Presidencia
del diputadoArmando Salinas Torre
ASISTENCIA
El Presidente diputado Armando Salinas
Torre:
Ruego a la Secretaría haga del
conocimiento de esta Presidencia el resultado del cómputo de asistencia de los diputados.
La
Secretaria diputada María de las Nieves García Fernández:
Se informa a la Presidencia que
existen registrados previamente 339 diputados.
Por lo tanto, hay quórum.
El Presidente diputado Armando Salinas Torre (a
las 10:23 horas):
Se abre la sesión solemne para dar
cumplimiento al decreto aprobado por esta Cámara de Diputados el 1o. de abril por el que
se otorga la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913” al
ciudadano don Andrés Henestrosa Morales.
MEDALLA
EDUARDO NERI
El Presidente diputado Armando Salinas
Torre:
Se designan en comisión para
recibir e introducir a este recinto al maestro Andrés Henestrosa Morales, a los
siguientes diputados: Augusto Gómez Villanueva, Efrén Nicolás Leyva Acevedo, Martha
Patricia Dávalos Márquez, Héctor Sánchez López y Sara Guadalupe Figueroa Canedo. Se
les pide que en su oportunidad cumplan con su cometido.
En esta sesión solemne el senador
Enrique Jackson Ramírez, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, el
licenciado Eduardo Romero Ramos, Secretario de la Contraloría y Desarrollo Administrativo
en representación del Presidente de la República, el licenciado René Juárez Cisneros,
Gobernador del estado de Guerrero, el diputado Juan Ramón Díaz Pimentel, presidente de
la Mesa Directiva del Congreso del estado de Oaxaca, el magistrado licenciado Raúl
Octavio Sánchez, presidente del Tribunal Superior del estado de Guerrero, el licenciado
magistrado Raúl Bolaños Cacho Guzmán, presidente del Tribunal Superior de Justicia del
estado de Oaxaca, así como familiares del maestro Andrés Henestrosa y familiares de don
Eduardo Neri.
RECESO
El
Presidente diputado Armando Salinas Torre (a las 10:25 horas):
Se declara un receso en espera del
maestro Andrés Henestrosa Morales.
MEDALLA
EDUARDO NERI
El
Presidente diputado Armando Salinas Torre (a las 10:27 horas.):
Se reanuda la sesión
Tiene el uso de la palabra el
diputado Efrén Leyva Acevedo para dar lectura al decreto que da origen a esta sesión
solemne.
El diputado Efrén Nicolás Leyva
Acevedo:
Con el permiso, señor Presidente:
Dando la bienvenida a quienes hoy
nos distinguen en esta sesión solemne, al señor licenciado don Eduardo Neri Acevedo,
hijo de quien hoy lleva el nombre de la “Medalla Eduardo Neri, Legisladores de
1913” a su familia, agradecemos su presencia en este evento.
«Dictamen con proyecto de decreto
para que la Cámara de Diputados instituya la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo
Neri, Legisladores de 1913”.
Honorable Asamblea: a la Comisión
de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias de la Cámara de Diputados, fue turnada para su
estudio y dictamen la siguiente proposición:
Proposición con punto de acuerdo
para que se reactive la entrega de la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri”,
presentada por el diputado Efrén Leyva Acevedo a nombre de los grupos parlamentarios de
los partidos Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y del Trabajo el
20 de diciembre del año 2000.
EXPOSICION
DE MOTIVOS
Esta comisión, con fundamento en
los artículos 39, 40 y demás relativos de la Ley Orgánica del Congreso General y los
artículos 87, 88 y demás relativos del Reglamento para el Gobierno Interior, somete a la
consideración de los integrantes de esta honorable Asamblea el presente dictamen de
acuerdo con los siguientes:
ANTECEDENTES
El licenciado Eduardo Neri Reynoso
fue un valeroso mexicano que se destacó por ser un ciudadano íntegro y comprometido con
los ideales de la patria; un profesionista capaz y un servidor público honorable.
El licenciado Neri nació en el
año de 1887 en Zumpango del Río, Guerrero y a lo largo de su vida participó de manera
distinguida en la historia de nuestro país.
Es de destacar que el 9 de octubre
de 1913, a sus 26 años de edad, siendo diputado federal durante la XXVI Legislatura,
desde la tribuna de la Cámara de Diputados en sesión de pleno pronunció un discurso
memorable en el que enjuició al usurpador Victoriano Huerta y a su Gobierno con motivo de
los asesinatos de los diputados Adolfo C. Gurrión, Serapio Rendón y del senador
Belisario Domínguez.
El valiente discurso del diputado
Eduardo Neri y que consta en el Diario de los Debates del 9 de octubre de 1913,
motivó que al día siguiente el Gobierno de Huerta disolviera el Congreso y lo
aprehendiera a él y a otros 82 diputados y los enviaran presos a la penitenciaría del
Distrito Federal.
Pero la distinción del diputado
Eduardo Neri no queda sólo en un discurso por demás lleno de valentía y civismo, sus
acciones lo avalan como un distinguido mexicano digno de ser recordado junto con sus
compañeros legisladores.
Por lo anterior, son de destacar
los siguientes hechos:
Fue soldado del general Canuto Neri
en su levantamiento contra el Gobierno del general Porfirio Díaz; participó en el
movimiento maderista iniciado en 1910; invitado por el general Ambrosio Figueroa dio la
bienvenida en la ciudad de Iguala, en junio de 1911, a don Francisco I. Madero en su
visita a Guerrero y con cuyo motivo pronunció un discurso que motivó la felicitación
personal del señor Madero.
Como miembro del bloque renovador
de la XXVI Legislatura, estuvo preso en la penitenciaría durante 5 meses e incomunicado 2
meses por órdenes del gobierno huertista.
El general Julián Blanco le
concedió el grado de coronel por su labor revolucionaria en Oaxaca, Guerrero y Colima,
grado que le fue ratificado por el general Pascual Morales y Molina; grado militar que
nunca ostentó.
Como miembro del Partido Liberal
Constitucionalista, propuso la candidatura del general Alvaro Obregón; lo acompañó al
estado de Guerrero cuando dicho militar salió perseguido por el Gobierno y en
Chilpancingo lo presentó al pueblo guerrerense.
Fue Procurador General de la
República en el Gobierno del general Alvaro Obregón, puesto en el que se distinguió por
su capacidad, energía y honradez.
A partir de 1929 y hasta el día de
su muerte en 1973, ejerció en la Ciudad de México su profesión de abogado.
Con fecha 21 de octubre de 1969,
diputados de la XLVII Legislatura propusieron a la Cámara de Diputados que rindiera un
homenaje al licenciado Eduardo Neri Reynoso por su labor patriótica y le entregara una
medalla conmemorativa con la siguiente leyenda: “Al Valor Civil y Defensor de la
Dignidad del Poder Legislativo”.
La”Medalla al Mérito Cívico
“Eduardo Neri”, se fundó mediante dictamen de la Comisión de Estudios
Legislativos, sección de asuntos generales de la Cámara de Diputados. Aprobado por el
pleno el 2 de diciembre de 1969, durante la XLVII el primer galardonado fue el propio ex
diputado Eduardo Neri quien la recibió a sus 82 años de edad.
En el mismo dictamen se instituyó
de manera permanente a “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri”, la cual sería
entregada cada tres años por la Cámara de Diputados a aquél ciudadano mexicano que por
sus hechos, su conducta ejemplar, su aportación a la ciencia, al arte o al civismo, se
hubiera distinguido al servicio de la patria y se hiciere acreedor a ella para que la
Cámara de Diputados conmemorara la valerosa actuación parlamentaria del diputado Eduardo
Neri en la XXVI Legislatura.
Durante la XLVIII Legislatura se
acordó entregar la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri”, al ciudadano y
maestro Jesús Silva Herzog mediante dictamen aprobado el 29 de septiembre de 1972 y fue
impuesta el 9 de octubre del mismo año.
En la XLIX Legislatura, a petición
del pleno de la Cámara de Diputados se acordó otorgar la misma medalla al ciudadano
Enrique Corona Morfín, mediante dictamen aprobado el 30 de septiembre de 1975, entregando
la “Medalla al Mérito Cívico” el 9 de octubre del mismo año.
En caso excepcional, la L
Legislatura no entregó la “Medalla el Mérito Cívico” a ningún individuo.
La LI Legislatura acordó entrega
la presea “Eduardo Neri” al ciudadano Salvador Azuela, conforme al dictamen de
fecha 10 de octubre de 1981, siendo impuesta el día 15 del mismo mes y año.
En la siguiente legislatura, en la
LII, la medalla le fue otorgada al periodista Francisco Martínez de la Vega conforme al
dictamen de 15 de noviembre de 1984 y fue impuesta el 30 de noviembre del mismo año.
En la LIII Legislatura, el 29 de
septiembre de 1987 se propone substituir la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo
Neri” por otra denominada “Medalla al Mérito Legisladores Mártires de
1913”. Después de un acalorado debate en el que se argumentaba por un lado, que una
presea que entrega la Cámara de Diputados para conmemorar un evento histórico y
reconocer el mérito ciudadano no podía llevar el nombre de un solo diputado, por otra
parte para quienes apoyaban la “Medalla Eduardo Neri” argumentaban que el
licenciado Neri, no sólo se había distinguido el día 9 de octubre de 1913, sino que lo
había hecho a lo largo de toda su vida.
Finalmente, la Cámara de Diputados
decidió desechar el punto de acuerdo propuesto el 29 de septiembre de 1987, que creaba la
Medalla al Mérito “Legisladores Mártires de 1913” y abrogaba el anterior
acuerdo relacionado con la “Medalla Eduardo Neri”. Desde entonces, jamás
volvió a ser entregada la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri”.
Con base en los antecedentes
citados, esta comisión dictaminadora expone las siguientes
CONSIDERACIONES
Que el licenciado Eduardo Neri
Reynoso debe ser recordado como un mexicano valiente y distinguido por sus actos, merece
especial mención su intervención en la tribuna de la Cámara de Diputados el 9 de
octubre de 1913, que al igual que el diputado Neri, sus compañeros de la XXVI
Legislatura, merecen ser recordados por su honor, valentía y valor civil, que la Cámara
de Diputados a lo largo de 15 años, contó con un mecanismo para poder reconocer a
aquellos mexicanos y mexicanas que por sus hechos y labor ciudadana se hicieran acreedores
a un reconocimiento público; que la Cámara de Diputados conmemoraba cada 3 años durante
el último año de ejercicio en el mes de octubre de cada legislatura, a los valientes
legisladores de 1913 y al diputado Eduardo Neri.
Evaluando detenidamente los
respectivos contextos históricos de la XLVII Legislatura que crea la “Medalla
“Eduardo Neri” y la entrega por primera vez y de la LIII Legislatura que
promueve y propone cambiarla por la “Medalla Mártires de 1913” y que
finalmente, nunca se volvió a entregar esta presea, hemos decidido unificar los criterios
y reconocer a aquellos mexicanos y mexicanas que así lo merezcan, con una “Medalla
al Mérito Cívico”, que ahora habrá de llamarse: “Eduardo Neri, Legisladores
de 1913”, que siendo esta la comisión encargada de las prácticas parlamentarias,
sea la que elabore el dictamen por el que la Cámara de Diputados, premiará a aquel
ciudadano o ciudadana mexicana que por sus méritos se haga acreedor a la presea
mencionada; que esta comisión en sus decisiones defina criterios permanentes que sirvan
para evaluar los rasgos y hechos éticos, políticos y de valor de la norma cívica, de
aquellos mexicanos y mexicanas que puedan ser distinguidos por la Cámara de Diputados.
Como resultado de los razonamientos
expuestos en el presente dictamen esta Comisión de Reglamentos y Prácticas
Parlamentarias, se permite someter a la consideración del pleno de la Cámara de
Diputados, el siguiente
Proyecto
de decreto
Que crea la “Medalla al
Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913”.
Artículo 1o. Que crea la “Medalla al Mérito
Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913” con la cual la Cámara de Diputados
reconocerá cada legislatura, durante el último año de ejercicio el día 9 de octubre en
sesión solemne, a aquel ciudadano o ciudadana que se haya distinguido relevantemente,
sirviendo a la colectividad nacional y a la República, destacando por sus hechos cívicos
o políticos.
Artículo 2o. Se entregará una medalla de oro,
pendiente de un listón con los colores patrios, en una de sus caras estará la efigie de
Eduardo Neri Reynoso con la leyenda “Al Mérito Cívico y Defensa de la Dignidad del
Poder Legislativo”, número de la legislatura que entrega y en la otra el Escudo
Nacional, así como un pergamino con el dictamen de la Comisión de Reglamentos y
Prácticas Parlamentarias, por el que se decide quién es la persona galardonada.
Artículo 3o. La Cámara de Diputados entregará
al galardonado una suma de dinero, junto con la medalla que será equivalente a dos veces
la dieta mensual de un diputado.
ARTICULOS
TRANSITORIOS
Primero. El presente decreto abroga los
anteriormente emitidos por la Cámara de Diputados en la materia de que se trata.
Segundo. El presente decreto entrará en vigor el
día siguiente al de su publicación en el Diario
Oficial de la Federación.
Firman los integrantes de la
Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias.
Si en la vida de Eduardo Neri,
sólo hay hechos fecundos sin sombra de macula, tampoco desviaciones en un trayecto vital
acosado por las encrucijadas, la suya fue una adhesión indeclinable a los principios, una
maciza vinculación a lo que consideró esencial para los intereses del pueblo y para los
fines superiores de la República.
En la doctrina de los héroes que
asumimos, porque recoge ideales generosos, se privilegia con el mejor de los propósitos
esta firmeza en la convicción, esta verticalidad en las conductas. Vista así, la vida y
la pasión de Eduardo Neri tuvo que sacudir a todas las conciencias. Allá en la entidad
Soriana de nuestros orígenes, orgullosa hoy por rehabilitar esta medalla, lo mismo los
del aprendizaje inicial, que las generaciones de jóvenes expectantes por el futuro,
siempre medimos la grandeza del desafío, la fría convicción del deber supremo. Por eso
nuestra porfía por reivindicar en la medalla que lleva en su nombre la sinceridad
primaria del patriotismo, la serenidad frente a la peor irracionalidad de un poder sin
freno ni limitaciones. La respalda pues un nombre sin tacha, el nombre del ciudadano que
estuvo a la altura de las exigencias del pueblo en la hora suprema del peligro, erguido en
la tribuna de la nación, en el momento en el que el chacal llenaba de lodo y de sangre a
la República, según la atinada expresión de Ramón López Velarde.
Su palabra supo conmover las fibras
todas del alma nacional y convocar una vez más a los patriotas a la defensa de la patria
escarnecida. Al alzar la voz levantaba la palabra del pueblo y al condenar al dictador se
convertía en tribuno de las libertades, maestro en su género de la nación. Y porque lo
que vive es la nación, reiteramos hoy nuestro regocijo porque la medalla de nuestra
legislatura será impuesta en el pecho de un gran mexicano, quien podrá decir con orgullo
que sus porfías, sus esfuerzos y desvelos no han sido en vano desde que la
representación nacional le reconoce entrega, patriotismo, nobleza, virtudes todas ellas
en donde las naciones alcanzan las dimensiones que las proyectan hasta la eternidad.
La Cámara de Diputados otorga la
“Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913”, correspondiente
a la LVIII Legislatura:
Artículo primero. La LVIII Legislatura de la
Cámara de Diputados otorga la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores
de 1913”, al ciudadano mexicano Andrés Henestrosa Morales. Esta disposición se
funda en la ilustre y destacada trayectoria intelectual, docente, periodística y
política del homenajeado, cuya tarea educativa y valentía cívica constituyen muestra de
los valores mexicanos, de su consecuente universalidad y son ejemplo para quienes
aspiramos a una sociedad más justa.
Artículo segundo. La “Medalla al Mérito
Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913”, el pergamino con el dictamen, un
ejemplar original del decreto de la Cámara y el estímulo económico correspondiente, se
entregarán al maestro Andrés Henestrosa en sesión solemne que celebrará la Cámara de
Diputados la fecha que fije la Mesa Directiva de la Cámara.
Articulo tercero. El presente decreto será
publicado en la Gaceta Parlamentaria y el Diario Oficial de la Federación y en tres
diarios de circulación nacional, según lo establece el artículo 9o. de su reglamento.
Cámara de Diputados del honorable
Congreso de la Unión.— México, DF, a 1o. de abril de 2002.— El diputado
Presidente, Armando Salinas Torre y la diputada
Secretaria, María de las Nieves García Fernández.»
Muchas gracias.
El Presidente diputado Armando Salinas
Torre:
Solicito a la Secretaría dé
cuenta con la comunicación recibida.
La Secretaria diputada María de las Nieves García Fernández:
«Siete de abril del 2003: diputado
Armando Salinas Torre, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.—
Presente:
Señor diputado: quiero expresar mi
reconocimiento a la iniciativa de esta honorable Cámara de dar luz nuevamente a la
entrega de la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913”.
La actitud digna y la firmeza de las convicciones en defensa de la legalidad mostrada por
el legislador Eduardo Neri Reynoso en 1913, son ejemplo y orgullo para todas las mexicanas
y los mexicanos, el valor civil que lo destacó nos invita a seguir sus pasos. Hemos de
preservar este invaluable ejemplo que nos impulsa a salvaguardar y fortalecer las
instituciones democráticas y nos permite observar en todo momento una actitud digna y
congruente con nuestros principios.
Qué mejor elección para entregar
nuevamente esta medalla que al querido maestro, don Andrés Henestrosa. Su trabajo lo ha
vuelto figura destacada del pensamiento y las letras mexicanas e hispanoamericanas.
El Ejecutivo Federal se suma al
reconocimiento que los diputados de esta LVIII Legislatura rinde al maestro Henestrosa por
su enorme dimensión literaria. La obra de don Andrés nos enorgullece a todos, su vida es
un ejemplo por la búsqueda tenaz de la superación y por su encuentro con el espíritu de
lo mexicano. Por eso resulta más que oportuno rendir este homenaje a un hombre que a su
paso ha dejado una huella indeleble en la fisonomía de la cultura mexicana.
Bien dice don Andrés que la patria
es lo que dejamos por herencia y que debemos dejar una mejor patria que la que recibimos
algún día. Bien dice don Andrés que es con insistencia, persistencia y perseverancia
como esta tarea se logra.
Hoy México vive tiempos en los que
la unidad, la cohesión, los acuerdos y el respeto a la pluralidad son fundamentales para
seguir avanzando en la construcción del proyecto del país que todos queremos.
La diversidad política y social
obliga a la discusión respetuosa, a la negociación entre los distintos ámbitos y
poderes de gobierno, entre los partidos y entre las diversas fuerzas sociales.
La búsqueda y el anhelo común de
una sociedad justa, plural y democrática, debe servirnos de guía para el futuro, los
invito a trabajar por ello sin claudicación y descanso, porque como bien lo dice nuestro
querido maestro don Andrés Henestrosa, los hombres se miden por sus realizaciones, pero
sobre todo por los sueños que anhelan.
Finalmente, quiero expresar mi
pesar por no haber podido estar presente por las razones que ustedes conocen en esta
sesión solemne de entrega de la “Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri,
Legisladores de 1913”.
Lamento no poder manifestar
personalmente mi satisfacción por el nombramiento del maestro Henestrosa, cuyos valores,
al igual que los del legislador Eduardo Neri, hemos de difundir y defender.
Atentamente.
Vicente Fox Quesada, Presidente de los Estados
Unidos Mexicanos.»
El Presidente diputado Armando Salinas Torre:
Senador Enrique Jackson, Presidente
de la Mesa Directiva de la colegisladora; maestro don Andrés Henestrosa; Secretario
Eduardo Romero Ramos; señores gobernadores; familiares del galardonado; compañeras y
compañeros diputados:
Una de las condiciones
fundamentales en la construcción de una sociedad más libre, más justa y más
democrática, es que todos reconozcamos y apreciemos el valor de quienes han realizado
aportaciones significativas para que así suceda.
Una sociedad que oscurece la obra
de su gente, además de cometer una injusticia, pierde la oportunidad para hacer de la
vivencia de los menos, el ejemplo para los más.
Son obra de mujeres y hombres no
ordinarios que con palabras y conductas trazan un devenir personal que los engrandece y de
esa manera agradecen y engrandecen a la sociedad a la que pertenecen.
Por eso, la mejor lectura de la
historia es aquella que regrese en el tiempo para dialogar con el hecho pasado y con
quienes lo hicieron posible. Y luego, vuelve al presente y enriquece nuestra idea de lo
que somos y de cómo podemos ser mejores.
Hablamos de una lectura que
desgrana los acontecimientos y descubre su contexto, que pone atención a las
circunstancias y motivos de los actores, una visión de la historia que propone revivir la
complejidad de sus arquitectos, la menos fructífera revisión del pasado en cambio, es
aquella que hace de los sujetos de la historia lejanos motivos de admiración. Esta
visión ve a los personajes como individuos dueños de una vida lineal que todo lo que
hicieron, los llevó al momento cumbre.
Esta manera de ver la historia no
desnuda lo hechos, los esconde en un escenario blanco y negro cuando en realidad la puesta
en escena de la historia está dibujado por variadas tonalidades de grises.
El actual contexto nos obliga a
reconstruir nuestra manera de aproximarnos a lo que hemos sido. Las grandes
transformaciones actuales internas y externas al país, obligan a revisar los métodos
generalizados de interpretación de la historia, la propuesta de diálogo con la historia
debe de abrir procesos de entendimiento mucho más críticos, profundos y diversos.
La historia es una fuente de
experiencia que debe ser abordada precisamente mediante procesos de experimentación, se
trata de vincular al observador con su objeto de estudio, de tal manera que los valores y
principios expresados en el pasado funcionen como herramientas vivas, no sólo con el
análisis sino con el soporte de las convicciones presentes y futuras.
Desde esta perspectiva, el
Legislador de 1913 puede ser incluso paradigmático, fuente de enseñanza e inspiración,
esa experiencia debe ser llevada a un encuadre propositivo donde la reflexión derive en
consideraciones constructivas para esta legislatura y las que le seguirán.
El pasado es extraordinario, pero
de poco sirve un pasado inanimado. La lucha de Eduardo Neri Reynoso y otros legisladores,
está viva en aquella parte de nuestra historia que dibuja un continuo de pensamiento y
acción a favor de la democracia. Esta es la visión que proponemos.
Los antecedentes democráticos
deben ser reconstruidos con mucha más profundidad para agregarlos en los motivos, capaces
de fortalecer una identidad histórica, precisamente una identidad democrática.
En esta fecha la LVIII Legislatura
de la Cámara de Diputados le hace justicia a quienes han modelado y modelan nuestra
historia, la entrega a don Andrés Henestrosa Morales de la “Medalla al Mérito
Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913”. Nos permite urdir el valor de los
individuos del pasado y el presente, en un acto que enaltece al galardonado, pero también
a quienes han hecho lo necesario para reactivar la entrega de esta medalla.
El acontecimiento debe ser
entendido en dos perspectivas, encumbra el valor cívico de quienes desde la XXVI
Legislatura dejaron testimonio inapreciable en la lucha por la dignificación de este
Poder Federal, y es además acto simbólico que enaltece el carácter invaluable e
imperecedero de la obra del galardonado, don Andrés Henestrosa.
Esta Presidencia honra la memoria
de los Legisladores de 1913 y extiende su más alto reconocimiento a nombre de la Cámara
de Diputados al ciudadano Andrés Henestrosa Morales.
Muchas gracias.
Tiene el uso de la palabra el
diputado Manuel Medellín Milán, secretario de la Comisión de Reglamentos y Prácticas
Parlamentarias a nombre de la comisión.
El diputado José Manuel Medellín Milán:
Con su permiso, señor Presidente;
honorable Asamblea; maestro don Andrés Henestrosa, distinguidos invitados; señoras y
señores:
Un diputado de 26 años de edad en
1913 pasó a la tribuna de Donceles y dijo: “Tiempo es ya, señores, de que digamos
al Ejecutivo, que no se atropella tan fácilmente a un puñado de ciudadanos que estamos
aquí, como consecuencia del Sufragio Efectivo”.
El guerrerense Eduardo Neri, se
alzaba en indignación al día siguiente de la detención del senador Belisario
Domínguez, quien había señalado de traidor y asesino al Presidente Huerta, ambos
tuvieron el valor de enfrentar su fuero constitucional a los excesos del usurpador, a uno
le costó la vida, al otro la libertad, dejando un legado de honradez intelectual y de
valores cívicos, que recordamos como un compromiso de todas las legislaturas que les han
sucedido en el Congreso de la Unión.
Por eso esta sesión solemne es una
ocasión memorable, porque al evocar estas figuras la Cámara de Diputados entrega su
presea por primera vez desde 1987 en que fue suspendida. Esta presea reconocerá cada tres
años los méritos cívicos, la estatura moral y el valor republicano de quienes la
reciban, ahora bajo la denominación de “Eduardo Neri, Legisladores de 1913”.
Mis colegas diputados de la
Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, me han encomendado dejar constancia
en esta ceremonia, del cuidado que han puesto en la selección del homenajeado que hoy nos
acompaña y a quien tendremos el privilegio de escuchar.
Los diputados al integrar el
universo de valores que sirven de medida al mérito cívico, coincidieron en señalar a
aquellos que salvaguardan y hacen crecer lo mejor de la nación. Al componer este conjunto
de sustantivos éticos, se le dio contenido y razón a la elección de quien muestra el
ejemplo de conducta cívica que la Cámara pretende multiplicar.
Es la identificación de los rasgos
ilustres de los hombres de hoy, la que evoca y exalta el heroísmo en defensa de la
República de los legisladores de ayer, que dan su nombre a la presea. Hechos dramáticos
de la historia de México incunaron hombres capaces de convocar al pueblo, para luchar
contra la usurpación del Gobierno de la dictadura disfrazada de apostolado y a rescatar
de la indignidad la investidura del Presidente de la República, manchada entonces por el
asesinato, heroicos porque optaron por sobre todo por servirle al pueblo, porque se
atrevieron a denunciar y a señalar al poderoso asesino y a quienes usaron del miedo como
arma en contra de la democracia.
Heroicos porque los representantes
de la Nación arriesgaron sus vidas y no vacilaron ni cuando encerraron a la Cámara como
tal entre los muros de la prisión, que cerca de aquí sirvió de paradón después al
impulsor de la Revolución Mexicana.
Esta Medalla al Mérito Cívico
honrará al que la recibe pero simbólicamente también a los Legisladores de 1913, al
senador Domínguez y al Presidente Madero, martirizado por buscar el bienestar del pueblo
entre los intereses económicos y políticos más mezquinos de dentro y de fuera,
precisamente en ese día en que la barbarie belicista aplasta a otras naciones denostando
a la democracia con la avidez de la economía de guerra y la codicia de los negocios de la
reconstrucción.
En estos días en que el poder
hegemónico sigue abatiendo al ser humano y que pasa por encima de la fecunda expresión
de la voluntad de entendimiento entre los pueblos, la Cámara de Diputados pone sus ojos
en el humanismo y en las letras como relámpago del vigor de la razón y de los sueños
del hombre.
No es una idea romántica la de
rendir homenaje en la persona de don Andrés, al ciudadano que es universal por ser tan
especialmente mexicano, a los poetas de la estirpe indígena y del rebelde patriotismo, lo
hacemos pensando en que don Andrés cuando niño, supo escuchar, no obstante el estruendo
de las armas, las dos voces de la Revolución: la de la justicia y la de la educación que
se saludan en la lucha política; que admiró en el nacionalismo mestizo de José
Vasconcelos la cultura universal que se acentuó en la conciencia nacional como una gran
reafirmación del valor de nuestras otras raíces, las que don Andrés encarna con su
origen.
La presencia del maestro Henestrosa
es también un campanazo para que este poder que representa a todos los rincones de la
patria siga avanzando en la legislación secundaria de la reforma indígena.
Después de conformar el marco
constitucional, tal vez no el óptimo, pero sí suficientemente bueno para cimentar la
norma consecuente, hemos resuelto sobre la protección de nuestras lenguas originales,
así como sobre las garantías mínimas de entendimiento de los derechos procesales de los
indígenas en lo civil y en lo penal, pero falta mucho camino por andar en este Congreso y
en los locales, para honrar con hechos legislativos a nuestros ancestros y a los
indígenas contemporáneos. Ellos deben ocupar nuevamente nuestros anhelos ante el mandato
de la sangre y del origen de Neri y de Henestrosa, del guerrerense y del oaxaqueño
acompañados de los legisladores de hoy que están aquí por el voto de los indígenas.
Queremos pensar que los tiempos del
oprobio que vieron los asesinatos de Madero y Belisario Domínguez, la violación del
fuero de Eduardo Neri, el secuestro de la Cámara con los fusiles del poder, no
regresarán jamás; que la colaboración y el contrapeso de los poderes de la Unión
serán el indicativo de los tiempos por venir, acompasados con la evolución de la
democracia.
Emblema de estos propósitos es la
existencia fructífera de don Andrés Henestrosa. La obra de sí mismo, plena de
realizaciones se inicia en Ixhuatán, Oaxaca, hace 96 años. Ahí estudió la primaria al
lado de su gente zapoteca y al amparo de su lengua. Lo vieron abrirse paso entre las
letras y las ciencias la Escuela Nacional de Maestros, la Nacional Preparatoria, la de
Jurisprudencia y la de Filosofía y Letras. En ésta hizo los apuntes que en 1929 fueron
la base de su primer libro Los Hombres que dispersó
la Danza, a la edad de 23 años.
Después vinieron otros como: El Retrato de mi Madre, Los Caminos de Juárez, Agua
del Tiempo, El Temor de la Muerte y más recientemente La Rosa en el Erial, hasta sumar casi 30.
Su obra hemerográfica ha sido
también muy basta la historia de sus ensayos y artículos a lo largo de medio siglo, es
también la historia del periodismo mexicano. Su palabra se ha reproducido en los de
circulación nacional y regional, los populares y los culturales en sus diversos géneros.
Fundador de la revista Las Letras de la Patria, Mar Abierto, Ambos Mundos,
Neza y Dirtsá entre otras.
Fue asiduo colaborador también de
Casa del Tiempo, Alcancía, Letras de México y algunas más. Siempre para el prestigio de
los que reprodujeron su pensamiento, para honra de la pluma mexicana y para el rescate de
nuestra cultura.
Sus canciones y corridos también
los dedicó a su gente, como la Izhuateca, La Vicenta y la Paulina, la más conocida La
Martiniana, es también un encuentro de melodía de corazón y tierra.
Sus discursos, otra forma destacada
de sus expresiones de la que hoy gozaremos, los escuchamos tan destacados como aquél de
la oración por Rufino Tamayo o el que hizo en memoria de Belisario Domínguez o el que
dedicó a la patria, un intento por definirla.
Precursor de la formalización de
las lenguas nuestras, don Andrés ordenó el alfabeto zapoteca y el primer diccionario
zapoteco-castellano.
Homenajeado por el Senado de la
República en 1993, hoy, agrega a su acervo de medallas ésta, la “Eduardo
Neri”, al lado de la de “Ponciano Arriaga”, la presea “Ciudad de
México”, la medalla “Ignacio Manuel Altamirano” y el premio internacional
“Alfonso Reyes”.
Ha sido un escritor activo por casi
70 años. Formador de muchas generaciones de jóvenes. Defensor de su cultura y sus
convicciones políticas. Funcionario público y desde luego legislador federal.
El Congreso de la Unión registró
su tarea a lo largo de cinco legislaturas. Hoy le ofrece nuevamente la tribuna de la
Nación con el beneplácito que anticipa su distinguida palabra.
El maestro Henestrosa encarna
valores, virtudes y esfuerzos que se alojan en el alma de muchos mexicanos. Homenajearlo a
él honra también a miles de compatriotas, la mayoría desconocidos, que cotidianamente
dan la vida sin morir para construir con justicia social generosidad y entrega, un México
para todos. Gracias.
La
Secretaria diputada María de las Nieves García Fernández:
Se va a proceder a imponer la
“Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores de 1913”, de la Cámara
de Diputados.
Se suplica a todos los presentes
ponerse de pie.
El diputado Armando Salinas Torre,
Presidente de la Cámara de Diputados, impondrá la “Medalla Eduardo Neri,
Legisladores de 1913”, al maestro Andrés Henestrosa Morales en reconocimiento a los
relevantes servicios aportados en beneficio de la patria.
(Imponen la medalla al maestro Andrés
Henestrosa Morales)
El Presidente diputado Armando Salinas Torre:
Tiene la palabra el maestro don
Andrés Henestrosa Morales.
El ciudadano Andrés Henestrosa Morales:
Honorable Cámara de Diputados,
diputado Armando Salinas Torre, Presidente de la Mesa Directiva, señoras y señores,
mexicanos todos:
Es deber de patriotismo y de
gratitud de la República glorificar a quienes, con su ejemplo, su conducta e incluso con
su sacrificio nos han dado el orgullo de pertenecer a un pueblo que los produce cuando los
ha menester, cuando todos callan y aceptan como irremediables los acontecimientos. Cuando
todos se dan por vencidos aparecen estos hombres y devuelven a su pueblo el amor a la
libertad y a la justicia perdida.
A esta estirpe pertenece el
licenciado Eduardo Neri, a quien hoy proclamamos. Su nombre se encuentra al lado de los de
fray Servando Teresa de Mier, diputado por Nuevo León, quien condenó el imperio de
Iturbide cuando lo que México quería era una República. Calificó de mogijanga el acto
en que Iturbide fue consagrado emperador de México.
Eduardo Neri está junto al de
Belisario Domínguez, quien en octubre de 1913 llamó asesino a Victoriano Huerta, el que
a su vez, por manos de uno de sus esbirros, le mandó cortar la lengua. Pero la verdad,
una vez dicha, no se borra nunca.
A sólo unos días de los
asesinatos de Adolfo Segurrión y Serapio Rendón, ocurrió el sacrificio de Belisario
Domínguez.
Eduardo Neri, joven diputado por su
estado natal, Guerrero, pasó a la tribuna y, con parejo valor, llamó chacal a Victoriano
Huerta y condenó el régimen usurpador, a sabiendas de que estaba en riesgo de perder la
vida.
El resultado de aquel memorable
discurso pronunciado el 9 de octubre de 1913 fue la disolución del Congreso y el
encarcelamiento de los diputados.
Dolorosa, difícil ha sido nuestra
historia; la que pudiera llamarse la historia moderna de México se inicia como una
invasión.
Los indios encabezados por
Cuauhtémoc, nuestro protohéroe, lucharon denodadamente por su libertad y por su
independencia; fueron vencidos tras una desesperada lucha contra los invasores. De
entonces nos viene el amor a la patria en que hemos nacido.
Una colonia de 300 años no logró
adueñar, como se propuso, el alma india que sobrevivió, sobrevive y sobrevivirá.
El abuelo no muere en el nieto; el
viejo se prolonga en el hombre nuevo. Los abuelos indios viven en nosotros; de ellos
heredamos el amor a la gloria y a la grandeza. Fueron derrotados pero no del todo
vencidos. Lucharon y aún luchan por ser lo que fueron, por mantener viva y manifiesta su
identidad.
Hemos padecido desde que aparecimos
en la moderna historia, grandes peligros de perdernos. Invasiones, intervenciones que
parecían invencibles, no pudieron con el denuedo y el arrojo de los mexicanos en defensa
de su libertad.
La invasión norteamericana, una
lucha que duró tres años; la invasión norteamericana en la que perdimos la mitad del
país; la intervención francesa y la guerra contra el imperio de Maximiliano.
Entonces como dijo José Martí:
“Del suelo y del cielo brotaron los hombres para defendernos”.
Entonces México produjo los
hombres que era menester para la defensa de sus ideales libertarios. México salió
vencedor porque el pueblo que quiere ser libre, lo será.
No hay pueblo, por poderoso que
sea, que acabe con otro que quiere ser libre.
Vencidos renacen de sus escombros y
vuelven de la mano de sus héroes al camino que la historia nos tiene trazado.
México debe de estar orgulloso de
haberlos engendrados; feliz el vientre mexicano que no se cansa dar a luz los hombres que
mantengan vivos sus ideales de libertad; de esos hombres son: fray Servando Teresa de
Mier, Belisario Domínguez, Eduardo Neri, a quien ahora, repito, celebramos.
Victoriano Huerta había dicho que
la patria habría costado lo que costara, lo que en otras palabras significó: costará la
sangre de todos los mexicanos que se han puesto de pie en defensa de nuestras libertades.
Todo parecía acabado pero mientras
quede un soldado de pie, la batalla no está perdida. Ese soldado era Eduardo Neri. Y no
se perdió.
Victoriano Huerta fue vencido y
volvió al camino que la historia... y México volvió al camino que la historia le tiene
trazado, escrito según nuestro Himno: “...por el dedo de Dios...”.
Vio desde el caudillo de nuestras
libertades, dijo Benito Juárez, acusado de hereje, cuando sólo era enemigo del clero
político.
Un pueblo no puede y si puede no
debe vivir sin modelos, ejemplos, héroes, en una palabra. Glorificarlos es deber que no
se debe de soslayar, la propia historia nos lo exige. Obedecer sus dictámenes ha sido y
serán los signos de nuestra marcha por el mundo, obedientes a los dictados de la patria.
La derrota es victoria si fue en defensa de nuestra patria. La patria es una, la bandera
es una, el himno es uno. La patria está por encima de los partidos, dijo Justo Sierra.
Por eso en nuestras grandes
encrucijadas, cuando parece que hemos dejado de ser, surge un Eduardo Neri que con
palabras dichas en minutos de máximo peligro nos dan el orgullo de pertenecer a algún
lugar del mundo, en el caso México: Patria de todos nosotros.
Sangre, lágrimas, desvelos,
máximas penurias, no han podido con nosotros. El mexicano ha preferido morir, antes de
ser esclavo. Millones de mexicanos yacen bajo la tierra, muertos por la defensa de la
libertad.
Puede decirse así que México más
se levanta sobre los hombros de los muertos que sobre los hombros de los vivos, sobre los
hombros se sostiene erguido México, sobre los hombros de los héroes se levanta orgullosa
la patria mexicana. Los hombros de Eduardo Neri están entre estos hombros.
Muchas gracias.
El Presidente diputado Armando Salinas
Torre:
Se va a proceder a entonar el Himno
Nacional.
(Se entona el Himno Nacional.)
A nombre de la Cámara de
Diputados, agradecemos la visita del licenciado Eduardo Romero Ramos, Secretario de la
Contraloría y Desarrollo Administrativo; del licenciado René Juárez Cisneros,
gobernador del estado de Guerrero; del diputado Juan Ramón Díaz Pimentel, presidente de
la Mesa Directiva del Congreso del estado de Oaxaca; del magistrado, licenciado Raúl
Calvo Sánchez, presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Guerrero; del
magistrado, licenciado Raúl Bolaños Cacho Guzmán, presidente del Tribunal Superior del
estado de Oaxaca; por supuesto de los familiares del maestro don Andrés Henestrosa y de
don Eduardo Neri y del Presidente del Senado de la República, don Enrique Jackson.
De manera muy especial la presencia
del maestro Andrés Henestrosa Morales.
Se pide a la comisión designada
acompañar al maestro Henestrosa al retirarse de este recinto cuando desee hacerlo.
CLAUSURA
Y CITATORIO
El Presidente diputado Armando Salinas Torre (a
las 11:21 horas).
Se levanta la sesión solemne y se
solicita a los diputados permanecer en su lugar para dar inicio a nuestra sesión
ordinaria.
ACTA
DE LA PRESENTE SESION
La
Secretaria diputada María de las Nieves García Fernández:
«Acta de la Sesión Solemne de la
Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el martes ocho de abril de dos
mil tres, correspondiente al Segundo Periodo de Sesiones Ordinarias del Tercer Año de
Ejercicio de la Quincuagésima Octava Legislatura.
Presidencia del diputadoArmando Salinas
Torre.
En el Palacio Legislativo de San
Lázaro de la capital de los Estados Unidos Mexicanos, sede de la Cámara de Diputados del
Congreso de la Unión, con la asistencia de trescientos treinta y nueve diputados, a las
diez horas con veintitrés minutos del martes ocho de abril de dos mil tres, el Presidente
declara abierta la Sesión Solemne.
El Presidente designa una comisión
para recibir e introducir al Recinto al ciudadano Andrés Henestrosa Morales.
El Presidente informa de los
invitados a la Sesión Solemne y a las diez horas con veinticinco minutos declara un
receso.
A las diez horas con veintisiete
minutos se reanuda la sesión.
Se concede la palabra al diputado
Efrén Nicolás Leyva Acevedo, del Partido Revolucionario Institucional, para dar lectura
al dictamen con proyecto de decreto que crea la Medalla al Mérito Cívico, Eduardo Neri,
Legisladores de mil novecientos trece, y al decreto de la Cámara de Diputados por el que
se otorga la medalla referida correspondiente a la Quincuagésima Octava Legislatura, al
ciudadano mexicano Andrés Henestrosa Morales.
La Secretaría da lectura a una
comunicación del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Vicente Fox Quesada, con la
que expresa su reconocimiento a la Cámara de Diputados por establecer nuevamente la
Medalla al Mérito Cívico, Eduardo Neri, Legisladores de mil novecientos trece, y
felicita al maestro Andrés Henestrosa Morales por haber sido distinguido con esa presea.
El Presidente dirige un mensaje a
la Asamblea.
Se concede la palabra al diputado
José Manuel Medellín Milán, Secretario de la Comisión de Reglamentos y Prácticas
Parlamentarias.
Puestos todos de pie, el Presidente
impone la Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri, Legisladores de mil novecientos trece,
correspondiente a la Quincuagésima Octava Legislatura, al ciudadano Andrés Henestrosa
Morales.
La Presidencia concede la palabra
al ciudadano Andrés Henestrosa Morales.
La Asamblea entona el Himno
Nacional Mexicano.
El Presidente solicita a la
comisión designada acompañar al ciudadano Henestrosa Morales al retirarse del Recinto.
A las once horas con veintiún
minutos, el Presidente levanta la Sesión Solemne y solicita a los diputados permanecer en
sus lugares para dar inicio a la sesión ordinaria.»
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