LVIII LEGISLATURA

CEREMONIA SOLEMNE EN CONMEMORACIÓN DEL CL ANIVERSARIO DEL NATALICIO  DE JOSÉ MARTÍ

 

- EL C. MAESTRO DE CEREMONIAS: La LVIII Legislatura de la Cámara de Diputados les da a ustedes la más cordial bienvenida a la conmemoración del 150 Aniversario del Natalicio de José Martí.

Nos acompañan en el presídium el día de hoy el diputado Eric Eber Villanueva Mukul, Presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados.

(Aplausos)

El diputado Ramón Pez Ferro, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.

(Aplausos)

En representación del Presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores nos acompaña el senador Ernesto Gil Elorduy.

(Aplausos)

Nos acompaña también el diputado Martí Batres Guadarrama, Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.

(Aplausos)

Nos acompaña también el diputado Rafael Rodríguez Barrera, coordinador del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

(Aplausos)

Y nos acompaña también el diputado Felipe Calderón Hinojosa, coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional.

(Aplausos)

Agradecemos la presencia el día de hoy de la comunidad cubana radicada en nuestro país, del excelentísimo señor Jorge Bolaños Suárez, Embajador de la República de Cuba en México; de los jóvenes estudiantes de la escuela secundaria número 84 José Martí, asi como de los invitados especiales que el día de hoy nos acompañan.

También queremos agradecer la presencia en el presídium del diputado Víctor Antonio García Dávila, en representación del Partido del Trabajo.

(Aplausos)

Para coordinar, para moderar esta sesión solemne, esta ceremonia solemne, tiene el uso de la palabra el diputado Eric Eber Villanueva Mukul, Presidente de la Cámara de Diputados.

- EL C. PRESIDENTE, DIPUTADO ERIC EBER VILLANUEVA MUKUL: En cumplimiento del acuerdo de la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos, se abre la Ceremonia Solemne de la Cámara de Diputados para conmemorar el 150 Aniversario de José Martí.

Se dará lectura al acuerdo de la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos.

EL C. MAESTRO DE CEREMONIAS: "Acuerdo de la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos relativo a la celebración de una Ceremonia Solemne para Conmemorar el 150 Aniversario del Natalicio de José Martí.

"La Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos, con fundamento en el artículo 37 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, al tenor de los siguientes

" C o n s i d e r a n d o s :

"1º Que en términos del artículo 37 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos la Conferencia es el órgano en donde confluye la Presidencia de la mesa directiva y los integrantes de la Junta de Coordinación Política.

"2º Que de conformidad con el artículo 22 numeral dos de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, la Presidencia de la mesa directiva tiene la representación protocolaria de la Cámara en el ámbito de la diplomacia parlamentaria.

"3º Que en reunión celebrada por la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos el día 20 de enero de 2003 la Presidencia de la mesa directiva informó sobre la solicitud para que se lleve a cabo una ceremonia solemne a efecto de conmemorar el 150 aniversario del natalicio de José Martí.

"4º Que los grupos parlamentarios han considerado pertinente la realización de la citada ceremonia solemne, a efecto de conmemorar el 150 aniversario del natalicio de José Martí.

"Expuestos los considerandos anteriores se adopta el siguiente

" A c u e r d o :

"Primero.- Se acuerda la realización de una ceremonia solemne el día 4 de febrero de 2003, a las 10:00 horas, en el Salón Legisladores de la República, a efecto de conmemorar el 150 aniversario del natalicio de José Martí.

"Segundo.- El orden del día para la ceremonia solemne será el siguiente:

"1º Intervención de los grupos parlamentarios hasta por diez minutos de los partidos políticos representados en esta H. Cámara de Diputados; sin grupos parlamentarios hasta por cinco minutos.

"2º Mensaje del representante del gobierno de la República de Cuba.

"3º Mensaje del Presidente de la Cámara, diputado Eric Eber Villanueva Mukul.

"4º Clausura de la ceremonia solemne.

"Tercero.- La ceremonia solemne será presidida por el Presidente de la mesa directiva de la honorable Cámara de Diputados, los coordinadores de los grupos parlamentarios, el Presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores y el Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores, así como por el representante del gobierno de la República de Cuba.

(

"Cuarto.- Se instruye a la Secretaría General de la Cámara de Diputados, a efecto de brindar los apoyos necesarios para la realización de dicha ceremonia solemne.

"Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro a los veinte días del mes de enero de 2003.

"Firman: Dip. Eric Villanueva Mukul, Presidente de la Mesa Directiva, rúbrica; Dip. Martí Batres Guadarrama, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, rúbrica; Dip. Rafael Rodríguez Barrera, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, rúbrica; Dip. Felipe Calderón Hinojosa, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, rúbrica; Dip. Bernardo de la Garza Herrera, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, rúbrica; y diputado Alberto Anaya Gutiérrez, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, rúbrica".

-PRESIDENTE, DIP. ERIC EBER VILLANUEVA MUKUL: Para dar cumplimiento al acuerdo, se han inscrito para hacer uso de la palabra los diputados José Manuel del Río Virgen, el diputado Víctor Antonio García Dávila, la diputada Julieta Prieto Furhken, el diputado Enrique Herrera y Bruquetas, el senador Felipe de Jesús Vicencio Alvarez y el diputado Ismael Estrada Colín.

Por lo tanto, tiene el uso de la palabra el diputado José Manuel del Río Virgen, de Convergencia por la Democracia, hasta por cinco minutos.

-DIP. JOSE MANUEL DEL RIO VIRGEN: Gracias señor Presidente Eric Villanueva.

Saludo a mis compañeros legisladores, por supuesto al señor representante de la Asamblea del Poder Popular de la hermana República de Cuba. Saludo con mucho afecto al señor Embajador de la República de Cuba en México, a nuestro amigo don Jorge Bolaños. Saludo también a los representantes de la Embajada, a nuestros distinguidos amigos Alejandro Núñez y a todos los demás colaboradores de la Embajada; a Orlando Silva y a todos ellos.

Compañeras y compañeros: La aspiración principal de los hombres es mantener vivo siempre un anhelo de libertad y de justicia, que cuando no se da porque se pervierten las relaciones de unos hombres fuertes sobre los débiles, se antoja irresistible buscarlas mediante la lucha de los propios hombres débiles en contra de la impunidad, la corrupción pública, la mentira y la arrogancia. Así se han conformado y construido a lo largo de la historia de la humanidad los pueblos libres, los pueblos que buscan la autonomía, la democracia, la justicia social.

Nació en La Habana, pero es y sigue siendo un hombre del mundo. José Martí tuvo en su vida los ideales de unidad y hermandad que lo hicieron mantener siempre una actitud honesta y valiente. En su vida adulta y en su célebre escrito "En nuestra América", en 1891, hablaba del hombre natural, al que le concede un poder de irrupción en medio de una sociedad opresora.

Viene el hombre, natural, indignado y fuerte, y derriba la justicia acumulada en los libros, afirmación ésta que resume en sí la historia de las luchas de los pueblos latinoamericanos por su liberación, donde la práctica sustituye a la teoría, estática ésta por conveniencia.

Así también, "En mi raza", Martí describe lo que piensa de los hombres concibiéndolos como un conjunto de personas destinadas a un noble y principal fin, el fin de la verdad, la igualdad, el fin del respeto y también el fin del decoro. Bajo este sentido afirmaba de su patria que en los campos de batalla murieron por Cuba y han subido juntas por los aires las almas de los blancos y de los negros; así concebía a los seres, iguales, aunque diferentes por sus virtudes, sin embargo veía en sus actuaciones cuando se organizaban, como era el caso de los partidos, un cierto mal, un cierto presentimiento y decía: "Los negros como los blancos se dividen por sus caracteres, tímidos o valerosos, abnegados o egoístas, en los partidos diversos en que se agrupan los hombres, porque los partidos políticos son agregados de preocupaciones, de aspiraciones, de intereses y también de caracteres". Nunca dejó de pensar que la unidad partía en primera instancia del respeto del uno sobre el otro, del otro sobre los demás, veía en la unidad y la organización política un gran bien para los hombres, al mismo tiempo que un gran mal si los partidos pervertían a la política;  su fin, su objetivo, cuando ellos lejos de representar los intereses de los demás sólo representaban sus propios intereses. ¡Qué gran lección de Martí! Parece que lo hubiera escrito ayer, por ello quizá su concepción distinta en su país de los que eran y de los que son los partidos políticos; hoy, su pensamiento es más vigente y necesario que nunca, ahora que en los pueblos del mundo existe tanta barbarie, ignorancia del sentido común; ahora que parece que la humanidad discurre una relación salvaje, egoísta y mortal, su pensamiento y obra de unidad y respeto nos llama a todos a re pensar la política que llevamos.

¿Qué política queremos? ¿qué necesitamos? ¿qué nos conviene y cómo nos conviene¡ . Lejos deben de quedar los intereses del divisionismo continental entre dos países tradicionalmente hermanos, unidos por sus luchas, incluso por sus intereses, por sus gestas históricas, por su parecido indiscutible, por su unidad inquebrantable.

Los sentimientos de Martí nos deben mover a virar en sentido correcto el timón de la política para fortalecer las relaciones con nuestra hermana República de Cuba.

Los cubanos, tienen en el pueblo mexicano a sus hermanos sinceros y los mexicanos esperan de los tres Poderes de su Gobierno la misma actitud para Cuba pero también para Latinoamérica. La herencia ideológica de Martí tiene sentido y vigencia cuando se busca en el mejoramiento cultural y económico de un pueblo, cuando se busca a toda costa vencer los obstáculos que se dan en el campo, cuando se busca resolver el problema de la inseguridad en las calles, la violación de los derechos laborales en las fábricas, la anarquía y deshonor en el Gobierno, impunidad y corrupción en general.

Honrar a Martí, es honrar a la democracia, a la justicia, a la igualdad de oportunidades, es honrar el respeto al estado de derecho y es privilegiar lo estricto sobre lo superfluo, sobre lo frívolo, sobre lo secundario. No honraremos a Martí si por el contrario y lo ofendemos cada día si no somos capaces de actuar sabiendo que existe el deber cumplido, superior, el deber que tenemos todos como Legisladores y como Mexicanos.

De su herencia de Martí recogí lo siguiente; con un pensamiento de Martí que habla por sí sólo de lo que requiere la humanidad, la política, los servidores públicos, los Poderes de la Unión para servir mejor a los gobernados ahora que parece que existen tiempos de confusión, tiempos de enredo, de Galimatías político, de frivolidad, con los resultados económicos que conocemos como un país lleno aún de pobreza y de marginación. De Martí recogí qué es el decoro. Y decía que cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tiene en sí el decoro de muchos hombres, esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarle a los hombres también su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, también va la dignidad humana. ¡Salud Por Martí! Gracias. (aplausos)

-EL C. PRESIDENTE. Gracias Diputado. Quiero saludar la presencia del Diputado José de Lázaro Bencomo, Miembro de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.  También quiero saludar a los diputados Jaime Vázquez y a la diputada María Elena Alvarez, vicepresidentes de la Mesa Directiva de la Cámara y desde luego al diputado Gustavo Carvajal, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de esta Cámara. (aplausos)

Tiene el uso de la palabra el diputado Víctor Antonio García Dávila, del Partido del Trabajo, hasta por diez minutos.

- EL C. DIP. VICTOR ANTONIO GARCIA DAVILA: Con la venia de la presidencia.

El Partido del Trabajo edita en memoria de Martí este libro que ponemos a su consideración y esperamos sea de su agrado. Muchas gracias por recibirlo.

De este libro me voy a permitir leer un fragmento que me llama mucho la atención y que nos habla del pensamiento interno de Martí hacia su propia familia y es que no hay propuesta educacional en el pensamiento martiano que no guarde relación con su sueño político supremo.

Al margen de que en un espíritu tan definidamente constructivo y humanista como el suyo, resulta lógico que no podía dejar de interesarse de continuo por todo lo referente a la formación del hombre.

El mismo fue, como lo revela su expediente escolar, afanoso autodidacta y por otra parte urgido, por la necesidad, de crearse ingresos propios. Desde sus días de estudiante fue maestro y nunca ceso de serlo. Si en Madrid dio clases individuales, en Guatemala fue profesor de la escuela normal y otros centros y en sus últimos tiempos, dando sentido a la confesión de sus conocidos Versos sencillos: "con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar".

Robó preciosas horas al sueño y a la creación artística para reunirse con los obreros y humildes compatriotas, en su mayoría negros, y enseñarles los secretos más sutiles de la cultura, con métodos realmente asombrosos desde el punto de vista pedagógico.

Probablemente de esa actividad docente en la sociedad benéfica de instrucción, La Liga de Nueva York, que agrupaba a emigrantes cubanos y puertorriqueños de los sectores populares, surja la manera más común en que desde entonces era conocido Martí entre sus compatriotas: "El maestro".

Ni en los momentos más ocupados por sus trajines revolucionarios, el apóstol por la independencia de Cuba dejó de interesarse por temas educativos. Ahí está como testimonio de que siempre los consideró vitales, la carta que dirigió a su hija espiritual, María Mantilla, desde Cabo Haitiano, a punto de embarcarse para su patria oprimida, a tomar parte personal en la guerra que había desatado. Nada hay mejor en la literatura epistolar de moralistas y educadores famosos, pese a que no serán sus únicos caminos sino más bien los integra a aspiraciones políticas extraordinariamente complejas y audaces.

En su carta, de fecha 9 de abril, Martí dice: "Y mi hijita, qué hace allá en el norte, tan lejos. Piensa en la verdad del mundo en saber, en querer para poder querer; querer con la voluntad y querer con el cariño, se sienta amorosa junto a su madre triste; se prepara a la vida, al trabajo virtuoso e independiente la vida para ser igual o superior a los que vengan luego, cuando sea mujer, a hablarle de amores; a llevársela a lo desconocido o a la desgracia, con el engaño de unas cuantas palabras simpáticas o de una figura simpática, piensa en el trabajo libre y virtuoso para que la deseen los hombres buenos, para que la respeten los malos y para no tener que vender la libertad de su corazón y su hermosura por la mesa y por el vestido. Eso es lo que las mujeres esclavas, esclavas por su ignorancia y su incapacidad de valerse, llaman en el mundo amor; es grande, amor, pero no es eso. Yo amo a mi hijita, quien no la ame así no la ama; amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento y respeto. ¿En qué piensa mi hijita? ¿Piensa en mí?".

Martí y Juárez. Los grandes de Latinoamérica. Es cuanto.

- EL C. PRESIDENTE: Gracias señor diputado. Tiene el uso de la palabra la diputada Julieta Prieto Fuhrken, del Partido Verde Ecologista de México y hasta por diez minutos.

-LA DIP. JULIETA PRIETO FUHRKEN: Distinguidos miembros del Presidium, señoras y señores.

Cuando en la vida apareció un dúo como el viejo maestro Rafael María de Mendive y un joven decidido y valiente como José Martí, se necesitaría más que grilletes, destierros o exilios para suprimir los anhelos de libertad y de emancipación.

Así sucedió en la juventud de José Martí, cuando además de participar activamente en terturlias interpendentistas que organizaba su mentor Rafael María de Mendive, aprendió y creció en él un fuerte anhelo de ver a su patria independiente. Dicho anhelo lo impulso a escribir para las publicaciones clandestinas " El Siglo" y " El Diablo Jorjuera". Un año más tarde, en 1869 ,fundaría el periódico " La Patria Libre", donde apareció su poema "Abdala" de exaltadas ideas patrióticas. De esta forma cumplió desde los 15 años la consigna que más tarde daría a sus seguidores para apoyar la independencia de Cuba: "Publiquen, publiquen a Cuba, por todos los agujeros, las guerras van sobre caminos de papeles".

No es mi intención hacer una biografía apretada de José Martí, más familiaridad con el tema tienen quien me han precedido y quienes vengan después a esta tribuna, pero me gustaría resaltar en José Martí al insurgente indomable, al luchador incansable que no se doblegó ante los poderosos, como cuando el fiscal pidió la pena de muerte para el cabecilla rebelde de 15 años y destacar al cubano íntegra que se opuso rotundamente a que sus compatriotas residentes en Madrid, declarasen que se contentaban con la República Federal Española.

Ahora bien, homenajear solamente a José Martí, al activista, político y al héroe de Independencia Cubana, sería dejar a un lado al hombre, todo un hombre que era un maravilloso escritor, como resumió la figura de Martí, el literato español Miguel de Unamuno., porque sí cada 28 de enero en América celebramos su efeméride, es porque él estableció un dialogo internacional. Viajero incansable conocedor profundo de las dos Américas como él le llamaba, pudo darse el tiempo de reflexionar y publicar sus ideas, estéticas, políticas y formar una notable obra poética.

Sus colaboraciones para revistas y periódicos en Venezuela, Guatemala, Cuba, Nueva York, Honduras, Argentina, México, Uruguay, vuelven a José Martí el primer intelectual ensayista latinoamericano que tuvo una amplia difusión y un auténtico reconocimiento e influencia en toda América, algo que muy pocas ves ha ocurrido. No en balde lo llaman: - El Doctor Torrente", por su abundante elocuencia y copiosas creaciones literarias.

Obviamente el poeta elocuente no podía haber olvidado escribir y crear una literatura para los niños y es en sus presentaciones del Suplemento Mensual Infantil, " La Edad de Oro" probablemente dejó escrito el saludo que le gustaría oír en este homenaje: permítanme repetirlo. Finalizaba José Martí diciendo: " Lo que queremos es que los niños sean felices y que si alguna vez nos encuentra un niño de América por el mundo, nos apriete mucho la mano como un amigo viejo y diga donde todo el mundo lo oiga: ‘ Este hombre de la Edad de Oro, fue mi amigo ‘". Lo es, puesto que la amistad con él a través de sus escritos y con el Pueblo Cubano que ayudó a liberar, son lazos muy fuertes que siempre nos unirán afectuosamente. Muchas gracias.

EL PRESIDENTE: Muchas gracias diputada.

Tiene el uso de la palabra el diputado Enrique Herrera y Bruquetas, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, hasta por diez minutos.

-EL DIP. ENRIQUE HERRERA Y BRUQUETAS: Honorable Presidium.

Compañeras y compañeros legisladores, amigos de la Asamblea Popular, amigo de México Jorge Bolaños, excelentísimo Embajador de Cuba en México, niñas y niños, amigos todos.

Hay en la galería de los grandes constructores continentales un monumento en el que el mármol póstumo, no se atreve a contener el perfil del hombre universal. Ese monumento, ése monumento es el de José Martí. Hace 150 años en una muy humilde casa de la Calle de Paula en la Habana, nace para orgullo de Cuba, de México su segunda patria y de toda la América nuestra, el revolucionario, el escritor, el maestro, el luchador incansable.  El respeto y la admiración que por él experimentamos se viene sucediendo a través de muchas generaciones. Manantial inagotable de bondad y de enseñanzas.

No sólo fue apasionado y romántico, sino que también era un incansable organizador y un agitador nato. Adoptó una postura definida a favor de la justicia y la independencia. Sustentó una clara filosofía política y una moderna teoría social. Estuvo siempre Martí con los que nada tienen y los alzó sobre sus hombros. Para él América no fue únicamente un hecho geográfico, sino un deber histórico; un promisorio camino de esperanza para el destino del hombre.

Tenía Martí como bien lo señala García Formentí, un bellísimo lenguaje de ideas y de colores, nutrido de Séneca en el fervor entusiasta; de Gracián en la frase ajustada; de Santa Teresa en lo que tuvo de confesión íntima y a la que tanto leyó durante su estancia en Francia; de Quevedo en el arte de los contrastes; de Góngora en su atropellado dinamismo barroco; de Víctor Hugo en sus tempestades líricas y a quien tradujo en forma espléndida. Todo lo asimiló y fructificó con el acento de lo nuestro. Tenía Martí firmes los pies en el barro de América y en él clavó hondamente sus raíces. Es uno de sus hombres insustituibles.

Llegó en tren a esta Ciudad de México los primeros días del año de 1875 y aquí en México encontró cariño, amistad, admiración y el pan, sí, el pan que le dio su trabajo esforzado y honrado. Aquí frecuentó el trato de Guillermo Prieto, de Amado Nervo, de Ignacio Ramírez, de Ignacio Manuel Altamirano, de Manuel Gutiérrez Nájera, de Juan de Dios Pesa, del grande Justo Sierra. Aquí con su entrañable amigo Manuel Mercado, charló largamente sobre ese hecho inédito que había conmovido al mundo hacía pocos años: Juárez, interpretando el sentir nacional, había fusilado en el Cerro de las Campanas hacía solamente ocho años, al archiduque Maximiliano. Martí repensaba continuamente hecho ejemplarmente claro para quienes nos pretendían nuevamente hacer súbditos de una corona.

Aquí en México, Martí da perfil a toda una concepción ideológica del mundo, de la política y de la vida. Adelantado genialmente a su tiempo, Martí presentía neoliberalismos y globalizaciones y así se pronunciaba José Martí:

"Quien dice unión económica, dice unión política. El pueblo que compra, manda; el pueblo que vende, sirve. Es preciso –decía- equilibrar el comercio para conseguir la libertad. El pueblo que quiere morir, vende a un solo pueblo y el que quiere salvarse, vende a más de uno" Y agregaba José Martí: "La excesiva influencia de un país sobre el comercio de otro se convierte en influencia política".

"Cuando un pueblo fuerte –señalaba el genial cubano- da de comer a otro, se hace servir de él". Y remataba la frase así: "La primera cosa que hace un pueblo para conseguir dominar a otro es separarlo de los demás pueblos. El pueblo que quiere ser libre tiene que ser libre en su comercio; es mortal para una nación tener ligado todo su comercio sólo a otra nación" Y pareciera que el ilustre orador, poeta, revolucionario y maestro estaba pensando en este Bush, imperialista y belicista, cuando puntualmente recordaba:"Busquemos la unión con el mundo, no nada más con una parte del mundo, mucho menos con una parte del mundo contra otra. Si la familia de las Repúblicas Americanas tiene que jugar un papel, no es el de servir de yunta de combate a una de ellas contra las repúblicas futuras. Vamos a ver si en el año del 2003 y en el caso de Irak, somos yunta o repúblicas independientes y soberanas.

No se alcanza a resumir vida más completa ni más comprometida que la de José Martí. No le fue necesario llegar a vejez colmada para cubrir puntual, sin prisas atormentadas, sin pausas anuladoras, el itinerario del hombre. No hay en ese itinerario años vanos y ninguna de sus horas llegó a deshora, hubo coincidencia, puntualidad entre su voluntad y su destino, entre su vocación de libertador y su prodigiosa obra literaria, la muerte, la muerte vendrá avisarle que la gesta libertadora ha ingresado en los tiempos de la victoria y que la suya es la primera piedra. Tuvo el destino de los profetas, mucho de él -y así lo dijeron- aprendieron Darío y Unamuno, lo que él anunció él lo inicio y otros, pensando en él lo consumaron; su profecía no fue voz que recorre soledades sino acción que nutre multitudes, que se estremece en el drama de un continente que nace y grita cómo flamean a los vientos los símbolos patrios. En las calles de la Habana, se decía con la lira de otro hermano poeta, con la fe de las almas austeras: hoy sostengo con honda energía que no deben hondear dos banderas donde basta con una, la mía.

México, México ha pasado su vida defendieron su decoro, su dignidad y su independencia, por eso siempre ha estado con Cuba y con José Martí. Por vocación somos nacionalistas, sentimiento que en su esencia es generoso porque no se alimenta en contra de nadie, sino en pro de todos los pueblos de la tierra. No ambicionamos quitarle la riqueza a ninguna nación del mundo para disfrutarla nosotros; aspiramos al desenvolvimiento de nuestros propios recursos y con nuestro propio esfuerzo, por eso somos martianos.

No buscamos poderío para someter a otros hombres o para privar de su libertad a otros pueblos, deseamos justicia y bienestar para todos los pueblos de la tierra, somos nacionalistas y nuestro nacionalismo es profundamente martiano, no defiende privilegios de nadie.

México, como Juárez nos lo enseñó, tiene una norma inalterable en materia internacional, quiere para todos los pueblos del mundo, lo que quiere para sí mismo. Por eso quien agrede a Cuba, agrede también a México.

Siglo y medio después de su nacimiento, para obtener la paz que el mundo necesita y busca, austera, franca, segura y justa, combate al frente de nuestras filas un soldado sin armas, un verdadero soldado de la humanidad y de la fraternidad universal: José Martí. México da testimonio de su presencia y en este día lo recuerda y lo saluda con inmensa gratitud y renovada emoción con su propio verso, que es raíz y ala de toda su vida que lo explica cabalmente, que lo energetiza todos los días y que las niñas y niños de todo el continente debiera llevar, todos los día también como compañero inseparable, es un evangelio que no debemos olvidar en el Siglo XXI.

"Cultivo una rosa blanca en julio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo, cultivo la rosa blanca".

(Aplausos)

EL PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

Saludo la presencia de la senadora Cecilia Romero Castillo, en representación de la Comisión de Relaciones Exteriores de América Latina y el Caribe del Senado.

Tiene la palabra el senador Felipe de Jesús Vicencio Alvarez, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, hasta por diez minutos.

EL SEN. FELIPE DE JESÚS VICENCIO ALVAREZ: Distinguidas personalidades del presidium; Excelentísimo señor Embajador, Don Jorge Bolaños. Distinguidos invitados. Compañeras y compañeros legisladores. Señoras y señores. Qué tiempos éstos en que hablar sobre los árboles es casi un crimen, pues supone callar sobre tantas alevosías, así escribía Bertold Brecht, envuelto en los acuciantes reclamos de una situación que le interpelaba y reclamaba su compromiso personal.

José Martí nunca calló, su verbo y su vida, fueron continua revelación de la realidad y una denuncia de las alevosías, por eso también pudo hablar sobre los árboles sin culpa, pues la suya fue una palabra cabal.

En un texto de la Edad de Oro, Martí refiere el episodio del viajero que llegó a Caracas, y antes de preguntar dónde podía comer y descansar, preguntó por la estatua de Simón Bolívar, y que una vez allí solo con los árboles, solos y olorosas de la plaza, lloraba frente a la estatua que parecía que se movía como un padre cuando se le acerca un hijo.

Este relato que sabemos autobiográfico, nos muestra el alma y la determinación de quien, como Martí, vivió y murió de tal forma, que podemos hoy referirnos a él, como un dignísimo hijo de América y a la vez como uno de los padres de su libertad.

En efecto, así como tiempo atrás Bolívar había jurado ante los vestigios de la Roma imperial, no descansar hasta ver lograda la libertad de los pueblos de América, José Julián Martí Pérez, empeñó entonces su vida por la independencia de su patria: Cuba, hasta entrar en su historia.

Y, sin embargo, es entrañable para todos los que con él, nos sabemos parte de nuestra patria grande, la América que comienza en el Río Grande y termina en la Patagonia, nuestra América, porque José Martí es un cubano de América.

Al conmemorar 150 años de su nacimiento, Acción Nacional hace un reconocimiento al poeta, al político, al escritor, al diplomático, al maestro, al periodista y al militar, consciente de que su estatura está muy por encima del panfleto disfrazado de homenaje o del afán convenenciero que encuentra la confirmación de la tesis sectaria, en la cita sesgada de algún pasaje de su prosa limpia o de su verso certero.

Lejos de esa tentación, hoy queremos evocar al Martí completo, al de la palabra que revela, que desafía y no pocas veces incomoda. Al hombre verdadero, que fue capaz de ir a la raíz, al hombre radical, al revolucionario que supo ver todas las cosas en su fondo y que por eso sigue orientando en estos tiempos, con su palabra y su testimonio, los pasos de ésta, nuestra América, por nuevas rutas, en las que sigue resonando, firme y cálida su voz, dando aliento y rumbo a nuestra marcha.

Esa voz que nos recuerda el valor del hombre universal, que comparte la misma identidad más allá de las razas y otras diferencias, "cuanto reduce al hombre –escribió- reduce a quien sea hombre". Y precisamente por la conciencia de esta raíz compartida, puede reclamar como un deber y no como un favor, la solidaridad de los demás, no puede llamarse hombre quien no ayude a la seguridad y a la dicha de los demás hombres.

Se trata entonces de un humanismo de serias exigencias éticas, ajeno a la exaltación abstracta e individualista que del hombre hacen ciertos discursos, desde la cómoda suficiencia, y ajeno también a una visión ingenua que pase por alto las crudas contradicciones de la naturaleza humana.

Se ha de tener fe en lo mejor del hombre, afirma, y desconfiar de lo peor de él. Hay que dar ocasión a lo mejor para que revele y prevalezca sobre lo peor. Y el entorno propicio para ello, es la libertad, como la única condición propia del hombre y de los pueblos, si no está presente habrá que conquistarla.

Hoy que los pueblos de América en general y de México en particular seguimos luchando y trabajando para consolidar nuestras instituciones y para hacerlas convenir con la realidad y con el tiempo que vivimos, resuena fuerte y oportuna la palabra de Martí, que desde finales del siglo XIX y a despecho de la veneración que ya desde entonces inspiraba en muchas de las mentes ilustradas del Continente, el deslumbrante ascenso de los Estados Unidos, insistía en que la forma de gobierno ha de avenirse a la Constitución propia del país, pues un gobierno no es sino el equilibrio de sus elementos naturales.

Atentos a esta recomendación vivamos abiertos al mundo, pero sin incurrir en imitaciones extra lógicas que pasan por alto la peculiar identidad de nuestros pueblos cuya historia y cultura reclaman formas propias. Por eso, hoy como entonces, sigue siendo actual la exigencia para los que gobiernan.

Al buen gobernante en América -decía Martí- es el que sabe con qué elementos está hecho su país y cómo puede ir guiándolos en junto para llegar por métodos e instituciones nacidas del país mismo, a aquel estado apetecible en que todos vivan con dignidad y justicia. Desde la afirmación de esta identidad será posible la unidad de América Latina y la fortaleza necesaria para resistir los embates de quien en su ambición desbordada no pone contención a la expansión de su imperio.

Nuestra patria es una, proclama Martí, ante todos los latinoamericanos. Esa patria grande está unidad no sólo por la lengua y la cultural, sino por la necesidad de construir una realidad distinta que no imite los modelos europeo o norteamericano. En la medida que logremos y podamos manifestarnos diferentes, podemos exigir una relación de alteridad que cancele cualquier pretensión del poderoso de reducir o de asimilar. Ese será el momento de nuestra segunda Independencia, como él la llamó.

En tiempos en que las razones parecen ceder ante la amenaza de la fuerza; cuando la impaciencia sofoca los argumentos y la palabra se vacía de contenido; la vida de José Martí nos recuerda el valor insustituible de las ideas. Las ideas como el componente fundamental de la actividad política que sería entonces la honrada actividad de quienes desde sus diferencias construyen el debate; el debate como la guerra civilizada. La confrontación que esgrime argumentos y hace posible el triunfo de la razón, no de la fuerza.

Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra, dijo. No hay proa que taje una nube de ideas; una idea enérgica flameada a tiempo ante el mundo para un escuadrón de acorazados.

Y una vez más, aparece el arduo y exigente camino ético de la aceptación del otro. Llegar a la verdad es una faena compartida. Sólo en el respeto y la aceptación recíproca, está la posibilidad de entender incluso, quiénes somos nosotros. Se ponen en pie los pueblos y se saludan. ¿Cómo somos? se preguntan y unos a otros se van diciendo cómo son.

Los mexicanos sabemos a José Martí cerca de nosotros, no sólo porque pasó en nuestro suelo un tiempo que fue decisivo para definir el rumbo de su vida o porque durante el mismo haya logrado estrechar lazos de amistad con la intelectualidad del país; o por sus vínculos estrechos con el gobierno del Presidente Lerdo de Tejada y su irritación por el militarismo de Porfirio Díaz. Ni siquiera porque se haya referido a México como la levadura de la libertad en América; porque haya confiado a Matías Romero que veía a nuestra patria como suya; o porque en defensa de los países de América Latina, haya afirmado que: "… quien dude de nuestras tierras para redimirse, para trabajar sus minas, para mejorar su ciencia, para crear su arte; para crecer de sus mismos infortunios; para mantener la más difícil diplomacia; mire a México".

Ciertamente, lo anterior nos halaga y nos enorgullece. Pero sobre todo, José Martí es para nosotros entrañable porque nos sabemos parte de esa nuestra América, que él contribuyó a revelar. Porque compartimos esa que es una misma patria y un destino común que él nos ayudó a vislumbrar.

Martí nos recuerda hoy, que no son inútiles la verdad y la ternura. Por el contrario, su vida es testimonio de que la verdad como expresión de la inteligencia honrada y desinteresada,  y la ternura, no como la acepción de sentimiento superficial de corazones débiles, sino como la fuerza interna por la que se expresa el compromiso del amor, son las armas más eficaces para transformar este mundo y hacer de él el lugar donde cada hombre se conoce y ejerce y disfrutan todos de la abundancia que la naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan con su trabajo y defienden con sus vidas.

"Hoy celebramos el aniversario de su nacimiento hermanados estrechamente con el pueblo cubano y compartiendo su orgullo.

"Honremos su memoria con nuestro compromiso de trabajar en la construcción de un México más justo y libre, de hacer de las ideas el arma del debate y de la deliberación respetuosa, y de contribuir a que América Latina sea la gran casa en que todos podamos vivir en libertad y de acuerdo a nuestra dignidad.

"Muchas gracias".

- EL C. PRESIDENTE: Gracias, diputado.

Tiene el uso de la palabra el diputado Ismael Estrada Colín, del Partido Revolucionario Institucional hasta por diez minutos.

- EL C. DIP. ISMAEL ESTRADA COLIN: Señores senadores; señores diputados; señores dirigentes e integrantes de la Asamblea Nacional Cubana; señor embajador de la República hermana de Cuba; señores de los medios de comunicación; señoras y señores:

"Es muy grato para un servidor el tener la oportunidad de expresar algunas ideas y algunos conceptos que identifican el tamaño, la dimensión, los alcances y el patriotismo de josé Martí, de este apóstol cubano que luchó y murió por sus ideas y que tanto aportó a la causa latinoamericana, a la causa de la América Hispana.

"La dimensión de José Martí hay que ubicarla con Bolivar y Juárez, libertadores y reformadores que aportaron en su tiempo: Ideología, principios, luchas por causas justas y claras muestras de acciones por la justicia de todos los pueblos latinoamericanos.

"La grandeza d José Martí es importante recordarla en estos tiempos en que los principios, las ideologías y la buena concepción de la justicia parecen extraviarse en el mundo del mercado, de la globalización de la integración de los fines económicos; parecen perder de vista la justicia sobre la justicia para el hombre.

"Crece sin lugar a dudas el legado de José Martí en estos tiempos en que las pretensiones globalizadoras e imperiales parecen obstruir los deseos históricos de integración de la convivencia de la América Hispana.

"José Martí vivió en el siglo XIX en nuestro país donde produjo parte de su obra literaria. Quién no conoce las extraordinarias piezas, entre otras, de: "Quiero", "A la Sombra de un Ala", popularmente conocida como: "La Niña de Guatemala".

"A martí debemos que Cuba y México sean un solo pueblo, un mismo ideal. Como él decía: "Cuba nos une en extranjero suelo, auras de Cuba nuestro amor desea; Cuba es tu corazón, Cuba es mi suelo, Cuba es tu libro, mi palabra sea".

"Este poeta, escritor y periodista, político cubano fundador del periódico "La Patria", que fue perseguido por sus ideas y proyectó siempre su voz por la libertad, por la justicia y por la unidad latinoamericana, dejó para la posteridad obras que postulan la libertad y el respeto a la plena dignidad del hombre; poemas y escritos como: "El Presidio Político en Cuba", "La República Española ante la Revolución Cubana", "Amor con Amor se Paga", y muchos otros libros y versos que han sido publicados en 27 volúmenes que contienen la obra poética y como escritor de José Martí.

"Como político revolucionario creó la conciencia de la guerra justa y liberó a su patria muriendo al combatir por ella

"Martí defendió también el progreso material, pero proféticamente le advirtió a toda América Latina el peligro de renunciar al espíritu. Y hoy que vemos las venas abiertas de América, su campo empobrecido, sus hombres y mujeres en éxodo en busca de la riqueza del norte, hoy recordamos a Martí, y cómo no recordarlo si hoy más que nunca su pensamiento es actual y hasta futurista. En su lógica de defensa de la América hispana adivinaba la trascendencia del papel indígena, hoy tema ineludible en este México del siglo XXI.

"Honra es poder extraer un texto de este libro denominado Luz para el Siglo y que ilustra claramente lo que pensaba en relación al indigenismo y dice lo siguiente:

"<<Bueno es abrir canales, sembrar escuelas, crear líneas de vapores, poner niveles del propio tiempo, estar al lado de la vanguardia en la hermosa marcha humana, pero es bueno para no desmayar en ella por falta de espíritu o alarde de espíritu falso alimentarse por el recuerdo y la veneración por el estudio justiciero y la amorosa lástima de este ferviente espíritu de la naturaleza en que se nace crecido y ayudado por el de los hombres de toda raza que en ella surgen y en ella se sepultan la inteligencia americana es un penacho indígena y hasta que no se haga andar al indio no comenzará a andar bien la América>>

"Este es el pensamiento de José Martí, más actual que nunca. Como político y revolucionario creó la conciencia de la guerra justa y liberó a su patria muriendo al combatir por ella. Vale la pena repetirlo siempre por los tiempos que vivimos hoy en Centroamérica, fundamentalmente.

"Su labor política es una gran dimensión, de gran trascendencia y ejemplo de lucha libertaria, que le da una dimensión mucho más allá de su país natal. En estos momentos en que las malas señales en política internacional pueden poner en duda las buenas relaciones con Cuba, nuestro grupo parlamentario quiere dejar constancia plena de nuestra hermandad histórica con el pueblo cubano, lazos forjados durante siglos y de la cual cubanos y mexicanos nos sentimos orgullosos.

"Hermanar la historia es hermanar a nuestros héroes también. Nosotros tenemos a nuestro Benemérito de las Américas, cuyos principios trascienden nuestras fronteras y forman parte del hacer, el pensar y el sentir de nuestros países hermanos. Igualmente Cuba tiene a su apóstol de la libertad y de la independencia, cuyos principios forman parte también del acervo cultural e histórico de la actitud libertaria de la cultura y de la ideología por la que camina América Latina.

"¡Sea hoy un día para realzar los valores más íntimos que unen a nuestras dos naciones que identifican a nuestros pueblos!

"¡Sea hoy un día para exaltar a hombres que como Martí son capaces de hacer puentes que atraviesan mares y montañas y unen a hombres con hombres y mujeres con mujeres!

"¡Sea hoy un día para exigir esa clase de hombres que no solo están dispuestos a morir por sus ideales, sino están dispuestos al compromiso de vivirlos!

"¡Viva Martí! ¡Viva Juárez!"

(Aplausos)

- EL C. PRESIDENTE, DIPUTADO ERIC EBER VILLANUEVA MUKUL: Gracias, señor Diputado.

Tiene el uso de la palabra el diputado Ramón Pez Ferro, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en representación del gobierno de la República de Cuba.

- EL SEÑOR DIPUTADO RAMÓN PEZ FERRO, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba:

Diputado Eric Villanueva,

Presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión;

Distinguidos miembros del presídium;

Distinguidos y distinguidas legisladores y legisladores;

Estimados invitados:

Amigos todos que nos acompañan en este precioso momento de recordación y homenaje:

Profunda y larga historia corona la amistad entre México y Cuba. Innumerables hechos dan fe, a través de los años, de esta unidad y múltiples han sido las celebraciones que en todos los ámbitos la han acompañado.

Esta de hoy tan especial y a la vez tan natural por tratarse de la expresión de amor y respeto del pueblo de México, a través de la iniciativa de su Congreso, dedicada al hombre como cariño por este hermano país, le hizo expresar en una ocasión: "Si no fuera Cuba tan infortunada querría más a México que a Cuba".

Como han reconocido aquí de forma muy clara los colegas que me han antecedido en el uso de la palabra, Martí fue sin duda uno de los más importantes pensadores del Continente Americano. Su labor no se limitó al trabajo por la independencia de Cuba y la integración latinoamericana y caribeña, sino que su pensamiento aplicable y vigente hasta hoy, defendió la identidad y la cultura de nuestros pueblos y promulgó la necesaria independencia, incluyendo la económica, para el disfrute pleno de la libertad.

De señera actualidad es su trabajo sobre el Congreso Internacional de Washington, publicado en el Diario La Nación de Buenos Aires en 1889 y su discurso ante los delegados de dicha conferencia, conocido como Madre América, donde aparecen elocuentes ejemplos de angustias que desdichadamente aún se mantienen.

Desde su protesta ante el asesinato de Lincoln, cuando con sólo 12 años usó cinta negra en tributo al presidente defensor de los negros esclavos, su accionar a través de toda su vida evidenció su anhelo por conquistar toda la justicia y su infinito amor por la humanidad a la que colocó en igual prioridad que a la patria.

En su muy intensa y corta vida atesoró el cariño y la admiración de los espíritus nobles que le conocieron en todas partes y muy especialmente en México, que no en vano disfruta el derecho principal que le pertenece en su recordación.

En México, Martí amó, tuvo hogar y tuvo amigos que correspondieron a su espiritualidad, trabajó y se vinculó definitivamente al periodismo. En su seno fue conociendo mejor a la que también en México más adelante definió como nuestra América, anticipándose a los peligros que han acechado y aún laceran a nuestras tierras.

Ensalzó su naturaleza, defendió a su pueblo, admiró a sus próceres sobre los que escribió maravillosas palabras; apoyó sus luchas sociales, paladeó y fue parte del mundo cultural mexicano, pero principalmente abogó por la felicidad de su pueblo y se preocupó por su destino y por el expansionismo norteamericano en su territorio.

Martí no sólo descolló como apasionado revolucionario y destacado organizador, capaz de fundar con éxito un partido no electoral, estructurado para aglutinar a los patriotas cubanos para la guerra nacional, en cuyo combate cayó, sino que abarcó como polifacético genial las más disímiles actividades intelectuales en todas las cuales brilló. Así, fue vehemente educador, agudo periodista, atinado representante diplomático de varios países latinoamericanos, excelente escritor, poeta relevante, orador encendido que en ocasiones llegó hasta a embelesar con su palabra a sus propios adversarios.

Su personalidad, entera y fascinante, dejó huellas eternas, muchas de las cuales pueden disfrutarse en la correspondencia que le dirigieron y en magníficos testimonios y valoraciones existentes sobre su persona.

Y en México, entre muchos amigos que le adoraron estuvo Manuel Mercado, el amigo mejor, quien también fuera diputado y senador, aquél a quien Martí le dijo en una de las tantas bellísimas cartas que le escribió, y cito:  "No conozco hombre alguno mejor que usted, ni de mérito más cierto aunque no sea pomposo ni de generosidad más natural e infatigable, ni de mente ni corazón más abierto a toda bondad y hermosura.

Por ello, no extraña que en vísperas de su muerte el 19 de mayo de 1895 en pleno combate por la redención de su patria, tal como lo anheló, su pensamiento volara a México a su amigo del alma Manuel Mercado a quien le escribió su última carta inconclusa considerada como su testamento político enla que expresa toda la magnitud de su pensamiento político y de su obra, y cito: "Mi queridísimo hermano, ya puedo escribir, ya puedo decirle con qué premura y agradecimiento y respeto le quiero y a esa casa que es mía y mi orgullo y mi obligación, ya estoy todos los día en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber, puesto que lo entiendo y tengo ánimos con qué realizarlo, de impedir a tiempo con la Independencia de Cuba que se extiendan por Las Antillas los Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América.

Cuanto hice hasta hoy y haré es para eso.

Su martirologio marcó para siempre el Ideario Cubano con la enseñanza de su sacrificio. Su desaparición física no hizo disminuir, sino por el contrario agigantar su imagen heroica y convertir su pensamiento en doctrina sagrada así como en guía y faro para continuar por el camino que él trazara.

Con la intromisión norteamericana de 1898 en la guerra libertadora que los cubanos libraban contra el colonialismo español, se frustró el anhelo Martiano de conquistar una nación verdaderamente independiente y soberana. De colonia española pasamos a convertirnos en semi Colonia del Coloso del Norte, se nos entregó una República mediatizada, con una Constitución formal a la que se le impuso una Enmienda aprobada en el Congreso de aquel país, la Enmienda Platt que otorgaba al Gobierno Norteamericano el derecho a intervenir militar y políticamente Cuba cada vez que ellos lo entendían conveniente.

Pero las enseñanzas del Maestro , su vida ejemplar de sacrificio por la patria, su inmolación por la causa de la Independencia habían calado ya muy profundamente en la conciencia y los sentimientos de nuestro pueblo. Por ello, sus ideas continuaron encabezando nuestras luchas contra todos los desmanes , el entreguismo y el latrocinio que caracterizaron los 57 primeros años de aquella falsa República.

Había que desagraviar a Martí en su Centenario lo cual se hizo realidad el 27 de julio de 1953, ese día un joven martiano, Fidel Castro Ruz encabezó el resurgimiento de la lucha frontal contra la tiranía y contra todo aquel vergonzoso estado de cosas que corroía ya los cimientos mismos de nuestra nación. Fidel identificó a Martí como el autor intelectual de aquella acción.

A partir de ese momento sólo bastaron cinco años para derrotar la sangrienta tiranía de Batista. El primero de enero de 1959, el pueblo al fin llegó al Poder; esta vez sin duda nadie podría arrebatarle el triunfo, sin embargo por atrevernos a ser verdaderamente independientes, los cubanos sufrimos el castigo imperial. Desde el triunfo mismo de la revolución comenzaron los efectos del bloqueo económico, financiero y comercial que aún, después de 43 años, se mantiene marcando un récord en el tiempo, que ningún otro país en la historia de la humanidad ha enfrentado.

Este ha ocasionado 70 mil millones de dólares en pérdidas pero no ha sido sólo el bloqueo económico, junto con el mismo se ha sostenido una política de agresiones de todo tipo, lo cual ha hecho padecer mucho sufrimiento al pueblo cubano.

Grupos de terroristas de origen cubano residentes en Miami, gozan de la tolerancia de las autoridades norteamericanas para llevar a cabo sus acciones criminales contra nuestro país, ello explica la necesidad que hemos tenido de infiltrar a patriotas cubanos en esos grupos para obtener informaciones sobre sus planes. Cinco de estos patriotas fueron detenidos hace más de cuatro años y condenados, uno de ellos a dos cadenas perpetuas, otros dos a cadena perpetua y los otros, a sanciones de 19 y 15 años de prisión.

¿En qué consistieron sus delitos? En luchar contra el terrorismo, en defender a su patria. ¿No constituye ello una gran contradicción? El país que se ufana como campeón de la lucha contra el terrorismo, condena a sanciones exageradas a jóvenes que luchaban contra el terrorismo.

Permítanme agregar la tremenda injusticia cometida en ese juicio plagado de violaciones procesales, violaciones de las propias normas jurídicas y hasta de las enmiendas constitucionales de aquél país, con un jurado parcializado y en un territorio que les fue totalmente hostil. Injusticia que se continúa cometiendo al negársele a sus familiares el derecho que les asiste para las visitas y el normal contacto con los mismos.

Para estos héroes cubanos, solicitamos la solidaridad y el apoyo de todas personas buenas del mundo, para que se lleve a cabo –como se ha d emandado por sus abogados defensores- un nuevo juicio con el respeto al debido proceso a que tienen derecho.

Estimados amigos todos, hace unos pocos días, en la clausura de la Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, celebrada en La Habana en ocasión del CL Aniversario del Natalicio de Martí, se planteaba qué significa Martí para los cubanos y se recordaba las reflexiones del apóstol que relató a los 18 años el sufrimiento, sobre todo moral que padeció cuando apenas alcanzaba 16.

En ese documento, conocido como "El presidio político en Cuba", Martí afirmó: "Dios existe, sin embargo en la idea del bien que veía el nacimiento de cada ser y dejaba en el alma que se encarnaba en él una lágrima pura; el bien es Dios, las lágrimas es la fuente del sentimiento eterno". Creo que coincidirán con nosotros en que esa idea del bien sella el sentido de justicia y humanismo que fue centro de su vida de sacrificios dedicada a los pobres de la tierra, con quienes siempre echó su suerte este ser excepcional que no admitía espacio al descanso mientras hubiera un solo hombre infeliz.

Finalmente, permítanme agradecer nuevamente en nombre de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba, todos los gestos, las acciones de este honorable Congreso de México dedicados al estudio, a la difusión de la vida y la obra de José Martí en la certeza de que ello enaltece tanto a ustedes como al pueblo que dignamente representan y a la vez es acogido con muy sentida gratitud por el pueblo cubano. Que perdure nuestro recuerdo emocionado a la entrañable amistad entre dos grandes hombres: Manuel Mercado y José Martí. que viva para siempre la amistad mayor de la que ellos fueron un hermoso símbolo, la de los pueblos hermanos de México y Cuba. Muchas gracias.

-EL PRESIDENTE:- Quiero saludar la presencia del excelentísimo señor Embajador Fausi ll Elma Masunú (¿), Jefe de la Delegación Especial de Palestina.

Diputado Ramón Pez Ferro, excelentísimo señor Embajador de Cuba, señoras y señores diputados de Cuba y México, señoras y señores senadores, compañeros miembros del presidium, señoras y señores.

Como Presidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Diputados y Presidente del Congreso Mexicano, es motivo de orgullo y satisfacción rendir en este recinto legislativo, un homenaje a José Martí, en el 150 aniversario de su natalicio.

Pocas conmemoraciones de nuestra América alcanzan el interés y la resonancia, como ésta del Prócer Latinoamericano, poeta, escrito, orador, político y periodista que fue José Martí. Son escasos los hombres sobre la tierra que con corta existencia como Martí, con sus 42 años, logran descollar en tan variadas actividades del quehacer humano,. habiéndose ganado los calificativos en su tiempo de: "rebelde, insurrecto, conspirador, agitador, revolucionario, libertador, redentor, insurgente, anarquista, apóstol y maestro", nosotros agregaríamos el de" hombre universal de tiempo y de espacio", por su visión de la realidad latinoamericana, por su lucidez y clarividencia para anticipar los actuales problemas de nuestros pueblos.

Por su actividad en aras de la independencia de su país, es encerrado en prisión y condenado a trabajos forzados, se logra la conmutación de la pena por el destierro a España, en donde el joven de apenas 18 años encuentra reconocimiento entre los exiliados cubanos. En el nuevo país Martí distribuye su tiempo entre la lucha por la liberación de su patria y su formación profesional, obteniendo títulos en 1874 de licenciado en Derecho y licenciado en Filosofía y Letras.

Por voluntad propia decide abandonar España, regresar a América para estar más cerca de su amada Cuba y escoge 1875 como puerto de refugio, nuestra patria. Recién pisa suelo mexicano, traba amistad con nuestro compatriota michoacano Manuel Antonio Mercado, sobresaliente figura política en ése entonces. No importó la diferencia de edades para consolidar una amistad que estuvo presente en la víspera de su muerte en 1895, en el Campamento de Dos Ríos.

El joven Martí, con 22 años cumplidos, apenas llega a nuestro país y se envuelve en una intensa vida intelectual, encuentra la actividad económica y política marcadas por el sello de liberalismo y en lo artístico, por el romanticismo. El mundo literario, periodístico y social de nuestra patria que acogió a José Martí, sería un ambiente de su agrado total en el cual terminaría de empollar su febril quehacer literario y político. Cultivó la amistad de destacados intelectuales de la época liberal, entre los que se encuentran a Vicente Villada, Director del Diario Revista Universal, donde colaboró con sus boletines bajo el seudónimo de "Orestes", también con nuestro poeta Juan José de Dios Pesa, con el dramaturgo José Peón Contreras, con el nigromante Ignacio Manuel Altamirano.

Su amigo, Manuel Antonio Mercado, le recomienda para emplearse como corrector de pruebas en el Periódico El Federalista, conjugando a la vez con sus trabajos que realiza en el Diario Revista Universal como crítico y periodista, donde el oficio se le convertiría en pasión al decir de su compatriota, el poeta Cintio Vitierr (¿)

Defiende a Benito Juárez, a quien admira y desde la redacción de El Federalista fija una posición política a favor del Gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada. Se manifiesta partidario fervoroso del desarrollo de la educación popular y el proyecto de renovación cultural que emprenden en nuestro país Gabino Barreda, Ignacio Manuel Altamirano y José María Vigil.

En nuestra patria, Martí asimila las ideas de las nuevas formas de hacer política; encuentra en el sistema político mexicano encabezado por los liberales del momento, la mejor forma de entender el progreso y marchar hacia la libertad.

A Martí nada le es ajeno, en sus artículos y crónicas de entonces aborda la vida cultural, la situación económica y política del país, la cuestión indígena y los problemas fronterizos con los Estados Unidos, entre otros, perfilándose ya su proyecto nacionalista y su concepción latinoamericanista que más adelante llamaría "Nuestra América".

Los acontecimientos de noviembre de 1876, cuando son derrotadas las tropas leales a Sebastián Lerdo de Tejada, por el general Porfirio Días y la "asunción provisional" de la Presidencia de la República por éste, provocan la reacción del joven Martí publicando en diciembre 7 del mismo año, en El Federalista, su artículo "Alea Yata Ex" (¿), en el que condena los procedimientos empleados por Días para llegar al poder.

Poco tiempo después del golpe asestado en diciembre 16, Martí publica en El Federalista su artículo "Extranjero", en el que detalla las causas por las cuales no puede continuar en nuestra patria, donde impera la voluntad de un caudillo militar.

En su partida de finales de diciembre de 1876, no faltó la solidaridad y el apoyo de sus amigos Manuel Antonio Mercado y Nicolás Domínguez. Martí va a su patria vía Veracruz para posteriormente regresar nuevamente México como paso a su destino, Guatemala. Se embarca en Cuba en el vapor "City of Habana", con destino a Progreso, Yucatán. Visita Mérida y a los miembros de la colonia cubana y traba relaciones con los círculos literarios locales.

En marzo 5 de 1877 parte de Progreso hacia Guatemala en una aventura que inicia en Canoa, desafiando las no siempre quietas aguas del Caribe Mexicano. Bordeando las costas yucatecas arriba a Holbox, pequeño pueblo de pescadores y convive con ellos; llega al islote Contoy y a la isla de Mujeres. En cayuco se dirige a Belice y después en goleta enfila hacia Livingston. Toca el poblado de Izabal sobre la más pequeña y rebelde y mal intencionada mula que vio nunca la montaña de Izabal, diría Martí.

En tramo final de su osado viaje, descansa y recupera energía en las montañas y valles de territorio maya, en Gualam (¿), Roblar, San Pablo Izacapa (¿) y finalmente después de 29 febriles días, el 2 de abril arriba a Guatemala.

Martí había abandonado México, regresaría para casarse con Carmen Sallas Bazán en diciembre 1877 y en una breve estancia en el verano del 94, pero como escribiría Andrés y Duarte sobre él, es un mexicano más.

Cuba le dio la vida y el alma; España, instrumentos de trabajo en sus universidades; México, la práctica y la profesión de periodista.

Señoras y señores legisladores de Cuba en México, señor Embajador: los mexicanos pensamos que por esa entrañable amistad que sembró en nuestra patria José Martí, que por esos problemas comunes que enfrentamos los pueblos de Latinoamericana, que por esas identidades en cultura, en idioma, en historia, en la aspiración permanente por regir nuestros destinos con soberanía e independencia, que por el respeto a las formas de gobierno que se han dado otros pueblos, que por todo eso, los lazos que unen los pueblos de México y Cuba tienen su fundamento en el Supremo Valor de la solidaridad en un mundo en donde hoy imperan amenazas sobre la humanidad.

Decirles además de que el mundo intelectual literario y político que recibió a José Martí en nuestra patria mantiene viva la tradición, el intercambio cultural y hoy le agregamos los intercambios académicos y de la investigación científica que llevan a cabo entre otras instituciones las universidades autónomas de México, de Guadalajara, la nicolaíta de Michoacán y la de Yucatán con quienes la Universidad de La Habana y otras universidades mantienen nexos estrechos, vigentes hoy en día y que esperamos se fortalezcan y perpetúen en el tiempo.

Que esta Honorable Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, representante de la pluralidad política de México, estará atenta para seguir conservando el legado de amistad que sembró Martí en nuestra patria y pugnará por ensanchar y fortalecer los lazos de amistad y de cooperación entre esta Cámara y la Asamblea Poder Popular, representante de la soberanía popular del pueblo cubano.

Que finalmente los lazos de amistad y de cooperación entre los pueblos de México y Cuba al fortalecerse y ampliarse, constituirán el mejor homenaje que podamos rendir al gran prócer cubano latinoamericano: José Martí.

Muchas gracias.

(Aplausos)

(A las 11:40 horas) Se levanta la ceremonia solemne.

Se ruega a los ciudadanos legisladores permanecer en sus lugares para iniciar la Sesión Permanente.