-EL C. PRESIDENTE, DIPUTADO GUSTAVO CARVAJAL MORENO.-Se
abre la reunión. Esta Presidencia informa que se ha registrado la asistencia de los
Miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores, existiendo quórum.
De conformidad con el Artículo 7º Numeral 4º. De la
Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, comparece el Dr. Jorge
G. Castañeda Gutman, Secretario de Relaciones Exteriores, invitado a esta reunión por la
Comisión de Relaciones Exteriores en la que se llevará a cabo el Análisis del Primer
Informe de Gobierno del Presidente de la República y los problemas relacionados en los
sucesos del 11 de septiembre pasado.
Nos acompaña el diputado Rodolfo Pérez Gavilán,
Representante de la Mesa Directiva.
Además está presente la Presidenta de la Cámara de
Diputados, Diputada Beatriz Paredes Rangel, el Presidente de la Junta de Coordinación,
Diputado Felipe Calderón Hinojosa, el Diputado Rafael Rodríguez Barrera.
Además nos hace favor de acompañar los señores
Subsecretarios de Relaciones Exteriores, Enrique Berruga y Gustavo Iruegas así como el
Oficial Mayor, Embajador Mauricio Zein y el Consultor Jurídico, Embajador Juan Manuel
Gómez Robledo, además de Asesores y personal Directores de la Secretaría de Relaciones
Exteriores.
Se da lectura al Acuerdo Parlamentario aprobado por esta
Cámara de Diputados en la sesión del 11 de septiembre. Le ruego diputado Tarsicio
Navarrete, se sirva dar cuenta del mismo.
-EL C. DIPUTADO TARSICIO NAVARRETE. "Acuerdo
parlamentario por el que se establecen las bases para el desarrollo de las comparecencias
de funcionarios del Ejecutivo Federal ante la Cámara de Diputados para el Análisis del
Primer Informe de Gobierno del Presidente de la República, Administración 2000-2006.
Acuerdo. 1º.- El presente acuerdo regulará exclusivamente lo relativo al formato que
habrá de observarse durante las comparecencias de los funcionarios del Ejecutivo Federal
ante la Cámara de Diputados a efecto de realizar el análisis del Primer Informe de
Gobierno del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos Administración 2000-200
2º Las sesiones que se desahoguen en las comparecencias
se desarrollarán conforme a las siguientes bases:
Primero.- En primer término el funcionario compareciente
expondrá el estado de su respectivo ramo hasta por 20 minutos.
Segundo.- A continuación un representante de cada grupo
parlamentario hablará hasta por 10 minutos para establecer la posición del grupo
respecto del tema.
Tercero.- Agotada la ronda de posicionamiento a que se
refiere el punto anterior, el funcionario compareciente hará uso de la palabra nuevamente
hasta por 10 minutos para hacer los comentarios que juzgue pertinentes.
Cuarto.- A continuación se dará inicio a una o dos
rondas de preguntas y réplicas según el acuerdo que para cada comparecencia adopte la
Junta de Coordinación Política que se desarrollará en cada una y en su caso
sucesivamente de la siguiente forma:
cada grupo parlamentario planteará al funcionario por
conducto de uno de estos diputados una pregunta en un tiempo no mayor a 4 minutos.
El funcionario responderá a cada pregunta lo conducente
durante un lapso que no excederá de 8 minutos.
El grupo parlamentario en turno tendrá derecho a una
réplica de hasta 4 minutos. El orden de intervención de los diputados tanto para el
posicionamiento como para las preguntas y réplicas, será de manera ascendente, según el
número de legisladores integrantes de cada grupo parlamentario.
5º Concluida la etapa de preguntas, respuestas y
réplicas el funcionario dirigirá a la Asamblea un mensaje final de hasta 10 minutos.
6º El Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de
Diputados concluirá la comparecencia con un mensaje institucional de no más de 10
minutos.
Tercero.- Las comparecencias que se realicen ante
Comisiones se desarrollarán en lo conducente conforme las reglas aplicables en el pleno
El mensaje institucional final estará a cargo de quien
las presida.
Cuarto.- Las comparecencias en Pleno o comisión, se
llevarán a cabo conforme al número y programación que acuerde la Junta de Coordinación
Política iniciando el día martes 11 de septiembre con la del Secretario de Gobernación
ante el Pleno".
Palacio Legislativo de San Lázaro, 10 de septiembre del
año 2001.
- EL C. PRESIDENTE: De conformidad con el acuerdo
parlamentario aprobado por la H. Cámara de Diputados que norma el procedimiento para el
análisis del Primer Informe de Gobierno y dar cumplimiento al punto segundo numerales 1,
2 y 3, se concede el uso de la palabra al doctor Jorge G. Castañeda hasta por veinte
minutos.
- EL C. SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES, doctor Jorge
Castañeda Gutman: Gracias señor Presidente.
Antes que nada, a usted y a sus colegas una disculpa por
la demora en llegar aquí a este honorable Recinto. La coyuntura internacional me obligó
a acudir a un citatorio del Presidente de la República para revisar asuntos que son del
dominio público hoy en la prensa del día, de la mañana.
Señor Presidente
Señoras y señores diputados:
Celebro esta oportunidad que me brindan, de realizar un
intercambio de puntos de vista con la Comisión de Relaciones Exteriores de esta honorable
Cámara. El encuentro que hoy sostenemos se suma a las siete reuniones previas con
comisiones del H. Congreso de la Unión en las que he tenido el privilegio de participar,
además de los numerosos encuentros informales que he efectuado con un gran número de
legisladores.
Ello nos ha permitido mantener un diálogo constante así
como identificar y atender asuntos de interés tanto del Congreso como de la Secretaría
de Relaciones Exteriores. La Cancillería aprecia en todo lo que vale, su estrecho
contacto con los miembros del Poder Legislativo.
Deseo aprovechar esta intervención inicial para exponer
algunas de las líneas de política exterior prioritarias que la Secretaría de Relaciones
Exteriores está instrumentando para promover los intereses de México en el exterior.
Considero que este puede ser un buen punto de partida para nuestro diálogo.
El gobierno del presidente Fox está dando está dando un
nuevo impulso a las relaciones internacionales de México para poner al día sus vínculos
con otras naciones, promover los intereses del país en el extranjero y colocar a México
en una posición privilegiada que le permita incidir en la construcción de la
arquitectura internacional del nuevo milenio.
Lo anterior supone ajustar nuestra política exterior a
nuevas realidades, particularmente al nuevo sistema internacional basado en reglas y
normas de observancia general que ha venido desarrollándose a lo largo de las pasadas
décadas y también implica, por supuesto, conciliar esas nuevas realidades con la larga
tradición diplomática mexicana en la codificación del derecho internacional y la
convivencia civilizada entre las naciones.
A partir de los cambios ocurrido en México, así como de
los nuevos retos que plantea un sistema internacional en proceso de transformación, hemos
establecido cinco ejes de acción principales para alcanzar estos objetivos en materia de
política exterior.
Dichos ejes pueden resumirse de la manera siguiente:
a.- Proyectar la imagen de un México democrático,
plural, transparente, seguro y con una cultura vibrante.
b.- Promover el respeto y la defensa de los derechos
humanos y el fortalecimiento de la democracia como expresión de valores fundamentales de
la nación mexicana derivados de los principios plasmados en nuestra Constitución.
c.- Asumir un papel más activo en la definición del
sistema internacional del nuevo milenio que hoy más que nunca se encuentra en pleno
proceso de transformación.
d.- Fortalecer nuestra capacidad para proteger y defender
los derechos de todos los mexicanos en el extranjero.
e.- Contribuir a un desarrollo económico sostenido,
sustentable y equitativo en México y en el resto del mundo.
La imagen que de un país se forman otros pueblos es un
factor determinante de las relaciones que éste puede establecer con otras naciones, se
trata de un fenómeno intangible pero no por ello menos influyente por ello, la
percepción que los ciudadanos de otros estados se formen respecto a la fortaleza de las
instituciones políticas, la economía y la cultura de nuestro país debe recibir una
atención prioritaria en la agenda de política exterior mexicana.
Evidentemente no se trata de un mero ejercicio de
relaciones públicas, la imagen de México en el exterior ha de reflejar necesariamente la
realidad de nuestra vida política, económica y cultural sin maquillarla ni
distorsionarla y esta honestidad de la proyección de nuestra imagen con las luces y
sombras que aún persisten en nuestra sociedad suscita mayor confianza y respeto en el
exterior y por lo tanto mejora la imagen internacional, pero también es legítimo hacer
énfasis en aquellos aspectos de la sociedad y la cultura de México que contribuyan a
erradicar prejuicios y a mostrar ante la comunidad de naciones las cualidades y los
méritos de la nación mexicana, esto conlleva a una intensa tarea de difusión que
aproveche esa enorme ventaja comparativa que representa el legado cultural de México.
Por tales consideraciones, hemos fortalecido la
dirección para asuntos culturales de la Cancillería con el fin de que pueda desempeñar
con mayor eficacia las tareas de difusión de la cultura mexicana y apoyo a la promoción
de la imagen de un México moderno, plural y democrático, como parte esencial de la
estrategia de la Chancillería en este ámbito estamos promoviendo la creación del
Instituto de México, unificando los diversos centros culturales de México en el mundo,
de manera que tengan una sola denominación y marco jurídico.
Nuestro propósito al poner en marcha esta iniciativa es
no sólo promover en el exterior la cultura o los productos culturales de México, sino
también presentar a nuestro país como un destino atractivo para el turismo y la
inversión.
El gobierno del Presidente Fox ha establecido como
objetivo prioritario garantizar la plena vigencia de los derechos humanos en México y su
promoción en el exterior.
Los votos emitidos por México en el reciente período de
sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, particularmente en los casos de
Cuba, Palestina, Chechenia e Irán, son un reflejo fiel de la nueva visión de México en
esta materia y del firme compromiso del gobierno actual con la defensa y promoción de los
derechos humanos.
Asimismo nuestro país participó recientemente en la
Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia que se celebró en Sudáfrica.
A iniciativa de México se incorporaron en la
declaración y el plan de acción el reconocimiento pleno de todos los derechos de los
pueblos indígenas.
Las acciones anteriores, entre muchas más, dan cuenta de
la labor que México está rivalizando en el exterior para contribuir en que en todo el
mundo se respeten y defiendan los derechos humanos.
También estamos trabajando para fortalecer la
observancia de los derechos humanos en nuestro país. Por ello, la Chancillería realizó
consultas con diversas dependencias sobre la conveniencia de suscribir varios instrumentos
internacionales a fin de lograr una completa armonización entre la protección nacional
de los derechos humanos y los estándares internacionales en la materia.
Una vez que la H. Cámara de Senadores los haya
analizado, determinará la pertinencia de que sean ratificados.
El renovado compromiso de México con la legalidad y la
democracia ha sido reconocido también mediante la invitación para que nuestro país se
incorpore al Comité Directivo de la Comunidad de Democracias.
También quedó de manifiesto en la III de las Américas,
celebrada en Québec, en la cual estableció el compromiso hemisférico de mantener y
fortalecer el estado de derecho y el respeto estricto al sistema democrático, así como a
la sesión extraordinaria de la Asamblea General de la OEA realizada en Lima el pasado 11
de septiembre, en la cual México participó activamente en la aprobación final de la
Carta Democrática Interamericana.
México ha buscado intensificar su participación e
influencia en los foros internacionales, con objeto de contribuir a la nueva arquitectura
del sistema internacional.
En las últimas décadas se han multiplicado los actores
no estatales en la escena mundial, al mismo tiempo que las relaciones entre las naciones
están siendo articuladas en torno a un nuevo conjunto de reglas y normas de observancia
universal.
Ante este proceso de transformación México debe
desempeñar un papel más activo que le permita contribuir a la definición del sistema
internacional del nuevo milenio.
Los terribles ataques terroristas realizados el pasado 11
de septiembre en Estados Unidos confirman la necesidad de adoptar un papel constructivo en
la definición del nuevo sistema internacional, existen nuevos retos y nuevas amenazas
para la paz y seguridad internacionales que deben ser atendidas. Responder a esas amenazas
requerirá de decisiones firmes y ponderadas en los meses y años por venir.
Por lo anterior cobra relevancia el que hayamos iniciado
en diciembre pasado las gestiones para ingresas como miembros no permanentes al Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas para el período 2002-2003.
México ya ha obtenido el apoyo formal de un número
significativo de países para su candidatura y prevemos que en los próximos días se
vayan concretando apoyos adicionales que nos aseguren ese asiento.
En este sentido hemos mantenido por ejemplo nuestro
liderazgo en materia de desarme, lo que se vio refrendado en la .elección de México para
presidir la Segunda Conferencia Sobre Medidas para Facilitar la Entrada en Vigor del
Tratado de Prohibición Completo de Ensayos Nucleares.
Otro tema de fundamental importancia para México es el
combate al crimen organizado trasnacional. La Convención de las Naciones Unidas Contra la
Delincuencia Organizada Trasnacional, firmada en Palermo el año pasado, la cual México
promovió activamente, representa un instrumento que trata de conciliar nuevas necesidades
con el desarrollo de normas y reglas que han venido rebasando paulatinamente principios
tradicionales de interacción internacional.
Por otra parte, México está comprometido con la
prevención y solución del problema de cambio climático, por ello, durante consultas
informales de alto nivel que se llevaron a cabo en abril y junio con la finalidad de
reanudar la VI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre Cambio Climático, México reiteró su respaldo al Protocolo de Kioto y su voluntad
política para continuar regulando sus emisiones de gas de efecto invernadero.
Quisiera finalmente mencionar las cuestiones de género,
porque es un ámbito en el que México puede hacer importantes contribuciones y también
adquirir compromisos claros para combatir la discriminación de género en todo el país.
En éstos y otros temas afines México ha decidido tomar
la iniciativa en la construcción y codificación de este nuevo sistema internacional. El
participar en tal proceso, tal y como lo hicimos en la conformación del Sistema
Internacional de la Posguerra, nos permitirá ejercer un peso estratégico y una
influencia aún mayores a nuestro perfil geopolítico y geoeconómico.
En el rubro de la protección de los derechos de los
mexicanos en el exterior, habré de concentrar mis comentarios a propósito de la
relación con Estados Unidos.
A lo largo de los pasados meses, México ha sentado las
bases para emprender una nueva etapa en la historia de sus relaciones bilaterales con
Estados Unidos. Como ustedes saben, la visita del Presidente George Bush a Rancho San
Cristóbal, Guanajuato, en febrero pasado, dio como resultado la firma del documento Hacia
Una Prosperidad Compartida. Durante su encuentro, ambos presidentes reconocieron la
necesidad de contar con un marco ordenado y seguro para la migración, basado en la
responsabilidad compartida, concibiendo el tema migratorio como vínculo entre ambos
países y como una fuente de desafíos y oportunidades. La reciente visita del Presidente Fox a Estados Unidos
fue un paso más en el establecimiento de una nueva confianza y cooperación entre ambas
nacionales. Además de las reuniones que sostuvo con el Presidente Bush, el Presidente de
México se dirigió a una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos.
Hoy ya hemos logrado importantes avances en las
negociaciones en materia migratoria, particularmente y con respecto al reconocimiento de
los cinco rubros en que fueron divididas de manera integrada: Regularización de los
migrantes documentados que ya se encuentran en Estados Unidos: ampliación del número de
visas permanentes otorgadas cada año a mexicanos que desean establecerse en aquel país;
establecimiento de un programa de trabajadores huéspedes; incremento de la seguridad
fronteriza y promoción del desarrollo económico en México, particularmente en las
regiones de procedencia de la mayoría de los migrantes.
Uno de los primeros resultados concretos derivados de
este enfoque ha sido la ampliación del plazo de vigencia de la restitución temporal para
la aplicación de la Sección 245I de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de los Estados
Unidos, contenido en la denominada Life Act, de 2000, que apoya la reunificación
familiar.
Es previsible que en los próximos meses las
negociaciones se vean influidas por las consecuencias de los ataques terroristas
realizados contra Estados Unidos, pero ello de ninguna manera significa que hayan quedado
cancelados los avances realizados hasta la fecha, ni que este proceso se haya detenido.
Las causas estructurales que dieron origen a las negociaciones entre México y Estados
Unidos en esta materia siguen vigentes y deberán ser atendidas.
Una de las tareas de mayor importancia en la agenda
exterior de México, particularmente en el caso de Estados Unidos, es la protección de
los derechos humanos y el respeto de las libertades fundamentales de los mexicanos en el
exterior, independientemente de su condición migratoria. Por ello hemos reforzado los
distintos mecanismos y estrategias bilaterales y multilaterales con los cuales el Gobierno
de México ejerce su derecho soberano de proteger y salvaguardar los intereses de sus
nacionales en el extranjero y que inevitablemente están relacionados con el fenómeno
migratorio.
El compromiso de la Secretaría con la defensa de
nuestros connacionales se puso de manifiesto recientemente con la suspensión indefinida
de la ejecución del mexicano Gerardo Valdés Matos, concedida por la Corte de Apelaciones
Criminales del estado de Oklahoma como resultado del recurso interpuesto por la defensa
del sentenciado el cual contó con el apoyo del gobierno mexicano.
De igual modo, el consulado de México en Nueva York ha
venido desempeñando una intensa labor de atención y protección a nuestros connacionales
en aquella ciudad, así como de asistencia a los familiares de mexicanos que se hayan
reportado como desaparecidos tras los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre.
Por último quiero referirme a la labor que viene
desarrollando la Cancillería para contribuir al cumplimiento de uno de los propósitos
centrales de este gobierno que es promover un desarrollo económico sostenido y
sustentable cuyos beneficios alcancen a todos los sectores de la sociedad sin dejar atrás
a ningún individuo o grupo social.
Por ello creamos una cuarta Subsecretaría a la que se le
han encomendando los asuntos económicos y de cooperación, con objeto de restituir a la
Cancillería después de 15 años de ausencia, su papel en la promoción comercial y de
inversiones así como su participación en negociaciones comerciales internacionales.
Señoras y señores diputados: en estos momentos vivimos
las repercusiones internacionales de los ataques terroristas perpetrados contra Estados
Unidos el pasado 11 de septiembre. Estos hechos obligan a nuestro país a actuar con
sentido de responsabilidad y contribuir con la comunidad de naciones a promover la paz y
la seguridad internacionales conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la
ONU y de la OEA.
La negativa de México a apoyar dichas resoluciones con
estricto apego a la legalidad, claramente hubiera significado un aislamiento que habría
debilitado nuestra posición en el mundo.
La política exterior del Presidente Fox busca promover
las aspiraciones de seguridad y bienestar de la sociedad mexicana ante las nuevas y
cambiantes circunstancias mundiales. Ello implica la defensa inteligente de los principios
históricos de la diplomacia mexicana y su articulación en torno a objetivos concretos y
claros.
México debe ser un actor participativo y comprometido
con la construcción del nuevo sistema internacional. Por ello, la Cancillería ha
desarrollado y continuará desarrollando una intensa labor para defender con éxito los
intereses de México en el exterior.
Muchos gracias y estoy atento a los planteamiento y
reflexiones que deseen ustedes formular sobre estos y otros temas relevantes de la agenda
de política exterior de nuestro país.
- EL PRESIDENTE: Están inscritos para fijar la posición
de su partido y de su grupo parlamentario, los siguientes ciudadanos diputados:
El diputado José Manuel del Río Virgen, del Partido de
la Convergencia para la Democracia; el diputado José Antonio Calderón Cardoso, del
Partido de la Alianza Social; el diputado Gustavo Riojas Santana del Partido de la
Sociedad Nacionalista; el diputado Jaime Cervantes Rivera del Partido del Trabajo; la
diputada Erika Spezia Maldonado, del Partido Verde Ecologista de México; el diputado
Sergio Acosta Salazar, del Partido de la Revolución Democrática; la diputada Heidi
Storsberg Montes, del Partido Acción Nacional, y el diputado Francisco Javier Sánchez
Campuzano, del Partido Revolucionario Institucional.
Tiene la palabra, hasta por diez minutos, el diputado
José Manuel del Río Virgen, del Partido de la Convergencia para la Democracia.
- LA DIP. BEATRIZ PAREDES RANGEL (Desde su curul): Señor
Presidente, se había acordado que los tres primeros hasta por cuatro minutos.
- EL PRESIDENTE: De acuerdo. Habíamos planteado que
fueran 10 todos....
- LA DIP. BEATRIZ PAREDES RANGEL (Desde su curul): Desde
luego nosotros aceptamos como lo haya decidido la Comisión de Relaciones Exteriores.
- EL PRESIDENTE: Sí, nosotros planteamos que fueran
parejos 10 minutos todos los partidos.
Entonces hasta por diez minutos tiene la palabra el
diputado José Manuel del Río Virgen.
- EL DIP. JOSE MANUEL DEL RIO VIRGEN: Le agradezco mucho,
señor Presidente su acuerdo. Le agradezco mucho, señora Presidenta, su presencia aquí
en este evento. Señor Presidente de la Junta de Coordinación Política, bienvenido;
compañeras y compañeros legisladores. Señor Canciller bienvenido.
Todos los temas de la cancillería son importantes, pero
el tema, son los sucesos que acaecieron en Estados Unidos; nos tienen consternados y
consideramos que fue un día muy triste para la humanidad. Pero parece que lo que sigue es
peor. Todo tipo de guerra, ya sea económica, religiosa, política o racial o
discriminatoria, no puede estar por encima del derecho a la vida, y eso fue lo que
sucedió en los ataques a Nueva York y a Washington.
Mi partido manifiesta su reconocimiento al esfuerzo
desplegado por los partidos representados en el Senado, para construir una auténtica
política exterior de Estado y por usted.
La declaración del gobierno de México, consultada con
el Senado el pasado 18 de septiembre sobre los ataques terroristas contra Estados Unidos,
es un ejemplo de que el diálogo entre los distintos poderes puede dar mayor sustento y
legitimidad a las posiciones de nuestro país en el exterior.
Somos partidarios de crear consensos que nos permita
defender eficazmente los intereses de México y responder a las nuevas amenazas a la paz y
a la seguridad internacionales.
El tema principal que ha estado presente en el debate
nacional e internacional en las últimas dos semanas, es sin duda el terrorismo. Nos
unimos a la condena de los despiadados ataques terroristas contra Estados Unidos expresada
por el gobierno de México y por el Senado. Creemos que no existe ninguna justificación
para la violencia terrorista ni para la venganza imperial y respaldamos que se tomen
medidas diplomáticas para apoyar el esfuerzo mundial por erradicar este flagelo.
Esta representación, está convencida de que sólo una
política exterior de Estado puede hacer frente a los complejos retos de un mundo
globalizado y de la posguerra fria.
Los principios constitucionales pueden orientarnos en las
difíciles decisiones que habrá de tomar el país en el futuro.
Dos sugerencias, señor Secretario, para que México sea
actor internacional, como usted lo acaba de señalar:
Defensa irrestricta de los intereses de México, nuestra
patria.
Medidas audaces que pongan al día las relaciones de
México con el exterior.
Uno de los temas fundamentales que enfrenta México en su
agenda de política exterior, es la relación con Estados Unidos. Es necesario replantear
una nueva relación con nuestro vecino del norte, acorde con el cambio que los mexicanos
queremos en el ámbito de las decisiones fundamentales de nuestro país.
En lo referente a los inmigrantes mexicanos, el trato del
gobierno de los Estados Unidos hacia México ha sido desgastante e injusto.
Sabemos que la migración es uno de los nexos que más
nos vinculan con nuestro vecino del norte y a menudo hemos sido testigos de los tratos
degradantes e incluso la muerte de nuestros connacionales que han decidido migrar en busca
de una mejor vida para ellos y sus familias. Por ello respaldamos la búsqueda de un
acuerdo migratorio que ha iniciado el gobierno con Estados Unidos.
La estrategia integral de negociar una canasta de cinco
componentes antes de anunciar cualquier avance en uno solo de los mismos, a nosotros nos
parece una decisión inteligente que seguramente dará frutos en el mediano plazo.
Estamos a favor de una política exterior que mantenga el
prestigio de una larga tradición diplomática basada en nuestros principios
constitucionales; creemos también que México debe de adoptar una postura internacional
más activa que nos permita incidir de manera positiva en la definición de la nueva
arquitectura internacional y defender de manea eficaz nuestros intereses en el exterior.
Señor canciller; señora Presidenta de la Camara de
Diputados; señor Presidente de la Junta de Coordinación Política: Queremos un Congreso
fuerte, queremos un gobierno fuerte, queremos una chancillería fuerte que continúe
buscando consensos con los partidos representados en el Congreso de la Unión y de esta
manera dé fundamento y legitimidad a una nueva política exterior de Estado.
Le agradezco el tiempo, señor Secretario. Gracias,
señor Presidente.
EL C. PRESIDENTE: Tiene el uso de la palabra el diputado
José Antonio Calderón Cardoso.
- EL C. DIP. JOSE ANTONIO CALDERON CADOSO: Gracias,
señor Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores; doctor Jorge Castañeda,
Secretario de Relaciones; diputadas y diputados. Sin duda el mundo se ha conmocionado por
los cobardes atentados en contra de miles de personas, de seres humanos inocentes de
diferentes nacionalidades, atentados acaecidos el pasado 11 de septiembre en dos ciudades
norteamericanas.
Con independencia de las razones que motivaron esos
arteros crímenes de lesa humanidad, nadie,. Absolutamente, nadie tiene el más mínimo
derecho de privar ilegalmente a las personas del más preciado bien que poseen: su vida
misma.
Y es que esos deplorables acontecimientos no solamente
destruyeron dos gigantescos edificios en la ciudad de Nueva York sino que también
trastocaron, las hasta ahora vigentes instituciones, equilibrios y conceptos imperantes en
el sistema de relaciones internacionales.
Esos ataques tan alevosos como inesperados, están
poniendo a prueba la capacidad, tanto de los estados como de los organismos
internacionales, para replantearse la cooperación en aquellos temas, que constituyen las
nuevas amenazas mundiales, así como los caminos para asegurar la paz y la seguridad
internacionales.
Junto con la reconstrucción de los edificios caídos,
deberán sentarse los cimientos de las nuevas relaciones entre las naciones, para
conseguir que la convivencia, la cooperación y el auxilio mutuo, permitan alcanzar la
justicia social internacional y conjuren las amenazas y la violencia.
Es en este contexto, señor Canciller, es en el cual
debemos ubicar este diálogo, entendemos respetuoso y franco entre dos Poderes de la
Unión.
El Partido Alianza Social condena, al igual que ya lo
hizo el gobierno federal, el uso de la violencia, violencia aun más despreciable cuando
está dirigida a objetivos civiles, asimismo respaldamos en su momento, desde la más alta
tribuna de la nación, que durante los momentos inmediatamente posteriores a los trágicos
acontecimientos, el Ejecutivo mostrara su disposición y solidaridad con el pueblo y el
gobierno estadounidense.
Coincidíamos que ante el dolor y el espasmo del
sufrimiento humano, la Secretaría que usted preside, solicitara que en esos terribles
momentos, no se regateara el apoyo de nuestras vecinos, y es que entendíamos que ante la
inmediatez de la desgracia, un acto elemental de humanidad, consistía en prestar la
asistencia necesaria, máxime cuando en ese momento, más que estar pensando en una
reacción militar inmediata, la prioridad era rescatar el mayor número de personas con
vida y evitar más ataques terroristas.
Ahora bien, señor Secretario, una vez que no solamente
los Estados Unidos sino la comunidad internacional se están sobreponiendo a los hechos
terroristas, en México estamos ante la necesidad de definir cuál va a ser la política
que oriente las acciones del gobierno mexicano ante los nuevos acontecimientos.
Pero vemos, sin embargo, señor Canciller, con
preocupación que sobre el particular la Secretaría que usted dirige, ha despertado
cierta polvareda. merced a la lluvia de declaraciones, respecto de la actitud que México
debe asumir.
Dos cosas nos inquietan, amigas y amigos diputados; una
de forma y otra de fondo. Primera, la de forma, tiene que ver con la manera en la cual se
está abordando por parte del jefe de la diplomacia nacional el tema, y es que cito un
texto especializado: "Los usos y convenciones de la diplomacia tienen un alto grado
de formalidad, el lenguaje siempre es más bien cauto y nunca se emplean palabras de mucha
carga emocional. Cada vez que se rompe el protocolo, se presenta un rechazo diplomático.
Todas estas ceremonias y formalidades tienen un objetivo práctico, permiten que los
diplomáticos resuelvan cuestiones de guerra o paz, de un modo aséptico y ajeno a
cualquier indicio de subjetividad derivado de la emotividad". Hasta aquí la cita.
Entendemos, señor Canciller, su preocupación por
transmitir y convencer a la opinión pública, que se trata de apoyar, nada más ni nada
menos, que a los Estados Unidos de Norteamérica, nuestro primer socio comercial. Pero,
por otra parte, México ha mantenido una tradición diplomática que usted conoce, y que
se ha mantenido en circunstancias de similar gravedad.
Segunda preocupación: la de fondo. Nos inquieta
sobremanera al Partido Alianza Social, la impresión que nos deja la actitud por usted
asumida en el sentido de que debemos, por conveniencia política, plegarnos a las
estrategias y tácticas de los Estados Unidos, sin tomar en cuenta el sistema normativo
que orienta a la política diplomática mexicana.
No hay que olvidar que el marco dentro del cual debemos
movernos principalmente los servidores públicos es la Constitución Política; nuestra
Carta Magna en su artículo 89, párrafo décimo puntualiza con claridad los principios
normativos que el Ejecutivo observará en la conducción de la política exterior, entre
los cuales están la no intervención, la solución pacífica de controversias, la
proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales y la
lucha por la paz y la seguridad internacionales.
Tal vez usted considere, señor Secretario, que debe
replantearse la política exterior mexicana, empero mientras estén vigentes estos
principios, está usted obligado, señor Secretario, a ceñirse a ellos. Los objetivos de
la política exterior tienen que definirse en función del interés nacional; la política
exterior de México debe continuar siendo una política de Estado, apegada a preceptos
constitucionales.
Por último, estamos convencidos que la diplomacia tiene
la función de promover el desarrollo de los países mediante la coordinación de
esfuerzos públicos y privados y apoyar solamente aquellos proyectos que mejoren las
condiciones de vida de las diferentes sociedades.
México debe promover, ante los gravísimos riesgos de
conflagración, una postura de prudencia y mesura. Esa, señor Secretario, es su
obligación constitucional.
Muchas gracias.
EL C. PRESIDENTE.- Tiene la palabra el diputado Gustavo
Riojas Santana, del Partido Sociedad Nacionalista.
EL C. DIP. GUSTAVO RIOJAS SANTANA.- Gracias, señor
Presidente.
Con el permiso del presidium.
Diputadas y diputados:
Señor Secretario de Relaciones Exteriores, Jorge
Castañeda, bienvenido.
Los mexicanos, desde nuestros orígenes, nos hemos
constituido y erigido como un pueblo permanentemente defensor de sus raíces, de sus
orígenes, pero sobre todo defensor de su pueblo, de sus ciudadanos, de sus habitantes. La
solidaridad nos ha distinguido como un pueblo fuerte y de carácter firme; de ahí el
reconocimiento a nuestra forma de ser y a nuestra actitud permanente.
Por ello, congruentes con nuestra idiosincrasia, el mundo
interdependiente en el cual nos toca vivir nos reclama posicionamientos claros y
definidos. El desempeñar un papel estrictamente apegado a la negociación pacífica al
respeto del derecho ajeno, resulta incongruente y absurdo, ya que no se sabe con quién
negociar ni se tiene con quién hacer la paz.
En relación a los individuos, grupos o sectas de
terroristas que han dañado y ponen en peligro no sólo la seguridad nacional de los
Estados Unidos de Norteamérica, sino la seguridad nacional de todos y cada uno de los
países que conformamos este mundo en que vivimos; el tratar de alejarse, ocultarse o
evadirse, no necesariamente es garantía de que nosotros los mexicanos estaremos sin ser
afectados por estas circunstancias y no creemos que en estos momentos la mejor postura
siga siendo como hasta la fecha: la indeferencia llamada no intervención, la pasividad
llamada pacifismo o la irresponsabilidad llamada respeto. La voluntad, la fuerza, la
entereza de un país, se mide por el tamaño de sus decisiones y sus posturas ante los
acontecimientos.
Los nacionalistas, los del Partido de la Sociedad
Nacionalista, dentro de nuestra Declaración de Principios establecemos claramente que
promoveremos la defensa de nuestra soberanía y la defensa y protección de todo mexicano
en el país donde se encuentre.
Para nosotros, independientemente del ataque a un país
vecino, a un país amigo, a un país socio, independientemente de eso, nos preocupa que
algunas personas o grupos invoquen la no intervención o participación de nuestro país y
no se sientan heridos, lastimados o atacados por la muerte de connacionales.
Es verdaderamente patético el escuchar voces que
intentan proyectar la imagen de México como el avestruz que esconde la cabeza tratando de
ignorar los sucesos que están a su alrededor o en su entorno. Para nosotros la política
internacional basada en los principios de equidad y derecho, no se contrapone a la postura
enérgica, decidida y participativa que debe tener México en estos momentos.
Es cierto que hemos trabajado en el establecimiento de
una estructura que asegure un proyecto de nación que deseamos todos los mexicanos. Pero
ésta no puede ser viable si nos aislamos del mundo que nos rodea; si actuamos con
ambigüedades o si nos convertimos en seres pusilánimes. La independencia y la soberanía
de una país se gana día con día y se gana enfrentando los problemas, no sacándoles la
vuelta.
Por lo que señalamos que no se trata únicamente de la
solidaridad a una nación amiga, se debe tener presente que los lamentables
acontecimientos del 11 de septiembre, muchos mexicanos también fueron víctimas del
atentado terrorista y por ende, este atentado también se hizo contra México. Este hecho
por si mismo es suficiente para que México se pronuncie dando su apoyo y actuando con
firmeza. Porque combatir el terrorismo requiere de la cooperación internacional para la
conservación de la seguridad de las naciones, entre ellas la nuestra.
Debemos no nada más pronunciarnos en la condena, en el
señalamiento o en el estar con ellos en su tragedia moralmente, hay que actuar
visiblemente, hay que declararle la guerra al terrorismo, como se la hemos declarado al
narcotráfico. México debe reaccionar de una forma decidida, de una forma valiente, de
una forma a la altura de los tiempos que vivimos.
El artículo 31 de nuestra Constitución, nos señala
como obligación a los mexicanos: asegurar y defender la independencia, el territorio, el
honor, los derechos e intereses de la Patria, así como la tranquilidad y el orden
interior. Dentro de ellos, nosotros consideramos, los nacionalistas, que el honor, los
derechos e intereses, están involucrados y han sido afectados en ese ataque terrorista.
De igual manera, nuestra Constitución prevé, como una
de las facultades del Presidente de la República en su artículo 89, párrafo sexto,
disposiciones para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación. Por lo que
nos pronunciamos por establecer una actitud digna, una actitud responsable, una actitud
decidida, valiente, acorde con los acontecimientos.
Es importante también recordar que en el artículo 133
constitucional dice que la Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen
de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se
celebren por el Presidente de la República con aprobación del Senado, serán la ley
suprema de toda la nación.
Hemos suscrito tratados internacionales que deben ser
cumplidos o preguntarnos cuáles son las consecuencias que debemos afrontar si no lo
hacemos. Por lo que en el Partido de la Sociedad Nacionalista, consideramos que no es a
través de una política exterior conservadora, como se protegen o disminuyen los riesgos
de
Vulnerabilidad de nuestra nación.
Es pertinente preguntarnos en estos momentos, cómo
queremos ser considerados en el concierto de las naciones. Por otro lado, es evidente que
en México no se tiene una política antiterrorista. Pero seguramente no sería la de
dejarnos hacer lo que quieran, tratando de dialogar y conciliar pacíficamente con ellos.
Es tiempo de tener posturas firmes y decididas en la
reestructuración de las bases de la cooperación internacional que se avecina.. Los
nacionalistas, los del Partido de la Sociedad Nacionalista, nos manifestamos a favor de
que México brinde su apoyo total en la lucha contra el terrorismo. La propuesta no es
someterse; rendirse o actuar con sumisión ante los Estados Unidos de Norteamérica; es el
de brindar el apoyo necesario para actuar en contra de los terroristas, con una actitud de
firmeza ante un hecho que no debe ser admisible.
Es proceder con la seriedad y responsabilidad que nos
corresponde, es reconocer la necesidad de implantar una nueva política exterior o ¿es
necesario que mueran más gentes inocentes y que ataquen a nuestro país para tomar otras
posturas?
Los apoyos morales no sirven de nada cuando son
necesarias acciones enérgicas y contundentes que ayuden en la resolución de graves
problemas. Debemos tener presente el recordar que cuando los hombres se ven reunidos para
algún fin descubren que pueden alcanzar también otros fines cuya consecuencia depende de
su mutua unión.
O, como decía La Fontaine, cualquier poder, si no se
sabe en la unión, es débil. Unámonos en la defensa, protección y respondamos por el
ataque terrorista del pasado 11 de septiembre, que también fue un ataque a México y a
los mexicanos. Unámonos en la cruzada y combate contra el terrorismo. Muchas gracias.
EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra, hasta por 10 minutos,
el Diputado Jaime Cervantes, del Partido del Trabajo.
EL C. DIPUTADO JAIME CERVANTES: Con el permiso de la
Presidencia. Compañeras y compañeros diputados, Señor Secretario de Relaciones
Exteriores Jorge Castañeda Gutman:
El cambio de la política exterior mexicana es
sorprendente. Se ha replanteado la interrelación de México con el mundo. Además, no hay
equivalencia entre las propuestas de política exterior y las de política interior, al
grado tal que podemos decir que ha habido un giro de 180 grados respecto de la herencia
legada por el régimen anterior.
Existen muy pocos precedentes históricos de naciones que
pretenden recrearse a sí mismas a partir de las relaciones con sus vecinos, especialmente
con los más poderosos.
Convertir la política exterior en el eje de la
actuación de un gobierno y en el pivote de su estrategia nacional implica, además de sus
oportunidades, riesgos notorios que no podemos minimizar.
Para centrar nuestra intervención en las implicaciones
fundamentales de la nueva política exterior habría que empezar ubicándola en su
dimensión histórica y geográfica más general.
Al ser usted un observador muy agudo del proceso de
unificación europea, la adoptó como modelo para que México se integrara a la economía
de los Estados Unidos. Sin duda la nación española fue el ejemplo decisivo para imaginar
una ruta hacia la integración económica, apoyada por transferencias financieras y
asistencia gubernamental permanente.
Hay otra influencia determinante en su manera de
implementar la integración de México, que tiene que ver con una visión peculiar de la
real política al estilo del Canciller Bismarck.
Señor Canciller, usted no está pensando en que el
gobierno mexicano se apoye en las fuerzas sociales para alcanzar ciertas metas nacionales,
sino que desde arriba se inserta en espacios creados por la geopolítica al estilo de un
enorme ajedrez para, con ello, lograr jugadas maestras que arrojen ganancias históricas.
En la política exterior que usted está conduciendo lo
determinante es que México alcance un nuevo estatus internacional, para lo cual dispone
de un conjunto de activos que puede utilizar en la negociación con los Estados Unidos.
Para usted el principal activo de la negociación es que México constituye la bisagra que
une a dos partes de un enorme continente que se extiende de norte a sur.
En su pragmatismo, la administración foxista visualiza
una negociación en la que México deberá capitalizar al máximo su ubicación
geopolítica, no importando si esto redunda en perjuicio de otras naciones vecinas que
persiguen también sus propios objetivos.
La nueva concepción de la política exterior ha dado la
espalda a un proyecto alternativo de integración hemisférica que tenga su epicentro en
el espacio latinoamericano y en sus aspiraciones históricas y culturales comunes.
Las implicaciones de este cambio de agenda y de enfoque
son radicales. Se ha creado un nuevo sentido de alineación y antagonismo con nuestros
vecinos latinoamericanos que resienten el exclusivismo y pragmatismo de la política
exterior mexicana.
La Cancillería y el Presidente, de común acuerdo, han
tratado de neutralizar este alejamiento y antagonismo por medio de acciones mediáticas,
como la propuesta de mediación en el proceso de pacificación de Colombia y en el
redescubrimiento de los méritos de los acuerdos comerciales bilaterales.
El epicentro de su política exterior se encuentra en la
negociación de un acuerdo migratorio con Estados Unidos. No podemos negar que al firmarse
un acuerdo migratorio podrían paliarse las indecibles penurias a las que se enfrentan las
decenas de miles de mexicanos que cruzan ilegalmente la frontera
Aunado a ello la legalización de los flujos migratorios,
se abre la posibilidad de legalizar la residencia de aquellos que ya están trabajando en
el vecino país. La pregunta decisiva es: ¿Cómo se efectuará la negociación toda vez
que existen intereses que conciliar? Intereses antagónicos.
Por un lado la derecha norteamericana pretende anular o
minimizar cualquier concesión en términos de legalización, buscando solamente un
programa de trabajadores temporales que alivie la escasez cíclica de mano de obra. Por
otro lado los grupos organizados de mexicanos que trabajan en Estados Unidos exigen sin
reservas un acuerdo centrado en la legalización y la adquisición de derechos de los
recién llegados.
La Cancillería se ha negado a tomar en consideración la
posición de las comunidades mexicanas en Estados Unidos, manteniendo hermetismo en una
negociación basada en el poder diplomático y la relación carismática entre los dos
líderes nacionales. Bajo esta lógica tenderán a imponerse más fácilmente las
consideraciones y ganancias de corto plazo para ambas partes. Para Estados Unidos el
acceso de mano de obra barata y para México un desahogo de la presión generada por
fuerzas de trabajo sin empleo.
De seguir este curso la negociación, quedará a la
deriva la construcción de un proyecto binacional de libre movilidad de fuerza de trabajo
que se apoye en la educación y capacitación creciente de los contingentes laborales. Se
está dando la espalda a una salida histórica del problema de la migración, sino que
también incurre en graves compromisos que afectan la soberanía nacional y la toma de
decisiones en materia doméstica.
Por un lado la propuesta de patrullar la frontera norte y
sur para evitar cruces ilegales nos llevan a un terreno desconocido, porque tal compromiso
derivaría de un acuerdo con una potencia extranjera que lesionaría libertades
consagradas por la Constitución. Contiguo a la idea de patrullar las fronteras se ha
sugerido que el gobierno canalizaría esfuerzos para promover el desarrollo económico de
las regiones que son principal fuente de inmigración ilegal a los Estados Unidos. Este
compromiso se materializa en el Plan Puebla Panamá.
Entendemos que la misión de desarrollar la economía
nacional en un sentido regionalmente equilibrado, ha sido un compromiso fallido desde los
años ´70. Las razones de ese fracaso se encuentran profundamente enraizadas en las
prácticas e instituciones nacionales que no han sido adecuadas para ese fin.
Cimentar ese desarrollo regional resultará de la
dirección que tome la política exterior y es francamente temerario. Sin embargo, la
lógica de ese proyecto se hace visible si consideramos la insólita combinación de
europeismo y real poliltik que planteábamos como la impronta de la actual política
exterior.
Su idea es que México sería favorablemente arrastrado
al progreso como lo fue España, siempre y cuando suelte los amarres que lo atan al
aislamiento. Esta noción de oportunismo histórico, para darle algún nombre, revela un
parecido sorprendente con la ideología del neoliberalismo, ya que concibe metas
alcanzables bajo mecanismos automáticos espontáneos, una vez que se eliminen los
obstáculos sociales e instituciones que se interponen. Uno de esos obstáculos en el plan
del Canciller, parecen ser los grupos o comunidades de connacionales que aspiran a una
integración binacional basada en la libre movilidad de la fuerza laboral.
La relación de prioridad entre la política exterior y
la interior debería de ser la opuesta a la formulada por el Canciller. Deberíamos partir
de una sólida propuesta para impulsar el desarrollo nacional, uno de cuyos pilares
debiera ser un nuevo activismo estatal no burocrático. Sobre esta base vendría después
la política exterior como un instrumento complementario para alcanzar las metas
nacionales en un contexto de fortalecimiento a la soberanía.
"Habiendo puesto al buey detrás de la
carreta", nos preguntamos ¿por qué se invirtió el orden de prioridades? Las
razones son complejas, pero hay una que destaca con claridad: la incapacidad para formular
una política exterior que sirva de base a la política exterior. Se explica
fundamentalmente por la firme oposición de los grupos de intereses incrustados en el
aparato de poder. Estos grupos se fortalecieron por tanto, por la larga agonía del
Partido de Estado y por las reformas no liberales en un contexto de un Estado precario de
derecho.
Sobre la realidad de la oposición política soterrada,
el nuevo gobierno optó por trazar un camino tortuoso que evitará chocar con los grupos
arriba mencionados. En esas condiciones, qué mejor que asirse a una política exterior
que sitúa a los interlocutores fuera de la fronteras nacionales y cuya lógica estuviera
normada por la geopolítica.
Señor Secretario:
Para el Partido del Trabajo el abandono de la vieja
política exterior aislacionista que siguió México bajo la dirección del PRI, era una
necesidad impostergable. Aceptamos que la política exterior debe contribuir a la
promoción del desarrollo nacional pero no debe subordinar a la política interior.
Rechazamos la negociación de acuerdos internacionales basados en métodos pragmáticos y
elitistas que marginen a los actores que están más directamente comprometidos con un
nuevo proyecto migratorio.
El gobierno del Presidente Vicente Fox, a través de al
Cancillería tiene el legítimo derecho de proseguir su propio proyecto de política
exterior, pero recordamos que su compromiso fue de hacerlo en el marco de la democracia y
el respeto a la dignidad y a los derechos humanos.
Es evidente que la propuesta efectuada por la
Cancillería está en contradicción con alguno de los compromisos a favor de la
democracia y los derechos humanos, por lo que demandamos una rectificación urgente en
cuanto al método de trabajo y a la relación entre la Secretaría de Relaciones
Exteriores y los actores involucrados.
Finalmente reiteramos nuestra demanda de que la política
exterior de México puede y debe contribuir a la edificación de un México más
democrático, más justo y sobre todo más soberano.
Es cuanto, muchas gracias.
-EL C. PRESIDENTE, DIP. GUSTAVO CARVAJAL MORENO: Tiene la
palabra hasta por diez minutos, la diputada Erika Spezia Maldonado, del Partido Verde
Ecologista de México.
-LA C. DIP. ERIKA ELIZABETH SPEZIA MALDONADO: Muchas
gracias, señor Presidente.
Ciudadano Secretario de Relaciones Exteriores, Dr. Jorge
Castañeda Gutman; compañeras y compañeros Diputados: México se ha distinguido a lo
largo de su historia, por ser un país que ha defendido férreamente principios de
política y derecho internacional que han procurado la paz, estabilidad y cooperación
internacional.
Sin embargo, tal parece que hoy, contrario a lo que
sería de esperarse en un contexto de mayor democracia y pluralidad, la política exterior
mexicana está concentrada en realizar grandes actos de demagogia y en asumir poses
publicitarias en busca de satisfacer vanidades y ambiciones personales.
Al presentarse usted, señor Secretario, ante esta
comisión, no lo podemos hacer sin recordar y reflexionar detenidamente las causas que
motivan al Poder Legislativo para dudar de su capacidad y convicción con el proyecto de
nación que los mexicanos avalaron en las pasadas elecciones.
Tan claro es el derecho que nos faculta a nosotros los
legisladores para el análisis de la política exterior, como la obligación por parte del
Ejecutivo Federal de conducirla.
Por ello no suscitemos falsos enconos ni vendettas o
aspiraciones personales que sólo dañan a los que nos debemos y por los que trabajamos.
Los regaños e incriminaciones sin fundamento deben cesar. No podemos realizar el cambio
anhelado si usted no se conduce y dirige su despacho como lo debe hacer y lo han hecho los
verdaderos diplomáticos de carrera.
Sabemos que no forma parte de este sector, pero sí en
esta Secretaría y en el Servicio Exterior Mexicano existen los elementos de sobra para
continuar labor tan encomiable, ¿por qué no entonces como la cabeza más visible de la
política exterior mexicana, dirige con eficacia a los cientos de mexicanos que día con
día laboran para mejorar las relaciones de nuestro país y la defensa de nuestros
connacionales?
Mientras que México anhela transitar hacia un régimen
más transparente, más democrático, con una política exterior sólida, basada en
principios, usted señor Secretario hace declaraciones estridentes, sin fundamento en
lineamientos o principios sólidos de política exterior.
Hace unos meses, por ejemplo, utilizó el epíteto de
"ardidos" en contra de Cuba. Tan fuera de lugar resultó esta situación que fue
corregido por la entonces Vocera de la Presidencia, Martha Sahagún, la que por cierto
tiempo después tuviera la encomienda de representar a nuestro país en Perú, vulnerando
con ello la tradición republicana de nuestro país.
Dado que la nuestra es una república, no una monarquía,
la esposa del Presidente no es lo mismo que la consorte del rey. La esposa del Presidente
puede asistir a visitas y misiones diplomáticas, pero no encabezarlas por tradición.
En otro ejemplo de falta de coherencia de la política
exterior mexicana, usted, señor Secretario, fue un acérrimo crítico del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte y de la política económica desarrollada durante el
sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Sin embargo, observamos que ahora es uno de los
principales actores, propiciando y apoyando políticas económicas neoliberales que están
por acabar nuestros recursos naturales.
Recientemente y al calor de los acontecimientos terribles
ocurridos hace unos días en Nueva York y Washington, señor Secretario, usted sin pensar
se pone a hacer declaraciones que comprometen a México, queriendo imitar el tono de las
declaraciones de los países europeos al respecto.
México, sin embargo, ha mantenido siempre una política
de no intervención y de apoyo a la resolución pacífica de los conflictos.
Sabemos que en el caso de los atentados terroristas
estamos ante un evento especial que quizá nos lleve a revisar nuestras políticas, a re
definir agendas y principios de política internacional, pero definitivamente no a asumir
posturas al vapor comprometiendo la seriedad y la reputación que México se ha ganado en
la comunidad internacional.
Ayer como hoy y siempre México debe contar con un
proyecto de política exterior coherente, discutido y consensado, fruto de las
deliberaciones que en el Senado y en otros foros democráticos se realice y no una
política exterior errática donde los dictados de política exterior sean fruto de los
estados de ánimo del Canciller.
Nuestro país debe tener una política exterior funda en
principios y no en intereses, una política exterior diversificada, orientada a posicionar
a México en un lugar de influencia en el contexto internacional, orientada a llevar la
posición de México , que no es la posición del señor Secretario, ante los foros y
organismos internacionales abogando por la paz, la preservación del medio ambiente, la
defensa de los derechos humanos, la creación de un orden jurídico internacional, la
protección de los derechos de los mexicanos en el extranjero y tantos otros temas en los
cuales nuestro país tiene la posibilidad y la responsabilidad de intervenir.
Las nuevas realidades mundiales imponen categóricamente
la actualización de conceptos basados en un desarrollo orientado a la conservación y
aprovechamiento racional y sustentable de nuestro entorno natural.
Por ello, cuando se enfatiza el medio ambiente y a la
sustentabilidad que implica la protección del mismo, esto se hace porque se considera que
esta es la mejor forma de aprovechar los elementos naturales sin agotarlos en su totalidad
para que las generaciones posteriores puedan, al igual que nosotros, gozar de un medio
ambiente diverso y equilibrado.
Además de lo anterior exigimos del Canciller que México
asuma una postura vigorosa con relación a los tratados internacionales sobre la
Protección del Medio Ambiente..
La política exterior de México no debe estar
subordinada a ningún interés financiero o mercantilista ni debe estar supeditada a las
decisiones que tomen otros países, la relación que guardamos con nuestros socio
comercial más importante y además vecino, Estados Unidos, no puede ser una relación de
oposición sistemática pero tampoco de apoyo incondicional.
Demandamos al Canciller una defensa más vigorosa de los
intereses de México en el exterior y en particular exigimos que se proteja de manera más
eficaz los derechos de los trabajadores indocumentados en Estados Unidos. La protección
de los indocumentados debe ser una prioridad para esta Administración.
Sabemos que su solución no será inmediata pero no
podemos permitir que continúen sufriendo esas vejaciones por años. El Partido Verde
Ecologista de México no avala ni avalará postura alguna que perjudique la grave
situación de los millones de migrantes que se han visto sumidos en la desesperación,
fruto de la imposibilidad del gobierno por satisfacer los mínimos requerimientos de
apoyo, ni de falsas políticas sociales que sólo tratan de beneficiar a las empresas
instaladas por unos cuantos oportunistas que con ánimo proselitista pretenden confundir a
la ciudadanía al proporcionarles soluciones cerradas en lugar de proporcionarles
soluciones definitivas que consistan, dentro del ámbito de sus atribuciones y de manera
prioritaria, en la satisfacción de problemas reales y no hacerlos cada vez más
dependientes del estado.
Esta comparecencia implica asumir el compromiso de
defender la situación que como mexicanos tenemos en relación a los demás en nuestra
comunidad internacional; por ello es necesario que la auténtica verdad salga a flote, esa
verdad que la saben solo los mexicanos que la padecen y que permanecen como rehenes de la
falta de acción eficaz de las autoridades ante sus quejas prioritarias.
Si bien sabemos que la responsabilidad en la
administración del país no está depositada única y exclusivamente en una sola
autoridad, en tanto que de acuerdo a la división de poderes contemplada en nuestra
Constitución, esto es imposible, también sabemos que en quien se ven atribuidas gran
parte de las facultades necesarias para la conducción del país corresponden al
Ejecutivo. Por ello no hay excluyente que valga para delegar responsabilidades a otros
poderes de la Unión y justificar la ineficacia prevaleciente.
Por eso cuando se resaltan sus posiciones optimistas
faltan por precisar algunos detalles que sin ser ampliamente reconocidos como factores
importantes, se subestiman ex profeso para exaltar cualidades y esconder deficiencias. No
queremos que la política exterior mexicana por oportunismo y con tal de obtener favores
de otros países, olvide los compromisos y principios esenciales que deben regir nuestra
política exterior.
Muchas gracias. (aplausos)
EL C. PRESIDENTE. Tiene la palabra, hasta por diez
minutos el diputado Sergio Acosta Salazar del Partido de la Revolución Democrática.
Miembros del Presidium
Señor Canciller
Diputadas y diputados:
Los actuales son tiempos de definición efectivamente. En
materia internacional se trata de definir de qué manera se inserta nuestro país en los
procesos de globalización que estamos viviendo. Tenemos un mundo unipolar en cuanto a
poderío económico y militar, pero multipolar en cuanto a las grandes desigualdades que
persiste y por las que los países ricos del orbe hace poco o nada por atemperar dicha
situación.
Son círculos viciosos donde las relaciones entre países
están determinadas por las condiciones y las posiciones de cada cual. La pregunta es:
¿cómo nos insertamos nosotros en esa realidad?
En tan solo nueve meses el secretario del despacho
encargado de la política internacional de nuestro país, ha tenido parece- sus
propias definiciones y con ello ha puesto en crisis nuestra posición de país pacífico,
solidario con los pueblos pobres y con un amplio prestigio a fuerza de mantener principio
de inclusión en el concierto mundial con todas las naciones.
Nueve meses, en donde desde la Secretaría de Relaciones
Exteriores se ha buscado un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU y al mismo tiempo
se han mandado guiños hacia Estados Unidos durante toda su historia, una política de
claro sentido avasallador hacia otros países donde ya sea porque sí o por cuestiones
económicas, ecológicas, narcotráfico, democracia, derechos humanos, discurso este
último mantenido aún en la época de mayor discriminación a su población negra que le
ha encontrado siempre un buen pretexto para avanzar en sus pretensiones particulares.
Esa política internacional de los Estados Unidos, no ha
variado prácticamente desde su independencia y México la padeció durante todo el siglo
XIX y con distintos matices en época reciente.
El mundo ha sufrido transformaciones substanciales y sin
embargo las políticas internacionales de los Estados Unidos no han tenido mayor
variación, sino acaso sólo en la implementación de nuevos medios para la consecución
de sus fines.
¿Por qué? Porque México debe de variar su política
internacional y alinearse o morir, como desesperadamente plantea usted, señor Secretario
de Relaciones Exteriores.
Pensamos que la disyuntiva es falsa y que aún en lo
complejo que resulta nuestra vecindad, nuestra dependencia y aún el poder acumulado y sin
contrapeso que ejercen los Estados Unidos, México puede pugnar por algo distinto a lo que
está sucediendo en el entorno internacional.
Nuestra vieja aspiración como país, defendida por
cierto con ahínco por el otro Jorge Castañeda hacia un nuevo orden económico mundial
hacia un nuevo orden económico mundial. Es un planteamiento vigente que hace más por
México dada su condición de país en desarrollo que las fanfarronerías armamentistas
que hemos escuchado últimamente.
En el marco de los reprobables atentados en Nueva York y
Washington del 11 de septiembre pasado, donde de manera nítida hemos visto cómo la
animosidad ha rebasado la inteligencia de nuestro Canciller, quien ha puesto en peligro
nuestra seguridad nacional, razón por la cual ha sido llamado a comparecer ante esta
Comisión; animosidad por cierto que ha generado sorna en asesores del gobierno del vecino
país, cuando aconsejan dar poco a cambio de los gestos de México, dado que normalmente
nuestra autoridades con nada se conforman; animosidad que ha provocado también que no se
dé cuenta el Canciller cuando le pasean en la cara banderas alusivas a guerras gloriosas
de los Estados Unidos, guerras que son las mismas que generaron en México la pérdida de
más de la mitad de su territorio; animosidad que igualmente generó la siguiente
declaración el mismo día de los atentados:
"Estados Unidos obviamente va a buscar represalias,
y tiene toda la razón y todo el derecho de hacerlo, en cuanto hayan detectado a los
autores de estos atentados deplorables, ejercerán venganza y no habrá que regatearles el
apoyo. He insistido mucho en ello, no es el momento de regatear apoyos". Palabras del
Canciller.
Quizá sea mucho pedir que la distinción entre justicia
y venganza se mantenga en el ámbito de la diplomacia que ejerce México, pero si a esto
sumamos el apoyo sin regateos a una venganza, tenemos un problema de principios.
Condenar al terrorismo no es ni siquiera objeto de
discusión para las fuerzas políticas aquí representadas. Solidarizarnos con la
población norteamericana tampoco, el problema es cuando se pisotea nuestra posición de
país y se coloca en un terreno de vulnerabilidad a nuestra nación, al aceptar
explicadamente la venganza, como medio de arreglo de las controversias internacionales.
El mismo día en que se aparenta corregir mediante un
comunicado la posición inicialmente planteada, vuelve nuestro Canciller a hacer
afirmaciones temerarias contra nuestro país, fruto de una convicción que no es el
reflejo de los intereses de México, dice textualmente:
"A propósito de la política internacional de
nuestro país que la Constitución se da por sentada y por lo tanto no es límite
específico en cada coyuntura que se tratara de un cuerpo doctrinario de leyes que siempre
están presentes".
Es preocupante que quien representa a este país en la
esfera internacional ignore o pretenda ignorar que nuestra Carta Magna es el pacto
político más importante de la nación donde se plasma nuestra estructura de país y
sobre todo donde se establecen los límites al poder público, como el que él ejerce.
Esto es causa suficiente para vislumbrar con meridiana claridad el desprecio que tiene por
nuestras instituciones y en consecuencia exigir su separación del cargo, señor
Canciller.
También ha dicho que los Estados Unidos están
construyendo su legalidad para responder los ataques de los que fueron víctimas y que en
eso la comunidad internacional, incluyendo México le tiene que ayudar, situación
delicada que se puede revertir, sobre todo si empezamos a convalidar que la legalidad se
construye a través de instrumentos ad-hoc para cada ocasión.
Los apoyos incondicionales deben ser a la víctimas y no
a un gobierno sediento de demostraciones sangrientas, de fuerza, que lo reivindique a lo
interno y hacia todos los países del mundo, como el más fuerte de la tierra. ¿Qué
ganamos nosotros como país con el entreguismo, señor Canciller?
En el poco tiempo que tiene al frente de la Secretaría
de Relaciones Exteriores hemos constatado el giro más pronorteamericano de la política
exterior de México que hubiera visto, sin ton ni son, y bajo las ansias de quien quiere
pasar a la historia como el amigo de las autoridades de aquel país, mismas que por
cierto, por si no lo saben, tienen otros intereses y otras amistades claramente definidas.
Proponemos que las definiciones respecto a la forma en
que nos insertamos en este mundo globalizado, sea encabezando la lucha contra la pobreza y
de las naciones, la desigualdad, el hambre y la destrucción ecológica, y no asumiendo
conflictos que no son nuestros y buscando la mejor forma de jurar lealtades y apoyos
internacionales que ni siquiera ha consultado con nuestro país.
Es necesario recordarle que la política exterior del
país debe ser el reflejo de los intereses de México, y que con su actuar hasta ahora,
usted no representa a esos intereses, sino quizás los suyos particulares.
Para borrar de su currículum la vieja afirmación que
hizo, de que el Tratado de Libre Comercio es la muestra de la abdicación de México el a
que nos sometieron nuestras elites políticas, las cuales aceptamos esta ingerencia de
Estados Unidos en cuanto a modernización, combate, el narcotráfico y otros aspectos, los
que nos opusimos al tratado dimos la batalla aquí y allá, pero perdimos.
Termino, señor Presidente. "El tratado
palabras de usted- no debimos haberlo negociado ni firmado. Jorge Castañeda, 11 de
abril de 1996".
Usted desarma la utopía de México de construir una
política exterior de Estado que da paso a un nuevo orden internacional, más justo, más
pacífico, libre y equitativo, y no busca resignadamente la forma de alinearse o morir,
porque esa no es nuestra disyuntiva, señor Canciller.
Si usted no quiere representar a México...
EL PRESIDENTE: Diputado Acosta.
EL DIP. SERGIO ACOSTA SALAZAR: Termino, señor
Presidente. Si usted no quiere representar a México, vuelvo a repetir, váyase a donde
quiera, porque usted no tiene derecho de poner de rodillas a un país que no es de su
propiedad, señor
Gracias.
EL PRESIDENTE: Tiene la palabra la diputada Heidi
Storsberg Montes, hasta por diez minutos, del Partido Acción Nacional.
LA DIP. HEIDI STORSBERG MONTES: "Entenderse es la
primera cosa importante en todas las relaciones humanas" Hipsen.
Con su venia, señor Presidente.
Doctor Jorge G. Castañeda, Secretario de Relaciones
Exteriores, compañeros diputados, compañeras diputadas:
El contexto internacional de fin de siglo avisoró la
presencia de un mundo completamente nuevo y distinto que rebasó el escenario que imperó
desde la segunda mitad del Siglo XX. Hoy somos testigos de transformaciones cruciales a
escala internacional, que han aterrizado para dar lugar a un nuevo patrón de desarrollo,
alentado en gran medida por la fuerza de la globalización y por la innovación
científico-tecnológica.
Las orientaciones y tendencias del cambio se han
manifestado hacia la consolidación de una economía global cada vez más integrada e
interdependiente, y el surgimiento de una nueva agenda de naturaleza global, en donde
temas como narcotráfico, terrorismo, medio ambiente, migración, derechos humanos y
democracia, ocupan un espacio preponderante en la escena y en el escrutinio internacional.
La madurez del pueblo de México demostrada el 2 de julio
del 2000, ponen a nuestro país como un referente de democracia procedimental al grado de
que muchos la han caracterizado como uno de los acontecimientos más prometedores de este
principio de siglo para América Latina.
La alternancia en el poder y la legalidad observada en la
competencia electoral, nos brindan una oportunidad invaluable de revalorar la política
exterior mexicana. Por ello, México debe dibujar una política exterior mucho más activa
y convertirse en protagonista y en actor directo de la nueva arquitectura internacional, a
la luz de los nuevos acontecimientos políticos, económicos, sociales y culturales que
nos afectan cotidianamente.
Es decir, si anhelamos una mayor participación de
México en el diseño, conformación y toma de decisiones en el nuevo orden internacional,
requerimos de una política exterior asentada en esencia en el derecho internacional, en
la defensa de la democracia y en la promoción de los derechos humanos, aprovechando
nuestra posición geográfica, tomando en cuenta nuestros intereses, tradición
diplomática y necesidades de desarrollo.
La política exterior debe ser una palanca de crecimiento
para impulsar el desarrollo socioeconómico de México.
En este sentido, el alcance de los objetivos propuestos y
el logro de los resultados esperados se encuentran en función de la capacidad de
negociación que tenga el propio estado frente al exterior.
La verdadera influencia internacional que un estado pueda
tener más allá de sus fronteras, se apoya en su fortaleza interna la cual se refleja,
entre otros factores, en la salud económica, en existencia de prácticas democráticas,
en la legitimidad del sistema político y en estabilidad social de un estado.
Asimismo, asumimos la obligatoriedad de un orden
internacional justo y eficaz, de modo que el ejercicio legítimo de la soberanía no exima
a los países de cooperar para alcanzar el bien de la comunidad de naciones; el principio
de bien común universal y de solidaridad mundial así como la aspiración de construir un
orden internacional al servicio de la persona.
Por ello, el grupo parlamentario del Partido Acción
Nacional, reconoce la labor diplomática realizada por el Ejecutivo Federal para que
México ingrese al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La posible incorporación de nuestro país a dicho
Consejo, nos otorgaría la gran responsabilidad de contribuir a enriquecer los grandes
temas de la agenda internacional, así como participar e influir en la eminente reforma
para la democratización de éste, y con ello, posicionar a México como una figura de
reconocida talla mundial.
Cabe recordar que la responsabilidad primordial del
Consejo de Seguridad ha sido la de mantener la paz y la seguridad internacional, principio
también plasmado en nuestro artículo 89 de nuestra Constitución. Jamás renunciaremos a
nuestra vocación pacifista.
El Partido Acción Nacional reconoce también el esfuerzo
realizado por la Cancillería frente a varios temas, entre los que destacan dentro de la
agenda bilateral México-Estados Unidos, los siguientes:
La colocación del tema migración en la mesa de diálogo
y negociación con nuestro vecino del norte en una relación de tú a tú, otorgando, sin
duda, un elemento novedoso al contenido y al tono de la tradicional política exterior
mexicana frente a esa nación.
La posible suspensión de proceso de certificación
unilateral que evalúa y califica el desempeño en la cooperación que terceros países
asumen frente a la batalla en contra de las drogas, quedando atrás recriminaciones
mutuas.
En este sentido, reiteramos, la necesidad de renovar la
estrategia antidrogas del hemisferio en base a la aplicación del mecanismo de evaluación
multilateral desarrollado por la Comisión Interamericana para el control y abuso de las
drogas, fincada en nuevos principios de responsabilidad compartida, enfoque integral,
cooperación multilateral y en el respeto a la soberanía e integridad territorial de
nuestros estados.
Por otro lado, la participación de México en la Tercera
Cumbre de las Américas, dejó asentado el compromiso de nuestro país de mantener y
fortalecer el estado de derecho; el respeto al sistema democrático; la estricta
observancia de los derechos humanos, así como la defensa y garantía de las libertades
fundamentales.
En este contexto, refrendamos los principios
constitutivos de nuestro partido que enuncian una doctrina humanista basada en los
derechos universales del hombre y de la dignidad humana, así como los tratados
internacionales que nuestro país ha suscrito en esta materia.
Por otro lado, entendemos la necesidad de que el Estado
mexicano cuente con un cuerpo diplomático a la altura de los requerimientos y retos que
enfrenta el mundo actual.
El Partido Acción Nacional considera necesario tal y
como lo ha manifestado la Secretaría, la reforma a la Ley del Servicio Exterior Mexicano
y a su Reglamento. En este tenor hemos acometido como grupo parlamentario un profundo y
detallado estudio para mejorar y enriquecer la normatividad y regulación del más antiguo
y respetado servicio civil de carrera.
El Partido Acción Nacional comparte la consigna por
diversificar las relaciones de México con el resto del mundo y saluda la apertura de
estrechar lazos cada vez más concretos con países de otros continentes. En este sentido
apoyamos la intención de poner en marcha el Plan Puebla-Panamá, a fin de impulsar a
México tanto en el ámbito nacional como en el regional, la reactivación del Grupo de
los Tres con Colombia y Venezuela, la difusión más amplia del Acuerdo de Asociación
Económica, Concertación Política, Cooperación con la Unión Europea, así como la
creación de un relator especial de los derechos humanos de los indígenas.
Por otra parte, la protección de los derechos de
nuestros connacionales en el extranjero ocupa un lugar prioritario en la agenda de la
política exterior de México, lo cual se ve reflejado en el Plan Nacional de Desarrollo
2000-2006, mismo que establece dentro de uno de sus cinco objetivos estratégicos,
fortalecer nuestra capacidad para proteger y defender los derechos de todos los mexicanos
en el extranjero. En este sentido mostramos nuestra preocupación frente a la precaria
situación por la que atraviesa la cancillería, la cual ha impactado de manera negativa,
fundamentalmente en lo que respecta a la Red Consular Mexicana.
Los problemas económicos que atraviesan los consulados
imposibilitan la instrumentación de medidas que garanticen el pleno respeto y protección
a los derechos humanos de los mexicanos en el exterior.
No hemos visualizado la implementación de nuevas
estrategias que posibiliten dar marcha atrás a este problema fundamental. En este sentido
carecemos de la legitimidad suficiente para exigir a la autoridad extranjera un trato más
digno a los compatriotas migrantes cuando la respuesta que dan los servicios consulares
mexicanos es deficiente y muchas veces violatoria de sus derechos humanos y libertades
fundamentales.
Por ello el Partido Acción Nacional propondrá en días
próximos que los ingresos que se obtengan por servicios presentados en los consulados
mexicanos, se destinen a la integración de un fondo etiquetado, independiente del
presupuesto previsto para el ejercicio 2000, a fin de mejorar la atención prestada a los
nacionales en el extranjero.
Señor Secretario: El Poder Legislativo le hace un atento
recordatorio para que el Poder Ejecutivo y la Cámara de Diputados, trabajemos de manera
conjunta el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio 2002,
revisando partida por partida, conforme a las necesidades y carencias más apremiantes de
nuestras representaciones en el extranjero, fundamentalmente en lo que respecta a aquellos
imprevistos naturales o judiciales como el caso de los mexicanos condenados a muerte en
los que la protección por parte del gobierno mexicano es inobjetable.
Estamos conscientes que la historia de Estados Unidos y
la del mundo quedó marcada después del 11 de septiembre del 2001. Ante el peor atentado
terrorista en la historia de esta nación, la decisión del Presidente Bush y de su equipo
de seguridad nacional frente a lo sucedido, impactará en gran medida el curso, patrones y
ritmo de cada una de sus relaciones con el exterior. No en vano Estados Unidos requerirá
del apoyo de sus vecinos y socios tradicionales en Europa y América Latina.
En el terreno de las posibles repercusiones el Partido
Acción Nacional se muestra sumamente preocupado hacia la posible militarización de la
frontera México-Estados Unidos y ante el eventual despertar de sentimientos
nacionalistas, xenófobos y racistas, generando aún mayores presiones a los migrantes
indocumentados mexicanos.
Sabemos que ahora será mucho más difícil atraer la
atención y mirada del gobierno y congreso estadounidense hacia los asuntos que permean,
en específico la agenda mexicana, fundamentalmente la concreción del tan mencionado
Acuerdo Migratorio.
El Partido Acción Nacional pondrá de su parte para que
esta propuesta no quede en el olvido. Si me permite, señor Presidente, un minuto más
para concluir.
Por su parte, México debe solidarizarse con el pueblo
estadounidense frente a los atentados terroristas perpetrados en Nueva York, Washington y
Pensilvania, conforme a lo expresado tanto en la Asamblea General como en el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas.
El Partido Acción Nacional apoya el combate al
terrorismo por salud y seguridad de los mexicanos, por defensa de las instituciones
democráticas y por solidaridad internacional. Nuestro marco de referencia es el derecho
internacional, pero nunca será limitativo a la vocación solidaria de nuestra nación.
Señor Canciller, de cara a la nueva configuración
nacional e internacional que vivimos, construyamos una nueva relación de amplio diálogo
entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo de manera plural, objetiva e incluyente, sólo
así podremos edificar y fortalecer de manera conjunta, la política exterior al servicio
de la nación.
El tema internacional requiere la corresponsabilidad
entre las partes, exhortamos a todos los actores a ser más reflexivos en torno a sus
comentarios públicos, con el objeto de no generar mal entendidos o diferencias
irreconciliables que a nadie benefician.
Nosotros haremos nuestro esfuerzo y estaremos pendientes
a que usted actúe consecuentemente. Es cuanto.
-EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra hasta por diez
minutos el diputado Javier Sánchez Campuzano del Partido Revolucionario Institucional.
-EL C. DIPUTADO JAVIER SANCHEZ CAMPUZANO: Señora
presidenta diputada Beatriz Paredes. Diputado Gustavo Carvajal, presidente de la Comisión
de Relaciones Exteriores. Doctor Jorge Castañeda, Secretario de Relaciones Exteriores.
Compañeras y compañeros diputados. El valor fundamental para el ser humano, es la vida,
el atentar contra ella descalifica y niega ideologías, posturas y acciones. El Partido
Revolucionario Institucional manifiesta al pueblo de México, como lo ha hecho por
décadas, que apoyará, que estará al lado de aquellos otros pueblos que sufren la
irreparable pérdida de vidas humanas. Al mismo tiempo convocamos al Jefe del Ejecutivo y
a los funcionarios a quien corresponda, mantener la política exterior de México, dentro
del marco que rigen los preceptos establecidos en la Constitución General de la
República.
México es reconocido por la comunidad internacional,
como un país congruente con los postulados doctrinarios, con sus leyes y su historia. En
el Congreso de la Unión, en lo alto está escrita la frase de Benito Juárez que reza:
"Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la
paz", esta sentencia es parte de la esencia del mexicano.
Las manifestaciones de solidaridad con los pueblos
hermanos, han sido siempre públicas y explícitas. El 11 de septiembre todos nos
conmovimos al extremo por los acontecimientos de la sin razón y la barbarie, de aquellos
que venden la violencia y peor aun, en la muerte, el camino para expresarse o dirimir
conflictos.
El PRI reprueba enérgicamente el terrorismo en
cualquiera de sus formas, que quede perfectamente claro a los mexicanos y al mundo,
nuestro Grupo Parlamentario, coincide con la declaración del gobierno de la república,
al condenar los ataques terroristas en los Estados Unidos de Norteamérica.
Ya nuestra Cámara declaró categóricamente la condena
enérgica a cualquier expresión de violencia, con claros fines terroristas, y que atente
contra la población civil. Y rechaza de manera categórica, también, los ataques de que
ha sido objeto la población civil de los Estados Unidos de América, y expresa su
solidaridad con el pueblo estadounidense ante la escalada de violencia, de la que ha sido
víctima y hace un llamado a la Comunidad Internacional, para que en el marco de la
negociación la libre determinación de los pueblos, la no intervención y la solución
pacífica de los conflictos, se avoque a resolver las diferencias que por seculares que
sean le aquejan.
Creemos que es obligación de los funcionarios de
gobierno y del Presidente de la república, actuar en el marco de la más absoluta
seriedad y coordinación. No creemos que el detalle, que el individualizar las diferencias
sea el objetivo que nos deba importar. Lo prioritario es sumarnos a las soluciones y no
perdernos en particularidades.
Creemos que en estos tiempo lo que cuenta es ajustarnos a
derecho, el hacer nuestra la Declaración de la Organización de las Naciones Unidas, de
encontrar fórmulas que a todos beneficien y pública y abiertamente, hermanarnos con el
pueblo norteamericano, con quien compartimos buena vecindad, proyectos y en donde además
se encuentran muchísimos mexicanos que son nuestra cultura y sangre.
México se une a la convocatoria lanzada por los Estados
Unidos y a la que se han sumado ya todos los pueblos amantes de la paz, para constituir un
frente común en la lucha contra el terrorismo internacional.
En ese sentido, el PRI respaldará todas las acciones que
promueva el gobierno de la República con el fin de garantizar que el terrorismo no haga
uso de nuestro sistema bancario y de que no traspase nuestras fronteras y que no utilice
nuestro territorio en forma alguna.
Señor Canciller, han ocurrido muchas contradicciones en
medidas y declaraciones en el ámbito de su responsabilidad, que han desconcertado a la
Nación: algunas actitudes de usted mismo, otras entre usted u otros Secretarios de Estado
y entre usted y el propio Presidente.
El PRI ha sido por muchos años gobierno, conoce de la
gran responsabilidad que esto significa. Lo invitamos a que aplique nuestra Constitución
y actúe con serenidad. Esto resultará en beneficio de todos.
Hoy más que nunca, necesitamos conocer y compartir todos
una política exterior que se sustente en nuestra historia, nuestras tradiciones y en
nuestra reconocida calidad de mexicanos.
Esta comparecencia tiene un significado especial porque
se abordarán los temas del Informe y el problema del terrorismo. Las preguntas que le
vamos a formular van a ser precisas y le pedimos, señor Secretario, su puntual respuesta
porque son las que se hacen muchísimos mexicanos que tienen serias dudas sobre una
conducta recta, apta, legal y apegada a nuestros principios históricos establecidos en
nuestra Constitución.
El PRI apuesta a que México siga manifestándose como
abanderado de las causas que merecen consenso internacional.
El Partido Revolucionario Institucional, estará
pendiente con acuciosidad sobre todo aquello que afecte o apuntale la imagen de nuestro
país en el exterior.
Para mi partido México no es sólo un momento; es el
conjunto de tiempos y épocas y es el futuro. Por lo que siempre actuaremos con la gran
responsabilidad que esto representa. Muchas gracias.
-PRESIDENTE: Tiene la palabra el doctor Jorge G.
Castañeda, Secretario de Relaciones Exteriores, hasta por 10 minutos.
-DR. JORGE G. CASTAÑEDA: Gracias señor presidente.
Quisiera retomar hasta donde el tiempo me alcance,
algunas de las intervenciones o todos los posicionamientos de los distinguidos diputados
que han hecho uso de la palabra.
En lo que se refiere al diputado Ríos, creo que comparto
en efecto su sugerencia de que es necesario hoy, que el gobierno efectivamente tome
medidas audaces para poner al día la política exterior del país y es lo que estamos
tratando de hacer con todo vigor, con imaginación, tratando de sumar al mayor número de
sectores políticos, académicos, intelectuales y sociales del país.
En lo que se refiere a la declaración, a la
intervención del diputado Calderón, del PAS, en efecto, es importante que se definan las
acciones ante los nuevos acontecimientos. Como usted sabe diputado, los acontecimientos se
van desarrollando a un ritmo más o menos vertiginoso y estamos tratando de compaginar la
actitud de México ante los acontecimiento y también, ante las tomas de posición de
otros países con los que necesariamente estamos vinculados. Y no me refiero
exclusivamente a los Estados Unidos, sino también por ejemplo en el marco de la
Organización de Estados Americanos con el resto de América Latina.
Diputados Riojas, del PSN, yo creo que en efecto, es la
postura que hemos tratado de desarrollar, no seguir una política de avestruz, no
aislarnos del mundo, tratar de salir al mundo y tratar de poner al día la política
exterior mexicana en la medida en que en efecto los principios del artículo 89,
incorporados ahí en 1988, son los que rigen la política exterior, pero la rigen en un
contexto radicalmente distinto. Para empezar porque un año después de la incorporación
de dichos principios a nuestra Constitución, terminó la guerra fría; terminó el mundo
bipolar, terminó el sistema internacional que conocíamos y que conocimos desde 1947.
Diputado Cervantes Rivera, del PT, creo que pocas veces
he escuchado una presentación tan elocuente y tan articulada de lo que estamos tratando
de hacer. Comparto con un solo detalle, prácticamente toda la descripción que usted hizo
de la política exterior del régimen del Presidente Fox., usted quizás no comparte esa
política, pero la analizó y la describió de manera ejemplar. Le agradezco mucho que lo
haya hecho de esa manera. Mi único desacuerdo sería en lo que se refiere a incorporar a
los mexicanos y mexicano-norteamericanos en Estados Unidos, a las negociaciones del
Acuerdo Migratorio. Yo creo que sí lo hemos hecho. A los mexicanos lo hemos hecho desde
México con sus comunidades en los estados altamente expulsores. Los gobernadores, los
diputados de esos estados. Lo hemos hecho en Estados Unidos a través de las
organizaciones que los mexicanos se han dado en Estados Unidos y con los
mexicano-norteamericanos, hemos estado en consulta estrecha constantemente. Como usted
sabe, el presidente electo Fox, fue a la reunión anual de la Organización Maldes (?) en
noviembre pasado. Como usted sabe el Presidente Fox fue a la reunión anual del consejo
nacional La Raza en Milwaukee, hace un par de meses, y, como usted sabe, el Presidente y
la Secretaría de Relaciones Exteriores hemos estado en contacto estrecho, constante, con
las comunidades mexicanas y méxico-norteamericanas en los Estados Unidos consultándolas,
informándoles y constantemente en comunicación con ellos.
Los comentarios de la Diputada Spezia, del Partido Verde,
yo comparto plenamente la insistencia suya en que México debe asumir un papel cada vez
más activo en la defensa del Protocolo de Kioto y en todo lo que son las negociaciones
internacionales en torno al cambio climático.
Tuvimos, creo yo, una postura muy vigorosa, muy
dinámica, muy activa en la Conferencia de Bonn, hace un mes en esta materia y justamente
la razón por la cual ayer pudimos anunciar la creación de una nueva Subsecretaría en la
Cancillería encargada de lo que llamamos temas globales o temas de nueva agenda, tiene
ese propósito.
Es tan pesada la nueva agenda internacional que por
supuesto incluye medio ambiente, Protocolo de Kioto, cambio climático, etcétera, pero
también incluye temas de género, de derechos indígenas, de desarme, de infancia, de la
juventud, lucha contra el terrorismo, contra la corrupción, etcétera, que pensamos que
para poder atender todas estas nuevas negociaciones internacionales como debe ser
consideramos que era necesario crear una nueva Subsecretaría.
Si usted nos lo permite, Diputada, le pediré a la
persona que el Presidente ha designado para ocupar ese cargo que se ponga en contacto con
usted para poder coordinar, de la manera más estrecha, más directa, más fluida, el
trabajo de la Cancillería en esta materia, sobre todo en lo que se refiere a cambio
climático, con el Partido Verde.
Los comentarios del Diputado Acosta. Obviamente, en lo
que se refiere a sus comentarios personales, pues es difícil que yo pueda compartirlos;
los respeto, los escucho; no puedo más que expresar mi desacuerdo con ellos.
Me parece, sin embargo, que hay algunos temas de fondo
planteados en su intervención que son a los que quisiera dirigirme, y dos en particular:
el tema de la construcción de la legalidad, que está haciendo Estados Unidos, y el tema,
efectivamente, de si este conflicto es nuestro o no lo es.
Yo sí creo que éste es un conflicto nuestro y el
Gobierno de la República considera que sí es un conflicto nuestro, en efecto. Considera,
en primer lugar, que así es porque hay instrumentos internacionales que México ha
firmado que así lo determinan.
Empezando por uno que no nos gusta, pero que de todas
maneras hemos firmado y no hemos denunciado todavía, que es el Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca, que fue invocado la semana pasada por la comunidad latinoamericana
y que dice muy claramente que un ataque armado a un Estado es un ataque a todos ellos.
Podemos denunciar el Tratado. Yo escucharé con gran
interés las posturas de los distinguidos diputados y senadores al respecto, pero por el
momento ésta es una obligación y creo que sí es un ataque armado a los Estados Unidos.
Segundo Lugar. Es un conflicto nuestro porque cualquier
uso indiscriminado de la violencia y del terrorismo, como lo que vimos el 11 de septiembre
en los Estados Unidos, puede afectar a cualquier país. No hay garantía alguna que eso no
suceda en México o contra aviones, instalaciones o propiedades mexicanas en el
extranjero.
En tercer lugar es un conflicto nuestro porque murieron
muchos mexicanos en esos atentados. No sabemos cuántos porque las autoridades de la
ciudad de Nueva York no han podido determinar, al día de hoy, la identidad de más de 150
de los 6 mil 400 desaparecidos. Quizás debieran haberlo hecho con mayor celeridad, pero
al día de hoy han podido identificar sólo a ellos. Pero no hay ninguna razón para
suponer que no haya muchas víctimas mexicanas de estos atentados. Por esta tercera razón
sí es un conflicto nuestro.
Y una cuarta razón, Señor Diputado, me parece que en
efecto es un conflicto nuestro porque las perturbaciones económicas, financieras,
comerciales, turísticas que está generando este conflicto en el mundo entero nos están
afectando a nosotros en los centros turísticos, en los mercados de valores, en los
mercados cambiarios, en las tasas de interés, en los flujos de inversión, etcétera,
etcétera, etcétera.
Entonces en efecto el gobierno de la República sí
considera que es un conflicto nuestro y que así debemos considerarlo. Se puede discrepar
de esa posición, la del gobierno es esta.
En cuanto a la legalidad me voy a permitir, en el minuto
que me queda, leer dos párrafos de la resolución del Consejo de Seguridad y una de la
Organización de Estados Americanos:
Resolución 13-68. "Expresa el Consejo de Seguridad
que está dispuesto a tomar todas las medidas que sean necesarias para responder a los
ataques terroristas perpetrados el 11 de septiembre de 2001 y para combatir el terrorismo
en todas sus formas, con arreglo a las funciones que le incumben, en virtud de la Carta de
las Naciones Unidas". Esta es una resolución del Consejo aprobada, ¡por
unanimidad!, el día 12 de septiembre en Nueva YorK. ¡Es una resolución vinculante,
obligatoria, para todos los Estados miembros, no del Consejo de Seguridad sino de las
Naciones Unidas!
Y la OEA, por ejemplo, dice: "Exhortar a todos los
Estados a reforzar la cooperación en los planos regional e internacional para perseguir,
capturar, enjuiciar, sancionar y cuando corresponda acelerar la extradición de los
perpetradores, organizadores y patrocinadores de actos terroristas". Resolución
aprobada, ¡por unanimidad también!, el viernes pasado por la Organización de Estados
Americanos en Washington, D.C.
- EL C. PRESIDENTE, DIPUTADO GUSTAVO CARVAJAL MORENO
(PRI): Para dar cumplimiento al punto segundo numeral cuarto incisos a), b) y c) para la
primer ronda de preguntas, hasta por cuatro minutos con derecho a réplica por cuatro
minutos, se han inscrito los siguientes ciudadanos diputados:
Diputado Jaime Cervantes Rivera, del Partido del Trabajo.
Diputada Erika Spezia Maldonado, del Partido Verde
Ecologista de México.
Diputado Enrique Herrera y Bruquetas, del Partido de la
Revolución Democrática.
Diputado José Luis Novales Arellano, del Partido Acción
Nacional y
Diputado Augusto Gómez Villanueva, del Partido
Revolucionario Institucional.
Tiene la palabra, hasta por cuatro minutos para formular
su pregunta, el diputado Jaime Cervantes Rivera.
- EL C. DIPUTADO JAIME CERVANTES RIVERA (PT): Con el
permiso de la Presidencia.
Primero, bueno, pues agradezco los comentarios que hizo a
la intervención que hicimos hace un momento. El problema de nosotros es que estamos en
desacuerdo en que los intereses nacionales están subordinados a los internacionales,
planteamos que debe ser al revés. Esa es en la parte que estamos en desacuerdo y
entendemos exactamente bien el proyecto del Presidente Fox.
En el grupo parlamentario del Partido del Trabajo, como
lo señalamos en nuestra toma de postura en relación al Primer Informe del Presidente
Fox, es que su gobierno no tiene rumbo, en función de los intereses de la mayoría de los
mexicanos.
Lamentablemente en política exterior tenemos que afirmar
lo mismo. Decir que ha sido errática es quedarnos cortos en materia de lo que la
Cancillería ha hecho. Ya en nuestra intervención central en esta Comisión hemos
descrito las desmesuradas apuestas que usted usó para darle un sesgo insólito y por
demás aventurado e irresponsable a los asuntos que corresponden a la política exterior
de nuestro país.
El trágico suceso del 11 de septiembre acaecido en los
Estados Unidos, generó por parte de usted un conjunto de declaraciones que sumieron a la
opinión pública de los mexicanos en el desconcierto, en la confusión y dejaron una
amplia sensación de malestar.
Nadie está a favor del terrorismo, pero tampoco de la
venganza a toda costa. La condena al terrorismo es unánime, independientemente de
ideologías o posiciones políticas. La historia ha demostrado que la violencia solo
genera violencia. Asimismo nos ha enseñado que "quien siembra vientos cosecha
tempestades"
Ya lo hemos expresado en otras ocasiones, un país que ha
mostrado su fuerza y potencia imperialista ante el mundo, se ha ganado a pulso una amplia
gama de enemigos políticos, muchos de los cuales, como según lo demuestran los recientes
acontecimientos, están en su propia casa, en la de los norteamericanos.
Nuestra solidaridad con el pueblo norteamericano no está
a discusión, ésta se le ha otorgado a cabalidad, pero de ello no se desprende que
otorguemos un cheque en blanco en apoyo al gobierno del Presidente Bush.
¿Por qué, señor Secretario, en los últimos días ha
vertido ante los medios de comunicación una serie de declaraciones que ponen en
entredicho la política exterior mexicana? ¿Qué hará la dependencia a su cargo ante el
gobierno norteamericano, para defender la vocación pacifista que ha caracterizado a
nuestra nación en el Concierto Internacional?
Si bien es cierto que por las funciones que usted
desempeña es su responsabilidad manifestar nuestra postura ante el mundo, es cierto
también que su actuación está circunscrita a los ordenamientos legales que nuestra
Carta Magna señala al respecto.
Al parecer es perfectamente recordable que los principios
que por mucho tiempo han dado realce al a política exterior de México, se encuentran
incorporados en el texto de nuestra norma fundamental en la fracción X del artículo 89.
Por enésima vez repetimos que la política exterior
mexicana ha tenido como valuarte el principio de la no intervención y la
autodeterminación de los pueblos. Esto, señor Castañeda, no se ajusta ni cumple con su
compromiso de defender los intereses de México.
Para el Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo
resulta realmente preocupante que una cartera de la importancia que tiene esa dependencia
a su cargo, no se le haya encomendado a alguien con mayor espíritu nacionalista y no a un
representante de los intereses extranjeros.
Es cuanto. Muchas gracias.
-EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra el doctor Jorge
Castañeda, hasta por ocho minutos, para dar respuesta.
-EL C. DR. JORGE CASTAÑEDA GUTMAN, Secretario de
Relaciones Exteriores: Gracias diputado. Gracias Presidente.
Gracias por su comentario diputado. De nuevo en lo que se
refiere a los comentarios personales no hay mayor convergencia posible, como usted
comprenderá. Sin embargo, sí me parece que podemos discutir algunos puntos importantes
que usted ha planteado. Quisiera subrayar dos.
El primero es que yo tenía la impresión que en su
primera intervención creía usted que sí había rumbo en la política exterior, sólo
que usted discrepa de ese rumbo, lo cual me parece que es una afirmación distinta decir
que no hay rumbo. Yo creo que sí lo hay, hay un rumbo muy claro que ha sido definido en
muchas ocasiones por el Presidente y por su servidor. Comprendo que haya quienes, haya
fuerzas políticas que no compartan ese rumbo y me parece perfectamente natural que así
sea, es lo propio de la democracia.
Yo creo que en algunos aspectos podemos llegar a acuerdos
para una política de Estado, sin que necesariamente se comparta el rumbo que se ha
trazado para la política exterior. Yo creo que la política exterior, como muchos otros
temas, debe ser objeto de discusión, de debate y puede serlo también de discrepancia en
un país democrático y plural como el nuestro. Enhorabuena que, en efecto, haya sectores
que no compartan el rumbo que se está siguiendo en esta materia y que haya otros que
también aquí se han escuchado, que sí comparten ese rumbo y que sí lo apoyan; cero que
ese lo propio de la democracia y del nuevo México que estamos viviendo y en cierto
sentido quizás también sea esto un avance positivo en relación a lo que existió
durante muchos años, donde en efecto, parecía haber un consenso en México en torno a la
política exterior, pero no sabíamos qué tan voluntario, qué tan consentido era ese
consenso. No es algo que valga demasiado la pena averiguar, pero lo que hoy sí sabemos es
que estos son asuntos a debate y enhorabuena que así sea, me parece que es muy importante
plantearlo de esa manera.
Vuelvo a las resoluciones del Consejo de Seguridad y de
la OEA, diputado, si me lo permite, a propósito de esta coyuntura tan compleja, tan
difícil que se ha dado en lo que se refiere a los ataques, los atentados terroristas del
día 11de septiembre.
En primer lugar, tanto las encuestas publicadas en los
medios como las encuestas que ha llevado a cabo el gobierno y que sin duda otros sectores
de la sociedad mexicana pueden haber llevado a cabo, no estoy tan convencido como usted de
que haya bastantes conciertos, zozobra, inquietud y alarma entre la población por tal o
cual declaración que un servidor o el Presidente u otros miembros del gobierno pueden
haber hecho, creo que en ciertos círculos de analistas que son los que se dedican a estos
temas puede haber desacuerdos en efecto con la postura que se pueda sostener.
Acabo de tratar de dar un ejemplo al plantear que
efectivamente hay un desacuerdo entre el Gobierno y ciertos partidos políticos en cuanto
a determinar si este es un conflicto que nos es ajeno o que no nos ajeno, efectivamente,
el gobierno considera que no es un conflicto ajeno a México y puede haber fuerzas
políticas o comentaristas o analistas que piensan que sí y esta es una discrepancia que
me parece perfectamente lógica, no estoy convencido sin embargo que esa discrepancia
lleve a preocupación y zozobra en la sociedad mexicana.
Vuelvo al tema de las Resoluciones, ahora si me lo
permiten. La del Consejo de Seguridad y voy a leer los dos párrafos operativos los
voy a volver a leer por la importancia que tienen- : "Insta todos los estados a que
colaboren con urgencia para someter a la acción de la justicia los autores, organizadores
y patrocinadores de estos ataques terroristas y subraya que los cómplices de los autores,
organizadores y patrocinadores de estos actos y los responsables de darles apoyo o asilo
tendrán que rendir cuenta de sus hechos. "Exhorta la Comunidad Internacional a que
redoble sus esfuerzos por prevenir y reprimir los actos de terrorismo, expresa que está
dispuesta a tomar todas las medidas que sean necesarias para responder a los ataques
terroristas, etc. etc..".
Esta es la legalidad existente hoy, el Derecho
Internacional hoy en torno a esta coyuntura es esto que acabo de leer, esto es,
resolución por cierto, que aunque no la votamos porque no somos miembros del Consejo de
Seguridad fue trasladada casi en los mismos términos a la Asamblea General de las
Naciones Unidas dos días después y ahí fue aprobada por unanimidad también, donde por
cierto nosotros votamos a favor de ella, el lenguaje de la resolución de la OEA es
prácticamente idéntico.
Entonces, yo lo único que quisiera subrayar es que la
legalidad que la Comunidad Internacional se ha dado efectivamente a instancias de Estados
Unidos, porque la parte agredida es Estados Unidos, los aviones chocaron en las dos torres
que se encuentran en Nueva York que es parte de Estados Unidos, la legalidad que Estados
Unidos ha tratado de construir es esta, podemos discrepar de ella de nuevo, podemos no
haber votado ni la Resolución de la OEA que por cierto invoca y cita la Resolución del
Consejo de Seguridad.
Sin embargo consultamos con los principales partidos
políticos del Senado sobre cuál debía ser la posición de México con miras hacia la
Reunión Ministerial de la OEA que México había convocado y logramos una declaración
del Gobierno de México consultada con el Senado de la República que de manera muy clara
decía en todas sus letras, en todas sus letras y cito Diputado: "No obstante
etc.. cualesquiera que sean las instancias hemisféricas que finalmente se aboquen al
tratamiento de los trágicos actos del 11 de Septiembre, México buscará un consenso en
la región tendiente a defender activamente los principios y propósitos de las Naciones
Unidas
etc, etc", es decir que esa Resolución o Comunicado, consultado con las
principales bancadas en el Senado, claramente nos indicaba cuál debía ser la votación
de México en la Reunión Ministerial de la OEA y así lo hicimos, votamos a favor de esta
Resolución.
Esa es la legalidad internacional que existe hoy cuando
se invoca el Derecho Internacional esto es lo que se invoca, insisto, yo creo que es
perfectamente legítimo y discutible que nosotros discutamos si esto es lo que queremos
hacer como país, como gobierno, como Poder Ejecutivo Legislativo, tal vez no lo sea, pero
sí debemos tener en cuenta un asunto muy claro, no hay controversia internacional al
respecto, todas las resoluciones, Consejo de Seguridad, asamblea general, OTAN, OEA, TIAR
(¿), etc., todas las que se han votado en los últimos 10, 11 días, han sido votadas por
unanimidad no han controversia, no hay desacuerdo, no hay divergencias, no hay
singularización, tal o cual país hace una declaración u otra, hay plena unanimidad en
torno a esta legalidad.
- EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra el diputado Jaime
Cervantes Rivera, hasta por cuatro minutos, para réplica.
- EL C. DIP. JAIME CERVANTES RIVERA: Con el permiso de la
Presidencia y del señor Secretario de Relaciones Exteriores:
Acepto que sí hay rumbo y no estamos de acuerdo con ese
rumbo, incluso en mi intervención señalamos que era un rumbo que no beneficiaba a las
grandes mayorías de los mexicanos.
En relación a la intervención de usted y a la que se ha
hecho en estos últimos días con relación a los acontecimientos sucedidos en los Estados
Unidos, sí quisiera hacer algunos comentarios: Para nosotros resulta altamente
sorprendente que la investidura que le confiere su cargo dentro de la Administración del
presidente Fox, quede en entredicho con el nivel de respuestas, con el nivel de respuestas
nos queda más claro el proyecto del Gobierno Federal con el que no estamos de acuerdo,
por lo tanto no nos queda más que recordar ante esta soberanía que los destinos de la
política exterior de México no están en el libre albedrío de las interpretaciones que
se hacen; usted debe reconocer que su actuación en el cargo que desempeña ha sido
altamente polémica pero que en los últimos días ha rebasado los límites de la
tolerancia de la población y de la opinión pública. Usted opina lo contrario.
Es cierto también, que posteriormente ha tratado de
rectificar sus declaraciones con lo cual no se reparan las opiniones que ante la comunidad
internacional se dieron sobre nuestro país.
Las disposiciones constitucionales en materia de
política exterior no están sujetas a interpretaciones, se han construido en el siglo
pasado y en el mundo se conoce más sobresaliente la actuación de los cancilleres
Estrada, García Robles y Castañeda, me refiero a Castañeda de la Rosa, que siempre
sobrepusieron los intereses de nuestra patria a los de los países del imperio por ello no
admitimos que bajo el pueril argumento de que los norteamericanos deben saber quienes son
sus amigos, se nos embarque en una aventura que nadie sabe a dónde nos lleve.
Además y por declaración expresa del Presidente Busch,
su amigo, siempre amigo de la pérfida Albión (¿), México no debe ser comparsa sino
abonar sus buenos oficios en la búsqueda de una solución pacífica que amenaza a la
humanidad con la guerra.
Secretario Castañeda: usted afirmó que el Gobierno
Norteamericano ha ayudado a México cuando ha sido necesario pero sin duda usted sabe que
no ha sido en forma gratuita, que el pueblo de México ha pagado millones de dólares para
cubrir el servicio de nuestra deuda externa sin que el principal disminuya; esto es, somos
objeto de la usura internacional encabezada por nuestro vecino del norte.
Para el grupo parlamentario del Partido del Trabajo, este
Gobierno debe redefinir sus prioridades en materia de política exterior, debemos revertir
la fatídica frase "pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados
Unidos". Debemos volver la vista hacia el resto de las naciones del continente, de
los países en vías de desarrollo y establecer acuerdos que permitan una nueva relación
más justa en el mundo.
Los maniqueísmos y la bipolaridad mundial no existen,
por eso el grupo parlamentario del Partido del Trabajo apoya la conformación de un nuevo
orden económico y político-internacional basado en el conocimiento de los principios de
la doctrina Estrada para solucionar los conflictos en el mundo, así como una relación
económica equitativa e igualitaria entre las naciones.
No podemos echar a la borda toda la tradición que en
materia de política exterior ha forjado a todo lo largo de su doloroso proceso
histórico. México sigue siendo un ejemplo a seguir en Latinoamérica, su influencia
política cultural en la región es algo que no debemos de despreciar y dejar de lado. Las
fuerzas progresistas del país tenemos la obligación de reconocer la tradición pacifista
de nuestra patria, en ello seguiremos empeñados.
Es cuanto y gracias por sus respuestas. Muchas gracias.
- EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra hasta por cuatro
minutos, para formular su pregunta, la diputada Erika Spezia Maldonado, del Partido Verde
Ecologista de México.
-LA C. DIPUTADA ERIKA SPEZIA MALDONADO (PVEM): Con el
permiso de la Presidencia.
Compañeras y compañeros diputados;
Señor Secretario:
México se ha distinguido en el contexto internacional
por ser un país que desde los años cuarenta, cuando nos adherimos a la Convención que
creó la Comisión Ballenera Internacional ha encaminado gran parte de sus esfuerzos de
política internacional congruentemente con nuestra política interna en nuestra materia,
para proteger a un animal que ha sido la víctima más lastimosa y humillantemente
agraviada, quizá fuera del propio ser humano por las más grandes atrocidades cometidas
por el hombre en perjuicio de cualquier especie.
Hoy todas las especies de ballena, salvo una, la ballena
gris mexicana se encuentran en grave peligro de extinción, algunas de ellas, por
desgracia, como la ballena azul, el más grande de todos los animales que han existido en
el planeta tierra, se encuentran en una situación que tal vez imposibilite la
recuperación de su especie.
Señor Secretario Jorge Castañeda:
¿Echaremos acaso por la borda 50 años de una política
digna y humana en protección a la ballena? ¿Estará México dispuesto a permitir que
nuevamente balleneros japoneses, noruegos y rusos cacen fuera de nuestros mares a la
ballena gris?
La Dirección de Enlace de la Secretaría de Relaciones
Exteriores con este Congreso manifiesta que no tiene obligación alguna para entregar
información a cualquiera de las Cámaras. ¿Cuál es entonces la definición legal de
esta Secretaría? ¿Sobre qué se sustenta esta declaración?
Esperamos una respuesta clara y sin ambigüedades, en el
sentido de que esta soberanía no podrá reformar el marco legal vigente y adecuado a los
tratados y acuerdos que la Secretaría signe en el exterior y que el Senado de la
República ratifique. Si no nos entregan la información que solicitamos de acuerdo a
nuestra Carta Magna y a las leyes que de ella emanan, esto no favorecerá acuerdo
internacional alguno que desconozca la Cámara y para los cuales la Suprema Corte de
Justicia de la Nación ha establecido ya su campo jurídico.
Caso contrario fue la Reunión Internacional sobre Cambio
Climático, en la cual se nos otorgaron a los legisladores la mayoría de las facilidades
necesarias para el desempeño de nuestras funciones, situación que debería analizar la
Secretaría a su cargo, ya que la organización y representación fue a cargo de otro ente
diferente a Relaciones Exteriores.
Esperamos que con la creación de esta nueva
subsecretaría enmiende los errores que se dieron en el pasado.
Por último, señor Secretario, el período de
inestabilidad provocado por la inminente guerra que ahora vivimos a escala global, que
quizás sólo sea la punta del Iceberg que hará naufragar los principios de
autodeterminación de los pueblos y el de soberanía, ha puesto en evidencia, de lo cual
los mexicanos hemos sido ya testigos y víctimas en el pasado, de que el norteamericanismo
sin límites, sin reglas y sin restricciones, no es ni puede ser la solución para
afrontar los problemas que aquejan a los países víctimas del terrorismo.
Nadie en el mundo parece estar dispuesto a poner un freno
a la escala bélica que se prepara en Medio Oriente. Temerosos parecen todos los gobiernos
de manifestar siquiera un pequeño signo de inconformidad, colocados en la disyuntiva de
ser castigados con la supresión de flujos de inversión a los mercados de sus respectivos
países. Sin embargo, hoy en todo el mundo, pero de manera muy importante se debe acatar
la decisión de las Naciones Unidas para poner un límite a esta terrible situación.
Por ello, compartimos la ambición por formar parte de
las decisiones mundiales al interior del Consejo de Seguridad de la ONU.
Una última pregunta. ¿Tendrá la Secretaría la
fortaleza suficiente para defender e impulsar una posición en la que México pugne por el
respecto entre las naciones o como en el pasado veremos sucumbir los esfuerzos de la
Secretaría de Relaciones Exteriores para darle a México una política internacional
digna frente a la compleja red de intereses de los que se asumen como promotores del
cambio del poder?
Por su atención y respuestas, muchas gracias.
-EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra, hasta por ocho
minutos, el Secretario Jorge Castañeda.
EL SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES: Sobre el tema de
la Comisión Ballenera Internacional, diputada, como usted sabe la última reunión de la
misma tuvo lugar en Londres, en la sede de la comisión, entre el 23 y 27 de julio de este
año. Como usted sabe también, la delegación mexicana fue integrada por los mismos
funcionarios que vienen integrando esa delegación desde hace 15 ó 20 años, es decir, la
continuidad en la política del Gobierno de México en esta materia es bien conocida y
además se refleja en la composición de la delegación.
Como usted sabe, incluso en este caso fue un poco más
activa nuestra postura, nos manifestamos claramente en contra de cualquier mecanismo que
mine la moratoria, y por ejemplo objetamos las reservas de Islandia muy importantes a la
moratoria.
Como usted sabe también, el Gobierno del Presidente Fox
comparte plenamente la decisión, que no tiene que ver directamente con la CBI, pero que
tiene que ver con el tema que usted tocó, comparte la decisión del gobierno anterior de
haber suspendido el proyecto de la Laguna de San Rafael, en Baja California, justamente
por motivos de protección a las zonas balleneras de Baja California, y ésta es la
política que se piensa seguir y se seguirá constantemente en lo que se refiere a ello.
El comentario que usted atribuye a la Dirección de
Enlace, sobre que no hay obligación de compartir información. Lo desconozco, por
supuesto no comparto ese punto de vista, no es sólo un asunto de obligación, sino es un
asunto simplemente de coordinación y de buen trabajo. La obligación que sí no existe,
diputada, obligación, es de incluir en las delegaciones del Poder Ejecutivo a
legisladores. En algunos casos se hace con frecuencia cuando las condiciones así lo
permiten, así se hizo en Bonn, así se hizo en Durban, así se hace de manera casi
sistemática en la mayoría de las delegaciones que envía el Ejecutivo a cualquier
conferencia internacional, pero en tanto tal obligación yo creo que es quizás el tema
que usted se refería.
Yo espero que en la próxima reunión de la Comisión
Ballenera Internacional, en Londres el año que entra, con la debida anticipación, con el
tiempo y en el marco de la plena facultad del Poder Ejecutivo de dirigir la política
exterior, podamos ponernos de acuerdo para que participen miembros del Partido Verde si
así lo consideran pertinente, en la delegación, pero en el mismo marco que existe entre
el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo, de participación de legisladores en el conjunto
de las delegaciones, como resultado de un acuerdo y no de una obligación del Poder
Ejecutivo.
EL PRESIDENTE: Tiene la palabra hasta por cuatro minutos,
para realizar su réplica, la diputada Erika Spezia.
LA DIP. ERIKA SPEZIA MALDONADO: Gracias señor
Secretario.
Aquí tengo el comunicado que se le manda al diputado
federal Diego Cobo Terrazas, Presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, en el que claramente dice: "El Ejecutivo no tiene obligación jurídica de
informar al Legislativo sobre las acciones de política exterior, que son su facultad
exclusiva".
Tiene que existir, debería existir esa comunicación, no
por ley sino por el apoyo a todo este tipo de cuestionamientos que se hacen a nivel
internacional, y que México tiene que asumir una postura de vanguardia.
Los esfuerzos hasta ahora hechos por la dependencia a su
cargo durante su administración y las anteriores, han prosperado poco, llegando casi a la
nulidad.
Señor Canciller: Pensamos que la improvisación que se
había superado dentro de la chancillería con su nombramiento, no volvería más y que
ahora sí los principios medulares de la política internacional mexicana estarían en
Tlatelolco, y por ende, la defensa férrea de los intereses de México ante el mundo. Sin
embargo, como hemos sido testigos, esto no ha sucedido.
Señor Secretario: Por más visitas, acuerdos, misiones
diplomáticas que su Secretaría haya suscrito frente al Gobierno de los Estados Unidos,
está claro que requerirá mucho más para que formemos parte de su estilo de vida y de
sus intereses, con respeto y autodeterminación que establece el derecho internacional.
Por otra parte, el Partido Verde continuará vigilando de
cerca al Gobierno Federal y estará presto a denunciar cualquier variación, por pequeña
que ésta sea en cuanto a la política internacional de México en materia de la cacería
de las ballenas.
Muchas gracias.
- EL PRESIDENTE: Tiene la palabra, hasta por cuatro
minutos, para formular su pregunta, el diputado Enrique Herrera, del Partido de la
Revolución Democrática.
- EL DIP. ENRIQUE HERRERA Y BRUQUETAS: Señor Secretario:
México ha tenido una política internacional de excelencia, política de Estado que nos
ha sido reconocida y aplaudida por la comunidad de naciones, y mantenerla no ha sido
fácil.
Del fondo mismo de nuestra historia emergen dos
principios inconmovibles, la no intervención y el derecho a la libre autodeterminación
de los pueblos. No creemos en la justicia infinita, sólo creemos en la justicia.
A las naciones no se les puede imponer desde fuera ni
siquiera una supuesta democracia, no hay uno, ni dos, ni tres caminos, hay muchos más.
Hay tantos caminos como comunidades dotadas de personalidad y deseos de progresar existen.
Todos los pueblos tienen el derecho a buscar su propia ruta sin pedirle permiso a los
Estados Unidos.
Los socios de Noriega en Panamá y de Bin Laden cuando
luchaban contra Rusia en Afganistán, así como la CIA y el FBI, no pueden levantar la voz
sin rubor (?). Condenamos el terrorismo en cualquier parte de la tierra, pero rotundamente
nos oponemos a cualquier iniciativa venga de donde venga, para vietnamizar, dije
vietnamizar nuevamente a la humanidad.
México, no podría asistir callado a cualquier tipo de
holocausto contra pueblos inermes. México es un país pacifista por vocación y por
convicción.
La barbarie del terrorismo no se combate con la barbarie
de la venganza infinita e indiscriminada. Tengamos pues una política internacional que no
nos unja sin limitaciones, sin limitaciones a la sin razón y a la guerra infinita, y la
palabra infinita no es nuestra, señor Secretario.
No hay conflictos entre naciones, y lo sabemos bien, que
no puedan solucionarse pacíficamente con sujeción a las normas del derecho
internacional, que se fundan en la equidad y la justicia, que son los principios que
regulan la conducta entre hombres y entre estados.
En su momento y contra una gran incomprensión, porque
este país ha sostenido una política internacional con grandes incomprensiones, parece
que lo estamos olvidando hoy. México se comprometió en la defensa de la España
peregrina, tal vez el único país en el mundo, y se asumió enérgicamente en contra de
la invasión de Bahía de Cochinos, en Cuba. ¿Será posible que hoy levantemos enérgica
la voz para evitar la venganza sumaria e infinita que se pretende ejecutar contra el
pueblo de Afganistán?
¿Cuál es el propósito de que el gobierno mexicano
forme parte del Consejo de Seguridad, ya fue consultado y acordado con el Senado? ¿Por
qué esa obsesión por pertenecer al Consejo de Seguridad? ¿Se trabajará para México,
para América Latina, para los pueblos excluidos del desarrollo o para otros gobiernos?
Y finalmente, señor Secretario: ¿es condenable todo
terrorismo o sólo aquél que afecta a Estados Unidos? ¿Es condenable también el
terrorismo de Estados Unidos, de la CIA y del Pentágono?
Muchas gracias.
- EL PRESIDENTE: Tiene la palabra, hasta por minutos, el
doctor Jorge Castañeda para dar respuesta.
- EL SECRETARIO DR. JORGE CASTAÑEDA: Diputado Herrera
sólo un par de comentarios muy brevemente en torno a su intervención muy elocuente y muy
pertinente.
No se les puede imponer una democracia a los pueblos, hay
muchos caminos, estoy totalmente de acuerdo, pero usted bien sabe que cada día en el
mundo hay una mayor jurisdicción universal de una serie de preceptos democráticos
aceptados por el gobierno anterior de México y por el Senado de la República de México
al ratificar el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, que como usted sabe
contiene una cláusula democrática. De nuevo, podemos no estar de acuerdo con ese tipo de
procedimientos pero eso es lo que el gobierno anterior y el Senado anterior ratificaron,
postura que este gobierno comparte plenamente por cierto. Y por eso hemos luchado por la
inclusión de la cláusula democrática en el documento que fue aprobado en la Tercera
Cumbre de las Américas en Québec, por la "cláusula democrática" o
"carta democrática" que fue aprobada en Lima en la Asamblea General
Extraordinaria de la OEA el pasado 11 de septiembre, y por eso hemos incluido una
cláusula democrática en los documentos actualmente vigentes de trabajo, digamos, del
Plan Puebla-Panamá. Esta es una realidad en el mundo. De nuevo se puede o no estar de
acuerdo con ella y se puede considerar que se contrapone al principio de no intervención,
y esa es una opinión que corresponde a cada fuerza política y en su caso al Congreso de
la Unión determinar.
Aparentemente el Senado de la República no consideró
que la inclusión de una cláusula democrática en el tratado de Libre Comercio firmado
con la Unión Europea, contradecía el principio de no intervención incluido en la
Fracción X del Artículo 89 de la Constitución. Por el momento yo me tengo que atener a
esa decisión porque esa es la que sienta precedentes. Puede cambiar de opinión el
Congreso, y es de sabios hacerlo, pero por el momento nosotros nos atenemos más bien a
eso.
Las posturas tradicionales de México, ha habido de todo,
en efecto. La postura que usted comentó en torno a España y en torno a la invasión de
Girón, fue una, la posición del Presidente López Mateos y del embajador Carrillo Flores
en la reunión del TIAR celebrada en Washington el 22 de octubre de 1962, a propósito de
la crisis del Caribe o de los mísiles, fue otra, cuando México votó en lo general,
junto con los demás países signatarios del TIAR, la resolución que entre otras cosas
decía, y cito:
"Todas las medidas individuales y colectivas incluso
el empleo de la fuerza armada que consideren necesarias para asegurar que el gobierno de
Cuba no pueda continuar recibiendo de las potencias chino-soviéticas pertrechos y
suministros militares que amenacen la paz y la seguridad del continente".
Y como usted sabe el Presidente López Mateos hizo varias
intervenciones públicas de apoyo incondicional, si recuerdo bien ahí sí estoy citando
de memoria, la postura del gobierno de los Estados Unidos en torno al bloqueo a la isla en
esos trece días famosos del mes de octubre de 1962.
Ha habido un poco de todo porque las circunstancias son
también cambiantes. En determinados momentos se adoptan determinadas posiciones y en
otros momentos se adoptan otras. Yo creo que es importante subrayar este punto.
En lo que tocaba usted el tema de la resolución
pacífica de las controversias. En efecto nosotros pensamos, y así tratamos de negociarlo
si usted quiere en las consultas previas a la reunión ministerial de la OEA la semana
pasada, que había que buscar un texto, una resolución un poco distinta, que insistiera
más por ejemplo en todas las medidas o en todos los medios legales, en lugar de "a
su alcance"; una serie de otras tomas de posición.
Pero el consenso latinoamericano era ese. Hubiéramos
podido singularizarnos y no votar esa resolución. Yo sí consultaría a esta soberanía
si esa es la postura que debimos haber asumido, partiendo de que una vez de que se hacen
los esfuerzos por modificar una resolución llega un momento en que el consenso cuaja, y
que ya está uno ante una disyuntiva de tomarla o dejarla; no se puede indefinidamente
estar negociando un texto. Hay plazos, hay consensos, hay puntos de vista. Como usted
sabe, países como Brasil y Argentina, muy cercanos a México, Chile también, se sumaron
no sólo a la convocatoria al TIAR de la semana pasada, sino que en particular se sumaron
al tenor de esta resolución que he leído en varias ocasiones ya, la de la OEA. ¿Debimos
habernos abstenido votar en contra?, es una pregunta que yo hago, no a usted en lo
particular, para evitar el tipo de intercambio que tengo entendido que no se acostumbra
sino retóricamente. ¿Debimos haber votado en contra?
Por ello, acordamos crear un grupo de alto nivel sobre negociaciones migratorias con el
fin de analizar las propuestas sobre regularización de trabajadores mexicanos
indocumentados que actualmente residen en Estados Unidos, revisar las condiciones
existentes para garantizar la seguridad en el cruce fronterizo, así como el posible
aumento de las cuotas de visas de trabajadores temporales y permanentes.
Si Estados Unidos vuelve al Consejo de Seguridad cosa que yo dudo francamente- pero si llegara a volver al Consejo de Seguridad y por tanto a la Asamblea, para pedir apoyo político y diplomático para una operación militar, definida con precisión, pero sin garantías de que así suceda, exactamente. Si vuelven y piden apoyo, piden una resolución que les dé apoyo, ¿debemos votar a favor o en contra?
Si el resto de la comunidad internacional, como ha sucedido hasta el día de hoy, por eso insistí tanto en la unanimidad en todas las resoluciones, no ha habido una sola voz discordante cuando se trata de votar. Declaraciones, discursos, eso es otra cosa, a la hora del voto, no ha sido un sólo disenso, y van cinco o seis votaciones que suman cientos de votos.
¿Debemos votar en contra? La postura del gobierno es que no, habrá que ver cómo viene esa resolución, si llegara a haberla, insisto, yo no creo que Estados Unidos vuelva al Consejo, yo creo que Estados Unidos va a plantear que esta resolución del Consejo que leí, le da ya la posibilidad de actuar. Yo creo que así lo van a interpretar ellos, y creo que los demás miembros del Consejo lo van a aceptar.
Pero, bueno, ¿qué debemos hacer? Es una pregunta, pero la pregunta se da en los términos de referencia que existen, es decir, podemos votar, sí, podemos votar no, o podemos abstenernos. Y esa sí es una disyuntiva férrea, no hay más sopas que esas, si es que esto llegara a suceder, y no había más opciones que éstas en La OEA la semana pasada: sí, no, o abstención. E incluso el no o la abstención eran opciones muy relativas, ya que se aprobó por aclamación, por unanimidad sin voto, la resolución que me permití citar.
Yo creo que estos son los temas que están en discusión, y sobre los cuales todos estamos escuchando, discutiendo, debatiendo, pero que si tienen cierta complejidad, que ya en la operación cotidiana de la política exterior, no necesariamente se pueden reducir algunas declaraciones abstractas, válidas pero no necesariamente operativas.
-EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra hasta por cuatro minutos el diputado Enrique Herrera para su réplica.
-EL C. DIPUTADO ENRIQUE HERRERA Y BRUQUETAS: Yo creo que todos estamos de acuerdo en que vivimos tiempos de definición y de destino. Pensábamos que habíamos superado lo acontecido en el Siglo XX, uno de los siglos más dramáticos de la historia, guerras con 50 millones de seres humanos masacrados, pues no es así, el Siglo XXI a contrapelo de la dialéctica de los proyectos históricos, lo estamos inaugurando con un conflicto que pone en peligro el destino mismo del ser humano.
Probablemente la clara voz de México sea escuchada por muchos países, yo creo que México con sus cambios momentáneos obligado por las circunstancias, puede señalar rumbos y dictar ejemplos.
Yo sugeriría, señor Canciller, el uso de una palabra en su función, que resume lo más brillante del pensamiento político en esta materia de toda la historia: sindéresis, cuidado, está en juego el destino mismo del hombre.
Los Estados Unidos nos están demostrando una seguridad interna errática, declaraciones que se contradicen de la mañana a la noche, de la noche a la mañana, y nosotros no podemos seguirlos sin limitaciones, porque ellos mismos ya empiezan a dar marcha atrás. Fisurada la estructura interna por el terrorismo, lo vivimos hace unos años, un terrorismo de casa, tenemos que ser cuidadosos en esta operación que se pretende hacer.
Estamos de acuerdo en que el voto tenía que ser tal vez como fue, pero con ciertas limitaciones, nosotros no podemos repetir las bombas atómicas sobre el Japón del siglo pasado; nosotros no podemos estar acorde con revanchas y venganzas que en lugar de poner acento en la incompetencia interna, porque esto es un caso de incompetencia interna de esa fenomenología de la seguridad nacional que ellos tanto nos presumieron, sino que todo lo contrario, debemos nosotros afianzar, señalar, decir. Somos definitivamente un país pequeño pero con gran fuerza, se nos escucha y usted lo sabe bien, se nos escucha.
Es decir, ha habido momentos en que México, la clara voz de México ha señalado rutas y debemos seguir ampliando el surco y decirlo; por eso le recomiendo sindéresis.
Nuestro partido quiere dejar claro que en la presencia de nuestros comentarios, a veces aún cuando se toca asuntos personales, no es así el caso; es un partido que usted conoce bien, del cual estuvo cerca, muy cerca y sigue estando cerca en muchos sentidos y la crítica es reflexión. Yo creo que usted se levanta en las mañanas con preocupación diciendo: ¿y ahora por dónde?, como debe ser la preocupación de un intelectual serio. Usted ejerció la crítica a toda abertura, a
toda posibilidad y en buena hora, que es parte de la formación de un hombre de gobierno completo.
Sindéresis, señor Secretario, mucha sindéresis. El destino de la humanidad está en juego.
EL C. PRESIDENTE.- Tiene la palabra hasta por cuatro minutos para formular su pregunta, el diputado José Luis Novales Arellano del Partido Acción Nacional.
EL C. DIP. JOSE LUIS NOVALES ARELLANO.- A todos los presentes, buenas tardes.
No existe en nuestro país o en el mundo estudio serio que no arroje como resultado que México ha superado las expectativas de todos, en cuanto a dinamismo y proyección internacional.
La legitimidad incrementada de nuestra posición mundial otorgada por el llamado bono democrático de las pasadas elecciones federales y las subsecuentes a nivel local, nos ubica con una posición de referencia ante los procesos democráticos del plantea entero.
Nuestra vecindad y sociedad comercial con el país más poderoso del mundo, acentúan el interés entre las naciones por identificar claramente nuestra política exterior.
Para nadie resulta extraña la afirmación de que los lamentables atentados del pasado 11 de septiembre, reacomodarán y redefinirán las relaciones entre los países, situación que presenta para el nuestro, el reto de generar una estrategia de relaciones exteriores sabia y decidida basada en la prudencia, la democracia, el respeto mutuo y la fortaleza de los marcos jurídicos tanto nacionales como internacionales.
Señor Secretario, todos los actores políticos, intelectuales, económicos y la sociedad mexicana en general rechazamos el terrorismo y condenamos los cobardes ataques de New York, Washington y Pennsylvania. Estamos ante una situación inédita y muy compleja, donde nuevos patrones se estarán definiendo.
Por ello, señor Canciller, a nombre del grupo parlamentario de Acción Nacional, me permito formularle las siguientes preguntas:
¿Qué hace tan complejo definir una postura frente a los sucesos mencionados?
2. Desde su perspectiva, ¿cuáles serían las consecuencias para México si no se apoya a Estados Unidos en los términos en que nuestro vecino del norte lo solicite o en las condiciones de la resolución emitida por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas?
3. ¿Podría citar aspectos positivos y negativos para el pueblo mexicano, de asumir o no una posición sin ambigüedades?
Por sus respuestas, muchísimas gracias.
EL C. PRESIDENTE.- Tiene la palabra el doctor Jorge Castañeda hasta por ocho minutos, para dar respuesta.
EL C. DR. JORGE G. CASTAÑEDA GUTMAN.- Le agradezco, diputado Novales, la posibilidad que me da de tratar de...
(Sigue Turno 33)
-PRESIDENTE: Tiene la palabra el doctor Jorge Castañeda Gutman, hasta por 8 minutos.
-DR. JORGE CASTAÑEDA GUTMAN: Le agradezco diputado Novales, la posibilidad que me da de tratar de explicar con cierto detalle si no lo que va a suceder, por lo menos el contexto en el que el gobierno, y por cierto el Poder Legislativo a través de las estrechas consultas que se han llevado a cabo en estos últimos días con el Senado en particular, pero también con la Cámara de Diputados, debemos hacer.
El primer problema que hay es que existe ya una legalidad internacional que son las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la OEA, que he leído en varias ocasiones. Esas son obligatorias como tales, de ninguna manera obligan y sí quisiera repetirlo por enésima vez para ver si se puede hacer a un lado una discusión totalmente artificial; no obligan a que México participe militarmente, ni México va a participar militarmente; ni México ha sido requerido para participar militarmente en ninguna operación. Eso está fuera de la discusión; no entra en el ámbito de la discusión. Lo que sí es real es que esa legalidad le puede ser interpretada por Estados Unidos, como lo que se ha llamado un cheque en blanco. Nosotros después podemos decir: no lo es. Pero si alguien no vota que no lo es, entonces ellos sí pueden obtener o usar esa legalidad como la autorización para actuar. Es esencialmente lo que hicieron en la Guerra del Golfo en 1990 y 91, utilizando una resolución del Consejo de Seguridad, abstracta, para actuar; sin volver al Consejo para volver a pedir autorización.
Conviene recordar que si ellos no deciden volver al Consejo y alguien más dijera en el Consejo: pues yo sí creo que tienen que venir aquí y nosotros vamos a presentar un proyecto de resolución diciendo: que no pueden actuar, Estados Unidos y Gran Bretaña en todo caso, vetarían esa resolución. De tal suerte que la que quedaría vigente es la que he leído. Esta es parte de la complejidad.
Ventajas y desventajas. Es evidente que existen ventajas que pueden ser importantes para México, de a pesar de lo que en efecto el resto de la Comunidad Internacional esté haciendo y a pesar de lo que ha sido la definición que alguno de sus colegas citó hace poco del discurso del Presidente Bush, en términos de: "están con nosotros o con los terroristas"; que a pesar de esas definiciones de ellos, nosotros mantengamos una posición ya sea de neutralidad no contra el terrorismo, pero sí ante lo que pueda ser una acción de respuesta de los Estados Unidos, una postura de neutralidad o una postura de insistencia en la resolución pacífica de controversias; tal y como lo estipula la fracción X del artículo 89. Tiene ventajas reales esa postura, efectivamente ahí no habría ninguna discusión en cuanto a la fidelidad con los principios y con la tradición, salvo algunas excepciones como la de Cuba que mencionaba, en 62, que mencionaba yo hace un momento, no habría discusión sobre si hay o no sometimiento a los Estados Unidos, entreguismo, etc. etc. Tiene ventajas reales esa posición.
También tiene desventajas que también me parece que vale la pena subrayar. Como lo hemos dicho en muchas ocasiones, con Estados Unidos tenemos 80% de nuestro comercio internacional, que ya representa a su vez 35% de la actividad económica de México, el comercio internacional. 80% de los turistas que vienen a México, vienen de Estados Unidos; 65 a 70% de la inversión extranjera que llega a México, viene de Estados Unidos.
Los, hay 3 millones de mexicanos, 3 millones y medio de mexicanos sin papeles en los Estados Unidos y otros 4 millones y medio, 5 millones de mexicanos con papeles, en los Estados Unidos.
Tenemos un frontera de 3 mil kilómetros con Estados Unidos. Entonces es evidente que una postura que fuera en contra no sólo de la de Estados Unidos, sino de toda la Comunidad Internacional en relación a Estados Unidos, y la diputada Spezia tenía toda la razón hace un momento cuando comentaba que no hay un solo signo de inconformidad en efecto. Entonces, el nuestro sería el único, como no hay otros.
Nuestra voz puede ser escuchada, sí, podemos alzarla pero a estas alturas yo veo que países como China, como Rusia, como Pakistán, como Francia, ya más o menos han decidido sus posturas. No estoy tan convencido que la voz mexicana (SIGUE TURNO 34)
a estas alturas yo veo que países como China, como Rusia, como Pakistán, como Francia ya más o menos han decidido sus posturas. No estoy tan convencido que la voz mexicana pueda ser un factor decisivo, por ejemplo en la definición de la postura de la República Popular China frente al conflicto que hoy vive el mundo.
Por tanto seríamos los únicos. Bueno, eso tiene las ventajas que señalé y tiene las evidentes desventajas que en todo caso nuestra agenda con Estados Unidos en otros temas puede, con cierta lógica, verse complicada por esta postura. Sería bastante lógico que aunque no fuera la postura del Gobierno de los Estados Unidos, pero que el Congreso, en su caso la sociedad americana, vieran con cierto recelo que hubo un solo país en el mundo que, en efecto, mantuvo una postura que es perfectamente defendible de neutralidad, de solución pacífica, de no intervención, etcétera, pero fue el único en el mundo.
A la hora de ir al Congreso de los Estados Unidos para tratar asuntos como el auto transporte de carga, como el cemento, como el atún, como el aguacate, como el jitomate, como el camarón, etcétera, etcétera, etcétera, pues es previsible que ellos tomen en cuenta, no como gobierno, insisto, como Congreso, como sociedad, lo que fue la postura de México en un momento que ellos han decidido que es muy importante para ellos.
Que haya habido otros momentos importantes para otros países en la historia, es indudable. Si mañana hubiera un atentado terrorista contra otros países en el mundo, México condenaría ese atentado con la misma fuerza, el mismo vigor, la misma vehemencia que hemos condenado éste. Y así lo hemos hecho en el pasado.
Pero da la casualidad que en este momento el atentado que tuvo lugar fue en Estados Unidos y, por tanto, las resoluciones de las Naciones Unidas, de la OEA, etcétera, etcétera, se refieren a este atentado y no a otros que puede haber habido. Entonces creo que éste es un problema que tenemos que tener claro.
La postura de las ambigüedades. Yo no creo que ha habido ambigüedad y no creo que haya habido voces dispersas o discordantes en el seno del gobierno. Si ustedes retoman el primer mensaje del Presidente Fox a la nación y la carta que le envía el Presidente Bush, las declaraciones de un servidor en distintos medios, en distintos momentos, incluyendo la declaración del "no regateo" declaración, por cierto, idéntica como es citada hoy en un diario de circulación nacional del Ministro de Relaciones Exteriores de Franciapalabra por palabra "no regateo" y ven ustedes la declaración del Presidente Fox ayer en Zacatecas de apoyo incondicional a los Estados Unidos en lo político y diplomático, pues verán que hay una gran continuidad.
Se puede discrepar de esa continuidad, pero de que esa continuidad y unicidad de voz existe, me parece que sí se puede demostrar.
EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra el Diputado Raúl Gracia Guzmán para la réplica.
EL C. DIPUTADO RAUL GRACIA GUZMAN: "La política exterior mexicana ha dejado de ser lo que fue en los años 50 y 60: una suma aritmética de posturas principistas, sin costo o consecuencia, y de escasa operatividad. Desde el final del decenio pasado, el parteaguas moderno de la diplomacia mexicana, esa postura puramente principista, se ha convertido en un conjunto complejo, a veces contradictorio, del principios y de oposiciones reales, reflejos de verdaderos intereses políticos y económicos. Se ha transformado también en uno de los puntos nodales de la vida nacional y, como tal, en los tiempos que se avecinan exigirán decisiones no sólo difíciles sino desgarradoras. Jorge G. Castañeda, Revista Nexos, Febrero 1987"
Doctor Castañeda, diputada y diputados: creo que es claro que la previsión que hace más de una década hizo nuestro ahora Canciller es imperativo se atienda en la actualidad pues la complejidad internacional es mucha y el papel de México es preponderante y lo son más después del 11 de septiembre.
Le agradecemos sus respuestas aunque reconocemos que el actual formato obsoleto de comparecencias en glosa hace muy limitado el diálogo que en este foro se da.
Este formato anacrónico nos recuerda una vieja cultura política que tenemos que terminar de superar. Queremos culminar el cambio, pero sin dejar la tradición panista legislativa de colaboración y diálogo, no de sumisión.
En este tema reconocemos que la actual política exterior mexicana se adapta al nuevo entorno nacional e internacional en que nos toca como gobierno construir el México que prometimos y deseamos legar a nuestros hijos. La Cancillería ha logrado proyectar la imagen de un México democrático que busca se salvaguarden en el mundo los derechos humanos y en lo particular especialmente los de millones de mexicanos que viven en el exterior. Pero sabemos que se puede hacer más, podemos hacer juntos mucho más Legislativo y Ejecutivo, unidos, dando una imagen sólida, inteligente y heterogénea hacia la comunidad internacional.
Nos quedó claro, desde su anterior comparecencia, que tenemos que trabajar en conjunto y esta es la oportunidad de refrendar el compromiso mutuo de lograr para el ejercicio fiscal las partidas presupuéstales que la Cancillería requiere para cumplir con su cometido. Pero nos quedaríamos muy cortos si nuestro cometido se quedara en ese tenor, nuestro apoyo sería muy pobre. No solamente requerimos conseguirle recursos, esa relación Legislativo-Ejecutivo cuadrada y limitada, como este formato de glosa, tiene que quedar atrás. Nos debemos de proponer, como pares, juntar nuestras legitimidades para fortalecer la política exterior, la política de Estado que corresponde a un país democrático como el nuestro, uniendo su legitimidad académica, moral y filial en el tema a la nuestra, que proviene de las urnas, veremos que su labor y la nuestra será mucho más fructífera. Esta relación de iguales implica una doble responsabilidad: la del Ejecutivo de reconocer la existencia de un Congreso fuerte y la de nosotros los legisladores de reconocer que México y el mundo han cambiado.
Hoy tenemos un Presidente, un gobierno legitimado. Hoy tenemos un mundo que no está dividido en dos polos. Tenemos que dejar atrás esas visiones parciales y falsas. Tenemos que superar viejos paradigmas y viejas rencillas.
Hoy nadie pretende que entreguemos nuestro país, el Legislativo busca como corresponsable de gobierno que México sea proactivo, que ejerza su soberanía, no que la defienda de falsos enemigos. El enemigo no es país alguno, es la violencia cobarde, la destrucción fútil que es el terrorismo.
México no está en guerra, pero México no se esconde -como quisieran algunos- ante lo que es una tragedia y sigue latente como una amenaza mundial. Y culmino con un último párrafo: La diplomacia mexicana y los parlamentarios mexicanos, por lo menos los de Acción Nacional, no podemos regatear esfuerzo alguno para, justamente, por las vías institucionales, erradicar el terrorismo. Para unir esfuerzos, para hacer equipo, las puertas del Congreso están abiertas de par en par y de igual a igual.
(Aplausos)
- EL C. PRESIDENTE, DIPUTADO GUSTAVO CARVAJAL MORENO (PRI): Tiene la palabra hasta por cuatro minutos el diputado Augusto Gómez Villanueva, para formular su pregunta, del Partido Revolucionario Institucional.
- EL C. DIPUTADO AUGUSTO GOMEZ VILLANUEVA (PRI): Muchas gracias, señor Presidente.
Esta comparecencia tiene, sin duda alguna, una gran importancia para la vida de nuestro país. México requiere ahora de certidumbre y serenidad. De los hechos de su gobierno y de la actitud que asuma el mismo, mostrando a la nación que son hombres de Estado, podrán ganar y retener la confianza de nuestro pueblo.
Es un error que nosotros incurramos en este momento en actitudes que no contribuyan a que el pueblo de México tenga una información precisa sobre lo que está ocurriendo en el mundo y la verdadera posición de nuestro gobierno.
Pero mucho más grave es que para abordar este problema, cuando las voces de muchos mexicanos se refieren a su preocupación porque en los comentarios y declaraciones del Jefe de Estado y de la Cancillería, por voz de su secretario, se justifique que se viole a la Constitución General de la República.
Qué grave es que cuando el destino del país está en riesgo, se minimicen los principios que le han dado origen a la fortaleza y la integridad de esta nación, se ponga en duda su aplicación y sobre todo se pretenda abrir en este momento una discusión sobre éstos.
No es el momento de discutir si los principios que establece la Constitución y que han sido conquistados a través de tantos sacrificios y experiencias por el pueblo de México, podamos dejar de sostenerlos como nuestra columna fundamental para preservar la fuerza y la paz de esta nación.
Nos preocupa, señor Secretario, y retomo los comentarios de mi compañero que fijó la posición de nuestro partido, que para referirse a este tema hayan tantas voces en el gobierno; una declaración del Presidente, otra declaración del Secretario de Relaciones Exteriores y otra del Secretario de Gobernación. Esto sin duda alguna introduce confusión y duda en el pueblo de México.
Su polémica declaración del 13 de septiembre debe ser aclarada. ¿Por qué señalar que Estados Unidos tiene todo el derecho y toda la razón de buscar represalias, cuando su voz, señor Canciller, es la voz de México? No podemos hacer a un lado principios fundamentales de defensa por la paz y por utilizar los recursos del derecho internacional para abordar estas cuestiones.
Tan grave es la situación que la declaración del Presidente Fox, al brindar su apoyo incondicional llega a preocupar al pueblo de México para preguntar si ya declaramos la guerra, ¿a quién se la declaramos?, ¿por qué se la declaramos?, ¿a Afganistán?, ¿al mundo árabe?, ¿al Islam?, ¿al terrorismo?,¿ en abstracto a los terroristas? Esta cuestión tiene que ser debidamente aclarada.
Hay dos cuestiones más que quisiera señalar, señor Secretario. Una la declaración del Presidente Bush, en relación con su pronunciamiento de que quien no esté con Estados Unidos está en contra de él. ¿Cuál será para nosotros la repercusión? ¿Cuáles serán las represalias si México no se alinea?
Pero lo más grave es esto, y voy a terminar. No podemos hablar de aislacionismo alegando que debemos de incorporarnos a una nueva etapa. Y no podemos tampoco abrir la perspectiva ni de las bases militares ni del Ejército para contribuir con los ejércitos de los cascos azules o bien los requerimientos que se nos puedan hacer en el Consejo de Seguridad.
Estas cuestiones las dejo aquí, señor Secretario, para que nos haga usted el favor de ampliar sus comentarios en torno a cuestiones que hoy por hoy merece explicación el pueblo de México.
Muchas gracias.
-EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra el doctor Jorge Castañeda, hasta por ocho minutos, para dar respuesta.
-EL C. DR. JORGE CASTAÑEDA GUTMAN: Gracias señor Presidente.
Yo creo que hay una discusión, señor diputado Gómez Villanueva, que es interesante y creo que usted la ha planteado con toda claridad y de nuevo yo creo que es algo sobre el cual el Ejecutivo pediría orientación, porque es algo importante.
Como usted sabe diputado, los
principios a los que usted se refería, fueron incorporados a la Constitución en 1988.
Como usted sabe, a partir de esa fecha no ha habido resoluciones en Naciones Unidas sobre
el uso de la fuerza, sobre las cuales México haya tenido
que pronunciarse explícitamente ya que en el caso de la Guerra del Golfo no hubo
Resolución de la Asamblea ya que el Consejo de Seguridad se ocupó del asunto y no
éramos miembros del Consejo; de tal manera
que lo que podría ser la contraposición o la contradicción ó la compatibilidad de
nuestro compromiso con la Carta de las Naciones Unidas firmada en 1945 y aprobada como
Tratado por el Senado de la República y que prevé por supuesto el uso de la fuerza bajo
distintas modalidades, legítima defensa, artículo 7, artículo 51 etc. etc. y la
inclusión en la Constitución de los Principios a partir del 88.
No se ha dado un caso desde esa fecha
por razones aleatorias de la Historia, no ha sucedido así en que tengamos que resolver y
tengamos quiero decir Poder Legislativo, Poder Judicial en su caso y Poder Ejecutivo,
¿cuál es la relación entre estos dos preceptos? El principio de la Solución Pacífica
de las Controversias y el uso de la fuerza o el recurso de la fuerza por parte de la
Organización de las Naciones Unidas.
Obviamente la respuesta no es que todos
los miembros del Consejo de Seguridad son lacayos del imperialismo y que por tanto lo que
hagan o lo que no hagan no importa porque además de ser un poco insultante para los 15
países ó 14 países no Estados Unidos del Consejo, pues en ese caso debiéramos nosotros
retirarnos de las Naciones Unidas ya que no tiene sentido pertenecer a una organización
cuya máxima estancia está compuesta por títeres de otro país.
Es una
discusión muy importante, yo no tengo una respuesta definitiva aunque la
postura de la Secretaría de Relaciones es que por supuesto que no sólo no hay
incompatibilidad sino que al contrario la lógica de la inclusión de los principios en la
Constitución en 88 es su compatibilidad con los compromisos anteriores asumidos por
México y que es el conjunto de principios que están en los tratados internacionales
firmados por México junto con los principios incorporados en la Constitución los que
conforman la doctrina y los límites y las normas con las cuales el Ejecutivo tiene que
actuar en materia de política exterior.
A propósito de la declaración mía
señor Diputado del día 13 a la que usted se refería, como usted mismo dijo mi
declaración fue en el sentido de que Estados Unidos va a buscar o buscará represalias,
pues efectivamente las buscó, para eso armó todo este andamiaje legal en la ONU, en el
Consejo, en la Asamblea, en la OEA, en el TIAR,
en la OTAN e incluso en el Tratado del Pacífico Sur ANSUS que ya en realidad ni siquiera
existe.
De que sí buscaron represalias de esa
manera sí las han buscado, de que tienen derecho de buscarlas pues por supuesto que
tienen derecho de buscarlas, otros países tienen derecho de negarlas y en el Consejo de
Seguridad los otros 14 miembros tenían derecho de decir, esta Resolución que ustedes
quieren que se redacte de este modo y que diga esto, nosotros no estamos de acuerdo, esa
resolución no equivale a ejercer represalias y yo muy cuidadosamente dije buscar, no
ejercer, sí las buscaron, en efecto las han buscado, tenían y tienen el derecho de
buscarlas de la manera en que lo han hecho; tienen la razón, esa es una postura de
opinión, yo creo que sí, yo creo que un
estado atacado como lo fueron ellos el día 11 de diciembre, tiene razón en buscar el
andamiaje legal internacional, las coaliciones políticas, ideológicas, culturales,
mediáticas, internacionales para hacer justicia o hacer represalias, usted mismo, vuelvo
a leer si usted permite de nuevo el texto del Consejo de Seguridad exhorta a la Comunidad Internacional a que redoble sus esfuerzos por prevenir y reprimir los actos de terrorismo. Reprimir y represalias no son exactamente el mismo
término pero concordará usted conmigo, diputado, que hay una gran cercanía, son casi
sinónimos la represión y la represalia. Están
reprimiendo y es lo que dice la resolución del Consejo.
¿Cuál fue el sentido de esa declaración y en particular para
volver sobre un tema que en efecto creo que conviene señalar el de no regateo? Es importante que México, como ya se viene poco
a poco comprendiendo, se dé por sentado que por la postura internacional que ha adquirido
el país, por sus dimensiones, por su economía, por las transformaciones que ya se han
llevado a cabo en los últimos diez o quince años en México, por el mundo en el que
vivimos, por el 2 de julio, por lo que he llamado el cartel y el prestigio del presidente
Fox en el mundo, por un conjunto de factores, la voz de México efectivamente repercute,
yo no sé si se escuche, no me corresponde a mí decir si se escucha, sí puedo juzgar si
repercute o no, si tiene impacto afuera o no.
Y lo que yo me vi obligado a hacer y me sigo viendo obligado a
hacer y lo voy a seguir haciendo es, en efecto, hablar hacia adentro en México para
explicar lo que estamos haciendo definir nuestra posición, consultarla con el Poder
Legislativo y con los distintos sectores de la sociedad mexicana, pero también hablar
hacia fuera, ¿por qué?
pues porque ese es mi trabajo, para eso estoy, para definir
la postura del país y del Gobierno hacia fuera y eso tiene ciertas normas y ciertas
reglas.
Yo considero y con esto concluyo esta intervención, yo
considero que quizás hoy además de ser el decano de los ministros de Relaciones
Exteriores hoy en el mundo, el ministro francés Hubert de Bain (¿) es digamos -, una de las personas con quien
más quisiera yo, a quien más quisiera yo ceñirme en sus definiciones porque tiene que
lidiar con un presidente más bien conservador y un primer ministro de izquierda; porque tiene que lidiar con la tradición francesa
de independencia y la cercanía evidente con Estados Unidos a través de la Unión
Europea; porque tiene un gran bagaje
intelectual que yo no tengo pero que quisiera tener y por eso también me parece que su
postura es atractiva y bueno, cuando veo cinco días después de mi declaración que él
usa exactamente el mismo término no regatear el apoyo a Estados Unidos, pues
considero que por lo menos en lo que a mí se refiere, hice la declaración apropiada
hacia fuera.
Gracias señor diputado.
- EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra hasta por cuatro minutos,
para réplica, el diputado Víctor Manuel Díaz Palacios.
- EL C. DIP. VICTOR
MANUEL DIAZ PALACIOS: Con su venia señor
Presidente.
Señoras y señores diputados
Señor Secretario
Frente a la grave situación que hoy vive la comunidad
internacional, a raíz de los graves acontecimientos ocurridos el 11 del presente en los
Estados Unidos de Norteamérica, por más que se diga lo contrario es evidente que al
gobierno del presidente Fox le ha costado mucho trabajo observar los principios que en
materia de política exterior establece la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Usted, por su parte señor Secretario, ha hecho una serie de
declaraciones que en lugar de dar tranquilidad a los mexicanos en cuanto a la posición de
nuestro país en este conflicto, lo que ha logrado es confundir a la opinión pública
nacional por ser contradictorias y oponerse a la tradición diplomática de México.
Parece ser que una vez más, lo que ha sido muy común en esta
Administración, se han olvidado los fundamentos tan importantes para nosotros como la
autodeterminación de los pueblos, la no-intervención, la solución pacífica de
controversias, la prescripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones
internacionales, la igualdad jurídica de los estados, la cooperación internacional para
el desarrollo y la lucha por la paz y la seguridad internacional que deben ser los hilos
conductores de nuestra política exterior como claramente lo define la fracción X del
artículo 89 constitucional, disposición que no sólo surge por una idea del
constituyente sino como un resumen de las convicciones históricas de nuestro pueblo.
Esos principios, señor Canciller, son los que han dado
prestigio y respetabilidad a la política exterior mexicana, aunque tal parece que ahora
los responsables de esa política están empeñados en hacerlas a un lado para quedar bien
con intereses ajenos a los nuestros.
Por eso, señor Canciller, al asistir a esta cita de Relaciones
Exteriores queremos solicitarle concretamente nos explique el alcance de sus declaraciones
a la luz de los principios constitucionales a los que hemos hecho referencia.
Señor Secretario: México
se ha distinguido en toda su historia por mantener sus principios en materia de derechos
internacionales y su congruencia y su comportamiento en los diferentes foros y la actitud
de sus representantes, tanto ante Naciones Unidas, como ante sus organismos
especializados, así como en las diferentes representaciones regionales y sus respectivos
organismos, fue un logro importante para nuestro país y ha sido un dique ante las
presiones que hemos recibido al haber elevado a rango constitucional nuestros principios
básicos en materia de derecho internacional que por esta jerarquía de ubicación y por
antecedentes y razones históricos obligan a un comportamiento determinado a nuestros
jefes de estado, a nuestros gobernantes, al Presidente de la República, a la
Chancillería y a los agentes diplomáticos.
Aunque vengo a esta tribuna en réplica, no puedo dejar de hacer
dos preguntas:
La primera. ¿En qué calidad habla el señor Juan Hernández,
si como vocero de Los Pinos, si como vocero de la Cancillería o como coordinador de
eventos especiales de la Secretaría de Gobernación?
La segunda. ¿Podría
preguntarle yo, señor Canciller, estaría México y los demás países del mundo de
acuerdo en tirar bombas atómicas en algún país Árabe sin tener las pruebas fehacientes
de que participaron en ese acto terrorista? ¿Estaría
de acuerdo el mundo en una Guerra Santa Islam-Occidente?
Prudencia y sensatez, solidaridad, pero convocatoria a cuidar el
mundo.
Por sus comentarios, muchas gracias, señor Canciller.
-EL C. PRESIDENTE: Están inscritos para la segunda ronda de
preguntas, hasta por cuatro minutos, los siguientes ciudadanos diputados: Diputado Víctor Antonio García Dávila, del
Partido del Trabajo, diputado Francisco Agundis Arias, del Verde Ecologista, diputado
Emilio Ulloa Pérez, del Partido de la Revolución Democrática, diputado Lucio Fernández
González, del Partido Acción Nacional, diputado José Socorro Velásquez Hernández, del
Partido Revolucionario Institucional.
Tiene la palabra, hasta por cuatro minutos para formular su
pregunta, el diputado Víctor Antonio García Dávila, del Partido del Trabajo.
-EL C. DIPUTADO VICTOR ANTONIO GARCIA DAVILA (PT): Con el permiso de la Presidencia.
Compañeras y compañeros diputados;
Señor Secretario:
En su anterior intervención y con todo respeto me recordó a
don Mario Moreno Cantinflas. En vez de un francés también le quiero proponer a un
mexicano llamado Genaro Estrada.
Dado el profundo interés que tenemos por conocer con más
detalle la actuación de la dependencia a su cargo, el grupo parlamentario del Partido del
Trabajo procederá a plantear diversas cuestiones que creemos ameritan respuestas
particulares que contribuyan a clarificar los ejes de la política exterior de la
administración foxista.
Hemos dicho con claridad en nuestro posicionamiento sobre la
política exterior de la que usted es responsable, que en aras de innovarla hemos entrado
en incertidumbre el riesgo del entreguismo. Esta
nueva orientación parece ser el eje de la estrategia de cambio que requiere implementar
esta administración, lo que plantea una serie de desajustes en la medida en que las
distintas instancias de la política interior no parecen estar en sintonía con los
objetivos tan ambiciosos que la Cancillería está formulando.
Nuestra preocupación central es que como consecuencia del
estilo de negociación que la Secretaría que usted dirige ha adoptado, adoptemos
compromisos ante una potencia extranjera que nos obliga a contradecir nuestra Carta Magna
y lleven a México a envenenar la relación con los vecinos a las que nos atan siglos de tradición e historia comunes, una política
exterior por muy audaz que sea no puede suplir a la política interior, porque se corre el
riesgo de desarticular a la nación, ya que la lógica de las concesiones que pueden
imponernos por la desigual correlación de fuerzas pueden resultar altamente lesivas, no
sólo para la soberanía, sino para los prospectos futuros de desarrollo y equidad
nacionales.
Por tanto, señor Secretario, el eje de nuestro cuestionamiento
apunta no solamente al papel que está jugando la actual política exterior, sino a los
métodos empleados para abrir la negociación y conducirla a lo largo de los múltiples
escollos que obstruyen el camino.
Señor Canciller: La
principal interrogante atañe a la forma como se ha buscado ocupar un asiento en el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aduciendo que ello contribuirá a consolidar
los objetivos fundamentales de la nueva política exterior mexicana.
Las explicaciones hasta ahora ofrecidas por la Cancillería son
muy generales: buscar un papel más activo en la definición del futuro sistema
internacional. Aclarar las cosas a ese nivel deja un conjunto de dudas, sobre todo si
pensamos que en un mundo multipolar existen diversidad de oportunidades para ejercer una
enorme influencia si se está en el lugar adecuado y en el momento adecuado. Por ello queremos conocer de manera detallada,
ciudadano Secretario, cuál es el alcance para nuestro país de participar en el Consejo
de Seguridad, en términos concretos, ¿en qué nos beneficia?
Siendo México un país con profunda vocación pacifista y de
respeto a la autodeterminación de los pueblos, ¿para qué buscar ser parte de una
instancia que puede ser vista como injerencista?
Nuestras dudas tienen que ver con la manera de utilizar el poder
que derivaría de formar parte del Consejo de Seguridad en un momento en que México se
encuentra comprometido en una negociación con la potencia suprema del orden mundial, que
se ha distinguido por sus acciones intervensionistas en prácticamente todo el orbe.
Si existiera la intención de integrar la Carta del Consejo de
Seguridad dentro de una jugada de poder al servicio de una negociación pragmática,
corremos un riesgo muy grande como nación, ya que podríamos pisotear los principios de
no intervención que han sido el elemento más valorado de nuestra política exterior.
Señor Secretario: Dada la enorme complejidad de la negociación
que entraña buscar un acuerdo migratorio, no le queda claro a esta soberanía cuál es la
ruta crítica que está siguiendo el Gobierno de Vicente Fox en este asunto. Habiendo fracasado la visita del Presidente Fox,
ya que no se produjo un anuncio sobre un acuerdo inminente, es evidente que la estrategia
conjunta trazada por la Cancillería y la Presidencia está empantanada. Estamos por lo tanto ante una situación
dramática que exige respuestas inmediatas que protejan la vida de los trabajadores
migratorios, de modo que la Cancillería debe cambiar su enfoque y abrir el debate a la
opinión pública.
Por sus comentarios y respuestas, muchas gracias.
EL PRESIDENTE: Tiene
la palabra el doctor Jorge Castañeda hasta por ocho minutos.
EL SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES: Gracias diputado por haber vuelto a plantear, al
igual que alguno de sus colegas, el tema del Consejo de Seguridad, que es un tema
importante y al cual no había podido referirme anteriormente.
Yo creo que hoy más que nunca se ve la pertinencia, la lógica
para México de ser miembro del Consejo de Seguridad por tercera vez en su historia. La vocación pacifista o el tener principios de
política exterior no pueden ser un impedimento para ello, ya que en ese caso el conjunto
estaríamos decidiendo, estaríamos declarando que el conjunto de países que han sido
miembros del Consejo, miembros no permanentes del Consejo desde 1945, habrían carecido de
principios y de pacifismo, lo cual no es probable sobre todo tratándose de muchos países
vecinos y cercanos, como Brasil, como la Argentina, como Chile, etc.
Yo creo que es importante para México por dos razones: La primera es porque estamos hoy ante una
situación de construcción de un nuevo sistema internacional basado en una serie de
reglas, de normas, de principios que no son los principios ni las normas ni las reglas que
surgieron de la Segunda Guerra Mundial, que se inscribieron en la Carta de las Naciones
Unidas y que rigieron el sistema bipolar de la Guerra Fría que existió en el mundo hasta
1989.
Muchos piensan, pensamos que hoy tendríamos un mundo mejor si
aquellos principios, los de la carta, hubieran sido los que finalmente configuraran el
Sistema Internacional en el que vivimos, pero el mundo no siguió ese camino.
Que a nosotros nos parezca bien o mal, no viene mucho al caso. No siguió ese camino el mundo, desapareció el
bloque socialista, terminó la Guerra Fría, se vino abajo el sistema internacional
bipolar y lo que está sucediendo realmente en el mundo es la construcción de un nuevo
sistema internacional, basado en reglas ad hoc que se van construyendo tema por tema,
sector por sector, conferencia por conferencia. ¿En qué ámbitos?: Organización Mundial
de Comercio, conferencia de Río sobre Medio Ambiente, 1992 y el año que entra, en
Johannesburgo, Conferencia sobre Equidad de Género, Cairo, Beijín, etc. México
también- conferencias y convenios sobre
derechos indígenas; Conferencias y Convenios Sobre Desarme Convencional y Nuclear,
etcétera, etcétera.
La máxima instancia para todo ello son las Naciones Unidas, y
la máxima instancia de las Naciones Unidas es el Consejo de Seguridad.
México difícilmente puede participar en las demás
negociaciones con un papel de vanguardia, de audacia, de imaginación, de ideas, de
propuestas, si no asumimos la responsabilidad que nos toca como miembros de las Naciones
Unidas, como miembros fundadores de las Naciones Unidas desde 1945, de pertenecer al
Consejo de Seguridad cuando la rotación normal nos toca.
Concluyo con un ejemplo para luego atender su pregunta muy
pertinente, señor diputado, sobre el tema migratorio. Si hubiéramos sido miembros del
Consejo de Seguridad en esta ocasión, con esta resolución, pues hubiéramos tal vez
podido participar con ponderación, con mesura, con sensatez, con experiencia, con
tradición, en la redacción del proyecto de resolución que se aprobó y que al cual he
dado lectura en varias ocasiones.
Es igualmente vinculante para México, siendo miembros o no del
Consejo, porque ese se convierte en la legalidad internacional desde el momento en que el
Consejo lo aprueba sin vetos, es decir, desde el momento en que pasa a ser una resolución
del Consejo. Tenemos que cumplir con esa resolución siendo miembros o no del Consejo, es
igual, pero de haber sido miembros del Consejo podríamos participar en su redacción, en
su elaboración, en su negociación.
A mí me parece que México hoy, por su tamaño, por su vigor,
por su tradición, por su fuerza, debe estar en el Consejo de Seguridad, y recuerdo
si me permito simplemente recordar, al igual que lo hice ante la distinguida Cámara
de Senadores hace un par de semanas- que prácticamente todos los excancilleres o en vida
o que han tenido que enfrentar este dilema, en el momento de su responsabilidad, fueron
partidarios del ingreso de México al Consejo de Seguridad, con una muy distinguida y
notable excepción, don Manuel Tello; todos
los demás, los que fueron citados aquí a mucha honra, por cierto- García Robles,
Castañeda, Sepúlveda, Rosario Green, todos, absolutamente todos claramente fueron
partidarios del ingreso de México al Consejo de Seguridad.
Sobre el tema migratorio, rápidamente diputado. Yo no
considero, como usted podrá concluir, usted podrá suponer, que la visita del Presidente
Fox a Washington haya sido un fracaso. Y a juzgar por los comentarios que escuché o que
leí en México y en el extranjero, por parte de todos partidos y de todas las corrientes
de opinión, pues más bien fue considerada como lo contrario, como una de las visitas
más exitosas que haya llevado acabo cualquier Presidente, no sólo de México a Estados
Unidos, y en particular le puedo asegurar que no fue un fracaso en materia migratoria, ya
que en primer lugar logramos que se definiera un plazo para negociar y un plazo para poner
en práctica.
No está sellado en sangre, como es evidente, pero el compromiso
que se logró me parece que fue bastante sorprendente, al punto que cuando el Presidente
Fox lo lanza, lanza esta idea, pues mucha gente dijo, bueno, es que esto los americanos
nunca lo van a aceptar, y al día siguiente el Presidente Bush tal cual lo aceptó.
En lo que se refiere al fondo, a la ruta crítica que usted
menciona, pues vamos a seguir las negociaciones en torno a los cinco ejes o canastas o
capítulos que hemos definido, que definí en mi intervención inicial, vamos a negociar
los cinco simultáneamente. Creo que vamos a poder
empezar a negociar de nuevo muy próximamente.
Los mensajes que el Presidente Bush le ha enviado al Presidente
Fox en sus tres conversaciones telefónicas. Lo que a mí me ha dicho el Secretario
Powell, en las diversas ocasiones en que he tenido contacto con él después del 11 de
septiembre, nos indican que ellos quieren volver a la negociación muy rápidamente, que
este es un tema prioritario para ellos, y que vamos a emprender de nuevo las negociaciones
muy pronto. Pensamos que vamos a poder avanzar bien en todos estos temas, que ya estamos
muy cerca en muchos aspectos, mucho más cerca de lo que tal o cual declaración, de tal o
cual diputado o senador norteamericano
podría indicar.
Y, aunque no quisiera yo pecar de optimismo, yo si siento que si
no exactamente con los plazos definidos en Washington y a que sí ha habido
acontecimientos importantes que han tenido lugar después del 7 de septiembre cuado ese
compromiso fue asumido, en poco tiempo de diferencia podremos no sólo echar a andar la
negociación sino llegar a un muy buen acuerdo para los millones de mexicanos sin papeles
que están en Estados Unidos y para los cientos de miles o millones de mexicanos que por
desgracia durante los próximos diez o quince años van a seguir teniendo que emigrar a
los Estados Unidos por las características de nuestra demografía, de nuestra economía y
de nuestra vecindad con los Estados Unidos.
- EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra, por cuatro minutos, para
su réplica, el diputado Víctor Antonio García Dávila.
- EL C. DIP. VICTOR ANTONIO GARCIA DAVILA: Señor canciller: El
Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo considera que las respuestas presentadas por
usted son insuficientes y están ausentes los elementos que permitirían una discusión
integral del nuevo enfoque de la política exterior. Lo dicho por usted sigue reiterando
la idea y las expectativas que prevalecían antes de la visita del Presidente Fox a los
Estados Unidos, que dejó tan malos pero optimistas, para usted, los resultados.
Se soslaya la necesidad de
ofrecer una explicación amplia y detallada de los verdaderos determinantes de la
nueva política exterior, recurriendo al viejo expediente de tranquilizar a la población
y a los legisladores asegurando que sus intereses están en buenas manos.
El problema medular es que el Gobierno Federal y la cancillería
han emprendido una negociación necesaria pero que parece haber rebasado sobradamente su
capacidad. Cuando las pruebas de esa incapacidad son evidentes, ambos se encierran en un
esquema teatral previamente ensayado que sólo sirve para provocar alarma y confusión. El
Presidente y la cancillería deberían apelar a la opinión pública y abrir canales de
diálogo en el Congreso y con el Congreso para desatorar esa negociación. Al hacerlo se
abriría la posibilidad de replantear la política exterior, de modo que sea posible
capitalizar las oportunidades que ofrece pero al mismo tiempo superar los riesgos y costos
que trae aparejado. De no hacerlo así, el gobierno podría sufrir una formidable derrota
en los foros diplomáticos internacionales que tendría costos tan grandes como para
comprometer la transición a la democracia.
La lección que no debe olvidarse de este dramático trance es
que el futuro de una nación no puede construirse a partir de su política exterior. Un
país debe construir o reconstruir primero sus bases internas para estar en condiciones de
reposicionarse en la arena internacional.
Señor canciller: Han quedado muchos asuntos pendientes y sin
respuesta, pero como le hemos manifestado repetidas veces, los límites que impone este
formato de análisis del Informe Presidencial, son asfixiantes y limitan contra toda
evaluación y discusión profunda de esta crucial temática.
El eje de nuestra intervención fue que la política exterior
que usted propone representa una importante innovación pero que está gravemente
empañada por el estilo de negociación pragmática y elitista que ha minado sus bases de
apoyo.
El gobierno del Presidente Fox le ha transferido un papel
central a la política exterior frente a Estados Unidos, sin que exista compatibilidad con
la política interior que ha quedado atrapada en la decisión y la falta de voluntad
política.
Hicimos hincapié en que los reveses inevitable al negociar con
un país tan poderoso, tan complejo en sus motivaciones de intereses, puede representar un
costo tan grande que se comprometa la consecución de otras metas tan vitales de la
transición mexicana.
Hicimos un esfuerzo por presentar una evaluación objetiva en la
que evitamos recurrir a juicios descalificatorios. Animó
nuestro esfuerzo la idea de que había que contribuir de manera propositiva sugiriendo
alternativas pero también llamando la atención sobre los riesgos de no atender las
críticas. Lamentablemente la situación parece cada día menos esperanzadora, por lo que
queremos cerrar nuestra intervención haciendo un llamado a que se abra un nuevo capítulo
de la negociación en materia migratoria en la que el Congreso tenga capacidad de formular
alternativas y evaluar conjuntamente los
avances según se vayan produciendo. De no abrirse los espacios, corremos los riesgos que
ya hemos señalado.
Señor Secretario: En la primera parte de su intervención usted
señaló que los principios que rigen a política exterior son de 1988, que no son vigentes en las relaciones mundiales
actuales. Sin embargo son disposiciones constitucionales de observancia obligatoria para
todos. Al menos así se desprende de lo que señala
en el Artículo 128 que exige a todo servidor público la protesta correspondiente.
Son estos principios constitucionales los que usted debe acatar, no otros. El único
órgano facultado para reformar la Constitución es el Constituyente Permanente. Ustedes
deben tan sólo acatar las normas jurídicas y no recurrir a su argumento de que ya no las
aplican por no ser vigentes. Es cuanto.
- EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra por cuatro minutos, para
formular su pregunta, el diputado Francisco Agundis Arias, del Partido Verde Ecologista de
México.
-EL C. DIPUTADO FRANCISCO AGUNDIS ARIAS: Muchas gracias señor presidente. Señor Castañeda, vemos con mucha preocupación,
no sólo los legisladores sino todos los ciudadanos de este país, el rumbo que ha
decidido tomar usted en cuanto a la postura de México frente al exterior.
La política exterior no es una empresa transnacional, que firma
contratos con empresas en todas partes del mundo, y se maneja al gusto de una sola
persona. Es la representante de millones de
mexicanas y mexicanos, que requieren integrarse a un mundo globalizado de una manera
digna, en la cual puedan competir de manera eficiente.
La política exterior mexicana debe fortalecer nuestra capacidad
para proteger y defender los intereses de los mexicanos en el extranjero, parece que lo único que hemos hecho, es demostrar
ante los ojos del mundo, nuestro interés y gusto por las piezas arqueológicas y la
solidez que éstas presentan a través del tiempo.
Al Ejecutivo le parece apropiado,
prometer y ofrecer, fuimos a la casa de los norteamericanos, a vender la imagen de
una amistad entrañable entre nuestros gobiernos, basados en esta amistad, les pedimos se
resolviera entre otros el tema de interés común: el de nuestros hermanos migrantes.
Lejos de suscribir o desdeñar la ambigua postura que ha asumido
el gobierno mexicano frente a los atentados en Estados Unidos, le pregunto: ¿usted cree
que el gobierno mexicano se ha comportado como un amigo?
Señor Castañeda, ¿hacia dónde vamos?. ¿qué buscamos con la
nueva política exterior de nuestro país?, ¿qué cambios en esta materia se han
concretado hasta la fecha? Gracias.
-EL C. PRESIDENTE: Tiene
la palabra hasta por ocho minutos para dar respuesta el doctor Jorge G. Castañeda.
-EL C. DR. JORGE G. CASTAÑEDA GUTMAN: Si me permite, señor presidente, no quisiera
dejar pasar la oportunidad de hacer una aclaración a propósito de la intervención del
diputado García Dávila. No recuerdo haber dicho que los principios inscritos en la
Constitución en el 88 hayan dejado de ser vigentes, sí creo haber dicho que el mundo tal
y como existía, ya no existe hoy, los principios son los mismos, el mundo no es lo mismo,
su vigencia o no vigencia corresponde justamente a los diputados y senadores, que son
quienes conforman el Constituyente Permanente, que tal y cual como en el 88 incluyeron principios que
anteriormente no se habían incluido, podrán o no en su momento decidir, que hay que
incluir otros principios o ningunos o dejar esos. Pero
en ningún momento creo haber dicho que no estaban vigentes, lo que si es evidente es que
el mundo ha cambiado enormemente en estos trece años.
Señor diputado Agundis Arias, si México se ha comportado como
amigo, bueno, la mejor manera de saber si uno se comporta como amigo con un amigo, es
preguntándole al amigo, es la opinión al final de cuentas más pertinente.
Yo. hasta donde sé, por lo que me ha informado el presidente
Fox de sus conversaciones con el presidente Bush desde el día 11 de septiembre, hasta
donde sé por las conversaciones que yo he tenido con el Secretario de Estado Colin
Powell,
hasta donde sé por
los encuentros, conversaciones y negociaciones que los Subsecretarios de Relaciones
Exteriores han tenido con sus colegas en Estados Unidos, y lo que sé también de lo que
me ha informado el Embajador Juan Bremer en Washington, sobre la manera en que ha sido
percibida la postura de México, en su conjunto: declaraciones, mensajes cartas, gestos,
definiciones, votos, es decir, el conjunto de la postura de México, que no se limita a un
solo de sus componentes, sino que se conforma de varios elementos.
Hasta donde yo entiendo, la recepción, la acogida, la reacción
del gobierno de los Estados Unidos ante la postura del gobierno de México, ha sido de
agradecimiento, de reconocimiento y de una gran calidez.
Si ellos creen, que nos hemos comportado como amigos, me parece que el criterio es
importante.
Yo también por cierto así lo considero, pero si lo considerara
así y ellos no, habría un pequeño problema, sin embargo, no es el caso ahora, al
contrario, creo que en efecto, tanto nosotros como ellos pensamos, que ambos gobiernos han
tenido una relación de amistad cercana, estrecha, en estos días muy difíciles para los
Estados Unidos.
Tal vez otros no tengan esa opinión, pero yo sólo puedo
hablar, en primer lugar, por el Ejecutivo mexicano y sólo puedo hablar en lo que se
refiere al gobierno de los Estados Unidos, a partir de la información que yo tengo, que
es ésta que le acabo de mencionar.
Gracias, diputado.
EL C. PRESIDENTE.- Tiene
la palabra para su réplica, el diputado Francisco Agundis Arias por cuatro minutos.
EL C. DIP. FRANCISCO AGUNDIS ARIAS.- Señor Castañeda:
Esperemos que con la manera con la que se ha manejado en la
política interior de este país en los últimos años, no sea aplicada la política
exterior que quiere implementar a nombre de todos los mexicanos. Los mexicanos somos hombres y mujeres de historia,
de principios, nos basamos en el respeto y sí tenemos una verdadera y propia ideología.
Señor Castañeda, no cambiemos de ideología con respecto a
nuestra imagen y presencia en el exterior; no tomemos decisiones oportunistas que de nada
servirán para construir una política sólida a nivel internacional. Es momento de instrumentar una política exterior
con seriedad, que nos beneficie a todos y no sólo a unos cuantos.
Muchas gracias.
EL C. PRESIDENTE.- Tiene
la palabra para formular su pregunta por cuatro minutos, el diputado Emilio Ulloa Pérez,
del Partido de la Revolución Democrática.
EL C. DIP. EMILIO ULLOA PEREZ.-
Buenas tardes, compañeras y compañeros:
Señor Secretario Jorge Germán Castañeda Gutman:
No sólo el mundo ha cambiado, hasta usted ha cambiado en este
período tan corto; vea, de la izquierda ha pasado a la derecha más pura.
Segundo. Yo
quisiera comentar algo que me ha venido preocupando y que fue su declaración casi
permanente al inicio de lo que sucedió el día 11
Señor Secretario, ¿estas declaraciones fueron precipitadas o
simplemente asume plenamente que concibe que así es como debe comportarse la política
exterior
mexicana en torno a reconocer que el gobierno norteamericano
necesita hacer represalias y no debemos regatearle apoyo?
Esta es su posición. Con esto quiero
además decirle que evidentemente que nosotros condenamos absolutamente el terrorismo,
estamos en contra y defendemos al pueblo americano sobre esta situación; pero una cosa es
entender y otra es justificarla, señor Secretario.
Y mire: el 6 y el 7
de agosto del 45, el gobierno de Estados Unidos decidió detonar bomba atómica en
Hiroshima y Nagasaki. Ya llegaba a su fin la
segunda guerra mundial, y ahora sabemos que en la guerra de Vietnam también el Ejército
americano usó armas químicas, Nepal. No me
sorprendería que en esta Guerra Santa que anuncian contra el terrorismo, nos presenten al
enemigo y además no saben dónde está y la tentación de represalia indiscriminada es
permanente del gobierno americano.
Por eso, señor Secretario, en el uso de distintas armas que
además son proscriptas por Tratados Internacionales lo que son armas químicas,
bacteriológicas y nuclear. ¿Usted apoya que
se utilicen este tipo de armas por el gobierno americano en Afganistán o en cualquier
parte del mundo?, ¿esa es su
posición, señor
Secretario?, ¿eso es no regatear el apoyo al gobierno americano?
¿Qué pasó con la utopía desarmada, señor Secretario? Resulta que hoy ese libro que hablaba de que se
concluían los movimientos armados en América Latina, hoy resulta que encabeza usted
acciones mundiales en apoyo al gobierno americano.
Además, decíamos, en el sexenio anterior que había un ángel
de la dependencia: Gurría, y parece usted
que es el secretario de la botella; me recuerdo Ayes a
Helms (¿) cuando le sirvió su
botella de agua.
Señor Secretario, además quiero decirle que en el documento
del TIAF (¿) se comenta que el asunto del convenio, que por cierto ustedes han dicho que
estamos de acuerdo que hay que retirarnos, se plantea que debe ser el ataque de un Estado
contra otro Estado. ¿Usted me quiere decir,
señor Secretario, que ya conoce qué Estado atacó el 11 al gobierno americano? Porque pareciera ser que hay una confusión y
además usted nos invita ir a la guerra, señor Secretario.
No, yo le diría que nosotros no compartimos, es su guerra de usted, no la nuestra;
y además Mambrú que se vaya.
Por eso le quiero pedir, señor Secretario, que igual que
Salinas, hoy salió en los medios nacionales que periódicos internacionales están
diciendo que somos muy tibios porque no damos apoyo absoluto al gobierno americano. ¿Eso
es lo que le preocupa señor Secretario? ¿por eso su declaración de decir que hay que
seguir apoyando plena y absolutamente al gobierno americano? Yo no creo que sea eso lo
más sensible. Y además, recordemos que Salinas era muy sensible a ello y ahora pareciera
ser que usted sigue actuando de la misma manera preocupándole los medios internacionales
y no lo que piensan los periódicos nacionales.
Yo quisiera nada más terminar convocándolo a que hagamos de
esto un esfuerzo mayor señor Secretario y que su responsabilidad realmente lo sepa
cumplir. Muchas gracias.
-PRESIDENTE: Tiene
la palabra el doctor Jorge G. Castañeda, por 8 minutos para su respuesta.
-DR. JORGE G. CASTAÑEDA: Sí
señor diputado Ulloa, de nuevo obviamente es difícil para mí, compartir las
apreciaciones personales que usted hace, pero tomo nota de ellas con todo respeto y con
todo interés.
En lo que se refiere a la pregunta concreta de si la
declaración a propósito del "regateo" fue preparada o espontánea. El día 11 de
septiembre yo me encontraba junto con los otros 35 cancilleres latinoamericanos y del
hemisferio, en Lima, donde se firmó, se aprobó, la Carta
Democrática Interamericana. Ahí fue
donde nos pescó el atentado y como era bastante lógico, pues había una gran cantidad de
medios presentes en esa reunión, número de medios que creció exponencialmente conforme
avanzaba la mañana y avanzaban las noticias, etc.
Tuve la oportunidad de hacer -pues yo digo- una veintena de
declaraciones a medios nacionales mexicanos televisivos y de radio y de periódicos,
latinoamericanos y norteamericanos, durante esa mañana antes de poder salir de Lima y
dirigirme de nuevo a México.
El leit motiv , la declaración central de cada una de esas
declaraciones que hice fue: no es el momento de regatear apoyo a los Estados Unidos, es la
opinión del gobierno y es perfectamente legitimo que haya un partido de oposición que no
la comparta, es más, es lo propio de la democracia que una opinión de un gobierno pues no sea compartida por la oposición, sobre
todo si es una opinión que en un primer momento puede parecer polémica, costosa,
impopular, controvertida contra la corriente, aunque luego conforme avanzan los días
tanto la opinión pública medida a través de encuestas, etc., como los comentarios, pues
pueden ir variando. En todo caso no fue, créame usted, improvisada, espontánea, no
pensada. Se puede estar de acuerdo con ella o no, pero en todo caso fue algo muy meditada
y, como le decía antes, son términos que muchos de mis colegas han utilizado desde el 11
de septiembre en la mañana; colegas que, ministros de Relaciones de países o de
gobiernos que no creo que tengan una vocación menos pacifista, menos independiente, menos
principista que la nuestra.
En cuanto a su pregunta sobre las armas atómicas diputado, pues
mire, es a tal punto hipotética su pregunta, que yo preferiría, además de decir que
obviamente no, pero realmente no es una pregunta que en este momento aclare el debate, no
lo aclara porque no van a usar armas atómicas ni unos ni otros; ni bacteriológicas,
ni inbiológicas, ni químicas, ni nada. Yo no sé qué armas
vayan a utilizar, no me informan a mí de antemano cuáles van a utilizar. Pero en fin,
hay una cierta lógica en los acontecimientos. Hemos estado todos viendo en la televisión
los últimos días cuáles son los campamentos guerrilleros o de entrenamiento de Bin
Laden, en Afganistán. Hemos visto las características de la ciudad de kabul. Hemos visto
algunas de las cuevas donde podría haberse escondido Bin Laden, en algún momento. En
fin, no sé exactamente qué evidencia, qué elementos podrían llevarnos a pensar que
Estados Unidos se apresta a utilizar armas atómicas contra Afganistán o Irak o no sé
quién. Y me parece que este es el tipo de discusión que confunde las cosas como por
cierto, y tomaré este momento para insistir en ello, creo que la discusión sobre si
México participaría militarmente o no, en algún tipo de operación, es una falsa
discusión promovida por motivos que desconozco y por sectores que desconozco. Es una
falsa discusión. En la misma declaración a la que tanto se han referido usted y sus
colegas, el mismo día, en el mismo lugar, con la misma gente como diría la
cancióndije esa pregunta no viene al caso, no está planteada, no nos han
pedido ayuda militar, no hemos ofrecido ayuda militar y no vamos a dar ayuda
militar. La misma declaración, el mismo día, el mismo momento.
Yo creo que hay algunas discusiones que, aunque hipotéticas,
pueden ser interesantes desde un punto de vista intelectual, tal vez no contribuyen
necesariamente a aclararle a la opinión pública justamente cuál es la situación real. Me parece que ahí sí valdría la pena pues no
sé centrarnos en lo que no estamos de acuerdo pero que tal vez sí podemos estar de
acuerdo en que es pertinente.
A propósito de su pregunta sobre el TIAR, el artículo 8 del
TIAR estipula claramente que se trata de cualquier ataque armado extracontinental o
intracontinental; no menciona, el 8, que un Estado agresor.
Ataque armado creo que sí lo hubo en eso creo que sí podemos estar de
acuerdo que hubo un ataque armado a las torres gemelas en Nueva York y al Pentágono en
Washingtonde quién fue, en efecto no lo sabemos.
Nosotros, en el gobierno, todavía no lo sabemos. Pero el artículo 8 sí es muy
claro al respecto. El TIAR no sólo se invoca cuando hay un ataque armado por un Estado
agresor, sino que también cuando hay un ataque armado, a secas, o cuando hay cualquier
ataque que ponga en peligro la paz de América en el famoso lenguaje de la guerra
fría del Tratado que el Presidente Fox pretende denunciar, como lo comentó el 7 de
septiembre en la ciudad de Washington. Gracias.
EL C. PRESIDENTE: Tiene
la palabra el Diputado Emilio Ulloa, para su réplica.
EL C. DIPUTADO EMILIO ULLOA: Señor Secretario, al inicio de su
participación usted nos comentaba que la guerra americana era nuestra guerra. Por eso es
que hacía el comentario; ahí están las versiones estenográficas de sus declaraciones.
Pareciera ser que usted mismo permanentemente vive en la
contradicción constante, Señor Secretario. Primero defínase en torno a ello. No es nuestra guerra, hay que decirlo claramente.
Y esta es la opinión del gobierno que representa Vicente Fox o es la opinión del
Secretario de Relaciones Exteriores.
Por eso insistí tanto en este tema, porque usted lo comentaba.
Y después nos dice que nosotros no somos parte del conflicto. O sea, permanentemente se
vive en esto y yo creo que ahí los asesores deberían de colaborar más, Señor
Secretario, para que le precisen estos temas.
Y lo otro es: he platicado con algunos compañeros senadores
sobre lo que salió el día de ayer en la tarde y cuando el Gobierno Federal dice que
quiere reducir recursos para poder tener inversión en otras áreas y hoy nos sale el
Secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Germán Castañeda, diciéndonos que hay dos
subsecretarías más en su dependencia.
Esto qué significa. Seguimos en la lógica que una cosa es el
discurso gubernamental y otra es la búsqueda de chamba para colocar a gente que usted no
pudo hacerlo por la vía del Senado de la República.
Entonces, Señor Secretario, también asumamos responsabilidades
y si quiere dar chamba pues búsquele en otro lado, en este país no se colocan así las
gentes. Tiene que ser en una lógica de servicios. Y
además los perfiles que usted nos presenta en un caso no los cumple en lo más mínimo, y
no quisiera meterme a manera personal, pero ahí están los datos.
Cuándo se ha hecho un trabajo internacional de una de las
propuestas que usted hizo y que el Presidente de la República publicó el día de ayer,
que salió el día de hoy, perdón.
Yo, Señor Secretario, quisiera nada más convocarlo, si me lo
permite, porque sé que es un hombre tolerante, que escucha y además que tiene las
capacidades para comprender porque de repente por eso, cuando usted reflexiona, yo siempre
he dicho que usted reflexiona en francés, escribe en inglés y nos habla en español. Por
eso son tantas las grandes indefiniciones que tiene esa Secretaría de Relaciones
Exteriores.
Gritos en la sala.
Perdón, creo que hay un promotor ahí del Secretario.
EL C. PRESIDENTE. No,
al contrario, es suyo. Los diálogos no se
permiten, por favor.
- EL C. DIPUTADO EMILIO ULLOA PEREZ (PRD): Yo
quisiera pedir, compañeros, que aquí cada quien se defiende solo y no necesita porras,
Joel Ortega. Entonces yo sí quisiera
decirles a ustedes que, desgraciadamente, este Secretario no nos convence, no convence al
pueblo de México y desgraciadamente es un Secretario que no sirve a los intereses de lo
que hoy está buscando la sociedad y no es a través de encuestas como tiene que definir
sus opiniones, señor Secretario. Eso es en
otro espacio. Aquí es con el compromiso con
la gente, estar muy cerca de ella y estar además atento a la defensa de nuestro país.
Muchas gracias.
(Una voz en el salón: Inentendible)
- EL C. PRESIDENTE, DIPUTADO GUSTAVO CARVAJAL MORENO (PRI): Tiene
prohibida la participación cualquiera de los integrantes en las galerías. Le rogamos, si vuelve a participar, abandone mejor
el local.
Tiene la
palabra hasta por cuatro minutos el dipuado Lucio Fernández González, del Partido
Acción Nacional.
- EL C. DIPUTADO LUCIO FERNÁNDEZ GONZALEZ (PAN): Gracias,
diputado Presidente.
Señoras y señores Legisladores;
Señor Canciller,
Doctor Jorge G. Castañeda:
El mundo en
el que hoy nos encontramos es totalmente diferente al de hace 50 años, cuando lo que
imperaba era un mundo bipolar. Inclusive hace
10 años se estaba gestando un nuevo orden internacional, el cual hoy en día está
sufriendo modificaciones que tendrá consecuencias en todas las regiones del mundo.
Los
diputados del Partido Acción Nacional coincidimos en que México debe dejar de ser un
simple espectador y debe pasar a ser un país con una política exterior activa y
proactiva. Dejar la política del avestruz: no esconder la cabeza ante los problemas
internacionales. Esta actitud se está
reflejando en los cambios de la relación bilateral con los Estados Unidos y el interés
de participar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El cambio de
tener una política exterior más dinámica y participativa implica tener beneficios, pero
también implica asumir las responsabilidades constitucionales en esta materia.
En Acción
Nacional vemos con optimismo la política del Presidente Fox para promover los intereses
de nuestro país en el extranjero, que lo han colocado en una situación de reconocimiento
internacional. Sabemos que los esfuerzos no
han sido suficientes, que habrán de hacerse más y estaremos con ese programa.
Señor Canciller:
Usted se
encuentra ante esta soberanía por mandato constitucional para informarnos acerca de la
política exterior gestada por el actual gobierno federal, por lo que le solicitamos nos
amplíe el informe de los avances en las relaciones con otras regiones como lo son: la Cuenca del Pacífico, el Medio Oriente, la
Unión Europea y con la misma América Latina. ¿Existirán
en esas relaciones algunas modificaciones a raíz de los acontecimientos ocurridos el
pasado 11 de septiembre?
Por sus
respuestas, gracias.
- EL C. PRESIDENTE, DIPUTADO GUSTAVO CARVAJAL MORENO (PRI): Tiene
la palabra el Doctor Jorge G. Castañeda, hasta por ocho minutos.
- EL C.
DOCTOR JORGE G. CASTAÑEDA GUTMAN, Secretario de Relaciones Exteriores: Gracias, señor Presidente.
Solo un
breve comentario en relación a la intervención anterior del diputado Emilio Ulloa, de
acuerdo con la versión estenográfica y también con mi propia memoria, señor Diputado. Dije: El
conflicto es nuestro No dije: La guerra americana es nuestra guerra. No es la versión que me dicen a mi, pero si usted
la tiene, encantado de recibirla. Creo que
la versión estenográfica lo que dice es: El
conflicto es nuestro
Y no
recuerdo haber pronunciado las palabras guerra o americana o
es nuestra guerra. Por tres
razones:
No es
guerra, es un conflicto.
Segunda
razón. Porque no es americana. Podría yo volver a leer las resoluciones del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y de la OEA, pero creo que ya sería un poco
reiterativo. En todo caso lo que suceda será
bajo el mandato de las Naciones Unidas y de la OEA. Por
tanto no es una guerra entre comillas, americana entre comillas. En cuanto al conflicto, sí considero que también
es nuestro conflicto por las razones que efectivamente expuse al principio.
Creo que la
precisión en el lenguaje, a la que tanto se han referido varios de sus colegas, es en
efecto una virtud deseable en todos estos menesteres.
A propósito del tema que planteaba el diputado Fernández
González sobre la relación con el resto del mundo a raíz de estos acontecimientos, con
América Latina es complicado, es decir, vimos cómo hubo un reflejo de cierto automatismo
por parte de los países de América Latina, que es un automatismo lógico, comprensible,
para el cual existen tradiciones no sólo de apoyo. simpatía y acercamiento con Estados Unidos, sino incluso de
invocar un instrumento como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, que no
había podido ser invocado por un país latinoamericano, a saber la Argentina, en 1982,
cuando la guerra de las Malvinas, porque justamente la relación de uno de los estados
signatarios del Tratado, los Estados Unidos, era más estrecha con otras de las partes del
conflicto de las Malvinas.
Yo creo que vamos a hacer un esfuerzo muy grande por mantener el
consenso latinoamericano sobre estos temas y sobre todo para mantener la estrechísima,
excelente y muy fluida relación que el Presidente Fox ha podido establecer con los
gobiernos y los presidentes de América Latina y, en particular, por un lado de Venezuela
y de Colombia, con miras hacia el conflicto en Colombia, cuya intensidad es cada día más
preocupante y, por otro lado, con miras hacia
esta convergencia paradigmática que existe con los presidentes, Lagos, de Chile; De la
Rua, de la Argentina, y Cardoso, de Brasil, en términos del tipo de enfoque, de visión
del mundo que esos tres países y nosotros tenemos.
Yo creo que se va a seguir pudiendo trabajar muy de cerca. Es evidente que la situación en Argentina ha
estrechado el margen. Es evidente que el Presidente Cardoso ya está entrado en su último
año de gobierno y que también enfrente situaciones económicas difíciles; va a
dificultar un poco este acercamiento. Y es evidente también que nuestro interlocutor
privilegiado en América Latina, como lo fue desde el primer viaje del Presidente electo
Fox, desde el primer día de funciones como presidente, es Chile.
Nuestro interlocutor privilegiado más cercano en América
Latina, por muchas razones y sin demérito de la relación con otros países en América
Latina, es Chile, por muchas razones históricas, culturales, ideológicas, políticas, y
vamos a estar en estrecha consulta constantemente con Chile en todos estos asuntos por
venir en esta materia de la crisis actual y de otras.
Con Europa vamos un poco a medir cuál se la situación ahora en
el próximo viaje que va a realizar el Presidente Fox a Europa entre el 10 y el 18 de
octubre, si el Senado de la República le otorga el permiso para así hacerlo. Va a tener
la posibilidad el Presidente Fox de entrevistarse con varios jefes de gobierno o de estado
en Europa, para ver cómo están viendo ellos la situación, el conflicto en Medio
Oriente, cómo están viendo la postura de los Estados Unidos, cómo están viendo la
postura de México y yo creo que va a ser un viaje muy provechoso en ese sentido y a
partir de ahí podremos ver si ha tenido consecuencias esta crisis en la relación el
relanzamiento de la relación con Europa o no.
Honestamente en este momento no podría darle yo una respuesta
más precisa, porque sí todo está en cambio, en flujo, en movimiento en Europa en este
momento. Yo tengo la impresión, sin embargo, que las aguas van a volver a su cauce muy
pronto y que vamos a poder seguir trabajando muy estrechamente con la mayoría de los
países de la Unión Europea, como lo hemos venido haciendo durante estos nueve meses.
Gracias diputado.
-EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra por cuatro minutos, el
diputado Eduardo Arnal.
-EL C. DIP. EDUARDO ARNAL PALOMERA: Con su permiso, señor
Presidente.
Señor Secretario Jorge Castañeda; señores miembros del
presídium; compañeros y compañeras diputadas: En todo sistema democrático existen
consensos y disensos. En toda democracia se
puede aprobar, se puede acordar o se puede estar en desacuerdo con determinadas posturas,
posiciones o decisiones.
México no es una excepción.
Aquí en nuestro país se han escuchado algunas voces que probablemente basadas en
agravios históricos, tal vez no superados, o tal vez en dogmatismos, tienen una visión
de un necesario avasallamiento y sumisión ante los vecinos del norte.
Nosotros creemos que esto debe de cambiar,
lo que es un hecho es que todas las fuerzas políticas inclusive las que estamos
representadas aquí en el Congreso de la Unión hemos
condenado el terrorismo y hemos dado muestras de apoyo solidario con el pueblo
norteamericano.
Tenemos que dar origen a una nueva etapa
de colaboración entre las naciones, hay un viejo dicho popular que dice si te ves
pequeño , serás pequeño; si te ves grande,
serás grande, algunos insisten en que nos veamos pequeños pero es tiempo señor
Secretario de que usted asuma el compromiso, no nada más de que nos veamos grandes sino
de que nuestro país pueda evolucionar y pueda crecer como nación para precisamente ser
grande y llevar una relación digna , de frente y en un plano de igualdad no sólo con los
estados Unidos de Norteamérica sino con todas las naciones de la tierra.
Nosotros hemos pedido el apoyo a los
Estados Unidos en el pasado cuando hemos tenido problemas serios y basta recordar la
crisis de 1995; ahora que ellos tienen problemas se abren amplias discusiones sobre
apoyarlos o no. Usted ya ha mencionado las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas y la Resolución de la Organización de los Estados Americanos las cuales
dan un sustento jurídico al apoyo a dicho país; sin embargo hay que diferenciar y en una
total concordancia con nuestros principios en materia de política exterior, lo que es un
conflicto internacional de lo que es un acto criminal, es por eso señor Secretario que lo
exhortamos en estricto apego a esos principios plasmados en nuestro Artículo 89 Constitucional a mostrar la solidaridad
nacional en estos momentos difíciles y apoyar a toda acción que dentro de la legalidad ,
dentro de la legalidad sirva para que los orquestadores de estos actos sean presentados
ante la justicia.
Señor Secretario, es necesario
consolidar ese nuevo impulso a las relaciones internacionales, es una tarea compartida no
solamente del Poder Ejecutivo sino también del Poder Legislativo en el cual aquí nosotros tenemos el compromiso
por nuestra parte de elevar precisamente el nivel del debate y del discurso parlamentario
y que más allá de cuestiones particulares, más allá de calificativos, empecemos a
pensar en que debe imperar una visión de estado que sepa distinguir los verdaderos y
auténticos intereses nacionales.
Esperamos, señor Secretario que usted
cumpla con la parte que le corresponde.
Muchas gracias. (aplausos)
-EL C. PRESIDENTE. Tiene la palabra ,
por 4 minutos, el diputado José Socorro Velázquez Hernández, del Partido Revolucionario
Institucional para formular su pregunta.
-EL C. DIPUTADO JOSE SOCORRO VELAZQUEZ
HERNANDEZ.- Señor Presidente, señoras y señores Diputados, señor
Secretario, bienvenido a la parte incómoda del cumplimiento de su responsabilidad, no voy
a hacerle por supuesto señalamientos personales porque ya entendí que no hay
convergencia posible.
Creo señor Secretario que como usted ha
dicho aquí, todos los amantes de la paz estamos consternados por los actos terroristas que
afectaron no solamente a los Estados Unidos sino a todo el mundo, pero también estamos
preocupados por la posibilidad de que sean origen de otro tipo de terrorismo que
disfrazado de justicia también afecte a seres humanos inocentes e indefensos.
Deseamos dejar muy claro, por encima de
cualquier consideración, que estamos con el pueblo de los Estados Unidos en estos
momentos difíciles y apoyamos a su gobierno en sus legítimas demandas de justicia, pero
de ninguna manera aceptamos la falsa
disyuntiva planteada por usted de que o apoyamos a los Estados Unidos o asumimos las
consecuencias, aunque de alguna manera todos hayamos sido afectados, tampoco estamos de
acuerdo, señor Secretario, de que el conflicto
sea nuestro.
En torno a este gravísimo problema
usted ha dicho lamentablemente una cosas y el Presidente Fox ha dicho otras, eso es lo que
nos preocupa; congruente con las contradicciones características de un gobierno que
ofreció acabar con la presidencia imperial y que se inauguró con Versallesca cena en lo que fue la sede del Imperio, ayer el
Presidente ofreció su apoyo incondicional a Estados Unidos pero afortunadamente
condicionándolo a la legalidad, al respeto a los derechos humanos y a la vocación
pacifista de México, ¡Qué bueno que así haya sido!.
Pero nos parece muy
delicado señor Secretario, que en su oficina se diga una cosa y en Los Pinos otra, al
respecto le pregunto concretamente: del
Presidente hacia usted, ¿no hay coordinación
o de usted hacia el Presidente no hay
subordinación?, señor Secretario.
Ya de alguna manera se explicó la posición de México frente
al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, ojalá que usted nos pueda decir
además si esta posición de México tiene alguna relación con los esfuerzos desplegados
por la cancillería para nuestra participación posible en el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas, y esa sería otra pregunta.
También quisiéramos que nos dijera, en otro tema internacional
al respecto, qué nos puede decir sobre la posición de México en relación con la Corte
Penal Internacional o sobre lo que dicen los medios acerca de una iniciativa que muy
pronto será enviada a esta soberanía por parte del Ejecutivo.
Por otra parte, señor Secretario, durante la visita del
presidente Fox a Estados Unidos, se mencionó con sobrada razón aunque a nuestro juicio
con evidente poco realismo en cuanto a plazos, la necesidad de un acuerdo migratorio. Ya usted explicó, acertadamente a mi juicio, lo
que está haciendo al respecto la Cancillería al haber variado las condiciones de esta
relación con Estados Unidos sobre el particular, pero de todas maneras quisiéramos que
usted insistiera en que a pesar de que las condiciones han cambiado y ha cambiado el mundo
a partir del 11 de septiembre, la posición de México fuera firme en la defensa de
nuestros migrantes.
Finalmente señor Secretario, nos gustaría que se llevara una
reflexión de esta comparecencia. Sería
bueno que junto con nuestra absoluta condena al terrorismo también exhortáramos a la
comunidad internacional para que mediante un análisis riguroso se revisaran las
políticas que si no han sido causa, sí cuando menos han sido pretexto para la
realización de actos terroristas que todos condenamos.
Ciertamente, como usted lo ha expresado: a nuevas realidades, nuevas prioridades y nuevas
reglas pero mientras no las construyamos, atengámonos señor Secretario al mandato
constitucional.
Finalmente señor Secretario, su errorsario (¿) es amplísimo
pero bienvenidas sus rectificaciones. Los
sabios cometen errores pero también los corrigen.
- EL C. PRESIDENTE: Tiene la palabra el doctor Jorge Castañeda,
hasta por ocho minutos.
- EL C. SECRETARIO
DE RELACIONES EXTERIORES: Mire señor
diputado, no es la parte incomoda en lo más mínimo;
no solo es obligación sino francamente me parece que es interesante, es útil, es
importante en todo caso para la Secretaría de Relaciones tener esta comunicación que ha
sido constante, estrecha, fluida, con la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara
de Diputados, con la Cámara en su conjunto y con el Senado, entonces no es incomoda,
créame, a mí este tipo de discusiones me parecen intelectual y políticamente muy
estimulantes y las disfruto enormemente.
Falsa disyuntiva, diputado, yo no c reo que sea falsa creo que
es indeseable, creo que es injusta, creo que sería deseable que fuera evitable pero no
creo que sea evitable, yo creo que es la disyuntiva.
Efectivamente o apoyamos a Estados Unidos en los términos de las resoluciones del
Consejo de Seguridad y de la OEA, o asumimos las consecuencias de no hacerlo. En efecto, no creo que sea una falsa disyuntiva,
una disyuntiva absolutamente meridiana en su claridad, una transparencia incontrovertible.
Nos puede no gustar como disyuntiva, ese es otro asunto. Me parece injusta pero bueno, es una de
las consecuencias y vuelvo al tema que me parece absolutamente fundamental, si me permite
diputado, enfatizarlo el mundo cambió en 1989, de un mundo bipolar pasamos a un mundo de
una sola superpotencia; hay muchos a los que
no nos gusta eso pero aunque no nos gusta esa es la realidad, ese es su mundo de
hegemonía norteamericana, es un mundo de una sola superpotencia.
Esa es la realidad del mundo actual. ¿Va a cambiar?
Sí. ¿En qué dirección? Yo
no sé pero esa es la realidad en la que tenemos que hacer política exterior al día de
hoy.
Comunicación entre el Presidente y la Secretaría. De nuevo señor diputado, le reitero si usted
examina el hilo conductor, la declaración del Presidente el primer día; la carta al presidente Bush; mis declaraciones los primeros días; el comunicado del Gobierno muy claro, consultado con el
Senado de la República, que resume perfectamente bien la postura del gobierno en esta
materia, parte por parte nuestra postura en relación al Consejo de Seguridad, en
relación a la OEA, en relación al TEAR en relación al consenso latinoamericano, en
torno a todos estos temas, yo creo que hay
una perfecta identidad de puntos de vista y no podría ser de otro modo porque el
Presidente es el que decide y dirige la política exterior del país, yo simplemente soy
un Secretario que hace el trabajo que el Presidente me indica y me ordena y por tanto no
veo ni motivo, ni raíz o razón de algún tipo de discrepancias.
De nuevo insisto, se puede no estar de acuerdo con esa línea,
eso es otro asunto, pero creo que es una línea muy clara y por cierto cada vez más
aquilatada y comprendida por la opinión pública e incluso por lo que el Presidente llama
el círculo rojo.
En lo que se refiere al TEAR y en relación con el Consejo de
Seguridad, en realidad son dos cosas muy separadas, nosotros sí pensamos que es muy
importante que podamos adelantar la
celebración de la conferencia Interamericana de Seguridad que estaba prevista para el
2004, lo planteamos, lo planteó el Presidente su discurso en Washington, lo hemos vuelto
a plantear, lo plantee yo en mi intervención ante la OEA el viernes pasado, es muy
importante hacerlo, justamente porque es evidente que los mecanismos de seguridad
existentes en el hemisferios, como el TEAR no sirven porque las amenazas a la seguridad
hoy, las nuevas amenazas a la seguridad no son las de antes, no es una potencia extra
continental que tiene un ejército, que tiene
una ideología, que tiene una bandera, que tiene una postura y que viene y que amenaza,
en teoría a un país de la región, son las nuevas amenazas a la seguridad,
cuáles son, pues son el crimen organizado trasnacional, el terrorismo, la corrupción, el
narcotráfico, las enfermedades incurables, los desastres naturales recurrentes, etc.
Entonces me parece que por ese motivo lo de la denuncia del TEAR
así ha sentido deshacernos de lo viejo que no sirve para poder construir algo nuevo y lo
del Consejo de Seguridad es algo totalmente diferente, que además los votos
latinoamericanos ya están definidos, ya están claros, no había mucho que hacer al
respecto y los votos de los cinco miembros permanentes del Consejo también están ya
claros.
Corte penal internacional, un asunto de enorme importancia,
señor diputado, creo que es quizás el tema internacional, convenio internacional más
importante que se tendrá que estudiar y en su caso ratificar por parte del Senado y del
Congreso por una vía indirecta, en por lo menos esta Legislatura.
Como usted sabe, el Presidente Zedillo firmó al referéndum el
estatuto de Roma en Nueva York el año pasado, a instancias de su Secretaría de
Relaciones Exteriores, Rosario Green, y por convicción propia Como usted sabe para poder
ratificar el Estatuto se requieren de algunas modificaciones a la Constitución después
de una larga consulta dentro del gobierno
incluyendo con las Fuerzas Armadas y después de cabildeos iniciales con las bancadas de
los partidos en el Senado donde va primero.
Se decidió que la reforma sería al artículo 21, esa es la
reforma constitucional que se va a proponer, y si se enviara, como yo espero que se haga
esta iniciativa de modificación constitucional al Senado, y si el Senado la aprobara,
entonces ya se pasaría a la ratificación por parte del Senado. Si la modificación constitucional por el Senado y
la Cámara fueran aprobadas, se pasaría a la ratificación por parte del senado.
Le damos una enorme importancia a esto, sólo daría una razón
adicional a todas las que hay.
Si supusiéramos un segundo, que Estados Unidos hiciera lo que
todos yo creo que quisiéramos que hiciera, a saber que encontraran a este señor Bin
Laden, entraran cien paraicadistas americanos, lo capturan, lo suben a un avión y se lo
llevan, presentan pruebas de que efectivamente fue él. ¿A dónde se le va a juzgar? ¿En
qué tribunal? ¿Tribunal americano? Crearía enormes dificultades en el mundo árabe, en
el mundo del Islam. ¿En un tribunal islámico? Jamás lo aceptaría la sociedad
norteamericana. ¿En dónde se le va a juzgar? ¿Crear nuevamente un tribunal ad-hoc para
juzgarlo, como en el caso de Ruanda y la ex
Yugoslavia, como el caso de Milosevich? Bueno, se puede indefinidamente ir creando
tribunales ad-hoc pero todo parece indicar que sería más sensato que ya existiera una
Corte Penal Internacional donde casos como este se pudieran resolver. Es el propósito de la Corte Penal Internacional,
es la lógica del Estatuto de Roma y es la lógica de la decisión del Gobierno del
Presidente Fox de buscar, tanto la modificación constitucional necesaria y previa, como
la ratificación del Estatuto por el Congreso, si es posible en este periodo de sesiones,
y si no, cuando sea factible hacerlo.
EL PRESIDENTE: Tiene la palabra hasta por cuatro minutos el
diputado Efrén Leyva Acevedo, del Partido Revolucionario Institucional.
EL DIP. EFRÉN LEYVA ACEVEDO:
Señor Presidente, señor Presidente, compañeros diputados:
Creo que a muchos diputados no nos han convencido las
respuestas, porque las expresiones y dicen siempre que forma es fondo- no podemos
aceptar nosotros que si no nos adherimos a los Estados Unidos nos atengamos a las
consecuencias. Yo creo que las expresiones pueden ser, y queremos y deseamos que sean más
diplomáticas, no unas expresiones amenazantes que tiendan a preocupar aún más a la
sociedad.
Es cierto, y yo insisto también y me solidarizo con varios de
los diputados que han hecho uso de la palabra, el conflicto no es nuestro. Nos preocupa,
nos solidarizamos con el pueblo estadounidense, que
ha sufrido este grave conflicto, pero no es un conflicto nuestro. Que si bien es
cierto que habrá de tener repercusiones serias para nuestra economía, para nuestra vida
cotidiana, es cierto, los habrá de tener, pero no es un conflicto nuestro. Por fortuna no
sucedió en México.
Quedamos expuestos ante las posibilidades como usted lo
afirmaba- que pueda pasar en cualquier lado y en cualquier momento. Yo tengo en mi poder algunas preguntas que habíamos preparado
para hacerlas, pero no quiero hacerlo, quiero cerrar esto con algún señalamiento
particular, porque es cierto, mi compañero del Partido Acción Nacional que concluyó en la réplica fue muy
claro, y comparto yo casi en su totalidad el documento que dijo, porque es el momento de
buscar consensos para ir sumando nuestra voluntad a la resolución de problemas y no venir
simplemente a señalar los errores que nos han enfrentado permanentemente. Pero no podemos aislarnos.
Tengo aquí un documento que se llama La Transición
Democrática en México, que es una conferencia que dictó el doctor Jorge G. Castañeda
el viernes 11 de mayo del 2001, con motivo del XXV Aniversario del Diario El País, en
Madrid, y en ellos hace usted unas aseveraciones se me antoja decir- muy temerarias.
En ellas dice, por ejemplo: el legado
más pernicioso del autoritarismo priísta no es la represión, sino la corrupción.
Creo que el autoritarismo priísta al que se refiere usted era
toda la administración que durante más de 70 años estuvo gobernando este país. Y hablamos desde los funcionarios menores hasta
los diplomáticos, en los que una gente muy cercana a su familia participó en él. ¿Es
entonces también parte de la corrupción a la que se refiere el autoritarismo priísta? Creo que no se vale.
Sin embargo no queda ahí eso.
Más adelante habla usted también de ajuste de cuentas, de ajuste de cuentas que
habría que hacer, pero inmediatamente después de esa reflexión de ajuste de cuentas
habla de pactos fundacionales y habla de responsabilidades compartidas. ¿Cómo vamos a
hacer pactos, cómo vamos a hacer responsabilidades compartidas, cuando tenemos esas
expresiones agresivas y hasta groseras?
Yo creo que es el momento de acabar con eso, es el momento de
que entendamos que hay una diplomacia a la que tenemos que entender y que tenemos que
expresar, pero no podemos caminar nosotros con esto, porque entonces aquellos pactos a los
que vino a decir aquí el Presidente Fox el día primero de septiembre, y que todos los
partidos y todas las fracciones parlamentarias estuvimos de acuerdo, pero que
inmediatamente en la primera gira que hace en Washington, en el Congreso de la Unión,
ofende a los invitados que llevaba. Entonces no es posible que continuemos ahí.
Concluyo simplemente que me sorprendió mucho que fueran
respuestas a medias, que yo creo que debemos de tener la disposición de que podamos
entendernos para seguir caminando. Porque hoy me voy yo con una idea muy clara: hoy
resultó que el señor Canciller de México, es clarividente. No va a haber bombas
atómicas, no va a haber bombas químicas, y entonces eso nos debe dejar muy tranquilos
porque que esa va a ser la nota de mañana, la guerra va a ser a lo mejor de a pellizcos. Muchas gracias. (aplausos)
- EL PRESIDENTE:
Tiene la palabra el doctor Jorge Gil Castañeda, hasta por diez minutos.
- EL DR. JORGE G. CASTAÑEDA: Gracias, señor Presidente. Antes
de pronunciar una..., hacer una serie comentarios que quisiera realizar a título de
conclusión, tres o cuatro precisiones puntuales.
Diputado Leyva Acevedo, de nuevo, si recuerdo bien, tanto en la
declaración que hice el día 13 como en los comentarios que he hecho a lo largo de esta
comparecencia, aquí siempre me he referido a buscar represalias, no ejercer represalias, y creo haber dado una explicación más o menos
detallada tanto de la diferencia entre una cosa y la otra, y de la pertinencia de la
diferencia. Y me permito simplemente volver a subrayar, el término utilizado fue
buscar no ejercer, y creo que la diferencia sí es muy importante.
El discurso del país, diputado. En efecto, yo planteo una
disyuntiva o ajuste de cuentas o pactos fundacionales, y está muy claramente expuesto en
el documento.
Yo creo que es una decisión, como lo planteé en aquel momento
y en varias intervenciones subsiguientes, que el gobierno del Presidente Fox en algún
momento y la sociedad mexicana deberá decidir cuál de las dos vías quiere seguir. Es
una decisión que no me corresponde a mí tomar, pero sí creo que me correspondía junto
con muchos otros miembros del gobierno, plantear claramente la disyuntiva, el debate, la
discusión, pero sí creo que está muy claramente expuesto que es o una o la otra, no
ambas al mismo tiempo porque en efecto parece difícil hacer las dos simultáneamente como
usted con toda razón lo planteó.
Y una pregunta del diputado Díaz Palacios, a propósito de Juan
Hernández, que no tuve la oportunidad de responder a ella. No es vocero ni funcionario de
la Secretaría de Relaciones Exteriores, si
lo es o no de la Secretaría de Gobernación yo creo que lo conveniente sería
preguntárselo a la Secretaría de Gobernación. El es el titular de la Oficina en la
Presidencia de Defensa y Atención de los Migrantes en los Estados Unidos, hace una espléndida labor, sobre todo en
lo que se refiere a las cuestiones de remesas y de educación, se concentran en esas dos
tareas en coordinación con la Dirección General de Atención a Comunidades Mexicanas en
el extranjero en la Secretaría de Relaciones Exteriores, como usted sabe, desde hace
muchos años existe una Dirección General de Atención
a Comunidades Mexicanas en el Extranjero, en la Secretaría de Relaciones
Exteriores y que funciona bastante bien y se coordinan con cierta elegancia y eficiencia,
tanto Juan Hernández como esta Dirección General.
La diputada Spezia cuando citó la carta a propósito de la
información o no sí quisiera leer entero las frases pertinentes, me parece que había
algunas palabras que quizá no se escucharon con toda la claridad:
El Ejecutivo no tiene obligación jurídica de informar al Legislativo ex
ante,
-subrayó ex ante- es decir con anterioridad, sobre las acciones de
política exterior que son su facultad exclusiva
No obstante, tanto el comisionado de México y la Directora
General de Medio Ambiente y Recursos Naturales estarán a su disposición para comentar
ampliamente la posición de México en la LVIII Reunión Anual de la Comisión Ballenera
Internacional. Creo que la palabra ex
ante es muy importante, así como el ofrecimiento que hizo el director de enlace en
cuanto a la disposición de los funcionarios para comentar con el Partido Verde el
conjunto de temas de la Comisión Ballenera.
Yo quisiera simplemente hacer uso de parte del tiempo que me
queda, señor Presidente, en primer lugar para agradecerles a todos los diputados y
diputadas esta posibilidad, de intercambiar puntos de vista con ustedes; escuchar sus
sugerencias, sus dudas, sus críticas, a la política exterior. En efecto va a ser
difícil que nos pongamos de acuerdo en las cuestiones personales, no es sencillo, como
usted comprenderá, pero creo que es muy útil el intercambio de puntos de vista de fondo
en un debate de altura, de fondo y que en todo caso a mí me ha resultado muy importante,
muy pertinente y muy útil y espero que así como lo hemos venido haciendo hasta ahora,
podamos seguirlo haciendo.
Creo que en estos momentos es especialmente útil y
especialmente importante que se dé una comunicación más estrecha, más constante entre
el Ejecutivo y el Legislativo en esta materia y en particular con la Cámara, con la
Comisión de Relaciones, porque sin duda vienen días difíciles. Sin duda habrá
coyunturas complicadas, disyuntivas complicadas y decisiones complicadas que va a tener
que tomar el Ejecutivo, el uso de la facultad que tiene, facultad exclusiva que tiene de
dirigir la política exterior del país..
Pero el Ejecutivo a cargo del Presidente Fox, quiere dirigir la
política exterior del país, sobre todo en coyunturas tan críticas como estas, en
consulta con el Poder Legislativo. Así lo hicimos con el Senado, la semana pasada para
ponernos de acuerdo sobre esta declaración que creo que fija con toda claridad la
posición de México y así lo hemos hecho con los líderes de las bancadas de algunos
partidos en la Cámara de Diputados y así quisiéramos seguirlo haciendo con ustedes, con
la Comisión de Relaciones, con el Presidente de la Comisión, los miembros de la Mesa
Directiva de la Comisión y todos ustedes en estos días que vienen. Me parece que
efectivamente vamos a irnos hacia decisiones muy complicadas, decisiones muy difíciles.
Terminaría reiterando una vez más simplemente el tema de si el
conflicto, repito, el conflicto, repito, el conflicto es nuestro o no lo es. Es una
discusión muy vital, muy importante en la que se pueden convivir posiciones distintas u
opuestas entre distintas corrientes de opinión o políticas generacionales, regionales en
el país, como sin duda existe en otros países.
La postura del Ejecutivo es la que he dicho con toda claridad.
El conflicto sí es nuestro, lo es porque lo es de la comunidad internacional, porque así
lo ha resuelto la comunidad internacional a través de las instituciones que la comunidad
internacional se ha dado a lo largo de los años, lo es por los efectos tremendamente
importantes, directos e indirectos que tiene para nuestro país este conflicto, y lo es
finalmente por una cuestión ética. No es, obviamente, qué bueno que no sucedió en
México todo esto, pero que mal que haya sucedido en otra parte. Yo no creo que podamos ya
colocarnos en una situación de decir Con tal de que no suceda aquí; no es asunto
nuestros; ahí averígüenle; háganle como puedan. Yo no creo que esa sea una
postura que debe asumir un país, un gobierno como el nuestro, un país de estas
dimensiones, de esta importancia, de este peso en el mundo.
Acepto que puede haber divergencias al respecto, pero sí me
parece que todos debemos pensar muy bien qué se deriva de nuestras posturas. No es
atenernos a las consecuencias, es asumir las consecuencias, asumir, no atenernos, asumir
las consecuencias políticas, internacionales, de todo tipo, que se derivan de una u otra
postura y que pueden ser perfectamente también discutibles y debatibles. Yo sí creo que la coyuntura actual, el gobierno
de México cree que la coyuntura actual es importante que quede claro que si el conflicto
es nuestro, que eso no significa que vamos a la guerra; no vamos a la guerra, no vamos a
participar militarmente, no nos lo han pedido, no lo hemos ofrecido y no lo vamos a hacer;
pero sí vamos a dar todo el apoyo político y diplomático podamos dar en los términos
en efecto de la Constitución y también de los compromisos internacionales que hemos
suscrito a lo largo del último medio siglo o más. Y también en función de las
realidades geopolíticas en las que México está insertado. México se encuentra donde se
encuentra, tiene los parámetros básicos, económicos, sociales, culturales, históricos
que tiene, no otros.
Nosotros, el gobierno considera que dados esos parámetros,
dados los compromisos internacionales y dados los principios tradicionales de la política
exterior de México, la postura correcta es todo el apoyo político y diplomático posible
a los Estados Unidos en esta coyuntura para lo que va a suceder en conformidad con las
resoluciones que han sido aprobadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y
por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. Muchísimas gracias,
señor Presidente.
- EL C. PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario Jorge G.
Castañeda. Compañeras y compañeros diputados; señoras y señores: Con esto terminamos
la comparecencia que la Cámara de Diputados a través de la Comisión de Relaciones le ha
planteado al Secretario Jorge G. Castañeda, para acudir a
plantear los dos temas fundamentales de la glosa y el problema del terrorismo, relacionado
con los hechos del día 11 de septiembre.
Para nosotros si es muy claro el apoyo al pueblo de Estados
Unidos no se ha escatimado, estamos en contra del terrorismo en todas sus manifestaciones,
todas, quiere decir no nada mas en ésta sino en todas sus manifestaciones.
Estamos también de acuerdo en que el TIAR se tiene que revisar,
para modernizar más la actual política de América Latina, y también queremos
plantearle a usted, que está usted viviendo un Congreso diferente. Si ha habido cambios en muchos lugares, aquí
también ha habido cambios.
Ha visto usted un Congreso en donde las fuerzas políticas
están cada vez más preparadas, cada vez discuten con más fuerza los temas con respeto y
con la seguridad de tener la razón y saber oír y saber dar.
Es muy importante que en el futuro, la Comisión de Relaciones
Exteriores, no esperemos a una comparecencia y no lo vamos a esperar, vamos a estarlo
convocando, señor Secretario, por escrito, para que tengamos la información correcta
cuantas veces lo requiramos, sobre temas correspondientes a política internacional.
Basta también recordar, que el Senado de la República, tiene
dos facultades propias: nombramientos de los diplomáticos y la firma de los tratados,
nada más, en lo demás darnos la mano, las salidas del presidente al exterior también
tienen que ser aprobadas por la Cámara de Diputados.
Y cada vez más nos vamos a estar interesando, porque
representamos a la población del país el estar teniendo una visión muy clara y
participando en las decisiones.
Qué bueno lo que usted ha señalado aquí, que vamos a tener
más participación, que vamos a estar trabajando más junto, porque lo vamos a estar
pidiendo y exigiendo, nuestras gentes nos lo piden y
mis compañeros diputados lo exigen, y el momento actual de México lo requiere.
Estamos aquí no para confrontar sino para buscar soluciones,
más importante se ha dicho de los problemas personales o individuales está el país. Y en este momento está recibiendo el Ejecutivo
del Legislativo un apoyo, para que prosiga la política internacional con relación al
terrorismo.
Por eso, señor Secretario, le quiero a usted manifestar, que de
hoy en adelante la Comisión de Relaciones estará vigilante, junto con todos los
diputados de este Congreso, de las acciones de política nacional que lleva a cabo el
gobierno mexicano, y que la forma más clara de avanzar, es el diálogo y el acuerdo, es
por México y es para México. Muchas
gracias.
De conformidad con lo que establece el Artículo 7º. Numeral 5
de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, la versión
estenográfica de esta reunión, será
remitida al ciudadano Presidente de la República para su conocimiento
Agradecemos a todos su asistencia y se levanta la sesión.
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La reacción de que tiene derecho Estados Unidos a ejercer sus represalias, volvemos a lo
mismo: forma es fondo. Sí es cierto, tiene derecho a buscar a los responsables y a
ponerlos ante la ley para ejercer todo el peso de la justicia por esta actitud que han
asumido, pero aquí cabe, con mucha prudencia, expresar un señalamiento de un pacifista
mundial reconocido por todos, como fue Mahatma Gandhi.
El decía: ojo por ojo y
todos vamos a quedar ciegos.