Crónica Parlamentaria, Cámara de Diputados

Para que se inscriba con letras de oro el nombre de Jose Maria Luis Mora en el recinto de la Camara de Diputados, presentada por el diputado Francisco Arroyo Vieyra, del grupo parlamentario del PRI, en nombre de la Comision asesora del programa conmemorativo del bicentenario del doctor Jose Maria Luis Mora, en la sesion del martes 31 de mayo de 1994

Los miembros de la Comisión asesora del programa conmemorativo del bicentenario del doctor José María Luis Mora, ante esta Cámara de Diputados, sometemos a su consideración la siguiente

INICIATIVA DE DECRETO PARA INSCRIBIR EN LETRAS DE ORO EL NOMBRE DE JOSÉ MARÍA MORA, EN EL MURO DE HONOR DE LA SALA DE SESIONES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL HONORABLE CONGRESO DE LA UNIÓN

Presentada por los diputados integrantes de la comisión asesora del programa conmemorativo del bicentenario del doctor José María Luis Mora, ante la Cámara de Diputados, el día 27 de abril de 1994.

Presidente de la Cámara de Diputados, secretarios de la mesa directiva, diputados a la LV Legislatura.

En el presente año, se cumplirá el bicentenario del natalicio del doctor José María Luis Mora, uno de los ideólogos más importantes del movimiento liberal mexicano de la primera mitad del siglo XIX. Es oportuno puntualizar el pensamiento de un personaje que influyó de manera decisiva en la legislación y en la práctica política de los impulsores del progreso nacional.

El doctor José María Luis Mora nació en 1794, en Chamacuero, hoy Comonfort, Estado de Guanajuato, hombre de pensamiento ilustrado, periodista, político y estudioso de la realidad nacional. A lo largo de su vida buscó los conocimientos renovadores que permitieran mejorar las condiciones generales del país. El doctor Mora, creció en medio de un tejido social que se vislumbraba a la vez, promisorio y enfrentado a graves retos, tanto por las perspectivas que planteaba una nación que luchaba por su independencia como por su progreso social; y por el enfrentamiento a los obstáculos que representaban las llamadas fuerzas del retroceso.

La riqueza de sus aportaciones tiene registro en terrenos muy diversos. Baste mencionar: la teología, el derecho, la educación, la administración de los asuntos públicos, el periodismo, la fundación de instituciones científicas, literarias, la diplomacia. Como militante liberal fue profundo y decidido crítico de los proyectos monárquicos de los personajes que en su momento, pretendieron prolongar las estructuras heredadas de la colonia.

El doctor Mora se formó en una elevada conciencia social que contrataba, en su tiempo, con las estructuras económicas, políticas y sociales antidemocráticas de la colonia. Las primeras décadas del siglo XIX, testimoniaron cómo desde los claustros educativos donde se formó posteriormente a la militancia política, el joven José María abrevaba en los textos filosóficos de la ilustración.

De su trayectoria académica que comienza desde su natal Chamacuero, con el conocimiento de las primeras letras, destacan; la presentación en enero de 1812, con extraordinario lucimiento de su examen general de cursos filosóficos y tres días después el grado de bachiller. El 19 de noviembre de 1818 se le concedió el grado de bachiller en teología y el 19 de julio del año siguiente, en solemne ceremonia que tuvo lugar en la Catedral de México, se recibió como licenciado en teología; ordenándose poco después de sacerdote. Más tarde, en julio de 1820, obtiene el grado de doctor en teología, en el general mayor de la Universidad.

El doctor en teología blandía sus armas contra el clero virreinal, y en un ejercicio de conciencia, denunciaba la ingerencia excesiva de los eclesiásticos en los negocios públicos. Pensaba que los clérigos debían dedicarse a cumplir, sin rebasarlas, sus honrosas obligaciones de auxilio espiritual. Consideraba intolerable la propensión a dominar a la sociedad civil y mezclar los sucesos de la tierra con las cosas del cielo.

La primera parte del siglo XIX, resultaría difícil de comprender sin la decidida participación política del doctor mora en los primeros conflictos que determinaron el perfil del México independiente. Su rica y variada personalidad lo llevó a cumplir relevantes tareas que van, desde el debate político hasta su autoría en la reforma educativa emprendida por el Presidente Valentín Gómez Farías en 1833, a través de la cual se establecen las bases de la educación laica en México.

La fecunda carrera política y diplomática de Mora dio inicio en 1822, cuando fue nombrado diputado al Congreso Constituyente del Estado de México, en donde coadyuvó a la construcción normativa de dicha entidad, con la que fue distinguido como : "Benemérito de la Patria"; asimismo, fue factor decisivo en la creación del Decreto Sobre Organización Provisional del Gobierno Interino del Estado de México.

Como diputado por Guanajuato, pensó que la máxima de un legislador debe ser. "tomar los hombre en el punto en que han llegado, y adelantar la civilidad por medio de leyes conforme a las necesidades de todos"

Uno de los momentos más trascendentales en la vida y obra del doctor Mora, se presentó con la Reforma de 1833, ejecutada por don Valentín Gómez Farías, encargado del Poder Ejecutivo; que tuvo como sustento el pensamiento reformista del ilustre guanajuatense. Fue tal el impacto de dicha reforma en la historia de México, que se puede decir que constituye un parteaguas en la vida nacional, pues la reacción de los conservadores los llevó a desconocer el régimen federal e instaurar el centralismo, entre otras graves repercusiones.

La constante preocupación del doctor Mora, por el acontecer económico, político y social del país, quedó de manifiesto en las proposiciones tendientes a establecer la desamortización de los bienes del clero, a organizar la hacienda pública y los ayuntamientos, a defender la soberanía de los estados y a definir los principios que deben regir par la realización de un estado moderno.

A partir de 1821-1822, comenzó a publicar artículos en el Semanario Político y Literario de México, que junto con otras publicaciones se, convirtió en uno de los medios de difusión de su pensamiento; desde ahí criticaba los males que, a su juicio, aquejaban a la sociedad: corrupción, emplomanía, analfabetismo, compadrazgo y otros.

En 1831 inició la publicación de El Catecismo Político de la Federación Mexicana, que a base de preguntas y respuestas daba a conocer qué es la nación mexicana, en un afán de difundir obras de carácter didáctico que ilustraran al pueblo de México. Otra importante etapa de su labor como periodista corrió a partir de 1833, cuando comenzó la publicación de El Indicador de la Federación Mexicana, semanario en el que escribía sobre aspectos históricos, estadísticos y filosóficos de México.

En 1834, perseguido por su condición de liberal, tuvo que salir del país en busca de refugio, mismo que encontró en París, desde donde continuaría una trascendental labor periodística. Destacan en esta época, la recopilación que emprendió de México y sus revoluciones y la publicación de sus obras sueltas.

Es también importante señalar la intensa labor epistolar que realizo desde Europa, en la cual, es posible advertir su constante preocupación por el devenir del pueblo mexicano.

A partir de 1847, fue nombrado ministro plenipotenciario de México ante la Gran Bretaña, en la delicada situación en que la guerra con los Estados Unidos había colocado a México, la gestión de Mora fue valiosísima, por su carácter de representante ante una de las potencias que en ese momento se disputaban el control de amplias regiones en el mundo.

El doctor Mora, fue uno de los interpretes más lúcidos de lo que el mismo llamaba "la fuerza del progreso", al exponer las características que el nuevo mexicano debería tener como hombre libre, patriota, consciente alejado de todos los prejuicio con los que el pasado colonial lo habían influido.

Su muerte aconteció en 1850. Ello le impidió presenciar cómo sus ideas avanzadas habrían de trascenderlo y convertirlo en el inspirador eficaz del movimiento de reforma. Murió con la frugalidad con la que vivió, reflejo de una vida llena de modestia.

Por lo expuesto y con fundamento en el artículo 71, fracción II de la Constitución General de la República, los diputados abajo firmantes, sometemos a consideración de esta soberanía, el siguiente

PROYECTO DE DECRETO

Único. Inscríbase en letras de oro el nombre de José María Luis Mora, en el muro de honor de la sala de sesiones del Palacio Legislativo.

Sala de sesiones de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, a los 31 días del mes de mayo de mil novecientos noventa y cuatro.- Diputados: Abraham Talavera, Francisco Arroyo Vieyra, Alejandro Nieto Enríquez, Mauricio Clark y Ovadia, Alejandro Encinas Rodríguez, Martín Tavira Urióstegui, Francisco Dorantes Gutiérrez, Israel González Arreguín, Rafael Sánchez Leyva y Leodegario López Ramírez.

Miembros de la Comisión Asesora del programa conmemorativo del bicentenario del natalicio del doctor José María Luis Mora que suscriben y presentan al pleno de la Cámara de Diputados, la iniciativa para inscribir con letras de oro el nombre del doctor José María Luis Mora.- Diputados: Abraham Talavera, secretario ejecutivo; Francisco Arroyo Vieyra, secretario técnico; Alejandro Nieto, por el Partido Revolucionario Institucional; Mauricio Clark y Ovadia, por el Estado de Guanajuato; Alejandro Encinas, por el Partido de la Revolución Democrática; Martín Tavira, por el Partido Popular Socialista; Francisco Dorantes Gutiérrez, por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana; Israel González Arreguín, por el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional; Rafael Sánchez Leyva, por la coordinación de la diputación del Estado de Guanajuato; Leodegario López Ramírez, por la coordinación de la diputación del Estado de México; Carlos Chaurand Arzate, por el honorable Congreso del Estado de Guanajuato y Jaime Vázquez Castillo, por el honorable Congreso del Estado de México.

Turnada a la Comisión de Régimen, Reglamento y Prácticas Parlamentarias.