Intervenciones de los grupos parlamentarios
María de Fátima García León, PMC
Fátima Almendra Cruz Peláez, PVEM
Martha Amalia Moya Bastón, PAN
Gabriel García Hernández, Morena
Presidencia de la Mesa Directiva
Clausura de la sesión y cita para la ordinaria
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Pido a la Secretaría informe a esta Presidencia el registro de asistencia de diputadas y de diputados.
El secretario diputado José Luis Montalvo Luna: Se informa a la Presidencia que se tienen registrados 263 diputadas y diputados, 264. Por lo tanto, hay quórum.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna (10:49 horas): Se abre la sesión solemne presencial en conmemoración de los 700 años de la fundación de Tenochtitlan.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: De conformidad con el resolutivo segundo del acuerdo aprobado para celebrar esta sesión solemne se otorgará el uso de la palabra a los grupos parlamentarios quienes tendrán el uso de la palabra en orden ascendente, hasta por tres minutos. Toca el primer turno a la diputada María de Fátima García León, de Movimiento Ciudadano.
La diputada María de Fátima García León: Con la venia de la Presidencia. Compañeras y compañeros diputados, hoy nos hemos reunido para recordar uno de los momentos más trascendentales de nuestra historia, la fundación de Tenochtitlan, el corazón del imperio Mexica y la cuna de nuestra identidad nacional. Hace 700 años nuestros ancestros guiados por Huitzilopochtli emprendieron una larga peregrinación en busca de la señal prometida, un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente.
Durante siglos vagaron por tierras desconocidas, enfrentaron dificultades y desafíos, pero nunca perdieron su fe en su destino. Fue en el año de 1325 cuando en medio de un lago vieron la profecía cumplida, ahí sobre islotes y pantanos comenzaron la construcción de una gran ciudad Tenochtitlan. Con su ingenio levantaron templos majestuosos, calzadas que desafiaban las aguas, mercados que rebosaban de vida y un gobierno sólido que convirtió en esta ciudad en la joya de Anáhuac.
Tenochtitlan no solo fue un centro de poder, sino también de cultura, ciencia y arte, sus habitantes desarrollaron sistemas agrícolas avanzados en medicina, astronomía y una ciudad organizada con valores de disciplina, respeto y honor, pero más allá de sus logros materiales, el espíritu de Tenochtitlan sigue vivo en cada uno de nosotros. Su historia nos enseña que la perseverancia y la unidad pueden transformar cualquier adversidad en grandeza. Nos recuerda que somos herederos de un pueblo valiente que supo construir su destino con esfuerzo y visión.
Por eso, la imagen de la fundación de Tenochtitlan aparece en el centro de nuestro lábaro patrio, desde Iturbide hasta la actualidad. Para nuestros ancestros el águila era el disfraz del sol, dios de la luz y la vida. La tuna era el corazón del hombre, que alimentaba el sol para emprender ser su vuelo diario.
Pero no basta con conmemorar la creación de una ciudad, es importante, indispensable que se haga una retrospectiva y reflexión sobre los servicios públicos que demanda la ciudadanía. Debemos aprender de nuestros antepasados y retomar lo que hemos dejado atrás y aprender de estas grandes civilizaciones que nos dejaron un importante legado.
Debemos conmemorar, pero también debemos poner a prueba nuestra capacidad para salvar a esta gran ciudad. Quien gobierna la ciudad debe cuestionarse si está avanzando o retrocediendo, porque en 1521 fueron los españoles quienes acabaron con Tenochtitlan, y ahora son los malos gobiernos quienes la están destruyendo con su corrupción e impunidad.
Hoy, al evocar la fundación de Tenochtitlan, los integrantes del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano reafirmamos nuestro compromiso con nuestras raíces. Con decisión vamos a seguir el ejemplo de nuestros ancestros, enfrentaremos los desafíos con determinación para construir un México fuerte, recordando siempre que llevamos en la sangre el espíritu de aquellos que hicieron florecer un imperio en medio del lago. Qué viva Tenochtitlan. Qué viva México. Es cuanto.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Gracias, diputada.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: En el uso de la palabra el diputado Israel Betanzos Cortes, del PRI.
El diputado Israel Betanzos Cortes: Muy buenos días a todos. Para mí es un honor... esta efeméride en estos siete siglos que celebramos de Tenochtitlan, la capital del Imperio Azteca. La trayectoria histórica de la Gran Tenochtitlan se caracterizó por un notable desarrollo en los ámbitos político, económico, social, incluso, militar.
Los mexicas se caracterizaron como un pueblo nómada, sometido a constantes adversidades, logrando transformar su condición trascendental en el islote, iniciando con ello la construcción de uno de los imperios más influyentes de Mesoamérica.
Este día nos invita a la reflexión sobre el legado, quienes fundaron a Tenochtitlan, un islote llamado Lago de Texcoco y nos impulsa a mirar el futuro, reconociendo los logros alcanzados gracias a una visión y al esfuerzo colectivo a lo largo de los siglos.
Qué interesante resulta conocer que esta gran ciudad conocida como Tenochtitlan se construyó en un paradigma planificación urbana avanzada, con un sistema de intercomunicación de primer nivel, con centros comerciales y áreas periféricas que reflejaban una organización funcional acorde a su compleja estructura social y una ingeniería hidráulica de primer nivel.
Seguida de una red de plazas y calles, facilitando la accesibilidad al sistema de drenaje, abastecimiento de aguas, Tenochtitlan no solo fue representado un paradigma de innovación urbana, sino también un centro de vida que sentaba las bases del desarrollo de futuras civilizaciones en la región.
Y digo qué interesante es conocer este aspecto histórico, porque sin duda nos remota a aquellos años donde el gobierno del Revolucionario Institucional en esta Ciudad de México, antes Distrito Federal, porque seguido con esta dinámica de avanzada en esta capital, era una de las mejores del mundo, con servicios de calidad, con visión, desarrollo sustentable y económico, pero, sobre todo, con una visión integral que cubriera los aspectos más importantes de las necesidades de la gente, como son transporte, movilidad, desarrollo, desarrollo financiero, hospitales de primer mundo, esto era nuestra querida Ciudad de México, que durante muchos años preservó el espíritu ancestral de nuestra cultura azteca y retomó los aspectos más importantes del estatus del desarrollo que por cientos de años tuvo nuestra capital en este país.
Es importante recordar, que el PRI, el Partido Revolucionario Institucional, ha sido parte fundamental de la construcción de lo que hoy es la Ciudad de México, a la orden de las décadas del PRI es un actor clave en el proceso de modernización y estrategia de urbe.
Sin lugar a duda, esta ya fue escenario de acontecimientos históricos muy importantes en el mundo, el encuentro de dos grupos de hombres separados por miles de kilómetros de mar, por miles de años de evolución aislada, con organización social, militar, económica, religiosa y cultural que dio paso en buena medida a la formación de nuestra historia como emblema del mestizaje, pero como todos lo sabemos, los siglos pasaron y los desafíos de cada era han requerido por una respuesta a la altura de las circunstancias.
El PRI, en sus gobiernos y en sus proyectos supo interpretar ese legado y de construcción de forma a la ciudadanía y cara de las necesidades, que hoy es una de las metrópolis más grandes y vibrantes del mundo, desde la construcción de la infraestructura moderna hasta las reformas sociales y urbanísticas que mejoran la calidad de vida de millones. El PRI ha estado presente en las diferencias en cada una de las etapas y la edificación de esta gran ciudad que honra el pasado, pero que también tuvo una nueva fortaleza para mirar con esperanza y determinación hacia un futuro.
El impacto de Tenochtitlan constituye un hito fundamental de la historia de México y no su legado, que se manifiesta en la lengua y gastronomía de las artes y las tradiciones en esta historia que ha sido fundamental para la comprensión de nuestra identidad de la nación.
No cabe duda, que el legado histórico que representa y deja la gran Tenochtitlan, eso fue uno de los legados principales, fue uno de los principios básicos de los ejes rectores bajo los cuales los gobiernos de esta estirpe priista ejerció con responsabilidad, con visión de futuro, pero sobre todo, una política pública y servicios de calidad y eficiencia.
La gran Tenochtitlan, la capital de Nueva España, en el Distrito Federal y la Ciudad de México son sinónimos del epicentro de nuestro México, promotor de cambios sociales, políticos, económicos, sede del Poder de la Unión y territorio donde convergen aquellos factores sociales que marcan la pauta del territorio nacional.
Nunca dejaré de decirlo, la caja de resonancia de la nación donde todos hacemos política y a lo largo de más de ocho millones de personas y un territorio de tránsito de casi 20 mil millones de personas, hoy mira hacia el futuro y reintentamos el tema y reafirmamos nuestro compromiso con la Ciudad de México y con todos sus habitantes, un futuro en el que, sin olvidar nuestras raíces, sigamos construyendo una metrópoli más inclusiva, más sustentable y más conectada con el mundo.
El asombro y la descripción de esta hacienda como lo hacía Hernán Cortés, describió la Gran Tenochtitlan que solo el documento, acervo histórico de esta Ciudad, pero hoy solo eso es una historia, una descripción histórica que hoy no se puede ser expresada por los habitantes de esta Ciudad.
Miguel León Portilla decía, que esta Ciudad, donde nos tocó nacer, una ciudad maravillosa, también un poco terrible, que posee tantos enemigos y que sobrevive e, incluso, algunos habitantes, es inmortal.
Quiero decirles que en estos 700 años...
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Ya duplicó el tiempo, diputado.
El diputado Israel Betanzos Cortes: Concluyo. En estos 700 años, creo que vale la pena recordar, hacer unidad y hacer fortaleza de un gran México y de una gran ciudad. Muchísimas gracias.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: En el uso de la palabra, la diputada Rosalia León Rosas, del Partido del Trabajo, hasta por tres minutos.
La diputada Rosalia León Rosas: Con el permiso de la Presidencia.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Adelante.
La diputada Rosalia León Rosas: Buen día a todas y todos. El día de hoy es momento de reflexionar sobre la historia de nuestra nación. Es imposible no maravillarnos con la grandiosidad de Tenochtitlan, la gran ciudad que hace 700 años fundaron nuestros antepasados; historia que todas las mexicanas y los mexicanos debemos conocer, reconocer, celebrar, difundir, proteger y además sentirnos profundamente orgullosos y orgullosas.
México-Tenochtitlan, fundada en 1325, fue una ciudad que se destacó por su grandiosidad y su organización. Los mexicas lograron edificar una metrópoli sobre un lago y además establecieron un sistema de gobierno, una estructura social y una cultura que hasta el día de hoy sigue influenciando nuestra vida.
México-Tenochtitlan, lugar donde se estableció el Imperio mexica, una de las ciudades más avanzadas de su tiempo y que tristemente fue destruida por la llegada de los conquistadores.
Tenochtitlan fue una ciudad excepcionalmente planificada donde la ingeniería, la arquitectura y el conocimiento destacaba. Tenochtitlan no era una ciudad primitiva ni rudimentaria; era, por el contrario, un centro de innovación y modernidad. Contaba con palacios, edificios, templos majestuosos y escuelas que formaban a los futuros sabios y guerreros del imperio.
Además, en esta ciudad se rendía culto a la sabiduría, la ciencia, la religión y el arte. Fue un símbolo de lo que somos capaces de lograr cuando unimos nuestras fuerzas, nuestras ideas y nuestros sueños.
Uno de los aspectos más impresionantes de Tenochtitlan era su infraestructura hidráulica. En una isla del lago de Texcoco, nuestros antepasados mexicas lograron crear un sistema de acueductos para traer agua desde la ribera del lago. Este sistema era tan avanzado que ni las grandes ciudades de Europa, en ese entonces, contaban con algo similar. Además, almacenaban el agua de la lluvia. La arquitectura de Tenochtitlan, que se erguía sobre el lago, con sus canales y puentes era una obra maestra que reflejaba la creatividad y la destreza de sus habilidades.
El idioma náhuatl, las costumbres, las tradiciones, la gastronomía y las creencias siguen siendo pilares fundamentales de nuestra cultura. Es un recordatorio de que como mexicanas y mexicanos tenemos un patrimonio cultural profundo y valioso. Es nuestra responsabilidad honrarla, preservarla y transmitirla a las futuras generaciones.
Viva Tenochtitlan. Viva nuestra historia y nuestro orgullo cultural. Viva México. Gracias.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Gracias.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: En el uso de la palabra la diputada Fátima Almendra Cruz Peláez, del Partido Verde.
La diputada Fátima Almendra Cruz Peláez: Con el permiso de la Presidencia.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Adelante.
La diputada Fátima Almendra Cruz Peláez: Buenos días, compañeras y compañeros diputados. Al pueblo de México y en especial a la sierra norte de Puebla, México es un país inmenso no solo por la extensión de sus territorios o por la majestuosidad de sus paisajes, sino por la riqueza que habita en cada rincón, en cada pueblo, en cada tradición que ha resistido el paso del tiempo.
Antes de la llegada de los españoles, estas tierras ya eran el hogar de grandes civilizaciones que forjaron su propio destino con sabiduría y determinación. Desde tiempos ancestrales México ha sido un crisol de culturas, donde diversos pueblos desarrollaron sus propias lenguas, sistemas de gobierno, conocimientos astronómicos y formas de vida en armonía con la naturaleza.
Un ejemplo claro de ello son los mexicas, una de las civilizaciones más asombrosas de Mesoamérica, originarios de Aztlán, emprendieron una larga peregrinación en busca de señales que indicaran el sitio donde debían fundar su ciudad. Y finalmente en 1325 establecieron México-Tenochtitlan sobre un islote en medio del lago de Texcoco, iniciando una de las culturas más influyentes de la región.
Lo que comenzó como una ciudad construida sobre un terreno inestable, pronto se convirtió en el epicentro de un imperio que dominó buena parte de Mesoamérica. Los mexicas desarrollaron un sistema político y militar altamente organizado. Expandieron su influencia a través de alianzas y conquistas. Establecieron un complejo sistema de tributos que organizaba el flujo de recursos al capital. Además, el náhuatl, su lengua materna, se convirtió en el idioma predominante de la región, trascendiendo las fronteras del imperio.
Es importante mencionar y reconocer cómo esta civilización logró prosperar transformando un territorio lacustre en una de las ciudades más prósperas y avanzadas de su tiempo. Hoy, su legado se refleja en el diseño urbano de la Ciudad de México, en sus calles y plazas, en el lenguaje, en la gastronomía, en las costumbres que, a pesar de los siglos, siguen presentes en la vida cotidiana. Caminar en el Centro Histórico es recorrer los vestigios de su grandeza, es ver cómo la modernidad se entrelaza con la memoria de un pueblo que nunca desapareció, sino que se transformó y sigue resistiendo en cada rincón de esta ciudad.
Conmemorar estos acontecimientos históricos nos permite valorar nuestras raíces y comprender la profundidad de nuestra identidad como nación. No se trata únicamente de recordar un hecho del pasado, sino de reconocer que el legado de México Tenochtitlan sigue presente en nuestra cultura, lenguas y tradiciones. Por ello, es más que una celebración. Esta conmemoración debe servir para reconocer el invaluable aporte de nuestras raíces y pueblos originarios, quienes a pesar de la marginación y el olvido han mantenido vivas nuestras primeras lenguas y los conocimientos ancestrales heredados a quienes nos precedieron.
Desde el Partido Verde reconocemos el invaluable aporte de los pueblos originarios a esta ciudad y a la nación entera. Y creemos firmemente que México no puede entenderse sin su raíz indígena. Es cuanto. Muchas gracias.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Muchas gracias.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: En el uso de la palabra la diputada Martha Amalia Moya Bastón, del PAN.
La diputada Martha Amalia Moya Bastón: Con la venia, presidenta.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Adelante.
La diputada Martha Amalia Moya Bastón: Compañeras y compañeros diputados, el día de hoy, en esta sesión solemne, conmemoramos los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, 1325 es el año que los historiadores han tomado como hito para marcar el inicio de la gran capital del imperio mexica, hoy la gran capital de México. Tenochtitlan, la capital del imperio mexica, fue una ciudad que asombró a propios y extraños por su grandeza y complejidad, y se convirtió en el corazón de un poderoso imperio que dominó gran parte de Mesoamérica. Son los orígenes, las raíces de aquella gran ciudad edificada sobre un gran lago, cuya leyenda fue inmortalizada en nuestro Escudo nacional.
La grandeza de Tenochtitlan radicó en su capacidad para transformar un entorno desafiante en una metrópolis próspera y poderosa, dejando su legado cultural que perdura hasta nuestros días con la brillantez de sus habitantes, cuyo ingenio transformó un entorno desafiante.
Construyeron chinampas, islas artificiales que permitían la agricultura intensiva y multiplicaron la tierra cultivable, un prodigio de ingeniería agrícola que alimentó a una ciudad. Un sistema de calzadas y puentes que conectaban la ciudad con tierra firme, arterias vitales para el comercio y la comunicación, e incluso contaban con puentes levadizos que permitían el paso de canoas y servían como mecanismos de defensa.
Los acueductos de Tenochtitlan representaron una de las más notables proezas de ingeniería hidráulica en la América precolombina. Su construcción y funcionamiento demostró un profundo entendimiento del manejo del agua, esencial para la supervivencia y el florecimiento de una ciudad construida en medio de un lago.
Para satisfacer las necesidades de una población creciente, desarrollaron un sistema de acueductos que desde manantiales en tierra firme traían agua desde Chapultepec, ubicada a varios kilómetros de distancia, legado que hoy perdura como un testimonio del ingenio y la capacidad de los mexicas para superar los desafíos ambientales. Sus conocimientos y habilidades en ingeniería hidráulica son un ejemplo de la sofisticación de las civilizaciones precolombinas.
La grandeza de Tenochtitlan no solo radica en su notable ingeniería, su poderío político y religioso y su rico legado cultural. Fue una ciudad que floreció en un entorno desafiante y su historia nos recuerda no solo la grandeza de una civilización, también la capacidad que tenemos para crear cosas maravillosas. Es cuanto, presidenta.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Gracias, diputada.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: En el uso de la palabra el diputado Gabriel García Hernández, de Morena. En tanto él llega a la tribuna, esta Presidencia saluda a Obed Ulises Tonacatecuhtli Quetzalcóatl, del Calpulli Coatlicue, originario de Santa Isabel Tola. A Tonatiuh Velázquez Mendoza, del Grupo de Danza Azteca-Chichimeca. A Domitila Ambrosio, representante de C-Matell, A.C, de Telpochcalli. A Tonatiuh Tiahui Mazatl, representante del pueblo originario de San Andrés Totoltepec, en Tlalpan, Ciudad de México. A Gerardo Hernández Medina, del Calpulli Coatlicue. A Cuauchicali Tepanagui Topisque, del pueblo mexica. Sean ustedes bienvenidas y bienvenidos.
El diputado Gabriel García Hernández: Gracias. Con su permiso, señora presidenta
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Adelante.
El diputado Gabriel García Hernández: Cuenta la tradición que hace siete siglos Huitzilopochtli profetizó a los mexicas durante su migración, que debían buscar un lago, un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente. Luego de un recorrido de 210 años, los mexicas encontraron el punto exacto, entre otras fechas, 13 de marzo del año 1325, se fundó la ciudad que fue construida sobre las aguas del lago de Texcoco.
El día de ayer, con profundo respeto, me presenté en el Zócalo, donde la gente de tradición conmemoraba el inicio del año nuevo mexica. Miré respetuosamente sus rostros y sus corazones, y pedí permiso para traer la palabra a esta tribuna. Porque en esta tierra la palabra no solo es un derecho, es un vínculo sagrado entre la historia, la cultura, la tradición y la identidad del pueblo mexica.
Hoy en este Congreso nos alegramos y nos honramos, no solo en consultarles, sino en reconocerles, porque hay un diálogo verdadero, porque un diálogo verdadero sin escucha no funciona y no hay democracia plena sin la voz de los pueblos originarios.
Que se escuche en todo el mundo: la nación, cultura y pueblo mexica están vivos y vigentes en nuestra gran nación mexicana, son raíz profunda, corazón latente y espíritu indomable. Están aquí con su presencia firme y su herencia inquebrantable, reclamando algo que nunca debió ser cuestionado, su reconocimiento a la danza, a la música, al arte guerrero, a la cosmovisión, la medicina, la matemática, la filosofía y las ciencias del saber ancestral están vigentes y en este Congreso convocamos a todas nuestras compañeras y compañeros a hacer este reconocimiento legal y jurídico, como ya lo hemos hecho en la Constitución, pero falta mucho que reconocer, que mirar hacia dentro de nuestros corazones para regresar a la esencia de la sabiduría de nuestro pueblo ancestral mexica.
Por ello, con el fin de destacar la importancia de las personas y su relación con la inmensa riqueza cultural de México y del mundo, hacemos un llamado a reconocer al pueblo mexica del Valle de México como pueblo originario y habitante en este territorio y sobreviviente, con libre determinación.
Pedimos que se reconozca de una vez y para siempre la identidad mexica como parte de la memoria viva de los pueblos que habitaron y habitan la comarca de la Anáhuac, esa tierra que hasta nuestros días llamamos Valle de México. Este reconocimiento no se sostiene solo en palabras, está respaldado por la existencia de 141 pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México, guardianes de tradiciones, ceremonias y saberes antiguos, y con especial énfasis destacamos la tradición conchera que ha custodiado el espíritu ceremonial del pueblo mexica, transmitiendo generación tras generación la conexión sagrada entre el ser humano y la naturaleza, entre el presente y el pasado.
No buscamos solo honrar el ayer, buscamos fortalecer el mañana porque nuestro compromiso con las futuras generaciones necesitamos que las niñas, los niños, las juventudes conozcan estas raíces para que la semilla del conocimiento florezca y la identidad indígena, esa que precede a la colonización nunca más sea negada en nuestro país.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Tiempo diputado.
El diputado Gabriel García Hernández: ...–Concluyo, señora presidenta–. Al igual que la memoria y la palabra del historiador mesoamericano del siglo XVII, Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin nos dijo, no acabará ni la fama ni la gloria de México Tenochtitlan. Que viva México Tenochtitlan. Viva México. Viva el pueblo mexica. Vivan los pueblos originarios. Muchas gracias. (Habla en lengua originaria).
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Gracias, diputado.
La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Nuestras y nuestros ancestros creadores de una de las más grandes culturas de la historia nombraron como lugar del ombligo de la luna la tierra donde estamos el día de hoy y que le dio nombre a nuestra gran nación soberana e independiente, orgullosa de su cultura, su historia y su pueblo.
La fundación de la gran México-Tenochtitlan es digna de conmemorarse porque está en el centro de nuestra historia. Fue el centro político del imperio Mexica, del virreinato y es la ciudad capital de la república independiente. La Ciudad de México heredera de la tradición de Tenochtitlan existe antes que México mismo.
Aquí renace cada día la memoria de la dignidad de nuestros ancestros, las incontables grandezas, hazañas y sufrimientos de nuestra nación, al conmemorar su séptimo centenario hacemos un homenaje a todo el pueblo de México, a las creadoras y creadores de una cultura que se encuentra reconocida en el centro de nuestra Bandera.
México es un país de libertades, de derechos humanos y de gente amable. Y la Ciudad de México es la punta de lanza de una sociedad progresista.
En conmemoración de los primeros 700 años, siempre debemos recordar que en tanto que dure el mundo no acabará, no perecerá la fama, la gloria de México Tenochtitlan. Muchas gracias, así concluye la sesión solemne.
El presidente diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna: Pido a las presentes y a los presentes ponerse de pie para entonar el Himno Nacional.
(Himno Nacional)
El presidente diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna: Pueden tomar asiento.
El presidente diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna: Proceda la Secretaría dar lectura al acta de la sesión solemne.
La secretaria diputada Julieta Villalpando Riquelme: Acta de la sesión solemne en modalidad presencial, celebrada el miércoles 12 de marzo de 2025, en conmemoración de los 700 años de la Fundación de Tenochtitlan.
Presidencia de la diputada Dolores Padierna, apertura de la sesión. En el Palacio Legislativo de San Lázaro, en la capital de los Estados Unidos Mexicanos, sede de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con una asistencia de 264 diputadas y diputados, a las 10 horas con 49 minutos del miércoles 12 de marzo de 2025, la Presidencia declara abierta la sesión solemne en conmemoración de los 700 años de la Fundación de Tenochtitlan.
Intervención de las personas legisladoras. En cumplimiento del acuerdo por el que se establece el formato para el desarrollo de la presente sesión, se concede el uso de la palabra a los grupos parlamentarios, precisando que el orden de participación de estos será en orden ascendente y hasta por tres minutos.
En consecuencia, intervienen las diputadas y diputados: María de Fátima García León, de Movimiento Ciudadano; Israel Betanzos Cortes, del Partido Revolucionario Institucional; Rosalia León Rosas, del Partido del Trabajo; Fatima Almendra Cruz Peláez, del Partido Verde Ecologista de México; Martha Amalia Moya Bastón, del Partido Acción Nacional; y Gabriel García Hernández, de Morena.
Finalmente, la Presidencia dirige un mensaje a la asamblea. Presidencia del diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna. Puestos todos de pie se entona el Himno Nacional.
Esta Secretaría pregunta, pone a discusión el acta de la sesión solemne. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Las diputadas y los diputados que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo (votación). Las diputadas y los diputados que estén por la negativa sírvanse manifestarlo (votación). Señor presidente, mayoría por la afirmativa.
El presidente diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna: Aprobada el acta de la sesión solemne.
El presidente diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna (11:27 horas): Se levanta la sesión solemne. Y pido a las diputadas y diputados permanecer en sus lugares, para dar inicio con la sesión ordinaria de esta fecha, en modalidad presencial. El registro de asistencia se encuentra disponible a partir de este momento en las tabletas instaladas en las curules de las diputadas y los diputados.
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