Con proyecto de decreto para una integral reconversión industrial pesquera, presentada por el diputado Nabor Camacho Nava, del grupo parlamentario del PARM

«Ciudadano diputado Presidente; compañeras y compañeros diputados:

La iniciativa con proyecto de decreto que el día de hoy pongo a la amable consideración de ustedes, reviste importancia porque, de aprobarse, modernizará y actualizará los métodos de captura, almacenamiento, conservación y / distribución de los productos pesqueros.

Urge, a la brevedad posible, una reconversión industrial pesquera integral. Fundo mi iniciativa en los siguientes:

Para nadie es un secreto que la impreparación y falta de conocimientos, hace, que de la noche a la mañana, quienes fueron campesinos de toda su vida, ejidatarios o no, se convierten de buenas a primeras en pescadores improvisados, ribereños, de lagos o lagunas, de presas o marinos. Cierto que todo ciudadano mexicano es libre para trabajar en cualquier oficio lícito, pero, zapatero a tus zapatos, el campesino a su tierra y el pescador a su captura o bien, adiéstrese convenientemente mediante algún cursillo a quienes buscan una nueva opción, para que corran el mínimo de riesgos. De otra forma se dan facilidades a quien lo desee, crédito, lancha y motor, con cero conocimientos y resulta al final de la jornada, que se convierten si acaso en pescadores aficionados, de poca monta, de mera subsistencia y algunos ni eso.

Los accidentes, naufragios y pérdida de vidas, han acontecido precisamente entre pescadores inexpertos, los cuales no saben capear un mediano temporal y basta un ligero brizote para ponerlos en apuros.

Los que logran capturar algo, no saben comercializarlo y al no poderlo conservar, pignoran en una bagatela el producto de sus esfuerzos y afanes, no sólo de ellos, sino incluso de familiares o hijos pequeños que frecuentemente los acompañan, sufriendo por lo mismo desánimo total que terminan por olvidarse de su noble intento y consecuentemente quedan a deber lancha, motor y crédito por avituallamiento.

Conozco a no pocos de estos aficionados que con la mejor intención y buena fe del mundo, quisieron iniciarse en la pesca y al fracasar, tuvieron que emigrar de su lugar de origen al empezar a ser perseguidos por abogados voraces que pretenden hacer efectivo el crédito por diversos conceptos.

Sobran ejemplos, ni caso tiene investigar la verdad de estos asertos. Curiosamente, quienes pescadores fracasados tienen su asentamiento en lugares donde empresas descentralizadas contaminan, llámese Petróleos Mexicanos, ingenios azucareros, jugueras, fábricas textiles, factorías, plantas petroquímicas, etcétera, instauran demanda judicial, exigiendo indemnización por daños ecológicos. Veamos por ejemplo lo que acontece con las cooperativas pesqueras de Tecolutla y Cazones, lugares cercanos a la ciudad de Poza Rica, Veracruz: presentan la demanda en contra de Petróleos Mexicanos, se hace el estudio correspondiente y después de una muy larga espera, la empresa descentralizada acepta pagar una indemnización, que sería risible si no fuera trágica; a renglón seguido, los directivos de la cooperativa reciben la cantidad acordada y sin más se la reparten entre ellos, los directivos, e informan a los socios que ya pronto les liquidarán.

Hagamos un somero análisis de la situación pesquera nacional:

En México existen dos tipos de pesquerías, la llamada pesca artesanal, costera o ribereña ejercida por los pequeños grupos de pescadores con escasa capacidad de inversión siendo la captura fuente de alimentos de autoconsumo y la que ocupa el más alto nivel de empleos que se basa en la explotación oportunista de un gran número de especies.

Otro tipo es la pesquería tecnificada con barcos medianos a grandes que se dedican a la pesca con escasos rendimientos de calidad muy heterogénea y muy alta variabilidad. Sus costos de operación y lo escaso de los volúmenes capturados sugieren una inevitable ineficiencia.

Estos, diseñados para la flota internacional que capturan en áreas lejanas a los puestos de base y efectivos en tiempo de combustible barato, en la actualidad sus desproporcionados costos de operación reducen su rentabilidad y resultan incosteables comparados con barcos medianos de 100 toneladas. Además de tener dependencia una tecnológica por lo sofisticado de su equipo.

Si a esto añadimos que algunos recursos están sobreexplotados como es el caso del abulón en que la pescadería ha venido declinando y que su recuperación a niveles normales requiere de varios años.

O como en el caso de la langosta en que en ambos litorales su explotación parece estar llegando a sus límites máximos o bien como la sardina en que la captura e industrialización se llevan a cabo con estilos tecnológicos importados no adecuados a la realidad nacional y con un alto grado de dependencia tecnológica.

No olvidemos también el deficiente uso de los recursos potenciales como lo es la fauna de acompañamiento del camarón que en su mayor parte se devuelve al mar bien porque no se pesca como producto principal o porque las bodegas se saturarían con productos de bajo costo.

Otros recursos explotados deficientemente son los cocodrilos y lagartos que tienen gran valor comercial.

Parecen ser la excepción las mojarras del Papaloapan o tilapias introducidas con éxito en varios embalses y constituyen ya una fuente pesquera muy considerable.

Especialmente crítica es la pesca de escama y de otros productos que se dedican al consumo interno ya que cuando son explotados masivamente, ni rinden lo calculado, ni soportan mucho tiempo la pesca intensiva, incluso en el caso de recursos abundantes como la sardina y atún en la que la importación de tecnología da una ineficiencia industrial grave.

Si a esto añadimos que los mares mexicanos son tropicales y subtropicales donde no se presentan condiciones de abundancia homogénea, que tienen los mares templados y fríos, excepto la costa occidental de Baja California.

Resumiendo diremos que los efectos de esta situación están provocando una crisis que pone en riesgo el éxito de la industria pesquera como actividad económica nacional.

Ya que el sector oficial es el rector de las políticas que permitan ejecutar un programa definido para fomentar esta actividad, pongo a su amable consideración, que entre los aquí presentes, definamos la metodología que responda a las necesidades prioritarias del país y que se traduzca en programas concretos específicos y bien estructurados.

Hecha la exposición de motivos, como fundamento objetivo y real de la iniciativa, con la facultad que me otorga la fracción II del artículo 71 de la Constitución General de la República y la fracción II del artículo 55 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y con el consenso del resto de los integrantes de la fracción parlamentaria de mi partido, el Auténtico de la Revolución Mexicana, ponemos consideración de esta honorable soberanía, la siguiente:

"Artículo primero. Se ordena a la Secretaría de Pesca, implementar los mecanismos necesarios para logra a la brevedad posible, una integral reconversión industrial pesquera.

Artículo segundo. Optimizar el mecanismo de enlace y coordinación interinstitucional efectivo que permita el aprovechamiento máximo de los recursos naturales, materiales y operativos con que cuenta el país.

Artículo tercero. Mejorar la eficiencia de las artes y métodos de pesca.

Artículo cuarto. Realizar con operatividad los métodos de conservación de los productos pesqueros.

Artículo quinto. Adaptar las embarcaciones pesqueras para una pesca múltiple

Artículo sexto. Analizar desde el punto de vista económico las artes y métodos de pesca de los tipos de pesquerías.

Artículo séptimo. Utilizar subproductos regionales en la elaboración de dietas para el caso de la acuicultura.

Artículo octavo. Optimizar los procesos tecnológicos e industriales.

Artículo noveno. Analizar los sistemas de distribución y hacerlos prácticos.

Artículo décimo. Desarrollar nuevos productos pesqueros.

Artículo único. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Sala de sesiones de la H. Cámara de Diputados a 22 de octubre de 1987.

Diputados: doctor Nabor Camacho Nava; licenciado Carlos Enrique Cantú Rosas; licenciado Reyes Fuentes García; licenciado Gregorio Macías Rodríguez; licenciado Jaime Castellanos Franco; ingeniero Héctor Manuel Calderón Hermosa; Ingeniero Juan Manuel Lucia Escalera; Enrique Bermúdez Olvera; Jorge Cárdenas González; profesora y licenciada María de la Luz Gama Santillán.»