicano en la política hacia
el campo.
Como legisladores en pleno ejercicio de la función, no podemos, no debemos restringirnos
exclusivamente a los aspectos descriptivos del ejercicio del gasto y los programas. La
problemática que enfrenta el sector y consecuentemente los productores, es tan amplia
como compleja, que requiere de una permanente prospectiva del Ejecutivo Federal como
ejecutor de las políticas públicas y el Legislativo como sustanciado de la norma legal.
La actividad agropecuaria por su enorme diversidad requiere de un análisis objetivo y
preciso, en este orden invariablemente debemos de recurrir a un marco de referencia más
amplio para comparar las magnitudes que definan las directrices del sector contenidas en
el Programa Agropecuario y de Desarrollo Rural 1995-2000. En este sentido, hago a usted
los siguientes cinco planteamientos y sus correspondientes preguntas.
404,405,406
Primero. A cuatro años de iniciada la presente
administración, las condiciones que presenta la actividad agropecuaria en nuestro país
poco han cambiado vistos a la luz de los objetivos del Programa Agropecuario y de
Desarrollo Rural 1995-2000. este programa en su diagnóstico señala los cinco problemas
de fondo que limitan al sector:
1. Crecimiento de la población superior a la producción agropecuaria en los últimos 30
años.
2. Saldos adversos con el exterior debido a importaciones crecientes.
3. Severos problemas de rentabilidad, capitalización y productividad.
4. Marcada desigualdad en todos los niveles de desarrollo productivo y tecnológico entre
regiones .
5. La más lastimosa concentración de las tres cuartas partes de la pobreza del país en
el campo.
Le pregunto, señor Secretario: ¿podría precisar usted los avances y resultados
tangibles para los productores rurales en el periodo del año de 1995 a 1998 en lo
relativo a la capitalización? ¿Cuál ha sido el incremento del ingreso neto de los
productores en el mismo periodo? ¿Qué acciones concretas se tomaron para combatir la
pobreza rural y en qué proporción ésta ha disminuido? ¿Cuáles son las estrategias y/o
líneas de acción para el abasto de productos básicos agropecuarios? ¿Qué políticas
públicas coadyuvaron a superar el déficit estructural de la balanza comercial
agropecuaria y en qué proporción ha crecido la producción agropecuaria con relación al
crecimiento demográfico según la expectativa del referido plan sectorial?
Segundo planteamiento. La actividad agropecuaria de nuestro país tiene una problemática
muy similar en cuanto a factores estructurales de desregulación financiera que han
llevado al campo a tener una impagable cartera vencida, descapitalización e incapacidad
de pago bajo los actuales esquemas y sobre todo al retiro de subsidios. Todas estas
variables han repercutido en la regresión tecnológica que deteriora aún más la
rentabilidad. En diversas visitas y recorridos a las distintas regiones productivas del
país, he encontrado una constante y ésta es una extenuante presión financiera que viven
los productores agropecuarios, situación que sin exagerar raya en la desesperación, al
enfrentar usuras e innumerables litigios en contra de su patrimonio. Tal parece que
estamos viendo una película de terror del campo.
Consecuentemente este panorama adverso contradice las voces triunfalistas sobre los logros
de las políticas gubernamentales en la materia. Si bien es cierto que la solución no es
buscar y señalar culpables, la reactivación efectiva depende en mucho de la voluntad
prospectiva de quienes están a cargo de las políticas públicas. A la fecha los esquemas
para la solución del problema del endeudamiento del sector únicamente han servido para
resolver parcialidades coyunturales y no el fondo.
Segunda pregunta: dada la incapacidad manifiesta del sector financiero comercial, cuyo
criterio prioritario ha sido la rentabilidad a corto plazo de los proyectos, asociado a la
fuerte garantía prendaria, mantienen en un estado de inseguridad total a la mayoría de
los productores y a sus organizaciones. En este sentido, ¿podría usted como titular del
sector agropecuario, precisar la prospectiva gubernamental para atender esta problemática
en el corto y mediano plazo?
Tercer planteamiento. En materia pecuaria llama la atención que los informes oficiales de
1996, 1997 y 1998 no señalan cuál es el estado actual del hato ganadero, lo que motiva
que técnicamente no tengamos certeza de la eficiencia y eficacia de la política
gubernamental, al no contar con elementos que permitan medir el desarrollo de su sector.
El Programa Agropecuario de Desarrollo Rural 1995-2000 señala que el hato ganadero hasta
1994 era de 23 millones 234 mil cabezas de bovinos, 10 millones 53 mil de porcinos, 5 mil
993 de caprinos, 3 mil 887 millones de ovinos y 194 millones que incluian a los
productores de huevo y carne.
Le pregunto, ¿cuál es la cifra oficial del hato ganadero del país a la fecha? ¿Qué
incremento tuvo en el periodo 1994-1998 en relación a los datos contenidos en el Programa
Agropecuario y de Desarrollo Rural 1995-2000? y ¿cuál es la meta u objetivo para
incrementarlo por especie animal para 1999 y cuál es la proyección para el 2000?
Cuarto planteamiento y penúltimo. en el informe de gobierno se señala que el déficit de
la balanza comercial agropecuaria, incluyendo caza y pesca, disminuyó significativamente
al pasar de 1 mil 79 millones de dólares en 1996 a 345 millones en 1997 y durante el
periodo de enero-julio de 1998 el saldo comercial fue superavitario por 115 millones de
dólares; como resultado de aportaciones, por 2 mil 876 millones de dólares; a
importaciones por 2 mil 761, lo cual es superavitario si incluimos todo.
Sin embargo, al analizar el apartado de la balanza pecuaria, se desprende que el déficit
es de la mayor relevancia, ya que durante 1997 importamos 486 millones de dólares y
exportamos 247, con lo cual el déficit fue de 239 millones de dólares; es decir, el 49%.
Para el primer semestre de 1998 el citado documento señala que hemos importado 273
millones de dólares contra 142 en exportación, siendo el déficit para este semestre de
131 millones; es decir el 47.9%.
¿Cuál es la prospectiva sectorial para romper la limitación que desde principio de la
década de los años ochenta se ha venido reflejando en incapacitad del sector para
satisfacer la demanda interna de una gama de productos pecuarios, dado que la exportación
de nuestros productos pecuarios se limita casi exclusivamente a becerros en pie que es el
90% y miel a granel el 10%?
Quinto y último planteamiento. La actividad agropecuaria es la más vulnerable de la
economía, presenta rezagos estructurales desde hace más de 40 años y desde 1994 se ha
sumado la mala negociación del Tratado de Libre Comercio, lo que complica aún más la
reactivación del sector. En los últimos meses, señor Secretario, se han venido dando
una serie de reuniones con representantes de la Unión Europea tendientes a suscribir un
acuerdo comercial, cabe precisar aquí que nuestro sector está en completa desventaja,
dados los altos subsidios que los europeos destinan tanto a su agricultura como a su
ganadería.
Le pregunto, ¿podría usted precisar el posicionamiento del Gobierno y de los productores
sobre el particular, dado el carácter rural de la economía agrícola y pecuaria? En caso
de firmarse el citado acuerdo comercial, ¿cuál es técnicamente el monto adecuado de los
subsidios al sector para estar en igualdad de condiciones con los europeos? ¿Podría
quedar excluido, según usted, el capítulo agropecuario del citado acuerdo?
Por último, en fecha próxima haré llegar a usted las observaciones hechas por los
productores agropecuarios relacionadas con los resultados y expectativas de las políticas
públicas que con motivo del IV Informe de Gobierno fueron solicitadas para efecto de
integrarlas a una propuesta común en solución de la problemática pecuaria.
Muchas gracias.
Muchas gracias, diputado Montaño.
Tiene la palabra el señor Secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
El
secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Romárico Arrollo Marroquí: |
Muchas gracias, señor diputado Joaquín Montaño,
con mucho gusto:
Creo que cuando analizamos las tendencias en lo que se refiere a la producción en el
sector agropecuario, tenemos en primer término que asegurarnos de que los periodos que
utilizamos son relevantes como ilustración de lo que va pasando en el sector
agropecuario, ciertamente nos afectan de manera importante no solamente las cuestiones
climatológicas, sino también las señales de precios y lo que ha sido el nuevo marco de
comercio y política de fomento durante los últimos cuatro años, propiamente tres que
dan un marco más reciente y más completo a lo que puede ser el desempeño del sector
agropecuario o al menos podemos juzgar en mejor forma sus relaciones.
En relación con las primeras preguntas en cuanto a ingreso, la acción en fortalecimiento
del abasto de básicos, los programas han inducido ya de manera importante en los sectores
de producción primaria, una adopción de nuevas tecnologías.
Yo mencionaba en la intervención que en aquellas regiones donde hemos podido concentrar
ya el apoyo con semillas mejoradas, con asistencia técnica, con un agrupamiento, con una
formación de organizaciones económicas de base, los incrementos que venimos obteniendo
en producción y los vienen obteniendo los productores sin duda, son indicativos de que
podemos aprovechar un margen disponible de productividad en el sector, como para
incrementar de manera significativa todos los productos.
No es definitivamente un buen diagnóstico el de que podríamos hacerlo en absolutamente
todas las áreas de producción; parte del problema que debemos de inducir es precisamente
un esfuerzo grande de reconversión para que la vinculación entre el sector pecuario y el
sector rural que aquí se mencionaba, pudiera crecer más balanceado.
Tenemos un crecimiento de la producción si comparamos la producción en el marco de estos
años, que incluye desde luego el marco comercial vigente, pero también incluye los
apoyos. Ahí la producción de básicos se ha incrementado. Si comparamos los cuatro años
desde 1993, 1994, 1995 a 1997, sus cuatro años completos y los anteriores a 1993,
incluido 1993, la producción de básicos se ha incrementado en 9%. La producción del
sector pecuario, casualmente, es la que más se ha incrementado, se ha incrementado 22% y
la producción de forrajes se ha incrementado del orden del 10% y el 12%.
Esto necesariamente tiene que repercutirse en ingreso, sobre todo si vemos que sumado el
incremento de rendimientos que se generaliza cada vez más en las áreas de producción de
granos para su comercialización, ha permitido, a través de los apoyos a la
comercialización, diferencias muy significativas en los precios que tenemos en referencia
con el marco internacional, puesto que es un elemento relevante de la comparación.
Tenemos un indicador de precios que los vincula, pero un sistema de apoyos al ingreso que
lo fortalece.
Hoy mencionábamos que manteniendo esa importante integración entre la producción
primaria, la producción pecuaria y la industrial, que implica que las segundas fases de
transformación no paguen sobreprecios excesivos, nuestros productores están teniendo
ingresos de entre el 25% y el 50% más por tonelada en lo que se refiere a los productos
básicos.
Respecto a la acción sobre la pobreza, necesariamente tenemos que tomar ingreso y
necesariamente habremos de ir ampliando la acción como lo consideramos absolutamente
prioritario, como lo mencionamos varias veces en la intervención, respecto a que la
cobertura de los programas que realmente vienen incidiendo nos han permitido hoy dos
cosas: nos han permitido encontrar esquemas que con gran participación de los productores
son esquemas muy pertinentes, pero la cobertura requiere significativamente de más
recursos.
En el abasto de básicos no ha habido un propósito específico para cada producto, sino
un apoyo generalizado a los instrumentos con los que cuentan los productores de básicos
para incrementar rendimientos. El contraste que plantea entre población y crecimiento, la
composición de la demanda en los últimos años ha incrementado la demanda
fundamentalmente a tasas superiores en el sector pecuario.
En el caso de la demanda para alimentos básicos, fundamentalmente se ha mantenido en los
mismos niveles, incluyendo una composición adicional en el volumen total demandado para
la industria. En el abasto de básicos para programas de alimentación humana directos
tenemos coberturas altas comparadas con cualquier otro país.
En la desregulación financiera creo que el tema que normalmente está presente en las
discusiones respecto al apoyo al sector, es de los más relevantes. En el caso del
tratamiento al sector agropecuario creo que por primera ocasión el tratamiento que se ha
dado a la cartera agropecuaria no es el final del proceso de análisis, sino el principio,
los descuentos han sido hasta del 40% para el 90% de los que han entrado al proceso de
saneamiento y hay un avance en esa materia del orden del 80% con más de 650 mil
productores.
407,408,409
La precisión que se puede dar en el aspecto financiero
deriva, creo yo, de que si tenemos un criterio de precios, apoyos al ingreso y una
política de apoyo también al incremento productivo, nuestro sector se va convirtiendo en
un destino más deseable de apoyo financiero, ya sea por la vía de crédito o de
inversión por la vía de financiamiento. Así se ve en las tendencias de inversión en el
sector, si lo consideramos completo, como el sector agroalimentario.
Los crecimientos que se tienen en la cobertura de financiamiento en los diferentes
capítulos del sector también acreditan que se está reactivando la acción del sector
financiero sobre toda la producción agropecuaria, pero sobre bases mucho más sanas de lo
que habíamos tenido.
Los apoyos a la inversión sustituyen ahora montos de financiamiento que cuando consisten
en apalancamientos excesivos respecto a la inversión, lo hacen un financiamiento poco
viable.
En las tendencias que tenemos en la balanza podemos encontrar todas las historias de
éxito o todas las historias de cuestionamiento. Son docenas de productos o cientos de
productos y yo creo que si el asunto relevante es analizar en qué medida vamos
fortaleciendo conforme se planteó como propósito de política la seguridad alimentaria
del país, lo importante es tomar los agregados más grandes y en relación con esos
montos ver a qué equivalen los saldos de nuestra balanza agroalimentaria, la balanza
completa.
Si hacemos las cuentas con los números de 1997, los completos, vamos a encontrar que el
valor de la producción agroalimentaria del país, que es alrededor de 340 mil millones de
pesos, contrasta con el valor de la balanza deficitaria agroalimentaria, que fue del orden
del 1 mil 300 millones de dólares y que considerando las paridades tendríamos una
cobertura de las necesidades de alimentación nacional del 97%. Creo que pocos países
tienen una cobertura tan amplia.
En lo que se refiere a los tratados, considero que el tratado, los tratados vigentes nos
dan ciertamente presiones adicionales sobre los productores en materia de competitividad y
de competencia. Nos dan también una gran cantidad de opciones y el saldo, el resultado de
estos primeros años, si comparamos la tasa de crecimiento de nuestras exportaciones,
incluido todo y la tasa de crecimiento de nuestras importaciones, como lo mencionaba,
agroalimentarias, una es del 14% en las exportaciones y las importaciones del 7%. Creo que
el marco que nos da la política de comercio exterior viene también abriendo importantes
oportunidades.
Respecto a Europa, no podría decirle cuál es el posicionamiento de todo el Gobierno. Le
puedo comentar respecto a cuál sería la preocupación del Secretario de Agricultura.
Creo y comparado con Europa, si no se consideran los subsidios a la exportación,
prácticamente en ningún rubro de producción son competitivos o tienen márgenes
competitivos excesivos con respecto a México, si no se consideran los subsidios a la
exportación. Habría que complementarlo también con equivalencia en las normas que se
utilizan en el mercado europeo, es un mercado completamente diferente al caso del mercado
de Norteamérica, en el cual tenemos ya una vinculación definida.
Si hubiera que buscar dos criterios en fortalecimiento de la protección a la producción
agropecuaria, serían que no se valgan en los términos de tratado, los subsidios a la
exportación, porque de lo contrario, sería prácticamente imposible compensarlos con
recursos sin hacer una gran distracción de los medios con los que contamos para
incrementar productividad. Por dar algún número, en leche o en azúcar, la exportación
de Europa recibe subsidios del orden de 800 millones de dólares, sería muy lamentable
que la estrategia que siguiéramos fuera la de equivaler, hacer subsidios equivalentes.
En lo global, nuestro país aplica equivalentes de subsidios al productor, en lo global,
en todo el sector, más altos que los que tiene el promedio de la OCDE. Pero aplicados a
la exportación, sería una gran desventaja.
Y la otra es que las normas que se apliquen allá, sean las mismas que se le apliquen a la
exportación, que no sea de sobrantes.
En esos términos, yo creo que la posibilidad de competencia nos abriría muchos espacios.
Muchas gracias.
Diputado Montaño: ¿desea hacer uso de su derecho de
réplica?
El
diputado Joaquín Montaño Yamuni
(desde su curul): |
Sí, señor Presidente.
Tiene la palabra, diputado Montaño.
El diputado
Joaquín Montaño Yamuni: |
Gracias, señor Presidente; señor Secretario:
A partir de 1992, con el ingreso de México al GATT, se condicionó a la ganadería a una
apertura comercial mediante una desgravación acelerada, afectando la producción de
bovinos con aranceles del 15% al 20% y para 1994 con la entrada en vigor del tratado, se
dejó exento de arancel a fracciones de ganado en pie para abasto, carne en canal y carne
deshuesada.
Es importante destacar que casi el 97% de los productos importados de bovinos, provienen
de los Estados Unidos, originando una persistente discriminación de precios con niveles
dumping al 50%.
A cuatro años del tratado, para el cual la gran mayoría de los productores no fueron
debidamente consultados, la reglamentación del mismo es violada constantemente por la
propia autoridad y otras veces con la anuencia de la misma, en detrimento de la actividad
agropecuaria.
De igual forma existen casos evidentes de violación a la Ley de Comercio Exterior en sus
artículos 28 y 29, como lo que corresponde a la importación de leche en polvo, la de
granos, la de cárnicos y la de pacas de algodón, recientemente, que a pesar de que son
productos subsidiados en su país de origen e inciden a la distorsión de los precios en
el país importador, que en este caso es México, se siguen autorizando los cupos de
importación a estos productos, ocasionando daños irreversibles a la planta productiva
nacional.
El tratado, señor Secretario, ha devastado al campo mexicano, no hay duda, éste es el
clamor de los productores, la autoridad debe atender con urgencia este reclamo. Ya no
perdamos el tiempo en justificar una apertura comercial que ha conducido al fracaso al
sector agropecuario, en lugar de buscar una verdadera y justa competencia en igualdad de
condiciones.
Por ello el Gobierno no debe empeñarse en firmar nuevos tratados comerciales con países
altamente subsidiados a su sector agropecuario, sin antes haber hecho una revisión y
evaluación del impacto que el propio Tratado de Libre Comercio de Norteamérica ha tenido
en nuestro país.
De igual forma rechazamos que el criterio de política económica del Gobierno en turno,
esté por encima del estado de derecho, porque, ¿de qué sirve a los productores
agropecuarios el que los legisladores promulguen nuevas leyes cuando las actuales no se
respetan?
Pedimos enérgicamente que se revise el marco legal de las importaciones, para que éstas
no se constituyan en un freno al sano desarrollo de nuestra actividad agropecuaria, tal y
como actualmente acontece.
Existen en el país dos tipos de explotación agropecuaria, una de autoconsumo y otra
comercial. Es impostergable que se desvinculen los programas de una y de otra, para lograr
por un lado, elevar el nivel de vida de los productores en zonas marginadas y por el otro
lado, estimular el desarrollo de un sector agropecuario, generador de empleo y de riqueza,
en zonas con alto potencial productivo agroindustrial y exportador.
Un reclamo generalizado, tanto de productores como de organizaciones intermedias, es en el
sentido de que la única instancia que debe atender los problemas integrantes del sector,
es la Sagar, tal como lo establece la Ley Orgánica de la Administración Pública. Sin
embargo, vemos que en la práctica esto no funciona así, toda vez que las que marcan el
rumbo en la política del campo son la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de
Comercio, porque mientras la Sagar, su Secretario, planea y promueve la producción en el
campo, el Secretario de Comercio con un plumazo, desbarata toda esa planeación al
autorizar cupo de importación en época de cosecha, en una forma indiscriminada,
completamente aleatoria y sin tomar en cuenta la cabeza del sector que es la Sagar.
En este mismo contexto, la Secretaría de Hacienda con el manejo discrecional que tiene de
los recursos presupuestales, recorta o elimina programas y transfiere recursos con
criterios plenamente unilaterales.
Ante este adverso marco institucional, tenemos que ponerle orden al desorden dentro de la
política del campo. Queremos que haya un ordenamiento, que dé certidumbre y objetividad
a la actividad, en el corto, mediano y largo plazos a todas las actividades agropecuarias.
No podemos tolerar ya que los productores hagan surco en el camino a las dependencias
oficiales y descuiden su producción por el excesivo burocratismo, en recoger el cheque
del Procampo, en tramitar las solicitudes de crédito, en las largas filas en espera de
pago a la Conasupo y otros muchos trámites que hoy en día el productor tiene que
realizar para poder producir. El lugar al que los productores tienen que acudir es su
campo, no los pasillos de las oficinas públicas. Concluyo.
Señor Secretario, los legisladores del Partido Acción Nacional, estamos sumamente
esperanzados que el Ejecutivo Federal, reconozca las distorsiones que en materia
agropecuaria plantean su programa al sector y convoque a una verdadera política
agropecuaria de Estado, para que todos los que participamos en la vida política,
productiva y social, realicemos una verdadera reforma nacionalista, que saque a nuestro
campo de la miseria, la incertidumbre y la descapitalización en que está sumido.
Muchas gracias.
Tiene la palabra por el grupo parlamentario de la
Revolución Democrática, el diputado Leopoldo Enrique Bautista Villegas, para hacer uso
de la palabra hasta por 10 minutos.
El diputado
Leopoldo Enrique Bautista
Villegas: |
Señor Secretario; señoras diputadas, señores
diputados, señor Presidente; con su permiso:
Quiero también hacer un reconocimiento al señor Secretario de Agricultura por su
permanente disposición para escuchar y discutir los puntos de vista que la Comisión de
Agricultura presenta en relación a la situación que guarda al campo mexicano.
El informe que el presidente Ernesto Zedillo rindió a esta soberanía el pasado 1o. de
septiembre, se debe calificar categóricamente como un catalogo de autoelogios y
justificaciones sobre las acciones de Gobierno del régimen actual y el modelo económico
y neoliberal impuesto a los mecanos durante los últimos 16 años, modelo que por cierto
ha resultado ser un fracaso.
El mensaje que aquí escuchamos hace unos días difiere, como veremos más adelante, de
las cifras y resultados oficiales del ejercicio gubernamental, pero sobre todo contrasta
con la realidad que vive el sector rural en nuestro país. Para nuestra desgracia el campo
no sólo se ha visto afectado por la política gubernamental de referencia, sino que se ha
colocado a la zaga de las prioridades del Gobierno de la República.
Este hecho queda de manifiesto, al comparar el comportamiento del presupuesto asignado a
las actividades productivas del sector por el Gobierno Federal durante los últimos 16
años. Mientras que en 1982, de cada peso que el Gobierno gastaba, 12 centavos se
destinaban a fomentar las actividades agropecuarias, en 1988 esta cifra es inferior a seis
centavos.
Paralelamente la apertura indiscriminada de nuestro mercado a la competencia
internacional, como aquí ya se ha señalado y en particular el capítulo agropecuario del
TLC de América, han resultado altamente perjudiciales para la inmensa mayoría de los
productores y trabajadores del campo.
A los productores de granos básicos se les ha lanzado a una competencia entre desiguales,
con amplias desventajas en su contra. Mientras que sus contrapartes estadounidenses y
canadienses disfrutan de tierras de alta calidad, con acceso irrestricto al agua, de
insumos baratos y de esquemas de apoyo económicos benévolos y congruentes, nuestros
productores se ven limitados estructuralmente dada la condición intrínseca de aridez y
falta de acceso suficiente al riego de sus tierras, altos costos en los insumos y una
política de apoyo limitada por la incertidumbre y la carencia de recursos
presupuestarios.
410,411,412
Y si bien es cierto que ha habido ciertos grupos de
productores frutícolas y hortícolas beneficiados por el Tratado de Libre Comercio, el
costo ha sido muy alto. Mientras que la superficie sembrada de granos asciende a casi 15
millones de hectáreas, la de frutales sólo llega a 847 mil y la de hortalizas y otros
cultivos exportables es inferior a 1 millón de hectáreas.
El titular del Ejecutivo señala en su informe que el déficit de la balanza comercial
agropecuaria disminuyó significativamente al pasar de 1 mil 79 millones de dólares en
1996 a 345 millones en 1997, sin embargo, dada nuestra vulnerabilidad en lo relativo a la
producción de granos y a la prolongada sequía sufrida este año, omite señalar que el
déficit de la balanza de pagos, de la balanza comercial agropecuaria seguramente se
incrementará durante el actual ejercicio a una cifra cercana a los 5 mil millones de
dólares.
Dice el informe, que el objetivo central de la política agropecuaria de desarrollo rural
durante la presente administración, es mejorar las condiciones de vida de los habitantes
del campo; sin embargo omite señalar que hasta ahora ha fracasado en ese propósito, ya
que durante el sexenio los niveles de pobreza absoluta y desempleo se han incrementado
sustancialmente, sobre todo en el campo.
Manifestación contundente de ello son los crecientes flujos migratorios del campo a las
ciudades y hacia el norte, en búsqueda de empleo. Tampoco señala el informe del
Ejecutivo que como resultado de la falta de atención hacia el campo y los pocos
estímulos a sus actividades, la población rural económicamente activa no se renueva con
el ingreso de jóvenes a la fuerza de trabajo. El promedio en la edad de los titulares de
las unidades de producción es ahora superior a los 45 años.
Nadie puede descalificar la nobleza del contenido en la definición, de programas tales
como la Alianza para el Campo, Apoyos Directos al Campo conocido como el Procampo y apoyos
a la comercialización, que en su conjunto absorben el 76% del presupuesto ejercido por la
Sagar. Sin embargo, los efectos de su aplicación difieren diametralmente de lo expresado
en el informe, ¿y qué decir de programas tales como las coberturas de precios de
productos agrícolas, financiamiento para el desarrollo rural y el seguro agropecuario,
que carecen casi por completo de apoyos mínimos necesarios para garantizar su operación?
Con relación a la Alianza para el Campo, si bien el espíritu que le dio vida es loable,
ya que busca impulsar la modernización de las actividades agropecuarias garantizando al
productor los recursos económicos y tecnológicos necesarios para incrementar sus
rendimientos por unidad de tierra y la productividad de su inversión y de su trabajo, a
través de aportaciones del Gobierno Federal, del estatal y de los propios productores, su
operación adolece de serias limitaciones: con el programa se ven beneficiados
principalmente aquellos productores de mayores recursos, en detrimento de los más pobres,
ya que su propia mecánica operativa establece como condición que el productor exhiba la
aportación que le corresponde, para hacerse acreedor al apoyo del Gobierno, condición
obviamente de difícil cumplimiento para los productores más pobres.
Las cifras presentadas que hacen referencia a casi 4 millones de productores beneficiados,
el 90% de los productores del país, contrasta con el reclamo que hemos escuchado los
legisladores, sobre las dificultades de acceso a este programa y la iniquidad del mismo.
Un criterio para evaluar el informe debe ser el cumplimiento de lo dispuesto. en el Plan
Nacional de Desarrollo 1995-2000, su formulación está prevista en el artículo 26 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley de Planeación, su
cumplimiento es responsabilidad del Ejecutivo.
El capítulo relativo al sector agropecuario y desarrollo rural, señala cuatro grandes
metas u objetivos.
La primera, incrementar los ingresos netos de los productores y contribuir al combate de
la pobreza rural con acciones de fomento productivo. Cita textual.
Al respecto cabe preguntarse, ¿cómo lograr eso cuando el
69% de los recursos del Programa de Combate a la Pobreza que tenía asignados a la Sagar,
en el ejercicio presupuestal de 1997, no se practicaron y fueron regresados como
economías al Presupuesto Federal.
El segundo objetivo, es aumentar la producción agropecuaria por encima del crecimiento
demográfico con un uso racional de los recursos naturales. Al respecto, ¿cómo será
posible este propósito, cuando se estima una reducción de 838 mil toneladas en la
producción de granos entre el ciclo de 1997 y el de 1998? ¿Cómo periodo, según cifras
oficiales, se ha reducido en 2.5%? Aunque realmente este porcentaje puede ser mucho mayor,
Por otra parte, el valor que aporta el sector al producto interno bruto, se ha reducido en
un 8.6% en 1990 a 5.6% estimado para el ejercicio actual. Todo ello, según cifras
oficiales.
Mientras se señalan avances importantes en la asistencia técnica, en la transferencia de
tecnología, que la productividad de nuestros principales cultivos se ha reducido entre
1997 y 1998. Así en el caso del maíz se registró una reducción de 2 mil 446 kilos por
hectárea en 1997 a 2 mil 249 en 1998, es decir el 8.7%.
Por su parte el rendimiento en el trigo bajó en 12%, de 4 mil 550 kilos a 4 mil 37
kilogramos por hectárea.
Respecto al tercer objetivo que tiene como propósito el Plan Nacional de Desarrollo,
contribuir a la seguridad alimentaria del pueblo mexicano, surge la interrogante de cómo
hacerlo, si este año importaremos casi 15 millones de toneladas de productos básicos que
además se traducirán en una gran salida de divisas.
En lo tocante a este tema, cabe señalar que el Procampo que debería impulsar la
producción de básicos para compensar a través del tiempo nuestro déficit, ha
registrado una reducción sustancial en el número de beneficiarios: de 3 millones a 2
millones 858 mil en 1998. Pero lo más dramático se refleja en la reducción de su monto:
en 1994 el Procampo ascendía al equivalente a 100 dólares por hectárea, en 1998 este
apoyo equivale sólo a 65 dólares.
Por otro lado, ante la ausencia de créditos al campo, este programa ha dejado de ser un
ingreso compensatorio a los precios, para convertirse en un mecanismo de adquisición de
insumos.
Coadyuvar a superar el déficit estructural de la balanza comercial agropecuaria es el
cuarto objetivo del plan, al respecto y aquí tenemos además de lo señalado
anteriormente, se observan serias contradicciones en el caso del café, es el segundo
producto generador de divisas, las exportaciones se desplomaron un 34% en el ciclo
reportado por el informe con relación al anterior, es decir, casi 300 millones de
dólares, al pasar de 827 millones de dólares en 1997 a 553 millones de dólares en el
actual.
No sólo eso, sino que durante este ciclo se internaron al país por la discrecionalidad
con que se maneja la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en materias
agropecuarias, 180 mil sacos de café de menor calidad, sin que se les haya aplicado
siquiera los aranceles respectivos, que además de haber significado que el erario dejara
de percibir 40 millones de pesos, resultaron en una baja significativa en el ingreso de
los productores por la baja de los precios en el mercado doméstico.
El financiamiento agropecuario considerado hasta hace unos años una palanca para el
desarrollo rural, continúa su marcada tendencia a reducirse. Así las instituciones
financieras del sector dejaron de ejercer el 32% de los recursos presupuestados en 1997.
Este hecho significó ahorros para la Secretaría de Hacienda y constituyó un alto costo
para los productores del campo.
Por otra parte, según las mismas cifras del informe presidencial, la superficie
acreditada se ha reducido en 7 millones 270 mil hectáreas en 1988, a 1 millón 513 mil en
1998.
Lo que se traduce en que sólo cuentan con créditos el 6% de las 24 millones de
hectáreas susceptibles de sembrarse en nuestro país.
Ante este escenario señor Secretario, nos preguntamos: ¿está el campo en capacidad de
generar los alimentos, el empleo y la paz social que los mexicanos demandamos? ¿Qué
acciones se han emprendido para nivelar las asimetrías en materia de costos de
producción, productividad, infraestructura y tecnología entre México y los otros
signatarios del Tratado de Libre Comercio?¿Bajo qué criterio económico, social o
cultural el Gobierno mexicano no excluyó de la liberación comercial al menos al maíz y
al frijol? ¿Y por qué se ha permitido que la cuota de importación de maíz de los
Estados Unidos libre de arancel haya rebasado lo previsto en 3 millones de toneladas en
1996? ¿No es esto una violación a los principios de soberanía y al propio tratado?
Por sus respuestas, señor Secretario, muchas gracias.
Tiene la palabra el señor Secretario de Agricultura,
Ganadería y Desarrollo Rural.
El
secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Romárico Arroyo Marroquí: |
Gracias, señor Presidente.
Creo que los diferentes puntos del planteamiento del diputado Enrique Bautista podríamos
agruparlos en dos vertientes: uno sobre el cuestionamiento de la política. Yo creo que
hay un reconocimiento, como se mencionaba aquí, en cuanto a que los propósitos que tiene
la alianza son pertinentes y que son adecuados para lo que se busca hacer en el sector.
Difícilmente podríamos encontrar que en las definiciones de política que se proponen:
incrementar ingreso, incrementar producción de alimentos, incrementarlo por la vía de
incremento de la productividad, podríamos llegar a tener discusión.
Seguramente en la instrumentación podemos encontrar todos los enormes espacios en los
cuales podemos mejorar cómo opera esta política en programas y a eso hemos encaminado
muchos de nuestros comentarios, en relación con la que consideramos una nueva forma de
hacer la cosa, una forma en la que se involucran realmente a los tres niveles de gobierno
y que pone en manos de los productores el uso de los recursos.
No releva al Estado de compromisos básicos, como los que aquí mencionaba el diputado en
lo que se refiere a preservar los intereses del sector agropecuario, sobre todo en
relación con tratados, en el marco de tratados internacionales.
Cuando me preguntan si está por la política que cuenta, con los recursos que se cuentan,
con los programas que se han definido y con el potencial que tiene el campo mexicano, que
si está en posibilidad de cubrir las necesidades de alimentos del país y hacerlo en
términos que mejoren la condición de vida y por lo tanto, contribuya a condición
social, mi respuesta, sin ninguna duda, es que sí.
Que si tenemos una política pertinente, que si tenemos recursos naturales que nos
permiten una de las ofertas agropecuarias más diversificadas del mundo, que si tenemos
una población con una gran tradición de producción en el campo y que si perseveramos en
que los instrumentos de apoyo sean pertinentes y periódicamente revisados en este proceso
de trabajo conjunto y de concertación entre Ejecutivo, Legislativo y los propios
productores, yo no veo que tengamos ninguna duda razonable respecto a que nuestro país,
con esa política, con este tipo de instrumentos y desde luego, sobre todo, con los
productores con los que cuenta, se pueda hacer cargo de su alimentación y hacerlo en
forma que sea cada vez más productiva y por lo tanto sea sustento de mejor condición de
vida.
Creo que tenemos que perseverar en la diferenciación de los apoyos, cuando estamos
hablando de apoyar el ingreso, no solamente estamos apoyando el precio del maíz o el
precio del frijol; estamos tratando de apoyar el ingreso de aquellos que tienen mayor
rezago por una vía de transformar su economía regional, de tal manera que el avance sea
permanente.
Difícilmente sería aceptable que incrementáramos producción en base a apoyos que, una
vez que desaparecieran, ya no sustentaran esa producción y esa producción también
desapareciera.
Creo que el trabajo que hace la alianza, el trabajo de subsidiar la inversión productiva,
es precisamente la vía que nos puede ayudar más a reducir las distorsiones entre los
costos que tienen nuestros productores nacionales y los que enfrenta o que dispone los
productores en el extranjero
413,414,415
En términos generales, si comparamos los subsidios al
ingreso del productor, precisamente en el producto que más relevante se consideró aquí,
como es el del maíz, el promedio de apoyo en el país durante 1997 representó el 22% del
ingreso de la producción de maíz, en Estados Unidos representó el 17%.
En muchos otros productos los apoyos con los que contamos a nivel de fomento de la
producción en la unidad productiva, en la parcela, en el rancho, en el predio, son
iguales o superiores que los que se proporcionan en países con los que estamos
compitiendo, donde tenemos grandes diferencias todavía que rebasan el ámbito de
responsabilidad de nuestros productores; es como mencionaba al final de nuestra
intervención en lo que se refiere a poscosecha, costos de transporte, de almacenamiento,
financiamiento de las cosechas y un funcionamiento que merme el resultado de la
producción a nivel parcelaria, una vez que entren los canales de comercialización. Es en
esas zonas, en esa área de la economía, en la vinculación del sector agropecuario con
el resto de la economía, donde tenemos que trabajar más intensamente para reducir esas
diferencias.
La pregunta respecto ¿a por qué no se dejó el maíz y el frijol? Bueno, de alguna
manera precisamente el frijol y el maíz tienen un tratamiento muy diferente en el
tratado. El maíz tiene un cupo limitado a partir del cual los impuestos son
verdaderamente prohibitivos y si se aplicaran cada vez que hay que complementar la
producción nacional con importaciones, lo que estaríamos haciendo es encarecer
enormemente el precio de los productos del maíz, el precio de los insumos para el
pecuario, el precio de los insumos para el industrial, con aranceles que no están
realmente diseñados para incrementar el precio de internación, sino para hacer
prohibitiva la importación más allá de cierto volumen. Cuando se asignan esos cupos y
cuotas de importación, es precisamente para completar la producción nacional.
En el caso del frijol, el cupo que está en el tratado respecto a frijol apenas alcanza el
6% del consumo total. En nuestro país somos los mayores consumidores de frijol en el
mundo, más o menos con el 2% de la población, consumimos el 8%. Con un volumen de cupo
tan limitado y con un mercado de ese tamaño, es perfectamente viable manejar nuestra
producción de frijol y su fomento sin cargas adicionales o presiones de competencia por
el tratado.
Muchas gracias.
Señor diputado Bautista Villegas, ¿desea hacer
usted uso de su derecho a réplica?
El diputado
Leopoldo Enrique Bautista
Villegas (desde su curul): |
Sí, señor Presidente.
Esta Presidencia reconoce su derecho y concede
autorización para su intervención hasta por cinco minutos.
El
diputado Leopoldo Enrique Bautista
Villegas: |
Señor Secretario:
No nos cabe duda, yo diría que a todos los integrantes de la Comisión de Agricultura de
esta soberanía, la buena y la buena voluntad que existe de parte de la Secretaría de
Agricultura para atender muchos de los problemas que afectan al campo mexicano. Sin
embargo, encontramos que hay una falta de congruencia absoluta entre la conducta de la
Secretaría de Agricultura, los objetivos que la misma se plantea y la conducta de la
Secretaría de Hacienda, por un lado y la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial,
por otro lado.
Nosotros quisiéramos ver y se lo digo con franqueza, que la Secretaría de Agricultura y
Desarrollo Rural fuera la cabeza de sector en materia de desarrollo rural, como su propio
nombre lo indica, sin embargo, observamos que los esfuerzos que se pueden hacer en esa
materia están seriamente limitados por la falta de recursos. Ya en estos momentos hemos
escuchado rumores, en el sentido de que en la subsecretaría de egresos de la Secretaría
de Hacienda, se programa un recorte presupuestal en el sector agropecuario para el
ejercicio de 1999. Esto no lo podemos ni estamos dispuestos a aceptarlo.
Por otro lado, yo ya señalé aquí y ya señaló también mi compañero de Acción
Nacional, el diputado Montaño Yamuni, las contradicciones y la liberalidad con que se
maneja la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en materia de importaciones.
Señala usted que el establecer los aranceles a las importaciones del maíz por arriba de
los cupos permitidos en el Tratado de Libre Comercio, significaría el encarecimiento de
los productos que se formulan o que se elaboran con el maíz importado. Yo me permito
diferir respetuosamente de su punto de vista, porque si nosotros impusiéramos los
aranceles contemplados en el Tratado de Libre Comercio a las importaciones por arriba de
los cupos, seguramente los productores de alimentos balanceados importarán sorgo, que no
tiene cupos, es decir, en el Tratado de Libre Comercio hay un error de principio,
garrafal, en el sentido de haber establecido cupos para el maíz pero no para un sustituto
como lo constituye el sorgo.
Encontramos contradicciones de todos conocidos en la manera en que se manejó la
negociación para la exportación del azúcar o para el tratamiento del azúcar y los
edulcorantes en el Tratado de Libre Comercio. Una carta o cartas cruzadas entre los
legislativos, entre los negociadores de los dos países, prevalecen por encima del
espíritu del tratado, que le debía permitir a nuestro país en este momento estar
exportando excedentes importantes de azúcar a Norteamérica.
Y así, en muchas otras materias vinculadas al Tratado de Libre Comercio, en materia del
capítulo agropecuario, ha prevalecido el punto de vista de los negociadores de la
Secretaría de Comercio, que no cabe duda que están muy bien preparados académicamente,
pero no tienen conocimiento de lo que sucede en el campo mexicano.
Nos preocupa mucho que los errores que se cometieron en la negociación del TLC en
Norteamérica, se vayan a repetir en el intento que se esta haciendo para tener un
acercamiento comercial con la Unión Europea.
Finalmente señor Secretario, yo quiero decirle que considero injusto el hacer
comparaciones en relación a los subsidios que se otorgan en los países de Norteamérica
y en el nuestro, porque son tratos iguales para desiguales; es decir, nosotros tenemos
serias limitaciones estructurales y de ninguna manera podríamos llegar a ser competitivos
en el cultivo de granos con los norteamericanos.
Muchas gracias, señor Secretario.
Tiene la palabra por el grupo parlamentario del
Partido Revolucionario Institucional, el diputado Odorico Vázquez Bernal, hasta por 10
minutos.
El diputado
Odorico Vázquez Bernal: |
Con el permiso señor Presidente; señor Secretario;
compañeras y compañeros diputados:
Ciertamente el campo mexicano presenta una fuerte heterogeneidad productiva y en el medio
rural se concentra la pobreza extrema, que es ésta una realidad que no podemos negar.
Para resolverlo por muchos años se han aplicado políticas centralistas y homogéneas que
no han reconocido esta diversidad, que no han tomado en cuenta las potencialidades que
cada región tiene y los problemas de fondo que en ellas se presentan.
No es lo mismo la agricultura del sureste que la que se da en las regiones semiáridas del
norte del país; no es lo mismo la agricultura del minifundio que la que se da en los
grandes distritos de riego; por ello, qué bueno que el Gobierno de la República haya
puesto en marcha un programa de federalización; qué bueno que se concrete en los hechos,
que de verdad atienda a las organizaciones de productores de cada región y que estimule
la participación de los campesinos.
Bien sabido es, que no basta la voluntad política si quienes se encargan de operarla no
están convencidos de la verdad de los nuevos instrumentos y del valor que tiene la
organización campesina en el diseño y en la aplicación de las políticas agropecuarias.
Por ello nos interesa conocer qué medidas está tomando la Sagar para que el proceso de
federalización en el sector agropecuario y de desarrollo rural sea realmente eficaz pero
que sea participativo e incluyente. Bien sabemos que ante el retiro del estado de muchas
actividades que anteriormente lo distinguían, hoy se espera que nuevos actores,
incluyendo las diversas instancias de gobierno y por supuesto el sector privado y social,
jueguen un papel más protagónico.
Sin embargo, repito, no bastan las buenas intenciones y a la belleza del discurso y a la
fuerza de la voluntad política, hay que sumar la concreción en los hechos y la
participación de quienes finalmente habrán de ser los principales actores, los propios
campesinos.
En el medio rural existen miles y miles de campesinos con escasa dotación, cientos de
miles de campesinos que de manera individual buscan adquirir los insumos para después
también de manera individual, ofrecerlos al mercado; en este sentido, la organización
efectiva de los campesinos es una prioridad del más alto valor, no una organización
impuesta, sino una organización que surja de la voluntad libre de los propios
productores, decididas por ellos, sin las tutelas que antes las hicieron fracasar.
La organización económica de los productores debe ser considerada de interés público y
en consecuencia ser apoyada y estimulada por las políticas del Gobierno no para
mangonearla, sino para apoyarla fuertemente con los medios que permita crear economías de
escala y mejores ingresos.
Nos queda claro que el crédito agropecuario es un insumo más de la producción, pero sin
duda muy importante. Hoy por hoy, son muchos los productores minifundistas que no tienen
acceso al crédito y para quienes su única y mejor opción es el agiotista, el
intermediario, quienes además de castigar los precios de las cosechas, tienen altas
ganancias en los créditos que otorga.
Sabemos que no es fácil un sistema que cubra a los pequeños productores altamente
dispersos en el territorio nacional y muchos de ellos en condiciones de aislamiento; sin
embargo, tenemos que procurar los medios que permitan la construcción de sistemas
financieros de microcrédito y de ahorro, que surjan de abajo apoyados por los gobiernos,
pero decididos por los campesinos, sólo así podríamos aspirar a sistemas financieros en
el medio rural que tome en cuenta a los pequeños productores.
Para resolver la pobreza extrema en el medio rural no bastan los enfoques asistenciales,
debe haber una atención integral. Nos preocupa que en este enfoque no se dé la
coordinación interinstitucional entre las diferentes dependencias del Gobierno Federal,
nos preocupa no solamente esto, sino también el papel que los gobernadores, los
presidentes municipales y las organizaciones de productores deben jugar en el diseño y en
la aplicación de una política de atención a las regiones más marginadas del país.
Tenemos claro que el sector agropecuario debe jugar un papel importante en este
propósito, pero no basta implementar los rendimientos por hectárea o en el hato, para
que mejoren las condiciones de los productores, se requiere de apoyos para que la
producción no sea castigada por intermediarios excesivos, por falta de infraestructura
para el almacenamiento, para transporte, para darle valor agregado o por no tener los
campesinos la información suficiente de cómo se comportan los mercados.
Señor secretario; Romárico Arroyo Marroquí compartimos el pronunciamiento del señor
Presidente de la República, doctor Ernesto Zedillo, cuando en su IV Informe de Gobierno
expresara que la alianza es el mejor programa que hemos diseñado después de la
construcción de la infraestructura hidroagrícola y lo compartimos de manera razonada.
En la Alianza para el Campo, el Gobierno mexicano retoma el concepto de subsidio tan
necesario en todo país, sea o no desarrollado; en la alianza se hace presente el
federalismo; en la alianza se incluyen programas que toman en cuenta el grado de
desarrollo y de productividad que tiene el campo mexicano; en la alianza se busca una
participación efectiva incluyente de los productores que ya no quieren ser titulados,
quieren una nueva alianza con el Gobierno y repito, seguirán siendo las mujeres y los
hombres del campo con quienes se pueda hacer la alianza más segura. Por estas razones
compartimos el pronunciamiento del señor presidente Zedillo y porque estamos convencidos
de los propósitos que en la Alianza para el Campo se han definido.
416,417,418
En este marco de referencias, respetuosamente le pregunto:
¿cómo podemos las organizaciones fortalecer el nuevo arreglo institucional en el marco
de la federalización del sector agropecuario? ¿Cómo lograr que el destino de los
recursos públicos atienda prioritariamente los problemas estructurales y potenciales que
tiene cada entidad federativa, como lograr que en este nuevo arreglo la corresponsabilidad
entre las tres instancias de gobierno y las organizaciones de productores, sea un hecho
logrado y no una simple intención de discurso?
Por las cuestiones antes apuntadas, la organización económica y su fortalecimiento deben
ser un objetivo fundamental en los programas de la alianza; en consecuencia, ¿cómo se
induce, fortalece y apoya la organización campesina para que se conformen economías de
escala, para que la IP, la SPR y otras, sean sujetos del apoyo, para que la producción
primaria se vincule mejor a los mercados, para que la innovación tecnológica le llegue a
muchos más y, sobre todo, para que los campesinos tengan un mejor ingreso.
¿Qué tenemos que hacer los campesinos y el Gobierno para que el financiamiento a los
pequeños productores, a los de menos de cinco hectáreas y en condiciones de aislamiento,
a los de autoconsumo, cuenten con un crédito oportuno que no esté atado a una
recomendación tecnológica o a una actividad específica? Para muchos campesinos,
particularmente para los de menos desarrollo, no es la tasa de interés lo que determina
si toman un crédito o no, es la oportunidad y el saber de que lo pueden utilizar para lo
que mejor les convenga.
Recientemente nos enteramos que el Banco Mundial autorizó un crédito a México para un
programa de desarrollo integral en áreas altamente marginadas. Al respecto y
particularmente para quien habla, originario de la sierra Tarahumara, nos importa mucho
saber en qué condiciones se otorga, cómo se garantiza el que se amarren los enfoques
productivos o los de bienestar social y qué avance lleva este programa.
La diversificación productiva y particularmente el aprovechamiento de muchos productos
que son típicos de cada región, constituyen una importante alternativa. En esta razón,
atentamente le pregunto: ¿qué se está haciendo en qué podemos apoyar y qué
oportunidades en verdad existen para diversificar y comercializar productos no
tradicionales?
Finalmente, señor Secretario, por acuerdo de esta soberanía se publicó en el Diario
Oficial de la Federación, la normatividad para cada uno de los programas de la alianza,
sin embargo, una normatividad de carácter práctico no puede ser igual para todo el
país, en muchas regiones no resulta fácil cumplir con algunas normas que para la
sociedad urbana son de muy fácil cumplimiento, por ejemplo, contar con una factura
fiscal, presentar un proyecto o llenar algún formato. En ello, ¿hasta dónde los
consejos estatales agropecuarios tienen oportunidad y facultades para acomodar la
normatividad a cada región y a cada grupo de productores?
Por su respuesta, señor Secretario, muchas gracias.
Tiene usted la palabra, señor Secretario de
Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
El
secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Romárico Arroyo Marroquí: |
Gracias, señor Presidente; diputado Odorico
Vázquez:
Creo que lo que se refiere a la respuesta de las tres primeras preguntas, todo tiene que
ver con organización.
Al definir los propósitos de política, pero sobre todo la forma de instrumentar los
programas en un marco federalizado, que incluye un foro como el Consejo Estatal
Agropecuario donde la representación de los productores tiene que ser la que defina
prioridades y la distribución de los recursos entre los programas, donde la demanda sobre
estos nuevos agentes de cambio como son las fundaciones, la demanda tiene que ser sobre
ellos para que se planteen soluciones a los problemas productivos que en cada una de las
regiones detectan las organizaciones en relación con sus productores.
Y finalmente, en el tercero de los elementos institucionales de la alianza, el hecho de
que sean públicos los apoyos, que toda la sociedad conozca qué recibió, cuánto fue, en
qué distrito de desarrollo rural y para qué propósito, pues da una enorme posibilidad
de que sean las propias organizaciones las que incidan de manera creciente en
distribución, en prioridades y también en la verificación de qué está pasando con los
recursos en cada uno de los estados.
La gestión amplia de la capacidad de movilización de las propias organizaciones, habrá
de ir matizando los criterios de la integración de los mismos consejos estatales
agropecuarios, cada uno de ellos debe de estar integrado de tal forma que represente al
espectro más amplio, al universo más completo de los productores en cada uno de los
estados.
La alianza se apoya de manera creciente en la acción directa de las organizaciones. Poco
a poco nos vamos acercando a circunstancias en las cuales bajamos los apoyos de la alianza
cada vez en mayor proporción a través de la gestión de las organizaciones. Hoy un
número aproximado de 700 organizaciones de los productores, organizaciones económicas,
están actuando tanto en el planteamiento de participación, como en la canalización de
los recursos y de hecho de manera creciente, equipándose para hacer asistencia y
seguimiento de los programas. Son 700.
Existe afortunadamente, diría yo, ya un movimiento al interior del sector en relación
con ir fortaleciendo las organizaciones económicas del mismo y que toca los aspectos como
lo que usted mencionaba respecto a financiamiento, que llamaríamos pertinente, en
términos de que sea adecuado y accesible a los más pequeños productores, que no esté
condicionado, no condicionado a planteamientos de uso de insumos o de tecnologías, que
esté asistido técnicamente pero no condicionado, porque la participación de los
productores, la integración de organizaciones económicas, hoy tenemos diferentes
modalidades.
Para acceder al crédito institucional, las uniones de crédito vienen participando en
forma creciente y son uniones, más de 100, de las cuales 90 están particularmente
activas y son todas de los productores. Hay 150 fondos de aseguramiento que hoy manejan
aproximadamente el 30% del seguro. Hay 170 cajas de solidaridad derivadas del crédito a
la palabra que hoy se van constituyendo en agentes cada vez más capaces de mantener
ahorro en las comunidades y dar servicios financieros.
Esta corriente que se ha establecido, que se ha generado en lo que se refiere a
fortalecimiento de las organizaciones económicas, es una de las prioridades más altas de
atención a la que debemos de dar seguimiento en lo que se refiere a programas de la
alianza, pero la participación, la verificación y la capacidad de solución de problemas
en los consejos estatales es una función directa de la capacidad de acción de las
organizaciones y del fortalecimiento de sus organizaciones económicas.
Respecto al Banco Mundial, al financiamiento del Banco Mundial, fue por 229 millones de
dólares, tiene cinco años de gracia y proporciones de desembolso del 75% de recursos
financiados por el banco y 25, pero lo más importante que nos parece, es que viene a
consolidar un esquema de trabajo en el cual se han incorporado los planteamientos, tanto
de las dependencias como de las organizaciones de productores en las regiones de mayor
rezago.
Es probablemente el programa, el lineamiento de trabajo, éste de proyectos, de programas
integrales para la atención a zonas con rezago concentrado, a lo que creo que debemos de
dar la mayor de las prioridades.
Los programas, consideramos que son pertinentes porque son el resultado del concurso de
las organizaciones, de los productores, de las autoridades locales en cada una de las
regiones.
En el primer año, trabajamos en la zona de Oaxaca, en la zona mige, cuicateca, en la
mazateca, trabajamos en las tres huastecas y está trabajándose ya en los altos, en la
montaña en Guerrero, se está trabajando en sierra Gorda, en Querétaro, se está
trabajando en la zona huichol, se está complementando con trabajos que nos van a permitir
actuar en más de 20, en 24 regiones donde hoy la población que se puede considerar en
condiciones de marginalidad es de más de 4 millones de personas, con cerca de 2 millones
de población indígena y donde debemos mantener y asignar la concentración de nuestros
esfuerzos y prioridades.
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