Crónica Parlamentaria, Cámara de Diputados

De Ley que crea el Sistema de Alimentación y Nutrición, presentada por la diputada Leticia Burgos Ochoa del grupo parlamentario del PRD

Hago uso de la tribuna para dar a conocer una iniciativa de ley que crea un Sistema Nacional de Alimentación y Nutrición. Considero aquí, en estos últimos días que restan de nuestros trabajos, destacar que desde el trabajo de comisiones, el Partido de la Revolución Democrática ha venido insistiendo en diversas líneas la necesidad de arribar a un Programa Nacional de Alimentación que atienda, efectiva y realmente, los problemas que nos aquejan en esta materia a nivel nacional, particularmente a los niños, a las niñas, a los ancianos y a las mujeres embarazadas.

Por eso no quiero irme en esta legislatura, sin dejar constancia de estos esfuerzos que hemos compartido, incluso, con legisladoras, legisladores, de otras fracciones parlamentarias.

Por eso voy a invitar a mis compañeros del PRI, del PAN, del PRD, que concluida mí exposición y el articulado que hago de la iniciativa, quien guste sumarse a firmar la misma, puede hacerlo después de esta lectura.

El análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación para 1997 conduce a una reflexión relacionada con la eficacia y la eficiencia de los programas y de los recursos orientados a sufragar por la vía subsidiaria las necesidades de alimentación y nutrición de millones de mexicanas y de mexicanos.

El diagnóstico más general indica que seis secretarías de Estado y el DIF Nacional manejan de manera dispersa y descoordinada 23 programas que tienen de hecho el mismo objetivo, con un presupuesto poco mayor de 11 mil millones de pesos, que equivale a la inversión asignada al ramo 26.

A esta realidad debe agregarse la propuesta del Programa de Alimentación, Salud y Educación, que con un nuevo presupuesto de 1 mil 350 millones de pesos pretende aplicarse a manera de ensayo en nueve indefinidas microregiones de 11 entidades federativas. Hoy ya conocemos, por lo menos en el discurso, cuáles son esas microregiones.

Crucial polémica ha causado, causó en los medios, sobre todo publicitarios, la evaluación que hicieran la Secodadm y la ITAM a la lógica de este programa y la ligera descalificación que de sus resultados ha hecho la Secretaría de Desarrollo Social. En cualquier caso se trata de una nueva propuesta que adolece desde nuestro punto de vista de las mismas limitaciones de las anteriores, de tal manera que no coadyuva a eficientar los recursos dirigidos hacia la población objetivo, a la que realmente lo necesita. En este caso, el universo son 22 millones de compatriotas que viven en los parámetros de la pobreza extrema; datos oficiales.

Resultaría inútil entonces hacer una evaluación presupuestaria que quite aquí y ponga allá si no se incide en la médula del problema. La atomización de los programas y de cuantiosos recursos presupuestales, algunos se vuelven a veces insuficientes, pero siguen siendo cuantiosos, así como la ausencia tanto de mecanismos para definir criterios y políticas, como de coordinación de las acciones, a pesar de la existencia de la llamada Comisión Nacional de Alimentación.

Esta situación, compañeras y compañeros diputados, propicia entonces una gestión que al tiempo que derrocha recursos muy valiosos, insuficientes, genera costos de poder que son manejados como patrimonio económico y sobre todo patrimonio político de los grupos de interés enquistados en estos organismos. Es por ello que a juicio del grupo parlamentario del PRD, se debe dar un paso muy audaz en el sentido de concentrar y compactar programas para su eficaz aplicación federalizada, es decir, el conjunto de acciones deben integrarse en un sistema nacional que le dé coherencia a la política alimentaria en este país, con una cabeza de sector perfectamente definida que opere cuatro programas básicos desde nuestro punto de vista y que existen en este momento y que están funcionando: por un lado desayunos escolares, despensas familiares, tortilla y leche, es lo que se está ofreciendo, no podemos inventar lo que no se está ofreciendo en este momento. Ello implicaría, para no dejar las puertas abiertas a la reproducción de la discrecionalidad, de las desviaciones, la desaparición de cualquier otro programa alimentario cuya infraestructura y recursos se sumaran a los programas anteriores.

En caso de presentarse la necesidad de crear programas especiales por desastres naturales o por agudizarse los efectos más nocivos de la crisis, éstos deberán de igual manera ser coordinados en el marco de los cuatro programas básicos. El universo a cubrir sería, desde luego, el de la extrema pobreza, lo cual implicaría la homogenización de criterios y políticas de selección y la elaboración de un padrón universal perfectamente verificable y auditable que deberá hacerse público, de tal modo que finalice una vez por todas con la dispersión de acciones y de beneficiarios y con la discrecionalidad en la asignación de los subsidios.

Ustedes mejor que nadie han escuchado en este foro, en este espacio, en ésta gran tribuna de la nación, que tenemos varios padrones de asistencia alimentaria. Diconsa maneja y habla de que atiende a 27 millones de compatriotas. El de desayunos escolares habla también de un determinado número de millones de familias que atiende los programas vía los desayunos escolares. La Sedesol habla también de más de 5 millones de compatriotas que reciben los beneficios de los programas como la despensa familiar y tortilla y leche, otro tanto de millones de mexicanos; es decir, hay una dispersión, no hay conocimiento pleno de lo que realmente se está atendiendo y lo que debería de direccionarse y atenderse. Por eso, nosotros consideramos sumamente urgente que el Ejecutivo Federal atienda estas peticiones que hacemos en carácter de urgente para nuestro país.

Resulta entonces obvio que la lógica bancomundialista de transformar el sistema de subsidios en especie, a transferencias monetarizadas, tal y como se propone en el PASE, en el Programa de Alimentación, Salud y Educación, no sería la adecuada para la operación del Sistema Nacional de Alimentación y Nutrición. En todo caso si de relacionar los impactos y los indicadores se trata, el PASE debiera operar a manera de ensayo en regiones más pobres del país, pero en la lógica de subsidios en especie como ha sido hasta ahora.

Tenemos una gran empresa que cada vez va de más a menos y la empresa Diconsa, que cuenta con 22 mil tiendas en todo el país; vía Diconsa podría atenderse este programa y podrían canalizarse vía especie los recursos que el Ejecutivo Federal ha destinado para este programa.

La integración y compactación de los programas no implica de manera alguna una operación centralizada del instrumento, toda vez que en el marco legal de su constitución se establecerá una operación federalista que involucre a las entidades federativas y los municipios. Esencial resulta para su adecuada operación que el sistema esté bajo la conducción de un cuerpo altamente calificado y capacitado en la materia que funcione de manera colegiada.

La creación del sistema implica la aprobación de un decreto, que al mismo tiempo desaparezca la Comisión Nacional de Alimentación, a fin de que tenga rango de primer nivel ejecutivo. Los rasgos básicos del decreto serían los siguientes:
 

Definir y acordar las estrategias políticas y acciones en los campos de la alimentación y la nutrición.

Establecer los mecanismos que garanticen la adecuada coordinación de las acciones en materia alimentaria, para alcanzar los objetivos y prioridades que señala el Plan Nacional 1995-2000.

Diseñar y agrupar los programas y presupuestos que prevean acciones relacionadas con el Sistema Nacional de Alimentación y Nutrición.

Establecer conjuntamente con los gobiernos de los estados los procedimientos de participación, de comunicación, de consulta, que permitan la adecuada coordinación de políticas y acciones en el campo de la alimentación y de la nutrición.

Establecer políticas y programas complementarios y acordar la ejecución de acciones orientadas, en especial a la atención de grupos particularmente afectados por deficiencias alimentarias.

Proponer acciones de emergencia cuando la disponibilidad y acceso a los alimentos sean definitivamente en regiones prioritarias del país desastrosas.

Acordar la realización de programas de investigación y desarrollo tecnológico, de capacitación de recursos humanos y de educación para la población en el campo de la alimentación y la nutrición, evaluar periódicamente en el marco del sistema nacional de planeación democrática los resultados de las acciones orientadas al proceso alimentario, en función de los objetivos y prioridades fijados en el programa.


Por ello, compañeras y compañeros, por lo anteriormente expuesto y en ejercicio de las facultades que me otorgan los artículos 71 constitucional, fracción II y 55 del Reglamento Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, fracción ll, someto a consideración de esta soberanía la siguiente

INICIATIVA DE LEY QUE CREA EL SISTEMA NACIONAL DE ALIMENTACION Y NUTRICION

Artículo 1o. La presente ley tiene por objeto coordinar de manera organizada los distintos esfuerzos de las dependencias públicas para atender la alimentación y la nutrición de los mexicanos, sus disposiciones son de orden público e interés social y de observancia general en todo el territorio nacional.

Artículo 2o. El Sistema Nacional de Alimentación y Nutrición se integra con las entidades políticas y programas que tengan por objeto atender la alimentación y la nutrición de las mexicanas y de los mexicanos.

Artículo 3o. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 4o. constitucional, la alimentación y la nutrición son necesidades fundamentales de todo individuo indispensables para poder aspirar a la salud. En tal virtud, es obligación del Estado combatir las causas que generan el hambre y la desnutrición en la población.

Artículo 4o. Se crea el Sistema Nacional de Alimentación y Nutrición como fórmula para atender, enfrentar y resolver los problemas del hambre, la desnutrición que enfrenta la población mexicana, que será puesto en marcha a través de un Consejo Nacional de Alimentación y Nutrición.

Las entidades del Ejecutivo Federal que manejan planes y programas de atención a la pobreza, desayunos escolares, de nutrición o cualquier otro que tenga por objeto revertir la desnutrición y el hambre tendrá la obligación de coordinarse con el consejo.

Artículo 5o. El Consejo Nacional de Alimentación y Nutrición es un órgano interinstitucional que se integra con el Secretario de Salud, el Secretario de Desarrollo Social, el Secretario de Comercio y Fomento Industrial, el Secretario de Hacienda y Crédito Público, el presidente del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, el director del Instituto Nacional de la Nutrición, Salvador Zubirán.

Artículo 6o. El Consejo Nacional de Alimentación y Nutrición tendrá las facultades y obligaciones siguientes: fracción I: proponer al Presidente de la República un programa de alimentación y nutrición en el que se planteen las estrategias, políticas y acciones, para atender las necesidades de la población en el campo, de la alimentación y la nutrición. Fracción II: concentrar y administrar los diversos ramos del presupuesto encaminados a solucionar el problema alimentario y de combate a la pobreza. Fracción III: establecer los mecanismos que garanticen la adecuada coordinación de las acciones en materia alimentaria. Fracción IV: establecer conjuntamente con los gobiernos de los estados y el Distrito Federal, los procedimientos de participación, comunicación y consulta que permitan la adecuada coordinación de políticas y acciones en el campo de la alimentación y la nutrición. Fracción V: realizar programas de investigación y desarrollo tecnológico de capacitación y educación en materia alimentaria. Fracción VI: presentar anualmente un informe de actividades al Congreso de la Unión, quien se encargará de su vigilancia y su seguimiento.

Artículo 7o. Para cumplir con sus obligaciones, el Consejo Nacional de Alimentación y Nutrición integrará un Sistema Nacional de Información para la Alimentación y la Nutrición en que se dispondrá de: inciso a, un censo con la población afectada por la desnutrición, así como su distribución geográfica que a su vez permitirá atender de inmediato problemas emergentes de desnutrición y planificar, a mediano y corto plazos, las acciones gubernamentales. Inciso b, un concentrado de los planes que atiendan la desnutrición así como el ente de la administración, pública encargado de su aplicación. Inciso c, la evaluación del impacto de los planes y programas en la materia de asistencia alimentaria y nutrición. Esos serían como parte de las actividades del Sistema Nacional de Información.
 

ARTICULOS TRANSITORIOS

Primero. El presente decreto entrará en vigor a los 15 días de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Segundo. Las dependencias a que se refiere el artículo 4o., tendrán 60 días a partir de la publicación del presente decreto para integrar el Sistema Nacional de Información para la Alimentación.

Tercero. Se derogan las disposiciones administrativas que se pongan a lo que se dispone en el presente decreto.

Cuarto. Se deroga el decreto de creación de la Comisión Nacional de Alimentación.

México, D.F., a los 29 días del mes de abril de 1997.Å Diputados: Leticia Burgos Ochoa; Alfonso Solórzano; Gloria Sánchez Hernández; Javier González Garza, por el Partido de la Revolución Democrática; Zeferino Torreblanca como diputado Independiente y todos los que se sumen a esta iniciativa.

Turnada a la Comisión de Seguridad Social.