Que reforma los artículos 12, 52 y 54 de Ley Federal de Educación, presentada por el diputado Javier Paz Zarza, del grupo parlamentario del PAN
«En el ejercicio de la facultad que a los diputados otorga la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, vengo a presentar la siguiente iniciativa de ley, a fin de reformar los artículos 12, 52 y 54 de Ley Federal de Educación, en base a las siguientes
Consideraciones
Desde su fundación en 1939, Acción Nacional señalo la necesidad de fomentar y la educación y la cultura, como un medio para garantizar la vigilancia real de los valores superiores. Educar debe ser tarea primordial en la sociedad, para formar al hombre en la convivencia y en la fraternidad, en la justicia, en la dignidad, en suma educar es formar al hombre para que sea promotor de convicciones y valores. Reiteramos, como ayer, que solamente con un recto y vigoroso impulso a la tarea incansable de elevación humana, podrá superarse la confusión y la crisis de valores que hoy aqueja a la humanidad en su búsqueda de la clarividencia y la serenidad necesaria para cumplir cabalmente su destino.
Todo ello le da trascendencia a la educación y la cultura, sobre todo cuando en este sistema injusto perduran desigualdades ancestrales y brechas profundas que escinden al país en dos Méxicos: una minoría con posibilidades ciertas de proyección y una gran mayoría desintegrada, expoliada y paria en su propia tierra.
Ciertamente desde la Constitución de Apatzingán en el Constituyente de 1824, después en el de 1857 y finalmente en el de 1917, ha sido una constante inquietud integrar a los grupos sociales más desprotegidos, promoviendo su accesos como mínimo a la educación gratuita.
Y así en el artículo 3o. constitucional, se específica que toda educación que se imparta por la Federación, estados municipios es gratuita.
Esta cuestión se fundamenta en la naturaleza del ser humano, de darle los requerimientos mínimos de información y formación.
Hoy día, la educación es un derecho de todos los mexicanos y su disfrute, debe quedar claro, no es dádiva generosa de un Estado paternalista, sino resultado del trabajo del pueblo y conquista de sus luchas en aras de una sociedad más justa y más humana.
El pueblo mexicano exige y reclama una educación integral y humanista, y sobre todo para los grandes grupos marginados debe hacerse realidad el que sea gratuita.
Miles de padres de familia en todo el país y principalmente en el Estado de México y el Distrito Federal, reaccionan muchas veces con angustia, en otras con irritación y las más con desesperación ante el calvario que sufren para darles educación a sus hijos.
Todos saben que no exageramos cuando hablamos de esa angustia que sufren y padecen los padres que anhelan ver a sus hijos convertidos, si no en profesionistas, sí por lo menos dueños de conocimiento que los alejan del subempleo o del desempleo.
Para nadie es desconocido, y hablo de las zonas proletarias de ciudad Nezahualcóyotl, Naucalpan o Ecatepec y de las colonias Casas Alemán, San Felipe o Alfonso XIII, del Distrito Federal o cualquier otro Estado de la República, que los padres batallan para inscribir a sus hijos, de la necesidad de la esposa que lava y plancha ropa ajena; del esposo que tiene dos subempleos que hacen, en fin, mil sacrificios porque solo así pueden darles el mínimo de educación a sus hijos.
El drama se hace más patético, más agudo ahora, cuando sobre el pueblo campesino, obrero, clase media y desempleado, recae el peso de la crisis, inflación y carestía.
Cuántos de esos padres se ven obligados a que sus hijos abandonen la escuela para que trabajen y ayuden a llevar el pan y la tortilla a la casa.
Todo esto, a muchos no los conmueve, no les importa. Entre estos indolentes tan falto de solidaridad humana, están muchos de la tecnocracia burocrática instalada en la Secretaría de Educación Pública, hasta los directores de las escuelas primarias.
Y así vemos, que en los meses de inscripción en las escuelas dependientes de la Federación, estados y municipios, se inicia una escalada de exigencias de "cuotas voluntarias", absolutamente injustas e ilegales, aunado a exigencia de adquirir uniformes y otros implementos en determinadas tiendas, sopena de obstaculizar la inscripción de los pequeños.
Por desgracia, lo de "educación gratuita", no queda sino como un "slogan" demagógico.
Por desgracia, también no es una práctica asilada, sino sistemática y generalizada.
A las oficinas de los periódicos de las dependencias educativas, llegan una y otra vez grupos de padres de familia, para exponer sus quejas que se pronuncian en todos los tonos y en todos los matices, pidiendo ayuda porque el director de ésta, de aquella y de la otra escuela, en complicidad con supuestas "sociedades de padres de la familia", les exigen cuotas de inscripción, de mantenimiento, etcétera, etcétera; de mil tres mil y diez mil pesos.
Sólo en el programa radiofónico "Voz Pública" de la estación XEQ, del 1o. de agosto al 30 de septiembre del presente año, se dieron 27 denuncias de ese tenor.
Prácticas sistemáticas en las escuelas primarias es la de establecer cuotas dizque voluntarias para esto y para lo otro, junto a la represión y el chantaje contra los alumnos y los padres que no las cubran. La represión va desde el mal trato a los "alumnos morosos", hasta la retención de certificados como medio coaccionario a fin de que cubran las cuotas.
El monto de las cuotas de inscripción, lo mismo que el que fijan para adquisición de mobiliario o material didáctico o para la reparación del plantel, se fijan según se deje el cliente. Además, en el Estado de México a esta situación, aparte del provecho económico se le saca jugo político, ya que se presiona a los padres de familia para que reciban a tal o cual candidato, acudan a tal o cual mitin previo pase de lista, como sucedió en ciudad Nezahualcóyotl el pasado viernes 9 de octubre.
Aunado a esto, a los maestros se les tiene con sueldos miserables, no cuentan con apoyo moral y material, y normalmente carecen de respaldo en su agrupación sindical. Muchas veces se les rebaja a la calidad de meros propagandista a sueldo, desconocido su eminente dignidad y respaldo que conforme a su alta misión, se les debe reconocer.
Y para finalizar, no se cumple con el presupuesto educativo y no lo hay para el mantenimiento de las instalaciones, ni para el material didáctico indispensable.
Por lo tanto, y a efecto de restablecer plenamente la gratuidad de la enseñanza elemental, es menester que en la Ley Federal de Educación se establezca claramente la prohibición de "cuotas voluntarias" y la sanción correspondiente por lo cual, nos permitimos proponer a esta soberanía la presente iniciativa de ley, modificando los artículos 12, 52 y 54 para quedar en los siguientes términos:
Artículo 12. La educación que imparta la Federación, estados y municipios será gratuita. Las donaciones destinadas a la educación, en ningún caso se entenderán como contraprestaciones del servicio educativo.
Por el servicio público que implica la educación, queda prohibido estrictamente la existencia de cualquier tipo de cuotas a los padres de familia.
Artículo 52. Son derechos de quienes ejercen la patria potestad o la tutela:
I. Obtener la inscripción escolar necesaria para que sus hijos o pupilos menores de edad, reciban la educación primaria sin costo alguno.
Artículo 54. ................................................................
Fracción III. Derogado.
Artículo 68 bis. Al servicio público que infringiera la disposición de gratuidad de la educación elemental, se le sancionará con la multa por el equivalente de 100 a 500 veces el salario mínimo general diario vigente, en la zona económica de que se trate el momento de cometerse la infracción.
Salón de sesiones de la H. Cámara de Diputados, a 26 de octubre de 1987.
Por el grupo parlamentario de Acción Nacional: diputados: Javier Paz Zarza, Xavier Abreu Sierra, Carlos Arturo Acosta González, Juan Alcocer Bernal, Gonzalo Altamirano Dimas, Victor Guillermo Alvarez Herrera, Pablo Alvarez Padilla, Consuelo Botello de Flores, Manuel María Bribiesca Castrejón, Alejandro Cañedo Benítez, Juan de Dios Castro Lozano, José Angel Conchello Dávila, Jaime Delgado Herrera, Franz Ignacio Espejel Muñoz, Cristóbal Figueroa Nicola, Edeberto Galindo Martínez, Jesús Galván Muñoz, Ricardo García Cervantes, Jesús González Schmal, María del Carmen Jiménez de Avila, Enrique Gabriel Jiménez Remus, Salvador Landa Hernández, Federico Ling Altamirano, Héctor Mejía Gutiérrez, Ubaldo Mendoza Ortiz, Sergio Teodoro Meza López, María Esperanza Morelos Borja, Amado Olvera Castillo, Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, Javier Paz Zarza, Héctor Pérez Plazola, Humberto Ramírez Rebolledo, Humberto Rice García, Oscar Luis Rivas Muñoz, Cecilia Romero Castillo, Alfonso Joel Rosas Torres, Rubén Rubiano Reyna, María Esther Silva Alvarez, Germán Tena Orozco, Héctor Terán Terán, Eduardo Turati Alvarez, Pablo Ventura López.»
Turnada a la Comisión de Educación.