Declaratoria de apertura del periodo de sesiones
Posicionamientos por la apertura del periodo de sesiones
Orden de participación de los grupos parlamentarios
Intervención de legisladoras y de legisladores
Senadora Mónica Tzasna Arriola Gordillo, Nueva Alianza
Diputado Ricardo Monreal Ávila, Movimiento Ciudadano
Diputado Ricardo Cantú Garza, PT
Senador Carlos Alberto Puente Salas, PVEM
Diputado Silvano Aureoles Conejo, PRD
Diputado Luis Alberto Villarreal García, PAN
Diputada Adriana Hernández Íñiguez, PRI
Receso para recibir el VI Informe de Gobierno
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Pido a la Secretaría que haga del conocimiento de esta Presidencia el resultado del registro de asistencia de diputados y senadores.
El Secretario diputado Xavier Azuara Zúñiga: Se informa a la Presidencia que existen registrados previamente 416 diputadas y diputados.
La Secretaria senadora Lilia Guadalupe Merodio Reza: Señor presidente, con base en el registro previo de asistencia de la Secretaría, están presentes 112 ciudadanas senadoras y ciudadanos senadores.
El Secretario diputado Xavier Azuara Zúñiga: Señor presidente, hay una asistencia de 416 diputados y 112 senadores. Hay quórum de Congreso General.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam (17:07 horas): Se abre la sesión de Congreso General.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: El Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos abre hoy, 1 de septiembre de 2012, el primer periodo de sesiones ordinarias del primer año de ejercicio de la LXII Legislatura.
Se va a proceder a entonar el Himno Nacional.
El Secretario diputado Xavier Azuara Zúñiga: Se pide a los presentes permanecer de pie.
(Himno Nacional)
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Gracias, pueden tomar asiento.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: El siguiente punto del orden del día es la intervención de los grupos parlamentarios, alusiva a la apertura del primer periodo de sesiones ordinarias del primer año de ejercicio de esta legislatura. Harán uso de la palabra, en términos del Reglamento, hasta por 15 minutos, los legisladores inscritos.
Por la fracción de Nueva Alianza, la senadora Mónica Arriola; por la fracción de Movimiento Ciudadano, el diputado Ricardo Monreal; por la fracción del PT, el diputado Ricardo Cantú Garza; por el Partido Verde Ecologista, el senador Carlos Alberto Puente Salas; por el Partido de la Revolución Democrática, el diputado Silvano Aureoles; por el Partido Acción Nacional, el diputado Luis Alberto Villarreal García; y, por el PRI, la diputada Adriana Hernández Íñiguez.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En consecuencia se concede el uso de la palabra a la senadora Mónica Arriola.
La senadora Mónica Tzasna Arriola Gordillo: Honorable Congreso de la Unión, señoras legisladoras y señores legisladores, al pueblo de México. México tiene hambre de progreso y desarrollo. México reclama seguridad y justicia, responsabilidad, patriotismo, visión de Estado.
Hoy, por el mandato ciudadano expresado en las urnas encaramos la disyuntiva de extraviarnos en una lógica minimalista, el paso a pasito que tanto exaspera a los más y que ha impedido que el país despliegue su potencial, o bien leer el sentido de urgencia que reclaman los sectores más conscientes de la sociedad y actuar en consecuencia.
En Nueva Alianza no tenemos dudas, no hay espacio para la simulación, para privilegiar agravios reales o imaginarios y con ese pretexto secuestrar iniciativas y así aplazar el desarrollo del país. El imperativo del Congreso de la Unión en este tiempo es responder a su razón de ser, constituir un contrapeso institucional al Poder Ejecutivo y legislar; legislar para hacer las reformas constitucionales y legales que fortalezcan las instituciones y permitan las realizaciones económicas y sociales que este país requiere para atender sus problemas más urgentes: la inseguridad, el desempleo, el deterioro del poder adquisitivo, la pobreza, la desigualdad.
El primero de julio los ciudadanos no dieron mayoría a ningún partido político en el Senado ni en la Cámara de Diputados, el mandato de las urnas tiene una traducción, nos ordena desplegar la política; es decir, deliberar, ejercer el disenso razonado y también lo que vale subrayar y es igualmente democrático; el acuerdo.
Los ciudadanos nos dieron su voto, su confianza, para que les demos resultados y no excusas. El Congreso de la Unión debe ser el espacio privilegiado del quehacer político nacional, la sede de los grandes acuerdos que le den certidumbre y futuro al país.
Con ese compromiso y con esa convicción Nueva Alianza asiste a esta Legislatura para proponer y deliberar rigurosa y críticamente, pero también para sumar y multiplicar esfuerzos y dar viabilidad a iniciativas y proyectos que permitan avanzar hacia un país más próspero, más justo, más seguro.
Sin titubeos Nueva Alianza pugna por la legalidad y el respeto a las instituciones, nadie, nadie debe condicionar el resultado de una elección a sus intereses. La sociedad mexicana expresó en las urnas su voluntad política, nos toca acatar esa decisión soberana.
Me viene a la mente la figura de un ilustre senador chiapaneco, don Belisario Domínguez, que no fue un hombre de arrebatos cuando en septiembre de 1913 decretó en tribuna su sentencia mortal al denunciar severamente al usurpador Victoriano Huerta.
A la distancia y, con la memoria del ilustre legislador, podemos interpretar estas décadas de nuestra historia como la suma de esfuerzos de toda una nación por abolir la violencia e instaurar de forma definitiva e inapelable la política y la democracia, las instituciones como mecanismos insustituibles para la convivencia.
Seamos, compañeros legisladores, pues, consecuentes. Respetemos las instituciones y las leyes que nos hemos dado entre todos nosotros. La democracia no tiene dueños, nadie puede apropiarse lo que es de todos. Llegó el momento de darle vuelta a la página de los agravios y mirar juntos hacia adelante.
Señoras y señores legisladores, es un acto de justicia y de civilidad política reconocer logros y aciertos de la administración del Presidente Felipe Calderón. A diferencia de naciones que la sociedad global tenía como ejemplares y que hoy padecen situaciones críticas e incluso trágicas, hoy México goza de condiciones macroeconómicas favorables. Sobre esa base nuestra economía deberá levantar el vuelo.
Debemos valorar con objetividad y mesura los saldos de éstos últimos años. Lo haremos en los próximos días, pero por ahora nuestra mirada está puesta en el futuro.
No podemos tampoco dejar de reconocer la inversión en infraestructura, la instauración del Seguro Popular, su compromiso con la educación pública y su decisión valerosa de enfrentar con todos los recursos a la delincuencia organizada.
La agenda de Nueva Alianza es la del progreso de México. Nuestra estrategia es cumplir. Nuestra táctica es el diálogo y el acuerdo.
A quienes votaron por nosotros les decimos desde esta alta tribuna que no les vamos a fallar, que vamos a proponer, promover y acompañar una serie de reformas que alienten una nueva Ley de Seguridad que defina normas para la actuación de las fuerzas federales y locales.
Replantear el papel de los cuerpos de inteligencia para un combate eficaz a la delincuencia. Replantear las facultades, operación y funcionamiento de los ministerios públicos; consolidar el sistema acusatorio y oral y hacerlo avanzar en todos los estados del país.
Redefinir los roles de los diversos cuerpos policiacos en la búsqueda de mandos únicos, profesionales, confiables y con supervisión ciudadana.
Reconstruir un sistema penitenciario eficiente donde la iniciativa privada intervenga tratándose de reos de baja peligrosidad y promover una educación para la vida enfocada a una cultura para la paz.
Nueva Alianza impulsará abrir los espacios para la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones, supervisión y en la evaluación de la acción gubernamental.
Asumiendo el compromiso con las propuestas de nuestro candidato a la Presidencia de la República, Gabriel Quadri y el desarrollo sustentable del país, vamos por una reforma enfocada a las energías renovables como la eólica, solar, térmica y nuclear.
Es preciso revisar de manera consciente, sin mitos ni prejuicios, el funcionamiento de las empresas de propiedad estatal como el petróleo y la energía eléctrica.
Seguir con el esquema actual debilita las oportunidades para innovar y hacer más competitiva nuestra economía. Pondremos en la mesa del debate, el subsidio a las gasolinas.
La reforma laboral es un tema de la agenda nacional ineludible para Nueva Alianza, no sólo por su impacto en la competitividad y productividad de la economía nacional, sino también en la protección jurídica de los derechos laborales de los trabajadores.
Flexibilidad laboral, sí, pero bajo ninguna circunstancia aprobaremos una reforma que lesione los derechos y conquistas laborales de las mexicanas y los mexicanos.
Cada una de las propuestas de Nueva Alianza como de las llamadas reformas estructurales, tienen como propósito generar las condiciones óptimas para atender de manera prioritaria a los niños en la primera infancia, porque es en esa etapa de la vida donde se forjan las mujeres y hombres de bien que contribuirán al desarrollo nacional.
A todas y cada una de las mujeres quienes con decisión y entrega, además de estar al tanto del cuidado de sus hijos, se han convertido en sostenes económicos de sus familias.
A las y los jóvenes mexicanos para convertirlos en verdaderos agentes estratégicos del desarrollo nacional.
La educación para Nueva Alianza ocupa un lugar privilegiado en nuestra agenda. Promoveremos iniciativas y políticas públicas en materia educativa, cultural y científica. La educación pública, laica, gratuita y de calidad como política de Estado y responsabilidad compartida por todos los sectores sociales y productivos.
Calidad educativa entendida como un aspecto integral que contempla la evaluación de todos los que intervienen en el sistema educativo nacional, empezando por los maestros, alumnos, directores, supervisores y autoridades educativas, federales y estatales.
El desarrollo científico y tecnológico como prioridad nacional. El acceso de la población a los bienes culturales, la creación artística y el pensamiento universal como necesidad democrática y garantía de progreso individual y colectivo.
Buscaremos perfeccionar nuestra democracia representativa. Esta legislación tendrá que demostrar que entiende que las mayorías sin minorías no funcionan, no tienen identidad. Las minorías demostraremos que en el centro de nuestra potencia están las ideas y convicciones, y que esas son indispensables en este nuevo modelo de relaciones políticas.
Nueva Alianza los convoca a que seamos más que una nueva legislatura, seamos una nueva generación de políticas y políticos que no le regatea nada a su país y a su gente. Nos comprometemos a escuchar antes de arengar; a valorar, antes de votar y a respetar la pluralidad de nuestra vida pública.
En el México que desde Nueva Alianza queremos construir se requiere del compromiso y la propuesta; de la comprensión a la diferencia y la generación de principios en común, esto es el corazón de la democracia.
Esta nueva generación de vida política debe formar acuerdos. Debe ver más allá de las contiendas electorales y las disputas por el poder. Debe estar más allá de la inmediatez y tener la perspectiva de que las decisiones que tomemos juntos hoy, cambiarán el futuro de México.
Somos un partido joven, pero somos un partido maduro; somos una formación política imaginativa y resuelta; somos responsables y leales con las instituciones y con la democracia. A nuestros electores y a todo el pueblo de México les decimos que Nueva Alianza aspira a escribir un nuevo capítulo en la historia nacional de desarrollo y bienestar para todos, cuyo protagonista principal sea la sociedad. Es el rompimiento de una forma de hacer política y el nacimiento de otra.
México pide una nueva clase política, pide un nuevo impulso y un nuevo compromiso, un compromiso con la ética, con la igualdad, con el derecho a una vida plena. México pidió un cambio, seamos los primeros en entender este llamado, porque la capacidad no está en imponer una visión, sino en enriquecerla con voluntad política y con el interés público por delante.
Esta legislatura sabrá superar las diferencias, sabrá construir ese país que todos queremos; un México de paz y prosperidad, de justicia y oportunidades para todos. La fuerza no está en que gane uno, sino en que ganemos todos, porque la verdadera valentía está en pensar en los demás.
Seamos capaces, seamos fuertes, seamos valientes porque así lo dijo hace dos siglos Vicente Guerrero, la patria, la patria es primero.
Muchísimas gracias.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Muchas gracias, senadora.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Toca el uso de la palabra al señor diputado Ricardo Monreal Ávila.
El diputado Ricardo Monreal Ávila: Ciudadano presidente, ciudadanos legisladores y legisladoras, hoy iniciamos una legislatura en medio de la incertidumbre, el caos y la denegación de justicia. El orden, la comodidad y el derroche de este recinto no reflejan la inseguridad, el desempleo, la violencia, la carestía y la zozobra que campean en el país.
Lo que mal empieza mal acaba. Ésa fue la lección de hace seis años para un gobierno espurio, que termina espurio. No se aprendió la lección y por eso hoy estamos condenados a repetir la historia, pero con más agravantes y mayores agravios.
Hace seis años el Tribunal Electoral preparaba por estas fechas la calificación de una de las elecciones más controvertidas en el país. Los magistrados de aquel entonces tuvieron un rasgo de pundonor. Hicieron el intento de apegarse a lo que significaba el concepto calificación, es decir, identificar la cualidad y calidad distintiva de un hecho o acontecimiento.
Encontraron, entre otras cosas, que en la elección se habían cometido graves irregularidades como la intromisión indebida del Ejecutivo en el proceso y el pago de campañas publicitarias con recursos privados, pero que ninguna de ellas había sido determinante en el resultado final de la elección.
Es decir, sí se había violado la Constitución y la ley, pero nada más tantito y ese tantito no había tenido nada que ver en la pequeña diferencia del 0.54 por ciento del resultado final. Se consumó el robo de la presidencia en contra de Andrés Manuel López Obrador, y vean que daño le hicieron al país. Vean el tiradero en que lo han sumido a nuestra patria.
Seis años después, con muchas más evidencias, datos, documentos y testimonios de irregularidades, el Tribunal Electoral encontró que la pasada elección presidencial fue una pieza maestra de pulcritud, limpieza y transparencia que causaría la envidia de los ciudadanos de la Grecia antigua o de los electores del cantón suizo más moderno.
Las tarjetas prepagadas de Monex, mediante las cuales se disfrazaron miles de millones de pesos, al margen de la autoridad electoral, fueron producto de la alucinación. Los monederos electrónicos de Soriana, que se repartieron por miles en las colonias pobres, antes de la elección, fueron fabricados por la maledicencia de unas cuantas personas mal pensadas.
Las empresas fantasmas fueron tan transparentes que el tribunal no las alcanzó a ver. Las transferencias electrónicas erróneas, entre Scotiabank y el gobierno del estado de México, por cantidades millonarias, fueron producto de contabilidad creativa, no de la ilegalidad.
Todos sabemos que las sentencias de un tribunal superior son inapelables e inatacables en términos jurídicos, pero nunca serán inopinables e incuestionables en términos de la ética ciudadana, sobre todo en una sociedad como la nuestra, que tiene perfectamente claro que por un lado marcha la legitimidad y por el otro, frecuentemente, en sentido contrario, la legalidad. Del Tribunal Electoral de hace seis años, ni el pundonor quedó en el actual.
Consta en la opinión pública la forma en cómo uno de los actores de este juicio, el PRI le fue fijando a la autoridad electoral la agenda del trabajo, los términos de los dictámenes y hasta la fecha de la sentencia y entrega de la constancia de mayoría.
Cuatro ejemplos. Uno, la Unidad de Fiscalización del IFE resolvió en dos días el monto y los beneficiarios de las tarjetas Monex, denunciado por el PAN. Resultó que eran operadores del PRI en Guanajuato.
Posteriormente, cuando la Coalición denunció el doble de este monto con una serie de empresas fantasmas, nada sucedió, hasta ahora nada ha sucedido. Y a pesar de contar con dientes y colmillos para realizar investigaciones expeditas en materia de lavado de dinero en las campañas electorales el IFE se resistió, de manera sistemática, a adelantar las investigaciones e informes con los mismos argumentos de la defensa del PRI.
Dos. La denuncia por publicidad encubierta la desechó el Consejo General del IFE, prácticamente con los mismos argumentos que utilizó el PRI.
Tres. Cuando diversos magistrados electorales habían señalado en momentos diferentes una fecha, el PRI se las corrigió. Y así ocurrió.
Cuatro. Lo insólito, uno de los magistrados integrantes de la Comisión Redactora declaró presidente electo a quien nosotros no reconocemos, antes de la votación.
Hay que decir las cosas como son, llamar las cosas por su nombre. El máximo tribunal electoral del país, que debería actuar como una corte constitucional en la materia, devino en un tribunal de consigna; o peor aún, de cortesanía política.
Se actuó sin pudor ni recato. La sesión donde fue resuelta nuestra inconformidad de convirtió en un concurso de lambiscones. Peor aún, parecía competencia de quién era el más abyecto, quién se arrastraba más, quién era más cínico. Todo para hacerse merecedor de un asiento en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Las cortes constitucionales emiten fallos ejemplares; los tribunales de consigna y de cortesanía general, fallos fallidos. Es decir, literalmente fallas institucionales e históricas.
Un fallo ejemplar resarce por naturaleza cualquier daño a la Constitución; una falla histórica ahonda más la herida. Un fallo es inapelable porque logra la síntesis de lo legal y lo legítimo; una falla, en cambio, la divorcia y busca imponerla a partir de la legalidad literal.
La legitimidad trascendente. Un fallo es inatacable, no solo porque resuelve un caso jurídico para un país como una elección presidencial, sino porque se vuelve un referente ético para varias generaciones y elecciones presidenciales futuras. En cambio, una falla institucional sienta precedentes negativos y perniciosos para la convivencia presente y futura de la sociedad.
Ciertamente, este fallo afecta el interés jurídico y político de la Coalición y de nuestro candidato Andrés Manuel López Obrador, pero esa afectación es la menos importante de todas las ocasionadas de manera colateral.
Por un lado, deja abierta en carne viva la herida a una Constitución que mandata la equidad en letra y espíritu como eje central de elecciones libres y auténticas que no se celebraron en México.
Por el otro, el desestimar el uso y abuso de dinero excedente de procedencia ilícita en la campaña del PRI sienta el gravísimo precedente para subastar al mejor postor las próximas elecciones. Para la Constitución el sufragio en efectivo no es elección; para el tribunal, en cambio, sí lo es.
De ahora en adelante las elecciones serán ganadas por el candidato y el partido que más dinero de procedencia ilícita gaste, por el partido y el candidato que más empresas fantasmas utilicen para triangular sus donativos ilegales; por el candidato y partido que más votos compre.
Podría llegar el momento, y pensémoslo ya, que ya no existan elecciones constitucionales. Hagamos subastas periódicas de cargos de representación popular en un mercado libre y abierto.
Éste es el daño mayor e irreparable que ha generado este fallo fallido. Las máximas autoridades electorales mandaron al diablo a la Constitución, y eso es imperdonable. Al calificar una elección los tribunales cortesanos y de consigna terminan descalificándose a sí mismos.
Quiero hacerles una pregunta a los integrantes de esta asamblea legislativa. ¿Alguien de ustedes recuerda a los magistrados del 2006? Hace una semana uno de ellos me reveló que días antes de la calificación presidencial los cabilderos del poder les ofrecieron a algunos de ellos apoyarlos para que fueran ministros de la Suprema Corte de Justicia, una vez que calificaran y cometieran aquella canallada, ellos fallaron a favor del poder, pero después les fallaron a ellos. Pregunten dónde están.
Ése es el destino de los tribunales de consigna, terminan por no ser útil a nadie, así son tratadas las cortes sin pundonor, son desechados hasta por quienes las usan. Por cierto, todas las pruebas que incomodaron a los magistrados y fueron calificadas como inoperantes, vagas, imprecisas, insuficientes y no determinantes fueron aportadas por los ciudadanos. La afrenta es para ellos.
Con frecuencia nos cuestionan sobre cuál es el número de votos necesarios para reconocer sin impugnar el resultado electoral. La respuesta es que en una elección democrática no es sólo un tema cuantitativo, sino ante todo cualitativo.
Tan importante como el número de votos de diferencia es la forma como se obtienen los sufragios. Cuando existe equidad una elección se pierde o se gana con un voto de diferencia y así lo reconoceremos siempre, pero cuando la equidad, y la inequidad es la condición dominante, la diferencia numérica no es fuente de legitimidad sino indicador del tamaño de las irregularidades cometidas.
La pasada elección presidencial estuvo muy alejada de la equidad democrática, que es la base de unas elecciones libres y auténticas como lo ordena la Constitución. El dinero a raudales de procedencia desconocida y al margen de toda fiscalización se convirtió en esta ocasión en la partícula del fraude electoral y del atropello constitucional. El dinero ilegal e ilícito en una campaña es inocultable, suda, huele y deja rastro, el derroche fue su principal expresión.
No podemos aceptar que el dinero ilegal o ilícito defina el resultado electoral, porque estaríamos actuando en contra de la voluntad ciudadana. Está demostrado que quienes compran una elección presidencial terminan vendiendo al país, pero se van a topar con nosotros.
Anunciamos, anunciamos, que frente al cinismo e irresponsabilidad jurídica y política de consejeros y magistrados, que actuaron de manera vergonzosa e indigna, y a efecto de que no queden impunes sus fechorías y ambiciones promoveremos en los próximos días ante este Congreso un juicio político, y convocaremos a todos los ciudadanos que se sientan agraviados por los atropellos cometidos a que suscriban este juicio político.
Por lo pronto el próximo 9 acompañaremos a Andrés Manuel López Obrador, ahí vamos a definir lo que el movimiento habrá de realizar. Desde esta tribuna hacemos responsables a los usurpadores e impostores del poder, de las represalias y agresiones que sufran los jóvenes y los ciudadanos que buscan detener este nuevo asalto a la Constitución con la única arma que poseen, su libertad de expresión y manifestación.
Resistiremos cualquier embestida para tratar de detener, desprestigiar y hasta transar con nuestra lucha por defender la Constitución; pobre de nuestro país con la restauración autoritaria, con la resonancia de discursos retóricos y demagógicos que rayan en la incongruencia y en la mentira. Discursos huecos que hacen crecer los abismos entre la realidad en la calle y la comodidad en sus curules.
Frente a los momentos aciagos de la República, nosotros continuaremos con nuestro principal propósito: transformar al país. La nación, señores diputados, diputadas, senadoras, senadores, la nación está de luto, asistimos a las exequias de la democracia, frente a esta justicia putrefacta, frente a estos políticos corruptos y decadentes, frente a la impunidad, y ya es una norma de conducta en el país, solo nos queda actuar con dignidad; así lo haremos en la izquierda, se los aseguro.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el uso de la palabra el diputado Ricardo Cantú Garza.
El diputado Ricardo Cantú Garza: Con la venia de la Presidencia, compañeras y compañeros legisladores, nuestra patria vive días aciagos, la voluntad popular ha sido burlada, los Poderes fácticos, Calderón, el PRI y la oligarquía pretenden imponer a Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República; se reeditan con mayor contundencia las prácticas más sucias del priismo. En México la frase sufragio efectivo es todavía un anhelo por cumplir, ya que ahora la elección no la roban, la compran. Coaccionaron el voto y lucraron con la pobreza que en 70 años de gobiernos del PRI y 12 del PAN ellos mismos crearon.
El Instituto Federal Electoral no solo fue comparsa de las violaciones a la ley, sino que además traicionó la democracia, ya que de manera sistemática rechazó nuestras quejas, no investigó el origen del dinero, el rebase de topes de campaña, el lavado de dinero, las tarjetas Monex y Soriana, dejando de ser árbitro para convertirse en cómplice del PRI.
Con oportunidad los integrantes de la Coalición Movimiento Progresista impugnamos dicha conducta. Al final, y como resultado de las irregularidades de la jornada electoral, interpusimos el juicio de inconformidad, mismo que el jueves pasado fue resuelto por la Sala Superior desechando nuestras argumentaciones.
Al validar las irregularidades de Enrique Peña Nieto, el Tribunal Electoral afrenta a millones de mexicanos, a los que nos consta la compra de la elección presidencial. Con esta validación el Tribunal Electoral está dando entrada al regreso del autoritarismo del PRI. Estaremos regresando a las viejas prácticas del presidencialismo priista.
Muy lejos estuvo el Tribunal Electoral de apegar su resolución a los principios contenidos en el artículo 41 constitucional en cuanto a la libertad de sufragio, financiamiento público y acceso a medios de comunicación.
En su sentencia el Tribunal Electoral creó una realidad ficticia y nos demuestra que no conoce o no le importa la opinión de millones de mexicanos que no compartimos su fallo. La decisión que tomaron los magistrados del Tribunal Electoral tiene efectos devastadores para las instituciones que dicen defender. Están validando que se puede actuar con total impunidad sin que se sancionen las conductas ilícitas.
Todo esto daña al sistema democrático porque se violenta la voluntad de millones de ciudadanos que hoy nos sentimos burlados porque supuestamente deben ser los garantes del voto libremente emitido.
Enrique Peña Nieto, a partir del primero de diciembre llevará la carga de la ilegitimidad de origen, como oprobio para la ciudadanía que aún confía en el voto como mecanismo de elección de sus gobernantes. A los magistrados de la Sala Superior los perseguirá por siempre su abyección ante el poder.
Compañeras y compañeros legisladores, en el entorno nacional y concretamente en el económico y social, los diputados federales y senadores del Partido del Trabajo manifiestan su indignación porque la situación de México y los mexicanos está más deteriorada que nunca.
La economía mexicana prácticamente no ha crecido en los seis años de Calderón; sólo el 1.78 por ciento en promedio. Es el segundo sexenio de menor crecimiento en 30 años de neoliberalismo.
Calderón presume que en esta administración se han creado 2 millones 200 mil empleos, con lo que queda a deber a los ciudadanos un total de 5 millones 300 mil plazas. Lo del presidente del empleo no es más que una frase de humor negro.
Además existen casi 14 millones de mexicanos que fueron arrojados a la informalidad, aumentando el desempleo.
Los pronósticos de inflación del gobierno calderonista no se cumplirán porque a la fecha tenemos una inflación de 4.45 por ciento.
Los incrementos mensuales a los combustibles y energía eléctrica, han jugado un papel importante en el aumento de la inflación que impacta a los bolsillos de los mexicanos. Eso fue aprobado por las bancadas del PRI y del PAN en la pasada legislatura.
Ejemplos claros lo constituye el precio del huevo que pasó de 8 pesos a 45 pesos en promedio y el de la tortilla, de 2.50 en el 2006, a 11 pesos en el 2012.
La deuda mexicana se está tornando inmanejable. Los datos de Hacienda y de estudios sobre pensiones y jubilaciones, nos dicen que el pasivo mexicano es igual a 21 billones 935 mil millones de pesos, que representan el 144 por ciento del producto interno bruto.
La pobreza imperante lacera la dignidad de los ciudadanos. De ninguna manera es aceptable que tengamos 93 millones de pobres o 56 millones de ellos en niveles extremos de indigencia.
Temas sensibles para la ciudadanía son los que se refieren a la cotidiana violación de los derechos humanos, a la inseguridad avasallante en la mayoría de los estados de la nación, a la falta de justicia en las dependencias institucionales y a la corrupción y a la impunidad.
El problema radicó en que Calderón en su afán de legitimar su usurpación el poder, inició una guerra sin análisis ni diagnóstico, según sus propias palabras.
Su llamada “estrategia” ha producido un saldo muy grave de más de 70 mil mexicanos asesinados; más de 17 mil desaparecidos y más de 120 mil desplazados por una guerra sin sentido.
El resultado de esta estrategia de combate al crimen, se ha reflejado en que estamos inmersos en una situación donde los carteles de la droga imponen su ley por encima de las instituciones, corriendo el riesgo de la instauración de un narco Estado que opere de forma paralela al gobierno constituido.
El fracaso de la política social y la ausencia de políticas educativas que no dio oportunidades de acceso al bachillerato y a las universidades a los jóvenes, los hace vulnerables ante la cooptación de las organizaciones delictivas.
Así se han detectado 7 millones y medio de jóvenes que no estudian ni trabajan.
El sector salud no es ajeno a esta circunstancia. Los tratados internacionales signados por el gobierno mexicano han sido letra muerta y así tenemos que las sentencias de la Corte Interamericana de los derechos humanos en los casos de radilla y campo algodonero, entre otros, no se han cumplido.
Los principios de política exterior consagrados en nuestra Constitución se han traicionado. Los hechos de Tres Marías y los operativos Rápido y Furioso y Arma Blanca, así lo demuestran.
Compañeras y compañeros legisladores, pueblo de México. La agenda legislativa que impulsaremos tiene el propósito central de beneficiar a la gente, en especial a aquellos mexicanos que han sido marginados y que han sufrido los estragos de 30 años de política neoliberales.
Con el cambio verdadero, no habrá más simulación, no más privilegios para unos cuantos. Nos comprometemos ante los pueblos originarios a realizar, a relanzar la iniciativa Cocopa que recoge los Acuerdos de San Andrés Larráinzar.
En materia económica estamos planteando una nueva economía que genere crecimiento y desarrollo para los mexicanos, que abra oportunidades para las pequeñas y medianas empresas, que cree empleos, que permita una distribución equitativa de la riqueza que se produce en nuestro país.
De la mano del cambio del modelo económico tenemos la firme convicción de defender la propiedad de los recursos energéticos que son de la nación como se señala en el artículo 27 constitucional. Fortaleceremos el marco legal para que Pemex y CFE puedan contar con recursos suficientes para impulsar su desarrollo, recuperen su liderazgo y permanezcan como empresas públicas.
Estamos planteando una reforma hacendaria que cobre impuestos a los que más ganan y que en contraparte proteja la economía familiar. Les decimos con toda claridad, no aceptaremos que se cobre IVA en alimentos y medicinas, como es la pretensión del PRI y el PAN. Propondremos eliminar el IETU.
Es impostergable una reforma en materia de medios de comunicación para democratizar el otorgamiento de concesiones que inhiba las prácticas monopólicas, fundamentalmente para que ejerzan su función social, garantizando el derecho de los mexicanos a estar debidamente informados.
Es indispensable establecer una política social que vaya más allá del asistencialismo y el clientelismo, que permita la generación de capacidades. Promoveremos que los derechos sociales sean universales para que todos los mexicanos, sin distinción alguna, puedan gozar de ellos. Ése es el caso de la educación y la salud, cuyos lineamientos deben apegarse a lo mandado en la Carta Magna.
En el tema de la seguridad y acceso a la justicia, promoveremos cambios que garanticen la aplicación de una justicia imparcial, efectiva, pronta y que respete los derechos humanos con personal calificado que se desempeñen condiciones laborables aceptables.
Compañeras y compañeros legisladores, agradecemos a millones de mexicanos todo el esfuerzo y dedicación para hacer del movimiento democrático encabezado por Andrés Manuel López Obrador el más representativo del país, en el que han coincidido partidos políticos, el Movimiento Regeneración Nacional, organizaciones sindicales y campesinas. El Partido del Trabajo reconoce la lucha que han dado para promover el cambio verdadero. Destacamos el apoyo de los jóvenes que con su energía y creatividad se han sumado y han promovido el cambio democrático.
Lucharemos por hacer de México un país mejor, seguiremos dando muestra de coherencia y de compromiso con el proyecto alternativo de nación que enarbola Andrés Manuel López Obrador.
Al sector estudiantil, a los obreros, a los campesinos como los de Atenco, sindicatos como el SME y la CNTE, a las organizaciones civiles y usuarios de las redes sociales afines al movimiento, les hacemos un llamado para no claudicar en la lucha democrática. Todos unidos demostraremos que el cambio verdadero es posible.
Movimientos sociales como el de 1968, el de 1971 tuvieron su punto más relevante en 1988, año en que ganó la Presidencia el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas con el Frente Democrático Nacional y se robaron ese triunfo. Eso también ocurrió en 2006, cuando el fraude electoral se volvió a imponer. Sin embargo, no hemos abandonado la lucha, lo que ha permitido que las fuerzas progresistas logremos conquistar espacios de representación y de gobierno, en beneficio de los que menos tienen.
Estamos convencidos que el nuevo gobierno, producto del fraude electoral, no tendrá legitimidad, capacidad ni el interés para resolver las difíciles condiciones económicas y sociales en las que está sumido el pueblo de México. De nuevo se estará usurpando la Presidencia, ahora con otro color.
La conformación del Frente Legislativo Progresista, integrado por los diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano representamos la segunda fuerza al interior de la Cámara de Diputados, y con ese carácter promoveremos una agenda común en los temas más relevantes del contexto nacional y defenderemos las conquistas sociales de los mexicanos, y este próximo 9 de septiembre estaremos con Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo para continuar la lucha por la transformación democrática de México.
Viva el cambio verdadero, viva el Movimiento Regeneración Nacional, viva Andrés Manuel López Obrador.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el uso de la palabra el senador Carlos Alberto Puente Salas.
El senador Carlos Alberto Puente Salas: Honorable Congreso de la Unión, distinguidos invitados especiales, medios de comunicación. Con su venia, diputado presidente. Mexicanas y mexicanos, México tiene presidente electo Enrique Peña Nieto.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Señores diputados y senadores, les suplico permitan al orador continuar.
El senador Carlos Alberto Puente Salas: Hoy empezamos a construir el México del siglo XXI, el México que con diálogo político, consensos, políticas públicas adecuadas y un Estado eficaz, afrontará los retos que representa el nuevo milenio.
Los pilares que sostienen este proyecto de Estado son la legitimidad, la legalidad, la inclusión, el respeto a las instituciones y las leyes que nos rigen. Se trata, en síntesis, de un nuevo pacto social entre todos y cada uno de las y los mexicanos.
En las páginas de la historia de nuestro país queda atrás el conservadurismo político y económico, queda atrás también el dogmatismo mesiánico que aún cree vivir en el siglo pasado.
El tiempo ya nos rebasó. El mundo cambió. Para México es urgente evolucionar, porque eso significa mejorar los niveles de bienestar de las niñas y los niños, de los jóvenes, de las mujeres, de los adultos mayores. Significa mejorar la calidad de vida de todos y esto, señoras y señores, lo lograremos con nuestro presidente electo Enrique Peña Nieto.
El VI Informe de Gobierno que hoy se entrega al Congreso de la Unión representa el final de un ciclo. Con la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa, existieron coincidencias en algunos temas de la agenda nacional, y en otros no.
El Partido Verde Ecologista de México reconoce que así como hubo avances, también existieron retrocesos. No tenemos duda que hay mucho por hacer. Es tiempo de mirar hacia el futuro y no estancarse en el pasado.
El advenimiento de una nueva etapa para el país está por concretarse. Enrique Peña Nieto, presidente electo de México, encabeza el proyecto de la esperanza, el cambio de rumbo para México y todas y todos los mexicanos.
La legitimidad y la legalidad respaldan el triunfo de Enrique Peña Nieto, presidente electo de México, con una participación histórica de más del 60 por ciento de las mexicanas y mexicanos que ejercieron su derecho al voto. Con más de 19 millones de votos de ciudadanas y ciudadanos que depositaron su confianza en el proyecto de la Coalición Compromiso por México. Depositaron su confianza en Enrique Peña Nieto.
Aún con esta cifra, para nosotros democracia no significa tiranía de la mayoría. El compromiso de este Congreso es entregar buenas cuentas a los ciudadanos y de esta forma recobrar la confianza de la clase política.
El México del siglo XXI requiere una nueva forma de relacionarse entre los ciudadanos y los gobernantes. La historia ha demostrado que ni solo Estado ni solo mercado son las únicas vías para alcanzar el desarrollo. Carecen de sustento los planteamientos que sugieren que con el próximo gobierno habrá privatizaciones, que gobernará la élite en el poder.
No pueden estar más equivocados. Hoy lo que requiere el país es una alianza estratégica entre ciudadanos, políticos, empresarios, académicos, estudiantes, científicos, sociedad civil organizada, sindicatos, entre otros, para sacar adelante las reformas necesarias y que México alcance su liderazgo regional y mundial.
A todas y todos nos debe quedar muy claro que la democracia en nuestro país ha evolucionado. Se equivocan quienes piensan que votar periódicamente es el único componente de esta forma de gobierno.
Con el paso del tiempo la democracia mexicana se ha enriquecido de nuevos valores y contenidos. Existe un amplio andamiaje institucional. Las libertades de todos los que vivimos en este territorio se han expandido.
Nuestra Constitución Política establece nuevos derechos y obligaciones. La ciudadanía es más crítica y participativa. El siguiente paso es profundizar nuestra democracia a través de iniciativas muy puntuales. Dar autonomía a la institución encargada de la transparencia y acceso a la información pública. Crear la Comisión Nacional Anticorrupción, así como regular la publicidad en medios de comunicación, de los distintos órdenes de gobierno.
¿Quién no está a favor de la transparencia? ¿Quién está en contra de la rendición de cuentas? ¿Quién está en contra del acceso a la información pública? El Partido Verde...
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Permítame el orador un segundo. Yo les suplicaría, señores diputados, que mantuviéramos el orden de respeto que habíamos tenido para todos los oradores, incluidos a los senadores. Es una llamada a todos los legisladores.
Continúe.
El senador Carlos Alberto Puente Salas: Muchas gracias, diputado presidente. El Partido Verde invita respetuosamente a las legisladoras y los legisladores a aprobar estos temas en los que tenemos coincidencia.
Concretemos la reforma política y demos pie a la discusión y aprobación de los cambios que el sistema político requiere.
El actual modelo de desarrollo del país ha llegado a sus límites. Nadie desconoce los beneficios de contar con indicadores macroeconómicos estables, del aumento en la inversión extranjera directa, de los máximos históricos en reservas internacionales.
Es más, este desempeño macroeconómico debe continuar por este camino; sin embargo, debemos ir más allá. El desempeño económico en los últimos 11 años ha sido bajo. En promedio, el país ha crecido al 2.4 por ciento.
Países como Brasil, India e Indonesia tienen tasas de crecimiento superiores a 5 por ciento. O como China, con una tasa superior a 8 por ciento. Si México continúa con un crecimiento bajo, tardará más de 100 años en duplicar el tamaño de su economía. Ante estos hechos, no es casualidad que la propuesta sea un cambio en el modelo de desarrollo, un desarrollo sustentable.
Nuestros grupos parlamentarios tienen claridad en dos planteamientos. El crecimiento económico ayuda a mitigar la pobreza, aunque también es cierto que la pobreza explica el bajo desempeño en el crecimiento.
De acuerdo con cifras del Coneval, en el país hay 52 millones de pobres y 11.7 millones de personas que viven en situación de pobreza extrema. Estamos inmersos en un círculo vicioso de estancamiento económico e incremento a la pobreza.
Así, es fundamental aumentar el tamaño a la economía y que todas las personas participen en la repartición justa y equitativa del fruto del crecimiento.
Por estas razones en el Partido Verde seremos obsesivos en erradicar la pobreza en sus distintas dimensiones. Superar y erradicar la pobreza no es un asunto solo de buenas intenciones o discursos emotivos. Para lograr tal objetivo se requieren políticas públicas bien diseñadas y ejecutadas.
La propuesta de crear un régimen de bienestar universal es de gran trascendencia para el país, es de las reformas más ambiciosas que se han planteado en los últimos años.
El sistema de seguridad social universal consta de cuatro puntos: atención médica de calidad, seguro de desempleo y de riesgos de trabajo; además de una pensión para el retiro. Una población saludable rompe la inercia de que la pobreza se transmita de una generación a otra.
En este sentido, me da enorme emoción anunciar que en este gobierno se implementará el programa de vales de medicina, para que ningún paciente se quede sin completar su tratamiento médico.
Finalmente, educación, salud, alimentación, crecimiento y generación de empleo, seguridad social universal y sustentabilidad son variables claves para edificar un Estado eficaz. Y que quede claro: la agenda del presidente electo Enrique Peña Nieto, será la agenda del Partido Verde.
Una vez más el partido al que represento dará ejemplo de congruencia. La plataforma electoral que presentamos ante el Instituto Federal Electoral será la agenda legislativa que impulsaremos en el Congreso de la Unión.
Compañeras legisladoras y compañeros legisladores, los convoco a que juntos estemos a la altura de la oportunidad histórica que se ciñe sobre México, logremos las grandes transformaciones, démosle ya un rumbo a la nación.
Las legisladoras y los legisladores del Partido Verde Ecologista empeñaremos nuestro voto, empeñaremos nuestro trabajo, nuestra dedicación, capacidades y esfuerzo para construir los proyectos que el país requiere y demanda con urgencia.
Las mexicanas y los mexicanos reclaman empleo, reclaman paz, reclaman justicia, reclaman tranquilidad y reclaman libertad. Cumplamos la encomienda que hoy asumimos ante la nación, México no puede esperar más. Muchas gracias, compañeras y compañeros. Es cuanto, diputado presidente.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Gracias.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el uso de la palabra el señor diputado Silvano Aureoles.
El diputado Silvano Aureoles Conejo: Con el permiso de la Presidencia. Honorable Congreso de la Unión, ciudadanas, ciudadanos legisladores federales, distinguidas y distinguidos invitados, en nombre de los grupos parlamentarios, del Partido de la Revolución Democrática en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados, correspondientes a la LXII Legislatura, vengo a fijar la postura correspondiente por motivo de la apertura del primer periodo de sesiones ordinarias de este primer año legislativo y del informe que rinde el titular del Ejecutivo federal, formato que por cierto debiésemos de revisar para regresar y cumplir que el titular del Ejecutivo comparezca ante el Congreso a rendir cuentas.
Amigas y amigos, se acaba otro sexenio del partido de la alternancia. ¿Qué nos deja? La certeza de que se va un gobierno fallido, se va el partido que prometió el cambio, pero que el viejo régimen nunca fue desplazado.
Por eso vale la pregunta, ¿con qué se quedan ahora los mexicanos? Con el desencanto y la frustración generalizada, 52 millones de mexicanos en la pobreza, en la desigualdad, la degradación ambiental, la inseguridad y la violencia extendida a todo el territorio nacional. Son 94 mil muertos, según las cifras del Inegi, miles de víctimas y miles de familias enlutadas, viviendo en el miedo y en el horror por los muertos, desaparecidos y desplazados.
Se nos dijo a los mexicanos que la guerra era necesaria, pero a pesar del baño de sangre no modificaron un milímetro la estrategia contra la delincuencia organizada, ni un milímetro el modelo de económico aplicado al país.
Por eso millones de hombres y mujeres, jóvenes sobre todo, hoy transitan de la frustración a la indignación ante un futuro ensombrecido por la falta de oportunidades, falta de empleo, dificultades de acceso a la educación, en donde 7 de cada 10 jóvenes no tienen posibilidad real de accesar a la educación superior y la falta de alternativas para construir un futuro prometedor.
Así dejan el país, éste gran país que con urgencia demanda un cambio verdadero, que solo podrá encontrarse en un proyecto distinto de nación ante el agotado modelo neoliberal, caduco, excluyente y empobrecedor. En esas condiciones, compañeras, compañeros, asistimos hoy a este acto, por decisión de millones de mexicanos que nos exigen actuar con responsabilidad y amor a la patria de quienes integramos esta soberanía.
La patria está lastimada, casi al borde del colapso, porque quienes han gobernado el país en los últimos 83 años no han querido escuchar ni atender el clamor ciudadano, los avances alcanzados en algunas materias como los derechos humanos han sido arrancados a tesón y a un costo muy alto y muy elevado de dolor y sufrimiento de muchas y muchos mexicanos.
Hace 30 años ya, quienes hoy y antes han ostentado el poder, han mantenido el gobierno, se mantienen aferrados a las recetas internacionales, que les han mandatado los organismos vinculados a los temas del desarrollo, por cierto recetas ya obsoletas, superadas por exitosas y audaces economías emergentes que se atrevieron a caminar por un sendero diferente; dichas recetas son traducidas en México a políticas públicas erráticas, corregidas y aumentadas por las tecnocracias trans-sexenales, que solo han profundizado la pobreza, la desigualdad y la injusticia, ahora agudizadas por el incontenible incremento de los precios de los energéticos como: el gas, la luz y las gasolinas, y con ello encarecer de manera irresponsable los costos de la canasta básica y de los alimentos del pueblo de México.
Así, amigas y amigos, llevamos al 2012 con los derechos de los mexicanos violentados, prevaleciendo la corrupción, el engaño y la mutilación de la esperanza, porque el proceso electoral del 1o. de julio no deja satisfecha a la mayoría de la población mexicana. Más del 50 por ciento de los ciudadanos creen que el proceso electoral del 1o. de julio no fue apegado a la legalidad y a derecho.
Por eso, quien hoy se asume como ganador no lo hizo limpiamente y percibe que las instituciones responsables de hacer valer el principio de objetividad, certeza, imparcialidad, se han convertido más bien en limpiadores y validadores de actos de corrupción, engaño y contubernio.
En el proceso electoral permitieron que nuevamente se interpusieran los Poderes fácticos y el dinero de dudosa procedencia para inducir la voluntad ciudadana; así México no avanza, más bien retrocede y solo se engendra resentimiento, frustración, enojo e impotencia social, cuando ven que quienes deberían ser garantes del cumplimiento de la ley y del Estado de derecho, más funcionan como defensores de oficio de quienes violentan los principios supremos de la democracia y de la competencia electoral.
Señoras y señores, la resolución del tribunal estaba hecha, la similitud de los argumentos de sus integrantes, la unanimidad de los votos los denigran y los denuncian, ni en la justicia, ni en la sociedad existe unanimidad, por lo menos hace seis años en sus considerandos los magistrados tuvieron la honestidad de incluir la inapropiada intervención del presidente de la República en el proceso electoral y de reconocer la guerra sucia que se había implementado en contra de nuestro candidato a la Presidencia, el licenciado Andrés Manuel López Obrador.
Ahora resulta que los señores magistrados no encendieron la televisión o la radio en meses, no leyeron periódicos, no salieron a las calles para ver lo que la mayoría del pueblo de México vio, para constatar la inmensa cantidad de recursos que el candidato presidencial del PRI utilizó en su campaña. Aquí no existió la imparcialidad. La unanimidad de los integrantes del Tribunal da la impresión de que su resolución se elaboró en la mesa de redacción de algunos de los medios de comunicación que meses antes ya daban como triunfador al candidato del PRI.
Qué desagradable contradicción, los responsables de hacer valer la ley, convalidan su violación. El Tribunal emitió una sentencia que valida una elección injusta, que violenta el Estado de derecho, que agravia a la mayoría de los mexicanos.
No actuaron a la altura de las circunstancias y con esa actitud degradan y desprestigian a las instituciones.
Hoy los garantes de la legalidad, están en duda y bajo sospecha. Su credibilidad está por los suelos y está perdida.
Por eso, señores magistrados, ese desprestigio los acompañará por siempre. Demostraron que no tienen el nivel ni han estado a la altura de las circunstancias.
Qué fácil es decir o argumentar que “las pruebas fueron insuficientes”, para comprobar la violación a las reglas.
Impresiona, impacta, indigna, que a pesar de lo que constataron millones de mexicanos, los magistrados no detectaron una sola irregularidad; pero no importa, nosotros sabemos nuestra historia y lo que representamos en este país.
Somos la segunda fuerza nacional y los herederos de una lucha por las mejores causas de México. Por lo cual no nos quedaremos en el reclamo, vamos a hacer valer la voluntad de 16 millones de mexicanos que queremos transformar a nuestro país.
Vamos a defender la representatividad de la ciudadanía. No seremos una fuerza marginal ni amos a asumir una actitud contestataria o sumisa.
No desperdiciaremos nuestra condición de segunda fuerza en las Cámaras del Congreso y en esta condición venimos dispuestos a construir los acuerdos y los consensos para que el país avance.
Queremos hacer las reformas y las leyes que México demanda, que la sociedad espera sin vacilaciones y sin mezquindades.
Por eso hay que asumir esta responsabilidad histórica que hoy tenemos encima y nuestra responsabilidad histórica será construir desde nuestra trinchera, el cambio verdadero que demanda el pueblo de México.
Nosotros siempre hemos cumplido la ley. Qué lástima que los responsables de hacerla valer no lo hayan hecho.
Por ello convocamos y emplazamos a las demás fuerzas políticas, para que actúen con responsabilidad y respeto, a que actúen en el marco de las circunstancias y que de una vez por todas dejemos atrás la simulación y la demagogia discursiva y aquí en las Cámaras del Congreso, de cara a la sociedad mexicana, se construya la agenda legislativa que los mexicanos demandan y esperan con impaciencia.
No vamos a permitir que se legisle en otra parte. No aceptaremos la vieja práctica de que se legisle desde Los Pinos.
En consecuencia les proponemos los siguientes ejes básicos de una agenda legislativa que consideramos urgentes para recuperar el rumbo de nuestra patria y atender las demandas de los ciudadanos.
Primero, vamos por la transparencia, la rendición de cuentas y combate a la corrupción. Debemos acabar con la simulación en la impunidad. No basta con crear un organismo si no existe la voluntad para que cumpla su mandato.
Segundo, una nueva economía y un desarrollo sustentable con rostro humano.
Tercero, libertades y transversalidad de los derechos humanos en el marco jurídico-mexicano, seguridad, procuración de justicia e impartición de la misma; nuevo régimen político y democratización de los medios de comunicación; estado social y democrático de derecho; educación, ciencia y tecnología para el desarrollo y una nueva relación con el mundo.
Así defenderemos todos los derechos para todas y todos, asumiendo que la igualdad es un derecho irrenunciable.
En ese sentido vamos a trabajar para que el retroceso que se dio en 17 estados de la república en torno al derecho de las mujeres a una maternidad libre y voluntaria, y a una vida libre de violencia, se abra paso para que las mujeres puedan ejercer una vida plena en el marco de sus derechos.
Señoras y señores, el pueblo de México espera resultados. En esta agenda básica es indispensable para que México vuelva a crecer; fortalezca sus instituciones y recupere el camino de la legalidad y la democracia plena.
Nosotros no vamos a rehuir a ningún debate. No nos asustan las diferencias ni tenemos tabúes. Desde nuestra trinchera haremos lo que se requiera para evitar el atropello a la dignidad del pueblo de México. Por ello desde ahora les decimos: no a la privatización de los bienes de la nación. No a la privatización de Pemex. No avalaremos el incremento al IVA en medicinas y alimentos porque ése debate es falso. El verdadero problema de la escasez de recursos no radica ahí. Si quieren que resolvamos el problema de fondo en esta materia, vamos a debate por una reforma hacendaria integral.
La izquierda y en particular el Partido de la Revolución Democrática, no fallaremos a nuestra encomienda. Somos una izquierda madura. Sabemos gobernar porque tenemos vocación de servicio. Estamos conscientes de dónde venimos, por qué luchamos y a dónde queremos llegar.
Por ello, vamos a obedecer el mandato de quienes nos eligieron, de los millones de mexicanos que votaron por nosotros. Los legisladores de izquierda vamos a actuar con responsabilidad, pero seremos firmes en defensa de nuestros principios, de nuestras ideas y de nuestra patria.
Termino solamente expresando nuestro más sincero reconocimiento al licenciado Andrés Manuel López Obrador, nuestro candidato a la Presidencia de la República, por su lucha incansable en la defensa de una nación más justa y soberana para todas y para todos.
También saludo desde esta tribuna a esa irrupción de jóvenes inquietos, que gracias a ellos se dio un gran despertar de mexicanas y mexicanos, al movimiento Yo Soy 132.
Presidente, muchas gracias. Muchas gracias por su atención.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el uso de la palabra el señor diputado Luis Alberto Villarreal García.
El diputado Luis Alberto Villarreal García: Honorable Congreso de la Unión, saludo con respeto a nuestros invitados especiales, particularmente al presidente nacional de mi partido.
Mexicanas y mexicanos, con el arranque de la LXII Legislatura inicia para Acción Nacional una nueva forma, fundamental, de la etapa de nuestra historia. Por primera vez después de más de una década los representantes populares electos por nuestro instituto político seremos la primera fuerza de oposición luego de la alternancia. Llegamos a esta nueva coyuntura histórica convencidos de la importancia de nuestras aportaciones a la transformación del régimen político mexicano, conscientes del largo camino que aún queda por recorrer y del nuevo papel que nos toca desempeñar.
Una sencilla mirada a los últimos años de la vida institucional mexicana nos deja en claro que la acción política de nuestro partido es un referente obligado para entender las causas de la caída del viejo pacto corporativo sobre el que se soportaba la convivencia social en México.
Carlos Castillo Peraza trazó la ruta desde el lejano 1988, cuando proponía que la actuación política y de Acción Nacional sirviera para superar la ancestral desigualdad, el Estado patrimonialista, la cultura de la complicidad; la impunidad, el corporativismo y el fraude electoral.
Desde 1997, gracias a la ausencia de mayorías absolutas en las Cámaras del Congreso de la Unión, nuestro país inició una ruta de transformaciones en que la agenda central del PAN se ha convertido en realidades. Gradualmente se concretaron las reforma financiera que revirtió la estatización de la banca; la reforma que modificó el régimen de propiedad en el campo; la que otorgó personalidad jurídica a las iglesias y la que dotó de autonomía a nuestro banco central.
Poco a poco el PAN, plenamente consciente de sus responsabilidades como representante de un amplio segmento de la población, supo maximizar su posición política y la coyuntura histórica para generar las transformaciones que dieron paso a la modernización de México.
Mención aparte merecen las reformas por la democratización que generaron las condiciones de competencia suficientes, que desde 97 decretaron el fin de las mayorías parlamentarias, provocando que en las últimas seis elecciones los ciudadanos hayan optado por la pluralidad.
Todas las transformaciones que impulsó Acción Nacional son producto de un programa y una agenda elaborada a partir de la inmersión en la realidad política de México. Ninguno de los esfuerzos por construir nuevas instituciones surge de la casualidad o del capricho.
Cada paso que hemos dado en la consolidación de un México moderno, forma parte de un programa diseñado para remediar de la manera más eficaz posible, los males que aquejan a los mexicanos, los males que como sociedad nos lastiman y laceran.
Hoy México es mejor. Los gobiernos encabezados por panistas han dado frutos y será nuestra labor, como legisladores del partido, cuidar que no haya regresiones. En 12 años de gobiernos instauramos un régimen de libertades que no debe cambiar. La libertad de expresión, la libertad de prensa, hoy son una realidad en nuestro país.
Todos los aquí presentes conocemos su inmenso valor. La transparencia hoy es una realidad en el gobierno federal. La rendición de cuentas, el acceso a la información gubernamental, han sido ejes rectores de las administraciones panistas.
Hoy la responsabilidad de gobernar exige. La responsabilidad de informar verazmente. Lo hemos hecho nosotros y lo tendrán que hacer los que lleguen, porque ya nada debe existir ni puede ser de otro modo.
Ante una crisis económica mundial logramos la estabilidad en México. Se acabaron las devaluaciones y las pérdidas patrimoniales a las que por años nos acostumbraron a varias generaciones.
En el año 2000, cuando Acción Nacional asumió el gobierno de la república, nuestras reservas internacionales eran de 33 mil 700 millones de dólares. Hoy, luego de 12 años de gobiernos responsables, nuestras reservas rebasan los 162 mil millones de dólares.
Hoy tenemos un país estable y con reservas suficientes para enfrentar cualquier situación. Se reactivó el crédito, se consolidó una economía donde los micros, los medianos y los pequeños empresarios son la principal fuente de empleo de nuestro país.
Desde esta tribuna y desde la plaza velaremos por la buena conducción económica, para que la estabilidad siga siendo una realidad para todos los mexicanos. Hoy más que nunca las palabras de nuestro querido compañero senador Alonso Lujambio cobran sentido para nuestros grupos parlamentarios.
El PAN, decía Lujambio, está llamado a ser en el siglo XXI la fuerza política que fortalece la democracia y la hace socialmente útil. Y creo que ése es nuestro papel más relevante en este momento histórico, demostrarle a la ciudadanía que la democracia por la que tanto luchamos es mejor que cualquier otra forma de gobierno, porque supone las libertades y las posibilidades de la crítica social. En pocas palabras, su felicidad.
A partir de una lucha que duró más de 70 años instauramos la democracia con sus imperfecciones y áreas de oportunidad, pero con la seguridad de que hoy, en México, se cuentan los votos. Tanto así que fueron estos los que nos trajeron a todos los aquí presentes a este momento.
Consecuentemente, Acción Nacional ratifica su compromiso con la democracia y el respeto absoluto a las resoluciones de sus instituciones. Somos un partido congruente, ésa ha sido siempre y seguirá siendo nuestra historia. La política social también cambió con nuestra llegada al gobierno y pasó de ser clientelar a ser subsidiaria.
En el año 2000 México tenía 2 millones de estudiantes becados. Hoy, después de estos 12 años de gobiernos humanistas tenemos más de 8 millones de jóvenes que cuentan con una beca.
El programa Oportunidades beneficia a tres de cada diez mexicanos con apoyo alimentario. Le dimos piso firme a más de 13 millones de ciudadanos y hoy hay más de 3 millones de adultos que cuentan con el programa de Setenta y más.
Ha sido meta del PAN, en el gobierno, generar el estado de bienestar que ni siquiera en los países del primer mundo se ha alcanzado.
México hoy cuenta con la cobertura universal de salud, por eso será prioridad del PAN, en el Congreso de la Unión, promover la portabilidad de los servicios de salud para que todo mexicano pueda acceder a la atención médica de calidad en cualquiera de los sistemas públicos de salud.
Vamos a promover una iniciativa para crear el seguro del desempleo, con el fin de combatir la lastimosa desigualdad.
Hemos promovido la modernización de México en estos últimos 12 años, con inversión pública, la más grande, en infraestructura, de nuestra historia.
Hemos promovido la modernización de México y pasamos de un presidencialismo autoritario y centralizado e hicimos el federalismo plural, donde se repartió el poder. Estos son algunos de los logros que como partido hoy le entregamos al pueblo de México, con la seguridad de que todo lo que fue posible se hizo, y conscientes de que todavía falta mucho por hacer.
Siempre, desde la oposición o desde el gobierno, hemos actuado bajo el influjo de la idea central de realizar todas aquellas acciones que permitan el dolor evitable. Siempre, desde los tiempos en que nuestra responsabilidad histórica sólo nos permitía hacer la voz de la democracia que clamaba en el desierto, hasta que pudimos convertir en políticas públicas nuestros postulados, hemos respondido al llamado de nuestro fundador, Manuel Gómez Morín.
Porque sabemos que el deber más alto en nuestra escala de responsabilidades es el saber en qué estriban los males que reclaman acción. Y concretar en programas realizables el indeterminado anhelo común de mejoramiento. Mejoramiento al que paso a paso nos acercamos a través de la técnica. Técnica que no quiere decir ciencia, que la supone, pero a la vez la supera realizándola, subordinada a un criterio moral, a un ideal humano.
Esta premisa impulsa nuestro partido. Con base en ella se han dado y se darán las batallas mediante las cuales aspiramos a que el poder del Estado se redistribuya entre todos los ciudadanos de forma tal que logremos vivir en una democracia que realmente gobierne, no en una democracia que sea gobernada solo por elites.
Velaremos porque vivamos en un país en el que se respeten los derechos individuales y sociales, como es la vida, la verdad, la justicia y la libertad.
Para los legisladores de Acción Nacional esta aspiración política tiene que traducirse en mandato jurídico, pero ese mandato debe ser expresado de forma tal que ponga por encima de cualquier otra consideración el respeto a la persona, a su dignidad inherente, a sus necesidades y a sus aspiraciones éticas.
Por ello, el eje conductor de nuestros trabajos legislativos consistirá en privilegiar el respeto y la protección de todos los derechos a favor de las personas.
Evitaremos cualquier regresión autoritaria e iniciaremos esa misión desde la nueva dinámica jurídica constitucional derivada de la reforma a la Carta Magna en materia de derechos humanos.
Ésos son los compromisos políticos que guiarán la actuación de nuestros grupos parlamentarios en este Congreso de la Unión. Desde esta tribuna ofrecemos absoluta responsabilidad en nuestro cargo. No vamos a asumirnos como oposición, seremos la fuerza responsable, transformadora que siga promoviendo la modernización y los cambios que el país y la sociedad hoy nos demandan.
Sí a la reforma laboral para generar nuevos y mejores empleos, con nuevas formas de contratación. Sí a fomentar y a elevar la productividad. Sí al voto libre, directo y secreto en las elecciones de las directivas sindicales. Sí a la transparencia y a la rendición de cuentas a todos los trabajadores.
Vamos por la reforma educativa que privilegie contenidos de calidad, rendición de cuentas, promoción científica y una profunda evaluación al sistema sindical.
Vamos por la reforma política participativa que quedó inacabada. Debemos concluir el desmantelamiento del régimen corporativo y autoritario. Nuestro partido instauró la transparencia a nivel federal, ahora vamos por la transparencia, la rendición de cuentas y el afincamiento de responsabilidades en todos los órdenes de gobierno.
Vamos por la eliminación del fuero para que se termine con los privilegios de todos los políticos. Es necesario valorar la experiencia que nos dejó la última elección para proponer una nueva reforma electoral que dé certeza y cumpla con las expectativas de los ciudadanos.
Insistiremos en la reelección legislativa, en aumentar el umbral para que los partidos políticos tengan acceso a la representación nacional. Seremos inflexibles para evitar retrocesos en el compromiso de combatir al crimen organizado.
Desde aquí, a nombre de los grupos parlamentarios del PAN, reconocemos el compromiso del presidente Felipe Calderón y de nuestras Fuerzas Armadas para enfrentarlo con decisión, valentía y patriotismo.
Señoras y señores, en Acción Nacional entendemos que el ejercicio del voto, además de ser el mejor sistema de integración de los poderes públicos, es el púnico sistema para expresar adhesión o inconformidad con la actuación de un ente de gobierno.
Pero también sabemos que de la claridad de nuestras posturas, de la congruencia de nuestra oferta política y legislativa, y de la seriedad del trabajo de los actores políticos depende la conservación de nuestra identidad. Lo hacemos así porque, como nos mostró Castillo Peraza, hacer política es por supuesto un riesgo, pero también es una posibilidad y, lo más importante, es una exigencia.
Hoy México tiene sed de consensos, somos muchos los que así lo decimos. La inmensa mayoría de los mexicanos queremos la cohesión de la sociedad a pesar de la diversidad de los individuos que la componen. Somos la segunda fuerza política del Congreso porque así lo decidieron los mexicanos en las urnas, legislaremos con responsabilidad, hablaremos con quienes deseen hablar.
Y encontraremos consensos con quienes tengan voluntad y la buena fe para encontrarlos, pero que nadie nos poda menos de lo que México y su gente necesitan. Va por México, va por la gente.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el turno, diputada Adriana Hernández Íñiguez.
La diputada Adriana Hernández Íñiguez: Diputado Jesús Murillo Karam, presidente de la Mesa Directiva de la honorable Cámara de Diputados, compañeros legisladores, señoras, señores, honorable Congreso de la Unión, la instalación del primer periodo ordinario de sesiones de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión nos obliga a reflexionar sobre el sentido que este inicio de actividades legislativas en democracia le imprime a la vida nacional.
Los diputados y las diputadas del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados no venimos con una actitud triunfalista ni con ánimo de confrontación; eso está muy lejos de la vocación democrática a la que nuestro partido ha dado muestras claras, particularmente durante los 12 años en que fue un partido de oposición.
Nos congratulamos de que las instituciones representativas y electorales de nuestra democracia funcionen como establece el marco constitucional y de que la actitud responsable y mesurada de la mayoría de los actores políticos a lo largo del proceso electoral continua prevaleciendo, lo que es crucial para consolidar una democracia ciudadana y de resultado.
Saludamos el fallo emitido por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la oportuna declaración que reconoce a Enrique Peña Nieto como presidente electo de todos los mexicanos.
Después de haber desahogado...
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Permítame la oradora. Señores diputados y senadores, les súplica esta Mesa Directiva que sean tan amables de escuchar con el mismo respeto y atención que lo hicimos con todos, todas las intervenciones de los oradores. Continúe, por favor.
La diputada Adriana Hernández Íñiguez: La declaración que reconoce a Enrique Peña Nieto como presidente de todos los mexicanos, después de haber desahogado las impugnaciones presentadas en términos de la ley.
Estamos seguros que con este precedente, tanto la entrega por escrito del VI Informe de Gobierno, como los trabajos conducentes a la transmisión de Poderes y a la toma de posesión del presidente constitucional, habrán de transcurrir con normalidad y en un ambiente de civilidad, respeto y consideración entre las fuerzas políticas aquí representadas.
Saludamos esa actitud de madurez e institucionalidad, porque reconocemos que la expectativa de la ciudadanía que participó en las pasadas elecciones generales es que los Poderes electos y constitucionalmente constituidos comiencen de inmediato a producir resultados en beneficio de la población.
Respetamos también, aunque no coincidimos con quienes han manifestado sus muy particulares puntos de vista. La gente, y en particular los jóvenes, esperan que las instituciones representativas de la soberanía popular funcionen con la mirada puesta en el interés general de la nación.
Como legisladora de una generación también joven, coincido con esa exigencia y sé que mi partido está comprometido con una conducta transparente en el quehacer legislativo a expresar con claridad públicamente nuestros objetivos y agendas de trabajo, porque estamos decididos a dar resultados y ofrecer nuestra labor al escrutinio de los ciudadanos.
Estaremos atentos a las demandas de la sociedad a la que protestamos servir, hasta tener la certeza de que se abren horizontes de empleos de calidad; de una educación de calidad con cobertura suficiente; y de seguridad pública para una convivencia pacífica que los mexicanos esperan.
El grupo parlamentario que represento manifiesta su plena disposición a trabajar con todas las fracciones parlamentarias en un marco de diálogo respetuoso, para cumplir con lo que el pueblo de México espera de sus legisladores, que no es otra cosa sino la construcción de acuerdos que permitan resolver las auténticas amenazas a nuestra convivencia democrática: la violencia criminal, la falta de empleo, la desigualdad y la pobreza de millones de compatriotas.
Es indispensable construir acuerdos que propicien el crecimiento económico como la única posibilidad viable y consistente de generar empleos y disminuir la violencia. No cejaremos en el empeño de que México vuelva a crecer; que las familias recuperen la paz y la tranquilidad en sus hogares; que se abran nuevas y mejores oportunidades de empelo y desarrollo para la juventud. Que cada día más mexicanos superen la condición de pobreza a la que no están condenados.
Estamos decididos a trabajar para que en nuestro país haya equidad, con tolerancia en las diferencias de cualquier tipo y respeto a los derechos humanos de todos.
Es lo que los ciudadanos y en especial las nuevas generaciones esperan y es nuestro compromiso.
Respaldaremos el programa de gobierno del futuro presidente, porque estamos convencidos de que se encamina a esos propósitos, con claridad y rumbo de las metas por lograr.
Lo primero, cumplir con el compromiso de ejercer una presidencia democrática, con una decidida lucha contra la corrupción.
De la misma manera tenemos la obligación de responder a la demanda ciudadana que exige transparencia.
Impulsamos la transformación y las reformas de fondo para dar respuesta integral a nuestros principales retos y para fortalecer la presencia de México en el mundo.
Ser actores, no sólo testigos de la configuración de los nuevos equilibrios mundiales. Por eso trabajaremos en una reforma hacendaria que evite la evasión y fortalezca las capacidades del Estado para cumplir sus objetivos sociales, como lograr la seguridad social universal y un efectivo combate a la pobreza.
Una reforma energética que amplíe la inversión en el sector, que proteja el patrimonio de los mexicanos y genere crecimiento de empleo, además del abasto necesario y a precios accesibles de los combustibles que requiere nuestro desarrollo.
Una reforma laboral que sin afectar los derechos de los trabajadores logre abrir, no inhibir, las oportunidades de empleo, así como impulsar la competitividad de nuestro aparato productivo.
Esta claridad en los objetivos y en la actitud de diálogo que ofrecemos, no cancela nuestra disposición a escuchar las opiniones y perspectivas de quienes no piensan como nosotros o plantean rutas distintas para lograrlo.
Estamos preparados para escuchar, debatir y disentir, a esclarecer ideas y a atender razones. Aspiramos a convencer, no a imponer. Respetamos a los demás y esperamos reciprocidad.
Los tiempos exigen una actitud genuinamente democrática que en el PRI asumimos con plena convicción porque hemos contribuido a construir puentes de diálogo y tenemos la disposición de trabajar sin descartar a nuestros adversarios.
Somos un partido que ha participado junto a las otras fuerzas políticas en cambios y reformas democráticas cuando no fue mayoría en el Congreso ni tenía el Poder Ejecutivo.
En la democracia gana la posición que es capaz de construir mayorías y presentar resultados. A eso aspiramos nosotros de manera abierta, franca y transparente. Y como grupo mayor en el Congreso de la Unión que entiende la responsabilidad de encabezar, con el liderazgo del gobierno de Enrique Peña Nieto, la segunda transición política de nuestra democracia constitucional.
Se inicia una nueva etapa en la vida institucional y es tiempo de dejar atrás la confrontación política. Es imperativo ponernos a trabajar en beneficio de todos los mexicanos sin excepciones. Éste es el espíritu con el que emprendemos el trabajo de esta LXII Legislatura en la Cámara de Diputados, se trata de trascender.
Extendemos nuestra mano fraterna y de concordia a los compañeros legisladores de las distintas fuerzas políticas aquí representadas. Que lo que esta honorable legislatura logre construir sea para el bien de México y de sus futuras generaciones.
Muchas gracias.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Gracias, diputada.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam (18:59 horas): Señores legisladores, con el propósito de recibir el VI Informe de Gobierno, esta Presidencia invita al señor presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República a acompañarme a recibirlo, y en tanto, se decreta un receso mientras esto sucede.
(Receso)
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam (19:11 horas): Señores diputados y senadores, reiniciamos la sesión.
Proceda la Secretaría a dar lectura al oficio del Ejecutivo federal, mediante el cual nos hace entrega de estos documentos.
El Secretario diputado Xavier Azuara Zúñiga: México, DF, 1 de septiembre de 2012. Presidente del honorable Congreso de la Unión. Presente.
En cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, me permito presentar al Honorable Congreso de la Unión el Informe escrito del estado general que guarda la administración pública del país.
Reitero a usted mi más alta consideración. El presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Muchas gracias, secretario.
El Congreso de la Unión declara formalmente cumplida la obligación del presidente de la República a que se refiere el párrafo primero del artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Remítanse a las Cámaras de Diputados y de Senadores los ejemplares respectivos del VI Informe de Gobierno presentado por el presidente de la República, a fin de que se aboquen por separado al análisis correspondiente.
Al mismo tiempo les informo que se recibieron las siguientes iniciativas de parte del Ejecutivo federal, también con fundamento en el artículo 71 constitucional, para trámite preferente.
Con proyecto de decreto por el que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo. Remítanse a la Cámara de Diputados.
Con proyecto de decreto por el que reforma, adiciona y deroga la Ley General de Contabilidad Gubernamental, para transparentar y armonizar la información financiera relativa a la aplicación de los recursos públicos en los distintos órdenes de gobierno. Remítase a la Cámara de Senadores.
El acta de esta sesión se da por leída y será distribuida a los grupos parlamentarios.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam (19:14 horas): Se levanta la sesión de Congreso General.
Se reitera la cita a sesión de Cámara de Diputados el próximo martes 4 de septiembre, a las 11 horas, y se les informa que las listas de registro de asistencia estarán disponibles desde las 9:30 horas, en el vestíbulo principal de esta salón de sesiones.
Muchas gracias.
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